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“El buen escritor dice sólo lo que piensa. Y eso es lo que importa. Porque el decir no es solo la
expresión sino la realización del pensamiento. De la misma forma el andar no es solo la expresión
del deseo de alcanzar una meta sino su realización. De qué tipo de realización se trata, si responde
con precisión a su objetivo o se pierde exuberante y poco nítida en el deseo, eso dependerá del
entrenamiento de quien se halla en el camino. Cuánto mas disciplinado sea, evitando los
movimientos excesivos y bamboleantes tanto más cada postura de su cuerpo se bastará a sí misma
y tanto más adecuado será el empleo del cuerpo.
(...) Es un don del buen escritor el darle a su pensamiento la forma del espectáculo que ofrece un
cuerpo ingenioso y bien entrenado, mediante su estilo. El buen escritor nunca dice más de lo que
pensó. Así su escritura no redunda en provecho de sí mismo sino exclusivamente de lo que quiere
decir.”
Walter Benajamin, El buen escritor.
Índice
Capítulo 1. La escritura
Héctor Roque Pitt
Capítulo 4. La coherencia
María Luisa Silva
Capítulo 5. La cohesión
Claudia Toledo
Capítulo 6: La explicación
Paula Roich
Revisar y corregir
Antes de entregar: el escritor como lector crítico
La devolución del texto: los comentarios del docente
Bibliografía General
Introducción: apuntes contra la hoja en blanco
Por Irene Klein
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modo, también la escritura se constituye en un proceso de reescritura
constante. Dicho proceso implica, entre otras cosas, indagar la propia
materia –la lengua en todos sus niveles (nivel léxico, sintáctico,
gramatical, etc.) –, analizar hechos, fundamentar aserciones, entablar
un diálogo con otros textos, relacionar información con lo que ya se
sabe. Por lo tanto, la adquisición de las competencias necesarias para
la producción, como también para la comprensión de textos, se
constituye en la herramienta más importante de la que hará uso el
estudiante, no sólo para resolver las consignas que le plantea su vida
universitaria, tal como escribir un parcial, una monografía, sino sobre
todo para estudiar, comprender y construir su conocimiento.
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un marco o sistema conceptual más amplio, fundamentar sus aserciones
(no desde su experiencia personal sino sobre todo en función de los que
otros han dicho sobre el tema), reconocer y adquirir los recursos
necesarios para un uso estratégico del lenguaje, esto es, construir
significado.
Desarrollar estas competencias no es simple. Las diversas tareas
o consignas de escritura y lectura que el Taller les propone intenta
promoverlas. Frente a ellas, pueden adoptar diferentes comportamientos.
Pueden, por ejemplo, resolverlas en pocas horas, no hacerse demasiadas
preguntas, no tropezar con duda alguna –a excepción de una u otra
palabra de ortografía dudosa que consultarán en el diccionario o con
quién esté a su lado–. Si éste es su caso, es decir, si la tarea les resultó tan
fácil y no se vieron enfrentados con ningún tipo de dificultad o duda
alguna, es bueno que comiencen a dudar ahora: la escritura le exige
tiempo y esfuerzo aun al escritor más avezado. Exige hacerse preguntas,
tomar decisiones, rescribir oraciones, párrafos o textos enteros. Si esto
no ocurrió, relean la enunciación de la consigna. Posiblemente
descubran que la tarea requiera alguna operación que pasaron por alto.
Conviene, por lo tanto, volver a la tarea.
Pueden, también, sentir una suerte de parálisis; la hoja en blanco
los inhibe y angustia de tal modo que creen que no podrán escribir una
sola palabra. Conviene recordar entonces que la escritura es un proceso,
por tal motivo, no comienza con la primera palabra que se escribe en
una hoja ni finaliza con el punto final: se inicia con la planificación de
un texto y finaliza con su revisión. La planificación puede llevar tanto
tiempo como la escritura. Planificar un texto evita que ustedes mismos
se sientan como una hoja en blanco, porque la primera palabra que
escriban no será una sola, elegida a azar, sino el inicio de una red de
relaciones que se puso en juego mucho antes de escribir. Planificar un
texto permite desterrar el mito de la inspiración o el de la habilidad
innata que muchas veces se erige como excusa (“no sé escribir”, “hoy
no estoy inspirado”) que no hace más que ocultar el temor a aceptar el
desafío que implica la escritura. Y toda tarea de escritura lo es.
Por eso, atravesar este proceso puede generar con frecuencia
un sentimiento de impotencia (“me esfuerzo pero no me sale”) y
desamparo. Esto es así porque, aun cuando siempre se escriba para otro
(todo texto se escribe para que sea leído), y aun cuando sea guiado por
un docente, la escritura es un proceso solitario, autónomo (nadie puede
atravesarlo por ustedes) y, como tal, no pocas veces, costoso.
También el proceso de aprendizaje universitario lo es: es un
proceso complejo a través del cual se erigen en lectores y escritores de
textos de educación superior, esto es, en sujetos que pueden establecer
relaciones semánticas de mayor complejidad y desarrollar,
fundamentalmente, capacidad crítica.
No se desanimen: recuerden que la escritura es un proceso
complejo para todos; aceptarlo permite afrontar ese desafío.
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El mismo Cortázar alimentaba el mito de que había escrito
Rayuela de una sola vez: el manuscrito que se encontró de la novela
prueba todo lo contrario.
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Precisamente es lo que se espera de todo buen escritor: que no se
“zambulla” en la escritura de un texto. Al igual que un arquitecto, debe
planificarlo previamente como también, a medida que lo “construye”,
debe tomar una serie de decisiones.
Por esa razón, escribir en la universidad implica,
fundamentalmente: construirse como enunciador y dirigirse a un
enunciatario determinado (que no es el docente, aun cuando sea el que
evalúa los textos). Cada texto simula un recorrido “real” en el que, por
ejemplo, el enunciador de una nota de opinión universitaria es un
miembro de la comunidad académica y el enunciatario, uno de sus
pares. Es en función de dicha situación comunicativa (ver La situación
enunciativa), que el enunciador elige diferentes géneros discursivos,
determinado léxico, una construcción sintáctica de mayor o menor
complejidad, profundiza o no el tema, hace referencia a saberes
compartidos, etc. Esa situación comunicativa incide también en la
estructura de un texto, es decir, rige la organización de las ideas o
enunciados, esto es, en su coherencia (ver La coherencia).
Este libro intenta ofrecer, entonces, a ese escritor universitario,
las herramientas necesarias para que desarrolle aquellas competencias
que lo ayuden a:
-exponer y argumentar (ver La explicación y La argumentación);
-leer y producir textos que respondan a la situación enunciativa de un
género académico (ver Los géneros académicos);
-dar cuenta de las estrategias de inserción de otras voces y enunciados
que se presentan en un texto (ver La polifonía en los textos académicos);
-establecer relaciones cohesivas para lograr la continuidad temática
(ver La cohesión);
-desarrollar la capacidad crítica que le permita leer su propio texto y
detectar errores y resolverlos (ver Revisar y corregir);
-reconocer en los textos científicos y en los académicos (tales como
materiales de cátedra que derivan de aquellos) las distintas posturas
que los autores de estos textos sostienen, los argumentos con los que
las fundamentan, el diálogo que establecen con las posturas de otros
textos, dado que el conocimiento no es ahistórico ni absoluto ni
definitivo sino –especialmente en las ciencias sociales y humanidades–
de naturaleza argumentativa.
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resuelva, tarea que –vale la pena señalar– pocas universidades
suelen ofrecer.
Ratificamos desde estas páginas nuestro compromiso con la
educación pública, con la equidad en la enseñanza, con la igualdad
de oportunidades para todos, con el objetivo de desarrollar individuos
con capacidad crítica. Porque dominar el poder de la palabra en una
sociedad letrada es la herramienta más eficaz de inclusión social.
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La escritura
Por Héctor Roque-Pitt
Características de la escritura
Escritura y oralidad
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En la situación oral, el canal es En la situación escrita, en
auditivo; la comunicación es cambio, el canal es visual, ya
inmediata; el enunciador atiende que el receptor lee el texto; la
a las respuestas –a las reacciones– comunicación –como señalamos
del enunciatario y modifica sus anteriormente– es diferida en el
respuestas a partir de ellas. La tiempo y en el espacio, es decir,
comunicación, por lo tanto, es no hay interacción entre emisor
espontánea. El discurso se y receptor, debido a que el
“construye sobre la marcha”, lo receptor real no está presente; la
que supone interrupciones, comunicación es elaborada: la
encabalgamientos y reinicios; información está jerarquizada y
presenta una estructura organizada según una estrategia
deshilvanada de carácter premeditada, representada en
descentrado o de centros una rigurosa trama de relaciones
cambiantes y mayor cantidad de lógico-semánticas. La escritura
elipsis, debido a que el contexto tiende a definir ejes de
de enunciación está presente. concentración en el discurso:
Otros rasgos característicos son la realiza movimientos que
improvisación y la redundancia; organizan la información
su menor precisión léxica y la alrededor de un centro y
mayor presencia de repeticiones. presenta una lógica discursiva
La sintaxis es más simple y hasta lineal y causal. Se caracteriza
puede incluso no respetarse la por una mayor densidad léxica y
norma establecida: la estructura una ajustada precisión
es paratáctica, acumulativa y designativa. Su sintaxis es,
sobresale el uso reiterado de además, más compleja y
relativas simples y de la desarrollada: se estructura en
conjunción y. núcleos y elementos
subordinados y se destaca por el
uso de una mayor variedad de
conectores.
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debido al desarrollo ya mencionado de los medios de comunicación
audiovisuales, también contribuye a una mayor formalización de la
oralidad.
