Está en la página 1de 12

Formación a distancia/online.

“EXPERTO EN PSICOLOGÍA DEL TERRORISMO”

MÓDULO I. INTRODUCCIÓN. PSICOLOGÍA Y


CONCEPTO DEL TERRORISMO

TEMA III. CONCEPTO E HISTORIA DEL TERRORISMO

INUPSI
C/ Guareña s/n
28044-Madrid
info@inupsi.com
www.inupsi.com

1
CONCEPTO

La definición del término, aunque aparentemente todos sabemos a qué nos


referimos, no es fácil. Por ello, podemos comenzar con una definición muy
general que pueda implicar un acuerdo amplio: “Terrorismo son aquellas
acciones o amenazas que implican el uso de la violencia como medio para
alcanzar algún tipo de efecto dentro de un contexto político.”

La gran mayoría de los grupos denominados terroristas son colectivos


relativamente pequeños y clandestinos o semiclandestinos guiados por
ideologías religiosas o políticas que se proponen derrocar o, al menos,
desestabilizar a un régimen o una autoridad local o extranjera, por medio
de actos y amenazas de violencia.

Pero por otro lado, los estados y los gobiernos han sido responsables de
actos de violencia igual de intensos, Y podemos decir que más censurables
puesto que cuentan con más medios. Además de las guerras
convencionales, los estados han luchado desde la ilegalidad contra el propio
terrorismo y contra otros movimientos sociales.

Recordamos también aquí las palabras de Noam Chomsky donde aseguraba


que Estados Unidos es el campeón mundial de terrorismo. En su artículo
que podemos encontrar en http://www.truth-out.org/opinion/item/27201-
the-leading-terrorist-state , Chomsky señala:

“"Ya es oficial: Estados Unidos es el principal estado terrorista del mundo, y


orgulloso de ello." Este debería haber sido el titular de la noticia principal en
The New York Times el 15 de octubre (2014), que fue más cortésmente
titulado "CIA Study of Covert Aid Fueled Skepticism About Helping Syrian
Rebels"… "Creo que Estados Unidos es uno de los creadores clave de esta
organización (ISIS)", informa el ex analista de la CIA Graham Fuller, un
comentarista prominente en la región. "Estados Unidos no tenía previsto la
formación de ISIS", añade, "pero sus intervenciones destructivas en el
Medio Oriente y la guerra en Irak fueron las causas básicas del nacimiento
de ISIS."

A esto podemos añadir mayor campaña terrorista del mundo: proyecto


global de Obama del asesinato de "terroristas". El "impacto que genera
resentimiento" de los ataques aéreos y de fuerzas especiales debe ser
demasiado conocido para requerir más comentarios.

Este es un registro para ser contemplado con cierto temor.”

En todo caso, el consenso remite a que se prefiere utilizar la palabra


terrorismo para designar a la violencia que parece emerger desde abajo a la
violencia que viene impuesta desde arriba.

2
Una característica importante del terrorismo es que los terroristas
distinguen entre el objetivo inmediato de violencia y terror y el objetivo
global del terror. Esto es, entre la víctima inmediata del terrorista y el
adversario del terrorismo, para la mayoría un gobierno. Los atentados del
11-S provocaron la muerte de casi tres mil personas y estas víctimas
guardaban en realidad una relación muy distante con los verdaderos
adversarios de los terroristas: el gobierno estadounidense. La intención era
humillar al gobierno y sembrar el terror en toda la población.

Teniendo en cuenta las expectativas de Al Qaeda de desestabilizar


políticamente y de galvanizar los sentimientos islámicos fundamentalistas
contra los intereses occidentales, resultan evidentes las ventajas del
terrorismo como herramienta táctica, estratégica y psicopolítica para
extremistas no representados por partidos políticos convencionales.

En esta dirección, podemos entender el terrorismo como una guerra


psicológica. Las diferencias entre el terrorismo y otro tipo de conflictos son
de naturaleza psicológica. Según Anderson “Los grupos terroristas no viven
atemorizados por sus gobiernos, sino que los ciudadanos viven
atemorizados por los terroristas”. Ello implica que el terror es lo que se
intenta propagar. El terror describe un estado psicológico de temor
contante, asociado a un nivel anormalmente alto de inquietud
psicofisiológica.

