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PRESENTACION

El texto de lectura obligatoria: “Las Industrias Culturales. Historia, definición y


contenidos (En los tiempos de la Internet)” ha sido escrito por el Profesor Oscar Moreno,
titular de la Cátedra de Políticas Culturales y Director de la Licenciatura en Políticas y
Administración de la Cultura de la UNTREF.

A través de la lectura de este texto, ustedes observaran que, así como Ortiz trabaja con la
cultura alimentaria para analizar y fijar su posición sobre la mundialización de la cultura, Oscar
Moreno recurre al análisis de las Industrias Culturales (IC), concepto que cobró legitimidad a
partir de un texto escrito en 1944 por dos de los máximos representantes de la llamada Escuela
de Frankfurt, Theodor Adorno y Max Horkheimer. En esa obra estos intelectuales, al analizar la
cultura de masas, afirman que se está consolidando una cultura masificada capaz de provocar
manipulación y suspensión de la reflexión crítica. El espacio del ocio y el entretenimiento no es
más que una estrategia del sistema, de modo que cuando las masas se divierten colaboran con
el poder, el espectador pierde su condición activa y se transforma en un consumidor pasivo.

Ha pasado mucho tiempo desde aquel trabajo y hoy la denominación de industrias culturales
(IC) se ha naturalizado, casi ha perdido su carácter transgresor, y esta breve referencia es
simplemente para hacer una simplificada aclaración sobre lo que alguna vez se llamó “las
industrias sin chimeneas”.

En el artículo de Moreno, hay un análisis diferencial sobre los tres casos que explicita el autor
ya que, los efectos y la dinámica de concentración de la industria no es la misma en lo editorial,
que en la música o en la cinematografía. Para poder adentrarnos en estas cuestiones debemos
tener en cuenta los distintos períodos que el autor menciona y sus impactos sobre la IC: los
años ´80 y sus políticas neoliberales y la actualidad con la llegada de Internet.

Para poder problematizar la cuestión, en la cual focaliza su análisis Moreno, piensen si la


perspectiva es la misma o es diferente a la de Renato Ortiz, nos referimos a la posición
respecto de las teorías de la americanización del mundo.

También tienen en Contenidos, correspondiente con la clase de este foro, un archivo


denominado “Industrias culturales: el cine”.

PREGUNTAS DEL PROFE


1 ¿Cuál sería la definición de IC; y qué significa su particular posición entre las dimensiones de la cultura
y la economía? ¿Y cuál sería la diferencia sustancial con el más tradicional circuito del arte?

2  ¿Cuáles les parece que son las características que primeramente señala Moreno para
distinguir y caracterizar a las IC precisamente como “industrias”? Y en este sentido, reiterando
una pregunta anterior, para todxs y en especial quienes todavía no han llegado a
intervenir, ¿en que se distinguirían las IC del campo más tradicional (y no-industrial) del arte?
3 Sobre la “excepcionalidad cultural”: ¿qué significa esta idea, y cuáles son los fundamentos que se
ponen en juego y los intereses enfrentados en dicho debate?
4 ¿cuál les parece que es la mirada y postura de Moreno respecto del rol de EEUU respecto de
las IC y de la cultura global? ¿Cómo podríamos compararlo en relación a la posición de Ortiz al
respecto, es convergente o divergente?
5¿Qué características generales plantea el autor sobre estos ejes? En particular, ¿qué impacto
y cambios hubo en las cadenas de valor de las distintas ramas de IC con su integración en
Internet y las nuevas empresas que surgieron en ese marco?
6¿a qué se refiere el autor con la idea de una situación de “balance” entre viejas y nuevas
modalidades de consumo cultural?
7¿¿con qué tendencias o cómo imaginan que se desarrollará esta situación de balance entre
formas de consumo cultural en el futuro próximo??
RESPUESTAS DEL PROFE

1¿Cuál sería la definición de IC; y qué significa su particular posición entre las dimensiones de la cultura
y la economía? ¿Y cuál sería la diferencia sustancial con el más tradicional circuito del arte?

Citando al propio Moreno, “las IC se instalan, conceptualmente, en la relación entre la


economía y la cultura”. Es decir, entre dos ámbitos muy diferentes, y aún contradictorios.

Esto queda más claro en una primer caracterización que bien han planteado varios de ustedes
sobre las IC: 1- Generan valor económico; 2- Producen y distribuyen valores simbólicos; 3-
Organizan gran parte del consumo cultural”.

