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El valor de una polémica.


Sobre el texto de

A. Bogdánov
Carlos Jesús Delgado Díaz

Datos para citación:


Delgado Díaz, Carlos J esús (20 0 9). El valor de una
polém ica. Sobre el texto de A. Bogdánov. Marx Ahora, 28,
20 0 9, pp. 196-10 5.
Z El valor de una polémica lector un ensayo, publicado hace cien años

5 Sobre el texto
en Moscú, pero imprescindible hoy por
múltiples razones. No se trata ÚIlicamente
� de A. Bogdánov de volver los pasos sobre la historia y re­
cuperar una obra que nos perm ite revivir
� Carlos Jesús Delgado Díaz y reencontramos con una importante polé­
� (Cuba) mica. El debate epistemológico y político
que tuvo lugar entre los socialdemócratas
rusos en el período posterior a la derrota de
La mayor parte de nuestros lectores está la primera revolución rusa, atraviesa toda
familiarizada con la obra de Vladimir Ilich la historia del pensamiento marxista del
Lenin l\1aferialismo y empiriocrilicismo. si glo xx, y llega a nosotros en forma reno­
Los estudiosos del pensamiento social y vada a través de los problemas del mismo
la filosofía la habrán examinado en detalle género que se debaten en la ciencia con,
más dc una vez. y es incuestionable su im­ temporánea. Así, la lectura de lo acontecido
por ta ncia para el pensamiento marxista. no es un asunto exclusivamente histórico­
Sin embargo, probablemente la mayoría no filosófico, de recuperación de lo pasado, o
haya visto jamás en castellano un texto de simple justicia editorial.
escrito por la figura central a quien Lenin Por otra parte, los debates epistemológi­
dirigió su crítica: Aleksander Aleksandro­ cos no han sido nunca neutrales, y este
vitch Malinowski (Bogdánov). Entre las tampoco lo fue. Tenía sustancia política,
razones que explican este desbalance hay pues estaba en juego el destino de la revo­
que considerar la imp0I1ancia relativa con­ lución social y la preparación para hacerla
cedida a cada autor, cl peso del estalinis­ posible. Por su parte, la importancia teóri­
mo y sus ejercicios sistemáticos de ca de la polémica no decae con el tiempo,
exclusión de autores controvertidos, la pues en primer plano se encontraban pro­
entronización en la práctica de la divulga­ blemas básicos para la teoría marxista y
ción y la ense ñ a nza del marxismo de un para la crítica de la cognición. Estos atañ�,
"método", donde se excluía sistemática­ primero, a la posibilidad de interpretaciones
mente en la " crí t i ca" la expresión com­ contrapuestas de algunos fundamentos gno­
plcta del pensamiento y el criterio del seo lógicos del pensamiento marxista, re­
criticado. El resultado ha sido la tergiver­ presentados en el concepto fundacional de
sación y el conocimiento parcial e indirec­ práctica. Consecuentemente, la diversidad
to de muchos autores, entre los que se de interpretaciones de la objetividad, la ver­
encuentra Bogdánov. Por todo lo anterior dad, y el estatuto epistemológico del cono­
es muy probable incluso, que los lectores cimiento humano. Segundo, y no menos
desconozcan la existencia del ensayo que importante, la revolución en las ciencias
en la Sección "Documentos" de este nú­ natural es y la necesidad de su asimilación
mero presentamos, donde defiendc de ma ­ cosmovisiva.
nera sistcmática sus puntos de v ista frente
a Lenin, contra argumenta y criti ca a su
oponentc. El quehacer intelectual y político
La traducción al castellano y la publica­ de Bogdánov
ción en MOI�r Ahora de "La fe y la ciencia"
(acerca del libro dc V. T lín Materialismo Médico, economista, filósofo, investigador
y empiriocrilicismo) pone en man os del científico, Bogdánov es una figura reco-