Lo que se persigue con el pánico y el terror es intentar crear las condiciones


que puedan dar lugar a plantear cambios políticos o agitación social.

En latín terrere significa provocar temblor. En la primera acepción del


Diccionario de la Real Academia de la Lengua se define el terror como un
miedo especialmente intenso.

Por tanto, los actos terroristas son nombrados como tales por su capacidad
para infundir ese estado psicológico al que la propia palabra alude. En todo
caso, el terror puede ser suscitado por cusas más diversas como accidentes
de tráfico o catástrofe natural. Desde esta consideración, podemos ser más
precisos y decir que los hechos o sucesos a los que debe hacer referencia la
palabra terrorismo son de aquel tipo que se conoce como acciones. Las
acciones son deliberadas y conscientes y tienen una planificación y un
objetivo.

Es por ello que la Real Academia propone la siguiente definición de


terrorismo: “Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror”.
En todo caso, nos parece una definición algo concisa y literal…

En realidad, el terror es efectivamente el objetivo táctico o estratégico ideal


al que aspira toda campaña terrorista. No obstante, sería más correcto
emplear la palabra miedo para describir el principal efecto psicológico que,
con diversos grados de intensidad, resulta ser provocado por las acciones
de los terroristas sobre sus víctimas y testigos, especialmente los más
cercanos.

3
Además del terror o el miedo, se pueden señalar más aspectos psicológicos
en su relación con el terrorismo. Ciertos anarquistas radicales definían sus
atentados como una nueva forma de expresar y propagar su ideología y
proyecto político, una propaganda a través de los hechos.

El terrorismo casi nunca es ejercido como un fin en sí mismo. El terrorismo


es casi siempre una forma de actividad política. Al menos, así se proclama
continuamente por los propios terroristas. El propósito habitual de quienes
lo ejercen consiste en alterar o preservar la estructura de poder
prevaleciente en un determinado sistema social.

Pero vayamos a otras características… Otro elemento peculiar es que el


terrorismo se ejercita a través de una sucesión seriada y sistemática de
amenazas y atentados.

Por otro lado, Reinares propone dos usos que pueden hacerse del método
terrorista: táctico y estratégico. El primero de ellos puede asignarse a
grupos guerrilleros o ejércitos regulares que aplican ocasionalmente el
método terrorista. En este caso, las acciones terroristas son sólo un
complemento de otra clase de operaciones violentas más habituales.

Desde el punto de vista estratégico, aludimos ya a organizaciones estatales


o subestatales. Estas son las auténticas organizaciones terroristas.

Schmid diferencia entre diversas áreas de discurso en la definición de


terrorismo:

1- Contexto académico, donde puede haber más libertad para hablar en


todos los sentidos del término.

2- Contexto gubernamental. En esta área las definiciones de terrorismo


suelen ser vagas y deliberadamente amplias para servir a los intereses de
los estados y de esta forma salvar sus propias acciones violentas. Así por
ejemplo, la Organización de la Conferencia Islámica todavía se resiste a
aceptar una definición universal sobre terrorismo porque entienden que no
se puede llamar terroristas a quienes, actuando en el interior de su propio
país, recurren a la violencia en nombre del derecho a la libre
autodeterminación.

3- Contexto público. Aquí el discurso sobre el terrorismo está muy


influenciado por las coberturas de los medios de comunicación, con lo que
es un discurso muy fragmentado y más susceptible a las reacciones
emocionales y psicológicas.

Todavía podríamos hablar de un cuarto contexto, según Schmid. Es el


contexto de los terroristas y sus simpatizantes que prefieren no
denominarse terroristas.

