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6ª Pregunta.-
¿Qué importantes verdades podemos extraer de la profecía registrada en Génesis 25: 23, que declara
que “el mayor servirá al menor”? [10 de febrero, w03 15/10 pág. 29 párr. 2.]
w03 15/10 pág. 29 Jacob apreciaba los valores espirituales
Jacob no usurpó en modo alguno la herencia de Esaú. Antes de que nacieran, Jehová había dicho que “el
mayor servir[ía] al menor” (Génesis 25:23). Pero puede que alguien pregunte: “¿No habría sido más fácil si Dios
hubiera hecho que Jacob naciera primero?”. Lo que sucedió después nos enseña verdades importantes. Dios
no reserva bendiciones para quienes creen que tienen el derecho de recibirlas, pero sí muestra bondad
inmerecida a quienes él escoge. Por ello, Jacob recibió la primogenitura, no su hermano mayor, quien la había
despreciado. De igual manera, debido a que los judíos naturales como nación mostraron la misma actitud que
Esaú, se les reemplazó con el Israel espiritual (Romanos 9:6-16, 24). Hoy la buena relación con Jehová no se
consigue mediante una herencia recibida sin esfuerzo alguno por haber nacido en el seno de una familia que
teme a Dios o en un ambiente espiritual. Los que desean recibir bendiciones divinas tienen que esforzarse por
ser piadosos y tienen que estimar de verdad las cosas espirituales.
7ª Pregunta.-
¿Cuál fue el significado del sueño de Jacob en el que aparece “una escalera”? (Gén. 28: 12, 13.) [10
de febrero, w04 15/1 pág. 28 párr. 6.]
w04 15/1 pág. 28 Puntos sobresalientes del libro de Génesis (parte 2)
Respuestas a preguntas bíblicas:
28:12, 13. ¿Cuál fue el significado del sueño de Jacob en el que aparece “una escalera”? Esta
“escalera” (que puede haber tenido la apariencia de un tramo ascendente de piedras) indicó que hay
comunicación entre la Tierra y el cielo, y que los ángeles desempeñan un servicio muy importante entre Jehová y
los seres humanos que tienen Su aprobación (Juan 1:51).
Capítulo 25:
w98 15/1 pág. 11 párr. 12 “Andamos por fe, no por vista”
12. ¿Por cuánto tiempo anduvo Abrahán por fe, y qué recompensa le espera a él y a sus familiares que
tuvieron una fe fuerte?
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Abrahán no solo tuvo fe en ocasiones aisladas, sino a lo largo de toda su vida. Dios no le dio ningún sector
de la Tierra Prometida como herencia durante su vida (Hechos 7:5). Sin embargo, Abrahán no se cansó
ni regresó a Ur de los caldeos. Por cien años, hasta su misma muerte, vivió en tiendas en la tierra a la que Dios
lo dirigió (Génesis 25:7). Hebreos 11:16 dice de él, de su esposa Sara, de su hijo Isaac y de su nieto Jacob:
“Dios no se avergüenza de ellos, de ser invocado como su Dios, porque les tiene lista una ciudad”. Sí, Jehová
tiene un lugar para ellos en la región terrestre de su Reino Mesiánico.
w00 1/9 págs. 19-20 párr. 5 ¿Qué significa para nosotros nuestra valiosa herencia?
5. ¿Cómo demostró Abrahán que valoraba su relación con Jehová?
