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TRAUMA ORBITARIO

Edward Ellis III, DDS, MS

PALABRAS CLAVE

Orbita – Trauma – Blow out –

PUNTOS CLAVE

 El trauma Orbitario es la segunda causa principal de ceguera, por lo que la prioridad para este tipo
de lesiones es la salud del globo.
 El examen clínico no puede evaluar a fondo la presencia y la gravedad de las fracturas orbitarias
internas; por lo tanto, la realización de estudios de imágenes es necesaria y obligatoria.
 La necesidad de la cirugía y el momento de la intervención por lesiones orbitarias deben ser
individualizados.
 Reconstrucción anatómica precisa de la órbita es más importante que el biomaterial elegido.

INTRODUCCION

Las fracturas orbitarias son lesiones faciales comunes, ocurriendo con mayor frecuencia en hombres que en
mujeres. El trauma orbitario es la segunda causa principal de ceguera, por lo que la prioridad para este tipo
de lesiones es la salud del globo. También hay una alta asociación con lesión cerebral y ocular. Así, que el
tratamiento de las fracturas orbitarias se puede retrasar hasta que funciones y estructuras vitales han sido
menejadas.

TIPOS DE LESIONES

Son posibles muchos tipos de fracturas orbitarias y pueden ser divididas en 2 tipos principales: Puras e
impuras.

Las fracturas orbitarias impuras son aquellas que implican, además de la órbita interna,
el reborde orbitario. Ejemplos son el complejo cigomatico-orbitario, naso-órbito-etmoidal, maxilar Le Fort y
fracturas de reborde supraorbitario. Las Fracturas orbitales impuras son más comunes que las puras, siendo
las fracturas orbitarias con fracturas del complejo cigomático las más comunes.

Las fracturas de orbita puras son también llamado fracturas blowout. Las fracturas Blowout son las fracturas
que involucran las paredes orbitarias internas y el piso sin fractura concomitante del rim orbitario. La
mayoría de las fracturas blowout se producen a lo largo de la pared medial y del piso, donde las paredes son
muy finas. El resto de este artículo se centrará en las fracturas internas de la órbita (es decir, fracturas
blowout), porque el tratamiento de las fracturas internas en los casos de fracturas orbitarias impuras es
esencialmente el mismo. La principal diferencia es que en el tratamiento de fracturas orbitarias impuras, los
rebordes orbitarios (por ejemplo, malar, maxilar) primero se deben colocar en correcta posición, antes de la
reconstrucción Interna.

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MECANISMO DE LAS LESIONES

El mecanismo físico de fracturas blowout se ha debatido durante años por los oftalmólogos,
otorrinolaringólogos, cirujanos plásticos, y cirujanos maxilofaciales. Debido a que se produce detrás
el borde de la órbita, no se produce un contacto directo de las paredes oseas con un objeto externo.
Por lo tanto, se producen fracturas Blowout indirectamente.
La mayoría de las opiniones sobre el mecanismo de las fracturas blowout se clasifican en 3 teorías
principales: la teoría hidráulica, la teoría del contacto globo-pared, y la teoría de la conducción ósea.
La teoría hidráulica fue propuesto por primera vez por King en 1944, cuando escribió: La mejor explicación
[para las fracturas blowout orbitales] es que el trauma transmite del ojo al piso orbitario. Smith y Regan en
1957 eran defensores de esta teoría, afirmando que las fracturas blowout eran causadas por un aumento
generalizado en la presión del tejido blando ocular, siendo empujado posterior al contacto con un objecto.
El desplazamiento posterior del globo aumenta la presión dentro de la órbita, dando como resultado la
fractura de las paredes finas, del suelo de la órbita y / o de la pared medial. La teoría hidráulica para las
fracturas blowout es apoyada por muchos otros autores.

La teoría del contacto-globo-pared propuesta por Raymond Pfeiffer en 1943 establece que una fuerza es
transmitida al globo, empujándolo hacia atrás en la órbita, provocando la fractura de las paredes. Se basa en
el sentido común y deducción práctica del análisis radiológico, pero falta de evidencia experimental. Sin
embargo, Erling y colegas encontraron que el tamaño del defecto de la pared se ajusta exactamente el
tamaño del globo en muchos casos de fracturas blowout analizados con tomografía computarizada (TC).
Afirmaron que es el desplazamiento del globo que directamente quien provoca muchas fracturas de las
paredes orbitarias. Una teoría alternativa para explicar las fracturas blowout fue propuesta por Le Fort en
1901 y Lagrange en 1917. La hipótesis de conducción ósea afirma que una fuerza sobre el reborde orbitario,
que se deforma temporalmente, sin fracturarse. El movimiento posterior de la reborde orbitario durante
fracción de segundo, causa la fractura a lo largo del suelo de la órbita y / o de la pared medial. El reborde
orbitario luego regresa hacia atrás en su posición original sin ningúna evidencia de fractura completa. Esta
posibilidad fue experimentalmente demostrada por Fujino. Con el apoyo de varios otros. Las personas que
no están de acuerdo con esta teoría señalar que si fuera cierto, la complicación del atrapamiento de
músculos extraoculares sería mucho menos común. Esta teoría no explicaría todas las fracturas del piso
y sin duda no juega un papel importante en las fracturas de la pared medial comúnmente observadas.
Debido a la gran variedad de fracturas blowout que se observan, es presuntuoso creer que una teoría puede
explicar todos los tipos de fracturas por completo. Es probable que más de 1 mecanismo se produzca de
forma simultánea.

EXAMEN OCULAR
El estado del ojo es la prioridad de cualquier lesión periorbitaria, y es necesario tener consulta oftalmológica
en todas las fracturas orbitarias internas. Los estudios han demostrado que un oftalmólogo puede descubrir
lesiones que no son reconocidos por otros quienes no lo son.