En este sentido, en estos últimos años, la aparición de la
comunicación “multimedia” ha significado un cambio fundamental en
cuanto a la multiplicidad de canales que la escritura comparte. Es amplia
la gama de posibilidades de combinación de la palabra escrita con otros
medios. Oralidad, escritura, animación, formas audiovisuales y lenguaje
gráfico son los canales alternativos por los que se puede transitar para
acceder al conocimiento a través de sistemas de hipermedia, a la vez
que su multiplicidad puede promover una configuración cognitiva más
circular que la lineal propiciada por el soporte papel. El “hipertexto”
permite navegar en una red que va abriendo ventanas que ofrecen
información sobre una palabra, obra, hecho, etc.
El poder de la escritura
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Por esta razón, es de fundamental importancia para la adquisición de
la competencia escrita el hecho de que esté sometida a un aprendizaje
institucionalizado. Una práctica avanzada o escolarizada de la escritura
que permita al escritor hacer un uso estratégico de la lengua, es decir,
reconocer la tendencia intencional del signo para un uso funcional del
significado, propicia el desarrollo cognitivo del sujeto y proporciona
un pensamiento diferente al que se produce oralmente. Los estudios
realizados por Vigotsky señalan el origen interactivo de la escritura, a
la vez que destacan su contribución al desarrollo de procesos mentales
superiores. El mismo autor considera el uso escrito como el álgebra del
lenguaje por ser el que permite el acceso a su nivel más abstracto. En
esta capacidad para trasmitir y producir conocimiento reside el poder
de la escritura. Además, al hallarse descontextualizado con respecto a
la situación enunciativa, exige una mayor elaboración del mensaje.
Hay quienes, por esto, lo consideran un “código elaborado” (Bernstein,
1971,1975), ya que implica un estilo mental distanciado de la situación
inmediata, más objetivo y abstracto y con una utilización superior de
medios verbales.
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La escritura como proceso cognitivo
Por Irene Klein
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Antes de escribir, el escritor planifica su texto. Sin embargo,
es importante recordar que, si bien el proceso de planificación es
previo al de la puesta en texto, es un proceso que acompaña el proceso
de escritura en su totalidad porque comparte la recursividad que
caracteriza a todas las operaciones involucradas: en la medida que se
escribe, se vuelve sobre la planificación, se revisa y, tal vez, se
modifica.
La planificación, que es el acto de construir la representación
interna que el escritor utilizará durante la escritura, implica, a su vez,
una cantidad de subprocesos:
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idea arrase con él.
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deben exponerse argumentos, organizarlos jerárquicamente, citar
ejemplos, etcétera. La información recuperada, entonces, no sólo debe
responder a las necesidades del tópico y del género sino también a las
necesidades retóricas. Estas últimas, en tanto se convierten de este
modo en subobjetivos relacionados con el contenido, producen
cambios en la organización del conocimiento del escritor (modificará
el plan del texto, buscará nuevas relaciones semánticas, etcétera). Es,
en este sentido, que podemos decir que el proceso de escritura es un
proceso de descubrimiento.
En Surpassing ourselves (1993), Scardamalia y Bereiter
argumentan que el desarrollo de las destrezas y la transformación del
conocimiento son posibles si se los expone a los estudiantes a una
variedad de contextos similares en los cuales puedan transferir
destrezas pero en los que deban componer un nuevo esquema
estructural en lugar de recurrir a un esquema de estructuras
establecidas.
De este modo, podemos concluir que la escritura es un
proceso de descubrimiento (“heurístico”, según Bereiter y
Scardamalia, 1987) y una actividad que implica la resolución de
problemas (Flower y Hayes, 1980 a; 1980 b; 1981).
La lectura en la escritura
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expuesto anteriormente– inscribir el texto en determinada situación
comunicativa, la comprensión lectora exige, a su vez, comprender la
enunciación del otro, orientarse en relación con ella y reubicarla en
el contexto adecuado.
El proceso de lectura no es automático sino que implica un
proceso estratégico en el que el lector debe, entre otras cosas,
interactuar con la propuesta de organización textual realizada por el
autor del texto; activar el conocimiento que se tiene acerca del tema,
identificar las ideas globales; reconocer el modo en que el escritor
realiza una puesta en relación; comprender los contextos
situacionales (reconocer la situación de comunicación en que se
inscribe el texto, los propósitos del autor en relación con el lector:
informar, persuadir, etc.). Por lo tanto, leer es una actividad
compleja, sobre todo si se intenta reconocer en el texto el sentido
que el autor le ha asignado, esto es, “negociar” con la propuesta
estructural del texto sin anteponer los propios esquemas de lector a
los que propone el texto.
En este sentido, podemos afirmar que todo buen escritor
deber ser, también, un buen lector. Leer como escritor, supone,
entre otras cosas, no sólo procesar la información lectora (integrarla
a la red de conocimientos que ya posee) y controlar la comprensión
lectora (activar las estrategias correspondientes para asegurar los
determinados objetivos de lectura que se propone, tales como leer
para aprender, desarrollar un tema, precisar un dato, etc.) sino
también reconocer en los textos los diversos recursos de la lengua
que aparecen (la forma en que está organizada y jerarquizada la
información, la selección léxica, la elección de los títulos, etc.),
reflexionar sobre su función y eficacia a fin de utilizarlos en su
propio texto.
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La situación enunciativa
Por Carolina Seoane, Carolina Zunino y Marcelo Muschietti
Desde el punto de vista del uso, para que un texto resulte exitoso –es
decir, para que se concrete la comunicación entre un emisor y su/s
receptor/es– es necesario que éste cumpla con ciertos requisitos previstos
por la situación social en la que se inscribe. Así es que el tipo de
enunciador y enunciatario que un texto postula y su construcción del
referente están íntimamente vinculados con el género discursivo al que
pertenece ese texto. Por ejemplo, un texto que se proponga informar
sobre las modalidades del acuerdo llevado a cabo por el gobierno
argentino y el FMI respecto de la deuda externa y destinado a publicarse
en un medio masivo de comunicación, presentará características
enunciativas diferentes (construcción del enunciador, enunciatario y
referente) de las de una ponencia académica sobre economía política
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que aborde el mismo tema y esté destinada a ser leída en un congreso
de especialistas.
Para abordar este tema es útil confrontar las características del género
discursivo académico con las de un género de circulación masiva como
el periodístico. Pensemos, en primer lugar, qué sucedería con la
construcción del enunciador, el enunciatario y el referente en un
artículo periodístico sobre la historia de la universidad argentina.
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diferencia de otros, pertenecientes a géneros como, por ejemplo, el
periodístico.
-Tiene que demostrar que conoce el tema que aborda, que leyó diversas
fuentes sobre éste y que maneja seriamente la información provista por
esas fuentes. Esto implica no distorsionar dicha información, utilizando
correctamente las estrategias de inserción de voces y enunciados de otros
–como la cita y la reformulación– y remitir a esas fuentes mediante el
correspondiente sistema de citación bibliográfica (ver capítulo 9).
Actividad 1
-Rescribir la reformulación anterior corrigiendo los problemas
considerados.
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-Leer los cuatro fragmentos del texto Jóvenes en la mira de Dalia Szulik
y Silvia Kuasñosky y la reformulación elaborada por un alumno que
figuran a continuación. Relevar los problemas que ésta presenta y
rescribir el texto.
En el texto “Jóvenes en la mira” las autoras nos cuentan cuáles son las
problemáticas que llevan al Estado a preocuparse específicamente por
la juventud y hablan de varios temas relacionados con este problema.
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ejerciendo de este modo una forma de racismo y demás desigualdades
que suceden habitualmente.
Actividad 2
Leer el siguiente fragmento, relevar los problemas de adecuación y
rescribirlo:
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productos ingresan al mercado acompañados de un lanzamiento de
signos, los cuales son tomados por los jóvenes, pero estos signos son
momentáneos ya que en la moda impera lo pasajero y lo instantáneo,
no se apoya en el pasado ni en el futuro, es decir que ocurre
instantáneamente. Por lo tanto, lleva consigo la inestabilidad.
Actividad 3
-Analizar la utilización de los otros conectores subrayados:
Actividad 4
Es muy común que, dada la complejidad de los textos académicos,
los escritores inexpertos cometan errores de concordancia (entre
sujeto y predicado, de género y número, etc.) y de construcción
sintáctica (sobre todo no concluir las oraciones). Relevar estos
problemas en el siguiente texto y rescribirlo:
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juventud cumple un papel protagónico para la moda, ya que los mismos
que comienzan a proyectar sus vidas y dependen de este mercado para
no quedar excluidos de alguna manera, de la sociedad.”
Actividad 5
En el siguiente texto de un alumno podemos observar cómo se omite
información relevante para su comprensión, de modo tal que se
presupone el conocimiento de la fuente por parte del enunciatario.
Señalar qué saberes se dan por supuestos en el texto y subrayar los
conceptos que merecerían una definición o explicación.
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de modo de decir sobre el mismo cosas que aún no han sido dichas o
bien revisar con ópticas diferentes las que ya fueron dichas. Esos
objetivos o finalidades de los textos están íntimamente relacionados
con el tipo de composición que adoptan y que remiten a formas
prototípicas de organización, es decir, a determinadas secuencias
textuales (ver capítulo 6 y 7). En los textos pertenecientes al género
discursivo académico hay un notable predominio de las secuencias
textuales expositivo-explicativa y argumentativa.
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Es importante tener en cuenta que las secuencias textuales no se presentan
en forma pura en los textos, es decir, que no hay textos puramente
expositivos ni puramente argumentativos; que lo que caracteriza a los
textos académicos desde el punto de vista de su composición, es el
predominio de las secuencias expositivo-explicativas y argumentativas,
y que este tipo particular de organización textual es funcional al objetivo
que hemos reconocido para estas prácticas discursivas.
Actividad 6
-Leer los siguientes textos y señalar en cuál predominan las secuencias
expositivo-explicativas y en cuál las argumentativas. Justificar.
