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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIAPAS

Facultad de Ingeniería

Tarea-1: Resumen de criterios de estructuració n

Diseñ o estructural de edificios.

Dr. Nazar Beutelspacher Moises.

Alumno: Irvin Jonathan Reyes Muñ oz 10° C

Fecha de entrega: 24/Enero/2021


ESQUEMAS ESTRUCTURALES DE LOS EDIFICIOS ALTOS.

En el edificio de altura, la función estructural es sencilla por tratarse básicamente


de una ménsula pero más importante por la magnitud de las cargas aplicadas. Por
ello, la estructura se convierte en el elemento definitorio de la esencia del edificio y
la optimización del espacio interior hace que la estructura salga al exterior y le dé
forma y personalidad.

Se presenta una clasificación de los distintos esquemas estructurales de los


edificios de altura indicando para cada uno su principio de funcionamiento y su
rango de aplicación. Los tipos que se definen son los siguientes: el pórtico, las
estructuras con pantallas o muros de cortante, el tubo con sus variantes de tubo
en tubo, tubo múltiple y tubo arriostrado, las estructuras con núcleo central.

Pórticos

El pórtico es la estructura base de la mayor parte de los edificios por lo que no es


de extrañar que se contemple como la primera opción en el caso de los edificios
de altura. Su funcionamiento estructural está basado en la rigidez de los nudos de
unión de vigas o losas y columnas. Los mecanismos de deformación frente a las
acciones laterales están basados en el predominio de los esfuerzos de flexión por
lo que se trata de estructuras generalmente dúctiles pero con una capacidad
resistente limitada y con una deformabilidad excesiva. Por ello su rango de
aplicación es forzosamente limitado; se considera que esta tipología sólo es
razonable aplicarla para edificios de menos de 25 a 30 plantas.

La deformación global de un pórtico arriostrado debería parecerse a la


deformación por flexión de una ménsula. Sin embargo, como los elementos de
arriostramiento son necesariamente flexibles, la deformación resultante es más
parecida a la de una viga de Timoshenko, combinando la deformación por flexión,
traducida en una curvatura, y la deformación tangencial, traducida en una
distorsión de los marcos del pórtico.
Pantallas o muros de cortante

El desarrollo de sistemas de arriostramiento como forma de rigidización de


pórticos conduce de forma natural a un sistema en principio más eficaz
consistente en rellenar los marcos ocupados por los arriostramientos. De esta
manera se llega al concepto de pantalla o muro de cortante.

La pantalla es un elemento vertical continuo de hormigón que se caracteriza por


un espesor reducido pero un canto importante lo que le da una gran rigidez y
resistencia a las fuerzas laterales en su plano. La necesidad de resistir acciones
laterales en cualquier dirección e incluso momentos torsores de eje vertical
conduce a proyectar varias pantallas orientadas en direcciones ortogonales de
forma que sean capaces de absorber tanto las acciones laterales como los
posibles momentos torsores asociados. Consideradas como elementos exentos,
se utilizan en edificios de hasta 35 plantas. En zonas sísmicas se consideraron en
principio una solución excelente por su gran resistencia pero esta opinión ha ido
cambiado a causa de su falta de ductilidad. Hoy en día se siguen considerando
como una alternativa válida para zonas sísmicas, ya que la dificultad de dotarlas
de ductilidad se puede paliar con el uso de amortiguadores.

Conforme aumenta la altura de los edificios es necesario aumentar el canto de las


pantallas lo cual acaba entrando en conflicto con las necesidades funcionales.
Para evitar este conflicto se hace necesario abrir huecos en las pantallas lo que
hace que la deformada resultante sea una combinación de la deformada de
ménsula en flexión, típica del muro de cortante, y la de la ménsula en cortante,
típica del pórtico.
Estructuras tubulares

El concepto de la estructura tubular para los edificios de altura fue introducido por
primera vez en 1963 por Fazlur Khan, autor entre otros de edificios tan conocidos
como el John Hancock o las torres Sears (ahora denominadas torres Willis), o el
edificio de apartamentos DeWitt-Chestnut, de 43 plantas, situado en Chicago. Hoy
en día se estima que la mayor parte de los edificios de más de 50 plantas deben
utilizar este esquema u otro similar.

El comportamiento de la estructura tubular ante las cargas transversales se puede


diferenciar del teórico de una ménsula que obedezca a la hipótesis de deformación
plana de Navier-Bernoulli. Ello es debido al fenómeno del arrastre de cortante,
bien conocido en la ingeniería aeronáutica y en la de puentes. Como
consecuencia de este fenómeno, se concentran los esfuerzos de flexión general
del tubo en las columnas de esquina, es decir en los extremos de las hipotéticas
almas de la sección transversal del tubo. La mayor o menor importancia de este
fenómeno depende de la geometría del tubo y de la rigidez de las vigas
horizontales.

