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Cálculo 1 - Licenciatura en Fı́sica y Matemáticas, grupo 1FM2

Lectura 12: Continuidad en intervalos cerrados y continuidad uniforme

Miguel Ángel Valencia Bucio, 12 de junio de 2021

En esta lectura (la última del parcial) estudiaremos algunos teoremas fuertes de continuidad de fun-
ciones en intervalos cerrados y acotados, es decir, intervalos de la forma [a, b], donde a < b en R.

El primero es el siguiente:

1. Teorema de Bolzano. Sea f : [a, b] → R una función continua en [a, b]. Si f (a)f (b) < 0, entonces
existe c ∈]a, b[ tal que f (c) = 0.
Demostración. Sin perder generalidad podemos suponer f (a) < 0, f (b) > 0; el otro caso se demuestra de
manera similar. Definimos el conjunto

A := {x ∈ [a, b] : f (x) < 0}.

Tenemos que A es no vacı́o (pues a ∈ A), y está acotado superiormente (por b); luego por el axioma del
supremo existe c = sup A. Afirmamos que f (c) = 0. Para ello usaremos la ley de tricotomı́a: descartaremos
las posibilidades f (c) < 0 y f (c) > 0:
(i ) Supongamos f (c) < 0. Entonces c ∈ A por definición de A. Como f es continua en c, existe δ > 0
tal que
−f (c)
|f (x) − f (c)| <
2
para todo x ∈ [a, b] tal que 0 < |x − c| < δ. Pero esto implica
Å ã
f (c)
∀ x ∈ [a, b]∩]c − δ, c + δ[ f (x) < <0 . (¿por qué?)
2
En particular, f (c + δ/2) < 0. Esto implica c + δ/2 ∈ A, y, por definición de supremo, tenemos
c + δ/2 ≤ c. Esto es una contradicción porque δ > 0; luego no puede tenerse f (c) < 0.
(ii ) Supongamos ahora f (c) > 0. Como f es continua en c, existe δ > 0 tal que

f (c)
|f (x) − f (c)| <
2
para todo x ∈ [a, b] tal que 0 < |x − c| < δ. Pero esto implica
Å ã
f (c)
∀ x ∈ [a, b]∩]c − δ, c + δ[ f (x) > >0 . (¿por qué?)
2
En particular, f (c − δ/2) > 0. Por deefinición de supremo, c − δ/2 no es cota superior de A; luego
existe x ∈ A tal que c − δ/2 < x < c. Como x ∈ A, tenemos f (x) < 0. Pero

0 < |x − c| < δ (¿por qué?) f (x) > 0.

Esto contradice la ley de tricotomı́a. Por lo tanto, no puede tenerse f (c) > 0.

1
Por la ley de tricotomı́a tenemos, por tanto, f (c) = 0. Es claro por la definición de función que c 6= a y
c 6= b.

2. Observación. Grosso modo lo que este teorema dice es que la gráfica de toda función continua de [a, b]
en R debe atravesar el eje X por lo menos una vez, siempre que los valores de la función en los extremos
del intervalo tengan signos opuestos. Esto es falso si los signos son iguales: la función x 7→ x2 del intervalo
cerrado [1, 2] en R nunca vale cero en [1, 2]. También es necesaria la condición de continuidad de f en todo
el intervalo [a, b]: la función f : [−1, 1] → R dada por
®
−1 si − 1 ≤ x < 0
f (x) :=
1 si 0 ≤ x ≤ 1

no es continua en cero (¿por qué?) y no vale cero en ningún punto de [−1, 1].

El siguiente resultado es un corolario directo del teorema de Bolzano:

3. Teorema de los valores intermedios. Sea f : [a, b] → R una función continua en [a, b]. Entonces f
toma todos los valores del intervalo I con extremos f (a) y f (b).
Demostración. El resultado es claro si f (a) = f (b) (¿por qué?). Supongamos f (a) 6= f (b). Sin perder
generalidad podemos suponer f (a) < f (b); el otro caso se demuestra de manera análoga. Sea y ∈]f (a), f (b)[
arbitrario. Tomemos la función g : [a, b] → R dada por

∀ x ∈ [a, b] (g(x) := f (x) − y).

Notemos que g satisface las condiciones del teorema de Bolzano. En efecto, g es continua en [a, b] por ser
suma de dos funciones continuas. Además, g(a) = f (a) − y < 0 y g(b) = f (b) − y > 0. Podemos aplicar el
teorema de Bolzano; existe x ∈]a, b[ tal que
g(x) = 0.
Pero esto implica
f (x) = g(x) + y = y.
De estos teoremas podemos deducir varios resultados. Uno de ellos es el siguiente:

4. Corolario. Sea p(x) un polinomio de grado impar. Entonces p(x), visto como una función de R en R,
es una función suprayectiva. En particular, p(x) tiene al menos una raı́z real.
Demostración. Lo primero que tenemos que notar es que no podemos aplicar el teorema 3 directamente
porque R no es un intervalo acotado, por lo que debemos ingeniárnoslas para que este teorema entre al
juego. Pongamos p(x) = an xn + an−1 xn−1 + · · · + a1 x + a0 , con an 6= 0. Podemos suponer an > 0; el caso
an < 0 se obtiene al aplicar el corolario a −p(x). Como n es impar, tenemos xn > 0 para todo x > 0, y
xn < 0 para todo x < 0. Sea

r = max 2, |a0 | + |a1 | + · · · + |an−1 | + |an |.

