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INTERPRETACION
En este pasaje Jesús se presenta ante sus discípulos después de su resurrección y les habla
acerca de su misión y autoridad, aquí podemos identificar los siguientes elementos:
- Jesús envía a sus discípulos: Jesús les dice a sus discípulos que, de la misma manera
en que el Padre lo envió a él, él los envía a ellos, esto implica una comisión y un
propósito específico para los discípulos.
- El don del Espíritu Santo: Jesús sopla sobre sus discípulos y les dice que reciban el
Espíritu Santo que representa la impartición del Espíritu Santo a los discípulos, lo cual
les otorgaría poder y guía en su labor.
- La autoridad para perdonar pecados: Jesús también les dice a sus discípulos que,
aquellos a quienes ellos perdonen los pecados, les serán perdonados; y aquellos a
quienes se los retengan, les serán retenidos. Esto implica una responsabilidad y una
autoridad para los discípulos en relación con el perdón de los pecados.
Una vez leído registra que, después de mostrar a sus discípulos las heridas en sus
manos y su costado, Jesús los comisionó para que llevaran a cabo su obra. Él les
dijo “Recibid el Espíritu Santo” (juan 20:22), lo que podría significar que los
bendijo para que recibieran el don del Espíritu Santo, pero ellos no disfrutaron
plenamente de las bendiciones del mismo hasta más adelante. También enseñó
en cuanto a la responsabilidad que tenían de ayudar a otras personas a recibir el
perdón de sus pecados.
Análisis del contexto más amplio: en el evangelio de juan, enfatiza las relaciones
especial entre Jesús y el Padre, así como la misión de Jesús de traer salvación y
vida eterna a través de su muerte y resurrección.
Podemos hacer comparaciones con otros pasajes bíblicos como, por ejemplo,
Jesús habla sobre el Espíritu Santo y la autoridad para perdonar pecados en otros
momentos, como en Mateo 28:18-20 y Lucas 24:45-49.
Jesús envía a sus discípulos al mundo con la autoridad y el poder del Espíritu
Santo, su misión implica la proclamación del evangelio y el ofrecimiento del
perdón de los pecados a través de la fe en Jesús. Los discípulos con el don del
espíritu santo serán guiados y fortalecidos para cumplir la tarea, la autoridad para
perdonar pecados les confiere una responsabilidad significativa en la extensión
del reino de Dios y la reconciliación de las personas con Dios.
APLICACION
JUAN 20:21-23 tiene aplicaciones relevantes para nosotros los creyentes en la
actualidad en las que podemos aplicar esta enseñanza, como, por ejemplo
Comisión y misión: Al igual que Jesús envió a sus discípulos también somos
enviados por Jesús al mundo. Esta enseñanza nos llama a reconocer
nuestra comisión y propósito en la vida como discípulos de Jesús, debemos
estar dispuestos a salir de nuestra zona de confort y compartir el mensaje
del evangelio con otros, llevando esperanza, amor y reconciliación.
El poder del espíritu santo: al recibir el espíritu santo, tenemos acceso al
poder y la guía en nuestras vidas, la aplicación práctica implica depender
del espíritu santo en nuestras decisiones, acciones y ministerio,
necesitamos buscar diariamente el llena miento del espíritu santo y
permitir que él nos capacite para vivir una vida santa, superar obstáculos y
testificar de cristo.
El perdón y la reconciliación: Jesús otorga a sus discípulos la autoridad para
perdonar pecados, esto nos llama a ser agentes de reconciliación en un
mundo marcado por la división y el conflicto, como seguidores de Jesús,
debemos mostrar amor, gracia y disposición para perdonar a los demás,
buscando la reconciliación y promoviendo la sanidad en nuestras
relaciones.
Responsabilidad y autoridad: la enseñanza sobre la autoridad para
perdonar pecados nos recuerda que tenemos una responsabilidad seria en
la predicación del evangelio y la proclamación del perdón de Dios, esto
implica la necesidad de compartir el mensaje de salvación con valentía y
claridad, ofreciendo a las personas la oportunidad de experimentar el
perdón y la restauración en cristo.
Vivir en paz: Jesús comienza este pasaje diciendo: “paz a vosotros “la
aplicación práctica implica vivir en la paz de Cristo y ser portadores de paz
en medio de un mundo lleno de ansiedad y conflicto y busca la paz en
nuestras relaciones y en nuestra comunidad.
Al hacer y poner en práctica cada uno de los puntos acá expuestos, podemos ser
testigos eficaces de la gracia y el amor de Jesús en el mundo de hoy.