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ODIAR
Contacto: josemaderov@gmail.com
ISBN: 968-5573-45-1
DCOPX
ÍNDICE
Introducción
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ANTES DE HABER empezado esta gran obra literaria, hice una lista de
los temas que querı́a tratar. La lista era vasta, pero me di cuenta que
muchos de esos temas no darı́an para un capı́tulo que valiera la pena
llamarlo tal. Esa era solo una caracterı́stica en comú n que tenı́an estos
tó picos, la otra es que todos estaban muy odiosos.
El té rmino “hater” (pronunciado en españ ol jeiter) es algo con lo
que me han relacionado mucho durante toda mi ratonera vida. La
sociedad usa el término en anglosajó n porque en españ ol tendrı́a que
ser “odioso” o “repudiador” y no tienen ese gancho como palabra. “Ay
pepe, eres bien odioso”, suena como cuando en redes sociales me dejan
comentarios como “Pepe, eres un lokillo”. Sı́, con k. Si me la paso
escribiendo “hater” durante todo este capı́tulo, sé que me dirá n de
varias maneras no placenteras, y pre iero aclararlo de una vez por
todas.
Cuando hablo de odiar algo, no es un odio per sé. Me re iero a cosas que
no comprendo por qué la gente lo hace, y al cuestionar de má s esa
prá ctica o actividad en son de entenderla, se puede pensar que la odio y
no es ası́. No la odio, solo no la comprendo. En este capı́tulo haré un
listado de ese tipo de cosas y su explicació n del por qué de mi
cuestionamiento profundo hacia ellas.
Despué s de analizar todos estos puntos, se me ocurrió ponerle a
este capı́tulo “Odio Odiar”, pero entonces me puse a pensar que los
demá s ensayos incluidos en este libro contienen muy vivo el espı́ritu
del “hater” en mı́. Fue ası́ como decidı́ robarle ese tı́tulo a este, y ası́
bautizar toda esta colecció n de ensayos que tienes en tu mano en este
momento.
Probablemente lo esté s leyendo en su versió n electró nica varios
meses despué s de su lanzamiento en libro fı́sico, o chance y lo hayas
bajado ilegalmente de la red de Internet, lo cual hace que te odie mucho
má s de todo lo que hablo aquı́.
En verdad no entiendo a esa gente que baja mú sica pirata. Perdó n
por el cambio de tema, pero si tú eres uno de ellos, supongo que te
gusta la mú sica ¿verdad? Si tanto te gusta y la disfrutas, ¿por qué dañ as
a la persona que la crea para tu disfrute?
Es un poco diferente con el cine. Cuando tú bajas de manera ilegal
alguna pelı́cula, esta ya generó millones y millones de dó lares, entonces
pues está s aú n robando, pero no le pega tan duro a las productoras del
sé ptimo arte. En cambio, en la mú sica, que se vende en forma fı́sica y
digital, no existe tal cosa como los cines en donde la gente se reú ne
para disfrutar de la obra presentada. No veo a gente diciendo “oigan,
vamos al teatro a escuchar el nuevo disco de Luis Miguel”. No hay tal
cosa.
De lo que vive el artista, la disquera, el productor, etc., es de la venta
de los discos. Pero como tú pre ieres ahorrarte ciento veinte pesos
para gastá rtelos en dos cervezas en el bar de tu predilecció n, y bajas
ilegalmente un á lbum, está s golpeando la carrera de ese artista, y sobre
todo golpeando la vida de la industria discográ ica como la conocemos.
Si sigue ası́ la tendencia, en algú n tiempo la mú sica morirá . Si de por sı́,
a la mú sica actual la está n asesinando en este mismo momento.
Ruidos en el gym
Trato de ir todos los dı́as al gimnasio. Hacer pesas y despué s cardio es
una actividad que me deja con energı́a para el resto del dı́a, y aparte me
mantiene en lı́nea combatiendo excesos tanto de comida como de
alcohol, aparte como ya no soy ningú n crı́o, dicen que el ejercicio te
mantiene joven tanto mental como fı́sicamente. ¿Será ? No lo sé , pero
no me molesta dedicarle una hora y media al dı́a a esta actividad.
El otro dı́a leı́ en una de las pantallas en el gimnasio al cual voy que
una hora al dı́a que le dediques a hacer ejercicio, es el 4% de tu dı́a. La
ú ltima clase de matemá ticas que tomé fue hace diecisiete añ os,
entonces me tardé un poco en hacer la mate mental: el dı́a tiene 24
horas, y una hora es tan solo el cuatro por ciento de esas 24 que
representa el cien. No me cuesta nada el ir. Lo que me cuesta es
escuchar a toda la bola de mamados hacer ruidos mientras levantan
pesas.
Al llegar al gimnasio me pongo mis audı́fonos y me desconecto. No me
gusta platicar con nadie, ni siquiera saludar. Es el tiempo del dı́a en el
que me inmiscuyo en la mú sica que sale de las mini bocinas y me
pongo a ejercitarme. No quiero que llegue gente a preguntarme “oye
¿cuá ndo hay concierto aquı́?”, re irié ndose a Monterrey. No quiero
tampoco que lleguen a preguntarme qué rutinas hago ni có mo me fue
de in de semana. No me gusta saludar todos los dı́as a la misma gente
que veo un dı́a tras otro. Llega un momento en el cual ya saludaste a la
misma persona para toda la vida, ¿qué tanta diferencia puede haber
entre un saludo diario por un añ o seguido? Mejor ya nomá s levanto la
barbilla en señ al de “qué ha habido”. Algunas personas me tachan de
sangró n por esta razó n, pero no me podrı́a importar menos.
Obviamente no puedo evitar a todo mi alrededor porque de vez en
cuando me quito los audı́fonos para hablar con el entrenador para que
me dé indicaciones de qué ejercicio sigue, con cuá nto peso y cuá ntas
repeticiones. Es en ese momento que le pongo pausa a mi mú sica en el
cual se enciende el fuego dentro de mi ser. Es ahı́ cuando escucho a
seres humanos, normalmente y en su gran mayorı́a hombres, el hacer
ruidos de volumen alto cuando está n llevando a cabo su rutina de
pesas.
Yo he cargado cantidades grandes en peso al momento de
ejercitarme, y no me salen ruidos. Esto suponiendo que son
involuntarios, los cuales no creo. El ú nico ruido que sale de mi
actividad fı́sica es el golpe de las pesas, ya sea en el piso o contra otras
pesas, en el momento que acabo la serie. En cambio, estos tipos (y ası́
matando la posibilidad de que sea involuntario) sueltan “aaaaaahhh”
“huuuuuuhhhh” ''mmmmmhhhhhh'' a volú menes molestos. ¿Quieren
que las mujeres los volteen a ver? ¿Piensan que llaman la atenció n de
manera positiva en el sexo femenino? “Aaaay que fuerte está ese, estoy
sintiendo una verdadera atracció n sexual por é l”, ¿eso es lo que estos
vatos creen que está pasando en la mente de las que se está n
ejercitando a su alrededor? No encuentro otra respuesta. En cambio, lo
que causan en sus ejercitandos vecinos como yo, es un repudio, y no es
de envidia, es de verdadero asco. Me dan ganas de ir al bañ o y regresar
los cuatro huevos revueltos con salsa que me zumbé dos horas antes.
Quiero pensar que esas ganas de devolver la sienten las mujeres por
igual. El problema está en hacé rselo saber a los ruidosos.
El otro dı́a me tocó uno de estos individuos, pero en vez de ruidos,
decı́a el nú mero de repetició n en el que iba, con un volumen alto para
que la gente escuche, y con un tono como que exhalando y gimiendo,
“hhhhuno, dooosszzz, treshhhhh”mientras levantaba mancuernas
ejercitando el bicep y goteaba sudor por todo el establecimiento. Lo
raro es que volteé y no habı́a nadie má s que yo en el rango oyente.
¿Querı́a impresionarme? No lo sé , pero esta gente tiene que dejar de
existir, o que les prohı́ban el paso a las instalaciones. Hablo en nombre
de toda la comunidad gymsı́stica del globo terrá queo.
La ú ltima vez que fumé mota fue hace ya varios añ os en una despedida
de soltero de un amigo que se organizó en Puerto Vallarta. Eran las dos
de la tarde, se podrı́a decir que casi recié n despertado y totalmente
sobrio. Desayuné un poco, y la gente empezó a fumar. Fue ahı́ que
decidı́ entrar en la actividad recreativa y le di un par de toquecitos. De
regreso a la cama.
Lo peor no fue eso, fue que acostado en ella, ojos cerrados, me
trataba de acordar en qué parte estaba la puerta de la recá mara, y en
verdad no lo podı́a establecer en mi mente. Abrı́a los ojos para buscar
la puerta, la veı́a, los volvı́a a cerrar y se me olvidaba por completo otra
vez dó nde estaba la puerta. Hay gente que esto le podrı́a parecer
divertido. Yo no soy una de ellas. Dormı́ como tres horas para que se
me bajara, y despué s de haber vencido los efectos fue que empecé a
tomar y como si nada. Es por este tipo de cosas que no hago drogas, no
por estar sano y llevar una vida libre de quı́micos o estupefacientes. Es
por eso que contesto a la aseveració n de los toques de mota “yo con
dos cervezas me empanzo, y no hago marihuana, ¿Có mo me la podrı́a
pasar bien?” Pues viendo bandas de mi agrado. El gran problema:
nunca van bandas de mi agrado. De repente sale el cartel de Coachella, y
de doscientas bandas me gustan cuatro, y muy probablemente les den
el horario de las dos de la tarde, cuando la gente aú n no llega al lugar. Es
por eso que no hago festivales. Pre iero viajar para ver el concierto
completo de una banda que realmente me guste, donde toquen dos
horas, no cuarenta y cinco minutos como en los festivales.
Hace poco fui a la ciudad de Dallas, TX a ver un concierto de Brand
New, una banda que me gusta de hace muchos añ os y que solo habı́a
visto en vivo una vez en el añ o 2001. Para sumarle a la experiencia,
abrió el show Manchester Orchestra, que tambié n me gusta y que jamá s
habı́a visto tocar. Para mı́ eso se lleva de encuentro a cualquier festival
en donde mi banda predilecta del evento tocará a las tres y donde
cerrará muy probablemente Kanye West No, gracias.
Hablando de Kanye West, esto es lo que escucharı́as salir de la boca
de la gente que no es fan de Kanye West en un festival donde é l sea
parte del elenco: “soy sú per fan de Kanye West”. Sı́, a todos se les mete
el espı́ritu “poser” y todos son fans de todos los artistas que se
presentan. Una vez, hace no mucho tiempo, el cerrador de uno de esos
festivales era Stevie Wonder. Me tocó escuchar a un fantoche decir que
desde que nació habı́a sido fan de é l y que por in se le habı́a hecho.
Hazme el fabró ncavor.
Tambié n en otra ocasió n, en un Vive Latino tuvo una participació n
la banda Los Angeles Azules, aquellos que tocan cumbia romanticona
que son famosas, entre muchas canciones, por el “sueltaaa el listó n de
tu peeeeelo”. Entonces resultó que esa agrupació n es seguida por toda
la comunidad rockera del D.F. y sus alrededores, hasta unas bandas del
gé nero le hicieron un disco tributo. ¿En qué vamos a acabar? ¿En que
Los Tigres del Norte toquen en el Pal Norte? Pues sı́, tambié n ya
sucedió .
El otro dı́a vi un video en YouTube que lo sacaron de uno de esos
programas nocturnos en Estados Unidos conducidos por comediantes
de renombre, en el cual mandaron a algú n reportero a entrevistar
asistentes de un festival, y como prueba de que esas personas no
tenı́an idea de a quié n diablos iban a ver tocar, el reportero les
cuestionaba qué pensaban sobre equis banda (inventando el nombre
de ella) y a lo cual los entrevistados contestaban cosas como: “Los
Violadores de tu Mamá es una gran banda que ha conseguido
revolucionar su propio sonido y ser ahora una fuerte in luencia en
nuevos grupo. Sin duda ellos será n de los má s esperados para este
festival”. Obviamente, Los Violadores de tu Mamá no existen, pero el
idiota del asistente al festival solo trataba de verse “mejor que tu”. Y
ese fue solo un ejemplo de có mo veinte entrevistados. Bola de
pelmazos.
Lo que má s me da risa es la vestimenta de la gente en estos eventos.
No dudo para nada que meses antes de la fecha ya tengan listo lo que se
van a poner ese dı́a, como si a alguien le importara. Lo tienen guardado
en su closet colgadito y envuelto en plá stico para que no le legue la
humedad, y por supuesto que no se lo podrı́an poner antes porque si no
la gente ya va a ver el modelito que con el que segú n ellos van a romper
paradigmas del mundo de la moda.
Esto sobre todo se da en las asistentes femeninas. Llevan má s de
cinco añ os vistié ndose como si vivieran en los setenta, como si solo
esa dé cada tuviera la aprobació n del pú blico. Nadie va a verte a ti en un
festival, les da igual si traes tus pantalones de mezclilla que te quedan
aguados o tu playera del colegio. Te juro que no hay ningú n concurso
secreto en el que de repente se te va a acercar un tipo: “haz ganado el
concurso secreto de la má s fashionista de todo el lugar, y el premio es
un faje con Paul McCartney, gran estrella del festival”. Ni se le ha de
parar a Sir Paul ya.
Estas mujeres, a sabiendas que son herramientas de burla, se
siguen poniendo su maldita corona de lores. Jesú s Cristo no se pone su
corona por moda, y no era de lores, sino de espinas. No crean que se
ven bien en ellas, y no van a resaltar sobre nadie porque todas las
demá s mujeres la traerá n al igual que ustedes. Hace seis añ os
probablemente estarı́an bien, pero ya estuvo suave. Por favor. Y si
deciden usarlas, no suban sus fotos a sus redes. Es un consejo de mı́
para ustedes. Por nada.
Tambié n algo que me quita el sueñ o durı́simo son las morras, y
algunas veces vatos, que cuando van a algú n festival de estos se ponen
camisetas de The Ramones o de la lengua de Rolling Stones, o alguna de
Sex Pistols para sentirse ad-hoc al evento rockero. No engañ as a nadie,
compadre.
Primero que nada quiero dejar algo en claro: no se puede competir con
los muertos. Siempre será n puestos antes que tú , siempre será n
recordados mejor de lo que se merecen y eso signi ica que te ganan en
cualquier ı́ndole: mejor cará cter, mejores logros, mejor legado, etc.
Nadie los va a recordar por sus cosas malas, solo por sus buenas. Y si
ese muerto solo tuvo una cosa buena en su vida (digamos: saco 100 en
examen inal de matemá ticas en sexto de primaria) siempre será
recordado como el genio en las matemá ticas, y por má s que tú te
conviertas en un estudioso y reconocido fı́sico nuclear, jamá s le
llegará s a los talones. Dejando eso totalmente entendido, prosigamos.
Es bien nefasteador cuando te metes al Facebook y ves que algú n
tipo o tipa felicitan a su papá por su cumpleañ os: “¡Felicidades al mejor
papá del mundo! Te quiero mucho papá ”. Despué s de leer esa
declaració n de amor y la congratulació n te das cuenta que al usuario
felicitador se le olvidó poner el nombre de su padre, en letritas en
negro fuerte que indica que ese usuario ha sido etiquetado en el
“status” y ası́ le llegará la noti icació n de que fue mencionado en ese
estado. Pues claro que no puso a nadie, porque su papá no tiene cuenta
de Facebook.
Tambié n es muy nefasteante en Twitter que pase lo mismo y
despué s de la felicitació n no haya ningú n @papa o algo que indique
que el mensaje es para alguien en particular, no para que se quede en el
infraespacio ciberné tico de Internet lotando solo. Es muchı́simo peor
meterte a Instagram y ver a un individuo(a) subir una fotografı́a con su
mamá en el dı́a de las madres, ¡y no etiquete a su mamá por la obvia
razó n de que su mamá no tiene la má s mı́nima idea de qué es una red
social! Con ganas de comentarle a esta persona que su publicació n me
hizo perder el apetito, y eso es algo muy difı́cil de conseguir. ¿Con qué
motivació n hace esto la gente? ¿Querrá n presumirle al mundo entero
(128 seguidores) que ama a su mamá y que la considera su mejor
amiga cuando en realidad no se soportan la una a la otra? ¿Querrá n
causar envidia en los demá s si es que su relació n sı́ es auté nticamente
cercana? Algú n dı́a dejaré un comentario agrio en una de esas
publicaciones, lo prometo por mi madre.
Si eso me molesta, imagina lo que pasa cuando veo que alguien le
escribe a una persona que falleció . Siempre pasa, y en diferentes etapas
de la post vida del difunto. Cuando la muerte fue un dı́a antes, nunca
faltan los comentarios que le dejan la diferente gente en su muro,
preguntá ndose que có mo fue posible su partida siendo tan joven, o que
la persona sabe que está en un lugar mejor sentado al lado del cordero,
o dicié ndole que nunca lo van a olvidar justo para que se salgan del
Facebook y empiecen hacerlo en ese instante. Pobre muertito aú n ni
llega a su destino (in ierno, cielo o purgatorio) y ya lo está n
bombardeando en su per il.
¿Qué harı́a toda esta gente si de repente les llega una noti icació n
que el difunto les ha contestado? ¿Qué tal si de repente abren esa
noti icació n y se encuentran con un “cuando te toca te toca, Margarita,
ni hablar. Te veo en tres meses, saludos”? Pues no, ¿verdad? Si saben
que eso no va a suceder, ¿por qué diablos lo hacen para empezar? ¿Qué
quieren transmitir con esto? “Ay pobre Margarita se le murió un amigo,
ha de estar muy triste”. ¿Quiere causar lá stima Margarita? Para mı́ que
solo quiere aprovecharse del momento para llamar la atenció n y
obviamente insertar en la mente de los demá s que tiene corazó n y que
es capaz de extrañ ar a la gente que se nos adelanta, por lo tanto, es una
persona con sentimientos. A mı́ no me engañ as, Margarita. Ojalá y
algú n dı́a sı́ te conteste el muertito y te saque un pedo.
Hay otro nivel, y es cuando los difuntos cumplen añ os de muertos.
Me he topado con personas que les dejan una carta completa (muy
bonita y extensa y que harı́a lagrimear hasta al corazó n má s duro) en
su Facebook, haciendo de dominio de todos los usuarios en comú n lo
que siente extrañ ar a alguien que ha partido, y ası́ hacer gris el dı́a del
que se tope con tal carta en su “home”, al ser contagiado del dolor de la
persona que escribió tal publicació n. ¿Cuá l es la razó n para hacerlo
pú blico? ¿Hacer miserable la vida de los demá s?
Una vez me tocó ver a un tipo que perdió a su esposa y se quedó con
hijos solo, y publicaba cada semana su estatus emocional. Tuve que
darle cuello. Lo compadezco pero basta de eso. ¿Por qué querrá hacerle
saber a todo su cı́rculo social que llora todas las noches? No me cabe en
la cabeza. ¿Estará buscando apoyo en sus amigos? Hay muchas
personas dentro de sus amigos de Facebook que no son sus amigos de
verdad. Los que nada má s lo conocen ası́ de pasadita, no dudo que se
burlen de é l y de sus sentimientos. Tampoco dudo que otros escriban
sobre é l en sus respectivos libros. Mi recomendació n a estas personas
es que escriban una carta real, papel y lá piz, arranquen la pá gina de la
libreta, la metan en un sobre, y la guarden en un cajó n. Tendrá
exactamente el mismo efecto que si lo escribes en tu muro de
Facebook: no la leerá el destinatario, solo que en la carta escrita a mano
no dará s lá stimas. Pié nsalo.
No entiendo por qué Facebook no se da cuenta de esta prá ctica. Es
má s, ¿qué pasará con mis cuentas de redes sociales cuando me muera?
¿Quié n se hará cargo de ellas? ¿Quié n va a publicar lo que desayuné
alguna mañ ana en el in ierno? Cosas que me preocupan en la vida.
Gente que documenta su vida entera en redes sociales
Recuerdo una noche no muy lejana en la ciudad de San Antonio, TX,
conocida como la ciudad má s gorda del mundo. Me encontraba con
Pichó n, Gori, Rafa y JM y despué s de tomarnos unos tragos caseros nos
dirigimos a un tipo de bar country. Vaqueros legı́timos era lo que
llenaba la asistencia de tal lugar. Mú sica country se escuchaba en el
sistema de sonido del local, y todo mundo tomando cerveza. No le hago
mucho a la cerveza pero pues como le dices que no a la promoció n de
un dó lar por cheve.
El tiempo pasaba lentamente, pues aunque estaba con amigos mı́os
no pasaba mucho a nuestro alrededor. El toro mecá nico estaba
apagado, la pista de baile estaba muerta (no que iba yo a bailar el
pasito country ni nada) pero la cerveza estaba frı́a y habı́a que
introducirla a mi tracto digestivo. De repente la mú sica campirana se
detuvo y como intermedio pusieron mú sica má s bailable, como esa
que le gusta a la gente millennial, que en un momento entraremos en
ese tema. Lo que siguió a continuació n me llamó en deması́a la
atenció n.
Las chicas presentes se subieron a la barra a bailar, estilo Coyote
Ugly. Nada de bailes sensuales ni similares, solo a bailar, mover su
cuerpo tranquilamente al son del danzó n. Eso no fue lo que me alarmó ,
sino que todas (y cuando digo todas no es en sentido igurado, es
literal) tenı́an su telé fono celular en su mano. Unas tomaban foto, unos
videos de su alrededor, otras tomá ndose la infame sel ie, algotras
tomá ndose video a ellas mismas, unas cuantas mensajeando a otras
personas. Ahı́ me pegó duramente en el trasero la é poca del “millennial”.
Hace unos añ os, una amiga mı́a por motivo de mi cumpleañ os me
invitó a un concierto de Morrissey aquı́ en la bella y calurosa Sultana
del Norte. No voy a discutir la capacidad artı́stica del vocalista ni de su
trayectoria en la mú sica pues no va por ahı́ la historia. Llegamos al
recinto con mucha hambre y me acerqué a las tienditas donde venden
comida. Traı́a un antojo fuerte de un hot dog, pero me decepcioné un
poco cuando llegué al mostrador.
No estaban vendiendo nada de carne animal a petició n del artista
que se presentaba esa noche. Nos ofrecieron ensalada cé sar sin pollo y
pizza margarita (que solamente trae espinaca y alcachofa, no me
acuerdo con exactitud), y me fui por la especialidad italiana. Las dos
son italianas ¿no?, disculpa. Me fui por la pizza. Al momento que llenaba
mi boca con masa, queso, y verduras, me puse a pensar sobre lo que
acababa de vivir. Estaba comiendo algo que no querı́a por el capricho
de Morrissey por ser vegano. ¿Desde cuá ndo é l tiene palabra inal para
decidir si quiero comer vaca o no? Lo que introduzco en mi cavidad
bucal es decisió n meramente mı́a. Si quiere poner algú n tipo de
propaganda en los puestos de comida, no me importa. ¿Pero
limitarme? No, señ or. Podré admirar mucho a Moz, pero lo que hace no
es correcto. El siempre ha sido muy defensivo de los derechos de los
animales. Es vegano por convicció n moral, porque el animal sufre
mucho al ser matado para consumo humano. Estoy de acuerdo, pero
esos animales van a morir violenta o pacı́ icamente. Ya muertos no se
puede hacer nada al respecto, má s que comerlos. ¿Darles un velorio?
Por favor. Estamos en el siglo XXI Si la desnudez ahorita la encuentras a
todas horas en la televisió n, si en horario familiar hay canales que ya
incluyeron groserı́as como parte de su lé xico natural, ¿por qué aú n no
le dan a la gente libre albedrı́o de comer lo que se les hinche un
blanquillo? Yo sé que sı́ la hay, pero tratan de hacerte sentir culpable
por comerte una hamburguesa. Le estoy dando un signi icado a la
muerte de esa res, con todo el corazó n disfrutaré esta burger que estoy
a punto de degustar. El animal no murió en vano.
Hay diferencias grandes entre veganos y vegetarianos. El segundo
es el que simplemente se abstiene a comer carne animal. Comen de
todo lo demá s, como huevo, leche, verduras, frutas, etc. Obviamente
existe el “soy vegetariano pero como pescado”, lo cual es equivalente al
hombre que dice “no soy homosexual, pero de vez en cuando me
encanta dar mamadas”. O eres o no eres. No se puede de los dos,
quieres todo para ti y no se vale. El vegano es aquel que no come nada
de producto animal. Nada de huevo, queso, leche, manteca de puerco.
Nada de eso. Comen pura planta, legumbres, frutas, verduras, nueces, y
vitaminas. Ası́ como el ejemplo del homosexual, tambié n existe aquı́ el
vegano que come su omelette de huevo para desayunar. “Pero es que es
un omelette de puras claras”. Sigue siendo huevo, amigo. O puedes
toparte al vegano pidiendo unas “quesadillas con queso” ahı́ en las
calles de la capital de nuestro paı́s. “Soy racista pero escucho rap de
negros” En ocasiones la gente es muy iró nica sin querer serlo.