Una variante de esta tipología es lo que se conoce como tubo en tubo. La


necesidad de disponer un núcleo de servicios (escaleras y ascensores)
habitualmente localizado en el centro de la planta, conduce naturalmente a una
solución de dos tubos: uno exterior cuya función es la explicada anteriormente y
otro interior que colabora en la rigidez lateral del conjunto en un mecanismo de
deformación similar al de las pantallas pero que además supone un soporte eficaz
para las losas de forjado.
El tubo arriostrado surge como una alternativa al tubo aporticado ya que permite
rigidizar cada plano exterior del tubo mediante elementos diagonales que
convierten a estos planos en celosías reduciendo la flexión en los pórticos y
relajando los requisitos de proximidad de columnas y canto de las vigas
horizontales. De esta manera, se hace posible aumentar el tamaño de las
ventanas aunque los elementos diagonales interfieran en el ordenamiento
ortogonal de la fachada.

Estructuras con núcleo central

Las soluciones basadas en el uso de un núcleo central confían a este elemento


toda la resistencia frente a las acciones laterales que, por tanto, sólo se podrán
transmitir a la cimentación mediante la flexión del núcleo. Así, el núcleo se erige
en el elemento central y poderoso de la estructura, hecho que se suele resaltar
dejando la planta baja diáfana o haciéndola desaparecer por lo que el edificio
aparenta estar suspendido en el aire. El funcionamiento estructural de estos
edificios es muy sencillo ya que el núcleo es prácticamente el único elemento
resistente tanto para cargas verticales como laterales o de torsión. Dado que las
dimensiones del núcleo vienen determinadas por el espacio necesario para alojar
ascensores y escaleras y no se deben aumentar de forma gratuita, la limitación de
las dimensiones del núcleo también impone, indudablemente, una limitación en la
altura de los edificios basados en este esquema estructural. Se considera que la
altura límite para esta tipología es de unas 40 plantas.
Para aumentar la rigidez y la resistencia del esquema frente a la flexión provocada
por las cargas laterales existe una solución consistente en coartar el giro del
núcleo mediante unas vigas transversales (denominadas outriggers) que se
empotran en el núcleo y se conectan a las columnas o tirantes exteriores. Para
que este sistema sea efectivo es necesario que los elementos perimetrales lleguen
a la cimentación. De esta manera, el canto efectivo de cara a la flexión pasa a ser
equivalente a las dimensiones en planta del edificio.

Aunque este esquema se parece al de un pórtico combinado con una pantalla, en


realidad es diferente. El trabajo de flexión se confía a las columnas exteriores
siendo secundario el papel del núcleo si éste está centrado. Por otra parte, la
transmisión del cortante se produce principalmente a través del núcleo. En este
esquema cumplen un papel muy importante los elementos transversales, que son
de dos tipos:

- Las vigas que conectan el núcleo a las columnas extremas deben ser muy
rígidas tanto frente al cortante como a la flexión. Para ello es necesario que su
canto sea importante por lo que se suelen resolver mediante vigas trianguladas
que ocupan una o dos plantas.

- Dado que las vigas transversales no pueden conectar individualmente el núcleo


a todas las columnas perimetrales, se disponen a intervalos regulares unos
diafragmas horizontales muy rígidos para incorporar a todas las columnas
perimetrales a la sección resistente frente a la flexión que está centrada en el
núcleo.
Aunque hasta hace unos años se consideraba que este esquema sólo debería ser
válido para edificios de entre 40 y 70 plantas, se ha aplicado recientemente al
edificio Taipei 101 de 101 plantas y 508 m de altura aunque complementado con
un amortiguador sintonizado y de gran masa situado en los últimos pisos y
destinado a reducir la parte no estacionaria de los desplazamientos debidos al
viento y al sismo.

Celosía espacial

La solución de muchos problemas estructurales se puede plantear mediante


elementos discretos formando una celosía que permite conducir las fuerzas de
forma sencilla hasta los apoyos. En el caso de los edificios de altura se puede
sustituir el entramado exterior por una celosía como elemento resistente principal y
apoyar sobre esta celosía los elementos secundarios de la estructura tales como
forjados o columnas accesorias. Debido al carácter tridimensional del edificio, la
celosía que se convierte en su estructura principal tiene que ser forzosamente una
celosía espacial.

En este esquema, es necesario disponer unas columnas de gran sección,


normalmente en los vértices de la sección del edificio, y un sistema de montantes
y diagonales en las caras del edificio. El diseño de estos elementos es
especialmente complicado por la magnitud de las fuerzas a transmitir, por los
problemas que se plantean en los nudos y por la fragilidad que introducen al
concentrar los elementos resistentes principales. Este tipo de esquemas
resistentes tiene enormes posibilidades aunque los inconvenientes enumerados
hacen que su desarrollo no esté muy extendido. En el fondo, este sistema no es
muy diferente del que hemos llamado tubo arriostrado. La diferencia estriba en
que en el tubo hay una mayor densidad de columnas ‘principales’ y el
arriostramiento, que tiene una presencia estética muy importante, sólo colabora en
la resistencia a las acciones laterales. En la celosía, sólo hay un pequeño número
de columnas ‘principales’ que son las que cumplen el papel de cordones de la
celosía.
Sistemas de amortiguamiento y aislamiento sísmico.
Aislamiento sísmico en base

En el sistema de aislamiento sísmico en la base se instalan dispositivos,


generalmente en el nivel más bajo del edificio, con el fin de que absorban, de
forma parcial, la energía impuesta por el sismo antes de que sea transmitida a la
superestructura. Entre los dispositivos empleados en la técnica de aislamiento
sísmico en la base se cuenta con los aisladores flexibles y los aisladores de
fricción deslizantes o basculantes, combinados con amortiguadores.

