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La escala destrozada

demasiado grande, demasiado Las ciudades orgánicas y tradicionales crecieron a lo largo del tiempo sobre
alto y demasiado rápido la base de actividades diarias. El transporte se realizaba a pie y el conoci-
miento sobre la construcción se adquiría a través de la experiencia ganada
con los años. El resultado de esta forma de proceder eran ciudades materia-
lizadas en una escala acorde con los sentidos de los seres humanos.
Actualmente, las decisiones que afectan a un proyecto urbano se realizan
sobre una mesa de trabajo, y casi inmediatamente se procede a la realización
de las directrices. La velocidad de las nuevas formas de transporte y la escala,
muchas veces masiva, de los proyectos arquitectónicos plantean nuevos pro-
blemas. El conocimiento empírico que solíamos tener acerca de la escala y la
proporción se ha perdido, lo que ha resultado en áreas urbanas construidas
en dimensiones que las personas sienten como ajenas e incómodas.
Si buscamos alentar la marcha y el ciclismo, si queremos construir ciuda-
des seguras, sanas, vitales y sostenibles, es indispensable conocer en pro-
fundidad cómo funciona la escala humana. Es fundamental entender esto,
no solo si pretendemos emplearla adecuadamente, sino también para saber
cómo se relaciona con las otras proporciones con las que entra en juego,
tanto la que está por debajo como la que está por arriba.

los automóviles La irrupción del automóvil y el tráfico vehicular han sido factores decisivos en
y la escala destrozada crear confusión en torno a los conceptos de la escala y las proporciones den-
tro de las ciudades. Los automóviles de por sí ocupan mucho lugar. Los auto-
buses y los camiones también son enormes, y hasta un pequeño automóvil
compacto puede ser considerado gigante si se lo compara con el espacio
que necesita una persona. Todos los vehículos abarcan una gran cantidad de
espacio, tanto cuando circulan como cuando están estacionados. Una zona
de estacionamiento para solo 20 o 30 automóviles ocupa la misma superficie
que una pequeña plaza. Cuando la velocidad de movimiento pasa de 5 kiló-
metros por hora a 60 o 100, todas las dimensiones espaciales se incrementan
enormemente, lo que contribuye a crear perfiles urbanos distorsionados.
Tanto los automóviles como el tránsito representan problemas desde
hace 50 años para el planeamiento urbano. Durante este mismo período, la
escala y el sentido de la proporción han comenzado a adaptarse a un esce-
nario dominado por los automóviles. No se ha podido hacer una diferencia-
ción real entre la escala humana y la vehicular como dos dimensiones dis-
tintas, debido a que el tema del automóvil ha confundido el entendimiento
del concepto de la escala.

ideologías de planeamiento Paralelamente al desarrollo de la tecnología constructiva y del agrava-


y la escala destrozada miento del problema del tránsito, las ideologías que dominan el planea-
miento también cargan con una porción de la culpa al utilizar distancias

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Hasta un automóvil pequeño se ve
grande en una ciudad medieval, y un
autobús escolar ocupa una calle entera
(Santiago Atitlán, Guatemala).

gigantes, edificios altos y una arquitectura “veloz”. El rechazo del Movi-


miento Moderno a las calles y a la ciudad tradicional de las décadas del 20
y del 30, y su apego a los ideales funcionalistas de la higiene y las vivien-
das bien iluminadas resultaron en postales de urbes altísimas en medio
de autopistas. Caminar, andar en bicicleta y encontrarse con otros en un
espacio urbano no formaban parte de esas visiones, lo que en las déca-
das siguientes tuvo un impacto significativo en los nuevos desarrollos
urbanos realizados en todo el mundo.
Si en algún momento de la historia a los planificadores se les hubiera pe-
dido que diseñaran ciudades que dificultaran la vida y que desalentaran a
la gente a salir de sus casas, no podrían haber hecho una labor más eficien-
te que la que hicieron con las urbes del siglo XX basados en esta ideología.

