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UNIVERSIDAD AUTONOMA GABRIEL RENE

MORENO
Facultad de ciencias jurídicas, políticas, sociales y relaciones
internacionales.

“Los 10 cambios ambientales más impactantes”


Estudiantes: Estefanía Masai

Nazareth Antezana

Carmen July Candia

Rashel Ordoñez

José Manuel Molina

Docente: Lic. Marcelo Barbery

Materia: Derecho del medio ambiente y su procedimiento.

Fecha: 20/12/22
INDICE
INTRODUCCIÓN............................................................................................................................3
10. GLACIARES (1984 - 2020)........................................................................................................4
9. MAR DE ARAL (DE LAGO A DESIERTO TOXICO).........................................................................8
8. LAGO URMIA, IRAN................................................................................................................11
7. KIROV RUSIA...........................................................................................................................12
6 -.BOSQUE ALBERTA CANADÁ (de Bosque a un lugar desolado).............................................12
5. WYOMING, EEUU (Carbón)....................................................................................................14
4. LA DEFORESTACION, INDONESIA............................................................................................16
2. AMAZONAS 1984-2020.........................................................................................................20
1. TRIBU DEL AMAZONA BRASILEÑO ESTA REFORESTANDO LAS ZONAS DE LOS MADEREROS..21
CONCLUSIONES..........................................................................................................................22
INTRODUCCIÓN

Los glaciares son gigantes masas de hielo por la cristalización de la nieve y que los
últimos 30 años se ha derretido en una medida acelerada, por otro lado el que fuera
uno de los mares más grandes del mundo se ha convertido en un desierto toxico. Así
algo parecido le ocurre a lo que fue el lago Urmia en Irán con sequia y explotación.
Pero también hay historias que hablan de Esperanza, en Kirov el colapso de la unión
soviética provoco el abandono de muchos campos de cultivo y estos con velocidad se
han convertidos en bosques repletos de vida, pero en Canada es la imagen opuesta lo
que fue un majestuoso bosque se convirtió en lugar hinospito y desolado. En
Wyoming EEUU el combustible más contaminante se sigue extrayendo y el calor por
los incendios del petróleo gas o carbón convierte los bosques de todo el mundo en
yesca, en indonesia la deforestación se dispara y los bosques son arrasados para
hacer biodiesel o aceite alimentario. Lo más impactante es el cambio en el amazonas
hace 37 años en Brasil, Paraguay, Ecuador y Bolivia donde las selvas con una
superficie similar a Alemania llegaron llegaron a convertirse en nada, por ultimo los
territorios indígenas son los héroes de nuestra amazonia llegando a muchos
costarles la vida pero han conseguido preservar el legado de sus padres una
naturaleza SANA.
LOS 10 CAMBIOS AMBIENTALES MÁS IMPACTANTES EN 37 AÑOS

10. GLACIARES (1984 - 2020)


Los glaciares de Groenlandia se reducen por 25 años consecutivos, una evidencia más
del avance cambio climático.

En 2021 la capa de hielo de Groenlandia perdió más masa durante la temporada de


deshielo que la que ganó durante el invierno. El año marcó un cuarto de siglo de ese
derretimiento constante, revela un nuevo estudio respaldado por la agencia
meteorológica de la ONU.

El servicio danés de monitoreo Portal Polar, que forma parte del informe anual sobre
el estado del clima de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), advirtió este
viernes que el 2021 se sumó a los 24 años precedentes de pérdida constante de los
glaciares de Groenlandia.

Un nuevo informe del Portal Polar explica que el comienzo del verano boreal de 2021
fue frío y húmedo, con nevadas inusualmente fuertes y tardías en junio, lo que retrasó
el inicio de la estación de fusión del hielo de Groenlandia.Sin embargo, una ola de calor
a fines de julio provocó una pérdida considerable de los glaciares.

El estudio detalla que en términos de “balance de masa total” (la suma del
derretimiento de la superficie y la pérdida de trozos de hielo de los icebergs, además
del derretimiento de las “lenguas” de los glaciares en contacto con el agua de mar), la
capa de hielo perdió alrededor de 166.000 millones de toneladas durante el año
transcurrido entre agosto de 2020 y 2021.

En otras palabras, continúa el análisis, la capa de hielo terminó la temporada con un


balance de masa superficial neta de aproximadamente 396.000 millones de toneladas,
lo que lo convierte en el 28º nivel más bajo registrado en 41 años.

El estudio cita un análisis realizado por la iniciativa científica internacional World


Weather Attribution que demostró que ese sistema de alta presión del cambio
climático sólo podía entenderse como resultado del calentamiento atmosférico
causado por la actividad humana.

“LOS GLACIARES DEL PLANETA SON LOS RESPONSABLES DEL 25% DE LA SUBIDA DEL
NIVEL DEL MAR, DEBIDO A LA GRAN CANTIDAD DE AGUA QUE ENVÍAN AL MAR AL
DERRETIRSE POR EL CAMBIO CLIMÁTICO”.