El trabajo de esta combinación de los aisladores como elementos flexibles que


trabajan en el rango elástico y los amortiguadores como elementos rígidos con
comportamiento elasto-plástico hace que la energía sísmica se atenúe, de forma
parcial, antes de ser transmitida a la superestructura, término EI a la derecha de la
ecuación, haciendo que la energía total para balancear por amortiguamiento
propio del sistema, energía elástica y energía cinética sea menor.

En el caso de los aisladores flexibles, la reducción de energía ocurre por el


aumento del período de vibración de la estructura, alejándolo del período de
vibración natural del suelo. Por otro lado, los aisladores de fricción reducen la
energía por medio del deslizamiento entre el edificio y la cimentación. Para
edificios con períodos largos de vibración el uso de aisladores no es muy
recomendado, ya que su presencia no implicaría un cambio drástico en las fuerzas
de entrada a la superestructura.

Los amortiguadores adicionales se utilizan para disminuir la sensibilidad del


sistema a las frecuencias de vibración del suelo y la vulnerabilidad a pulsos largos
que ocurren en registros cercanos al epicentro del sismo. La rigidez inicial
proporcionada por los amortiguadores controla las vibraciones menores y da
confort a los usuarios.

Los aisladores flexibles y los apoyos por fricción funcionan también como sistema
de transmisión de cargas verticales a la fundación, por lo tanto, se debe controlar
su rigidez y resistencia vertical para evitar el colapso del edificio.

Los aisladores de elastómeros y los de caucho natural están compuestos por una
serie de láminas de elastómeros o de caucho adheridas entre sí, intercaladas o no
con láminas metálicas, con el fin de proveer capacidad para soportar cargas
verticales y confinar el núcleo que, por lo general, es de plomo. Las principales
características que debe cumplir este tipo de aisladores son la alta rigidez vertical,
la flexibilidad horizontal, la rigidez torsional, la durabilidad, la resistencia a cambios
de temperatura y la resistencia a fuerzas cortantes, propiedades que deben ser
comprobadas en laboratorio antes de ser utilizados en un edificio.

En cuanto a los aisladores de fricción se cuenta con los apoyos deslizantes y los
apoyos basculantes tipo péndulo de fricción. En los apoyos deslizantes las
columnas descansan sobre elementos de deslizamiento de teflón o acero
inoxidable y se genera amortiguamiento por fricción. Los apoyos basculantes
consisten en una base cóncava sobre la que se colocan un patín esférico
articulado y una platina de cubierta. La base cóncava tiene la función de restaurar
la posición original del sistema, mientras que las superficies deslizantes, esferas,
disipan energía por fricción. El movimiento que se produce en el dispositivo
durante la acción de un sismo es similar al movimiento de un péndulo.

Sistemas de efecto de masa

La técnica de efecto de masa consiste en adicionar una masa al edificio para que
vibre con la misma frecuencia natural de vibración de la estructura. "Si la
frecuencia del absorbedor adherido a la estructura coincide con la frecuencia de
excitación, entonces la masa del sistema principal permanece quieta, y el
absorbedor genera en todo instante sobre la estructura fuerzas iguales y
contrarias a la excitación" (Frahm, 1909).

En los disipadores de masa sincronizada, la masa se adhiere a la estructura por


medio de resortes y amortiguadores que inducen fuerzas contrarias a la
excitación, reduciendo los movimientos y desplazamientos impuestos por el sismo.
En el Japón se han dotado varias edificaciones con esta técnica; la torre Landmark
de Yokohama (75 pisos) posee en su último piso un amortiguador de masa
sincronizada (tunned mass damper), para controlar las vibraciones debidas al
viento y al sismo, evitar problemas estructurales y otorgar comodidad a los
usuarios de la edificación.
Dentro de estos amortiguadores de masa sincronizada también se pueden
considerar los de líquido sincronizado (tunned liquid damper). Estos son
amortiguadores que aprovechan la frecuencia de vibración del oleaje de un líquido
contenido en tanques u otros depósitos que se sitúan, generalmente, en el último
piso de la estructura. El oleaje dentro del tanque produce una serie de frecuencias
de vibración que reduce la respuesta de la estructura ante la excitación. Una
variante de este tipo de amortiguadores es el amortiguador de columna de líquido
sincronizado (tunned liquid column damper), que imparte amortiguamiento
adicional al disipar energía mediante el paso del agua por unos orificios
acompañado de una pérdida de cabeza, para mejorar el desempeño estructural de
la edificación.