Lectura A
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Lectura B
“Para la juventud de los 60, la revolución es una figura que está
presente: la revolución es posible. Hay tres grandes campos que
forman parte de este fenómeno mundial. El primero es la rebelión
política e ideológica estudiantil, sobre todo en el Primer Mundo –
Europa y EE.UU.– pero también en América Latina. Surge la
protesta estudiantil, el cuestionamiento a todo el orden
universitario, al sistema de enseñanza. El segundo campo es la
rebelión cultural en el terreno de las costumbres, de las normas y
de los modelos de vida, que atraviesa Europa, EE.UU. y América
Latina. La emergencia del hippismo, del feminismo, de la cultura
psicodélica, del amor libre y de las nuevas alternativas de vida
constituyen, entre otras, sus manifestaciones. El tercer campo es
el de los procesos políticos o guerra de liberación tercermundista,
que se vincula con las luchas de las minorías negras en EE.UU. y
los procesos de lucha guerrillera en Vietnam, Camboya, Angola,
Mozambique, Argelia y América Latina, entre otros.” (Adaptado
de Casullo, 1999: 171-2).
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En síntesis
Considerar las características enunciativas de un texto implica abordar:
Notas
1. Tal como sostiene Filinich (Filinich, 2001: 37-41), entendemos por sujeto enunciador no al autor
empírico del enunciado sino a la cristalización en el discurso de una voz que es a la vez causa y efecto
del enunciado; causa, ya que no puede haber enunciado sin el acto de apropiación de la lengua que
realiza un sujeto para dirigirse a otro; y efecto, porque dicho sujeto no está constituido de antemano
sino que se configura en el enunciado mismo. De igual modo, debemos distinguir al enunciatario del
receptor real del enunciado. El enunciatario es, como el enunciador, un sujeto discursivo; es la imagen
de destinatario que el enunciador necesita formarse para construir el enunciado. El enunciado,
entonces, no sólo conlleva información, también pone en escena una situación comunicativa en la
que algo se dice desde cierta perspectiva y para cierta inteligibilidad.
2. Nos referimos a la reforma que llevaron a cabo los estudiantes cordobeses en 1918 y que tuvo por
resultado, entre otros, la instauración del gobierno tripartito en la Universidad.
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¿Qué es un texto?
Por María Luisa Silva
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-el tipo de organización y distribución más adecuados para presentar la
información;
-el repertorio léxico;
-el uso de ciertas frases típicas de esa clase textual;
-la actitud del enunciador hacia esa temática, etc.
Coherencia : definición
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Entonces, podemos definir coherencia, como “la continuidad
del sentido”, continuidad construida por la red de relaciones semánticas
que constituye un texto. Si la red encuentra una trama adecuada, el
texto resulta un “todo”; si no es así los destinatarios tendrán la
impresión de que esa red no es más que una superposición de temas y
objetivos. Obviamente el punto inicial de esta construcción es
reconocer al destinatario como un “otro” que no comparte los
conocimientos ni los implícitos de la situación en la que el hablante o
escritor se encuentra. Por ejemplo en este fragmento de un trabajo
monográfico de un alumno leemos:
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la tendencia global del discurso, orientación que nos permitirá controlar
la producción de cada uno de los enunciados del texto.
En primera instancia este esquema debe reproducir la jerarquía
de acciones, para ello es necesario identificar y jerarquizar los objetivos
macro. Un objetivo macro es el objetivo global que estructura todas las
acciones discursivas. De esta forma un texto podrá, por ejemplo, exponer
diferentes análisis sobre la situación de desempleo en Argentina, narrar
las angustias y sufrimientos cotidianos de un desocupado, criticar las
acciones gubernamentales destinadas a paliar esta situación, polemizar
acerca de las causas de la desocupación, debatir con los análisis y
perspectivas acerca del fenómeno, entre otras acciones. En el plan de
texto se debe determinar cuál de estas acciones es la meta comunicativa
privilegiada (objetivo macro) y, a partir de allí, se reconoce cuál es la
relevancia de las otras acciones para el logro de la que se ha considerado
principal.
Luego, cada una de las acciones discursivas debe organizarse
internamente, controlando la relación de progresión temática entre
enunciados y, además, dentro de cada enunciado, la organización de las
relaciones de coordinación, subordinación, predicación y concordancia.
Así, por ejemplo, al planificar la distribución de la información
en un texto, debe identificarse si resulta más conveniente asignar al
primer párrafo del texto la narración de las angustias de un desocupado
a partir de la mención del testimonio en primera persona del
protagonista, o incluir el relato en tercera persona de un día de su vida,
o describir sus emociones, o citar secuencialmente varios testimonios,
para luego, en el segundo párrafo, introducir el análisis. Además dentro
de cada párrafo debo establecer y controlar las relaciones sintácticas
entre y dentro de cada enunciado; por ejemplo, si pretendo realizar una
especificación temporal de los sucesos a mencionar, las opciones serían
si resulta más conveniente empezar el texto con una construcción
circunstancial (por ejemplo: “En los primeros días del año 2002”) o
vincular eventos, por ejemplo, a partir de la subordinación (“Cuando el
caos institucional se tornó evidente”). En la selección de la alternativa
se debe considerar cuál de estos procedimientos permite lograr en forma
más eficiente la meta principal, es decir, cuál procedimiento garantiza
en mayor medida el avance temático y el logro de la meta, sin descuidar
la relación entre el tema que se ha privilegiado y el que se actualizará en
cada segmento.
De esta forma, el texto es coherente en la medida en que cada
enunciado presenta una vinculación temática con el precedente y el
siguiente y, al mismo tiempo, la sucesión de enunciados progresa
temáticamente, en un delicado equilibrio en el que, por un lado, se suma
información nueva (rema) y, a la vez, se mantiene el referente (tema).
Como hemos visto, una práctica eficiente que permite controlar
las diferentes alternativas de textualización es el esquema o plan textual.
Este recurso representa icónicamente las relaciones proposicionales a
establecer.
Ejemplo del Plan Textual del primer ítem del Capítulo que estás
leyendo
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Propósito: Definir coherencia a partir de la revisión del concepto de
texto
Secuencia textual: Explicativa (soporte papel)
Clase textual: Capítulo de manual universitario
Definición de texto
Textualización
-Enfoque
Restricciones Distribución de la información
-Registro
-Actitud enunciador, etc. (Ejemplificar)
Actividad 1
-Leer el siguiente texto.
-Reconocer las acciones discursivas textualizadas de cada segmento,
vincularlas y jerarquizarlas en un esquema o plan de texto.
-Reconocer la acción discursiva principal del texto.
-Construir un título para el texto que resulte funcional para anticiparle
al lector los dos niveles de concreción de las acciones discursivas.
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El modelo mental o situacional es el más elaborado de los
niveles de representación del contenido del texto. Este supone la
transformación de los signos lingüísticos en mentales, siguiendo un
circuito que va desde el lenguaje al pensamiento. El traslado del
texto a una representación proposicional está pensado como
automático en un lector experto, pero la construcción del modelo
situacional requiere más tiempo.
En este modelo se definieron tres niveles de representación:
una superficial, otra proposicional que refleja la microestructura del
texto de base y su macroestructura (los aspectos fundamentales de
un texto), y un modelo situacional, más elaborado que el
proposicional ya que integra la información derivada del texto con
los conocimientos del lector activados en el curso de la lectura.
La comprensión del texto depende de tres niveles de
representación: la fonémica, la proposicional y el modelo mental.
Los dos modelos (situacional y mental) son tanto producto
de inferencia como fuente para producir nuevas inferencias –éstas
pueden definirse como “todas aquellas proposiciones agregadas y/o
modificadas que generalizan, elaboran, reordenan o conectan el texto
original” (Pipkin Embón, 1999: 178). Las inferencias realizan
“...cuatro funciones: resolución de ambigüedad léxica, resolución
de referencias pronominales y nominales, establecimiento de un
contexto para la frase y establecimiento de un marco más amplio
dentro del cual interpretar, es decir, construir un modelo básico del
significado del texto.” (Gómez Palacio, 1986: 11).
La producción de las mismas depende no sólo de las
características del texto, sino que incluyen, además, inferencias
basadas en los conocimientos específicos y generales del sujeto.
Los conocimientos previos facilitan la formación de una
correcta macroestructura de los textos facilitando la diferenciación
entre ideas principales y accesorias.
Resulta importante hacer una evaluación descriptiva
minuciosa y exhaustiva de las denominadas conductas lectoras,
diferenciando aquellas conductas que no sólo modifican la
significación del texto sino que son indicios de procesos inferenciales.
Para evaluar la comprensión de un texto no existe una noción
única, sino que un texto puede ser entendido de muchas maneras,
dependiendo (entre otros factores) de la cantidad de inferencias
hechas sobre él.
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Citas de:
-Pipkin Embon, “Diálogo con el texto” en Cristina Martínez (comp.),
Procesos de comprensión y de producción de textos académicos:
expositivos y argumentativos. Colombia, Escuela de Ciencias del
Lenguaje, 1999.
-Gómez Palacio, Indicadores de la comprensión lector, s/l,
Interamericana, OEA, 1986.
Actividad 2
-A partir de la cadena de proposiciones que sigue, establecer
series de acciones discursivas. Estas acciones permitirán
conformar dos planes de texto para concretar estas dos metas
comunicativas diferentes: a) criticar la irregular distribución
de los planes sociales destinados a paliar las consecuencias de
la pobreza; b) exponer las causas que provocaron la pobreza
en Argentina.
Cadena de proposiciones:
1.Causas del incremento de la 6. Actividades económicas de
pobreza en la última década, en los indigentes, en la actualidad.
