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El diagnóstico psicopatológico como marco social

organizado: ontología y epistemología


Raúl Medina Centeno
Universidad de Guadalajara

Resumen Psychopathologic diagnosis as an organized


El artículo que presenta Linares (2013): «Pasos para una psi- social framework: Ontology and epistemology
copatología relacional» es de una enorme riqueza concep- Abstract
tual y pragmática, es una re-definición sobre la mal llamada The article that Linares (2013) presents, «Steps to a Relational
“enfermedad mental”. Linares inicia señalando que su con- Psychopathology» (Pasos para una psicopatología relacional)
tribución, por una parte, se enfoca en “la complejidad re- possesses great conceptual and pragmatic richness; it is a
lacional”, como la creencia ontológica donde se explica el redefinition of the wrongly named “mental illness”. Linares
malestar psicológico; y por otra, apunta que su clasificación begins by stating that, on one hand, his contribution focuses
diagnóstica es una “metáfora guía”, para hacer referencia a su on the “relational complexity” as the ontological belief that
postura epistemológica. En este breve trabajo me enfocaré explains psychological discomfort; on the other hand, he
solo en profundizar en la creencia ontológica y la propuesta points out that his diagnostic taxonomy is a “guiding me-
epistemológica que se encuentra entrelíneas en su teoría taphor” for his epistemological stance. In this brief paper,
diagnóstica, y en una conclusión que pretende conversar con I delve into the ontological belief and the epistemological
el autor, para conceptualizar el diagnóstico como “un marco proposal embedded in his diagnostic theory, and into a con-
social organizado”, que propone convertirse en un recurso clusion that attempts to establish a dialogue with the author,
psicosocial que amplía perspectivas, narrativas y diálogos. in order to conceptualize diagnosis as an “organized social
Palabras clave: triangulaciones, relación nutricia, metáfora framework”, that intends to open new perspectives, narra-
guía, marco social organizado. tives and dialogues, thus becoming a psychosocial resource
for psychotherapy.
Key words: triangulations, relational nurturing, guiding meta-
phor, organized social framework.

1. Introducción
Dirigir toda correspondencia al autor a: Universidad de Guadalajara, Centro Universitario de la
Ciénega. Av. Universidad, Núm.1115, Col. Lindavista, Ocotlán, Jalisco. México. Código postal 47820. Para mí es un verdadero honor escribir unas
Tel: (52-392) 92 5 94 00 líneas sobre la propuesta diagnóstica de Juan
Correo electrónico: topraul2002@yahoo.co.uk
RMIP 2013, vol. 5. núm. 2. pp. 167-174. Luis Linares (2013), no solo porque fue mi pro-
ISSN-impresa: 2007-0926
www.revistamexicanadeinvestigacionenpsicologia.com
fesor hace veinte años en el Hospital de San Pau
Derechos reservados ®RMIP de la Santa Cruz de Barcelona, en el marco de la

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Medina: El diagnóstico psicopatológico como marco social