Ahora que ya nos quitamos del camino las de iniciones de ambos
conceptos, viene mi verdadera frustració n: la gente que lo hace por
é tica. Me re iero a aquellos que se abstienen de la carne o del producto
animal porque está n en contra del consumo de estos. No está n de
acuerdo en las formas de criar los animales de engorda, ni de la manera
en que los exterminan para de ahı́ sacar la carne para consumo
humano. Los animales no se enteran que está n tratando de hacer algo
por ellos. A mi tambié n se me hace el corazó n como pasa cuando me
topo con videos donde muy grá icamente (y adrede) enseñ an esas
escenas, pero opto por cambiarle porque la carne animal no la cambio
por nada. Aparte es mi porció n proteı́nica diaria. Jamá s lo sustituirı́a
por algú n licuado o por pastillas. Simplemente no es mi estilo de vida.
Pero esta gente normalmente se contradice. Son amantes de los
animales, por consiguiente tienen mascotas de todo tipo: perros,
pá jaros, y hasta vı́boras. Los animales deben de ser libres en la
naturaleza, y algunos sufren al estar encerrados, ya sea un gato en un
departamento o un pez en una pecera. De esto no se dan cuenta estos
vegetarianos y son libres de culpa, pues ellos está n haciendo su parte al
no ingerir proteı́na animal.
Es diferente aquellos que no comen carne por salud, porque el
doctor les impidió por alguna enfermedad que tienen, porque les dio la
gota y el á cido ú rico está haciendo trizas sus articulaciones, o
simplemente porque quieren bajar de peso de una manera extrema.
Bien por ellos. Mal por la hipocresı́a de los motivados por la é tica. En
verdad dudo mucho que exista alguien que sea iel a esos ideales
veganos. No lo digo porque sean hipó critas en todo su esplendor, sino
porque es realmente difı́cil. Y al tener un grado alto de di icultad para
seguir ese estilo de vida, les pasan algunos accidentes como comer
arroz que tenı́a pedacitos de carne molida, o alguna hoja de parra
freı́da en aceite animal. ¿Para qué decir mentiras? Me molesta que se
levanten el cuello: “Soy vegano, por lo tanto, soy mejor que tú ”. Sá cate a
la mierda. Yo dejé de fumar por dos añ os y medio, y volvı́ a hacerlo. No
te estoy diciendo que fumo como fumaba antes pero de vez en cuando
me echo un cigarro. No me ves por el mundo diciendo que no fumo.
Imagı́nate, “llevo cuatro añ os sin fumar” y de repente le doy un toque al
tabaco. Me verı́a igual de imbé cil.
Ahora que recuerdo, la pizza que me comı́ antes del concierto
vegano de Morrissey tenı́a queso, y no creo que haya sido de soya. ¿Ves
lo que te digo?
La Religión Organizada
Como ya has de estar harto de leer, y por lo tanto ya debes de estar
enterado, mi infancia y parte de la adolescencia la pasé en un colegio
cató lico llamado Instituto Irlandé s de Monterrey. Posteriormente fui
enviado por mis padres a pasar un añ o en un internado tambié n
cató lico roen el estado de Wisconsin. Se puede decir que la primera
mitad vida estuve rodeado por sacerdotes, esa organizació n llamada
legionarios de Cristo, tan golpeada en los ú ltimos añ os, fundada por el
infame Marcial Maciel. Para evitar futuras bromas en tu cabeza, te lo
aclaro: no, no fui abusado sexualmente por ningú n padrecito, y eso raro
porque de niñ o yo gozaba de belleza, misma que fui perdiendo con el
paso del tiempo, me convertı́ en un niñ o un poco regordete en los
primeros añ os de mi segunda dé cada. Era ahı́ cuando se me hacı́a
ló gico, y ahora que lo pienso, cuando tenı́a 10 añ os ¿qué me faltaba?
Nunca lo sabremos.
Cuando está s en un colegio cató lico, muchos de los maestros son
sacerdotes. Impartı́an clases de religió n, de deportes, de disciplina, y
hasta tenı́an autoridad sobre los demá s maestros. Estando en
primaria, hablaban mucho de un tal Jesú s, a quien todos le tienen
miedo pero al mismo tiempo todos aman. Hace mucho mucho tiempo,
una bola de gente lo mató , pero no es tu culpa ni la mı́a, no te sientas
mal. Dicen que el vivirá para siempre a un lado de Dios, quien es su
papá , pero al mismo tiempo Jesú s tambié n es Dios. Imagı́nate esa
explicació n recibida por un niñ o de 8 añ os. Tambié n existe ese ente
llamado Espı́ritu Santo, que yo digo que ni los propios sacerdotes
entienden, pero resulta que estos tres seres son uno mismo, son
omnipresentes, está n en todos lados todo el tiempo, por si acaso
necesitas platicar con alguien.
Queda implı́cito que los padres no tenı́an la respuesta a nuestras
dudas. Normalmente contestaban: “eso es la base de la fe, el creer en
algo que no puedes ver”, o con la clá sica: “la belleza del misterio”.
No tenı́a idea por qué este tipo Jesú s, segú n el padre, me amaba.
Tambié n se supone que yo lo amaba y yo ni idea. En mi mente infante
me decı́a a mı́ mismo: “pero ni lo conozco”, y yo creo que mi cara llena
de incertidumbre me delataba porque me contestaban: “Sı́ lo conoces,
es el de la cruz, y é l te ama y tú lo amas de vuelta”. Y es ası́ como inicia
ese “romance” entre Jesú s Cristo y tú cuando está s niñ o. El niñ o solo
acepta que está enamorado de un señ or con pelo largo y barba quien
tambié n está enamorado de é l. Lo ú nico que sabe de é l en ese
momento es eso y que se la pasa clavado en una cruz que ve en todos
lados. “Debe de ser muy famoso este Jesú s”.
El niñ o crece un poco má s, y luego los sacerdotes al ver que ya está
un poco má s desarrollado mentalmente, se lanzan a la yugular: “¿Sı́
sabes que El murió por tus pecados, verdad?” Bolas. El niñ o no se la
esperaba. “¿Pecados? Pensé que nadie se habı́a dado cuenta que me
volé esas papitas del Oxxo. Al parecer le echaron la culpa a Jesú s, no es
justo”.
El niñ o crece hasta ser un hombrecito con capacidad de un poco
má s de responsabilidad y es cuando lo nombran monaguillo para las
misas. Yo tuve ese trabajo un par de ocasiones en Oaklawn Academy a
mis trece añ os. Tenı́a que ayudarle al padre a que todas las
herramientas esté n listas para la celebració n del rito. Las ropas que
parecen bata, las sotanas, el cá liz, los platitos que pones abajo de la
boca de los comulgantes para que las migajas del cuerpo de Cristo no
lleguen al piso, como si aplicara la de “ya la chupó el diablo”, pero en la
vida real. Siendo espectador en las misas diarias a las cuales nos
obligaban a asistir, pensé que el ser designado monaguillo cambiarı́a la
perspectiva de la misa. Algo ası́ como el “backstage” en un concierto.
Hablando de eso, no entiendo por qué la gente está tan obsesionada
con estar backstage. Siempre que tenemos show en algú n lugar donde
conocemos a alguien, no falta “pero quiero ir backstage”. Para tu
informació n, el backstage en un concierto es de lo má s aburrido. No
hay nada para tu entretenimiento. Estamos los cuatro y el manager
sentados esperando el momento de subirnos al escenario, hacen
apariciones espontá neas algunos miembros del staff, lo má s seguro es
que yo esté en una esquina calentando la garganta y prepará ndome
para gritar sin parar por las pró ximas dos horas. Hay papitas y fritos,
algunas cervezas y licor, y muy apenas y hay un bañ o. No hay montañ as
de droga, ni mujeres en poca ropa, ni mú sica fuerte, ni motocicletas por
si te aburres. Es má s, ni yo quiero estar ahı́. No sé por qué alguien sı́
quisiera. Se me olvidó a qué iba. Ya. Realmente pensé que el ser
monaguillo cambiarı́a mi opinió n acerca de las misas, pero estuvo igual
de aburrido. Da la misma lojera verle la cara al sacerdote que verle su
pelona. No hay acció n, no hay emoció n, no hay nada extra má s que la
responsabilidad de no reı́rte, no ver al pú blico asistente a los ojos, de
tocar la campana cuando todos está n hincados, y de ponerle el platito
ese en la barbilla a rodos los devotos que ingieren el cuerpo y la sangre
de Cristo, que para explicarte eso se requiere un nivel ilosó ico y
teoló gico del cual carezco para hacerlo.
Regreso a Monterrey para cursar tercero de secundaria a mis
catorce añ os en el mismo colegio cató lico, el cual nos amenaza de irnos
al in ierno si negá bamos el llamado para dedicarnos a predicar el
nombre de Dios, en otras palabras, hacerte sacerdote. Tambié n
recibı́amos amenazas si decidı́amos estudiar la preparatoria fuera de
la institució n. Fue ahı́ cuando algo se me empezó a hacer muy ojó n para
ser paloma. ¿Có mo era posible que me amenacen con irme al in ierno
cuando toda mi infancia me enseñ aron que Jesú s nos perdonaba
nuestros pecados si tan solo ı́bamos con un padrecito a decı́rselos? Eso
es otro tema, la confesió n.
Cuando niñ o, te sientas en la cajita esa que te separa de toda la
gente en la cual ni al padre puedes ver. ¿Por qué será eso? ¿Se construyó
esa divisió n en base a la pena que deberı́a de sentir el pecador de dar la
cara o para evitar que el pecador se dé cuenta que el padre se está
echando una pestañ a por lo aburrido que es ese trabajo? Es que
imagı́nate, eres un niñ o que su má ximo pecado es decirle fea a tu
hermana y el haberle dicho a tus papá s que te comiste todo el lonche
que te pusieron en tu mochila cuando en verdad lo vendiste para hacer
un dinerito que ellos obviamente te negaron. El padre ha de pensar:
“¿no traes nada interesante? ¿Pensaste en alguna desnuda, te
masturbaste ya o mandaste al hospital a algú n compañ erito? ¿Nada?”
Ahı́ sı́ que compadezco al sacerdote. Chutarse a veinte niñ os seguidos
ha de estar en el mismo nivel que los cuarenta dı́as de ayuno en el
desierto.
A esa misma edad (hablo de los catorce o quince añ os) sigues yendo
a misa con tu familia los domingos y aunque ellos digan que es porque
es un mandamiento el ir al templo el sé ptimo dı́a y un pecado mortal la
omisió n, yo te aseguro que es un acto má s social que espiritual. Yo iba a
ver que morritas me topaba por ahı́ rezá ndole al Cordero. Me la pasaba
pensando en la inmortalidad del cangrejo y jamá s ponı́a atenció n al
evangelio, mucho menos a la homilı́a.
El padre de la iglesia donde asistı́a con mi familia era conocido por
chistosito, pero la verdad sus chistes no me causaban gracia. Hasta me
daban ganas de hacerme sacerdote: pasar por los diez añ os (o no sé
cuá ntos) de seminario y otros siete má s de preparació n para ser
ordenado, solo para subirme al altar de la iglesia Mater Admirabilis y
contar mejores chistes que el sacerdote de planta. Seguro que yo era
má s chistoso y como quiera nunca iba a tener sexo en mi vida.
Hablando de ese sacerdote que creo que ya pasó a mejor vida, tengo
una experiencia que nunca se me va a olvidar. Mi compadre Felipe
cuando se casó , allá por el 2007, me invitó a ser testigo de
presentació n. ¿Qué signi ica eso? Que tienes que ir con el sacerdote que
preside la comunidad religiosa de la cual es parte el pró ximo có nyuge a
que te haga unas preguntas sobre tu amigo, siendo estas: “¿No se ha
casado con alguien má s?”, “¿tiene hijos que la novia no sepa?”, “¿sabes
si golpea a su pró xima esposa?”, “¿es homosexual?”, cosas ası́. Se me
hace un poco ingenuo hablarle al mejor amigo del novio para contestar
esas preguntas. Como si le fuera a echar de cabeza: “Sabe que padre,
Felipe siente una atracció n muy fuerte por el pene masculino y opino
que la boda no deberı́a de llevarse a cabo”. Protocolos eclesiá sticos.
En in, llegamos con otro amigo que tambié n era testigo y yo en
punto de las cuatro y media de la tarde a la iglesia esta de la cual te
platico a la que me llevaban mis padres. La cita era justo a esa hora,
pero nos dieron las cinco de la tarde y seguı́amos esperando. Mientras
lo hacı́amos, a lo lejos no dejó de sonar un piano tocado con mucha
destreza, el cual hizo un poco menos ardua la espera. Llegó el momento
en el que me desesperé y le fui a reclamar a la que fungı́a como
secretaria: —“oiga, ¿pues qué está pasando? Llevamos má s de media
hora aquı́ y nada”. —“Un minuto joven, el padre está tocando el piano”.
¡¡¡Mira nomá s!!! Ni Axl Rose.
Vas creciendo un poco má s y empiezas a dejar de asistir a la iglesia
los domingos hasta que te cae el veinte (en mi caso fue) que ya
asististe a misa para que cuente toda la vida. Fui diario a misa por un
añ o seguido, o sea, fui a trescientas sesenta y cinco misas seguidas sin
interrupció n cuando estuve en Wisconsin, entonces, si divides 365
entre 52, que representan las semanas en un añ o, da a siete. Siete, siete
añ os gratis. Esa promoció n se venció cuando cumplı́ 21 añ os pero para
ese entonces mi interé s en la religió n era nulo.
Te vas dando cuenta que todo lo que predica la iglesia son cosas
convenientes para ella. Mantiene en constante terror a los ieles con
amenazas del in ierno y de la ira de un Dios que se supone que debe de
ser misericordioso. Los representantes de la iglesia cató lica son la
encarnació n del peor mal que existe en el planeta: el abuso de menores.
Tambié n dicen ellos que toman votos de humildad y de castidad. En mi
experiencia, los Legionarios de Cristo si de algo tienen fama aparte de
pedó ilos (no quiero generalizar, estoy seguro que hay sacerdotes
buenos que no caerı́an en eso, pero la realidad es que sı́ tienen esa
fama. Una disculpa a todos los padres honestos que viven una vida de
bien) es de millonarios. Son má s avaros y soberbios que la tiznada, y lo
sé porque mi papá me contó una ané cdota de cuando mi hermano
Evaristo y yo está bamos en primaria en ese colegio de sacerdotes...
El director del colegio era el padre Fernando Ibá ñez, españ ol y mega
mamó n. Mi papá despué s de haberse divorciado de mi mamá se
encontró en di icultades de dinero por la cantidad que le tenı́a que
entregar a mi madre mensualmente y aparte pagarnos la educació n. En
esa é poca tambié n estaba inanciando la construcció n de la que es aú n
su casa, entonces las cosas estaban un poco apretadas. Se retrasó tres
dı́as en el pago de la colegiatura, TRES, y al llegar a hablar con el
sacerdote y pedirle disculpas por el retraso, el españ ol este le contestó :
Si para hoy en la tarde no quedan pagadas sus colegiaturas, sus hijos no
podrá n ingresar mañ ana a las instalaciones”. Ası́ dijo el hijo de puta ese.
En vez de verse bondadoso y sabiendo que mi padre llevaba añ os sin
fallar un solo mes, se comportó de esa manera. Que persona tan
hipó crita, predicando el hacer el bien al pró jimo y ser comprensivo y
actuando totalmente de la manera opuesta. Entiendo que es el director
de un negocio (lo cual es raro puesto que el colegio era o es una
Asociació n Civil, la cual no debe de tener á nimo de lucro) y debe
manejarlo de la manera adecuada, pero al mismo tiempo es un
“representante de Dios” en la vida. Si ası́ es Dios en realidad,
secué strame Satá n.
Jesú s predicó amar a tu pró jimo como a ti mismo. Eso era la base de
su iglesia. No hablaba sobre el sexo premarital, ni sobre la
masturbació n, ni sobre no ir a misa, ni tampoco sobre ver pelı́culas de
horror con algunos senos incluidos. La iglesia “moderna” se ha dado la
tarea de tachar todos esos actos, vinculá ndolos con el diablo, y
amenazando con las llamas del in ierno si los cometes. En resumen, la
iglesia te dice: “eso se ve divertido... está prohibido”.
El voto de castidad que toman los sacerdotes es uno muy difı́cil de
cumplir. Son humanos, son hombres. Si ven por accidente una revista
porno en donde salga el busto de alguna modelo sin calzones, va a tener
una erecció n y si no hace algo al respecto se va a sobre calentar y puede
haber problemas. Dicen por ahı́ que se tomó esa decisió n al momento
de crear la infraestructura de la iglesia porque, segú n ellos, Jesú s Cristo
nunca se casó . ¿Qué tan seguros está n de que Jesú s jamá s tuvo sexo?
Murió a los treinta y tres añ os, tuvo muy buenos quince donde pudo
haberse dado a todo Jerusalé n fá cil. ¿Me está n diciendo que no hubo
nada jamá s? Bueno, el caso es que cuenta la leyenda que esa no es la
verdadera razó n por la cual los padres no se pueden casar y toman ese
voto de castidad, sino para que no tengan a quié n heredarles sus
pertenencias má s que a la propia iglesia. Si esa teorı́a es verdad, la cual
creo nunca conoceremos, la iglesia se está contradiciendo. ¿Por qué
permitir que fortunas y propiedades caigan en manos de gente externa
cuando la santa iglesia cató lica y apostó lica solamente se quedarı́a
mirando? “Vamos a inventar la regla que el sacerdote no se puede
casar, aunque nuestros testı́culos se vuelvan azules. Má s vale cartera
llena que huevo vacı́o”.
¿Có mo podrı́a ser parte de eso? ¿Có mo podrı́a pararme todos los
domingos en una estructura de concreto a escuchar hablar a un padre
que podrı́a ser este Fernando Ibá ñez? ¿Por qué un desalmado como ese
señ or tiene el derecho de decirle a la gente qué está bien y qué está
mal? Si no fuiste a misa un domingo, no te preocupes. Dicen que Dios
está en todas partes, no solo en un edi icio al que denominan
parroquia. Si tienes algo qué platicar con Dios, hazlo. Dicen que está ahı́
para escucharte. No creo que la señ al para que le lleguen tus peticiones
esté limitada a las coordenadas donde se encuentra esa parroquia.
Igual con la confesió n: si tienes la conciencia intranquila, no necesitas a
una de estas personas como mediador entre Dios y tú . Lo má s probable
es que ese vato sea má s pecador que tú , y a una proporció n mucho má s
detestable.
Cuando se creó la religió n imagino que el in un objetivo era traer
paz y armonı́a al ser humano tanto en vida como en espı́ritu. Miles de
añ os despué s de haberse creado (y no hablo solo del catolicismo o del
judaı́smo, sino de la religió n en general) los resultados son
desfavorables. Ni Adolfo Hitler mató a tantas personas como lo ha
hecho la religió n. En todas las guerras en nombre de Dios que ha
habido desde la é poca medieval hasta la fecha, matan en nombre de
Dios. Seguramente Dios ha de estar cagado de risa de todos nosotros,
burlá ndose de que entendimos mal el mensaje. La derrama de sangre
en la historia de la humanidad tiene como razó n nú mero uno la religió n
organizada, y seguramente la dos es el dinero. Satanizan mucho el sexo
(pornografı́a, sexo premarital, adulterio, homosexualidad, etc.) y no
recuerdo que haya existido una guerra en el nombre del sexo. Lo que
má s atacan es lo má s inocente.
Los que má s a pecho se toman todo esto (y tambié n los má s
radicales) son los musulmanes. Estuve a punto de escribir “á rabes”
pero no quiero leerme ignorante. Hay á rabes cató licos. Hay hasta
á rabes judı́os. Los locos de los musulmanes y su jihad ya llegaron muy
lejos. Matan en nombre de Allah y no veo ninguna orden de matar a los
in ieles en el Corá n. Si los in ieles quieren ser eso, adelante. El pedo
será de ellos al momento de llegar al paraı́so musulmá n donde serı́an
recibidos por no sé cuá ntas vı́rgenes ¿no? Ya me imagino “a ti te toca
un par de luchadores peludos por ser in iel”. Ese es mejor castigo que
apedrearlo en la plaza del pueblo. Que Allah se encargue, pero los
grupos extremistas engañ an a todos con esa aseveració n que todo lo
hacen en nombre de Dios, pero a mı́ no me engañ an. Todo es en nombre
del dinero y del poder. Con eso te digo que ya rompieron con lo que
predica su libro sagrado.
Conozco a personas que piensan que por ser religiosos ya pueden
predicarme su fe en la cara todo lo que quieran. Eso para mı́ es invadir
mi espacio. Hay un par de conocidos que se lo toman personal cuando
me re iero a mı́ mismo como “Josecristo”. No queda ahı́ el asunto,
empiezan a recitarme fragmentos de la Biblia y hasta quieren dejarme
una enseñ anza. Por eso caen mal algunas personas sobrereligiosas, no
se pueden quedar calladas. Quieren que todo mundo se entere que son
devotos y que se van a ir al cielo. Yo creo que al contrario, debe de
haber un cı́rculo en el in ierno para este tipo de personas, el problema
es có mo hacé rselo saber a esta gente.
En el Facebook me he topado con publicaciones ya sea sobre
Halloween o sobre Santa Clos, y nunca falta el tipo este que regañ a a las
personas por poner en esa red social este tipo de comentarios. Que “la
iglesia no avala la existencia de Santa Clos, la Navidad es para celebrar
el nacimiento de Jesú s”. Para empezar, se dice que Jesú s nació en plena
primavera, no en invierno. Me gustarı́a ver que esa gente celebrara
Navidad el 30 de marzo. Sobre Halloween opinan que ellos no lo
celebran por ser considerada una iesta pagana y que sus hijos jamá s
tendrá n permiso de disfrazarse o de siquiera salir a la calle el 31 de
octubre. Qué hueva ser hijo de estas personas.
Mencionan que la Biblia dicta que no se podrá adorar ni alabar
(aunque creo que es lo mismo) a ningú n Dios ni a ninguna deidad que
sea externa a la Santı́sima Trinidad (Dios, Jesú s y el Espı́ritu Santo). En
la iglesia cató lica yo veo que la Virgen Marı́a tiene su propia oració n
(pero a ella se la paso ya que tiene un papel importante en todo esto).
lo que se me hace demasiado pagano dentro del culto cató lico es la
adoració n a los santos. San José , San Pedro, San Pablo, San Juan, y a
todos esos que pones de cabeza cuando perdiste algo o no te consigues
novia. No creo que ellos, por má s buenos y perfectos cristianos que
hayan sido en su vida, merezcan la adoració n de los ieles. Eso para mı́
cae en lo pagano y contradice lo escrito en la Biblia. Fui hace poco a la
boda de un amigo muy cercano en Oaxaca. La misa se llevó a cabo en la
Catedral de Santo Domingo y vi in inidad de estatuas de santos en el
altar. Es má s, estaban má s grandes estas estatuas que la propia cruz.
Alguien que me explique por qué entonces hicieron tanto pedo cuando
en el Exodo la gente empezó a adorar un chivo de oro. Moisé s se
molestó y dijo que ningú n ı́dolo o deidad podrá ser alabado má s que el
mismo Señ or. Algo quedó perdido en la traducció n de seguro. Se me
hace muy de pueblo eso de rezarle a algú n santo. “San Conrado, que mi
marido no llegue tan tomado”.
Yo estoy tranquilo con la vida que llevo. Trato de no hacerle mal a
los humanos mientras estoy de visita en su planeta. Si no fui a misa el
domingo pasado, ¿a quié n le hice un mal? Si me masturbé hace rato, ¿a
quié n le dolió ? Si tomé alcohol en exceso sin manejar, ¿a quié n puse en
peligro?
Estoy seguro que el que no va a misa no tiene un pasaje directo al
inferno. No es posible que el ausentarse del rito dominical sea
equivalente a quitarle la vida a una persona. Sı́, los dos son pecados
mortales, y si mueres con alguno de ellos sin confesar a un padrecito,
está s frito. Si mañ ana domingo no voy al templo porque amanezco con
cruda, ¿me podré hablar de tú con un asesino de niñ os y mujeres? ¿Me
lo toparı́a en el Rio Hades el cual desemboca en las puertas de las
tinieblas? ¿Cuá l serı́a nuestra conversació n? —“¿Tu qué hiciste,
carnal?” —“Faltar a misa, mano. ¿Tú ?” —“Pppfff olvı́dalo, princesa”. No
quisiera ser maltratado o discriminado en el in ierno. A pecar pues.
Bebés llorando
Antes de que me cruci iques, yo sé que las actividades totales de un
bebé se limitan a: comer, llorar, cagar y dormir. No hay má s. No juegan
porque simplemente no saben que lo está n haciendo, entonces
digamos que es un entretiempo entre comer y llorar. No hablan. No,
aunque pienses que te está n platicando solo está n haciendo ruidos. No
es una comunicació n, por lo tanto, probablemente solo tengan hambre
y esos ruidos sean su reacció n natural. Mi problema no radica en que
coman ni que duerman todo el dı́a. Lo que simplemente no aguanto es
que lloren a volú menes desproporcionados en un lugar pú blico cerrado
y pequeñ o.
Por ejemplo, en este preciso momento voy sentado en un avió n con
destino a Lima, Perú para despué s conectar hacia Quito en Ecuador.