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nocida del bolchevismo y el ambiente in­ de una "nueva ciencia" universal de la or­
telectual ruso y soviético de las primeras ganización": la Tektología. Entre las ideas
décadas del siglo xx. Su multilateralidad que desarrolló en ella, se encuentran avan­
como autor le hizo incursionar en varios ces que posteriormente fueron centrales
géneros que incluyen, el artículo y el en­ en la cibernética, como la retroacción, la
sayo político, científico y filosófico, así modelación, el análisis sistémico. Por esta
como la novela social fantástica y utópica obra se le considera un precursor de la ci­
--«ue hoy llamaríamos de ciencia-ficción. bernética, los estudios sistémicos y las ac­
En su etapa intelectual temprana sobre­ tuales concepciones complejas. Todo esto
sale el Empiriomonismo (1904-1906), que indica la pertinencia de "la lectura de la
lo convirtió rápidamente en la figura más Tektologia para los debates epistemoló­
importante entre quienes intentaron nue­ gicos contemporáneos, en especial para
vas interpretaciones epistemológicas, a contribuir a esclarecer los orígenes del
tenor con la revolución en las ciencias na­ pensamiento complejo y sus vínculos con
turales y las ideas propuestas por el se­ el pensamiento dialéctico y marxista.
gundo positivismo, el empiriocriticismo de Su quehacer político no fue menos in­
Mach y Avenaríus. Lenin consideró mons­ tenso y controvertido. Bolchevique, fue
truoso que se intentara complementar el uno de los organizadores y fignra principal
marxismo con una gnoseología positivista, de las escuelas partidistas de Bolonia y
porque difería radicalmente de la interpre­ Capri. Posteriormente, en 1918 fue uno de
tación empirista que hacía Bogdánov de los ideólogos del proletcult. Realizó estu­
conceptos centrales en la gnoseología dios y se ocupó de la divulgación de temas
como verdad, práctica y objetividad. Y económicos y de las ciencias naturales.
porque previó las consecuencias políticas Dedicado en la etapa fmal de su vida a la
de la línea asumida por Bogdánov y otros investigación en hematología, fue uno de
socialdemócratas rusos, bolcheviques y los fundadores y director del Instituto Cien­
mencheviques. Y efectivamente, el asun­ tífico Estatal de Transfusión de Sangre, y
to estaba lejos de ser trívial. Por una par­ en ese ejercicio murió el7 de abril de 1928
te, los problemas gn()seológicos no lo eran, a consecuencia de un fallido experimento
ni tanlpoco el reto que significaba intentar que realizara sobre sí mismo.
asimilar la profunda revolución que estaba Los textos publicados en vida, fueron
cambiando radicahnente las bases concep­ prácticamente olvidados en la URSS has­
tuales de la ciencia, y el cuadro del mundo ta la década de los setenta, cuando se pu­
que ofrecían. Por su parte, la historia ulte­ blicó nuevamente su novela La estrella
rior se encargó de mostrar cuánta cerca­ roja. La década del sesenta había visto
nía era posible entre el positivismo y las nacer el interés y los estudios sistemáticos
versiones manualescas y esquematizadas de la obra de Bogdánov en otros países
del pensamiento marxista. Una de las lec­ europeos. Esta revaloración internacional
ciones de la polémica de 1908-1910 con­ no recibió una amplia difusión en la URSS,
siste en que los puntos de vista de sus pero tampoco pasó por alto para los estu­
actores principales, llevados al extremo por diosos de la filosofía. Así, por ejemplo, los
ellos o por sus seguidores ulteriores, sir­ editores de la obra de E. I1ienkov "La dia­
vieron por igual a esas versiones positivis­ léctica leninista y la metafisica del positi­
tas del pensamiento marxista. vismo" publicada postmortem en 1980,
En su etapa madura, a Bogdánov se le consideraron necesaria la inclusión de una
reconoce el desarrollo, entre 1913 y 1917, nota que reconoce el valor de la Tektolo-

