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Retiro de catequistas Diócesis de

Cancún-Chetumal
¡Catequistas renovados en tu amor!
Objetivo: Los catequistas de la Diócesis Cancún- Chetumal ,
renuevan su compromiso como cristianos y catequistas,
mediante momentos de reflexión y oración a fin de suscitar en
su corazón el deseo de caminar juntos como Iglesia Diocesana.
MOTIVACION:

El tiempo de cuaresma nos recuerda los 40 días que paso el Señor en


el desierto, donde tuvo las tentaciones, el catequista ora, reflexiona,
ayuna y practica la caridad, que le ayudara a descubrir la necesidad
de renovarse para vivir la pascua comprometiéndose al mismo
tiempo a renovar su forma de dar y de vivir como catequista.
En este primer momento les invitamos a hacer un momento de
Oración, les entregamos el Salmo 50, para que reflexionen de
manera personal en un momento de silencio. Que es lo que me dice
este salmo, 1.- me lleva a reconocer mis culpas, 2.- a pedir
Misericordia o 3.- a proclamar a su nombre y alabanzas por su gran
misericordia
REFLEXIÓN PERSONAL
La siguiente reflexión es para que cada catequista
como bautizado tiene la necesidad de una renovación
personal para cumplir mejor nuestra vocación, en este
retiro de cuaresma el Señor te llama a quitar algunas
cosas que no te permiten cumplir con tu misión de
catequista, quizás no nos demos cuenta de que estamos
mal, porque nos hemos acostumbrado tanto a ello que
ya es parte de tu vida, pero cuando
quitamos aquello que nos estorba nos sentimos
liberados y te aseguro que tu misma catequesis será de
calidad.
La renovación del Águila
• Respondemos las siguientes preguntas

• 1.- ¿De manera personal que te hace falta cambiar o que quisieras
cambiar, durante este tiempo de cuaresma para llegar con alegría a vivir
la fiesta de la pascua?
• 2.- ¿Qué cosas o personas no me permiten hacer un alto en mi vida?
Para poder ser Iglesia sinodal, se nos pide convertirnos, es decir
cambiar algunos comportamientos.
que no van de acuerdo a nuestra vida cristiana, para ello te dejamos
algunos artículos del catecismo
de la Iglesia católica y de la Evangelii Gaudium, para tu estudio,
respondiendo
siguientes preguntas.
1.- ¿Qué se necesita para que exista una conversión de corazón?
2.- ¿Menciona que dicen los documentos sobre la necesidad de
conversión, tanto personal como pastoral?
Catecismo de la Iglesia Católica

1427 Jesús llama a la conversión. Esta llamada es una parte esencial del anuncio del Reino: “El
tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva”
(Mc 1,15). En la predicación de la Iglesia, esta llamada se dirige primeramente a los que no
conocen
todavía a Cristo y su Evangelio. Así, el Bautismo es el lugar principal de la conversión primera y
fundamental. Por la fe en la Buena Nueva y por el Bautismo (cf. Hch 2,38) se renuncia al mal y
se
alcanza la salvación, es decir, la remisión de todos los pecados y el don de la vida nueva.

1428 Ahora bien, la llamada de Cristo a la conversión sigue resonando en la vida de los
cristianos.
Esta segunda conversión es una tarea ininterrumpida para toda la Iglesia que “recibe en su
propio seno a los pecadores” y que siendo “santa al mismo tiempo que necesitada de
purificación constante, busca sin cesar la penitencia y la renovación” (Este esfuerzo de
conversión no es sólo una obra humana. Es el movimiento del “corazón contrito” (Sal 51,19),
atraído y movido por la gracia (cf. Jn 6,44; 12,32) a responder al amor misericordioso de Dios
que nos ha amado primero (cf. 1 Jn 4,10)
1429 De ello da testimonio la conversión de san Pedro tras
la triple negación de su Maestro. La mirada de infinita
misericordia de Jesús provoca las lágrimas del
arrepentimiento (Lc 22,61) y, tras la resurrección del Señor,
la triple afirmación de su amor hacia él (cf. Jn 21,15-17). La
segunda conversión tiene también una dimensión
comunitaria. Esto aparece en la llamada del Señor a toda la
Iglesia: “¡Arrepiéntete!” (Ap. 2,5.16).

San Ambrosio dice acerca de las dos conversiones que, «en


la Iglesia, existen el agua y las lágrimas:el agua del
Bautismo y las lágrimas de la Penitencia» (Epístola extra
collectionem 1 [41], 12).
Evangelii Gaudium
33. La pastoral en clave de misión pretende abandonar el cómodo criterio pastoral del «siempre se
ha hecho así». Invito a todos a ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las
estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades. Una postulación
de los fines sin una adecuada búsqueda comunitaria de los medios para alcanzarlos está condenada
a convertirse en mera fantasía. Exhorto a todos a aplicar con generosidad y valentía las
orientaciones de este documento, sin prohibiciones ni miedos. Lo importante es no caminar solos,
contar siempre con los hermanos y especialmente con la guía de los obispos, en un sabio y realista
discernimiento pastoral.

