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SEGUNDA PARTE.

EL DESARROLLO ES UN VIAJE CON MÁS NÁUFRAGOS QUE NAVEGANTES.

HISTORIA DE LA MUERTE TEMPRANA.


Los barcos británicos de guerra saludaban la independencia desde el río.
Londres vivía el principio de una larga fiesta Napoleón había sido definitivamente derrotado
algunos años atrás y la era de Pax Britannica se abría sobre el mundo, en América Latina a
independencia se había remachado a perpetuidad el poder de los dueños de la tierra y de los
comerciantes enriquecidos, en los puertos a costas de la anticipada ruina de los países nacientes.
Las industrias domésticas, precarias y de muy bajo nivel, habían surgido en el nuevo mundo
colonial a pesar de las prohibiciones de la metrópoli y conocieron un auge, en vísperas de la
independencia, como consecuencia del aflojamiento de los lazos opresores de España y de las
dificultades de abastecimiento que la guerra europea provocó.
Las dimensiones del infanticidio industrial.
Cuando nacía el siglo XIX, Alexander Humboldt calculó el valor de la producción manufacturera
de México en unos siete millones de pesos, de los que la mayor parte correspondían a los textiles.
En Perú los toscos productos de la colonia no alcanzaron nunca la perfección de los tejidos
indígenas anteriores a la llegada de Pizarro, pero su importancia económica fue en cambio muy
grande. La industria reposaba sobre el trabajo forzado de los indios, encarcelados en los talleres
desde antes que aclarara el día hasta muy entrada la noche.
Proteccionismo y librecambio en América Latina: el breve vuelo de Lucas Alamán.
La expansión de los mercados latinoamericanos aceleraban la acumulación de capitales en los
viveros de la industria británica, hacía ya tiempo que el Atlántico se había convertido en el eje del
comercio mundial y los ingleses habían sabido aprovechar la ubicación de su isla, llena de puertos,
a medio camino del Báltico y del Mediterráneo y apuntando a las costas de América.
México necesitaba de tejidos de algodón de fabricación propia y disponía de la materia prima la
energía hidráulica más barata que el carbón y pudo formar buenos operarios rápidamente.
Las lanzas montoneras y el odio que sobrevivió a Juan Manuel de Rosas.
Proteccionismo contra librecambio, el país contra el puerto, esta fue la pugna que ardió en el
trasfondo de las guerras civiles argentinas durante el siglo pasado, Buenos Aires que en el siglo
XVII no había sido más que una gran aldea de cuatrocientas casas, se apoderó de la nación entera a
partir de la revolución de mayo y la independencia.
Sin duda el corto número de hombres con fortuna padecerán, porque se privarán de tomar en su
mesa vinos y licores exquisitos, las clases menos acomodadas no hallarán mucha diferencia entre
los vinos y licores que actualmente beben, sino en el precio y disminuirán el consumo, lo que no sea
perjudicial.
Buenos aires consideró que debía terminar con Chacha Peñaloza, general de los llanos, le cortaron
la cabeza y la clavaron en exhibición en el centro de la plaza y siguieron el ferrocarril, los caminos
culminaron la ruina de la Rioja que había comenzado en la revolución de 1810.
La guerra de la triple alianza contra Paraguay, aniquiló la única experiencia exitosa de
desarrollo independiente.
Hasta la destrucción, Paraguay se erguía como una excepción en América Latina la única nación
que el capital extranjero no había deformado, el largo gobierno de mano de hierro del dictador
Gaspar Rodríguez de Francia había incubado, un desarrollo económico autónomo y sostenido.
Francia se había apoyado en las masas campesinas paraguayas para aplastar a la oligarquía y había
conquistado la paz interior teniendo un estricto cordón con el antiguo virreinato.
El exterminio de la oligarquía hizo posible la concentración de los resortes económicos
fundamentales en manos del Estado, para llevar adelante esta política de desarrollo dentro de
fronteras.
Los empréstitos y los ferrocarriles en la deformación económica de américa Latina.
El proceso se da y se sigue dando hasta nuestros días, aunque los acreedores son otros y otros los
mecanismos en toda América Latina, con la excepción, aniquilada de Paraguay. El financiamiento
externo se hacía como abrir agujeros para tapar agujeros, el deterioro de los términos comerciales
del intercambio no es tampoco un fenómeno exclusivo de nuestros días, se hacía importaciones
extranjeras y los precios se mantenían estables.
Las operaciones agiotistas encarcelaban a los países libres, a mediados del siglo XIX, el servicio de
la deuda externa absorbía ya en casi el cuarenta por ciento del presupuesto de Brasil.
Proteccionismo y librecambio en Estados Unidos: el éxito no fue la obra de una mano
invisible.
En 1865, mientras la triple Alianza anunciaba la próxima destrucción de Paraguay, el general Ulises
Grant celebraba, en Appomatox, la rendición del general Robert Lee.
En 1631 los recién llegados colonos de Boston echaron al mar a una balandra de treinta toneladas
de Blessing of the Bay, construida por ellos y desde entonces la industria naviera cobró un
asombroso impulso, el roble blanco buena madera para las planchas profundas y las armazones
