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D ESDE LA A CADEMIA

Violencia de género
Creencias sobre violencia de género
de mujeres en proceso legal de denuncia

Fabiola López Bracamonte


Teresita Castillo León

RESUMEN
La violencia contra las mujeres es importante al estar presente en dife-
rentes esferas, ejerciéndose en distintas magnitudes. En México se revelan
cifras alarmantes acerca de las mujeres que sufren episodios de violencia,
lo cual demanda adoptar estrategias para controlar la violencia, prevenirla
y resolverla.
Es necesario conocer sus orígenes, formas, relaciones y factores me-
diante estudios que posibiliten el entendimiento e incentiven el deseo de
cambio y las acciones de transformación. Así, el objetivo de la presente
investigación fue conocer creencias basadas en factores actitudinales, cog-
nitivos y emocionales que las mujeres manifiestan respecto de aspectos
que originan y mantienen dicho fenómeno. 41 mujeres que se encontraban
en un proceso de demanda, leyeron historias de violencia y respondieron
lo que pensaban.
Las respuestas a las historias pasaron por un análisis de contenido de ca-
rácter semántico (Colle, 2000). Las categorías de análisis generadas fueron:
casualidad de la violencia, consecuencias en una situación de violencia,
alternativas de acción ante la violencia. Entre otros, los resultados apuntan Fabiola Manyari Laura López
Bracamonte. Pasante en Psi-
el peso de creencias basadas en la tolerancia social a la violencia, la mayor cología por la Universidad
responsabilidad de la mujer en la resolución del problema y características Autónoma de Yucatán.

de personalidad o alcoholismo de la pareja. Teresita Castillo León. Licencia-


da en Psicología, con Maes-
tría en Antropología Social y
Palabras clave: catedrática de tiempo com-
pleto en la Universidad Au-
Inequidad de género, factores socioculturales de la violencia, maltrato hacia
tónoma de Yucatán.
las mujeres.
Correo electrónico:
Manyarrib@yahoo.com

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FABIOLA LÓPEZ BRACAMONTES - TERESITA CASTILLO LEÓN

CREENCIAS SOBRE VIOLENCIA


DE GÉNERO DE MUJERES
EN PROCESO LEGAL
DE DENUNCIA
La violencia puede adoptar formas
muy variadas, tanto en el ámbito de
lo público como en contextos priva-
dos. Incluye todas las formas de dis-
criminación hacia la mujer como el
acoso sexual, la utilización del cuer-
po femenino como objeto de consu-
mo, el abuso económico, el chantaje
emocional, las conductas de control y
dominio, el aislamiento, el abuso so-
cial y la segregación basada en ideas
religiosas, entre otros (Corsi, 2003).
Así, la violencia contra la mujer es
definida por la Organización Mun-
dial de la Salud (1993), como todo
acto de violencia que tenga o pueda
tener como resultado un daño o su-
frimiento físico, sexual y psicológico
para la mujer, incluyendo las ame-
nazas de tales actos, la coacción o la
privación arbitraria de la libertad,
tanto si se producen en la vida pú-
blica como en la privada. De ahí que
la violencia alcance dimensiones im-
portantes, siendo un fenómeno social
generalizado que no es exclusivo de
un grupo o clase social y que afecta a
un gran número de mujeres de todas
las edades.
Tomando en cuenta estadísticas
generales acerca de la violencia de
género, se reconoce a las principales
víctimas como caracterizadas por
una falta de tareas extradomésticas,

