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SEGUNDO DOCUMENTO SINODAL

OBJETIVO DEL NIVEL PARROQUIA

QUEREMOS RECUPERAR, VALORAR, PROYECTAR Y NORMAR LA EXPERIENCIA DE


PARROQUIA, COMUNIDAD DE COMUNIDADES, NUEVO ROSTRO DE PARROQUIA
DESCENTRALIZADA.

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PRESENTACIÓN
HERMANOS LAICOS, RELIGIOSAS (OS) Y SACERDOTES

Siguiendo el espíritu de este Primer Sínodo Diocesano, que ha sido de amplia participación de todos
los sectores del Pueblo de Dios, hoy les puedo presentar el Documento Sinodal sobre “ Parroquia,
comunidad de comunidades”.

Este Documento, como el anterior, ha recorrido un itinerario que iniciado desde las comunidades
parroquiales hasta ser estudiado y corregido en la Asamblea Sinodal Diocesana, en la que
participaron los representantes de las Parroquias, de da de diversos organismos de pastoral
vicariales y diocesanos y en la que Yo mismo estuve presente y participé de los trabajos.

Es un Documento verdaderamente iluminador, que nos abre perspectivas muy amplias en la


pastoral. En efecto, retomando la intuición que inició en la conferencia de Medellín y que se continuó
en la de Puebla y fue profundizada por los Obispos participantes en el Sínodo General de 198 y
posteriormente por su Santidad el Papa Juan Pablo II en la Exhortación sobre la Vocación y Misión
de los laicos de que la PARROQUIA ES COMUNIDAD DE COMUNIDADES, Dios nos ha
manifestado dimensiones en este nivel de Iglesia que son de singular importancia para la
construcción del Reino de Dios en la Iglesia y a través de ella, en el mundo.

El Reino de Dios es el punto de referencia obligado en todo el trabajo de la Iglesia, por tanto,
también de la Parroquia. Servir al Reino supone el estar siempre abiertos a los signos que Dios nos
hace de su presencia en la historia y en la realidad; supone un compromiso de anunciarlo y hacerlo
presente a través de las obrar y las palabras, de manera que crezca la esperanza en todos
nosotros, de una manera especial, en los pobres, que son los que sufren las consecuencias de este
sistema de pecado social en el que vivimos; supone una fidelidad a toda prueba y un
desprendimiento radical de los proyectos humanos que concretizan el gran Proyecto de muerte, que
se disputa la vida de los hombres y mujeres, desviándolos del camino que nos enseñó Jesús.

Al recuperar la experiencia, al profundizarla y proyectarla nos hemos dado cuenta de que en la


Parroquia la vida eclesial debe descentralizarse, promoviendo la creación de Comunidades
eclesiales de Base, de las que la Parroquia recibe la vida, pero al mismo tiempo, debe articularse
esta vida eclesial, para que se puedan asegurar muchos servicios necesarios que las comunidades
menores no pueden prestar ni prestarse. Es así como poco a poco, a partir de la Pastoral de
conjunto, y de las Asambleas y el Consejo parroquial se va haciendo la Parroquia, comunidad de
comunidades.

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Íntimamente ligada al servicio al Reino está la misión. Jesús convoca a sus discípulos, en una
comunidad para enviarlos a continuar su obra, a hacer de todos lo hombres discípulos que vivan su
Evangelio y que construyan comunidades eclesiales, que concreticen el Nuevo Pueblo de Dios. Esta
misión va desde el anuncio a los hombres y mujeres que aún no conocen a Dios (Ad Gentes), hasta
llevar el mensaje a tantos hermanos y hermanas nuestros que, estando bautizados, viven como si
no lo estuvieran, porque no tienen conciencia de su compromiso cristiano, menos de su pertenencia
al Pueblo de Dios.

La Parroquia como la Iglesia, debe celebrar la salvación desde la vida del pueblo. Es un pueblo
sacerdotal que ejercita su sacerdocio concurriendo a la ofrenda de la Eucaristía y a los
sacramentos, a la oración y acción de gracias, mediante el testimonio de una vida santa, en la
abnegación y amor operante (Cfr. LG 10). También es una comunidad ministerial, que está abierta a
los dones del Espíritu que guía y enriquece s su Iglesia con dones siempre nuevos y que, después
de un maduro discernimiento los aprueba y retiene los buenos (Cfr. LG 12).

Finalmente la obra del Espíritu hace de la Parroquia, una comunidad de seguidores de Jesús, que
con fortaleza caminan en medio de tentaciones y tribulaciones, pero se ve confortada con el poder y
la gracia de Dios, que le ha sido prometida para que no desfallezca de la finalidad perfecta por la
debilidad del a carne (Cfr. LG 9).

Hermanos y hermanas, que este Documento, aunque refleja fielmente parte de la experiencia de
Iglesia que vamos viviendo, es un teto, una tarea a realizar. ¡Cuánto hace falta a nuestras
comunidades parroquiales para que lleguen a ser verdaderamente comunidades al servicio del
Reino de Dios, comunidades misioneras y servidoras, comunidades que celebren con el pueblo y
desde la vida del pueblo la salvación que Dios ofrece a todas las personas. Comunidad de
comunidades en donde la vida eclesial esté descentralizada y articulada!

Esta responsabilidad es de todos los miembros del Pueblo de Dios, pero de una manera especial
nos ha sido confiada a los pastores. Es por eso, que hemos dedicado unos días todos los
presbíteros de la Diócesis y Yo mismo a aclaramos cuál es nuestra tarea en la renovación de este
nivel de Iglesia. Las ricas aportaciones que ahí se dieron han sido incorporadas al documento
sinodal para que así sean tomadas con la seriedad necesaria, ya que son caminos señalados por el
Espíritu de Dios que nos ha asistido en todo este caminar sinodal diocesano.

Yo, como Pastor de esta Diócesis, después de leer con atención el Documento que me entregó la
Segunda Asamblea Sinodal Diocesana y hacerle las correcciones que me parecieron pertinentes, lo
apruebo, lo promulgo y lo pongo en las manos de todos mis hermanos Presbíteros, Religiosos y
Seglares y espero que sea recibido con gusto, sea estudiado, personalizado y puesto en práctica
por todos.

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Que Dios nuestro Padre, nos siga sosteniendo en esta obra de construcción de su Reino, que nos
vino a anunciar y a hacer presente su Hijo, Jesucristo, quien nos regaló su Espíritu para que
pudiéramos proseguir la misión que él nos encomendaba.

Que la Virgen María, Madre de Hijo de Dios en cuanto hombre, nos acompañe con su maternal
solicitud y nos sostenga en estos trabajos de renovación de la Iglesia de su Hijo.

Que el Patriarca Señor San José nos siga protegiendo, como Patrono de nuestra Diócesis y de toda
la Iglesia contra las acechanzas del espíritu del mal, que busca desviarnos del camino correcto y
matar en nosotros la esperanza de la salvación.

Hermanos y hermanas, prosigamos con entusiasmo este camino que hemos iniciado: Nuestro
Primer Sínodo Diocesano; aún nos faltan pasos por dar y caminos por recorrer. Que al final de estos
trabajos podamos sentirnos gozosos por la obrar de Dios en nosotros y por los esfuerzos que
nosotros pusimos para que se realizara esta obra de Dios.

SERAFIN VASQUEZ E.
Obispo de Ciudad Guzmán, Jal.

Ciudad Guzmán, Jal. 7 de Abril de 1996


Pascua de Resurrección.

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1. ASI NACE, CRECE Y CAMINA LA IGLESIA DE JESUS EN EL SUR DE
JALISCO.

En la tercera etapa del Primer Sínodo Diocesano de Cd. Guzmán,


hemos hecho un acercamiento a la historia de nuestras parroquias con el propósito
de recuperar las raíces que nos han dado origen como pueblo y como Iglesia
Particular.

Este trabajo es fruto del esfuerzo de las parroquias de la Diócesis, donde se


ha investigado con interés, tanto en los Archivos Parroquiales como con personas
que, por su edad o gusto por la historia, conocen muchos sucesos importantes de
su comunidad. Presentaremos en síntesis los rasgos históricos en que los trabajos
parroquiales han puesto mayor énfasis.

1. Nuestra región fue habitada desde hace muchos siglos. Se dice que los
Las raíces valles de Zacoalco, Sayula y Zapotlán el Grande por tener vegetación
Indígenas de abundante contaron con población desde tiempos antiquísimos.
nuestra Diócesis. Posteriormente, fueron pasando por estas tierras grandes oleadas
migratorias venidas del norte, entre ellas se pueden mencionar: los Otomíes,
los Toltecas, los Chichimecas, los Zapotecas y los Nahuatlacas. El paso de
estos pueblo marcaron profundamente nuestra cultura en cuanto a la
organización, religión, lengua, etc.

2. A la víspera de la llegada de los españoles (s. XVI) la parte occidental de


Los pueblos
Indígenas de la México era conocida como CHIMALHUACAN, donde la vida política y social
Región tenían estaba organizada en cuatro reinos (hueitlatoanazgos): Colima, Tonalá,
una organización. Xalisco y Aztatlán. Y en una multitud de cacicazgos (tlatoanazgos).

3. El reino de Colima estaba integrado por lo siguientes cacicazgos:


A) Jicotlán o Jicotitlán.
B) Auntlán: a)Cuautitlán; b)Cihuatlán: Toxin y Chacala.
C) Amula (San Juan de): a)Juchitlán; b)Ejutla; c) Tonaya; d) Tuxcacuesco.
(Nota: Los siguientes cacicazgos fueron independientes hasta la Guerra del
Salitre; después, los sujetó a su dominio el Rey de Colima).
D) Zapotlán: a)Tuxpan: Zapotiltic; b) Tamazula: Quitupan, Mazamitla y Jilotlán;
c)Zapotitlán: Tonila y Pihuamo.
E) Sayula: Usmajac, Amacueca, Techaluta, Atoyac, Teocuitatlán, Tuxcueca,
Tapalpa y Chiquistlán. a) Zacoalco: Atemajac (de Brizuela) y Atotonilco (EL
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Bajo); Cocula: Tizapanito (Villa Corona), Acatlán (de Juárez), Tecolotlán,
Atengo y Tenamaxtlán.

4. Los lazos entre los reinos y cacicazgos, principalmente eran de vasallaje, de


raza o bien de pactos pasajeros, lo cual nos dice que en la región existía una
especie de confederación. Un momento de fuerte unión entre los pueblos
chimalhuacanos (Autlán, Zapotlán, Sayula, Cocula, Tuxpan, Zapotitlán,
Cosalá, Chapala, Tamazula, etc.) fue para defenderse de la invasión del
pueblo tarasco en la llamada Guerra del Salitre, pues culminó con la doble
victoria de los chimalhuacanos en Zacolaco y Tlajomulco en el año de 1510.

5. El trabajo agrícola se practicaba en comunidad. A cada familia se le concedía


un coamilli. La alimentación era buena, esto les ayudó a ser sanos y
Había trabajo y robustos. El comercio se hacia de manera sencilla y se efectuaba una ve por
comercio. semana en los tianguis o mercados a base de trueque o con cacao, que era
usado como moneda. Los objetos del comercio fueron el algodón de
pochote, plumas de brillantes colores, pieles, maderas, loza de barro, maíz,
chile, otras verduras, miel, pescado, piezas de caza, caracoles y conchas,
flores, plantas medicinales, obsidiana, sílex, etc.

6. En el vasto territorio de Chimalhuacán se practicaban varios cultos:


Teopiltzintli, el dios niño, era adorado en Xalisco; el sol, en Tonalá;
Los pueblos
Tlacatéotl, en Chapala; Ixtlacatéotl en Zacoalco, donde se le proclamó
indígenas eran protector de las salinas; Atlaquianquitli, Atlaquiáhuitl, o Tláloc (dios de la
muy religiosos. lluvia), en Amacueca, Zapotlán y Colima; Teocóatl (dios serpiente) en
Atempan; colli (dios del fuego) en el valle de Zapotlán. Y Centéotl (diosa del
maíz), Teocoacóyotl (dios de la salud), Tetéotl (dios de las batallas)
representando con una honda y una piedra, Xochipiltéotl (dios de las flores),
Xilocihuatéotl (diosa de las mieses), etc., en otras partes.

7. Los nombres de nuestros pueblos tienen un significado, muchos son de raíz


náhuatl, por ejemplo Teocuitatlán = lugar dedicado al dios del oro; otros son
El nombre de de raíz zapoteca, como Zapotlán-Tzapotlán = lugar de zapotes o de frutales
nuestros pueblos o, lugar de chirimoyas; y algunos son ce raíz tarasca, Tizapán = lugar de
tiene un aguas blancas, en el agua blanca o en mina de yeso, sobre la greda (arcilla),
significado. o rio de greda.

8. Pronto llegó a oídos de los conquistadores españoles la existencia de


Chimalhuacán y de sus supuestas riquezas. En septiembre de 1521, Hernán
Cortés envió una expedición a Michoacán y luego, en octubre otra a Colima,
dividida en dos secciones, a las órdenes, la primera, de Alonso de Avalos,
que llegó a la región por Mazamitla, y la segunda, a las órdenes de Juan
Alvarez Chivo, que penetró por Coalcomán.

9. A la llegada de los españoles los cacicazgos de la región se sometieron


pacíficamente, y los caciques de Zapotlán, Sayula y Zacoalco, llamados
Llegaron los respectivamente, Minotlacoya, Cuantoma y Tzitlali, vieron la oportunidad de

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Españoles y liberarse de su vasallaje para con el rey de Colima, uniéndose a los
conquistaron conquistadores.
estas tierras.
10. Junto con los conquistadores, también vinieron los primeros misioneros
anunciando el Evangelio. Correspondió a los frailes franciscanos,
Junto con la encabezados por fray Juan de Padilla, ser los portadores de la Buena Nueva.
conquista llegó el A pie y descalzos, según las viejas crónicas, recorrieron la región. Para los
Evangelio.
indios vencidos, estos misioneros fueron en muchas ocasiones su única
protección.

11. El 15 de agosto de 1533, día de la Asunción de María, fray Juan de Padilla,


llevó a cabo su gran proyecto: LA FUNDACION DE ZAPOTLAN. En ese
entonces, Zapotlán era un pueblo formado con indios (3,000) de caseríos
dispersos por el valle. Contó desde el principio con su plaza al centro, su
capilla y su convento, hospital y cementerio, las casa reales para las
autoridades civiles y para la administración pública, y las casas de los indios.
De momento todo rústico y provisional.

12. Así como se fundó el convento de Zapotlán el Grande, poco a poco los
franciscanos fueron fundando otros conventos: en Tuxpan se erigió la Santa
Cruz (Cruz Gorda) en 1530 y el convento dedicado a San Juan Bautista se
fundó en 1536; Alonso de Avalos puso en 1546 la primera piedra de la Iglesia
de Sayula y en este lugar se inició la construcción más firme del convento en
1573, que fue dedicado a San Francisco de Asís. En este mismo siglo se
fundaron también los conventos de Amacueca, Zacoalco, Tamazula, Atoyac,
Techaluta y Teocuitatlán.

13. Muy bien aprovecharon los frailes Juan de Padilla, Miguel de Bolonia, Juan
de Badillo, Antonio de Segovia, Martín de Jesús y Francisco de Pastrana,
que la mayoría de la población entendía el náhuatl y en esa lengua les
predicaron y les enseñaron la doctrina para el Bautismo. Así mismo, pudieron
aprovechar los catecismos que ya se habían elaborado en el centro de
México. Para una mayor efectividad los misioneros utilizaron las capillas
abiertas, los grabados, el teatro, las celebraciones de los sacramentos, el
canto, la danza, etc.

14. Los frailes se esforzaron por enseñar a los indios el Persignado, el Padre
Nuestro, el Ave María, el Credo, la Salve, los Catorce Artículo de la FE, los
Diez Mandamientos de la Ley de Dios y los Cinco de la Iglesia, los Siete
Sacramentos, los Siete Pecados Mortales y la Confesión General. De esto se
pedía cuenta cada que alguien iba a recibir algún sacramento y
frecuentemente cuando los fieles se acercaban a la confesión.

15. En cuanto a lo social, la Iglesia absorbió por completo lo relativo a la


educación, la cual fue impartida por los religiosos, en las escuelas de primera
letras, en la enseñanza de artes y oficios, de canto y música, de pintura y
labrado de cantera. La Iglesia dirigió el campo de la salud y se encargó de
las obrar de beneficencia públicas. Algunos religiosos dedicaron buena parte
de su tiempo en llevar una crónica de sus tareas, en las relaciones históricas
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y en las cuestiones de herbolaria.

16. Concluida la conquista se dio posesión de la religión, como Gobernador, a


Don Alonso de Avalos, de quien la Provincia recibió su nombre, cuya
cabecera fue Sayula, Comprendiendo los pueblos de Usmajac, Apango,
Atacco, Atemajac, Chiquilistlán, Amacueca, Tepec, Tapalpa, Jalpa,
Techaluta, Zacoalco, San Marcos, Juanacatlán, Cocula, San Martín,
Jocotepec, Ajijic, San Juan Cosalá, -san Cristóbal, Chapala, Ixtlahuacán, San
La Provincia de Luis, Teocuitatlán, Citala, Tizapán, Tuxcueca, Atoyac, Cuyacapán.
Avalos.
17. Es importante señalar que desde el año 1536, Zapotlán el Grande y la
Provincia de Avalos, quedaron integrados por Real Cedula al Obispado de
Michoacán, de donde era Obispo el gran protector y educador de los indios,
Don Vasco de Quiroga. Por lo tanto, se puede considerar a Don Vasco como
el primer Obispo de esta región.

18. Durante los siglos XVI, XVII y parte XVIII, las parroquias y las doctrinas
(Doctrinas=Centro de instrucción cristiana) estuvieron bajo el cuidado de los
frailes franciscanos; pero a finales del siglo XVIII, por disposiciones de los
Reyes españoles, Fernando VI y Carlos III las parroquias que había en ese
tiempo (Zapotlán, Sayula, Tamazula, Tuxpan, Zacoalco, Atoyac, etc.)
pasaron a manos del clero secular o diocesano.
El Clero
diocesano se 19. El 30 de julio de 1795 sucedió un acontecimiento trascendental: las
hizo cargo de las Provincias de Zapotlán, Colima y la Barca, pasaron de las diócesis de
parroquias. Michoacán a la diócesis de Guadalajara, de donde era Obispo fray Antonio
Alcalde, contando con su anuencia. Este paso fue resultado de que nueve
años atrás, en 1786, las regiones de Etzatlán, Zapotlán, Sayula, Amula y
Autlán (no se incluyó a Colima) fueron anexadas al reino de Nueva Galicia,
que tenia como capital a Guadalajara, separándolas de la Nueva España, de
donde era capital la ciudad de México, a donde habían pertenecido desde el
principio de la conquista.

20. En la colonia se dio el encuentro de dos razas y culturas, la indígena y la


española, de donde brotó algo nuevo e inesperado; el mestizaje. Con el
tiempo este grupo social llegó a ser mayoría, a costa del paulatino
debilitamiento de la raza y la cultura indígena, ya que en esa nueva sociedad
del indio, el indio salió perdiendo, porque en ese tiempo la organización
social era por castas (castas=especie de categoría de personas) y es natural,
aunque no cristiano que unos hayan dominado a los demás. De este modo,
los indios al quedar abajo fueron perdiendo poco a poco su cultura, su
En la colonia el lengua, sus costumbres, sus derechos y hasta sus propiedades.
Indio salió
perdiendo. 21. La mayor parte de parroquias conserva en su memoria la experiencia de
catástrofes naturales: terremotos en Zapotlán, Tuxpan, Zapotiltic, Sayula y
Zacoalco, pestes de cólera y viruela en toda región; inundaciones en
Zapotlán, Zacoalco, Tamazula, Sayula, Atenquique y Teocuitatlán; Sequias
en los valles de Zacoalco, Sayula y Zapotlán y otras calamidades.

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22. Se dice que las imágenes de San José y la Virgen María llegaron el año
1747. En torno a ellas hay una misteriosa historia, fueron abandonadas en el
Mesón de la Cofradía del Rosario por un arriero – o peregrino- que nunca
volvió por ellas. Después fueron trasladadas a la parroquia de Zapotlán, con
grandes manifestaciones de alegría y profunda devoción. Este
acontecimiento fue interpretado por los pobladores como una bendición del
cielo ya que las imágenes llegaron en un momento difícil, de inseguridad y
desolación, provocadas por la pobreza, las pestes y las calamidades. Dos
años después, ante el fuerte temblor del 22 de octubre de 1749, San José
fue proclamado protector contra los temblores y Patrono de Zapotlán y sus
alrededores, comprometiéndose los habitantes a través de un juramento
Principales
tradiciones y solemne a celebrar su fiesta año con año. Dicho juramento fue renovado en
devociones: 1806 después de la gran tragedia provocada por otro temblor y reafirmado el
19 de septiembre de 1986, a propósito del terremoto sufrido el año anterior.

San José.
23. La devoción a las imágenes de Cristo Crucificado se difundió desde el siglo
XVI. En Tuxpan fray Miguel de Joato hacia 1574/1576 promovió la compra de
un Cristo del taller de Matías y Luis de Cerda en Pátzcuaro, esta imagen de
Cristo fue llamada por fray Diego Serrano en 1582/1584, SEÑOR DEL
PERDON. A raíz del terremoto de 1806, la población de Tuxpan consideró al
Señor de Perdón como su protector contra estas calamidades y bajo
juramento de comprometió a hacerle una fiesta cada año, coordinada por un
mayordomo. En este mismo tiempo tiene su origen la devoción al SEÑOR
DEL PERDON en Zapotiltic, al SEÑOR DE LA MISERICORDIA DE AMULA
en San Gabriel y al SEÑOR DE LA SALUD en Zacoalco. Entre 1780 y 1790
Las imágenes de aparece la devoción al SEÑOR DE LA SALUD en Atoyac y, más tarde la
Cristo devoción al SEÑOR DE LA SALUD EN San José de Gracia Municipio de
Crucificado. Teocuitatlán.

24. Fue costumbre de los Misioneros, colocar una cruz al centro de cada pueblo
o misión donde se iban estableciendo. Las Primeras cruces fueron echas con
ramas de árboles pero depues fueron sustituidas por cruces labradas en
piedra, con los signos de la pasión, teniendo la finalidad de catequizar
(Tuxpan y Sayula). La devoción a la Santa Cruz creció y desarrolló en todos
pueblos de la Diócesis, se venera a la Cruz tanto en las familias como en los
barrios y ranchos, principalmente el día 3 de mayo.

25. La virgen María, en diferente advocaciones han sido Madre y Compañera en


el caminar del as parroquias de la Diócesis, Ella ha sido fortaleza y consuelo
para sus hijos en los momentos de sufrimiento, en los terremotos, en las
A la Cruz. enfermedades, en las pestes, en las inundaciones, en las sequias y en los
tiempos de hambre. Las devociones marianas más arraigadas han sido: la
VIRGEN DE GUADALUPE, que se venera con gran devoción en la mayor
parte de las parroquia; la VIRGEN DE ROSARIO DE TALPA, cuenta con
gran número de fieles que año con año van en peregrinación a su santuario
en Talpa; la VIRGEN DE LA DEFENSA que fue dada por el Arzobispo Virrey
Don Juan de Palafox y Mendoza a los indígenas de juanaclatlán y Atemajac
que tenían problemas de tierra con la frase: Esta será su Defensa, dicha
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imagen se venera en Juanacatlán, Atemajac, Tapalpa, Chiquilistlán yJalpa; la
VIRGEN DEL SAGRARIO patrona de Tamazula es venerada también en
A la Virgen
María. Contla, La Garita, Santa Cruz, Zapotitltic, Huescalapa y Zapotlán; la VIRGEN
DEL PLATANAR en el Platanar, Atenquique, Tuxpan, Zapotlán y varios
pueblos de la diócesis de Colima; la VIRGEN DE LA CANDELARIA en
Quitupan, San Diego, Valle de Juárez y Santa María del Oro; la
INMACULADA CONCEPCION DE MARIA es patrona de la parroquias de
Teocuitatlán, Concepción de buenos Aires, y Sayula; en la Parroquia de
Usmajac se le hace fiesta a NUESTRA SEÑORA DE AMATITLAN en la
parroquia de Citala se venera a la VIRGEN DE LOS DOLORES.

26. Hay en las Parroquias tradiciones consideradas como un valor y expresión


de una religiosidad profunda que existe en el pueblo, entre ellas: Las
Mayordomías, Las Danzas, los Enrosos, los Encendios, etc.

27. Al consumarse la Independencia Nacional (1821), en el Sur de Jalisco


integró el CUARTO CANTON del Estado, con capital en Sayula, dicho cantón
en 1824 quedó organizado en cuatro Departamentos: Zapotlán con 34,350
habitantes, Zacoalco con 32,366 habitantes, Sayula con 21,495 habitantes y
Tuxcacuesco con 15,640 habitantes. Posteriormente (1856) Zapotlán se
erigió en el NOVENO CANTON de Jalisco comprendiendo el Departamento
de su propio nombre y el de Tuxcacuesco con los municipios de San Gabriel
y de San Juan de Amula. Ese mismo año, se decretó el cambio del nombre
de Zapotlán el Grande por el de Ciudad Guzmán.
Las tradiciones.
28. Durante el siglo pasado y principios del actual, floreció en la región el sistema
de haciendas, donde se busco combinar la agricultura con la industria. Sobre
La salen por su importancia las de Huescalapa, San Marcos (Tonila), Santa
independencia: Cruz y Contla. La actividad económica era diversa: había molinos de trigo en
Organización Amatitlán y Chichiquila (Sayula); en Ojo Zarco, San Antonio, Santa María,
política del Sur
de Jalisco.
Capulina y Capula (Sierra de Tapalpa).
Se contaba con trapiches en las haciendas de los Guayabos, Chichiquila y
Amatitlán (Sayula); en Teocuitatlán; en el Rincón, Contla y Santa Rosa
(Tamazula); en San Marcos (Tonila) y en Jiquilpan. En las haciendas de la
sierra se instaló maquinaria para la explotación de la madera; la de Lagunilla
fue la primera hacienda que contó con una maquina de aserrar. En Zapotlán,
los hacendados favorecieron el cultivo del trigo; en Sayula y Tamazula se
destinaron grandes extensiones de tierra al cultivo de algodón y de caña de
azúcar. También se crió ganado vacuno y lanar en agostaderos.
Grandes
haciendas y
mucha pobreza. 29. El sistema de haciendas dinamizó la economía regional pero provocó la
explotación y la acumulación de capital en pocas manos. La hacienda fue la
principal organizadora y beneficiaria del sistema económico del tiempo que
dejó sin tierras a las comunidades indígenas y hundió a miles de peones en
la extrema miseria.

30. Por este tiempo la vida religiosa del as haciendas se desarrollaba de la


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siguiente manera: los rancheros de la hacienda al levantarse se persignaban;
se confesaban y comulgaban por lo menos una vez en la vida. Asistían
ocasionalmente a alguno de los actos religiosos de los pueblos
circunvecinos.
Cumplían con el calendario de abstenciones y con el pago del diezmo.
Llevaban a bautizar a los niños la misma semana en que nacían y se
casaban en presencia del sacerdote; en algunas casas al anochecer rezaban
el Rosario en familia. En ninguna vivienda faltaba la imagen de algún santo;
se sabían de memoria el padre nuestro, el credo, los diez mandamientos de
Dios, los cinco de la Iglesia, saber el rezo era indispensable para poder
casarse. El ser “buenos cristianos” tenía menos importancia. Muchas veces
el temor hacía preferir las prácticas supersticiosas y no las recomendadas
por la Iglesia. La ausencia del sacerdote dejaba mucho margen de
comportamiento extrareligioso, pero no eran muy frecuentes no notorias las
infracciones a la moral y a la liturgia.
La vida religiosa
en la hacienda.

31. De especial importancia para Zapotlán el Grande y las parroquias de la


región, fue la fundación del Seminario el 19 de noviembre de 1868 por el
canónigo Don Francisco Figueroa. El Seminario, desde su origen, fue centro
de estudio y formación, de donde salieron hombres de ciencia pastores
consagrados al servicio de la comunidad; se puede mencionar a los padres;
José María Arreola, Severo Díaz, Tranquilino Ubiarco y Rodrigo Aguilar.

32. La región del Sur de Jalisco, al igual que la mayor parte del país sufrió las
consecuencias de la Revolución Mexicana de 1910 y con mayor fuerza el
CONFLICTO RELIGIOSO de 1926 a 1929 conocido también como GUERRA
CRISTERA. La suspensión del culto público, el 31 de julio de 1926, provocó
que poco a poco el pueblo cristiano, en la necesidad, fue asumiendo muchas
responsabilidades: el cuidado de los templos, protección del obispo y de los
sacerdotes, resguardo de los archivos parroquiales, llevar la comunión a los
enfermos, rezo del Rosario, ponerle el agua a los niños (Bautismos), ayudar
a bien morir, etc. el conflicto también se manifestó en una guerra que duró
tres años, la violencia envolvió la región; los campos quedaron sin cultivarse
y el hambre junto con la peste de viruela se hicieron sentir. Muchos cristianos
En Zapotlán se dieron testimonio de su fe con la propia vida: tres mártires nacidos en estas
fundó el
tierras ya fueron beatificados: Tranquilino Ubiarco, Justino Orona y Rodrigo
Seminario.
Aguilar.

33. Con la creación de la Diócesis de Autlán en 1961, varias parroquias de esta


región (Tuxpan, Tamazula, Zapotiltic, etc.) pasaron a formar parte de la
La Guerra
Diócesis de Colima. En 1972 se erigió como una nueva Diócesis Cd.
Cristera. Guzmán (Zapotlán), formándose con parroquias pertenecientes a la Diócesis
de Guadalajara y a la Diócesis de Colima. El primer Obispo fue Don
Leobardo Viera Contreras; en 1977 el Sr. Cardenal Don José Salazar López
fue nombrado Administrador Apostólico y, en enero del año siguiente, llegó
como segundo Obispo del a Diócesis Don Serafín Vásquez Elizalde, quien
ha permanecido hasta nuestros días animando la vida pastoral diocesana.
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34. Los acontecimientos eclesiales de mayor trascendencia en la vida diocesana
han sido el Concilio Vaticano II y las Conferencias Episcopales de Medellín,
Puebla y Santo Domingo. También para la diócesis ha sido de gran
importancia los cursos de Pueblo Nuevo, la elaboración de los dos planes
diocesanos, de los planes vicariales y de los planes parroquiales y la
creación del Seminario Mayor en 1983.

Nacimiento de la
Diócesis de la
Ciudad Guzmán.

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1.1 REFLEXION DE FE

I. NUESTRA TAREA.

35. Al estudiar la historia de nuestras parroquias, de nuestras tradiciones y


culturas en el Sur de Jalisco, descubrimos las raíces de la primera
Evangelización llevada a cabo por los frailes franciscanos en los siglos XIV y
siguientes, y los valores y limitaciones que tenían en su modo de vida los
pueblos que habitaban estas tierras antes de la conquista.

36. Descubrimos formas de vida y organización comunitaria, sentido religioso y


festivo, manera de alimentarse, de trabajar y de intercambiar sus productos,
etc.; es decir, encontramos una cultura. Tarea nuestra es identificar, a la luz
del Evangelio, la presencia-ausencia de Dios en esta historia, los valores del
Reino de Dios, los signos de su presencia antes de la conquista, lo mismo
que los errores o limitaciones de sus formas de vida.

Es decir, la tarea nuestra es leer en clave de fe esa historia, para ver cómo
Dios iba guiando e esos pueblos hacia el Evangelio que luego les fue
predicando por los misioneros y ellos aceptaron.

II. HACIA EL EVANGELIO.

37. Aunque disponemos de poca investigación y tenemos muchos vacíos en


cuanto a información, con todo, con los materiales reunidos, sí podemos
señalar algunos elementos.

a) Encontramos en estos pueblos que habitaban el Sur de Jalisco el sentido


VAMOS A LEER comunitario de su vida: para trabajar la tierra, para intercambiar recursos
EN CLAVE DE y productos, para organizarse socialmente, para comer y para celebrar
FE NUESTRA
HISTORIA. sus fiestas religiosas.
b) Encontramos un profundo sentido religioso: tenían sus divinidades a
quienes hacían fiestas con danzas, música, alegría y ofrendas.

