LA AUTOSUPERACIÓN

Ahora voy a hablar de los puntos que Nietzsche refuta a Spencer, máximo seguidor de
las ideas de Darwin, esto debido a que van en contra de su pensamiento ético:
El filósofo niega que la evolución sea un proceso vital e inevitable. Piensa que esta no
significa una mejora hacia una mejora hacia un nivel superior (progresar). Opina que el
europeo medio de hoy en día está por debajo del europeo renacentista, ya que este es
más ignorante, quejica y deprimido. En definitiva, la evolución del hombre no implica
necesariamente una mejora, sino más bien una decadencia.
Nietzsche también rechaza la idea de que los organismos tengan como objetivo
principal luchar por su existencia a nivel individual y colectivo. Aún así, esta idea se
popularizó a finales del siglo XIX gracias a Shopenhauer. Nietzsche se opuso ya que
pensaba que uno no puede solo conformarse con la supervivencia, porque sería una
meta muy cobarde. En cambio, piensa que lo que alimenta al ser humano es la
voluntad de poder. El filósofo por ello se consideró antidarwinista. En su obra “por
encima del bien y del mal”, critica a sus seguidores y respalda que un ser vivo por
encima de todo no busca la supervivencia, sino descargar su fuerza. La vida en sí es
voluntad de poder y seguir viviendo es sólo una de sus consecuencias.
La idea de Nietzsche no se refiere a la habilidad de un individuo para hacer una tarea.
Para él, el poder va mucho más allá del que podría tener un empresario exitoso.
Voluntad de poder es sinónimo de voluntad de crecimiento. Los seres vivos hacen lo
posible no para preservar su existencia, sino para crecer como individuo, y así volverse
más poderoso. El filósofo propone ideas para la búsqueda del crecimiento:
Deseo de poder: necesitamos querer ser fuertes para serlo. No hablamos del deseo de
un objetivo específico o de un bien material, sino del simple hecho de querer crecer. El
poder jamás aparece si el individuo no se compromete a crecer.
Fijación de una meta ambiciosa que se quiera alcanzar por encima de todas las cosas:
Anhelar este objetivo es mucho más satisfactorio que buscarlo o conseguirlo. Este
objetivo tiene que estar muy ligado a tus creencias y valores para que forme parte de
tu identidad. Sabemos que una búsqueda es adecuada cuando conseguir la meta es
mucho más importante que los sentimientos temporales. La pasión nos incita a
continuar a pesar de los problemas que puedan ir surgiendo buscando la meta.
Estos dos requisitos no son suficientes para experimentar el crecimiento. Hay otro
elemento aún más importante: la resistencia.
Si la meta que buscáramos no tuviese ninguna dificultad, nos haría sospechar que
quizás no es tan imponente como parecía en un principio. Es por esto que cuando nos
establecemos un objetivo siempre aparecerán dificultades cada vez más molestas e
impredecibles. La resistencia no es una razón para deprimirse, sino un motivo de
celebración. Según el filósofo, un individuo superior sabe que la resistencia es el motor
del crecimiento. El obstáculo no es una molestia en el camino, sino el camino en sí
mismo, porque aprender de nuestros errores aumenta la probabilidad de lograr
nuestro objetivo en el próximo intento. Por ello la tercera condición del crecimiento
es:
Superar una resistencia: el ser humano no busca placer ni rehúye del dolor, sino que lo
que cualquier individuo busca es acumular más poder. Por ello, sabe que la única
forma de obtenerlo es encontrar algo que oponga su conquista, es decir, una
resistencia. Por muy doloroso o desagradable que sea un obstáculo o problema, no
debemos evadirlo, sino que lo necesitamos para crecer y hacernos más poderosos.
Aquí el filósofo hizo una pequeña mala interpretación, ya que generaliza que todo
organismo busca la voluntad de poder, cuando hay a quienes crecer indefinidamente
les produce satisfacción, mientras que hay otros que consideran que no es necesario
crecer y ser más poderosos para alcanzar el máximo bienestar.
Pero en lo que Nietzsche no se equivoca, es que este último caso de individuo nunca se
enfrentará a objetivos tan ambiciosos ni impotentes como los de aquellos que buscan
el poder, ya que los otros solo quieren escapar del dolor mental y físico.