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Wednesday, 31 de May de 2023

Ante todo muy buenos días señor: Vicepresidente Diosdado Cabello, le escribo esta carta con la intensión de ser
escuchado por su persona, que mis suplicas sean atendidas y que las necesidades que me agobian hoy en día, no
sean palabras solo escritas en el papel que será olvidado.

Comenzando por el principio mi nombre es Jonathan David Morales Vargas, tengo 35 años, Venezolano y
caraqueño de nacimiento, vivo en Maturín estado Monagas, ubicado en las cocuizas carrera 6 casa número 40,
soy padre soltero desde los 22 años de edad, ya que a su madre nunca le intereso el futuro de nuestro hijo,
desde muy joven cumplí con mi rol de padre y también podría decirse que de madre, claro no estaba solo mi
madre me ayudó mucho en su crianza, y lo sigue haciendo para darle un futuro digno, educación y la estabilidad
que todo ser humano merece por derecho, nunca tuve la necesidad antes de pedir ayuda, ya que aun siendo de
limitados recursos nunca le faltó el sustento, ya que con mi trabajo solventaba todas sus necesidades
alimentarias, de aseo, vestimenta y las comodidades a las que podía acceder a su momento, pero los años
transcurren y la mayoría de las cosas no duran para siempre, así como la estabilidad que es una de las
preocupaciones diarias de hoy en día, con la incertidumbre de que será el día de mañana, bueno continuo desde
siempre he vivido en la casa de mis padres con mi hijo, pero con el trascurrir del tiempo el hogar de mi hijo el
mío y de mis padres se ha deteriorado a tal gravedad que ya nos hemos quedado prácticamente sin nada, la casa
tiene en su haber más de 80 años, llueve más adentro que afuera, por consiguiente la perdida de muebles,
camas, equipos electrodomésticos era inevitable, ya las paredes se han fracturado por la inclemencia del agua,
el 98% del techo no sirve y con la preocupación de que no se nos venga encima con una lluvia o que ceda por los
daños y sin poder hacer las reparación necesarias por falta de recursos, que ahora es mucho más difícil ya que
hasta es complicado tener ahora aunque sea una comida en la mesa, tratando todo lo humanamente posible
que la calidad de vida no sea tan deplorable, muchas veces me he planteado el irme a probar suerte en otro
país, para que mi hijo no sufra los males de esta época de oscuridad que nos ha golpeado tan fuerte y
repetidamente, pero con la xenofobia tan terrible que es víctima el venezolano en el extranjero, las
posibilidades son cada vez más mínimas, pero tampoco he perdido las esperanzas en mi país, de que las cosas se
solucionaran poco a poco hasta que podamos volver a ver la luz del día con claridad, que el amanecer del día de
mañana sea otro día lleno de alegría y sueños de un futuro próspero y abundante, lo que más deseo es poder
darle un hogar digno a mi hijo y que es mi deber como padre proveérselo, pero cada día es más difícil y
pareciera solo un sueño, no pido que me regalen una casa, pido la oportunidad de ganármelo con el sudor de mi
frente, con trabajo arduo y constante para hacerme merecedor de esa dicha y que de corazón se me tome en
cuenta.

Sin nada más que decir pido a dios que esta carta llegue a su destino, y puedan ayudarme a darle un mejor
futuro, se despide atenta y cordialmente un venezolano que aún cree en la esperanza del mañana para su país.

Jonathan David Morales Vargas


CI.: 17.240.563
Telf.: 0424-905.43.77
Jonathanmorales.zrc@gmail.com

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