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Elaborado por: Vanessa Alba Ayala

“El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra”.
Karl Marx

Con el propósito de establecer una postura entorno a la relación política- deporte es imperativo
definir los conceptos del objeto de análisis. Según la RAE (2023) la política se define como
orientaciones o directrices que rigen la actuación de una persona o entidad en un asunto o
campo determinado. De igual forma, también es definido como el arte con que se conduce un
asunto y se emplean los medios para alcanzar un fin determinado. Por su parte, el deporte en
concordancia con el artículo 15 de la Ley 181 de 1995 se define como una conducta humana
que se caracteriza por ser lúdica y tener un afán competitivo de comprobación o desafío
expresada por medio del ejercicio corporal y mental, dentro de unas normas y parámetros
establecidos con el propósito de generar valores morales, cívicos y sociales (Congreso de la
República de Colombia, 1995).

A partir de lo anterior y comprendiendo mejor estos dos conceptos es importante traer a


colación el papel en términos muy generales de la política en Colombia. La carta de navegación
de los pilares fundamentales que rige la base democrática en el país es la Constitución Política
de Colombia, en ella se consignan derechos fundamentales y deberes en el quehacer
ciudadano. El artículo 52 estipula que existe el derecho a la recreación, a la practica del
deporte y al aprovechamiento del tiempo libre y que todo lo anterior se encuentra en un eje
integrador de la educación y hace parte del gasto público social. Con todo esto se busca
resaltar que existe un marco regulador en lo concerniente a la actividad física y el deporte y de
ahí los procesos de construcción de una política pública, la cual se encuentra vigente hasta el
2028.
El principal elemento de la política pública para el desarrollo deportivo, recreativo, actividad
física y aprovechamiento del tiempo libre tiene propósito fomentar al deporte como un elemento
de transformación social y que genere conexión con el bienestar general y el desarrollo
personal, a su vez, que permita generar espacios de multiculturalidad, dialogo empleo y
desarrollo (Ministerio del Deporte, 2021). Todo esto y en el imaginario que se aplicará de forma
integral estaría generando verdaderos procesos interdisciplinarios entre política y deporte. Sin
embargo, aunque distintos gobiernos hayan pactado objetivos transversales para integrar el
deporte como instrumento de cohesión social son limitados los resultados y se pueden ver en la
siguiente relación: El Decreto 2590 de 2022 establece los recursos de la nación para la vigencia
2023 con un total de 405 Billones de pesos y 946 mil millones de pesos son competencia del
Ministerio del Deporte, lo que corresponde al 2,3% aproximadamente (Ministerio de Hacienda y
Crédito Público, 2022). Solo con analizar el rubro destinado se puede concluir que dentro de las
prioridades del gobierno actual e incluso anteriores siguen existiendo instrumentos insuficientes
que permitan crear puentes concretos en esta materia.
Ahora bien, no hay que confundir política con politiquería, otro concepto que se trae al texto por
ser relevante y sumamente pertinente en la cotidianidad de Colombia. Existe porque es una
práctica ampliamente utilizada por personas encargadas de tomar decisiones que se quedan en
el poder y hacen lo necesario para generar elementos distractores y contaminar a todo su
entorno con hechos corruptos y disruptivos. En estas practicas se pueden observar coimas,
dadivas y beneficios otorgados para obtener a cambio votos, confianza y porque no distracción.
En esta área el deporte si se encuentra ampliamente utilizado como, por ejemplo, en la
transmisión de partidos nacionales de futbol legislar y tramitar reformas tributarias, ya que
mientras se tenga al pueblo distraído e ignorante se podrán repetir estos patrones disruptivos
una y otra vez. Podrían generarse toda clase de movimientos entre congresistas para aprobar
proyectos de ley en la creación de espacios deportivos que no se utilizarán de nuevo y
quedaran como elefantes blancos y pasivos para la entidad territorial que decida adquirirlos
como el caso de Ibagué.
Con esta ultima idea pretendo resaltar que no es lo mismo la política y la politiquería y que,
aunque ambas corrientes estén directamente relacionadas con el deporte es la politiquería la
que se encarga de generar toda clase de manipulaciones para alcanzar sus objetivos. En la
medida que Colombia siga siendo una nación que no se apodere de sus mecanismos de
participación y siga permitiendo que la misma clase política gobierne, la politiquería seguirá
haciendo de las suyas utilizando toda clase de distractores colectivos y la política publica real
que se encuentra detrás buscando procesos de cohesión social quedará rezagada como todas
las buenas ideas que solo caben en los textos y decretos.

Referencias
 Congreso de la República de Colombia. (1995). Ley 181 de Enero 18 de 1995. Bogotá.

 Ministerio de Hacienda y Crédito Público. (2022). Decreto 2590 de 2022. Bogotá.

 Ministerio del Deporte. (21 de Abril de 2021). Política Pública. Obtenido de


https://www.mindeporte.gov.co/normatividad/politica-publica#:~:text=La%20Pol
%C3%ADtica%20P%C3%BAblica%20del%20Deporte,empleo%20y%20el%20desarrollo
%20econ%C3%B3mico.

 Real Academia Española. (2023). Real Academia Española. Recuperado el 07 de


Febrero de 2023, de https://dle.rae.es/pol%C3%ADtico

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