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AL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE ANDALUCÍASALA DE LO CONTENCIOSO-

ADMINISTRATIVO

, Procurador de los Tribunales, bajo la dirección técnica del letrado , con carnet profesional número , y actuando
ambos en nombre y representación del Sindicato ..., cuyo poder se adjunta (documento número 1), e interesando ser
notificados a través de la plataforma LEXNET, ante la Sala comparece y como mejor proceda en Derecho, procedo a
interponer Recurso contencioso administrativo especial de protección de derechos fundamentales de la persona contra
la resolución de 20 de abril de 2020 de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz (documento número 2) en la que se acuerda
modificar el itinerario de la manifestación organizada por esta parte con motivo del Primero de Mayo.

El recurso se sustenta en los siguientes:

I. I. Hechos

1. 1. -Con fecha de 17 de abril de 2020, los recurrentes, conforme a lo dispuesto en la Ley Orgánica 9/1983, de 15
de julio, reguladora del derecho de reunión, comunicaron a la subdelegación del gobierno en Cádiz la celebración de
una manifestación en la fecha del 1 de mayo de 2021, a partir de las 9:00 horas y con nueve horas de duración. Esta
comunicación ha resultado signada como Asunto 254/2021.

tendiendo la grave situación sanitaria que vivimos, y con el objetivo de conciliarla con el ejercicio del derecho fundamental
de reunión, en el escrito se recogía el compromiso de tomar todas las medidas de seguridad y salud necesarias, cumpliendo
con las recomendaciones y obligaciones dictadas por las autoridades pertinentes (distancia y uso de mascarilla).

recorrido de dicha manifestación comunicada era: en Puerto Real: Calle Portugal, entrada de Alestis, Carretera CA Acceso
Puente Carranza, Calle Perú, Entrada Dragados OffShore, Autovía de acceso a Cádiz, Puente de la Pepa, en Cádiz: Av. las
Cortes de Cádiz, Av. Astilleros, Entrada Navantia, Calle Cdad. de Vigo, Plaza de Sevilla, Av. Cuesta de las Calesas, Pl. de la
Constitución, Calle Barcelona (Subdelegación del Gobierno).
1. 2. -Con fecha 20 de abril de 2020, la Subdelegación del Gobierno en Cádiz comunica a esta parte a las 14:35
horas, su resolución en la que acuerda formalmente "modificar el itinerario de la citada convocatoria", si bien, se
trata de una completa desnaturalización de la misma por cuanto que:

- Convierte en dos manifestaciones, con distintos inicios, horarios y fines, lo que se solicitó como una única
manifestación

• - Separa ambas manifestaciones en dos localidades diferentes, una en Puerto Real y otra en Cádiz

• - Modifica el intinerario solicitado prohibiendo que se pueda circular por el Puente de la Constitución de
1812, que une ambas localidades

resolución reproduce parcialmente tres informes -que no se acompañan ni de los que se ha dado traslado a esta parte- que
señalan:

a. a) El informe de 19 de abril de 2021 de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Puerto Real habla de "
... que dado el motivo y la naturaleza de la convocatoria, el historial de conflictividad en el sector en los últimos
años en la localidad, cabe la necesidad de establecer ciertas condiciones para garantizar el orden público y se refiere
al entorpecimiento "más allá de lo necesario la entrada y salida de los trabajadores de dicho polígono industrial,
demás personal y vehículos en el momento de inicio, transcurso y fin de la concentración".

Este informe, en lo que se refiere a los hechos y dejando a un lado consideraciones jurídicas, parece desconocer los
siguientes extremos: 1.- El Primero de Mayo es festivo, por lo que no tendrá lugar la entrada y salida de trabajadores
del polígono industrial, ya que en 2021 se trata de un Sábado NO LABORABLE.

