Laborem exercens es una encíclica escrita por el papa Juan Pablo II en 1981 cuyo tema

es el trabajo.

Capitulo V: Elementos para una espiritualidad del trabajo.

En la encíclica el papa Juan Pablo señala que el trabajo es personal y así como se usa el

cuerpo, para realizar las acciones dentro del trabajo, lo que se debe ser, los encargos,

decisiones y tareas que comprenden un determinado trabajo, así también se usa el

espíritu, discernir lo que se hará, tomas las decisiones correctas dentro del ámbito

laboral.

También señala que el trabajo es una participación en la obra del creador, continuar con

su trabajo, gestionar la tierra, y hacer el bien común para todos y principalmente

reconocer a Dios como creador del mundo y todos los que en el habitan.

Tener moral y ética en el trabajo es uy importante, ya que de estar forma, realmente

podemos decir que desarrollamos y cumplimos la obra del Creador, con nuestro trabajo

debemos procurar que se provechoso y de servicio para la sociedad, que contribuyamos

para hacer el bien, que sea trabajo digno, en el que podamos hacer el bien para las

personas y alejarnos de todo trabajo que afecte al bien común, negarnos a lo que

sabemos esta mal y no aporta nada bueno a la sociedad.

“El que no quiere trabajar, que no coma”, el Apóstol nos decía que es necesario no vivir

desordenadamente, sin hacer nada, esa frase representa la realidad, para alcanzar metas

propuestas, o aquello que soñamos lograr algún día, se debe trabajar en el día a día, es

necesario los ingresos, para comer, para estudiar, para gastos, todo se necesita trabajar, a

nadie se le da algo gratis, nadie come gratis, nadie vive gratis, por ello si quiere vivir en

paz, se debe trabajar por ello.

Pero también no solo trabajar, sino en ese trabajo hacerlo de corazón, cuando las cosas

son obligada, o simplemente una actividad que no satisface, no sale bien, no sole como

se espera, porque no se hace de corazón, es por ello que como estudiantes, que estamos

aprendiendo una profesión, debemos usar aquello que nos guste y nos haga sentir

realizados, se nos da la posibilidad de elegir a lo que queremos dedicarnos el resto de

nuestras vidas, y para hacerlo con excelencia para el Señor debemos buscar lo que nos

gusta y nos complete.

Así mismo, se señala que el trabajo conlleva fatiga y es una realidad, al fin el trabajo es

una actividad que no se hace solo por gusto, sino por una necesidad, es por ello que

debemos esforzarnos y todo lo que hagamos sea para el Señor.