interiores de los barcos, de pino se hacían las cubiertas , los baupreses y los mástiles.
LA ESTRUCTURA CONTEMPORANEA DEL DESPOJO.
Un Talismán Vacío De Poderes.
La rapacidad de los centros industriales a la búsqueda de mercados mundiales para la exportación
de sus mercancías, la fiebre por la captura de todas las fuentes posibles de materias primas, el
saqueo del hierro, el carbón, el petróleo los ferrocarriles articulando el dominio de las áreas
sometidas.
No faltan políticos y tecnócratas dispuestos a demostrar que la invasión del capital extranjero,
industrializador, beneficia las áreas donde irrumpe, a diferencia del antiguo este imperialismo de
nuevo signo implicaría una nueva acción en verdad civilizadora, una bendición para los países
dominados, de modo que por primera vez las letras de las declaraciones de amor de la potencia
dominante de turno coincidirían con sus intenciones reales.
Son los centinelas quienes abren las puertas: La esterilidad culpable de la burguesía nacional.
La actual estructura de la industria en Argentina, Brasil, México, los tres grandes polos de
desarrollo en América Latina, exhibe ya las deformaciones características de un desarrollo reflejo.
En los demás países más débiles, la satelización de la industria se ha operado, salvo alguna
excepción, sin mayores dificultades.
El gran galope del capital imperialista ha encontrado a la industria local sin defensas y sin
conciencia de su papel histórico, la burguesía se ha asociado a la invasión extranjera, sin derramar
ni lágrimas ni sangre, en cuanto el estado ha influido sobre la economía Latinoamericana.
¿Qué bandera flamea sobre las máquinas?
La vieja se inclinó y movió la mano para darle viento al fuego, así con la espalda torcida y el cuello
estirado todo enroscado de arrugas, parecía una antigua tortuga negra pero aquel pobre vestido roto
no protegía.
El ingreso en grandes cantidades de capital extranjero destinado a las manufacturas comenzó en
Brasil, en los años cincuenta y recibió un fuerte impulso del Plan de Metas puesto en práctica por el
presidente Judcelino Kubitschek, aquellas fueron las horas de euforia del crecimiento.
El bombardeo del fondo Monetario Internacional facilita el desembarco de los
conquistadores.
Dos de los ministros de gobierno que declararon ante la comisión parlamentaria sobre la
desnacionalización industrial de Brasil reconocieron que las medidas adoptadas bajo el gobierno de
Castelano Branco para permitir el flujo directo del crédito externo a las empresas que habían dejado
en inferioridad de condiciones a las fábricas de capital nacional.
El mundo se compone de grandes y pequeñas empresas, unos mueren temprano, en el primor de su
vida, otros se arrastran criminalmente, por una larga existencia inútil, hay una desigualdad básica
fundamental en la vida de la naturaleza humana, en la condición de las cosas.
En América Latina, el sistema produce mucho menos de lo que necesita consumir y la inflación
resulta de esta impotencia estructural, pero el FMI no acata las causas de la oferta insuficiente del
aparato de producción sino que lanza sus cargas de caballería contra las consecuencias.
Los Estados Unidos cuidan su ahorro interno, pero disponen del ajeno: la invasión de los
bancos.
La canalización de los recursos nacionales en dirección a las filiales imperialistas se explica en gran
medida por la proliferación de las sucursales bancarias norteamericanas que han brotado, como los
hongos después de la lluvia, durante estos últimos años, a lo largo y ancho de América Latina.
Toda esta invasión bancaria sirve para desviar el ahorro latinoamericano hacia las empresas
norteamericanas que operan en la región, mientras las empresas nacionales caen estranguladas por
la falta de crédito.
Un imperio que importa capitales
Los capitales afluirían del exterior para impulsar el desarrollo de Brasil y contribuir a su
estabilización económica y financiera.
Para los años siguientes se aseguraba el nivel superaría las previsiones del 65 pero las convocatorias
resultaron inútiles.
La imaginación de las empresas hace otro tanto con las inversiones mismas. En efecto, como el
vértigo del progreso tecnológico abrevia cada vez más a los plazos de renovación del capital fijo en
las economías avanzadas, la gran mayoría de las instalaciones y los equipos fabriles exportados a
los países de América Latina.
Los tecnócratas exigen la bolsa o la vida con más eficacia que los “marines”.
Al llevarse muchos más dólares de los que traen, las empresas contribuyen a agudizar la crónica
hambre de divisas de la región, los países, beneficiados se descapitalizan en vez de capitalizarse.
La Organización de los Estados Americanos ha hecho una reveladora estimación de la magnitud de
la ayuda real que América Latina recibe. Una vez separada la paja del grano, se llega a la
conclusión de que apenas el 38 por ciento de la ayuda nominal puede considerarse ayuda real, los
préstamos para industria, minería, comunicaciones y los créditos compensatorios, sólo constituye la
ayuda en una quinta parte del total autorizado.
Los préstamos ofrecen indicaciones tan precisas como las de un termómetro para evaluar el clima
general de los negocios de cada país y ayudan a despejar los nubarrones políticos o las tormentas