38.
c) Tenían un gran amor a la tierra: “cuamil”, que trabajan con amor y
dedicación.
d) En cuanto al comercio, los bienes eran usados para la vida: los
intercambiaban con otros pueblos mediante el trueque y no los
acumulaban dándoles un valor de capital y menos pensaban en la
ganancia, en el interés que podría significar la mera posesión de esos
bienes.
39.
e) Tenían un profundo respeto por sus mayores, por “los ancianos”.

14
En cuanto a los errores y vacíos no hemos investigado suficientemente el
material existente. Ciertamente sabemos que los Tarascos y los Aztecas
tenían sacrificios humanos y los Tarascos eran dados a la embriaguéz. Una
ALGUNOS parte de los pobladores de estas tierras, juntamente con los de habla
VALORES QUE Náhuatl, eran los tarascos.
ENCONTRAMOS
EN NUESTRAS
CULTURAS
PRE-
HISPANICAS.
III. REFLEXION DE FE

40. Con estos elementos podemos iniciar nuestra Reflexión de fe y


preguntarnos: ¿Qué era presencia del Reino de Dios en esa historia antes de
la evangelización? ¿En qué signos descubrimos la presencia del Espíritu que
iba preparando los pueblos para el encuentro con el Evangelio?

41. Con los Santos Padres podemos hablar de semillas del Verbo, del Logos
divino (Logos) Spermatikós) (San Justino) y de preparación evangélica (San
Clemente de Alejandría) (Str. 1,28,1-3;6,41,7,42,1). San Justino dice que el
Padre ha creado todas las cosas por medio del Logos divino, por medio de
EL se ha dado a conocer y por medio de él salva al mundo. Es decir, que la
Palabra, la sabiduría de Dios iba sembrando las inteligencias con elementos
de verdad, iba actuando como revelador y salvador de toda la humanidad,
iba dando a los paganos un conocimiento parcial de la verdad que iba
sembrando en ellos a modo de semillas. Este Logos divino es el Verbo
encarnado, Cristo, revelador de los secretos del Padre, Maestro y Guia de la
humanidad que la ilumina con su doctrina. En EL se manifiesta plenamente
la verdad.

La acción del Logos y de las semillas del Verbo forman una economía de
salvación con la anunciada y realizada por Cristo en el Nuevo Testamento.

42. En cuanto a la preparación evangélica, clemente de Alejandría habla de que


el Logos convierte, educa y instruye a la humanidad. Hay una única historia
de salvación a través del tiempo y Cristo, el Logos encarnado, es quien la
lleva a cabo.

En esta perspectiva, la ley de los judíos, los profetas y la filosofía de los


griegos son como una alianza, como un testamento que Dios realiza con
LA TEOLOGIA ellos, forma parte de la economía reveladora y salvadora. Así quiso Dios
NOS ILUMINA Y guiados hacia la verdad de Cristo (Str. 1,20,1; 6,67,1).
NOS DA
HERRAMIENTAS
PARA IV. SIGNOS DEL REINO
ENTENDER
NUESTRAS
CULTURAS. 43. Con estas categorías teológicas podemos leer la historia de nuestros pueblos
y descubrir ahí signos del Reino, signos de la presencia de Dios que sirvieron
de preparación a Cristo.

Podemos decir entonces que en estos pueblos hubo una preparación al


15
Evangelio semejante la que tuvo el Pueblo de Israel, hubo una alianza, hubo
llamados de Dios que invitaron a esos pueblos a vivir en la justicia, en la
verdad y en el bien; estos llamados Dios los hizo llegar a través de “sus
profetas y sabios” y también ellos fueron intentando responde entre fallas y
pecados, pero también entre aciertos y grandes avances en el bien.

44. Esto nos muestra su vida comunitaria, su nulo apego a los bienes materiales,
su alegría y su fiesta, su profundo sentido religioso y su veneración por la
Madre tierra; su respeto por la creación, la sabiduría que mostraban para
cuidar su vida mediante las medicinas naturales; su respeto a los mayores a
quienes veneraban y obedecían y su sabia administración de la justicia.
Todos estos bienes podemos asumirlos como signos de la presencia del
Reino entre ellos. Esto explica en parte, desde la mirada de fe, la relativa
facilidad con la que estos pueblos aceptaron la buena Nueva del Evangelio
que, por otra parte, era totalmente desconocida en estas tierras.

V. LO QUE NO FUE ASUMIDO.

45. A esta situación llega el anuncio del Evangelio pero también la violencia y la
injusticia de parte de los Españoles. Baste recordar la violencia e inicua
campaña militar de nuño de Guzmán.

Y tenemos que decir que no todo fue asumido por la evangelización. La


búsqueda de Dios expresada en el culto a sus dioses no fue asumida ni
purificada, ni tampoco su sentido comunitario de la vida. Más bien se
ALGUNOS implantó el estilo individualista español de la posesión de la tierra. Tampoco
VALORES DEL se desapego a los bienes, sino a la propiedad privada de ellos. La alegría,
REINO QUE
TENIAN creatividad y variedad de sus celebraciones a sus dioses no fue asumida ni
NUESTROS valorada para expresar el nuevo culto al Dios de Jesucristo. Por el contrario,
ANTEPASADOS. se impuso en la mayoría de los cultos el rito occidental de la liturgia católica,
más conceptual y con participación exclusiva del varón en la conducción de
ella. Siguiendo el dictamen del Concilio de Trento, los indios no fueron
admitidos al sacerdocio. (III Sesión de 1556: “los candidatos al sacerdocio
deben ser los seminaristas españoles, no así los mestizos e indios…”).

46. Lo mismo había dictaminado ya el Primer Concilio Mexicano de 1555. Esto lo


LA
EVANGELIZACI
refleja un poco después Don Vasco de Quiroga en su Testamento de 1565.
ON NO FUE Don Vasco, quien tiempo atrás, en 1540, ya había fundado un Colegio para
COMPLETA, NO indios, mestizos y españoles con el fin de ordenarlos sacerdotes, escribe así
SE INCULTURO en su testamento, obsequiando obediencia al Primer Concilio Mexicano:
PLENAMENTE “para que aquí en este dicho colegio se reciban y críen estudiantes puros
EL EVANGELIO.
españoles que pasen de más de veinte años, que quieran ser ordenados…”
(QUIROGA, Vasco de, Testamento; Vasco de Quiroga y Obispado de
Michoacán. Morelia 1986).

Esto nos lleva a hacer algunas observaciones, -haciendo una gran reserva-
teniendo en cuenta que nos encontramos en una nueva situación conceptual
16
y cultural. No se distinguió entre fe y cultura, entre el contenido del Evangelio
y los modos concretos que en una cultura dada, la española-occidental, ya
había asumido. Hay que añadir la mentalidad exclusivista y totalizante de los
españoles que veían en todo lo que no fuera su propuesta, algo diabólico y
perverso. Para los frailes evangelizadores, evangelizar era imponer una
cultura.

47. Es por esto necesario que de nueva cuenta la evangelización rescate todos
aquellos valores que estaban a la raíz de nuestros pueblos y culturas y
todavía hoy, diseminadas, subsisten entre nosotros: la danza, la alegría, el
compartir, lo comunitario, el respeto a las mayores, la veneración a la tierra,
el desapego de los bienes materiales, etc.

Con esto se potenciaría grandemente la obra de la evangelización en el sur


de Jalisco. Aquí hay una rica veta que se puede trabajar.

VI. LO QUE SI FUE ASUMIDO.

48. Algunas de la tradiciones sí fueron permitidas o retomadas por los frailes, por
ejemplo: organización para sus fiestas en base a los cargos, llamados
Mayordomías, expresiones de alegría por medio de las danzas, culto a las
imágenes de los santos por medio de novenas, adornos, imágenes
adaptadas a la nueva cultura: los Cristos, Dolorosas, etc.

El unir las fiestas religiosas con el compartir la comida, el cuidado de sus


lugares de culto: los templos.

49. A lo largo de la historia de nuestros pueblos, las imágenes de Cristo, de la


virgen María y de los Santos han sido vehiculo de evangelización y han
estado ligadas a momentos de crisis de las comunidades, a momentos de
muerte y de vida como han sido sequías, los temblores, las pestes, las
inundaciones. Desde estas situaciones de muerte han surgido la vida del
pueblo, la organización, la fiesta al santo, el compartir la alegría y el
nacimiento de la identidad del pueblo en torno al santo. Así lo vemos en el
caso de Zapotlán, donde el pueblo nombra como su protector y patrón a San
José después de un gran temblor y promete hacerle fiesta cada año. Así
crece su veneración en los pueblos circunvecinos y es Patrono de la
Diócesis. Esto sucede con la mayoría de nuestras comunidades. Hay casos
notables como el de San Juan Nuevo en Michoacán, en torno al Señor de los
Milagros, cuando la erupción del volcán Paricutín.

VII. LA NUEVA PERSPECTIVA.

50. Llegados a este punto podemos decir que la finalidad de ir a nuestra historia
17
y a la historia de la evangelización es para situar debidamente a la Iglesia,
Misterio de comunión, en la perspectiva del Reino de Dios. Formamos parte
de una única historia y nuestro caminar es parte del caminar del Pueblo de
Dios.

Desde aquí arrancamos la misión de la Parroquia como Iglesia Servidora del


Reino y Comunidad de Comunidades. Desde aquí enriquecemos nuestro
LOS
MISIONEROS servicio eclesial de cara al futuro.
RETOMARON
ALGUNOS
VALORES DE
NUESTROS
PUEBLOS. 1.2. EXIGENCIAS

Que nacen de la reflexión sobre la Historia de la Parroquia.

Constantes:
1. Recuperar, conocer y profundizar la historia de la Parroquia y de la
Diócesis y darla a conocer a la masa.
2. Recuperar valores, costumbres, tradiciones del pueblo para incultura el
Evangelio en las costumbres.
3. Buscar un método para encarnar el Evangelio.

LA IGLESIA
ESTA EN LA
PERSPECTIVA
DEL REINO DE
DIOS COMO
NUEVO PUEBLO
DE DIOS.
2. LA PARROQUIA EN EL NUEVO MODELO DE IGLESIA

INTRODUCCION

18
A) NUEVO ROSTRO DE PARROQUIA:
Comunidad de comunidades.

51. La parroquia es una porción del Pueblo de Dios, “No es principalmente una
estructura, un territorio, un edificio, ella es la familia de Dios” (DSD. 58). Se
encuentra entre las casas de los hombres, vive y obra profundamente
injertada en la sociedad humana y es solidaria con sus aspiraciones y
dificultades (Cfr. DSD. 58). Es un nivel de Iglesia porque realiza una función
en cierto modo integral de Iglesia (Cfr. DP. 644).

52. La parroquia está al servicio del Reino, por lo que es un signo, semilla,
primicia, instrumento y mediación, en una palabra, es su sacramento (DP.
227). Trata de vivir según el Espíritu de Cristo Resucitado, está a la escucha
de su Palabra y busca vivirla para así unir la fe con la vida.

53. Ella es una comunidad misionera y una misión comunitaria (Jn. 20,21;
Hecho. 13, 1-3). Promueve el espíritu misionero en los fieles para desarrollar
la presencia del Reino de Dios en ella y en la sociedad. Promueve las
vocaciones a los ministerios laicales, ordenados, lo mismo que a la vida
religiosa con una clara dimensión misionera.

54. Ella es misterio de comunión, su ser más profundo es ser comunidad de fe,
eucarística y orgánica (DSD. 58). Es el centro de animación y
coordinación de comunidades eclesiales de base, movimientos y
asociaciones piadosas (Cfr. DP. 664; DSD. 58), si bien, los coordina e inserta
en el proceso eclesial de forma distinta: a la CEBs. como ejes del proceso, ya
que son el nivel de base de la Iglesia; a los movimientos apostólicos y
asociaciones piadosas como grupos auxiliares de la Iglesia, ya que son
carismas comunitarios de la comunidad eclesial. Además no como tales, sino
a través de sus miembros, que aceptan el caminar parroquial.

55. Ella es comunidad que descentraliza y articula la misma vida eclesial


(Med. 15, 34), por tanto, promueve, anima y acompaña las comunidades
eclesiales de base, de donde recibe la vitalidad y a cuyo servicio está.
Promueve asambleas y consejos comunitarios y parroquiales.

56. Trabaja planificadamente, a través de su plan pastoral, en relación con el


plan vicarial y diocesano. Se articula con otras parroquias en la vicaria y con
la Diócesis de la que es como célula (AA. 10c.).

57. Por su servicio al Reino que es proyecto de vida, hace opción por los
pobres a quienes presta diversos servicios: promueve la injusticia, defiende
los derechos humanos y es solidaria con los pobres: marginados, enfermos,
minusválidos, ancianos, huérfanos…administra el patrimonio al servicio del
pueblo. Promueve las Organizaciones Básicas y acompaña solidariamente
a las personas que participan en organizaciones populares y políticas, y a
través de ellas, anima la liberación.

19
58. Es promotora de la formación espiritual y pastoral de sus agentes, por
medio de la oración, la reflexión de fe, la celebración de los sacramentos,
especialmente la Eucaristía; la capacitación sistemática y especifica de los
campos de trabajo, siempre con un espíritu de servicio y con el método: Ver,
Juzgar, Actuar, Evaluar y Celebrar. Ayuda a los seglares a tomar conciencia
de su compromiso en la Iglesia y en el mundo.

59. Trata de inculturarse en los valores del pueblo y promueve la


Religiosidad Popular como expresión, espacio y medio de evangelización.

60. Da realce e importancia al Domingo: Día del Señor por medio de la


Eucaristía, Celebraciones de la Palabra, Bautismos.

61. Es comunidad de amistad y convivencia de los pastores, quienes


presiden este nivel de Iglesia, entre sí y con el pueblo, y trabajan en equipo
tratando de ser agentes de comunión, promotores de liberación, hermanos
entre hermanos y hermanas y misioneros del Reino.

Todos estos rasgos de Parroquia, Comunidad de Comunidades, en nuestra


Diócesis no son una realidad acabada, más bien, son metas a lograr.

B) ORIGEN Y DESARROLLO DE LA PARROQUIA EN LA HISTORIA DE LA


IGLESIA.
C)

62. El término parroquia procede del griego paroikia que equivalía a “vecino” y
paroiken a “residir”; por lo cual formaban la paroikia los que “viven junto a” o
“habitan en vecindad”. En latín la palabra paroecia o parochia tiene el
significado de “habitar cerca de” o bien “vecino de”. Es común en el Nuevo
20
Testamento y entre los Padres Apostólicos usar este término, con el
propósito de indicar la situación de peregrino que vive el hombre y la
comunidad.

63. La Parroquia nace con la finalidad de adaptar la acción pastoral de la


primitiva comunidad urbana a las zonas rurales recién evangelizadas, desde
sus comienzos se concibió como Iglesia local en una comunidad “fuera de la
ciudad”.

64. En los siglos II y III, la unidad social era la ciudad y dentro de ella vivían los
cristianos, en donde los presbíteros ejercían colegilmente su ministerio junto
al obispo rodeado de su presbiterio o equipo sacerdotal, tenía la
responsabilidad total. Cada una de estas comunidades cristianas episcopales
tenia autonomía propia en lo litúrgico y en lo disciplinar, aunque todas ellas
estuviesen unidad entre sí por la fraternidad cristiana o la koinonia.

65. La organización parroquial comenzó a dibujarse, tanto en el campo como en


la ciudad, ya en el siglo IV, y en las grandes ciudades como Roma; Cartago y
Alejandría todavía incluso antes. Probablemente fue el Papa San Dámaso
(259-268) el que estableció por primera vez “parroquias circunscritas”
(parroquias fundadas alrededor de la sede episcopal) que tienen su origen en
los lugares de culto, con diferentes títulos, que el Papa recorría en
determinados días del año.

66. En el primer concilio de Toledo (España) del año 398, aparecen testimonios
de la existencia, aparte de las ciudades, de Iglesias en las aldeas y quintas,
donde se celebraba normalmente el culto. Sin embargo, no se ve claro si
estas Iglesias eran Iglesias parroquiales, aunque sí estas Iglesias eran
Iglesias parroquiales, aunque sí se nota la responsabilidad que tenía el clero
tanto en la administración como en el acompañamiento pastoral de la
comunidad.

67. En las Galias (Francia), la organización del sistema parroquial en el campo


va al mismo paso que la misión. Así, San Martín de Tours, durante su largo
episcopado, consolidó mediante la erección de parroquias la cristianización
de la población rural.

68. A partir del siglo V, florecen muchos sínodos diocesanos que se interesan en
ofrecer a la institución parroquial una configuración siempre más precisa,
fijándole los confines e indicando con claridad los deberes y los derechos de
los párrocos.
Cesáreo de Aries, defendió la autonomía en lo administrativo de las
parroquias y concedió un mayor número de funciones a los párrocos.
El segundo sínodo de Vaison del año 529, presidido por Cesáreo, otorgó
expresamente a los párrocos rurales el derecho de predicar, que al mismo
tiempo significaba una obligación, esta fue una medida de gran alcance, que
dio especial importancia al clero rural y consiguientemente a sus Iglesias.
Un paso más, llevado a cabo por el mismo Cesáreo, fue el de obligar a los
PARROQUIA sacerdotes rurales a formar ellos mismos a los futuros sacerdotes,
21
SIGNIFICA comenzando con la preparación de jóvenes lectores; pero al mismo tiempo
HABITAR JUNTO pensó también sin duda en el modelo de la escuela en su propia residencia
CON
NOSOTROS. episcopal, dando así comienzo a la escuela parroquial, en donde ya hay un
cierto esbozo de los seminarios sacerdotales.

69. Se admite que a mediados del siglo VI existen parroquias en todo el


occidente cristiano, aunque la red de parroquias fue haciéndose más tupida
ORIGEN DE LA durante los siglos siguientes. A partir del siglo VII se designa ya regularmente
PARROQUIA. como Diócesis la comunidad confiada a un obispo, y como parroquia la
comunidad particular dentro de la diócesis; por este tiempo se trasladó la
vida religiosa de la mayoría de los fieles a sus respectivas parroquias.

70. En la Edad Media, la idea de un Beneficio Parroquial toma cada día más
fuerza, provocando notables distorsiones en el ejercicio del ministerio. En
esta época, un aspecto característico y ordinario fue la existencia de
Capillas, Iglesias, Monasterios, Parroquias y en cualquier caso hasta
catedrales de propiedad particular, los patrones ejercitarán facultad de
dominio como si se tratara de bienes no sacros.
Documentos del tiempo nos hablarán de ventas, divisiones, donaciones,
herencias de las Iglesias, Capillas, Monasterios, con todas sus
SE EXTIENDE
dependencias, con sus propios siervos, tal vez con los mismos clérigos,
LA
ORGANIZACIÓN tierras, árboles, prados, molinos, animales, ofrendas, primicias, diezmos,
PARROQUIAL. derechos de estola (pagos por la administración de los sacramentos) y de
sepultura y derechos dominicales.

71. En el siglo IX se erigieron muchas parroquias, debido al crecimiento de la


población y a la expansión de la cultura del pueblo; fundamentalmente el
párroco tenía dos tareas principales: administrar el Beneficio Parroquial en
virtud de la justicia y atender el cuidado de las almas en virtud del deber.
Poco a poco se continuó estableciendo obligaciones y derechos
parroquiales. Los fieles no quedaban ligados a una comunidad libremente
elegida sino a un párroco que se reservaba casi todas las reuniones
pastorales: bautismo, comunión pascual, confesión anual, bendición del
consentimiento conyugal, viático, función y funeral.

72. Las Parroquias de esta época no eran iguales: se diferenciaban por su


origen, ubicación, cultura popular y estilo sacerdotal. Por su puesto, no se
podían erigir nuevas parroquias sin el consentimiento del obispo. Todas
tenían unos límites precisos y un santo titular como patrón, pero en general
todas necesitaban una reforma. Los sínodos medievales reflejan defectos
comunes a muchos párrocos: holgazanería, ignorancia, lejanía residencial,
afición desmesurada a la caza, participación den fiestas mundanas,
VARIOS inclinación a los negocios lucrativos, etc. También exigían santidad, vida de
SINODOS oración y dedicación ministerial.
ACLARAN Y
FORTALECEN
EL SER Y 73. Los concilios de siglos XII y XIII denunciaron los abusos que había originado
QUEHACER DE el Beneficio Parroquial. Por otra parte los señores laicos continuaron su
LA PARROQUIA tendencia a dominar el patrimonio de las Iglesias parroquiales, con sus
Y EL PARROCO. dotaciones y diezmos, reduciendo la potestad del obispo. Es por eso, que la
22
actividad de la Reforma Gregoriana (se llama así porque el principal
animador del movimiento fue el Papa Gregorio VII) se manifestó contra estos
abusos y estableció que los diezmos, primicias y ofrendas donadas por los
laicos fueran administradas por el obispo para conservar los lugares del
culto, sostener el clero y ayudar a los pobres. Es importante considerar que
uno de los postulados de este movimiento reformador fue el restablecimiento
de la disciplina del clero y para obtener dicho fin se consideró la vida común,
como un medio indispensable.

74. La decadencia de la parroquia se acentúa en el siglo XIV y se hace general y


profunda el siglo XV con la decadencia de la disciplina eclesiástica
provocada por el gran Cisma de Occidente.

75. El Concilio Trento (1545-1564), fue para la pastoral en general y para la


parroquia en particular, un acontecimiento de gran importancia. Este concilio,
convencido de la importancia religiosa y social de la Institución Parroquial,
quiere restaurar el concepto, la dimensión y función, llevando su reforma a
dos puntos fundamentales: a) Territorio de la Parroquia y b) Derechos y
EN LA EDAD deberes del párroco.
MEDIA
APARECE EL 76. Los Padres de este concilio fundan la reforma de la Iglesia sobre la
“BENEFICIO renovación de la Diócesis y de la Parroquia. Y no sólo eso, sino que
PARROQUIAL”.
proponen la parroquia como el lugar más idóneo para instruir religiosamente
al pueblo y el espacio más adecuado de celebración. Aunque la idea de
Beneficio Parroquial no desaparece totalmente, el Concilio invita a los
pastores al “servicio” y “al cuidad de las almas” como fin principal de su
propio ministerio.

77. La Parroquia recibe del Concilio de Trento una benéfica redimensión. Pero a
causa, sobre todo de la falta de grandes teólogos y juristas, la reforma
tridentina no se continuó. La Iglesia por otra parte sufrió el peso del
EL PARROCO “absolutismo” del Estado y de corrientes ideológicas que provocaron una
VA ASUMIENDO profunda fractura entre fe y razón, religión y cultura. Se alejaron grandes
LA MAYOR sectores del pueblo de la Doctrina Revelada de la Iglesia.
PARTE DE LAS
TAREAS 78. En la primera parte del siglo XX, con el crecimiento paulatino del compromiso
PASTORALES.
de los laicos y la renovación espiritual del clero, disminuyó la influencia de los
poderes civiles en la parroquia, que adquiere plena autonomía.

79. Durante mucho tiempo cuatro fueron los lugares clásicos de la vida
parroquial: el templo (para lo sacramental y devocional), el despacho (para la
atención de los fieles), la sacristía o una sala (para la catequesis) y las casas
HAY de los feligreses (para la atención a los enfermos).
NECESIDAD DE
UNA REFORMA. 80. La configuración canónica de la parroquia territorial se determinó
definitivamente en el Código de Derecho Canónico de 1917, bajo el
pontificado de Benedicto XV, donde retomando, al Concilio de Trento se dice
que «… la Parroquia es parte territorial de la diócesis con su Iglesia propia y
población determinada, asignadas a un rector especial como pastor propio
23
de la misma para la necesaria cura de almas…» (C. 216).
En esta descripción se encuentran sus elementos fundamentales:
dependencia de la Diócesis, territorio determinado, templo propio, feligresía
LA REFORMA concreta y responsable adecuado. Nos encontramos aquí con una
GREGORIANA concepción canónica de la pastoral, sin dinamismo misionero, con carácter
TIENE EN beneficial, donde prevalecen las asociaciones piadosas más que la asamblea
CUENTA LA cristiana y con una fuerte autonomía respecto de cualquier otra instancia
PARROQUIA.
pastoral diocesana. Esta concepción de parroquia influyó notablemente en la
pastoral previa al Concilio Vaticano II.

LA PARROQUIA ANTES DEL VATICANO II:

La parroquia en la pastoral de Nueva Cristiandad.


EL CONCILIO 81. La característica fundamental de la PASTORAL DE NUEVA CRISTIANDAD,
DE TRENTO.
es la creación de instituciones cristianas como son: los COLEGIOS
CATOLICOS, OBREROS CATOLICOS, CAJAS POPULARES, EQUIPOS DE
FUTBOL, etc.
En esta etapa aparecen algunos de los movimientos por ejemplo, o los
cursillos de cristiandad, movimiento familiar cristiano, movimiento por un
mundo mejor, etc.

La pastoral de Nueva Cristiandad trataba de responder a los retos que


planteaba la sociedad y el mundo moderno, es por eso que se trataba de
modernizar la pastoral de la Parroquias.

82. La pastoral de Nueva Cristiandad quería presentar un nuevo rostro de


Iglesia, esto es: una Iglesia preocupada por la justicia y por el hombre
concreto. Esta pastoral, por el hecho de crear instituciones temporales
cristianas, podemos decir que se movía con criterios propios de la
mentalidad de cristiandad.

83. Hasta hace poco la Parroquia se concebía como el Templo (edificio), o se


identificaba con el sacerdote. La Parroquia era el lugar donde se realizaba
toda la acción evangelizadora, la cual dependía casi exclusivamente del
Sacerdote.

Anteriormente la vida de la Parroquia se centraba en la celebración de la


Misa, las prácticas piadosas, la recepción de los sacramentos y la
construcción de templos.

LA PARROQUIA Punto central en la vida de las Parroquias era la Misa, que se decía en latín y
ADQUIERE de espaldas al pueblo. Mientras los sacerdotes celebraban la Misa, las
AUTONOMIA EN personas se dedicaban a hacer oraciones (Rosarios, novenas, etc.).
EL SIGLO XX.

LUGARES DE LA

24
VIDA 84. Los sacramentos se administraban cuando los feligreses los solicitaban y no
PARROQUIAL. había preparación para recibirlos, excepto para la Primera Comunión. Los
bautismos se realizaban lo más pronto posible, cuando lo pedían los papás y
padrinos. La Confirmación se administraba a los niños pequeños y se hacía
LA PARROQUIA masivamente, cuando el Obispo visitaba las Parroquias, no había
EN EL CODIGO preparación para este sacramento. La Primera Comunión la recibían los
DE DERECHO
CANONICO Y
niños siendo muchos de ellos muy pequeños y la preparación consistía en
VISPERAS DEL aprender de memoria el “rezo”. Para el Matrimonio, normalmente se pedía el
VATICANO II. “rezo”.

85. Las devociones o prácticas más comunes eran: Ejercicios cuaresmales, el


rezo del Rosario, Novenas; Horas Santas, Adoración y Bendición con el
Santísimo, Viacrucis, Viernes Primeros, los Sermones en las fiestas
patronales.

86. Había también algunas celebraciones a las que se les daba una gran
importancia y para las cuales se convocaban una gran parte de los feligreses
de la Parroquia: Corpus Christi, Viacrucis, Misas de Espigas, etc.

87. En torno al Templo Parroquial se organizaban los movimientos y


Asociaciones piadosas: Vela Perpetua, hijas de María, Cofradías del Refugio,
Apostolado de la Oración, Adoración Nocturna, Venerable Tercera Orden
Franciscana, Carmelitas Guadalupanas, Josefinas, Vicentinas, Cursillistas,
Cruzadas Eucarísticas de niños, A.C.J.M., U.F.C.M., etc. Estas asociaciones
y movimientos eran animados y acompañados por los sacerdotes.
CARACTESISTI
CA
FUNDAMENTAL.
88. También en la Parroquia se realizaban varias obras sociales como:
hospitales, dispensarios, escuelas, canchas deportivas, construcción de
brechas y carreteras, conseguir el agua potable, etc. la mayor parte de estas
obras se hacen siendo el sacerdote el principal promotor. También en obras
de promoción humana y organización.

89. Como la vida de la Parroquia estaba centrada en el Templo Parroquial,


muchas veces se descuidaba la atención a otras comunidades, sobre todo
rancherías. A muchas de ellas se iba una vez al año. Una o dos veces al año
o una vez al mes con ocasión de los Viernes primero.

90. Los Sacerdotes, sobre todo los Párrocos, organizaban y administraban la


LA PASTORAL DE vida parroquial, por lo que hacían casi todo en la Parroquia: Celebraciones
NUEVA
CRISTIANDAD de la misa, Leían las lecturas, sólo ellos podían leer la Biblia, recogían la
PRESENTA UN limosna; dirigían los ejercicios, guiaban el Rosario, organizaban y animaban
NUEVO ROSTRO DE
IGLESIA. las Posadas, les daban pláticas a las Asociaciones y Movimientos, llevaban
la comunión a los enfermos, recogían los diezmos y primicias, encabezaban
las obras sociales, etc.
ASI DESCRIBEN LAS
COMUNIDADES DE 91. Los Seglares casi no participaban en la vida parroquial. Su compromiso
LA DIOCESIS LA
PARROQUIA ANTES consistía en ir a oír la Misa, los sermones, los ejercicios. Algunas personas
25
DEL VATICANO II. participaban como miembros de laguna Asociación y otras, muy pocas, sobre
todo señorita como catequistas. A veces había personas que ayudaban al
Sacerdote a realizar actividades (Kermesses, rifas) encaminadas a obtener
fondos para la construcción del templo, hospitales, colegios, etc.
LA VIDA
PARROQUIAL SE
HACIA ALREDEDOR
DEL TEMPLO.
LA PARROQUIA DESPUES DEL CONCILIO VATICANO II.

92. El Concilio Vaticano II dinamiza la vida de las Parroquias con la Reforma


Litúrgica, con la presencia viva de la Palabra de Dios en toda la vida de la
Iglesia, con la participación de los laicos y laicas como pueblo sacerdotal,
profético y real; con la urgencia de responder a los grandes interrogantes del
hombre, en sus gozos y esperanzas, en el ecumenismo, la libertad religioso,
la misión Ad gentes, etc.

Esta Reforma del Concilio Vaticano II trajo crisis y tensiones tanto en los que
no permitían el cambio, como en los que exigían el cambio radical de todo.

LA PARROQUIA QUE OPTA POR LOS POBRES.

93. El Vaticano II, Medellín, E.N., Puebla, Santo Domingo, R.M., etc. todos estos
documentos van tocando el tema de la Parroquia directa o indirectamente y
así van delineando un nuevo rostro de Parroquia que opta por lo pobres, por
la paz, por la justicia y por una parroquia comunidad de comunidades
Eclesiales de Base. Todo lo anterior ha propiciado la presencia de los pobres
como sujetos de la evangelización y por lo mismo, le van dando un nuevo
rostro a la Iglesia.

94. LA Parroquia poco a poco va tomando un nuevo rostro manifestado en: que
va descentralizado su tarea evangelizadora, que va organizando diferentes
servicios desde los barrios y ranchos como respuesta a las necesidades del
pueblo, que va articulando la vida parroquial a través de las asambleas y
consejos, que va planteando el trabajo pastoral en base a la realidad desde
el método: ver, pensar, actuar, evaluar y celebrar.

95. La Parroquia va tomando un nuevo rostro porque hay un nuevo estilo de


celebrar la liturgia, porque se va celebrando el caminar de las comunidades,
porque hay más preparación para recibir los sacramentos los cuales ya
empiezan a celebrarse en los barrios y ranchos. Va tomando un nuevo
rostro, porque los seglares, cada vez más capacitados y en mayor número,
TAMBIEN SE van participando como sujetos de la vida Parroquial; porque los asesores
REALIZABAN (pastores) se van insertando en la vida de la comunidad y desde ahí van
OBRAR buscando un estilo de Parroquia que en su organización responda a las
SOCIALES. angustias y esperanzas del pueblo.

96. La Parroquia va tomando un Nuevo Rostro porque la Palabra de Dios va


26
llegando a todos y va fortaleciendo el compromiso; porque cada vez somos
más conscientes de una Iglesia que opta por los pobres, de una Iglesia
solidaria, ministerial y misionera. Se va haciendo Comunidad de
Comunidades Eclesiales de Base.