Estoy teniendo muchas di icultades para escribir porque dos ilas
detrá s de mı́ hay un bebé que no ha parado de gritar (sobrepasó el
verbo llorar). Ya traté de todo. Ya hice sonidos de molestia, ya hice
ademanes de desesperació n, ya me paré y me le quedé viendo a la
madre a los ojos para que leyera la ira en mis ojos y nada ha
funcionado. Lo ú nico que me falta por hacer es llegar con el bebé y
administrarle una dosis de tequila para que se duerma y se calle pero
temo que me arrestarı́an llegando al Perú . ¿Por qué a Perú le dicen El
Perú ? ¿Qué hicieron para merecer el artı́culo? ¿Qué tiene que hacer
Mé xico para ser conocido como El Mé xico? No es que me gustase que
sea ası́, es mera curiosidad. Le he preguntado a gente peruana y no
tienen idea mı́nima de la razó n, simplemente ası́ se le dice. “Aquı́ en el
Perú tenemos los mariscos má s frescos”. El José está por aterrizar en el
Perú .
Los bebé s no tienen la culpa de llorar de esa manera. Es una de
cuatro actividades, y obviamente no podrı́an dormir ni comer ni cagar
todo el dı́a. Tienen que dividir todo su tiempo en estas cuatro cosas, es
por eso que a veces lo entiendo. Lo que no entiendo son los papá s. En
algunos casos el bebé está gritando en agonı́a y dolor, y a la mamá la
ves sentada en un restaurant leyendo, poniendo nula atenció n a su hijo
y sus llantos. Piensan que si los ignoran ası́ se educará n y van a
aprender que llorar no sirve de nada. Estoy de acuerdo, PERO NO EN
PUBLICO. Cuando la señ ora se encuentre en su casa, le aplaudo su
estrategia educativa. Cuando se encuentre en un lugar pú blico, que se
pare de su silla, cargue a su hijo y salga al aire libre donde los gritos
agó nicos se los lleve el viento y no los absorban oı́dos inocentes
cuando está n tratando de escuchar tranquilidad mientras se degustan
alimentos en un establecimiento. 0 tal vez esos oı́dos está n tratando de
escuchar alguna conversació n o simplemente no quieren escuchar
absolutamente nada porque tienen dolor de cabeza. Esas madres
deberı́an de ser corridas del lugar, con cuenta pagada y todo. “No se
preocupe señ ora. La cuenta ya está cubierta, solo rú mbele a la chingada
que nuestros otros clientes ya nos está n mirando feo”. Deberı́a de
existir una ley federal que le prohı́ba a las madres hacerse la occisa
ante los llantos de sus bebé s. Pena de muerte para que no tenga má s
hijos y no pueda molestar a nadie má s.
Admiro a las mamá s que se paran del lugar y sacan a su hijo del
local. Ellas sı́ saben lo que es vivir en sociedad. Cuando pasa eso, me
paro de pie y le doy un aplauso, aunque sea en mi cabeza. Quisiera ser
hijo de esa mamá .
Si tú eres una mamá irresponsable y desalmada ante tu alrededor,
ese acto es equivalente a los pecados mortales que discutı́ en el tema
pasado. Te deseo la miseria má s grande del mundo. Por ejemplo, el
bebé detrá s mı́o, la madre sigue sentada. No se levanta para arrullar al
niñ o ni para tratar de amortiguar esos gritos con las paredes de la zona
de las azafatas. Deja que el bebé grite y grite hasta que se canse y se
duerma. Dime si no merece lo peor en la vida esta infeliz.
Hay algunos casos en que te topas niñ os un poco má s grandecitos
gritando SIN LAGRIMAS. O sea, no le duele nada, no tiene hambre, nada
má s quiere molestar. Sabe que está causando caos y le gusta. Sabe que
su madre estará ahı́ para atender cualquier necesidad. Sabe que de su
garganta sale el sonido má s estridente y voraz del planeta Tierra y no
tiene miedo a usar su superpoder. “¿Qué mi mamá no me quiere dejar
comer este pastel de chocolate? Ya veremos si no” y tó mala. El
problema es yo qué culpa. ¿Qué hice yo para que taladre mi cabeza con
esa frecuencia tan horrorosa? Sin duda es el peor sonido inventado en
la humanidad. Pre iero ladridos que a ese lloriqueo. Serı́a el peor
castigo, la peor sentencia. “José , está s condenado a veinte añ os de
escuchar el peor lloriqueo de un niñ o chi lado por el crimen de matar a
un bebé en un vuelo internacional”. Serı́a el colmo.
Tuve que ponerme los audı́fonos y tratar de escribir escuchando
mú sica. No soy bueno para hacer varias cosas distintas a la vez. Temo
que de repente empiece a teclear la lı́rica de la canció n que escucho en
estos momentos. Ya no quiero de ti nada, vete mucho a la ching....
Bueno, de perdido iba a quedar perfecto para la ocasió n.
“Oigan, esa semana no puedo juntarme porque estaré en D.F.” ¿En D.F. o
en el D.F.? Siguiendo la ló gica de esa gente, esa persona estará en
Distrito Federal, no en el Distrito Federal. Hay gente que va a Classico
(un antro), no al Classico. Es una discoteca, no una ciudad. Vivo en
Monterrey, no en el Monterrey, eso es una ciudad. El D.F. es una ciudad
pero no tienen nombre de tal, tiene nombre de zona militar, y es por
eso que quitarle el artı́culo “el” lo hace sonar mal. “Voy a estar en
Palacio a las seis para que le caigas.” No gracias, vete a chingada.
Dos meses antes del dı́a de elecció n, ya sea federal, estatal o inclusive
municipal, va a salir gente de las alcantarillas con su opinió n entrenada
y leı́da sobre los candidatos y sobre el trabajo que hicieron o dejaron
de hacer los salientes. Antes lo ú nico que les importaba era la NFL y su
equipo de fantasy pero ahora resulta que tienen doctorado en ciencias
polı́ticas: “tiene buenas propuestas en temas de desarrollo urbano.”
¡Cá llate el hocico por Dios! El ú nico desarrollo del que te das cuenta es
el de tu panza apretada por tu pantaló n. Yo como me abstengo de votar
(no he sentido la necesidad ni el deber de sacar la credencial electoral)
no tengo opinió n. La doy si me la piden, pero no critico porque no
tengo derecho a hacerlo por no haber votado, pero hay gente que tiene
opinió n de todo, hasta de lo que no tienen idea y eso me saca de quicio.
Tambié n quiero meter aquı́ (porque es parecido y no le veo el caso
en hacer otro apartado) el caso de las morras solo cuando los equipos
locales está n en la liguilla (o en playoffs por si desconoces) se ponen la
camisa de Tigres o Rayados, se toman la foto “sel ie” (palabra que
tambié n me retumba las pelotas) y la suben a sus redes: “Rayada de
corazó n!!!” ¿y dó nde estabas, mi reina, cuando nos golearon en el
clá sico? ¿En un brunch en Amalia?
Es muy cansado esto de andar de hater. No precisamente por serlo,
sino porque todo este tipo de gente que acabamos de discutir me quita
la energı́a. En las noches me pongo a encontrarle explicació n a cada
uno de estos casos y pierdo horas de descanso. Al dı́a siguiente ando
con una cara que no te imaginas. Por eso si me está s leyendo y te
identi icas con una de estas personas, considera un cambio. Está s a
tiempo. Hagamos el mundo un lugar má s inteligente y coherente para
todos. Un voto por Madero es un voto por el cambio.
Ahora que conecto mis ideas, me doy cuenta que tener perros ladrando
en el patio de tu casa podrı́a ser enemigo de la misma etiqueta o los
buenos modales. Cuando alguien en una mesa donde se está n
ingiriendo alimentos es corregido por masticar con la boca abierta es
porque a los demá s comensales de alrededor les podrı́a causar asco o
simplemente molestar ver a alguien haciendo ese acto de mala
educació n.
Bajo esa premisa se podrı́a decir que tener un modal malo es
relativamente proporcional a la incomodidad causada en otra persona,
es por eso que digo que tener un can que no se calla el hocico en toda la
noche evitando que yo pueda lograr el movimiento rá pido de ojo
(R.E.M. por si ignoras el té rmino, que signi ica llegar a un profundo
descanso) lo considero una incomodidad. Muchı́simo má s grande que
si alguien se latula mientras yo estoy comiendo. Pre iero fumarme el
gas metano que sale de alguien mientras me como un emparedado a
que el perro del vecino se la pase aullando cual lobo en celo.
Bueno, a lo que nos ruge ahora sı́. Deja contarte có mo se me ocurrió
hablar sobre la etiqueta, o escribir pues. Me encontraba yo isgoneando
en casa de mi abuela materna (que en paz descanse) los montones de
libros que tiene a ver si se me pegaba alguno. Al momento que ella leyó
mi libro pasado, se podrı́a decir que hizo su reseñ a personal
mencionando que mi estilo de escribir sı́ era considerado un estilo
existente, al cual se le conoce como el “Rı́o de la Conciencia”.
Me prestó un libro escrito por James Joyce titulado Ulysses que
segú n ella usa el mismo estilo que usé en el Pensándolo Bien, Pensé Mal,
o que má s bien yo usé su estilo, claro, sin saber de la existencia de tal.
Fue entonces que decidı́ buscar a ver qué má s joyitas me encontraba
en su pequeñ a biblioteca.
Escarbando entre libros viejos y llenos de polvo, en efecto encontré
uno, el cual tenı́a una sola palabra en grande en la portada: ETIQUETTE.
Al abrir el libro antiguo, me di cuenta que fue escrito por una tal Emily
Post, y justo despué s de llevarme ese tomo a mi casa, empecé a
investigar qué onda con ella y con su obra escrita en el siglo
antepasado.
Esta señ ora Post era una mujer americana nacida en las ú ltimas
dé cadas del siglo 19, o sea ahı́ por 1870. Si no sabı́as, el nú mero de siglo
es siempre má s uno (+1) de los primeros dos nú meros del añ o. 1870,
primeros dos nú meros son 18, má s uno, pues 19, entonces siglo 19.
¿Wow verdad? Mucha gente se preguntará por cuá l motivo la señ ora
Post se sintió con el derecho de escribir un libro sobre reglas de
etiqueta, y lo peor, tambié n ha de haber gente que se cuestione quié n
fue aquella persona a quien se le dio tanta aprobació n que hasta
decidió hacerlas realmente normas aceptadas por la sociedad. Y aú n
má s peor, ¿quié nes fueron los idiotas que decidieron adoptarlas como
reglas sociales y seguirlas como si fuera ley divina?
Segú n su pá gina de Wikipedia, el logro má s importante de Emily
Post, aparte de escribir este compendio de normas etiquetativas, fue el
haberse casado bien. Contrajo nupcias con un banquero millonario de
apellido Post, y eso hizo que Emily se sintiera con el poder de decretar
todo un compendio de qué está bien y qué está mal.
Fue en ese momento que tenı́a el libro en mis manos en casa de mi
abuela que decidı́ escribir un capı́tulo de este nuevo libro y mi
descubrimiento. Opté por robarme el tomo, el cual es muy prominente,
con má s de 800 pá ginas de caca de toro. En verdad pensé que iba a
disfrutar mucho darme un clavado en é l, por lo absurdo que se me hizo
todo el tema, pero oh sorpresa.
Vaya que está aburrido, sin sentido, y demasiado puntual y
especı́ ico. No dicta có mo comportarse en la mesa como por ejemplo
no poner los codos sobre ella, o no masticar con la boca abierta. Habla
má s sobre có mo saludar a alguien, el apretó n de manos
correspondiente có mo debiera de ser, có mo introducirse uno mismo o
có mo presentar a alguien a otra persona, etc.
En verdad sı́ me decepcioné leve, pero pues ya lo tenı́a metido en la
cabeza y decidı́ como quiera escribir esto, entonces te pido una
disculpa de antemano si es diferente a lo que pensabas. Hice mi mayor
esfuerzo pero el sujeto de inspiració n para este ensayo no dio para
má s.
Segú n la introducció n del libro, la palabra “Etiqueta” para referirse a
los buenos modales surgió en Francia, pues uno de esos reyes con un
nú mero romano despué s de su nombre (son tantos llamados Luis y
Eduardo que ya uno se confunde) le gustaba hacer muchas iestas en su
palacio o castillo o residencia o mansió n, lo que haya sido. Los
invitados llegaban y veı́an los grandes jardines, las fuentes, impactados
por la belleza del lugar. Sú male que ingerı́an grandes cantidades de vino
ino, los invitados no sabı́an có mo comportarse, entonces todo el jardı́n
y las lores terminaban pisadas o cortadas, la basura por todos lados,
gente nadando en las fuentes y demá s actos de malos modales.
Fue entonces que a la gente que trabajaba en la residencia del rey se
le ocurrió empezar a poner pequeñ os letreros alrededor de toda el á rea
de la iesta, pidiendo a los invitados “no pisar el pasto”, “no cortar las
lores”, “no nadar en las fuentes”.
Resulta que letreros en francé s se dice “etiquette”, o sea, etiqueta.
Está un poco idiota esa historia, pero no me veas a mı́ como el culpable.
Yo solo te estoy contando algo que se encuentra en los libros. Soy
prá cticamente el mensajero, y como dicen en el ejido: “no maten al
mensajero”.
Hice tambié n un poco de investigació n sobre la escritura de este tan
afamado libro que al parecer fue demasiado exitoso en los tiempos que
se publicó , ya que fue en esas é pocas despué s de la guerra civil
americana que mucha gente del norte de los Estados Unidos se
empezaron a hacer muy ricos (no sé por qué , solo te paso el dato) y
como venı́an de inicios un poco má s humildes de lo que ahora se
volvieron, no sabı́an có mo actuar en situaciones sociales de alta
alcurnia, o como le dicen en el libro “Best Society”, que en españ ol se
podrı́a traducir como “la mejor sociedad” o “alta sociedad”.
He aquı́ la respuesta a la pregunta que nos hicimos hace algunos
pá rrafos sobre qué tipo de gente fue la que se hizo seguidora de lo
escrito por la señ ora Post. Lo que aú n nos queda duda es por qué esta
mujer se sintió con el conocimiento y la validez para escribir este largo
listado de reglas, me imagino que tuvo que inventar gran parte de ellas,
no creo que todo lo que está escrito en ese libro sea la verdad dura.
Al abrir el tomo, en vez de toparme con reglas como siempre jalarle
al bañ o cuando lo uses en una iesta (por obvias razones no quisiera
ser yo el que siga en la ila y encontrarme un submarinazo en el retrete)
o no echarse pedos cuando esté s rodeado de personas (aunque tú los
huelas rico abajo de tu sá bana, cré eme que para nosotros no huele tan
placentero) me topé con puras reglas de etiqueta que al imaginá rmelas
me hice una foto mental de las é pocas del Titanic, ası́ con vestidos
grandotes, y las morras con guantes que llegaban hasta los codos, con
sus pequeñ os paraguas, y los vatos con sombrero de copa y sacos con
cola tipo pingü ino con chalecos varios debajo de é stos, y hasta con
relojes de bolsillo ası́ amarrados al botó n del chaleco interior.
Hablando de Titanic, y aunque no lo creas, jamá s he visto esa
pelı́cula. Obviamente sé de qué se trata, sé que sale Leonardo Di Caprio
y otra actriz famosa que creo que está un poco gordita, que no
recuerdo su nombre y la verdad tengo mucha lojera de abrir el Google
Chrome para investigarlo, sé que mucha gente se ahogó en el mar
porque el gran barco chocó con un glaciar.
Sé tambié n qué signi ica cuando una ventana está empañ ada y
alguien pone su mano sobre el vidrio, la mueve hacia abajo y dice
“mira, como Titanic”. Sé que Di Caprio se para en la punta del barco,
abre los brazos y le grita al mar que é l es el rey del mundo.
Todo es parte de la cultura general, si no sabes estos datos, está s
muerto. Tambié n sé que la cinta ganó muchos Oscares y que ha sido de
las pelı́culas má s exitosas en cuanto a taquilla en toda la historia. Hace
falta vivir en las alcantarillas como chino en Mexicali para ignorar eso.
Para que má s o menos te ubiques dentro de lo que estoy hablando,
te voy a poner un listado de las cosas que má s me llamaron la atenció n
de esto a lo que yo llamo “reglas sociales de la é poca del Titanic”, o sea,
las normas de buenos modales que se encuentran plasmadas en las
pá ginas del libro escrito por la difunta señ ora Emily Post.
En la pá gina 19 dice que la manera correcta es decir “te presento a...”
en vez de “te introduzco a...” y la verdad no le veo la diferencia. Si
alguien me “introduce” a alguien no lo voy a ver como un ser que
profanó las reglas de la etiqueta. Me puedes introducir a quien te dé la
regalada gana (sin albur).
Tambié n hace menció n de que la persona má s joven deberá ser
presentada a la má s vieja o a la má s distinguida, pero que un caballero
siempre será presentado a la dama aunque este sea alguien muy
reconocido y ella sea una equis. Lo que me dio risa es que hicieron tal
excepció n de que solamente la mujer será presentada a un caballero
cuando este ú ltimo sea el Presidente de los Estados Unidos o el rey de
alguna monarquı́a. Esta es la ú nica manera en la cual la mujer será
presentada a un hombre. ¿Captaste la diferencia? Yo tampoco. Me es
indiferente si me presentan a la mujer o si yo soy el presentado. Como
quiera me va a batear.
Se dice que cuando dos caballeros son presentados siempre se
tienen que dar un apretó n de manos. Cuando un hombre es presentado
a una mujer, la mujer estira el brazo para dar la mano solo si el hombre
que está siendo presentado tiene amigos en comú n con ella, si no es
ası́, con una simple reverencia de su cabeza y un “¿qué tal?” es
su iciente.
Ya lo habı́a mencionado en mi libro anterior, pero la primera vez que
fui con mi banda a Argentina, me sorprendı́ mucho que los hombres
saluden de beso a otros hombres. Hace dos semanas regresé de allá y
este dato se me habı́a olvidado por completo, hasta que hicimos una
convivencia con los fans, a los cuales yo les estrechaba la mano. Mi
mano serı́a ignorada para que el apretó n de manos fuera reemplazado
por beso en la mejilla. Al principio me incomodó leve pero despué s le
agarré el gusto y hasta ahora trato de saludar a mis amigos a besos.
Un caso contrario, conocı́ hace poco a una modelo rusa radicada en
la ciudad Monterrey. Al ser presentado (no recuerdo si me presentaron
o si ella fue presentada pero no importa), yo acerqué mi mejilla para
saludarla de lejos, y mi mejilla fue ignorada, se vino el apretó n de
manos. Totalmente opuesto a la cultura argentina. La razó n de la mujer
rusa era que ella solo le da besos en la mejilla (y espero que en otras
partes) a su marido. ¡Qué loco mundo! (sarcasmo).
Dicta tambié n el libro, como ya lo mencioné en el pá rrafo pasado,
que el saludo hablado correcto es el “¿qué tal?”, o en inglé s “how do you
do?” La ú nica manera por la cual la mujer deberá de referirse por
nombre a la persona despué s del saludo mencionado es cuando, por
ejemplo (y esto está en el libro, no lo invento yo), es el Embajador de
Francia. ¿Qué tiene esa persona que no tenga yo? ¿Un puesto
diplomá tico? Este Embajador solo podrá contestar de vuelta el saludo
sin el nombre de la dama. No le encuentro sentido a esta bola de
patrañ as. Tambié n dice que si te presentan a alguien de quié n ya has
escuchado antes, se dice “encantado de conocerte por in”. Jajajaj. Que
NUNCA digas “mucho gusto”, en ninguna circunstancia, y que tambié n
evites la palabra “encantado” a menos de que esté s cien por ciento
seguro de que la persona a la cual está s siendo presentado tambié n
esté encantado de conocerte. Es por eso que esa palabra no existe en
mi diccionario.
Hay un apartado que me llamó mucho la atenció n: “Personalidad del
Apretó n de Manos”. Como si el libro estuviese escrito con un toque de
picardı́a y de cinismo, la señ ora Post comenta: “¿Quié n no odia una
mano huesuda extendida? Es grotesco tener tu mano atrapada en un
apretó n violento como si fuera usada para limpiar una mancha en la
atmó sfera. ¿A qué mujer no le desagrada que el apretó n de un caballero
entierre su anillo en sus dedos y que ese mismo apretó n te paralice los
dedos momentá neamente?” ¿Có mo la ves? Hasta en esas é pocas se
quejaban de los hombres apretadores de manos. A mı́ me caen mal,
como si quisieran dejar claro que tienen fuerza en la parte inferior de
su brazo. Yo porque doy la mano muy sensualmente y nunca aprieto, si
no ya tendrı́a algunas manos quebradas en mi palmaré s.
Despué s ya te aclara cuá l es el apretó n de mano correcto, el cual
tiene que ser breve pero tiene que tener un poco de fuerza y de calor.
¿Calor? La ú nica manera de darle calor instantá neo a mi mano es
ponerla abajo de mi culo mientras estoy sentado, y si la ofrezco para un
saludo se me quedará n viendo un poco extrañ o, sospechando donde ha
estado metida mi extremidad hace solo unos momentos.
Ya despué s habla de có mo una mujer tiene que darle su mano a
algú n hombre extranjero y demá s barrabasadas. En serio ya ni sé por
qué estoy escribiendo esto. Es lo má s estú pido que he hecho.
Ché cate esto: un hombre siempre se tiene que quitar el sombrero y
detenerlo en su mano cuando una mujer entra a un elevador (ya
existı́an elevadores al parecer) pero se lo tiene que poner de inmediato
al salir de é l y caminar por el pasillo. Este corredor es como la calle,
pero un elevador sugiere una habitació n, y un caballero no debe de
tener puesto un sombrero en interiores en presencia de una mujer. Y yo
que cené ayer con la gorra puesta.
La siguiente norma la aplico hoy en dı́a, pero con un lı́mite. Habla
sobre la caminata en la calle cuando un caballero va con alguna mujer o
mujeres. El hombre tiene que caminar del lado de la calle, o sea, ser el
de la mera orilla. Esto creo que es por si algú n conductor loco va muy
rá pido y se le sale el auto de control, el que muy seguramente sufrirı́a la
muerte por colisió n serı́a el de la orilla, o sea, el vato. Yo la aplico, y sin
pena te digo que siempre lo hago conscientemente. Esa caballerosidad
en mı́ que no puedo contenerla, pero te dije que con imitaciones.
En el libro dice que bajo ningú n motivo se le puede agarrar la mano
a la dama, ni el brazo, ni el codo cuando se camina por la calle. Tampoco
se puede hablar a un volumen alto. Sı́, en la calle. Imagı́nate caminar por
la ciudad de Nueva York y solamente susurrar. La conversació n no
llegarı́a muy lejos.
Se toca el tema de un bastó n, que el hombre no puede ir golpeando
la banqueta con este, ni jugando con é l. Tendré que dejar mi bastó n en
casa.
Y la ú ltima y la mejor de todas: no se puede ir mascando chicle
caminado en la calle al lado de una dama. Entonces, si invitaste a una
mina a comer unos tacos en la esquina y le echaste un poco de cebolla
de má s, ya te la pelaste de vuelta a la o icina.
Si vas a restaurant (o restaurante, no sé có mo se diga
correctamente) es muy incó modo a veces para un hombre checar la
cuenta cuando se le es habilitada para su pago posterior. Esto es
porque tiende a contar y con irmar que se pidió cada unidad que dicta
la cuenta. Es por eso que se recomienda que cuando pidas tu platillo al
mesero, pagues el mismo por adelantado incluyendo la propina. Sı́, ese
tipo de libro estamos analizando, querido lector anó nimo.
Como el dicho que dice que la mú sica nunca se paga por adelantado
porque luego el mariachi no le echa ganas a la interpretació n. Yo soy
mú sico, y si no me pagan por adelantado no me presento. Ya me ha
pasado el “te deposito mañ ana” y el deudor deja de existir en el mundo
(indirecta a los empresarios que nos contrataron para la ú ltima vez
que tocamos en Venezuela, allá por el 2008, y culpables de que hasta la
fecha no hayamos vuelto). Imagı́nate el mesero ya con la propina en su
bolsa antes de dar el servicio. A ver si no te llega el corte de carne
mordido.
En la pá gina 62 de este mentado libro, habla sobre las reglas de
etiqueta en el teatro. La primera fue la má s chistosa: cuando te
levantes de tu asiento y para llegar al pasillo tienes que pasar enfrente
de má s gente que está sentada a tu lado, lo recomendado es darle la
cara al escenario/pantalla y el culo dirigirlo hacia la cabeza de la
persona sentada. Bueno, en el libro solamente menciona el mirar hacia
el escenario, pero pues lo otro es ló gico. Preferible que le huelan el culo
a que te muerdan el miembro. Si eres de esos que se levanta cuando se
acaba cada acto entonces debes de sentarte en la silla del mero pasillo
para que no se la esté s engrosando a todos los demá s asistentes. Pero
lo má s importante es que si la obra tiene cinco actos o má s, solo debes
de pararte má ximo dos veces, es de mala educació n excederse. ¿Por
qué ? Emily Post murió con el secreto.