2. 2. - Que es absolutamente incierto que los convocantes hayan entorpecido el orden público, ni la entrada ni
salida ni de trabajadores ni de vehículos

3. 3. - Que se ignora cuál es el "historial de conflictividad en el sector en los últimos años", por cuanto que no se
indica ni dato ni sector ni conflicto alguno. Parece ser una mera fórmula de estilo desprovista del más elemental rigor
profesional.

a. b) El informe de 20 de abril de 2021 de la Jefatura Provincial de Tráfico de Cádiz que viene a señalar la
saturación de tráfico de una de las vías de acceso a la ciudad, desconociendo igualmente que el Sábado 1 de mayo
de 2021 es festivo y que existen restricciones a la movilidad, ex Decreto del Presidente 9/2021, de 18 de marzo, por
el que se establecen medidas en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Andalucía en aplicación del Real Decreto
926/2020, de 25 de octubre, por el que se declara el estado de alarma para contener la propagación de infecciones
causadas por el SARS-COV-2, que soprendentemente se omite.
b. c) El informe de 19 de abril de 2021 de la Unidad de Carreteras del Estado en Cádiz omite que se trata de una
vía de seis carriles, de los cuales dos se encuentran sin uso para el tráfico rodado y resultan ser perfectamente aptos
para el tránsito de personas por cuanto que están asfaltados, cuentan con todas las medidas de seguridad y
únicamente no se utilizan por la falta de previsión y eficacia del Ministerio de Transportes. Es decir, que el tránsito
por el Puente de 1812, no implicaría el corte del tráfico rodado, cuenta con todas las medidas de seguridad -
incluso más que en los tramos autorizados de la manifestación- porque se desarrollaría por una calzada separada
físicamente de las del tráfico rodado y apenas se tardaría una hora en recorrer dicho tramo, por cuanto que se trata
de una manifestación dinámica y no de una concentración.

Lo expuesto resulta público y notorio, como se deduce de las informaciones publicadas incluso en prensa:

https://www.diariodecadiz.es/cadiz/autobuses-usan-plataforma-tranvia-
lentos-segundo-puente 0 1439856379.html

https://www.diariodecadiz.es/cadiz/puente-
desaprovechado 0 1394261131.html

https://www.publico.es/politica/raioy-inaugura-puente-pepa-mirando.html

Es muy gráfica esta última en la que los entonces Presidente de Gobierno, Ministra de Fomento y Presidenta de la
Junta se fotografían junto a las restantes autoridades (Alcalde, Consejeros, Delegados Provinciales, etc.) formando
iunto a la prensa una comitiva de cientos de personas, en la parte más alta del puente tras haber accedido a pie y
ataviados incluso con las banderas oficiales que fueron allí portadas. Es por ello imposible aceptar que no se
cumpliese aquel día -hace unos escasos cinco años- con las medidas de seguridad correspondientes de las que se
dice hoy carecer.
cuanto a la fundamentación, tras un análisis de los límites del derecho fundamental de reunión la subdelegación del
gobierno pretende vincular hechos acaecidos en una manifestación no comunicada con la convocatoria del 1 de Mayo de
2021 comunicada en tiempo y forma por esta central sindical. Esta inferencia carece de razón alguna.

mismo modo, son de aplicación a este asunto los siguientes FUNDAMENTOS

DE DERECHO

I. II. Fundamentos de carácter jurídico-procesal

1. 1. Jurisdicción
responde al Orden Contencioso-Administrativo, de conformidad con lo previsto en el art. 1.1 de la Ley 29/1998, de 13 de
julio, reguladora de la Jurisdicción Contenciosa Administrativa (LJCA), en relación con el art. 24 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial (LOPJ).

1. 2. Competencia

órgano judicial al que me dirijo es competente par conocer del presente Recurso Contencioso-Administrativo Especial, de
protección de los derechos fundamentales de la persona, ya que se trata de impugnar un acto administrativo dictado por la
Subdelegación del Gobierno en Cádiz, consistente en la prohibición de una manifestación política que se le había
comunicado en virtud de la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, Reguladora del Derecho de Reunión.

