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Marco Vega
Índice
Capítulo I - Relación de Amigos
Conclusiones
Introducción
Carlos aportaba todo su dinero al hogar, sin embargo, su esposa Francini se quejaba
de su falta de cariño. Este enamorado se frustraba porque nunca fue suficiente su aporte,
aunque lo daba todo, al menos económicamente. Luego, el ingenioso hombre pensó en
invertir el rol, se convirtió en el caballero más cariñoso sobre la faz de la tierra, el único
detalle es que ahora no daba dinero, sin embargo, el malestar de Francini continuaba porque
sin alimento ¡no se puede vivir!; ¿no le parece justa la explicación de Francini?. Por otro lado
Francini era una mujer muy cariñosa pero siempre duraba mucho arreglándose, lo cuál
significaba disgusto seguro para Carlos. Ella se cuestionaba si realmente Carlos valoraba su
cariño, pero Carlos afirmaba que si ella realmente lo quisiera, haría un esfuerzo por
arreglarse con más tiempo para no salir tarde. Al final, como suele suceder, ambos
explotaron, afirmando el mismo universal argumento matrimonial: ¡por más que me esfuerzo,
siempre encuentra algo que me hace quedar mal!. Y para utilizar un lenguaje más absoluto,
dramático y novelesco sería: ¡no le quedo bien con nada¡ y los más extremos terminan con la
frase “no quiero verte más nunca Francini Yolanda Eustaquia”. ¿Cuál de los dos tiene la
razón? Carlos lo da todo en un área de su vida, pero Francini sabe que aunque debería
valorar eso que realiza, no es suficiente para que estén completos. Igualmente en el caso de
ella.
En otro escenario, Susana es sumamente trabajadora, cuando vuelve a casa continúa
trabajando en el aseo, en el cuido de sus hijos, en el estudio, pero parece no ser suficiente
porque Roberto su esposo, se queja de que no le dedica tiempo a él, su argumento es: ¿para
qué tanto trabajo por comprar una casa si al final ni la disfrutamos juntos? El argumento de
Susana es: ¿si ambos trabajamos, porqué no me ayuda con los quehaceres del hogar?
Entonces Susana dejó el trabajo y ahora le dedica el tiempo que él requiere, sin embargo,
viven muy angustiados económicamente ya que solamente con el salario del marido no les
alcanza para mantener el estilo de vida que eligieron, pero eso sí, ahora pasan juntos el
tiempo que anhelaban, el único detalle es que ¡no tiene dinero!. ¿Se identifica con alguna de
estas escenas? ¿ha vivido estas mismas tensiones?
Lo cierto es que las combinaciones son múltiples: intimidad maravillosa pero no son
buenos amigos ó por el contrario, han desarrollado una amistad perfecta pero la intimidad es
una isla abandonada. Qué le parece aquel caso en donde ambos han establecido planes de
crecimiento matrimonial pero viven desequilibrados financieramente ya que son adictos a
gastar. Como vemos, al final, es el mismo principio para todas las historias matrimoniales: El
triunfo matrimonial no se logra realizando una sola acción bien hecha.
Es por ello que me hago las siguientes preguntas:
¿Será suficiente ser proveedor si la relación carece de cariño?
¿Bastará el cariño sino hay quien provea alimento al hogar?
¿Será importante comprar una gran casa si nunca pasan tiempo en ella?
¿Será suficiente amar sino se toman buenas decisiones económicas?
¿Tendrá plenitud un matrimonio si la relación sexual es placentera, aunque el resto no esté
en orden?
¿Será suficiente orar a Dios por un buen matrimonio, si ninguno de los dos da pasos
concretos para mejorar la situación del hogar?
Para responder a las preguntas anteriores, se requiere amar inteligentemente, esto es
más que amor, además se necesita trabajo D.I.I.:
D.iario
I.ntencional, e
I.ntegral
Dentro del concepto integral, y para que la relación sea exitosa es necesario entonces,
según mi tesis, trabajar el matrimonio en cinco áreas de relación:
Relación de Amigos
Relación Sexual
Relación Financiera
Relación de Crecimiento
Relación con Dios
Por ello he titulado este libro: “El Combo del Amor”, por que al igual que cuando vamos a
un restaurante de comidas rápidas y pedimos un “Combo”, esto supone que nos darán varios
alimentos en un solo pedido, asimismo sucede en el matrimonio. Cuando contraemos
nupcias se nos hace la pregunta: ¿Acepta a esta mujer…a este hombre? En realidad lo que
estamos aceptando es más que el físico presente, se adquiere un Combo y no cualquiera,
sino el “Combo del Amor” y ahora debemos trabajar en “comer” cada área que nos
entregaron al momento de escuchar: “puede besar a su cónyuge”. El asunto es que en el
“Combo del Amor”, siempre sirven pescado, ¡pero con espinas!. Una vez quitadas las
espinas, el sabor del pescado es maravilloso. Sugerencia: “no intente comer tranquilamente
pescado sin dedicarse primero y utilizando el tiempo necesario, a quitar las espinas, lo
desafiante es que todos, sin excepción, tenemos algunas”.
