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“UNIVERSIDAD PRIVADA FRANZ TAMAYO”

FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD

CARRERA: BIOQUIMICA Y FARMACIA


ASIGNATURA: ANATOMIA Y FIOSIOLOGIA I
SEMESTRE: PRIMERO
TEMA: TEMA 5 – HALUROS DE ALQUILO
ESTUDIANTE: FANNY JUSTO TINTA

EL ALTO – BOLIVIA
ÍNDICE
Objetivo .....................................................................................................................................3
Marco teórico ...........................................................................................................................3
Aparato axial.........................................................................................................................3
Aparato apendicular ...........................................................................................................4
Los músculos .......................................................................................................................6
Bibliografía................................................................................................................................7
Objetivo
Reconocer las características de los huesos del cuerpo humano.

Marco teórico
Aparato axial
Los huesos proporcionan sostén a nuestros cuerpos y ayudan a darles forma.

Aunque sean muy ligeros, los huesos son lo bastantes resistentes como para
soportar todo nuestro peso.

Los huesos están compuestos por un armazón proteico de colágeno, junto con
un mineral llamado fosfato cálcico, que confiere resistencia y dureza al
armazón.

Los huesos almacenan calcio, un mineral que pueden liberar en el torrente


sanguíneo cuando esta sustancia es necesaria en otras partes del cuerpo.

Los huesos están compuestos por dos tipos de tejido óseo: El hueso compacto
(o hueso cortical) es la parte sólida, dura y más externa del hueso.

El hueso esponjoso, que, como indica su nombre, se parece a una esponja, y


se encuentra dentro del hueso compacto.

La médula ósea contiene células madre, que fabrican los glóbulos rojos de la
sangre y las plaquetas, así como algunos tipos de glóbulos blancos.

El cartílago, una sustancia flexible y elástica que contienen las articulaciones,


sujeta los huesos y los protege en los puntos donde varios huesos friccionan
entre sí.

Los huesos de los niños y los de los adolescentes son más pequeños que los
de los adultos y contienen cartílago de crecimiento, también conocido como
‘‘placa de crecimiento ‘‘.

Estas placas están compuestas por células cartilaginosas que se multiplican,


creciendo en longitud y convirtiéndose, más adelante, en hueso mineralizado y
duro.

Puesto que las niñas maduran antes que los niños, sus placas de crecimiento
se transforman en hueso duro a edades más tempranas.

Los huesos contienen tres tipos de células: los osteoblastos, que fabrican
huesos nuevos y ayudan a reparar las lesiones óseas los osteocitos, células de
hueso maduro que ayudan a continuar con la formación de nuevos huesos los
osteoclastos, que rompen o descomponen el tejido óseo para ayudar a
esculpirlo y a darle forma
También ayudan al cuerpo a desempeñar funciones como masticar alimentos y
transportarlos a través del sistema digestivo.

Incluso cuando estamos sentados y completamente quietos, hay músculos de


nuestro cuerpo que están en constante movimiento.

Aparato apendicular
La parte proximal de la aleta, junto al cuerpo, está sostenida por pterigóforos de
dos tipos: basales y radiales, que articulan a las aletas pectorales y pelvianas,
con las cinturas respectivas.

Los miembros anteriores y posteriores de los tetrápodos están construidas bajo


el mismo patrón, diferenciándose tres regiones de distal a proximal: autopodio,
zeugopodio y estilopodio, respectivamente El esqueleto apendicular está
formado por los huesos de las extremidades superiores y las extremidades
inferiores, que se pueden considerar apéndices del esqueleto axial.

En las extremidades superiores se incluye la cintura escapular y en las


extremidades inferiores se incluye la cadera, qué son las estructuras de anclaje
y articulación entre el esqueleto apendicular y el esqueleto axial.

Las extremidades superiores están formadas por las manos, las muñecas, el
brazo y el antebrazo, y la cintura escapular (escápula u omóplato y clavícula).

Las extremidades inferiores por los pies, las piernas (pantorrilla y muslo) y los
huesos coxales (huesos de la cadera).

Los huesos coxales, junto al cóccix y sacro, estos dos del esqueleto axial,
forman la cintura pélvica.
Aunque presentan una estructura análoga, el esqueleto apendicular es muy
diferente entre las extremidades inferiores y superiores.

Los huesos de las extremidades inferiores están adaptados a soportar peso y


estabilizar la postura, así como para el movimiento de caminar y correr.

Huesos del esqueleto apendicular El esqueleto apendicular está formado por


126 huesos: 4 huesos en la cintura escapular: una clavícula y una escápula en
cada lado.
Los músculos
Los músculos ayudan a hacer latir al corazón, a que el tórax se expanda y se
contraiga mientras respiramos y a que los vasos sanguíneos regulen la tensión
arterial y el riego sanguíneo por todo el cuerpo.

Los seres humanos disponemos de tres tipos de músculos: Los músculos


esqueléticos están unidos a los huesos a través de tendones fibrosos, como en
las piernas, los brazos y la cara.

Los músculos esqueléticos también se llaman ‘‘estriados‘‘ porque están


compuestos por fibras que poseen franjas o estrías horizontales cuando se ven
al microscopio.

Estos músculos mantienen unido al esqueleto, dan forma al cuerpo y lo ayudan


en los movimientos cotidianos (también se conocen como ‘‘músculos
voluntarios‘‘, porque podemos controlar conscientemente sus movimientos).

Los músculos lisos o involuntarios también están formados por fibras, pero este
tipo de músculo tiene un aspecto liso en vez de estriado.

No podemos controlar conscientemente los movimientos de los músculos lisos;


contrariamente, están controlados automáticamente por el sistema nervioso
(motivo por el que también reciben el nombre de ‘‘involuntarios‘‘).

Las paredes del estómago y de los intestinos son ejemplos de músculos lisos,
que ayudan a descomponer los alimentos y a trasportarlos por el sistema
digestivo.

También hay músculos lisos en las paredes de los vasos sanguíneos; se


encargan de tensarlas o aflojarlas para influir en el riego sanguíneo, lo que
ayudar a controlar la tensión arterial.

Los movimientos que hacen los músculos están coordinados y controlados por
el cerebro y el sistema nervioso.

Los músculos involuntarios están controlados por estructuras que se


encuentran en las profundidades del cerebro y en la parte superior de la
médula espinal, lo que se conoce como ‘‘tronco cerebral‘‘.

Los músculos voluntarios están controlados por las partes del cerebro
conocidas como la corteza cerebral motora.
Bibliografía
Tortora, G. J., & Derrickson, B. (2010). PRINCIPIOS DE ANATOMIA Y
FISIOLOGIA (11a. ed., 4a.

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