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gía al pensamiento universal. A fines de y el autoritarismo. Según Bogdánov, el
esa década, en 1989, la obra fue publicada pensamiento de su oponente, al reconocer
en la URSS, y a partir de entonces ha sido la verdad absoluta, evidencia la médula
reeditada en Rusia. Aunque "La fe y la de su religiosidad: se basa en argumentos de
ciencia" es un texto escrito en 1910, el lec­ fe y no de ciencia. Así, toda la intenciona­
tor avisado no pasará por alto conceptos lidad de la obra de Lenin se reduciría a
como "organización", y "'formas organiza­ poner en manos del lector verdades abso­
das", que evidencian los primeros pasos lutas y eternas. Esto confiere un matiz in­
de Bogdánov hacia la problemática que se dudablemente tergiversado y político a la
tomaría central en el período maduro de argumentación. Considera que lo básico en
su creación filosófica. Lenin es su punto de vista contrario a la
ciencia, religioso y autoritario, y como con­
secuencia lleva el análisis de la postura
Claves para una lectura autoritaria hasta el límite para concluir que
desde el presente su consecuencia política más importante,
que cierra el camino a la ciencia en políti­
Aunque todo el texto de "La fe y la cien­ ca, es la prohibición ideológica formal de
cia" es fluido, el lector deberá considerar buscar otros puntos de vista.
el protagonismo que tienen aquí, además Sin que deje de ser simplificador y exa­
de Lenin y Bogdánov, Marx, Engels y Ple­ gerado con respecto a Lenin -recorde­
janov. Como en toda polémica auténtica y mos que este se refiere a la validez del
aguda, por momentos crecerá la necesi­ método de Marx no para excluir o prohibir
dad de leerlos en paralelo, para no incurrir otros puntos de vista, sino para señalar que
en el error de dejamos arrastrar por la quienes los sostienen no deberían llamar­
fuerza de la interpretación y la argumen­ se marxistas si han renunciado a lo funda­
tación de los polemistas. En ese sentido, mental-,¡ su análisis resultó premonitorio
las presentes consideraciones no preten­ de la prohibición ideológica que se intro­
den juzgar cada uno de los puntos de vista dujo, como práctica política y académica,
expuestos -corresponderá a los lectores después deja muerte de Lenin.
hacerlo por sí mismos-, sino expresar Por otra parte, el lector notará cómo
algunas claves para comprender la actua­ Bogdánov separa completamente ideolo­
lidad de los problemas planteados en aque­ gía y ciencia, de manera que la diferencia
lla polémica. entre el conocimiento social y aquel que
En el ensayo sobresale la escrupulosi­ proviene de las ciencias naturales, serviría
dad con que se trata el texto de Lenin y únicamente para establecer una línea de
los autores que cita, la profundidad de aná­ demarcación rígida. Aquí se expresa con
lisis y la defensa sistemática del empiris­ claridad una de las debilidades del enfo­
mo como estrategia de toda la línea de sus que empirista, que posteriormente cobró
argumentos. Bogdánov no duda en definir cuerpo también en interpretaciones "mar­
su postura como "materialista histórico", xistas" de las ciencias sociales. Recuér­
y argumenta en base a un razonamiento bá­ dese por ejemplo, la pretensión de sustituir
sico que opone a Lenin; el pensamiento la sociología por una teoría general de la
religioso se distingue del pensamiento cien­ historía y la sociedad, o por un enfoque
tífico por su inclinación a lo inmutable y lo donde el rigor científico era entendido a la
inmóvil, a lo absoluto, tendencia que de­ manera de las ciencias naturales y el pun­
semboca en el seguimiento de autoridades to de vista empirista ceñido a los "hechos".

198 �fAIa
J.lJl!i.W..
La elocuencia y la agudeza de Hogda­ total vigencia y actualidad, pues las escl- Z
nov -por ejemplo su análisis de la erudi­ siones que provocó al d.istinguir el macro O
ción y la especialización en filosofia--, la y el micro mundos, permanecen como he- �
fina ironía y el sarcasmo que dan respues­ ridas abiertas en el viejo tejido de la cien- ..,;¡
ta a iguales estrategias polémicas utiliza­ cia clásica, que todavía no ha superado el .....
das por Lenin, no pueden ocultarnos, sin ideal clásico de racionalidad. Desde en­ O
embargo, la simplificación básica que hace tonces, nuevos ideales de racionalidad �
con respecto a los argumentos de su opo­ científica pugnan por abrirse paso. Quie- 'J:1
nente. Se trata de un proceder que el mis­ nes polemizaron en Rusia a principios del
mo Bogdánov identificará como propio de siglo xx, pese a las diferencias en los con­
Lenin, que también lo ha simplifICado al textos políticos, se enfrentaron por prime-
identificar el empiriomonismo y el empi­ ra vez a problemas que todavía no han
riocritícismo, al sustituir conceptos, y mal­ encontrado una respuesta definitiva y re­
interpretar diferencias conceptuales. presentan para el pensamiento filosófico
Pero si toda la sustancia de este texto se en general, y para el marxista en particu-
redujera al intercambio de argumentos, lar, momentos importantes de búsqueda y
sarcasmos, ironías y reclarnos, tendría poco reconstrucción conceptual.
sentido ocupamos de su lectura. El ensa­ Algo, sin embargo, ha cambiado radical­
yo de Bogdánov nos enfrenta a varios mente. A principios del siglo xx la relación
asuntos relevantes, que un lector con­ de la filosofia con las ciencias se plantea­
temporáneo deberá considerar, pues ex­ ba como discusión de asuntos filosóficos
presan de manera resumida la importancia que emergían en el terreno de la indaga­
y actualidad de esta polémica. Se refieren ción científica. El esfuerzo de autores como
a: 1) la relación de la filosofía con las Bogdánov y Lenin resultó titánico, pero la
ciencias en el trasfondo de la revolución imprecisión era inevitable, pues en aquel
científica; 2) los límites del empirismo, en momento, la representación predominante
especial para trabajar el problema psico­ de la relación filosofia-ciencia era de rela­
físico; 3) lo que Bogdánov evade discutir cionamiento directo. El siglo xx cambió esa
en su réplica; 4) la controversia entre mar­ representación de manera radical. La ela­
xistas, acerca de cómo interpretar la prác­ boración de las concepciones estructura­
tica, la objetividad y la realidad del mundo les de la ciencia, y el estudio de las bases
externo; S) la presencia del concepto "or­ paradigmáticas de la investigación, en sus
ganización", que ha trascendido y ocupa­ diversas formas, nos permiten hoy distin­
do un lugar central en la ciencia desde el guir matices que eran indistinguibles a prin­
siglo xx. cipios del siglo xx, y ampliaron las bases
de la comprensión social del conocimiento
La relación de la filosofía y la comprensión estructural de la ciencia.
con las ciencias Hoy no sería correcto planteamos la rela­
ción filosofia-ciencia como diálogo directo
Han transcurrido cien años, y sin embar­ de las problemáticas científica y filosófi­
go, la revolución científica que sirvió de ca, pues sabemos que ese diálogo está
base a la búsqueda de nueva interpreta­ mediado por ciertas estructuras que se
ciones cognoscitivas y desató la polémica, conceptualizaron y estudiaron a mediados
no es un asunto del pasado. Pese al impe­ del siglo xx: el programa científico investí­
tuoso desarrollo de las ciencias en el siglo gativo (Lakatos), el paradigma (Kuhn), las
xx, esa revolución científica continúa con bases de la ciencia (Stiopin), la paradig-

