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NIVEL PRIMARIO
Definimos la plástica como un lenguaje específico dentro del campo1 del arte,
como una forma específica de conocimiento y de producción de sentido, que
contribuye a alcanzar competencias complejas que permiten desarrollar la
capacidad de abstracción, la construcción de un pensamiento crítico divergente,
la apropiación de significados y valores culturales, y la elaboración y
comprensión de mensajes significativos en un contexto socio-histórico-cultural
determinado. Una de las características constitutivas de este lenguaje simbólico,
de esta producción ficcional es la metáfora, lo poético entendido como un
universo polisémico y provocador de múltiples sentidos en el cual se ponen en
juego diferentes modos de conocimiento que constituyen actos de
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interpretación, estos son: La percepción no debe entenderse como un acto
simple y formal sino como un proceso complejo que articula la experiencia de
las representaciones propias y el imaginario colectivo. Como acto cognitivo
permite la elaboración de la información visual desde determinadas estructuras
de referencia, construcciones que se realizan social y culturalmente en la
interacción con los otros.
Aquí se propone una redefinición del término: existe producción en tanto las
elaboraciones den cuenta de la experiencia de un conocimiento visual. La
producción, así entendida, articula las representaciones simbólicas particulares
del mundo visual que surgen de los actos de percepción y del análisis crítico-
reflexivo. Comprenderá la toma de decisiones referidas tanto a los recursos
técnicos como compositivos.
1 “La noción de campo, como una opción estratégica que describe una instancia
relativamente autónoma, estructurante de posiciones, oposiciones y
disposiciones, abre la posibilidad de establecer las bases sociales de generación
de los discursos y prácticas que circulan en las instituciones del sistemas
educativo, en la medida que dicha noción trasciende el modelo de la conciencia,
individual (o de la filosofía de la conciencia) de la obra individual con su
temporalidad propia (...), y plantea la producción y la transformación de los
discursos a través de, y a partir de las relaciones de poder” (Díaz, 1995: 336-7).
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• formar alumnos críticos frente al abordaje de las manifestaciones plástico-
visuales brindando los recursos necesarios que posibiliten la experimentación,
el análisis y la reflexión en trabajos áulicos de producción y recepción.
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LA ENSEÑANZA DE LA MÚSICA
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sociocultural cercano e inmediato a los alumnos, para propiciar desde allí, el
acceso a contextos lejanos y mediatos. Reconocer la música que los alumnos
escuchan, la que está presente en los medios masivos y en sus intercambios
sociales, será un punto de partida valioso, que permitirá a la vez que disfrutarla,
conocerla en un sentido más profundo para aprovecharla como vía de acceso a
un repertorio más vasto. A partir de aquí, será importante considerar una
amplia variedad de música que el docente deberá utilizar como recurso para
proponer actividades áulicas.
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Por ello, será importante crear situaciones que incentiven la discusión y
reflexión crítica sobre las producciones de los alumnos y del contexto,
priorizando el respeto por las diferencias culturales, sociales e históricas y
fundamentando distintas posiciones a través de criterios ligados a lo musical.
Es, precisamente, desde las diferencias, desde las desigualdades y desde las
dificultades que la práctica musical propone, como podrá el docente fortalecer
los aprendizajes trabajando el intercambio de experiencias, la posible
asignación de roles y la autonomía en la toma de decisiones de sus alumnos,
siempre con un criterio de inclusión y asumiendo el desafío que este tipo de
intervención presupone. De esta manera se deja en claro que se dará prioridad
al hacer, a la utilización de diferentes estrategias que posibiliten el trabajo con
los materiales del lenguaje musical y sus diferentes formas de organización.
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LA ENSEÑANZA DE LA DANZA
Este enfoque no solo aporta saberes sobre lenguajes específicos de la Danza sino
que permite también una vinculación más estrecha entre la materia y los
intereses y necesidades de los alumnos/as. Además, lograr que entiendan a la
Danza como un lenguaje brindará la posibilidad de que cada alumno/a o grupo
de alumnos/as tome decisiones sobre qué decir y cómo decirlo. En un principio,
la enseñanza de la danza en la EP debe trabajar sobre los elementos
constitutivos del lenguaje corporal, estableciendo una aproximación básica a los
materiales del lenguaje de la danza. Estos elementos (el cuerpo, el tiempo, el
espacio, la dinámica y la comunicación) forman un todo y resultan inseparables
cuando el movimiento sucede. Pero en función de su enseñanza se los identifica
y desglosa incorporando durante el proceso de enseñanza nuevos aspectos y
niveles de profundización con la intencionalidad de que los alumnos los
reconozcan, experimenten, reinterpreten y utilicen.
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problemática del niño/a comienza a transitar hacia las problemáticas típicas de
la pre-adolescencia, debido a los cambios físicos y psíquicos, que de manera
desigual, empiezan a manifestarse. En los albores de esta transición, abordar la
danza como lenguaje, y como medio para la construcción de sentido, permite a
los alumnos y alumnas abrir una vía de comunicación por la cual canalizar
intereses y necesidades cambiantes.
PROPÓSITOS
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LA ENSEÑANZA DE TEATRO
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que se presentan los contenidos, y la representación teatral entonces se
organizara por medio de acciones en situaciones dramáticas. El carácter de las
acciones será ficcional en tanto y en cuanto solo resultarán reales en la situación
escénica mediante un acuerdo entre los participes del hecho teatral dentro de un
espacio/tiempo común. Para la construcción de la ficción lúdica, el alumno
inexorablemente debe experimentar la vivencia del aquí y ahora, espacio y lugar
en los que desarrollará la acción dramática. El registro y comprensión de la
realidad de la que parte, le brindara posibilidades de llevar a cabo un juego
transformador de la misma. La enseñanza de teatro contribuye asimismo a la
formación de los alumnos como observadores atentos y críticos de la realidad a
partir de la ejercitación de la mirada atenta y respetuosa sobre el trabajo propio
y ajeno.
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producido, sea propio o ajeno. El proceso pedagógico teatral debe
ineludiblemente partir del registro de la realidad particular de cada grupo de
alumnos: debiéndose hacer un diagnostico concreto de cada situación,
atendiendo a sus conocimientos previos, su entorno sociocultural, sus intereses
y posibilidades. Partiendo del estudio de las condiciones reales y concretas en
las que se desarrollará cada proceso de enseñanza-aprendizaje, se asegura que
las situaciones de enseñanza que se planteen en el marco del proyecto anual se
concreten en aprendizajes significativos y equitativos para cada uno de los
alumnos.
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CUESTIONARIO – GUIA
La enseñanza de la plástica
La enseñanza de la música
La enseñanza de la danza
La enseñanza de teatro
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