Entonces

|an−1 xn−1 |+· · ·+|a1 x|+|a0 | < |an−1 xn−1 |+· · ·+|a1 xn−1 |+|a0 xn−1 | ≤ rn−1 (|an−1 |+· · ·+|a1 |+|a0 |) < rn

para todo x ∈ R tal que |x| ≥ r. En particular,

p(x) = an xn + an−1 xn−1 + · · · + a1 x + a0 ≤ an xn + |an−1 xn−1 | + · · · + |a1 x| + |a0 | < an xn + rn < 0

para todo x < −r suficientemente grande (¿por qué?), y

p(x) = an xn + an−1 xn−1 + · · · + a1 x + a0 ≤ an xn + |an−1 xn−1 | + · · · + |a1 x| + |a0 | < an xn + rn < 0

2
para todo x > r suficientemente grande (¿por qué?). De aquı́ concluimos que p(x) no está acotada superior
ni inferiormente (pues |xn | ≥ |x| para todo x ∈ R tal que |x| ≥ 1 y para todo n ∈ N). Sea y ∈ R arbitrario.
Por lo anterior existen a, b ∈ R tales que

p(a) ≤ −2|y|, p(b) ≥ 2|y|.

Como la función x 7→ p(x) es continua en [a, b], por el teorema 3 esta función toma todos los valores inter-
medios entre p(a) y p(b). En particular, existe x ∈]a, b[ tal que p(x) = y. Esto termina la demostración.

El último teorema de esta parte es el siguiente:

5. Teorema. Sea f : [a, b] → R una función continua en [a, b]. Entonces existen c, d ∈ [a, b] tales que

∀ x ∈ [a, b] (f (c) ≤ f (x) ≤ f (d)).

Es decir, f alcanza sus valores máximo y mı́nimo en [a, b].


Demostración. Procedamos por contradicción. Es decir, supondremos que f , bajo la hipótesis de ser
continua en [a, b], no alcanza su valor máximo y obtendremos una contradicción. Tenemos dos casos:

(i ) Supongamos que el rango de f no está acotado superiormente, es decir, para todo n ∈ N existe
xn ∈ [a, b] tal que f (xn ) > n. Tenemos entonces una sucesión {xn }∞ n=1 en [a, b] tal que la sucsión
{f (xn )}∞
n=1 no está acotada superiormente. Por un lado, tenemos que la sucesión {f (xn )}∞
n=1 no es

convergente (¿por qué?). Por otro lado, como la sucesión {xn }n=1 es acotada, existe una subsucesión
convergente {xα(n) }∞ n=1 . Sea d = lim xα(n) . Por el teorema de compresión tenemos que d ∈ [a, b]
n→∞
(¿por qué?). Como f es continua en d, por el teorema 5 de la lectura 11 tenemos

lim f (xα(n) ) = f (d).


n→∞

Pero f (xα(n) ) > α(n) ≥ n para todo n ∈ N; luego f (d) es cota superior de N. Esto contradice la
propiedad arquimediana. Por lo tanto, Rf está acotado superiormente.
(ii ) Sea M = sup Rf (es obvio que el rango de f es no vacı́o porque f (a), f (b) ∈ Rf ). Como f no alcanza
su valor máximo en [a, b], para todo n ∈ N existe xn ∈ [a, b] tal que
1
M > f (xn ) > M − .
n
Tenemos entonces una sucesión {xn }∞ n=1 en [a, b], la cual es acotada y, por lo tanto, tiene una
subsucesión convergente {xα(n) }∞ 1
n=1 . Sea d = lim xα(n) . Como f es continua en d, por el teorema
n→∞
5 de la lectura 11
lim f (xα(n) ) = f (d).
n→∞

Como f (xα(n) ) > M − 1/xα(n) > M − 1/n para todo n ∈ N, concluimos que f (d) = M (¿por qué?).
Pero f no toma su valor máximo en d; luego existe x ∈ [a, b] tal que f (x) > f (d). Como f (x) ∈ Rf ,
M no puede ser cota superior de Rf . Esto es una contradicción.

Por lo tanto, f alcanza su valor máximo en al menos un punto de [a, b].


Para ver que f alcanza su valor mı́nimo en [a, b], hacemos un proceso similar.

Cerramos el curso con la parte de continuidad uniforme.