LOS
SACERDOTES
HACIAN CASI
TODO.

LOS SEGLARES
NO
PARTICIPABAN.

EL CONCILIO
VATICANO II
DINAMIZA LA
VIDA DE LA
PARROQUIA. 2.1. LA PARROQUIA COMUNIDAD AL SERVICIO DEL REINO.

97. El Concilio Vaticano II afirma que la Iglesia “por la misión recibida de Cristo
de anunciar y establecer el reino de Cristo de Dios en medio de todos los
pueblos, constituye en la tierra el germen y principio de este Reino” (DV 5).

También afirma el Concilio que la Iglesia es en Cristo “como un sacramento o


señal e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el
género humano” (DV 1).

98. Con estas dos afirmaciones teológicas propuestas por el Concilio acerca de
la Iglesia, podemos entender que la Iglesia –y esto lo podemos decir de la
Parroquia, ya que ésta es un nivel de Iglesia- está al servicio del Reino de
Dios, que cumple una misión recibida de Cristo, que su vida y la causa que la
anima tiene su centro, no en sí misma, sino en el Reino de Dios que es la
ASI DESCRIBEN causa que ella persigue. Por lo tanto, toda la Iglesia, sus actividades, su vida
LAS
y estructuras, tienen que estar conformadas por la misión recibida de Cristo.
27
COMUNIDADES Y, además, para que la Iglesia sea verdadero sacramento, es decir, señal,
DE LA DIOCESIS,
ALGUNOS instrumento y primicia del Reino, ya desde ahora, esto debe concretizarse en
RASGOS DE LA mediaciones históricas visibles: lo que es la sacramentalidad de la iglesia, la
PARROQUIA QUE forma concreta como la Iglesia es sacramento de salvación en el mundo.
OPTA POR LOS
POBRES.
99. Es en este sentido que vamos a los Hechos de los Apóstoles para ver cómo
la Iglesia primitiva vivió la misión que Jesús le encomendó. Ahí descubrimos
que la Iglesia de la época apostólica trató de cumplir la misión de evangelizar
a través de cuatro mediaciones: la misión, la comunión, el servicio y la
celebración (Hech. 2, 42-47). En realidad, éstas cuatro mediaciones no se
pueden separar, más bien, son cuatro aspectos de la única misión de
anunciar y establecer el Reino.

100. En cuanto al servicio que la Iglesia presta al mundo, debemos


entender que ella tiene que ser fermento, sal, en medio de las estructuras y
actividades del mundo: el campo de la justicia, de la política, de la educación,
de la economía, de los medios de comunicación, de los derechos humanos
(EN 70). Es decir, la Iglesia tiene la misión de encarnar el Evangelio en la
cultura de los pueblos, tiene que ser fermento de transformación en las
organizaciones intermedias: organizaciones básicas y populares, comités de
derechos humanos, sociedades civiles humanitarias, comisiones de justicia y
de paz, comisiones por la tierra y la ecología, centros de beneficencia,
cáritas, etc.

101. Si la Iglesia pues, debe continuar la misión de anunciar y hacer


presentes el Reino de Dios, es necesario que se vaya a la fuente de este
anuncio y de esta realización del Reino, y esa fuente es Jesús de Nazaret.

Es preciso que veamos cómo anunció Jesús el Reino y cómo lo hizo


presente.

EL REINO DE DIOS, HORIZONTE DE LA MISION DE JESUS.

102. Jesús de Nazaret inicia su ministerio invitando a un nuevo modo de


vida y realizándolo él mismo. Sana enfermedades (Mc. 7, 31-36), reparte el
pan a una multitud hambrienta (Mc 6, 35), resucita muertos, perdona a los
pecadores, aconseja cambiar las riquezas por la alegría de sentirse hermano
de los pobres (Mc. 10, 17-22), vive la simplicidad del pobre de confiar toda su
vida a Dios, como lo hace un niño con su madre, convive con la creación,
aconseja despreocuparse de los bienes (Lc. 12, 13-15) y de los primeros
puestos (Lc. 14, 7-11), invita a la alegría porque un pecador eligió el camino
del bien o una ama de casa encontró una monedita que se le había perdido
(Lc. 15, 8-10). Denuncia la opresión de la gente que tiene el saber (Lc.
11,46), exige la renuncia de sí mismo para ser su discípulo (Mc 8, 34-35) y
toma partido por los excluidos de la sociedad: pecadores, leprosos,
prostitutas, cobradores de impuestos, pobres. Anuncia que Dios ya reina en
los sencillos pero quiere que todos participen de esta dicha.

103. A esto llamó Jesús, siguiendo la tradición profética: el Reino de Dios.


28
“El plazo de ha cumplido, el Reino de Dios se ha acercado” (Mc. 1, 15). Así
inicia Jesús la predicación de la Buena Nueva, según el Evangelio de
Marcos, y a lo largo de los tres años de ministerio, va describiendo mediante
parábolas, milagros, curaciones y gestos simbólicos, este Reino de Dios.

104. Fundamentalmente es un nuevo orden de cosas en el que dios reina


soberanamente venciendo a las fuerzas del mal y todas sus manifestaciones
LA IGLESIA
SACRAMENTO e instaurando el proyecto que estaba en la mente de Dios Padre: vida en
DE SALVACION. abundancia para todos (Jn. 10, 10), un estilo de vida en alegría y paz,
tranquilidad y esperanza.

Este es el horizonte de la vida de Jesús. Podemos decir que Jesús mismo es


la mejor parábola del Reino de Dios, EL es la explicación de lo que es el
Reino.

105. El reinado de Dios es la soberanía en la persona, en su vida, consiste


en que se haga la voluntad de Dios en cada persona y esto lo confronta con
sus pecados e intereses egoístas y por eso le exige conversión.

Pero el Reino de Dios abarca toda la vida: a nivel personal (Mc. 1, 15),
comunitario (Mt. 22, 2. 14; 28, 19), social (Mc. 6, 35-44) y escatológico (Mt.
25, 1-13; Ap. 21, 14). Todo el mundo y la persona deben ser anticipo,
primicia del Reino en esta historia.

De esta causa y de esta parábola que es Jesús, la Iglesia es continuadora. A


esto se debe aplicar la Iglesia, la Parroquia, como un buen discípulo en la
escuela del Evangelio. Vamos a ver cómo vivimos en nuestras parroquias
este servicio al Reino de Dios, asumiendo cada una de las cuatro
LAS mediaciones eclesiales: La Misión, La Comunión, El Servicio y la
MEDIACIONES Celebración.
ECLESIALES.

LA SITUACION QUE VIVIMOS ESTA NEGANDO EL PROYECTO DE

VIDA QUE DIOS NOS PROPONE.

106. En el Primer Documento Sinodal (Nos. 12 al 18) hicimos un


acercamiento a la realidad que estamos viviendo en los diferentes aspectos:
económico, político e ideológico. También hicimos una reflexión teológica
sobre dicha situación de pecado que contradice el proyecto de vida que Dios
nos propone y que conocemos como Reino de Dios. Algunas características
de esta situación son:

Se viola el derecho a la vida, implementando acciones que atentan contra la


integridad física y moral de las personas. Se va haciendo más común la
provocación de abortos. Muchos campesinos no tiene acceso a la tierra
debido a la injusta distribución de la misma. Para la mayoría de la población

29
está ausente el derecho a una buena alimentación, a la protección legal y a
los servicios básicos. Más grave aparece la violación a los derechos de la
mujer: es maltratada, objeto de comercialización, recibe más bajos salarios
que el varón, sufre las consecuencias del machismo, etc.

107. En nuestras parroquias aparece también la violación a los siguientes


derechos sociales y emergentes: no hay trabajo para todos, se explota al
trabajador, muchísimas familias no tienen casa propia ni acceso al derecho
de la salud; tampoco tienen derecho a la educación, mucho menos al
descanso y a la recreación. Los poderosos imponen gobernantes según sus
COMO intereses, violando el derecho del pueblo en la toma de decisiones y
ENTENDIA
marginando siempre a los pobres. Se manipula al pueblo, se le engaña y se
JESUS DE
NAZARET EL le enajena a través de los medios de comunicación, que siempre están en
REINO DE DIOS. manos del poder. No hay igualdad en la impartición de justicia.

108. Todo este desorden social bloquea fuertemente el crecimiento del


Reino que interesa a todos: a las personas, a la sociedad y al mundo
entero…y hace cada vez más lejana la liberación del mal en todas sus
formas. (Juan Pablo II, La Misión del Redentor, No. 15).

EL REINO DE DIOS EXIGE UN NUEVO ORDEN DE COSAS.

109. En el mundo en que vivimos se constata un desorden social que se


manifiesta en la pobreza inhumana de la mayoría, en la situación de
injusticia, en el mal gobierno, en estructuras de pecado y de muerte.

Toda esta situación está exigiendo un cambio, una transformación del


hombre íntegro, una liberación integral que nos lleve a vivir según la voluntad
de Dios, según su plan de salvación.

110. Por todo esto la Iglesia va tomando mayor conciencia de ser la


comunidad de Jesús en medio del mundo, para impulsar desde adentro un
nuevo orden de todas las cosas, para servir a la causa del Reino en todas las
dimensiones de la vida humana y dando ella misma testimonio de renovación
continua.

En definitiva, si vivimos en un mundo donde reina la mentira, la muerte y el


pecado… el trabajo por el Reino exige luchar por un mundo de verdad, de
vida y de gracia.

COMO IGLESIA DE JESUS, LA PARROQUIA VA DANDO UNA


RESPUESTA.

111. En muchos barrios y ranchos de nuestra Diócesis va creciendo el


gusto por la Palabra de Dios. Esta Buena Nueva va siendo fermento entre los
más pobres que, poco a poco, se van convirtiendo en agentes de
evangelización, buscando cómo dar respuesta a sus propias angustias y
30
necesidades.

Sabemos que la evangelización, para ser autentica, debe ir liberando al


hombre de todas sus esclavitudes –consecuencia del pecado-; es por esto
que nos alegremos al descubrir algunos signos de esta evangelización
liberadora:

112. La organización de los pobres en grupos de salud y nutrición, donde


se busca una vida más sana a través de la medicina natural.

 La organización de cooperativas en las que aprendemos a trabajar por


el bien de todos rompiendo el individualismo.

 La creación de algunas organizaciones básicas y populares, que nos


van dando una mayor conciencia de ser pueblo con derechos y
deberes.

113. También es signo de evangelización liberadora el conocimiento y


defensa de los derechos humanos, creando en algunos lugares comités con
NUESTRA este fin.
REALIDAD
TIENE MUCHOS  Otro signo es la apertura y aceptación de la formación y acción
RASGOS QUE política, que busca el bien común y el derecho a elegir
CONTRADICEN
EL PLAN DE democráticamente a los propios gobernantes, formación de
DIOS. organizaciones cívicas por la democracia.

 En otros lugares también señalamos la solidaridad cristiana que se va


viviendo en favor de los más pobres, los enfermos, los presos, etc.

114. Hemos visto surgir grupos de autoconstrucción de vivienda, grupo


ecologistas.

Sin embargo, son muchos los vacíos y los retos que encontramos en este
campo de la vida de nuestras comunidades.

Crear lazos concretos de articulación entre organizaciones afines, hacer un


análisis más profundo de la realidad para crecer en conciencia critica y
clarificar los objetivos de cada organización, crear entre nosotros mismos
espacios donde se viva la democracia, buscar formas de que estas acciones
vayan llegando a la masa del pueblo.

DEBEMOS CULTIVAR EL REINO AL ESTILO DE JESUS CON UNA CLARA


OPCION POR LOS POBRES.

115. En su trabajo por el Reino, Jesús tuvo predilección por los pobres, hizo
una clara opción por ellos, y se alegra porque su Padre Dios les ha revelado
a ellos su Plan, y en cambio se los ocultó a los sabios (Lc. 10,21).
31
Jesús ayuda a los más necesitados, se preocupa por los débiles y
marginados, por los despreciados y pecadores. Dio la vida por amor a ellos y
por defenderlos. Así, con obras concretas en favor de la vida de los pobres,
se da a conocer quién es EL.

116. En la Biblia encontramos el amor privilegiado de Dios por los pobres,


Dios se pone a su lado y sale en su defensa (Ex. 3,7-8; Dt. 7, 6-9; Is. 1, 17).
Los pobres son señal profética para el mundo. Con su vida no basada en la
riqueza y su carácter “provisorio” en el mundo, anuncian otros valores, los del
PARA QUE SE Reino y denuncian con su misma vida lo que han hecho de ellos y que se
HAGA opone al Reino.
PRESENTE EL
REINO, LA
SITUACION Los pobres son señal escatológica del Reino, manifiestan el juicio definitivo y
DEBE CAMBIAR. la revelación última de Dios: “lo que hicisteis con uno de estos pequeños, a
mi me lo hicisteis” (Mt. 25). En el hecho de que hay a pobres ya aconteció
para nosotros el juicio venidero de Dios sobre nuestras vidas.

117. Los pobres nos hacen entender el Plan de Dios. Su experiencia de


despojo y de necesidad nos invita a hacer la misma experiencia para estar
en capacidad de entender el Plan de Dios. Cuando entramos en el proceso
histórico, entramos también en el proyecto universal de salvación.

El grito y sufrimiento de los pobres del mundo son una llamada, una instancia
ética que desencadena una toma de conciencia, enfrenta a los hombres ante
una opción: o a favor de los pobres o en su contra.

118. Por último, los pobres permiten construir la Iglesia al estilo de Jesús.
Cuando los pobres son sujetos de la Iglesia, ahí se vive el espíritu de las
TENEMOS
SIGNOS Y Bienaventuranzas. Ahí se vive el seguimiento de Jesús, ahí es más visible su
ACCIONES QUE rostro. Los pobres son lugar teológico por excelencia. El pobre es lugar de la
YA SON acción de Dios.
PRESENCIA DEL
REINO.
La misión de Jesús es ahora nuestra. El nos envía a llevar hoy la buena
Nueva a los pobres, quiere que con hechos demos testimonio y sirvamos a
nuestras comunidades con humildad y sencillez, trabajando como EL por
nuestra liberación.

119. Ante las necesidades de los más pobres, estamos realizando algunas
actividades; despensas, grupos de medicina natural y nutrición, algunas
cooperativas y otras organizaciones básicas, visitas a los enfermos
compartiendo algo con ellos, atención y cariño a los ancianos.

Se está llevando la Palabra de Dios a los barrios y ranchos, tratando de vivir


el Nuevo Modelo de Iglesia; sin embargo, en ocasiones no escuchamos el
clamor de nuestros hermanos más marginados y nos preocupamos muy

32
poco de los más pobres.

120. Sí hemos buscado la manera de enfrentar los problemas más


sentidos, como la falta de fuentes de trabajo, pero en realidad, la opción por
los pobres no la vivimos en forma organizada. No hemos logrado incorporar
a los más pobres en el proceso de la vida comunitaria.

Necesitamos quitarnos la venda de los ojos para poder ver las necesidades
que hay en nuestros barrios y ranchos y lograr así hacer nuestras las
alegrías, sufrimientos, tristezas, preocupaciones y esperanzas de nuestros
hermanos. Pues el pobre se ve en el pobre, y Jesús nos ha enseñado a
tratar a los pobres como iguales y amigos.

121. Al preguntarnos por aquello que más motiva para hacer la opción por
los pobres, hemos encontrado lo siguiente:

 Nos motiva la situación tan grave de pobreza, de opresión e injusticia


que viven hoy nuestros pueblos.
 Igualmente sentimos una fuerte motivación en la Palabra de Dios que
nos convoca, nos cuestiona y nos invita a trabajar por el Reino
hermanándonos con los pobres, siguiendo el ejemplo y testimonio de
Jesús que siempre manifestó su amor, servicio y solidaridad con los
pobres y necesitados.

122. Nos motivan también las Cartas pastorales y mensajes que


continuamente nos da nuestro Obispo Don Serafín, así como los
Documentos de la Iglesia (del Papa, de los Obispos de América Latina) que
claramente nos piden esta opción por los pobres como signo de fe y de
seguimiento de Jesús.

En nuestras comunidades hay personas que se esfuerzan por vivir esta


opción por los pobres (laicos, sacerdotes, religiosas, etc.) y éstos también
nos va motivando para vivir nosotros esta opción evangélica.

123. Cada día somos más conscientes de que como Pueblo de Dios
debemos trabajar por el Reino desde y con los pobres, para que juntos
LA OPCION POR
logremos condiciones de vida más dignas de Hijos de Dios.
LOS POBRES
DEBE ESTAR A Al finalizar más a fondo la vivencia de la opción por los pobres a nivel
LA BASE DE LA Parroquia, descubrimos muchos vacíos: desorganización pastoral, poco
CONSTRUCCIO acercamiento a los más necesitados de los barrios y ranchos.
N DEL REINO.
124. Nos ha faltado decisión para crear acciones concretas y servicios
(como organizaciones básicas, fuentes de trabajo, comités de derechos
humanos, etc.) para que como Parroquia nos vayamos integrando como
sujetos a los más pobres y marginados.

Para madurar más nuestra opción por los pobres, nos hace falta también
empaparnos de la Palabra de Dios y de los Documentos de la Iglesia, donde
33
se nos orienta y pide reconocer a Cristo en los pobres y en ellos amarlo y
servirlo (DP. 1134-1165; RMI. 60; DSD, 178, 280, 200, 296). Para ir
superando todo esto que nos falta, necesitamos hacernos pobres con los
pobres como Cristo lo hizo, confiando y creyendo en ellos (Fil. 2, 5-11; Rom.
12, 9-12).

Nuestro trabajo evangelizador debe ser al estilo de Jesús y según es espíritu.

125. Jesús, con la fuerza de su Espíritu realizó su misión de anunciar y


hacer presente el Reino de Dios con hechos y palabras. Lo movía algo que
EL llevaba muy dentro: el amor, la obediencia y la fidelidad a su Padre.

Por esto Jesús fue capaz de arriesgarlo todo. Aceptó las humillaciones y
sufrimientos por amor, hasta dar su propia vida. Se ofreció en sacrificio por la
salvación de todo el hombre y de todos los hombres para que tuviéramos
una nueva vida en El.

126. Esta entrega total de Jesús nos sigue motivando ahora a nosotros que
queremos ser sus discípulos, continuadores como Iglesia de su misma
misión que recibimos en el Bautismo.

En nuestras parroquias somos cada vez más conscientes de que los trabajos
que realizamos son un servicio al Reino de Dios, por esto, frente a tanta
injusticia, nos sentimos impulsados a luchar por cambiar esta realidad que
está en contra del Plan de Dios.

127. Nos impulsa también el anhelo y la esperanza de una nueva sociedad


que madura en la historia hacia su plenitud total.

Sin embargo, para seguir trabajando la tierra del Reino con espíritu y la
mística de Jesús, necesitamos ser más dóciles al Espíritu y obedecer como
Jesús, hacer la voluntad de nuestro Padre, entregándonos por aquella misma
causa que dio pleno sentido a su vida: hacer realidad el Reino de Dios.

IMAGEN DE PASTOR AL SERVICIO DEL REINO.

128. El servicio al Reino le exige al Presbítero asumir al hombre


integralmente, encarnar el Evangelio en la cultura de cada pueblo y
preocuparse de su transformación social. Le exige un estilo de vida, la opción
por los pobres y considerarse siempre un servidor de los demás.

129. Le exige apertura hacia la realidad, hacia el mundo, más allá de las
fronteras visibles de su propia comunidad eclesial. Le exige asumir la
realidad como Primera Palabra de Dios y valorar la dignidad de toda
persona humana. Le exige sentido de profeta para anunciar la buena Nueva,
pero también sentido crítico para denunciar lo que está en contra del Reino
de Dios.

130. El servicio al Reino de Dios le exige al presbiterio discernir los signos


34
del Reino en el marco visible de la Iglesia, y, más allá de ésta, en el mundo.
Confianza en Dios más que en los propios medios y recursos. Le exige amar
y promover el trabajo de base, las Organizaciones básicas, hacer continuo
análisis de la realidad y promover y defender la vida del pueblo. Por último, el
servicio al Reino de Dios le exige al presbítero ser pastor y pedagogo de su
pueblo, amigo y compañero que anima el trabajo.

2.2. LA PARROQUIA COMUNIDAD MISIONERA

CONVOCADOS POE LA PALABRA SOMOS ENVIADOS AL MUNDO.

131. Jesucristo, el enviado del Padre para anunciar y hacer presente el


Reino de Dios en medio de la humanidad. “llamó a los que EL quiso: y
vinieron donde él. Instituyó Doce, para que estuvieran con él, y para
enviarlos a predicar…”(Mc. 3, 13-15). Es por eso que la iglesia desde sus
primeros años tiene conciencia clara de que ha sido CONVOCADA en torno
a Jesucristo, pero para ser ENVIADA, es decir, en función de la MISION. Es
enviada a ser testigo de Jesucristo en medio de todos los pueblos de la
tierra. Para eso convocó Jesús a sus discípulos, para esto instituyó a los
Doce, para que ellos quedaran sobre la tierra como TESTIGOS de la
persona de Jesucristo, de su vida, de su mensaje, de su entrega total al
servicio del Reino de Dios. La experiencia de la Iglesia en sus primeros año,
según nos narra el libro de los Hechos de los Apóstoles, aparece empapada
y dinamizada por esta convicción: Cristo Resucitado dice a sus Apóstoles,
reunidos en Jerusalén: “No se alejen de Jerusalén, sino esperen lo que ha
prometido el Padre…la fuerza del Espíritu Santo vendrá sobre ustedes y
serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los
confines de la tierra” (Hechos 1, 4. 8).

132. De acuerdo a esta experiencia original de la comunidad apostólica,


decimos que el dinamismo esencial de la Iglesia es ser CONVOCACION Y
35
MISION. Y a ese dinamismo propio de la Iglesia se refiere el Papa Pablo VI
cuando dice: “Nacida la misión de Jesucristo, la Iglesia es a su vez enviada
por EL” (Evangelii Nuntiandi, 15), ya que “quienes acogen con sinceridad la
Buena Nueva, mediante la acogida y la participación en la fe, SE REUNEN
EN NOMBRE DE JESUS, para buscar juntos el Reino, construirlo, vivirlo.
Ellos constituyen una COMUNIDAD que es a su vez EVANGELIZADORA…
EL EJEMPLO DE
(Evangelii Nuntiandi, 13).
JESUS NOS
GUIA EN LA 133. La Iglesia, pues, es ASAMBLEA DE CONVOCADOS que nace de la
CONSTRUCCIO misión de Cristo, y la razón de su permanencia en el mundo es continuar la
N DEL REINO. MISION de Cristo en todos los pueblos. No tiene otra razón de ser; para eso
vive, toda ella está sólo para eso: para anunciar el Reino de Cristo y de Dios
e instaurarlo en todos los pueblos, y constituye el germen y el principio del
Reino” (Vaticano II, LG. 5). Por eso, día con día cada comunidad eclesial
debe tomar conciencia de que “la Buena Nueva es para todos los hombres
de todos lo tiempos. Aquellos que ya la han recibido que están REUNIDOS
EN LA COMNIDAD de salvación, pueden y DEBEN COMUNIRCARLA,
difundirla” (Evangelii Nuntiandi, 13). ¿Cómo entonces, podría entenderse la
Iglesia de Jesucristo si no como comunidad Misionera? ¡Para eso la convocó
su Divino Fundador! Y El mismo, Buena Nueva de Dios, es para todos los
hombres, de todos los tiempos y lugares. Por eso Cristo, al enviarla al mundo
garantiza: “Yo estaré siempre con ustedes todos los días hasta que se
termine el mundo” (Mt. 28, 20). Su presencia y la donación del Espíritu Santo
son la garantía para que la comunidad eclesial pueda cumplir la MISION que
Dios le ha confiado.

134. Nosotros mismos nos debemos a ese dinamismo misionero de la


Iglesia que debe ser interminable. Por eso, damos gracias a Dios de que a
estos pueblos que hoy pertenecen al Sur de Jalisco, desde hace cinco siglos
haya sido traída la semilla del Evangelio; grandes MISIONEROS recorrieron
estas tierras sombrando entre nuestros antepasados la Buena Nueva de
Jesucristo, desde las “Doctrinas” y “Parroquias” que en ese tiempo se
fundaron en los principales centros de población de esta región, la historia de
nuestros pueblos se fue entretejiendo con la historia de la evangelización ( o
misión de la Iglesia) llevada a cabo bajo la guía pastoral del Obispo de
Michoacán primero, y después (desde 1795) del Obispo de Guadalajara. De
esa manera, vemos cómo los pueblos de nuestra región se han visto
favorecidos por ese dinamismo de la Iglesia: convocación y misión.

135. La creación de nuestra Diócesis en 1972 nos ha venido a renovar en


la conciencia de que hemos sido CONVOCADOS para ser ENVIADOS a
cumplir con el mandato del Señor: “Vayan y hagan que todos los pueblos
sean mis discípulos…” (Mt. 28, 19). Bajo el cuidado pastoral de los Obispos
que ha tenido la Diócesis, nos hemos empeñado en comprender y en vivir
cada día mejor esta MISION, conscientes de que es el fiel cumplimiento de
ella lo que –con la fuerza del Espíritu Santo- nos hace ser una Iglesia
Particular en la que vive y actúa plenamente la Iglesia de Jesucristo.

136. Nacimos como Diócesis en los años en que estaba fresco el impulso
36
de renovación eclesial que surgió del Concilio Vaticano II (1962-1965), y que
los Obispos de América Latina quisieron facilitar y concretizar para las
Iglesias del Continente en la Conferencia de Medellín (1968); por eso
nacimos con el despertar de una Iglesia misionera. Al calor de esta
renovación en el modo de entenderse a sí misma l Iglesia, hemos ido
comprendiendo que nuestra tarea como Iglesia es llevar el anuncio de la
Buena Nueva (la persona y el mensaje de Jesucristo) hasta aquellos lugares
donde vive la gente (las periferias por tanto tiempo desatendidas) para hacer
que allí, donde la gente se esta jugando la vida con la fuerza del Evangelio,
nazcan y florezcan COMUNIDADES ECLESIALES vivas. Es decir,
“Comunidades eclesiales adultas en medio de cada uno de los sectores del
pueblo (rancherías, barrios, colonias)…adultas porque se hacen
responsables del anuncio de la Buena Nueva va a todas las personas en su
condición propia; comunidades adultas porque viven con suficiente madurez
la hermandad entre los miembros, y porque ese testimonio de fraternidad se
hace fermento de vida comunitaria en el corazón de la sociedad;
comunidades adultas porque saben celebrar su vida constantemente
haciendo presente el gozo de la Pascua de Cristo; comunidades adultas
porque son capaces de expandir su amor fraterno hacia toda la vida social,
hacia las necesidades del pueblo, haciéndose una Iglesia Solidaria” (Edicto
de la Visita Pastoral. Diócesis de Ciudad Guzmán, 1990).

VAMOS CRECIENDO, PERO NOS FALTA MÁS ESPIRITU MISIONERO.

137. El Obispo, quien, como sucesor de los Apóstoles encabeza en su


Diócesis el cumplimiento de la MISION, organiza su Iglesia Particular en
PARROQUIAS que vienen a ser como CELULAS de ella (Cfr. Vaticano II,
AA. 10), y “de alguna manera representan a la Iglesia visible establecida por
todo el orbe” (Vaticano II, SC. 42). Por consiguiente, la PARROQUIA es un
nivel de Iglesia y como tal tiene la tarea -bajo la guía del párroco que hace
las veces del Obispo- concretizar actualizar la misma y única misión de la
Iglesia de Jesucristo, para la gente que vive en su territorio parroquial, y
desde él irradiar ese espíritu y labor misioneros hacia todo el ámbito de la
Iglesia universal y del mundo (Cfr. Vaticano II, AA. 10). La Parroquia, por lo
tanto, no puede ser sino una COMUNIDAD MISIONERA que debe apropiarse
CRISTO
CONVOCO A con toda verdad lo dicho por el Papa Pablo VI: “La Iglesia lo sabe. Ella tiene
SUS viva conciencia de que las palabras del Salvador: “Es preciso que anuncie
DISCIPULOS también el Reino de Dios en otras ciudades” se aplican con toda verdad a
PARA ella misma…Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y VOCACION
ENVIARLOS. PROPIA de la Iglesia, su identidad más profunda. ELLA EXISTE PARA
EVANGELIZAR” (Evangelii Nuntiandi, 14).

138. La revisión que hemos hecho de la vida eclesial o del trabajo


evangelizador de los últimos años, nos ha dejado claro que la SIEMBRA DE
LA PALABRA DE DIOS ha hecho que la Iglesia de Jesucristo vaya echando
raíces allí donde –en medio de una pobreza generalizada que ha ido
creciendo- el pueblo se está jugando la vida (Cfr. Primer Documento Sinodal,
69, 19-22), para ser en el corazón de la sociedad germen y principio del
Reino. Han sido muchos los medios por lo que el anuncio de la Buena Nueva
37
ha llegado hasta los ranchos, los barrios o colonias (Cfr. Primer Documento
Sinodal, 31), convocando a la vida comunitaria y de servicio en torno a Cristo
resucitado (Cfr. Primer Documento, 34-35); vida de Iglesia que se concretiza
en diferentes grupos de servicio, que queriendo cumplir en unidad la misión
de Cristo, van buscando vivir en comunión y articularse orgánicamente,
LA IGLESIA ES favoreciendo así el proceso de maduración de Comunidades Eclesiales de
CONVOCACION
Base. Las asambleas comunitarias y los consejos comunitarios, están siendo
Y MISION.
instrumentos necesarios para unir los distintos grupos de cada área e ir
consolidando una comunidad (Cfr. Primer Documento Sinodal, 62-64. 69).

139. Todo el proceso evangelizador que ha ido creando gérmenes de


Comunidades Eclesiales vivas en las distintas áreas por donde se extiende
nuestras parroquias, ha traído una lenta, pero ya rica, configuración de una
PARROQUIA CON ROSTRO NUEVO, es decir, más acorde con el Nuevo
Modelos de Iglesia que nuestra Diócesis impulsa partiendo de la base. Ese
trabajo ha ido creando un nuevo estilo de PASTORAL PARROQUIAL: ya no
LA IGLESIA ES exclusivizado tanto en el centro parroquial, sino más cercano a la gente, más
ENVIADA A de “salir” en busca de los grupos humanos dónde sembrar la Palabra de
TODOS LOS Vida; no dedicada únicamente a lo sacramental-administrativo, sino
PUEBLOS, A promoviendo más el anuncio kerigmático que llama a la conversión de vida y
SERVIR AL al compromiso comunitario en favor de la sociedad; una pastoral no
REINO DE DIOS.
solamente masiva, ni reducida a grupos de asociaciones y movimientos de
apostolado que se exclusivizan en sólo carisma, sino una pastoral que tiene
como prioridad la creación de Comunidades que vayan asumiendo
íntegramente la vida y misión de la Iglesia, y que vivan insertas en la vida
social. En una palabra, el proceso eclesial nos ha ido llevando a lo que
siempre debemos ser: Una Parroquia, Comunidad Misionera.

140. Sin embargo, como ya lo reconocimos en el “Primer Documento


sinodal” referente al nivel eclesial de base, confesamos que “todavía no
tenemos el necesario ESPIRITU MISIONERO que nos haga llegar a todas
las familias de nuestros barrios o ranchos en sus diversas situaciones
concretas, y de una forma integral y liberadora” (No. 45). Este reconocimiento
implica muchas consecuencias para nuestras parroquias. Examinando
NOS DEBEMOS
delante de Dios nuestra vida parroquial, vemos que el hecho de que todavía
A LA IGLESIA
MISIONERA. no llaguemos con el anuncio de la Buena Nueva a todos los barrios y
ranchos y con una fuerza que sea capaz de sacar del pasivismo e
indiferencia a los “alejados”, nos está acusando de NO ser aún una
PARROQUIA, COMUNIDAD MISIONERA. Hemos identificado muchos
sectores en nuestras Parroquias que todavía carecen de atención pastoral.
Por otra parte, el tener pocos agentes de pastoral y que concentran muchos
cargos y responsabilidades, está haciendo imposibles superar la limitación
antes dicha, para ser más parroquia apenas dentro de su propio ámbito.
Muchos de esos agentes, al ser interrogados sobre la acción misionera de su
Parroquia, afirmaron: “ni en nuestro propio barrio y parroquia trabajamos con
espíritu misionero, pues teniendo tanto campo por atender, no nos animamos
a invitar a otros a que se integren”; otros confesaron: “no podemos ni con los
NUESTRA compromisos en nuestro propio barrio (rancho), ¿cómo podríamos ir más allá
DIOCESIS
38
NACIO EN EL de él? Además, hemos reconocido que el estilo del trabajo de muchos
DESPERTAR DE agentes de pastoral crea campos cerrados, sin espíritu de comunión con
LA CONCIENCIA
MISIONERA. otros grupos y servicios que son parte de la comunidad y de la parroquia.