Los glaciares de la Tierra se mueren. Algunos ya han desaparecido para siempre


después de haber estado ahí miles de años. Esto es lo que ha sucedido con el glaciar
Okjokull, en Islandia, por el que hace dos años se ofició un ‘funeral’, con asistencia de
numerosas personas y con la colocación de una placa que deja constancia de hasta
dónde puede llegar la depredadora acción del hombre. Allí donde siempre hubo una
masa helada perpetua, ahora solo hay roca desnuda. Y, hace aún menos tiempo, los
científicos declararon oficialmente extinto el glaciar Ayoloco, en México, donde
también se instaló una placa dejando constancia de que «aquí existió un glaciar».

La subida del nivel del mar que el calentamiento global provoca en el planeta está
producida por varios factores: la expansión térmica (a mayor temperatura, el agua
ocupa más volumen) y el derretimiento de la capa de hielo posada sobre Groenlandia,
la Antártida y… los glaciares. Al fundirse, casi todo el agua que acumulan va a parar al
mar, proporcionando un aporte ‘extra’ que no tenía previsto el sistema natural del
planeta. En realidad, los glaciares son responsables del 25% del aumento del nivel del
mar, según los expertos.

Estas grandes masas de agua dulce helada llevan más de medio siglo retrocediendo
ante el avance imparable del cambio climático. El calentamiento ya ha derretido más
de 9,6 billones de toneladas de hielo glacial en el mundo desde 1961, según desveló en
2019 un estudio de la Universidad de Zurich (Suiza), y amenaza con evaporar más de
un tercio de los glaciares para 2100.

De hecho, el derretimiento de los glaciares ha contribuido a la crecida de los océanos


en 2,7 centímetros desde 1961. Pero eso no es nada comparado con lo que puede
llegar a suceder, pues los glaciares del mundo tienen hielo suficiente unos 170.000
kilómetros cúbicos como para aumentar el nivel del mar en casi medio metro.
Es de suponer que no derretirán todos (dependerá de la firmeza de las decisiones que
tome la humanidad), pero los científicos están preocupados: cada nuevo estudio que
realizan desvela una situación más alarmante y se confirma que los glaciares se están
derritiendo a marchas forzadas.

En concreto, estas formaciones heladas están perdiendo en la actualidad un 31% más


de nieve y hielo por año que hace 15 años, según las mediciones hechas por satélite de
todos los glaciares de montaña del mundo.

Utilizando veinte años de datos obtenidos por satélite y que han sido recientemente
desclasificados, los científicos han calculado que los 220.000 glaciares de montaña del
mundo están perdiendo más de 328.000 millones de toneladas de hielo y nieve al año
desde 2015, según un estudio publicado recientemente en la revista Nature.

La cantidad de agua enviada al mar como consecuencia de este derretimiento


representa un volumen capaz de sepultar Suiza bajo 7,2 metros de agua cada año.

La tasa de derretimiento anual registrada entre 2015 y 2019 es hasta 78.000 millones
de toneladas superior a la tasa registrada entre 2000 y 2004. El ritmo de
adelgazamiento global de los glaciares se ha duplicado en los últimos 20 años, lo que
supone una velocidad «enorme

La mitad de la pérdida de glaciares del mundo se está registrando en Estados Unidos y


Canadá, si bien en todos los continentes se observan pérdidas significativas. Las tasas
de derretimiento de Alaska están «entre las más altas del planeta», y el glaciar
Columbia, por ejemplo, retrocede unos 35 metros al año a pesar de que la principal
causa de la subida del nivel del mar sigue siendo el calentamiento de las aguas
oceánicas, el deshielo de los glaciares es la segunda causa del aumento del volumen de
los océanos.

“cada año perdemos tres veces el volumen de todo el hielo acumulado en los Alpes
europeos, lo que supone alrededor del 30% del ritmo actual de subida del nivel del
mar».

¿Y en España? Los glaciares del Pirineo ibérico no escapan a esta tendencia, ni mucho
menos. En realidad, la situación allí es tan grave que cada vez hay más unanimidad
científica a la hora de afirmar que dentro de 25 años podrían haber desaparecido estas
masas heladas en la cordillera pirenaica.

Baste un dato: 33 de los 52 glaciares que había en el Pirineo en 1850 (al final de la
Pequeña Edad del Hielo) han desaparecido, y 20 de ellos lo han hecho a partir de
1984. Nuevamente, se confirma la creciente velocidad con que se derriten señala que
en 1850 había 2.000 hectáreas de glaciar en los Pirineos, mientras que en 2008 ya
eran solo 310 hectáreas. Pero en una actualización de 2016 se observó que la
superficie se redujo hasta las 242 hectáreas. Es decir, un 88% de reducción desde 1850
a 2016.

La tasa de pérdida de hielo actual es definitivamente más rápida que la ocurrida en los
cuatro siglos de la anomalía climática medieval. Esto sugiere que el calentamiento
actual es más acelerado y más intenso que el registrado en otros periodos de los
últimos 2000 años. La inmensa mayoría de los glaciares del planeta retroceden a un
ritmo sin precedentes, y algunos de los primeros en desaparecer para siempre se
encuentran en los Pirineos, donde los científicos calculan que para el 2050 no quedará
ninguno.