La dualidad de las IC está en que hace un producto para un mercado (valor económico), y que
a la vez esa mercancía tiene una particularidad “intangible”, la obra es un “hecho de espíritu”
(estas palabras sobre lo "espiritual" nos pueden recordar a la concepción "idealista" de la
cultura que vimos en la primera clase), posee un valor como transmisora de significados y
valores, o sea, de cultura (valor simbólico). Aquí hay pues siempre implícita una tensión entre
los fines económicos y culturales.

 Las IC nos proveen mercancías culturales a través de un mercado, que adquirimos en una
práctica de “consumo”, lo que supone un modo particular de acceso a la cultura: los públicos
se convierten en “consumidores”; y la cultura hecha mercancía puede convertirse en
“modas”, “tendencias”, “entretenimiento”, con una producción sujeta a ciertas “fórmulas” y
géneros de probado éxito comercial, junto con pautas de marketing que orientan-manipulan los
gustos masivos. Ésta es en buena medida la perspectiva que tienen los autores de la Escuela
de Frankfurt (donde podemos ubicar al antecitado Benjamin, junto a Adorno, Horkheimer,
entre otros), con su mirada crítica sobre las IC como parte de una nueva forma de
dominación en la “sociedad de masas”, y la “estandarización” de los productos culturales
(nos referimos con ello aquí no sólo a las obras de arte; sino a toda la órbita de la producción
cultural y de la comunicación de masas)

A esa altura puede aparecer bien clara la diferencia con el campo del arte: en cuanto al
proceso productivo, ya no está más a cargo de un artista único, aislado y autónomo (el “genio
creador” concebido en términos románticos, que produce la obra artesanalmente); y en cuanto
al acceso por parte del público, ya no se requiere necesariamente el ritual cuasi sagrado de la
asistencia en vivo y la contemplación cercana de la obra, sino que a través de dichas
intermediaciones y merced al consumo en un mercado, en la mayoría de los casos accedemos
a una copia industrial (como ya lo hemos dicho y repasado antes, la “reproductibilidad técnica
de la obra de arte” que problematizó Walter Benjamin, quien planteó la idea que cita Moreno y
que ustedes también trajeron acá antes como referencia, el famoso concepto de la “muerte del
aura”)

Está muy clara esta concepción de Benjamin, como también hemos ya visto, en la diferencia
entre un concierto de una orquesta en el teatro, o el acceso a través de la compra del disco
(ejemplo que usa en su artículo el propio Moreno). O en la diferencia del tipo de uso o
“consumo”, cuando una pintura se la va a apreciar en el montaje dedicado de un museo, o
cuando la misma obra aparece como un estampado en una camiseta o impresa
decorativamente en la funda de un almohadón o en un tazón de café... En la actualidad
parecen infinitas las formas en que puede incorporarse a un mercado de consumo la
producción artístico-estético-cultural, casi fundida con el campo del diseño y el marketing.

2  ¿Cuáles les parece que son las características que primeramente señala Moreno para
distinguir y caracterizar a las IC precisamente como “industrias”? Y en este sentido, reiterando
una pregunta anterior, para todxs y en especial quienes todavía no han llegado a
intervenir, ¿en que se distinguirían las IC del campo más tradicional (y no-industrial) del arte?
Para cerrar esta primera cuestión de la definición y diferenciación con el arte, podemos
también decir, que en la producción de las IC está muy presente a priori y se vuelve muy
importante la variable económica (la preocupación del “productor”, responsable por la inversión
económica en un determinado proyecto, a diferencia de lo que concierne al creador artístico..
aunque estas figuras o roles en muchos casos tienden al fin a fundirse o confundirse). Ya
resulta determinante desde el mismo momento “cero” de la concepción de la obra o
producto (el productor piensa la obra-como-mercancía; formateada para el gusto de un
público o tendencia de un mercado)

En cambio, en el circuito del arte tradicional, se lo podría distinguir porque las obras fueron en
el primer momento de su concepción producidas con otros fines, no primordialmente
económicos, sino propiamente artísticos o creativos (idealmente, este es el discurso romántico
decimonónico del “arte por el arte”). Ello con relativa independencia de que después puedan
también a posteriori las obras ser vendidas y devenir así mercancías.