141. Es cierto que agentes de algunas parroquias han llegado a salir a


otras parroquias, a veces para prestar algún servicio de acompañamiento o
formación en algunos campos, como participación para la catequesis infantil,
prácticas de agricultura alternativa, promotores de salud o vivienda; las más
de las veces han salido para intercambios de experiencia entre Comunidades
Eclesiales de Base, catequesis, Cooperativas, etc. y aunque todavía han sido
casos menos frecuentes, es cierto que algunos agentes han llegado a salir
breves temporadas a comunidades de otras Iglesias Particulares para
colaborar con la pastoral, o al menos para conocer y, al experimentar la
necesidades, traer a nuestros agentes un despertar en este espíritu
misionero más amplio. Sin embargo, en este aspecto de la MISION con
dimensiones más abiertas y de forma más estable y orgánica, sí hemos
confesado con preocupación que en nuestras Parroquias no es todavía una
necesidad sentida. Es por eso que hay pocas iniciativas en este sentido.

142. Reconocemos nuevamente con esperanza que “necesitamos conocer


más a fondo la dimensión misionera de la Evangelización, de acuerdo a la
Sagrada Escritura y al Magisterio de la Iglesia; vemos necesario al mismo
tiempo, partiendo de una acción más misionera en nuestros propios barrios y
ranchos, ir concretizando formas PARA IR más allá de nuestras fronteras
como servidores de la Palabra” (Primer Documento Sinodal, n. 46).

143. Este reconocimiento que se vuelve un desafío fundamental para


nuestras parroquias está en sintonía con el llamado que recientemente nos
ha hecho el Papa Juan Pablo II, diciéndonos: “Hoy la Iglesia debe afrontar
otros desafíos, proyectándose hacia nuevas fronteras, tanto en la primera
misión AD GENTES, como en la NUEVA EVALGELIZACION de los pueblos
que han recibido ya el anuncio del Cristo. Hoy se pide a todos los cristianos,
a las Iglesias particulares y a la Iglesia universal la misma valentía que movió
a los misioneros del pasado y la misma disponibilidad para ESCUCHAR LA
POR VOZ DEL ESPIRITU” (Redemptoris Missio, 30).
NATURALEZA,
LA PARROQUIA
ES COMUNIDAD CONFIADOS EN EL SEÑOR, QUEREMOS ENFRENTAR LOS RETOS.
MISIONERA.
144. El caminar que ha hechos el Primer Sínodo Diocesano por las veredas
de cada comunidad y de cada parroquia ha ido sembrando ya una conciencia
clara sobre el carácter o dimensión universal de la MISION que tenemos
como Iglesia: “Vayan por TODO el mundo y anuncien la Buena Nueva a
TODA la creación” (Marcos 16, 15). Hemos sentido que Dios nos pide seguir
profundizando, pero ya desde los hechos concretos en nuestras pequeñas
comunidades y parroquias, en esta conciencia de la universalidad de nuestra
misión; y percibimos la gravedad de esta responsabilidad, puesto que el
origen de esta universalidad está en la misma voluntad del Padre Dios que
“quiere que todos los hombres se salven y llegue al conocimiento de la
verdad” (1 Tim. 2, 4). Sólo si avanzamos, desde los hechos, en esta
39
conciencia misionera, iremos haciendo realidad lo que ya hemos iniciado: UN
NUEVO MODELO DE PARROQUIA, comunidad de comunidades de base
misioneras.
DESDE LAS
CEBs. LA 145. Cada una de nuestras Parroquias necesita, al mismo tiempo que crece
PARROQUIA VA en el conocimiento y toma de conciencia de la MISION, descubrir y
ADQUIRIENDO concretizar mejor los RETOS que se nos están planteando, a la luz de este
UN NUEVO
ROSTRO.
Sínodo. De la misma manera, cada Parroquia debe encontrar las actividades
adecuadas para que las comunidades crezcan en esa valentía y
disponibilidad que movió a los misioneros del pasado, como lo dicen la
Encíclica Redemptoris Missio (Cfr. n. 30). La amplitud de la misión está en
espera de nuestra generosidad misionera.

146. La Iglesia, al llevar adelante la Misión, tiene dificultades, tanto desde


dentro como desde fuera de ella; lo sabemos por experiencia. Por eso
debemos ser conscientes de que, en el esfuerzo de abrirnos más en el
cumplimiento de la MISION, nos vamos a enfrentar a problemas. Más no
hemos de desanimarnos; en los momentos difíciles también nos dará luces y
ánimo la experiencia de los primeros cristianos, quienes –como aquellos que
iniciaron la comunidad de Antioquía (Cfr. Hechos 11, 19-21)- aún mientras
eran dispersados por la persecución contra la Iglesia iban anunciando la
Buena nueva del Señor Jesús; y con tal vitalidad lo hacían, que el Libro de
los Hechos dice: “La mano del Señor estaba con ello, y fueron numerosos los
que creyeron y siguieron al Señor” (11,21). Y tanta importancia adquirió la
tenacidad de esos misioneros en Antioquía, que a partir de allí tomo fuerza el
anuncio del Evangelio más allá de las fronteras del mundo judío, es decir
entre los gentiles y los paganos, “ya que también a los que no son judíos
Dios les da parte en está conversión que lleva a la vida” (Hechos 11, 18). Por
todo esto, aún de las dificultades que trae consigo la misión, Dios hará que
saquemos bienes que enriquezcan la dimensión misionera en nuestras
parroquias.

147. Al querer dar pasos hacia una mayor apertura misionera hemos de
obrar con la confianza y seguridad que nace de saber que no vamos por
nuestra cuenta, ni abandonados a nuestras pocas fuerzas; la fuerza
transformadora de Aquél que nos envía va en nuestro andar: “Les voy a
enviar el don prometido por mi Padre” (Lc. 24, 49), “Sepan que yo estaré con
ustedes todos los días hasta el final de los tiempos” (Mt. 28, 20). Porque
“como mi Padre me envió así los envío yo a ustedes” (Jn. 20, 21). En este
sentido hemos de trabajar convencidos de que la “misión no se basa en las
YA HEMOS capacidades humanas, sino en el PODER DEL RESUCITADO” (Redemptoris
LOGRADO UN Missio, 23).
POCO, PERO
NOS FALTA LOS “LAICOS”, ESPERANZA DE LA PARROQUIA- COMUNIDAD
CRECER EN LA MISIONERA.
MISION.
148. ¿Quién en la Parroquia debe asumir los retos que vamos
descubriendo como comunidad misionera? La misión es tarea de todos en la
Parroquia; sus comunidades eclesiales presentes en las distintas áreas, la
40
organización parroquial con sus distintas instancias, con sus recursos
económicos y estructurales, es decir, TODA la Parroquia – como Iglesia que
es- debe asumir como propia la tarea de encontrar respuesta a tantos retos
que la MISION plantea, ya que “la Iglesia entera es misionera, la obra de la
evangelización es un deber fundamental del Pueblo de Dios” (Evangelii
nuntiandi 59; Cfr. AG 35). Evocando el ejemplo de las primeras comunidades
cristianas, el Papa Juan Pablo II nos dice que “la misión es considerada
como un compromiso comunitario y una RESPONSABILIDAD DE LA
IGLESIA LOCAL, que tiene necesidad precisamente de “misioneros” para
lanzarse hacia nuevas fronteras” (Redemptoris Missio, 27).

149. Y no olvidamos que para ampliar el ámbito de nuestra acción


misionera, nuestras parroquias tienen que seguir madurando como
comunidad de comunidades de base misioneras en el ámbito de la parroquia
propia, ya que “la misión ad gentes es un fruto normal de la vida cristiana” de
las comunidades al estilo de aquella de Antioquía (Cfr. Redemptoris Missio,
27). Por eso no tendremos un crecimiento normal como comunidad-
misionera si no actuamos adecuadamente y sin dilación para llevar la Buena
Nueva todas aquellas áreas de nuestra parroquia que la revisión hecha en el
Sínodo identificó sin atención pastoral. Todavía es mayoría la gente que, con
Pablo VI podemos llamar “los que no practican…que no han renegado
formalmente de su bautismo, pero están totalmente al margen del mismo y
no lo viven”. Nuestra conciencia misionera se tiene que expresar en acciones
que también dé alguna atención a la masa de la población “sabiendo que el
mensaje evangélico no está reservado a un pequeño grupo de iniciados, de
privilegios, sino que está destinado a todos” (Evangelii Nuntiandi, 57).

150. Dentro de esa muchedumbre de personas que a cada Parroquia se le


ha encomendado, se viven situaciones humanas que reclaman la presencia
misionera de la Iglesia: a través de sus agentes y programas de
evangelización, nuestras parroquias deben IR y encarnarse en ese mundo de
campesinos empobrecidos, muchos de ellos sin tierra; en el ambiente de los
obreros que cada día se ven en más necesidades y muchos de los cuales ya
RECONOCEMO no tienen sus empleos por los despidos masivos y cierres de empresas;
S EL DESAFIO están también las multitudes estudiantiles (sobre todo adolescentes y
QUE LA MISION
NOS PLANTEA jóvenes), así como el retador mundo de los alcohólicos y drogadictos; los
HOY. hospitales, los reclusorios. Viendo estas situaciones en que tantas personas
hacen su vida, y otras muchas, cada parroquia debe escuchar en forma
siempre actual el mandato misionero del Señor.

151. Frente a esa amplitud de la misión que tienen nuestras Parroquias, la


Diócesis vuelve su mirada esperanzada a los Laicos, a quienes desde hace
años les ha hecho tomar conciencia del DERECHO y del DEBER que tienen
pos su bautismo, de tomar parte activa en la misión evangelizadora. Con
satisfacción vemos que cada día va creciendo el número de laicos que se
van haciendo anunciadores del Evangelio y se sienten responsables de
trabajar por el Reino de Dios, como les invita el Magisterio de la Iglesia (Cfr.
Chistifideles Laici, 33; Lumen Gentium, 33; Puebla, 787; AD GENTES, 36).

41
152. De manera especial ante los desafíos que presenta la sociedad en la
que están insertas nuestras Parroquias, como antes se ha señalado, la gran
esperanza está en el laicado que al contacto con la Palabra de Dios ha ido
descubriendo que “cada seglar debe ser ante el mundo testigo de la
ES URGENTE Resurrección y de la vida del Señor, y señal del Dios vivo” (Lumen Gentium,
CRECER EN LA 38). Su campo propio es lo temporal, en orden a la construcción de la historia
CONCIENCIA
MISIONERA.
(Cfr. Medellín 10, 8; Lumen Gentium 31; Christifideles Laici 14). Por eso es
fundamental la acción de los laicos están insertos en todos los ambientes de
la sociedad. Ellos pueden conocer mejor la realidad, hablan el mismo
lenguaje del pueblo destinatario de la evangelización. Por su trabajo están
colaborando en el ámbito de la economía, de la cultura, de la política; y es en
el mundo donde los Laicos tienen su campo específico como
evangelizadores (Cfr. Evangelii Nuntiandi 70; Puebla 789-790).

153. La Parroquia no crece como comunidad-misionera si no creen los


laicos en su conciencia misionera. Así definimos nuestra esperanza en los
laicos de las Parroquias de nuestra Diócesis: “La Iglesia…no es signo
perfecto de Cristo entre los hombres, mientras junto con la jerarquía no
exista y trabaje un laicado propiamente dicho. Porque el Evangelio no puede
grabarse profundamente en los ánimos, en la vida y en el trabajo del pueblo
NECESITAMOS
IDENTIFICAR sin la presencia activa de los seglares” (Ad Gentes 21). Por eso nuestra
LOS RETOS Y Diócesis y sus Parroquias han de seguir trabajando sin escatimar esfuerzos
ACTUAR. para seguir abriendo los espacios que les pertenecen a los laicos en la vida
y organización de la Iglesia, pero también para brindarles una adecuada
FORMACION, teológica y pastoral, humana y espiritual, metodológica y
pedagógica.

LOS PRESBITEROS, ANIMADORES DE LA VIDA MISIONERA EN LA


PARROQUIA:
NO NOS
DESALENTARA
N LAS 154. No podríamos avanzar adecuadamente en nuestro proceso de
DIFICULTADES maduración hacia el Nuevo Modelo de Parroquia (comunión de comunidades
DE LA MISION. eclesiales de base misioneras), si todos y cada uno de los presbíteros no
logran hacer coincidir su proyecto de vida propio con el proyecto que trazó
Jesús para si Iglesia: el de “anunciar el Reino de Cristo y de Dios e
instaurarlo en todos los pueblos, (y ser) en la tierra al principio y el germen
de ese Reino” (Vaticano II, LG. 5).
Si en las comunidades de nuestras parroquias todavía no tenemos el
suficiente espíritu misionero, significa que los presbíteros están todavía muy
urgidos de asimilar en su vida personal ese proyecto de la Iglesia; es decir,
que la forma de vivir de los presbíteros y su estilo de trabajo pastoral sea el
mismo testimonio y acción evangelizadora que la Iglesia está llamada a
realizar en medio del mundo, por mandato de su mismo fundador: una vida y
un trabajo consagrado totalmente a cumplir el mandato de IR POR EL
MUNDO ENTERO A PREDICAR EL EVANGELIO A TODA CREATURA (Ver
Mc. 16, 15).

155. La vida toda de los presbíteros ha de identificarse íntimamente con


42
esa vocación misionera de la Iglesia porque, si bien todos los bautizados
estamos llamados a hacer propia dicha vocación de la Iglesia (ver Vaticano
II, AG 23: Pablo VI, EN 59; Juan Pablo II, Redemptoris Missio 26-27), en el
NO VAMOS presbiterio se da una obligación más profunda puesto que con la ordenación
SOLOS. sacerdotal “los presbíteros están llamados a prolongar la presencia de Cristo
único y supremo pastor, siguiendo su estilo de vida y siendo como una
transparencia suya en medio del rebaño que les ha sido confiado” (Juan
Pablo II, PDV 15c). El estilo de vida des presbítero debería estar marcado
por aquella preocupación que, según el testimonio del Evangelio, marcó la
vida del Buen Pastor: “es preciso que anuncie también a otras ciudades el
Reino de Dios, porque para eso he venido” (Lc. $, 43). Ya el día de su
Ordenación sacerdotal el Obispo pide a Dios esa gracia para el presbítero,
diciendo: “…que sea fiel colaborador del orden episcopal, para que el
anuncio del Evangelio llegue a toda la tierra, y así todos los pueblos,
congregados en Cristo, formen el Pueblo Santo de Dios” (Rito de Ordenación
de un presbítero, Oración consecratoria).

TODA LA 156. En la parroquia el presbítero es el primer responsable de promover la


PARROQUIA AL conciencia y el espíritu misioneros de las comunidades eclesiales; debe,
SERVICIO DEL A junto con los agentes laicos de las distintas comunidades estar luchando por
MISION
SALIR y por llegar hasta los más alejados, hasta aquellos que en el ámbito
UNIVERSAL.
de la parroquia no han sido atendidos o han quedado al margen de la acción
pastoral, a los que han sido indiferentes al llamado o a quienes por alguna
causa se han retirado; llegar hasta aquellos que –aún fuera del ámbito
parroquial y diocesano- no han recibido la Buena Nueva de Jesucristo. Para
eso se le exige al presbítero dinamismo, creatividad y testimonio misioneros.
Se le pide también al presbítero audacia misionera para emprender la tarea
evangelizadora en espacios nuevos como el mundo del trabajo, el de los
derechos humanos, así como en el campo de la ecología y de la política;
atender, de la misma manera, las diversas condiciones y situaciones que
viven las personas, como la enfermedad, la prisión, la marginación, la
migración, etc. (ver PDV 18b).
QUEREMOS
MISIONEROS 157. Para animar el espíritu misionero en las comunidades de la parroquia,
FRUTO DE
el presbítero necesita estar presente personalmente en ellas en forma
COMUNIDADES
MISIONERAS. equitativa, con calidad humana para que le sientan cercano. Se le exige
saber respetar el papel propio que los laicos tienen en la vida misionera de la
Iglesia, y trabajar en equipo con ellos. Necesita de la misma manera saber
crear equipos misioneros, formarlos y darles acompañamiento, para que
cumplan en nombre de la comunidad eclesial, la responsabilidad misionera
con una metodología adecuada (Ver Vaticano II, CHD 30 c y g).

158. Se requiere en los presbíteros un espíritu de apertura que le haga


capaz de dar y de recibir, que no le permita encerrarse o que las
comunidades se conformen con una evangelización sólo dentro de sus
fronteras; apertura para saber dialogar con el hombre de hoy, interesándose
en la problemática y en los retos que nuestro mundo nos plantea; apertura
ecuménica para aceptar valores que cristianos de otras Iglesias tienen, y
para saber colaborar con ellos en la autentica difusión del Reino de Dios
43
ENCARNADAS entre los hombres. Se le exige una apertura que, a su vez supone, capacidad
EN LA de dialogar, de escuchar y de respetar a las personas en sus situaciones y
SITUACIONES
HUMANAS condiciones propias.

159. Para animar a los agentes y comunidades en la vida misionera, se


requiere que el presbítero tenga viva conciencia de que como cooperador
que es en el ministerio del Obispo, “tiene el deber primero de anunciar a
todos el Evangelio de Dios de forma que cumpliendo el mandato del Señor…
formen y acrecienten el Pueblo de Dios…A todos pues se deben los
presbíteros para comunicarles la verdad del Evangelio, de que gozan en el
Señor” (Vaticano II, PO 4). Es necesario que, partiendo de esta convicción,
trabaje sin descanso, orientando su trabajo evangelizador a la creación de
comunidades eclesiales de tal manera maduras, que, imbuidas de celo
misional, fomenten el cuidado no sólo de sus propios fieles, sino que también
LOS LAICOS preparen a todos los hombres el camino hacia Cristo (ver Vaticano II, PO 6d).
SON
ESPERANZA
160. Para ser cabeza y guía del compromiso misionero en la Parroquia, al
PARA SEGUIR
CRECIENDO. presbítero se le exige una actitud de permanente conversión, ya que se
requiere en él una conciencia renovada de no ser el dueño de la comunidad,
sino de pertenecer a una Iglesia misionera. Esa permanente conversión ha
de conseguir en el presbítero una disponibilidad incondicional para servir con
la misma alegría y generosidad en cualquier lugar al que sea enviado, sin
que tenga preferencia por determinadas parroquias, comunidades o
personas, a no ser que sean aquellas más pobres y difíciles. Cualquiera sea
el ministerio que se le encomiende, se espera del presbítero servir con la
misma alegría evangélica, y con total entrega al servicio del Reino de Dios,
convencido de que “gracias a su consagración obrada por el Espíritu Santo
en la efusión del sacramento del Orden, la vida espiritual del sacerdote
queda caracterizada, plasmada y definida por aquellas actitudes y
comportamientos que son propios de Jesucristo, Cabeza y Pastor de la
Iglesia y que se comprendían en su caridad pastoral” (Juan Pablo II, PDV
21).

161. Sin olvidar que, como nos la recuerda el Magisterio, el ministerio de


los presbíteros ha de hacerse siempre en comunión con el propio Obispo, en
el presbiterio y con los laicos, entendiéndose siempre como una “tarea
colectiva” (ver Juan Pablo II, PDV 17). Vemos con esperanza que el Primer
Sínodo Diocesano nos ha avivado en la conciencia que el Concilio Vaticano
II nos dejó, y que el Papa recuerda: “el don espiritual que los presbíteros
recibieron en la ordenación no los prepara a una misión limitada y restringida,
sino a una misión universal y amplísima de salvación hasta los confines del
mundo, pues cualquier ministerio sacerdotal participa de la misma amplitud
universal de la misión confiada por Cristo a los Apóstoles (PO 10). Por la
naturaleza misma de su ministerio, deben por tanto estar llenos y animados
de un profundo espíritu misionero” (Juan Pablo II, PDV 18).

44
2.3. LA PARROQUIA, COMUNIDAD DE COMUNIDADES

1. LA IGLESIA MISTERIO DE COMUNION.

162. La Iglesia es “Ministerio de comunión”, su naturaleza es ser


“comunidad”. Este ser comunitario de la Iglesia hunde sus raíces en el mismo
ser de Dios, que es Comunidad Trinitaria, por tanto, la mejor comunidad”. La
Iglesia aparece como un pueblo reunido en virtud de la unidad del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo nos dice el Concilio Vaticano II en la Constitución
sobre la Iglesia (LG 4). Así la Iglesia es la expresión y extensión terrena de la
comunidad eterna de Dios.

163. Pero también la Iglesia comunidad tiene su origen en el anuncio y


signos del Reino de Dios puestos por Jesús. El Reino de Dios pide como
condición un pueblo reunificado, en el que se haga presente la salvación (Am
9,11; Mt. 6,9-13; Ez. 20, 41.44; 36, 20-24). Los discípulos y discípulas de
Jesús son signo profético del Israel restaurado, son también la semilla del
Pueblo Nuevo, que Jesús funda después de su resurrección, como expresión
de la comunidad que es fiel a la alianza de Dios, sellada en su muerte y
resurrección.

164. Este misterio de la Iglesia está simbolizado en el agua y la sangre que


manaron del costado abierto de Cristo crucificado (Cfr. Jn. 19,34) y
profetizado en las palabras de Cristo acerca de su muerte en la cruz: “Y yo,
cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí” (Jn. 12, 32). Y estas
palabras de Jesús se cumplieron ya que “todos los hombres están llamados
EXIGENCIAS a esta unión con Cristo, luz del mundo, de quien procedemos, por quien
PARA ANIMAR vivimos y hacia a quien caminamos” (LG 3).
EL ESPIRITU
MISIONERO DE 165. La Iglesia es la Familia de Dios y en ella, el amor y el servicio son
LA COMUNIDAD
45
ECLESIAL. actitudes fundamentales. Jesús quiere si Iglesia unida, como el Padre y El
son uno, porque de esta unidad depende el que los demás crean que es el
enviado (Cfr. Jn. 17, 21-22). Sólo así la Iglesia puede ser luz que puesta
sobre un candelero alumbra a todos los de la casa y la ciudad que puesta
sobre un monte no se puede esconder (Cfr. Mt. 5, 14-15). Ella es la
comunidad, signo e instrumento de unidad de todos los hombres y mujeres
entre sí y de ellos con Dios (Cfr. LG 1).

166. En todos sus niveles, la Iglesia debe vivir esta naturaleza comunitaria.
Por tanto, la debe expresar desde el nivel de base: Comunidades Eclesiales
de Base; en la Parroquia, Comunidad de Comunidades; en la Diócesis y en
la Iglesia Universal. La Iglesia o es comunidad o no es Iglesia de Jesús. Es
por esto, que la renovación enseñada e iniciada por el Concilio Vaticano II,
Medellín, Puebla, Sto. Domingo y el Magisterio del Papa Juan Pablo II (RMi y
ChFL) va en la línea de vivencia de comunidad.

1.1. La Parroquia, comunidad descentralizada en comunidades eclesiales


de los Barrios y Ranchos.

167. La Parroquia, nivel de Iglesia, debe de manifestar en su vida y sus


estructuras la naturaleza de la Iglesia. “La Parroquia –nos dice el Documento
de Puebla- realiza una función en cierto modo integral de Iglesia (DP 644).
Ella también debe vivir el ideal de los primeros cristianos descritos en los
Hechos de los Apóstoles (2,42-47; 4, 32-37). El futuro de la parroquia está
condicionado a la calidad de su vida comunitaria.

168. “La Parroquia, -nos dice el Documento de Santo Domingo- comunidad


de comunidades y movimientos, acoge las angustias y esperanzas de los
hombres, anima y orienta la comunión, participación y misión. No es
principalmente una estructura, un territorio, un edificio, ella es la familia de
Dios, como una fraternidad animada por el espíritu de unidad. La Parroquia…
es una comunidad eucarística…es una comunidad de fe y una comunidad
orgánica (DSD 58).

169. Ahora bien, la situación actual de nuestras parroquias tanto urbanas


como rurales no permite la vivencia comunitaria, por la extensión geográfica
y la cantidad de fieles que pertenecen a ellas. Es por esto, que la parroquia
debe centralizarse en pequeñas comunidad eclesiales surgidas en los barrios
y ranchos.

170. La Carta Encíclica sobre la permanente validez del mandato


misionero, en el número 51, nos recuerda la importancia de la
descentralización de la vida parroquial en Comunidades Eclesiales de Base:
“Un fenómeno de rápida expansión en las jóvenes iglesias…lo constituyen
las Comunidades Eclesiales de Base…que están dando prueba positiva
como centros de formación cristiana y de irradiación misionera, estas
SE EXIGE LA
CONVERSION comunidades descentralizan y articulan la comunidad parroquial a la que
PERMANENTE. permanecen siempre unidad” (RMi 51).
46
171. La vida de las Comunidades Eclesiales de Base es la que hace que la
parroquia tenga vida y así pueda llegar a ser una red de comunidad donde
crezca y florezca la vida comunitaria. Al descentralizar el trabajo de la
parroquia, se garantiza que la evangelización llegue a todos los lugares
donde se tiene que hacer vida el Evangelio y así puede llegar a ser sal, luz y
fermento de la vida parroquial (Cfr. Mt. 5, 13-16; 13,33).

172. Por la descentralización la parroquia no tiene su punto de atención y


centro de su vida y de su trabajo en las estructuras parroquiales sino en las
Comunidades eclesiales de los barrios y ranchos, a cuyo servicio está.

173. Promover la vida comunitaria en los barrios y ranchos es, por tanto,
responsabilidad de la parroquia, ya que ella es el EPICENTRO dinámico de
las comunidades, tal como nos lo recuerdan los Obispos en el Sínodo
MISIONEROS extraordinario: “Vemos con alegría que la parroquia se convierte en
POR comunidad de comunidades cuando es ella el epicentro dinámico de las
NATURALEZA
MISMA DEL
Comunidades Eclesiales de Base y de los demás grupos y comunidades que
MINISTERIO. la dinamizan, y a la vez, se nutren de ella” (Mensaje al pueblo de Dios, 29-x-
87, p. 4). Por tanto, ella es responsable de animar la tarea evangelizadora,
de promover la unidad entre todos sus barrios y ranchos, al estilo de los
primeros cristianos.

174. La parroquia anima la vida de las comunidades eclesiales de base, -


por tanto, se anima ella misma-, al suscitar respuestas concretas a las
necesidades; al promover los servicios y ministerios; l capacitar a los agentes
de pastoral; al realizar intercambios de experiencias; al celebrar el caminar
de la vida del barrio o rancho; al motivar el trabajo por medio de la Palabra
de Dios; al promover la oración y el estudio; al evaluar el trabajo para
detectar aciertos y errores; al promover las organizaciones básicas y
solidarizarse con las populares; al crear conciencia del compartir y al
fomentar la solidaridad con los necesitados.

175. Todos estos signos y expresión de vida comunitaria porque con ellos
se van respondiendo a las necesidades del barrio y rancho; porque
aprendemos a organizarnos; nos enseñamos a compartir y a convivir. Nos
educamos para la solidaridad y las comunidades empiezan a dar fruto de
unidad, fraternidad y de esperanza en un mundo nuevo a través de las
pequeñas acciones que se realizan.

176. Es así como se anuncia la Buena Nueva a los niños, jóvenes, adultos,
pobres; se celebra la vida de la comunidad en la Eucaristía y en
Celebraciones de la Palabra. Estos signos van dando un rostro nuevo a la
Parroquia, porque, a través de ellos, aparece una parroquia más cercana a la
vida del pueblo; hay más seglares comprometidos en el anuncio de la
Palabra de Dios y en el compromiso social y político, que se organizan para
solucionar los problemas de las comunidad y así los seglares van aclarando
su ser y quehacer al participar en las decisiones de la vida parroquial.

47
177. Aparece un rostro de parroquia más cercana a los pobres, cuando
poco a poco se van descentralizando la celebración de los sacramentos
reconociendo los servicios y confiriendo los ministerios laicales, aclarando la
misión de los seglares en la creación y coordinación de la Iglesia en la base.
Es así como la parroquia es la Iglesia que se encuentra entre las casa de los
hombres, vive y obra entonces profundamente injertada en la sociedad
LA IGLESIA,
EXPRESION Y humana e íntimamente solidaria con sus aspiraciones y dificultades (CF.
EXTESION DSD 58).
TERRERA DE LA
COMUNIDAD 178. Muchos de estos signos se dan en nuestras parroquias, pero creemos
ETERNA DE que para que animen más la vida comunitaria les falta: promover a los
DIOS.
barrios y ranchos en donde aún no hay trabajo pastoral o tiene muy poco.
Animar acciones concretas de tipo social y eclesial. Motivar más los
intercambios de experiencias entre los barrios y ranchos donde se revise los
trabajos y el caminar de las diferentes comunidades para proyectar nuestras
tareas. Crear el Consejo Parroquial con representantes de los consejos
LA IGLESIA
PUEBLO EN comunitarios de barrios y ranchos. Promover más las organizaciones básicas
DONDE SE y la formación política. Organizar el Plan parroquial. Descentralizar los
HACE equipos de catequesis presacramental. Reconocer los servicios y conferir los
PRESENTE EL Ministerios Laicales. Promover más las celebraciones de la Palabra.
REINO DE DIOS.
Promover nuevos agentes de pastoral. Promover el análisis continuo de la
realidad. promover más la conciencia de los que es la misión del laico en el
mundo y la vocación misionera de la Parroquia. Todas estas actividades, si
realmente se dan en todos los barrios y ranchos, afianzarán el proceso de
evangelización hasta los lugares más apartados de la Parroquia.

179. En la parroquia descentralizada, el cristianos se siente responsable y


se compromete a construir la Iglesia de Jesús desde la base, se da un mayo
número de participantes en el trabajo parroquial, se distribuyen más las
responsabilidades entre los cristianos en cada uno de los barrios y ranchos y
así es más fácil unir la fe con la vida.

180. El Documento de Medellín nos dice: “La parroquia ha se descentralizar


LA IGLESIA ES su pastoral en cuanto a sitio, funciones y personas” (Med. 15-13). A la luz de
LA FAMILIA DE este texto vemos que aún nos falta descentralizar en cuanto a sitios la vida
DIOS.
de nuestras parroquias, porque aún hay muchos barrios y ranchos que
atender y en donde se promueva la creación de la Iglesia de Jesús en la
base. En otros el trabajo no es suficiente están casi abandonados.

181. En cuanto a servicios o funciones, se ha descentralizado en gran


parte, la catequesis infantil, los grupos de base, muchos grupos de jóvenes y
la promoción de organizaciones básicas como cooperativas de ahorro y
crédito y de producción y consumo, grupos de autoconstrucción de vivienda.
LA IGLESIA
DEBE VIVIR SU
182. En cuanto a personas, se esta haciendo el esfuerzo de descentralizar
NATURALEZA
COMMUNITARIA a través de las rotatividad de los servicios y ministerios y su realización en
EN TODOS SUS equipo.

48
NIVELES.
183. Pero falta aún mucho por descentralizar en nuestras parroquias: la
pastoral juvenil, en muchos casos, la catequesis presacramental, pastoral de
enfermos, la formación política y la animación litúrgica, la celebraciones de la
Palabra, la celebración de los sacramentos y los grupos de Procala, de
campesinos, los de salud y nutrición.
LA PARROQUIA
DEBE 184. Para las Parroquias en las que no se ha iniciado en el trabajo
MANIFESTAR descentralizado en barrios y ranchos se sugiere: a) convocar a algunas
EN SU VIDA Y personas del barrio o rancho y promover servicios; b) hacer un diagnostico
ESTRUCTURAS de las realidad que lleve a descubrir las necesidades más urgentes y desde
LA ahí ir organizando la comunidad para dar respuesta a sus necesidades; c)
NATURALEZA
COMUNITARIA aprovechar algunos momentos fuertes como Navidad, Cuaresma, Semana
DE LA IGLESIA. Santa, la visita de alguna Imagen; d) invitar algunos agentes de pastoral de
otros barrios o ranchos que con espíritu misionero apoyen con su presencia y
su testimonio y promuevan el trabajo. Es necesario que los pastores visiten,
acompañen y apoyen los barrios en donde haya iniciado el trabajo de CEBs.