Un examen ocular y periocular detallado se debe realizar, en busca de cuerpos extraños,


laceración / ruptura del globo, desprendimiento de retina, dislocación del cristalino, y otros signos. La
movilidad del globo es importante, porque hay siempre la posibilidad de que los músculos extraoculares
y los tejidos perioculares pueden ser encarcelados en las líneas de fractura o por piezas irregulares de
hueso. La agudeza visual, respuesta pupilar, y fondo de ojo son los exámenes obligatorios. Teniendo en
cuenta los mecanismos de fracturas blowout que se discutieron previamente, uno esperaría encontrar una
gran asociación entre las fracturas blowout y lesiones oculares traumáticamente inducidas, especialmente

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con las teorías hidráulica y la de pared-globo, ya que en ambas, la fuerza se realiza directamente al globo
ocular. Sorprendentemente, los estudios han demostrado que este no es el caso. En un reciente
estudio, las fracturas blowout se asociaron con neuropatía óptica traumática en sólo el 3% de los casos.
La incidencia de lesiones oculares asociadas con fracturas se reporta por lo general en un 20% a 30%, pero
la mayoría de ellas son menores. Los hallazgos oculares más comunes, como conmoción retiniana, midriasis
traumática iritis traumática, por sí mismos o en combinación, por lo general son autolimitadas y por lo
general no contraindican la reparación de las fracturas orbitarias poco después de la lesión.

DIAGNOSTICO
En cualquier persona con antecedentes de traumatismo directo en el tercio medio o superior facial, se debe
sospechar de tener una fractura orbitaria. Al igual que con todas las lesiones de la cara, el diagnóstico
y la gravedad de las fracturas orbitales se basan en los hallazgos clínicos y de imagen. Es de destacar que el
diagnóstico de la lesión orbitaria no siempre es obvio en el proceso agudo. Fracturas orbitarias son
comúnmente encontradas en los pacientes traumatizados e inconscientes. Casi la mitad de estas fracturas
no diagnosticadas requieren intervención quirúrgica.

HALLAZGOS CLINICOS
La mayoría de los hallazgos clínicos de los pacientes con fracturas blowout son inespecíficos y son similares
a otras fracturas que afectan la órbita (impuras). El edema periorbitario puede ser severo y puede
obstaculizar un buen examen clínico. Incluso la palpación de los rebordes orbitarios puede ser difícil en
pacientes con edema e hipersensibilidad marcada.

La equimosis subconjuntival es un dato inespecífico encontrando que es de poco valor. El enfisema orbital es
común con fracturas orbitarias internas, especialmente las destinadas a la pared medial.

La disfunción del nervio infraorbitario es extremadamente común con fracturas cigomatico orbitarias, Le
Fort, y fracturas orbitarias internas puras. Esta puede ser una de las cosas más fáciles para un médico de
urgencias, para comprobar que un paciente con antecedentes de traumatismo en el ojo.
Si su nervio infraorbitario es disfuncional, es casi seguro que hay una fractura del piso de la orbita. La parte
más importante de la exploración clínica es el examen ocular. Limitación en la capacidad para mover el ojo
puede ser sospecha de que hay una fractura orbitaria. No suele ser posible determinar si un músculo
está encarcelado simplemente pidiendo al paciente que mueva el ojo. La prueba de ducción forzada es el
método más útil para hacer esta determinación, pero a menudo no es fácil de realizarlo o de diagnóstico en
el paciente despierto.
.
Por desgracia, el examen clínico no puede evaluar a fondo la presencia y severidad de fracturas orbitarias
internas. Por esta razón, las imágenes son necesarias y obligatorias.

IMAGEN
La TC es el gold-stándard para evaluar el estado de la órbita ósea. Es mucho más sensible que el examen
clínico para evaluar las paredes de la órbita. Cortes finos (1-2 mm) son necesarios para un análisis exhaustivo
de la órbita. La TC con cortes coronales proporcionan la mejor vista de la órbita, pero los cortes sagitales
también son muy útiles, son ideales para las fracturas del suelo orbitario. Los cortes axiales son ideales para
la evaluación la pared medial. Una ventana ósea puede mostrar fracturas, pero la ventana de tejido blando
es mejor para la evaluación la posición de los músculos y su relación con la línea (s) de fractura. El error más

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común cometido en el tratamiento de fracturas orbitarias es que no se aprecia el alcance total de la lesión.
Por lo tanto, uno debe obtener y estudiar a fondo las tomografías computarizadas.

¿Qué fracturas orbitarias internas requieren tratamiento?


Un tema a menudo debatido es, cuales fracturas orbitarias internas requieren tratamiento. Aunque las
opiniones varían, hay 2 razones principales por las que este tipo de fracturas son tratadas: Malposición del
globo y diplopía. La malposición del globo en una fractura orbitaria pura se manifestará como enoftalmos y /
o hipoftalmos, se han demostrado cambios en el volumen de la órbita. Los estudios han demostrado que la
mayoría de los pacientes notan una mala posición del globo de 2 a 4 mm. ¿Cuánta interrupción orbitaria
interna es necesaria para causar enoftalmos y / o hipoftalmos clínicamente aparentes, ha sido el objeto de
varios estudios. Los estudios también han demostrado que la cantidad de interrupción orbitaria interna está
relacionada con la cantidad de malposición del globo que pueden manifestarse.  Sin embargo, está claro que
no es sólo la cantidad de la órbita involucrada con la fractura o defecto, sino también la ubicación del
defecto y la cantidad de hernia de tejido blando periorbitario son importantes para el desarrollo
clínicamente de enoftalmos obvios.

En particular, los defectos que se encuentran en el cruce de la pared medial y el suelo de la órbita son los
más propensos a causar enoftalmos. Esta es el área de la convergencia del piso y pared medial y es una
superficie convexa justo detrás del globo. Anatómicamente es el punto mas alto del seno Maxilar y es
fundamental en el mantenimiento de la posición hacia delante del globo. Cuando esta zona es conminuta, el
paciente probablemente tenga mala posición del globo después de la curación.

Los estudios han demostrado que en cualquier lugar de 0,5 cc a 1 cc de aumento en el volumen orbital
creará aproximadamente 1 mm de enoftalmos. Desafortunadamente, no es fácil para la mayoría de los
médicos calcular los volúmenes orbitarios, porque el software para automatizar este proceso no está
fácilmente disponible. Por lo tanto el clínico toma decisiones basado en el tamaño, la posición y extensión
del defecto, y la cantidad de hernia de tejido blando. La mala posición el globo no es común inmediatamente
después de lesiones a causa de la hemorragia orbital asociada y al edema que ocurre comúnmente.