Sistemas de control pasivo con disipación de energía

Los sistemas de control pasivo con disipación de energía se clasifican en cuatro


categorías: histeréticos, de fluidos, viscoelásticos y de fricción. Por lo general, se
instalan en riostras diagonales dentro de los pórticos de la estructura o como
complemento al sistema de aislamiento sísmico en la base, entre la fundación y la
plataforma de aislamiento.
Entre los principales dispositivos para el control pasivo se resaltan por su
economía y funcionalidad los disipadores metálicos, histeréticos, basados en
deformación plástica; especialmente los de acero que, debido a su homogeneidad,
se convierten en un tipo de disipador de fácil caracterización mecánica. Algunos
de los disipadores metálicos de acero usados en el mundo son las placas a
flexión, los amortiguadores torsionales de barras, los anillos amortiguadores de
fluencia y las riostras metálicas. Otra clase de disipador histerético la forman las
riostras metálicas. Están constituidas por un elemento rigidizador que contiene un
dispositivo disipador compuesto por un núcleo de acero, restringido lateralmente al
pandeo por medio de un material de confinamiento, y un tubo metálico externo. El
núcleo de acero soporta las fuerzas transmitidas por la riostra, dándose la
disipación de energía por fluencia, al verse sometido ya sea a efectos de flexión,
cortante o deformación axial, dependiendo de la forma geométrica de la riostra y
de su instalación en los pórticos. Un modo de falla puede ser más eficiente que
otro, de allí la correcta elección del dispositivo usado de acuerdo con el
planteamiento estructural y arquitectónico de la edificación.
Para el adecuado funcionamiento de la riostra como disipador de energía se
requiere que no haya adherencia entre el núcleo de acero y el material de
confinamiento; de esta manera, sólo el núcleo toma y soporta las fuerzas. Como
material de confinamiento se utiliza un mortero de cemento Pórtland.

Los disipadores viscoelásticos no sólo se han utilizado contra los sismos, sino
también para el control de vibraciones inducidas por viento. Los materiales
viscoelásticos son generalmente polímeros que, al ser deformados por cortante,
ofrecen capacidad de disipación de energía. La figura 12 muestra el esquema
típico de estos dispositivos en los que la disipación tiene lugar cuando existe
desplazamiento relativo entre las placas de acero externas y el material
viscoelástico interno. En el diseño se deben tomar las previsiones necesarias
contra los cambios fuertes de temperatura, deformaciones excesivas y frecuencia
de vibración, ya que pueden modificar el comportamiento del dispositivo.
RESUMEN DE INTERACCIÓN SUELO-ESTRUCTURA.
Método de Samuel Chameki. (1956).
De los primeros procedimientos para tomar en cuenta la interacción suelo-
estructura aplicable a vigas y marcos estructurales, se trata de una viga con tres
apoyos desplantado en un estrato de suelo compresible donde se resuelve el
problema usando coeficientes de transferencia de carga en la viga y considerando
la arcilla normalmente consolidada en la que se conoce su índice de
compresibilidad. Trata el caso de marcos estructurales y como la relación
esfuerzo-deformación unitario de los suelos no es lineal propone un procedimiento
iterativo para la solución del problema, usando los coeficientes de carga en la
estructura y calculando los hundimientos del suelo por procedimientos usuales.
Los valores en los asentamientos en las aproximaciones sucesivas oscilan
alrededor de un valor medio y tienen a él. Evitando un gran número de iteraciones,
se aplican correcciones después de la primera iteración, calculando las cargas en
las columnas con un promedio de los asentamientos obtenidos. En la mayoría de
los casos no hay necesidad de hacer correcciones adicionales para alcanzar la
convergencia del procedimiento.

Método de Flores Victoria. (1968)


En el que para resolver el problema suelo-estructura establece la siguiente
ecuación matricial:

K σ = P + Ec Pc – E Q

Dónde:

K= Matriz de rigidez del conjunto de superestructura.

σ= Vector de asentamiento de los nudos de la cimentación, los cuales deben ser


iguales a los de las bases de las columnas inferiores de la superestructura.

Ec= Matriz de transmisión de peso propio de trabes a cargas en nudos.

Pc= Cargas debidas al peso propio de las trabes.

E= Matriz de transmisión de cargas del suelo a los nudos de la cimentación.

Q= Cargas que la cimentación aplica al suelo.


Los movimientos del suelo están dados por:

Fs Qs =
σs

Dónde:

Qs= Cargas aplicadas al suelo.

Fs= Matriz de flexibilidad del suelo, en función no lineal de Qs

σs= Vector de movimientos verticales de la superficie del suelo.

En la superestructura y cimentación debe tenerse:

K σ = Pt- E Q

Dónde:

Pt = Pc Ec + P.

Son las cargas del edificio sobre los nudos de cimentación, junto con su peso
propio. Las ecuaciones anteriores dan un planteamiento que en forma directa
permiten obtener como solución los asentamientos σ del suelo y cimentación
juntos, así como las fuerzas de contacto Q. Para ello se requiere como datos las
matrices K y E y el vector Pt, junto con las propiedades del suelo, localización y
tamaño de las áreas rectangulares asociadas a cada Q. Para conocer momentos,
cortantes, fuerzas normales en columnas, etc, faltará calcular el efecto que
producen σ y Q en el edificio y sumarlo con el efecto de las fuerzas verticales P y
Pc.

Finalmente:

Q= ( E + K + Fs )-1 Pt

Conocida Q se puede obtener σ. La matriz Fs es función no lineal de Q, por lo que


no permite resolver el problema directamente, sino que se requiere acudir a
métodos iterativos.

Operando con las ecuaciones matriciales anteriores, método iterativo tiene la


interpretación física de aplicar una interpretación de presiones al suelo Q n, y
calcular asentamientos del suelo; con esos asentamientos determinar el estado de
cargas que debe tener la estructura como reacción del suelo. Esta reacción se
vuelve a aplicar al suelo y así sucesivamente hasta lograr la convergencia.
Método incremental de Damy (1977).