Argentina. 7.Estadísticas gubernamentales
2. Diferencia entre la población sobre desocupación, pobreza,
considerada pobre y la considerada indigencia y satisfacción de
indigente. necesidades vitales básicas.
3. Relación entre la política 8. Estadísticas oficiales sobre la
económica implementada por los distribución de los niveles de
gobiernos argentinos y el desocupación y pobreza e
incremento del índice de la indigencia por provincia.
pobreza. 9. Estadísticas oficiales, por
4. Ineficacia de las medidas décadas, sobre la distribución
gubernamentales para paliar las de los niveles de pobreza e
consecuencias de corto y mediado indigencia desde 1930 a la
plazo de la pobreza y de la actualidad
indigencia.
5. Actividades económicas de la
población pobre, en la actualidad.
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Actividad 3
-Leer el texto “Maldito caos argentino”.
-Calificar de 1 a 5, siendo 1 (uno) el valor más bajo, el grado de coherencia
de “Maldito caos argentino”.
-Justificar, en función del contenido teórico presentado, esa calificación.
-Organizar las secuencias de información (reordenando, incluyendo,
omitiendo secuencias) y las acciones discursivas para tratar de conformar
un texto que reciba una calificación más alta.
-Armar el esquema de texto de esa nueva organización.
-Redactar el texto que represente esa organización.
-Reconocer cuáles son los niveles de adecuación a la situación
comunicativa que “fallaron” en ese texto.
“La Argentina comenzó el siglo XXI en modo similar al siglo XX. Dicho
suelo produce alimentos para dar de comer a doce veces su población y en
el país cada vez hay más pobreza y casos de desnutrición, que afectarán a
todas las clases sociales.
Aquí la indigencia es un tema común.
El manejo de los gobiernos derrumbó la economía de nuestro país que, por
sus características, no debería estar así. El porcentaje de las personas
desempleadas creció progresivamente en los últimos años. Un individuo
que estaba económicamente bien, pasó a no estarlo. Esto le trajo
consecuencias: encerrarse en un círculo de antisocialidad, vergüenza de sí
mismo, ocultar su situación, sentirse discriminado y distinto a su tejido social
del cual cayo por debajo del límite.
En cambio la clase baja (aunque también afectada), no se perjudicó tanto
psicológica y económicamente. Por haber nacido en una familia con pobreza
estructural, los individuos crecen con esta cultura, carecen del conocimiento
que les permite tomar conciencia de su pobreza y su clase.
Junto a los gobiernos, la incorporación de la tecnología dejó fuera de una
estructura laboral a miles de personas.
La Argentina con el paso de los años y “los gobiernos” se hizo vulnerable a
cualquier cambio. La mejor solución a este problema, que a pesar de las
terribles consecuencias nadie soluciona, sería un gobierno que de más
prioridad al pueblo que a su propio bolsillo.”
37
La macroestructura o cómo se las ingenian los humanos para guardar
textos ordenadamente en poco espacio
“El 4 de enero de 1831 ante las barrancas del río Paraná, en la provincia
de Entre Ríos los delegados de las provincias de Buenos Aires, Santa
Fe y Entre Ríos firman el Pacto Federal. Pese a que los delegados
correntinos habían participado activamente de las sesiones previos,
el tratado no fue suscripto por Corrientes, en virtud de la insistencia
de sus representantes en imponer su propio proyecto. En este se
establecía el proteccionismo aduanero, es decir la posibilidad de
impedir el ingreso legal al territorio de ciertos productos, y se dividían
las rentas de la Aduana de Buenos Aires entre las provincias. Esta
propuesta se descartó, en gran medida, por el acendrado rechazo del
delegado porteño, Roxas y Patrón.
Pero ¿cuáles fueron las causas que motivaron esta situación?
Corrientes no participa de la firma de este tratado porque su delegado
(luego gobernador) Pedro Ferré era un importante industrial de esa
provincia. En esos momentos, Buenos Aires, en cambio, no tenía
ninguna industria que defender, salvo la de los saladeros, que carecía
de competencia extranjera. Rosas defiende, en 1831 por medio de su
delegado el libre cambio, pese a que luego, en 1835 (durante su segundo
gobierno) sancionaría la famosa ley de Aduanas que establecía el
proteccionismo.”
38
Por la Macrorregla de Supresión omitiríamos la siguiente información
accesoria: “ante las barrancas del río Paraná, en la provincia de Entre
Ríos los delegados de las provincias de”, “pese a que los delegados
correntinos habían participado activamente de las sesiones previas” “es
decir la posibilidad de impedir el ingreso legal al territorio de ciertos
productos” y, probablemente, “esta propuesta se descartó, en gran
medida, por el acendrado rechazo del delegado porteño, Roxas y Patrón”.
Como tanto para lo que hay que hacer como para identificar lo que no
se debe hacer lo mejor es poseer un ejemplo, presentamos un fragmento
de un trabajo universitario, que presenta varios errores de coherencia
en el nivel del enunciado, que finalmente terminan socavando el nivel
global. El objetivo de este texto era exponer, reformulando, un artículo
de Georges Duby “Lección del pasado” leemos:
“La pauperización crea imágenes en forma de representaciones mentales que producen
efectos sociales. Pero esto no es nuevo, pues la Europa de mil años atrás nos revela que
esto ya ha ocurrido.” (Cita: G. Duby ).
39
Pese a que no presentamos el texto completo, la lectura del
párrafo resulta suficiente para reconocer la ineficacia de su aporte
(incluso obstaculizará) en la conformación de la macroestructura.
Analicemos detalladamente los problemas.
Inicialmente reconocemos que el texto no logra conformar
una secuencia de avance informativo gradual pues parte de un grupo
de conceptos teóricos explicados en el texto fuente pero que nunca
se explicitan en el texto meta (“pauperización”, “representaciones
mentales” y “efectos sociales”), es decir, en este texto toda esa
información es nueva y dado que no se explicitan las conexiones, el
lector debe presuponerlas a partir de sus conocimientos e inferencias.
Esta situación resulta muy riesgosa ya que, si el lector no articula
esos conceptos de acuerdo con lo que el escritor presupone, su
comprensión del texto será muy diferente de la prevista
comunicativamente por el productor.
En el artículo reformulado se define como “pauperización” a
un proceso social en el que una masa importante de una comunidad
padece un deterioro de las condiciones de vida (vivienda,
alimentación, vestimenta). Estos procesos (según la formulación del
historiador Georges Duby) condicionan la configuración de ciertos
imaginarios sociales acerca del otro (el pobre pasa ser un posible
delincuente, por ejemplo) que se manifiestan en reacciones de
expulsión a individuos (discriminación) o a grupos (por ejemplo el
reclamo político acerca de mayor represión). La omisión de estos
términos, entonces, torna incomprensible los enunciados siguientes
(“Pero esto no es nuevo, pues la Europa de mil años atrás nos revela
que esto ya ha ocurrido (Cita: G. Duby)”) que apelan constantemente
al texto fuente. Esta elección se manifiesta en el uso inadecuado de
las referencias, por ejemplo: “esto” un demostrativo que funciona
deícticamente retoma un proceso que no fue explicitado; se utiliza
un artículo definido para un sustantivo de referencia única –nombre
propio– (“la Europa”).Este uso indica que se produce en el texto una
recategorización de la referencia pero este proceso de recategorización
(al ser, en este caso, la primera referencia a la entidad) resulta
incomprensible (¿Por qué la Europa y no Europa? ¿Existen diferentes
“Europas”? ¿En virtud de qué?). El giro “de mil años atrás”, siendo del
texto fuente, padece el mismo problema y la predicación “nos revela...”
da por supuesto que la relación entre pauperización, la configuración
de un imaginario social acerca de este fenómeno y ciertas reacciones
sociales son cuestiones evidentes cuando en realidad esta relación es
el fruto de un proceso interpretativo, del análisis histórico y social.
Finalmente la cita inadecuada, es decir, la aclaración nos
indica que el proceso de reformulación se encontró obstaculizado
por la impericia para generar un texto independiente del texto fuente.
40
Síntesis
o lo que ya debería estar un poco más claro...
Podemos definir coherencia, como la red de relaciones
semánticas que constituye un texto.
En cuanto produzco textos debo considerar que:
-la asignación de coherencia proviene a partir de la existencia
de un “otro” en la interacción comunicativa
-la coherencia no es una propiedad absoluta, sino gradual
-si el texto cuenta con indicadores y elementos lingüísticos que
reduzcan al mínimo la distancia entre lo emitido y lo
comprendido por el destinatario, el destinatario no tendrá un
costo “extra” para asignar coherencia.
En el caso de los textos escritos siempre debo recordar
que el control descansa en la actividad del productor de texto,
por lo que debo prever que para asignar coherencia el
destinatario considera:
-La claridad en el planteo de una meta comunicativa
-El reconocimiento de un “otro”/ copartícipe y destinatario
-La selección adecuada del canal con respecto al mensaje a
transmitir
-La pertinencia del tipo textual y soporte
-La existencia de un plan o estrategia que presente la gradación
de las acciones discursivas y relacione jerárquica y
orgánicamente la información a presentar teniendo en cuenta
las exigencias de la actividad comunicativa
Por estas razones, previo a realizar la elaboración de los
enunciados, es conveniente diagramar el plan global del texto.
En el diagrama se debe observar:
-La existencia de objetivos macro del texto
-Su relación jerárquica con los objetivos micro de cada secuencia
-La organización interna de cada secuencia (progresión temática
y relaciones sintácticas entre enunciados).
En tanto que, en el momento de comprender textos debo
estar capacitado para:
-Elaborar una macroestructura de ese texto
-Reponer la meta comunicativa
-Reconstruir el plan global de ese texto.