Para lesiones agudas, los hallazgos de imagen son el método para la evaluación de la extensión de la lesión,
con mayor sensibilidad que la del examen clínico de la posición globo. Para la evaluación de la posición
ocular antes del inicio o después de la resolución de edema, un exoftalmómetro es la mejor manera de
medir clínicamente la posición anteroposterior relativa de los globos. La segunda razón potencial para
reconstruir la órbita interna es para prevenir o tratar la diplopía. Sin embargo, la diplopía binocular no es un
indicador sensible para determinar la necesidad de reconstrucción orbitaria interna temprana, después de la
lesión. La mayoría de los pacientes tendrán diplopía inmediatamente después de una fractura orbitaria
secundaria a edema intraorbitario. Sin embargo, diplopía persistente puede ser una razón para llevar a cabo
la reconstrucción de la órbita interna, ya que puede ser el resultado de atrapamiento de los tejidos blandos,
desplazamiento del globo, y el desplazamiento de el origen de los músculos extraoculares. En tales casos,
disección quirúrgica y la liberación de los tejidos blandos a partir de fragmentos de hueso y reconstrucción
de la órbita ósea puede mejorar la diplopía. Sin embargo, uno nunca operar basado solamente en el síntoma
de diplopía. La evidencia en las imágenes de una fractura o defecto también será necesario.

La determinación de que las fracturas orbitales requieren tratamiento es muy importante, porque el
problema asociado con el tratamiento de algunos no es la deformidad tales como la mala posición del globo,
y posiblemente, diplopía.
Sin embargo, los beneficios potenciales de la reconstrucción interna de la orbita deben sopesarse contra las
posibles lesiones iatrogénicas que acompañan la corrección quirúrgica. Las asimetrías de la hendidura

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palpebral secundaria a la intervención quirúrgica han sido demostrado en hasta el 20% de los enfoques
quirúrgicos a las lesiones iatrogénicas orbitarias. También se pueden producir lesiones a los contenidos
nerviosos e intraorbitarios. Hay factores que son útiles en la decisión sobre si una fractura blowout pura
requiere cirugía orbitaria interna, y estos se pueden desglosar en las siguientes indicaciones:

Las indicaciones absolutas tales como:

 Enoftalmos agudos
 Restricción de la motilidad ocular.

Las indicaciones relativas, como las condiciones probables


para causar:

 Enoftalmos
 O la persistencia de diplopía

Las contraindicaciones relativas, como:

 Lesiones oculares (por ejemplo, hifema, desgarros de la retina, desplazamiento)

Indicaciones absolutas
Si un paciente con una lesión en fresco presenta enoftalmos, es casi la certeza de que él o ella tiene un gran
defecto orbitario interno. Es necesario, confirmar con TC que mostrará nada menos que un gran defecto con
hernia de tejido blando periorbitario en los senos paranasales adyacentes. Si un paciente tiene restricción
severa de motilidad ocular, es probable que él o ella tiene encarcelamiento de los tejidos blandos
periorbitales en la línea de fractura. Este a veces puede ser verificada con la TC, pero una prueba de ducción
forzada es el mejor método para diagnóstico. En tales casos, la cirugía para liberar el tejido blando y
reconstruir el defecto (s) será necesario.

Indicaciones relativas
Condiciones que pueden causar enoftalmos son una indicación relativa para la cirugía. Condiciones que
causen mala posición orbitaria son un gran defecto interno y pueden ser identificados con tomografías
computarizadas. Por lo tanto, cuando un paciente se ve con defectos de la órbita interna, especialmente
aquellos con las fracturas en el área crítica en la unión del piso y pared medial, la reconstrucción de la órbita
interna se recomienda a menudo para prevenir el desarrollo de una mala posición del globo.
La otra indicación relativa para la cirugía es, una diplopía no resolutiva, especialmente cuando la diplopía es
en un campo cardinal de la mirada (hacia delante, hacia abajo) y especialmente cuando se correlacionó con
pruebas de CT tejidos blandos orbitales interrumpidos y que se extienden en la pared orbital afectada.

Contraindicaciones relativas
La vision es mucho más importante para el paciente que la posición del globo dentro de la órbita. Por lo
tanto, cualquier condición que pone el globo en peligro puede ser una contraindicación para la
reconstrucción orbitaria interna. Por ejemplo, una laceración del globo o hifema puede poner el globo en
más riesgo por la retracción necesaria para llevar a cabo la cirugía orbitaria. En tales casos, el oftalmólogo
será el individuo para hacer la recomendación sobre si y cuando la cirugía de la órbita interna
podría ser realizada. La otra cosa que se debe considerar es el estado del ojo no lesionado.
Si el paciente no tiene vista en el otro ojo, uno tiene que tener mucho cuidado con la recomendación de
la cirugía del ojo, sólo ayudaria a prevenir la mala posición del globo. La diplopía (binocular) no lo haría
ser posible en un paciente tal, por lo que la única razón para llevar a cabo la cirugía que no sea una severa

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restricción del movimiento de globo secundario a la encarcelación de tejidos blandos serían para prevenir
una mala posición del globo. Ciertamente, en los casos cuando la fractura involucra el ojo con el que ve, el
paciente debe ser el que decide sobre el valor de la reconstrucción de la órbita.

TIEMPO DE TRATAMIENTO
Al decidir sobre el que orbita requiere la reconstrucción es una tarea importante, la decisión sobre el
momento de reparación es otra. En la década de 1960, las fracturas orbitarias fueron consideradas
emergencias médicas y tratadas tempranamente. Un estudio sin precedentes en 1974 por Putterman y cols
cambio por completo la forma de pensar sobre el tiempo y hasta la pena del tratamiento. Ellos dieron
seguimiento a 57 pacientes con fracturas blowout en lugar de operarlos. A las 4 a 6 meses, el 80% de los
pacientes tenían resolución de su diplopía, y el otro 20% tenía diplopía sólo en la mirada hacia arriba
extrema. Un análisis de la posición del globo un 20% mostró tener enoftalmos, pero todos eran de menos
de 3 mm y eran cosméticamente aceptable para los pacientes. La Disfunción del nervio infraorbitario
también había resuelto en todos los pacientes. La recomendación de Putterman era que las fracturas
blowout no debería tener cualquier reconstrucción orbitaria interna en los primeros 4 a 6 meses. Los
resultados de este estudio cambiaron la recomendaciones sobre el tratamiento de las fracturas de la órbita
para los próximos 20 años.
Hay que recordar que el estudio de Putterman fue en los días previos a la TC, por lo que la cantidad de
interrupción orbitaria no podría ser con precisión evaluada. Una vez que la TC se puso a disposición
y los cirujanos fueron capaces de ver con claridad la cantidad de afectación orbitaria, el pensamiento en
que las fracturas deben ser tratadas y su tiempo cambio. Algunos pensaban que la reconstrucción orbitaria
sería necesaria, el tratamiento temprano entonces proporcionaría mejores resultados que un tratamiento
tardío. Varios informes sugieren que en las reparaciones de los ultimos años, más allá de los 2 a 3 meses,
darán lugar a peores resultados que la cirugía temprana (dentro de 14 días). Sin embargo, todavía hay
debate sobre este tema, y reciente estudios cuestionan esta suposición. Estudios más recientes
demostraron que los resultados de reparación temprana o tardía eran comparables.