En base a estos supuestos y todo lo que hemos comentado anteriormente,


Schmid dice que la mejor definición de terrorismo es aquella en la que está
de acuerdo la mayoría de la gente y propone la siguiente:

4
“El terrorismo es un método para causar ansiedad que consiste en realizar
acciones violentas repetidas que es empleado por individuos, grupos o
elementos semiestatales clandestinos por razones políticas, criminales, o de
idiosincrasia, y en los que las víctimas directas de la violencia no son (a
diferencia de los casos de magnicidio o asesinato político) el objetivo final.
Los blancos inmediatos de la violencia se eligen en general o bien de forma
selectiva (por el valor simbólico) o bien de forma aleatoria y sirven para
generar un mensaje. Entre terroristas, víctimas potenciales y objetivos
finales se emplean procesos de comunicación a base de amenazas o de
violencia con el fin de manipular el objetivo final (audiencia), haciéndolo
blanco del terror, de exigencias o de la atención pública, según se posean
fines intimidatorios, coercitivos o propagandísticos.”

Al considerar el terrorismo como un arma disponible para una amplia


variedad de grupos tanto no estatales como estatales, se reconoce que no
es exclusivo de los grupos opuestos a un régimen o estado. De esta forma
vemos que es más útil ver el terrorismo como algo que se hace y no que se
es.

HISTORIA

Los primeros actos terroristas conocidos o así registrados estuvieron


inspirados en el fanatismo religioso. Flavio Josefo, historiador, cuenta que
de entre los zelotes, un movimiento judío que se opuso a la dominación
romana, surgió durante los años sesenta y setenta del primer siglo d.c. una
secta llamada los sicarii. Su nombre viene por su habilidad mortal en el
manejo de la sica, una pequeña daga con la que solían degollar a sus
víctimas, legionarios romanos y judíos traidores o apóstatas, generalmente
por sorpresa, a la luz del día y en medio de alguna muchedumbre entre la
que luego desaparecían, con el rostro y la sica cubiertos ocultos bajo
túnicas.. Lo sicarios también se dedicaban, como medio de sembrar el
terror, a quemar graneros o envenenar pozos o desabastecer de agua a
Jerusalén.

Durante los siglos XI y XII la secta chií de los ismaelitas (Shi’ a Ismaili) dio
lugar a la aparición de la banda de los assassins (de ahí la palabra asesino).
Se le dio ese nombre porque sus miembros se acostumbraron a
embriagarse de hachís (traducción literal de assassins) antes de iniciar sus
misiones violentas contra los cruzados cristianos y contra algunos
musulmanes que habitaban en Persia y Siria. Debido a su inferioridad
numérica, los assassins desarrollaron una estrategia de ataque basada en la
sucesión sistemática y prolongada de operaciones por sorpresa y
disfrazados de extranjeros o de cristianos, utilizando dagas, armas
arrojadizas o veneno. Un rasgo característico de estos sujetos era la
obediencia religiosa. Con frecuencia, sus acciones acarreaban también su
propia muerte, ante la imposibilidad de escapar, pero, al igual que muchos

5
yihadistas actuales, los assassins creían que la propia muerte durante un
ataque les llevaría inmediatamente al cielo.

Por último, entre los antecedentes del terrorismo moderno, suele incluirse
también una referencia a los asesinatos rituales por estrangulamiento
practicados por los thugs, adoradores de la diosa Kali que actuaron en la
India entre los siglos XVII y XIX.

Algunos autores defienden que el terrorismo moderno nace con la


proclamación de la revolución Francesa, ya que fueron los propios
revolucionarios los que aportaron una primera definición del fenómeno.
Para Robespierre, la instauración de un gobierno basado en la intimidación,
la coerción y el terror sería el único método capaz de difundir las nuevas
virtudes cívicas que requería el nuevo régimen. Los jacobinos acabaron
instaurando un régimen de excepción que causó innumerables víctimas y
ejecuciones. Este periodo acabó siendo bautizado como régime de terreur,
según el suplemento de 1798 de la Academia francesa.

A partir de este momento, las expresiones terror, terrorismo y terrorismo


de estado ganaron connotaciones preyorativas más consecuentemente.