Hay un capı́tulo tambié n que habla sobre la pronunciació n y sobre lo
vulgar que es la gente al hablar. Yo he escuchado a personas de la alta
sociedad hablar leperadas que ni el má s mal educado soñ arı́a decir. Es
má s, yo me considero una persona educada y culta, y a veces puedo ser
muy grosero. Jamá s en escritura, pues la verdad no quisiera lastimar la
literatura mexicana. Hablando de si escribo literatura o no, ahı́ te va lo
que me topé en Twitter hace unos dı́as (no mencionaré el usuario que
me lo escribió para no llenarlo de seguidores):
Todo eso que acabo de citar fue escrito como en siete twits. Lo puse
exactamente como el tipo lo escribió para que no pienses que escribo
yo ası́ de apó crifo. Dice que no hace falta creatividad. Bueno, lo reto al
señ or a que é l escriba algo, al cabo que pues no se ocupa creatividad
entonces ha de ser muy fá cil. Sı́, dije que “es mi vida”, entonces ya por
eso no me tuve que esforzar, segú n é l.
Otra razó n para que é l escriba algo, má s fá cil aú n: ¡sin creatividad
sin esfuerzo! ¿Que no vuelva a escribir un libro? Lo siento, amigo. Ya lo
estoy haciendo, si te molesta tanto no lo leas.
Y sı́, mi primer libro se vendió bien, y ojalá este se venda má s. Qué
delicia es que se venda mucho algo que hice sin creatividad y sin
esfuerzo. El libro no es por PXNDX, es mi vida, MIA. Resulta que quince
añ os de mis treinta y cinco la he pasado en PXNDX, entonces te tengo
malas noticias: PXNDX es parte de mi vida y viceversa.
Le diré a Mike Tyson que vuelva a escribir su biografı́a porque
incluye mucho el box. Si a alguien, mi “libro” (que no sé porque uso
comillas, es un libro y que le haga como quiera) le pareció lo “má ximo”
pues es lo padre de la vida. Como a é l se le hizo muy malo mi libro (y es
su opinió n) hay gente que se le hizo lo “má ximo” (que tambié n es su
opinió n).
¿Estará diciendo que su opinió n es la vá lida y la de la otra gente no
tiene peso alguno? ¿Quié n se cree? ¿Emily Post? Aparte la literatura ha
de tener cosas má s urgentes e importantes que el ofenderse. Bueno ya,
no me voy a enganchar.
De tan mal humor me puse que me voy a saltar esta regla de etiqueta.
Vamos a la siguiente: có mo sentarse con gracia. Al parecer es todo un
protocolo llegar a una reunió n social y sentarse. Hay maneras y hay
reglas. Uno nomá s llega e inserta su trasero en el lugar disponible sin
pensar en si lo hace con gracia o no. Dice en el libro que tienes que
buscar lugar sin prisas y en silencio.
Para sentarse con gracia, uno no lo debe hacer en la mera orilla de la
silla, ni tirarse por completo en un silló n. La posició n perfecta es una
que es fá cil, pero digna. Menciona que ninguna mujer con dignidad
cruza sus piernas ni coloca sus manos en su cadera. Entonces si no
tienes dignidad ni elegancia y eres mujer, te debes de sentar con las
piernas cruzadas.
Dice que la perfecta posició n para una dama al sentarse es en el
centro de la silla. Perfecto, la educació n má s arraigada radica en el
espacio exacto donde uno coloca las pompas al sentarse. Nadie en la
vida se ha ijado en eso, no sé porque en los 1800 la gente se
preocupaba por cosas tan pequeñ as. Por eso tanta guerra y tanto
problema. Bueno, ahorita tambié n hay mucha matanza pero te apuesto
a que los narcos no se ijan en sus sentamientos.
Se toca el tema de los modales en la mesa, pero solo me llamó la
atenció n una cosa. Es una ofensa el rechazar platos en alguna cena
donde eres invitado. Tu rechazo implica que no te gusta lo que se te
está siendo ofrecido. Si en verdad no te gusta, debes de servirte de
perdido poco y comé rtelo para que no sienta feo el an itrió n. A ver, si el
an itrió n me conoce, sabe que odio el cilantro.
Perdó n pero si me sirve una sopa de cilantro, es má s probable que
se la escupa en su cara a que le dé una probadita para que no se sienta
mal. Segú n el libro, la ú nica excusa vá lida para no comer es haber
dejado claro con anticipació n que está s a dieta. Es ası́ la ú nica manera
por la cual tu rechazo no será mal visto por el an itrió n. Tendré que
preguntarle a la persona que me invitó con anticipació n si servirá sopa
de cilantro para decir que estaré ocupado rascá ndome la mano con los
nuevos.
Ya para acabar con este libro del terror, lo ú ltimo que me llamó la
atenció n: lo fundamental del buen comportamiento. Dice que jamá s un
hombre le debe de pedir dinero prestado a una mujer. Una vez le pedı́
prestado a mi novia para comprar su regalo de cumpleañ os. No sabı́a
que me comporté mal.
Ahora resulta que si mi hermano muere y tenı́a unas deudas por ahı́,
yo las tomaré tal como una deuda de honor y pagaré en su nombre.
Olvı́dalo Evaristo, eso nunca va a suceder.
Dice tambié n que un hombre nunca se pasará de listo cuando haga
negocios con una mujer, ni con algú n pobre. Qué lá stima, los negocios
con los pobres son los má s redituables.
Por in una cosa que estoy de acuerdo: quien sea rico, no debe andar
presumiendo su dinero o sus posesiones. Solo la gente vulgar anda
diciendo cuá nto le costó qué cosa. Pienso lo mismo. Bravo.
Por ú ltimo: un hombre bien educado jamá s se divorciará de su
esposa en pú blico. Tampoco un caballero criticará el comportamiento
de su esposa cuando la conducta de esta sea escandalosa. Supongo que
cuando ella no quiera tener sexo, el asunto no es escandaloso, entonces
ahı́ sı́ se puede ir con los amigotes a contarles: “mi vieja no me quiere
coger... ¡pinche vieja!”
Ya acabando con este libro, que en teorı́a iba a ser la base fundamental
de este capı́tulo pero desafortunadamente su rendimiento no fue el
esperado, me avoqué a buscar varias reglas de etiqueta en la
supercarretera de informació n. No suelo ponerle mucha atenció n a
este tipo de “blogs” o de artı́culos escritos por personas que no tienen
el verdadero conocimiento para hacerlo, pero llevo nueve hojas de
Word apenas y quiero llegar mı́nimo a doce. Trataré de hacer esto lo
má s divertido para ti posible, aunque lo dudo que sea para mı́. Los
sacri icios que uno hace para mantenerte interesado.
Encontré un artı́culo en un portal llamado El Debate que se titula “11
Malos Modales en la Mesa que Debes Evitar”. La verdad, lo chequé , le di
otra vuelta, leı́ sus once malos modales y está demasiado equis, muy
desabrido y precario el artı́culo. No sé si a alguien le haya servido
desde que este se publicó el dı́a 19 de marzo del 2015, cumpleañ os de
mi señ or padre. Dudo mucho que haya sido de ayuda para algú n lector
perdido en la red de Internet, pero para este libro no lo fue.
Ası́ he estado los ú ltimos quince minutos. En vez de escribir en el
ordenador que tengo frente a mı́, estuve buscando sitios que me dieran
algú n tipo de empujoncito para que este ensayo sea un poco má s
divertido, pero nadie me estaba echando la mano.
El Google Chrome se ha de estar cagando de risa por dentro. “¿Qué
diablos trae este cabró n que anda buscando esto? ¿Será muy
maleducado o por in va a comer caliente?”. Ya hasta me dio pena.
Ya sé que sientes que perdiste el tiempo leyendo este capı́tulo, ası́
como yo siento que lo perdı́ escribié ndolo. Este tema seriamente no
debió de ser considerado, pero ya lo escribı́ y lo voy a acabar metiendo
a la colecció n que está s sosteniendo en tus manos, y ni modo.
Traté de hacerlo lo má s ameno posible pero creo que fracasé y no
fue mi intenció n. Al principio pensé que era buena idea, pero ahora veo
que estuve en lo incorrecto.
Como conclusió n, esto de la etiqueta es puro excremento de toro.
Emily Post y Gaby Vargas no tenı́an en nada má s qué gastar su tiempo
y y y g q g p
(casi casi como yo al escribir sobre ellas) y decidieron inventar normas
de buena sociedad que la verdad no nos ayudan a mejorar a la cual ya
somos parte de.
Si en verdad quieres tener una buena educació n, sigue tu instinto.
No eructes en la mesa ni mucho menos sueltes un gas. Cié rrate la
bragueta antes de salir de tu casa, y si vas a hablarle de cerca a alguien,
có mete unos chicles. Esas cuantas reglas que acabo de poner
representan mi libro de etiqueta, publicado para ti, amado lector
anó nimo.
De nada.
DE LA SELECCIÓN MEXICANA
Y OTROS DEMONIOS
NOTA: Este escrito no fue originalmente hecho para que sea parte de
este libro. Recié n terminada la Copa de Oro, una revista de futbol me
contactó para que me aventara un artı́culo sobre có mo vivo yo el
futbol, có mo es mi a ició n a la selecció n mexicana, có mo podrı́a
felicitar a los jugadores por el campeonato en el certamen
continental recié n conseguido, o simplemente cuá l es mi punto de
vista sobre todo este gremio. Al escribirlo, aun no se nombraba a
Juan Carlos Osorio como té cnico nacional, nombramiento que me
gustó . Esa era una pequeñ a señ al que todo podrı́a cambiar, por in
iba a disfrutar los juegos de la Verde. Por primera vez en mi vida
apoyé a Mé xico, esto en la Copa Amé rica Centenario, y ya sabes có mo
terminó , con un ridı́culo siete a cero ante Chile. Esto signi ica que
muy probablemente no vuelva a caer en las garras de la selecció n.
Mejor no apoyo para que no se manche má s el nombre de mi paı́s.
Notará s a leguas que le falta mucha actualizació n al ensayo, por lo
mismo que lo escribı́ en Agosto del 2015, recié n habı́an corrido a
Miguel Herrera del equipo mexicano. No quise actualizarlo para
mantener su naturaleza intacta y te puedas transportar a esa é poca,
sentir la frustració n real que estaba yo sintiendo en esos momentos,
futbolı́sticamente hablando.
Total, la revista decidió no publicar mi artı́culo. No me dieron razó n
alguna, simplemente no lo publicaron, y es por eso que lo incluyo
aquı́. Me desahogo en muchas cuestiones y creo que es el medio
perfecto para publicarlo, en un libro de mi autorı́a llamado “Odio
Odiar”, pues má s de la mitad de este ensayo es puro odio hacia la
Selecció n y hacia los a icionados al futbol.
Es un ensayo mera y exclusivamente de futbol. Si eres de esas
personas que lo repudia y que se sienten mejores diciendo que es un
deporte para gente humilde, que es el opio de las masas y demá s
aseveraciones estú pidas, haz un favor a ambos y pasa al siguiente
capı́tulo. Si el futbol te da igual y no conoces mucho de é l pero te
gusta có mo escribo y tienes duda de qué tantas vacadas puedo
escribir sobre el tema, sigue leyendo. Es un placer para mı́ que lo
hagas. Gracias por tu atenció n.
N atraı́do por la Selecció n Nacional de Mé xico. Nunca he
sentido la pasió n que veo en la gente, en mis amigos y en mi familia por
el “Tri”. Nunca me emociono cuando meten gol en algú n Mundial,
cuando logran campeonatos de papel como las Copas Oro, o cuando
triunfan contra Honduras o Belice en las eliminatorias mundialistas.
Nunca me he comprado una playera del equipo, nunca he portado una,
y es má s, creo que solo un par en toda la historia me han llenado el ojo.
Nunca estoy de acuerdo con las convocatorias de jugadores que hacen,
y nunca he sentido las ganas reales de que ganen un partido o de que
claven una anotació n. Eso sı́, veo TODOS los juegos.
Dije una pequeñ a mentira en el pá rrafo anterior: una sola vez en
toda mi miserable vida me he sentido orgulloso y esa ú nica ocasió n si
querı́a que ganaran, y hasta les eché porras, literalmente. Fue en
aquella inal de Copa de Oro en la cual vencieron a su similar de los
Estados Unidos con marcador de 4 a 2, con el Señ or Golazo de Giovani
Dos Santos. ¿Por qué me sentı́ orgulloso? Porque lo vi en un bar en la
ciudad de Indianapolis, Indiana rodeado de puro gringo de pelo
amarillo y piel rosada. Por esa extrañ a razó n se me tripli icó mi
nacionalismo y festejé los goles como ninguna otra ocasió n. Esa es mi
excepció n a la regla.
¡Hala Madrid!
¡Visca Barza! (o como se escriba).
Ese par de frases me rompen las pelotas. A excepció n de que vengan
de una persona españ ola, pueden ser la tortura má s grande a la que se
me pueda someter. ¿Ver có mo degü ellan a cada miembro de mi familia
uno por uno? No lo creo. ¿Qué me castren sin anestesia? Tampoco.
¿Estar condenado a que Justin Bieber sea mi ú nico amigo y viceversa?
Menos. ¿Meterme al Facebook y leer por todo mi “muro” las frases esas
cada que los equipos españ oles ganan? Bingo. La peor tortura. Casi al
mismo nivel que la auto lagelació n de los Opus Dei, pero esa es auto-
tortura y es otro tema completamente.
Imagı́nate un godı́nez nacido en... Ecatepec, Estado de Mé xico (no
tengo nada en contra de Ecatepec, solo fue lo primero que se me vino a
la mente). Su ú ltimo viaje, fuera de los que tiene por cuestiones de
trabajo a la gran ciudad (Mé xico, Distrito Federal) fue cuando se fue a
Acapulco una semana santa hace once añ os. Es americanista pero se
siente superior al futbol mexicano, é l solo ve el europeo.
Dice que el futbol mexicano no tiene calidad, que está muy
corrompido y que es una burla. El equipo de sus amores es el Real
Madrid. Cristiano Ronaldo es su ı́dolo, pero cuando llegó Chicharito al
equipo fue el primero en reventar la contratació n, en vez de darle gusto
que un mexicano (como é l mismo) pueda volver a vestir la camiseta
merengue despué s de tantos añ os.
De iende a capa y espada “sus” colores, se pelea a muerte con sus
compañ eros godı́nez que le van al Barcelona (“a ese tal Juan Ignacio no
lo puedo ver ni en pintura, me cae en los huevos por ser blaugrana,
ojala y se muera”). Lleva siguiendo al equipo unos cuatro añ os, pues
antes no era tan fá cil tener acceso a los juegos europeos, ya sea de liga
o de la Champions como lo es ahora que hasta en la televisió n abierta
pasan los juegos importantes. En ese entonces é l iba al Azteca a apoyar
a las Aguilas pero despué s “vio la luz” cuando se dejó llevar por la estela
merengue. A este tipo de personas podrı́a decir que las odio. Con odio
real y fuerte.
Chance y se te estará viniendo a la mente que me estoy
contradiciendo por toda la historia que te conté sobre mi romance
infantil-adolescente con la selecció n de Alemania, pero esto es
totalmente diferente.
Ya te expliqué por qué me decidı́ por ese equipo (por la ausencia de
Mé xico en el primer mundial que seguı́ en mi vida), tambié n te dije que
el patriotismo no debe de ser factor dentro del futbol. He visto má s
veces en persona juegos de la selecció n de Alemania que de la Verde, y
esto es por accidente. No tenı́a posibilidades econó micas para
pagarme los viajes, y los boletos de los juegos que he visto de los
teutones fue por obra de mi padre. Obra de la casualidad.
Si el mencionado godı́nez iba cada quince dı́as a ver a sus ex-
adoradas Aguilas del Amé rica, ¿por qué dejar esa a ició n y cambiarla
por una que no puede explicar? ¿Ha ido al estadio a ver al Real Madrid?
Te puedo asegurar que en el noventa por ciento es un NO. ¿Có mo es que
se identi ica con los colores o con la institució n españ ola? ¿Por ser el
mejor equipo del mundo? ¡Pues qué fá cil! Si tanto les gusta el futbol
españ ol, ¿por qué no escogieron al Valencia? ¿Por qué no ser hincha del
Athletic de Bilbao? La respuesta “ló gica” serı́a Real Madrid o Barcelona:
equipos que ganan 36 de 38 juegos a la temporada y que quedan
campeones un añ o uno y un añ o el otro.
No quiere sufrir el godı́nez. Si hubiese escogido al Getafe serı́a una
elecció n muy tonta porque se la pasarı́an perdiendo y perdiendo, y
pues ¿qué diversió n hay en eso? Es por eso que escogió el mejor. Muy
inteligente (y conveniente) el godı́nez.
—“Oye, como que me quiere empezar a gustar la NFL, ¿a quié n le
debo de ir?”,
—Pues a los Patriots porque son los campeones y aparte por Tom
Brady”. —“¡Buena idea! De ahora en adelante soy patriota!” Jajajajajaja.
Disculpa, me causa un poco de risa esto. Qué fá cil decisió n es irle al
mejor equipo para ası́ festejar y festejar, en vez de sufrir y sufrir añ o
tras añ o. Deja contarte una historia real.
Tengo un amigo que es hincha de los Rayados de Monterrey pero
tambié n, segú n é l, es a icionado del Chelsea, equipo de la Premiere
League de Inglaterra. En diciembre del 2012, se dio que estos dos
equipos se enfrentaran en un partido o icial en el Mundial de Clubes de
la FIFA. Yo estaba emocionado porque mi ú nico equipo en todo el
mundo (los Rayados) iba a enfrentarse a un grande del futbol mundial
como lo es el Chelsea, que llegó a ese torneo como campeó n de la
Champions en Europa. Le pregunté a mi amigo en son de broma
(porque pensé que su respuesta serı́a la que no fue) que a qué equipo
iba a bancar en este partido: “Pues al Chelsea wey. Rayados no tiene la
má s mı́nima oportunidad de ganar, entonces pre iero que gane Chelsea
para que queden campeones”. No lo podı́a creer.
En verdad me quedé sin palabras. ¿Qué tipo de gente es esta?
Obviamente lo borré de todos lados y no le he vuelto a dirigir la
palabra. Recuerdo tambié n que al acabar ese juego (que terminó
perdiendo Rayados 3 a 1) recibı́ muchos twits de mexicanos que tenı́an
de avatar en su per il el escudo del Chelsea, burlá ndose de mı́ y de mi
equipo. Imagı́nate el nombre del usuario (@juanmercado69) con su
foto de per il del escudo inglé s, locació n Aguascalientes, dicié ndome:
“Jajajajaja pobres rayaditos no pudieron con mi Chelsea, pinche
equipito de segunda”. Ni inglé s sabı́a hablar el tipo este. ¿Qué se debe
de hacer con esta gente? Yo dirı́a que un exterminio pero luego me
tachan de violento y de sá dico. Pero no estarı́a nada mal.
“Pepe, ¿entonces tú eres rayado porque naciste en Monterrey?”. No
necesariamente. Pude haber sido tigre, pude haber sido necaxista. Soy
rayado porque mi padre me empezó a llevar al Estadio Tecnoló gico
cuando tenı́a nueve añ os. Me siguió llevando cada dos sá bados hasta
que llegué a la edad donde yo podı́a irme solo con mis cuates, y no he
parado de asistir.
Mi papá me pudo haber inculcado ser del Atlas de Guadalajara, me
pudo haber llevado al Estadio Jalisco, no tan seguido pero una vez al
mes, y si me hubiese gustado probablemente serı́a yo un rojinegro
frustrado sin festejar un tı́tulo en toda mi apestosa vida. Si el godı́nez
madridista fuera a icionado puro, desde niñ o fuese merengue, hubiese
ido al estadio Santiago Bernabé u en varias ocasiones, no serı́a ex
hincha de ningú n equipo mexicano, y se supiera la historia de su
equipo, jugadores, té cnicos, momentos memorables a travé s de los
añ os, entonces ahı́ serı́a un poco aceptable.
Sé que estas cosas son mucho menos importantes que las
declaraciones de los propios jugadores al terminar un partido, pero a
mı́ sı́ me causan mucho problema. Llá mame trivial.
“Pepe, ¿entonces por qué le vas a los Raiders de Oakland, si no
naciste allá , nadie te lo inculcó , has ido pocas veces a verlos, y no tienes
nada que te identi ique con ellos?” Yo te contesto que porque no hay
NFL aquı́. O má s bien, no hay una liga de futbol americano aquı́, y si lo
hubiera, no habrı́a chance que mis equipos (partiendo del supuesto
que le fuera al local y a los Raiders) se enfrenten en algú n partido
o icial. Aquı́ hay una liga de futbol muy decente llamada Liga MX, no
tienes por qué correr a irle a un equipo extranjero. A mı́ me gusta
mucho ver el futbol europeo, sobre todo la Champions, pero no le voy a
nadie. Bueno, le voy a cualquiera que vaya contra el Real Madrid y el
Barcelona. Eso sı́, el futbol mexicano no lo cambio por nada. Pero ese
soy yo.
Esa fue una de las razones por las cuales desactivé mi cuenta
personal de Facebook. No soportaba ver los mensajes que estos
mamadores escribı́an en sus status. A veces me enganchaba y se
armaba la discusió n. Hasta se me preguntaba que a mı́ qué me
importaba. Pues sı́ me importaba y mucho. No soporto la existencia de
esta gente.
Llá mame odioso o lo que quieras pero en verdad, serı́a diferente ver
un “Venga Má laga, hoy sı́ se puede” a un “¡Hala Madrid, la undé cima!”.
Todo eso se merece un gran ¡NO MAMES! ¡Ni si quiera dices
“undé cima” en la vida real, dices “onceava”, cabró n! Creo que tambié n
cuestionarı́a esa posible a ició n al Má laga. “Es que mi bisabuelo era de
ahı́.” Jajajajaja en serio.
Ya que saqué toda esta frustració n de mi pecho, regresemos al tema
principal. ¿Le tengo que ir a la Selecció n Mexicana simplemente por el
hecho de que nacı́ en Mé xico? La gran mayorı́a de la població n en la
Repú blica dirá que sı́. Mi opinió n es un no absoluto. Yo no me identi ico
con la Verde. No me atrae para nada este equipo.
Me dan muy pocas razones para querer que trasciendan. Serı́a como
apoyar las acciones de un polı́tico simplemente porque es mexicano
como yo. A mı́ no me representa esta selecció n, o por lo menos no lo ha
hecho desde que soy a icionado al futbol. Pudiera ser que me daba un
poco de gusto cuando le ganaron a Irlanda en el mundial de USA 94.
Tambié n querı́a que le ganaran a Argentina en la inal de la Copa
Amé rica del 93. Veı́a que estaban siendo bien dirigidos por Ricardo
Lavolpe en todo el proceso mundialista del 2006.
Esas son unas de las pocas excepciones en donde han levantado un
poco de sentimiento en mı́. En todas las demá s, me siento hasta
distanciado de mis amigos futbolı́sticamente hablando. Ellos sı́ apoyan
ciegamente solo porque el uniforme porta los colores de su bandera.
Yo a todos lados que voy con mi banda, digo con mucho orgullo que
soy mexicano, y que Mé xico es un gran paı́s (lá stima de la corrupció n
que existe en todas las esferas de este). Es una nació n que tiene TODO
absolutamente, hasta todas las cosas malas está n incluidas en nuestra
tierra.
No apoyar a la Verde no me hace menos mexicano que el que sı́ lo
hace. Es futbol de lo que estamos hablando, un simple juego, que
mueve masas y pasiones, pero al in del dı́a, un juego.
La Verde acaba de ganar la Copa Oro 2015 hace unos dı́as, y estoy
seguro que recuerdas la manera con la que lograron esto. Si no te
acuerdas, deja refrescarte tu memoria. En cuartos de inal, Mé xico
enfrentando a Costa Rica se fueron a tiempos extras con marcador de
cero por cero. Ya en tiempo de compensació n, apunto de irse a la serie
de penales, le regalan uno de estos a Mé xico por una falta totalmente
inexistente sobre Oribe Peralta dentro del á rea tica. Guardado se
encargó de meter la pena má xima, y ası́ darle el “triunfo” a la escuadra
mexicana.
Dı́as despué s llegó la semi inal ante Panamá . Primero el á rbitro no
expulsa al delantero mexicano Carlos Vela despué s de un lagrante
codazo al abdomen de un panameñ o. Posteriormente expulsa a un
jugador canalera por un codazo muy dudoso. Con todo y un jugador
menos, Panamá logra clavarle gol a Mé xico, yé ndose arriba en el
marcador por la mı́nima diferencia y borrando por completo del campo
a la Verde.
Llegó el minuto 90 y con é l el tiempo de compensació n. El á rbitro se
sacó de la manga una mano dentro del á rea de un defensa panameñ o y
marcó penalty. Por supuesto que a todo mundo le convenı́a que pasara
Mé xico a la inal, ya que má s temprano Estados Unidos habı́a perdido
contra Jamaica, y pues una inal entre Panamá y Jamaica ni los
familiares de los jugadores la verı́an. Fue por eso que Mé xico recibió
esta ayudadota que segú n yo y muchos má s fue mandada desde los
altos mandos de la CONCACAF viendo por sus intereses econó micos
comerciales.