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VIOLENCIA DE GÉNERO

un apoyo social escaso, recursos eco- Ayuntamiento de Mérida, Yucatán,


nómicos bajos, frecuencia de hijos reporta que, de las personas atendi-
menores y hacinamiento en el hogar das por ellos en 2003 por razones de
(Echeburúa y Paz de Corral, 2002). violencia intrafamiliar, 82% son muje-
Sin embargo, es importante tener en res y 18% son hombres, lo cual indica
cuenta que la violencia contra la mu- 9,044 casos por violencia de este tipo,
jer es un fenómeno social generaliza- recibidos sólo en esa institución.
do y no es exclusiva de un grupo o Estas estadísticas son importantes
clase social que afecta a un gran nú- y adquieren mayor relevancia si con-
mero de mujeres de todas las edades. sideramos la erosión en la resistencia
Así como también algunas formas de de las mujeres y la exposición al ries-
ejercer violencia en diferentes niveles go de sufrir otros problemas psicoló-
pueden llegar a establecerse como gicos y físicos al vivir una experiencia
parte de un modo de vida autorizado de este tipo (Velzeboer, 2003). Son di-
y estimulado por la sociedad. versos los daños que impactan nega-
De acuerdo con el Instituto Nacio- tivamente sobre su calidad de vida al
nal de las Mujeres (Inmujeres, 2003), dificultar el desempeño académico o
las estadísticas en el ámbito mundial laboral y la satisfacción personal, lo
indican que, en cuanto a la violencia cual se hace evidente por medio de
de género, al menos una de cada cua- diversas adicciones, suicidios, inter-
tro mujeres sufre violencia doméstica. namientos en unidades psiquiátricas
Así mismo, en el ámbito nacional y de y enfermedades recurrentes (Villagó-
acuerdo con la Encuesta Nacional so- mez, 2005).
bre la Dinámica de las Relaciones de Así mismo, y aunque las conse-
los Hogares (ENDIREH) y el Instituto cuencias de la violencia doméstica
Nacional de Estadística, Geografía e sobre la salud e integridad de las mu-
Informática (INEGI, 2003) 47% de las jeres son el principal y más importan-
mujeres que cohabitan con su pareja te motivo para su estudio y control,
reportó algún incidente de violen- cabe señalar los costos económicos
cia emocional, física, económica y/o que ésta acarrea y que resultan enor-
sexual en los 12 meses anteriores a mes para la sociedad. Dichos costos
la encuesta. Dentro de ésta, Yucatán abarcan tanto el valor de los bienes y
ocupó el noveno lugar, reportando servicios utilizados para tratar o pre-
37.2%. Siempre en nuestro estado, venir la violencia doméstica, como
y de acuerdo con datos presentados el valor de los bienes y servicios no
en Villagómez (2005) basados en el producidos cuando el maltrato lleva
Informe Anual del Área de Equi- a un aumento del ausentismo labo-
dad Social, la Casa de la Mujer del ral, a una menor productividad en

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el trabajo y a la pérdida de empleo sociedad patriarcal que define a los


(Morrison y Loreto, 1999). varones como superiores por natu-
Ante tales repercusiones, cada vez raleza y les confiere el derecho y la
se le da más atención a la violencia responsabilidad de dirigir la con-
de género, puesto que su detección, ducta de su mujer. En muchas par-
atención, prevención, así como la tes del mundo, se considera tanto un
transformación de los patrones socio- derecho como una obligación que los
culturales que la originan y perpetúan hombres castiguen físicamente a sus
constituyen una de las prioridades en esposas cuando perciben transgresio-
los planes y programas de protección nes (Velzeboer, Ellsberg, Clavel-Ar-
y fortalecimiento de los derechos cas, García-Moreno 2003).
humanos en el ámbito mundial. Es- De acuerdo con Corsi 2003, estas
tos aspectos se consideran condición actitudes y valores, que han echado
indispensable para avanzar hacia la raíces a través de los siglos, se tra-
equidad de género, según el informe ducen en estructuras sociales parti-
de la Cuarta Conferencia Mundial culares: por ejemplo, la división del
sobre la Mujer celebrado en Beijing trabajo, las políticas institucionales
en 1995. y la discriminación de la mujer. Para
Sin embargo, cuando se habla del analizar las relaciones violentas es
fenómeno de la violencia hacia la mu- importante tener en cuenta el orden
jer, es importante tomar en cuenta los social establecido, que asigna posi-
estudios de género, los cuales se basan ciones diversas en función de la edad,
en dos proposiciones fundamentales: sexo, la clase social, entre otros.
por un lado, el género es un elemento Un gran número de sociedad man-
constitutivo de las relaciones sociales tiene una socialización diferencial e
basadas en las diferencias que se per- inequitativa, lo cual trae, como con-
ciben entre los sexos, y por otro lado, secuencia, brechas en la forma como
es una manera primaria de significar las mujeres y hombres perciben y
las relaciones de poder. Es así como sienten sus relaciones. El extremado
desde estas perspectivas, se com- y estereotipado manejo de los roles
prometen los aspectos psicológicos, de género (las expectativas sociales
sociales y culturales de la diferencia acerca de ser varones y mujeres) lleva
entre los sexos y revelan la forma en al ejercicio y al abuso de poder. Esto
que se distribuye el poder (Veláz- determina una desigual y diferencial
quez, 2003). distribución de poderes generando
Desde siempre, las creencias y formas inadecuadas que a su vez in-
los valores acerca de las mujeres y fluyen de forma significativa en la ca-
los hombres han caracterizado una lidad del vínculo conyugal, al basarse