Desde ese momento, se acusó a Estados de haber cometido o alentado


actividades terroristas. En el siglo XX, se pueden mencionar como ejemplos
significativos de Terrorismo de Estado, varios gobiernos dictatoriales de
Sudamérica: El gobierno del general chileno Pinochet o el impuesto por la
Junta Militar Argentina desde 1976 a 1983. De acuerdo con la politóloga
alemana Hannah Arendt, el más alto grado de Estado terrorista conocido en
el siglo XX quedó representado por el sistema nazi y estalinista. Gracias a
Arendt se desarrolló la categoría analítica de totalitarismo para designar
esta clase de regímenes caracterizados por el uso sistemático del terror.

Las práctica estatales terroristas son todas aquellas que permiten gobernar
un país mediante la extensión del miedo entre la población civil mediante
persecución de los disidentes políticos o religiosos, agresiones
indiscriminadas, detenciones sin fundamente, secuestros, ejecuciones,
torturas, etc. Además en ocasiones ciertos Estados se han servido de
grupos paramilitares a los que han promocionado y financiado para cometer
acciones represivas y violentas. Un ejemplo de ello son los escuadrones de
la muerte de Centroamérica que actuaron a finales del siglo XX.

También podemos hablar de cómo ciertos Estados dan cobijo, forman y


apoyan grupos terroristas extranjeros para conseguir beneficios
indirectamente… Una estrategia estatal peligrosa que puede volverse en
contra del país patrocinador como se está demostrando en los últimos
tiempos.

En todo caso, el término de terrorismo ha sido aplicado con mayor


frecuencia a organizaciones subestatales y en ello nos centraremos en la
formación.

6
Un historiador del terrorismo reconocido como Rapoport describe cuatro
oleadas terroristas desde las últimas décadas del siglo XXI. Exceptuando la
última que es en la que estamos, las oleadas han durado aproximadamente
30 o 40 años.

1- Según Rapoport la primera oleada terrorista comenzó en la Rusia zarista


de 1880. Los anarquistas rusos teorizaron sobre los asesinatos individuales
y sistemáticos de importantes personalidades políticas. Un miembro de
Narodnaya Volya, organización que promovió el asesinato del zar Alejandro
II, escribió que el terrorismo suponía el modo más humanitario de hacer la
revolución, puesto que el número de sus víctimas sería muy inferior al que
provocaría una lucha de masas. Se extendió el uso de bombas y explosivos.

Estas ideas se extendieron por gran parte de Europa, incluso Estados


Unidos y la India. Fue por ello que se produjeron atentados mortales contra
autoridades políticas de diferentes países: el presidente francés Carnot en
1894, el español Cánovas del Castillo en 1897, el rey de Italia Humberto II
en 1900 y el presidente Mackinley en 1901.

2- La segunda oleada es definida como la oleada anticolonial. Se inició en


1917 y duró hasta aproximadamente 1965. Su justificación fundamental fue
el derecho a la autodeterminación de los pueblos, principio que los
vencedores de la Primera Guerra Mundial ayudaron a difundir mediante su
imposición sobre los territorios coloniales de los países europeos vencidos
tras la firma del Tratado de Versalles. Además ese mismo principio sirvió
para deslegitimizar también las posesiones imperiales incluso de los
vencedores. El fin de la segunda guerra mundial reforzó la corriente
anticolonialista y muchos países occidentales se comprometieron con el
principio de autodeterminación.

Los asesinatos a líderes políticos fueron sustituidos frecuentemente por


atentados mortales dirigidos con frecuencia contra la policía y las fuerzas
del orden, buscando reacciones estatales desmedidas que sirvieran para
incrementar el apoyo popular a los terroristas y para deteriorar la imagen
del Estado o gobierno colonial.

Al final de este periodo, el terrorismo había contribuido a desarrollar el


clima internacional que propició la creación de Estados independientes en
Irlanda, Israel, Chipre o Argelia. Esta segunda oleada cerró dejando activas
algunas organizaciones terroristas como el IRA.

3- La tercera oleada es la oleada de la nueva izquierda y nacionalista.


Comenzó con las agitaciones sociales del 68 y se extendió hasta la década
de 1980.