34. Si pretendemos poner todo en clave misionera, esto también vale para el modo de comunicar el
mensaje. En el mundo de hoy, con la velocidad de las comunicaciones y la selección interesada de
contenidos que realizan los medios, el mensaje que anunciamos corre más que nunca el riesgo de
aparecer mutilado y reducido a algunos de sus aspectos secundarios. De ahí que algunas
cuestiones que forman parte de la enseñanza moral de la Iglesia queden fuera del contexto que les
da sentido. El problema mayor se produce cuando el mensaje que anunciamos aparece entonces
identificado con esos aspectos secundarios que, sin dejar de ser importantes, por sí solos no
manifiestan el corazón del mensaje de Jesucristo. Entonces conviene ser realistas y no dar por
supuesto que nuestros interlocutores conocen el trasfondo completo de lo que decimos o que
pueden conectar nuestro discurso con el núcleo esencial del Evangelio que le otorga sentido,
hermosura y atractivo.
35. Una pastoral en clave misionera no se obsesiona por la
transmisión desarticulada de una multitud de doctrinas que se
intenta imponer a fuerza de insistencia. Cuando se asume un
objetivo pastoral y un estilo misionero, que realmente llegue a
todos sin excepciones ni exclusiones, el anuncio se concentra
en lo esencial, que es lo más bello, lo más grande, lo más
atractivo y al mismo
tiempo lo más necesario. La propuesta se simplifica, sin perder
por ello profundidad y verdad, y así se vuelve más
contundente y radiante
Aquel que nos invitó a perdonar «setenta veces siete» (Mt 18,22) nos da ejemplo: Él perdona setenta
veces siete. Nos vuelve a cargar sobre sus hombros una y otra vez. Nadie podrá quitarnos la
dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable. Él nos permite levantar la cabeza y
volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la
alegría. No huyamos de la resurrección de Jesús, nunca nos declaremos muertos, pase lo que pase.
¡Que nada pueda más que su vida que nos lanza hacia adelante!
La Iglesia nos marca un camino de conversión y renovación, porque a veces pensamos que es solo
durante el tiempo de cuaresma, sin embargo vemos como todo Bautizado tiene necesidad de
renovarnos, cuanto más quienes estamos al servicio de Dios, el Apóstol San Pedro del cual nos
habla el catecismo de la Iglesia católica, era alguien muy cercano al maestro, incluso unas horas
antes de la negación, se veía como alguien capaz de dar su vida por él, con espada en mano
defiende a su maestro, pero en el momento crucial de su vida, cuando le preguntan, si El, era uno
de los que estaban con El, titubea y lo niega, si nosotros no hacemos un alto en nuestras vida
como catequistas, podemos titubear en cualquier momento, y abandonar también a Jesús por eso
es necesario ser conscientes:
1.- Como catequista, debo buscar siempre mi propia conversión, de manera personal, hay
algunos
aspectos que debo cambiar, que no me permiten relacionarme y compartir mi fe con
otros, de hecho , a veces los pequeños problemas del catequista son más de sentimientos
que verdaderos pecados.
2.- Todo catequista debe ser de mentalidad abierta para poder renovar como el águila, sus
procesos ,y de mentalidad positiva, para dar el siguiente paso, de que, aunque siempre se
ha hecho así y lo hacemos a la perfección, pero lo podríamos mejorar y con esta
mentalidad buscar siempre los mejores métodos para llevar el Evangelio al estilo de
Jesús, que siempre dio su mensaje no solo con sus palabras sino también con su
testimonio.
3.- Recordemos que la renovación de mi persona, no es solo un requisito cuaresmal sino
un plan de vida, quiero ser mejor persona, mejor catequista, mejor padre o madre, mejor
hijo, mejor alumno, etc. Pero no quiero serlo ni un día ni dos quiero serlo toda la vida,
peor por supuesto esto se va a ir dando de manera paulatina, para ellos comencemos con
lo que nos propone este tiempo practicar el ayuno, la oración, la penitencia y la caridad,
estos son un gran apoyo para fortalecer tu vida personal y tu vida comunitaria.
Oremos;
Espíritu Santo, ilumina nuestro entendimiento, para que,
al leer la Sagrada Escritura, sintamos la
presencia de Dios Padre que se manifiesta a través de tu
palabra. Abre nuestro corazón para darnos
cuenta del querer de Dios y la manera de hacerlo
realidad en nuestras acciones de cada día.
Instrúyenos en tus sendas para que, teniendo en cuenta
tu palabra, seamos signos de tu presencia
en el mundo. Amén
Del Santo Evangelio Según San Juan 21, 15-19
Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que
éstos?»
Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.»
Vuelve a
decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te
quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.» Le dice por tercera vez: «Simón de Juan,
¿me
quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le
dijo: « Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis
ovejas. «En verdad , en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas
adonde querías; pero a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú
no quieras.» Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho esto,
añadió: «Sígueme.»
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Meditación: catequista: ¿Qué te dice a ti el texto? Descubrir el mensaje
que encierra para tu vida. Dejen que Dios les hable por medio de su
palabra.

Acción de gracias y peticiones personales, contemplación.


¿Me amas más que
Me Comprometo
estos?
a:

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