Podemos apreciar al fin, que entre ambos extremos (entre “el arte por el arte” y la producción
“comercial”), en verdad se plantea una oposición más conceptual (o incluso ideológica), que en
los hechos tiene muchos grises o matices en el medio...

De todos modos, es oportuno destacar también que las IC se desarrollaron, con las primeras
formas de reproducción técnica de la obra de arte y de comunicación de masas (la imprenta, el
telégrafo), desde bastante tiempo atrás. Y que fueron muy importantes en la primera
modernidad acompañando los procesos de formación de las naciones, con la difusión de una
ideología nacionalista, la "memoria nacional" de la que hablaba el primer texto de Ortiz.
Imaginemos por ej. las revistas para alumnos escolares tipo Billiken, transmitiendo a los niños
en edad escolar los símbolos patrios; o la radio, transmitiendo música “nacional” "argentina"
(folklore, tango), etc. 

A propósito de lo último, retomando lo que comentaba recién en su última intervención Danilo,


sobre la utilización de la radio en el nazismo, conste que los medios de comunicación fueron (y
siguen siendo, qué duda cabe) una herramienta fundamental de propaganda por parte de los
gobiernos y estados en todo el mundo, también fundamentales para la comunicación en los
regímenes democráticos. Y no sólo de propaganda; son los que configuran (y tienen el poder
de manejar) el "ágora" de la opinión pública.

3 Sobre la “excepcionalidad cultural”: ¿qué significa esta idea, y cuáles son los fundamentos que se
ponen en juego y los intereses enfrentados en dicho debate?

“excepcionalidad cultural”: como bien vienen ustedes señalando, se basa en lo ya antes


planteado sobre el “valor simbólico” distintivo de la producción de las IC en comparación con
cualquier otra mercancía. Y en particular, como una expresión de aquello, plantea Moreno la
antedicha idea del “valor nacional”

4 ¿cuál les parece que es la mirada y postura de Moreno respecto del rol de EEUU respecto de
las IC y de la cultura global? ¿Cómo podríamos compararlo en relación a la posición de Ortiz al
respecto, es convergente o divergente?

como bien ustedes señalaron, hay una divergencia, y podemos hacer una distinción clave entre
las miradas o análisis de ambos autores.

Moreno, en cuanto a este asunto de la excepcionalidad y la protección del valor nacional,


destaca la posición de predominio y de presión aperturista mercantil por parte de Estados
Unidos y sus empresas. Ortiz, en cambio, desplaza su mirada de este hecho al otro que a él le
interesa más, de ver cómo la expansión de determinadas industrias desde un país (él se
ocupaba de la industria alimentaria, pero podría valer también como ejemplo la IC), responde
menos a la centralidad o a las políticas y presiones hegemónicas de una nación, y más a la
propensión a la industrialización en un contexto de transformación de los espacios y tiempos
sociales. Sobre esta base, recordemos, era que Ortiz hacía una distinción entre
"americanización" y "mundialización" (sobre la base de la crítica a las categorías analíticas de
la antropología clásica, de centralidad o foco cultural, y de límite interno/externo o territorialidad
de lo cultural) En ese sentido, se podría decir que es más "neutral" según los términos con que
ustedes se han expresado; aunque valga aclarar, que me importa menos qué "posición"
ideológica toma cada autor, y más bien lo fundamental es entender cuál es el marco teórico y
de análisis que proponen para sostener sus respectivos posicionamientos.

Pero en el trasfondo de su análisis, más bien plantea un escenario de globalización, donde las
nuevas IC son empresas cada vez más transnacionales, que responden a tendencias de
consumo que ya son globales y no con una marca nacional (Y en este sentido, en última
instancia, su enfoque es a la vez bastante análogo o no se opone tanto al de Ortiz sobre la
mundialización cultural)

 Moreno puede verse una mayor atención a la posición predominante y las políticas de
expansión de una nación y un Estado específicos (EEUU); o más precisamente, de las
industrias culturales predominantes de aquel país, por las cuales el Estado norteamericano se
ocupa de hacer lobby en los debates y foros internacionales. En Ortiz la atención no está
puesta en una nación o en el origen nacional de las IC, sino en el proceso más general de
expansión de la modernidad-mundo (era precisamente ésa la base de su crítica a la idea de
"americanización"; es vital que si hace falta revisen el último texto del autor, pero que se
entienda bien esto)

5¿Qué características generales plantea el autor sobre estos ejes? En particular, ¿qué impacto
y cambios hubo en las cadenas de valor de las distintas ramas de IC con su integración en
Internet y las nuevas empresas que surgieron en ese marco?
Y sobre todo, lo que en el artículo de Moreno se procura destacar, por su impacto en los
antedichos procesos de concentración y también en las nuevas modalidades del consumo
cultural, es el dato clave de la digitalización.