5
En el cumplimiento de su propósito para con la Tierra, Jehová trató de manera especial con Abrahán. Dijo a
ese hombre fiel que se marchara de su país y se mudara a la tierra que él mismo le mostraría. Abrahán obedeció
de buena gana. Cuando llegó, Jehová le dijo que serían sus descendientes quienes heredarían la tierra, no él
mismo (Génesis 12:1, 2, 7). ¿Cómo reaccionó Abrahán? Estuvo dispuesto a servir a Jehová donde y como él
indicara para que sus descendientes pudieran recibir la herencia. Sirvió a Jehová durante cien años en una tierra
que no era suya, hasta su muerte (Génesis 12:4; 25:8-10). ¿Lo hubiéramos hecho nosotros? Jehová dijo que
Abrahán era su “amigo” (Isaías 41:8).
w02 1/5 pág. 11 párr. 8 Satisfacer los requisitos divinos engrandece a Jehová
8. ¿Cuál fue la razón de que Pablo relacionara a Esaú con los fornicadores?
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¿Por qué relacionó Pablo las acciones de Esaú con la fornicación? Porque una mentalidad como la de Esaú
puede hacer que una persona no aprecie las cosas sagradas, lo cual puede conducir a pecados graves, como la
fornicación. Por eso, preguntémonos: “¿Me siento a veces tentado de cambiar mi herencia cristiana, es decir, la
vida eterna, por cosas tan efímeras como un plato de lentejas? ¿Desprecio las cosas sagradas, quizá sin darme
cuenta?”. Esaú estaba impaciente por satisfacer un anhelo físico. Le dijo a Jacob: “Aprisa, por favor, dame un
bocado de lo rojo” (Génesis 25:30). Lamentablemente, algunos siervos de Dios han dicho en realidad: “¡Aprisa!
¿Por qué esperar a un matrimonio honorable?”. El deseo de satisfacción sexual a cualquier precio ha sido su
guisado de lentejas.
w05 15/9 pág. 17 párrs. 6-7 Andemos por fe, no por vista
6, 7. a) ¿Cómo demostró Esaú que prefería andar por vista? b) ¿Qué advertencia contiene el ejemplo de
Esaú?
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Ahora comparemos a Moisés con Esaú, hijo del patriarca Isaac. Esaú prefirió la gratificación instantánea
(Génesis 25:30-34). Al ‘no apreciar las cosas sagradas’, cedió sus derechos de primogénito “a cambio de una
sola comida” (Hebreos 12:16). No pensó en el efecto que la venta de la primogenitura tendría en su relación con
Jehová o en las consecuencias que traería a sus descendientes. Careció de visión espiritual. Cerró los ojos a las
valiosísimas promesas de Dios, desdeñando su valor. Esaú anduvo por vista, no por fe.
7
El ejemplo de Esaú nos sirve de advertencia (1 Corintios 10:11). Cuando tomemos decisiones, sean grandes
o pequeñas, no nos dejemos seducir por la propaganda del mundo de Satanás, que dice que debemos tener de
inmediato lo que deseamos. Preguntémonos: “¿Reflejan mis decisiones tendencias como las de Esaú? Para
obtener ahora mismo las cosas que quiero, ¿deberé relegar los intereses espirituales a un segundo plano?
¿Estoy poniendo en peligro mi amistad con Jehová y mi recompensa futura por las elecciones que hago? ¿Qué
ejemplo doy a otros?”. Si nuestras decisiones reflejan que apreciamos las cosas sagradas, Jehová nos bendecirá
(Proverbios 10:22).
w11 15/8 págs. 23-24 párr. 3 Jehová, “el Dios que da paz”
3. ¿Qué aprendemos de la forma en que Jacob manejó su problema con Esaú?
3
¿Qué aprendemos de este relato? Que cuando tengamos un problema con otro cristiano, debemos hacer
todo lo que esté en nuestra mano para solucionarlo y no poner en peligro la paz de la congregación. Esto es
cierto incluso si estamos convencidos de que no hemos hecho nada malo y no le debemos ninguna disculpa a
nadie. Jacob tenía motivos para pensar así, pues era Esaú quien había menospreciado sus derechos como hijo
mayor y se los había vendido por un plato de lentejas (Gén. 25:31-34; Heb. 12:16). Pero al igual que Jacob,
debemos orar a Jehová y estar dispuestos a hacer grandes esfuerzos con tal de mantener la paz. Sin duda,
Jehová bendecirá nuestro empeño. A continuación veremos otros ejemplos bíblicos que nos enseñan a promover
la paz.
w12 15/8 pág. 27 párr. 8 Mantengámonos firmes contra las trampas de Satanás ***
8. ¿Qué ejemplos bíblicos nos ayudarán a reevaluar nuestra vida?