Notas
1. Se denomina clase textual a la división que los hablantes de una comunidad realizan para clasificar
los textos que en esa comunidad circulan; es ante todo una clasificación de índole operacional, por lo
que no puede considerarse una taxonomía o tipología en sentido estricto. Según Adam 1992 dicha
clasificación se articula en virtud del reconocimiento de ciertas secuencias “prototípicas”: la narrativa,
la descriptiva, la argumentativa, la explicativa. En muchos sentidos la noción de clase textual resulta
equiparable a la categoría de género discursivo (Bajtín, 1990). (Ver capítulos 6, 7 y 8).
2. Se denominan soportes textuales a los portadores de texto, por ejemplo la pantalla de la PC, el
libro, el pizarrón, etc.
3. Como cada canal determina un universo de textos posibles, al elegir el canal se deben contemplar
cuáles son los soportes y tipos textuales que se encuentran habilitados. Por ejemplo, si el canal es
escrito –retomando el ejemplo del texto–, podríamos seleccionar en el soporte papel, la clase textual
carta familiar; o en el soporte electrónico / digital, la clase textual mail.
4. Estas clases textuales circulan en ámbitos diferentes y, normalmente, los ámbitos de circulación
determinan la existencia de medios diferentes. En el caso del ejemplo el medio de difusión entre
pares podría ser una revista especializada, una publicación en línea o una colección de mimeos de
investigación; en el caso de la difusión de ese mensaje para la comunidad en general el investigador
debería seleccionar, por ejemplo, entre el suplemento de ciencia de algún periódico o una revista de
divulgación.
41
El escritor atiende a la cohesión
Por Claudia A. Toledo
42
-Repetición del primer referente o de una palabra derivada:
-Sustitución:
“¿Por qué roban? Pregunta tal vez ingenua pero que preferimos no eludir. Un
análisis posible sobre la práctica del ‘choreo’ en las condiciones de existencia
en los barrios periféricos, podría sugerir que el robo es una ‘opción’ disponible
casi naturalizada, al punto de considerarla en ocasiones una forma de trabajo
[...].” (Duschatzky y Corea, 2002: 46).
43
“La ‘juventud’ en tanto objeto de estudio puede ser abordada desde distintos
ángulos, cada uno de los cuales mostrará y enfatizará diferentes aspectos.
Estos diversos enfoques y perspectivas vinculados con el mundo juvenil
contribuyen, a partir de sus interpretaciones y esquemas clasificatorios, a
conformar una trama de significaciones en la que se va tejiendo la identidad
social de este grupo...” (Szulik y Kuasñosky, 2000: 222).
-Colocación:
-Correferencia endofórica:
44
lugar y de tiempo o construcciones equivalentes), a un elemento ya
mencionado en el texto o explicitado a continuación.
-Conexión:
45
“Desde el punto de vista de su forma son muy variados: pueden ser piezas
simples o compuestas, conjunciones, adverbios y locuciones, sintagmas
nominales, verbales o preposicionales. En la historia de la lengua se
atestigua una progresiva gramaticalización de elementos léxicos para
adaptarse a la nueva función adquirida; también es recurrente la presencia
de deícticos en dicho proceso, cosa que reafirma el papel cohesivo de
estas unidades.” (Calsamiglia y Tusón, 1999: 245-246).
MARCADORES
46
•Finalizadores: en fin, por fin, por último, para terminar, en
definitiva...
CONECTORES
47
sustitución, elipsis, conexión y cohesión léxica. [...] Cada una de estas
categorías está representada en el texto por rasgos particulares
(repeticiones, omisiones, aparición de ciertas palabras y construcciones),
que tienen en común la propiedad de señalar que la interpretación del
pasaje en cuestión depende de algo más. Si ese ‘algo más’ es explícitamente
verbal, entonces hay cohesión.” (Halliday y Hasan, 1976: 13).
Actividad 1
-Identificar en el siguiente fragmento los recursos cohesivos léxicos:
“Aunque Francia se cuenta entre los países más ricos del planeta,
la situación de los menores de treinta años se ha deteriorado a partir
de los años setenta, en todos los campos: el empleo, los ingresos, la
vivienda. Nuestra sociedad se muestra cada vez más fascinada con
la juventud, todo el mundo se esfuerza por ‘seguir siendo joven’,
hasta los octogenarios, pero en la realidad dejamos cada vez menos
espacio para los jóvenes. Los muchachos, y sobre todo las
muchachas, han sido las principales víctimas del desempleo y de
la precariedad creciente del empleo. De manera más trágica, en
todos los rincones del mundo hay jóvenes que mueren, son heridos,
lastimados por la violencia, por las drogas, la miseria o la guerra.
Y, desde luego, habría que decir de entrada que no hay tal cosa
como ‘los jóvenes’, sino que se trata de muchachos y muchachas
dotados de recursos materiales y culturales muy variados según la
posición social de sus familias y el lugar en donde viven, y expuestos
en forma muy desigual a los riesgos que mencioné.”
Actividad 2
-Comparar el uso de la repetición efectuado por Petit, con el que realiza
un estudiante del CBC su informe de lectura:
48
Sin embargo, con el comienzo de los noventa y la llegada de
Menem, el editorial evoca la llegada de la estabilización y una
rápida reducción de la pobreza y la indigencia gracias a la
mencionada estabilidad económica. Para continuar, esta
estabilización a la cual se alude, deviene en un crecimiento de la
pobreza en el año 1994 y con esta nueva caída de la situación
económica argentina se advierte la inclusión al grupo de pobres
de personas de clase media. Este punto se relaciona con el texto
de J. C. Giménez, en el cual se diferencia, dentro del grupo de
pobres, dos clases de pobres. Por un lado Giménez contempla la
existencia de pobres estructurales, que crecen en una cultura de
pobreza, que se caracteriza no sólo por las carencias materiales,
sino también sociales y psicológicas, como la baja autoestima, el
fatalismo y la inferioridad. Pero por otro lado, Giménez como en
el caso del editorial de Clarín, reconoce la introducción de
integrantes de la clase media dentro del sector de pobres de la
población.”
Actividad 3
-Transformar este listado de oraciones en un texto coherente y
cohesivo:
49
-Identificar los problemas de conexión que presenta este texto.
Corregir el fragmento, colocando los conectores y marcadores
ausentes y modificar los que han sido utilizados en forma
inadecuada.
Notas
1. Palabras que refieren a los elementos incluidos en un conjunto. Por ejemplo, Bioy Casares, Cortázar,
Arlt, etc., son los hipónimos de escritor.
2. Palabras que designan una clase o conjunto, por ejemplo: país es el hiperónimo que menciona al
conjunto que integran Argentina, Uruguay, Noruega, Tailandia, etcétera.
3. Palabras cuyo significado abarca un amplio campo de elementos, personas, hechos, etc.: cosa, tema,
cuestión, objeto, persona, gente, etcétera.
50
La explicación
Por Paula Roich
Exposición Explicación
Ofrecen información sobre un tema
Intencionalidad:
- solo presenta el contenido - facilitar la compresión.
informativo. - Desarrollo o expansión del tema.
- Se tiene en cuenta al destinatario.
51
Situaciones en las que se requieren explicaciones
Usos de la explicación
52
Puesto que las preguntas son inherentes a la curiosidad humana, las
explicaciones tendrán lugar en cualquier contexto en el que se formule
un interrogante del tipo de los que mencionamos antes y, al mismo
tiempo, exista algo o alguien con la intención de responderlo. De esta
forma, tanto los diccionarios como las entradas enciclopédicas
constituyen un conjunto de explicaciones elaboradas para responder
preguntas. Asimismo, los medios de comunicación presentan
explicaciones constantemente. Por ejemplo, en algún programa de
investigación periodística se pueden explicar los diversos intereses
involucrados en el comercio de la venta de armas, así como en un canal
de cocina se ofrecerán explicaciones sobre cómo cocinar una torta.
También en la universidad circulan asiduamente las explicaciones de
diverso tipo. Como ya dijimos, cuando en una clase un profesor expone
oralmente una teoría científica deberá desplegar una serie de habilidades
explicativas a fin de facilitar su comprensión.
Situación de comunicación
Géneros explicativos
53
En determinados géneros discursivos, propios del ámbito académico,
como las monografías, los informes de lectura y los textos científico-
teóricos que conforman la bibliografía de las distintas materias,
predominan las secuencias expositivo-explicativas y las
argumentativas. A diferencia de los textos con preponderancia de
secuencias argumentativas, que suelen orientarse hacia la creación de
nuevos saberes, aquellos en los que predominan las secuencias
expositivo-explicativas, por el contrario, presentan una tendencia a
la consolidación de saberes legitimados socialmente. En este sentido,
lo que se pretende explicar goza del estatuto de verdadero y no es
puesto en duda por el destinatario del texto. De esta manera, la figura
del explicador se construye en el discurso o en el texto como un sujeto
transparente, objetivo, que no falseará los contenidos que pretende
explicar.
Estructura textual
54
“Ante todo ¿a qué llamaremos equilibrio en el terreno psicológico?”
(Jean Piaget, Seis estudios de psicología, Barcelona, Planeta-Agostini,
1964).
55
distintos aspectos que caracterizan los diferentes tipos de secuencias
(ver capítulo 5). Con respecto a las explicativas, conviene en primer
término respetar, como ya se dijo, la estructura completa de la
secuencia. Por lo tanto lo mejor será elaborar, antes de lo que se
denomina la escritura propiamente dicha, un plan de texto (ver
capítulo 3) que responda a esa ordenación. Dado que la explicación
consiste fundamentalmente en brindar una respuesta a una situación
considerada problemática, en el momento de elaborar su desarrollo
puede resultar útil formular una serie de preguntas para luego
comprobar si lo que se escribió constituye un conjunto de respuestas
correctas. Al mismo tiempo habrá que estar atento a las estrategias
que se utilizan para ampliar el desarrollo explicativo.