revolucionarias del transparente cielo de los millonarios.
Más de la mitad de los préstamos que recibe América Latina proviene, previa luz del FMI, de los
organismos privados y oficiales de los Estados Unidos, los bancos internacionales suman también
un porcentaje importante.
La industria no altera la organización de la desigualdad en el mercado mundial.
El intercambio de mercancías constituye, junto a las inversiones directas en el exterior y los
empréstitos, la camisa de fuerza de la división internacional del trabajo. Los países del tercer mundo
intercambian entre si poco más de la quinta parte de sus exportaciones y en cambio dirigen las tres
cuartas partes del total de sus ventas exteriores hacia los centros imperialistas de los que son
tributarios.
Los países ricos han utilizado y utilizan las barreras aduaneras para proteger sus altos salarios
internos en los renglones en que no podría competir con los países pobres. Los Estados Unidos
emplean el fondo monetario al banco mundial y los acuerdos arancelarios del Gatt, para imponer en
América Latina la doctrina del comercio libre y la libre competencia, obligando al abatimiento de
los cambios múltiples, del régimen de cuotas y permisos de importación y exportación.
Esta eficiencia en la coordinación de las operaciones en escala mundial, por completo al margen del
libre juego de las fuerzas del mercado, no se traduce claro está en precios más bajos para los
consumidores nacionales, sino en utilidades mayores para los accionistas extranjeros.
La diosa tecnología no habla español.
El conocido parlamentario norteamericano considera que el cinco por ciento de las acciones de una
gran corporación puede resultar suficiente, en muchos casos, para su control liso y llano por parte
de un individuo, una familia o un grupo económico.
Las universidades Latino Americanas forman en pequeña escala, matemáticos, ingenieros y
programadores que todos no encuentran trabajo sino en el exilio, nos damos el lujo de proporcionar
a los Estados Unidos nuestros mejores técnicos y los científicos más capaces, que emigran tentados
por los sueldos y las grandes posibilidades abiertas, en el norte a la investigación.
La marginación de los hombres y las regiones.
La ciudad de Sao Paulo duerme con los ojos abiertos, aturden sus oídos las crepitaciones del
desarrollo, surgen fábricas y rascacielos, puentes y caminos, como brotan de súbito, ciertas plantas
salvajes en las tierras calientes.
Es multitudinaria la invasión de los brazos provenientes de las zonas más pobres de cada país las
ciudades excitan y defraudan las expectativas de trabajo de familias enteras atraídas por la
esperanza de elevar su nivel de vida y conseguirse un sitio en el gran circo mágico de la civilización
urbana.
Dentro de cada país se produce el sistema internacional de dominio que cada país padece. La
concentración de la industria en determinadas zonas refleja la concentración previa demanda en los
grandes puertos o zonas exportadoras.
La integración de América Latina bajo la bandera de las barras y las estrellas.
Hay ángeles que todavía creen que todos los países terminas al borde de sus fronteras, son los que
afirman que los Estados Unidos no forman parte de la asociación Latinoamericana de libre
comercio (ALALC) ni el mercado común centroamericano. Como quería el libertador Simón
Bolívar, dicen está integración no va más allá del límite que separa a México de sus poderosos
vecino del norte.
Las corporaciones conocen ya por anteriores experiencias de integración las ventajas de actuar
como insiders en el desarrollo capitalista de otras comarcas, no en vano el total de las ventas de las
filiales norteamericanas diseminadas por el mundo es seis veces mayor que él valor de las
exportaciones de los Estados Unidos.
Las empresas extranjeras tienen como nadie, sentido de las proporciones, las propias y las ajenas, la
asignación eficiente de recursos requiere un desarrollo desigual de las diferentes partes de un país o
región.
Nunca seremos dichosos, ¡nunca! había profetizado Simón Bolívar.
Para que el imperialismo norteamericano pueda hoy día, integrar para reinar en América Latina, fue
necesario que ayer el imperio británico contribuyera a dividimos con los mismos fines. Un
archipiélago de países, desconectados entre sí, nació cono consecuencia de la frustración de nuestra
unidad nacional.
Mientras que Norteamérica, crecía desarrollándose, hacia adentro de sus fronteras en expansión, en
el sur, desarrollado hacia afuera, estallaban en pedazos como una granada.
El actual progreso de integración no nos reencuentra con nuestro origen ni nos aproxima a nuestras
metas. Ya Bolívar había afirmado, certera profecía que los Estados Unidos parecían destinados por
la providencia para plagar América de miserias en nombre de la libertad.

SIETE AÑOS DESPUES


El libro las venas abiertas de América Latina, es un libro donde dice la realidad de las cosas que
sucedieron, aunque ha sido prohibido en Uruguay, Chile y Argentina es un libro que habla
claramente de la corrupción y vale mucho aprender, confirmar que el conocimiento es un privilegio
de las élites.

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