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La ceremonia escolar del Juramento a la Bandera en todas las escuelas diurnas dependientes de la
repartición y particulares fiscalizadas por el Consejo, con período de funcionamiento de marzo a
noviembre, se realizará el día 20 de junio (Día de la Bandera) de cada año, con el siguiente programa:
Los directores de las escuelas harán jurar la Bandera Nacional a los alumnos de 3º a 6º que no lo
hubiesen hecho anteriormente.
Reunidos los alumnos con la asistencia de sus respectivos maestros, el Director leerá la fórmula de
Promesa de lealtad a la Bandera:
Alumnos: la Bandera blanca y celeste – Dios sea loado- no ha sido jamás atada al carro triunfal de
ningún vencedor de la tierra.
Alumnos: esa bandera gloriosa representa la patria de los argentinos.
Autoridad: Prometéis rendirle vuestro más sincero y respetuoso homenaje; quererla con amor intenso
y formarle desde la aurora de la vida un culto fervoroso e imborrable en vuestro corazones; prepararos
desde la escuela para practicar a su tiempo con toda pureza y honestidad las nobles virtudes inherentes
a la ciudadanía; estudiar con empeño la historia de nuestro país y las de sus grandes benefactores a fin
de seguir sus huellas luminosas y a fin también de honrar a la Bandera y de que no se amortigüe jamás
en vuestras almas el delicado y generoso sentimiento de amor a la Patria.
En una palabra, prometéis hacer todo lo que esté en la medida de vuestras fuerzas para que la Bandera
argentina flamee por siempre sobre nuestras murallas y fortalezas, a lo alto de los mástiles de nuestras
naves y a la cabeza de nuestras legiones y para que el honor sea su aliento, la gloria su aureola, la
justicia su empresa”
Los alumnos puestos de pie y extendiendo el brazo derecho hacia la bandera, contestarán:
Alumnos: “SÍ, PROMETO”
Otras referencias:
Terminado el discurso alusivo, se ordenará “firmes”.
El abanderado colocará el regatón del asta en la cuja y mantendrá alta la bandera.
Los que estuvieran sentados, se pondrán de pie.
Recibido el juramento, la bandera será llevada sobre el hombro.
La escuela continuará en posición de “firmes” hasta el instante en que el abanderado y sus
escoltas ingresen en la Dirección, o según las circunstancias desaparezca de la vista de los
espectadores.
Para su inclusión en el “discurso alusivo por el Director o quien lo reemplace en el cargo” si así se
estimara conveniente, se incluye, a continuación, el texto de algunas oraciones apropiadas.
Inicialmente, la fórmula del juramento se hallaba compuesta por el primero y último párrafos (”La
Bandera blanca y celeste”…; ”flamee por siempre”. – .), ambos del discurso que Sarmiento -entonces
presidente de la República- pronunció en la ciudad de Buenos Aires, el 24 de septiembre de 1873
(”Obras completas”, XXT), párrafos de-terminados por la presidencia del Consejo Nacional de
Educación -ejercida por el doctor José María Ramos Mejía-, ea sesión del 11 de febrero de 1909.
Posteriormente, la fórmula fue ampliada, agregándosele, por iniciativa del inspector técnico general,
profesor Ernesto A. Bavio, el segundo y tercer párrafos: ”Esa bandera gloriosa—- .. ”Prometéis
rendirle”. . – (sesión del 26 de junio de 1909).
De acuerdo con la primera resolución, los niños debían extender la mano derecha mientras
pronunciaban las palabras del primero y cuarto párrafos. Conforme con la resolución de junio de 1909,
las palabras. del nuevo texto de la promesa eran pronunciadas por el director de la escuela; los niños
extendían su mano y formulaban el juramento.
Desde entonces, la fórmula ha experimentado algunas otras variantes. Así, a partir de 1949 se cambió
la invocación Niños por la de alumnos; y desde 1950 la expresión de ¡Sí, juro! fue sustituida por la de
¡Sí, prometo.’, más en concordancia con la edad del niño y la medida de su responsabilidad.
Reunidos los alumnos con la asistencia de sus respectivos maestros, el Director
leerá la fórmula de Promesa de lealtad a la Bandera:
Alumnos: la Bandera blanca y celeste – Dios sea loado- no ha sido jamás atada al
carro triunfal de ningún vencedor de la tierra.
Alumnos: esa bandera gloriosa representa la patria de los argentinos.
Prometéis rendirle vuestro más sincero y respetuoso homenaje; quererla con amor
intenso y formarle desde la aurora de la vida un culto fervoroso e imborrable en
vuestro corazones; prepararos desde la escuela para practicar a su tiempo con toda
pureza y honestidad las nobles virtudes inherentes a la ciudadanía; estudiar con
empeño la historia de nuestro país y las de sus grandes benefactores a fin de seguir
sus huellas luminosas y a fin también de honrar a la Bandera y de que no se
amortigüe jamás en vuestras almas el delicado y generoso sentimiento de amor a
la Patria.
En una palabra, prometéis hacer todo lo que esté en la medida de vuestras fuerzas
para que la Bandera argentina flamee por siempre sobre nuestras murallas y
fortalezas, a lo alto de los mástiles de nuestras naves y a la cabeza de nuestras
legiones y para que el honor sea su aliento, la gloria su aureola, la justicia su
empresa”
Alumnos: “SÍ, PROMETO”