La polifonía
56
de la palabra del otro en las secuencias explicativas. Esta inclusión se
puede realizar mediante el uso de citas textuales o a través de la cita
indirecta. Las secuencias explicativas se caracterizan por mantener una
distancia nítida entre la voz del explicador y las palabras que cita. Por
otra parte, las fuentes se indican con precisión ya sea en las notas al pie
de página, por medio de la nota final o a través del sistema autor-año.
De esta manera, el destinatario de la explicación no sólo podrá identificar
al autor de la cita sino también localizar el texto en el cual figura el
fragmento mencionado. Este recurso permite, entre otros, mantener el
efecto de objetividad característico de la explicación o exposición.
“De manera resumida, puede decirse que Miller, Galanter y Pribram (1960),
partiendo de la noción de esquema –que toman directamente de Bartlett (1932)–
y apoyándose en buena medida en los pioneros intentos de Newell, Shaw y
Simon (1958), sin olvidar la aportación de Chomsky (1957), llegan a la formación
de algunos conceptos esenciales en nuestra disciplina que, aunque son
ampliamente conocidos, no podemos por menos de recordar [...].”
(Mario Carretero, Introducción a la Psicología Cognitiva, Buenos Aires,
Aique, 1997).
Estrategias explicativas
-El ejemplo:
57
histórica, como Bismark, o la de un hecho, como la Revolución Francesa.
Pero usualmente se designa con la expresión concepto una representación
universal, es decir, tal que su significación consiste en que expresa algo común
que comprende muchas representaciones individuales [...] El medio más
conocido de formar conceptos y el único atendido antes es el de la
consideración comparativa de varias representaciones individuales. Si se
comparan entre sí, por ejemplo, un cierto número de animales particulares,
se encuentra que difieren en un número de propiedades, llamadas notas en
lógica; por ejemplo, sexo, tamaño, figura, etcétera, pero que coinciden en
otro cierto número de notas.”
(Rudolf Lehmann, Introducción a la Filosofía, Buenos Aires, Losada,
1958).
-La definición:
-La analogía:
A es a B “como” C es a D
tema foro
-La metáfora:
59
Para ilustrar esto veamos específicamente la interpretación
que realizó un alumno respecto de la siguiente metáfora:
-La paráfrasis:
60
“Chomsky distingue dos tipos distintos de universales, los formales y los
sustantivos. Una teoría de los universales sustantivos afirmará que los elementos
lingüísticos de cierto tipo deben, para cualquier lengua, ser extraídos de un
conjunto fijo de tales elementos. Es decir, los universales sustantivos no son
conjuntos de elementos todos los cuales hayan de aparecer en todas las lenguas,
sino conjuntos de elementos a los cuales pertenecen los elementos de ese tipo
que aparecen en todas las lenguas. O dicho de otra forma: para cada conjunto
de elementos, si estos son efectivamente universales, no habrá lengua alguna
en la que haya elementos que no pertenezcan al conjunto, pero puede haber
elementos del conjunto que no se encuentren en algunas lenguas. Digámoslo
aún de otra manera: para todo conjunto de elementos de cierto tipo, este
conjunto es un conjunto de universales sustantivos si, para cualquier lengua,
los elementos de ese tipo que en ella aparecen constituyen un subconjunto de
aquellos.”
(José Hierro Pescador, Principios de Filosofía del Lenguaje, Madrid,
Alianza, 1980).
61
ser reduccionistas si no se presenta una complejización de los
fenómenos expuestos. Por lo general, un determinado hecho no es la
consecuencia de un único acontecimiento sino que deben tenerse en
cuenta diversos factores simultáneamente.
62
(Dominique Perrot y Roy Preiswerk, Etnocentrismo e Historia, México,
Nueva Imagen, 1979).
“Mi tema es ‘el delito’. Pero no uso la palabra solamente en sentido jurídico
sino entre comillas, en sentido metafórico y en todos los sentidos del término,
porque mi campo es la ficción, ‘los cuentos de delitos’ sexuales, sociales,
nacionales, raciales, políticos, económicos, religiosos, de profesionales, oficios
y estados. El delito en la ficción puede afectar al conjunto de diferencias porque
en realidad funciona como un instrumento (teórico, si se quiere) que sirve
para trazar límites, diferenciar y excluir: una línea de demarcación que cambia
el estatus simbólico de un objeto, una posición o una figura. Si está de un lado
del límite la figura puede ser sublime; si está del otro, cae y se degrada.” [...]
“En el vasto mundo de los cuentos de delitos, desde fin del siglo XlX hasta
hoy, aparece un caso específico de relación entre crimen y género femenino
en la literatura argentina. Es el ‘cuento’ de las mujeres que matan hombres
para ejercer una justicia que está por encima del estado, y que parece condensar
todas las justicias, y me gustaría titularlo ‘Para una historia popular de algunas
criminales latinoamericanas’.
‘Mujeres que matan’: no solo indica una acción femenina en delito, sino que
es sobre todo una expresión que se refiere a un tipo de mujer que produce en
los hombres una muerte figurada porque tiene algo, armas. La metáfora está
inscripta en la lengua: una matahombres, una killer woman. Ciertas
formaciones lingüísticas con marcas de delito constituyen relatos e historias,
y también constituyen ‘la realidad’ misma: el derecho, la medicina, la vida
cotidiana, el erotismo. Un tipo de ‘delito’ femenino inscripto en la lengua,
puesto en relato, en cadena, y en una red de correlaciones: es lo que trataremos
de recorrer con ‘el cuento’.
Las mujeres que matan hombres aparecen a fin de siglo XlX en la literatura
argentina, junto con las prostitutas y las adúlteras. Aparecen en el primer año
de vida de Caras y Caretas y en el tono festivo del Buenos Aires de entonces
[...]”.
(Josefina Ludmer, El cuerpo del delito. Un manual, Buenos Aires, Perfil,
1999).
63
-La descripción:
“Los argot o hablas especiales son de varios tipos. El primer grupo que
podemos llamar dialectos subregionales o regionales se prestan para
comunicación en los mercados y como un medio de comunicación entre
los grupos. Se asemejan a los idiomas mercantiles de áreas de tribus en
cuanto muestran poca codificación y no son de gran prestigio. [...] El segundo
grupo de argot es el empleado por ciertos grupos sociales o profesionales al
cumplir con sus actividades especiales. Aquí podemos incluir el habla
especial de ciertos grupos de comerciantes, el argot de los ladrones y los
estilos literarios y de recitación propios de los narradores de cuentos
populares. La función social parece ser la de mantener exclusividad de grupo.
[...] La tercera categoría incluye los códigos sagrados y administrativos, los
cuales se distribuyen en regiones más vastas y geográfica y socialmente
más diversas que las del grupo anterior. Así, en Europa medieval, el latín se
usaba como idioma administrativo y sagrado en áreas de habla germánica,
romance y eslava [...].”
(Joshua Fishman, “Conservación y desplazamiento del idioma como
campo de investigación. (Reexamen)” en Paul Garvin y Yolanda Lastra
de Suárez, Antología de estudios de etnolingüística y sociolingüística,
México, UNAM, 1984).
64
Géneros discursivos: Monografías, informes de lectura, textos
científicos.
Estructura:
-Introducción.
-Planteo del interrogante (implícito o explícito).
-Desarrollo (respuesta al interrogante inicial). Incluye un
conjunto de estrategias explicativas: ejemplo, definición, analogía,
metáfora, paráfrasis.
-Conclusión.
Enunciador:
-Imagen de transparencia, sinceridad, autoridad.
-Ausencia de marcas de subjetividad: nominalizaciones,
oraciones impersonales, 3° persona gramatical, 1° persona del plural,
verbos en presente, pretérito perfecto compuesto y futuro imperfecto.
-Distancia afectiva entre el enunciador y el objeto de
explicación.
Polifonía:
-Uso de citas textuales y cita indirecta.
-Distancia nítida entre discurso citante y discurso citado.
-Indicación precisa de las fuentes.
Modos de organizar la información:
- La narración.
- La comparación y el contraste.
- El análisis.
- La descripción.
Actividad 1
65
de América Latina en materia educativa y universitaria. La ley 1420,
por ejemplo y por supuesto, la reforma universitaria de 1918, que
produjo cambios de vastos alcances regionales, reconocidos por la
UNESCO en 1998.
El problema crucial en toda sociedad democrática es el de la
igualdad de oportunidades para que los ciudadanos puedan
realizarse como individuos útiles más allá de sus fortunas personales
y familiares. En los países del llamado “Primer Mundo”, las
universidades, más allá de su condición estatal o privada, dependen
para su financiamiento primero de sustanciales subsidios y
secundariamente del arancelamiento. Con esos subsidios, el Estado
y las empresas impulsan a las universidades en su producción
científica y tecnológica para promover y afianzar la modernización,
las transformaciones socioculturales y la prosperidad material. Los
aranceles no son significativos en el conjunto de sus presupuestos
totales, valga como ejemplo el caso de la Universidad de Harvard
(EE.UU.) donde el ingreso por aranceles no excede el 4 por ciento
del presupuesto total. Por ello el recurrente tema del
arancelamiento en el debate universitario argentino desvía el foco
de atención de la cuestión sustancial: la del financiamiento que el
Estado y la sociedad están dispuestos a comprometer para garantizar
el normal funcionamiento y adecuado crecimiento de las
instituciones universitarias que deben comprometerse con
programas de reformas para mejorar su calidad y adecuar la
pertinencia de sus carreras a las demandas sociales. En tal sentido,
es obvio que los recursos destinados a las universidades estatales
deberán provenir, como ocurre hasta ahora, del presupuesto
nacional y la recaudación impositiva. Ese es el tema que debería
ocupar un lugar destacado en la agenda política y social del país.