Maestría en Terapia Familiar de la Universidad relación diádica. Linares nos enseña a ver la pa-
Autónoma de Barcelona, sino porque desde en- tología psicológica desde un juego triangular,
tonces nuestra relación ha sido ininterrumpida, introduciéndonos a una complejidad relacional
evolucionando en una rica y nutrida relación con infinitas ecuaciones. Linares (2013) propone
académica, profesional y de amistad (Medina, enfocarnos en la parentalidad y la conyugalidad,
Linares, & Ceberio, 2007). para dar cuenta de la manipulación y desconfir-
mación que conducen al maltrato psicológico,
2. Ontología: sobre la “mente” que lo ubica como la antesala de la psicopatolo-
humana y su malestar gía. Pero también nos hace ver que la parentali-
La psicopatología, si se da por sentada median- dad y conyugalidad funcional están relacionadas
te un sistema clasificatorio, tiene como funda- con una identidad “sana” y una salud psicológica
mento implícito una creencia sobre la “mente” funcional. Pero la gran idea de Linares (2013)
su bienestar y malestar. Linares explícitamente fue haber incluido a este juego triangular la nu-
sustenta su propuesta en la filosofía de Bateson trición emocional, la cual es para Linares el con-
(1992,1993a y 1993b), quien desde el paradig- tenido al que debemos de prestar atención para
ma sistémico-cibernético, parte de la creencia comprender la psicopatología y restaurar lo que
de que la “mente” está íntimamente vinculada a él denomina, retomando a Maturana (1997), el
su entorno, es decir, sin el referente contextual amor complejo: “la aceptación del otro como
del psiquismo este sería imposible explicarlo y legítimo”. Para Linares (2013) sentirse o no acep-
mucho menos comprenderlo. La explicación de tado mediante el querer, reconocimiento y valo-
este vínculo lo soporta en la relacional-circular, ración es el tipo de narrativa que va a conducir
siendo la comunicación el modo en que es posi- al terapeuta a connotar la relación triangular
ble dicha afectación mutua. Con ello se distancia patológica o nutricia y con ello distinguir sobre
de la concepción causal y lineal del modelo new- los diversos síntomas.
toniano de la física, el cual influyó enormemente Ante su contribución diagnóstica, Linares nos
en la psiquiatría y la mayoría de las psicologías. señala, con mucha congruencia, que el fin de la
Linares como buen sistémico, sitúa el males- psicoterapia es restaurar el amor. En otras pa-
tar psicológico en las relaciones de las personas, labras, para Linares es el contenido nutricio el
y en especial en el grupo de pertenencia más im- que resuelve y restaura, es decir la narrativa emo-
portante: la familia. En concreto el “cree” que es cional tiene el poder para que la organización
en el juego triangular, deprivación y caotización familiar pase a otra etapa relacional y la persona
recurrente donde el malestar se hace presente, se apropie de otra forma de ser, y de paso dejar
aunque le agrega con maestría la “variable” nu- la patología.
tricia. En términos generales, este es el referente Para ello propone un diagnóstico relacional
ontológico de su propuesta diagnóstica. sobre la psicopatología como “metáfora guía”
con el objetivo de desenredar la trama triangu-
3. La triangulación y la relación lar y reconstruir las relaciones amorosas entre
nutricia las personas.
La clasificación relacional que propone Lina-
res (1996, 2012, 2013) es el resultado de haber 4. Epistemología: del diagnóstico
retomado las diversas aportaciones de la teo- universal al diagnóstico como
ría sistémica de la triangulación, introduciendo “metáfora guía”
una complejidad que va más allá de las teorías El diagnóstico médico ha sido un gran avance
psicológicas clásicas, casi todas centradas en la para resolver innumerables problemas biológi-