Los jugadores de Panamá , enterados de lo acontecido en el juego
entre Mé xico y Costa Rica, estaban a punto de abandonar la cancha
para perder por “default” como un tipo de protesta pero su entrenador
los convenció de seguir jugando y tratar de parar el tiro de Guardado, el
cual terminó dentro de la porterı́a, mandando el juego a tiempos
extras. Era tal el descaro que en las redes sociales no habı́a un solo
mexicano festejando el empate.
Todo mundo querı́a que Mé xico tuviera vergü enza y fallara el penal
a propó sito lo cual por supuesto que nunca iba a suceder, dada la mala
educació n y poca é tica de su entonces entrenador, si es que merece ese
tı́tulo, Miguel “el Piojo” Herrera (en un momento te cuento por qué
aborrezco a este tipo).
Ya en tiempos extras los panameñ os tenı́an su espı́ritu por los
suelos, y que el á rbitro vuelve a marcarles otro penal en contra. Esta
segunda pena má xima no estuvo tan descarada como la primera, sı́
hubo contacto y varia gente conocedora dijo que en efecto sı́ era penal,
pero como estamos tirando mierda, escribiré que no lo era tampoco.
Guardado volvió a meter gol desde los once pasos y se acabó el partido.
Lo peor de todo esto es que los jugadores celebraron con mucha
algarabı́a el pase a la inal, lo cual hizo todo esto muchı́simo má s
vergonzoso ante los ojos del mundo, no porque el mundo estuviera
atento a las semi inales de la devaluadı́sima Copa Oro, sino porque
querı́an ser testigos de uno de los robos má s grandes en la historia de
esta confederació n.
Ya en el partido por el campeonato, Mé xico apabulló a la selecció n
de Jamaica sin alguna duda de su superioridad. Lo curioso fue que
cuando el á rbitro pitó el inal del juego, los jugadores mexicanos
estallaron de la emoció n.
Los hermanos Dos Santos parecı́an que acababan de ganar la Copa
del Mundo, Herrera bañ ado en Gatorade, todos brincando y cantando
con mucho orgullo. ¿De dó nde sacaron ese orgullo? Yo nunca
comprendı́ có mo no mostraron un poco de dignidad, recibir el trofeo
de campeó n sin tanta iesta y retirarse modestamente sabiendo que no
ganaron ese galardó n en la cancha. O má s bien, ellos no ganaron ese
campeonato. Los á rbitros y los directivos lo ganaron por ellos.
¿Có mo podrı́a identi icarme con algo ası́? Me estaba dando pena
ajena lo que estaba viendo en la tele. Ese partido lo vi con mi papá y
mis hermanos.
Mi papá dejó de ser a icionado al futbol por situaciones similares
que las que hicieron que Mé xico superara ronda tras ronda en esa copa,
y ver todo eso con é l y escucharlo decir “por mierdas como esta dejé de
ver el futbol”, me dejó sin argumentos.
¿Có mo aplaudirle a estos jugadores que festejan un triunfo que no
es de ellos como si fueran el non plus ultra del balompié ? Eso a mı́ no
me llama la atenció n, eso a mı́ me da asco y lo expresé en las redes
sociales a má s no poder. Pensando que todos mis seguidores en
Twitter tenı́an cerebro, expresé que la CONCACAF era un asco, que la
selecció n era un asco, y que todo lo que estaba viendo era un asco.
¿Quieres saber qué tipo de respuestas me encontré ? “Tú eres
mú sico, no hables de futbol que no te queda. Mé xico campeó n!!!”. Me
sorprendió la estupidez magna que el tipo que escribió eso estaba
destellando. Y no lo leı́ una sola vez, varios twits que me llegaron
contenı́an má s o menos el mismo mensaje: “tú qué sabes? Ponte a
hacer canciones mejor y cá llate”, “Pinche regio ardido, ponte a asar
carne”, y muchos má s similares.
Entonces, si el ser mú sico me impide ver y tener conocimientos de
futbol, ¿por qué un cocinero sı́ podrı́a verlo y hablar de é l? Segú n yo, ser
mú sico es una profesió n al igual que ser cocinero. Si seguimos la
misma ló gica, ¿el cocinero estará condenado a solo hablar de cortadillo
y sopa de arroz para siempre? ¿Por qué el ser mú sico me impide ver
futbol? ¿Qué sensatez tiene esa declaració n?
A veces sı́ pienso que algunas personas no son má s pendejas
simplemente porque no entrenan.
Esto que te acabo de narrar es lo má s reciente en cuanto a futbol
sobre nuestra selecció n mexicana. Escribo esto en agosto del 2015. Si
lo está s leyendo despué s no empieces con “pues eso fue hace mucho,
ya hasta pasamos al mundial de Rusia”, por eso lo aclaro.
Afortunadamente el infame Piojo Herrera cavó su propia tumba al
mero dı́a siguiente de ganar la Copa Oro al golpear a un narrador de
televisió n en pleno aeropuerto de Philadelphia, solo porque esta
persona hacı́a crı́ticas en las transmisiones. Me hubiera dado mucho
má s gusto que hubiese habido policı́as en los alrededores del incidente
y hubieran metido al señ or este, y a su hija que cacheteó al Doctor
Garcı́a (co-locutor del otro cronista atacado, Christian Martinoli) a la
cá rcel por desorden pú blico, que en los aeropuertos de Estados Unidos
puede ser considerado una “felonı́a”.
Por cosas como esta, y muchas otras má s, odio a este personaje. Te
cuento...
No voy a hablar de Miguel Herrera en su etapa de jugador, pues me
tocó verlo muy poco aunque sı́ lo recuerdo en el Atlante, en Toros Neza,
y hasta en la selecció n mexicana. Voy a enfocarme en su carrera de
director té cnico, iel seguidor de la escuela lavolpista. Sé que fue
entrenador del Atlante por varios añ os con el cual no logró nada,
despué s fue contratado por mi equipo, los Rayados de Monterrey. Ahı́
tampoco logró campeonatos, pero llegó a dos inales de liga perdiendo
las dos.
Debutó muchos jugadores que aú n son titulares en el equipo tantos
añ os despué s, y hasta fue é l quien ichó a la má xima estrella rayada
Humberto Suazo. Despué s de algú n tiempo má s fue cesado por falta de
resultados, pero se podrı́a decir que hizo un buen papel como té cnico
del Monterrey. Desde ahı́ me empecé a dar cuenta que el Piojo era un
té cnico muy reclamador. Si un á rbitro pitaba algo (lo que fuera) en su
contra, é l se iba directo contra el cuarto juez reclamá ndole todo como
si este tuviera el poder de revertir el señ alamiento. Eso me llegaba a
hartar.
Tambié n se notaba que le gustaba mucho la fama, que hablaran de
é l, ser el centro de atenció n. Habı́a destellos de eso que despué s
explotó a su favor siendo té cnico nacional. A leguas se notaba su mala
educació n, y su porte callejero lo escondı́a detrá s de trajes caros y
zapatos lustrados. Deja contarte una ané cdota que vivı́ con é l de
cará cter personal para que veas qué tipo de persona es este sujeto.
Corrı́a el añ o 2005 y yo tenı́a un equipo de futbol amateur con mis
amigos. Nos metimos a una liga que resultó tener un muy alto nivel
competitivo, y en un partido nos tocó jugar contra un equipo de ex
jugadores rayados como Luis Miguel Salvador, Roberto Andrade,
Roberto Medina, Sergio Verdirame, y el propio Miguel Herrera, que era
por entonces el Director Té cnico del Monterrey. Obviamente ı́bamos
perdiendo, y por muchos goles, ya que por algo todos eran ex jugadores
profesionales y no por ser viejos pierden calidad. Tuve una jugada
dentro del á rea contraria, Miguel Herrera me derribó y el á rbitro marcó
penalty.
Me preparo yo mismo para cobrarlo, en eso se acerca Herrera y me
empieza a decir para destantearme, en acento chilango naco:
“Nooombre mano, ayer con tu hermana me la pasé de huevos caaaaa,
que rica está ”. Mi hermana nació en el añ o 2000, y en ese momento ella
contaba con cinco añ os de vida. Se lo hice saber al instante: “¿mi
hermana? Pero tiene cinco añ os wey”, a lo cual contestó dudoso y
sorprendido “eeeehhh sı́ sı́ sı́, yo sé ”. Ese fue té cnico de la Selecció n
Mexicana de Futbol.
Regresando a las andadas futboleras, te repito que para mı́ y para el
mundo futbolero, Herrera hizo un buen papel a secas con los Rayados.
Despué s regresó al Atlante sin gloria y creo que descendió a los Tecos,
para despué s ser nombrado té cnico de las Aguilas del Amé rica, equipo
con el cual logró su primer y ú nico campeonato como entrenador hasta
el momento.
Se puede decir que ser DT del Amé rica es un puesto importante en
el futbol mexicano, por el arraigo y la historia de esta institució n. En mi
opinió n, llegó a ese puesto por el trabajo que hizo en Monterrey, no por
lo hecho en Atlante o en los otros equipos que entrenó . Entonces se
puede a irmar que llegó al Amé rica gracias a lo logrado aquı́ con mi
equipo. En esa temporada que levantó su ú nico campeonato como
té cnico a nivel de clubes, el Amé rica eliminó al Monterrey en
semi inales, ganando el partido de ida en el Estadio Tecnoló gico.
Cuando un jugador le mete gol a su ex equipo, y ese ex equipo
signi ica algo para é l por có mo fue tratado o por el “cariñ o” que le
puede tener a su a ició n, este no festeja el gol y menos en su cancha.
Bueno, este tipo festejó con gritos, brincos y demasiada energı́a, hasta
parecı́a actuado y adrede. Ahı́ me empezó a caer mal este ser.
Sú male sus festejos mega exagerados bajo la lluvia cuando el
Amé rica ganó el campeonato ante el eterno subcampeó n Cruz Azul, y
tambié n agré gale que lo llamaron de emergencia a la Verde para
“salvar” una eliminatoria vergonzosa ante la discreta selecció n de
Nueva Zelanda en el repechaje para un boleto del mundial de Brasil. Ahı́
fue donde este señ or se in ló de má s (en sentido literal y igurado), se
sintió el salvador de la patria. Juan Escutia era un pelele a lado del Piojo
(o eso sentı́a é l).
Ademá s, no tuvo su iciente con creerse eso, se llevó a todo el plantel
del Amé rica para lograr la “gran hazañ a” de darle el boleto a Mé xico. Te
juro, la selecció n mexicana estaba conformada por unos veinte
jugadores del Amé rica y tres del Santos de Torreó n. Era algo ridı́culo y
penoso. Pero nadie lo cuestionó porque ganó la eliminatoria frente a
los neozelandeces. Te prometo que con el equipo amateur donde yo
jugaba le ganá bamos a ese equipo que Mé xico venció . Era un chiste, y
todo mundo se rió de tal.
O sea, que para la Femexfut fue un é xito el nombramiento de
entrenador que se le dio a Herrera. Lo má s lamentable es que hubo
gente que le agradecı́a el pase al mundial al Piojo, “¡Gracias Piojo por
meternos a la Copa del Mundo!” Al que le debieron de haber
agradecido, mandá ndole lores, chocolates y hasta hermanas era al
jugador estadounidense llamado Graham Zusi que le metió un gol en el
ú ltimo minuto a Panamá mientras Mé xico perdı́a ante Costa Rica. Sin
ese gol de Zusi, Mé xico hubiera quedado eliminado. Sı́, eliminado en la
CONCACAF, donde hay tres pases directos al mundial y una
oportunidad para el cuarto lugar por la vı́a del repechaje, puesto que
ocupó Mé xico gracias a ese gol. Nunca vi algo de agradecimiento ni
para Zusi ni para la selecció n de los Estados Unidos, solo alabanzas
para Miguel Herrera despué s de destrozar a Nueva Zelanda.
“Pepe, no hables tan mal del Piojo. Hizo muy buen mundial”. He
escuchado eso in inidad de veces. Analicemos su “buen mundial”. Sı́
sorprendió un poco su actuació n en la fase de grupos, sobre todo a mı́
porque yo vaticiné un solo punto, que empataban con Camerú n y adió s.
Vencieron a Camerú n y a Croacia, y empataron a cero con el an itrió n
Brasil. Pasando como segundo de grupo por diferencia de goles, les
tocó enfrentar a Holanda.
El primer error ahı́ fue que ya se estaban saboreando las
semi inales, porque de ganarle a Holanda (tarea sumamente
complicada) les tocarı́a Costa Rica en Cuartos (que en las eliminatorias
pasó por encima de la Verde), entonces toda la gente ya se veı́a en la
instancia antes de la gran inal. “¡Hazme el recabró n favor!”
Llegó el tı́pico cuarto partido (octavos de inal) al cual Mé xico ha
llegado en los ú ltimos cinco mundiales. Lo digo como algo bueno, creo
que hay pocas selecciones que han logrado cali icar a la siguiente
ronda en cinco mundiales consecutivos, pero estoy escribiendo esto
porque hay gente que dice que en este ú ltimo mundial lo que hizo la
Verde fue extraordinario. En esas cinco veces consecutivas en octavos,
nunca se ha llegado al mı́tico quinto partido, o sea a cuartos de inal, y
en Brasil 2014 no fue la excepció n. Mé xico perdió 2-1 contra Holanda
con un penal que al parecer solo yo me di cuenta que SI FUE PENAL. Ojo
objetivo, yo muy pocas veces en el fut soy subjetivo, trato de ser lo má s
imparcial posible para disfrutar al má ximo mi a ició n por este deporte.
Yo sı́ vi el pisotó n de Rafa Má rquez a Arjen Robben. El gran problema
fue que el holandé s dramatizó de má s la falta. En vez de tirarse al suelo
despué s del contacto, Robben saltó como bailarina para despué s caer
al cé sped y de ahı́ se agarró todo un paı́s e hicieron famoso
mundialmente el grito de consolació n “No fue Penal”. Se repetı́a la
historia para la selecció n mexicana. Fuera en octavos sin dar mucho de
qué hablar.
Ahı́ te va mi resumen de la actuació n mexicana: ¿Quié n fue la
estrella del equipo? Creo que todos estamos de acuerdo que fue
Guillermo Ochoa, portero. ¿Realmente crees que si el portero es el
jugador má s destacado de un equipo, este equipo juega bien al futbol?
Ochoa fue el ú nico jugador mexicano que dio de qué hablar
futbolı́sticamente durante el torneo, y eso que casi todos los tiros que
paró iban a su cuerpo, salvo ese cabezazo que le sacó a Neymar en el
á ngulo, gran lance de Ochoa.
“Pepe, todo mundo va a recordar a Mé xico en este mundial”.
Increı́ble, pero escuché eso muchas veces. ¿Recordar? ¿Por qué ? ¿Acaso
por los festejos infantiles de su entrenador revolcá ndose en el piso
cada que anotaban gol? Herrera sabı́a que las cá maras estaban sobre é l,
y lo repetı́a cada anotació n. Se fundı́a en un abrazo con los jugadores y
se tiraban al piso para seguir festejando. Sı́, por un gol. Salió en todos
los diarios deportivos del mundo. “Este Piojo sı́ siente la camiseta,
tiene una pasió n desmedida por la selecció n”. A mı́ solo me causaba
risa y pena ajena. ¿Qué otra razó n por la cual Mé xico serı́a recordado?
¿El infame grito de “eeeeeeeeh ¡PUUUTO!” de la a ició n mexicana cada
que el portero contrario sacaba de meta? Eso no es deportivo ni
futbolı́stico, pero tristemente es una de las cosas por las cuales Mé xico
será recordado en este mundial. ¡Y si es que lo recuerdan! Ni Costa Rica
será recordado y eso que pasó a cuartos de inal, cosa que Mé xico no
logra desde 1986 siendo an itrió n. Esas dos razones podrı́an ser las
que den una pequeñ a probabilidad de que alguien fuera de la gente
mexicana se acuerde de la actuació n verde en Brasil.
Cabe mencionar tambié n que Mé xico fue el ú nico equipo que no le
pudo meter gol a Brasil en todo el mundial. Ni cerca estuvieron, y Brasil
fue el equipo má s goleado de todo el certamen. “Pepe, Alemania les
metió siete en un solo partido, no vale esa estadı́stica”. Discú lpame,
siete goles en un partido siguen siendo siete goles en contra. Defensa
de agua que el sú per planteamiento de Herrera no pudo superar.
AGOSTO 6, 2015
MALDITOS BLACK EYED PEAS
1. “Cheerleader” de OMI
220,880,105. Ese soy yo. Sı́, en YouTube soy ese nú mero de vidente del
video o icial de esta canció n. Solo le encuentro una simple explicació n:
el mundo perdió la habilidad de escuchar.
El planeta Tierra agarró un taladro y se lo atascó en sus oı́dos, por
ende, la mayorı́a del planeta quedó sorda de alguna manera,
encontrando placer en cosas que deberı́an causar repugnancia. Sé que
el planeta tiene muchı́simos má s habitantes que el nú mero de vistas de
este maldito video, pero 220 millones son muchos. Y lo peor es que soy
uno de ellos. Un click es mı́o, no hay nada que pueda hacer para que
alguien me regrese ese click.
De initivamente es lo peor que he hecho en mi vida. El otro dı́a le
metı́ una zancadilla a una anciana que trataba de cruzar la calle estando
el semá foro en verde (o sea, que no debió de cruzar). Venı́a un camió n
de pasajeros a toda velocidad, la anciana ya iba a alcanzar la meta, y yo
decidı́ meterle la pata. Ya no supe en que acabó la historia porque yo
iba corriendo, pero eso es lo segundo peor que he hecho en toda mi
vida.
La peor es haber escuchado esta canció n voluntariamente. Y todo es
culpa de Billboard. No, es má s, es culpa tuya por hacerla popular. Tú
mataste a la viejita, no yo.
El otro dı́a estaba con un amigo mı́o muy cercano y le platiqué de
é sto que estaba escribiendo, contá ndole el top 5 que ahorita estoy
analizando. Yo aú n no escuchaba esta canció n, pero cuando la
mencioné , mi amigo me dice: “aaah a mi morra le embola (gusta) esa
canció n, de hecho.” No tenı́a una idea de lo que me esperaba.
Solo me queda decirle a mi amigo: “wey, tu morra tiene gustos muy
pinches. Te paso el telé fono de mi otorrinolaringó logo, ha de tener una
bola de cera en sus oı́dos que no la dejan escuchar bien. A la otra que la
veas, pı́dele que escriba tu nombre en un papel a ver si tiene la
informació n correcta. Chance no te escuchó bien cuando te presentaste
hace cinco añ os que se conocieron”.
Bueno, a lo que nos ruge, la canció n. No sé de donde sea este
hombre, pero se ve que tiene una fuerte in luencia de reggae. Má s Inner
Circle que Bob Marley. De hecho suena mucho a la voz de cantante de
Inner Circle. ¿Te acuerdas? “Alalalalalo Alalalalalololilololo Camooon”. Sı́,
esos. Deja checar en wikipedia. Aguá ntame.
Ya. De initivamente no es el de Inner Circle porque nació en 1986. A
menos que Inner Circle tuviera en sus ilas a un integrante de ocho
añ os con voz de adulto cuando alcanzaron su fama, te aseguro que no
estuvo en dicha agrupació n.
El señ or Ornar Samuel Pasley (verdadero nombre de OMI) nació en
Jamaica, por ende su in luencia reggae. Ojo, la canció n es lo má s alejado
a reggae que he escuchado. Hablo de su forma de cantar, la cual
tambié n está inundada de autotune, como la mayorı́a de las canciones
en este conteo. He llegado a pensar que no es accidente que le dejaron
el autotune agresivo, solo que es la moda. Y esa moda fue creada por
gente como tú , que piensa que ası́ se deben de escuchar las voces de los
cantantes.
No me digas que no, pues los productores siguen y siguen sacando
cosas similares, y es por algo, porque saben que será consumido como
la cura a alguna enfermedad apocalı́ptica que espero llegue pronto
porque pre iero la muerte a seguir viviendo en este mundo donde este
tipo de canciones reinen la industria.
Te recibe una trompetita acompañ ada por tres acordes de piano, y
en eso entra la voz que ya te má s o menos describı́ junto con unas
percusiones, no sé si sean congas o djembes o darbukas o no sé , pero
en eso llega al coro y el piano desaparece, dejando al oı́do maleducado
a la pura voz con las percusiones, pero no, dejan muy en el fondo un
bajo muy suavecito para darle algú n tipo de armonı́a a la canció n. La
melodı́a del coro parece sacado de una canció n de OV7 o de Kabah, no
sé de cual era exactamente.
No estoy diciendo ni que OMI se haya plagiado la melodı́a ni que la
canció n de OV7/Kabah esté mala (lo cual posiblemente sı́) solo tiré el
dato a la mesa a ver que ocasiona en tus interiores. No quiero entrar en
el tema de la letra, no me voy a denigrar de esa manera ni quiero
enterarte de lo espectacular que está la super icialidad de este tema, y
qué lá stima porque eso iba a hacer que escribiera má s, ası́ ocupar má s
espacio y llegar má s rá pido al nú mero decente de pá ginas que debe de
incluir un ensayo, pero en verdad pre iero contarte que me acabo de
comer una barrita de esas de granola de 90 calorı́as y diez almendras
como snack, los cuales me hicieron lo que el viento a Juá rez y aú n faltan
como tres horas para cenar. Creo que estaré en problemas
hambriı́sticos en los pró ximos minutos. Bueno, segú n yo ya cubrı́ lo
que hubiese sido mi comentario lı́rico, entonces sigamos.
No tengo mucho má s que decir sobre esta canció n. No tengo nada
en contra del señ or OMI, é l está haciendo su trabajo para ganar dinero y
vivir una vida có moda. Tengo algo en contra de la gente que lo
consume. Esa gente deberı́a de perder por completo la habilidad de
escuchar. Sorda completa.
Yo pago los procedimientos mé dicos de todos, no me importa. No
me importa quedar endeudado para toda mi vida y que mis hijos aú n
inexistentes, al nacer ya sean herederos de una deuda má s grande que
la externa que Mé xico tiene. No me importa condenar a toda mi
descendencia a la pobreza, no me importa que en el añ o 2134 un
tataranieto maldiga mi nombre y le escupa al busto que sin duda algú n
dı́a estará en el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de Mé xico.
Les dejo este documento donde dice la verdad de por qué los dejé
con este pesar. Sé que entenderá n, sé que me perdonará n porque hice
lo correcto. Removı́ del mundo a gente con mal oı́do, ellos de seguro le
dijeron a sus amigos y a sus hijos que dejen de escuchar mú sica
plá stica y de mentiras y por ende poco a poco empezó a desaparecer el
mal gusto musical en las masas. Todo porque yo inancié una limpieza
total auditiva en el mundo, operació n y rehabilitació n de los seres que
muy probablemente no es su culpa que hayan tenido ese pé simo gusto
en la mú sica.
De seguro es culpa de lo que ven en la tele o de que en verdad en
estos tiempos los artistas hacen cero esfuerzo por sacar algo con
corazó n y alma. Cualquier sonido aná logo (del ano) ya puede ser
considerado como algo nuevo e ingenioso. Si no me creen, ahı́ esta
Skrillex. De nada, mundo. De nada, familia Madero. Sé que pagará n mi
deuda con la cara en alto.
Recuerdo perfectamente el momento en el cual todo empezó a
cambiar. Ese cambio se empezó a dar poco a poco, paso a paso, nadie
nos dimos cuenta de lo que estaba sucediendo. Bueno, yo un poco pero
no era nada alarmante. Hasta que llegó I Gotta Feeling de los Black Eyed
Peas. Es por eso el tı́tulo de este escrito. Todo es culpa de ellos.
Ellos causaron la debacle de la creatividad musical en los artistas, y
sobre todo, metieron el ú ltimo clavo en el fé retro del rock.
Fue el 23 de junio del 2009 cuando estos tipos decidieron sacar al
mundo lo que serı́a el comienzo del in. De esta canció n nació toda una
calañ a de canciones enfocadas a lo mismo y hechas de la misma forma:
todas hablaban de la iesta y de qué tan padre se la van a pasar por la
noche y todas eran producidas por reconocidos DJs. Y ni me toques ese
waltz que me pongo a bailar. Djs. Esta profesió n es el cá ncer en la
mú sica.
No dudo que algunos de ellos tengan algú n tipo de talento o de
sensibilidad musical, pero para mı́ ser DJ no es igual a ser mú sico. Si
eres un guitarrista y pianista virtuoso con una creatividad inigualable y
un buen dı́a decides convertirte en DJ, dejaste de ser mú sico.
Asesinaste tu mú sico interno, a sangre frı́a, un cuchillazo en el cuello
mientras lo veı́as a los ojos. Y te bañ aste en su sangre mientras
carcajeabas.
Estas personas con saber moverle a un software de computadora,
ya pueden hacer millones de dó lares, gracias obvio, a la gente tonta que
paga extra por ir a verlos “tocar”. Ellos no tocan, ellos llegan a su
pequeñ a estació n que les ponen en el escenario ya sea de algú n antro o
de algú n foro para conciertos (si es para conciertos, no sé qué hacen
estos tipos ahı́), conectan su laptop al audio, le pican “play”, empiezan a
mover los brazos como imbé ciles, y ya.