185. Al convocar a las personas del barrio, ranchos o colonia para formar
comunidad hay que tener cuidado desde el principio, de que se vaya
comprendiendo el método de trabajo y de vida: ver, juzgar, actuar, evaluar y
celebrar (CF. DSD 119) y se tenga también claro hacia donde se quiere
dirigir el trabajo: a descentralizar y articular la vida eclesial para formar la
parroquia, comunidad en (de) comunidades.

1.2. LA PARROQUIA, COMUNIDAD QUE ARTICULA LA VIDA DE LAS


COMUNIDADES ECLESIALES DE LOS BARRIOS Y RANCHOS.

186. Para que la parroquia sea comunidad de comunidades, no basta la


LA CEBs DAN descentralización de la vida eclesial, es necesaria la ARTICULACION. Esta
VIDA A LA es necesaria para poder asegurar la promoción, animación y
PARROQUIA. acompañamiento de las comunidades eclesiales de base, asociaciones y
movimientos.

187. Articular la vida parroquial es una exigencia evangélica ya que la


Iglesia está llamada a ser el Cuerpo de Cristo (1 Cor. 12, 12ss) y para llegar
a ser esto, necesitan estar unidos sus miembros y así dar testimonio de
comunión (Jn. 13, 15ss).

188. La Parroquia debe ser el centro de articulación y animación de


comunidades, movimientos y asociaciones, puesto que sólo así podrá la
dimensión de comunidad, elemento fundamental en la Iglesia. Además sólo
articulada podrá promover, reforzar la vida en los barrios y ranchos y asumir
muchos servicios que se necesitan para el fortalecimiento de la vida de la
Iglesia, que no están al alcance de las comunidades menores, como la
capacitación de los agentes de pastoral, servidores y ministros laicos, el
acompañamiento de los cristianos en el crecimiento de su fe, con el anuncio
del Evangelio, la celebración de la Eucaristía y de los sacramentos y así
49
alimentarlos en su vida espiritual y su compromiso comunitario. “En la
Parroquia que asumen, de hecho, una serie de servicios que nos están al
LA PARROQUIA
TIENE LA alcance de las comunidades menores, sobre todo, en la dimensión misionera
RESPONSABILI y en la promoción de la dignidad de la persona humana” (DP 644).
DAD DE HACER
CRECER LOS 189. La descentralización y la articulación de la parroquia son dimensiones
SIGNOS complementarias, son las dos caras de la misma moneda o los dos
COMUNITARIOS
EN EL BARRIO Y
movimientos que dan estabilidad a la misma rueda: el centrípeto y el
RANCHOS. centrífugo. No se pueden dar la una sin la otra.

190. En la articulación de la vida parroquial, el aporte de las comunidades


eclesiales de base es importante, ya que ellas son fermento de vida cristiana
en la comunidad y centros de formación para el compromiso misionero;
promueven servicios de acuerdo a las necesidades, son testimonio de unidad
y fraternidad y con esto, van fortaleciendo la vida comunitaria de la
Parroquia. Son además un espacio importante donde los cristianos escuchan
la Palabra de Dios y la reflexionan, se ayudan a vivirla y comparten su fe. Ahí
forman conciencia de sus necesidades y buscan cómo darles respuesta,
celebran la vida. Ellas mismas son centro de articulación de servicios en la
base y unidad entre sí forman la Parroquia, comunidad en (de) comunidades.

191. Para que nuestras Parroquias sean COMUNIDAD DE


COMUNIDADES, es necesario que se impulse el trabajo en los barrios, y
ranchos, promover nuevos grupos que presenten servicios, nuevos agentes
de pastoral especialmente varones; promover los ministerios laicales de
acuerdo a las necesidades de los barrios y ranchos, promover la creación de
asambleas y consejos parroquiales. Es necesario seguir promoviendo la
preparación y celebración de la Palabra y de los sacramentos
descentralizada, la capacitación constante y permanente en las pastorales
especificas; elaborar y realizar un plan pastoral en la parroquia que ayude a
caminar articulados en la vida y trabajo parroquial. Impulsar los intercambios
de experiencias entre barrios y ranchos y favorecer su participación en la
asamblea parroquial.

192. En nuestras parroquias la articulación se va dando al organizar y


programar acciones en conjunto, al promover las Asambleas y los Consejos
comunitarios y parroquiales, al darse el intercambio de experiencias de las
diferentes pastorales especificas (jóvenes, catequesis infantil, campesinos,
obreros…), en las reuniones de zona urbana o rural, en el trabajo llevado con
un mismo método y objetivo y en la convivencia que se va dando entre los
VA
diferentes barrios, ranchos.
APARECIENDO
UN NUEVO
ROSTRO DE 193. La articulación también se crea por medio de las evaluaciones de
PARROQUIA. trabajo, en las reuniones de coordinadores, en los trabajos comunitarios y en
la elaboración y realización de un plan de trabajo.

194. Los elementos que han ayudado a la Articulación parroquial son: el


apoyo del Señor Obispo y de los sacerdotes, la reflexión de la Palabra de
Dios, la convivencia, la constante capacitación, el apoyo de otras
50
comunidades, las asambleas barriales y parroquiales, las reuniones de
coordinadores, los intercambios de experiencias, los planes pastorales tanto
LO QUE LE
FALTA A LA diocesano, como vicariales y parroquiales, la toma de conciencia de ser
PARROQUIA Iglesia, el compromiso y servicio de cada uno de los cristianos, el surgimiento
PARA QUE de servicios laicales.
ANIME MAS LA
VIDA 195. En las parroquias extensas ha ayudado a la articulación el dividirlas
COMUNITARIA.
por zonas, -urbanas y rurales-, que abarcan comunidades cercanas y
homogéneas. Estas zonas se apoyan mutuamente a través de asambleas,
encuentros y consejos comunitarios zonales que animan y planifican la vida
eclesial y el trabajo pastoral y lo articulan a través de un plan de trabajo
zonal.

196. Los vacíos que notamos en cuanto a la articulación que impiden que
las parroquias sean COMUNIDAD DE COMUNIDADES son: En la mayoría
de las parroquias no se han promovido asambleas y consejos comunitarios
en los barrios y ranchos, aún no hay suficientes grupos que presten servicios
LA
DESCENTRALIZ que se articulen en Comunidades eclesiales de base, algunas asociaciones y
ACION DE LA movimiento no están integrados al proceso pastoral de la parroquia. En otros
PARROQUIA casos, encontramos que la catequesis infantil y la pastoral juvenil, aunque se
GARANTIZA encuentran ya en los barrios, muchas veces ha permanecido son articulación
QUE TODOS
parroquial.
EVANGELICEM
OS Y SEAMOS
EVANGELIZADO 197. Todo esto se da porque algunos agentes de pastoral y asesores no
S. hemos visto la importancia de la articulación y descentralización parroquial;
no hemos impulsado la creación de asambleas y consejos barriales; ha
faltado una motivación, apoyo decidido, algunas veces, por parte de los
sacerdotes al esfuerzo de los seglares.

2. SUJETOS DE DESCENTRALIZACION Y ATICULACION PARROQUIAL.

2.1. La Asamblea Parroquial.

198. La Asamblea Parroquial (AP) es una expresión y espacio de la vida


comunitaria de la Parroquia, por lo que es un signo de comunión. Es la
Iglesia primitiva, las asambleas de la comunidad tenían una importancia
capital. Era una forma de participar en las decisiones de la comunidad, en
ellas se elegían los ministros de la comunidad y se decidían asuntos
importantes y de trascendencia para la vida cristiana, como el asunto de la
inculturación del Evangelio en otras culturas además de la semita (Cfr. Hech.
1, 12-26; 6,1-7; 15, 6-35).
VACIOS Y
SUGERENCIAS
PARA LE 199. La AP favorece el crecimiento y fortalecimiento de la fe, en ella se
DESCENTRALIZ celebra y anima la vida de las comunidades eclesiales en los barrios y
ACION DE LA ranchos y se discierne la voluntad de Dios en el proceso pastoral y en la
PARROQUIA. realidad global. Ella reanima la esperanza y profundiza la espiritualidad
comunitaria para proseguir trabajando. Es una expresión de la pastoral
51
orgánica, motiva y encausa el trabajo por un mismo proyecto o plan pastoral,
en ella se analiza la realidad, el proceso de los barrios, ranchos y colonias
para descubrir vacíos, retos y prioridades, buscando juntos solución a los
problemas de la comunidad. En ella se articulación los diferentes trabajos, es
por tanto, centro de animación y articulación pastoral.

200. En las AP se intercambian experiencias, se analizan los problemas, se


toman decisiones, se convive, se da seguimiento al plan pastoral de la
parroquia, por eso es centro de vida comunitaria parroquial.

201. La AP es sujeto importante de la comunión-articulación de la vida


pastoral, en ella la Iglesia parroquial se construye a sí misma y se expresa
como Asamblea (Iglesia) de Dios, en donde corresponsablemente participan
pastores y fieles en la planeación, decisión, realización y evaluación de la
tarea evangelizadora.

202. En la mayoría de las parroquias se han realizado muy pocas


asambleas parroquiales. Estas han sido con motivo de las clausuras de los
Cursos de Pueblo Nuevo, inicio o clausura de las etapas del Sínodo. Por otra
parte, pocas parroquias, y sólo últimamente, han realizado asambleas para
intercambiar experiencias, revisar el trabajo, para recibir capacitación,
organizar las fiestas patronales y convivir.

LA 203. Estas asambleas parroquiales han tenido como características: ser


ARTICULACION celebrativas, participativas, festivas, de apoyo, motivación, organización,
VA conocimiento y capacitación, de convivencia y amistad, de búsqueda de
FAVORECIEND nuevas pistas de trabajo.
O LA VIDA
COMUNITARIA.
204. Además ayudan a convivir, reflexionar, animar el caminar que vamos
haciendo como parroquia, a compartir experiencias, detectar los problemas
más sentidos y buscar respuestas adecuadas, articular y organizar el trabajo,
evaluar las actividades y celebrar para crecer en la conciencia de parroquia y
así reforzar el caminar de la Iglesia. Por todo ello podemos afirmar, que
realizar así las asambleas parroquiales nos ayuda a hacer de la Parroquia
una COMUNIDAD DE COMUNIDADES.
LA PARROQUIA
205. Por lo general, las AP se han realizado con la participación de
CENTRO DE
ARTICULACION coordinadores representantes de los barrios-ranchos, pastorales específicas
Y ANIMACION y con la presencia de asesores. En su realización juega un papel importante
DE el consejo Parroquial, ya que es el que convoca, programa, coordina, anima
COMUNIDADES, y ayuda a la celebración de las mismas.
MOVIMIENTOS
Y
ASOCIACIONES.
2.2. El Consejo Parroquial:
Consejo de Consejos.

206. Importante para la vida de la Parroquia es el Consejo Parroquial (CP),


ya que es el motor que genera, dinamiza, anima y guía el trabajo de la
52
misma, que se siente responsable de integrar a sus miembros y así formar
un solo cuerpo que es la Iglesia, cuya cabeza es Cristo (Col. 1, 15ss).

207. “Para cultivar en los laicos (y laicas) el sentido comunitario y


acrecentar en ellos (y ellas) el compromiso apostólico pueden dar notable
ayuda a los consejos pastorales, tanto diocesanos como parroquiales” (Dir.
Minist. Past. De los Obispos, no. 147). Por eso el Código de Derecho
LAS CEBs VAN
ARTICULANDO Canónico dice: “Se constituirá en cada parroquia un consejo pastoral, que
LA VIDA preside el párroco y en el cual los fieles, junto con aquellos que participan por
PARROQUIAL. su oficio en la cura pastoral de la parroquia, presten su colaboración para el
fomento de la creatividad pastoral” (CIC c. 536).

208. El CP es un espacio de coordinación, organización, articulación,


planeación y evaluación del trabajo pastoral. Al mismo tiempo se descubre
como espacio de capacitación, apoyo e intercambio y de solidaridad.

209. El CP ayuda a no trabajar aislados y a buscar un mismo objetivo, a


fomentar el trabajo y coordinar las actividades de las comunidades, a
compartir responsabilidades y tareas. Es importante también para revisar los
trabajos que se están realizando en las CEBs, y en las diferencias pastorales
específicas para descubrir las dificultades, limitaciones y buscarles solución,
para animar la vida de los barrios y ranchos.

210. En algunas de nuestras parroquias, ya hay Consejo Parroquial, que


por su constitución en este Nuevo Modelo de Iglesia, se pueden llamar
Consejo de Consejos comunitarios de los barrios y ranchos y de movimientos
y asociaciones. En las parroquias donde aún no se constituye el consejo
parroquial, el trabajo es articulado por el Equipo de coordinadores de los
grupos de base y representantes de las pastorales específicas.

211. Es tarea prioritaria del Consejo Parroquial la elaboración y


coordinación del Plan pastoral de la parroquia y la promoción y coordinación
ASI SE VA de las asambleas parroquiales.
EXPRESANDO
LA 212. Actividad importante del consejo parroquial es programar la
ARTICULACION. participación y celebración de los momentos fuertes del año: Navidad,
Cuaresma, Fiestas Patronales, Pascua, etc., promover la capacitación
sistemática y especifica de los agentes de pastoral, encausar los asuntos
que se van programando en la Vicaría y Diócesis y promover evaluaciones
de las actividades del as pastorales específicas.

213. En el consejo parroquial, las decisiones se van tomando por consenso


o votación, después de haber consultado a los barrios y ranchos y haber
analizado las ventajas y desventajas de las propuestas.
ELEMENTOS 214. Desde el Consejo Parroquial, se impulsa la investigación constante de
QUE AYUDAN A
LA
la realidad, se favorece le intercambio de experiencias, se impulsa el
ARTICULACION. surgimiento de servicios laicales, se favorece la articulación con la Vicaría y
las Diócesis.
53
215. Para la formación del CP se deben tener en cuenta los siguientes
criterios: que los participantes sean elegidos por la asamblea o consejo
comunitario de su barrio, ranchos o pastoral específica; que sean capaces de
ayudar a la articulación y coordinación del trabajo; que tengan conciencia de
servicio, que den testimonio de unidad, que tengan capacidad de
discernimiento, que compartan la experiencia y no pierdan su compromiso en
su Comunidad Eclesial de Base.

216. Una vez que se ha integrado el Consejo parroquial, éste debe clarificar
su ser y quehacer, promover el intercambio de barrios y ranchos, convocar a
las asambleas parroquiales y tomar decisiones que ayuden al proceso
pastoral de la parroquia. Es importante promover los grupos de servicios en
VACIOS EN LA los barrios y ranchos, crear asambleas y consejos comunitarios.
ARTICULACION.
217. En la formación y proceso del Consejo Parroquial es importante el
papel del Asesor-sacerdote. El Párroco, junto con los vicarios, es el primer
responsable de impulsar la vida comunitaria en el barrio y rancho, de articular
los diversos servicios a través de las asambleas y consejos parroquiales, de
acompañar, dinamizar, clarificar, celebrar la vida parroquial y de promover la
capacitación específica y sistemática de los agentes de pastoral. Es el que
preside y coordina este nivel parroquial de Iglesia, en equipo y
corresponsabilidad con los vicarios, los coordinadores de las CEBs y de las
pastorales especificas y con quienes tienen la coordinación de los diversos
trabajos pastorales.

218. Para ejercer este ministerio de articulación y coordinación en la


comunidad parroquial es necesario que los asesoes tengan clara la
conciencia de su papel de servidores del Reino de Dios, que comportan la
conciencia de su compromiso evangelizador. Están puestos para anunciar,
realizar y celebrar la salvación en la comunidad parroquial. Deben ser
agentes de comunión. A ellos primeramente está confiada la tarea de
coordinación y articulación de la comunidad parroquial. Les toca impulsar con
creatividad todas las decisiones que se vayan tomando en orden a hacer
LA ASAMBLEA crecer la vivencia de comunidad. Deben tener una actitud de servicios y
PARROQUIA,
saber dialogar. Deben ser hermanos de los pobres. La opción por los pobres
SUJETO Y
SIGNO DE deben empujarlos a insertarse en el pueblo, a descubrir sus problemas y a
COMUNION Y ayudar a buscarles solución. La paciencia histórica y ka creatividad son muy
ARTICULACION necesarias en la labor de acompañamiento del proceso pastoral. Finalmente,
EN LA para cumplir con la misión, deben estar atentos a la voz del Espíritu en las
PARROQUIA.
personas y en los acontecimientos de la historia. Deben crear la conciencia
misionera en los seglares, formando equipos misioneros que anuncian la
Buena nueva del Reino aún fuera de la Parroquia (Cfr. Homilía de Clausura
de la Asamblea Sinodal Diocesana, 6-XI-95, p. 5).

2.3. EQUIPOS PARROQUIALES DE PASTORALES ESPECIFICAS.

219. En cada una de las parroquias existen equipos que van animando y
54
acompañando la promoción de algún campo específico de la pastoral. Se
tienen así los Equipos parroquiales de catequesis infantil, de jóvenes, de
Procala, de presacramentales, de investigación y análisis de la realidad, de
campesinos y de animación litúrgica.

220. Los Equipos parroquiales deben trabajar un campo específico de la


pastoral, deben crecer en la animación de la pastoral de conjunto, ayudados
de las Asambleas y Consejos parroquiales. Por otra parte, estos mismo
Equipos deben ser expresión de un trabajo que se hace desde el barrio o
rancho y se va articulando a nivel parroquia.

221. Los que participan en estos equipos por lo general, son los
EN LA
ASAMBLEA LA coordinadores de las grupos de promueven estas pastorales específicas.
PARROQUIA SE Estos equipos suelen reunirse casa 8 o 15 días o cada mes para compartir
CONSTRUYE Y experiencias, capacitarse en su campo específico, programar y evaluar sus
SE EXPRESA actividades, unificar criterios, preparar temas, realizar retiros espirituales,
COMO IGLESIA celebrar su trabajo o convivir más los lazos de amistad.
DE DIOS.
222. Los Equipos parroquiales deben asumir la realidad en la dimensión
que les corresponde, deben hacer investigación y análisis de ella y buscar
respuestas concretas a los problemas encontrados. Deben también tomar en
cuenta las prioridades diocesanas, vicariales y parroquiales y desde ellas,
elaborar su propio plan específico, deben asumir el método de: ver, juzgar,
actuar, evaluar y celebrar.

223. De especial importancia es el Equipo de investigación y análisis, en


cuanto que es el responsable de ayudar a los demás equipos parroquiales a
estar atentos a la realidad, a promover periódicamente talleres de análisis y a
actualizar de forma permanente los datos de la realidad.
LA ASAMBLEAS 224. Es importante que los presbíteros ayuden a los equipos parroquiales a
PARROQUIALES crecer en la conciencia de que deben estar articulados porque todos
LE DAN
IDENTIDAD A LA formamos un solo cuerpo: la Iglesia. Los equipos son como los miembros de
COMUNIDAD un mismo cuerpo, que deben estar articulados (1 Cor. 12,12-20). Para ello es
PARROQUIAL Y necesario promover que los Equipos parroquiales participen en las
REFUERZAN SU asambleas y consejos parroquiales, impulsando constantes intercambios de
CAMINAR DE experiencias, elaborando corresponsablemente el plan parroquial y su
IGLESIA DE
DIOS. ejecución, así no se aislarán del proceso pastoral de la parroquia.

2.4. Movimientos Eclesiales y Asociaciones piadosas.

225. Las Asociaciones piadosas son grupos de personas que han optado
por vivir la espiritualidad o tener devoción por alguna de las advocaciones de
Cristo, la Virgen o un Santo o Santa. En la Diócesis encontramos entre otras:
la Adoración nocturna, la Tercera Orden Franciscana seglar, las Hijas de
María, etc. en cada parroquia hay algunas asociaciones que son muy propias
de ella por estar ligadas a la imagen o la fiesta del Santo Patrono.

55
226. Estas asociaciones invitan a sus miembros a tener algunos deberes,
que generalmente son actos devocionales: oraciones, ayunos, abstinencias,
EL CONSEJO
PARROQUIAL, limosnas, participación en celebraciones, etc. y tratan de distinguirlos por una
MOTOR QUE VA medalla o distintivo que usan cuando cumplen con sus obligaciones de
IMPULSANDO socias o socios. Aunque algunas de ellas tienen organización diocesana y
LA VIDA pocas, nacional, no es una coordinación fuerte, de tal forma que dejan en
PARROQUIAL. amplia libertad a sus miembros en las parroquias para que vivan la
EL CONSEJO espiritualidad que han elegido y participen en los diversos campos de trabajo
PARROQUIAL, y grupos de base.
ESPACIO DE
PARTICIPACION 227. Los Movimientos eclesiales o apostólicos en su mayoría han surgido y
CORRESPONSA se han multiplicado después del Concilio Vaticano II. Tratan de vivir un
BLE DE LOS
SEGLARES. aspecto importante de la vida cristiana: la oración, la integración familiar, la
predicación kerigmática, la invitación a la conversión de amplios sectores de
la población. Su coordinación es fundamentalmente laica, por eso, se llaman
así mismos también Movimientos laicos. Han tomado mucha fuerza,
cuantitativa y cualitativa, en estos últimos tiempos. Sus coordinadores y los
miembros mismos hacen girar toda su vida cristiana alrededor del aspecto
que tratan de vivir. Algunos de ellos pierden la perspectiva de inserción en
una Iglesia particular, especialmente en la Parroquia y ponen en práctica las
consignas o acuerdos tomados en sus coordinaciones que son extra
parroquiales, diocesanas, nacionales e internacionales, sin tomar en cuenta
el proceso parroquial.

228. Los Movimientos y Asociaciones han surgido por la moción del Espíritu
Santo que en determinados momentos suscita carismas especiales
comunitarios para reforzar la vida cristiana de las comunidades eclesiales.
EN EL Por tanto, se puede aplicar a ellos el texto de la 1 Cor. 12, 1ss; Hay
CONSEJO diversidad de carismas, hay diversidad de servicios, pero el Espíritu es el
PARROQUIAL, mismo. Estos carismas están dados por es Espíritu para el bien de la
LOS LAICOS Y
LAICAS
comunidad. Este es el criterio fundamental de discernimiento y la actitud con
PARTICIPAN EN que deben ser ejercidos es el amor.
EL NIVEL DE
DIRECCION 229. El sujeto de los carismas es la Iglesia; su santidad, por tanto, el fin de
PASTORAL. los dones del Espíritu. No es posible que un carisma se anteponga al bien de
TAREAS DEL
la Iglesia. Estos están al servicio de la Iglesia (1 Cor. 12, 7). Para que estos
CONSEJO carismas comunitarios –los Movimientos y Asociaciones- fructifiquen en bien
PARROQUIAL. de todos, es necesario que tengan articulación en la comunidad y estén en
comunión con los pastores, de otra forma se da una confusión y
desarticulación parecida a la que San Pablo reprocha a los Corintios (Cfr. 1
Cor. 12 y 13).

230. Los Documentos de Puebla y Santo Domingo insisten en que la


Parroquia es el centro de coordinación, animación de comunidades,
asociaciones y Movimientos, (DP. 644; SDS. 58) Estos deben de estar
articulados a la Parroquia, a la que deben servir. Deben poner su carisma al
servicio de la comunidad toda, pero articulados al proceso parroquial. La
coordinación y animación de sí mismo (a) pertenece a cada Movimiento y
Asociación, pero la organización, decisión y coordinación de la pastoral
56
pertenece a la parroquia a través del Consejos parroquial, presidido por el
Párroco y los Vicarios ante los Movimientos y Asociaciones son invitados a
participar a través de sus representantes.

231. A la parroquia también en coordinación con la Diócesis corresponde el


discernimiento sobre la conveniencia y la oportunidad o no de un Movimiento
eclesial o Asociación piadosa. Porque puede ser que en cierto momento no
CRITERIOS
PARA LA sea conveniente ni oportuno, el ejercicio de un carisma comunitario en ella.
INTEGRACION En ese caso, no se debe establecer el Movimiento o Asociación en la
DEL CONSEJO parroquia o debe suspenderse.
PARROQUIAL.
232. Por su coordinación transparroquial y su concepto de Iglesia se ve
difícil la articulación del Movimiento en cuanto tal a la Pastoral parroquia en
este Nuevo Modelo de la Iglesia; parece más posible el que miembros de
esos movimientos participen en las CEBs. y en el proceso pastoral mismo. La
PARA FORMAR articulación de los miembros de las Asociaciones parecen menos difícil ya
EL CONSEJO
que están menos estructuradas y tienen más flexibilidad.
PARROQUIAL:
CONSEJO DE
CONSEJOS. 233. Algunos Movimientos y Asociaciones se han cerrado demasiado en sí
mismos sin integrarse positivamente en la acción pastoral de la comunidad
eclesial, fomentan una espiritualidad insuficiente y favorece una actitud de
PAPEL DEL
competencia reciproca que contradice la unidad. No participan en la
ASESOR EN LA articulación al plan pastoral de la parroquia y, por tanto, dan pie a una
FORMACION Y pastoral paralela.
PROCESO DEL
CONSEJO 234. La tarea de la colaboración del laico al servicio de la comunidad
PARROQUIAL. eclesial (DP. 804) compromete a los miembros de las Asociaciones y
Movimientos a integrarse al trabajo de los barrios y ranchos y tener
representantes en la Asamblea y Consejo Parroquiales, el participar en los
momentos de reflexión y estudio que coordina la parroquia y el participar en
la elaboración y realización del Plan pastoral parroquial.

ACTITUDES 235. Para facilitar la articulación de los Movimientos y Asociaciones al


NECESARIAS proceso de la Parroquia es conveniente, y en algunos casos urge, una
EN EL ASESOR Asesoría clara y autorizada a nivel diocesano, que desde sus coordinaciones
DEL CONSEJO oriente la vida y actividades de los Movimientos y Asociaciones. Pero
PARROQUIAL.
también es necesario un acompañamiento en cada parroquia de parte del
Párroco o Vicarios y una orientación sobre la forma como pueden integrarse
sus miembros al proceso pastoral parroquial.

3. CAMINO E INSTRUMENTO DE DESCENTRALIZACION Y ARTICULACION


PARROQUIAL.

3.1. La Pastoral de Conjunto.

57
236. En nuestra Diócesis hemos iniciado de tiempo atrás un proceso de
renovación pastoral. En él hemos tenido en cuenta la situación de los
hombres y mujeres del Sur de Jalisco, a quienes Dios nos ha enviado como
servidores de su Reino. La situación de opresión, dominación y enajenación
en la que viven, nos ha llevado a buscar los caminos de una evangelización
integral, que abarque el ser humano y a todos los hombres y mujeres. Es por
LOS EQUIPOS
esto que hemos revisado, a partir de las condicionamientos históricos
PARROQUIALES concretos de los hombres y mujeres y del testimonio de nuestro Señor
DEBEN ANIMAR Jesucristo, los contenidos y métodos de nuestra evangelización, y las
LA PASTORAL estructuras de nuestra comunidad eclesial.
DE CONJUNTO.
237. La creación de la Iglesia de Jesús a la base, a través de las
comunidades eclesiales de base y la renovación de la Parroquia como
Comunidad de Comunidades que hemos propuesto, no se puede llevar
adelante sin una autentica Pastoral de conjunto.

238. La Iglesia es misterio de comunión, ella misma en su naturaleza más


íntima es la “Comunidad de los creyentes en Cristo”, que se comprometen a
proseguir la obra iniciada por Jesús: la construcción del Reino de Dios. Este
ser comunitario de la Iglesia tiene que expresarse en su acción misma, por
eso es que la acción pastoral de la comunidad eclesial “debe ser
necesariamente global, organizada y articulada” (Med. 15, 9). Sólo así la
Iglesia podrá llevar adelante “toda esa obra salvífica común exigida por la
misión…y ser fermento y alma de la sociedad que debe renovarse en Cristo y
transformarse en familia de Dios” (Med. 15, 9).

TAREAS DE LOS 239. La pastoral del conjunto nos lleva a actuar como miembros del cuerpo
EQUIPOS eclesial que es el cuerpo de Cristo (1 Cor. 12, 12ss). Es así como damos
PARROQUIALES testimonio de comunión y vivimos la comunión católica.
.
240. “La acción planificada es la respuesta específica, consciente e
internacional, a las necesidades de la evangelización” (DP. 1307). La misma
IMPORTANCIA situación de unificación que vivimos en nuestro mundo nos exige una
DE LA respuesta planificada, organizada y consciente a las necesidades que
PARTICIPACION descubrimos en nuestro pueblo. Por esto, esta acción pastoral “Deberá
DE LOS
realizarse en un proceso de participación en todos los niveles de las
PRESBITEROS
EN LOS comunidades y personas interesadas, educándolas en la metodología de
EQUIPOS análisis de la realidad, para la reflexión sobre dicha realidad a partir del
PARROQUIALES Evangelio, la opción por los objetivos y medios más aptos y su uso más
. racional para la acción evangelizadora” (DP. 1307).

241. En nuestra Diócesis la Pastoral de conjunto ha sido el camino que nos


ha llevado a una renovación eclesial profunda. En ella hemos analizado la
realidad, hemos iniciado una reflexión de fe inserta, original y especifica,
hemos acordado actividades conjuntas a nivel Parroquia. Vicarías y Diócesis.
En ella hemos promovido la participación consciente y corresponsable de los
seglares en la búsqueda de alternativas pastorales, en la toma de decisiones
y en la realización de los acuerdos tomados.

58
242. La pastoral de conjunto nos ha hecho ir forjando una parroquia de
LO QUE SON
LAS
espíritu comunitario más profundo, una parroquia comunidad de
ASOCIACIONES comunidades. Nos ha llevado a una renovación personal, a un proceso de
PIADOSAS. mentalización continua tanto teológico-pastoral, como pedagógica. Nos ha
ayudado a crear tanto en el Obispo, sacerdotes, religiosos y religiosas como
seglares una sola conciencia eclesial. Nos ha ido llevando a ser cada vez La
Iglesia de Cristo, integral, integrada e integradora.

243. Se debe, por tanto, proseguir en la parroquia el proceso de pastoral de


conjunto y donde no la hay iniciarlo. Esto supone actitudes como la
creatividad, el servicio, el dialogo y la participación en la comunión de la
misión.

3.2. El Plan de Pastoral Parroquial.

244. La planeación del trabajo pastoral es un instrumento indispensable en


la vida de la Iglesia para caminar en una pastoral de conjunto (DP. 1307). La
LO QUE SON eficacia del trabajo pastoral en la parroquia depende, en gran parte, de que
LOS tenga su propio plan de trabajo en el que de una forma organizada, angustias
MOVIMIENTOS y esperanzas del pueblo.
ECLESIALES.
245. En efecto, la planeación del trabajo nos ayuda a fortaleces la vida
comunitaria; a llevar un proceso pastoral, a investigar y analizar
continuamente la realidad, a fijar metas, objetivos, prioridades y opciones;
nos ayuda a revisar y celebrar constantemente nuestro caminar como Iglesia;
a distribuir responsabilidades de acuerdo a los carismas de los participantes
y a darle unidad al trabajo para actuar como un cuerpo organizado.

246. El plan nos está ayudando a hacer de la parroquia, una comunidad de


comunidades porque las prioridades elegidas van respondiendo a las
necesidades, el trabajo lo hacemos en equipo y desde la base; porque se
LOS
van creando los diversos servicios en los barrios y ranchos y se favorece la
MOVIMIENTOS articulación de los trabajos y de las comunidades entre sí.
Y
ASOCIACIONES, 247. En el proceso de planificación parroquial se han dado los siguientes
CARISMAS pasos:
COMUNITARIOS
DEL ESPIRITU
 Integración y capacitación de un equipo.
SANTO.  Investigación y análisis de la realidad de manera participativa y desde
la base.
 Sistematización y devolución de los datos a través de los grupos y
asambleas.
 Definición del problema estratégico y fundamental.
 Elección de urgencias y prioridades en el campo social y en el
pastoral.
 Iluminación y fundamentación a la luz de la Palabra de Dios y del
magisterio de la Iglesia.
 Programación de metas y acciones que lleven a la realización del plan.
59
 Evaluaciones del trabajo realizado.
 Celebraciones al terminar las etapas del trabajo o al final del plan.