�UKX 199
,;.ü.!W1;..
matología (Morin), el contrato epistemoló­ losófica (Espinoza), para terminar acusan­
gico y social (Le Moigne). do a Lenin de seguir a Engels con devo­
Y a pesar de todo ello, y por ello, la gran­ ción religiosa. A la vez que rechaza con
deza de aquella polémica se agiganta. rigor la exageración de comprender el re­
flejo como copia al calco, desestima com­
Los límites del empirismo pletamente la metáfora del espejo, que sirve
de base a todo el pensamiento materialista
Varios análisis ilustran fehacientemente la anterior, y que es rescatada por Engels y
orientación empirista de Bogdánov. Son seguida por Lenin. De este debate queda
sobresalientes a este respecto su identifi­ claro que el punto de vista empirista no
cación de los puntos de vista de Copémi­ puede aceptar la noción espinosista del
ca, Bruno y Berkeley, desestimando la reflejo -la metáfora filosófica de la exis­
diferencia radical de este último con res­ tencia de algo que se correlaciona con el
pecto a los primeros (véase capítulo 1Il). conocimiento, sin que sea reproducción
Va en esa misma dirección la argumenta­ exacta O imagen especular. La identifica
:
ción contra la verdad "absoluta": si tras con la noción especular, y la rechaza. Por
los conceptos hay realidades fenoménicas eso en la práctica, a la vez que capta la
cambiantes, por tanto no hay eternidad al­ debilidad "especular" en la definición leni­
guna a la que se pueda arribar como con­ nista de materia,' Bogdánov no reconoce
clusión. Bogdánov no se percata sin el valor que tiene la noción filosófica fun­
embargo, que la fuerza del argumento damental en que se basa, y no distingue la
empirista que asegura la inexistencia de diferencia radical entre el planteamiento
las verdades eternas y absolutas cae tam­ filosófico y el que puede hacer cualquier
bién sobre el concepto mismo de verdad. ciencia particular acerca de lo psíquico y
En este sentido, su argumentación repre­ lo físico. Por eso confunde el punto de vis­
senta un paso atrás con respecto a Ber­ ta de Lenin acerca de la realidad objetiva,
keley, que había desarrollado con total con la imagen del mundo exterior que tie­
consecuencia las tesis empiristas. ne el hombre común. Sienta así las bases
Otro tanto ocurre con el análisis empírico de un equívoco presente en muchos auto­
de la verdad eterna a través de los con­ res posteriores, puesto que, aunque Lenin
ceptos componentes (véase el capítulo IV), apele al sentido común en más de una oca­
o por qué considera absurda la tesis leni­ sión, no está afirmando simplemente que
nista de acercamiento a la verdad absoluta existe un mundo exterior como entidad on­
a través de verdades relativas (véase el tológica: afirma la realidad objetiva.
capítulo V): absurda puesto que "el conte­ Toda la razón científica que Bogdánov
nido de los conceptos se toma solo de la despliega, intenta aportar un fundamento
experiencia, y en la experiencia no hay y científico al pensamiento filosófico, lo que
no puede haber nada absoluto". tiene dos consecuencias: La primera, es la
Es en esta lógica empirista que analiza sustitución del pensamiento filosófico y los
los conceptos de materia, conciencia, re­ problemas filosóficos por problemas cien­
flejo ... y el problema psicofísico. tíficos, es decir, de un campo específico.
Bogdánov reconoce qlle Lenin asume Como ya había señalado Spinoza, no es lo
una postura espinosista en todas estas cues­ mismo el problema de la relación materia
tiones, pero parece no captar la médula conciencia, que el problema psicológico de
filosófica de esta, y confunde la noción cómo se forman detenninadas ideas y cómo
científica del reflejo (Helmholz) con la fi- se reconoce su validez por la sociedad. La