Se podrı́an poner a tomar o a cotorrearse a las edecanes o groupies
que siempre rondan a su alrededor y la compu les harı́a todo el trabajo,
pero obvio no hacen eso porque ya serı́a el colmo del descaro. Es por
eso que ves que se ponen los audı́fonos en un oı́do siendo ayudados
por su hombro, y hacen como que está n resolviendo el acertijo para
abrir la puerta a las Minas de Moura. Lo peor de todo é sto es que miles
y miles de personas pagan un dineral por ver a estos aprovechados.
Hay festivales completos repletos de esos seres ganando millonadas
por picarle a un botó n, mientras por otros lados hay mú sicos de verdad
casi casi sangrando en los escenarios, con mú sica de su corazó n y alma,
algunos de ellos subié ndose a tocar enfermos o cansados solo para
hacer unos cuantos pesos y poder cubrir la renta de este mes. Eso es lo
que me enoja.
Aparte resulta que ser DJ es lo “cool” hoy en dı́a. Todas las mujeres
ahora quieren estar con ellos, es lo de moda y seguramente traen
drogas. No lo digo por envidia, para nada, yo no necesito nada de eso,
solo me da risa como la gente se la cree. “¡Vamos a ver tocar a Avici!”.
Me puedo arrancar los ojos del coraje. Esa audiencia y ese dinero
derramado por esa audiencia tonta está n siendo dirigidos
incorrectamente.
Sé que los DJs existen desde hace varias dé cadas, no son algo nuevo,
pero desafortunadamente me tocó a mı́ la resurrecció n de su maldito
gé nero, el EDM. Haz de cuenta que Dios fue al bañ o, evacuó despué s de
una noche de juerga y tacos al pastor, un pedazo nos cayó desde el cielo
y eso es la EDM y los DJs. Tengo amigos DJs y gente conocida que son
DJs y eso nunca me ha detenido a decir lo que pienso sobre este tema.
Tal vez me odien, tal vez mienten madres mı́as y me contraataquen con
estupideces mil veces oı́das y leı́das pero pues creo que no estoy solo
en esta opinió n. DJs: está n matando a la mú sica.
Agá rrense una guitarra, compongan una canció n como el cordero
manda, ponle letra, y si quieres despué s tradú cela a mú sica electró nica,
pero que tenga algo de alma por lo que má s quieras.
No tengo nada en contra de las canciones con tintes electró nicos,
pero por favor que sean canciones con corazó n, que no sean
super iciales y sin fondo. Que no sean ritmos con ruidos que se repitan
por ocho minutos para que el tachoso de mero adelante se pierda en el
in inito mientras toma agua. Como dirı́a Morrissey al principio de los
ochenta: “cuelguen al DJ”.
Regresando al tema, a mediados del 2009 todo se derrumbó , como
dirı́a Emanuel. Despué s del é xito de esta mentada canció n (la cual me
castraba cada vez que la escuchaba, y me castraba má s abrir mi
Facebook y ver que TODO MUNDO, incluidos los hombres, ponı́an en su
status los viernes por la noche “I gotta feeling that tonight's gonna be a
good night.” No te puedo explicar la rabia que llenaba mi cuerpo. Es
má s, mientras te cuento é sto, estoy sintiendo lo que sentı́a en esos
momentos) empezaron a salir má s y má s canciones exactamente igual,
cortesı́a de David Guetta, Avici, Calvin Harris, y mil y un nombres má s
de los cuales jamá s volverá s a escuchar en tu vida. Despué s Black Eyed
Peas seguı́a con su machote (no me re iero a un ser masculino de
tamañ o considerable, sino a un tipo de copia al carbó n) con esa
barbaridad de “everyday i'm shuf ling”, etc. Era muy fá cil, agarra tu
cantor de moda (Rihanna) y tu DJ de moda (Guetta), ¡Pum! Exito
instantá neo. La canció n en si no importa, importa la colaboració n, que
se vean bien en el video, que tenga un ritmo para antro, y que la letra
contenga las palabras “baby”, “tonight”, “girl”, “piñ a colada”, “club”.
Deja contarte una experiencia que tuve con estos tipos llamados
Black Eyed Peas. De hecho es una metahistoria, o sea una historia
dentro de otra. Bueno, no me hagas caso, el caso es que pasó lo
siguiente: corrı́a el añ o 2003, y me topé en la tele el video de alguna
canció n que cantaba un grupo llamado Black Eyed Peas. Esta canció n se
llamaba “Where is the Love?” (que tuvo que ser compuesta y escrita
por OCHO personas, sı́, leı́ste bien. Ocho cabrones se sentaron en
alguna sala, con piano y guitarra a la mano, para componer esta
canció n. Iba a poner ejemplos de personas que escriben discos enteros
ellos solos, pero mejor te la dejo de tarea. OCHO.), decı́a que era la
colaboració n con Justin Timberlake, al cual nunca encontré ni en el
tema ni en el video. Total, el nombre de la banda me sonaba bastante,
se me hacı́a muy familiar. Empecé a escarbar en mi memoria
fuertemente hasta que despué s de algunas horas di en el blanco.
Retrocedamos al añ o 1999 a la ciudad de San Antonio, TX.
Era un verano caluroso en el centro del estado de Texas, pero
viajá bamos con mucho entusiasmo a lo que serı́a nuestro primer
Warped Tour de muchos que irı́amos en los siguientes añ os. 1999,
tenı́a yo dieciocho añ itos cuando esta ané cdota sucedió .
ı́bamos mi compadre Felipe Ferná ndez (baterista de Purgatory,
compañ ero en mi carrera de Derecho, y compadre, ya que soy padrino
de su hermosa hija Marı́a José ) y el Raya (uno de mis primeros amigos
y la inspiració n detrá s de la canció n “El Gran McGee”) en esa aventura,
nos esperaban bandas como Less Than Jake, The Living End,
Zebrahead, Jimmy Eat World, Blink182, y muchas má s.
La emoció n era mucha, y má s porque vivirı́amos todo un in de
semana en la ciudad má s obesa de los Estados Unidos de Amé rica. Pero
no voy a escribir de má s, me quiero enfocar a lo importante (me acabo
de acordar que Eminem tambié n era parte del festival, aunque era de
punk rock solamente. Nunca entendı́.). Ya en el gentı́o, bajo el sol que
expulsaba alrededor de 37 grados centı́grados, está bamos esperando
de un lado del escenario a una banda que creo solo sacó un disco, pero
era bueno. Esa banda se llamaba Lit.
Del otro lado del escenario estaban unos raperos que nadie les
estaba haciendo caso, mucho menos escuchando. Su mú sica no era
nada agradable para mis oı́dos, pero yo estaba aguantando porque
acabando ellos, inmediatamente empezarı́a Lit. Recuerdo que esta
banda se llamaban Black Eyed Peas, eran varias personas de tez oscura
rapeando y sobre todo me di cuenta de un latino que traı́a puesto un
tipo de turbante á rabe, y tambié n rapeaba con todo lo que daba su
alma, pero nadie les daba bola. Llegó el punto en el cual la audiencia
empezó a gritar “¡Lit, Lit Lit Lit!” en alusió n a que ya querı́an que
empezara la banda que todos esperá bamos.
El rapero del turbante empezó a hacernos señ as, hasta que todos
perdieron los estribos y empezaron a gritar en el micró fono (voy a
tratar de ser lo má s cercano a lo que pasó posible, ten en mente que
esto sucedió hace 16 añ os): “No nos importa, vá yanse con su bandita
esa, esa que MTV formó . ¡Adelante, borregos!”, y para cerrar concierto,
y lo escribiré en el idioma que fue expresado: “FUCK MTV! FUCK
MTV!!!!!”. Sı́, los Black Eyed Peas se tiraron esa. Yo no les di mucha
importancia, pensé que su carrera no pasarı́a de un añ o má s.
Cuatro añ os despué s, me los topo en MTV y en todos sus similares y
relacionados. Multigalardonados por aquella cadena de televisió n que
tanto insultaban y tanto odiaban, segú n ellos para hacerse los dignos
en un festival de punk rock. Se tragaron sus palabras los tipos esos, ya
que en MTV fue donde má s pasaron su sú per sencillo “Where is The
Love?”.
Esta historia la he contado a varia gente y nadie me ha creı́do. No sé
por qué se les hace tan increı́ble, ¿será que no me creen que Black Eyed
Peas existı́a añ os antes? ¿Será que no creen que Black Eyed Peas
tocaron (o rapearon) en un evento punk? ¿Será que piensan que sus
ı́dolos son incapaces de ese tipo de groserı́as y que jamá s morderı́an la
mano que les da de comer (o que les dio cuatro añ os despué s)?
No sé qué es lo increı́ble de mi historia, pero eso sı́, yo te aseguro
con mis dedos meñ iques que es verdad todo lo que acabas de leer. No
sé por qué lo tengo que asegurar tanto, es una historia “equis” en mi
vida, solo me acordé porque empecé a hablar de este grupo que
destruyó toda la mú sica inteligente.
Obviamente cuando los volvı́ a ver en la tele en el 2003 me di cuenta
que habı́an contratado a una muchachita de buen ver, con su set de
busto y pompa, para que cantara, y ası́ llevar a cabo el tı́pico “rapeo en
el verso, canto en el coro” de lo que ya hemos hablado en todo este
documento.
Ya sabemos tambié n que despué s de esa escenita en el Warped Tour,
esta banda vendió muchos millones de discos, se hizo de muchos
millones de dó lares y hasta dio el espectá culo del medio tiempo en el
Super Bowl entre los Green Bay Packers ante los Pittsburgh Steelers en
febrero del 2011. No es por querer tirar má s tierra de la ya tirada, pero
fue fá cil de los top 3 peores medios tiempo de la historia de los Super
Bowls. Una burla total.
No sé qué sea de ellos en estos momentos, espero y sepan lo que su
legado signi ica. Espero y esté n conscientes de que arruinaron la
mú sica para toda una generació n que piensa que su estilo, ese que
marcaron desde hace seis añ os, es mú sica de calidad y son buenas
canciones.
Si fuera joven de esa edad probablemente serı́a consumidor de la
mú sica “Black Eye Peas”, no digo la mú sica cantada por esa banda, sino
el tipo de melodı́as que ellos pusieron de moda y que todos los artistas
contemporá neos la imitan una y otra vez. Probablemente si tuviera 17
añ os hoy, serı́a un niñ o que compra discos de Usher, de Katy Perry, Wiz
Khalifa, Calvin Harris, y (primero muerto) Pitbull. Yo no sabrı́a de otra
cosa. Yo no estarı́a enterado de qué es el rock, porque ese rock al que
muchos amamos y escuchamos, está tristemente fallecido.
Leı́ por ahı́ que existe un estudio (no leı́ el estudio, sino una reseñ a del
estudio, tampoco me clavé tanto) que a irma que a las personas de 30
añ os o má s se les di iculta el tener gusto por la mú sica nueva o
contemporá nea, y se refugian en la mú sica de dé cadas pasadas porque
es el ú nico lugar donde se sienten có modos y a salvo. Que eso es
causado por el efecto nostalgia y no por un gusto en lo antiguo.
Sé que ese estudio tiene algo de razó n, pero te podrı́a decir que no
es enteramente mi caso. La miseria representada en todo su esplendor
por la mú sica moderna me empujó a buscar cosas “nuevas” en lo viejo,
ya que no habı́a mucho que hacer con lo que me ofrecı́a mi dé cada.
Empecé a explorar la discografı́a de Eagles, Creedence Clearwater
Revival, y tambié n regresé a mis primeras in luencias punk como The
Damned y Rancid. Ahora tambié n revivı́ mis cassettes (que ahora los
compré en digital) de Alice Cooper que me regaló mi papá cuando era
niñ o. El fue mi primer hé roe musical, y hasta ahora (muchos añ os
despué s) le he vuelto a agarrar el cariñ o que de niñ o le tenı́a al viejo
este (Alice, no mi padre). Supongo que ası́ será un tiempo má s, yo
buscando emociones musicales en el pasado porque el presente me los
niega. Ojalá el futuro tenga sorpresas en camino, porque si no me vas a
encontrar bailando el remix hecho por Steve Aoki de “yo la conocı́ en
un taxi”, y es ahı́ donde tendrá s permiso total de golpearme en el
rostro.
DOCTOR PSIQUIATRA,
NO ME DIGA TONTERÍAS
Para dejar algo en claro, ignoro totalmente las prá cticas de los
psicó logos en cuanto a entrega de per iles, o qué hacer con esto que se
escribió sobre mı́ si realmente fuera paciente. No sabrı́a decirte si
despué s de recibir este per il, me darı́an las gracias y ahı́ acabarı́a mi
relació n laboral con el psicó logo, o ya establecido como se supone que
soy emocionalmente, trabajar sobre ello. En verdad no sé qué procede,
pero como soy fuerte creyente en que todo lo que sucede en el planeta
tiene má s de un lado, voy a dar mi versió n sobre esto que acabas de
leer.
Tambié n quisiera decir que yo esperaba que el estudio resultante
de mis pruebas serı́a má s largo y que tambié n irı́a a ocupar mucho má s
espacio en este capı́tulo. Quitando eso del camino, tengo que ponerme
las pilas, abrir mi imaginació n y escribir má s de lo planeado. Entonces
deja contarte como pase mi Halloween. Cualquier queja, favor de
buscar a Mó nica Cruz.
Mó nica: Checa, capacidad de sı́ntesis habla de có mo ves todos los
elementos de tu entorno, los integras y los absorbes e
introyectas. No sé si te haga sentido.
Yo: no
Mó nica: jajajaja
Yo: habla de actividad de sı́ntesis, no de capacidad.
Mó nica: es lo mismo. Sintetizas el exterior y lo internalizas.
Yo: ¿Qué es sintetizar?
Mó nica: Que tu manera de comprender el exterior a veces es
inmadura o sesgada, entonces te creas realidades curiosas.
Yo: Dame ejemplos de eso.
Mó nica: Todos sintetizamos. Cada quien ve el mundo bajo su
ó ptica personal. Cada quien trae sus lentes subjetivos. Unos
lentes está n menos buenos/reales/maduros que otros.
Yo: Madres, qué abstracto está todo.
Mó nica: Por ejemplo, hay gente que falla en sus actividades de
sı́ntesis por tener baja autoestima, entonces desde ahı́ ya todo lo
bueno que les pasa creen que es suerte o broma.
Yo: Me pasa lo mismo.
Ojalá que Mó nica no se enoje por haber publicado nuestra
conversació n pero no encontré una mejor manera de explicarlo, pero
segú n yo quedó muy claro.
Me pasa exactamente lo que menciona en el ú ltimo ejemplo que dio.
Tengo baja autoestima y por eso cada que me pasa algo bueno o me
dicen un cumplido, no lo creo. Siento que es broma o que alguien está
manipulando la situació n para llegar a ese resultado y hacerme sentir
mejor. Haz de cuenta que si en un concierto mı́o se venden todos los
boletos, me imagino que mi papá le pago a todos esos actores para ir a
verme y ası́ sentirme mejor. No que mi papá sea millonario, es una
hipó tesis solamente.
En cuanto a la supuesta inmadurez que impera en mi ideació n, no
sé qué pensar de eso. Podré ser muy maduro en algunas cosas, pero
de initivamente soy inmaduro en algotras, el problema aquı́ es que no
sé qué sea ideació n.
T , al cual veo una vez cada tres añ os, que tiene
demasiados hé roes o ı́dolos. He estado tentado a reclamarle esto pero
las circunstancias no se han dado, puesto que todo lo que sé de é l es
gracias a la red social Twitter. No, no lo conocı́ por ese medio, no soy de
esas personas que conoce a sus amigos en lı́nea ni que a su novia la
sacó andando de “stalker” por el Facebook o buscando salir del
aburrimiento cotidiano en el Tinder. Chema es un amigo que conocı́ en
persona, pero que gracias a su cuenta de Twitter estoy enterado de sus
gustos, hé roes, cosas favoritas, gustos, disgustos, etc.
Digamos que su especialidad en cuanto a conocimiento y fanatismo
son los programas de televisió n americanos, o sea, las series como se
les conoce aquı́. En doce de cada diez twits habla de series, ya sean de
drama o de comedia, pero creo que é l se inclina má s por la segunda. Es
de esas personas que le trata de encontrar un signi icado ilosó ico a un
simple capı́tulo de How I Met Your Mother. Tambié n imagina que series
como Breaking Bad tienen una fuerte in luencia de las tragedias griegas
y que Mad Men está basada en la obra de Shakesphere.
Sobreanaliza cada episodio, llevando ese aná lisis al sú per má s allá ,
mezclando escuelas de pensamiento como la de Só crates con obras de
literatura clá sica como libros de Nathaniel Hawthorne. Compara a
Patton Oswalt (un comediante medianamente famoso, que por lo que
entiendo es el má ximo ı́dolo de Chema) con Aristó teles pero con
sentido del humor. Piensa que detrá s de la serie de comedia Community
(serie con un rating mediano que ya fue cortada hasta donde yo
entiendo) hay toda una planeació n dramatú rgica en cada personaje, y
que es la obra de un genio escritor que fue in luido por los grandes
literarios rusos como Dostoievski y Trotsky.
Ojo, no estoy haciendo menos a estos programas o a los hé roes de
Chema, solo estoy haciendo notar la forma exagerada en la cual
compara sus cosas favoritas con elementos intelectualmente altos para
no sentirse banal, comú n y corriente al sentarse en su sofá a ver la
televisió n. No está mal que tu hobby principal sea ver la TV, hay muy
buen material estos dı́as en ella. Programas que te hacen pensar, llorar,
reı́r, enojar, y demá s.
Solo digo que el enaltecerlos compará ndolos con obras clá sicas de
la literatura y el teatro, o con corrientes de pensamiento de los
primeros siglos de la humanidad, es una señ al clara de que te
avergü enza tu pasatiempo por lo trivial que pueden llegar a ser algunos
de estos programas televisivos. ¿Acaso no ves que Rachel de Friends
está basada en Antı́gona? Yo tampoco.
No estoy aseverando que a Chema le avergü ence su gusto por la
televisió n. Si ası́ lo fuera, no se la pasarı́a comentando al respecto vı́a
Twitter. Solo le quiero decir un grande “NO MAMES” despué s de todo lo
que escribe sobre estos programas.
Volviendo al mero principio de este capı́tulo, no se han dado las
circunstancias para decirle esto a Chema. Te repito que lo veo muy
poco, y que la mayorı́a de las cosas que he sabido de é l ú ltimamente es
por su microblog que representa su cuenta de Twitter. Es difı́cil entablar
una discusió n (porque sin duda en eso se convertirı́a) limitada a ciento
cuarenta caracteres. Muy interrumpidos los argumentos estarı́an.
“Pepe, má ndale un mensaje privado”. Serı́a lo mismo. Por Whatsapp
siento que me dejarı́a de contestar porque se podrı́a sentir atacado,
aunque lo ú ltimo que quisiera yo serı́a eso.
Estoy esperando a que é l lea este capı́tulo o a topá rmelo por las
calles de la ciudad antes conocida como Distrito Federal para poder
romper el hielo despué s de algunos cuantos “¿có mo está s? ¿sigues en
eso de la mú sica/televisió n?”. Es ahı́ donde le lanzarı́a varias preguntas
en son de paz. Le cuestionarı́a que de dó nde saca que sus series tienen
una temá tica griega, que có mo compara a Arrested Development con la
invenció n de la democracia, y sobre todo: ¿Por qué tiene tantas cosas
favoritas y có mo es posible poder tener tantos hé roes?
Siempre que habla de algo de lo cual no habı́a hecho antes, dice que
es una de sus cosas favoritas. Y eso lo ha dicho (o de perdido se lo he
leı́do) má s de ciento cuarenta y siete veces. No se puede tener tantas
cosas favoritas. Tus cosas favoritas deberı́an de ser tres, má ximo
cuatro. No puedes darle la etiqueta de favorito a todo, te estarı́as
contradiciendo. Una cosa favorita es algo que resalta de las demá s. Si
todas son tus favoritas, entonces todas son iguales, por lo tanto, no
favoritas.
Tambié n cada vez que habla de algú n escritor, comediante,
dramaturgo, y algunas veces menciona mú sicos (Chema, me acuerdo
que antes te gustaba la mú sica, el punk y el rocanrrol), se re iere a cada
uno de ellos como “uno de mis má ximos hé roes”. Yo digo que no se
puede tener tantos ı́dolos. Quiere ocupar todo el espectro de escritores
de libros, escritores de guiones, escritores de televisió n, escritores de
comedia, y a todos ponerle el mote de hé roes personales. Chema,
agá rrate uno de cada gé nero o arte. Uno por libros, uno por televisió n,
uno dramaturgo, un comediante. No se vale todos.
Y aparte, qué mala onda para los que no mencionas como tus
hé roes. ¿Qué ha de sentir Dane Cook cuando se entere que no es tu
hé roe, pero otros cincuenta comediantes sı́? Mi consejo serio serı́a que
Chema se agarrara uno por gé nero. Si Woody Allen es su hé roe en
cuanto a direcció n de pelı́culas, entonces TODOS los demá s no tendrı́an
de otra má s que aceptar ser segundones, pues nunca sabrı́an quié n
serı́a el nú mero dos.
No estoy diciendo que nada má s podrı́a gustarle uno, solo que solo
uno deberı́a de ser su hé roe en ese á mbito. No escogió a Wes Anderson,
ni a Christopher Nolan, ni a Clint Eastwood. Escogió a Woody Allen y
punto (no sé si Allen siquiera le guste, solo lo agarré de ejemplo).
Ahora, en cambio, si todos son tus hé roes, nadie podrı́a sentirse
mejor que los demá s. Si tu hé roe en la comedia es Patton Oswalt, pero
tambié n Louis C.K., ¿qué se dirá n uno al otro para saber quié n es
mejor? Chema, al escribir en Twitter que tus hé roes son esos dos
comediantes pero tambié n Jerry Seinfeld ¿có mo le hago yo como
mortal para decidir cuá l stand-up ver en Net lix? Te aseguro que uno de
ellos es mejor que los otros dos.
Al escoger solo uno, le das su nombramiento como hé roe, no a los
tres, o a los diecisé is que te gustan. Ahora, imagı́nate que a mı́ me gusta
má s Larry The Cable Guy que Patton Oswalt. ¿Qué dice eso de tu hé roe?
Serı́a como si Superman es superado por Splinter de los Ninja Turtles.
Una rata anciana venciendo al hombre de hierro, obviamente todo esto
pasando dentro de mi gusto. Si vas a escoger a Oswalt, dale esa
exclusiva, habla de é l lo que quieras, compara su comedia con los
monó logos má s extraordinarios de Adolfo Hitler o de Martin Luther
King.
Dé janos claros a tus lectores en Twitter quié n es el mero mero,
tanto en comedia, como en la escritura de guiones para pelı́culas.
Ilumı́nanos el camino, no nos lo obstaculices con muchas cosas
favoritas y muchos hé roes dentro del mismo nicho. Todo esto es un
mensaje para mi amigo Chema. Sı́, es mi amigo, aunque pensemos muy
diferente.
Todo lo que escribı́ en estos pá rrafos me lleva al corazó n (bueno, má s
bien creo que serı́a el sistema digestivo porque el corazó n serı́a otra
cosa má s especı́ ica) de este ensayo. ¿Quié nes son mis hé roes?
Sentado aquı́ enfrente del ordenador, no tengo una idea muy
aterrizada sobre quié nes sean estas personas. Todo lo que vendrá a
continuació n es có mo me voy acordando de cosas y de personas que
con su trabajo, no quiero decir que cambiaron pero, han marcado un
rumbo especı́ ico en mı́.
En la mú sica he tenido varios a travé s de los añ os. ¿Qué considero
un hé roe? Aquella persona que escucho, leo o veo todo lo que saca y
que la gran mayorı́a de su trabajo me llega a gustar. Todo esto lo veo
con ojo objetivo. Sé criticar alguna canció n de un artista que me gusta
mucho, pero que no me agradó . Sé aceptar cuando un escritor que me
gusta leer mucho publica un libro que simplemente no despertó nada
en mı́. Pero indiferentemente a que me guste o no, todo lo escucho y
todo lo analizo.
Volviendo al tema de mis hé roes musicales, lo pudiera dividir en
é pocas de mi vida, lo cual me da mucha lojera hacer para serte sincero.
¿Querı́as honestidad? Te la estoy dando al cien. Me da lojera agarrar
pluma y papel y dividir las etapas de mi vida, acordarme de quié n me
marcó en cada una, y luego plasmar todo aquı́.
La verdad es que estoy tirado en mi cama con la computadora sobre
mis partes privadas, y no veo el momento en el cual me vaya a parar de
aquı́ para conseguir algo en dó nde anotar. Pero ahı́ te van a ojo de buen
cubero. Mi primer hé roe musical fue Alice Cooper. Mi padre me
compraba sus discos (que en aquel entonces alrededor de 1989, eran
cassettes) y hasta la fecha lo escucho, y lo considero en serio mi primer
ı́dolo musical.