1. 3. - Legitimación
ecurrente está legitimado para la impugnación del acto administrativo citado al tener interés legítimo como firmante de la
comunicación a la subdelegación del Gobierno y como representante de las organizaciones convocantes de la
concentración.

1. 4. Postulación
organización recurrente comparece representada por procurador y está asistida bajo la dirección técnica del letrado que
subscribe.

1. 5. Procedimiento
aplicable el artículo 122.1 de la LJCA que establece que en el caso de prohibición o de propuesta de modificación de
reuniones previstas en la Ley Orgánica 9/1983, Reguladora del Derecho de Reunión que no son aceptadas por los
promotores, éstos podrán interponer recurso contencioso administrativo ante el Tribunal competente.

1. 6. Plazo
nforme a lo dispuesto en la referida LJCA.

I. III. Fundamentos de carácter jurídico-procesal

ecurso se sustenta en la vulneración del derecho de reunión (art. 21 CE). El reconocimiento constitucional de este derecho,
para el que rige la garantía de que "no necesitará autorización previa" (art. 21.1 CE), establece -en caso de reuniones
realizadas en lugares de tránsito público- una obligación para sus titulares, que deben dar "comunicación previa a la
autoridad" y un límite estricto para el poder público que "sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de
alteración del orden público, con peligro para personas o bienes" (art. 21.2 CE).

el presente caso, el recurrente comunicó a las autoridades con una antelación suficiente la celebración de una manifestación
de carácter reivindicativo. En el escrito de comunicación se señalaba toda una serie de cautelas destinadas a evitar que, en
la actual situación de emergencia sanitaria, la manifestación tuviera ningún efecto pernicioso sobre la salud de los
convocantes. Pese a ello, la resolución prohíbe de facto la manifestación comunicada por cuanto que la desnaturaliza por
varias vías: - la convierte en dos manifestaciones en localidades diferentes, - prohíbe su transcurso por uno de los itinerarios
emblemáticos y simbólicos de la Bahía de Cádiz, como es el Puente de la Constitución de 1812 - impide la dimensión
comarcal y provincial de la convocatoria, que se corresponde con el marco del conflicto socio-laboral que se pretende
denunciar.
mayor abundamiento, se aducen de manera arbitraria y carente de justificación específica una suerte de elementos
desvinculados de la manifestación y del comportamiento de sus convocantes, que han obrado precisamente en sentido
contrario al expresado (incidentes en manifestación no comunicada frente a comunicación en tiempo y forma). Así mismo
no se constata la existencia de ningún peligro para las personas.
a parte atribuye a las resoluciones impugnadas una doble violación del derecho de reunión: en primer lugar por imponer
una resolución carente de motivación o con una motivación tan ajena a los principios de la lógica que resulta
arbitraria; en segundo lugar por prohibir -de facto- la concentración de manera desproporcionada, alterando su
naturaleza y obligando al ejercicio de manera diametralmente diferente a la pretendida por los convocantes.
a la mejor comprensión de estos argumentos es necesario comenzar recordando los elementos básicos de la doctrina
constitucional relativa al derecho de reunión.

1. La naturaleza y el bien jurídico protegido del derecho de reunión

derecho de reunión, conforme a la STC 85/1988, FJ 2, constituye una manifestación colectiva de la libertad de expresión
efectuada a través de una asociación transitoria de personas que opera de manera instrumental al servicio del intercambio o
exposición de ideas, de defensa de intereses o de publicidad de problemas y reivindicaciones, cuyos elementos
configuradores son el subjetivo (agrupación de personas), el temporal (duración transitoria), el finalista (licitud de la
finalidad) y el real u objetivo (lugar de celebración).