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cos, la medicina moderna encuentra en el diag- mos ver. En resumen, según Hanson (1985),
nóstico una metodología que genera orden con- los modelos: 1. Sugieren una ligazón inferencial
ceptual a lo desconocido y organiza la práctica entre los enunciados promoviendo la inteligibi-
médica para resolver problemas. Linares (2013) lidad. 2. Ayudan a nuestra comprensión de una
señala que ha sido tal el impacto del diagnóstico materia compleja. 3. Proporcionan canales de
que se ha convertido en un modelo a seguir en interconexión entre estados de hechos que (salvo
otras disciplinas como la economía, la sociolo- por estos lazos) podían permanecer aislados e
gía y la psicología, entre otras. Todos hablan de independientes unos de otros.
diagnóstico como forma de abordar una realidad Pero por otra parte, Hanson (1985) nos ad-
e intervenir sobre ella. Sin embargo, es necesario vierte que el uso de modelos, metáforas o ana-
hacer un alto para analizar críticamente con de- logías en la ciencia no sólo puede ser benéfica
talle el diagnóstico y sus efectos, en especial en y creativa sino también contraproducente, por
el campo de la sintomatología psicológica. Para ejemplo, si utilizamos el modelo como una re-
ello haremos una breve revisión del papel de los presentación fiel de la materia o del fenómeno
modelos y metáforas en la ciencia; con el fin de que queremos explicar, eliminando completa-
reconocer la naturaleza epistemológica del diag- mente todas las diferencias entre el modelo y
nóstico como modelo, para después distinguir el estado de cosas original, entonces termina-
entre la postura positivista y la postpositivista. mos destruyendo lo que el modelo pretendía
conseguir: brindar una consecuencia de la es-
4. La importancia de los modelos tructura ausente en la confrontación original
o metáforas en el conocimiento con un complejo de fenómenos. Las ciencias
científico “representacionistas”, incluida la psicología, por
La expresión “modelo o metáfora” tiene múlti- lo regular comenten este error, nombrando a sus
ples usos, en el contexto de la ciencia, el “mo- “descubrimientos” inspirados por el modelo o la
delo o metáfora” se refiere a la conexión de lo metáfora como “reales”.
usual y conocido con lo desconocido e inusual. Para evitar esto, el científico y en este caso el
El uso de modelos, en la ciencia, ha sido crucial psicoterapeuta debe de entender que el modelo
para su construcción, tal como señala Hanson o la metáfora es útil, siempre y cuando esté alerta
(1985), los modelos, metáforas y analogías que frente a la posibilidad de que sus cuestiones sean
usamos en la ciencia «nos sugieren un marco de únicamente inspiradas por las propiedades de
ideas para conjuntos de descripciones de otro la metáfora, no teniendo nada que ver directa-
modo no estructuradas», por ejemplo, cuando mente con la materia misma. Por ello, Linares
se usa el invernadero (greenhouse) como modelo (2013) con su sabiduría filosófica, advierte que
para explicar los efectos de la contaminación su propuesta diagnóstica sobre la psicopatología
en los cambios climáticos de nuestro planeta; que presenta aquí, sólo es un tipo de metáfora
la utilización del Sistema Solar o a Saturno inspiradora para crear nuevas explicaciones so-
para explicar la estructura y función interna del bre fenómenos de la realidad inexplicables hasta
átomo, o la computadora, para hacer referencia ese momento.
a los procesos cognitivos que supuestamente
suceden en la cabeza de los individuos. En estos 5. El diagnóstico desde la ciencia
casos, lo inusual deja de ser sorprendente cuan- positivista y sus peligros
do se conecta inferencialmente con lo usual Debemos de reconocer que todo psicoterapeuta
(el modelo o la metáfora), e incluso nos hacer trabaja con marcos conceptuales para su inter-
ver y operar sobre una realidad que no pode- vención. Los diagnósticos o modelos clasifica-