Tambié n de niñ o seguı́a mucho a Bret Michaels, vocalista de Poison,
pero no batalló mucho para decepcionarme una y otra vez en añ os
posteriores con su desesperada necesidad de atenció n cuando su
banda perdió popularidad, que fue a principios de la dé cada de los
noventa. No hablo de que trató de escribir libros o que sacó un podcast
con un sueco; hablo de inmiscuirse en reality shows, hacer pú blica su
vida sexual y sentimental ante todos los medios que estuviesen
interesados. Hasta sacó un disco country, há game usted el favor.
No apoyo mucho a esos artistas que saltan de gé nero como si fuera
un deporte olı́mpico. El negrito (no quiero sonar racista o despectivo,
no fue con ese tono, solo que no encuentro otro adjetivo para
describirlo má s. No sé su nombre) que cantaba en Hootie and the
Blow ish, banda de rock-pop alternativo en los noventa, se convirtió en
un cantante country muy exitoso. Taylor Swift, artista que empezó en el
country ahora es una mega estrella del pop. El country de repente
pudiese ser confundido con el pop, pero esto si fue algo extraordinario.
De banjos, guitarras y violines, pasó a ritmos electró nicos,
sintetizadores y autotune. Es como si Cristian Castro sacara un disco
de metal. No estoy diciendo que toda tu carrera te quedes encerrado en
un mismo gé nero, pero hay saltos muy distanciados que realmente
nadie se la cree. Al parecer los fans de Swift sı́ se la creyeron, y
completita. Otra vez ya estuve mal.
Otros de mis ı́dolos fueron Kurt Cobain, Trent Reznor, Marilyn
Manson (cuando hacı́a cosas relevantes), Morrissey, Rivers Cuomo, y
algunos otros que probablemente se me esté n olvidando. Recuerda que
estoy hablando de personas, no de un grupo de personas, ó sea, alguna
banda. Ya a má s avanzada edad, fui dejando a un lado eso de tener
hé roes. Se tornó un poco difı́cil el toparme con gente que en verdad
pudiese yo apreciar su talento al má ximo. He encontrado a algunos y sı́
los pudiera considerar hé roes contemporá neos mı́os. Esos son algunas
de las personas en la mú sica a las cuales yo veo para arriba, les tengo
un respeto muy grande, aprecio todas sus obras, y escucho todo lo que
sacan, claro, con los lentes objetivos muy bien puestos.
Dentro del deporte tambié n tengo varios. En el futbol, el gran
capitá n alemá n campeó n del mundo Lothar Matthaus fue mi primer
hé roe. Ya despué s hubo varios como Carlos Bianchezi “Careca”,
Guillermo Franco, y hasta Humberto Suazo. Hoy en dı́a el que se me
hace el mejor jugador del mundo, y sin pena te digo que hasta leı́ su
libro, es Zlatan Ibrahimovic, tanto por su futbol desplegado como por
su personalidad. En la NFL, siendo mi equipo favorito los Raiders de
Oakland, han habido varios como Rich Gannon, Tim Brown, y Bo
Jackson. Lamentablemente como este equipo lleva sumergido en
catorce añ os de miseria consecutiva, no han salido buenos jugadores.
Esperemos y eso cambie pronto.
Si pienso en directores de pelı́culas, hay varios que se pudiera decir
que veo todos sus ilmes. Uno sin duda seria el gran Alfred Hitchcock.
Todas las pelı́culas de los Hermanos Cohen me han fascinado al punto
de verlas en varias ocasiones, por la bipolaridad de ellas, diá logos
increı́bles y cinematografı́a impecable. Tambié n disfruto mucho las
pelı́culas de M. Night Shyamalan, aunque cayó en un bache como de
nueve añ os, sacando pelı́cula horrible tras una peor, pero acabo de ver
su ú ltima llamada The Visit y creo que se reivindicó conmigo.
Las de Christopher Nolan tambié n son buenas, difı́ciles pero muy
buenas. Hubo un tiempo que me gustaba mucho Dario Argento pero le
perdı́ el hilo, y debe de haber algunos otros de los cuales no me acuerdo
y no quiero perder tiempo tratando de acordarme de ellos. El punto es
que agarres mi idea. Si no lo has hecho, sugiero que dejes este capı́tulo
por la paz.
Ya cayendo en la literatura, o en los libros (ya que despué s la gente
se ofende si hablo de literatura, se toman muy en serio su rol en este
mundo algunas personas), fue ahı́ donde se me ocurrió escribir este
ensayo. Querı́a dedicarle todo este escrito al ú nico y verdadero hé roe o
ı́dolo que he tenido a lo largo de mi vida. He leı́do la gran mayorı́a de
sus libros. Algunos, para serte sincero, no me gustaron y tengo la
madurez para decir que no fueron de mi agrado, y de aceptar a la gente
para la cual sı́ lo fueron. Hablo nada má s y nada menos que del señ or
Stephen King.
Me voy a dar la libertad de convertirme en algo en lo cual jamá s pensé
que serı́a, o que harı́a su respectivo trabajo. Me volveré en un crı́tico.
Crı́tico de su carrera, de su obra, de su legado. Te platicaré de mi
fascinació n con é l, de mi obsesió n por conocer todo lo que está detrá s
de cada libro y de cada historia, de có mo fue que empecé a leerlo, de lo
que espero en el futuro, y con todo esto trataré de hacerte un seguidor
má s de este prolı́ ico escritor que nos ha hecho felices a muchos
lectores en este planeta. Tambié n, trataré de ser lo má s breve y conciso
posible, ya ven que allá en el ejido dicen que “nadie le ha levantado un
monumento a un crı́tico”. No quisiera caerle mal a nadie.
No sé si hayas leı́do ya mi primer obra maestra de literatura,
llamada Pensándolo Bien, Pensé Mal. Ahı́ doy una leve descripció n de mi
primer encuentro con King. La verdad me da leve hueva el volver a
describirla, entonces me tomaré la libertad de citarme a mı́ mismo (o
autocitarme, como gustes) para que leas lo que escribı́ en un dı́a triste
allá en el añ o 2012:
“Probablemente no lo sepas, o probablemente sí, pero yo soy un arduo
fan del autor Stephen King. King es un escritor de novelas e historias
digamos que oscuras. Se le conoce como el maestro del horror, pero
tiene muchos libros que no son precisamente eso, sino que pre iero
llamarles oscuras. Se podría decir que he leído el 90 por ciento de su
obra, y si a alguien admiro de verdad por su trabajo en general, es a él.
Tiene una habilidad sobrenatural de descripción, de crearle una vida a
los personajes, de hacer que te identi iques con ellos, de profundizar en
lo más siniestro del alma humana, de usar tu peor miedo en tu contra y
de aparte contar una historia de gente común y corriente que se mete
en problemas con lo paranormal, en este caso fantasmas, monstruos de
otra dimensión, asesinos, mujeres psicópatas, y no solo eso, sino
también cuenta con historias donde el terror viene de los mismos
humanos, y ese creo yo que es el más intenso, pues es el real. Otra cosa
que me fascina de King es cómo relaciona todos sus libros, unos con
otros. Personajes de una novela hacen apariciones en otras. Sucesos o
eventos de un libro en cierta época son mencionados en otros que
tienen lugar en otra. Hay cientos de conexiones en su obra completa y
eso es de lo más ingenioso que me ha tocado leer. Hacen falta
demasiados cables en tu cerebro para llevar las riendas de todo lo que
has escrito. Pero bueno, ya muchas lores le eché al tipo y no creo que le
falten, entonces basta ya. Quiero contarte cómo fue que llegué a
conocer a Stephen King. No a conocerlo en persona, verdad.
Septiembre 1 del año 1990. O pudo haber sido 1989. Era mi
cumpleaños, número 9 o 10, y pues naturalmente lo quería pasar con
mi papá. La verdad te mentiría si te dijera que me acuerdo qué es lo que
hicimos todo el día, si es que me llevo a comer o por un helado o a jugar
boliche o al Magic Place (lugar donde jugaba maquinitas). Pero lo que sí
recuerdo es que uno de los planes fue ir al cine.
Fuimos mi hermano, mi padre y yo al doble cine de Plaza Fiesta San
Agustín. En una sala estaba “She's Out of Control”, una comedia
familiar con Tony Danza, y la otra mostraba “Pet Sematary”, la película
inspirada en la novela de Stephen King del mismo nombre.
Obviamente que escogimos meternos a la segunda. El póster de la
película estaba muy grá ico. La mitad de arriba la ocupaban los ojos de
una persona que sin duda ya estaba muerta por la leve descomposición
de su piel, chorreando sangre de la frente como si se hubiese
descalabrado, y la mitad de abajo era una foto de un cementerio con la
imagen de un gato entre las tumbas.
El texto de “Cementerio Maldito” (esos títulos en español que le ponen a
las películas son patéticos. Mejor ejemplo de esto, a “Home Alone” la
bautizaron como “Mi Pobre Angelito”. No veo relación alguna entre un
título y otro. Si me está leyendo un traductor de títulos, por favor sé
pionero y titula las películas con la traducción exacta de la original.
Gracias.) era precedido por un “De Stephen King”. Claro que a mi corta
edad yo ni idea de quién era ese señor King, ni idea que la película había
sido sacada de un libro. Entonces mi lógica infantil se apoderó de mi
mente e imaginación y concluí que Stephen King era el nombre del
actor que retrataban en el poster, si, el de los ojos con la frente
ensangrentada.
Nervioso y con un pre miedo nunca antes sentido en mí, compramos
boletos para la película. Iba a pasar mi cumpleaños atormentado por
zombies o no sé qué me imaginé.
La película empieza muy tranquila. Familia de la ciudad que por el
trabajo del padre (era doctor) se tuvieron que mudar a un pueblo en
Maine, porque lo contrató una universidad para que trabajara con
ellos. Lo que la familia no sabía es que se mudaron muy cerca de un
cementerio de animales que construyeron los niños de la localidad para
enterrar a sus mascotas, la gran mayoría de ellas atropelladas por
tráilers o camiones que circulaban la calle, que era una carretera
interestatal de los Estados Unidos de alta velocidad y alto riesgo.
Tampoco te voy a contar toda la película, la cual es muy iel al libro,
pues si algún día se te antoja verla o leerlo estarás agradecido conmigo,
pero para no hacerte el cuento muy largo, estaba yo de seguro
comiéndome un Mordisco o unas palomitas de esas que se les chorrea
la mantequilla, viendo cómo se desenvolvía la trama. Ya se había puesto
medio tenso en varias escenas. Ya había hecho su aparición el que yo
pensaba que era Stephen King, pero para nada era un papel
protagónico. Me pregunte “¿por qué pusieron su nombre en grande en
el póster cuando sale tan poquito? ¿Será tan famoso que lo hacen
protagonista con solo 10 minutos de presencia?”. La verdad no me
acuerdo si me pregunté eso, pero ahorita sonó bien cuando lo dije en
voz alta antes de escribirlo, pero pues sería una pregunta válida para
suponer que así pasó. Ya habían sucedido también varias cosas
interesantes que me empezaron a llamar la atención dada mi
experiencia previa con otras películas del género. Hasta que llegamos a
la escena fatídica.
Estaba toda la familia en un picnic sobre un campo a un lado de la
carretera. El doctor, su esposa, su hija de unos 8 años, su hijito bebé de
unos dos años, y el vecino que les enseño todo su alrededor a los recién
llegados al área. El niño, llamado Gage, estaba jugando con un
papalote, el cual se le salió de las manos y el aire lo empezó a jalar
hacia la carretera. La familia le perdió atención al niño mientras éste
corría detrás del papalote, y pocos momentos antes de que el niño
llegara al asfalto, el padre se da cuenta y empieza a correr para
detenerlo, sin éxito, pues Gage recoge su papalote de la carretera e
instantes después es arrollado por un camión.
La toma que hizo que me quebrara fue la que enseña el mini tennis del
niño dar vueltas en el aire, chorreado de sangre en cámara lenta. De
repente empecé a echar el llanto. Griteríos, lágrimas y demás. Me
asusté demasiado, me traumó un poco la escena. Toma en cuenta que
solo tenía máximo 10 años. Te reto a que si tienes 10 años, dejes tu libro
para colorear que estás usando en estos momentos y que te metas al
cine a ver esta película y no te traumes.
Mi papá al oírme (no me podía ver mucho porque pues si has ido al cine
te das cuenta que apagan las luces, y súmale una película oscura que
no hace luz para ver a tu alrededor) se puso las pilas y me levantó,
cargó a mi hermano, y nos sacó de la sala. Claro que yo seguía
berreando hasta que ya me calmó, todo iba a estar bien, y nos metimos
a la otra película. ¡HA! Tony Danza, me da risa ese señor. Quisiera poder
volver a ver esa película de Danza pero siempre que estoy apunto me da
lojera, y pienso que sería una pérdida de tiempo, y pongo otra. Desde
esa tarde, se me quedó grabado el nombre Stephen King. Y nos volvimos
a topar meses después...
¿Te acuerdas de un negocio para rentar películas llamado
Macrovideocentro? Pues yo sí. Soy lo necesariamente viejo para
acordarme de muchas cosas que tú ni siquiera viviste, y no te lo digo en
tono presumidor. Al contrario, creo que ya viví mucho y que no he
encontrado nada aún. Eso sí que es triste. Bueno, pues en una de mis
idas en bicicleta a ver qué rentaba, teniendo alrededor de la misma
edad, me topo en la sección de terror con el nombre del diablo: Stephen
King.
Pero ahora en vez de unos ojos y un cementerio, la portada mostraba
un payaso tenebroso con manos de monstruo, y decía ESO. Igual,
inspirada en un libro de Stephen King. Con sed de revancha, la renté.
Ahora sí iba a vencer al señor este. Esto ya era personal. Me apabulló
en nuestro primer enfrentamiento, y ahora ya entrenado un poco más
en el arte de ver películas de terror, me sentí con la con ianza su iciente
de salir airoso del combate, me agarré mis pequeños testículos y la
renté.
Ya te puedes imaginar cómo acabó la historia. Sábado por la noche,
ordené una pizza a domicilio, luces apagadas, y el primer golpe fue de
King. La película duraba cuatro horas. Si, cuatro horas de estar al ilo
de la butaca en espera de un susto más.
Me acabé la pizza yo solo de la ansiedad que me estaba causando
Pennywise el payaso, la cual tuve que ir a vomitar. King me estaba
apabullando. Tuve que ponerla en pausa, ir a la cocina a agarrar aire,
ver qué estaba haciendo mi hermano, distraerme un poco, y luego la
volví a poner. Esto no era posible, escena tras escena se ponía la
película mucho más densa. Esa escena de las regaderas en el colegio no
me la pude sacar de la cabeza. En mi cuarto, estando acostado, se veía
directamente la regadera siempre y cuando la puerta del baño
estuviera abierta. Me acosté esa noche, con la puerta del baño abierta,
y en la oscuridad estaba esperando a que saliera el maldito payaso del
drenaje. Fue una noche para el olvido, la cual no he olvidado.
Hasta después de unos meses me enteré que Stephen King era el autor
de libros de terror, libros que inspiraron ambas películas, por lo visto
aun no me daba por vencido. El primer libro de Stephen King que me
compré fue uno llamado Nightmares and Dreamscapes, es una
colección de cuentos cortos que se centran en los peores miedos del ser
humano, y eso obviamente me llamó la atención con la pura sinopsis, y
empezó a pavimentar mi gusto por este tipo de cosas introspectivas.
Ahí fue como nació mi fanatismo por la obra de este gran autor. Cabe
recalcar que sí lo considero in luencia en mi trabajo, pero de otras
maneras. La verdad no creo algún día escribir una novela de mil
doscientas páginas como lo ha hecho él. Apenas estoy empezando con
esto de escribir libros, y pues haciendo este me estoy dando cuenta que
mi o icio para lograrlo es muy limitado, y eso que estoy escribiendo
sobre mi vida, sobre mi sentir hacia la vida y hacia las personas, sobre
mis experiencias. Eso es fácil, es nada mas escarbar en tu memoria y
trasladar esos recuerdos a papel, como si los estuviese platicando. Ya
escribir icción es otra vaina. Cito a King como in luencia en mi música
y en mis letras. Yo sé que no tengo letras de terror, sino en la crudeza y
lo directo en que he aprendido a escribirlas. No hace falta echar un
toque y volar la imaginación para entender de lo que hablo en mis
canciones. Es solo de poner atención y abrir el corazón. ¡Ha! Sonó muy
presuntuoso eso, pero quería sonar presuntuoso.”
Ası́ eran las cosas en Oaklawn, y como esta historia hay muchas má s,
solo que la leyenda de Tukah te la conté para que má s o menos te
dieras idea de lo que viene. Todo lo ya escrito sirve de preá mbulo para
lo que le resta a este ensayo. A continuació n escribiré lo má s tenebroso
que he vivido en mi vida, claro que hablo sobre algo sobrenatural. He
tenido miedo y he estado asustado en muchas ocasiones má s y en
mayor intensidad, pero esto que viene fue mi roce personal con el má s
allá .
Todo esto que sigue sucedió , no es invento, no es algo que se me
ocurrió para escribir má s pá ginas y llenarlas de mentiras para
entretener a mis lectores anó nimos. Esto que sucedió hace má s de 22
añ os en la parte rural de Wisconsin son hechos reales, é sta es mi ú nica
experiencia fantasmal de ultratumba y sucedió el domingo 8 de mayo
de 1994, dı́a de las madres en los Estados Unidos de Amé rica.
Por si lo ignorabas, el dı́a de las madres en el “gabacho” se celebra el
segundo domingo de mayo, ya sea el siete o el ocho o el diez o el doce.
Acá en Mé xico, no estoy seguro en el resto de Amé rica Latina, lo
celebramos el 10 de mayo caiga en lunes o en jueves o en domingo.
Ese segundo domingo de mayo, dı́a 8, Ernesto y yo tenı́amos
nuestra tarea nocturna de bajar la ropa sucia a la lavanderı́a. Se
terminó nuestra plá tica de re lexió n diaria con el Sr. Reynoso quien era
el responsable de nuestra secció n, y pues manos a la obra. Para dejar
claro, la leyenda que te contaré en los pró ximos pá rrafos la desconocı́a
en el momento que sucedió esta historia.
Al momento que se abrieron las puertas del elevador en el primer
piso para salimos empujando el carrito de la ropa hasta la lavanderı́a,
nos topamos corriendo por el pasillo principal al equipo nocturno de
apagar las luces de toda la academia. No corrı́an porque ya se querı́an
dormir o porque tenı́an hartas ganas de ir a evacuar. Corrı́an porque
estaban escapá ndose de algo o alguien que los estaba persiguiendo.
“¡No cierren el elevador!!! ¡Espé renos!” nos gritaban a la distancia.
Obvio todo en inglé s. El problema de vivir dentro de Oaklawn Academy
es que por má s que la mayorı́a de los alumnos é ramos de paı́ses de
habla hispana, nos forzaban a hablar inglé s a todas horas del dı́a. Por
CADA PALABRA que hablá ramos en españ ol, nos daban un black point o
punto negro. Tres puntos negros en la semana y no ibas a los lunes de
paseo. Nos llevaban a museos, a centros comerciales, al cine, a jugar
gol ito, a esquiar en tiempos invernales, etc. Posteriormente nos
llevaban casi siempre a cenar pizza a Happy Joe's en Janesville, un
pueblo que está a quince minutitos del colegio. Chance y te preguntará s
que cual era el problema de hablar españ ol cuando no habı́a ningú n
adulto alrededor. Pues cuando recié n llegué , yo tambié n me hacia esa
pregunta. Lo que pasa es que habı́a muchos nerditos que eran muy
chismosos, y los responsables los “compraban” o los “sobornaban” no
se en qué especie para que fueran a contar quié n habı́a hablado
españ ol. Ası́ se manejaban las cosas en la casa de Cristo. Quedarte en la
academia un lunes no era para quedarte en tu cama esperando a que
lleguen todos, tampoco nos ponı́an a ver pelı́culas. Te ponı́an a hacer
una tarea especial muy pesada en un saló n, bajo la supervisió n de algú n
maestro, y ya cuando acabá bamos dicha tarea se venı́a la actividad
fı́sica. Correr in inidad de vueltas alrededor de la cancha de futbol,
muchas veces con una temperatura de -35 grados centı́grados. Sı́, si
leı́ste bien, ası́ era el invierno en Wisconsin. En otras ocasiones
cambiaba el ejercicio. Ahı́ mismo se inventó el cross it, pregú ntale a tu
coach. Yo, si mal no recuerdo, me quedé castigado como unos diez
lunes en todo el añ o, tanto por black points como por “demerits”, los
cuales repartı́an por portarse mal, pelearse, no obedecer, ser mal niñ o.
Sufrı́ esa decena de castigos que tuve, pero ahora que lo pienso fueron
bien merecidos.
Ya se me olvidó en qué estaba. Ah sı́, ok, pues nos gritaron en inglé s
que detuvié ramos las puertas del ascensor y yo todo sorprendido le
dejé picado al botó n de abrir la puerta. Cuando entraron en el elevador,
nosotros está bamos saliendo para dirigirnos a cumplir nuestra tarea.
Les pregunté que qué pasaba, por qué tanta algarabı́a, a lo que
contestaron: "¡La monja! ¡Vimos a la monja!. No entendı́ ni madre.
Ya caminando a travé s del corredor, Ernesto, quien si estaba
enterado de esa historia, me empezó a explicar qué diablos estaba
pasando y quié n era la mentada monja. No era un convento y por lo que
yo sabı́a no dormı́an seres femeninos en toda la academia ninguna
noche del añ o, y segú n mi reloj era muy tarde ya en el dı́a para que
alguna mujer estuviera rondando los pasillos.
Mientras caminá bamos hacia la lavanderı́a tranquilamente, no
como los locos de las luces que corrı́an gritando como cual pechugona
en pelı́cula de terror, Ernesto me empezó a introducir a la leyenda de la
Monja del Dı́a de las Madres. Llegamos a la lavanderı́a a hacer nuestro
trabajo y el continuó contando. Este es el relato:
Hace muchas muchas dé cadas (en 1994 cuando pasó esto eran
menos dé cadas, si te lo estarı́a contando ahı́ serı́a solo un "muchas",
pero como ya pasó mucho por eso el "muchas" muchas) el infame
colegio Oaklawn Academy era un seminario de sacerdotes de los
Legionarios de Cristo. Ahı́ vivı́an, ahı́ estudiaban, rezaban, trabajaban
hasta ser ordenados sacerdotes y se fueran a la difı́cil vida de la
predicació n y la pedo ilia.
Un paré ntesis: yo sé que es malo generalizar esto de los sacerdotes
pedó ilos. Sé que existen sacerdotes buenos que en verdad ven su
misió n en la vida como amar a Dios y ayudar a la gente, predicando la
palabra de este. La Legió n de Cristo se ha ganado esa fama de pedó ilos
(y creo que no es exclusiva de los Legionarios) a capa y espada. Ya hay
demasiados casos de abuso sexual de menores por parte de sacerdotes
que es difı́cil evitar ese tipo de chascarrillos. Pero hay una cosa que me
quita el sueñ o: ¿por qué niñ os? Son hombres maduros que muy
posiblemente alguna vez en su vida fueron personas sexualmente
activas en el á rea de lo heterosexual. ¿Por qué no se meten con mujeres
ya grandes? ¿Por qué niñ os varones? ¿Qué placer le pueden sacar a que
un niñ o te toca y te sobe el pene? No dudo que los padres tengan esa
naturaleza sexual que todo ser humano tiene, y que cuando ven a
alguna mujer atractiva en la iglesia se les haga una erecció n con
pensamientos impuros, no los culpo, son seres humanos y nos pasa a
TODOS. ¿Por qué diablos con niñ os? Nadie hubiese satanizado a esta
orden sacerdotal como se le ha hecho si hubieran sido mujeres
maduras en vez de chavitos inocentes. Si se calientan, quı́tense el traje
sacerdotal y vayan a un table o a una casa de citas en incó gnito. Có janse
señ oras que van diariamente a hablar con ellos tratando de buscar
felicidad en su matrimonio carente de sexo. Hay muchas opciones
ademá s de los niñ os. Aparte un niñ o no te va a hablar sucio mientras te
hace una paja. Esa es mi opinió n al respecto, y mi explicació n a la
generalizada que di hace rato.
Sigamos. Los "hermanos" (ası́ se les llama a las personas que
quieren ser sacerdotes pero aú n no lo son) vivı́an en Edgerton,
Wisconsin, y como sirvientas de ellos (no en el mal sentido de la
palabra, sino como el servicio domé stico del seminario) fungı́an las
monjas. Las monjas lavaban la ropa, hacı́an de comer, mantenı́an limpio
el lugar, tendı́an camas, y todas esas actividades del hogar. No sé si se
les pagaba y no sé si era parte de la orden, o no sé siquiera si existı́a
alguna orden, pero esa era la actividad si querı́as ser monja y vivir en lo
que ahora es conocido como Oaklawn. Si eras hermano, rezabas y
estudiabas. Si eras monja, lavabas calzones y hacı́as huevito revuelto
por las mañ anas.