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Para que el materialismo no lo asfixie, de vez en cuando deténgase a reevaluar su vida. Nunca se parezca a
Esaú, quien demostró con sus hechos que despreciaba las cosas espirituales (Gén. 25:34; Heb. 12:16).
Y tampoco sea como aquel rico que, en lugar de vender sus bienes, ayudar a los pobres y hacerse discípulo de
Cristo, “se fue contristado, porque tenía muchas posesiones” (Mat. 19:21, 22). Las riquezas lo tenían tan atado
que se perdió el inmenso privilegio de ser discípulo del hombre más importante de la historia. Si no queremos
perderlo también nosotros, debemos tener mucho cuidado con el materialismo.
Capítulo 26:
w11 15/8 págs. 25-26 párrs. 12-13 Jehová, “el Dios que da paz”
12, 13. a) ¿Cómo imitó Isaac a su padre? b) ¿Cómo recompensó Jehová la actitud de Isaac?
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El hijo de Abrahán, Isaac, también fue un amante de la paz. Veamos lo que sucedió cuando, para escapar
del hambre, dejó la árida región donde vivía (Beer-lahai-roí, en el Négueb) y se mudó al norte, a la ciudad de
Guerar, en territorio filisteo. En aquella fértil región, Jehová lo bendijo con abundantes cosechas y mucho
ganado. Pero los filisteos se morían de envidia. No querían que prosperara tanto como Abrahán, y por eso
cegaron los pozos que este había mandado excavar. Finalmente, el rey le ordenó a Isaac: “Múdate de nuestra
vecindad”. ¿Y qué hizo él? A fin de evitar contiendas, obedeció (Gén. 24:62; 26:1, 12-17).
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Isaac trasladó su extenso campamento a una nueva ubicación, donde sus pastores abrieron otro pozo. Sin
embargo, los ganaderos filisteos vinieron a protestar, asegurándole que aquella agua les pertenecía a ellos.
Nuevamente, él siguió el ejemplo de su padre. En vez de pelear, mandó a sus hombres que excavaran otro pozo
en un terreno diferente. Pero los filisteos también lo reclamaron como suyo. Para mantener la paz, se mudó con
toda su gente a otro lugar, donde mandó perforar un nuevo pozo, al que llamó Rehobot. ¿Bendijo Jehová su
actitud? Sí, pues tiempo después, cuando se fue a vivir a Beer-seba, una región más fértil, Dios le dijo:
“No tengas miedo, porque yo estoy contigo, y ciertamente te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por causa
de Abrahán mi siervo” (Gén. 26:17-25).
w07 1/6 pág. 27 párr. 7 Los mayores: una bendición para los jóvenes
7. ¿Qué influencia tuvo el aguante de Abrahán en su hijo Isaac, y cómo benefició a la humanidad?
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El aguante de Abrahán tuvo una poderosa influencia en su hijo Isaac, quien residió como forastero en la
tierra de Canaán los ciento ochenta años que duró su vida. El aguante de Isaac estaba cimentado en su fe en la
promesa divina, una fe que le inculcaron sus ancianos padres y que más tarde se vio reforzada por las palabras
que Jehová le dirigió a él mismo (Génesis 26:2-5). La perseverancia de Isaac fue un factor clave en el
cumplimiento de la promesa divina de que la familia de Abrahán produciría una “descendencia” mediante la que
se bendeciría toda la humanidad. Siglos después, Jesucristo, la parte principal de aquella “descendencia”, abrió
el camino para que todos los que ejercen fe en él se reconcilien con Dios y tengan vida eterna (Gálatas 3:16;
Juan 3:16).
w92 1/7 págs. 10-11 párr. 8 Jehová, el imparcial “Juez de toda la tierra”
8. ¿Qué leyes fundamentales de Jehová se conocían en tiempos patriarcales?