En el futuro inmediato la sociedad deberá decidir cuánto de la carga
impositiva que grava sus patrimonios y consumos está dispuesta a
destinar a la educación en general y en la educación superior en
particular y para ello tendrá que tomar en consideración que Brasil,
nuestro principal socio del MERCOSUR, invierte anualmente solo
en una universidad –la de San Pablo– el equivalente al 90 por ciento
de todo el presupuesto universitario argentino que atiende a 41
instituciones universitarias repartidas por todo el territorio
nacional. Semejante desproporción evidencia el retraso
presupuestario de nuestra educación superior y la suicida actitud
de desentendernos del problema. Para que las universidades
cambien en la dirección que reclama el momento histórico se
66
necesita una sociedad civil que intervenga activamente en la
redefinición del papel del Estado y su relación con el mercado,
evitando que la lógica económica subordine y desvirtúe los fines
específicamente culturales y científicos que le dan contenido
académico a la educación superior. Este es el desafío del debate
necesario y urgente que incluye a todos los actores e instituciones
sociales con capacidad de intervención”.
67
-Teniendo en cuenta que este género discursivo debe ser una
reformulación de un texto fuente, que implique una exposición y
una explicación del mismo, señalar las dificultades que presenta este
trabajo. Para esto, considere:
Notas
1. Los géneros discursivos son variedades relativamente estables de enunciados que tienen en común
tanto características concernientes a aspectos temáticos, como aquellas vinculadas con lo estilístico y lo
estructural. Así, existen diversas clases, a saber, las recetas de cocina, las sentencias judiciales, el editorial
de un diario, una monografía, las entrevistas laborales, etc.
2. Las construcciones impersonales fueron caracterizadas por la tradición gramatical española como
oraciones sin sujeto (ni predicado). Las estructuras más frecuentes son aquellas que incluyen el verbo
haber y hacer en tercera persona del singular; las llamadas impersonales con se; y las que contienen
verbos referidos a fenómenos atmosféricos. Los verbos haber y hacer en tercera persona del singular,
pueden ser utilizados en construcciones impersonales:
Habrá elecciones.
n od
Las impersonales con se son construcciones en las que está ausente el sujeto nocional e incluyen
el elemento se antepuesto al verbo principal:
Estas estructuras deben distinguirse de la pasiva con se, puesto que esta última también contiene
el elemento se en posición pre-verbal:
Se venden lechones.
v Suj.
Como se ilustra en los ejemplos, en las oraciones pasivas existe una concordancia en número y
persona entre el verbo y el núcleo del sujeto, mientras que en las impersonales el giro concertado está
ausente.
Los verbos que indican fenómenos de la naturaleza, por su significado, no se refieren a ningún
sujeto. Por este motivo, son considerados por las gramáticas tradicionales como impersonales:
Nieva en la montaña.
n cl
3. Se denomina nominalización al proceso de conversión sintáctica que consiste en la transformación de
una palabra en un sintagma nominal, es decir, en una construcción cuyo núcleo es un sustantivo que
puede o no tener modificadores (artículos, adjetivos y sintagmas preposicionales). Por ejemplo, una oración
como El estado reprimió puede parafrasearse por medio de la nominalización (en este caso, del verbo).
Da como resultado: La represión del estado.
Cómo enfrentar la escritura de un texto
argumentativo
Por María Cristina Rodríguez Bonilla
-que este lector se convierta en escritor consciente del uso que hace
del lenguaje y sepa que el abordaje de la escritura académica debe
verse siempre como un proceso que tiene por lo menos cuatro
instancias:
70
¿Cómo enfrentar el trabajo?
Debemos saber que estudiar una lista de recursos con sus ejemplos y
una lista de conectores no nos convertirá en mejores argumentadores.
Cuando un hablante usa más eficazmente la lengua que otro, no lo hace
solamente por poseer un repertorio de procedimientos y conocer qué
efecto produce en su discurso el uso de tal o cual conector sino por
haber puesto en acto esos procedimientos y esas estrategias en una gran
cantidad de situaciones discursivas similares. La argumentación es una
actividad lingüística que se manifiesta en el habla. “Es un resultado
concreto de la enunciación en situación. Todo enunciado trata de actuar
sobre su destinatario, sobre el otro.” (Plantin, 1999).
Es posible aprender a argumentar, aun cuando el estudiante no
tenga una “habilidad” natural para ello, aun cuando no haya escrito
argumentaciones durante su escolaridad secundaria. Para alcanzar la
meta que nos proponemos en este capítulo, deberá participar de las
actividades y practicar permanentemente. Cuanto más seriamente realice
las actividades que siguen, más rápidamente salvará las distancias entre
lo que ya sabe y un modo de pensar y hablar diferentes.
71
frente a un tema determinado. Sólo podemos argumentar si hay
desacuerdo sobre una posición, es decir, confrontación entre un
discurso y un contradiscurso.
Actividad 1
Actividad de “precalentamiento”
Temas:
-La eutanasia.
-Las drogas sintéticas.
-Los vendedores ambulantes.
-Las grandes ciudades.
-La legalización de la droga.
-El aborto libre.
-La soberanía nacional y la no intervención.
-La ONU y la solidaridad internacional.
-Los conflictos generacionales.
-La educación, ¿para qué?
72
Un buen argumentador debe tener en cuenta, al construir su discurso,
esas otras posturas, porque elaborará su tesis sobre la refutación de otras
anteriores o teniendo presentes esas posibles voces futuras, de manera
tal que en su argumentación dejará que esas voces entren en su texto a la
manera de contraargumentos.
73
estamos uniendo a nuestra voz esas otras voces incorporadas que
hacemos nuestras con nueva vida en nuestros discursos.
“He venido a verlos, y espero que sea a tiempo, porque hoy necesito una
pequeña ayuda de mis amigos” (de una estudiante que espera que sus
compañeros / compañeras puedan explicarle, antes de un parcial, algo que
no entendió).
“¿Quién dijo que veinte años no es nada?” (cuando se habla del paso del
tiempo y de los cambios que produce en el paisaje cotidiano y en las personas
y, más aun, cuando se habla del tiempo de una espera).
“La historia se repite una vez más. No hay nada nuevo bajo el sol” (ante un
hecho previsible pero no esperado, generalmente negativo; expresa, en
cierto modo, decepción).
Como aparece en los ejemplos que acabamos de ver, esas otras voces
se mezclan con la del enunciador, de manera directa –como cita
textual o como paráfrasis–; también pueden hacerlo de manera
indirecta –como referencias o alusiones–, a través de diversos usos
del discurso referido. Las distintas formas de citación serán
estudiadas en otro capítulo.
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CITA DE AUTORIDAD:
“¿Cómo lograr un pueblo pensante, que haya accedido a ser y no sólo a parecer?
El único camino es el de la cultura, que, como dijo Eliot, ‘puede ser descripta
simplemente como aquello que hace que la vida merezca la pena de ser vivida’.
O, como la define Kierkegaard en Temor y temblor, ‘siempre la consideré
como el camino que ha de recorrer un individuo para llegar al conocimiento
de sí mismo’”.
CITA A REFUTAR:
“Nos aproximamos al final del siglo XX. ¿En qué situación estamos? Francis
Fukuyama escribió recientemente un libro de mucho éxito, The End of History
and the Last Man. Stephen Hawking, en su A Brief History of Time, concluye
que vamos acercándonos al momento en que leeremos la mente de Dios, en
que habremos descifrado el enigma de la naturaleza. Abundan los libros y
artículos sobre teorías de toda índole. Tal vez los biólogos discreparían con
apreciaciones como las de Fukuyama o Hawking, y dirían que apenas si
empezamos a comprender el sistema neural.
Sin embargo, tengo en mente algo diferente.”
CONCESIÓN:
75
último día antes de que nuestra fantasía en vuelo hacia más amor, más
fraternidad, más espíritu y más alegría fuera desviada hacia más odio, más
discriminación, más materia y más dolor.
Lo sé: aparentemente poco o nada ha cambiado en nuestra vida. El
despertador suena a la misma hora, hacemos el mismo trabajo, en el
compartimento del tren suenan siempre los móviles y los periódicos siguen
saliendo todos los días con sus dosis de medias mentiras y medias verdades.
Pero es una ilusión, la ilusión de aquel momento de silencio que va entre el
hecho de ver una gran explosión a lo lejos y oír su detonación.”
LA IRONÍA:
“Sr. Presidente, por favor ataque los Montes Apalaches. Usted ha prometido
a los iraquíes una participación en la riqueza de su petróleo. Ese tipo de
participación también podría ser útil aquí. Tenemos carbón y madera que
también están siendo extraídos, y sin embargo muy poco de los beneficios
quedan en nuestra área. Si los iraquíes van a compartir los beneficios de sus
recursos naturales, nos gustaría compartir los beneficios de los nuestros.
Usted le prometió un seguro de salud a todos los iraquíes. Nos vendría bien
que lo mismo sucediera aquí. Demasiados de nosotros no tenemos seguro de
salud y tampoco acceso a adecuados servicios de salud. Usted también
prometió reconstruir las escuelas en Irak. También nosotros tenemos escuelas
que necesitan ser reconstruidas y que requieren más inversiones.
Sin duda usted podrá encontrar una justificación para atacarnos. Tenemos
armas de destrucción masiva. Basta con que vaya a inspeccionar la ex planta
de uranio enriquecido cerca de Piketon, Ohio. Encontrará todo tipo de
desechos radiactivos sobre y en torno del lugar. Examine nuestras aguas.
Examine nuestro suelo. Examine nuestro aire. Encontrará abundancia de
agentes químicos y biológicos que podrían ser usados como armas.
Literalmente vivimos entre ellos.”
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(Tomás Eloy Martínez, “Fábula de la cigarra y las hormigas” en
Argentina: un país desperdiciado, Buenos Aires, El Ateneo, 2003).