reconocimiento del derecho de reunión en el art. 21 CE protege el ejercicio de las reuniones de sentido político frente a
cualquier injerencia de los poderes públicos que no esté apoyada en la Ley, e incluso frente a la propia Ley en cuanto ésta
intente fijar otros límites que los que la propia Constitución (art. 53.1 CE) admite. Se convierte, así, en uno de los ejes
vertebradores del Estado social y democrático de Derecho proclamado en la Constitución. De hecho, el lugar preminente
que le reconoce el Tribunal Constitucional es equivalente al que tienen las libertades de expresión e información en cuanto
instrumento necesario para la eficacia de la democracia representativa, impone la obligación de entender cualquier
limitación a su eficacia del modo más restrictivo posible.

o es así, hasta el punto de que ni siquiera cabe limitar manifestaciones durante una jornada electoral, precisamente por su
valor para la formación de la voluntad democrática de la sociedad. En tal sentido, la STC 170/2008, FJ 4 anula unas
medidas administrativas restrictivas del derecho de manifestación argumentando que "debe favorecerse el ejercicio del
derecho de reunión aún en detrimento de otros derechos, en especial los de participación política, no sólo por significarse
como un derecho esencial en la conformación de la opinión pública, sino por la necesidad de su previo ejercicio para una
configuración de la misma libre y sólida, base indispensable para el ejercicio de los mencionados derechos".

cuanto ejercicio directo la participación política y la expresión de ideas políticas, el derecho de reunión debe poder ejercerse
en condiciones tales que permitan compatibilizarlo con la protección de otros bienes constitucionales. Eso implica que la
prohibición absoluta del ejercicio del derecho es una última ratio reservada para supuestos muy excepcionales. Como dice
el Tribunal Constitucional "toda limitación del derecho de reunión debe ser ejercitada por los poderes públicos bajo el
criterio de proporcionalidad, es decir, antes de prohibir una concentración deben proponerse modificaciones que permitan
el ejercicio del derecho" (STC 301/2006, de 23 de octubre, FJ 2).

el contexto actual, los elementos finalista y real u objetivo resultan de la más absoluta relevancia por cuanto que estamos
ante una situación de marcado riesgo socio-laboral en la Bahía de Cádiz, zona
afectada por el desempleo y la
industrialización y que ha padecido políticas industriales ruinosas y deslocalizaciones de industrias similares con
anterioridad. Es por ello, que debe atenderse a la finalidad (la defensa del empleo y la lucha
frente a la
industrialización) y al elemento objetivo (implicación de las poblaciones afectadas, que afectan, en palabras del Plan
Andaluz de Desarrollo Industrial a la "aglomeración productiva especializada de carácter policéntrico" -en terminología
inglesa, "clúster"-, localizado en la Bahía de Cádiz). El documento que acompañamos (documento 3) acredita lo expuesto.

2. 2. La restricción del ejercicio del derecho conforme al artículo 21 CE y la jurisprudencia constitucional

términos de la STC 59/1990, FJ 5 "el único motivo que la Constitución contempla para sacrificar el ejercicio de este
derecho fundamental: La existencia de razones fundadas de alteración de orden público, con peligro para personas o
bienes." Se trata de un auténtico numerus clausus que excluye la concurrencia de otras causas tales como la declaración del
estado de alarma previsto en la Ley Orgánica 4/1981 o la proclamación de una situación de emergencia sanitaria conforme
a la Ley 14/1986.

efecto, en aplicación del artículo 21.2 CE, resulta claro que sólo puede prohibirse una manifestación pacífica y sin armas
cuando existan razones fundadas que permitan concluir que se producirá una situación de desorden material entendiendo
por tal aquel que impide el normal desarrollo de la convivencia ciudadana en lo que afecta a la integridad física o moral de
las personas o a la integridad de bienes públicos o privados o ante cualquier circunstancia acreditada de peligro real para la
salud de las personas.

jurisprudencia constitucional no ha tenido oportunidad de abordar específicamente la cuestión de los peligros derivados de
las crisis sanitarias, sin embargo sí ha desechado la posibilidad de prohibir el libre ejercicio del derecho de reunión por la
mera sospecha de que se puedan causar daños a las personas o los bienes, exigiendo siempre que la autoridad gubernativa
lo motive en base a datos e indicios reales. Y no lo es lo ocurrido en otra manifestación diferente en los hechos se han
desarrollado por otras personas y respondiendo a una dinámica distinta.

