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y evolución de por medio generaría materia viva. Con este punto como base, a lo
Una de las principales teorías sobre el origen de la vida sostiene que comenzó en
los mares primitivos.
Bioquímico ruso, Alexandr Ivánovich Oparin publicó en 1922 "El origen de la vida".
Ubica el inicio de la Tierra hace unos 4.600 millones de años atrás y explica cómo
terminó por generar una reacción química. A medida que la Tierra comenzó a
estudios, las primeras formas de vida no sólo sucedieron en el mar, sino también
en la tierra. A muy altas temperaturas (cercanas a los 1.000° C), una determinada
continuar su desarrollo.
4. Teoría de la panspermia
Esta línea, desarrollada por el biólogo alemán Hermann Ritcher en 1865, supone
panspermia, palabra que en griego significa "semillas por todas partes". Así,
hasta encontrar una atmósfera o ambiente con las condiciones adecuadas para
molecular, es decir, que los cuerpos celestes trajeron consigo moléculas orgánicas
Partículas del espacio podrían haber llegado a la Tierra adheridas a los meteoritos
y generar el inicio de la vida.
crucial del ARN o ácido ribonucleico) y otros azúcares esenciales, como arabinosa
decisivo para que el ADN pueda replicarse. Esta teoría sostiene que el ARN es la
molécula que dio lugar al ADN, ya que su presencia en la cadena evolutiva es muy
genético tal como se lo conoce actualmente. ¿El problema sin resolver? El origen
del propio ARN en la Tierra. Incertidumbre que, para muchos, vuelve a conducir a
la idea de que los nucleótidos podrían haber llegado del espacio, a través de la
época.
Estudio de los
seres vivos.
El propósito de la biología es muy amplio, se puede reducir a los siguientes fines:
1. Conocer la constitución de la materia viva;
2. Estudiar la organización de los distintos seres vivos;
3. Estudiar las funciones que éstos realizan;
4. Seguir el proceso de su evolución;
5. Llegar al conocimiento de su origen.
La zoología
estudia los
animales.
Al perseguir estos fines, la biología da lugar a una serie de ciencias, que le sirven
como auxiliares en su continua investigación. Son las ciencias biológicas, cada día
más numerosas.
Las principales son: La zoología, que estudia los animales, y la botánica, que
estudia las plantas.
Dentro de ellas se encuentra la anatomía, que estudia la estructura interna de los
individuos; la fisiología, que muestra su funcionamiento; la morfología, que
describe las formas externas, y la histología, que estudia su estructura
microscópica.
Además, cuentan con la embriología, que sigue el proceso del desarrollo de los
animales; la genética, que se preocupa de la trasmisión de los caracteres
hereditarios; la ecología, que trata de las relaciones entre los seres vivos y el
ambiente; la etología, que analiza el comportamiento, y
la zoogeografía y fitogeografía, que describen la distribución de animales y
plantas en la tierra.
Son de gran interés hoy en día, debido a las modernas técnicas, la citología, que
estudia las estructuras de la célula, y la bioquímica, que muestra las complicadas
reacciones químicas que en ella se realizan.
Aún existen muchas más subdivisiones objeto de estudios de los especialistas,
como la ornitología, que sólo se ocupa de las aves, y la micología, de los hongos.
La lista es interminable, el mundo vivo y la ciencia que lo estudia.
El sistema solar es el conjunto formado por el Sol y los ochos planetas con sus
respectivos satélites que giran a su alrededor, también le acompañan en su
desplazamiento por la galaxia o Vía Láctea planetas enanos, asteroides e
innumerables cometas, meteoritos y corpúsculos interplanetarios. Este sistema
está situado a unos 33.000 años luz del centro de la Vía Láctea.
Son muchas las hipótesis sobre el origen del Sistema Solar, las teorías más
actuales enlazan su formación con la del Sol, hace unos 4.700 millones de años. A
partir de una nube interestelar de gas y de polvo que se fragmentó o colapsó,
conduciendo a la formación de una nebulosa solar primordial, y por medio de la
unión de partículas cada vez más grandes la formación de los planetas actuales.
Hasta el 24 de agosto de 2006 los planetas del Sistema Solar eran nueve:
Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. En
dicha fecha, la Unión Astronómica Internacional creó una nueva clase de planeta:
los planetas enanos, en donde Plutón pasó a ser parte de ellos, junto con Ceres y
Eris; y más adelante, se les ha unido Haumea y Makemake.
Los planetas son cuerpos que se desplazan en órbitas elípticas alrededor del Sol
(traslación) y en torno a sí mismos (rotación). Por lo general, la distancia de cada
planeta al Sol viene ser el doble de la anterior. Los planetas, con excepción de
Mercurio y Venus, poseen satélites, cuerpos de menor tamaño que giran a su
alrededor. El satélite más conocido es el de la Tierra, la Luna.
Los planetas más próximos al Sol son llamados planetas interiores o telúricos
(Mercurio, Venus, Tierra y Marte), son de reducida dimensión, de elevada
densidad, escasa velocidad de rotación y presenta pocos satélites; los planetas
lejanos son conocidos como planetas exteriores o gigantes (Júpiter, Saturno,
Urano y Neptuno), son de gran tamaño, de baja densidad, de rotación rápida y
tienen consistencia gaseosa y mayor número de satélites.
Es un planeta del sistema solar que gira alrededor de su estrella —el Sol— en la
tercera órbita más interna. Es el más denso y el quinto mayor de los ocho planetas
del sistema solar. También es el mayor de los cuatro terrestres o rocosos.
Hace más de diez mil años, el ser humano comenzó a cultivar plantas y a
desarrollar estrategias de caza y pastoreo que lo colocarían a la cabeza del
sistema de redes tróficas. Pronto comenzó a interferir con el medio en el que
habitaba en diferentes niveles. Por ejemplo, el uso que hacía del fuego podía
producir incendios que mantenían como pastizales zonas que en su evolución
natural hubieran sido bosques. Igualmente, el desarrollo de las estrategias de caza
en grupo pudo ser una de las causas que en el pleistoceno abocó a la
desaparición a especies como el mamut y el mastodonte.
Las consecuencias de la expansión del ser humano sobre la Tierra y del desarrollo
tecnológico que lleva parejo tienen múltiples facetas. El fulgurante crecimiento de
la población humana es base de toda la problemática relacionada con el ambiente.
El ser humano ejerce sobre el ambiente una presión que puede llegar a ser
insostenible, al consumir cada vez mayores cantidades de agua y alimentos,
materias primas y energía. Paralelamente, genera mayores volúmenes de
residuos y agentes contaminantes.