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Pararrayos y apartarrayos (Marzo 2023)
Navarro Domínguez Emmanuel – 215863978.
Abstract—Power systems are exposed to many ambient factors
that need to be taken into account when designing very part of
them, one of them is the possibility of lightning strike or other
events that may cause an energy overflow in any part of the system,
that’s is why lightning conductors are used to protect every
element of the system, and these elements need to be able to
withstand huge levels of tension and current, because de
atmosferical discharges can be very aggressive and deliver intense
amounts of energy in instants, and allowing this energy to flow into
the equipment of the network would translate in loss of energy
quality at best, and permanent damage in extreme cases.
Índex Terms—Pararrayos, Apartarrayos,
I. INTRODUCCIÓN
L as líneas de transmisión, por definición, están instaladas a
la intemperie, y también lo están un gran número de
subestaciones, a menos que un factor lo impida y deban ser
instaladas en interiores; esta característica del sistema los
expone a que descargas ambientales o rayos puedan impactar
sus puntos de conexión y ser introducidos a las líneas de
transmisión o a los equipos de una subestación, por lo que es
importante instalar un sistema de protección contra dichas
descargar, ya que de no hacerlo, estas descargas que pueden
generar corrientes del rango de los miles de amperes
sobrepasarán los límites permisibles de trabajo de los elementos
y afectarían solo el lugar del impacto, sino que dañarían toda un
área de efecto alrededor de este punto, ya que el impacto de una
cantidad tan grande de energía viajará por los conductores del
sistema.
II. PARARRAYOS
Para captar las descargas atmosféricas basta con proveer a las
mismas un punto de conexión con la salida de la descarga que
oponga una menor resistencia que los demás puntos que se
desean proteger, por lo que desde el siglo XVIII se comenzaron
a utilizar los pararrayos con este fin.
Estos dispositivos simples son esenciales para la protección
contra descargas ambientales, ya que son los encargados de
captar y dirigir hacia el sistema de tierra los rayos cuando
impactan cerca de una subestación o de una línea de
transmisión.
Este trabajo fue realizado el 21 de marzo de 2023 como parte del curso
“Subestaciones Eléctricas” del departamento de ingeniería mecánica eléctrica
de la Universidad de Guadalajara.
A. Pararrayos de punta
Como sabemos, la energía liberada por una nube en una
descarga atmosférica buscará el camino que le opone menor
resistencia hasta el punto de descarga, que en la mayoría de los
casos, y en especial en los casos que nos interesa proteger, es el
suelo o la tierra. Entonces, el pararrayos de punta funciona
como un receptor de esta descarga colocado en un punto alto de
una edificación, ya que para empezar, al estar en el punto mas
alto, la distancia entre la descarga y la punta es mínima, así que
el rayo tendrá una menor resistencia que otros puntos del
edificio en cuanto a la cantidad de aire que debe ionizar.
Ilustración 1: Pararrayos
Además al ser un elemento metálico, ofrece una mejor
conductividad para la energía y favorece el impacto en el
equipo.
También es necesaria la instalación de un cable conductor
desde su extremo inferior hasta un sistema de tierras,
preferentemente exclusivo a el pararrayos, ya que si se conecta
al sistema de tierras del edificio, puede existir continuidad entre
el pararrayos y objetos como gabinetes o equipo y esta descarga
puede depositarse en ellos, dañándolos o poniendo en peligro a
las personas.
B. Hilo de guarda
Una línea de transmisión siempre estará expuesta a descargas
atmosféricas, y todos lo puntos de las líneas pueden ser
impactados con prácticamente la misma posibilidad, y como se
trata de una conexión larga con continuidad entre todas las
torres de transmisión, se debe instalar un pararrayos a lo largo
de toda la línea, por lo que se utilizan los hilos de guarda, los
cuales se colocan por encima de las líneas de transmisión y se
encargan de captar las descargas, y, como también están
conectados a las torres, las cuales están conectadas a su propio
sistema de tierras, la descarga del rayo es redirigida
exitosamente al suelo.
N. D. Emmanuel, Estudiante de Ingeniería Mecánica en Universidad de
Guadalajara, Centro Universitario de Ciencias exactas e Ingenierías (e-mail:
Emmanuel.navarro3978alumnos.udg.mx)