La evolución de los glaciares depende de la acumulación de nieve durante la estación


fría y del deshielo durante la más cálida respectivamente. De hecho, según los
expertos la llamada Pequeña Edad de Hielo que tuvo lugar entre los siglos XIV hasta
mediados del XIX, representa la última fase de avance de los glaciares de montaña en
todo el mundo. Desde entonces, según varios estudios, el declive de los glaciares de
montaña a nivel global ha sido casi continuo, a excepción de breves periodos de
estabilización.

Glaciares de montaña, el inicio del fin

Varios estudios identifican la década de 1980 como el último punto de inflexión en la


evolución de los glaciares, momento desde el cual han comenzado a menguar en todo
el mundo. En las cadenas montañosas del hemisferio norte ubicadas en zonas
templadas, predominan en la actualidad los glaciares considerados muy pequeños, que
son los que cuentan con menos de 0,5 kilómetros cuadrados de superficie. La
contracción de estos glaciares se ha acelerado desde finales del Siglo XX y principios
del XXI, algo que los científicos achacan al aumento de las temperaturas a nivel global.

Los glaciares más meridionales de Europa, todos ellos clasificados como glaciares muy
pequeños, se encuentran en los Pirineos, los Apeninos y la Península Balcánica, en
elevaciones de entre 2.000 y 3.300 metros sobre el nivel del mar. Desde el máximo de
la pequeña edad de hielo estos glaciares han perdido entre el 30% y el 100% de su
volumen.

Pero en el sur de Europa, los glaciares de más de 5 hectáreas, en la actualidad solo se


encuentran presentes en los Pirineos, los cuales están en peligro extremo y podrían
desaparecer o convertirse en parches de hielo residual en aproximadamente 20 años.

El declive de los glaciares pirenaicos

En los Pirineos, la temperatura ha aumentado más de 1,5°C desde la Pequeña Edad de


Hielo, y los datos obtenidos desde la década de 1980 muestran una disminución
significativa de la profundidad de la nieve especialmente marcada en las zonas más
altas de los Pirineos españoles y franceses. Esto ha provocado un marcada reducción
de los glaciares de los Pirineos en las últimas décadas, que han pasado de contar con
2.060 hectáreas en el año 1850 a 810 en 1984, y a tan solo 246 en 2016, una reducción
total en la masa de hielo y nieve de más del 80%. En cuanto a su número, la cordillera
contaba en el año 1850 con 52 glaciares, de los cuales en la actualidad, solo sobreviven
19.

9. MAR DE ARAL (DE LAGO A DESIERTO TOXICO)


Mar Aral se seca y se transforma en un desierto tóxico

Sólo queda un 10% de su superficie. Era el 4to lago más grande del mundo, después
del Mar Caspio, el lago Superior y el lago Victoria, hoy yacen embarcaciones
abandonadas, en un desierto tóxico, afectando a las comunidades que subsistían de la
pesca y la agricultura en aquel lugar.

En su apogeo, el Aral era tan grande que llegó a suministrar la sexta parte de todo el
pescado que se consumía en la ex Unión Soviética.
Por primera vez en la historia la cuenca oriental del mar Aral Sur se ha secado
totalmente. Lo que fue un gigantesco lago, el 4to más grande del mundo, ya ha
desaparecido casi por completo.

Ubicado en Asia Central, entre las fronteras de Kazajstán y Uzbekistán, en su plenitud


comprendió más de 65 mil kilómetros cuadrados, que hoy apenas llegan a un 10 por
ciento (6.000 km2).

La trasformación de este mar en un desierto ha sido catalogado como un “terrible


desastre ecológico y medio ambiental” que se le atribuye a la acción humana que ha
influido en el cambio climático y el calentamiento global.

En concreto la acción que más influyó en la transformación del mar Aral, data de los
años 60, cuando un proyecto impulsado por la Unión Soviética, desvió el agua de los
grandes ríos, de la región Syr Darya y el Amu Darya, que alimentaban a este inmenso
lago, para rociar millones de acres dedicados a la producción de algodón y otros
cultivos.

Eso ha hecho que en actualmente Kazajstán sea uno de los mayores productores de
algodón, pero como consecuencia ‘mató’ la industria pesquera de la zona. Los trabajos
resultaron ineficientes y una gran cantidad de agua se perdió por el camino, más del
70%. Lo que hizo insostenible la explotación del algodón.

La desaparición del agua fue un desastre ecológico. Vino acompañado de descalabros


en la salud de sus pobladores. Cáncer esofágico, tuberculosis y diversas enfermedades
respiratorias. Estas últimas, consecuencia de las tormentas de sal y polvo que además
contienen residuos de los pesticidas que se emplean en los cultivos río arriba.