Durante esta época los conflictos aumentaron exponencialmente por el


mundo, proliferaron los gobiernos dictatoriales, movimientos guerrilleros,
grupos paramilitares en América, conflicto árabe israelí, etc. Ello también
tuvo su reflejo en Europa con la creación de nuevas organizaciones
terroristas como la RAF en Alemania, las Brigadas Rojas italianas o el FRAP
español entre otros.

7
El terrorismo de esta oleada practicado por las organizaciones europeas y
de Oriente Medio adquirió una importante vertiente internacionalista,
llegando a establecer lazos de colaboración y apoyo.

Los robos a bancos y acciones con el fin de obtener beneficios económicos


para sufragar la organización ganaron bastante peso.

A su vez, el terrorismo de la nueva izquierda, propició la aparición de


organizaciones de extrema derecha, frecuentemente vinculadas a las
fuerzas de seguridad estatales.

Algunas campañas terroristas inscritas en esta tercera oleada resultaron de


una fusión entre determinadas aspiraciones nacionalistas preexistentes y las
corrientes ideológicas de extrema izquierda. Tal es el caso del IRA y ETA.
Eran movimientos originales de la segunda oleada que incorporaron a sus
actividades y principios directrices subversivas de la izquierda radical.

Caso aparte merece la OLP que practicaron numerosos atentados y


asesinatos desde 1967, al finalizar la guerra de los seis días, hasta los años
ochenta. Este terrorismo palestino fue importante porque dio un gran
impulso a la internacionalización del terrorismo. La OLP llegó a provocar
más atentados en Europa que muchos grupos europeos y proporcionó
cobertura y entrenamiento a miembros de unos cuarenta grupos
insurgentes de nacionalidades diversas.

4- El inicio de la última oleada, en la que estamos ahora, Rapoport lo fecha


en 1979. Este año está marcado por la revolución de los ayatolás en Irán.
Es el principio de una época en la que proliferan los integrismos religiosos:
los grupos sectarios implicados en esta época buscarán la expansión de sus
propios dogmas y llevaron a cabo atentados contra individuos, grupos o
Estados que supuestamente habrían vulnerado esos mismos dogmas o que
eran percibidos como enemigos por la propia comunidad religiosa a la que el
terrorismo pretendía representar. Incluso algunas organizaciones persiguen
la instauración de nuevos gobiernos o Estados cuyas directrices políticas se
ajusten a sus principios religiosos.

Desde estas organizaciones se expande la idea de que la violencia es un


deber religioso o un mandato divino y ello lleva a una capacidad destructiva
muy superior a la anterior, hasta el punto de que la vida de sus integrantes
puede no contar y ser asumido naturalmente. Este es el germen de los
atentado suicidas.

Por su lado, el conflicto palestino-israelí acabó dando lugar a la aparición de


la Yihad Islámica en 1983 y de Hamas en 1988, dos organizaciones
palestinas de ideología islamista que han realizado multitud de atentados.
Otro factor clave de la propagación del terrorismo de orientación islamista
fue la resistencia de los muyahidines afganos ante el dominio soviético. Esta
resistencia atrajo musulmanes de todo el mundo e hizo posible la creación
de Al Qaeda.

8
A principios del siglo XXI, el terrorismo es el principal problema de
seguridad en nuestros gobiernos. Desde algunos sectores incluso se habla
de guerra, la guerra del siglo XXI. Se puede decir que ha habido bastantes
cambios… El terrorismo de Estado propio de la Guerra Fría, ya sea político o
ideológico, ha mermado significativamente... Han surgido nuevos actores en
la escena terrorista: los más acérrimos son los fanáticos, como los
integristas islámicos, pero también existen grupos criminales no politizados
como bandas mafiosas, sectas que auguran el fin del mundo y otros
grupúsculos violentos e irracionales.

Estos nuevos actores no sugieren organizaciones en el sentido y con la


connotación que son usuales en Occidente; es decir no poseen estructuras
solidas ni rígidas. Como ejemplo podríamos citar lo que la administración
actual de Estados Unidos denomina Al Qaeda e insiste en presentar como
una organización formal con un número 2,3, etc. que tiene una jerarquía.
Pero es fácil demostrar que Al Qaeda no es una organización en el sentido
que lo es, por ejemplo, el IRA Provisional o ETA en su momento. Desde sus
primeros ataques contra las embajadas estadounidenses en Nairobi y Dar es
Salaam en agosto de 1998, Al Qaeda ha sido objeto de la mayor campaña
de represión de la historia y se han producido centenares de detenciones
legales e ilegales especialmente en el mundo árabe.