edificios inmensos, pensamientos Los desarrollos que se han producido en la sociedad, en la economía y en
grandes, escala enorme la tecnología constructiva han terminado por conformar áreas urbanas y
edificios exentos a una escala sin precedentes. Una mayor riqueza resultó
en mayores necesidades de espacio para todas las actividades. Tanto las
empresas como las oficinas, las tiendas y las casas: todo ha crecido. Las es-
tructuras y los encargos han crecido mientras que los tiempos de la obra se
han acelerado. Los avances tecnológicos han acompañado estos cambios
y nuevos métodos de producción han permitido construir edificios más
altos, más anchos y más largos. Mientras que anteriormente las ciudades se
ampliaban mediante la construcción de nuevos edificios, las nuevas áreas
urbanas actualmente son una colección de edificios resueltos en un visto-
so lenguaje arquitectónico, dispuestos de forma exenta y aleatoriamente
entre estructuras de estacionamiento y grandes autopistas.
Durante este mismo período, las ideas arquitectónicas han dejado de
enfocarse en edificios erigidos dentro de un contexto urbano, que a su
vez cuentan con elaborados detalles, para pasar a realizar proyectos indi-
viduales con un lenguaje muy complejo, pensados para maravillar desde
la distancia. Los imaginarios y los pensamientos son grandes, al igual que
la escala.

56 ciudades para la gente


Se pueden encontrar buenas razones financieras, tecnológicas e ideo-
lógicas para explicar por qué las ciudades modernas lucen como lucen,
como así también explicar por qué los planificadores y los arquitectos en
general parecen estar tan confundidos y fuera de práctica cuando se trata
de abordar la escala del hombre.

construir respetando En medio de este panorama, conviene notar que a lo largo de todos estos
la escala del hombre años sí hubo arquitectos y planificadores que entendían cómo combinar
estos nuevos desafíos respetando la escala del hombre. A lo largo de su
carrera, el arquitecto sueco-británico Ralph Erskine (1914-2005) mostró
diversas formas de respetar la escala humana, en proyectos como el Com-
plejo Byker en Newcastle, construido entre 1969 y 1983.
El complejo Bo01 en Malmo, Suecia (2001), el cuartel central de Aker
Brygge en Oslo, Noruega (1986-1998) y el proyecto habitacional para la
nueva área urbana Vauban en Friburgo, Alemania (1986-2006) son tam-
bién ejemplos de nuevos distritos urbanos diseñados tratando de respetar
la escala del hombre.
Otro tipo de edificios donde se puede observar el respeto por la escala
humana son los shopping centers, los parques de diversiones, los restauran-
tes y los hoteles sobre el mar, donde la existencia de un ambiente amable
El diseño del arquitecto Ralph Erskine
para el hombre es un prerrequisito para el éxito del emprendimiento. Estos
para este complejo revela su habilidad
para manejar tanto la escala grande como ejemplos nos demuestran que es posible trabajar con la escala humana de
la pequeña (Byker, Newcastle, Inglaterra). modo serio en forma combinada con otras escalas.

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edificios grandes — gente pequeña

El impacto que genera una falta de


entendimiento y de respeto por la
escala humana puede verse en una
gran mayoría de las nuevas áreas
urbanas. Los edificios y los espacios se
agrandan constantemente mientras
que la gente que debe usarlos sigue
siendo pequeña (La Défense, París;
Eurolille, Lille, Francia, y Brasilia, Brasil).

58 ciudades para la gente


Cuando es vital que los clientes se
sientan cómodos, se realizan todos
los esfuerzos necesarios para que las
dimensiones y el diseño del espacio
exterior esté en armonía con la escala
humana (hotel resort sobre el Mar
Muerto en Jordania y The Cappuccino
strip, Freemantle, Australia).

El desafío es lograr que los principios fundamentales que guían a la es-


cala humana se acoplen naturalmente al entramado urbano para así alen-
tar a la gente a que camine y se transporte en bicicleta. Por numerosas
razones, siempre estaremos necesitados de complejos y de edificios de
grandes dimensiones y muchos pisos, pero descuidar y negar la escala
humana no puede ser nunca una opción.
El cuerpo humano, sus sentidos y su movilidad son la clave para lograr
una buena planificación urbana que le sirva a la gente. Todas las respuestas
se encuentran ahí, encapsuladas dentro de nuestros cuerpos. El mayor reto
es construir ciudades magníficas a la altura del observador, con edificios
altos que se levantan por encima de los bellos pisos bajos.

“cuando tengas dudas, Enfrentados con la tentación de diseñar espacios demasiado grandes para
deja algunos metros fuera” poca gente, y la tentación de agregar algunos metros más al espacio resul-
tante entre edificios, “solo por las dudas”, nuestro consejo en casi todos los
casos sería reducir las dimensiones de manera de poder seguir el dicho:
“cuando tengas dudas, deja algunos metros fuera”.

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