Lo digital no sólo significa a priori la separación del contenido respecto del soporte “físico” (el
libro, disco, rollo de película). Tiene un gran impacto en la producción de contenidos, y ello
afecta las formas de su distribución y comercialización, y de exhibición y consumo. Hay un
claro impacto en la cadena de valor: los eslabones de la comercialización y la exhibición-venta
prácticamente se concentran y funden en una sola instancia, a través del streaming y la venta-
descarga “en línea”.

Las nuevas empresas como Netflix y Amazon, claramente implican un salto en la


concentración. Y me parece importante destacar asimismo también algo que comentó en su
último aporte Angélica, la capacidad que tienen las empresas a través de nuevas tecnologías
de conocer con precisión los intereses de los usuarios. A través del empleo de “big
data” y algoritmos informáticos, pueden definir perfiles muy específicos de consumidores (la
información que centralizan redes como Facebook sobre nuestros gustos-”likes”, o Google a
través de nuestras búsquedas y movimientos en el navegador de Internet, son para ello
cruciales y de gran valor mercantil), revolucionando los alcances de la comercialización y el
consumo; incluso generar producciones adaptadas a la demanda.

6¿a qué se refiere el autor con la idea de una situación de “balance” entre viejas y nuevas
modalidades de consumo cultural?
 "balance" entre viejas y nuevas formas de consumo cultural.

El ejemplo que pone el autor, y que ustedes vienen bien de antes mencionando, es en
particular el del libro, donde aunque existe el ebook con sus ventajas, aún existe también el
hábito de comprar libros y formar "bibliotecas" (es para destacar, sin embargo, que hace ya
varios años, Amazon empezó a tener más ventas de libros digitales que físicos; aunque quizá
para esto último la gente siga también aún el ritual de ir a las librerías físicas)
Ahora bien, sería para pensar también qué se podría decir de la situación en otros rubros de las
IC, por ejemplo la música y el audiovisual (cine-TV).

De todos modos, Moreno señala que aún con distintas tendencias o velocidades, en mayor o
menor medida según el caso, la orientación general es a una reconfiguración de las formas de
consumos cultural afectadas por las nuevas tecnologías, la integración de contenidos en
Internet y el consumo digital

7¿¿con qué tendencias o cómo imaginan que se desarrollará esta situación de balance entre
formas de consumo cultural en el futuro próximo??

Efectivamente puede decirse que los nuevos canales y usos culturales no necesariamente
quitan "prestigio" a los viejos. Incluso puede pasar al revés, por ej. vemos cómo algunas viejas
expresiones y formas de consumo cultural se convirtieron en una suerte de moda de nostalgia
"vintage" (por ej. los discos de vinilo, las proyecciones en cineclubes "de culto", las pequeñas
editoriales independientes con libros "artesanales", etc.)

Lo dicho anteriormente, ¡no quiere decir que las formas más tradicionales del consumo cultural
tengan que “desaparecer”!

En primer lugar, entender que al hablar de IC, es una generalización que abarca muchos rubros
y realidades distintas de la industria. Por caso, retomando la última consigna previa, distinguir
entre los distintos rubros de la industria cultural:

 Editorial: aquí es donde el autor Moreno pone el ejemplo de la pervivencia de los libros
impresos para ilustrar su idea de un “balance” entre viejas y nuevas formas de
consumo cultural;

 Música: donde la instalación y generalización de la digitalización del mp3 y


el streaming es mucho más abarcativa; aunque perviven también otras formas viejas y
modelos de negocio que se revitalizan (como ser los conciertos en vivo y demás
presentaciones incluidas en los contratos “de 360°” de los artistas con las
discográficas)

 Audiovisual: aquí también avanzó algo más tardíamente pero de modo muy acelerado
la digitalización y streaming; aunque también aclara Moreno que aún hoy, el tradicional
modelo de integración y oligopolio de las majors de la industria hollywoodense les
permite dominar y seguir usufructuando con mucha ventaja en el campo de las salas
de cine. Otro tanto se podría decir en el campo de la televisión, de la pervivencia no
sólo de los canales tradicionales de aire (hoy TV digital) sino sobre todo del modelo de
televisión por cable, con clientes por suscripción a paquetes de canales, integrados en
la oferta de empresas de telecomunicaciones que instauran hoy el modelo de
negocio triple-play.