Sin embargo, Al Qaeda sigue actuando y ha sido el germen del ISIS que
supera en osadía y terror a Al Qaeda…

LAS CAUSAS NO GUÍAN EN EL DESARROLLO DE LA FORMACIÓN

Encontrar el origen y fundamento del terrorismo no es fácil. La


heterogeneidad de motivos que han originado actos terroristas y la variedad
de circunstancias sociales e históricas en las que han sido aplicados sugiere
que, desde el punto de vista de sus causas, no existen dos terrorismos
iguales.

Ello nos lleva a partir de que las cusas del terrorismo son plurales y se
pueden investigar desde diferentes ángulos…

En primer lugar, podemos poner en juego un factor intencional que se


plasma en deseos conscientes, creencias, metas y planes de actuación. Ello
evidentemente se pone en juego en los terroristas ya que es necesario crear
un movimiento u organización e ingresar en ella, participar en un proceso
de adiestramiento, diseñar un plan de actuación, planificar y cometer
atentados, difundir la ideología, reclutar miembros y fondos económicos,
comprar armas, etc.

Es decir, la actividad tiene un sentido. Los terroristas desean alcanzar


ciertas metas derivadas de sus creencias políticas o religiosas. A su vez,
deciden actuar utilizando la violencia y la intimidación porque creen que esa
clase de actos constituyen el medio más eficaz para lograr sus objetivos o
metas. Esto a su vez, exige una planificación.

9
En todo caso, este factor intencional se nos queda corto para explicar el
fenómeno del terrorismo. Las intenciones no pueden desvincularse de los
hechos externos y de las experiencias antecedentes que les dan origen. Los
factores antecedentes externos que prefiguran la actividad terrorista
pueden ser divididos en tres categorías: precondiciones, factores
precipitantes y, por último, oportunidades y recursos.

Por ejemplo, en cuanto a las precondiciones, algunas investigaciones


sugieren que haber crecido en un entorno radicalmente nacionalista o haber
sido testigo o víctima de actos fuertemente represivos y violentos
constituyen antecedente o precondiciones para que un sujeto pueda derivar
hacia el terrorismo.

Los factores precipitantes hay que buscarlos en la historia más inmediata.


Puede ser una decisión política, una represión, un movimiento social, etc…

Por último, los terroristas tienen que ajustar sus actos a cada circunstancia
y adecuarlos a los recursos disponibles en cada momento, lo cual puede dar
lugar a alteraciones en sus objetivos y estrategia.

Niveles de análisis

En todo caso, podemos distinguir dos niveles de análisis: Nivel individual,


nivel macrosocial. Ello es lo que nos va a guiar en el desarrollo posterior de
la formación.

Ni que decir tiene que el factor individual es decisivo. Laqueur (historiador


alemán) comentaba: “En muchas ocasiones la búsqueda de raíces del
terrorismo no han ido más allá del descubrimiento de condiciones objetivas
que se creía que siempre propiciaban la aparición del terrorismo. Huelga
decir que semejantes condiciones existen, pero no son los únicos factores
que intervienen. En caso contrario, si los terroristas fueran, como algunos
aseguran, gente como tú o como yo, existirían miles de millones de
terroristas, pero la cifra es relativamente pequeña”.

Po otro lado, las acciones terroristas emergen en un contexto social y


geográfico. Podemos pensar por tanto que determinadas propiedades
contextuales (físicas y macrosociales) pueden estimular o favorecer la
aparición del terrorismo.

Son dos niveles de análisis que están en continua interacción en el


terrorismo y sus grupos. El condicionamiento social de los procesos y
experiencias psicológicas subyacentes al comportamiento humano es aún
más determinante cuando dicho comportamiento adopta la forma de una
actividad colectiva coordinada y es desempeñado en el seno de algún grupo
u organización social, tal y como ocurre en el caso de los actos terroristas.