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segunda, que al tomar este derro le ro re­ revOlUclOn clenutica, sino apenas, mrerpre- L.
sulta inevitable la consecuencia filosófica tes de ella. Y estimó esas interpretacIOnes O
del punto de vista empirista, diferente del inadecuadas. En su réplica, Bogdanuv va ;,l
punto de vista marxista, aunque Bogdánov a omitir completamente este aspecto del -l
tuviera la buena VOluntau de intentar con­ asunto. _

ciliarlos y hacerlos compatlDles: el punto Es notable también la ausencia de un ..:


de vista de la práctica COlllO aclt vldad sen­ planteamiento distintivo acerca del momen- �
sorial humana no es el punto de vlsta em­ to político y la sustancia política de la polé- 00
pirista que llega a la actividad colectiva mica. Quizá la censura zarista explique
como suma de las activlClade, desplega­ parcialmente la necesidad de este silen­
das por los individuos en la expenencia. ,io, y la concentración en los temas gno­
seotogicos y la crítica de los procedimientos
que Lenin utiliza para manejar los textos,
Lo que Bogdánov evade
pero no por completo. Era muy dificil para
No debemos pasar por alto que Bogdá­ Bogdánov sostener una discusión sobre
nov evade discutir con Lenin tres asuntos estos tópicos.
que atraviesan Materialismo y empirio­ y ello es notorío cuando constatamos que
criticismo: la concepción de la dialéctica, se combina con su omisión de la diferencia
las consecuencias del debate epistemoló­ sustancial entre su comprensión de la dialécti­
gico para la lucha política, y la revolución ca y la de Lenin. Mientras Lenin enfatiza la
en las ciencias naturales. dialéctica de la contradicción, Bogdánov
Bogdánov evita entrar en el debate de defiende la dialéctica del equilibrio, y esta
las consecuencias cosmovisivas de la re­ idea atraviesa toda su obra, incluidas sus
volución científica, y nótese que al hacer­ novelas utópicas. Sin embargo, el tema está
lo, con frecuencia identifica los puntos de completamente ausente en el ensayo, hasta
vista de Lenin y Plejanov. Ambos asuntos que llegamos al párrafo final donde se hace
están relacionados. explícito como convicción.
Para criticar a Lenin, Bogdánov desvía En el ideario de Bogdánov la idea del
la atención a hacia Plejanov por la impor­ socialismo se asocia directamente a la no­
tancia y prestigio de este, por las debilida­ ción de una sociedad equilibrada donde se
des de su concepción, y por su incapacidad alcanza un alto nivel de racionalización. Sus
para desarrollar la crítica en el terreno de dos novelas despliegan su concepción utó­
la revolución científica. Al atrapar a Pleja­ pica de una sociedad socialista basada en
noven sus contradicciones, considera que el equilibrio. Lenin oponía a la idea del
ha atrapado en ellas a Lenin. Pero al es­ "equilibrio" la idea de la "contradicción".
cribir Materialismo y empiriocriticismo, y no se trataba de principios metodológi­
ya Lenin se había distanciado críticamen­ cos o ideas especulativas, sino de la com­
te de aquel, y había comprendido como su prensión de la naturaleza de las relaciones
principal debilidad en la polémica con los y los procesos sociales. Algo, a lo que en
empiríocriticistas y empiriomonistas, no política se referirá como estar al tanto "del
haberles dado la batalla en el terreno de momento actual". Aquí aparece ya la no­
las ciencias naturales. Lenin logró demos­ ción de realidad objetiva en su sentido es­
trar en su obra, que Bogdánov y el resto trictamente filosófico que designa lo que
de los autores de los Ensayos sobre la existe fuera e independientemente de la
filosofia del marxismo no eran represen­ conciencia. El énfasis en el equilibrio era
tantes de las ciencias naturales y la nueva para Lenin nna desviación qne equivalía a

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00. la sustitución de la dialéctica de la lucha, solutamente incompatible: se trata de la
Z por la evolución paulatina y sin estreme­
cimientos de ninguna clase. El asunto
interpretación de la práctica, la verdad y
la objetividad, y el lugar que se les confie­
o
� político es claro aquí: tras la "contradic­
ción" o el "equilibrio" se encuentran la pro­
re en la cognición.