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dores son instrumentos de análisis e interven- Linares (2013) nos advierte que el diagnós-
ción. Nos preguntamos ¿qué puede conducir a tico psicopatológico de la psiquiatría se ha uti-
que un diagnóstico como modelo o metáfora lizado acríticamente como “verdad científica”,
se convierta en una receta inoperante? Que los provocando efectos sociales que profundizan la
diagnósticos sean leídos con ingenuidad realista, psicopatología, mediante la estigmatización que
como fenómenos independientes de quien los conduce a la exclusión social. Para profundizar
nombra y a quien se refieren, y por consiguiente sobre el papel que juegan los estigmas en la ex-
como representaciones fieles a la realidad (como clusión de las personas etiquetadas véase la obra
fenómenos ahistóricos). del sociólogo Goffman (1986).
Linares (2013) con razón denuncia a la psi-
quiatría biologicista que basa su explicación en 6. La propuesta de Linares: El
la razón positivista. Si miramos con detenimien- diagnóstico como “metáfora guía”
to la propia historia de la psiquiatría mediante Linares (1996, 2013) defiende la idea de que
su sistema clasificatorio de la psicopatología, el el diagnóstico como método clínico es funda-
DMS I, II, III, IV y V, se podría observar cómo mental en la psicoterapia, a pesar de los peligros
la “invención” de algunas enfermedades está liga- que guarda y el rol que puede jugar el etiquetaje.
da al negocio farmacéutico e incluso a prejuicios Aunque Linares está en contra de la tradición
sociales (el caso de la homosexualidad como una psiquiátrica, justifica la organización conceptual
patología). Un reduccionismo que se convierte como método clínico que no podemos evitar,
en perversión con consecuencias devastadoras retomando a Ackerman (1971), Linares (1996)
para muchas personas y sus familias, arropado señala «en la práctica clínica, los terapeutas apli-
por el discurso objetivista de la ciencia. Éste es can juicios a las familias en tratamiento, las com-
un terrorífico ejemplo de la construcción social paran y contrastan, destacando entre ellas sig-
de la “realidad biopsicológica” desde la ciencia. nificativas diferencias. Simplemente no pueden
Un tipo de ciencia con mucho poder, porque evitarlo […] La intención implícita es liberar a
dentro de su discurso de verdad y racionalidad, la función interpretativa de los groseros efectos
inactiva cualquier crítica y se instaura también del modelo médico de enfermedad, contrarrestar
dentro del campo del poder positivo, tal y como la creación de chivos expiatorios que comportan
lo advirtió Foucault (1983,1992), porque no solo el “etiquetaje” psiquiátrico y evitar la pretensión
las teorías se justifican en el discurso racional y de un grado de exactitud que no poseemos. No
de verdad sino también como conocimientos obstante, seamos muy claros: no hay modo de
“buenos y correctos”. soslayar la responsabilidad de conceptualizar y
Otro efecto de los diagnósticos clasificadores categorizar tipos familiares.» (p. 71). Por esta
que se justifican en la verdad científica, es su im- razón, Linares nos revela que, en el plano de
pacto social. Las palabras que se convierten en la psicopatología es necesario intervenir bajo
etiqueta, inactivando a la persona para enfrentar hipótesis relacionales que nos permitan encua-
su “enfermedad”, y con ello a todo su contexto drar en un patrón relacional al síntoma. Aunque
de referencia, lo que Bateson denominó como Linares (1996), desde la misma epistemología
efecto “dormitivo”. El poder de la etiqueta opera sistémica revira para señalar que «el diagnóstico
de manera tácita con mucha contundencia. Es sistémico no es, pues, otra cosa que el proceso
decir, la etiqueta no solo tiene efectos indivi- que permite relacionar singularidad y redun-
duales sino que va más allá y se convierte en un dancia en el campo del sufrimiento psíquico y la
referente social, con consecuencias estigmatiza- interacción disfuncional.» (p. 72). Y termina con
doras hacia la persona. un listado de la vasta cantidad de tipologías que