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Aunque parece que no había un código escrito en aquel tiempo, la sociedad patriarcal estaba familiarizada
con las leyes fundamentales de Jehová, y sus siervos tenían la obligación de observarlas. (Compárese con
Génesis 26:5.) El drama que se desarrolló en Edén había mostrado que hay que manifestar obediencia y
sumisión a la soberanía de Jehová. El caso de Caín había revelado que Jehová desaprueba el asesinato.
Inmediatamente después del Diluvio, Dios suministró a la humanidad ciertas leyes tocante a la santidad de la
vida, el asesinato, la pena capital y el comer sangre. (Génesis 9:3-6.) Jehová condenó vigorosamente el adulterio
cuando ocurrió el suceso en que estuvieron implicados Abrahán, Sara y Abimélec, rey de Guerar, cerca de Gaza.
(Génesis 20:1-7.)
w92 15/10 pág. 18 párr. 19 Su familia: esfuércese por conservarla para que entre en el nuevo mundo de
Dios
19, 20. a) ¿Qué papel desempeña la recreación en la vida de familia? b) ¿Cómo pueden los padres planear
recreación para su familia?
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Hay un ‘tiempo de reír y de dar saltos’. (Eclesiastés 3:4.) La palabra hebrea para “reír” también se puede
traducir ‘celebrar’, ‘jugar’ o ‘divertir’. (2 Samuel 6:21; Job 41:5; Jueces 16:25; Éxodo 32:6; Génesis 26:8.) El
juego puede ser provechoso, y es importante para los niños y los jóvenes. En tiempos bíblicos los padres
planeaban entretenimiento y recreación para sus familias. (Compárese con Lucas 15:25.) ¿Hace usted lo mismo?
Capítulo 27:
w96 15/2 pág. 11 párrs. 15-16 Tenemos razón para clamar con gozo
15, 16. a) ¿Qué podemos decir que hizo Jehová por los judíos que regresaron de Babilonia? b) ¿Por qué
no esperaba el pueblo que se efectuaran curaciones corporales milagrosas, pero qué hizo Dios en
conformidad con Isaías 35:5, 6?
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¡Cómo cambiaron las cosas cuando Jehová hizo que Ciro los liberara para que regresaran a su tierra!
No hay prueba bíblica que indique que Dios abrió los ojos milagrosamente a algún judío ciego, destapó los oídos
de los sordos o sanó alguna extremidad lisiada o amputada. No obstante, hizo algo mucho mayor: los devolvió a
la luz y la libertad de su amada tierra.
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No hay indicación de que los judíos que regresaron esperaran que Jehová ejecutara esas curaciones
corporales milagrosas. Debían saber que Dios no lo había hecho en el caso de Isaac, Sansón ni Elí. (Génesis
27:1; Jueces 16:21, 26-30; 1 Samuel 3:2-8; 4:15.) Pero si esperaban que Dios cambiara su situación en sentido
figurado, no quedaron desilusionados. En efecto, los versículos 5 y 6 se cumplieron en sentido figurado. Isaías
predijo con exactitud: “En aquel tiempo los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos mismos de los sordos
serán destapados. En aquel tiempo el cojo trepará justamente como lo hace el ciervo, y la lengua del mudo
clamará con alegría”.
w01 15/12 pág. 11 párrs. 9-10 Un remedio práctico contra las tensiones de la vida
9, 10. ¿Qué simbolizaba el yugo en tiempos antiguos, y por qué invitó Jesús a la gente a tomar el yugo de
él?
