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La liebre y la tortuga

Con arrogancia y soberbia, una liebre se burlaba constantemente de una tortuga por su lentitud.
Un día, harta de las agresiones, la tortuga le propuso correr una carrera para ver cuál de las dos
era más veloz. La liebre, entre risas, aceptó la propuesta.

Finalmente, llegó el día de la carrera y todos los animalitos del bosque se acercaron a la línea de
partida para ver la competencia. Apenas se escuchó la señal, la liebre salió corriendo a toda prisa.
Mientras tanto, la tortuga, con su paso lento pero constante, avanzó por la pista, en la que su
competidora no había dejado otro rastro que el polvo que levantaron sus ágiles patas al correr.

Relajada y orgullosa por su desempeño, la liebre decidió tomar una siesta cuando le faltaba poco
para llegar a la meta, pero ya daba por descontado que sería la ganadora. El problema fue que se
quedó dormida. Cuando se despertó, exaltada, vio a lo lejos que la tortuga estaba a dos pasitos de
la línea de llegada. Corrió con todas sus fuerzas, pero cuando alcanzó la meta ya era tarde. La
tortuga había ganado y era aplaudida y ovacionada por todo el público.

Moraleja: La vanidad y el exceso de confianza nos pueden jugar una mala pasada. Nunca te burles
de los demás por no tener tus mismas habilidades, porque seguramente tienen otras igual de
valiosas. La perseverancia y la constancia rinden sus frutos.

Pedro y el lobo
Pedro era un niño pastor al que siempre le gustaba engañar a sus vecinos haciéndoles creer que
venía el lobo. Cada dos por tres, se escuchaba en toda la zona:

–¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Ha venido un lobo y se quiere comer todo mi rebaño! ¡Y después irá por los de
ustedes!

Frente a este pedido desesperado, y la terrible amenaza del lobo, los campesinos de la zona
acudían a toda velocidad a ayudar a Pedro, pero cuando llegaban se encontraban con el niño
tirado en el pasto muerto de risa, y sin noticias de ningún lobo.

Un día, Pedro descansaba debajo de un árbol y sintió que algo se movía por detrás. Cuando quiso
darse cuenta, un gran lobo estaba atacando a sus ovejas. Comenzó a pedir auxilio de todas las
maneras posibles, intentando aclarar que esa vez sí era en serio, pero como mentía tan a menudo
nadie le creyó ni acudió en su ayuda. Así fue como el lobo acabó por comerse todas las ovejas de
Pedro.

Moraleja: No debemos mentir, porque si no nadie nos creerá cuando digamos la verdad.
Enunciativas
Ejemplos de oraciones enunciativas
Esta semana iremos a visitar a la tía.
El presidente está pensando en no postularse a ningún cargo en la próxima elección.
Salir a navegar me relaja de todas mis presiones.
Mañana termina el invierno.
La semana pasada recorrimos todas las ciudades vecinas.

Imperativas
Corran por el parque.
Seguí derrochando agua y el mundo seguirá en problemas.
Por favor, finge que no estoy en casa.
Pase usted primero, señora.
Recurre a todas las fuentes que necesites.

Interrogativas
¿Por qué te comportas así?
¿Será que llueve hoy también?
¿Cómo te llamas?
¿Adónde vamos con tanta prisa?
¿Tienes un bolígrafo que me prestes?

Exclamativas
¡Qué calor hace en esta ciudad!
¡Escucha, esa es la canción que me gusta!
¡Está entrando agua por la ventanilla de atrás!
¡Qué lindo te quedó el corte de pelo!
¡Me encantan esos cuadros que colgaste en la sala!

Desiderativas
¡Ojalá comiences muy bien el año!
¡Que te vaya muy bien en el examen!
Ojalá que mi abuela se recupere lo antes posible.
Espero que mañana sea un día soleado.
¡Ojalá que salga todo bien!

Dubitativas
No creo que esa sea esa la mejor manera de decírselo.
Me pregunto si acaso prefieres salir a caminar, en lugar de entrar al cine
Es posible que mañana veamos todo cubierto de blanco: anuncian nevadas durante la noche.
Tal vez lo mejor para los dos sea dejar de vernos por un tiempo.
Puede que a Jorge le parezca una pésima decisión, pero no le veo alternativa.

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