El desafío matrimonial
Estas cinco áreas deben superar, lo que a mi entender es, el mayor desafío
matrimonial: “ejercitarse en el arte de ponerse de acuerdo”, como bien lo afirmó un hombre
llamado Amós en la antigüedad, y lo hizo mediante una pregunta retórica: ¿andarán dos
juntos sino están de acuerdo?1. La respuesta está implícita, ¡no se puede!. Igualmente
Jesucristo nos regaló una de las afirmaciones más maravillosas cuando advirtió: “Y si una
familia está dividida contra sí misma, esa familia no puede mantenerse en pie 2. Como bien
escuché decir a un buen amigo: “algunos matrimonios en lo único en que se ponen de
acuerdo es en que no están de acuerdo”. ¿Le ha sucedido?
Tomando una fotografía de los grandes problemas matrimoniales encontramos un
factor común: si algo divide las familias es la difícil tarea de llegar a acuerdos satisfactorios
para ambos. Y más difícil se hace, cuando es el orgullo, la prepotencia, la terquedad, el
rencor y el resentimiento, quienes terminan tomando los convenios y no el amor nacido de un
compromiso de ceder y no de ganar. Recuerde que ambos son perdedores cuando el orgullo
de uno de los dos gana.
5
Pro. 3:7 (NVI)
Capítulo I Elementos clave de la relación Puntuación
Relación 1.1 Desarrollan una hemorragia comunicativa. 0 1 2
de Amigos 1.2 Crecimiento en dos vías: conocimiento y acción. 0 1 2
1.3 Erradican diariamente las pequeñas insatisfacciones. 0 1 2
1.4 Toman acuerdos indispensables. 0 1 2
1.5 Obtienen exclusividad en la Amistad. 0 1 2
1.6 Viven con expectativas aterrizadas. 0 1 2
1.7 Descubren que el tiempo es su mejor amigo. 0 1 2
1.8 Rinden cuentas bajo la bandera del respeto mutuo. 0 1 2
1.9 Viven correctamente el ciclo del Amor y Respeto. 0 1 2
1.10 Son radicales ante el mal camino del otro cónyuge. 0 1 2
Calificación: 18
Les animo a que puedan finalizar este viaje que comenzamos juntos y por sobre todo,
que tomen los acuerdos correctos. El éxito matrimonial no se obtiene por “fórmula
declaratoria”, (por ejemplo: “declaro que mi matrimonio será perfecto”), se obtiene incluyendo
a Dios en el mismo (muchos incluyen a Dios en la ceremonia, pero ni bien llegan a la casa, lo
excluyen). ¡El éxito verdadero, es tener a Dios sentado en la silla principal del hogar! Y luego,
trabajar intencionalmente en la relación todos los días. Entonces, pidamos al Señor que nos
de sabiduría, gracia y valentía para terminar juntos esta carrera matrimonial y podamos así
cruzar la meta de honrar a Dios, al cónyuge y a la familia.
Índice
Capítulo I - Relación de Amigos
Conclusiones
Capítulo I
Relación de
Amigos
Capítulo I - Relación de Amigos
Una buena relación matrimonial tiene como raíz profunda una sólida relación de
amistad. Esta debería desarrollarse en la etapa del noviazgo, sin embargo, si llegaron a
saltarse este tiempo de amistad intensa, deberán trabajar arduamente para crearla ahora que
están unidos para siempre. En un curso prematrimonial que estaba impartiendo les pregunté
a los presentes sobre cuáles palabras describirían una relación como ésta, y las siguientes
fueron las que compartieron:
los amigos ríen juntos cada día,
son detallistas,
se llaman constantemente,
se comunican con libertad,
expresan sus sentimientos,
tienen la costumbre de salir a pasear solos,
no tienen secretos,
crecen en confianza,
se preocupan y hacen lo necesario porque la otra persona tenga lo que necesita.