alquier rechazo arbitrario o no motivado causará lesión del derecho fundamental, debiendo tenerse presente también el
principio de interpretación más favorable a la eficacia de los derechos fundamentales. Efectivamente, "la Constitución ha
introducido un principio de interpretación del ordenamiento jurídico en el sentido más favorable al ejercicio y disfrute de
los derechos fundamentales que ha de ser tenido en cuenta por todos los poderes públicos y, muy especialmente, por los
órganos jurisdiccionales en su función de aplicación de las Leyes"(por todas, STC 76/1987, FJ 2). Así, en palabras de la
STC 96/2010, de 15 de noviembre, FJ 3 "no basta con que existan dudas sobre si el derecho de reunión pudiera producir
efectos negativos, debiendo presidir toda actuación limitativa del mismo el principio o criterio de favorecimiento del
derecho de reunión (...) de manera que solamente razones convincentes e imperativas pueden justificar las restricciones a
esa libertad (STC 170/2008, FJ 3)". Por ello, la limitación del ejercicio del derecho de reunión requiere de una motivación
específica. Así, "para que los poderes públicos puedan incidir en el derecho de reunión constitucionalmente garantizado, ya
sea restringiéndolo, modificando las circunstancias de su ejercicio, o prohibiéndolo incluso, es preciso, tal y como acaba de
señalarse, que existan razones fundadas, lo que implica una exigencia de motivación de la resolución correspondiente ... en
la que se aporten las razones que han llevado a la autoridad gubernativa a concluir que el ejercicio del derecho fundamental
de reunión, tal y como se hubo proyectado por su promotor o sus promotores, producirá una alteración del orden público
proscrita en el art. 21.2 CE, o bien la desproporcionada perturbación de otros bienes o derechos protegidos por nuestra
Constitución" (STC 195/2003, de 27 de octubre, FJ 4).

a restricción no es sino una aplicación del principio favor libertatis, que ha de extenderse a la constatación de cualquiera de
las causas de prohibición previstas en el texto constitucional ha de interpretarse siempre de manera restricta y motivarse
específicamente para el caso en el que se aplican, sin que sirva la simple invocación de consideraciones de carácter general.

actos que introduzcan medidas limitadoras del ejercicio del derecho de reunión, han de fundamentarse en datos objetivos
suficientes derivados de las circunstancias concretas de cada caso (STC 301/2006, 23 de octubre, FJ 2). Adicionalmente,
el ejercicio de la libertad de reunión puede "puede ser limitado tanto por lo específicamente previsto en el propio art. 21.2
CE (alteración del orden público con peligro para personas y bienes) como por la necesidad de evitar que un ejercicio
extralimitado de ese derecho pueda entrar en colisión con otros valores constitucionales (lo que se deduce del art. 10.1 CE)"
(STC 110/2006, FJ 3). Con ello se quiere evitar la eventualidad de un abuso de derechos que implique el sacrificio
desproporcionado de otros derechos fundamentales que entren en colisión con el de reunión. La armonización entre el
derecho de reunión y otros bienes, ha de hacerse conforme a las exigencias del principio de proporcionalidad. Y debe
responderse a los hechos reales y concretos -como lo es que el Primero de Mayo es sábado y festivo-, que la incidencia
ocasionada en el tráfico rodado solo lo será el tiempo que dure el paso de los manifestantes y no el tiempo completo de toda
la ruta en todos los lugares-