10
Esto nos puede llevar a introducir otro nivel análisis, el análisis de la
organización terrorista. El nivel organizacional puede ser descompuesto en
dos dimensiones complementarias. La primera de ellas nos remite a las
propiedades y dinámica interna de las organizaciones terroristas. La
segunda remite a las interacciones del grupo terrorista con otras
instituciones, organizaciones y grupos sociales relevantes: gobiernos,
organizaciones políticas, comunidades étnicas o religiosas.

La información de los medios de comunicación

En este apartado de las causas del terrorismo, hemos considerado


conveniente, para comprender la dimensión del terrorismo, poner en juego
el papel que ejercen los medios de información al informar sobre terrorismo
ya que a veces pueden inducir a error sobre la dimensión y comprensión del
terrorismo.

Casi siempre que habla de algún atentado el énfasis se sitúa en la


dimensión dramática de los acontecimientos, a menudo en el nivel personal
y en la escala de destrucción y los daños materiales. La cobertura de los
medios tiende a centrarse en unos pocos aspectos inmediatos, como el
número total de muertos y heridos, la audacia del atentado, la sangre fría
de los ejecutores… pueden transmitir incluso cierta imagen de
vulnerabilidad. Por ello, los medios ejercen una influencia importante en la
percepción de la opinión pública sobre los incidentes.

A menudo, las informaciones difundidas se complementan con una


explicación detallada del posible modus operandi del atentado y se
acompañan con una petición de ayuda por parte de las autoridades para
identificar a personas o vehículos que han intervenido en el atentado.

En cierta medida, se puede decir que se hace algo el juego al terrorismo ya


que se transmite el terror y la vulnerabilidad que ellos buscan con sus
actos. Es cierto que la práctica del terrorismo comporta crueldad,
arrogancia, brutalidad y muerte, pero la realidad es que los movimientos
políticos de todo el mundo que hoy en día lo utilizan, manipulan con
destreza sus atentados y su cobertura en los medios para crear una
impresión determinada útil para sus propósitos.

John Horgan comenta “Entre toda la paranoia y la confusión que reinó en


las reacciones estadounidenses e internacionales al 11-S, la potencia y la
capacidad de Al Qaeda se sobreestimó de forma exagerada y continúan
retratándose de forma distorsionada en los medios de comunicación más
importantes. Como todos los grupos terroristas, la conducta de Al Qaeda se
rige por consideraciones tácticas, estratégicas e incluso psicológicas y
cuenta con puntos débiles. Recordemos que el éxito prolongado de un grupo
terrorista puede ser en muchas ocasiones fruto de una mala labor de los
servicios de inteligencia, de la falta de información o de coordinación de los
cuerpos de seguridad y de una política antiterrorista errónea.”

11
No se deben sobreestimar ni subestimar las capacidades de las
organizaciones terroristas.

___________________________________________

___________________________________________________________

PREGUNTAS

1- Concepto de Terrorismo

2- Tu opinión sobre el terrorismo de Estado

3- Qué destacarías de la historia del terrorismo

4- El papel de los medios de comunicación

____________________________________________________________

BIBLIOGRAFÍA

- Anderson, J.K. Terrorism, en www.gocin.com/probe/terror.htm

- Arendt, Hanna. “Eichmann en Jerusalén: un estudio sobre la banalidad del


mal”. Lumen, Barcelona. 200.

- De la Corte Ibáñez, Luis. “La lógica del Terrorismo”. Alianza Editorial. 2006

- Horgan, John. “Psicología del Terrorismo”. Editorial Gedisa. 2009

- Kellen, K. “Orígenes del Terrorismo: psicología, ideología, teología,


estados mentales. Pomares-Corredor. Barcelona. 1994

- Lacqueur, W. “Terrorism”. Londres, 1997.

- Schmid, A.P. “Defining Terrorism: The Response Problem as a Definition


Problem. Londres. 1993

- Ziauddin Sardar y Merryl Wyn. “¿Por qué la gente odia Estados Unidos?”
Editorial Gedisa

12

También podría gustarte