BIODIVERSIDAD Y CONSERVACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS

Como ya hemos visto, los ecosistemas son entidades dinámicas que tienden a alcanzar un
nivel de estabilidad y equilibrio para su correcto funcionamiento. Sin embargo, cambios en los
factores ambientales, por pequeños que sean, pueden desencadenar importantes desequilibrios
en el ecosistema con posibilidad de pérdida de su biodiversidad (entendida ésta como la riqueza
en especies de dicho ecosistema). Entre los factores que pueden afectar a un ecosistema
diferenciamos los que afectan a poblaciones concretas de una comunidad (bióticos), como la
aparición de nuevos organismos que pueden competir por el mismo alimento con poblaciones
preexistentes, y los que se deben a cambios en las condiciones ambientales del biotopo
(abióticos), como las condiciones climáticas, las inundaciones, la modificación del relieve, etc.
A su vez, entre los factores anteriormente descritos podemos diferenciar entre los
producidos por la propia naturaleza (o factores naturales), como el incendio que se origina por la
caída de un rayo, y los originados por la actividad del ser humano, ya sea de forma consciente o
involuntaria (factores antrópicos), como el incendio provocado para obtener terrenos para
urbanizar.
Otros ejemplos de factores desencadenantes de desequilibrios en los ecosistemas son los
siguientes:
- Los monocultivos extensivos, que ocupan grandes superficies, reducen la
diversidad porque favorecen el crecimiento únicamente de la especie cultivada
- El mejillón cebra, procedente del este del Mediterráneo, ha colonizado ecosistemas
marinos y de agua dulce, y se reproduce más rápido que las especies locales
desplazándolas de su hábitat (introducción de nuevas especies o especies
invasoras).
- La contaminación del mar con basura, sobre todo plásticos, afecta gravemente a
los animales marinos que los confunden con sus presas y los ingieren.
- Los derrames de petróleo producidos por los barcos de transporte ocasionan
graves daños en los ecosistemas marinos y costeras con desaparición de gran
número de individuos y especies.
- El comercio o tráfico ilegal de especies que diezma poblaciones de algunos seres
vivos para proporcionar mascotas exóticas, o bien productos como pieles y huesos
para coleccionistas.
- La destrucción de espacios naturales, por ejemplo, con la construcción de una
autovía o una presa, supone la pérdida de hábitat natural para muchos organismos
que o viven o se alimentan en ellos.
- La caza y la pesca indiscriminadas.
De acuerdo con todo esto, podemos decir que un ecosistema está en equilibrio cuando
sus condiciones ambientales son estables, sus componentes interactúan y sus poblaciones
permanecen constantes.
La especie humana, a diferencia de otras, tiene la capacidad de decidir cómo interactuar
con los demás componentes del ecosistema, pero no siempre toma decisiones buscando dicho
equilibrio. El incremento de la población y el consumismo han contribuido, desde el último siglo, a
una explotación desmedida de los recursos naturales lo que ha supuesto grandes desequilibrios
Extraído de : BIOLOGÍA Y GEOLOGÍA, 1ºESO, EDITORIAL CASALS, EDICIÓN 2016; BIOLOGÍA Y
GEOLOGÍA, 1ºESO, EDITORIAL EDEBE ON, EDICIÓN 2020; BIOLOGÍA Y GEOLOGÍA, 1ºESO,
EDITORIAL OXFORD EDUCACIÓN, EDICIÓN 2016; BIOLOGÍA Y GEOLOGÍA, 1ºESO, EDITORIAL
SANTILLANA GRAZALEMA, EDICIÓN 2020
en nuestro entorno (aumento de la contaminación, extinción de especies, etc.) y en todo el planeta
(calentamiento global, lluvia ácida, etc.).
Lograr un desarrollo sostenible en el que el crecimiento económico no ponga en peligro el
medio ambiente es una tarea urgente. Conservar los ecosistemas es esencial para nuestro
bienestar y nuestra supervivencia como especie, ya que nosotros también somos parte de ellos,
por lo que urge la necesidad de adoptar medidas que nos ayuden a protegerlos. Esta tarea nos
corresponde a todos: instituciones y ciudadanos. Es necesario vivir de forma respetuosa con el
medio ambiente, emplear sus recursos sin amenazar la existencia de los ecosistemas que lo
conforman y garantizando que éstos puedan ser disfrutados por las generaciones futuras.
Todas las especies de seres vivos son importantes para el correcto funcionamiento del
ecosistema y la biosfera en su conjunto. La biodiversidad es una fuente incesante de beneficios
directos e indirectos para el ser humano y su estudio ayuda a comprender el funcionamiento de
los procesos que tienen lugar en la biosfera. Pensad en la cantidad de seres vivos que intervienen
en la elaboración de alimentos, o en los insectos que polinizan las plantas permitiendo su
reproducción y, por tanto, la aparición del fruto. Pensad también en los seres vivos que participan
en procesos como la descomposición de residuos (por ejemplo, esenciales en el funcionamiento
de las estaciones de depuración de aguas residuales (EDARs)).
La destrucción de bosques y zonas húmedas y los incendios forestales incrementan los
niveles de dióxido de carbono en la atmósfera; la desaparición de especies vegetales favorece los
procesos erosivos así como la pérdida de recursos hídricos; la extinción de todos los seres vivos
de una misma especie provoca que no se lleguen a conocer sus propiedades y posibles
aplicaciones..
La conservación del medio ambiente, minimizando los impactos negativos de la actividad
humana, es posible gracias a las llamadas estrategias de gestión ambiental, algunas de las cuales
son:
- La depuración de aguas residuales antes de verterlas al medio natural, de modo que se
evita la contaminación de ríos, lagos, el mar, …
- La creación de espacios protegidos, como los parques nacionales y las zonas de
protección de aves, de modo que se consigue la conservación de especies y ambientes
naturales
- La gestión de residuos no reciclables, mediante la construcción de vertederos y plantas de
incineración, compostaje y obtención de energía.
- La gestión de residuos, consistente en su separación y posterior reciclado, lo que permite
ahorrar energía y reducir la contaminación.
- La educación ambiental, que permite informar y formar a la población en la adopción de
medidas respetuosas con el medio ambiente.

Extraído de : BIOLOGÍA Y GEOLOGÍA, 1ºESO, EDITORIAL CASALS, EDICIÓN 2016; BIOLOGÍA Y

GEOLOGÍA, 1ºESO, EDITORIAL EDEBE ON, EDICIÓN 2020; BIOLOGÍA Y GEOLOGÍA, 1ºESO,
EDITORIAL OXFORD EDUCACIÓN, EDICIÓN 2016; BIOLOGÍA Y GEOLOGÍA, 1ºESO, EDITORIAL
SANTILLANA GRAZALEMA, EDICIÓN 2020