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A lo largo de los años se ha visto que existe una sobrepoblación, y por ello, los

seres humanos han recurrido al agotamiento de recursos naturales, interviniendo


en el crecimiento y desarrollo de áreas verdes, la desaparición de bosques, la
reducción de reservas hidrográficas e incluso, la extinción de muchas especies
animales.

Con el paso de los años, el hombre se ha dedicado a la invención de nuevas


tecnologías para satisfacer sus necesidades, en lugar de preocuparse por
preservar aquello que ya tienen y que los rodea, la naturaleza, el hombre se ha
dedicado cada día a contaminar aquello que les da vida, aquello que les permite
respirar, el aire.

A pesar de que la naturaleza nos ha demostrado su gran poder, tanto en


catástrofes ambientales como en su misma expansión en donde aún el hombre no
se establece y en donde ya existe población, el hombre no le da la importancia
que se merece, la muestra está en la tala de árboles y los incendios provocados
en zonas ecológicas.
La actividad humana es una gran amenaza para la biodiversidad del planeta. Esto
es porque el crecimiento de la población humana hasta ahora ha sido exponencial,
lo que significa que su tasa de crecimiento se mantiene igual sin importar el
tamaño de la población. 

Esto hace que la población crezca más y más rápido a medida que se hace más
grande.

Todos los ecosistemas sufren los efectos de las actividades humanas, que se
manifiestan a escala local, regional o global. Los problemas ambientales suelen
ser una consecuencia de la búsqueda de beneficios económicos inmediatos para
los seres humanos, sin considerar los posibles efectos negativos de tales
acciones, simplemente su intervención modifica la naturaleza de diferentes
maneras. 

El cambio climático actual que la Tierra enfrenta es provocado por el aumento en


la temperatura global. La actividad humana está cambiando la atmósfera de la
Tierra más rápido que nunca antes durante su historia.

Las sociedades aprovechan los recursos y las funciones que encuentran en la


naturaleza mediante intervenciones que varían en diferentes culturas. La
humanidad no puede ser considerada un todo único, porque las distintas
poblaciones tienen diferentes intereses y se vinculan de diversas formas con la
naturaleza.

Las principales actuaciones negativas del ser humano sobre la naturaleza son: 

- La sobreexplotación del medio por encima de su capacidad de


regeneración.
- La contaminación o adición de materias nocivas en una proporción no
asimilable por el medio. 
- La destrucción o desaparición total de elementos del medio ambiente. 

Prácticamente todos los ecosistemas de la tierra han sido transformados de forma


significativa por las actividades humanas, y los cambios han sido especialmente
rápidos en los últimos 50 años. Hoy en día, las transformaciones más rápidas
están teniendo lugar en los países en vías de desarrollo.

El concepto de recurso natural es de origen económico y se refiere a todos los


componentes de la naturaleza que las sociedades usan para su abastecimiento y
bienestar, tengan o no un valor monetario. Se pueden clasificar en renovables y no
renovables. 

Los recursos renovables son los que se reciclan o reproducen. 

Los recursos no renovables son principalmente los minerales. Pueden ser


reciclables o no (petróleo, gas, carbón).

Los efectos de la urbanización, la agricultura industrial, la ganadería, la


deforestación y las emisiones de dióxido de carbono, entre otras acciones, están
acelerando la pérdida de biodiversidad debido al calentamiento global, la
desertificación, la desertificación o la contaminación de océanos y ríos.

La agricultura industrial es la principal causa de destrucción del hábitat, junto con


la minería, la tala, la sobrepesca y la expansión urbana. La destrucción del hábitat
es actualmente la causa más importante de extinción de especies a nivel mundial.

Los principales efectos de la pérdida de hábitat son: pérdida de biodiversidad,


extinción global de especies, disminución de la población y colapso
de los ecosistemas. Además, la degradación de los recursos genéticos, el cambio
climático global, otros impactos en la evolución biológica y la conservación.

El perjuicio del ser humano sobre el planeta se encuentra en tres cuestiones


básicas:

- El constante crecimiento de la población mundial. La especie humana no


cuenta con un depredador que la mantenga equilibrada. Además, los
avances técnicos y médicos han favorecido el aumento constante de la
población conocido como explosión demográfica.
- El agotamiento de los recursos como consecuencia del aumento de
población y de la calidad de vida. El ser humano ha ido abusando de los
recursos naturales sin tener en cuenta su agotamiento, lo que ha provocado
el empobrecimiento del suelo, la desaparición de bosques y especies, y la
reducción de sus reservas hidrográficas.
- La contaminación es el mayor impacto del ser humano sobre el planeta. Al
aumentar su producción también produce más deshechos que envenenan
el aire, el suelo, el agua y, a la vez, perjudican nuestra salud. Por todo ello,
la acción humana ha provocado la ruptura del equilibrio natural y, con ello,
la destrucción de muchos hábitats naturales y consecuentemente la
degradación de nuestro planeta.