LOS
MOVIMIENTOS 248. Las prioridades que aparecen en estos planes de trabajo pastoral
Y parroquial deben estar en relación con las prioridades a nivel Vicarial y
ASOCIACIONES Diocesano. Ya que responden a las mismas necesidades concretas; los
DEBEN presupuestos bíblico-teológicos son los mismos.
INTEGRARSE
AL PROCESO
PASTORAL DE 249. En la elaboración del plan de pastoral parroquial deben de tenerse en
LA PARROQUIA. cuenta los siguientes criterios:
 Para que sea un proceso de amplia participación, se deben realizar
asambleas comunitarias y parroquiales para devolver lo investigado,
hacer el análisis de la realidad, definir las prioridades y programar las
actividades.
 Que las prioridades escogidas estén de acuerdo con las acordadas a
nivel vicarial y diocesano.
 Planificar con la participación de los consejos comunitarios y el
parroquial.

250. También se deben tener en cuenta los siguientes principios de


planificación pastoral:
 El que no participa en la planificación, no se compromete en la
realización. De este principio depende el que el pueblo tome en sus
manos el plan. Es por esto que es importante desatar un proceso
amplio de participación. No debe el asesor o un grupo imponer su
voluntad a los demás o hacer las cosas solo, eso mata la iniciativa y el
deseo de participar. Los primero en la planificación es formar un
equipo de acompañamiento del plan pastoral, sólo después se pueden
dar los siguientes pasos.
 Se planifica lo urgente o importante del trabajo pastoral: las
prioridades. No todo el trabajo que se realiza necesita de un plan. La
planificación es un proceso de investigación y selección de las
necesidades, que son urgentes y que están a la mano de los que
participan en la planificación.
 Se planifica para la acción, es decir, para la transformación de la
realidad. el plan es un instrumento de acción, que debe llevarnos a
cambio en la comunidad.

251. A partir de la experiencia, a ciertos planes parroquiales les falta insistir


más en algunos aspectos para que realmente la parroquia vaya siendo
Comunidad de comunidades, tales como: Promover más los intercambios de
experiencias, un acompañamiento más cercano del consejo parroquial, tener
más presente el método de la CEBs., crear los servicios que no se tienen en
los barrios y ranchos y que son necesarios; que cada Comunidad eclesial de
base haga su propio plan de trabajo. Que se promueva entre los agentes de
pastoral una mayor capacitación, una mayor conciencia y un ambiente de
60
fraternidad.

4. LOS PRESBITEROS, ANIMADORES Y PROMOTORES DE LA


COMUNIDAD.

252. Que la Parroquia llegue a ser comunidad de comunidades es, en gran


parte responsabilidad de los presbíteros que la presiden. A ellos, como
animadores y promotores de la comunidad, toca equilibrar y mantener la
descentralización y la articulación del trabajo en la vida de la Iglesia. Impulsar
y acompañar el Consejo y las Asambleas parroquiales. Promover y apoyar la
vida comunitaria en cada barrio y rancho, iluminar y orientar el proceso
pastoral de la parroquia.
LA PASTORAL
DE CONJUNTO
253. Ellos, como animadores de la pastoral de conjunto, son los que tienen
PARA LA
CONSTRUCCIO que iniciar y acompañar el proceso evangelizador, dentro de una pastoral
N DE LA orgánica. Esto los llevará a investigar y analizar continuamente la realidad,
IGLESIA DE iluminarla y sacar las prioridades pastorales que deben de tenerse en el Plan
JESUS EN LA pastoral de la Parroquia.
PARROQUIA.
254. Como buenos pedagogos y promotores de procesos comunitarios,
deben favorecer la participación corresponsable de los seglares de manera
que los procesos sean autogestivos y así los laicos y laicas vayan
madurando en su compromiso bautismal.

255. Los pastores deben tener una conciencia de Iglesia que les permita
siempre tener en cuenta que la comunidad es el sujeto de la evangelización y
ellos mismos sentirse miembros de la comunidad, nunca su dueño,
colocándose por encima de ella. Deben tener actitudes como la creatividad,
para no quedarse contentos con lo que ya se tiene, sino promover nuevos
proyectos, horizontes y alternativas al trabajo comunitario. Tiene que ser
participativos para abrir espacios de participación corresponsable a los
seglares y junto con ellos mantener el rumbo de la comunidad.

256. La confianza y respeto, la apertura y acercamiento a todos, el apoyo y


respeto a los procesos comunitarios, la paciencia histórica que descubra el
ritmo del pueblo y lo respete para no acelerar procesos, quemando las
etapas, ni detenerlo; la continua búsqueda y conversión, que le permita dar
testimonio de entrega y servicio, son actitudes indispensables en los
pastores que quieran ser servidores de la comunidad parroquial.

257. Los ASESORES en este nuevo modelo de parroquia tienen que ser:
 PASTORES, VINCULOS DE COMUNION Y PARTICIPACION EN LA
VIDA PARROQUIAL. PROMOTORES DE ARTICULACION Y
DESCENTRALIZACION EN LA PASTORAL. IMPULSORES DE LA
LA PASTORAL VIDA ECLESIAL EN LOS BARRIOS Y RANCHOS.
DE CONJUNTO,  EVANGELIZADORES: la evangelización tiene que ser su
TESTIMONIO DE preocupación central.
COMUNION Y
61
PARTICIPACION  CENTROS DE UNIDAD Y FRATERNIDAD, HOMBRES DE TRABAJO
.
DE EQUIPO TANTO CON LOS DEMAS PRESBITEROS COMO CON
LOS SEGLARES.
 SERVIDORES DE LA COMUNIDAD.

258. Es así como podrán ser Sacramento de Cristo, el BUEN PASTOR, que
LA PASTORAL
nos reconcilia con su Padre y con nosotros mismos, quien con su Sangre
DE CONJUNTO, hace de nosotros descendencia elegida, reino de sacerdotes y nación santa,
CAMINO PARA pueblo adquirido en posesión para anunciar las grandezas del que nos llamó
UNA de la oscuridad a su luz admirable (Cfr. 1 Pe. 2, 9-10).
PROFUNDA
RENOVACION
ECLESIAL EN LA
PARROQUIA.

LA PLANEACION
FORTALECE LA
VIDA
COMUNITARIA.

62
PASOS DE
PLANIFICACION
PASTORAL. 2.4. LA PARROQUIA, COMUNIDAD MINISTERIAL.

1. LA PARROQUIA, COMUNIDAD MINISTERIAL.

259. La Iglesia “recibe la misión de anunciar el Reino de Cristo y de Dios e


instaurarlo en todos los pueblos, y constituye en la tierra el germen y el
principio de ese Reino” (LG., 5). La Iglesia recibe no sólo esa misión que le
confía Jesús, sino también el modo de llevarla a cabo: por medio del servicio.

260. Jesús, ungido por el Espíritu Santo (ver Lc. 4, 18) realizó su misión
como servidor, siempre estuvo al servicio del Reino de Dios porque para eso
fue enviado (ver Lc. 4, 43). Su predicación la inició invitando a las personas a
convertirse y creer en el evangelio porque ya estaba cercano el Reino de
Dios (Mc. 1, 15); por medio de muchas parábolas dio a conocer cómo es el
Reino; en las Bienaventuranzas y el Sermón de la Montaña proclamó la
nueva ley del Reino de Dios (ver Mt. Capítulos 5-7). “A las palabras Jesús
unió los hechos: acciones maravillosas y actitudes sorprendentes que
muestran que el Reino está presente” (Puebla, 191); lo descubrimos en la
respuesta que da a los enviados de Juan el Bautista: “Vayan a contarle a
CRITERIOS DE
Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos
PLANIFICACION. son purificados, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia la Buena
Nueva a los pobres. Y además ¡feliz el que me encuentra y no se confunde
conmigo! (Lc. 7,22-23). Como consecuencia de su predicación y sus hechos
al servicio del Reino, las fuerzas del mal lo llevaron al sufrimiento y a la
muerte; en esta situación aparecieron los rasgos del “Siervo Sufriente” de
que había hablado Isaías (ver 52, 13-53, 14). Pero su Resurrección es la
máxima expresión de la presencia del Reino de Dios en el mundo, ya que al
vencer a la muerte y resucitar a Jesús (ver Hech. 2, 32), Dios Padre confirma
la misión de su Hijo: “en él inaugurado definitivamente su Reino” (R. Mi., 16).

261. Al igual que Jesús, “la Iglesia está efectiva y concretamente al servicio
del Reino” (R. Mi., 20), ya que tiene como misión anunciarlo y hacerlo
PRINCIPIOS DE realidad entre los hombres (ver L.G., 5; Puebla, 227). Por eso su tarea
PLANIFICACIÓN.
principal, su ministerio fundamental, como dice el Papa Paulo VI, es la
evangelización (ver E. N., 14) y “se hace servidora del Evangelio para
transmitirlo a los hombres con plena fidelidad” (Puebla, 349).

262. “Para el desempeño de esta misión, Cristo Señor prometió a los


Apóstoles el Espíritu Santo, y lo envió desde el cielo el día de Pentecostés,
para que, confortados con su virtud, fuesen sus testigos hasta los confines
de la tierra ante las gentes, los pueblos y los reyes (Cfr. Hech. 1, 8; 2, 1ss; 9,
15). Este encargo que el Señor confió a los pastores de su pueblo es un
63
verdadero servicio, que en la Sagrada Escritura se llama con toda propiedad
«diaconía», o sea ministerio (Cfr. Hech. 1, 17 y 25; 21, 29; Rom. 11, 13; 1
Tim. 1, 12)” (L.G., 24).

263. El ministerio fundamental de la Iglesia que es la evangelización se


concentra, se hace posible por medio de muchos servicios y ministerios que
nacen, como fruto de la acción del Espíritu Santo, de la misma vida de
Iglesia. Y es necesario que “exista multiplicidad de funciones especificas,
pues para que ella se constituya y pueda cumplir su misión, el mismo Dios
suscita en su seno diversos ministerios y otros carismas que le asignan a
cada cual un papel peculiar en la vida y en la acción de la Iglesia” (Medellín,
15, 7).
VACIOS EN LA
EXPERIENCIA
DE 264. Ministerio quiere decir servicio, por eso los ministerios son servicios.
PLANIFICACION Estos nacen de la vida de la Iglesia para ayudar a que ésta crezca como
EN LAS cuerpo organizado y realice con fidelidad la misión que Cristo le encomendó
PARROQUIAS. (ver Santo Domingo, 65-66 y 142; Ef. 4, 7. 11-13). “los ministerios presentes
y operantes en la Iglesia, si bien con modalidades diversas, son todos una
participación en el ministerio de Jesucristo, el Buen Pastor que da la vida por
sus ovejas (Cfr. Jn. 10, 11), el siervo humilde y totalmente sacrificado por la
salvación de todos (Cfr. Mc. 10, 45)” (Ch. L., 21).

265. “En la Iglesia encontramos, en primer lugar, los ministerios ordenados;


es decir, los ministerios que derivan del sacramento del Orden” (Ch. L., 22).
Además de estos en la Iglesia existen los ministerios no-ordenados,
desempeñados por los laicos: “La misión salvífica de la Iglesia en el mundo
TAREA DE LOS
PRESBITEROS.
es llevada a cabo no sólo por los ministros en virtud del sacramento del
Orden, sino también por todos los fieles laicos. En efecto, éstos, en virtud de
su condición bautismal y de su especifica vocación, participan en el oficio
sacerdotal, profético y real de Jesucristo, cada uno en su propia medida” (ch.
L., 23); son llamados ministerios laicales, es decir, ministerios ejercidos por
los “fieles laicos, hombres y mujeres, en favor de la evangelización, de la
santificación y de la animación cristiana de las realidad temporales, como
también su generosa disponibilidad a la suplencia en situaciones de
emergencia y necesidad crónica” (Ch. L., 23). Estos ministerios laicales son
conferidos o colados públicamente por quien tiene la responsabilidad de la
unidad en la Iglesia: el Obispo o el sacerdote.

266. Aunque ministerio quiere decir servicio, creemos necesario señalar


que en nuestro lenguaje diocesano continuamente hemos venido hablando
de servicios y ministerios laicales y que los diferenciamos: el servicio no ha
sido conferido o colado a quien lo desempeña y el ministerio, en un
determinado momento del proceso eclesial, al ser conferido a un seglar deja
de ser servicio y comienza a ser ministerio laical.

267. Uno y otro tipos de ministerios, los ordenados y los no-ordenados


(servicios y ministerios laicales), se complementan y colaboran a vivir la
comunión en la Iglesia. “Gracias a esta diversidad y complementariedad,
ACTITUDES DE cada fiel laico se encuentra en relación con todo el cuerpo y le ofrece su
64
LOS propia aportación” (Ch. L., 20).
PRESBITEROS.
268. La parroquia, que es “la misma Iglesia que vive entre las casas de sus
hijos y de sus hijas” (Ch. L., 26), está llamada a vivir la dimensión ministerial
de la Iglesia, de tal modo que poco a poco vaya tomando un rostro de
parroquia ministerial: en primer lugar, porque promueve la vivencia del
servicio como mística parroquial, ya que “la Iglesia es (…) un pueblo de
servidores” (Puebla, 270); en segundo lugar, porque todos sus miembros, en
razón de su consagración bautismal, son servidores, “cada uno según su
papel y carisma propios” (Puebla, 271); en tercer lugar, porque las primera
comunidades que integran la parroquia viven la ministerialidad por medio de
servicios y ministerios que nacen como respuesta a las necesidades de la
realidad; en cuarto lugar, porque la parroquia articula la vida ministerial de
todas las comunidades: barrios, colonias y ranchos.

269. En todas las parroquias de la diócesis somos conscientes que para


DEBEN SER
ANTE TODO
llegar a ser una parroquia ministerial como se ha descrito, se necesita
PASTORES, realizar un proceso en que tenemos que participar activa y
EVANGELIZADO responsablemente sacerdotes, religiosos y seglares. Nos queda, pues, como
RES. un ideal a realizar.

270. Sin embargo, ya se van dando algunos pasos, encaminados a formar


el rostro de parroquia ministerial en las parroquias de nuestra diócesis. Lo
descubrimos en los signos de servicio que se van viviendo en los barrios,
colonias y ranchos de nuestras parroquias y que están descritos en los
números 88-93 del Primer Documento Sinodal Diocesano.

271. Todos esos servicios y algunos ministerios que se van promoviendo y


fortaleciendo desde la base (barrio, colonia, rancho) le van dando vida a la
parroquia porque ayudan a las comunidades a poner en práctica la Palabra
de Dios: la fe se demuestra con obras (ver Sant. 2, 14-17). Los servicios y los
ministerios laicales también están encaminados a tratar de dar solución a las
necesidades de la comunidad, en miras a construir una sociedad nueva y a
hacer presente el Reino de Dios en el mundo; ayudan además, al
crecimiento de la comunidad parroquial mediante el trabajo en equipo, la
ayuda solidaria, la oración, el ambiente fraterno, etc.

272. En nuestra experiencia diocesana, la parroquia va animando la


ministerialidad de las pequeñas comunidades, en primer lugar por el estudio
y reflexión de la Palabra de Dios; por las celebraciones de la Palabra y de la
Eucaristía; en segundo lugar, buscando reforzar la mística de los agentes a
través de retiros, encuentros y celebraciones; en tercer lugar, por medio de la
organización parroquial, promoviendo servicios que respondan a las
necesidades de la evangelización y a las necesidades de tipo social,
convocando a asambleas y consejos, ayudando a realizar intercambios de
experiencias; finalmente, a través de la asesoría, apoyo y acompañamiento
de sacerdotes, seminaristas, religiosas y agentes de pastoral. Ha sido
fundamental la animación y reconocimiento de parte del Señor Obispo.

65
273. La parroquia, cuando busca encaminarse a ser una parroquia
ministerial-solidaria, empieza por promover la participación de sus miembros
laicos y se propone llegar hasta la formación de un verdadero laicado: “la
Iglesia no está verdaderamente formada, no vive plenamente, no es señal
perfecta de Cristo entre los hombres, en tanto no exista y trabaje con la
Jerarquía un laicado propiamente dicho…por ello, ya al tiempo de fundar la
Iglesia hay que atender sobre todo a la constitución de un maduro laicado”
(A. G., 21).

274. La parroquia tiene que promover la participación de los seglares en las


responsabilidades pastorales (ver Ch. L., 26). “los seglares tienen su parte
activa en la vida y en la acción de la Iglesia, como participes del oficio de
Cristo sacerdote, profeta y rey. Su acción dentro de las comunidades de la
Iglesia es tan necesaria, que sin ella el propio apostolado de los pastores no
puede conseguir la mayoría de las veces plenamente su efecto” (A. A., 10).
Es por lo que el mismo Concilio Vaticano II pide el trabajo conjunto de
seglares y pastores: “Acostúmbrense los seglares a trabajar en la parroquia
íntimamente unidos con sus sacerdotes; a presentar a la comunidad de la
Iglesia los problemas propios y del mundo y los asuntos que se refieren a la
salvación de los hombres, para examinarlos y solucionarlos conjuntamente; y
a colaborar según sus posibilidades en todas las iniciativas apostólicas y
misioneras de su familia eclesiástica” (A. A., 10). La razón de todo esto es
que la Iglesia es como un cuerpo organizado en el que Cristo es la Cabeza,
todos los demás somos sus miembros y cada uno, según su servicio,
colabora a su buen funcionamiento (ver 1 Cor. 12,12-27). Por eso, los
seglares, que están en todos los ambientes, deben ser sujetos activos, desde
sus barrios y ranchos, en la vida parroquial; al participar de este modo, se
hacen corresponsables en la misión evangelizadora de la Iglesia en la
parroquia.

275. Al preguntarnos qué hemos hecho en las parroquias para promover la


participación de los seglares, descubrimos que ha sido poco. Lo más común
es invitarlos a participar en algún servicio: grupos de reflexión, catequesis,
jóvenes, salud, cooperativas, etc. al mismo tiempo descubrimos que nos falta
invitar a más gentes, tener asesoría adecuada, constante formación, hacer
los servicios rotativos, etc.

276. En este Sínodo nos preguntamos además sobre lo que estamos


haciendo en las parroquias para llegar a reconocer los servicios ejercidos por
los laicos y conferir o colar los ministerios laicales. Descubrimos que se va
buscando el nacimiento de más servicios en los barrios, colonias y ranchos;
junto con esto se va favoreciendo, aunque es muy poca todavía, la reflexión
sobre servicios reconocidos y ministerios conferidos. Los recursos que más
hemos empleado t que van ayudando al proceso encaminado a reconocer
JESUS AL
SERVICIO DEL ministerios han sido cursos y talleres de capacitación, retiros, reflexiones
REINO. cuaresmales, delegación de algunos servicios. Se ha buscado el
acompañamiento de parte de los asesores.

66
277. En este proceso de acompañamiento para el reconocimiento de los
ministerios laicales hay dificultades. La más común es la no aceptación del
servicio del seglar como corresponsable del caminar de una comunidad; se
le exige que sea casi perfecto, pues se le conocen sus limitaciones. A veces
influyen el machismo, la baja escolaridad de los agentes o el complejo de
inferioridad para desempeñar el ministerio. Otra dificultad es la acumulación
de servicios en pocos agentes. Se ha tratado de superar estas dificultades
buscando comprender el papel del bautizado en la Iglesia (como un derecho
y un deber), tratando de crecer en la capacitación y en el compromiso
comunitario de parte de los agentes. En la práctica se va buscando que la
mujer goce de los mismos derechos que el varón.

278. Descubrimos también que son pocas las parroquias que han
reconocido los servicios y conferido ministerios laicales. En muchas
parroquias no se ha dado esto por varias razones. Las más comunes son
que no se ha promovido su reconocimiento y encomienda; no se ha tomado
conciencia de la necesidad del reconocimiento, por parte de los sacerdotes y
LA IGLESIA AL seglares comprometidos.
SERVICIO DEL
REINO. 279. Para que en nuestras parroquias crezcan en número y calidad los
servicios laicales y para que se llegue a reconocerlos, creemos que tenemos
que impulsar más el trabajo pastoral en los barrios, colonias y ranchos,
animando ahí los diferentes servicios (catequesis, grupos de reflexión de la
Palabra de Dios, organizaciones básicas, jóvenes, consejos y asambleas
CON LA barriales, celebraciones de la Palabra, etc.). además se tiene que reforzar la
FUERZA DEL
ESPIRITU capacitación especifica de los agentes, según el servicio o ministerio que van
SANTO. a ejercer o estén ejerciendo, y la mística de servicio al estilo de Jesús (ver
Puebla 833; S. D., 57 y 60). Junto con esto va a seguir siendo necesario
concientizar a la comunidad para que ella crea en el servicio del laico y lo
sostenga.

280. En este proceso es fundamental el apoyo de los asesores. Lo


importante es que las parroquias y Comunidades Eclesiales de Base se esté
LOS SERVICIOS viviendo el servicio, concientizado en diferentes servicios ejercidos por los
Y MINISTERIOS
EN LA IGLESIA.
laicos, aunque todavía no se les dé el reconocimiento oficial, lo que los
constituiría en ministerios laicales. Pero si es necesario que en algunos
momentos específicos de la comunidad, de parte de los pastores se vayan
delegando responsabilidades a los seglares en una celebración de
reconocimiento o de envío. Para esto se tienen que estudiar bien los criterios
de reconocimiento que da este Sínodo en el Primer Documento sinodal
(números 104-109 y norma 11). Sugerimos por ultimo que se tengan
intercambios de experiencias entre comunidades en las que se vayan
reconociendo servicios y ministerios a los seglares, intercambios que ayuden
LOS
MINISTERIOS a crecer a las mismas comunidades en el proceso de Iglesia ministerial.
NACEN DE LA
VIDA DE LA
IGLESIA. 2. LA PARROQUIA, PROMOTORA DE VOCACIONES

67
281. Otro aspecto de la dimensión ministerial de la parroquia es la Pastoral
Vocacional. La pastoral vocacional es la tarea de la Iglesia “destinada a
cuidar del nacimiento, el discernimiento y el acompañamiento de las
EN LA IGLESIA vocaciones, en especial de las vocaciones al sacerdocio” (P. D. V., 34).
HAY
MINISTERIOS 282. La vocación es el “diálogo entre Dios y el hombre, entre el amor de
ORDENADOS Y
MINISTERIOS
Dios que llama y la libertad del hombre que responde a Dios en el amor” (P.
NO D. V., 36). Dios llama a todos los bautizados a trabajar en la construcción de
ORDENADOS, su Reino, que es la misión de la Iglesia: “la vocación cristiana, en todas sus
EJERCIDOS formas, es un don destinado a la edificación de la Iglesia, al crecimiento del
POR LOS Reino de Dios en el mundo” (P. D.V., 35). Este llamado de Dios, que es
LAICOS.
gratuito, “siempre tiene lugar en la Iglesia y mediante ella” (P. D. V., 35). De
aquí la importancia de seguir creciendo en la vida de Iglesia en cada
parroquia y en cada comunidad pequeña (barrio, colonia, rancho).

283. De un modo especial la parroquia es responsable de la promoción


vocacional entre sus miembros, ya que “toda la comunidad cristiana (…) es
responsable solidariamente del desarrollo vocacional, tanto en su aspecto
fundamental cristiano, la vocación en general, como en sus aspectos
específicos: vocaciones sacerdotal, religiosa y laical” (Med. 13.23).

284. La promoción vocacional, que ha de realizarse permanentemente y en


todas las etapas de la vida de las personas (ver Ch. L., 45-48), tiene una
época privilegiada, la juventud: “el periodo juvenil es periodo privilegiado,
aunque no único, para la opción vocacional. Por ello, toda Pastoral Juvenil
debe ser al mismo tiempo pastoral vocacional” (Puebla, 865). Esto es algo
que no deben ignorar las parroquias.
LOS
MINISTERIOS 285. Por otra parte y como fruto de trabajo pastoral parroquial, las
COLABORAN A vocaciones van naciendo desde el seno de las familias cristianas. “En esta
VIVIR LA
especie de Iglesia domestica los padres deben ser para sus hijos los
COMUNION.
primeros predicadores de la fe, mediante la palabra y el ejemplo, y deben
fomentar la vocación propia de cada uno, pero con cuidado especial la
vocación sagrada” (L. G., 11).
LA DIMENSION
MINISTERIAL DE
LA PARROQUIA,
286. Al preguntarnos por la promoción de la pastoral vocacional, desde la
NUESTRO vida ministerial de las parroquias de nuestra diócesis, descubrimos que es
IDEAL. muy débil. Lo poco que se va haciendo, y no en todas las parroquias, se va
realizando por medio de jornadas vocacionales, encuentros, retiros, etc.; se
apoya a los seminaristas que están en el seminario y a los seminaristas en
familia, a las religiosas, buscando integrarlos en la vida de los barrios y
ranchos para ayudarlos en la vida de los barrios y ranchos para ayudarlos a
madurar en la vocación.

287. Este apoyo a la promoción vocacional se va dando desde los mismos


barrios y ranchos, desde los grupos de base, de adolescentes y jóvenes y en
la catequesis infantil. Todo esto hace sobre todo con ocasión de los
68
preseminarios, del día del Seminario, de los encuentros que tienen los
seminaristas en familia, etc.

288. Somos conscientes de que en las parroquias falta promover más esta
experiencia de pastoral vocacional desde la base (barrios, colonias y
ranchos). Ahí se nota como vacío el trabajo con los adolescentes y jóvenes.
Falta motivar también a las familias desde la experiencia comunitaria para
YA HAY SIGNOS
DE SERVICIO que promuevan, acompañen y apoyen la pastoral de las vocaciones. Por otra
EN NUESTRAS parte, falta fortalecer más el trabajo pastoral en las familias, comunidades y
PARROQUIAS. parroquias, para que de ahí nazcan las vocaciones a la vida consagrada. Y,
así como hay equipos parroquiales que animan a diferentes campos de
trabajo pastoral, en las parroquias falta un equipo que promueva y acompañe
LOS SERVICIOS la pastoral vocacional.
Y MINISTERIOS
LAICALES LE
DAN VIDA A LA
PARROQUIA. 3. LA PARROQUIA, COMUNIDAD FORMADORA DE AGENTES DE
PASTORAL.

289. Los laicos están llamados por el Bautismo y la Confirmación “a crecer,


a madurar continuamente, a dar siempre más fruto” (Ch. L., 57). Por eso “es
LA PARROQUIA necesario la constante promoción del laicado” (Santo Domingo, 97). He aquí
VA ANIMANDO una tarea fundamental de la parroquia. A ella le “corresponde desempeñar
LA
MINISTERIALIDA
una tarea eclesial en la formación más inmediata y personal de los fieles
D DE LAS laicos. (…) la parroquia está llamada a educar a sus miembros en la
COMUNIDADES recepción de la Palabra, en el diálogo litúrgico y personal con Dios, en la vida
ECLESIALES DE de la caridad fraterna, haciendo palpar de un modo más directo y concreto el
BASE. sentido de la comunión eclesial y de la responsabilidad misionera” (Ch. L.,
61).

290. Esta formación de los laicos, que es formación cristiana, “encuentra su


raíz y su fuerza en Dios, el Padre que ama y educa a sus hijos” (Ch. L. 61;
ver Deut. 32, 10-12) y se da “en la Iglesia, en una reciproca comunión y
LA PARROQUIA colaboración de todos sus miembros: sacerdotes, religiosos y fieles laicos”
MINISTERIAL (Ch. L. 61).
EXIGE LA
PARTICIPACION 291. Además de procurar la formación cristiana de todos sus miembros, la
DE UN LAICADO parroquia es responsable de promover y capacitar sus agentes de pastoral.
MADURO.
Por eso el Documento de Medellín dice que “la detección y formación de
líderes deberán ser objeto preferente de la preocupación de párrocos y
Obispos” (15. 11). Lo que se busca con esto es que la misión evangelizadora
que tiene la Iglesia sea realizada con mucha fidelidad y una gran calidad en
LA
cada parroquia.
PARTICIPACION
DE LOS 292. Los Documentos del Magisterio de la Iglesia insisten en que la
SEGLARES ES formación de los laicos debe ser integral: formación espiritual, formación
NECESARIA EN doctrinal, conocimiento de la doctrina social de la Iglesia, crecimiento
LA VIDA personal en los valores humanos, formación apostólica (ver Puebla, 794-799;
69
PARROQUIAL. Ch. L., 60). Se pide la formación integral de los laicos para que puedan vivir
la unidad que les da su ser de miembros de la Iglesia y ciudadanos de la
sociedad humana y para que no haya en ellos “dos vida paralelas: por una
parte, la denominada vida «espiritual», con sus valores y exigencias; y por
otra, la denominada vida «secular», es decir, la vida de la familia, del trabajo,
de las relaciones sociales, del compromiso político y de la cultura” (Ch. L.,
59).

293. Al preguntarnos por la experiencia de capacitación de los agentes de


pastoral en las parroquias de las diócesis, descubrimos que se va buscando
la capacitación especifica en cada unos de los servicios comunitarios:
catequesis infantil y pre-sacramental, jóvenes, celebradores, campesinos,
coordinadores, salud y nutrición, cooperativas, etc. cada campo de trabajo se
organiza para dar esta capacitación según sus necesidades, la cual se hace
principalmente por medio de cursos, talleres, folletos, intercambios de
experiencias.
LO QUE HEMOS
HECHO Y LO 294. En el proceso pastoral de las parroquias de va dando también una
QUE NOS capacitación más amplia, buscando que ésta responda a necesidades
FALTA PARA comunes de los agentes de los diferentes campos de pastoral-, se busca
PROMOVER también que refuerce la vida de la Iglesia, tanto en la base (barrios, colonias
LOS LAICOS.
y ranchos) como en la parroquia, y el compromiso de los agentes. Esta
capacitación la hemos recibido en los cursos de Pueblo Nuevo, Procala
(Proyecto de capacitación Laical), Sínodo, talleres sobre política. La
PROCESO parroquia apoya esta capacitación por medio del servicio de la asesoría, que
ENCAMINADO
AL
en esto ha sido fundamental.
RECONOCIMIEN
TO DE LOS 295. En base a la experiencia y a los Documentos del Magisterio de la
MINISTERIOS Iglesia descubrimos que es importante y necesaria la capacitación laical,
LAICALES. sobre todo la que se proporcione a los agentes de pastoral. Si no hay
capacitación no se pueden llevar adelante ni con calidad las demás
actividades de la vida parroquial. A esta capacitación nos ha ayudado de un
modo especial el Procala, porque durante el estudio hemos ido
profundizando en la Biblia, la Teología, los Documentos del Magisterio de la
Iglesia, la sociología y la Religiosidad Popular. Además de esto, el Procala
DIFICULTADES ha sido alimento para nosotros ya que nos ha servido para concientizarnos y
PARA QUE SE dar un mejor servicio en la comunidad, para dar razón del trabajo que
DE EL realizamos, para fundamentar nuestra fe, para no dejarnos engañar por los
RECONOCIMIEN hermanos separados. Sin embargo, el Procala no se está llevando en
TO.
algunas parroquias y en otras está siendo muy débil. Esto se debe a varias
razones. Las más comunes son: la falta de tiempo de los agentes seglares
por tener muchas actividades en la vida parroquial; la falta de asesoría y
acompañamiento continuos, no se le ha dado la importancia que tiene el
Procala, sobre todo de parte de los sacerdotes.

296. En la capacitación laical constatamos limitaciones y vacíos que, al


mismo tiempo, son retos para las parroquias: la capacitación no ha sido
permanente; son pocos los agentes que se capacitan y muchas veces no se
capacita a los agentes en relación al servicio que están prestando; es aún
70
poca la capacitación específica de los que dan las pláticas pre-
sacramentales, de los celebradores de la Palabra y de los ministros de la
Comunión; falta promover más el Procala.

