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Ariel – 17 años

Ariel llega a la consulta acompañado por su abuela, quien había solicitado un


turno para él. Ella se presenta diciendo que es la persona más interesada en
que su nieto haga un tratamiento, porque no se encuentra bien.

Viene por insistencia de la abuela. Dice que a su mamá y su papá les da lo


mismo. La mamá no sabe nada de todo esto y no le gusta que vaya al
psicólogo, y que su abuela tiene miedo de que se mande alguna macana.

Ariel pertenece a la tribu de los “dark” y viste rigurosamente según las


costumbres del grupo, con corte de pelo, accesorios, calzado típico, etc. En
algún momento comenta que los compra en determinados negocios, así como
también los tatuajes que se hizo. En las primeras entrevistas habla mucho de
su grupo de amigos, los encuentros en una plaza donde “paran” todas las
noches, las actividades nocturnas, etc.

El grupo de la plaza sigue a una banda, los acompañan y se ocupan de los


equipos y propaganda en las calles. Para estas actividades se visten de
determinada manera, porque ese estilo va con la música y las letras de la
banda.
Está acostumbrado a andar por la calle desde que tiene 13 años, que a veces se
siente un poco solo, pero que está en su mundo. Se lo nota angustiado.
Estuvo de novio con una chica que paraba con ellos, pero se fue con otro. La
sigue viendo en el grupo, van juntos a recitales. Esta ruptura fue como una
traición. No entiende qué pasó, estábamos bien, me cortó sin explicación, dice.

Ariel es hijo único de un matrimonio que se separó cuando él tenía 7 años.


Desde entonces, siempre vivió con sus abuelos maternos debido a los
problemas psiquiátricos de su madre (varios brotes psicóticos). En la
actualidad vive temporalmente con el padre. Según la abuela, Ariel se niega a
aceptar que la madre está enferma, para él es que es una jodida y no le importa
nada de él.
Cuando habla de la relación con su mamá, se angustia, dice que no le da
pelota para nada. Hasta el día en que a mí me pase algo malo. Me dice que no
tome, que no me pelee, ella no entiende nada de nada, pero le tiene miedo a
todo, a mis amigos… Yo no le tengo miedo a nada, con mis amigos está todo
bien.
La relación con su papá es difícil. Siempre estuvo muy alejado, y ahora no
hablan mucho. El no sabe nada de mí. Se queja de mis tatuajes, quiere que
trabaje…
Cuando Ariel tiene 14 años muere el abuelo materno, que era su imagen
paterna, según palabras de la abuela. La madre arma otra pareja, y se va por un
tiempo. El abandona el colegio, empieza a fumar marihuana.

El episodio desencadenante de la preocupación de la abuela y de la consulta


de Ariel, ocurrió unos meses antes: metieron preso a un amigo del grupo con
el que para. Una noche habían ido a bailar y luego de una pelea callejera,
detienen a su amigo Juan por algo que no hizo, herir a un pibe, y lo condenan
a 5 años. Juan es uno de los amigos “de verdad”. Contando esta historia Ariel
parece quebrarse, transmite el compromiso que siente de no abandonarlo. Lo
visita en el penal sábado por medio. Dice. “mi amigo que dice que yo haga mi
vida, aunque él esté ahí. Mi vieja tiene miedo de que yo termine preso como
Juan. El día en que a mí me pase algo grosso quiero ver qué hace. A él su
familia lo va a visitar siempre, le llevan cosas. Yo sé que mi mamá no me
vendría a ver”

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