Ilustración 2: Torre de transmisión con hilos de guarda.
Es especialmente importante instalar estos equipos de
protección, ya que si bien resulta costoso el material metálico
que representa la instalación del mismo, las fallas en la calidad
de la energía que se producirían no son admisibles para los
estándares de la industria, y el servicio de suministro de energía
eléctrica sufriría directamente
III. APARTARRAYOS
No solo es suficiente con captar el rayo, ya que si no se tiene
un elemento que permita la disipación de la descarga nuestro
sistema no podrá proteger correctamente los equipos, para esto
se utilizan los apartarrayos, que son unos dispositivos eléctricos
formados por una serie de elementos resistivos no lineales y
explosores que limitan la amplitud de las sobretensiones
originadas por descargas atmosféricas, pero como en un sistema
de potencia las sobretensiones pueden generarse también por
eventos como operación de interruptores o desbalanceo de
sistemas, los apartarrayos se utilizan para todo tipo de
sobretensiones.
Un dispositivo de protección efectiva debe tener tres
características principales:
1. Debe comportarse como un aislador, mientras la tensión
aplicada no exceda de cierto valor predeterminado
2. Convertirse en conductor al alcanzar la atención ese valor
y conducir la tierra la onda de corriente producida por la
onda de sobretensión.
3. Una vez desaparecida la sobretensión y restablecida la
tensión normal, el dispositivo de protección debe ser capaz
de interrumpir la corriente.
También es importante mencionar que los apartarrayos
deben estar conectados permanentemente con el circuito que
protege, y debe entrar en operación en el instante que la
sobretensión alcanza un valor mayor a la tensión máxima del
sistema.
Además, los apartarrayos deben cumplir con distintas
funciones para poder proteger de manera correcta los equipos
del sistema de potencia:
1. Descargar las sobretensiones cuando su magnitud llega al
valor de la tensión disruptiva de diseño.
2. Conducir a tierra las corrientes de descarga producidas por
las sobretensiones.
3. Debe desaparecer la corriente de descarga al desaparecer
las sobretensiones.
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4. No deben operar con sobretensiones temporales de baja
frecuencia.
5. La tensión residual debe ser menor que la tensión que
resisten los aparatos que protegen.
A. Sobretensiones
Como se mencionó, el principal objetivo de estos elementos
es el de disipar las sobretensiones generadas en el sistema, así
que con fines descriptivos se pueden agrupar las sobretensiones
en las categorías siguientes:
1. Sobretensiones de impulso por rayo: Son generadas por las
descargas eléctricas en la atmósfera (rayos) y tienen una
duración del orden de decenas de microsegundos.
2. Sobretensiones de impulso por maniobra: Son originadas
por la operación de los interruptores. Producen ondas con
frecuencias del orden de los 10 kHz y se amortiguan
rápidamente. Tienen una duración del orden de
milisegundos.
3. Sobretensiones de baja frecuencia (60Hz): Se originan
durante los rechazos de carga en un sistema, por
desequilibrios en una red, o cortocircuito de fase a tierra.
Tienen una duración del orden de algunos ciclos.
B. Cuernos de arqueo
Son los apartarrayos mas primitivos, y pueden estar formados
por un solo explosor, que es un elemento eléctrico que no está
directamente interconectado a la tierra, pero está diseñado para
producir un arco eléctrico y sostenerlo durante la duración de la
descarga que permita generar un camino hacie la tierra para si
disipación.
Este sistema es el más económico pero tiene el inconveniente
de que una vez generado el arco se ioniza el aire y la corriente
de descarga se transforma en una corriente de cortocircuito a
tierra que solo se puede eliminar mediante la apertura de un
interruptor o fusible adecuado. Su uso ya no es común, pero se
puede utilizar mediante el uso de un interruptor con circuito de
recierre.
C. Apartarrayos autovalvulares o convencionales
Están formados por una serie de resistencias no lineales o
varistores que se construyen como pequeños cilindros de
carburo de silicio prensado, prácticamente sin inductancia. Este
elemento también tiene conectados un conjunto de explosores
intercalados entre los cilindros.
Las resistencias evitan que, una vez iniciada la descarga en
los explosores, se produzca una corriente permanente, y
también tienen el beneficio agregado de poder disminuir el
espacio entre los electrodos, proporcionando mayor
sensibilidad al apartarrayos aún en sobretensiones reducidas.
Estas resistencias no lineales tiene la propiedad de actuar
como una resistencia prácticamente infinita en condiciones de
tensión nominal, pero conforme aumenta la corriente que fluye
sobre ellas, esta resistencia disminuye permitiendo el paso de la
sobretensión. Esto convierte al apartarrayos en una válvula de
seguridad para las altas tensiones, que funciona en el momento
necesario, evitando la persistencia de la corriente de
cortocircuito sin que se produzcan oscilaciones secundarias.
D. Apartarrayos de óxido metálico
Tienen su base en las propiedades semiconductores de los