Reparación inmediata
Hay 1 condición que obligaría a reparar temprana los tejidos atrapados dentro de la línea de fractura
que están causando limitaciones funcionales graves /problemas-especialmente y predominantemente en
niños. En 1965, Soll y Poley publicaron un artículo de 4 pacientes jóvenes con antecedentes de traumatismo
orbitario con evidencia mínima de la lesión en las imágenes (tomografía). Durante la cirugía, señalaron los
tejidos orbitarios atrapados dentro de las fracturas del piso, fracturas lineales o en forma de cuña. Este
informe fue el primero en demostrar que las fracturas orbitarias internos en los niños son diferente a las de
los adultos. Mientras que los adultos tienen trituración, las fracturas orbitarias pediátricos, con huesos más
flexibles de los niños, tienden a sostener fracturas lineales y / o trampilla. El siguiente documento sobre este
tema fue publicado en 1991 por DeMan y cols que incluyó a 50 pacientes con fracturas blowout. Quince de
ellos fueron en niños, y en 14 de ellos, los tejidos blandos orbitarios eran atrapados y estrangulados dentro
de la fracturas. Ellos fueron los primeros en recomendar inmediata la cirugía en pacientes jóvenes con
positivo forzado para liberar a los tejidos atrapados. En 1998, Jordan y sus colegas publicaron un artículo
parecido y le dio a la condición un nombre: “fractura blowout de ojos blancos”

Son llamadas “de ojos blancos”, porque no hay equimosis subconjuntival. El ojo parece ileso; sin embargo, el
paciente tendrá restricción severa de la mirada secundaria a atrapamiento de tejido en una línea de fractura
que puede ser tan pequeña que no hay pruebas de CT de una fractura. También recomendaron cirugía
temprana (dentro de 1-2 días) para liberar el tejido atrapado. A veces, la CT no mostrará ninguna fractura
obvia,pero el músculo recto involucrado no está dentro de la órbita, en lugar de eso, suele encontrarse

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dentro del seno. Llamado el síndrome del músculo perdido. También se encuentra generalmente en los
pacientes pediátricos, se requiere una cirugía urgente para evitar la necrosis del músculo.El mecanismo por
el cual se produce este tipo de lesiones es un aumento en la presión interna de la órbita, lo que crea una
trampilla lineal o fractura del piso o de la pared ósea. Los tejidos blandos periorbitales son empujados
a través del espacio abierto. Debido a que los huesos de los niños son elásticos, el hueso vuelve a su posición
muy rápidamente, mucho más rápido para que los tejidos blandos puedan retroceder, y los bordes óseos de
la fractura encarcelen a los tejidos blandos, atrapándolos estrangulándolos en ella. Con el tiempo, el
músculo sufre necrosis avascular y se daña de forma permanente. Qué tan rápido sucede esto, no se
conoce, pero la mayoría de las fracturas blowout pediátricas con atrapamiento de tejidos blandos deben ser
consideradas emergencias médicas y tratadas tan pronto como sea posible.

Los otros problemas que pueden causar el atrapamiento periorbitario de tejidos blandos son bradicardia,
bloqueo cardiaco, náuseas, vómitos, y síncope, que se producen casi exclusivamente en pacientes jóvenes.
El atrapamiento de tejidos blandos dentro de una fractura lineal o trampilla es otra de las razones para la
cirugía urgente, como las mismas razones que se discutieron previamente. Ciertamente, la medicación con
anticolinérgicos (por ejemplo, atropina o glicopirrolato) para aliviar los intensos efectos vagales del reflejo
oculocardíaco se indican hasta que la cirugía es posible.

Reparación dentro de 2 semanas


La mayoría de las fracturas blowout orbitarias en adultos que requieren de tratamiento en esta categoría.
Por ejemplo, aquellos pacientes que no tienen restricción de la motilidad ocular (o negativo en la prueba de
ducción forzada), pero enoftalmos agudas o aquellas órbitas cuya TC muestra que es probable que el globo
desarrolle mala posición si no se trata, entran en esta categoría.
No hay urgencia para reparar el defecto, y la cirugía puede ser diferida hasta que el edema periorbitario
ha disminuido y / o la condición médica del paciente es estable. Hay que recordar que el edema
intraorbitario limitará la cantidad de exposición que se puede obtener y requerirá más fuerza para ser
colocado, en un esfuerzo para conseguir una buena exposición. Esperar hasta que el edema haya disminuido
en tales casos no sólo puede permitir al cirujano lograr un mejor estado, pero puede disminuir la posibilidad
de lesión globo. Otra condición que puede ser tratada no cautelosamente pero dentro de las primeras
semanas es un paciente adulto con una fractura orbitaria asociada con diplopía sintomática, algunas
restricciones de movimiento y / o positivo en la prueba de ducción forzada, y la evidencia de los tejidos
blandos periorobitarios dentro de la fractura en TC con una mejora mínima en el tiempo.

Observación con la posibilidad de reparación tardía.

Los pacientes con fracturas orbitarias asociadas con diplopía mínima (ninguno en primaria o al mirar hacia
abajo), buena motilidad ocular, no hay enoftalmos significativas y una tomografía computarizada que
muestra un defecto que no es probable que resulte en enoftalmos pueden ser observados.
En caso de síntomas y / o posición problemática del globo, la intervención puede proceder en ese tiempo.
Muchos de los pacientes en la práctica clínica entran en esta categoría. Sus defectos orbitarios son
pequeños; ellos suelen tener problemas funcionales mínimos de forma aguda, yaquellos que lo hacen tienen
resolución en las primeras semanas.