efecto, además de la interpretación restrictiva de las causas de limitación y la motivación específica de las medidas
concretas adoptadas por la autoridad para restringir el ejercicio del derecho, rige un principio de proporcionalidad que exige
una tarea de adaptación de las medidas propuestas por la autoridad gubernativa para reducir al máximo su incidencia sobre
el derecho.
este sentido la jurisprudencia es unánime en cuanto a la aplicación del triple examen de proporcionalidad al derecho de
reunión. Resulta especialmente relevante la STC 193/2011, FJ 6, que comienza su examen de las medidas administrativas
restrictivas del derecho por el examen de si se está ante "una modulación 'adjetiva' del ejercicio del derecho de reunión,
aparentemente no desvirtuadora del contenido esencial de derecho. Sólo después de constatar que no se afecta al contenido
esencial, se puede ratificar la medida teniendo esencialmente en cuenta que "se dibuja como una de las medidas menos
gravosas para los manifestantes teniendo en cuenta el objetivo de compatibilización de derechos que persigue, por lo que
respeta la proporcionalidad constitucionalmente exigible". Por el lado contrario, una medida que impida, siquiera en un
breve lapso temporal, la expresión pública de un colectivo
de entenderse como desproporcionada y por tanto ilegítima (STC 179/2008, FJ 4).

2. 3. La resolución impugnada carece de motivación suficiente para la restricción del derecho

icando estos principios al presente asunto resulta en primer lugar que la resolución de la Subdelegación del Gobierno que
ahora se recurre carece de una motivación específica aplicada al caso concreto.

toda la resolución restrictiva resulta materialmente imposible encontrar siquiera una referencia lejana a las circunstancias
concretas de la manifestación que le comunicó esta parte. Prueba de ello es que esta misma resolución, sin cambiar ni una
sola palabra de su fundamentación -que es genérica-, podría servir para la prohibición de cualquier ejercicio del derecho de
reunión. De hecho, incluso se omite un dato esencial, que viene a desmontar gran parte de su argumentación, como es que
la convocatoria tenga lugar un día que resulta ser sábado y festivo.
a argumentación abstracta no se compadece con el respeto que merece el ejercicio de los derechos fundamentales. La
ausencia de toda referencia a las circunstancias concretas de la manifestación que se prohíbe pone de manifiesto que el
órgano gubernativo no ha realizado una ponderación de los bienes en conflicto, negando de plano la mera posibilidad de
ejercicio del derecho en el sentido solicitado.

e carácter absoluto se extiende no sólo a las consideraciones jurídicas sobre la posibilidad de restricción del derecho
fundamental sino incluso a datos fácticos que aparecen expuestos con tal generalidad que dan a entender que la motivación
utilizada no se corresponde con el caso actual.

2. 4. La resolución impugnada resulta desproporcionada

s allá de la ausencia total de referencias al caso concreto, la resolución incurre en segunda lesión del derecho fundamental,
por restringir indebidamente hasta alcanzar un efecto similar al de prohibir -de facto- el ejercicio del derecho. Las
restricciones impuestas son contrarias a la naturaleza del derecho y resultan excesivas por no tener en consideración el
deber de optar por la interpretación de la realidad más favorable al ejercicio de los derechos y sometida siempre al control
de proporcionalidad.

efecto, las restricciones impuestas son contrarias a la naturaleza misma del derecho de reunión. La resolución aduce tres
motivos para imponer restricciones: la ausencia de elementos de contención para el tránsito de peatones, los daños recientes
causados en una manifestación no comunicada y el colapso circulatorio. Ninguna de estas tres argumentaciones se
compadece con el respeto al contenido esencial del derecho fundamental.