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VIOLENCIA DE GÉNERO

en un sistema de creencias sexista y las mujeres continúen en una relación


heterocentrista, que tiende a acentuar en la que son maltratadas. Entre ellos
las diferencias apoyadas en los este- sobresalen comúnmente: el temor al
reotipos de género, conservando las castigo, la falta de medios alternati-
estructuras de dominio que se deri- vos de apoyo económico, la preocu-
van de ellos (Corsi, 2003). pación por los hijos, la dependencia
Por ello, para solucionar esta pro- emocional, la falta de apoyo de fami-
blemática, es preciso entenderla pri- liares y amigos, así como la esperanza
meramente. Desde una perspectiva constante de que su pareja cambie.
de género, la violencia hacia la mujer Esto es posible dadas ciertas creen-
se explica a partir de diversos aspec- cias construidas socio-culturalmente.
tos psicológicos, sociales y culturales Por ejemplo, en México, Díaz Guerre-
sobre las diferencias entre los sexos y ro (1994), a partir de sus estudios et-
que revelan la forman en que se dis- nopiscológicos, señala que en nuestro
tribuye el poder (Velásquez, 2003). país predomina una cultura tradicio-
Dentro de este enfoque, las creencias nal y apegada a una serie de premisas
y los valores acerca de las mujeres y socioculturales, que sostienen ideas
los hombres en Occidente han carac- tradicionales machistas y basadas en
terizado una sociedad patriarcal que la abnegación de la mujer a pesar de
define a los varones como superiores que vayan en contra de las relaciones
por naturaleza y les confiere el dere- equitativas entre hombres y mujeres.
cho y la responsabilidad de dirigir la También expone que en la sociedad
conducta de "su" mujer. mexicana, y particularmente las mu-
Lo anterior repercute no sólo en jeres dentro de ésta, procuran ante
la manera como el hombre trata a la todo conservar una armonía con los
mujer sino en la forma como ella res- demás, manteniendo una interde-
ponde ante la vivencia de la violencia pendencia y expresando ideales de
de género. De acuerdo con el Informe unidad y cohesión de la familia por
Mundial sobre la Violencia y la Salud encima de los intereses individuales,
(2003), la respuesta de una mujer al centrando gran atención en la crianza
maltrato suele estar limitada por las de los hijos y en su socialización ba-
opciones que dispone. Estudios cuali- sada en ciertos valores tradicionales
tativos integrales de mujeres en dife- de respeto y obediencia.
rentes países latinoamericanos como De igual manera, de acuerdo con
los realizados por el Banco Intera- las políticas mexicanas acerca de la
mericano de Desarrollo revelan que violencia, Torres (2001) comenta que
diversos factores cognitivos, emocio- la "Ley de asistencia y prevención de
nales y situacionales determinan que la violencia intrafamiliar", aprobada

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el 26 de abril de 1996, plantea como las mujeres es la clave para prevenir


