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MULETILLAS Y FRASES CLICHÉ EN EL CULTO 

CRISTIANO
 
Se entiende por “muletilla”  a una palabra o frase que se repite mucho por hábito, en
ocasiones llegando al extremo de no poder decir una oración gramatical sin una de ella.
“Frases cliché”  son expresiones que se utilizan comúnmente o en exceso y por lo tanto muy
trillados.
Dentro del quehacer litúrgico del culto cristiano evangélico se han ido introduciendo un
sinnúmero de muletillas y frases cliché que, pienso,  el común de pueblo evangélico cree que
induce a la adoración o alabanza.
Cuando era niño y visitaba alguna iglesia pentcostal, salía con las piernas adoloridas de tanto
levantarme del asiento y sentarme (hacer genuflexiones), porque quién estaba predicando o
dirigiendo el culto, cada dos o tres frases dichas invitaba a la congregación y dar 3 glorias a
Dios y de pie.
No hará cosa ni de dos semanas atrás, vi el video de un programa importante de música
cristiana. En dicho programa muchas personas que participaron pedían un ”grito de júbilo”.
Me llamó la atención la respuesta de la congregación, algunos respondían a grito pela’o,  otros
con silbidos estridentes y otros totalmente apáticos esperaban impávidos a que esta
expresión emotiva termine. Me acordé de donde viene esto del grito de júbilo y fue durante el
asedio y conquista de Jericó (Jos.6:15-21). Espiritualizar este contexto histórico y real y utilizar
esta expresión bullangera y desordenada en un culto cristiano, me parece una “cuestión tirada
de los pelos”. Sabemos que nuestra lucha es espiritual y no vamos a vencer a Satanás con
gritos y silbidos físicos.
Existen muchas “muletillas” y frases cliché dentro del culto cristiano evangélico que ahora no
voy a mencionar y que debemos de tener cuidado en no utilizarlo como algo parte de la
liturgia.
Una vez analicé un inicio de un culto con un “encargado de la alabanza”: de un programa de
casi una hora hubo una efectiva alabanza y adoración de, sorpréndanse, 10 minutos, el resto
fueron de “muletillas”,  “frases cliché” y canticos sin ningún sentido”. Volvamos a la verdadera
adoración y alabanza y no nos dejemos llevar por corrientes heréticas y emotivas.
Me hago responsable de este artículo. Lo único que pretendo es que seamos adoradores de
Dios en “espíritu y en verdad”.

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