� moción del cambio revolucionario y la La controversia entre marxistas


o lucha por su realización, o por el contrario,
z la conducción del partido y las masas a la Es indudable que práctica, realidad del
mundo externo y objetividad son concep­
inactividad. En este punto --que ha sido
tos que en la gnoseología marxista van de
poco trabajado hasta el presente-, se en­
la mano, y han tenido dos interpretaciones
cuentra también una de las lecturas anti­
básicas que en la polémica de 1908-1910
dogmáticas más importantes de la obra
se pueden distinguir con bastante claridad
de Lenin. Esto significa que es muy pro­
en Lenin y Bogdánov. Para el primero
bable que Materialismo y empiriocriti­
tiene sentido hablar de un mundo externo
cismo sea -contrario a la tesis que la
y una realidad objetiva, mientras para el
vincula a los inicios del dogmatismo ulte­
segundo tal planteamiento carece de sen­
rior-, la primera obra filosófica que se
tido, puesto que todo el conocimiento po­
cuestiona el dogmatismo desde posicio­
sible, depende de la práctica humana. Por
namientos dialécticos afianzados en la
paradójico que parezca, si ponemos a un
política y que toma como centro la postura
lado la argumentación empirista, nada jus­
teórica con respecto a los asuntos episte­
tifica las acusaciones mutuas y reiteradas
mológicos y conceptuales de mayor rai­
de objetivismo o idealismo subjetivo que
gambre filosófica.
se han hecho a estos puntos de vista.
En su crítica a Bogdánov -y posterior­
Ambas resultan interpretaciones legítimas
mente a N. Bujarin en otros contextos-,
del concepto de práctica. Por eso no es ca­
Lenin presta atención al concepto de "equi­
sual que Bogdánov en su crítica a Lenin, y
librio" y señala que tras él se manifiestan
Gramsci en su crítica a Bujarin coincidan
desviación, rechazo e incomprensión de la en señalar el vínculo entre la noción de
dialéctica. Bujarin y Bogdánov al parecer objetividad y el pensamiento religioso, la
nunca abandonaron esta noción central en representación de lo absoluto, el sentido
su pensamiento filosófico. El primero-a común, etcétera.3
pesar de su destino trágico y sus rectifica­ Este debate, que ha colocado a pensa­
ciones-, desempeñó un papel notable en dores marxistas en dos líneas muchas ve­
la dogmatización y manualización del pen­ ces contrapuestas, puede ser entendido con
samiento marxista y leninista. El caso de mayor nitidez, si consideramos la forma
Bogdánov resulta más enigmático, pues la académica que adoptó en la URSS a fina­
acusación de dogmatismo beligerante será les de la década del cincuenta.
el contra argumento principal de su res­ En su conocido artículo "La concepción
puesta a Lenin. ¿Por qué ambos autores activa del conocimiento. Discusión con Igor
coinciden en acusarse de autoritarismo y Alekseevich", publicado en Cuestiones de
de asumir una actitud anticientífica? La filosofia, No. 8, 1991, pp. 129-138, V. Stio­
acusación mutua, más allá de lo puramen­ pin explica como dentro de la escuela de
te anecdótico, evidencia que ambos se la actividad se desarrollaron entonces al
enfrentan a un problema filosófico funda­ menos dos posturas epistemológicas bien
mental para el pensamiento marxista, y definidas respecto al lugar de la práctica
consideran que la postura opuesta, es ab- en la teoría del conocimiento.

