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Los sacramentos son un momento de especial cercanía con el Misterio que acompañan
todas las circunstancias de nuestra vida, sea el amor, sea el sufrimiento, sea nuestro cre-
cimiento y compromiso. Por tanto cada sacramento tiene relación con una experiencia
humana:
Los sacramentos no son una invención humana sino que han sido instituidos por Jesús,
por eso todos tienen una base bíblica:
La Unción de enfermos: Las curaciones que hacía Jesús son el origen del sacra-
mento de la unción de enfermos. Además también cita expresamente en el Evange-
lio: “Éstas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expul-
sarán demonios, hablarán en lenguas nuevas (…) impondrán las manos sobre los
enfermos y se pondrán bien” (Mc 16, 17-18)
El Matrimonio: Jesús explica a sus discípulos el origen divino del Matrimonio: “¿No
habéis oído como Él, que creó al hombre al principio, lo hizo varón y mujer? Y dijo:
por ello el hombre dejará a su padre y a su madre y los dos serán una misma car-
ne” (Mt 19, 4-6)
5. ¿Qué es el carácter? ¿Cuáles son los sacramentos que imprimen carácter? ¿El Ma-
trimonio imprime carácter?
Los sacramentos que imprimen carácter son los que se reciben una sola vez en la vida
(Bautismo, Confirmación y Orden). El carácter es una huella indeleble que queda en el al-
ma por eso estos tres sacramentos no pueden repetirse. Estos sacramentos por tanto
marcan un antes y un después en la persona y su relación con Dios.
Los otros sacramentos son cotidianos, es decir, podemos acercarnos a ellos cuando que-
ramos, cuando los necesitemos (Eucaristía, Penitencia y Unción de enfermos).
El Matrimonio está entre medias de ambos grupos. Se habla de “cuasi”carácter, pues aun-
que el vínculo entre los esposos termina con la muerte de uno de los cónyuges, se cree
que de alguna manera esa unión entre el esposo y la esposa debe permanecer más allá
de la muerte y habrá una marca en ellos que así lo indique.
En los primeros siglos del cristianismo, los tres sacramentos de iniciación cristiana (Bau-
tismo, Confirmación y Eucaristía) siempre se celebraban juntos. Esto significaba que la
persona recibía los tres sacramentos al convertirse al cristianismo, y esto tenía lugar en la
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Vigilia Pascual. Por eso hoy día estos sacramentos se suelen celebrar siempre en Pascua
(entre abril y mayo), para conectar con la tradición original de recibir los sacramentos en la
Vigilia Pascual, y que realmente sean un encuentro con Cristo resucitado.
Los sacramentos del Matrimonio y el Bautismo los pueden celebrar tanto un diácono, como
un sacerdote, como un Obispo. Sin embargo confesar, celebrar la Eucaristía y administrar
la unción de enfermos sólo lo pueden hacer el sacerdote y el Obispo. Y la Confirmación y
el Orden sólo los puede celebrar el Obispo.
7. Yo tengo que estar bien preparado para recibir un sacramento, pero ¿si es el sacer-
dote el que no lo está, el sacramento es válido?
El sacramento siempre va a ser válido y esto se justifica por el “EX OPERE OPERATO” (en
latín literalmente: “del trabajo que se realiza") Se refiere a la manera en que la gracia es
conferida por la valida administración y digna recepción de un sacramento. El término fue
definido en el Concilio de Trento.
En los sacramentos, es Cristo quien siempre actúa por medio de la Iglesia, por tanto un
sacramento no puede dejar de comunicar la gracia prometida por Cristo siempre que se
administre válidamente. La comunicación de la gracia no depende de la santidad ni de los
méritos del ministro. La gracia es conferida en el sacramento que se celebra con validez,
aunque el sacerdote esté en pecado mortal. Quien recibe el sacramento recibe las gracias
del mismo mientras no ponga obstáculos a ellas. Cuanto más dispuesto y preparado esté,
mas frutos producirán las gracias.
8. ¿Qué significa la palabra vocación? ¿Qué es la vocación cristiana? ¿Cuáles son las
tres vocaciones cristianas particulares?
Esta vocación cristiana general se inicia en el Bautismo y continúa con la vocación cristia-
na particular de cada bautizado. Cada persona con la ayuda del Espíritu Santo, debe des-
cubrir y realizar su propia vocación para ser plenamente feliz en la vida. Las tres vocacio-
nes particulares son:
Las personas se casan de forma natural. Así lo ve la Iglesia, que eleva a sacramento lo
que se considera una realidad natural. De hecho es el único sacramento en el que los mi-
nistros (los agentes, por así decirlo, los que hacen el sacramento) son los propios novios.
El cura es solo un testigo. El Matrimonio siempre se ha visto como realidad natural, como
llamada natural, a la que las diferentes sociedades y culturas a lo largo de la historia han
ido dando forma. Por eso las personas se casan entre sí.
Antes del Matrimonio es muy importante el período de noviazgo. La palabra novios signifi-
ca empezar algo nuevo con alguien nuevo. En este camino o relación especial debemos
dejarnos conocer cómo somos. No sólo mostrar esa parte estupenda que sabemos que
agrada, sino todo lo que somos, lo que vivimos, nuestros sueños y preocupaciones. E ir
probando con autenticidad y libertad, si la otra persona cuadra en todo esto y si yo cuadro
en su vida igualmente. No hay que menospreciar este momento pensando que todavía no
es el compromiso total. Es un tiempo importante en el que se están poniendo las bases de
una relación de acogida y donación mutua. Si no es así conviene ser muy sinceros lo antes
posible.
El Matrimonio cristiano es entre un hombre y una mujer siendo imprescindible que al me-
nos uno de los dos esté bautizado. La Iglesia no exige a los novios estar confirmados para
poder contraer matrimonio, aunque sí aconseja que lo estén. Incluso, en algunas diócesis,
el Obispo ha establecido que deban estar confirmados, para ayudar de este modo a los
que van a contraer matrimonio a consolidar su formación cristiana.
Con el Matrimonio los esposos se comprometen a unir sus vidas para siempre, a ser fieles
el uno al otro, a recibir libre y responsablemente los hijos y a educarlos humana y cristia-
namente.
Unidad: es la unión de un solo hombre con una sola mujer. Por ello la poli-
gamia (unión de un hombre con varias mujeres) y la poliandria (unión de una
mujer con varios hombres) atentan contra esta propiedad del matrimonio.
Únicamente está permitido volverse a casar cuando el vínculo se deshace al
morir uno de los esposos. Un matrimonio se puede desbaratar si no se une
sólidamente para hacer frente a todas las dificultades y vencer los muchos
obstáculos que surgen durante la vida. No es nada más la unión en una sola
carne, sino un solo corazón y una sola alma. Caminar juntos el mismo cami-
no. Hay dificultades en todo matrimonio. No es posible que dos personas
piensen igual, pero deben luchar juntos por vencer esas dificultades.
13. ¿De qué se compone la liturgia del Matrimonio? ¿Cuál es el momento principal de la
liturgia del Matrimonio?
-Separación: Los esposos se separan físicamente pero sigue habiendo un vínculo entre
ellos. No se pueden volver a casar ni civilmente ni por la Iglesia.
-Divorcio: es la disolución del vínculo matrimonial. Es decir, legalmente ya no hay matrimo-
nio y te puedes volver a casar por lo civil con otra pareja. Para la Iglesia sigue habiendo
vínculo.
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