Consiste en suponer que el vector de cargas se aplica gradualmente al conjunto


en incrementos, siendo los incrementos suficientemente pequeños para que el
sistema responda linealmente, con rigideces iguales a los valores tangentes que
corresponden al estado de esfuerzos existentes al iniciar la aplicación de los
incrementos. Al aplicar el último incremento deben satisfacerse las ecuaciones de
equilibrio y de compatibilidad de deformaciones entre estructura y suelo.

Método de Esteva aproximaciones sucesivas y procedimiento incremental. (1977)

A base de aproximaciones sucesivas consiste en suponer inicialmente que la


distribución de presiones del terreno es igual a la de las cargas aplicadas sobre el
sistema estructural; con las reacciones y la correspondiente matriz secante de
flexibilidades del suelo se obtiene una estimación de los desplazamientos del
suelo y una estimación de las deformaciones de la estructura, empleando matrices
secantes de rigideces de la estructura y de flexibilidades del suelo. El proceso se
repite un número de veces tal que los valores de los desplazamientos del suelo
sean suficientemente parecidos en dos estimaciones sucesivas.

El método incremental consiste en aplicar gradualmente la carga total en


incrementos; en cada incremento se efectúa un ciclo semejante al del
procedimiento de aproximaciones, el resultado de dicho ciclo iterativo se toma
como punto de partida para la aplicación del incremento de carga.

Como podemos ver en el primer método se logra el equilibrio al final de cada ciclo,
pero no se logra la compatibilidad entre las deformaciones de la estructura y las
del suelo; en el segundo se alcanza dicha compatibilidad, pero a costa de un
desequilibrio. Por lo anterior, en ambos casos debe hacerse una corrección en el
siguiente ciclo.

Método del Doctor Leonardo Zeevaert. (1973).

Consiste en formar la ecuación matricial de asentamientos o hundimientos, que


relaciona los asentamientos del suelo en función de las cargas aplicadas en la
superficie:

σ= D q

Dónde:

σ= Vector de asentamientos en el contacto cimentación suelo.

D= Matriz de asentamientos ocasionados por presiones unitarias.


q= Vector de cargas aplicadas en el contacto cimentación suelo.

Para la formación de la matriz D se emplea el concepto de valor de influencia, que


es el esfuerzo ocasionado por una presión unitaria en la superficie, lo que facilita
de manera importante la determinación de los elementos de la matriz D.

Después se forma la ecuación matricial de interacción que relaciona las


deformaciones de la estructura con las cargas que le transmite al suelo:

SX=Δ

Dónde:

S= Matriz de flexibilidades del suelo

X= Vector de cargas del suelo sobre la estructura

Δ= Vector de deformaciones de la estructura

La interacción de la estructura de cimentación con el suelo depende del valor de


módulo de cimentación por área tributaria K, definido como el cociente de la carga
sobre el suelo entre la deformación que produce.

Debe notarse en la ecuación anterior que los valores del vector de deformaciones
de la estructura Δ son funciones del módulo K por área tributaria. La interacción
correcta entre la estructura de cimentación y la masa del suelo se obtiene
utilizando las reacciones Xi obtenidas en la ecuación anterior, en la ecuación de
hundimientos, obteniéndose los desplazamientos verticales σi que proporcionan
valores del módulo de cimentación iguales a los usados en la ecuación matricial
de interacción EMI, Ki = Xi / σi. Si los valores encontrados en esta forma no
concuerdan con los utilizados inicialmente, no se tendrá la interacción correcta, ya
que los módulos de cimentación no fueron correctamente elegidos, por lo cual
será necesario utilizar la ecuación matricial EMA para conciliar este problema. Así
se deduce que las ecuaciones EMA y EMI quedan ligadas por los valores de Ki,
los cuales son únicos para la solución de cada problema en particular y dependen
de la distribución de las reacciones del suelo sobre la estructura de cimentación,
rigidez de esta y de la posición de las cargas que actúan en ella.

Método de Demeneghi. (1979,1983, 1985).

Considera el sistema a las reacciones del terreno como un sistema de cargas


sobre la estructura, manejándolas durante el proceso de análisis como incógnitas.
El análisis estructural se lleva a cabo empleando el método de rigideces, pero el
problema no se puede resolver aquí ya que sobran incógnitas, ya que se están
agregando al vector de cargas de las reacciones del suelo, que no se conocen.
Las ecuaciones faltantes las proporciona el análisis de hundimiento del terreno de
cimentación; en el que se obtienen las deformaciones del suelo en función de las
cargas sobre el mismo; en esta etapa se hace uso del concepto de valores de
influencia de Zeevaert, lo que facilita la determinación de los hundimientos del
suelo en función de las cargas sobre el mismo. Las deformaciones del suelo se
sustituyen en las ecuaciones obtenidas inicialmente con el método de las
rigideces, lo que permite resolver el problema en forma directa, sin necesidad de
iteraciones. Con este procedimiento se obtienen los diagramas de deformaciones
y de reacciones del suelo, en el contacto entre este y la estructura de cimentación.
Este procedimiento tiene la ventaja de que se puede tomar en cuenta el número
de pisos que se desee en la superestructura, así como de que se puede
programar en una computadora con relativa facilidad.

