Los adultos mayores son vulnerables por una serie de razones, incluidos los cambios biológicos

que ocurren en el cuerpo a medida que envejecemos, lo que puede llevar a una disminución
en la capacidad física y mental. Además, pueden experimentar una mayor prevalencia de
enfermedades crónicas, discapacidades y una mayor dependencia de otros para la atención y
el cuidado.

La exclusión social y la soledad también son factores que pueden afectar la vulnerabilidad de
los adultos mayores, ya que pueden sentirse aislados y desconectados de la comunidad. Esto
puede tener un impacto negativo en su salud mental y emocional, lo que puede a su vez
afectar su bienestar físico.

Además, los adultos mayores pueden enfrentar barreras económicas y sociales, como la falta
de acceso a servicios de atención médica, transporte, vivienda y otros recursos que pueden ser
necesarios para su bienestar. La discriminación y la falta de comprensión por parte de la
sociedad también pueden aumentar la vulnerabilidad de los adultos mayores.

En general, la vulnerabilidad de los adultos mayores se debe a una combinación de factores

físicos, sociales, económicos y emocionales que pueden afectar su capacidad para llevar una
vida plena y saludable. Es importante tomar medidas para proteger y apoyar a los adultos
mayores en nuestras comunidades y garantizar que tengan acceso a los recursos y servicios
necesarios para su bienestar y seguridad.