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Tlacaelel

Tlacaélel (” el de corazón varonil”), nació entre los años 1397/1398; fue economista,
guerrero y reformador religioso. Era sobrino de Itzcoatl (el cuarto tlatoahni mexica) y
hermano de Chimalpopoca (tlatoahni de la nobleza mexica-tepaneca) y de Motecuhzoma
Ilhuicamina (tlatoahni durante la temporada de “las guerras floridas”). Junto con Itzcoatl,
Motecuhzoma Ilhuicamina y el príncipe Nezahualcóyotl formó la Triple Alianza contra la
amenaza tepaneca. Logró convencer a los señores aztecas de la necesidad de no aceptar la
sumisión y de luchar contra los tepanecas y logró en 1428 la caída de Azcapotzalco tras lo
cual fue nombrado Cihuacoatl, consejero supremo del rey.

Tlacaelel fue un pensador azteca que consiguió ampliar los territorios de la población
azteca. De él se cuentan muchas historias y su gran popularidad le ha servido para ganarse
tanto seguidores como detractores.
El nombre Tlacaelel significa en la lengua tradicional azteca ‘el que anima el espíritu’ y
tiene para los nativos una connotación vinculada con el linaje y la heroicidad. En el caso de
este personaje, su vida estuvo ligada al destino de su pueblo tal como veremos a
continuación.
Durante su infancia, Tlacaelel estrechó un fuerte lazo con Moctezuma (que sería otro
personaje importante de la historia azteca), no obstante, cuando ambos crecieron la relación
se diluyo y llegaron a convertirse en rivales.
Como Moctezuma, Tlacaelel tuvo otros enemigos en su tierra debido a que su liderazgo
nato lo llevaban a decir lo que pensaba y actuar en consecuencia percibiendo de forma
poco nítida las necesidades de los otros.

La política en la vida de Tlacaelel


Tlacaélel también se preocupaba por la transmisión del conocimiento puro de nuestras
raíces plasmado en anales y difundido a través de la itoloca, que es la enseñanza por medio
del habla. Además, consolidó la muy conocida “Triple Alianza” e implementó la
organización política, jurídica y económica de la atávica comunidad azteca.
La vida política de Tlacaelel se encuentra llena de contradicciones; por un lado, fue un
personaje que luchó por hacer crecer su propia cultura, pero por otro fue un dictador que no
dudó en explotar a ciertos sectores sociales para dar buena vida y tener el amparo de la
nobleza.

Cuando los tecpanecas de Azcapotzalco quisieron invadir México-Tenochtitlan, territorio


en el que vivía Tlacaelel. Éste convencido de que con el grupo de soldados con el que
contaba no podría llevar a cabo una defensa gloriosa del lugar, decidió establecer acuerdos.
Los resultados fueron desoladores para muchos pobladores que se vieron de pronto
sumidos en la esclavitud mientras los nobles accedían a una mejor vida.
Siendo hijo de una familia noble, Tlacaelel recibió una educación sofisticada que incluyó su
unción como sacerdote. Por otro lado, educó su cuerpo para la guerra y se mantuvo siempre
despierto para evitar que la realidad le sorprendiera sin preparación.
Algunas de las hazañas de Tlacaelel no están relacionadas con la guerra ni con el poder sino
con el crecimiento intelectual. Fue un hombre dedicado al estudio del lenguaje, de los
cánticos y de los números y estuvo siempre a favor de defender a raja tabla las artes y la
cultura, aunque también se destacó como un fuerte y a veces cruel guerrero.
Se cree que Tlacaelel es uno de los responsables de que ciertos aspectos de la cultura
azteca no hayan desaparecido cuando los hispanos conquistaron el territorio y eliminaron
al pueblo.
El linaje político y cultural al que pertenecía le llevaron a tener una vida tranquila. Esto le
sirvió, entre muchas otras cosas, para tener un grupo amplio de mujeres que le amaron y a
quienes amó, de estas relaciones surgió una larga descendencia que no se conoce con
exactitud.
Entre todas ellas cabe mencionar a la princesa Maquitzin, con quien se casó y fueron
padres de varios hijos entre los que se encuentra Macuilxochitzin, un joven poeta que
deslumbró a todos con su dulzura y su poesía.
En el plano económico, la expansión militar mexica procura anexionar grandes extensiones,
que serán repartidas conforme al orden jerárquico y los méritos particulares contraídos
durante la conquista. Así, descontadas las tierras del tlatoani y del cihuacóatl y las de los
templos de cada calpulli, el resto se dividía entre los tiacahuan, jefes militares destacados, y
los guerreros destacados en combate, bien que fueran gente del común.
Tlacaélel nunca fue tlatoani, sin embargo, gobernó como tal. Murió en el año 1480
aproximadamente, pero detrás de sí, dejó todo un legado. Él fue el que cambió el destino de
los mexicas ya que logró que su pueblo pasara de ser el estado subordinado a ser el
dominante. Logró, junto con otros pueblos, derrotar al pueblo tecpaneca y lograr así la
libertad de su gente.

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