Estas sacerdotisas (para no repetir tanto la palabra "monja" y luego
los crı́ticos literarios digan que no sé escribir) dormı́an en lo que ahora
son los establos. Sı́, en Oaklawn habı́a establo de caballos porque
tenı́amos clase de "horseback riding" o de "montar a caballo". No era
mi actividad favorita, no por tenerle miedo a los equinos (lo tiré adrede
para enseñ ar mi alto alcance de lé xico, pero son caballos) sino porque
se me hacı́a aburrido estar sentado arriba de uno, que solo esté
trotando alrededor de una de esas granjas que tienen cosas para que
los caballos salten. Aparte nos hacı́an vestirnos como idiotas,
pantalones de licra bien pegados. Era imposible sacarte el perro, ası́ te
la dejó . Camisa con corbata, saco sport, unas botas que llegaban hasta
arriba de la rodilla, y un maldito casco de terciopelo amarrado a la
barbilla, y picaba demasiado en la piel tersa de uno. Muchas veces me
hacı́a el enfermo para poder faltar, y algunas veces lo conseguı́. Ya para
la cuarta ocasió n, dijeron "este huerco está muy sano para estar
enfermo" y me negaron el permiso, y ni hablar, a montar. Bueno,
dé cadas atrá s, esos establos eran los dormitorios de las monjas.
Dichos establos se encontraban fuera del edi icio principal. Mira, si
sales por la puerta del edi icio, y te vas caminando a los establos, era
una caminata de unos siete minutos. La verdad no ando para andar
calculando distancias pero ahı́ hazle la mate. Entonces los dormitorios
monjı́sticos estaban un poco retirados de donde las monjas hacı́an su
labor del dı́a, por lo cual se podrı́a decir que vivı́an fuera del seminario,
casi casi junto a un bosque donde no hay nada má s que granjas, y
algunas calles que llevaban a carreteras má s grandes.
Habı́a una cierta monja, llamé mosle Sor Evangelina, que dicen los
que saben que era muy devota, muy servicial, muy callada y que
acataba todas las ó rdenes que recibı́a de los padres que dirigı́an el
lugar. Ella tenı́a la costumbre de caminar en los jardines del seminario a
horas donde ya estaba un poco oscuro. Yo creo que lo hacı́a para tener
una comunicació n má s directa con Jesú s Cristo, quien funge como el
esposo de todas las monjas. No es juego. Tambié n hay un tipo de
monjismo en el gé nero masculino. Se les llama “consagrados”.
Deja contarte que cuando estaba má s morrito de lo que estaba en el
94, yo tenı́a un compañ ero en el colegio que omitiré su nombre real
pero digá mosle Susano. Susanito era el nerdo má s nerdo que existı́a en
mi generació n del colegio. Sacaba cien siempre y era el tı́pico que la
banda verde era suya todos los añ os. No decı́a una sola maldició n,
comulgaba todos los dı́as, y no dudo que hasta se latigaba la espalda
para sufrir como Jesú s lo hizo en la cruz. Ya graduados de secundaria
no lo volvı́ a ver, pero supe que se fue de sacerdote. Pasaron añ os y
añ os, y un dı́a en el aeropuerto de Monterrey, como a las siete de la
mañ ana yo llegué porque tomarı́a un avió n que me llevarı́a a algú n
show que darı́a con Pxndx. Estaba yo crudı́simo entonces lo má s
seguro es que era sá bado o domingo, por supuesto que me habı́a ido
directo de la iesta pues eso lo acostumbraba mucho a hacer. Ahora ya
no, el cuerpo ya no es lo mismo a los 36 que a los 27. Yo estaba
haciendo cola en el Carls Jr. para comerme un desayuno grasoso para
quitar el guayabo que me cargaba, cuando de repente se me acerca
algú n tipo –“¿Pepe Madero? ¿Có mo está s?! Soy Susano, ¿te acuerdas de
mı́?”. Levanté mis ojos hinchados y rojos para verle la cara, y sı́, sı́ era
Susano, solo que parecı́a que tenı́a 68 añ os, no 27 como yo. Lo saludé
con gusto, sı́ me dio mucho gusto verlo, y despué s de intercambiar
palabras de esas que se les llama “platica pequeñ a”, lo hice: -“¿no te
habı́as ido de padre?”, a lo cual me contestó con el gesto de levantar su
mano izquierda, y enseñ arme un anillo de bodas en ella. —“¡Oye, no
sabı́a que te habı́as casado! ¡Felicidades! ¿Contra quié n te casaste?”, a
lo que contestó con mucho amor y entusiasmo: —“Me casé con Jesú s.”
—“Ah caray, no sabı́a que eras homosexual, Susano. Bien por ti, te
felicito y ojalá y seas muy feliz.” —“No Pepe, me casé con Jesucristo
Redentor. Soy un consagrado.” Vá lgame Dios.
En esos mismos tiempos de Sor Evangelina y sus secuaces, cerca del
seminario en Edgerton existı́a una especie de manicomio para
criminales, o sea locos que cometen crı́menes. A principios del mes de
mayo de algú n añ o, se escapó de esa "cá rcel" uno de los maniá ticos
má s peligrosos que estaban encerrados ahı́, no tengo su nombre pero
llamé mosle El Chapo. El Chapo era un loco demente que habı́a violado,
asesinado y mutilado una cantidad grande de mujeres en el á rea de
Janesville, a muy pocas millas del seminario, y dó nde nos llevaban los
lunes a cenar pizza con Doritos en Happy Joe's, para despué s jugar a la
maquinita de Mortal Kombat a escondidas de los responsables. Sı́,
Happy Joe's tenı́a el MK y ahı́ fui donde aprendı́ a jugarlo y
posteriormente empezar un reinado de vuelta en Monterrey en lo que
era el Magic Place en Plaza Fiesta San Agustı́n (q.e.p.d.).
La noche del dı́a de las madres aquel añ o, Sor Evangelina (no sé
porque escogı́ este nombre, está muy largo para teclear) salió a su
tı́pica caminata nocturna para platicar con el Cordero. Como te dije en
pá rrafos anteriores, caminaba por todos los jardines de la propiedad, y
justo afuera de la entrada principal del edi icio grande, hay una fuente
con la estatua blanca en su totalidad de la Virgen Marı́a, y dicen los
sabios paquidermos que era el lugar favorito para rezar de Sor
Evangelina. Fue ahı́ donde nuestra pobre monja cruzó camino con
nuestro pró fugo El Chapo, mismo momento que ella perdió la vida
siendo degollada. Ignoro si El Chapo fue capturado o si sigue por ahı́
suelto despué s de tantos y tantos añ os, pero eso no sirve a nuestro
relato, y la verdad no me importa. Si quieres investigarlo, ahı́ esta
Google a la disposició n de todos nosotros.
A continuació n es cuando agarra un tono oscuro la historia. Cada dı́a de
las madres se empezó a rumorar tanto en el seminario como en la
comunidad monjı́stica local de apariciones de Sor Evangelina
rondando los jardines verdes de mi tan querida academia. Se le veı́a
por lo que ahora son las canchas de tennis, rondando el edi icio, pero
sobre todo sentada en la fuente donde se encuentra la Virgen blanca
que aú n está en pie. Te podrı́a inventar que la monja asesinaba a todo
quien se le cruzara hasta encontrar con El Chapo y cobrar venganza
desde ultratumba pero no es el caso. No estoy aquı́ para dar ideas a
escritores de pelı́culas de terror ni nada. No hubo tal cosa, al menos
hasta donde yo sé . Sor Evangelina (o má s bien, su fantasma) solo era
vista caminando una vez al añ o, el dı́a de las mamacitas, osease, el
segundo domingo de mayo.
Esa es la leyenda de Sor Evangelina de las Madres, y ası́ acabó
Ernesto de contá rmela. Me quedé callado todos esos minutos que le
tomaron para hacerme saber sobre qué estaban ladrando aquellos que
nos pidieron que detuvié ramos el ascensor. No podı́a creer lo que habı́a
escuchado (ten en cuenta que tenı́a trece añ os cuando todo esto pasó ),
me quedé pasmado con la historia y ya sospechaba que se acercaba
una noche de guerra entre mis sá banas y yo, ya que no iba a poder
dormir. Era dı́a de las madres, y Sor Evangelina de seguro me estaba
buscando para cobrar venganza despué s de tanto tiempo.
Levanté la cabeza y vi a mi alrededor. La lavanderı́a ya estaba
desierta, solo quedá bamos Ernesto y yo, aun no acabá bamos de
separar la ropa sucia de nuestros compañ eros de secció n. Me seguı́a
contando cosas sobre la leyenda, cosas que hasta parecı́an que estaba
inventando. ¿Có mo sabı́a é l tanto si habı́amos estado el mismo tiempo
en la academia? No, mejor aú n, ¿có mo es posible que yo no estaba
enterado de una historia ası́ si yo para esa edad ya era muy faná tico de
los cuentos, libros y pelı́culas de terror? Fue ahı́ en Oaklawn que leı́ mi
primer libro completo de Stephen King, titulado Misery. Tuve que leerlo
a escondidas, ya que me habı́an con iscado otro del mismo autor que
estaba leyendo antes llamado It, por dos razones, porque estaba en
españ ol y porque no se aceptaban lecturas de ese tipo en el colegio. Los
maestros nos ponı́an a leer libros que a mı́ no me llamaban para nada la
atenció n: The Hobbit, The Client de John Grisham, Oliver Twist y cosas
similares. Fue por eso que yo leı́ por mi parte libros má s tenebrosos sin
que nadie me cachara. Es má s, me acabas de dar la idea de hacer todo
un ensayo sobre mi a ició n a los libros de Stephen King, es por eso que
voy a parar aquı́ con este desvı́o de tema.
Que yo tuviera el gusto por el horror y las pelı́culas de miedo de tan
niñ o no querı́a decir que no me asustara o que fuera inmune a tener
pesadillas. Ahora soy esas dos cosas, pero cuando era yo un puberto sı́
sufrı́a de esas consecuencias despué s de disfrutar una buena pelı́cula
llena de sangre y entrañ as humanas. Fue por eso mismo que esta
historia me dejó marcado para toda la vida. Sigue leyendo.
—“¡Por favor qué dese a dormir en nuestro dormitorio, Mr. Pé rez! ¡Por
favor! ¡Hay una litera que sobra! ¡De ié ndanos de la monja!” cantamos
casi al unı́sono Ernesto y yo. Mr. Pé rez nos tuvo que bajar la voz porque
si gritamos a un volumen un poco superior y pues, no eran horas.
Despué s de callarnos a ademanes, Mr. Pé rez negó nuestra petició n de
que fungiera como guardador de sueñ os en nuestros dormitorios, dijo
que ya está bamos grandecitos para necesitar a un adulto para
sentirnos seguros en la oscuridad, y despué s agregó que la monja no
era violenta, que no nos pasarı́a absolutamente nada. ¿Có mo por qué
sabrı́a é l que la monja satá nica no era violenta? ¿Habrá tenido una
conversació n con ella y nos está dando su opinió n del cará cter del
fantasma o qué diablos? No hay manera de saber si un fantasma es
bueno o si anda buscando venganza mientras ambula el mundo de los
vivos. Los fantasmas no van a contar sus intenciones, si no qué chiste.
Es como si Steve Jobs le hubiera contado a Bill Gates hace muchos añ os
que se le estaba ocurriendo una cajita en donde tienes guardada
mú sica por medio de un disco duro, y tiene una entrada auxiliar para
audı́fonos y que el aparato ese la harı́a del nuevo Walkman o discman.
Pues obvio no le contó . Es como si El Chapo le hubiese contado a los
enfermeros y los vigilantes del manicomio que estaba planeando
escaparse de tal para continuar su carrera de asesino y violador porque
sintió que se la cortaron a destiempo.
Nada de lo que nos dijo Mr. Pé rez para calmarnos lo logró . Su fuerte
no era precisamente eso, má s bien, cada palabra que salı́a de su boca
nos asustaba má s, entonces lo inteligente serı́a habernos alejado de é l
desde un principio y regresar a los dormitorios por nuestra cuenta sin
un gramo má s de terror en el sistema nervioso. Pero como por
supuesto no hicimos lo má s sensato, ahora está bamos má s asustados
que el vatillo sentando en el primero de un bañ o pú blico de dos.
No nos quedó de otra má s que seguir caminando a pasos largos
empujando el carrito, porque Mr. Pé rez nos prohibió correr porque
hacı́amos demasiado ruido y la academia se iba a despertar. En el
instante que este señ or estuvo fuera de vista, aceleramos para llegar lo
má s pronto posible al elevador que nos llevarı́a al tercer piso del
edi icio para ası́ ya tratar de dormir y acabar con este dı́a del demonio.
Por in lo logramos al elevador, el problema fue que sin querer bajé
el switch de la luz del mismo y de pronto nos encontramos entre cuatro
paredes en negro total. Por supuesto que está bamos gritando
aterrados, y ası́ fue como empecé a buscar el interruptor otra vez, pero
como tenı́a trece añ os y nos está bamos comportando como niñ as de
diez, le piqué a todos los botones y movı́ todos los switches hasta que
por in se prendió de nuevo el ascensor, solo que la mala noticia fue que
se abrió la puerta de este y nos encontrá bamos en el só tano. Todo
empeoró , todo se fue al carajo. Le empecé a rezar a Cristo Redentor,
esposo de Susanito, para que de perdido no fuera muy estricto
conmigo y me dejara entrar al paraı́so por mi inminente muerte a
g y j p p
continuació n. El só tano estaba má s oscuro que cuando se nos fue la luz
del elevador, olı́a a humedad combinado con ese olor que me gusta
tanto que a casi nadie má s, como de estacionamiento subterrá neo con
polvo. Tengo cierta atracció n a algunos olores que raramente le gustan
a alguien má s: los plumones negros permanentes, el Resistol 5000, el
pegamento UHU, el librito de un CD nuevo (cuando compraba CD), el
cloro de las albercas, mis gases debajo de la colcha, etc.
En cuestió n de unos pocos segundos encontramos de nuevo los
botones para irnos al carajo del só tano y ahora sı́ ya cuidadosamente le
piqué al botó n que tenı́a el nú mero 3. Se nos hizo eterno el viaje del
só tano al tercer piso y aparte no podı́amos dejar de respirar
profundamente. Está bamos sudando má s que una lesbiana ciega en un
mercado de mariscos, para que te des cuenta del extremo. Por in el
elevador encontró su destino inal de la noche en el piso tres, y nada
má s terminaron de abrirse las puertas, Ernesto y yo corrimos de ahı́,
aventamos el carrito contra los lockers recibiendo un sonoro
“SSSSSHHHHHH” de toda la secció n que trataba de dormir.
Llegué a mi dormitorio y como mi noche aun no daba un giro hacia
lo positivo, me encontré con un calcetı́n apestoso arriba de mi
almohada. Lo peor es que me di cuenta cuando me metı́ en las sabanas
y recargué mi cabeza sobre ella. Has de decir: “¿y eso qué ?”. Deja
contarte sobre el perpetuador de esta inoportuna broma.
Te hablaré de Miguel Mancilla. A é l lo conocı́ en el Instituto Irlandé s
acá en Monterrey. Hijo de padres millonarios y viviendo en una
mansió n con tres sirvientes a su disposició n las veinticuatro horas del
dı́a, Miguel era de las personas má s extrañ as que habı́a conocido en mi
vida. Contaba la leyenda que al salirse de bañ ar (si es que lo hacı́a),
despué s de secarse salı́a a su cuarto en cueros, abrı́a los brazos y la
servidumbre lo vestı́a, é l no moviendo un dedo. Era muy famoso por
ser un niñ o sucio. No se bañ aba, usaba los mismos calzones por
semanas, olı́a a sudor y tierra todo el maldito dı́a, y dudo mucho que se
limpiara el culo despué s de mandar un fax. Aparte de todo eso era muy
burro para las clases, no tenı́a la habilidad de controlar su atenció n, y
era muy mal portado. Una ichita el niñ o este.
Lamentablemente, era parte de mi equipo en la secció n, signi icaba
que dormı́a en mi dormitorio y que dependı́amos de é l como miembro
del equipo para que nos dieran puntos que al inal competı́amos con
los demá s equipos y el que ganara se llevaba algú n tipo de premio
("competencias" como quienes está n listos en la iglesia primero, quien
limpia má s rá pido la mesa despué s de la comida, etc.). Miguel nos hacı́a
mucho reı́r con sus cerdencias, por ejemplo su má s famosa: te conté
hace rato que estaba de moda el videojuego Mortal Kombat. Pues este
muchacho tenı́a una producció n vasta de lemas en su zona laringı́stica.
Se tapaba un nostril, para que del que quedaba libre saliera una masa
color verde fosforescente de buen tamañ o, te la lanzaba al mismo
tiempo de gritar ¡Fatality! (grito de victoria cuando en el Mortal
Kombat vences a tu enemigo cortá ndole la cabeza o arrancá ndole el
corazó n).
Má s o menos ya te está s dando la idea de có mo era este Miguel
Mancilla. Entonces por supuesto que el calcetı́n que me dejó como
menta de chocolate en los hoteles no estaba recié n salido de la
lavadora. Es má s, se me hace que en toda su apestosa vida habı́a
conocido el interior de uno de esos electrodomé sticos.
Apoyo la cabeza en mi almohada y un olor fé tido se concentra y se
mete a mi nariz para no salir como por las pró ximas 22 horas. Fue algo
espantoso, má s que la propia monja que en ese momento se me habı́a
olvidado. Como cuando te duele mucho la cabeza y agarras una navaja y
te cortas en el brazo para que el dolor que sientes sea transferido por
tu cerebro hacia la cortada, y pum, adió s dolor de cabeza.
Al escuchar mi exalto de asco, Miguel empezó a reı́r, pero a mı́ poca
risa me dio. Mi mente volvió a la monja satá nica que estaba
persiguié ndonos y de seguro ya nos habı́a encontrado. Me tapé todo el
cuerpo con la sá bana, como si esta sirviera de escudo contra los
monstruos del mundo. Hay que avisarle a todos los niñ os de las
pelı́culas de terror que si un monstruo te encuentra, difı́cilmente una
sá bana va a impedir que te encaje sus colmillos en la piel.
Lo que sucedió a continuació n no es un invento. Te juro por mi
ratonera vida que sucedió tal como lo vas a leer. No es una jugarreta
para hacer esta historia má s interesante o má s horrorı́ ica. No es como
la crema que le echan algunas personas al contarle historias a sus
amigos sobre sus escapadas sexuales del in de semana: "Oye te
desapareciste un buen rato, ¿dó nde andabas?" "Pues fui al bañ o y me
cogı́ a tres morras, y aquı́ estoy de vuelta". No es ası́. No es como
cuando tus papá s te decı́an: —"Há blale a tus abuelos", —"hasta los fui a
visitar, papá . —"Pues qué raro, porque acabo de hablar con tu abuela y
no me dijo nada." —"Ya está viejita, papá , se le olvida". Esto no es
azú car para endulzar el tamal. Esto es la puritita verdad, y no he
encontrado forma para explicar aun có mo fue posible que pasó esto.
Fue algo ası́:
Despué s de haberme fumado por completo el calcetı́n de Miguel,
traté de permanecer inmó vil debajo de la sá bana, hasta respiraba
lentamente para que no se viera el movimiento de arriba a abajo que
produce una respiració n agitada. En esa misma posició n pasaron
varios minutos y yo solo oı́a ronquidos leves, de esos de niñ os de trece
añ os. No creas que a esa edad ya echá bamos los rugidos que
acostumbramos a echar cuando dormimos a esta avanzada edad. No
que yo ronque, pero hay gente bien exagerada que parece que lo hace
adrede para no dejar dormir.
Deja recordarte que los dormitorios estaban en un tercer piso. Si te
tiras al vacı́o de un tercer piso muy probablemente no caigas parado al
aterrizar, o sea, es muy alto. La pared en la cual se recargaba mi cama,
era la ú ltima pared, o má s bien, detrá s de mı́ no habı́a má s que aire. No
habı́a otro cuarto, no eran los bañ os, no era el vestı́bulo. Habı́a aire. ¿Si
me sigues? Yo acostado seria mi cabeza, luego pared, despué s aire.
Todo mundo dormı́a. Yo por obvias razones simplemente no podı́a
dejar de pensar en lo que acababa de vivir junto a Ernesto, y de hecho
recuerdo haber estado temblando porque en verdad estaba esperando
a que en cualquier momento me destapara Sor Evangelina. Pero en vez
de ser descubierto por su fantasma, solamente escuché tres fuertes
golpes que provenı́an de la pared con la cual chocaba mi cama. TRES
GOLPES QUE SENTI EN EL FONDO DE MI SER (sin albur). Los sentı́ y
los escuché , justamente detrá s de la pared de mi cuarto a la altura de
nuestro dormitorio, o sea, en el tercer piso. Me levanté rá pido de mi
cama preguntando a mis compañ eros de cuarto si habı́an escuchado
eso. Nadie me respondió pues estaban sú pitos. Empecé a sudar, me
levanté de la cama, le di varias vueltas al dormitorio. No podı́a creer lo
que acababa de escuchar.
No eran horas para que algú n tipo de albañ il fuera por una escalera
de esas altotas a la bodega, la recargue justamente en mi piso en donde
estaba mi cuarto, subiera tantos peldañ os, golpeara con un mazo la
pared en tres ocasiones, bajara, y guardara la escalera de nuevo en la
bodega y a dormir. No habı́a explicació n humana ni cientı́ ica ni ló gica
para lo que estaba yo experimentando. OBVIAMENTE fue la monja. Me
habı́a encontrado y su juego diabó lico era asustarme para marinarme
en mi propio horror y comer un suculento platillo a la Jos.
No encontraba qué hacer má s que esperar mi muerte. Pensé en
escribirle algo a mis papá s y a mis amigos. El mundo se hubiera librado
de muchas canciones tristes que empezarı́an a publicarse seis añ os
despué s. Me iba a largar de esta dimensió n sin despedirme de nadie, y
a manos de una maldita monja fantasma que buscaba revancha por su
asesinato, pero encontrá ndola apó crifamente a merced de un
adolescente inocente. No era justo, ¿có mo era posible que Dios
permitiera esto? Iba a misa diario, diario me hacı́an rezar cosas, me
aprendı́a los salmos y los cantaba en alabanza con retortijones en el
estó mago por el hambre a las siete de la mañ ana diariamente.
Era virgen, sı́, virgen. Es má s, ni un beso en la boca habı́a recibido.
¡Ni la masturbació n conocı́a! Me acuerdo de mi primera vez, pensé que
me habı́a regresado el pecado original, que ya estaba manchado de por
vida y que, obviamente, ya habı́a perdido mi pureza y mi virginidad.
Nada me hacı́a sentido. Fue por eso que me acosté y acepté mi
destino, solo me quedaba esperar el momento... y en eso desperté .
Me habı́a quedado dormido mientras esperaba la llegada de la
monja. Miguel pensó que yo estaba enojado por el suceso de la calceta
de la muerte pero yo ni me acordaba de eso. Solo podı́a pensar en có mo
diablos habı́a burlado mi asesinato. ¿Se habrá arrepentido la monja y
pre irió esperar al siguiente dı́a de las madres? Muy probablemente
haya sido eso. El caso es que era lunes 9 de mayo y dı́a de salida o
paseo, y no me tocó castigo por “black points” o demerits, entonces fui.
En el camió n antes de zarpar a donde hayamos ido ese dı́a, logré
sentarme al lado de Ernesto para preguntarle qué habı́a pasado la
noche anterior.
—"No quiero hablar de eso, Pepe. Por favor no me lo vuelvas a
mencionar."
—"¿Escuchaste los golpes en la pared?"
—"Adió s.". Se paró de su lugar y se sentó al lado de alguien má s.
Ya entrada en la siguiente semana me di cuenta que Ernesto pidió
que lo cambiaran de tarea. La lavanderı́a ya no era lo suyo, segú n me
comentaron los responsables. Me dejó solo.
Si yo tambié n hubiera pedido el cambio, los grandes hubieran
pensado "Este está muy colorido para ser chilero. Mejor lo dejé ası́. Me
asignaron otro compañ ero y seguı́ mi vida de separador de ropa sucia
en la lavanderı́a.
No le conté a nadie de mi aventura. No me atrevı́a a repetir lo que
vivı́ ese dı́a de las madres. Nadie se enteró en la academia de nuestro
roce con lo sobrenatural. Fue hasta muchos añ os despué s que lo
empezaba a contar a personas allegadas a mı́ como plá tica "de fogata,
como dicen por ahı́. Nadie me ha creı́do hasta la fecha.
De la gente que escucha mi historia solo recibo risas, dudas, y hasta
decepció n: "¿ya fue todo? Ni da miedo, nalguı́sima tu historia, Pepe. No
vuelvas a hablar en toda la noche.
Sé que está s pensando lo mismo. Lo que a ti chance y se te hizo una
historia idiota sin susto alguno, esa misma historia, hace veintidó s
añ os destruyó un pedacito de mi alma.
Estoy seguro que no te gustó este capı́tulo. Lo siento.
Probablemente tenı́as que haber estado ahı́.
JULIO 23, 2015
Odio, odiar
Cuestionando el Raciocinio del Ser Humano
se terminó de imprimir en el mes de
octubre de 2016
en los talleres grá icos de
Castellanos editores, S.A. de C.V.
Martı́nez del Rı́o 167-E
Col. Doctores, Deleg. Cuauhté moc
Ciudad de Mé xico, C.P. 06720
Tel.: 26 14 18 66
Tiro: 12,000 ejemplares