1 No deberı́a aclararles que esta d no es la misma d del caso anterior, ası́ como los x ’s de acá no son los mismos que los
n
xn ’s del caso anterior. Es importante que sepan identificar las cosas dentro de su propio contexto, pues no hay suficientes
letras en todos los alfabetos para distinguir cada caso que necesiten.

3
6. Definición. Sea A un subconjunto de R. Decimos que una función f : A → R es uniformemente
continua si para todo ε > 0 existe δ > 0 tal que

∀ x, y ∈ A (|x − y| < δ ⇒ |f (x) − f (y)| < ε).

7. Observación. Es claro de la definición que toda función uniformemente continua en A es una función
continua en A (recordemos la definición de continuidad). Sin embargo, la definición de continuidad uniforme
es más fuerte que la de continuidad. La razón: Si f : A → R es continua en A, entonces, dado ε > 0, para
cada x ∈ A existe δ > 0, que depende de ε y también depende de x, tal que

y ∈ A, 0 < |x − y| < δ ⇒ |f (x) − f (y)| < ε.

Por otro lado, la definición de continuidad uniforme exige que el δ > 0 hallado sea el mismo para todo
x ∈ A, es decir que, dado ε > 0, el δ > 0 que cumple la condición de continuidad sólo dependa de ε. Como
un contraejemplo que aclare mejor esta diferencia, tenemos la función x 7→ 1/x definida para todo x 6= 0.
En efecto, esta función es continua en R \ {0}. Sin embargo, notemos para todo n ∈ N que

1 1
1/n − 1/(n + 1) = 1.

Ahora bien, para todo δ > 0 existe Nδ ∈ N tal que


2
Nδ > ;
δ
luego
1
− 1 ≤ 1 + 1 ≤ 2 <δ

n n + 1 n n + 1 Nδ
para todo n > Nδ en N. Sea ahora 0 < ε < 1 arbitrario. Si x 7→ 1/x fuese uniformemente continua en
R \ {0}, entonces existirı́a un δ > 0 tal que para cualesquiera x, y distintos de cero

1 1
|x − y| < δ ⇒ − < ε,
x y

lo cual claramente no se cumple al tomar x = 1/n, y = 1/(n + 1), con n > Nδ .

El siguiente resultado es útil e importante:

8. Teorema. Toda función f : [a, b] → R continua en [a, b] es uniformemente continua en [a, b].
Demostración. Sea ε > 0 arbitrario. Por el teorema 5, f alcanza su valor máximo y su valor mı́nimo
en [a, b]. Pongamos

α = max{f (x) : a ≤ x ≤ b}, β = min{f (x) : a ≤ x ≤ b}.

Si α = β, no hay nada que probar (¿por qué? ). Supongamos entonces α > β. Sea N ∈ N un entero positivo
tal que 1/N < ε/(6(α − β)). Por el teorema de valores intermedios, para cada k = 1, . . . , N la imagen
inversa
Ak := f −1 ({β + k(α − β)/N })
SN
es no vacı́a. Sea B = k=1 Ak . Notemos que B puede contener intervalos cerrados (esto porque f puede
ser constante en algunos subintervalos de [a, b]; piensen en ello); definimos A como el conjunto que consta
de los puntos x de B que son aislados en B (es decir, que existe un intervalo abierto que contiene a x y
que sólo intersecta a B en x) más los puntos de B que sean extremos de los intervalos cerrados maximales

4
contenidos en B, si hubiera tales intervalos, y los extremos de [a, b], si es que no estuvieran en B. Es posible
demostrar que A es un subconjunto finito de [a, b]; luego podemos ordenarlo:

x0 = a < x1 < x2 < · · · < xM = b.

Sea δ := min{xk − xk−1 : k = 1, . . . , k = M }. Sean ahora x < y ∈ [a, b] tales que |x − y| < δ. Entonces
existe k = 1, . . . , M − 1 tal que
xk−1 ≤ x < y ≤ xk+1 .
Notemos que

|f (x) − f (y)| ≤ |f (x) − f (xk−1 )| + |f (xk−1 ) − f (xk+1 )| + |f (xk+1 ) − f (y)|;

esto por la desigualdad triangular. Notemos también que

2(α − β) ε
|f (xk−1 ) − f (xk+1 )| ≤ |f (xk−1 ) − f (xk )| + |f (xk ) − f (xk+1 )| ≤ < ,
N 3
esto porque |f (x`−1 ) − f (x` )| ≤ (α − β)/N para todo ` = 1, . . . , M (esto último se deduce del teorema de
valores intermedios (¿por qué?)). De manera similar se demuestra que

2(α − β) ε 2(α − β) ε
|f (x) − f (xk−1 )| ≤ < , |f (xk+1 ) − f (y)| ≤ < .
N 3 N 3
Por lo tanto,
ε ε ε
|f (x) − f (y)| < + + = ε.
3 3 3

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