objetivo erradicar la violencia dentro la violencia futura. Es fundamen-
de los miembros de la familia que tal no sólo adoptar estrategias para
tengan parentesco por consanguini- controlar la violencia, sino desarro-
dad o lo hayan tenido por afinidad llar otras para prevenirla y resolver-
civil, por matrimonio o concubinato la; de ahí la importancia de conocer
o que tengan una unión de hecho. sus orígenes, formas, relaciones y
Sin embargo, en esta ley no se espe- factores mediante estudios que posi-
cifican las diferentes formas en que biliten el entendimiento e incentiven
la violencia puede presentarse, por el deseo de cambio y las acciones de
lo que la identificación se vuelve más transformación.
difícil. Tampoco plantea sanciones La generación de conocimiento en
para el agresor, ni se ha dictado el este campo es un proceso complejo y
reglamento que señale la especifici- es por ello que se requiere el empleo
dad del procedimiento, aplicándose de alternativas distintas de estudio
las reglas generales a todo procedi- las cuales permitan dejar al descu-
miento, eliminando las características bierto los significados que las perso-
específicas de un acto de violencia in- nas ofrecen, escrita o verbalmente,
trafamiliar y las posibilidades de pro- sobre sus propias experiencias, opi-
porcionar un castigo al agresor. niones, creencias y valores. Es perti-
Es en las inconsistencias evidentes nente adentrarse, en la medida de lo
no sólo en la ley mencionada sino en posible, en cada situación o persona,
muchas otras, que se demuestra la abriendo paso a enfoques multipa-
importancia de que este fenómeno radigmáticos, multimetódicos (Ro-
sea abordado a partir de un enfoque dríguez Gómez, Gil Flores, García
integral que permita intervenir y pre- Jiménez, 1999). Mucho se ha avan-
venir la violencia. Esto favorecería las zado en este sentido pero se necesita
acciones para disminuir la violencia generar más conocimiento al respecto
de género, pues de acuerdo con au- que permita establecer más y mejores
tores como Corsi (2003), hablar de estrategias de acción a diferentes ni-
un modelo que abarque tanto macro veles.
como micropolíticas, así como las En resumen, desde una perspec-
pautas de vida, normas culturales y tiva social, la violencia de género se
formas de pensamiento, es la forma vincula con una serie de pautas socio-
más viable de llegar a la sociedad y culturales, entre ellas la diversidad
lograr cambios significativos. de creencias que ayudan a permitir y
Fomentar las relaciones no violen- perpetuar la violencia. Es por ello im-
tas e igualitarias entre los hombres y portante conocer lo que las mujeres

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VIOLENCIA DE GÉNERO

piensan en torno de esa problemáti- PARTICIPANTES


ca y qué guía su manera comportarse En el estudio participaron volun-
ante este fenómeno. tariamente 41 mujeres entre 19 y 50
Es dentro de este contexto que años, con diferente estatus civil (pero
se realizó el presente estudio cuyo predominantemente casadas o en
principal objetivo fue conocer diver- unión libre). Se les entrevistó cuando
sas creencias que mujeres que han asistían a levantar una demanda por
vivido experiencias de violencia por maltrato en el Ministerio Público de
parte de sus parejas tienen respecto la Procuraduría General de Justicia
de factores que originan y mantienen del Estado de Yucatán en las diversas
los diferentes tipos de violencia de agencias en turno.
género, así como alternativas de ac-
ción ante ella, particularmente ahora INSTRUMENTO
que han dado el paso de denunciar a Se utilizó la técnica de viñetas (Bo-
la persona de quien han recibido los drick, 2004), que consistió en el
actos de violencia. planteamiento de cuatro historias
diferentes que ejemplifican situacio-
MÉTODO nes comunes de la vida cotidiana res-
Se empleó una metodología de corte pecto de diferentes tipos de violencia
cualitativo, en términos de la búsque- (psicológica, física, emocional y eco-
da y explicación de procesos subjeti- nómica) que suelen manifestarse. Al
vos que no son fácilmente accesibles final de la historia se anexaban cinco
por estrategias objetivas de investiga- preguntas en relación a los aconte-
ción pues éstas le quedan cortas, son cimientos narrados en cada historia
insuficientes e inadecuados en mu-
chas ocasiones para simbolizar reali-
dades que se nos imponen mediante
diversos fenómenos. Estos procesos
existen en interrelaciones complejas
y dinámicas que, para ser compren-
didas, exigen el estudio integral de
los mismos y no su fragmentación en
variables. Es necesario considerar, así
mismo, la historia y el contexto que
caracterizan el desarrollo de la per-
sona pues éstos marcan su singulari-
dad, la cual es expresión de riqueza y
plasticidad del fenómeno subjetivo.