Me parecen todas inteligentes actitudes que llevadas al matrimonio, nos darán el camino
perfecto para el crecimiento en la relación de amigos.
Saltarse etapas que son indispensables en el noviazgo, ó no hacer algo para vivirlas en el
matrimonio, le restará fuerza a la relación y la volverá insipiente y con muchas posibilidades
de fracasar, al menos en ésta área. Acá le animo a pensar en lo siguiente: ¿antes de casarse
fueron buenos amigos? ¿ha sentido que su relación matrimonial a perdido la fuerza de
amistad que requiere? ¿qué decisiones deben tomar para cambiar el rumbo?
La clave
Justamente la clave está en brindarnos un espacio cada día para que ella cuente su
relato diario y un espacio para que él cuente el suyo. Este espacio debe contener buenas
noticias, emoción, brillo en los ojos, y además lo que no fue tan bueno en el día. El problema
es que muchos matrimonios se han “maleado”, ya que sus temas de conversación giran en
torno a lo malo, lo negativo y lo feo. Será necesario dejar de ver tanto amarillismo en la
sociedad, y buscar con intención aquellas cosas maravillosas que Dios nos regala cada día y
sobre ellas comenzar a construir la comunicación. Analicemos algunos nocivos indicadores:
¿Desperdician más tiempo frente al televisor que las inversiones de tiempo que
realizan en la comunicación? (Cuando nos da por cambiar los canales del tv cientos
6
“Creados para vivir en comunidad”. Le escuché esta frase al pastor Rick Warren.
7
Gen. 2:18
de veces sin dejar finalmente nada, me pregunto: ¿usamos el control remoto ó el
control nos termina usando a nosotros? Lo digo porque tener el control significa "yo
controlo", sin embargo, en este caso más bien sería: ¡me descontrolo!).
¿Gira la conversación en temas grises o negros? ¿no conversan los temas buenos?
¿Se evita conversar porque impera el deseo de descansar luego del trabajo?
¿Las llamadas del cónyuge en horas laborales se han convertido en una molestia?
¿Se tiene más paciencia escuchando a otros, que escuchando a mi cónyuge?
Utilizan repetidas veces la frase: ¡yo soy así, no puedo cambiar!, ¿para no
comunicarse?
Mantienen esta idea: ¿Todos los demás me comprenden mejor que mi propio
cónyuge?
Muchos afirman: ¡así nací, serio, distante, casi amargado!. Si bien es cierto que las
personalidades son variadas, también es cierto que a muchas personas (entre las cuáles me
encuentro yo), alguien les golpeó o algo que le sucedió en el pasado, mayormente en su
niñez, que a su entender, les amputó la posibilidad de volver a sonreír y en algunos casos la
posibilidad de comunicarse con libertad. Sin embargo, Pablo nos da un consejo maravilloso
cuando afirma: “una cosa hago, olvidando ciertamente lo que queda atrás, prosigo” 8... Dios
no nos ha creado para que seamos esclavos de la herencia, o del pasado familiar, nos ha
llamado a vivir en libertad, a disfrutar la paz. A proseguir sobre nuevas esperanzas cada día.
Ahora, si por naturaleza el cónyuge es de pocas palabras, no le exigiremos que hable
mucho y sea quién no es, pero al menos hará su mayor esfuerzo por comunicarse a su nivel,
comprendiendo que la vida se trata de bajar expectativas para empatar acuerdos.
El relato bíblico de la torre de Babel, donde se confundieron las lenguas, nos da un
indicador preciso de lo que sucede cuando se corta la comunicación: “se confundió el idioma
y toda la gente se dispersó” 9. Igual en la pareja, si se rompe la comunicación las emociones
de dispersan y luego se deberá buscar por todos lados a dónde fue a parar el corazón, que
esperamos en el mejor de los casos que no haya salido de la casa.
El proverbio cita: Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un
hermano10. Somos llamados a seleccionar una de estas dos clases de amistad, no aquella
que lleva a la ruina sino la amistad que es primeramente fiel. Esta fidelidad en la amistad
significa comprender y aceptar las diferencias. Una queja que escucho con frecuencia es la
que reza: “somos tan diferentes, por ello no podemos estar juntos”. Si quería a alguien igual,
¡se hubiera casado con usted mismo!, pero ¿no le parece demasiado aburrido?. No podemos
olvidar que lo maravilloso de ser diferentes es que podemos buscar los puntos para
complementarnos.