La pérdida de agua hizo inviernos más fríos y veranos más cálidos y secos. Además de
ser considerado uno de los peores desastres naturales, comunidades de la región que
antes se dedicaban a la pesca y a la agricultura ya no la pueden ejercer, elevando el
desempleo y la economía.

También se advirtió que la población cercana al mar presenta una incidencia elevada
de enfermedades pulmonares y otras patologías.
“El agua cada vez más salada se contaminó con fertilizantes y pesticidas. El polvo que
sopla desde el lecho del lago expuesto, contaminado con productos químicos, se
convirtió en un peligro para la salud”.

El cuarto lago más grande del mundo es ahora un desierto. Estéril e inhóspito. No fue
obra de la naturaleza, de alguna catástrofe meteorológica, sino del hombre, de su
ambición y de su ineptitud.

Las actividades de su población giraban en torno al lago, un motor de desarrollo.


Practicaban la pesca y realizaban operaciones comerciales vinculadas con el mar o la
agricultura de subsistencia. También utilizaban el agua para el autoabastecimiento.

El camino hacia un desierto tóxico

Con este desastre, a medida que el lago se secó, las comunidades que utilizaban el
lugar para la pesca y la agricultura han quedado sin recursos, aumentando la cesantía.
Además el agua, que se volvió cada vez más salada, se contaminó con fertilizantes y
pesticidas convirtiendo el lecho seco en un peligro para la salud pública al levantarse,
con el viento, el polvo con sustancias químicas agrícolas.

Es probable que sea la primera vez que el Mar de Aral se haya secado por completo en
600 años, desde la desecación Medieval asociada a la desviación del río Amu Darya
hacia el Mar Caspio. Pero en la época moderna el desastre ha sido progresivo.

En la primera década, entre 1960 y 1970, el nivel del mar Aral se redujo a un ritmo de
20 cm al año, aumentando al triple en la década siguiente y a casi un metro anual
durante 1980.

En 1987, el lago se terminó partiendo en dos: el mar de Aral Norte y el mar de Aral Sur
y para el 2001 el lado sur se subdividió formándose lóbulo oriental y el lóbulo
occidental.

En el 2003, fue oficial que el mar Aral Sur estaba desapareciendo más rápido de lo que
se había previsto. 3, 5 metros de los que se había previsto en 1990.
Entre 2005 y 2009, se condenó definitivamente a este lugar cortando los flujos de los
ríos Amu Darya, dando paso a una alternancia entre seco y húmedo, hasta que este
año 2014 se secó definitivamente.

8. LAGO URMIA, IRAN


El cambio climático, las presas y los pozos ilegales que extraían su agua para la
agricultura han ido desecando el lago, situado en el noroeste de Irán, en las últimas
décadas.

Esta catástrofe medioambiental ha afectado a las aves migratorias, en especial los


flamencos, y a la artemia salina, un tipo de crustáceos que habita en Urmía, que
cuenta con un centenar de islas y está rodeado por un espectacular paisaje
montañoso.

En 2013, se puso en marcha un plan para salvar el lago con ayuda de la ONU que tuvo
cierto éxito, pero las sequías de los últimos años vuelven a amenazar la laguna.

A finales del año pasado, el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, anunció que
“reactivaría” un plan para restaurar el lago para “hacer frente a las preocupaciones de
la población".

En los últimos años se han disparado las protestas por las sequías y la falta de agua en
el país persa.

De hecho, este julio varias personas fueron arrestadas por "perturbar la seguridad” en
unas protestas por el secado de Urmía.

Los manifestantes corearon consignas como "el lago Urumía se está muriendo, el
Parlamento ordena matarlo", "Azerbaiyán está despierto, Urmía está sediento", según
informó entonces la agencia Fars. EFE

El portavoz gubernamental indicó que para salvar el que fuese el sexto mayor lago de
agua salada del mundo sería necesario “parar las actividades agrícolas en la zona”, así
como «la construcción de presas» que retienen el agua que alimenta el lago.
Ashrafizadeh añadió que la falta de aportes ha dividido el lago en dos partes
incomunicadas entre sí, que ahora suman una superficie de unos 1.000 kilómetros
cuadrados, lejos de los 5.200 que llegó a tener en el pasado, lo que suponía una
superficie semejante a la provincia de Alicante y suponía un remanso líquido para esta
árida región.

7. KIROV RUSIA
A veces tenemos la suerte de poder descubrir lo que sucede cuando los humanos
vuelven a poner la tierra en manos de la naturaleza. En esta secuencia acelerada,
podemos ver cómo un campo recién cultivado de la región de Kírov (Rusia) se va
oscureciendo rápidamente hasta convertirse en una cubierta arbórea de color verde
intenso.

Tras la disolución de la Unión Soviética, se abandonaron enormes extensiones de


cultivos colectivos que la Tierra recuperó. La rapidez con la que la zona ha recobrado
su estado original ha sorprendido incluso a los científicos, cuyos pronósticos
apuntaban a que tardaríamos más tiempo en poder apreciar esos cambios.

