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CLASE PSICOLOGÍA HUMANISTA-EXISTENCIAL “El MOVIMIENTO DE LA TERCERA FUERZA”

I. El existencialismo como antecedente filosófico del movimiento de la “tercera fuerza”

Algunas ideas centrales sobre el existencialismo como corriente de pensamiento filosófico

 Se desarrolla a partir de la revisión de los planteamientos de la hermenéutica (Martin


Heiddegger) y de la fenomenología (William Dilthey, Franz Brentano, Edmundo Husserl),
siendo Jean Paul Sartre y Alberto Camus uno de sus representantes más ilustres.
 Surge en el contexto de postguerra / decepción respecto a la razón humana y la idea de
progreso.
 Propone una reflexión respecto a temas como la existencia, el ser, la muerte, la angustia,
la soledad, la libertad, la responsabilidad y el sentido.

(Diapositiva graficando la herencia intelectual desde Brentano, Husserl, Heidegger y Sartre)

[Introducción al Dasein] Uno de los autores que abrió esta línea de pensamiento es Martín
Heidegger y su particular noción de existencia. Pensemos por ejemplo cuando vamos atrasados y
tenemos que correr para tomar la micro. Nuestra conciencia tiene una preocupación totalmente
externa, sus contenidos están dados por las cosas que nos rodean. No podemos dejar de
percatarnos de la vertiginosidad del mundo, lo que está en la conciencia es “yo estoy corriendo
para tomar la micro”; en la medida que me pongo a pensar en mí mismo, diciéndome “yo me veo
a mí mismo pensando en que estoy corriendo para tomar la micro” entonces ya perdí la micro.

[Ser-ahí] Para Heiddegger la existencia del ser humano está dada precisamente por esa condición
de estar arrojado al mundo, ser eyectado hacia afuera, y a esa condición existencial Heidegger lo
va a denominar como Dasein, es decir “ser ahí”. El nacimiento, que marca el principio de la
existencia, es el hecho traumático en donde somos arrojados, caemos al mundo, al mundo de las
cosas,

[Ser en sí] las cosas tienen un modo de existencia diferente al del ser humano. Ese ser arrojado, se
percata de las cosas del mundo, cuya existencia las siente como independiente de él, tienen, en
palabras de Sartre un ser en sí mismo, un ser en sí, son lo que son y no pueden ser otra cosa,
seguirán siendo lo que son y su ser no sufre modificaciones: una piedra seguirá siendo una piedra,
un lápiz un lápiz.

[Ser para sí] Pero, a diferencia de ese modo de existencia que tienen las cosas, es decir, como ser
en sí, el ser humano, cuando se pregunta por su propio ser, no puede responderse nada. Cuando
la conciencia se vuelve sobre sí misma, que corresponde al proceso reflexivo, no encuentra ningún
contenido ¿quién es el sujeto que está detrás de esta conciencia? ¿Cuál es mi esencia? ¿Qué es lo
que me determina? Sartre va a decir que no hay respuestas para estas preguntas porque no
podemos percatarnos de nosotros mismos como una cosa en sí, sino como alguien que hace algo
con las cosas, que hace algo en el mundo, alguien que está corriendo para alcanzar la micro, que
está hablando en una clase, que está ahí en el mundo, no tenemos un contenido propio más allá
de relacionarnos con las cosas de alguna u otra manera. ¿Quién eres tú? (pregunta abierta) Somos
lo que hacemos, las cosas que hacemos, nuestro ser está mediado por las cosas y la única
posibilidad de ser para el humano es a través de sus acciones.

[El ser y la nada] Al momento de nacer no somos nada, no tenemos ninguna determinación,
nuestro ser solo podría estar mediado por las cosas, y en la medida que existimos nos vamos
dando un ser a través de las acciones que hacemos en el mundo, nos apropiamos de las cosas para
darnos el ser. En la medida que le damos un sentido al mundo a través de nuestras acciones es
que podemos ser, construimos un mundo para nosotros, por eso el modo de ser por excelencia del
ser un humano es ser un ser para sí, un ser que debe apropiarse del mundo para conquistar su
propio ser y triunfar, aunque solo sea temporalmente sobre la nada.