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se han hecho desde el modelo sistémico para la vo. Creo que no todas las realidades son iguales,
terapia familiar, pasando por el mismo Bateson es necesario hacer una distinción ontológica en-
(1992,1993a y 1993b) con el doble vínculo, has- tre éstas. La realidad psicosocial no es la misma
ta las relaciones simétricas y complementarias a la biológica o física (Harré, 1986). La primera
para relacionarlas con algún tipo de síntoma. contiene elementos cualitativos que la distin-
Ante tal defensa del diagnóstico, Linares par- guen, como la conciencia de los sujetos. Por lo
te de la nosología psiquiátrica, como psicosis, que los diagnósticos son de orden diferencial
neurosis, depresión, etcétera, para reconceptua- en cada una de estas esferas de la realidad. Es-
lizarlas como “causa” de un patrón relacional tamos ante personas, no plantas o células que
determinado. Pero advierte que su propuesta establecen un tipo de relación distinta con los
diagnóstica no debe de ser leída como rígida, investigadores o terapeutas. Sobre la investiga-
sino como “metáforas guía” que excluya «radi- ción en psicología, Rosenthal (1976) pone
calmente cualquier rigidez desde posiciones que de manifiesto la influencia del investigador
integran conceptualmente la complejidad y la en los resultados de investigación. Utili-
incertidumbre […] Estas dos cualidades, flexi- zó el término “efecto del experimentador”
bilidad e imperfección, son dos buenos atributos para demostrar que ciertas características
de una tipología para la psicoterapia.» (p. 73). Y del investigador –expectativas, hipótesis e
añade que su propuesta diagnóstica de la psi- incluso el género– influyen en los resultados
copatología es una «metáfora guía relacional de su práctica, mediante una comunicación
(que)…debe servir de brújula orientadora… pe- encubierta no intencionada. Por otra parte,
ro nunca convertirse en un corsé intelectual que Ibáñez (1989,1994) apunta que en el proceso
aprisione al terapeuta en las celdas del prejui- de investigación en psicología es imposible no
cio.» (Linares, 2013, sec.1). Con ello Linares se afectar a los sujetos de investigación, argumen-
sacude el fantasma del positivismo y convierte su tando que se establece un tipo de “efecto ilustra-
propuesta en un recurso flexible y susceptible a la tivo” que influye en las respuestas de los sujetos
crítica, situándose en una postura postpositivista. de investigación. Su argumento se basa en que
De acuerdo con la teoría de la ciencia contem- no solo los investigadores, perciben, observan,
poránea (Kuhn, 1990; Harré, 1986), se dice que interpretan, reflexionan, sienten, sacan conclu-
ningún modelo científico puede sustentarse en la siones y aprenden, también los investigados.
representación fiel a la realidad, y mucho menos Si a esta conclusión la transferimos al campo
pretender tener la verdad absoluta. Las teorías clínico, los diagnósticos impactan todavía con
científicas refieren modestamente una realidad, mayor contundencia a nuestros clientes. Porque
mediante conjeturas, hipótesis o modelos (Ha- en la relación clínica se establece un vínculo más
rré, 1986). Las teorías y sus instrumentos, en estrecho. El diagnóstico califica a una persona, y
este caso el diagnóstico, deben de leerse como esta interactúa con la etiqueta, tal y como lo re-
guías de referencia e intervención. Retomemos visamos antes, pero también con el experto que
la vieja frase de Korzbski (1933): “el mapa no se la asignó. Esto implica una complejidad del
es el territorio”. diagnóstico y del trabajo clínico en general, que
debemos de aceptar y reconocer para establecer
7. Conclusiones: El diagnóstico métodos que admitan intervenir sin que el exper-
como marco social organizado to caiga en una ingenuidad realista rígida a la que
Al hilo del análisis anterior y la contribución de hicimos referencia antes, por lo que es necesario
Linares (2013), me permito agregar otro grado de convertir el diagnóstico en un recurso psicosocial
complejidad al diagnóstico: su papel constructi- con fines terapéuticos (Medina, 2011).

