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Conversa sobre Pedagogía del Oprimido de Paulo Freire

Obrero que participó en un círculo de cultura: “Llegué a este curso como un ser ingenuo y,
descubriéndome como tal, empecé a tornarme crítico. Sin embargo, este descubrimiento ni me
hizo fanático ni me da tampoco la sensación de desmoronamiento”.

Opresor-oprimido

 Nuestra preocupación, en este trabajo, es sólo presentar algunos aspectos de lo que nos
parece constituye lo que venimos llamando “la pedagogía del oprimido”, aquella que debe ser
elaborada con él y no para él, en tanto hombres o pueblos en la lucha permanente de
recuperación de su humanidad. Pedagogía que haga de la opresión y sus causas el objeto de
reflexión de los oprimidos, de lo que resultará el compromiso necesario para su lucha por la
liberación, en la cual esta pedagogía se hará y rehará. (pág. 38)

 El “miedo a la libertad”, del cual se hacen objeto de los oprimidos, miedo a la libertad que
tanto puede conducirlos a pretender ser opresores también, cuanto puede mantenerlos
atados al status del oprimido, es otro aspecto que merece igualmente nuestra reflexión. (pág.
40)

 El oprimido como un ser dual que aloja al opresor. Mientras no se supere esa contradicción
será un ser atrapado en esa dualidad, contradicción y división: opresor-oprimido.

 Los opresores, violentando y prohibiendo que los otros sean, no pueden a su vez ser; los
oprimidos, luchando por ser, al retirarles el poder de oprimir y de aplastar, les restauran la
humanidad que habían perdido en el uso de la opresión. (pág. 52)

 Sólo los oprimidos, liberándose, pueden liberar a los opresores. Éstos, en tanto clase que
oprime, no pueden liberar ni liberarse. (pág. 52).

 La opresión sólo existe cuando se constituye como un acto prohibitivo al ser más de los
hombres. (pág. 53).

Sobre los métodos y las técnicas de la enseñanza y al aprendizaje.


Mi preocupación nunca fue trabajar sólo aquellas técnicas necesariamente implicadas en
posibilitar los actos de lectura y escritura. Tampoco me preocupaban necesariamente las técnicas
específicas de la lectura, sino más bien la sustantividad del proceso que requiere técnicas… La
técnica siempre es secundaria y sólo es importante cuando está al servicio de algo más abarcador.
Considerar la técnica como algo primordial es perder el objetivo de la educación.

La verdadera cuestión no son las técnicas en sí mismas -aunque no quiero decir con esto que no
sean importantes por derecho propio- sino comprender la sustantividad del proceso que, a su vez,
requiere múltiples técnicas para alcanzar un objetivo particular. Lo que hay que entender es,
precisamente, el proceso que hace que las técnicas sean necesarias. (pág. 51. El maestro sin
recetas. El desafío de enseñar en un mundo cambiante)

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