óxidos metálicos, en especial del óxido de zinc. Este tipo de
apartarrayos también está basado en que la curva de tensión-
corriente de las resistencias es no lineal, así que conduce cuando
la tensión supera el valor de referencia, y cierra la conducción,
a un valor de prácticamente cero cuando la tensión regresa a su
valor normal.
Estos elementos están construidos por varias piezas de
resistencia no lineal apiladas dentro de una columna hueca de
porcelana, sin entrehierros o explosores. En la parte superior de
la porcelana tienen una placa relevadora de presión que, en casi
de una sobretensión interna, se rompe y permite escapar los
gases hacia arriba sin producir daños laterales.
Las resistencias que forman este elemento son también unos
pequeños cilindros formados por partículas de óxido de zinc,
pero de menos tamaño que en los convencionales. Las
partículas están formadas por cristales de óxido de zinc de unos
10 micrones, rodeados por un material aglutinador de mayor
resistencia eléctrica que el cristal, el cual produce una
separación entre los cristales del orden de una décima de micrón
y permite cierto contacto entre los cristales de óxido,
ocasionando una resistencia no lineal ideal para esta aplicación.
Estos elementos presentan varias ventajas sobre los otros
diseños, las cuales se enlistan a continuación:
• Como no tienen entrehierros, su protección es
constante.
• Por su característica de tensión-corriente menos lineal
que los de tipo convencional, no permite flujo de
corriente posterior, causada por una sobretensión.
• Debido a que absorben menos energía que los
convencionales, pueden soportar mayor cantidad de
rayos y operaciones de interruptores antes de su
reemplazo.
• El volumen de las partes activas se reduce respecto al
tipo convencional, lo que los vuelve mas compactos.
IV. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE APARTARRAYOS
Para la correcta selección y dimensionamiento del
apartarrayo en cualquiera de sus aplicaciones, deben tomarse en
cuenta las características individuales de cada uno de los
equipos disponibles en el mercado, para ser estas comparadas
correctamente con las condiciones de operación para las que
será instalado.
A. Tensión nominal
Se define como la tensión máxima continua a valor eficaz y
a frecuencia industrial, la que soporta un apartarrayos entre sus
terminales, y que permite la terminación de la ionización
después de que se ha descargado energía en los explosores.
Se le llama tensión máxima continua de operación al valor
anterior multiplicado por √3 y se define como la tensión
máxima aplicable al sistema, por lo que nuestro apartarrayos
deberá estar graduado para conducir la sobretensión cuando
esta aumente el valor de tensión nominal del sistema, y no debe
permitir que la tensión dentro del sistema sobrepase el valor de
tensión máxima continua de operación.
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B. Capacidad de sobretensión
La capacidad de sobretensión de un apartarrayos depende de
la marca y del diseño del mismo, así como la duración de la
sobretensión que se le aplica, así que entre menos tiempo dure
la falla, la tensión que puede fluis por el elemento aumenta.
C. Corriente de descarga
Se defina así el valor pico de un impulso de corriente
normalizado con una onda de 8 X 20 microsegundos que se
utiliza para la clasificación de los apartarrayos. Estos impulsos
suelen ser del orden de los 10 kA de acuerdo con las normal
CEI-99-1 o ANSI-C62-1. Teóricamente kis apartarrayos deben
absorber completamente la energía de impulso de un rayo, sin
corriente posterior de descarga. La capacidad de absorción de
energía para el caso de 240 kV es del orden de 4.3 kJ/kV, valor
que reúne los requisitos de capacidad ampliamente.
D. Descarga máxima
Designa la onda de corriente de breve duración y de máxima
amplitud que el apartarrayos puede dejar pasar cierto número
de veces a intervalos de tiempo determinados sin que se
produzcan fallas. Esta magnitud fija la capacidad calorífica del
aparato y es de 10 a 20 veces mayor que el poder de descarga
nominal.
E. Descarga nominal
Se define como la amplitud de la corriente de choque que al
circular por el apartarrayos produce una tensión residual que
no sobrepasa el valor máximo fijado por la coordinación del
aislamiento.
V. CRITERIOS DE SELECCIÓN
Los apartarrayos son, por una parte, equipos de protección para
limitar los efectos de los rayos y sobretensiones por switcheo
en redes, y por otro, medios para coordinar los aisladores.
Cuando se seleccionan los apartarrayos para un trabajo
determinado, el siguiente criterio de selección puede adecuarse
relativamente uno a otro:
• La capacidad de absorción de energía.
• El nivel de protección.
• Aspectos económicos.
A. Selección del rango
El grado de la capacidad de absorción de energía de una
apartarrayos va desde el nivel mínimo posible de falla hasta el
mas alto posible de protección a la red, aun en casos de
condiciones extremas de falla.
La determinación de la capacidad de absorción de energía
necesaria se determina por los siguientes aspectos:
• La experiencia en la operación y datos estadísticos de
la red.
• Datos estadísticos de tormentas eléctricas y la
actividad de los rayos en el área.
• Los parámetros estadísticos determinados para la
intensidad d ellos rayos.
• Datos de las descargas de línea.
En partes de redes con capacidad para almacenar grandes
magnitudes de energía en sobrevoltajes, como son bancos de
capacitores o cables largos de alto voltaje, se requieres utilizar
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apartarrayos muy potentes. Es recomendable consultar al