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(¿Cómo acabarías la historia? ¿Qué explicándoles brevemente el propó-


aconsejarías? ¿Qué harías tú en su sito de la misma y en qué consistía
lugar? ¿Por qué él se comporta de su participación. Así, al aceptar par-
esa manera? ¿Por qué suceden esas ticipar se les pedía que leyeran cada
acciones?). Dada la situación perso- historia y contestaran las preguntas
nal por la que estas mujeres estaban presentadas después de cada una de
pasando, se consideró preferible ellas. Al concluir, se les agradecía su
preguntarles sobre historias de otras participación.
mujeres pero que permitieran que Es importante señalar que se les
expresaran lo que creían sobre este aclaró a las participantes que de sen-
tipo de experiencias, procurando un tirse incómodas con alguna de las
ambiente de mayor seguridad emo- preguntas podrían dejarla sin contes-
cional para ellas. tar, así mismo, en todo momento se
les dio la oportunidad de hablar sobre
PROCEDIMIENTO su caso si así lo deseaban y a las que
Desde un inicio se pidió la autori- quisieron se les proporcionó informa-
zación y colaboración de los agen- ción acera de los centros de atención
tes de la Procuraduría General de psicológica a los que podrían acudir.
Justicia del estado de Yucatán para Posteriormente, las respuestas a
entrevistar a las mujeres que llega- las historias pasaron por un análisis
ran a denunciar. Seguidamente, las de contenido de carácter semántico
participantes fueron abordadas indi- (Colle, 2000). Las categorías de aná-
vidualmente y se les invitó a parti- lisis generadas fueron: causalidad de
cipar voluntariamente en el estudio, la violencia, consecuencias en una si-
tuación de violencia, alternativas de
acción ante la violencia. Los resulta-
dos se examinaron y discutieron en
relación con diversos factores cogni-
tivos, emocionales y situaciones que
contribuyen al desarrollo y manteni-
miento de los diferentes tipos de vio-
lencia de género.

RESULTADOS
En cuanto a los factores causales que
se perciben como los más comunes
para que el cónyuge se comporte de
esa manera, al menos 16 mujeres

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VIOLENCIA DE GÉNERO

señalaron, sin importar el tipo de La falta de comunicación con la


violencia manifestada, que la prin- pareja es otra opción mencionada al
cipal razón por la que se dan los he- menos por ocho mujeres, sobre todo
chos violentos contra las mujeres es en los casos donde abundan las ame-
porque el hombre tiene algún tipo nazas, como el abandono por otra
de problema interno o característica mujer, o la manifestación de violencia
personal, como que sea un enfermo, física. Lo anterior resulta importante
un neurótico, alguien agresivo, con cuando se busca trabajar en nuevas
traumas de la niñez, además de ser formas de interacción de la pareja eli-
machista, tal como lo expresan los co- minando factores desencadenantes
mentarios de Diana y Aurelia: de relaciones negativas y trabajando
con otras formas de comunicación
"Porque es una persona agresiva y e interacción más efectiva. Implica
violenta, que de seguro sufrió mal- también la necesidad de trabajar con
trato infantil" (Diana). los hombres para conocer su perspec-
tiva al respecto.
"...tal vez tenga un trauma, sea de Factores externos, como proble-
carácter agresivo o no controla su mas en el trabajo, sólo fue menciona-
temperamento" (Aurelia). do por un máximo de cinco mujeres
en los casos que involucraban violen-
Este planteamiento tiene como cia física, no siendo señalado en abso-
consecuencia que no se vea posibili- luto en el caso de la violencia sexual.
dad de resolver el problema pues las Llama la atención que al menos una
razones están arraigadas en el hom- mujer en cada historia comentara que
bre, y la mujer no tiene control sobre una razón por la cual suceden este
ellas. Así, es poco lo que se puede tipo de situaciones violentas es por-
hacer, más allá de dar el paso en la que no se tiene apoyo de las autorida-
búsqueda de ayuda, acción que, por des para poder solucionarlo.
cierto, consideran que le correspon- Considerando las respuestas ex-
de a la mujer darlo, aun cuando el presadas por las mujeres en cuanto
problema lo tenga él, de ahí que tam- a las consecuencias de las diferentes
bién al menos ocho mujeres en cada historias presentadas, al menos diez
caso comenten que estas situaciones de ellas en cada caso perciben que
de violencia las viven porque ellas lo las mujeres de estas historias son víc-
permiten: timas en una situación de maltrato,
que no se trata de un evento aislado
"... sigue siendo así hasta que (ella) por lo que lo más probable es que la
se canse" (Mariana). situación de violencia, los golpes y el