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Por su parte, Hacking (2001) desde la filosofía cáncer, en ese momento el diagnóstico se com-
de la ciencia, presenta un argumento psicosocial plejiza, se convierte, como diría Hacking (2001)
del diagnóstico; distingue dos tipos de diagnós- en un diagnóstico interactivo con efectos dia-
ticos: estados indiferentes y estados interactivos. lécticos donde se pueden establecer cambios en
Como estados indiferentes quiere decir fenó- ambas esferas de la realidad. Es decir, la etiqueta
menos no humanos que al ser diagnosticados afectará a la persona y esta cambiará en torno al
no les afecta el diagnóstico, son indiferentes a diagnóstico, su estado de ánimo, perspectiva de
la etiqueta. Por ejemplo, una célula después de vida, relación con su familia, sus amigos, trabajo,
muchos estudios puede ser diagnosticada como escuela.
cancerígena, esta etiqueta no afecta a la célula en ¿Cómo una palabra puede tener tanto poder
sí, es indiferente a lo que diga el doctor, seguirá para cambiar el comportamiento de tanta gente e
su cursos lógico a la enfermedad, a no ser que el incluso a estados naturales? Las palabras además
doctor intervenga para eliminarla o controlarla, de la función de nombrar o referir a una re-
en ese momento la célula generará ciertas resis- alidad, poseen el poder de organizar escenarios
tencias a la intervención, indiferente no significa sociales pragmáticos en torno a dicha palabra.
pasivo, seguro se resistirá al tratamiento, pero de El efecto de construcción de la realidad surge en
forma predeterminada, sin conciencia, acorde a esta organización en el uso del lenguaje: ambos
su naturaleza netamente biológica. aspectos –lenguaje y lo social- son condición
Por otra parte Hacking (2001) menciona co- para que se pueda generar una realidad obje-
mo diagnósticos interactivos a los que se refie- tiva en el mundo de lo psicológico (Vygostky,
ren a aspectos humanos. Aclara que hay una 1987,1989). Por lo tanto, el diagnóstico al ser
distinción ontológica sobre la clase de objetos interactivo produce “marcos sociales organiza-
y fenómenos al que nos enfrentamos, la célula dos” (Shotter, 1989): en la familia, los amigos, la
es una clase natural mientras que las personas comunidad, los expertos, instituciones, etc., que
son sociales, la primera posee cualidades pre- afectan a la identidad (Harré, 1989) y también
determinadas por el nivel de evolución, y aun- a la biología de la persona (Luria, 1995; Cyrul-
que tiene capacidad para procesar información, nik, 2002).
retroalimentarla, reaccionar, resistirse, cambiar, Por ejemplo, los expertos en el cáncer cuentan
etcétera, dicho comportamiento está limitado con protocolos, formas, prácticas sociales que
a su filogénesis. Por otra parte, las personas no conducirán e interactuarán con aquella persona
procesan información sino que generan signifi- portadora de cáncer. Su familia entablará una
cados, debido a que los vuelven más complejos y relación particular en torno a la etiqueta y toda
no se constriñe a una predeterminada reacción, la comunidad donde dicha persona interactúa
sino pueden ser capaces, como agentes, de ac- cotidianamente. En otras palabras, el diagnós-
tuar con cierta conciencia, planear y construir tico (uso del lenguaje) se funde en los diversos
escenarios relacionales, por lo que se generará marcos sociales que se organizan, y la persona
un tipo de relación con su diagnosticador me- etiquetada lidiará con el diagnóstico persona-
diante la etiqueta. lizado, se apropiará de él en primera persona,
Para continuar con el ejemplo anterior, al diag- y con ello afecta la esfera psicológica (Medina,
nosticar una célula cancerígena, si la contiene un 2011).
cuerpo humano, entonces el diagnóstico es un Lo interesante es que al ser un diagnóstico
doble efecto, refiere a la célula, un estado natural interactivo, por encontrarse en la esfera de lo
indiferente, y a la vez a una persona; un estado humano, de la conciencia, esa capacidad de la
social interactivo, como una persona que tiene persona de verse en torno a los marcos sociales

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Comentario/Linares: Pasos para una psicopatología relacional

organizados, afectará a la vez a los estados natu- que propone Linares (2013) se ha convertido
rales (psicosomático), es decir, a las células can- en un programa de investigación e intervención
cerígenas, ya sea para su recuperación, ampliar clínica en diversos países, incluido México, el
la efectividad del medicamento, para prolongar cual tiene bastante éxito en restaurar la salud
la vida o para que se acelere la enfermedad. de las personas que asisten a psicoterapia. Estos
Si el diagnóstico psicológico es de cualidad resultados pragmáticos son la mejor evaluación
interactiva y a la vez genera marcos sociales orga- de su investigación clínica.
nizados, esta idea se convierte en un gran recurso
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