lo que hace a la primera, todo parece demostrar que es una argumentación creada exprofeso para el presente asunto y
carente de engarce con la realidad. Tal y como arriba se expone, la manifestación comunicada habrá de desarrollarse
utilizando dos de los carriles disponibles para el tráfico rodado, hecho que la Subdelegación del Gobierno pasa
deliberadamente por alto. En contra de lo que insinúa genéricamente la resolución impugnada, no existe ninguna normativa
específica que imponga normas adicionales de seguridad para el uso peatonal de dichos carriles. De hecho, el puente ha
sido utilizado para el tráfico peatonal tanto por multitud de manifestaciones previas como incluso con ocasión de actos
oficiales protocolarios organizados por las propias autoridades estatales y municipales. El propio texto de la resolución
recurrida alude con frecuencia a manifestaciones y actos celebrados en el mismo puente, desmintiendo así una
argumentación que, por ello, debe considerarse arbitraria.
cuanto a los daños sufridos por el puente en anteriores convocatorias, parece que la Subdelegación del Gobierno pretende
atribuir - de un modo ajeno a derecho- las consecuencias de los actos vandálicos realizados por otras personas a los
convocantes de la presente manifestación. La eventualidad de que se produzcan incendios (como, según la Subdelegación
"ha ocurrido en varias ocasiones") no aparece fundamentada de modo alguno. Ninguna referencia se incluye que permita
relacionar a los convocantes con previos actos vandálicos. Dichos actos tuvieron lugar, al parecer, en reivindicaciones
laborales puntuales y con motivo de concentraciones espontáneas. La única relación entre los convocantes de esta
manifestación con motivo del Primero de Mayo y los de otras concentraciones anteriores es el ejercicio común del derecho
de reunión. Cuando la Subdelegación del Gobierno atribuye la posibilidad de actos vandálicos genéricamente a cualquiera
que ejerza el derecho de reunión, viene en última instancia a criminalizar el ejercicio mismo del derecho.

nforme a la doctrina constitucional, no cabe imponer limitaciones al derecho de manifestación del art. 21 CE por la mera
eventualidad, no sustentada en datos de ningún tipo, de que se produzcan daños materiales. De hecho, tanto la ley orgánica
del derecho de reunión, como la ley de seguridad ciudadana y el propio código penal incluyen prescripciones suficientes
para la eventual atribución de responsabilidades a los convocantes de una manifestación debidamente comunicada. Más allá
de estas prescripciones no cabe imponer ninguna restricción preventiva adicional. Nada, siquiera indiciariamente, indica
que en la manifestación del Primero de Mayo pueda provocarse ningún incendio, por lo que las referencias a esta
eventualidad carecen del mínimo rigor.

lo que hace al posible colapso circulatorio, la resolución hace una invocación fraudulenta de la jurisprudencia
constitucional restrictiva del derecho de reunión, y ello se dice en estrictos términos de defensa. En efecto, la
Subdelegación del Gobierno habla de colapso circulatorio para referirse a las retenciones mencionadas en el informe de la
Jefatura Provincial de Tráfico de Cádiz y de ahí deduce, motu proprio, un posible riesgo por "poder quedar afectados
servicios esenciales para la comunidad". En efecto, la afectación de servicios esenciales es una de las causas que conforme
a la doctrina del Tribunal Constitucional permite imponer restricciones al ejercicio del derecho de reunión, mientras que la
misma doctrina señala específicamente que el mero colapso circulatorio y las molestias al tráfico rodado no bastan para
sustentar este tipo de limitaciones. Sin embargo, la afectación de servicios esenciales no es una simple cláusula de estilo
cuya mera invocación permita limitar el derecho fundamental.

eventualidad de la afectación queda de manifiesto por el uso de las expresiones "posible riesgo" y "poder quedar afectada".
En el caso concreto, no se trata de una consecuencia ineludible del informe de la Jefatura de Tráfico el cual, por otra parte,
ha sido elaborado sin tomar en consideración que se trata de un día festivo en el que los desplazamientos por estas vías se
ven muy reducidos y, más aún, partiendo del uso por los manifestantes de todos los carriles para tráfico rodado del puente
1812.
urre, pues, la Subdelegación en un error de hecho grave. Realiza una ponderación basada en las circunstancias de un día
laborable y la ocupación por la manifestación de todos los carriles de tráfico rodado. Incluso partiendo de dichos datos
erróneos, concluye que la afectación de servicios esenciales no es más que una mera eventualidad. Con todo ello queda de
manifiesto que las razones aducidas en la resolución para limitar el derecho resultan arbitrarias y no constituyen, por su
irracionalidad, una auténtica motivación.