9
¿Observó que en Mateo 11:28, 29 dijo Jesús: “Tomen sobre sí mi yugo y aprendan de mí”? En aquellos
tiempos, el hombre común podría sentirse como si trabajara bajo un yugo. Desde la antigüedad, el yugo ha sido
un símbolo de esclavitud o servidumbre (Génesis 27:40; Levítico 26:13; Deuteronomio 28:48). Muchos de los
obreros que Jesús conoció acarreaban pesadas cargas con un yugo literal que, dependiendo de su forma, se
llevaría con relativa comodidad sobre el cuello y los hombros o causaría irritación en la piel. Siendo Jesús
carpintero, probablemente fabricó yugos y, por tanto, sabía qué forma darles para que fueran ‘suaves’. Quizá
cubriera de piel o de tela las zonas de contacto con el cuerpo, a fin de que resultaran lo más cómodos posible.
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“Tomen sobre sí mi yugo”, dijo él. Con estas palabras tal vez se comparó a sí mismo a un proveedor de
yugos de buena calidad, ‘suaves’ para el cuello y los hombros de los trabajadores. De ahí que agregara: “Mi
carga es ligera”. Con ello subrayó que el yugo no era incómodo ni el trabajo servil. Cierto es que al invitar a sus
oyentes a aceptar su yugo, Jesús no ofreció una liberación inmediata de todas las condiciones opresivas que
existían entonces, pero ver los asuntos desde la nueva perspectiva que él enseñó produciría un refrigerio
considerable. Los cambios que los oyentes hicieran en su estilo de vida y en su manera de actuar también los
aliviarían. Y aún más importante, una esperanza clara y firme les permitiría vivir con menos tensiones.
w91 1/10 pág. 12 párr. 17 Confíe en el brazo salvador de Jehová
17. ¿Qué problema de familia aguantaron Isaac y Rebeca con el apoyo de Dios?
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Tal vez tengamos que aguantar algunas pruebas por largo tiempo. Por ejemplo, por casarse con una
incrédula un hijo pudiera causar angustia a sus padres piadosos. Eso ocurrió en la familia del patriarca Isaac y su
esposa Rebeca. Su hijo Esaú, de 40 años de edad, se casó con dos hititas que fueron “fuente de amargura de
espíritu para Isaac y Rebeca”. De hecho, “Rebeca siguió diciendo a Isaac: ‘He llegado a aborrecer esta vida mía
a causa de las hijas de Het. Si alguna vez Jacob [su otro hijo] toma esposa de las hijas de Het como estas de las
hijas del país, ¿de qué me sirve la vida?’”. (Génesis 26:34, 35; 27:46.) Parece que aquel problema continuo
atormentaba el alma justa de Rebeca. (Compárese con 2 Pedro 2:7, 8.) Sin embargo, el brazo de Jehová sostuvo
a Isaac y Rebeca, y les permitió aguantar aquella prueba mientras se mantenían en relación estrecha con Él.
Capítulo 28:
w93 1/8 págs. 7-8 La comunicación: más que solo hablar
Rebeca sintió una angustia insoportable por causa de las esposas de su hijo Esaú. Temerosa de que su otro
hijo, Jacob, siguiera el mismo proceder, desahogó su frustración diciendo a su esposo, Isaac: “He llegado a
aborrecer esta vida mía a causa de las hijas de Het. Si alguna vez Jacob toma esposa de las hijas de Het como
estas de las hijas del país, ¿de qué me sirve la vida?”. (Génesis 27:46.)
Fíjese que aunque Rebeca expresó sus sentimientos con franqueza, no atacó a Isaac personalmente. No le
dijo: “Todo es por culpa tuya”, ni: “Deberías controlar mejor la situación”. Antes bien, habló en primera persona
para explicar cómo le afectaba la situación. Este planteamiento motivó a Isaac a usar empatía, no a justificarse.
Por no sentirse atacado, atendió la petición de Rebeca, al parecer, de inmediato. (Génesis 28:1, 2.)