202 Rtm:
��
La escuela de la actividad consideró nin, ubicados en sus bastiones conceptua­
cualquier representación humana sobre la les, no captan el grano racional del punto
estructura del mundo como una mirada al de vista del contrario, y por eso insisten en
mundo desde el prisma de la actividad, y descalificarlo exactamente con los mismos
se entendieron las estructuras conceptua­ argumentos: pensamiento idealista, no cien­
les como u n pliegue o reducción de la ac­ tífico, autoritario, religioso. Una de las lec­
tividad. La existencia de objetos del ciones de esta polémica consiste en que, a
conocimiento, portadores de propiedades pesar de las diferencias entre las dos pos­
específicas se concibió determinada por su turas, ambas caben y aportan a una histo­
inclusión en la estructura de la actividad. ria ulterior del pensamiento marxista. Yel
Este es un basamento común a cualquier aporte no es unívoco en el sentido de que
interpretación marxista de la práctica. Pero uno pueda ser considerado "positivo" y el
la existencia de esos "objetos" se explicó otro "negativo". Las versiones dogmáticas
de dos maneras diferentes. Según la ex­ beben de ambas, se nutren de ellas e in­
plicación más aceptada y conocida, la ac­ fluyen en la asimilación ulterior. La postu­
tividad delimita del conjunto infinito de ra de Bogdánov se mueve, a pesar de su
rasgos actuales y potenciales del objeto, empirismo, dentro de un curso de interpre­
50)0 una subclase limitada de ellos, y en tación marxista de la práctica y la objetivi­
este sentido, en tanto el objeto está delimi­ dad que tendrá claras resonancias en
tado por un conjunto de rasgos, él es una Gramsci y la fílosofía de la praxis.
construcción que esquematiza y simplifica Sin que se pueda establecer una línea de
la realidad externa. La segunda posición continuidad estricta entre estos autores, es
concebía )a existencia de los objetos solo notable la coincidencia y coexistencia de
involucrados en )a estructura de la activi­ estas dos posturas con respecto a la sus­
dad. La práctica era entendida en esta tancialidad o no de la práctica humana. Y
segunda explicación como "sustancia de muy a pesar de la contraposición Lenin­
la actividad", pues no podría afirmarse Bogdánov en el debate, las acusaciones
nada fuera o más allá de ella. Desde la mutuas de idealismo, subjetivismo, religio­
óptica de la primera explicación, se supo­ sidad y autoritarismo, ambas interpretacio­
ne que los objetos existían antes de la ac­ nes -sustancial y no sustancial de la
tividad y con independencia de ella. Stiopin práctica-, pueden considerarse interpre­
(p. 135) planteaba que )a actividad solo taciones válidas dentro del pensamiento
delimita "aquello que está presente en los marxista. ¿Por qué?
objetos". Por su parte la segunda explica­ La fortaleza de la postura sustancial, más
ción asume que el mundo no está constitui­ cercana a Bogdánov, Gramsci, Alekseev,
do por objetos que tienen solo propiedades y su enorme pertinencia para explicar los
dadas, sino también potenciales. Se le con­ procesos sociales (puesto que en la cogru­
cibe como conglomerado de posibilidades ción el ser humano comprende y aprehen­
potenciales de las que solo una parte puede de el mundo a través del prisma de su
hacerse actual. Esta segunda postura asu­ actividad, de manera que todos los objetos
me )a actividad como sustancia primaria. y todas las estructuras que delimita en el
No es muy difícil percatarse de la cer­ mundo son productos de su actividad pro­
canía de este debate con la polémica de pia), encuentra su contraparte en la forta­
1908-1910, y con otros posicionamientos leza de la interpretación no sustancial para
dentro del marxismo, como la filosofía de dar cuenta de los procesos que estudian
la praxis. En 1908-1910 Bogdánov y Le- las ciencias naturales (puesto que la acti-