Método Sánchez Martínez y Enríquez.

Se emplea en cimentaciones someras y consiste en realizar un análisis del


conjunto suelo-estructura como un sistema estructural único que se resuelve
utilizando el método general de las rigideces, es un método no iterativo.

Consiste en considerar al suelo sustituido por una serie de resortes, en los que el
módulo de reacción o la constante de cada resorte depende de toda la masa del
suelo, es decir, no se consideran los resortes independientes entre sí.

Se establece primero la matriz de rigideces de la estructura a partir de las de sus


miembros. Las reacciones del suelo se toman en cuenta a través de resortes que
se conectan con la cimentación de la estructura. A continuación se obtiene la
matriz de rigideces del suelo. Esta se determina dando desplazamientos verticales
con valor unitario a cada uno de los resortes que lo idealizan y calculando las
fuerzas que aparecen por efecto en todos ellos. Al dar un desplazamiento unitario
en un resorte aparecen fuerzas no solo en el propio resorte, sino también en todos
los demás, ya que ellos deben considerarse ligados de alguna forma por
pertenecer a un medio continúo. Lo mismo sucede al aplicar sucesivamente
desplazamientos en los demás resortes. El cálculo de la matriz de rigideces del
suelo en general laborioso y algo complicado; sin embargo, se puede determinar
dicha matriz en forma indirecta, teniendo en cuenta que la matriz de rigideces es la
inversa de la de flexibilidades.

Las expresiones generales que se usan son:

σ = St-1 A Ec. 4

Dónde:

σ = Vector de desplazamientos desconocidos.


A= Vector de acciones.

St-1= Inversa de la matriz de rigideces del sistema.

Además:

St= SE + Ss

Siendo: SE= Matriz de rigideces de la estructura.

Ss= Matriz de rigideces del suelo.

La matriz de rigideces se obtiene a partir de sus i miembros, como es usual en el


análisis estructural usando computadoras.

La matriz de flexibilidades del suelo puede calcularse fácilmente determinando los


hundimientos del terreno debidos a la aplicación de fuerzas unitarias. Sánchez
Martínez y Enríquez emplean el procedimiento de Zeevaert (1980) para alcanzar
este propósito. Llamando Fs a la matriz de flexibilidades, la matriz rigideces del
suelo vale:

Ss = Fs-1

La matriz global del sistema vale estructura-suelo vale:

St = SE + Ss

Aplicando la ecuación 4 se determinan los desplazamientos de la estructura y del


suelo.

Los elementos mecánicos en los miembros se hallan a partir de sus matrices de


rigidez, mientras que las fuerzas en el suelo se obtienen empleando la matriz de
rigideces del suelo.

El método de Sánchez Martínez y Enríquez es general, como lo es el método de


las rigideces del análisis estructural en que se basa. Se puede considerar no solo
la estructura de cimentación, sino también la superestructura total del edificio, sin
más limitaciones que la capacidad de la computadora emplee.

Tambien la solución se puede aplicar a la solución de estructuras de retículas de


cimentación, constituidas por trabes horizontales en dos sentidos perpendiculares:
el área de cimentación se divide en una serie de áreas tributarias que
corresponden a las de las columnas y se consideran en el centro de cada una de
ellas los resortes que idealizan el terreno, y con cuyo comportamiento se
establece la matriz de flexibilidades del suelo.
Tipos de sistemas de piso.
Se presenta un estudio analítico en el intervalo elástico lineal, que evalúa el
comportamiento de diafragma de los sistemas de piso más ampliamente utilizados
en edificación urbana en México: losa perimetralmente apoyada, vigueta y
bovedilla, losacero y losa reticular aligerada con casetones de fibra de vidrio o
bloques de espuma de poliestireno, así como su clasificación de acuerdo a
criterios basados en desplazamientos y fuerzas.

Losas Apoyadas Perimetralmente

Las losas apoyadas perimetralmente son aquellas que están apoyadas sobre
vigas o muros en sus cuatro lados, y que por tanto trabajan en dos direcciones, a
diferencia de las losas en una dirección que, estructuralmente sólo se apoyan en
dos extremos. Una característica importante estructural de los apoyos de estas
losas, es que su rigidez a flexión es mucho mayor que la rigidez a flexión de la
propia losa.

Las losa apoyadas perimetralmente forman parte, comúnmente de sistemas


estructurales integrados por columnas, vigas y losas. El comportamiento de éstas
no puede estudiarse rigurosamente en forma aislada sino que debe analizarse
todo el sistema, ya que las características de cada elemento influyen en el
comportamiento de los otros. Sin embargo, por simplicidad y conveniencia en el
estudio, se consideran las losas en forma aislada. Esto permitirá el planteamiento
de métodos de diseño suficientemente precisos para fines prácticos, siempre que
se cumpla la hipótesis mencionada de que los apoyos tengan una rigidez a flexión
mucho mayor que el de las losas.
La gráfica Carga – Deflexión en el centro del claro de una losa apoyada
perimetralmente, ensayada hasta la falla, tiene la forma mostrada en la siguiente
figura, en la que se distinguen las siguientes etapas: a) una etapa lineal desde 0
hasta A, en la que el agrietamiento del concreto en la zona de esfuerzos de
tensión es despreciable. El agrietamiento del concreto por tensión, representado
por el punto A, ocurre bajo cargas relativamente altas. Las cargas de servicio de
las losas se encuentran generalmente cerca de la carga correspondiente al punto
A.