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maltrato permanezca a lo largo del mientras no alcancen niveles de bru-


tiempo siendo difícil escapar de ella talidad que los conduciría a la into-
a menos que, como señalan al menos lerancia tanto de la mujer como del
siete de las mujeres participantes, la entorno, o se movilice, incrementán-
mujer decida separarse o sea ella la dose la visibilidad de la violencia e
que tome un papel activo para acabar impulsando a que las mujeres no tar-
con el problema. den tanto tiempo en decidir salir de
Así, a pesar de que las mujeres esa situación, así como también oca-
que respondían las preguntas se en- sionando que reciban un apoyo social
contraban en proceso de denuncia, mayor e inmediato.
no consideraron que las historias Respecto de lo que ellas harían y
tendrían como consecuencia princi- lo que le aconsejarían a las mujeres
pal el denunciar a los hombres que de las historias, entre 13 y 19 mujeres,
han realizado actos violentos en su dependiendo de la historia, comenta-
contra, esto sólo fue mencionado ron que aconsejarían dejar a su cón-
por siete de ellas, como Tere cuando yuge, cosa que ellas harían (entre 18
expresa: y 22 mujeres dependiendo de la his-
toria) particularmente si hay alcohol
"(esto debe acabar) con el señor en de por medio:
la cárcel porque ella se atreve a de-
nunciar y si no toda la vida va a vi- "...que deje a ese hombre y sea feliz
vir mortificada y a la expectativa". con su hijo y que ella se porte bien.
Que demuestre que puede traba-
La opción de separarse fue enun- jar" (Azucena).
ciada al menos por trece mujeres en la
historia que abordaba violencia física No así en la historia de violencia
repetida con la amenaza de quitar a sexual porque en ella, si bien 10 de
los hijos, no así en la violencia sexual las mujeres participantes comentaron
donde consideran que lo que pasará que ellas lo dejarían, su consejo (en
es que él las va a dejar. siete ocasiones) se apunta también a
Lo anterior posiblemente se deba la importancia de que no se deje, pero
a lo que plantea García Fuster (2002) sugieren hablar con él, mejorar la lí-
en cuanto a la existencia de un clima nea de comunicación, e incluso bus-
de tolerancia social pues ante la coti- car ayuda para resolver la situación.
dianidad de la violencia puede incre- En el caso donde la violencia física
mentar la probabilidad de que esos es una amenaza permanente, sin que
actos continúen y se conviertan en se manifieste todavía, al menos nue-
crónicos, silenciados por el contexto ve mujeres señalaron la importancia

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VIOLENCIA DE GÉNERO

de buscar ayuda para que el marido estas situaciones. Lo ya expuesto


resuelva sus problemas, sintiendo hace referencia a cómo la mayoría
la responsabilidad de solucionar el de las mujeres maltratadas no son
problema, de tomar un papel activo, víctimas pasivas, sino que adoptan
como señala María al comentar: estrategias activas para aumentar al
máximo su seguridad y la de sus hi-
"que trate de convencer a su esposo jos. Algunas mujeres resisten, otras
de tomar terapia y que platique con huyen y algunas más intentan no
él sobre sus temores, las razones de tener problemas cediendo a las peti-
su comportamiento, etc." ciones de su marido. Así, lo que a un
observador externo le puede parecer
Las mujeres participantes hicieron una falta de respuesta positiva por
comentarios que indican que se sen- parte de la mujer, en realidad puede
tían identificadas con los personajes ser un cálculo meditado de ésta, que
de la historia y sabían, por propia opta por lo que necesita para sobre-
experiencia, que la demanda es una vivir en el matrimonio y protegerse a
opción posible. Sin embargo, mencio- sí misma y a sus hijos (OMS, 2003).
naron como primera opción el inten- Según las respuestas obtenidas
to de ayudar a su esposo llevándolo a ante la lectura de las viñetas se pue-
terapia o hablando con él y, en menor de observar que las mujeres están
grado, aceptarlo o perdonarlo, defen- percibiendo que, en general, una
derse, no molestarlo y escaparse de él buena comunicación y no permitir el
llevándose a sus hijos. maltrato pueden ser una solución, lo
Es importante hacer notar que en cual podría ser una alternativa para
las respuestas de estas mujeres no se solucionar saludablemente el proble-
mencionaron acciones que fomenten ma. Sin embargo, al no contar con un
la violencia, como lo sería desquitar- seguimiento de sus casos no se puede
se con sus hijos o responder con más saber si ellas después de la denuncia
violencia a su marido, pues esto com- ejecutaron todas esas acciones que
plicaría el problema. expresaron para terminar con la vio-
En resumen, la mayoría expresó lencia definitivamente o lograron so-
que haría algo para tratar de termi- luciones eficaces.
nar la situación en la que viven, ya
sea ayudarlo, aguantarse o hasta CONCLUSIÓN
demandarlo, entre otras opciones. Si bien no es posible hacer una ge-
Estas alternativas reflejan diferen- neralización a toda la sociedad yu-
tes estilos de enfrentamiento que cateca y mucho menos a la sociedad
las mujeres están manejando ante mexicana, los ejemplos anteriores

