Tres poemas

A los ojos que últimamente acaparan mi atención…

Hojas sueltas
Fluyen cual mariposas las palabras, cientos de hojas llenas de pensamientos plasmados en
tinta que vuelan locas y gritan a los cuatro vientos lo que en lo profundo de mi ser oculto.
Palabras que se libran de las cadenas de la cobardía y vuelan dispersas.
Pares de páginas que en mariposas y aves se convierten, cantando alegres los mensajes de
sus alas mientras danzan entre los pastizales.
Subiendo en medio de su algarabía los transparentes escalones hacia las nubes mojadas,
para cantarle al arcoíris las notas que en su cuerpo llevan plasmadas.

Cobardía
En medio del amplio desierto transita apresurado el tren de pensamiento, incoherencias van
y vienen, vienen y van.
Del tren salen disparadas, ansiosas y entre los arenosos aires giran, se retuercen y se
ocultan, temiendo ser descubiertas.
Cegadas y acomplejadas ignoran la desolación del enorme desierto, pues creen que allí a
sus musas encontrarán.
Las incoherencias van y vienen, vienen y van, giran se retuercen y se ocultan, mientras que
en secreto, caprichosas, la atención de las musas buscan.

Promesas vacías
Te dije que sería la primera en hablar, que no me ocultaría más, que detendría mi patético
habito de observarte en silencio desde lejos.
Un mundo de imágenes fugaces cubiertas de azúcar, la tonta ilusión de algo que nunca
inició ni tomó forma.
Grita mi voz interior, desesperada. Palabras que intentan inquietas salir, volar, girar a tu
alrededor, intentar redimir la estúpida ilusión creada, a la luz de tus ojos atentos que nunca
se alejaron de mí, aún con las promesas vacías que de nuevo, impulsivamente intentaban
acercarse a ti.