[Proyecto y sentido] La piedra no tiene que hacer nada para ser piedra, en cambio el humano
debe actuar para ser. Por eso cuando nace no es nada, es solo un proyecto de ser, tiene el ser en
potencia, como posibilidad, como proyecto, y solamente se realiza cuando realiza su proyecto. Un
carpintero no tiene asegurado el ser carpintero, no es en sí un carpintero sino en la medida que
hace muebles, si deja de hacer muebles por qué habríamos de llamarle carpintero, será un ex
carpintero, será un maestro de alguien que se está formando para ser carpintero, pero no un
carpintero en cuanto tal. Debe apropiarse del mundo, actuar sobre él, transformar la madera en
mueble para ser carpintero y en esa acción le da sentido al mundo, construye el mundo que
permite la relación entre las cosas. Un clavo, un martillo, un serrucho, una madera son cosas que
no me dicen nada, no tienen ningún significado hasta que el ser humano los combina y relaciona
dentro de un proyecto de mueble, es el proyecto lo que imprime la relación entre las cosas, eso
que se le llama mundo y que no es más que el conjunto de interrelaciones de sentido, que es un
sentido personal, lo que tiene sentido para mí en relación a mis proyectos, a mis diferentes
posibilidades de ser.

[Posibilidad y Libertad] El ser humano es pura posibilidad, puedo ser carpintero, puedo ser
músico, puedo ser profesor universitario, puede ser escritor, tengo un montón de posibilidades,
tengo la oportunidad de elegir mi camino. Mi pasado es lo que ya hice, es mi ser que se ha
reificado a través de los hechos y ya no se pueden modificar, pero ya no soy lo que alguna vez
hice. La bella modelo después ya no lo es, el talentoso deportista deja de serlo, y vuelve a
nadificarse, se le vuelve a negar el ser pero lo bueno es que siempre se nos abre las posibilidades.
Es siempre posible actualizar el ser, y modificarlo, en la medida en que seguimos teniendo un
horizonte de posibilidades, en la medida que podemos seguir dando un sentido de proyecto a
nuestra existencia. Para Sartre es ese futuro, como condición siempre incompleta del ser, lo que
nos hace libre, y es una libertad absoluta, una libertad incondicional, es decir, no está
condicionada por ningún otro elemento externo al ser humano. No hay Dios, no hay doctrinas
universales ni verdades trascendentes que nos digan de antemano cuáles son las posibilidades que
tenemos que escoger.

[Muerte y angustia] Tengo un montón de posibilidades que se me abren, pero hay un límite: la
muerte. En todas esas posibilidades no se puede descartar la posibilidad de la muerte, es la única
que está presente en todos los caminos, es la posibilidad de todas las posibilidades. Si voy al teatro
puedo morir, si voy al cine, si voy al gimnasio, si hago esto, hago lo otro, en todas puedo morir
(“mil maneras de morir”). No solo estamos acechados por la nada desde un principio, sino que
también en el final, lo único cierto es que somos seres para la muerte y eso es fuente de angustia,
porque nadie puede morir por mí, a nadie le puedo delegar mi propia muerte, debo vivirla yo,
debo vivirla solo, muero yo solo y con ello mi mundo, los otros siguen pero yo no.
[El drama de la libertad] Pero paradójicamente, es la muerte la condición que permite la
producción de sentido. La muerte es lo único que le puede poner límite a la posibilidad, lo que le
da sentido de urgencia al proyecto, lo que permite darle valor y sentido a las cosas, a las acciones y
al mundo en su totalidad. Si hay que darle valor a la existencia es precisamente porque e algún
momento dejaré de existir, si hay que hacer cosas hay que hacerlas con la urgencia de que la
muerte nos puede encontrar sin habernos realizado como ser, esa angustia por la posibilidad de
dejar algo pendiente, de proyectos a medio realizar, de abrazos o de perdones que no alcanzamos
a dar, de morir en la nada sin haber alcanzado a ser algo. Pero no solo eso, la angustia ante la
muerte convierte a la posibilidad, que era la condición de la libertad, en elección, en libertad de
elección. La libertad se entiende básicamente como la libertad para decidir y, como toda decisión
que tiene la muerte como trasfondo, hay que apostar, hay que jugársela por una opción, lo que
implica descartar las otras, otras posibilidades de ser. Frente a la posibilidad de ser carpintero,
profesor y artista, no voy a poder ser todas las cosas, debo optar. En toda gama de alternativa
siempre hay una pérdida, hay ser y no ser. Lo peor de todo es que elegir tampoco no ofrece
ninguna garantía. Nada nos asegura que el proyecto se pueda realizar, que tenga éxito, y aunque
lo tenga la realidad nunca será igual a la expectativa que nos generamos, nunca se puede llegar al
ideal que ha diseñado el sujeto.
¿Qué debo estudiar? ¿Qué mención escoger? ¿En qué corriente de la psicología especializarme?
¿Les gustaría ser inmortales? La condena es siempre la eternidad. Black Mirror.