Hemos terminado el primer punto y están listos para calificarse, recuerden, deben acordar
una nota en este específico punto. Si él piensa que es 0, pero ella que es 2, entonces
pondrán 1. ¡Maravillosos son los acuerdos!. Igualmente es posible calificar con medios
puntos por ejemplo, 0,5 ó 1,5.
Cuadro de calificación:
0 1 2
10
Prov. 18:24 (NVI)
¡me preguntaba!. El libro comenta que cada ser humano tiene al menos 5 lenguajes en los
cuales se comunica y que el arte se encuentra en identificar cuál es el lenguaje de mi
cónyuge para ser efectivo amando como la otra persona lo merece y lo necesita. El problema
con aquellos que afirmaban que nada pasaba en sus matrimonio era sencillo: ¡ellos lograron
determinar el lenguaje de su cónyuge, sin embargo, ¡no hicieron nada al respecto!. Esto es
como aquel paciente al que le diagnostican gastritis pero el paciente no hace nada, entonces
la gastritis continuará su camino hasta convertirse en úlcera y luego se convertirá en una
leyenda en mármol sobre la lápida que cita: ¡Aquí yace un cabezón que en vida, pudo haber
hecho algo, pero no lo hizo!. Entonces no se trata solamente de obtener el conocimiento
acerca de aquello que le agrada a mi cónyuge, es avanzar a la acción. Hacer justamente lo
que le agrada. Si ambos cónyuges viven pensando en brindar a su par lo que necesita, ¿no
le parece que se acabarían muchos problemas?
Por tanto necesitamos mucha sensibilidad para saber escuchar y decisión para actuar.
11
1 Samuel 1:8 (NVI)
hijo, porque ella anhelaba realizarse como madre, y creyó que haciendo la petición correcta
al Dios correcto, en el momento correcto, lograría que su amargura acabara.
Este desacuerdo en la percepción de cómo leemos e interpretamos las situaciones que
nos afectan emocionalmente, nos lanza el desafío de ser más sensibles, más tolerantes y
más asertivos a la hora de comunicarnos.
Permítame recrearle la misma historia llevada adelante con un matrimonio sabio en el arte
del conocimiento y la acción:
“Elcaná se acercó a Ana, le abrazó con ternura y le afirmó: sé porqué no comes y la razón
por la cual tienes angustia. Anhelas tener hijos y esto me entristece a mí también. – Ana se
recostó a su pecho, lloró y le dijo: Así es mi amor. No tiene que ver contigo, estoy muy
agradecida con la forma en que me amas y me brindas especiales atenciones pero quiero
realizarme como madre. En ese instante, Elcaná tomó a su esposa de la mano, juntos
doblaron sus rodillas y clamaron al Dios del cielo con amargura de alma por un hijo”.
¿Romántico o mentiroso? Usted decide, o toma acción o deja pasar el momento.
13
Prov. 16:32
14
Salmo 19:12 (NVI)
15
Rom. 12:2 No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así
podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.
Si ambos conocen y acorde al conocimiento se suplen intencionalmente sus
necesidades emocionales, pueden calificarse con un 2. Si aunque conocen los anhelos del
otro, a veces se suplen y a veces no, cabe perfectamente la nota de 1, pero si sabiendo el
lenguaje emocional no hacen nada al respecto, la nota sería un 0. Igualmente es posible
calificar con medios puntos.
Cuadro de calificación:
0 1 2
El consejo de oro.
En torno a las insatisfacciones, Pablo nos orienta con un consejo que vale oro, le animo a
que eche mano de sus lecciones para su matrimonio, así como lo hago para el mío. El
16
Cantares 2:15 Atrapen a las zorras, a esas zorras pequeñas que arruinan nuestros viñedos, nuestros
viñedos en flor. (NVI)
discípulo de Jesús afirmó: «Si se enojan, no pequen. No dejen que el sol se ponga estando
aún enojados, ni den cabida al diablo» 17.
Este consejo encierra cuatro elementos:
a. No es prohibido enojarse.