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coinciden con posturas de diversos opción de terminar definitivamente


autores ya mencionados en la intro- con el maltrato o de interrumpir el ci-
ducción del presente trabajo que se- clo de violencia mediante el divorcio,
ñalan que nuestra sociedad favorece hay que salvar el matrimonio a toda
una educación que permite la inequi- costa.
dad de género, preservando la ab- Así, si bien sostienen la importan-
negación y la idealización acerca del cia de mantener la relación de pareja
matrimonio para toda la vida, a pesar en pro de la familia, se presentan res-
de las adversidades que se viven al puestas de abnegación que no nece-
experimentar violencia de género. Si sariamente llevan a una vida familiar
bien las participantes hablaron acer- armoniosa, que sería el ideal de vida
ca del divorcio y la demanda como para estas mujeres.
posibles opciones, siguen siendo im- Esto concuerda con la propuesta
portantes aquellas alternativas que teórica de Díaz Guerrero (1994), que
mantienen a la mujer expuesta a vi- habla acerca de los patrones cultura-
vir situaciones de violencia a partir les en México que procuran mantener
de creencias y premisas enraizadas la unión familiar, aun a costa de sus
en la forma de pensar de las mujeres, deseos personales y cediendo ante las
siendo muy probable que ellas sigan peticiones de los otros.
educando a sus hijos con estas mis- En estas repuestas se basan fac-
mas creencias, permitiendo la trans- tores congnitivos que están favore-
misión de las mismas a las nuevas ciendo la violencia como creer que es
generaciones. responsabilidad de la mujer esforzar-
Lo anterior se refleja en las diferen- se en pro de mejorar la situación y que
tes respuestas emitidas por las muje- el esposo no tiene la responsabilidad
res participantes en el estudio. Por de hacerlo o, simplemente, no está en
ejemplo, las expresiones de que los posibilidad de hacerlo, la creencia de
personajes de las historias continua- que el cónyuge va a cambiar y que se
rían viviendo situaciones de violencia necesita de un padre para criar a los
porque es difícil detenerla al no ser hijos sin importarle como éste sea.
hechos aislados o eventuales, reflejan También hay factores situaciona-
cómo las mujeres perciben que, ante les que permiten la permanencia de
este tipo de situaciones, no es común ellas en casa al sentirse dependien-
que se opte en primera instancia por te económica y emocionalmente del
solucionar de raíz el problema para cónyuge, así como no saber usar re-
que se detenga la violencia ya sea cursos disponibles para salir adelante
denunciando a su pareja, ni tampoco por ellas mismas, no conocer alter-
está bien construida culturalmente la nativas posibles, el rechazo familiar