MANEJO MÉDICO DE LAS FRACTURAS ORBITARIAS

Los pacientes que presentan fracturas orbitarias deben ser manejados médicamente o no si van a
someterse a una reparación quirúrgica. Hay varias consideraciones.
Edema periorbitario

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Cualquier paciente que ha tenido una fuerza aplicada a la región periorbitaria desarrollará edema que puede
a menudo ser grave. Todas las medidas para ayudar a reducir el edema, debe ser tratado para hacer al
paciente sentirse más cómodo y para facilitar la exposición quirúrgica de la órbita. Si el paciente es valorado
antes de la aparición del edema, los esteroides pueden ser administrados para ayudar reducir la cantidad.
Una dosis inicial de 8 mg de dexametasona seguido de 4 mg cada 8 horas durante 1 día después de la
cirugía es útil en esta situación. La aplicación intermitente de compresas frías también pueden ser útiles. Los
esteroides y compresas frías son probablemente de poco valor si el paciente está ya con inflamación
importante.
Sin embargo, una posición con la cabeza hacia arriba, lo ayudara a promover la resolución del edema sobre
el curso de los días.

Precauciones sinusales
Los pacientes con una fractura orbitaria interna es probable que tenga una fractura entre la órbita y la
region sinusal perinasal adyacente. El paciente debe ser informado para evitar sonarse la nariz; puede
causar enfisema inmediato de la orbita y paso de bacterias de los senos a los tejidos periorbitarios. La
aparición de edema en los párpados puede ser aterrador para el paciente. Tal aumento de la presión puede
provocar ceguera.

Antibióticos
No hay pruebas convincentes de que los antibióticos tengan valor alguno para las fracturas orbitales, y por lo
tanto deben usarse con discreción.

Presión Arterial
La presión arterial debe controlarse si es alta, ya que esto puede conducir a un aumento en el sangrado de
los compartimentos orbitarios y periorbitarios.

Los anticolinérgicos
Cualquier paciente que tiene bradicardia severa cuando trata de mover el ojo debe contar con
administración de un anticolinérgico hasta que los tejidos periórbitarios atrapados puede ser liberados con
la cirugía. suponiendo que hay hay contraindicaciones para estos medicamentos, se debe administrar 0,01
a 0.015 mg / kg de atropina o 0.007 mg / kg de glicopirrolato.

Las presiones oculares


Un aumento de la presión ocular es médicamente manejado por el oftalmólogo. Si la presión intraocular es
menor que 30, el tratamiento médico puede ser útil (es decir, los esteroides, la acetazolamida, manitol, o
timolol tópico). Cuando la presión intraocular es mayor, se indica descompresión quirúrgica inmediata, es
decir, cantotomía lateral con cantólisis inferior, incisión, y drenaje.

Coagulación
Los pacientes no deben ser tratados con aspirina u otros medicamentos que interfieran con la coagulación.
Pacientes que ya están con medicación anticoagulante / antiagregante deben ser observados
cuidadosamente para detectar signos de hematoma periorbitario.

RECONSTRUCCIÓN ORBITARIA

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Si la cirugía es necesaria, hay varias consideraciones intraoperatorias que deben ser mencionados.
Se discuten en las siguientes secciones.

Manejo de Fluidos
El anestesiólogo debe entender que el paciente debe someterse a manejo médico como un paciente
neuroquirúrgico. El cirujano debe discutir con el anestesiólogo los efectos negativos del manejo de fluidos
en el acceso quirúrgico y la cantidad de fuerza de de retracción que se requiere durante la cirugía.
Para los pacientes con buena salud, un mínimo de fluido es ideal.

Ventilación
El anestesiólogo debe evitar o minimizar la ventilación proporcionada por máscara facial durante la
intubación para prevenir el enfisema de la orbital y compartimentos periorbitarios.

Medicación anticolinérgica
El cirujano debe mencionar al anestesiólogo que durante la disección orbital profunda, es posible que el
paciente puede desarrollar repentina bradicardia. Esto ocurre más a menudo en la población pediátrica que
en los adultos. En caso de que suceda, el anestesiólogo debe notificarlo para lo que el cirujano retire
inmediatamente la retracción de los contenidos orbitales. La eliminación de la la presión de los contenidos
orbitales por lo general revierte rápidamente la bradicardia. Sin embargo, puede ser benefico para el
paciente recibir un anticolinérgico (por ejemplo, atropina o glicopirrolato) para el resto de la cirugía si no
está contraindicado para bloquear el reflejo oculocardíaco.

Protección del Globo

Se debe estar consciente de proteger la córnea. Hay muchos métodos para hacerlo, y que variarán
dependiendo del manejo quirúrgico utilizado. La tarsorrafia temporal es útil cuando se acerca a la órbita.
Una sutura a través de la conjuntiva bulbar para retraer hacia arriba sobre la córnea es útil cuando se utiliza
un abordaje transconjuntival. También se pueden usar escudos esclerales en uno u otro abordaje .

Retracción
Una de las consideraciones más importantes durante la cirugía es ser consciente de la cantidad de fuerza
que se está aplicando a los tejidos blandos periorbitales. Cuanto más profunda es la disección en la órbita, es
necesaria mayor retracción.

DISECCIÓN ORBITARIA

Suelo de la órbita.
No importa el método quirúrgico que se use para obtener acceso al suelo de la órbita, la disección es la
misma. La anatomía pertinente para la reconstrucción del suelo de la órbita es la fisura y el nervio
infraorbitario y su canal. La disección comienza subperiósticamente tras la exposición del reborde infra
orbitario. Cuando se diseca el piso, las 2 estructuras vendrán a la vista. Una de ellas es la fractura, y el otro
es la fisura orbital inferior. La fractura puede o no extenderse en el inferior de la fisura orbitaria. A menudo
hay un puente hueso medial de la fisura orbital inferior restante. En cualquiera de los casos, sin embargo, la
clave para una adecuada disección orbitaria para la exposición del piso de la órbita es la amputación
completa de cualquier y todas las estructuras que atraviesan fisura orbitaria inferior.

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Como se encuentra la fisura, el periostio del suelo de la órbita se invagina en la fisura. Lo mismo ocurre a
partir del periostio a lo largo de la pared lateral de la órbita. La invaginación del periostio en la fisura limita la
cantidad de exposición se puede obtener dentro de la órbita. Las Estructuras que atraviesa la fisura orbital
inferior no son importantes y puede ser cortado sin deterioro funcional. El contenido de fisuras deben
someterse a cauterización bipolar e incisión, lo que permite la disección desde el suelo hasta la pared lateral
de la órbita en la medida de lo necesario. La capacidad de levantar los tejidos superiormente desde el suelo
hasta la pared lateral proporciona la exposición necesaria para exponer completamente el suelo de la órbita
de la unión del piso con la pared medial, donde la mayoría de los defectos serán ubicados.