El enojo bien canalizado es una emoción liberadora. A este enojo conducido le he
bautizado: “el principio de don Ramón”. Para cualquier que haya crecido viendo el programa
mexicano del chavo del ocho, ha comprobado que el famoso don Ramón utiliza siempre un
gorro-sombrero con el que cubre su cabeza, no obstante, le sirve para canalizar la frustración
de sus enojos en contra de aquella mujer que todo el tiempo lo abofetea. Si bien el programa
es para reír, nos deja una lección importante, se hace necesario manifestar el enojo,
expresar los sentimiento, sin embargo, encausarlos correctamente. La pregunta es: ¿cómo?,
¿será que necesitamos comprar el sombrero de don Ramón?
b. Es posible que enojados pequemos.
El problema no tiene que ver con la idea de expresar la emoción de frustración, sino con
qué cosas decimos y aún hacemos estando enojados. Cualquier reacción negativa en medio
del enojo tiene el potencial de convertirse en pecado. Por ello la sugerencia es que cuando
se enojen, realicen el trabajo necesario para que mientras lo expresan, no pequen. En el
capítulo cuatro llamado “Relación de Crecimiento” analizaremos cuál es la forma correcta
para discutir, debatir ideas y no pecar en medio del enojo.
c. Resuelvan en el día lo que pasó en el día.
El éxito estará en que al llegar la noche, uno de los dos haya tenido la iniciativa para
conversar lo que ha quedado pendiente y puedan juntos cerrar los ciclos respectivos. A este
principio lo he bautizado: “el más santo es quién doblega primero su orgullo”. Comprendo
esta acción pudiera hacer creer al cónyuge más duro, que el primero tiene la culpa por ello
intentará hablar antes, pero no necesariamente es así. Una persona que toma por la mano la
madurez y decide continuar con aquello que quedó sin resolver, dará muestra de su fuerza
de espíritu, valentía y decisión.
d. Recuerden que tienen un enemigo de la familia.
Quizás el mayor problema de esto, es que aunque no andamos buscando diablos en
cada esquina, es claro que es el enemigo número uno del matrimonio sigue siendo el diablo,
y estoy convencido que su mayor misión ha sido re-enfocar el enojo de los cónyuges hacia
ellos mismos y no hacia él. No lo olvide: ¡tu cónyuge no es el diablo!, puede que sus
17
Efesios 4:26-27 (NVI)
actitudes algunas veces parezcan, ó que aún haga cara de diablo cuando se enoja, pero en
realidad el enemigo es uno. Creo que muchos matrimonios entablan una guerra sin cuartel
entre ellos y olvidan unirse para pelear con quién realmente les está haciendo la guerra.
Sugerencia: ¡ante cada pelea y antes de iniciarla o continuarla, deténganse, oren, pidan
sabiduría a Dios y luego que comience la pelea!. Le aseguro, no hay nada más extraño que
una pelea donde se ha incluido al Creador. Porque se terminan perdonando y dejando atrás
lo que se debe dejar atrás, entonces ya no será pelea sino acuerdos matrimoniales.
Sino se cierran los ciclos, se dejan puertas abiertas a la maldad. El enemigo número uno
del matrimonio aprovechará cualquier insatisfacción para crear duda, confusión, desconexión
emocional y vacío interior. Hasta llevar al matrimonio a la ruina.
Cuadro de calificación:
0 1 2
1.4 Toman acuerdos indispensables.
Jesucristo les afirmó a sus discípulos que la relación con ellos había llegado a otro nivel,
el de la amistad18. Una etapa que en definitiva, era superior a la anterior -la del siervo- porque
en esta nueva etapa ellos estarían al tanto de todo lo que Jesús haría. Entonces, la idea que
encierra este concepto es la de llegar a ser uno. Asimismo funciona en el matrimonio, ambos
deben vivir en unidad de espíritu, de pensamiento y de acciones. Ya bien lo dijo Robert C.
Doods ““La meta del matrimonio no es pensar lo mismo, sino pensar juntos”. Pensar
juntos significa que existe la posibilidad de pensar diferente, sin embargo, están dispuestos a
bajar expectativas para caminar juntos a pesar de las diferencias.
El asunto está en que ambos deberán ser los iniciadores en forjar, trabajar y mantener la
amistad matrimonial. El proverbio lo recuerda de esta manera: “El hombre que quiere
amigos, ha de mostrarse amigo” 19. Una vida de amistad genuina nace producto de la
intencionalidad con que una persona se da a conocer, y esto es más que solo mostrar lo que
se me ve bien, implica mostrar las vulnerabilidades que me convierten en humano.