Causas de pérdida de biodiversidad mediadas por los humanos

- Cambio de uso de suelo: los humanos pueden destruir paisajes naturales a


medida que extraen recursos y urbanizan áreas. Esto es perjudicial, ya que
desplaza a las especies residentes, reduciendo los hábitats disponibles y
las fuentes de alimento.
- Contaminación: la contaminación puede ocurrir a partir de la escorrentía o
de la eliminación de desechos de sustancias químicas, o de fuentes de
energía (contaminación por ruido o luminosidad).
- Especies introducidas: los humanos pueden introducir una especie no
nativa en un ecosistema de manera intencional o no intencional. Esto puede
afectar de manera negativa un ecosistema porque las especies introducidas
pueden tener más éxito que los organismos nativos y desplazarlos.
- Explotación de recursos: los humanos consumen grandes cantidades de
recursos para sus propias necesidades. Algunos ejemplos incluyen la
extracción de recursos naturales como carbón, la caza y pesca de animales
para alimento, y la tala de bosques para urbanización y uso de la madera.
El uso excesivo extenso de recursos no renovables, como combustibles
fósiles, puede provocar grandes daños al medio ambiente. Reciclar
productos hechos de recursos no renovables (tales como plásticos, los
cuales están hechos de petróleo) es una manera de reducir el impacto
negativo de esta explotación de recursos. Además, el desarrollo y el uso de
recursos renovables, como energía solar o eólica, puede ayudar a disminuir
los efectos dañinos de la explotación de recursos.

La generación de residuos puede provocar impactos negativos, referidos no solo


al ámbito ambiental, sino también al económico, sanitario y social.

En el ámbito ambiental afecta a la ocupación del espacio, deterioro del paisaje,


aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y potenciación del
cambio climático, olores, mayor riesgo de incendios, enfermedades o muerte en
seres vivos, contaminación del suelo, agua y aire, y alteración en los ciclos de vida
de especies animales

El calentamiento global es culpa de todos y cada uno de nosotros.

En numerosas ocasiones usamos cosas que contaminan el medio ambiente sin


saberlo y que deberíamos evitar, Por ejemplo:

- Utilizar desodorantes en aerosol: Los sprays dañan la calidad del aire,


aunque, según publicó la revista científica Nature Communications en 2018,
sus efectos sobre la temperatura varían en función de la zona del mundo
donde se utilizan.
- Beber agua en botella de plástico: Este tipo de recipientes tardan 500 años
en descomponerse y liberan micropartículas perjudiciales para la salud.
- Arrojar un chicle al suelo: La goma de mascar se compone, sobre todo, de
plástico neutro y, además de ensuciar las calles, puede matar por asfixia a
muchas aves si la confunden con alimento.
- Asearnos sin cerrar el grifo: La Universidad Estatal de Carolina del Norte
(EE. UU.) calcula que podríamos ahorrar más de 1.400 litros mensuales de
agua por persona solo con cerrar el grifo al lavarnos las manos y los
dientes.
- Consumir alimentos con aceite de palma: Las enormes plantaciones
intensivas dedicadas a la obtención de este ingrediente contribuyen a la
deforestación de las selvas tropicales.
- Dejar las colillas en la playa: Ocupan el primer puesto del ranking de
residuos más numerosos en las costas, tardan hasta 10 años en
degradarse y desprenden metales contaminantes.
- Echar las toallitas desechables al wc: Estos productos no se deshacen
como el papel higiénico y causan la gran mayoría de los atascos en las
depuradoras y los alcantarillados.
- Soltar un globo de helio al aire: Resulta peligroso, en mayor medida, para
las aves, los peces y otros animales marinos que pueden asfixiarse si los
ingieren por error.
- Tirar las pilas a la basura: Contienen mercurio, uno de los metales más
tóxicos del mundo, tardan entre 500 y 1.000 años en desaparecer y una
sola de estas baterías puede contaminar hasta 3.000 litros de agua.
- Tirar las mallas de los packs sin cortarlas: Estos aros de plástico atrapan
animales como peces y tortugas, ocasionándoles mutilaciones,
malformaciones o, incluso, la muerte.

Una vez que somos conscientes de cómo contaminamos el medio ambiente,


debemos buscar soluciones y cambiar nuestros hábitos.

Estas son algunas de las propuestas de la Organización de las Naciones Unidas


(ONU):

- Separa la basura: no mezcles residuos en casa y asegúrate de utilizar


correctamente los diferentes contenedores para el reciclaje.
- Recicla y reutiliza: renuncia a los plásticos de un solo uso y emplea siempre
envases y artículos que puedas usar varias veces. Antes de tirar algo a la
basura piensa si puedes darle una segunda oportunidad.
- Ahorra energía: aprovecha la luz natural, emplea bombillas LED, no
enciendas luces que no necesites, regula el termostato de la calefacción y
el aire acondicionado, etc.
- Consume alimentos ecológicos: adquiere productos, como frutas y
verduras, libres de fertilizantes y otros contaminantes
- Cierra bien los grifos: asegúrate de que no gotean cuando termines de
fregar o de asearte.
- Muévete de forma sostenible: camina, pedalea o utiliza el transporte público
siempre que puedas.
- No utilices bolsas de usar y tirar: cambia las bolsas de plástico y de papel
por otras de algodón.
- Llena tu casa de flores: las plantas y los árboles producen oxígeno y son
esenciales para la naturaleza.

Consecuencias de las intervenciones

Las principales consecuencias de las intervenciones humanas son la extinción de


especies, el agravamiento de los desastres naturales y la contaminación de los
ecosistemas.

La actual tasa de extinción de especies es una de las más altas de la historia de la


vida. Las especies que se pierden son silvestres o cultivadas, porque la
explotación agrícola se centra en unas pocas especies y variedades.

En el caso de la contaminación química, los aspectos más preocupantes son la


acumulación de contaminantes en los seres vivos y los efectos sinérgicos entre
sustancias que, al combinarse libremente en el ambiente, generan compuestos
desconocidos y, por lo tanto, incontrolables.

La presión de las poblaciones afectadas por procesos de contaminación ha


impulsado a los gobiernos a desarrollar tecnologías alternativas y a tomar medidas
preventivas, de control, paliativas y correctivas. Sin embargo, en el mejor de los
casos, estas acciones suelen proteger sólo a las poblaciones humanas
inmediatamente perjudicadas.

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