Como la exposición subperióstica continúa posteriormente, hay que tener en cuenta que el suelo de la
órbita asciende a una pendiente de 30% desde el plano midaxial. Uno debe ser especialmente consciente de
este hecho cuando se trata de localizar la region posterior del hueso detrás del defecto. La tendencia es
seccionar en el seno maxilar a menos que uno esté siempre ascendiendo cuando se disecciona
posteriormente.
La mejor manera de identificar claramente el defecto es elevar el periostio del hueso completamente
alrededor del defecto. Debido a que el periostio en la región de la fractura será fragmentado, la única
estructura a lo largo del piso para ayudar a guiar el camino de disección será el nervio infraorbitario. El
nervio se habrá introducido en la grasa periorbitaria, pero esta estructura abundante ofrece el mejor camino
para la disección; sobre todo el nervio que se mantiene dentro de la órbita.

La estructura más importante de localizar es la repisa posterior del hueso en el que un material de
reconstrucción pueda descansar. Anatómicamente, esta es la lámina orbitaria del hueso palatino, una pieza
muy sólida de hueso, con el apoyo del ala menor del esfenoides. Rara vez son dañados, pero puede ser difícil
de encontrar cuando la disección de anterior a posterior sobre el defecto de la fractura.
Es fácil de encontrar si uno ha cortado completamente las estructuras de la fisura orbital inferior. La
pared lateral de la órbita puede ser seguida medialmente y la fisura orbitaria inferior, ya que siguió converge
a la órbita posterior en la misma posición como la repisa posterior del hueso. La extensión medial de la
fractura debe ser también disecada, y esto por lo general requiere elevación subperióstica a lo largo de la
pared orbitaria medial, comenzando anteriormente y rodeando el defecto hacia posterior. Una vez que el
defecto ha sido completamente disecado y los márgenes óseos son ubicados, un pedazo de placa
radiográfica u otros materiales similares son un poco más grandes que el defecto se puede insertar de
manera que los bordes de la película o el papel de aluminio están descansando sobre el hueso.

Esto ayuda a limitar la grasa orbitaria para que un retractor adecuado se pueda utilizar para proporcionar
una visualización del defecto. Un material adecuado reconstructivo puede ser entonces utilizado para
abarcar el defecto.

Pared medial.
La pared medial generalmente se aborda a través una incisión transconjuntival que se extiende a través o
detrás de la carúncula y superiormente, a un punto al menos la mitad de camino hasta el borde orbital
medial. La pared medial de la órbita es casi completamente recta en el plano sagital. Por lo tanto, la
disección es recto posterior. Como uno disecciona posterior a la fosa lagrimal, sólo hay 3 estructuras
anatómicas que son importantes. La primera es el ramo etmoidal anterior, que surge a través de la sutura
frontoetmoidal aproximadamente 25 mm por detrás del borde orbitario, es una pequeña, pero importante,
porque si el lacerada, se puede retraer en la periórbita y continuar sangrando.

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Este vaso casi siempre tendrá que ser cortar y cauterizar para fracturas blowout de la pared medial. La mejor
manera de hacerlo es al disecar el periostio de la órbita superior e inferior a la sutura frontoetmoidal. La
retracción del periostio se extenderá y expondrá a disposición para cauterización bipolar. Puede entonces
ser cortada, y la disección puede proceder posteriormente. Cuando se disecciona la pared medial, es
importante señalar que la de sutura frontoetmidal esta al mismo nivel que la lámina cribiforme. Si uno
inadvertidamente se asoma a través del hueso frontal justo por encima de la línea de sutura, puede entrar
en la fosa craneal anterior dependiendo de la posición en la órbita y el desarrollo del seno etmoidal. Las
grandes fracturas de la pared medial casi siempre se extienden posteriormente al nivel de la parte posterior
de los vasos etmoidales, al igual que los vasos etmoidales anteriores, salen de la fosa craneal anterior a
través de la sutura frontoetmoidal.

La importancia de la rama etmoidal posterior es que está a sólo 7 mm a 10 mm del el agujero óptico.
Por lo tanto, hay que ser extremadamente cuidadosos con la disección y retracción de los tejidos en la parte
posterior de la órbita. La rama etmoidal posterior a menudo no necesita ser cauterizada, porque las
fracturas por lo general terminan justo antes de la misma. La mayoría de las fracturas de la pared medial
aisladas pueden ser visualizadas adecuadamente utilizando retractores. Cuando se combina con fracturas
del piso, 2 retractores pueden ser requeridos, 1 a lo largo del piso y otro a lo largo de la pared medial.
El acceso a las fracturas del suelo y pared medial han sido tradicionalmente a través de varias incsiones
sobre el párpado inferior. Un abordaje transantral al piso se intentó ya en la década de 1950, por Converse
y Smith, un abordaje al suelo de la órbita a través del antro. Walter también describe el uso de la ruta
transmaxilar, con la ayuda de un faro para la visualización y la reparación de suelo de la órbita Con el rápido
desarrollo del endoscopio la reparación definitiva de las fracturas del suelo de la órbita a través de la ruta
transantral y de las fracturas de la pared a través de la nariz ha sido utilizado por algunos cirujanos. Sin
embargo, ese tema esta más allá del alcance de este artículo y no será tratado mas.

RECONSTRUCCIÓN INTERNA DE LA ORBITA


La reconstrucción interna de la órbita, con unas pocas excepciones, se trata de manera muy diferente que
otras fracturas faciales. Debido a la delgadez de la paredes óseas, el hueso se rompe por lo general cuando
se ha lesionado, por lo que no se pueden simplemente reducir los huesos de la órbita. Los huesos no están
presentes o no se pueden usar. En lugar de ello, hay que reconstruir las paredes de la órbita. Por lo tanto, en
lugar de utilizar placas óseas para sostener los fragmentos óseos en una posición particular, se requieren
hojas de hueso o de otro biomaterial para reemplazar las paredes óseas. El objetivo es restaurar la
anatomía pretrauma, y esto no es tan simple como podría sonar. La órbita interna es compleja en forma
y una reconstrucción casi perfecta es requerida para la restauración de la posición del globo. La elección de
un material para reconstruir la órbita interna es mucho menos importante que la adecuación de la
restauración de la anatomía. La única excepción, por lo general es en el paciente pediátrico. Por la
elasticidad de los huesos, las fracturas lineales o en trampilla, en los jóvenes son comunes.