fabricante para hacer su selección.
La localización del apartarrayos deberá ser lo mas posible al
aparato a proteger, se recomienda no instalarlos en el tanque del
transformador debido a que una explosión del apartarrayos
podría provocas un incendio.

VI. CONCLUSIONES
La importancia de proteger los equipos de una instalación
es primordial en el diseño de las mismas, ya que poder prever
situaciones de riesgo que pueden dañar los equipos o la calidad
de la energía que se está suministrando a la red brinda robustez
a la continuidad del mismo, ya que un evento extremo ´solo
ocasionará en el peor de los casos la activación de un
interruptor, y los elementos conectados al mismo podrán ser
reconectados después de un breve tiempo para reanudar el
funcionamiento normal de la red, pero si no se tuvieran estos
dispositivos de descarga, un rayo o alguna falla a tierra que
produzca una sobretensión, podrían afectar varios puntos del
sistema, y esto disminuye la confiabilidad del sistema, porque
debido a la escala de una red eléctrica nacional, estos eventos
se presentarán de manera rutinaria, y no podemos evitarlos, solo
responder cuando ocurren, con un sistema de pararrayos y
apartarrayos bien dimensionado que sea capaz de redirigir toda
esta energía extra hacia la tierra.

REFERENCIAS

[1] E. Harper, “Elementos de diseño de subestaciones eléctricas”

2da ed., LIMUSA, 2008, pp. 181-190.
[2] J. Martín, “Diseño de subestaciones eléctricas”, Mc Graw
Hill, 1987, pp. 69-75.