6 -.BOSQUE ALBERTA CANADÁ (de Bosque a un lugar desolado)


Los bosques de Alberta se encuentran principalmente en las montañas. Se componen
de coníferos, principalmente de pinos, abetos y píceas. La temperatura anual media en
estos bosques es de unos 2,5 °C. Hace algunos años, los bosques de Alberta se hicieron
famosos a causa de importantes fuegos.

Historia breve de Alberta, Canadá

La historia de esta provincia canadiense se remonta a muchos siglos antes pero


empezaremos relatando desde el siglo XVII cuando Alberta pertenecía a la Tierra de
Rupert (un antiguo territorio británico).

Pero a pesar de pertenecer a esta región inglesa, el territorio de Alberta fue explorado
por primera vez por los europeos hasta el siglo XVIII; cuando se envió una expedición
que reconoció el lugar y estableció relaciones amistosas con los nativos.

Algunas de las tribus nativas americanas que habitaban y aún viven en Alberta son la
tribu Blackfoot (pies negros), que posee tres reservas en la provincia y una reserva en
Montana, Estados Unidos.
También encontramos a la tribu Assiniboine y los Cree, estos últimos son uno de los
grupos nativos norteamericanos con mayor población en Canadá.

Otro grupo étnico asentado en el territorio de Alberta, son los Métis; quienes se
caracterizan por considerarse a sí mismos independientes de los amerindios y de los
europeos.

La población aumentó en Alberta, allá por el año de 1883 cuando el gobierno


canadiense para incentivar el poblamiento de esta región, ofreció tierras a todas
aquellas familias que se mudaran al lugar.

Además, debido a la construcción de una vía ferroviaria esta provincia aumentó


significativamente su población.

En la actualidad la población de la provincia de Alberta Canadá se estima en 4,428,112


millones de habitantes.

Economía

La provincia se ve ampliamente respaldada por su abundancia en recursos minerales


de los cuales abunda el petróleo, gas natural, el carbón, el alquitrán y la sal.

Sumado a que su industria agropecuaria es la de mayor fuerza en el país.

Si desea viajar a Alberta, tenga por seguro que encontrará un lugar único y especial,
donde su vida silvestre, sus extensos bosques y paisajes, harán de su visita a este lugar
un momento inolvidable.

Para más información sobre este extenso país norteamericano y sus provincias, le
invitamos cordialmente poder visitar nuestra sección sobre Canadá.

Arenas Bitumosas

Los depósitos de arenas bituminosas de Canadá se extienden por más de 140.000


kilómetros cuadrados al noreste de Alberta -un área más grande que Inglaterra. Se
estima que las reservas de petróleo del país son de 170 mil millones de barriles,
ocupando el segundo lugar después de Arabia Saudí.

La extracción de arenas de petróleo o arenas bituminosas está desolando el norte de


Alberta: talan bosques y abren minas a cielo abierto. El crudo extraído se mezcla con
agua y sustancias químicas en grandes balsas artificiales para separar el crudo de la
arena. Y las refinerías contaminan la atmósfera.

El nuevo proyecto de mina de arenas bituminosas recibe el nombre de Frontier y es el


más grande hasta la fecha -un crimen indescriptible contra el planeta. La inversión de
la minera Teck Resources es de 13 mil millones €. Extraerían 260.000 barriles de
petróleo al día a partir de 2026 -durante 40 años.

El petróleo de arenas bituminosas es el más contaminante del planeta. Para extraerlo y


refinarlo se necesita mucha más cantidad de energía que para el petróleo
convencional. No extraer este petróleo es la única opción posible para proteger el
clima.

El transporte del petróleo necesita oleoductos, en sí mismos peligrosos. Los derrames


son inevitables y cualquier accidente podría devastar la costa y el hábitat de orcas
poco comunes. El oleoducto Trans Mountain atravesará las Montañas Rocosas hasta la
costa pacífica de Columbia Británica.

El mega proyecto extractivo alarma también a la UNESCO que ve al Parque Nacional


del Búfalo de los Bosques en el delta de los ríos Athabasca y Peace en grave peligro. La
contaminación existente no hará más que empeorar.

Un informe advierte de las consecuencias ecológicas. 3.000 has de bosques ancestrales


y 14.000 has de humedales quedarían completamente destruidas.

La población local sufre todos los impactos de la destrucción ambiental. Los pueblos
originarios rechazan el proyecto y quieren evitar que se pisoteen sus derechos.

5. WYOMING, EEUU (Carbón)


Historia
Originalmente, antes de la llegada de los europeos, habitaban en el área ocupada por
el actual estado diferentes tribus como los crow, los arapaho, los lakota o los
shoshone. A partir del siglo xviii, el suroeste de la región formó parte del Imperio
español y posteriormente del territorio mexicano de Alta California hasta que fue
incorporado por Estados Unidos en 1848 al finalizar la intervención estadounidense en
México. A finales de dicho siglo muchos cazadores francocanadienses llegaron al lugar,
entre los que destacaron Jacques La Ramée (1784-1821) y Toussaint Charbonneau
(1767-1843); este último, casado con la indígena shoshone Sacagawea (1788-1812),
guio a John Colter (1774-1812), miembro de la expedición de Lewis y Clark, a conocer
la zona. Colter fue el primero que describió el parque de Yellowstone.