Con la exposición de estas fracturas, se dará cuenta de que el tejido blando periorbitario se pellizca en una
grieta en el suelo de la órbita. Es importante no dañar aún más estos tejidos delicados al tratar de
sacarlos del defecto o fractura. En lugar de ello, uno debe tratar de empujar la trampilla hacia abajo para ver
si se flexiona y libera los tejidos blandos periorbitarios encarcelados. Si eso no es posible, uno debe hacer la
fractura mayor para lograr la eliminación de hueso alrededor del defecto. Los tejidos blandos pueden ser
levantados con cuidado. Una vez que los tejidos blandos se han eliminado cuidadosamente de la fractura, el
defecto puede o no puede requerir la reconstrucción. Si el defecto ha sido hecho más grande, el cirujano
puede reconstruirlo con cualquier biomaterial. Si el defecto era una trampilla, y no se queda reducido
correctamente, una placa ósea pequeña se puede utilizar para mantener en su posición correcta. Hay varios

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principios que se podrían seguir para la colocación de hueso o un biomaterial para reconstruir una pared
orbitaria.

1. Cuando el defecto es grande, utilice un material delgado y rígido.


El mantenimiento de la forma orbitaria que es establecida durante la cirugía es fundamental. Si un material
no es rígido, es posible que se hunda en los senos perinasales adyacentes. Por ejemplo, si se considera el
uso de una hoja delgada de silicona para abarcar un gran defecto. Este no tiene la rigidez inherente para
mantener la forma y sin duda se abultara en el seno. La única manera de contrarrestar esa tendencia es
utilizar una pieza mucho más gruesa de silicona. Sin embargo, si se hace puede elevar el globo. Por lo tanto,
sólo se deben utilizar materiales delgados y rígidos para realizar la reconstrucción primaria de defectos
orbitales internos. También hay que utilizar un material que mantenga su forma para siempre. Por lo tanto,
no se recomienda el uso de materiales bioabsorbibles para la reconstrucción de grandes defectos orbitales
internos, ya que han demostrado ser dimensionalmente inestable con el tiempo.

Utilice el tamaño mínimo necesario. el material utilizado para sustituir la pared que falta debe abarcar
todo el defecto, todos los bordes descansando sobre hueso solido para asegurar la reconstrucción
adecuada. Sin embargo, también se desea no dañar estructuras vitales, especialmente aquellos en el vértice
de la órbita. Por lo tanto, la material debe ser sólo ligeramente mayor que el tamaño del defecto.

3.Dar la forma correcta al material antes de la inserción.


Los defectos pequeños pueden no requerir mucho conformación del material elegido para la reconstrucción.
Sin embargo, los grandes defectos de la órbita, especialmente aquellos que involucran a más de 1 pared,
debe ser contorneados adecuadamente para recrear la anatomía normal de la órbita interna.

Esto puede ser muy difícil sin usar ayudas quirúrgicas. Una técnica simple que puede ser usada es tener un
cráneo artificial estéril disponible en la sala de operaciones en la que se puede moldear un implante antes
de colocarlo en la órbita del paciente. La forma proporcionada, mientras que no específica del paciente, es
por lo general adecuada para recrear la anatomía. Otra técnica que puede ser utilizada para ayudar a recrear
la anatomía orbitaria normal es usar implantes preformados (Placa MatrixMIDFACE Preformed orbital;
Synthes Maxilofacial, Paoli, Pennsylvania). Estos son especialmente útiles cuando la reconstrucción del
piso combinado o fracturas de la pared medial, porque las complejas formas del piso, zona de transición, y la
pared medial han sido prefabricados en los implantes. Dos tamaños están disponibles para cada órbita, y el
tamaño apropiado pueden hacerse antes de la operación usando escaneos CT o intraoperatorio utilizando
mediciones tomadas del defecto.

4. La colocación sin tensión debe ser empleada.


Uno puede fácilmente atrampar los tejidos blandos periorbitarios entre los bordes del material de
reconstrucción y las paredes óseas, especialmente en el interior de la órbita. Esto puede restringir la
motilidad ocular y causar diplopía persistente. Por lo tanto, es imperativo que el material se que coloque
este libre de tensiones. La mejor manera de hacer esto es mediante la realización de pruebas de ducción en
serie forzada durante toda la cirugía. La primera se debe realizar tan pronto como el paciente se anestesia
y preparado para la cirugía. El cirujano obtendrá un sentido de la motilidad ocular, y debe ser
en comparación con el lado opuesto (no lesionado). Tan pronto como la disección orbital se ha realizado,
otra prueba de ducción forzada debe ser realizado. A menudo habrá más movilidad que antes de la
disección de la liberación de la los tejidos blandos de los bordes óseos del defecto. Inmediatamente después
de que cualquier material de reconstrucción se ha colocado en la órbita, otra prueba se debe realizar para

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asegurar que el material no ha incidido o atrapado tejidos periorbitarios, restringiendo la movilidad del
globo. Si ha sido restringido, el material debe ser removidoy reemplazado hasta lograr la motilidad por la
prueba por ducción forzada.

5. Estabilizar el material.

Si bien existen diferentes opiniones sobre esto, uno debe al menos considerarestabilizar el material dentro
de la órbita asegurando el piso o el reborde orbitario con el tornillo. Materiales móviles causan
linflamación e infección. Si el material no es estable en su colocación dentro de la órbita, debe ser
estabilizado antes del cierre.

6. La adecuación de la reconstrucción debe ser verificada.


La única manera de saber que la reconstrucción ha sido adecuada es contar con la verificación de que la
órbita reconstruida tiene la forma adecuada y el volumen. Hay diferentes métodos de hacer esto. La primera
es con una TC postoperatoria. Una TC postoperatoria permite al cirujano evaluar críticamente su capacidad
de reconstruir la órbita. Obviamente, para evaluar la reconstrucción significa que un material que es opaco a
la radiación tiene que ser utilizado. Si la reconstrucción no se ha realizado bien, el paciente tiene que vivir
con una reconstrucción inadecuada, o el cirujano tiene que llevar al paciente de nuevo a cirugía.