Cuántas historias habremos vivido como matrimonios en las cuáles a las cosas más
mínimas les hemos damos un remedio violento, y a situaciones insostenibles le restamos la
importancia que realmente tenían. Como ven, es una cuestión de equilibrio, es crecer en el
arte de diagnosticar correctamente las situaciones y conductas, para dar el remedio perfecto.
Debemos reconocer que en este escenario existen muchas personalidades y quizás algunas
podrían ser muy dramáticas, otras sumamente pasivas y otras bien juiciosas, no obstante,
sea cuál sea la personalidad, necesitamos un par de herramientas para lograr el éxito si
queremos ganar la batalla del amor. Ya bien lo cita el proverbio: “Sabiduría ante todo,
¡adquiere sabiduría! Sobre todo lo que posees, ¡adquiere inteligencia!” 20.
20
Pr 4:7 (NVI).
Violencia doméstica, ya sea física, emocional o sexual
Desorden en el manejo de las finanzas
Actitudes de solteros, en este panorama uno de los dos hace lo que quiere
Entre otras…
Dichas actitudes, a mi entender, no solo son deslucidas sino que están desfiguradas y por
ende, necesitan trabajo profundo para volver a tomar forma. Sin embargo, antes es necesario
que los cónyuges reconozcan que las tienen y que además se han convertido un problema
para sí mismos y para el bienestar de la relación matrimonial. En este sentido, existen varios
tipos de combinaciones:
1 El que sabe que tiene áreas deslucidas, las reconoce y las trabaja
2 El que sabe que tiene áreas deslucidas, las reconoce y NO las trabaja
3 El que sabe que tiene áreas deslucidas, pero no las reconoce, por ende, no las
trabaja
4 El que no sabe que tiene áreas deslucidas, a pesar de que todos lo saben
El primer caso tiene 100% de probabilidad de tomar acuerdos indispensables. El
problema comienza con el segundo caso, ya que de poco vale reconocer un problema sino
se hace nada al respecto. El proverbio afirma un principio en dos partes: “El que oculta sus
pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará
misericordia”21. La primera parte tiene que ver con confesión, y la segunda con apartarse de
dichas conductas destructivas. Porque confesión sin dejar la conducta es solamente la mitad
del trabajo, y en los matrimonios se debe hacer el trabajo completo.
El tercer caso es aún más preocupante porque aunque sabe que tiene áreas negativas,
sencillamente no las quiere reconoce pero vive en negación. En esta situación aún existe
esperanza si la persona es capaz de doblegar su orgullo. El proverbio nos recuerda un triste
final para el orgulloso: “Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso 22”. Esta
persona requiere mucho trabajo, sin embargo, luchará con sus tercas ideas hasta el final.
No quisiera sembrar la desesperanza, sin embargo, el cuarto caso es el que llamo “solo
con milagro divino”. Esta persona es “aquel que no sabe que tiene áreas deslucidas, a pesar
de que todos lo saben y aún se lo dicen”. No las ve, mucho menos las puede reconocer
porque está convencido que no tiene nada malo en su vida, de hecho, culpa a los demás de
21
Prov. 28:13 (RV95)
22
Prov. 16:18 (NVI)
sus acciones y reacciones, creando alrededor de sí muchos anticuerpos. Es como un auto
con puntos ciegos, no es capaz de ver en sí lo que todos encuentran. Es sencillamente
imposible tratar de convencerle de que tiene un problema, y puede estar hundido en las
consecuencias de lo que él mismo ha creado que ni aún desde allí asume la responsabilidad.
Está ciego, no sabe nada. Y su triste destino es que en el mediano o largo plazo, las
personas se cansarán de sus desplantes, cabezonadas y terminarán por dejarle. Conozco un
par de amigos que aún con la agravante de que sus cónyuges les dejaron, ni aún así
aceptaron su miseria interior. Pido al Señor que nos de la humildad para reconocer nuestros
errores, trabajar en ellos y lograr acuerdos realmente satisfactorios para ambos.
Ahora deben calificarse. Si han podido determinar las áreas deslucidas y las están
trabajando, merecidamente pueden otorgarse un 2, si las tienen contempladas pero no las
trabajan realmente, quizás un 1 sería la más sensato. Sin embargo, si ni siquiera son
capaces de reconoces sus puntos ciegos deben valorar la opción del 0. Recuerden que no
estamos calificando el trabajo individual, sino los comportamientos de ambos.
Cuadro de calificación:
0 1 2
23
Prov. 6:27 (NVI)