En 1812, Robert Stuart y un grupo de cinco hombres que regresaban de Astoria


(Oregón) descubrieron el paso sur, que posteriormente seguiría la senda de Oregón. En
1850, Jim Bridger encontró el que es conocido como paso Bridger, que usó el
ferrocarril Union Pacific en 1868.

Después de que el citado ferrocarril llegase a Cheyenne en 1867, la población de la


región comenzó a aumentar, y a explotar las minas de cobre de la sierra Madre Range.
El parque nacional de Yellowstone se creó en 1872, el primer parque nacional del
mundo.

El 10 de diciembre de 1869, el gobernador del territorio, John Allen Campbell extendió


el sufragio o derecho de voto a las mujeres, haciendo de Wyoming el primer territorio
del país en tenerlo dicho derecho. Wyoming fue también pionero en atraer mujeres a
la política.

Wyoming también es el lugar donde tuvo lugar la guerra del condado de Johnson
(1892), entre grupos competidores de rancheros.

Exceptuando las elecciones de 1964, Wyoming ha sido un estado políticamente


conservador desde la década de 1950, con el Partido Republicano ganando todas las
elecciones presidenciales en el estado desde entonces.

Economía
Una mina de carbón en Wyoming. El estado es el mayor productor de carbón de todo
Estados Unidos.

De acuerdo al reportaje de análisis económico Bureau de Estados Unidos, el producto


geográfico bruto fue de 27,4 miles de millones de dólares. En enero de 2010, el
desempleo del estado llegó a 7,6%.10

Los componentes de su economía difieren significativamente de los de otros estados.


Sus ejes son la minería y el turismo. El gobierno federal es dueño de un 50% de sus
tierras, mientras que un 6% es controlado por el estado. El total de la contribución del
sector de minería llegaron a 6700 millones de dólares. La industria del turismo logró
acumular sobre dos mil millones en ganancias para el estado.

En 2002 más de seis millones de personas visitaron sus monumentos y parques


nacionales, como el parque nacional de Grand Teton, el parque nacional Yellowstone,
el monumento nacional de la Torre del Diablo y el monumento nacional de Fossil
Butte. Cada año el parque nacional Yellowstone, el primer parque nacional creado en
el mundo, recibe tres millones de visitantes.

Históricamente, la agricultura había sido un importante componente en su economía.


Su importancia actual en la economía estatal se ha desvanecido. Sin embargo, la
agricultura sigue siendo una parte esencial de su cultura y su estilo de vida. Más del
91% de su tierra es clasificada como rural.

4. LA DEFORESTACION, INDONESIA
Las selvas tropicales de Indonesia son un punto caliente de biodiversidad. Son también
una región clave para la regulación del clima de la Tierra. Pero estos bosques están
siendo talados y sustituidos por plantaciones para la producción de aceite de palma y
pasta de papel.

Los bosques de turbera de Indonesia almacenan 12 veces más carbono por hectárea
que los suelos de los bosques tropicales de Asia insular.

Se prevé que para 2030 se duplique la demanda de aceite de palma.


Las grandes marcas de alimentación siguen fabricando sus productos con aceite de
palma procedente de los incendios y la destrucción de la selva.

Incendios forestales en Sumatra Concesión de proveedores de aceite de palma de P&G


en Kalimantan Plantas de aceite de palma quemadas en Indonesia

El problema

Las selvas del Sureste Asiático ocupan las islas de Sumatra, Borneo, Papúa Nueva
Guinea y un sinfín de pequeñas islas y archipiélagos cercanos, y contienen una rica
biodiversidad: multitud de endemismos, como la Rafflesia gigante de Indonesia o las
aves del paraíso; 500 especies de mamíferos como el orangután o el rinoceronte de
Sumatra y Java; más de 1.600 especies de aves. Pero la riqueza cultural es aún mayor.
La multitud de pueblos indígenas hace que sólo en Papúa Nueva Guinea haya más de
800 lenguas habladas, un tercio de las que existen en todo el mundo.

Pero estos bosques sufren una de las mayores tasas de deforestación del planeta.
Indonesia ha perdido la cuarta parte de sus bosques en los últimos 25 años. La
deforestación, provocada comúnmente a través de la quema de la selva, colocaron la
pasada década a Indonesia como el tercer país emisor en gases de efecto invernadero
del mundo. Los incendios forestales que asolaron Indonesia en 2015 son considerados
una de las mayores catástrofes medioambientales del siglo XXI. El Banco Mundial
estima que la crisis de los incendios de 2015 costó a la economía indonesia 16.000
millones de dólares en pérdidas. El humo de los incendios causó enfermedades
respiratorias a cientos de miles de personas en toda la región y según un estudio,
probablemente provocó más de 100.000 muertes prematuras.