cionalmente, tras la invocación de una motivación que incurre en evidente contradicción y es contraria a la realidad de los
hechos, la Subdelegación del Gobierno opta por la decisión de más gravedad posible, sin permitir ninguna otra alternativa,
como pudiera ser restringir el horario de duración de la manifestación, que podría establecerse -por ejemplo- desde las
10.30 h. hasta las 15.00 h. y reducir así a la mitad la incidencia y afectación prevista. También sería posible restringir el
número de carriles de tráfico utiliza bles, imponer un servicio de orden adicional o cualesquiera otra medidas que, sin
desnaturalizar el derecho, permitieran acomodar su ejercicio a las supuestas preocupaciones de la Subdelegación del
Gobierno.

mo se ha dicho, en los casos en que existan 'razones fundadas' de que una reunión comunicada a la autoridad gubernativa sea
susceptible de dañar bienes constitucionales la autoridad competente puede exigir que la concentración se lleve a cabo de
forma respetuosa con dichos límites constitucionales. Sólo si no existe modo alguno de asegurar que el ejercicio de este
derecho los respete, puede prohibirlo (STC 170/2008, de 15 de diciembre, FJ 3). En la práctica, la división de la
manifestación en dos actos, a celebrar en horas diferentes y ciudades distintas quita al derecho todo el efecto político
reivindicativo vinculado a la libertad ideológica del art. 16 CE. Con la celebración de dos actos reducidos (más allá de los
problemas logísticos para la organización, de difícil resolución) la Subdelegación del Gobierno parece perseguir que los
actos del Primero de Mayo pierdan significado reivindicativo y tengan el menor impacto posible en la opinión pública en
un momento de grave crisis laboral. El Gobierno, como destinatario de las críticas que se quieren hacer valer en la
manifestación, tiene un interés evidente en minimizar la repercusión de la manifestación, por lo que la invocación de falsas
causas para limitar el derecho y la decisión de, en consecuencia, dividir la manifestación en dos actos geográficamente
separados no parece responder a su interés de proteger el interés público sino a motivaciones políticas indebidas para la
restricción de los derechos de reunión (art. 21 CE) y libertad ideológica (art. 16 CE).

trata de una medida que no supera el mínimo control de proporcionalidad pues ni se justifica que sea necesario para evitar
contagios, ni que sea la medida menos lesiva del derecho posible, ni que haya una relación de proporcionalidad entre la
desaparición completa del derecho y el bien perseguido.

a resolución constitucionalmente adecuada habría debido valorar las propuestas de protección sugeridas por los convocantes
y, sólo en caso de entender que no eran suficientes, habría debido establecer los condicionantes exigidos para el correcto
desarrollo de la protesta.

or todo ello,

INTERESA DE LA SALA DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO DEL TSJA:


tenga por presentado este escrito junto con los documentos que se acompañan, lo admita, y tenga por formulado recurso
contencioso-administrativo especial de protección de derechos fundamentales de la persona, contra la Resolución de
la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, de 20 de abril de 2020 para que -previos los trámites oportunos- dicte
Sentencia por la que estimando íntegramente las pretensiones contenidas en el presente escrito,

• - Declare la vulneración del derecho de reunión (art. 21.1 CE) y anule la Resolución de la Subdelegación del
Gobierno en Cádiz de 20 de abril, reconociendo el derecho de los convocantes a celebrar la manifestación referida
el día 1 de mayo de 2021

• - Subsidiariamente, declare la vulneración del derecho de reunión (art. 21.1 CE) y anule la Resolución de la
Subdelegación del Gobierno en Cádiz de 20 de abril, reconociendo el derecho de los convocantes a celebrar la
manifestación referida el día 1 de mayo de 2021 limitada temporalmente desde las 10.30 h. hasta las 15.00 h.

Lo que pide en Sevilla a 21 de abril de 2021.

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