[Libertad y responsabilidad] Aquí es donde la libertad se enlaza también con la noción de


responsabilidad. ¿Qué significa hacerse responsable? Significa básicamente hacerse cargo de los
propios actos. Asumir plenamente las consecuencias de la decisión, no poner excusas, no culpar a
otros de las circunstancias, asumir lo que se ha decidido.

[Vida auténtica e inauténtica] No querer afrontar la idea de la muerte, que en el fondo es no


querer encarar la responsabilidad de la elección, refugiándose a algo externo para eximirse de las
decisiones de la vida, por ejemplo Dios, la religión, una doctrina política, o sometiéndose a alguna
autoridad que defina los causes de mi vida por mí. En el fondo, es someterse al “se dice que” o “se
debe hacer tal”. Someterse a rutinas, estructuras, etc.
En psicoanálisis a esto es lo que le llamamos neurosis. El obsesivo es el mayor ejemplo. Se blinda
con un montón de reglas, normativas, estructuras para no tener que decidir, trata de programar
todo con tal de no someterse a los riesgos de vivir. No se habilita nunca el acto por miedo al
fracaso, a la reprobación del otro, a traicionar lo que otros esperan de mí,
Idea de la Errancia. Querer estar en todas partes, buscando siempre la novedad. Se asocia también
a la idea del consumo. Muchas estrategias publicitarias buscan convencer de que consumiendo tal
cosas adquieres un ser.
Es una vida que se transforma en absurdo: mito de Sísifo de acuerdo a Alberto Camus.

II. Psicología Humanista-Existencial

[Principios transversales]

 Concepción holista y humanista de la mente (anti-naturalista)


 Centralidad de la conciencia reflexiva
 Centralidad de la idea de libertad (anti-determinista)
 Privilegio por formas de intervención no directivas
 Centralidad de la singularidad existencial del individuo, partiendo de una visión particular
del ser humano más que de una teoría o leyes sobre el funcionamiento psíquico
 Ética basada en realización personal y el desarrollo de potencialidades (anti-hedonista)

[Síntesis y conclusiones]

 Distinción radical entre el ser humano y otras especies o formas de inteligencia. Se opone
a estas analogías mente-ratón o mente-computador
 Concepción holista del ser humano que privilegia el reconocimiento de su condición de
libertad y autonomía, a diferencia del conductismo, cognitivismo y psicoanálisis. La
elección incondicional constituye un elemento distintivo, que no está presente de forma
tan evidente en el resto de las corrientes.
 Le otorga centralidad de la conciencia reflexiva, en contraposición al sujeto del
conductismo, que descarta de plano la conciencia, el cognitivismo (especialmente del
enfoque de procesamiento de la información) que estudia el procesamiento automático, y
del psicoanálisis, que se basa en la noción de sujeto de lo inconciente.
 Se opone al mecanicismo, determinismo y naturalismo del conductismo. Se opone la idea
hedonista de satisfacción como mecanismo de motivación. Lo que motiva no son los
estímulos externos, sino el significado subjetivo de dichos estímulos y su aporte al
crecimiento personal.

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