Y un repunte de los incendios en la selva se volvió a repetir en 2019. Y esta destrucción


acaba en gran número de productos de alimentación, cosmética y agrocombustibles
que se consumen en nuestros países.

De manera especial, los bosques de turberas de Indonesia están siendo objeto de una
destrucción sin precedentes. En todo el mundo, las turberas cubren menos del 0,1% de
la superficie del planeta, pero son ya responsables del 4% de las emisiones anuales de
gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático.
De manera especial, el aumento de la demanda de aceite de palma es insostenible: se
prevé que la demanda de este aceite se duplique en 2030 respecto de los niveles del
año 2000, y se triplique para 2050. La industria de los mal llamados “biocarburantes”
se está expandiendo rápidamente, y casi la mitad de las importaciones europeas de
este aceite se destinan a la fabricación de biodiesel.

Indonesia ya tiene 6 millones de hectáreas de plantaciones de palma aceitera, pero


hay planes para plantar otros 4 millones solo para la producción de biocombustibles.

La solución

Las empresas y gobiernos deben asumir sus responsabilidades como principales


responsables de la destrucción de los bosques de Indonesia y han de:

El Gobierno de Indonesia debe comprometerse a implantar una política de cero


deforestaciones, suspender la conversión de bosques en plantaciones y obligar al
cumplimiento estricto de la ley que prohíbe la utilización del fuego para despejar la
selva.

También, el gobierno debe hacer accesible a las ONGs la cartografía de las concesiones
forestales del sector del aceite de palma y el sector papelero.

Las empresas que operan en Indonesia deben implementar políticas para promover la
responsabilidad empresarial en materia de medio ambiente, derechos humanos, lucha
contra la corrupción, etc. que prevenga que puedan participar en proyectos que
puedan impactar negativamente en los ecosistemas y en su población.

La Unión Europea debe poner en marcha su plan contra la deforestación legislando


para que se prohíba la importación de materias primas (soja, carne, aceite de palma,
madera o papel) que procedan de la deforestación.

Poner fin al apoyo a los agrocarburantes basados en cultivos agrícolas, como el


biodiesel fabricado a partir de aceite de palma.

Los países de la UE deben hacer cumplir el Reglamento EUTR, que impide la entrada en
Europa de productos forestales procedentes de la tala ilegal en Indonesia.
Tú también puedes ser parte de la solución, adoptando estilos de vida simples y
reduciendo nuestro consumo, evitando los productos alimenticios y forestales
procedentes de la destrucción de las selvas tropicales de Indonesia.

Problema orangután en las selvas tropicales de Indonesia Tigre de Sumatra protección


Causas peligro extinción Orangután

3. INCENDIOS

Un incendio es una ocurrencia de fuego no controlada que puede afectar o abrasar


algo que no está destinado a quemarse. Puede afectar a estructuras y a seres vivos. La
exposición de los seres vivos a un incendio puede producir daños muy graves hasta la
muerte, generalmente por inhalación de humo o por desvanecimiento producido por
la intoxicación y posteriormente quemaduras graves.

Para que se inicie un fuego es necesario que se den conjuntamente tres componentes:
combustible, oxígeno y calor o energía de activación, lo que se llama triángulo del
fuego.

Un incendio forestal es el fuego que se extiende sin planificación, sin gestión y sin
control en terreno forestal o silvestre, afectando a combustibles vegetales, flora y
fauna. Un incendio forestal se distingue de otros tipos de incendio por su amplia
extensión, la velocidad con la que se puede extender desde su lugar de origen, su
potencial para cambiar de dirección inesperadamente, y su capacidad para superar
obstáculos como carreteras, ríos y cortafuegos.

Los incendios forestales son una de las formas más frecuentes de desastre natural en
algunas regiones del mundo, como los países mediterráneos, Siberia, California,
Australia o Hispanoamérica. Las proyecciones indican que los efectos del cambio
climático harán que la tasa de incendios forestales aumente en un 50% para finales de
2100, y que estos incendios serán cada vez más frecuentes en zonas donde
anteriormente no ocurrían, como en el Ártico

Si bien las causas inmediatas que dan lugar a los incendios forestales pueden ser muy
variadas, en todos ellos se dan los mismos presupuestos, esto es, la existencia de
grandes masas de vegetación en concurrencia con periodos más o menos prolongados
de sequía.

El calor solar provoca deshidratación en las plantas, que recuperan el agua perdida del
sustrato. No obstante, cuando la humedad del terreno desciende a un nivel inferior al
30 % las plantas son incapaces de obtener agua del suelo, con lo que se van secando
poco a poco. Este proceso provoca la emisión a la atmósfera de etileno, un compuesto
químico presente en la vegetación y altamente combustible. Tiene lugar entonces un
doble fenómeno: tanto las plantas como el aire que las rodea se vuelven fácilmente
inflamables, con lo que el riesgo de incendio se multiplica. Y si a estas condiciones se
suma la existencia de períodos de altas temperaturas y vientos fuertes o moderados, la
probabilidad de que una simple chispa provoque un incendio se vuelve significativa.