b) La etapa A-B, en la que existe agrietamiento del concreto en la zona de tensión


y los esfuerzos en el acero de refuerzo son menos que el límite de fluencia. La
transición de la etapa 0-A a la etapa A-B es gradual, puesto que el agrietamiento
del concreto se desarrolla paulatinamente desde las zonas de momentos
flexionantes menores. Por la misma razón, la pendiente de la gráfica esfuerzo
deformación en el tramo A-B, disminuye poco a poco.

c) La etapa B-C en la que los esfuerzos en el acero de refuerzo sobrepasan el


límite de fluencia. Al igual que el agrietamiento del concreto, la fluencia del
refuerzo empieza en las zonas de momentos flexionantes máximos y se propaga
paulatinamente hacia las zonas de momentos menores.

d) Por último, la rama descendente C-D, cuya amplitud depende, como en el


caso de las vigas, de la rigidez del sistema de aplicación de cargas.

Viguetas y bovedillas

El sistema de vigueta y bovedilla esta constituido por los elementos portantes que
son las viguetas de concreto presforzado y las bovedillas como elementos
aligerantes. Las viguetas se producen en diferentes tamaños (sección geométrica)
y diferentes armados, así mismo las bovedillas tienen diferentes secciones tanto
en longitud, ancho y peralte, de tal forma que se tiene una gran variedad de
combinaciones que pueden satisfacer cualquier necesidad.

Podemos asegurar que hasta 6.00 mts. De claro es el sistema más económico de
losas. Las viguetas se fabrican por diferentes procesos que pueden ser: colado en
moldes múltiples de metal y con máquinas extrusoras. Las bovedillas se producen
usando máquinas vibrocompresoras en donde se intercambian los moldes para los
diferentes tipos de secciones, usando por lo general materiales ligeros. Aunque
inicialmente se concibió este sistema para su aplicación en las viviendas, en la
realidad se ha aplicado en casi todo tipo de losas y entrepisos, debido a su bajo
peso, estos elementos permiten que se efectúe su montaje manualmente,
eliminando el costo de equipos pesados.
Existen tipos de viguetas con conectores para anclar la malla a este sistema lo
que permite tener la capacidad necesaria para tomar los esfuerzos razantes por
viento o sismo, Así mismo actualmente se fabrican viguetas sísmicas, que tienen
un relieve en la parte superior de setas formando una llave mecánica que permite
un mejor trabajo junto con la losa (capa) de compresión.

Losacero

Prácticamente, consiste en un entrepiso metálico de gran capacidad y resistencia


estructural para interactuar con el concreto, y que elimina la cimbra de madera. Es
ideal para usos en losas de edificios y en general, todo tipo de construcciones. Se
trata de un sistema de entrepiso metálico que otorga gran solidez a los proyectos y
resistencia estructural. Es un material ideal en las zonas sísmicas, pues ofrece
mayor seguridad contra efectos sísmicos, pues la losa actúa en conjunto con la
estructura en función del diseño. Si el tiempo y la rapidez es un elemento que
valoras en los proyectos, es una buena opción pues permite hacer colados
simultáneos de entrepisos y azoteas.

La losacero proporciona una plataforma segura de trabajo, sustituyendo la cimbra


tradicional de madera evitando los tiempos de cimbrado y de decimbrado. Este
material está disponible en lámina galvanizada y lámina pintro, las cuales
garantizan durabilidad y alta resistencia a las condiciones de la intemperie. La
losacero actúa como acero de refuerzo y cimbra, y opera de manera similar a una
viga como sección compuesta. El sistema de losacero cuenta con láminas con un
sistema acanalado de acero galvanizado con un ancho de unos 91 centímetros,
sobre las cuales se coloca el concreto haciendo que trabaje integralmente.

Las vigas de acero de las que se constituye la losacero cuentan con eficiente
patrón de embozado longitudinal localizado en las paredes de cada canal del
perfil. Además actúan como conectores mecánicos que incrementan la adherencia
entre el perfil y el concreto evitando el deslizamiento entre ellos, y logrando su
desempeño como una sola unidad. El concreto actúa como elemento de
compresión y rellena los canales del perfil, proporcionando una superficie plana
para los acabados de la losa. Después de que el concreto adquiere su propia
resistencia, la sobrecarga de diseño es soportada por la sección compuesta donde
la losacero otorga el refuerzo positivo del entrepiso. Otra ventaja del sistema
constructivo aligerado de la losacero es que minimiza el posible desperdicio de
materiales, lo cual verá reflejado en presupuesto total. No es necesario que tengas
un proyecto industrial en puerta para utilizarlo como opción, este también puede
ser utilizado de manera comercial e industrial, pero también en construcciones
residenciales si se le da un acabado inferior adecuado.

Losa reticular

La losa reticular es llamada así, porque que en ella se forman “retículas”, o


huecos, las cuales tienen la función de “aligerar”, disminuir el peso de una losa y
por consiguiente, reducir la cantidad de concreto a utilizar en dicha losa (con ello
se reduce el costo de la misma).

Dichos huecos se logran mediante la colocación de casetones de fibra de vidrio.