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VIOLENCIA DE GÉNERO

y social necesario, no saber planear


cómo abandonar la situación de vio-
lencia, lo cual puede llevar un tiempo
considerable.
Los factores emocionales son par-
ticularmente importantes como la
negación de que se esté viviendo un
problema serio o, por el contrario,
una culpabilidad por lo que sucede
que deriva en sentir responsabilidad
de solucionarlo. Miedo e inseguridad
de quedarse sola y no poder salir ade-
lante, así como la desesperanza de
que nada es posible hacer, son muy
comunes, además de la lealtad a la
pareja, sentir lástima por el cónyuge,
y por ende, deseos de ayudarlo, un
optimismo infundado de que él va a
cambiar, además de una baja autoes-
tima y dependencia emocional.
Ante dicha forma de manejar las
situaciones de violencia, es común
que éstas se den cotidianamente en
la vida de muchas mujeres en nues-
tra sociedad con las repercusiones
ya mencionadas. De ahí que desde
hace más de dos décadas se hable
acerca del impacto negativo de la
violencia de género y por ello se pro-
cure tener diferentes explicaciones
acerca del problema y de su mag-
nitud como tal. También su estudio
se ha trabajado desde diferentes
perspectivas, comenzando con es-
tudios descriptivos, de prevalencia
y de las formas de manifestación de
la misma, los cuales han hecho visi-
ble el problema de la violencia y el

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impacto devastador sobre diferentes relaciones de pareja. Estos materiales


sectores hasta estudios que procuran han dado visibilidad al problema,
conocer los orígenes del fenómeno pero se han hecho pocas evaluacio-
desde los elementos subjetivos de los nes de su impacto en el cambio de las
actores sociales involucrados. relaciones de poder entre hombres y
Así mismo, a medida que se ha ido mujeres.
reconociendo el impacto de la violen- A partir de los resultados ya ex-
cia de género, se han ido multiplican- puestos es posible mencionar que
do las respuestas para combatir el para que la violencia de género deje
problema. La tarea ha iniciado pero de ser un problema social no son su-
se requiere de mayor y mejor parti- ficientes intervenciones esporádicas
cipación de todos los sectores, como o parciales, se necesita una continui-
el de justicia, religioso, salud y edu- dad en los programas elaborados,
cación. Por ejemplo, en este último es así como capacitación en los profe-
fundamental trabajar en la educación sionales, coherencia en las diferentes
escolar impartida por los maestros políticas de estado y los programas
y realizar una modificación profun- nacionales y estatales, fomento de
da de los contenidos de los libros de redes sociales y reforzamiento de las
texto básicos para que se favorezcan que ya existen. Se necesita de una in-
posturas y comportamientos promo- tervención profunda que signifique
tores de una convivencia más equita- que todos nos involucremos en una
tiva, inclusiva y armoniosa. adecuada socialización que permita
A pesar de la imperante necesidad la interiorización de diversos valo-
de reducir factores de riesgo, la pre- res y el cambio de ciertas actitudes
vención del problema de la violen- en sus aspectos congnitivos, emocio-
cia de género aún cuenta con pocos nales y conductuales que favorecen
recursos, y la acción realizada hasta el desarrollo y mantenimiento de la
ahora es relativamente limitada. Se violencia, por otras que faciliten la
ha recurrido principalmente a campa- comunicación y armonía en las rela-
ñas en los medios de comunicación, ciones interpersonales.
iniciativas de educación y redes so- Para ello, un punto importante
ciales de prevención. Existe una gran es lo expresado por Díaz Guerrero
producción de material, programas (2003), quien afirma que si bien los
de radio y televisión que tienen como mandatos socioculturales son resis-
finalidad enseñar al público a reco- tentes al cambio, se pueden cambiar
nocer un comportamiento violento, y puede cuantificarse su cambio; si
explicar cómo se deben hacer las de- bien no serán cambios absolutos de
nuncias y promover cambios en las un momento a otro, ya que es un

16 • REVISTA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE YUCATÁN


VIOLENCIA DE GÉNERO

proceso que requiere dedicación y Cors, J. (2003). Maltrato y abuso en el ámbito do-
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trabajar en ella superficialmente, así inegi.gob.mx/est/contenidos/espanol/
rutinasept.asp?=mvio33&c=5521
como tampoco debemos considerar Informe de la Cuarta Conferencia Mundial
a las mujeres como objetos pasivos. sobre la Mujer, Beijing 4 al 15 de septiembre
de 1995, recuperado el 3 de enero de 2006.
Por el contrario, es necesario buscar A las 16:00 hrs. en http://cedoc.inmujeres.
un desarrollo constante en la pobla- gob.mx/documentos_download100073.
pdf
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NÚMEROS 241-242 • SEGUNDO Y TERCER TRIMESTRE DE 2007 • 17

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