Los matrimonios pueden aprender del ejemplo de Rebeca. Cuando surja una diferencia, ataquen el problema,
no se ataquen el uno al otro. Como Rebeca, expresen su frustración desde el ángulo en que se sienten
afectados. “Me siento frustrado porque...”, o: “Me siento incomprendido porque...”, resulta más eficaz que: “¡Me
frustras!”, o: “¡No me comprendes!”.
w01 15/5 pág. 20 párr. 16 Consejo divino para la elección de un cónyuge
16. a) ¿Cómo es posible que se pruebe a los cristianos en cuanto a ‘casarse en el Señor’? b) ¿Sobre
qué deben reflexionar los cristianos cuando se sientan tentados de casarse con un incrédulo?
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El mandato de Jehová para los cristianos está muy claro: ‘Casarse solo en el Señor’ (1 Corintios 7:39). Es
posible que a los padres cristianos y a sus hijos se les pruebe a este respecto. ¿De qué modo? Quizá un joven
desee casarse, pero en la congregación no encuentre a la persona apropiada, o al menos eso parezca. En una
determinada localidad tal vez haya menos hombres que mujeres en disposición de casarse, o quizá no haya
nadie en la zona a quien se considere adecuado. Entonces, un muchacho que no es miembro dedicado de la
congregación se interesa en una joven cristiana (o viceversa), y ella se ve presionada a pasar por alto las normas
de Jehová. En tales circunstancias convendría reflexionar sobre el ejemplo de Abrahán. Conservó su buena
relación con Dios al asegurarse de que su hijo Isaac se desposara con una verdadera adoradora de Jehová.
Isaac obró igual en el caso de su hijo Jacob. Todos tuvieron que hacer un esfuerzo, pero agradaron a Dios y
recibieron bendiciones (Génesis 28:1-4).
w92 15/5 págs. 11-12 párr. 7 ¿Es el casarse el único medio de alcanzar la felicidad?
7. ¿Qué requisito respecto al matrimonio se esforzó arduamente por cumplir cierto patriarca fiel?
7
Puesto que Jehová Dios es el Originador del matrimonio, esperaríamos que él fijara normas respecto al
enlace marital que redundarían en la felicidad de sus siervos. En los tiempos patriarcales se aconsejaba
firmemente contra el casarse con los que no adoraban a Jehová. Abrahán hizo que su siervo Eliezer le jurara por
Jehová que no tomaría de entre las cananeas esposa para Isaac, el hijo del patriarca. Eliezer emprendió un largo
viaje y siguió escrupulosamente las instrucciones de Abrahán para hallar a ‘la mujer que Jehová asignó para el
hijo de su amo’. (Génesis 24:3, 44.) Así, Isaac se casó con Rebeca. Cuando Esaú, hijo de ellos, escogió esposas
de entre las hititas paganas, estas “fueron una fuente de amargura de espíritu para Isaac y Rebeca”. (Génesis
26:34, 35; 27:46; 28:1, 8.)
w02 15/7 págs. 16-17 párr. 8 Los cristianos adoran con espíritu y con verdad
8. ¿De qué maneras ha enseñado o transmitido Dios la verdad?
8
Por ejemplo, Dios transmitió la Ley a los israelitas mediante ángeles (Gálatas 3:19). En sueños prometió
bendiciones a los patriarcas Abrahán y Jacob (Génesis 15:12-16; 28:10-19). Dios incluso habló desde el cielo,
como cuando Jesús se bautizó y se oyeron en la Tierra estas emocionantes palabras: “Este es mi Hijo, el amado,
a quien he aprobado” (Mateo 3:17). También podemos dar gracias a Dios por haber transmitido la verdad
inspirando a los escritores de la Biblia (2 Timoteo 3:16, 17). En consecuencia, al aprender de la Palabra de Dios,
podemos tener “fe en la verdad” (2 Tesalonicenses 2:13).