2. AMAZONAS 1984-2020
Brasil, Bolivia, Paraguay y Ecuador.

La Amazonia se encuentra inmersa en una crisis o punto de no retorno debido a las


altas tasas de deforestación y degradación. Esta situación no es un escenario futuro,
sino un estado ya presente en algunas zonas de la región. Países como Brasil y Bolivia
concentran el 90% de la deforestación y degradación combinadas, entendidas como
perturbaciones en el bosque. Como resultado, la sabanización, proceso que lleva a un
ecosistema a convertirse en llanuras con pocos árboles o muy distanciados entre sí, ya
se está produciendo en ambos países, de acuerdo con el informe La Amazonia a
contrarreloj: un diagnóstico regional sobre dónde y cómo proteger el 80% al 2025,
dado a conocer este lunes, en Lima, Perú, en la Cumbre Amazónica de Pueblos
Indígenas, organizada por la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca
Amazónica (COICA). Las alarmas ya venían sonando, en los últimos dos años, diversos
estudios científicos alertaron del punto de no retorno de la Amazonía, debido a las
altas tasas de deforestación y degradación. Ahora, una reciente investigación advierte
que en menos de tres años el mayor bosque tropical del mundo —847 millones de
hectáreas— llegará a un punto irreversible que daría paso a su muerte progresiva: el
aumento de las emisiones de carbono que podrían desestabilizar el clima del planeta y
los esfuerzos para mitigar el calentamiento global.
Según la plataforma de monitoreo global Forest, Paraguay es el segundo país de
sudamerica con mas deforestación entre los años 2001 y 2019 con seis millones de
hectáreas

Por otro lado Paraguay lidera el porcentaje de la deforestación con 45% de los
desmontes en dicha área y bajo el lema “salvemos el chaco” cientos de ciudadanos
alzaron la voz mediante manifestaciones en contra de la tala de árboles en el país,
principalmente el chaco paraguayo que es el principal pulmón verde sudamericano.

1. TRIBU DEL AMAZONA BRASILEÑO ESTA REFORESTANDO LAS ZONAS DE LOS


MADEREROS
En este sentido, la protección de la Amazonía es urgente. Ese es el llamado que
encabeza la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica
(COICA) —que representa a 511 pueblos indígenas de los nueve países amazónicos—
con el fin de proteger el 80% de los bosques y evitar el temido punto de inflexión. Se
trata de una meta aprobada el año pasado en el Congreso de la Unión Internacional
para la Conservación de la Naturaleza (UICN), de la que surgió la coalición Amazonía
por la vida: proteger 80% al 2025.

“Queremos hacer un quiebre porque los gobiernos no van a cumplir la meta del 2030,
y después dirán que para el 2060 y ya no hay tiempo”, dijo a Diálogo Chino, José
Gregorio Díaz Mirabal, coordinador de la COICA, en referencia al ritmo de las
negociaciones climáticas. “Nosotros queremos proteger el 80% de la Amazonía y para
eso necesitamos otro modelo económico que respete y permita la vida. Si no lo
hacemos, nos estamos condenando a la extinción”.

Algo para resaltar, es que la mayor parte de la deforestación amazónica (86%) tuvo
lugar fuera de las áreas protegidas y los territorios indígenas. Para Marlene Quintanilla,
autora principal del estudio, es la evidencia de que “un área titulada bajo territorio
indígena tiene una alta garantía de ser conservada”. “Aunque los pueblos indígenas no
tienen presupuestos nacionales, sus medios de vida y la forma en que miran a la
Amazonía han incidido de manera muy positiva en su conservación”, precisó la
directora de investigación y gestión del conocimiento en la Fundación Amigos de la
Naturaleza.
Sin embargo, los territorios indígenas no están exentos de amenazas. La ampliación de
la frontera agrícola —una de las principales causas de deforestación— fue del 160% en
tierras indígenas y de 220% en áreas protegidas entre los años 2001 y 2018.

48% de la Amazonia es una zona protegida o un territorio indígena reconocido. Sin


embargo, el 86% de la deforestación se produce fuera de estas zonas, lo que pone de
manifiesto la necesidad de ampliar las protecciones.

Tanto las áreas protegidas y los territorios indígenas salvaguardan la mitad de la


Amazonía; sin embargo, el resto no tiene ningún tipo de designación y corre el peligro
de desaparecer. Según el reporte, las áreas no designadas registran los niveles más
altos de transformación y degradación, que llegan a ser hasta ocho veces mayores que
en territorios indígenas.

CONCLUSIONES
Una de las causas importantes de todos los degrado ambiental que hemos visto puede
ser la falta de voluntad política ante una institución débil e incapaz de hacer cumplir y
detener la destrucción ecológica.

Ya que las normas existentes no impidieron la continua pérdida de bosques a lo largo


de los años y vigencia de las mismas.

Así también por la inconsencia de todos los seres humanos que con su granito de
arena aportan todos los días a la destrucción ambiental a cambio de una necesidad
instantánea.

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