4. LA REFLEXION DE FE.
ACTIVIDADES
PARA QUE EN
LAS
297. Junto con la capacitación, ayudados de ésta, los agentes de pastoral
PARROQUIAS
NAZCAN, tenemos que crecer y madurar en la reflexión de fe.
CREZCAN Y
MEDUREN LOS 298. Cuando hablamos de reflexión de fe, nos referimos a una práctica de
SERVICIOS nuestra vida cristiana que consiste en relacionar nuestra vida con nuestra fe.
LAICALES. Confrontamos lo que pensamos, lo que hacemos, las actitudes usuales en
nosotros, lo sentimientos que manifestamos, con lo que creemos. Partimos
de nuestra vida y nos preguntamos si toda ella está en consonancia con
nuestra fe en un Dios que es Padre bueno y que tiene un plan de salvación
para nosotros y que lo ha realizado por medio de su Hijo Jesucristo.

299. La reflexión de fe es una ayuda para la vivencia de la fe, que ha de ser


profunda tanto en los sacerdotes como en los religiosos y seglares: “entre
todas las exigencias de esta espiritualidad ninguna es superior ni más
necesaria que la de una profunda y permanente vida de fe” (Med. 11. 20),
que lleve al encuentro con los hermanos en el servicio y al encuentro con
Dios en la oración.

300. La reflexión de fe, cuando se hace parte de la vida y de la mística


parroquiales, sobre todo en los agentes de pastoral, ayuda a realizar con
mayor fidelidad la misión evangelizadora de la Iglesia: “La Nueva
Evangelización exige una renovada espiritualidad que, iluminada por la fe
que se proclama, anime, con la sabiduría de Dios, la auténtica promoción
humana y sea el fermento de una cultura cristiana” (S. D., 45).

301. El Reino de Dios es la referencia última de nuestra reflexión de fe.


Esto quiere decir que todo lo que hagamos o pensemos lo debemos
confrontar con la meta final que, como Iglesia, queremos alcanzar: la
LA PASTORAL construcción del Reino de Dios.
VOCACIONAL
ES TAREA DE
302. Cuando hacemos reflexión de fe, descubrimos que ésta nos lleva a
LA PARROQUIA.
orar a Dios (alabarlo, pedirle perdón, suplicarle, ofrecerle, darle gracias), nos
hace crecer en la unión con Cristo, ya que sin él nada podemos hacer (ver
Jn. 15,15), y nos mantiene en la fidelidad al Espíritu Santo. Con la reflexión
de fe nos ayudamos a hacer teología, a darle sentido al trabajo que
realizamos, a fortalecer y mantener nuestra vida de fe.

303. En base a nuestra experiencia sostenemos que es importante hacer


continuamente reflexión de fe en la parroquia porque nos ayuda a estar
atentos a los acontecimientos de la comunidad, para descubrir ahí la

71
presencia de Dios; porque nos ayuda a confrontar nuestra vida con la fe y
descubrimos qué tanto estamos siendo coherentes en el anuncio del Reino
de Dios; porque nos permite descubrir si estamos cumpliendo la voluntad de
Dios; porque nos impulsa a crecer en el amor a Dios y a los demás; porque
alienta la vida y esperanza de las comunidades.

304. Es un reto para nuestras parroquias hacer reflexión de fe


permanentemente. Para esto vemos que es urgente, primero, que en las
parroquias clarifiquemos lo que es la reflexión de fe, en qué momentos y
cómo debemos hacerla; en segundo lugar, que profundicemos más en el
estudio de la Biblia y en la investigación y análisis de la realidad; y, en tercer
lugar, que promovamos más la reflexión de fe en los grupo de base, de
catequesis, jóvenes, campesinos, salud, vivienda, en los consejos
comunitarios, en los retiros, evaluaciones del trabajo, intercambios de
experiencias, etc., de tal manera que llegue a ser parte de la mística
parroquial.

PAPEL DE LAS 5. LA PARROQUIA, COMUNIDAD MINISTERIAL (Exigencias para los


FAMILIAS EN EL Presbíteros).
NACIMIENTO DE
LAS 305. En la experiencia eclesial de nuestra Diócesis se va buscando vivir,
VOCACIONES.
como característica propia, la ministerialidad, de tal modo que cada parroquia
llegue a ser una comunidad ministerial. Esto plantea varias exigencias para
las Presbíteros, que son los pastores y la cabeza en la vida de las
ES MUY DEBIL comunidades parroquiales.
LA PROMOCION
DE LA
PASTORAL
A) UN CLARO PROYECTO DE IGLESIA SERVIDORA.
VOCACIONAL
EN LAS 306. Al Presbítero se le exige tomar conciencia de que la Iglesia por
PARROQUIAS. esencia está al servicio del Reino, de que la construcción del Reino de Dios
es su proyecto y su razón de ser. Se le exige tomar conciencia de que la
Parroquia, como Iglesia, debe ser una comunidad ministerial: “La Iglesia, o
ASI SE VA es servidora -ministerial- o no es Iglesia”. Se le exige, además, tomar
DANDO APOYO conciencia de que él mismo es servidor en las parroquias y que debe ser al
A LA estilo de Jesús, que no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida en
PROMOCION rescate por todos” (Mt. 20, 28). Se le exige tomar conciencia de que los
VOCACIONAL.
seglares, por su consagración bautismal, son servidores en la comunidad y
de que su tarea como pastor es colaborar en la formación de una laicado
maduro (A. G., 21). El Presbítero ha de tener muy claro este proyecto de
Iglesia Servidora, ha de hacerlo suyo y de integrarlo en su proyecto de vida
LO QUE NOS como sacerdote, lo cual llevará a quererlo, a buscar vivirlo y a defenderlo.
FALTA.
B) UNA MISTICA DE SERVICIO AL ESTILO DE JESUS.

307. El proyecto de Iglesia servidora le exige al Presbítero ser el Primer


servidor en la comunidad, pues para eso fue consagrado. Se le exige, por lo
tanto, una mística de servicio en su vida y su ministerio sacerdotal; que dé
72
testimonio de servicio desinteresado, al estilo de Jesús, el Buen Pastor que
da la vida por sus ovejas (ver Jn. 10, 11). Se le exige que viva su vocación
sacerdotal con alegría, con entrega, con sencillez, con paciencia. Se le exige
buscar siempre una mayor presencia e inserción en la vida de las
comunidades (barrios, colonias, ranchos) a las que sirve. Se le exige
escuchar y asumir el clamor que brota desde el sufrimiento de los pobres (ver
Ex. 3, 7).

C) EL PRINCIPAL PROMOTOR DE LA MINISTERIALIDAD PARROQUIAL.

308. La Parroquia, comunidad ministerial, exige del Presbítero, por razón


de su ministerio, que sea sacramento de servicio. Por eso, además del
LA PROMOCION
Y FORMACION testimonio personal de servicio, al presbítero se le exige promover a los
DE LOS LAICOS seglares para que vivan el servicio en sus comunidades; lo que significa
ES TAREA DE descubrir, invitar, acompañar y reconocer seglares para que desempeñen los
LA PARROQUIA. servicios y ministerios laicales, para que se dé así la corresponsabilidad en la
construcción de la comunión eclesial. Se le exige también animar y
acompañar el proceso de ministerialidad que, con el nacimiento y
fortalecimiento de servicios y ministerios laicales, se vaya viviendo en los
barrios y ranchos de la parroquia. Se le exige ayudar a los cristianos a
descubrir y clarificar su propia vocación; a colaborar al crecimiento de las
vocaciones en la parroquia, de un modo especial las vocaciones a la vida
consagrada. Se le exige la apertura y el diálogo con personas que
promueven otros servicios que, aún fuera de la Iglesia, están encaminados a
la promoción humana.

D) GARANTIZAR LA CAPACITACION PARA MEJOR EN EL SERVICIO.

LA FORMACION
DE LOS LAICOS 309. La vivencia del servicio en la parroquia exige una continua y cada vez
ESTA más profunda capacitación, sobre todo si se quiere que el servicio en
ENCAMINADA A general, y los servicios y ministerios en particular, sean de mayor calidad.
HACER Esto exige al Presbítero buscar permanentemente la capacitación y la
CRECER LA
IGLESIA. profunda reflexión de fe, tanto de él como de los seglares, sobre todo de los
agentes de pastoral. Le exige, además, concientizar continuamente a los
miembros de la Parroquia de que todos, por el Bautismo y la Confirmación,
somos llamados a trabajar en el servicio a la Iglesia y en el servicio que ésta
LA FORMACION
DE LOS LACIOS
ha de dar en la sociedad y el mundo.
DEBE SER
INTEGRAL.

2.5. LA PARROQUIA, COMUNIDAD QUE CELEBRA LA SALVACION


73
LA DESDE LA VIDA DEL PUEBLO.
CAPACITACION
ESPECIFICA.

LA PARROQUIA COMUNIDAD QUE CELEBRA LA SALVACION DESDE


LA VIDA DEL PUEBLO.

310. Esta parte de nuestro segundo documento sinodal se refiere a la


MEDITACION LITURGICA, o sea, a la CELEBRACION.
LA
CAPACITACION Ya en el Antiguo Testamento, el pueblo israelita celebraba en sus fiestas las
GENERAL.
grandes hazañas realizadas por Yavé en favor suyo. El pueblo tenia sus
ritos, sus sacrificios, sus ofrendas culturales.

Sin embargo, el culto del pueblo elegido, alcanza su real plenitud en la


Iglesia, nuevo pueblo de Dios convocado por Cristo en la fuerza del Espíritu.

Nuestro apartado tendrá, pues, cuatro puntos: 1) Celebración de la salvación


en la vida de la comunidad…2) Los sacramentos…3) El domingo, día del
EL PROCALA Señor…4) La religiosidad popular.

311. Al referirnos en este apartado a la Iglesia como comunidad que


celebra la salvación desde la vida del pueblo, nos estamos moviendo en una
dimensión sacramental, pues “el hombre es un ser sacramental, a nivel
religioso expresa sus relaciones con Dios, en conjunto de signos y símbolos;
Dios, igualmente, los utiliza cuando se comunica con los hombres. Toda la
creación es, en cierto modo, sacramento de Dios porque nos lo revela” (DP.
920).

Sin embargo, muchas veces el hombre no ha sabido reconocer en la


hermosura de la creación a su propio Hacedor: “Sí, vanos por naturaleza
todos los hombres que ignoraron a Dios y no fueron capaces de conocer por
los bienes visibles a Aquel-que-es, ni, atendiendo a las obras, reconociendo
al Artífice” (Sab. 13, 1).

312. “En la liturgia se hace presente hoy Cristo Salvador” (SD, 35), pues la
obra de la redención humana, preparada por las maravillas que Dios obró en
el pueblo de la antigua alianza, Cristo la realizó principalmente por el misterio
pascual de su bienaventurada pasión, resurrección (Cfr. SC, 5). Y de esta
VACIOS Y forma, Cristo, “imagen de Dios invisible” (Col. 1, 15) “es el sacramento
LIMITACIONES
EN LA primordial y radical del Padre: el que me ha visto a Mí, ha visto al Padre” (Jn.
CAPACITACION. 14, 9) (DP, 921).

313. Por su parte, la Iglesia, es “Sacramento de Cristo para comunicar a los


hombres la vida nueva” (DP 922): “porque Cristo, levantado en lo alto sobre
la tierra, atrajo hacia sí a todos los hombres (Jn. 12, 32); resucitado de entre
los muertos (Rom. 6, 9) envió a su espíritu vivificador sobre los discípulos y
por El constituyó a su Cuerpo que es la Iglesia, como sacramento universal
74
de salvación” (LG 48).

314. “Consumada la obrar que el Padre confió al Hijo en la tierra (Jn. 17,
4), fue enviado el Espíritu Santo en el día de Pentecostés para que
indeficientemente santificaran a la Iglesia, y de esta forma los que creen en
Cristo pudieran acercarse al Padre en un mismo espíritu (Ef. 2, 18)…Así se
manifiesta toda la Iglesia como “una muchedumbre reunida por la unidad del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
LO QUE ES LA
REFLEXION DE 1. CELEBRACION DE LA SALVACION EN LA VIDA DE LA COMUNIDAD.
FE.

315. “La liturgia como acción de Cristo y de la Iglesia es el ejercicio del


sacerdocio en Jesucristo; es cumbre y fuente de la vida eclesial. Es
encuentro con Dios y los hombres, banquete y sacrificio, realizado en la
Eucaristía; fiesta de comunión eclesial, en la cual el Señor Jesús, por su
ministerio pascual asume y libera al pueblo de Dios y por él a toda la
IMPORTANCIA humanidad cuya historia es convertida en historia salvífica para reconciliar a
DE LA
REFLEXION DE
los hombres entre sí y con Dios, la liturgia es también fuerza en el peregrinar,
FE. a fin de llevar a cabo, mediante el compromiso transformador de la vida, la
realización plena del Reino, según el plan de Dios” (DP. 918).

316. “La parroquia tiene la misión de evangelizar, de celebrar la liturgia, de


impulsar la promoción humana, de adelantar la inculturación de la fe en las
familias, en las CEBs, en los grupos y movimientos apostólicos y, a través de
todos ellos, a la sociedad” (SD, 58).

Es en esta línea que nuestras parroquias van animando a que los barrios y
ranchos celebren su vida comunitaria, que tiene como culmen la Eucaristía
(Vat. II, SC, 42). En el esfuerzo de ser Iglesia en los barrios y ranchos, vamos
aprendiendo a celebrar los acontecimientos, los gozos y esperanzas, las
LA REFERENCIA penas y las tristezas: el nacimiento, la enfermedad, la muerte, los logros en
ES EL REINO. luchas, los aniversarios, las fiestas patronales, etc.

317. El Concilio Vaticano II ha señalado la gran importancia que tiene para


la Iglesia celebrar el misterio de la salvación: “La santa Madre Iglesia
considera deber suyo celebrar con sagrado recuerdo, en días determinados
FRUTOS DE LA
REFLEXION DE
del año, la obra salvífica de su divino Esposo”…”en el ciclo del año desarrolla
FE. todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación y la Navidad hasta la
Ascención, Pentecostés y la expectativa de la dichosa esperanza del circulo
anual de los misterios de Cristo, la santa Iglesia venera con amor especial a
la bienaventurada Madre de Dios, la Virgen María, unida con lazo indisoluble
a la obra salvífica de su Hijo”…”Además, la Iglesia introdujo el recuerdo de
IMPORTANCIA los mártires y los demás santos que, llegados a la perfección por la
DE LA multiforme gracia de Dios y habiendo ya alcanzado la salvación eterna,
REFLEXION DE cantan la perfecta alabanza a Dios en el cielo e interceden por
FE EN LA
PARROQUIA.
nosotros”…”en diversos tiempos del año, la Iglesia completa la formación de
los fieles por medio de ejercicios de piedad espirituales y corporales, de la
instrucción, de la plegaria y las obras de penitencia y misericordia” (SC, 102-
75
105).

318. Al acercarnos a la vida de las parroquias, nos encontramos que la


ES URGENTE mayoría de ellas van animando y acompañando la celebración de los
LA momentos fuertes de la vida cristiana en los barrios y ranchos (Navidad,
CAPACITACION Cuaresma, Semana Santa, Pascua, etc.). se elaboran guías de celebración y
Y VIVENCIA DE materiales de reflexión, se promueven y capacitan celebradores y se
LA REFLEXION
DE FE COMO
favorece el intercambio de experiencias.
MISTICA
PARROQUIAL. La celebración y la oración en los momentos fuertes del año litúrgico, vividos
desde los barrios y ranchos de la parroquia, nos van fortaleciendo en el
compromiso de ir haciendo la Iglesia en la base, nos motiva a seguir
trabajando en bien de la comunidad, nos ayuda a descubrir la voluntad de
Dios, a fortalecer la mística de trabajo y de servicio, a dar testimonio, a
sostenernos en las necesidades, a ser fermento en la comunidad y a
continuar la tarea evangelizadora que Jesús nos dejó para construir el Reino.

319. SIN EMBARGO, AL REVISAR LA VIDA de las parroquias, hemos


encontrado todavía vacíos y obstáculos en cuanto a la celebración. Hay
parroquias donde no se acompañan las celebraciones de los barrios debido a
que: 1) No estamos acostumbrados a celebrar los acontecimientos del barrio-
ranchos. 2) Nos ha faltado iniciativa tanto a los grupos como a los
sacerdotes, 3) No hemos promovido con decisión a los celebradores. Se da
también la rutina de algunos sacerdotes, la flojera para preparar las
celebraciones y la falta de formación litúrgica tanto en sacerdotes como en
laicos.

320. Tomando muy en cuenta los avances en cuanto a la celebración de la


salvación en la vida comunitaria, hay que “desarrollar un estilo de celebración
de la liturgia que integre la vida de los hombres en una honda y respetuosa
experiencia del insondable misterio divino de riqueza inefable (SD, 156),
pues la celebración no puede ser algo separado o paralelo a la vida (Cfr. 1
Pe 1, 15)… es especialmente por la liturgia como el evangelio penetra en el
corazón mismo de las culturas” (SD, 35).

Al concreto que debemos impulsar es una seria formación de equipos de


liturgia en las comunidades.

2. CELEBRACION DE LOS SACRAMENTOS.

321. Los sacramentos, como sabemos, son signos sensibles de la gracia


de Dios comunicada a sus hijos por medio de Cristo y de su Espíritu, para
santificarlos y fortalecerlos en la instauración de un orden nuevo de acuerdo
a la voluntad divina. Estos signos los realiza y celebra la Iglesia, como
portadora de la gracia, como sacramento de Cristo. Ella se hace presente ahí
donde Cristo y su gracia llegan.

“Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la


76
edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios; pero, en
cuanto signos, también tienen un fin pedagógico. No sólo suponen la fe, sino
que a la vez la alimentan, la robustecen y la expresan por medio de palabras
y cosas; por esto se llaman sacramentos de la fe” (SC, 59).

La Iglesia, “por la palabras de la predicación y por la celebración de los


sacramentos, cuyo centro y cumbre es la Sagrada Eucaristía, hace presente
a Cristo, autor de la salvación” (AG, 9; DP, 923).

322. Las parroquias de nuestra diócesis van animando la preparación y


celebración de los sacramentos en los barrios y ranchos, dentro del proceso
de CEB. De esta maneta nos hemos venido concientizando sobre la
importancia de la preparación, la necesidad de formar y capacitar equipos,
así como favoreciendo el intercambio de experiencias y la convivencia con
sentido comunitario en los barrios y ranchos.

323. Frente a la tendencia siempre presente de “una pastoral de


conservación, basada en una sacramentalización con poco énfasis en una
previa evangelización” (Medellín, Past. Popular, 1), los pastores tienen una
seria responsabilidad en cuanto a la preparación de quienes van a recibir los
sacramentos (Cfr. CIC, 843). Por esto, señalaremos a continuación algunos
criterios que en general ya se están viviendo en nuestra diócesis:

324. Para recibir el sacramento del bautismo, que es el nacimiento a la vida


divina y la incorporación a Cristo y a su Iglesia, se les pide a los papás y
padrinos su participación en las pláticas. Ahí se les ayuda a comprender
mejor el significado del bautismo como incorporación a Cristo y a la Iglesia,
así como el compromiso de dar un testimonio de vida comunitaria.

325. Para la Primera Comunión, fuente y cima de toda la vida cristiana, los
niños deben realizar las tres primeras etapas de la catequesis. Se busca no
sólo que aprendan las cosas de memoria, sino sobre todo que vayan
aprendiendo a vivir como Jesús en la comunidad. Los papás y padrinos
también son convocados a participar en una serie de reuniones donde ellos
mismo se van evangelizando y se dan cuenta del avance de sus hijos o
ahijados. También en esas reuniones se prepara la celebración del
sacramento, que ya comienza a realizarse en los barrios y ranchos.

326. Por el sacramento de la confirmación, los fieles se vinculan más


estrechamente a la Iglesia, se enriquecen con una fortaleza especial del
Espíritu Santo, y así s obligan con mayor compromiso a difundir y defender la
fe con su palabra y sus obras como verdaderos testigos de Cristo (LG, 11).

Para este sacramento, en nuestras parroquias, se pide a los adolescentes


(de 12 a 14 años) que realicen la cuarta etapa de la catequesis en proceso.
Esta etapa ya se va tomando más en serio y se vive con empeño y
entusiasmo por los mismos muchachos. Además de los temas de catequesis,
que ellos mismos preparan y coordinan, realizan algunos trabajos en común

77
y se van preparando para dar algún servicio a su barrio o rancho.

Desgraciadamente, por falta de sentido pastoral de algunos sacerdotes,


todavía se confirman muchachos muy chicos (de ocho o diez años) que no
han vivido una suficiente y continuada catequesis.

327. Este sacramento, donde se manifiesta la misericordia infinita de Dios y


se vive en una verdadera reconciliación con El y con la Iglesia (LG., 11), se
realiza generalmente en forma tradicional, excepto en los niños que van a
hacer su primera comunión, donde se realizan celebraciones penitenciales
creativas que ponen de manifiesto, además de la dimensión personal,
también la dimensión comunitaria del sacramento.

Se ve, pues, muy necesario que en las parroquias se promuevan más las
celebraciones penitenciales y se busquen caminos para revalorar en
nuestras comunidades la importancia de este sacramento-fiesta del perdón.

328. La Iglesia encomienda al Señor paciente y glorificado a los que sufren,


con la sagrada unción de los enfermos y con la oración comunitaria para que
los alivie y los salve y los exhorta a unirse a la pasión redentora de Cristo
Jesús (Cfr. LG, 11).

En algunas parroquias que tienen organizado el servicio a los enfermos, ya


se le va dando un sentido más comunitario al sacramento de una Unción.
Además, junto con el sacramento, se va organizando en el barrio o rancho la
manera de atender integralmente a los enfermos de acuerdo a sus
necesidades.
LA CREACION,
SACRAMENTO
DE DIOS. Sería muy conveniente que en nuestras parroquias se vayan articulando los
grupos de salud con esta pastoral de enfermos, para lograr que el
sacramento de la Unción se viva con un sentido verdaderamente
comunitario.

329. En cuanto al sacramento del matrimonio, por el que los conyuges


manifiestan y participan del misterio de la unidad y del fecundo amor entre
Cristo y la Iglesia (Ef. 5, 32), se les pide a los novios que participen en una
serie de pláticas que son coordinadas generalmente por matrimonios.

Constatamos que frecuentemente se le da a este sacramento, por parte de


los fieles, un sentido de ceremonia social. En ocasiones se utiliza estas
celebraciones para lucir modas. Además, con la presencia de las cámaras
CRISTO
fotografías y de video, las celebraciones se ven entorpecidas con el riesgo de
SACRAMENTO desvirtuar el sacramento mismo.
DEL PADRE.
330. Vemos con alegría que el número de pláticas de preparación a los
sacramentos ha venido de menos a más, y se van realizando con mayor
conciencia y aceptación.

Sin embargo, todavía hay sacerdotes que por amistad o compadrazgos, no


78
realizan ni exigen a los fieles la debida preparación para la recepción de los
sacramentos.
LA IGLESIA,
SACRAMENTO
DE CRISTO. Por otra parte, se ve necesario unificar criterios y aclarar canónica y
pastoralmente a quiénes no se deben conferir sacramentos. Este problema
se da sobre todo en torno al sacramento del bautismo. Y también se da una
diversidad de criterios para admitir o no a personas que quieren ser padrinos
en algún sacramento.

331. Preparando y celebrando los sacramentos en los barrios y ranchos


CON vamos aprendiendo a celebrarlo en la comunidad natural y se va dando el
DIMENSION proceso de descentralización parroquial. Ayudan también a ir madurando el
TRINITARIA.
proceso de Comunidad Eclesial de Base y a entender en la práctica que “las
acciones litúrgicas no son acciones privadas, sino celebraciones de la
Iglesia, que es sacramento de unidad” (Sc. 26).

Con este mismo espíritu del Concilio Vaticano II, hablaron nuestro obispos
latinoamericanos en Medellín: hay que “hacer que nuestra predicación,
catequesis y liturgia tengan en cuenta la dimensión social y comunitaria del
cristianismo, formando hombres comprometidos en la construcción de un
ESTO ES LA mundo de paz” (Medellín, Paz, 24).
LITURGIA.
332. La segunda asamblea sinodal diocesana hizo las siguientes
propuestas pastorales, con él ánimo de que siga madurando la preparación y
la celebración de los sacramentos en los barrios y ranchos: 1) Iniciar un
proceso en donde el mismo barrio o rancho vaya comprometiendo a quienes
quieren a celebrar un sacramento; 2) Unificar criterios en cuanto a la
preparación; 3) Capacitar permanentemente equipos de agentes y preparar
materiales que ayuden a la capacitación; 4) Buscar el apoyo de los
sacerdotes a este proceso de preparación y celebración de los sacramentos;
LA PARROQUIA,
5) Preparar bien las celebraciones para que sean alegres, festivas y
CELEBRA LA evangelizadoras.
VIDA
COMUNITARIA.
3. EL DOMINGO :DIA DEL SEÑOR

333. La parroquia, como comunidad de comunidades, que celebra la


salvación como obra de Cristo, el Señor, encuentra un día especial de
convocación comunitaria en el domingo, que es considera como “el
fundamento y el núcleo de todo el año litúrgico” (SC; 106).

334. En el Apocalipsis habla Juan del “día señorial” diez dominica (Ap. 1,
10) durante el cual tuvo él su visión. Hablar del domingo, es hablar del
EN EL RITMO
DEL AÑO “primer día de la semana” (1 Cor. 16, 2; Hch. 20,7), el día siguiente al
LITURGICO. sábado, en el que los cristianos conmemoramos un acontecimiento histórico,
el día de pascua, según la puntualización que se expresará a comienzos del
siglo II.

El domingo recuerda, en efecto, la victoria del Señor en el gran día de la


79
resurrección. Por esto, “la Iglesia, por una tradición apostólica que trae su
origen del mismo día de la resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual
cada ocho días, en el día que es llamado con razón “día del Señor” o
domingo. En este día, los files deben reunirse a fin de que, escuchando la
Palabra de Dios y participando en la Eucaristía, recuerden la pasión, la
resurrección y la gloria del Señor Jesús y den gracias a Dios, que los hizo
renacer a la viva esperanza por la resurrección de Jesucristo de entre los
muertos (1 Pe. 1, 3)” (SC; 106).

El domingo, pues, como “día del Señor”, tiene un carácter cultural, es la fiesta
primordial del a intervención de Dios en la historia, y es al mismo tiempo, la
actualización de la parusía, pues el Señor ya vino, viene sin cesar y vendrá
LAS
CELEBRACIONE para juzgar al mundo.
S FORTALECEN
LA VIDA 335. En el Primer Documento Sinodal (Nos 149-159) se ha recogido la
CRISTIANA. experiencia que se va dando en los barrios y ranchos en cuanto a las
celebraciones de la Palabra en general y también en cuanto a las
celebraciones de la Palabra Dominicales consideradas como celebraciones
de la Cena del Señor Jesús. Ahí se constata que: “son pocos aún los barrios
y ranchos en donde hay celebraciones de la Palabra dominicales que
retomen la vida del la comunidad” (No. 149). Pero al mismo tiempo se
manifiesta la esperanza de que “poco a poco y siendo constantes, se logrará
que se vaya aceptando la celebración de la Palabra dominical, donde toda la
gente se sienta parte de ella y nos ayude a vivir como las Primera
Comunidades Cristianas” (No. 153).

336. En el domingo, “día del Señor”, ocupa un lugar central la celebración


de la eucaristía. Por esto, en nuestras parroquias, debemos procurar “que los
VACIOS Y cristianos no asistan a este misterio de fe como extraños y mudos
OBSTACULOS. espectadores, sino que, comprendiéndolo a través de los ritos y oraciones
participen consciente, piadosa y activamente en la acción sagrada, sean
instruidos en la Palabra del Dios, se fortalezcan en la mesa del Señor, den
gracias a Dios, aprendan a ofrecerse a así mismos al ofrecer la hostia
inmaculada no sólo por manos del sacerdote, sino juntamente con él…” (SC,
48).

CAMINO A “La parroquia está fundada sobre una realidad teológica porque ella es una
SEGUIR. comunidad eucarística” (SD, 58). Por esto, “hay que trabajar para que
fortalezca el sentido comunitario parroquial, sobre todo en la celebración
común de la misa dominical”, pues la resurrección de Cristo, es “sacramento
de piedad, signo de unidad vinculo de caridad” (SC, 42,47). Por todo esto,
hay que “procurar… que todo el quehacer temporal adquiera su pleno
sentido de liturgia espiritual, incorporándolo vitalmente a la celebración de la
eucaristía” (Medellín, Sacerdotes, 18).

337. En la celebración del domingo como Día del Señor, se dan algunos
vacíos y problemas: 1) En muchas parroquias no se preparan las
celebraciones de la misa dominical…2) Todavía no se crean en todas las
80
parroquias equipos de liturgia que con una buena capacitación promuevan la
participación de todos los fieles cristianos…3) Todavía se realizan
celebraciones de matrimonio y otras ceremonias; 15 años, bodas de plata, de
oro matrimoniales, en el día domingo, desplazando el sentido litúrgico central
del día del Señor…etc.
QUE SON LOS
SACRAMENTOS 4. LA RELIGIOSIDAD POPULAR
.

Hasta aquí, hemos venido hablando de la liturgia oficial de la Iglesia o


religiosidad oficial. A continuación vamos a referirnos a la religiosidad popular
que tiene hoy por hoy una grande influencia en la vida de nuestros pueblos.

338. “Por religión del pueblo, religiosidad popular o piedad popular,


entendemos el conjunto de hondas creencias selladas por Dios, de las
actitudes básicas que de esas convecciones derivan y las expresiones que
las manifiestan. Se trata de la forma o de la existencia cultural que la religión
adopta en un pueblo determinado. La religión del pueblo latinoamericano, en
su forma cultural más característica, es expresión de la fe católica. Es un
catolicismo popular” (DP, 444).

339. A lo largo y ancho de nuestra diócesis abundan las manifestaciones de


CELEBRAR LOS
SACRAMENTOS
esta religiosidad popular que acabamos de describir. Ya en el primer
NOS LLEVA A documento sinodal (Nos. 124-127), se mencionan algunos de ellas. Estas
VIVIR EL manifestaciones giran entorno a imágenes de Cristo, de la Sma. Virgen
COMPROMISO María, de la Cruces. Ahí, sobre todo en las festividades, de nuestro pueblo
EN LA canta, hace procesiones, danzan, cumple mandas, ora y celebra al Dios de la
COMUNIDAD.
vida.

340. Una de las características más importantes de la R. P., es su gran


ALGUNOS capacidad para convocar a la masa del pueblo: “la religión del pueblo tiene la
CRITERIOS capacidad de congregar multitudes…allí el mensaje evangélico tiene
NACIDOS DE LA
PRAXIS. oportunidad, no siempre aprovechada pastoralmente, de llegar “ al corazón
de las masas” (EN, 57; DP, 449).

341. La religiosidad popular que se vive en nuestras comunidades tiene dos


valores fundamentales: 1) Cuenta con su propia organización popular para
BAUTISMO. designar sus cargos y responsabilidades…2) Tiene en gran aprecio la
convivencia y el compartir comida, música, agua fresca, etc.

342. Otra característica básica de la RP es que ésta pertenece


preferentemente a los pobres: “Esta religión del pueblo, es vivida
preferentemente por los “pobres y sencillos” (EN, 48), pero abarca a todos
los sectores sociales” (DP, 447).
PRIMERA
COMUNION. 343. “La religiosidad popular es una expresión privilegiada de la
inculturación de la fe. No se trata sólo de expresiones religiosas, sino de
valores, criterios, conductas y actitudes que nacen del dogma católico y
constituyen la sabiduría de nuestro pueblo formado su matriz cultural” (SD;
81
36).

344. Pero no todo es positivo en la religiosidad popular. Desde nuestra


visión, descubrimos varias limitaciones: 1) Aparece un aspecto mágico de la
fe…2) Se consumen bebidas embriagantes…3) Se da una especie de
CONFIRMACION competencia y exhibicionismos…4) Los que participan en la religiosidad
. normalmente no participan en el proceso de pastoral parroquial…, etc.

345. Al recatar las experiencias de las parroquias de nuestra diócesis,


descubrimos que poco a poco nos vamos interesando más por conocer,
respetar, valorar y acompañar la religiosidad popular en nuestras
comunidades. Sin embargo, es necesario seguir tomando actitudes nuevas
para “aprender cada vez mejor a acompañar con actitudes pastorales la
religiosidad popular” (SD, 36).

