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ASIGNATURA

DERECHO PRIVADO

ABOGADA
STELLA MARYS BERMUDEZ

ALUMNO
BONIFACIO JUNIOR RODRIGUEZ RIVERA

NÚMERO DE CUENTA
202202235

SEDE
TOCOA, COLÓN

TAREA
ENSAYO SOBRE EL DIVORCIO

FECHA
09/MARZO/2023
El divorcio es la disolución del Matrimonio, la ley en Honduras establece cuales son los
causales o motivos para que una pareja pueda divorciarse. La mayoría de los matrimonios
en Honduras se disuelven por desacuerdos, infidelidades o por grave incumplimiento de
uno de los cónyuges con relación en la ayuda del hogar.

El divorcio es la disolución del matrimonio. En un sentido amplio, se refiere al proceso que


tiene como intención dar término a una unión conyugal. El divorcio se diferencia de la
separación de hecho en que puede tener o no efectos jurídicos; para el caso de Honduras
esta situación puede ser causal para solicitar la declaración de divorcio sí es reconocida
legalmente por un Juez, de lo contrario no pone término al matrimonio y por lo tanto no
causa efectos jurídicos, Por otro lado, no se debe confundir con la anulación del matrimonio,
que no es más que el declarar que el matrimonio nunca existió, y que no solo se encuentra
normado en nuestro ordenamiento jurídico por separado, sino que, además, se encuentra
regulado en el derecho canónico con larga data.

Las clases de divorcio: De mutuo acuerdo y contencioso:


Como en el caso de la separación, el divorcio puede solicitarse judicialmente de mutuo
acuerdo o de forma contenciosa cuando alguien de la pareja no está de acuerdo y existe
una causal comprobada.

El divorcio de mutuo acuerdo:


Este podrá realizarse a través del juzgado de familia o a través de procedimiento ante
Notario. Según el Código de Familia, los cónyuges pueden optar bien por el divorcio por
mutuo acuerdo, bastará acreditar que han transcurridos dos años desde la celebración del
matrimonio sin tener que alegar ninguna causa que justifique la petición.
El procedimiento es menos complejo. Basta con acompañar a la demanda (que puede ser
presentada por los dos cónyuges, o por un apoderado legal acreditando poder de ambos),
un convenio regulador en el que después deberán ratificarse los cónyuges y en el que
consignarán los pactos alcanzados respecto a la guardia y custodia de los hijos, régimen
de visitas, pensiones, uso del domicilio familiar.

Si no existen hijos menores de edad o bienes en común, no beberá presentarse convenio


regulador.
El divorcio contencioso
Se solicita por uno de los cónyuges sin el consentimiento del otro, por lo que en este caso
no se acompaña ningún convenio regulador, y se puede demandar el mismo, cuando exista
una de las siguientes causales:

• La infidelidad manifiesta y pública de cualesquiera de los cónyuges;


• Los malos tratos de obra, injurias graves y trato cruel de uno de los cónyuges contra
el otro o contra los hijos, que hagan insoportable la vida en común;
• El atentado de uno de los cónyuges contra la vida del otro o de los hijos;
• El abandono manifiesto e injustificado de uno de los cónyuges por más de dos años
sin comunicación con el otro;
• Toda conducta de uno de los cónyuges tendente a corromper o pervertir al otro o a
los descendientes;
• El uso habitual de drogas heroicas y estupefacientes por parte de uno de los
cónyuges, cuando amenazaren con causa la ruina de la familia o constituya un
motivo de desavenencia conyugal;
• La negativa injustificada de uno de los cónyuges a cumplir para con el otro o con los
hijos comunes, los deberes, la asistencia, educación, alimentación a que está
legalmente obligado.
• La separación de hecho de los cónyuges durante dos años consecutivos.
• La acción de divorcio sólo podrá deducirla el cónyuge inocente salvo el caso
contemplado en el numeral 8 del artículo anterior, en que podrá hacerlo cualesquiera
de los cónyuges.

El derecho para demandar el divorcio contencioso no podrá entablarse después de un año


contado desde que se tuvo conocimiento de la causa que lo motiva, excepto en los casos
de los numerales 1,2,3 y 5 del Artículo 238 que se podrá deducir en cualquier tiempo
siempre que persistan los hechos que dan origen a la causa.

No podrá declararse el divorcio si entre los cónyuges ha habido reconciliación o vida marital,
ya sea después de los hechos que hubieren podido autorizarlo o después de la demanda.

El procedimiento es largo, complejo y con un importante coste no sólo económico sino


también personal para ambas partes. Dependiendo de las circunstancias del caso, es
posible tramitar simultáneo al procedimiento de divorcio, las llamadas medidas
provisionales destinadas a regular la situación patrimonial entre los cónyuges (cargas del
matrimonio) y fundamentalmente respecto a los hijos (atribución de la patria potestad de la
guardia y custodia, régimen de visitas y comunicaciones, pensión de alimentos …) mientras
se desarrolla el procedimiento de divorcio y hasta su conclusión.

EFECTOS DEL DIVORCIO.


El divorcio disuelve el vínculo matrimonial por lo que se altera el estado civil de los que
hasta ese momento eran cónyuges, a quienes se les permite contraer un nuevo matrimonio.

Esta disolución del vínculo conlleva la pérdida de los derechos sucesorios entre los
cónyuges, la pérdida de la pensión de viudedad, así como de las obligaciones derivadas
directamente del matrimonio: los deberes de ayuda y fidelidad, el compromiso de velar por
el interés de la familia, la obligación de prestar alimentos, etc.

La ruptura de este vínculo no afecta a las obligaciones de los cónyuges para con sus hijos
puesto que las mismas surgen de la relación de parentesco y no de la existencia de la unión
matrimonial.

PENSAMIENTO.
Qué difícil es decir no te amo más, probablemente es más sencillo acostumbrarse, fingir.
Pretender que no pasa nada. Que el amor sigue latente. Es difícil porque pensamos que
eso que nos hace ahora miserables es el fruto de nuestras decisiones, pero no lo es.
Siempre hay opciones talvez amor se va, caduca, se transforma y a veces preferimos
aceptar un matrimonio infeliz antes de fracasar como pareja. Hasta llegamos a pensar que
el divorcio es lo peor que nos pueda pasar. Quizá deberíamos de quitarle lo sagrado al
matrimonio, para agregarle el valor de lo humano tambien es posible que dejemos de amar
a alguien, también es posible que no queramos más compartir nuestro tiempo con alguien,
el divorcio no es una tragedia, por más que nos digan que lo es, el divorcio es una opción,
una opción para los que valerosamente aceptan que ya no hay más que aportar o compartir
con la pareja a veces no se trata de desamor, a veces nos divorciamos motivados por una
traición, para defender nuestra dignidad y de entender que simplemente podemos darnos
una nueva oportunidad de amar a alguien que nos ame tanto como nosotros amamos. A
veces también nos equivocamos y nos cuesta aceptar que nuestro matrimonio fue un
impulso, carente de análisis, eso también pasa y el válido querer salir de ahí.

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