203
vidad siempre se desarrolla en un medio los objetos que se incluyen en la actividad
externo a ella, en el que ella está inmersa existían antes e independientemente de la
y en el cual ella se desarrolla). De manera actividad, y la actividad solo hace apare­
que cuando los argumentos que sostienen cer, delimita aquello que está presente en
el punto de vista sustancial casi nos con­ los objetos. Se hace necesario retomar el
vencen de que no existe nada más allá de concepto de realidad objetiva.
la práctica humana, aparece una pregunta Por esto ambas posturas, pasados cien
fundamental: ¿puede existir actividad hu­ años, y desecbados los presupuestos em­
mana sin el medio donde esta se desen­ piristas que lastraban la formulación espe­
vuelve? La creencia en la existencia del cífica de Bogdánov, y la rigidez de algunas
mundo externo, expulsada del horizonte formulaciones leninistas -como el énfa­
intelectual, entra súbitamente de nuevo en sis en la idea del conocimiento como "co­
él para asegurarnos la necesidad de reco-' pia"-, continúan y continuarán en el
nocer ese mundo externo no como creen­ escenario filosófico marxista. Lo histórico
cia, sino como realidad objetiva, sin la cual perecedero es el empirismo de Bogdánov,
no podemos hablar de actividad. y la rigidez de algunas formulaciones de
Como ha señalado V. Stiopin, la actividad Lenin, pero ambos puntos de vista han te­
fragmenta ese medio, y de ese material nido y tendrán larga vida en el pensamien­
forma sus estructuras objetuales. Enton­ to filosófico marxista, pues conservan su
ces, la actividad no puede ser primaria con capacidad explicativa amplia, y a la vez
respecto a ese medio, y no puede consti­ limitada.
tuirse "en fundamento de la cosmovisión.
Para la postura sustancial, la existencia La presencia del concepto
de un objeto como la Luna entendido como organización
portador objetivo de algunos rasgos, está
determinada por su inclusión en la estruc­ Finalmente, el lector podrá detectar en la
tura de la actividad. Para la postura no réplica de Bogdánov la presencia de dos
sustancial, la existencia del objeto Luna, conceptos fundamentales, todavía en cier­
significa que la actividad delimita del con­ nes, pero que desempeñarán un rol impor­
junto infinito de rasgos potenciales y ac­ tante en la actividad política y científica
tuales del objeto, solo una subclase limitada ulterior de este autor: la organización y la
de esos rasgos, y en este sentido, ba sido cultura.
fijado en tanto objeto como una colección Como habíamos señalado, el concepto
de rasgos limitada, como una construcción de organización alcanzará especial rele­
que esquematiza y simplifica la realidad. vancia en la obra de Bogdánov y en el
Para la primera postura, cualquier obje­ pensamiento científico del siglo xx, que
to observado no existe sin la actividad que construirá una teoría de la organización,
lo delimita. El mundo no está constituido basamento imprescindible para abandonar
por objetos estacionarios, como cosas que la comprensión del mundo como sistema
tienen ciertas propiedades, es una colec­ de objetos más o menos separados e inde­
ción de posibilidades potenciales, una par­ pendientes. Bogdánov ya maneja en el
te de las cuales se actualiza. La actividad ensayo dos elementos del concepto cientí­
bumana realiza aquellas posibilidades que fico de organización, "la resistencia del
en la naturaleza no se realizan por sí mis­ conjunto organizado a cualquier separación
mas. Crea objetos que no surgen por sí o cambio general, que provocan en él cua­
mismos en la naturaleza. Para la segunda, lesquiera influencias externas" y "la idea

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del desarrollo histórico de la relación volver la mirada y reconsiderar esta im­
dada". Simultáneamente, encontraremos el portantísima polémica filosófica.D
planteamiento de uno de los conceptos y
desempeños más polémicos de Bogdánov Notas
en la década del veinte: el trabajo a favor
de una cultura proletaria. Nótese en el I En las páginas de Materialismo y empiriocriticis­
mo se reconoce desde el prólogo, que la crítica al
párrafo final como se enlazan la idea del
pensamiento originario y la corrección allí donde la
equilibrio, y el planteamiento de la cultura
práctica permite detectar inconsistencia, error o rela­
proletaria "para la cual todo el pasado y el
tividad del conocimiento, es propia del pensamien­
presente es solo un material" i¿?! Lenin
to marxista. De manera que Lenin no se pronuncia
volverá sobre este punto en su prólogo contra la critica a los fundadores o las "autoridades"
de 1920 de Materialismo y empiriocriti­ fundadoras del marxismo, sino contra aquella des­
cismo, y será nuevamente lacónico y uní­ viación con respecto a sus posturas, que no tiene la
voco: "bajo la capa de la cultura proletaria, claridad meridiana de liquidar cuentas con la línea de
A.A. Bogdánov sustenta concepciones pensamiento que ha sido abandonada. Es así que en
burguesas y reaccionarias'" este punto, Bogdánov incurre en un clásico cambio

y no obstante las enormes divergencias del término.

existentes entre ellos, Lenin y Bogdánov 2 Le objetará a Lenin el pretender dar una definición

nos dan una nueva lección si observamos correlacionando materia y conciencia, e intentará por
la vía empirista, arribar a conceptos "más genera­
que tuvieron al menos un punto en común.
les" que aquellos.
Ambos consideraron que la discusión filo­
3 Véanse por ejemplo, sus afirmaciones sobre la
sófica no era superflua. ¿Acaso no es ha­
objetividad, la relatividad del conocimiento, la reali­
bitual todavía en nuestros medios la frase
dad del mundo externo. A. Gramsci: "El materialis­
-que supuestamente llama a la concre­
mo histórico y la filosofia de Benedetto Croce", en
ción y al buen juicio - "dejémonos de fi­ Obras escogidas, t. 1, Edición Revolucionaria, La
losofias"? Como señaló en su momento E. Habana, 1966, pp. 54,64, 142, 145-146.
Ilienkov, que este tipo de frase sea todavía 4 V. 1. Lenin: "Materialismo y empiriocriticismo",
frecuente no significa en absoluto que deje en Obras completas, t. 18, Editorial Progreso, Mos­
de ser errónea. Es Un argumento más para cú, s/f.

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