MIS RESPUESTAS
1 ¿Cuál sería la definición de IC; y qué significa su particular posición entre las dimensiones de la
cultura y la economía? ¿Y cuál sería la diferencia sustancial con el más tradicional circuito del arte?

La Ic se puede definir como la comercialización de contenidos intangibles y culturales que


producen determinadas personas, las cuales ejercen su derechos de autor pero para que exista
esta comercialización se necesita de un proceso de intermediación que es llevado a cabo por la
industria y las nuevas tecnologías. Se encuentran en el medio de la dimensión de la cultura y la
economía ya que además de crear valores culturas constantemente, son grandes generadores
de economía.
La diferencia sustancial sería que el circuito del aire genera un aura que representa el entorno
del arte que se está generando, como lo sería una obra o un concierto. Por otro lado, la
distribución de esto por medio de la industria, donde se graba y vende por distintos medios ya
se vuelve un producto de la industria cultural. (Esta mal porque no deja de ser arte ese
producto, da un ejemplo cuando una pintura se imprime en remera o masifica por una pagina
web) yo tire que pierde su esencia pero sigue siendo arte

2  ¿Cuáles les parece que son las características que primeramente señala Moreno para
distinguir y caracterizar a las IC precisamente como “industrias”? Y en este sentido,
reiterando una pregunta anterior, para todxs y en especial quienes todavía no han llegado a
intervenir, ¿en que se distinguirían las IC del  campo más tradicional (y no-industrial) del
arte?

Las características de las IC para definirlas como industria son que generan valor económico,
producen y distribuyen valores simbólicos, y organizan gran parte del consumo cultural. Por
medio de estas características es que se integran las industrias culturales, no pueden ser
excluídas.

3 Sobre la “excepcionalidad cultural”: ¿qué significa esta idea, y cuáles son los
fundamentos que se ponen en juego y los intereses enfrentados en dicho debate?

La excepcionalidad cultura se encarga de legitimar la producción de valor nacional, se vincula con el


negocio. Lo que se discute es la libre circulación de los productos culturales, por un lado, tenemos a
Estados que afirma que los productos deben circular libremente por el mundo, y por otro lado la
oposición, quienes sostienen que el producto cultural es excepcional por la producción de valores
simbólicos.
4¿cuál les parece que es la mirada y postura de Moreno respecto del rol de EEUU respecto de
las IC y de la cultura global? ¿Cómo podríamos compararlo en relación a la posición de Ortiz al
respecto, es convergente o divergente?

Son divergentes, debido a que Ortíz plantea una neutralidad con respecto a la situación
analizada, en cambio Moreno es más crítico debido a que se opone a la postura de los Estados
Unidos sobre que los productos culturales deben circular libremente

5¿Qué características generales plantea el autor sobre estos ejes? En particular, ¿qué impacto
y cambios hubo en las cadenas de valor de las distintas ramas de IC con su integración en
Internet y las nuevas empresas que surgieron en ese marco?

Las transformaciones provocadas por el surgimiento del internet  y su aplicación de las


industrias culturales produjo grandes cambios en las cadenas de valor y también en la forma de
concebir el sistema del arte. Permitió que las grandes empresas de hoy en día sean lo que son
mediante su buen uso, por medio del cual lograron intercambiar las formas de comercialización,
distribución y consumo, como lo es en el caso de la música.

6¿a qué se refiere el autor con la idea de una situación de “balance” entre viejas y nuevas
modalidades de consumo cultural?
Se refiere al equilibrio que hay entre las plataformas emergentes y las tradicionales. En este caso, las
emergentes sería las de streaming, que no logran acabar con las tradicionales como el cine, ya que no
transmiten la misma sensación, hasta el día de hoy se siguen rompiendo récords cinematográficos.

