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ESCUELAS UNITARIAS

Una escuela unitaria (llamada también multiedad, escuela de maestro único o


de clases múltiples) es una escuela que reúne a alumnos de diferentes edades y
niveles en una sola aula, por lo general a cargo de un docente. Abunda en zonas
rurales, escasamente pobladas o donde la población está dispersa.

El término propuesto por la UNESCO a inicios de la década de 1960 fue escuela


unitaria o escuela de maestro único (ver Recomendación número 52 de la UNESCO, de
1961). En América Latina, los términos más comunes para referirse a la escuela
unitaria hoy en día son escuela unidocente.

En nuestros países sigue extendida la idea de que la buena escuela, la deseada, la


'regular', la 'normal', es la escuela graduada, con alumnos organizados por edades, con
un aula y un profesor para cada grado. La escuela multigrado - varios grados en una
sola aula - es considerada escuela de segunda, para pobres y para zonas rurales, mal a
descartar no bien pueda pasarse a la escuela graduada.

Este es el caso del Ecuador, históricamente y reactivado en tiempos recientes. La


'revolución educativa' impulsada en el gobierno de Rafael Correa (2007-2017) se
propuso cerrar las escuelas pequeñas, unidocentes y comunitarias, consideradas
"escuelas pobres para pobres", e instalar en el país un único modelo escolar: las
llamadas Unidades Educativas del Milenio. En 2015, después de haber cerrado miles de
escuelas uni- y bi-docentes, la mayoría en efecto precarias, el gobierno decidió
mantener 1.500 - a las que llamó 'escuelas de excepción'- y mejorarlas en vez de
eliminarlas. 200 escuelas del milenio llegaron a construirse e inaugurarse hasta el fin
del gobierno, en 2017, las cuales cubrieron menos del 3% de la matrícula pública en el
país.

En 2018, el Ministerio de Educación estimaba que más de la mitad de las escuelas


públicas del país continúan siendo escuelas unidocentes. El gobierno de Lenin Moreno
anunció que reabrirá 2.000 escuelas rurales en 2019-2020, atendiendo al pedido de las
comunidades y asegurando condiciones básicas de infraestructura, mobiliario,
materiales de enseñanza y capacitación docente.

Es importante tener en cuenta que:

1. La escuela unitaria está en los orígenes del sistema escolar y está extendida en el
mundo.
La escuela unitaria está en los orígenes del sistema educativo formal. Lo que hoy es un
sistema complejo organizado en niveles, grados y asignaturas, se inició con escuelas de
una sola aula y un único maestro, donde confluían alumnos de diversas edades y se
aprendía de todo. La escuela organizada en edades y grados fue una evolución
bastante posterior en la mayoría de países.

En la década de los 1950s, la UNESCO la llamó Escuela Unitaria y desarrolló e impulsó


una metodología de la que surgirían, en los 1960s y 1970s, políticas y programas como
Escuela Nueva, en Colombia, que continúa funcionando.
A inicios de la década de 1960 la UNESCO estimaba que un tercio de las escuelas del
mundo eran escuelas unitarias, la gran mayoría de ellas ubicadas en zonas rurales,
tanto en los 'países desarrollados' como en los 'países en desarrollo'. Estados Unidos
tenía 40.000 escuelas unitarias. En España, 50% de las escuelas eran unitarias y en
Argentina 37%. La escuela unitaria sigue extendida en el mundo, a menudo
funcionando como una mala escuela graduada, al no contar con las condiciones y los
apoyos necesarios.

ESCUELA RURAL DE ADOBES

2. La escuela unitaria es un tipo específico de escuela y requiere atención adecuada a


esa especificidad
La escuela unidocente tiene una lógica y una organización distinta a la de la escuela
graduada, y requiere por eso un tratamiento también distinto en todos los ámbitos:
administración, currículo, pedagogía, organización y manejo del tiempo,
infraestructura, evaluación, etc. Contar con vivienda para el docente es asimismo
fundamental si la escuela se asienta en lugares apartados.

Las modernas metodologías diseñadas para el multigrado incluyen trabajo en grupos,


aprendizaje autodirigido, materiales auto instruccionales, aprendizaje entre pares,
alumnos tutores, entre otros. Para poder atender a un grupo de alumnos de diversas
edades y niveles, también el maestro necesita una formación específica, que
enfatice el manejo de grupos heterogéneos. 
3. El unidocente puede ser innovadora y de calidad
La escuela unidocente no tiene por qué ser una escuela de segunda. Bien
planificada, organizada y dotada, puede ser una alternativa pedagógica altamente
innovadora que ofrece muchas ventajas. De hecho, en el contexto actual, aspectos
propios de la escuela multigrado vienen promoviéndose como estrategias
pedagógicas renovadoras de la vieja pedagogía frontal y monologal, centrada en el
maestro.

Entre las fortalezas de la escuela multigrado se mencionan: cercanía a la escuela,


grupos pequeños, diversidad de edades como recurso antes que, como problema,
enseñanza personalizada, trabajo en equipo, aprendizaje colaborativo, aprendizaje
entre pares, mayor autonomía en el aprendizaje, aprendizaje al ritmo de cada
alumno, flexibilidad en todo sentido, eliminación de la repetición escolar, mayor
contacto de la escuela con la familia y de integración a la comunidad.

Experiencias exitosas en varios países muestran que los alumnos en estas escuelas
pueden sentirse más a gusto y lograr iguales e incluso mejores resultados que los de
las escuelas graduadas. La diversidad de edades estimula entre los alumnos la
empatía, la cooperación, la responsabilidad, la autodisciplina, el fortalecimiento de
la autoestima, el aprender a aprender y el aprender a enseñar, cuestiones todas
ellas muy importantes para el aprendizaje a lo largo de la vida y para la vida.

Dos factores son claves en la calidad de un sistema multigrado: la formación


docente y la disponibilidad de materiales adecuados para la enseñanza y el
aprendizaje en este tipo de entorno. El profesor tiene el rol de un facilitador que
debe repartirse entre todos los alumnos, orientando y resolviendo preguntas. Los
alumnos deben trabajar solos y en grupo, con la ayuda de otros alumnos.

Son estas dos condiciones - formación docente y materiales/metodologías


apropiadas - las que a menudo no se dan. Se trata a la escuela multigrado como si
fuese la escuela graduada convencional. Se abandona al profesor a su suerte,
asumiéndose que podrá arreglárselas solo.  En tanto catalogada de entrada como
escuela para pobres, no se invierte en infraestructura ni en mobiliario o
equipamiento adecuados. De este modo, se condena en efecto a estas escuelas a
ser pobres para pobres.

El sistema unidocente o multigrado es - sigue siendo - una solución real y un modelo


adecuado en aquellos lugares - rurales o urbanos - donde la población es escasa o
donde hay insuficiente número de alumnos o profesores para organizar una escuela
graduada. En el caso de Escuela Nueva, en Colombia, la escuela incluye vivienda
para el docente, lo que hace de ésta una opción real, profesional y de vida, para los
docentes y sus familias.

La escuela multigrado puede ser un modelo para estimular la innovación educativa


y especialmente la innovación pedagógica, la diversidad como recurso antes que,
como problema, el trabajo en grupo por sobre el trabajo individual y
la cooperación antes que la competencia entre alumnos.

Las tendencias más innovadoras en educación hoy, justamente, se inclinan a


eliminar paredes y fronteras entre asignaturas y niveles, a valorar la mezcla de
edades (grupos multiedad), a crear espacios integrados e inclusivos, a favorecer el
trabajo en grupo así como la comunicación y el aprendizaje entre pares.

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