Nos falta todavía conocer más a fondo las tradiciones de nuestros pueblos,
sus ritos y sus símbolos que son expresión de fe. Discernir sus valores y
también sus limitaciones, pues “frecuentemente la religiosidad popular, a
pesar de sus inmensos valores, no está purificada de elementos ajenos a la
fe cristiana ni lleva siempre a la adhesión personal a Cristo muerto y
resucitado” (SD; 39).

RECONCILIACIO 346. Para que la religiosidad popular siga ofreciendo elementos de vitalidad
N. cristiana, nuestras parroquias deben buscar la manera de “que se impregnen
las manifestaciones populares, como romerías, peregrinaciones, devociones
diversas, de la palabra evangélica. Que se revisen muchas de las
devociones de los santos para que no sean tomadas sólo como intercesores,
sino también como modelos de vida a imitación de Cristo” (Medellín, Pastoral
Popular, 12), pues el respeto a la religiosidad popular “no significa aceptación
e inmovilismo, sino llamado repetido a una vivencia más plena del evangelio,
y a una conversión reiterada” (Ibid…15).

En esta tarea, tienen un papel muy importante los sacerdotes, así como los
UNCION DE LOS consejos barriales y parroquiales.
ENFERMOS.
4.1 LAS FIESTAS PATRONALES

347. Dentro de este apartado de la vida litúrgica de nuestras parroquias,


ocupan un lugar especial las fiestas patronales. Así lo han considerado la
segunda asamblea diocesana del Sínodo:

348. En nuestras parroquias, la organización y la celebración de las fiestas


patronales se vive con entusiasmo y va dándole un sentido de unidad a la
parroquia. Son organizadas por mayordomos, por comisiones, por los
consejos parroquiales, etc. normalmente se tiene un tema general y un
objetivo, temas para cada día, mañanitas, peregrinaciones, temas de
reflexión para los barrios y ranchos, carros alegóricos, etc.

82
349. Ciertamente en muchas parroquias la fiesta patronal va siendo un
buen espacio de organización, reflexión y participación de los laicos, y se les
MATRIMONIO.
va dando un sentido cada vez más comunitario con la participación de los
barrios y ranchos. Sin embargo, debemos reconocer que todavía nos falta
mucho para que las fiestas patronales en nuestras parroquias sean deveras
la fiesta de la “Comunidad de Comunidades”: falta promover la participación
de más personas, involucrar más a los grupos de los barrios, elaborar temas
para que toda la comunidad se prepare y se motive a participar en la fiesta,
recatar y dar a conocer la historia de los santos patronos, celebrar la fiesta
no sólo en el templo parroquial, sino también en los barrios y ranchos,
impulsar desde las CEBs un modo nuevo de celebrar la fiesta, que sea en
verdad una fiesta evangelizadora.

VALORACION Y 350. “La liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al


PROBLEMAS. mismo tiempo la fuente de donde manda toda su fuerza”, sin embargo, “la
sagrada liturgia no agota la actividad de la Iglesia, pues para que los
hombres puedan llegar a la liturgia es necesario que antes sean llamados a
la fe y a la Conversión” (SC, 9,10).

En realidad “el gesto litúrgico no es autentico si no implica un compromiso de


caridad, un esfuerzo siempre renovado por sentir como siente Cristo Jesús, y
una continua conversión” (Medellín, Liturgia, 3).

351. En este número vamos a trascribir un párrafo del Documento de Sto.


Domingo, que nos presenta los grandes desafíos que tenemos en torno a la
liturgia: “Respecto a la liturgia queda aún mucho por hacer en cuanto a
asimilar en nuestras celebraciones la renovación litúrgica impulsada por el
DIMESION Concilio Vaticano II, y en cuanto a ayudar a los fieles a hacer de la
ECLESIAL DE celebración eucarística la expresión de su compromiso personal y
LOS comunitario con el Señor. No se ha logrado aún plena conciencia de lo que
SACRAMENTOS
.
significa la centralidad de la liturgia como fuente y culmen de la vida eclesial,
se pierde en muchos el sentido del “día del Señor” y de la exigencia
eucarística que con lleva, persiste la poca participación de la comunidad
cristiana y aparecen quienes intentan apropiarse de su verdadero sentido
eclesial. Se ha descuidado la seria y permanente formación litúrgica según
las instrucciones y documentos del Magisterio en todos los niveles ( Cfr.
Carta Apostolica “Vicesimus quintus annus” 4), no se atiende todavía al
proceso de una sana inculturación de la liturgia; esto hace que las
celebraciones sean aún, para muchos, algo ritualista y privado que no los
hace conscientes de la presencia transformadora de Cristo y de su Espíritu ni
PROPUESTAS se traduce en un compromiso solidario para la transformación del mundo”
PASTORALES. (SD. 43).

352. “Como quiera que no vivimos aún en la plenitud del Reino, toda
celebración litúrgica está esencialmente marcada por la tensión entre lo que
ya es una realidad y lo que aún no se verifica plenamente; es la imagen del a
Iglesia a la vez santa y necesitada de purificación; tiene un sentido de gozo y
una dolorosa conciencia del pecado. En una palabra, vive en la esperanza”
(Medellín, Liturgia, 2).
83
5. LA PARROQUIA, COMUNIDAD QUE CELEBRA LA SALVACION EN LA
VIDA DEL PUEBLO.
(Tareas fundamentales para los presbíteros)

353. El tema “La Parroquia, comunidad que celebra la salvación en la vida


del pueblo” ha tocado puntos sumamente importantes: 1) Celebración de la
salvación en la vida del pueblo; 2) Celebración de los sacramentos; 3) El
domingo, día del Señor; 4) La Religiosidad popular.

Todas parroquias de la diócesis han dado sus aportaciones sobre la manera


como se va viviendo estos elementos de la mediación litúrgica, y haciendo
propuestas a la asamblea sinodal diocesana. Hemos descubierto los
SU ORIGEN Y
SIGNIFICADO. avances, pero también los muchos vacíos que tenemos.

En la asamblea sinodal de presbíteros, hemos dedicado tiempo para


reflexionar en la liturgia, conscientes de que normalmente este aspecto es de
los más difíciles y lentos para cambiar dentro del proceso hacia el nuevo
modelo de Iglesia.

He aquí una síntesis de las PRINCIPALES TAREAS que los mismo


presbíteros hemos encontrado. Estas tareas nos ayudarán a madurar en
nuestras comunidades esta importantísima mediación eclesial:

354. El nuevo modelo de pastor que queremos, debe tener una SOLIDA
FORMACION LITURGICA, fundamentada en el Concilio Vaticano II,
Medellín, Puebla, Santo Domingo (Cfr. SC. 14. 16-18).

355. Esta formación litúrgica del presbítero, posibilitará a su vez la creación


y consolidación de los equipos de liturgia con seglares de las parroquias,
estos equipos buscarán creativamente los medios para ayudar al pueblo a
que logre una “participación plena, consciente y activa en las celebraciones
litúrgicas” (SC. 14).

356. La PREPARACION Y CELEBRACION DE LOS SACRAMENTOS es


otra tarea que atañe muy directamente al ministerio del presbítero en la
parroquia.
CELEBRACIONE
S DE LA
PALABRA
357. Nuestro primero sínodo ha sido muy claro en señalar la urgencia de
DOMINICALES. que se descentralice dicha preparación y celebración de los sacramentos.
Pero si el sacerdote no encabeza dicha descentralización, será
prácticamente imposible lograrla.

358. Otra importante tarea para los presbíteros es la CELEBRACION DEL


DOMINGO, “DIA DEL SEÑOR” (SC. 106).

359. Debemos reconocer que todavía nos falta mucho para celebrar
84
comunitariamente el domingo y lograr que la Eucaristía sea de verdad la
fuente que dé vida a toda la misión de la Iglesia.

LUGAR 360. Sabemos que la Eucaristía no es propiedad privada del sacerdote ni


CENTRAL DE LA de los fieles que proponen sus intenciones… por lo tanto, los presbíteros
EUCARISTIA. debemos de ir abriendo de tal forma la participación de los seglares, que
éstos, dejen de ser –como dice el Concilio Vaticano II- “extraños y mudos
espectadores” (SC. 48), y que la Eucaristía llegue a ser un fuerte encuentro
con Cristo y con los hermanos, la fiesta cristianan por excelencia, la
celebración de la vida y del caminar histórico del nuevo Pueblo de Dios.

361. Dentro de esta misma tarea de la celebración del domingo “Día del
Señor”, está otra tarea: que los presbíteros promuevan decididamente la
FORMACION DE LOS CELEBRADORES DE LA PALABRA Y LAS
CELEBRACIONES DE LA PALABRA DOMINICALES EN LOS BARRIOS Y
RANCHOS (Cfr. Sc. 35).

362. También es tarea de los presbíteros motivar a toda la comunidad


parroquial a VIVIR CON INTENSIDAD LOS TIEMPOS FUERTES DEL AÑO
LITURGICO: Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua…

363. Generalmente le dedicamos más a la Navidad y a la Cuaresma:


reflexionamos temas especiales en los barrios y ranchos y celebramos en
comunión con toda la Iglesia. Faltaría poner más atención y aprovechar
también el Adviento y la Pascua para intensificar la evangelización de
VACIOS Y nuestros pueblos.
PROBLEMAS.
364. Otra tarea que propuso la asamblea sinodal de presbíteros, es la tarea
que se refiere a la religiosidad popular. COMPARTIR EXPERIENCIAS PARA
ENTENDER Y ANIMAR LA RELIGIOSIDAD POPULAR.

365. Esta tarea va a exigir que los sacerdotes conozcamos directamente


las expresiones de religiosidad popular que se dan en nuestra parroquia.
Estudiar dichas manifestaciones ayudándonos del marco doctrinal que ya
hemos clarificado en algunos talleres sobre este tema. Aprender a
acompañar la religiosidad popular con actitudes pastorales. Llegar con el
mensaje evangélico al corazón de la masa. Discernir los valores que tiene la
religiosidad popular así como sus limitaciones. Saber incorporar algunos de
sus elementos en la liturgia.

366. Finalmente, se propuso otra tarea con respecto a la inculturación:


QUE ES LA
RELIGIOSIDAD
RECUPERAR SIGNOS QUE NOS AYUDEN A IR INCULTURANDO LA
POPULAR. LITURGIA (Cfr. GS 58).

367. Desde hace varios años hemos venido insistiendo en la importancia de


conocer cada vez más a fondo al hombre del Sur de Jalisco, para que el
Evangelio que anunciamos se vaya encarnando en estos hombres y mujeres
concretos, con sus propios valores y contravalores culturales.

85
368. Por esto, los presbíteros, debemos vivir y convivir más cerca con
HAY MUCHAS
MANIFESTACIO
nuestro pueblo, compartiendo sus gozos, sufrimientos, luchas y esperanzas
NES DE R. P. (Cfr. GS 1). Debemos también, trabajar más en serio las comisiones de
investigación y análisis de la realidad para poder descubrir la presencia y la
ausencia de Dios en nuestra historia y profundizar en el conocimiento y
valoración de la cultura de nuestro pueblo.

ES CAPAZ DE 369. Sólo a través de este proceso de inculturación nuestra, podremos


CONVOCAR A recuperar los diversos signos y símbolos que nos ayuden a ir inculturando las
LA MASA. celebraciones litúrgicas.

TIENE VALORES
IMPORTANTES.

ES
PREFERENTEM
ENTE DE LOS
POBRES.

LA R.P.
EXPRESA LA
INCULTURACIO
N DE LA FE.

LIMITACIONES.

HAY QUE VIVIR


ACTITUDES
NUEVAS
FRENTE A LA 2.6. LA PARROQUIA, COMUNIDAD EN LA FUERZA DEL ESPIRITU,
R.P. ESPIRITUALIDAD

1. LA IGLESIA EN LA FUERZA DEL ESPIRITU.

370. La misión de la Iglesia es la misma de Jesús; anunciar y hacer


presente, a través de signos y proyectos históricos, el Reino de Dios. Jesús
86
para cumplir esta misión fue ungido por el Espíritu Santo; el pudo decir en la
Sinagoga de Nazaret: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha
ungido para anunciar la Buena noticia a los pobres; me ha enviado a
RECOMENDACI proclamar la liberación a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a libertar a los
ONES oprimidos y a proclamar un año de gracia del Señor” (Lc. 4, 18-21).
PASTORALES.
371. Jesús estaba lleno del Espíritu Santo (Lc. 4, 1; 4, 14), El lo conducía
(Lc. 4, 2) y por El ponía los signos del Reino, sobre todo, las expulsiones de
Satanás (Mt. 12, 28). Jesús, con la fuerza del Espíritu, realizó su misión y fue
capaz de arriesgarlo todo. Aceptó las humillaciones y sufrimiento por amor,
hasta dar su propia vida (Jn. 10,18). Se ofreció en sacrificio por la salvación
de todo el hombre y de todos los hombres (Mc. 10, 45), por El y con El (Jn.
10, 10).

372. Sin este Espíritu, los discípulos no podrán continuar la misión que les
confiará Jesús, por eso promete dárselos (Jn. 14, 15-17. 25-26; 16, 4b-15). Y
después de su resurrección se los concede: “Como el Padre me envío a
ustedes. Sopló sobre ellos y les dijo: -Reciban el Espíritu Santo. A quienes
les perdones los pecados, Dios se los perdonará; y a quienes se los
retengan, Dios se los retendrá (Jn. 20, 21b-23).

373. Desde entonces los discípulos de Jesús se consideraron como la


comunidad a quien se le había dado la efusión escatológica del Espíritu
VAN ANIMANDO (Hech. 2, 14-21). Así la Iglesia es la comunidad que construye el Reino de
LA FE Y EL Dios, por la fuerza del Espíritu, da testimonio de unidad y santidad y cumple
COMPROMISO la misión de hacer discípulos de Jesús en todo el mundo, hasta los confines
COMUNITARIO.
del a tierra en la fuerza del mismo Espíritu (Mt. 28, 18-20; MC. 16, 14-18; Lc.
24, 36-49; Jn. 20, 19-23; Hech. 1, 6-8).

2. EL ESPIRITU SANTO, AGENTE PRINCIPAL DE LA EVANGELIZACION.


PERO TODAVIA
FALTA MUCHO. 374. “No Habrá nunca evangelización posible sin la acción del Espíritu
Santo…pues El es el agente principal de la Evangelización” (EN. 75).

375. Nosotros sentimos que Espíritu Santo nos ilumina en nuestro trabajo y
abre con su luz nuestro entendimiento, nos alienta siempre para seguir
adelante, nos guía y orienta en nuestro esfuerzo por construir el Reino de
Dios en nuestro pueblo.

376. El nos ayuda a comprender y dar respuesta a la Palabra de Dios. El es


quien habla por nosotros y hace que el mensaje llegue a los demás.

377. Experimentamos la fuerza del Espíritu Santo en que, a pesar de las


dificultades y tropiezos que vamos teniendo en el servicio de evangelización,
ALGUNAS nos van dando perseverancia, mayor compromiso, creatividad, alegría y
CONSIDERACIO sencillez al servir; entusiasmo por compartir y convivir, valor para no
NES
echarnos para atrás, nos muestra nuevos caminos de organización pastoral
GENERALES.
en nuestras parroquias, nos da disponibilidad para ayudar a los más
87
necesitados.

378. Creemos, sin embargo, que nos falta hambre y sed de justicia, que
nos lleve a entrar más de lleno en la realidad de nuestras comunidades y
denunciar con valentía las injusticias. A veces, nos dejamos llevar por el
egoísmo y la intriga y ni proyectamos un sencillo y humilde, hecho de
corazón y no por conveniencia o interés personal. Por esto, debemos
DESAFIOS.
mantenernos con una actitud de conversión constante para que nuestro
testimonio sea más creíble.

3. HAY QUE TRABAJAR LA TIERRA DEL REINO CON EL ESPIRITU Y LA


MISTICA DE JESUS.

379. La entrega total de Jesús y de los primero cristianos nos motiva ahora
a nosotros que queremos ser sus discípulos y discípulas, continuadores -
como Iglesia- de su misma misión y que recibimos en el Bautismo.

380. Como agentes de pastoral hemos reflexionado que las


Bienaventuranzas (Mt. 5, 1-12) son del espíritu –la mística- con que los
seguidores y seguidoras de Jesús deben trabajar por el Reino de Dios, y nos
hemos preguntado cuáles vamos cultivando más y cuáles menos en nuestro
trabajo pastoral.

381. Sentimos que at raves de nuestros servicios concretos estamos


colaborando en la construcción de la paz, desde nuestras familias, barrios y
ranchos. En ocasiones experimentamos críticas y rechazo de algunas
personas que no ven con buenos ojos el trabajo de evangelización, pues es
VIVIMOS EN LA
necesario anunciar una sociedad nueva y denunciar todo tipo de injusticias y
ESPERANZA violaciones a los derechos humanos.
“YA PERO AUN
NO”. 382. A algunos agentes que de buena fe van madurando su compromiso de
evangelización, no les ha faltado las dificultades e incomprensiones y, en
ocasiones, hasta les ha costado lágrimas.

383. Nos esforzamos por vivir la verdadera compasión y solidaridad con los
más pobres y necesitados, con los enfermos, etc. vamos aprendiendo a vivir
la paciencia con esperanza, sabiendo insistir y luchar porque haya más
personas en el trabajo comunitario, convencidos de que la evangelización
debe irnos liberando de toda esclavitud personal y social.

384. En nuestras parroquias somos cada vez más conscientes de que los
trabajos que realizamos son un servicio al Reino de Dios; por esto, frente a
tanta injusticia, nos sentimos impulsados a luchar por cambiar esta realidad
que está en contra del plan de Dios. Nos impulsa también el anhelo y la
esperanza de una nueva sociedad que madura en la historia su total plenitud.

4. SEGUIR A JESUS ES VIVIR EN EL ESPIRITU SANTO.

88
385. Los agentes de pastoral y, en general, los cristianos, que participamos
más en la vida comunitaria, debemos continuar aquí y ahora, como Iglesia, la
misión de Jesús por todos los rincones de nuestras parroquias.

386. Un rasgo del seguimiento de Jesús que ya vamos haciendo más


nuestro es la disponibilidad para el servicio, esto se va manifestando en un
mayor interés por participar en diferentes campos de trabajo desde los
barrios, sin escatimar tiempo dedicado a la comunidad.

387. sin embargo, tenemos muchas limitaciones: egoísmos, flojera,


intereses personales, acaparamiento de servicios, poco interés por el trabajo
de conjunto, hacer las cosas para quedar bien, etc. para seguir trabajando la
tierra del Reino con Espíritu y la mística de Jesús, necesitamos ser más
dóciles al Espíritu y obedecer, como Jesús, la voluntad de nuestro Padre,
entregándonos por aquella misma causa que dio pleno sentido a su vida: el
Reino de Dios.

388. Todas estas limitaciones nos impiden madurar en otros rasgos muy
importantes que Jesús vivió en su manera de evangelizar, como son: una
clara opción por los pobres y marginados de la sociedad; decisión, entrega,
responsabilidad y valor en el trabajo por el Reino; espíritu misionero y
profético; una espiritualidad que una fe y vida y se alimente con la Eucaristía,
la Palabra de Dios y el diálogo constante con el Padre a través de la oración;
una actitud contemplativa de la realidad; una obediencia incondicional a la
voluntad del Padre.

389. Ser discípulo de Jesús hoy, es colaborar con El desde ka parcela de


nuestra Parroquia en el cultivo del Reino de Dios.

5. LAS FUENTES DE LA ESPIRITUALIDAD.

390. Para poder vivir este estilo de vida propia de los seguidores de Jesús
en el servicio al Reino de Dios, es necesario alimentar nuestra espiritualidad,
bebiendo de sus fuentes.

391. La oración personal y comunitaria es importante porque nos fortalece


en la fe, nos motiva a seguir trabajando en bien de la comunidad, nos ayuda
a descubrir la voluntad de Dios, a fortalecer la mística de trabajo y servicio, a
dar testimonio, a sostenernos en las dificultades y esperanzas, a ser
fermento en la comunidad y llevar a cabo a tarea evangelizadora que Jesús
nos dejó.

392. En las parroquias se deben tener momentos fuertes de oración, como:


retiros, talleres de oración, horas santas, etc. se debe fomentar la oración,
todo esto con el fin de fortalecer el caminar de la parroquia y motivar sobre la
importancia y necesidad de estos momentos para orientar y tomar nuevos
89
caminos. Pocas son las parroquias que han fomentado y animado la oración
comunitaria y la reflexión de fe. Hay que recordar que sin la mística que se
alimenta de esta fuente no es posible un compromiso serio con Jesús.

393. Junto con la oración y ayudados de ésta, los agentes de pastoral


tenemos que crecer y madurar en la reflexión de fe, que es otra fuente de
espiritualidad. Es importante hacer continuamente reflexión de fe porque nos
ayuda a estar atentos a los acontecimientos de la comunidad, para ver ahí la
presencia o la ausencia de Dios, porque nos ayuda a confrontar nuestra vida
con la fe y ver hasta dónde estamos anunciando el Reino de Dios; porque
nos permite descubrir si estamos cumpliendo la voluntad de Dios; porque nos
impulsa a crecer en el amor a Dios y a los demás.

394. Debemos hacer la reflexión de fe en la oración, siempre unidos a


Cristo ya que sin El no podemos hacer nada (Jn. 15, 5). Con ella le damos
sentido al trabajo que realizamos y fortalecemos y mantenemos nuestra vida
de fe.

395. Frente a las necesidades que tenemos, vemos urgente que


profundicemos más en el estudio de la biblia y en la investigación y análisis
de la realidad; que promovamos más la reflexión de fe en los grupos
pastorales, en las asambleas y consejos comunitarios y parroquiales. Es
importante también que participemos en la celebración de los Sacramentos,
especialmente en la Eucaristía.

396. Los asesores en la Parroquia, deben preocuparse por formar


espiritualmente a los laicos y laicas, sobre todo aquellos que tienen un
servicio o ministerio en la comunidad. Es responsabilidad de ellos la
promoción y fortalecimiento de la vida espiritual de los fieles.

6. PASTORES VIVIFICADOS POR LA FUERZA DEL ESPIRITU.

397. Todos los bautizados son consagrados por el Espíritu Santo para ser
un pueblo elegido, nación consagrada pueblo de la propiedad de Dios para
vivir según su designio de salvación (Cfr. 1 Pe. 2, 9). Los Presbíteros, por el
sacramento del Orden sacerdotal han recibido una efusión especial del
Espíritu que los constituye en pastores, a imagen de Cristo, cabeza y pastor
de su Iglesia (Cfr. PDV 21).

398. Este Espíritu de Dios nos comunica la vocación a la santidad, que es


característica fundamental de todos los bautizados. Los presbítero, no sólo
en cuanto bautizados, sino también y específicamente en cuanto presbíteros,
están llamados a la santidad. Ellos están obligados de una manera especial
a alcanzar esa perfección, ya que por el sacramento del Orden se convierten
en instrumentos vivos de Cristo, Sacerdote eterno (Cfr. PDV 20). Son
también enriquecidos de dones particulares para que puedan alcanzar mejor,
por el servicio a los fieles que se les ha confiado y a todo el pueblo santo de
90
Dios, la perfección de Aquel a quien representan.

399. La espiritualidad los presbíteros la viven en el cumplimiento de su


ministerio sacerdotal, de su misión específica de pastores y cabezas de la
comunidad. Así existe una íntima relación entre la vida espiritual del
presbítero y el ejercicio de su ministerio (Cfr. PDV 24).

400. Los presbíteros, por tanto, en este nuevo Modelo de Parroquia, deben
tener en cuenta que son colaboradores del Espíritu Santo en la tarea
evangelizadora. Han sido constituidos por el Espíritu, Apóstoles, que deben
continuar la misión de Cristo en el mundo y en la Iglesia.

401. El Espíritu Santo es el que da la fuerza que guía la historia en la


dirección del proyecto de vida de Dios. Es por esto que los presbíteros deben
ante todo estar atentos a las mociones del Espíritu en él, en la comunidad y
en el mundo.

402. El presbítero no existe solo, sino dentro de una presbiterio, en donde


vive y ejercita su misión y servicio pastoral. Su espiritualidad por tanto tiene
una dimensión comunitaria a la cual no puede renunciar, si es que no quiere
renunciar también a la fidelidad al Espíritu de Jesús.

403. Los presbíteros deben ser contemplativos en la acción, por tanto


discernir los signos de la presencia de Dios en la vida del pueblo, de la
comunidad y sobre todo, en las expresiones populares de su fe: la
Religiosidad popular (RP). Ellos mismos deben reconocer que el Espíritu es
un don concedido a toda la comunidad, por tanto, tienen que estar
dispuestos a reconocer los diferentes carismas que el Espíritu da la Iglesia.
No deben apagar los carismas, pero si discernirlos, según los criterios
evangélicos del servicio a la comunidad, de la unidad y articulación de todos
ellos y del amor (Cfr. 1 Cor. 14). Deben tener una actitud de apertura,
escucha y búsqueda constantes. Deben ser humildes en el servicio, tener
espíritu de oración. Ellos mismos recurrir a las fuentes de espiritualidad que
se le ofrecen en la Iglesia.

404. La espiritualidad propia de los pastores les exige ser creativos,


sencillos, obedientes, alegres, solidarios, compasivos, pobres y en continua
conversión. Con una confianza plena en el Espíritu de Dios, viviendo siempre
agradecidos por la vocación tan sublime a la que han sido llamados. Viviendo
la libertad en el seguimiento a Jesús en el servicio al Reino de Dios.

405. Tarea de los presbíteros es: Vivir una espiritualidad encarnada en la


realidad del pueblo, de manera que no huya de las situaciones que vive la
LA IGLESIA comunidad, sino que colabore a dar una respuesta a las necesidades y
ESLA problemas que en ella se presenten. La experiencia de desierto en los
COMUNIDAD presbíteros es más bien de silencio interior, para dejar escuchar la Palabra
GUIADA POR EL
de Dios que nos habla en los acontecimientos de la vida personal y
ESPIRITU.
comunitaria, eclesial y social. Esto los llevará a la convicción de que no son
ellos los que inician la obra evangelizadora en las comunidades, sino el
91
Espíritu, que llega antes, como primer y principal evangelizador. Esto se
significa cuando se dice que son guiados por el Espíritu Santo.

ENTREGA 406. Tarea prioritaria es la de clarificar y profundizar la teología del Espíritu


TOTAL DE Santo. Esto les permitirá promover la espiritualidad de la comunidad, y
JESUS. especialmente de los agentes de pastoral, para que sean también dóciles a
las inspiraciones del Espíritu. Esta espiritualidad laical que llevará a los fieles
a comprometerse en la trasformación de las estructuras sociales para que
crezca en la sociedad el Reino de Dios (Cfr. EN 70).

407. Por el ser comunitario presbiteral, los pastores tienen que vivir la
caridad pastoral en el cuidado y solidaridad con los hermanos sacerdotes,
sobre todo los más pobres, enfermos y necesitados. Sólo así, dando
testimonio de fraternidad, podrán invitar a los fieles a vivir el amor, el perdón
y la corrección fraterna.

408. El presbítero es pues:


 HOMBRE DE DIOS Y HOMBRE DEL PUEBLO. Hombre de una
profunda espiritualidad vivida en el ejercicio del ministerio sacerdotal.
 PROMOTOR DE LA ESPIRITUALIDAD ENCARNADA EN LAS
REALIDAD ECLESIALES Y SOCIALES Y DE LA REFLEXION DE FE
DE LOS FIELES.
 EXCRUTADOR DDE LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS.
 ANIMADOR DE LA CELEBRACION COMUNITARIA.
 HERMANO ENTRE LOS HERMANOS. Servidor del pueblo con gesto
alegre a ejemplo de Jesús, el amigo fiel.
 PROFETA, que sabe escuchar fielmente al Maestro, que es el
Espíritu, y proclama su Palabra, anunciando la salvación y
denunciando el proyecto de muerte.

AVANZAMOS
CON LA
FUERZA DEL
ESPIRITU
SANTO.

92
VACIOS Y
LIMITACIONES
EN EL
COMPROMISO
DE LOS
AGENTES DE
PASTORAL.

SERVIR AL REINO
COMO JESUS,
TAREA Y
EXIGENCIA DE LA
IGLESIA.

EVANGELIZAR
CON EL ESPIRITU
DE LAS
BIENAVENTURA

93
AVANCES EN EL
SEGUIMIENTO A
JESUS.

LIMITACIONES EN
EL SEGUIMIENTO
DE JESUS.

LA ORACION
PERSONAL Y
COMUNITARIA.

94
LA REFLEXION
DE FE.

OTRAS
FUENTES DE
ESPIRITUALIDA
D.

CONSAGRADOS
POR EL
ESPIRITU DE
DIOS.

95
LOS
PRESBITEROS
DEBEN SER
CONTEMPLATIV
OS EN LA
ACCION.

96
VIVIR UNA
ESPIRITUALIDA
D ENCARNADA
EN LA
REALIDAD DEL
PUEBLO.

CLARIFICAR Y
PROFUNDIZAR
LA TEOLOGIA
DEL ESPIRITU
SANTO.

VIVR LA
CARIDAD
PASTORAL, EN
EL CUIDADO
SOLIDARIDAD
CON LOS
HERMANOS
SACERDOTES.

97
NORMAS

LA PARROQUIA, COMUNIDAD DE COMUNIDADES.


1. Descentralícese en las Parroquias la vida eclesial hacia los barrios y ranchos y que éstas
animen la tarea de promover, acompañar y articular las CEBs.
2. Promuevan las Parroquias ASAMBLEAS PARROQUIALES e integren el CONSEJO
PARROQUIAL para que, con los medios a su alcance, articulen la vida de la Parroquia.
3. Siguiendo el proceso de planificación, elabore cada Parroquia su propio Plan pastoral,
teniendo en cuenta los lineamientos vicariales y diocesanos.
4. Promuévase en cada Parroquia el espíritu misionero y la formación de equipos que los
sostengan.
5. Asuman las Parroquias como tarea propia la promoción vocacional.
6. Garanticen las Parroquias la permanente capacitación BASICA y ESPECIFICA de los
agentes de pastoral aprovechando el PROCALA, y los diversos medios ofrecidos por los
equipos de pastorales específicas.
7. Procuren los agentes de pastoral hacer reflexión de fe, de manera que genere un estilo de
vida y una mística de trabajo.
8. Que las Parroquias acompañen y animen las diversas expresiones de RELIGIOSIDAD
POPULAR y ayuden a que sean valoradas por la comunidad.
9. Aprovechen las Parroquias los tiempos fuertes que el Año litúrgico y la vida de la
comunidades les ofrecen para impulsar la espiritualidad especialmente con la oración
individual y comunitaria.

LA PARROQUIA, PARCELA DONDE CRECE EL REINO.


10. Asúmase la opción preferencial por los pobres como espíritu de vida y de trabajo parroquial.
11. Favorézcase desde todas las instancias parroquiales, la lucha por la justicia, en especial, por
el reconocimiento de la dignidad y derechos de la persona humana.

98
INDICE
PRESENTACION 2
1. ASI NACE, CRECE Y CAMINA LA IGLESIA DE JESUS
EN EL SUR DE JALISCO 6
1.1. Reflexión de fe 14
1.2. Exigencias 18
2. LA PARROQUIA EN EL NUEVO MODELO DE IGLESIA 19
A) Nuevo rostro de Parroquia 19
B) Origen y desarrollo de la Parroquia en la historia de la Iglesia 21

2.1. LA PARROQUIA, COMUNIDAD AL SERVICIO DEL REINO 28


*Imagen de Pastor al Servicio del Reino. 35

2.2. LA PARROQUIA, COMUNIDAD MISIONERA 36


*Los Presbíteros, animadores de la vida misionera en la Parroquia. 43

2.3. LA PARROQUIA, COMUNIDAD DE COMUNIDADES 46


*Los Presbíteros, animadores y promotores de la comunidad. 61

2.4. LA PARROQUIA, COMUNIDAD MINISTERIAL 64


*Exigencias para los Presbíteros. 73

2.5. LA PARROQUIA, COMUNIDAD QUE CELEBRA


LA SALVACION DESDE LA VIDA DEL PUEBLO 75
*Tareas fundamentales para los Presbíteros. 85

2.6. LA PARROQUIA, COMUNIDAD EN LA FUERZA


DEL ESPIRITU: Espiritualidad. 88
*Pastores vivificados por la fuerza del Espíritu. 91
Normas 94
Índice 95

99

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