RESPUESTAS PIOLAS
1 La definición de IC podría ser: mercantilización de los contenidos culturales intangibles, como
una película o una canción. La cuestión de la intangibilidad es crucial ya que, al comienzo del
texto, Moreno menciona que, según ciertas teorías económicas, l@s artistas no están
produciendo bienes materiales que puedan considerarse como parte de un proceso económico.
Respecto al circuito de las artes, el autor hace referencia a la diferencia en el ejemplo del Teatro
Colón: si una persona presencia una orquesta sinfónica en este teatro se lo considera un
producto de las artes, pero si luego esa persona consume el registro filmográfico o auditivo de
ese momento ya se lo considera parte de la industria cultural.

2 Las características que primeramente señala Moreno para distinguir y caracterizar a las IC
precisamente como “industrias”  es que generan valor económico y que es un lugar de tensión
entre diferentes actores de la cadena de valor porque cada uno tiene intereses contrapuestos. 

Las IC se distinguen del campo mas tradicional de las artes porque no están situadas en un
lugar, sino que se reproducen de modo que no hace falta moverse para disfrutarlas. Pierden su
aura, en términos de Benjamin,  su "aquí y ahora"

3 La excepcionalidad cultural refiere a un debate ideológico cuyo punto es que "Los productos


culturales no pueden circular libremente como si fueran automóviles o dinero en los bancos,
porque tienen la característica de ser también productores de valores" . El fundamento es que
los productos nacionales deben ser protegidos por el estado, para darles valor y legitimar la
producción nacional. Aquí se ponen en juego los intereses del mercado neoliberal y la de los
estados que también ven en su producción interna un negocio.Hay dos posturas en este
debate, la de Estados Unidos que plantea que los productos culturales deben circular
libremente, y otra sostenida por Francia,  Canada entre otros, que plantean que son productos
excepcionales. 

4 Quizás solapadamente se puede ver que son divergentes. 

Me parece que Moreno plantea una idea más cercana a que los estados nacionales deben
fomentar la industria cultural, por lo que me parece que no está de acuerdo con el papel
librecambista de Estados Unidos. 

Mientras que Ortiz opta por una posición más neutral en donde no destaca que Estados Unidos
tiene este rol de querer difundir y distribuir la cultura a nivel global, rol que sí le da Moreno. 

Digamos, Moreno sería más crítico que Ortiz que directamente se aparta del debate yendo
directo a su concepto de mundialización

5¿Qué características generales plantea el autor sobre estos ejes? En particular, ¿qué impacto
y cambios hubo en las cadenas de valor de las distintas ramas de IC con su integración en
Internet y las nuevas empresas que surgieron en ese marco?

Las IC cambiaron el formato de distribución y los objetos de comercialización. Por ejemplo la


industria musical, ahora distribuye la música por plataformas de internet, con distintos tipos de
convenios de "compra", y  enfocan sus ganancias a los conciertos en vivo.
Las producciones escritas ampliaron sus posibilidades de publicación, mediante plataformas
digitales, ahorrando los costos altísimos de impresión en papel. 

Un aspecto por demás importante que posibilitó internet y la digitalización de consumo es el


conocimiento refinado y actualizado de las preferencias de los/as consumidores, lo que
posibilita crear producciones según los intereses de los usuarios. Esto se destaca en la
producción de cine-audiovisual, tal como desarrolla el texto. 
Esto deviene en una concentración de ideologías y preferencias en el consumo, lo que va
estandarizando los productos culturales.

6 ¿a qué se refiere el autor con la idea de una situación de “balance” entre viejas y nuevas
modalidades de consumo cultural?

Se refiere a que, aunque las nuevas formas de consumir los productos culturales son cada vez
más usadas, las formas tradicionales (como es ir a una sala de cine), siguen siendo utilizadas.
Por lo que las viejas modalidades siguen existiendo y siendo exitosas (Aunque tal vez menos),
al mismo tiempo que las nuevas crecen.

7  ¿¿con qué tendencias o cómo imaginan que se desarrollará esta situación de balance entre
formas de consumo cultural en el futuro próximo??

Creo que hay elementos tradicionales del consumo que nunca se van a ir, por lo menos en el
futuro próximo (Por ejemplo las salas de cine, o el formato físico de música para
coleccionistas). Pero es interesante ver como ya estas van siendo, de manera rudimentaria,
intentando ser reemplazadas. Por ejemplo, con un casco de realidad virtual, hay aplicaciones
que permiten ver películas como si uno estuviese en una sala (Aunque dudo que esto alguna
vez reemplace las salas reales). A su vez, las tecnologías de las criptomonedas, especialmente
el NFT para el arte, intentan replicar el concepto de tener una obra de arte original. 

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