También se les llaman “losas aligeradas”. Este tipo de losas se utilizan
principalmente en lugares donde se requiera salvar grandes “claros” (es decir:
lugares donde queremos tener un gran espacio y pocos apoyos como columnas).
Sus usos los podemos constatar en edificios escolares, estacionamientos de
centros comerciales, etc.

Fácilmente reconocerás este tipo de losa en los mencionados lugares, pues al


voltear al techo, ves que éste tiene grandes “huecos”, de forma cuadrada,
característicos de éste sistema. Estas losas, generalmente son calculadas para
soportar grandes cargas, y no por ser “reticular” tiene menos resistencia, al
contrario, puede haber losas de este tipo muy resistentes.
Tipos de techumbres.
Una techumbre no es más que la parte superior que cubre una edificación. Se
compone de un sistema de vigas que soportan la cubierta. Conforma una barrera
de protección ante los factores medioambientales, tales como lluvia, frío, calor,
entre otros.

La estructura de un techo se forma de dos elementos principales: los refuerzos,


que son las vigas y los clavadores. Los refuerzos son los encargados de sostener
el peso de la estructura, en cambio los clavadores fijan la cubierta. En conjunto,
forman toda la estructura de la techumbre. También el diseño de la techumbre
define el tipo de la estructura a utilizar. Existen distintos tipos de formas o
inclinaciones que están encaminadas a canalizar el agua de las lluvias y otros
remanentes ambientales. Dicha inclinación recibe el nombre de vertiente.

Dependiendo de la forma que adopta el techo, encontramos los siguientes, que a


su vez resultan ser los más usuales:

1. Techumbre plana

Los techos planos son muy usados en casas de corte contemporáneo o moderno,
y destacan por no tener vertientes. Algo importante de este tipo de techumbres es
que hay que considerar su sistema de protección y desagües, para así lograr que
el agua de lluvia pueda fluir sin complicaciones y que logremos evitar que se
estanque o que cause filtraciones a la construcción.

2. Techumbre de una agua

También conocidos como techos de media agua. Son un tipo de techo que tiene
solo una vertiente y que se usa en casas, edificaciones o construcciones sencillas.
Para este tipo de techumbre es importante tomar en cuenta la dirección del viento,
ya que solo protegen una sola dirección de la estructura.

3. Techumbre de dos aguas

Este tipo de techumbres son los más comunes y se tratan de dos superficies
planas que se instalan en pendientes unidas en un ángulo. Su finalidad es facilitar
que el agua se deslice en lugar de quedar estancadas en el techo. Eso sí, en
zonas ventosas hay que tomar en cuenta la orientación de los vientos y del sol, ya
que no protegen el área de la casa de manera uniforme.
4. Techumbre de cuatro aguas

Este tipo de techos se componen por cuatro vertientes, dos a los costados y dos a
los extremos, y al igual que en los anteriores resulta ser muy funcional para evitar
que la lluvia se estanque en el techo y cause problemas a la estructura.

Las techumbres de cuatro aguas son el cubrimiento perfecto para construcciones


en áreas cuadradas o rectangulares, ya que protege por igual los cuatro lados.
Estéticamente son techos muy atractivos, además de resistentes al viento, lluvia y
nieve.

5. Techumbre abovedada

Los techos abovedados son aquellos que cuentan una forma de arco que ofrece
una estructura de soporte para un techo. Los techos abovedados se pueden
encontrar por toda Europa y eran un aspecto significativo de la arquitectura
medieval, especialmente en las iglesias y catedrales.

Techumbres abovedadas
Bibliografía

1.- Bonett, Ricardo L. Protección pasiva de estructuras aporticadas de concreto


reforzado con el sistema Knee-Bracing. III Congreso Colombiano de Ingeniería
Sísmica, 2005.

2.- Bozzo R., Luis y Ordóñez O., Daniel. Disipadores mecánicos de energía.
Revista Bit, marzo 2001. Chile.

3.- Eficiencia de sistemas de aislamiento sísmico basados en resortes helicoidales


y amortiguadores viscosos comparada con aisladores tradicionales goma-metal.
José E. Stuardi, Julio C. Massa y Alejandro T. Brewer, 2005.

4.- Los esquemas estructurales de los edificios altos. Dr. Miguel Ángel Astiz.
Marzo 2014.

5.- Casetas de México. Suministro de casetas prefabricadas.


https://casetasdemexico.com.mx/que-es-el-sistema-losacero/

6.- www.arkiplus.com. Portal especializado en temas de arquitectura, construcción,


paisajismo y arte con más de 2300 artículos publicados a la fecha. Título del
artículo: “Losa reticular”.

7.- Fidel Gomel Ticona. Diseño sísmico basado en desplazamientos de estructuras


aporticadas de concreto armado. Tacna-Perú. 2017.

8- Tena Colunga, Arturo; Chinchilla Portillo, Karen Lineth; Juárez Luna, Gelacio. EVALUACIÓN DE
LA FLEXIBILIDAD ELÁSTICA DE SISTEMAS DE PISO UTILIZADOS EN EDIFICIOS URBANOS. Julio, 2013.

9.- www.Thermopanel.com. Portal especializado en temas de construcción, ingeniería,


techumbres, techos. Título del artículo: “Tipos de techumbre”.

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