Esto tiene varias ramificaciones que son todas negativas para el paciente. El momento ideal para obtener
la verificación de la reconstrucción es el intraoperatorio. Si la reconstrucción no es ideal, se puede repetir sin
tener que llevar el paciente de nuevo a la sala de operaciones. Hay 2 métodos que están disponibles para
verificar intraoperatoriamente la idoneidad de la reconstrucción. La primera es con una exploración con TC
intraoperatoria. Escáneres TC C-brazo y anillo de haz cónico portátil están ahora disponibles para su uso en
habitaciones operativas. El segundo método que se puede utilizar para ayudar a posicionar el material
reconstructivo y luego verificar su posición se está utilizando intraoperatoria. Esto se discute en otra parte
en este número por Potter et al.

CONSIDERACIONES POSTOPERATORIAS
Al igual que con cualquier cirugía, el tratamiento postoperatorio del paciente es importante. Hay varias
consideraciones, que serán discutidos en las siguientes secciones.

Exámenes de la vista
Después de que la cirugía se ha completado y el paciente trasladado al área de recuperación, se debe
realizar un examen ocular básico, cuando el paciente este suficientemente despierto. Debe incluir una
evaluación de la agudeza visual y la motilidad ocular, y esto debe ser documentado por el paciente. La
evaluación de la visión debe realizarse cada hora durante las primeras 6 horas. Ya sea por un examen
oftalmológico formal, debe ser individualizado para el paciente y dependerá de muchos factores,
incluyendo los hallazgos de la exploración oftalmológica preoperatoria, el tipo de cirugía, signos y sintomas
del paciente. El paciente debe ser informado de que cualquier diplopía puede tardar varios meses en
resolverse.

Posicionamiento
Los pacientes deben ser informados para mantener la cabeza elevada

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por encima del nivel de su corazón hasta que el edema posquirurgico se resuelva. Si lo hace, ayudará a
promover la resolución del edema.

Precauciones sinusales
Los pacientes deben ser informados para evitar sonarse la nariz o realizar maniobra de Valsalva durante al
menos 2 semanas después de la cirugía.

Los esteroides
La administración de esteroides después de la cirugía puede ayudar a minimizar edema periorbitario
postoperatorio. La dexametasona en una dosis de 4 mg cada 8 horas,3 a 4 dosis es probablemente
adecuada.

Antibióticos
No hay pruebas convincentes de que los antibióticos son de ningún valor para las fracturas orbitales, a pesar
del injerto de hueso o implante aloplástico que se ha utilizado, por tanto, deben ser utilizados con
discreción.

Los descongestionantes nasales


El valor de los descongestionantes nasales no se ha demostrado, pero el cirujano tal vez desee examinar su
uso para ayudar a promover el drenaje de los senos paranasales, que por lo general se llenan de sangre
después de la cirugía orbital.

Prevención de barotrauma
Una pregunta que a menudo hace al paciente es ¿cuando es seguro volar en un avión comercial
o practicar el buceo. La ley de Boyle describe la relación entre un volumen de gas a diferentes presiones. Ella
establece que el volumen de un gas es inversamente proporcional a su presión.

Cuanto mayor sea la presión, el volumen es menor; cuando menor es la presión, mayor será el volumen.
Por lo tanto, cualquier paciente que pueda tener un poco de aire en el interior de su órbita puede tener el
potencial de expansión de aire si él o ella está en un entorno de baja presión, tales como subiendo en
altitud. Si lo hace, se expande el volumen de aire dentro de la órbita. Esto puede ser un problema potencial
para el paciente, y hay algunos informes de pacientes que tienen dolor orbital e incluso ceguera a esa
altitud. Si una persona con aire en su órbita asciende en un avión comercial, es sólo en raras ocasiones
problemático, porque aeronaves comerciales se presurizan a la presión atmosférica a 8000 pies. Eso puede
causar un poco de incomodidad en el ojo para algunos pacientes, pero la mayoría no se quejan de esto. Para
aquellos que tienen molestias,cuando el avión desciende para aterrizar, la presión aumenta, el volumen de
aire disminuye, y elel dolor se resuelve. Los pacientes deben ser advertidos, sin embargo, a no realizar
maniobras de Valsalva en un intento de igualar la presión en el oído medio porque pueden forzar más aire
en sus orbitas. Un problema potencial más grande es para los que bucean. Durante el descenso en el agua,
maniobras de Valsalva frecuentes se realizan para igualar la presión en el oído medio. esto puede forzar el
aire de los senos en la órbita, que es un problema desde el punto de vista de la ley de Boyle.
Otro de los problemas, sin embargo, es que las maniobras de Valsalva puede causar ceguera temporal o

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permanente en pacientes. Cualquier aire presente en la órbita no lo hará tener ningún efecto sobre el
buceador cuando él o ella descienda, debido a que la presión atmosférica aumenta considerablemente a
medida que descienden, aumentando 1 atm (760 mm Hg) por cada 33 pies que se descienden.

Este aumento de la presión disminuye el volumen de aire en su órbita. Sin embargo, como el buceador
asciende a la superficie, la presión disminuye, y el volumen de aire en su órbita, aumenta dramáticamente si
una gran cantidad de aire se ha visto obligado a la órbita por maniobras de Valsalva.
El aumento de volumen de aire puede causar dolor severo e incluso ha causado proptosis y ceguera por
neuropatía óptica isquémica o central de la retina. Se encontró dolor orbital y cambios visuales en el ascenso
de un buzo, se deberían considerar la posibilidad de enfisema orbital. Si la situación lo permite, el buzo debe
volver a descender a una profundidad en la que los síntomas son reducido al mínimo, y luego comenzar un
ascenso lento para equilibrar la presión de aire del seno mientras el buceador se eleva a través del agua.

Una cámara de descompresión pueda requerirse de no ser eficaz. ¿Cuándo es seguro a bucear después de
una fractura orbitaria o reconstrucción de la fractura? La respuesta no está clara, ya que se ha demostrado
que el aire puede ser forzado en la órbita para un máximo de 8 semanas en algunos pacientes. La mejor
evidencia disponible proviene de la recomendación de los militares que alguno de sus pilotos que se han
sometido a cirugía endoscópica de los senos no vuela los aviones militares durante 8 semanas. En ese
momento, los defectos de los senos probablemente han regenerado, sellando los senos a partir de las
órbitas adyacentes. La misma 8 semanas se recomiendan para el buceo.

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