En resumen:
-Polifónicos: incluyen más de una voz, aunque sólo sea la voz del
argumentador y la voz de una audiencia presupuesta que sostiene una
idea distinta de la del argumentador.
77
de crítica de arte, un texto de divulgación científica, un texto de
negociación empresarial, etc.
78
al enunciatario aun cuando este no represente a una persona sino a la
doxa, a un saber general.
Actividad 2
Detenernos a mitad de camino. Actividad “para tomar aire”
79
replanteada para adecuar la Universidad al mundo globalizado, que
cambia de manera constante al ritmo de los continuos avances
tecnológicos.
La discusión que todavía nos debemos los argentinos implica tratar
la educación superior como un todo, y dejar atrás una visión
disgregada de ella. Vale decir que debemos asumir como totalmente
anacrónica y contraproducente la separación entre educación
superior universitaria y no universitaria. Para eso, debemos definir
esquemas curriculares que no se orienten a la tradicional
consideración de la Universidad como el último paso en el proceso
de aprendizaje de un individuo, sino como una etapa más en un
plan de educación permanente que no debería tener un punto final,
ya que a partir de las nuevas realidades tecnológicas reclama del
profesional una constante actualización académica.
También es necesario rediscutir los planes de estudios de cada
carrera y replantear cuáles son las especializaciones que mejor se
adaptan a la realidad productiva, tecnológica y social del mundo
de hoy y cuáles las que ya no son pertinentes.
Como toda discusión transformadora, la que se deberá dar sobre el
futuro de la formación universitaria implica un desafío trascendente
y con aristas incómodas para la comunidad educativa. Habrá que
debatir también cuál es la capacidad real de recepción de alumnos
que debe tener cada carrera en función de su posible salida laboral.
De hecho, hay especializaciones que pueden cubrir estos requisitos
de adecuación al mercado laboral, pero para una determinada
cantidad de aspirantes que se corresponda en cada lugar del país
con las posibilidades reales de inserción productiva. No se debe
olvidar que la historia de las décadas recientes muestra cómo
carreras nuevas que se correspondían y cumplían con los requisitos
de pertinencia académica terminaron siendo, inintencionadamente,
un engaño para los estudiantes, ya que por la superpoblación de
esas carreras al final de sus estudios los egresados sufrieron una
casi absoluta falta de salida laboral.
Por otro lado, la separación elitista entre los institutos terciarios y
las sedes universitarias contribuye a que permanezca la Universidad
como un ámbito generador de supuesto prestigio social cuando, en
realidad, muchas especializaciones que se cursan hoy en los
institutos quizá son más útiles, al país en general y a diferentes
regiones en particular, que muchas de las que se cursan en los
claustros universitarios.
80
Es necesario también rediscutir la validez de los títulos. En este
sentido, cabe preguntarse si en la actual realidad de vertiginoso
desarrollo de innovaciones tecnológicas casi diarias sigue siendo
correcto poseedor de un título quien luego de obtenerlo pasa varios
años sin actualizarse. ¿Cuál debe ser entonces el criterio de validación
constante de los títulos para que la persona que busca asesoramiento
profesional en cualquier área pueda estar segura de que quien se lo
está impartiendo cumplió con un deseable nivel de actualización a
través de los años?
No hemos hablado aún del ahogo presupuestario que sufre toda la
educación superior en la Argentina. Sin embargo, habría muchas otras
cuestiones que deberíamos abordar antes de llegar a este tema. Pero
retomando ahora el origen de esta nota, me pregunto: ¿no deberíamos
discutir todas estas cosas antes de pensar qué nuevas universidades y
de qué tipo deberíamos tener y crear? Mientras el país todo (porque
la educación universitaria es algo demasiado importante para dejarla
exclusivamente en las manos de los universitarios) no discuta una
agenda verdaderamente transformadora de la enseñanza, seguiremos
improvisando y la Argentina seguirá perdiendo lo que otrora fue su
principal ventaja comparativa: la educación de nuestra gente.”
Géneros retóricos
81
implementan y sitúan en un marco de interacción procesos de
aprehensión de la realidad a través de la necesidad de su expresión.
82
materiales. En el proceso de escritura deben formularse coherentemente
los argumentos y las conclusiones presentadas con firmeza.
El texto argumentativo, igual que los demás textos, está compuesto por
una serie de secuencias de proposiciones, generalmente heterogéneas;
por ello, es frecuente que aparezcan junto a proposiciones o secuencias
argumentativas otras que no lo son, tales como expositivas, narrativas o
descriptivas. El predominio de una secuencia de proposiciones
argumentativas, junto con la intencionalidad del hablante (persuadir,
convencer), es lo que otorga la configuración del tipo de texto
argumentativo.
83
El propósito de la secuencia argumentativa consiste en
demostrar o refutar una tesis, para lo cual se parte de premisas con la
intención de llegar a una conclusión (tesis nueva o refutación de la
tesis de partida); en consecuencia, el esquema básico de la
argumentación consiste en poner en relación (relación estructural)
una serie de datos (argumentos) con una conclusión a la que se ha de
llegar. La relación puede ser garante y apoyo, o refutación y excepción.
Texto argumentativo
Argumento
84
del lenguaje como en los familiares, coloquiales o espontáneos, no
siempre aparece canónicamente desarrollada según el esquema
prototípico. Por lo tanto, el orden de sus componentes puede aparecer
alterado, o puede aparecer suprimido uno de ellos; esto sucede
particularmente en los usos orales no formales y, en especial, en la
publicidad. En la configuración definitiva del esquema influyen razones
de tipo pragmático, entre las que se encuentran el mundo conocido que
comparten los intervinientes en la interacción, la intencionalidad y los
implícitos.
En cuanto al concepto de fuerza, Perelman y Olbrechts-Tyteca
destacan que el principio fundamental es la adaptación a las tesis que
acepta el auditorio, teniendo en cuenta la intensidad de esta adhesión,
de modo que nos podemos encontrar con argumentos fuertes y
argumentos débiles. Los indicadores de fuerza son exponentes
lingüísticos que sirven para conectar los enunciados y para indicar su
papel dentro de un discurso, de modo que unos marcan la tesis, otros los
datos o los argumentos, otros la regla general y otros la reserva, la fuente
o categorías mayores como la argumentación misma.
apoya, implica…
causa, explica, prueba, demuestra… E2
Tipos de argumentos
85
-Argumentos basados en la causa. En la argumentación por la causa,
se planea en qué medida el hecho (la premisa) justifica la conclusión.
La argumentación causal aporta una respuesta a una pregunta, explica
un determinado fenómeno relacionándolo con una causa.
Lingüísticamente se formula de la siguiente manera:
X y X’ son homólogos,
son del mismo género,
son semejantes,
son iguales.
86
Ejemplo: En una discusión en la que están en juego las emociones, uno dice:
“Usted no es quién para decirme eso”.
“No quiero que salgas esta noche. Hay mucha inseguridad y estoy preocupada
por vos porque soy tu madre”.
Ejemplo: en un conocido caso criminal del verano del 2003 en Buenos Aires,
los familiares de la víctima no reconocieron una bala y “como pensaron que
era un pituto de biblioteca” la tiraron al inodoro y apretaron el botón.
87
proposiciones o secuencias argumentativas, otras que son descriptivas,
expositivas o narrativas.
Los textos argumentativos tienen por finalidad demostrar o
refutar una tesis, idea o punto de vista, para lo cual se parte de premisas
con la intención de llegar a una conclusión.
El punto de partida
-Una vez reunidas las ideas, debemos organizarlas. Para ello, son
necesarias tres operaciones:
* la subdivisión en grupos de ideas, utilizando características que
resulten interesantes;
* la selección de los elementos que mejor representan a cada grupo;
* la decisión sobre el orden de exposición.
88
-Se debe recordar que, desde un punto de vista lingüístico, la
argumentación se centra especialmente en las relaciones de causa /
consecuencia, oposición / contraste, introductor de premisas, indicador
de argumento y marcador de conclusión.
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-Recursos de la argumentación. (Ver el capítulo La explicación). Como
se ha podido ver a lo largo del capítulo, la argumentación usa con más
frecuencia los mismos recursos que la explicación.
Actividad 3
Leer el siguiente texto, aparecido en el diario Clarín el 7 de abril de
2003.
90
calles, etc.– o quedarse al cuidado de la casa y los hermanos mientras
sus padres salen a trabajar.
Además, el rezago y la repitencia son factores que, en muchos
casos, conducen al abandono de los estudios, ya que para las familias
de bajos recursos el costo del fracaso escolar repetido es casi imposible
de sobrellevar. Y, lamentablemente, las cifras indican que las personas
con menores ingresos son quienes obtienen generalmente menos
logros educacionales.
A modo de ejemplo, el 30% de los niños de las familias más
pobres tienen rezago en el nivel primario y el 50%, en el nivel
secundario. El 23% repitió algún grado durante la primaria y el 38%,
en el nivel secundario.
Círculo vicioso
“Este contexto encierra una problemática crucial: la situación de
pobreza causa la deserción escolar, y la deserción escolar es, a su vez,
causante de más pobreza y exclusión social. Familias pobres carentes
de oportunidades educativas para sus hijos garantizan la reproducción
intergeneracional de la pobreza porque la exclusión del sistema
educativo significa la reducción de sus posibilidades futuras en cuanto
a la inserción en el mercado laboral, la generación de ingresos, el
acceso a servicios de salud, etcétera.
Por este motivo, la educación es clave para superar los
problemas de la pobreza y la desigualdad social: la equidad en la
distribución del capital humano es imprescindible para lograr una
mayor equidad en la distribución de los ingresos.
Es necesario, entonces, promover iniciativas que busquen
igualar las oportunidades educativas de los niños y jóvenes de bajos
recursos, por medio de acciones destinadas a evitar la deserción escolar
y mejorar la calidad de la educación que reciben.
La experiencia de la Fundación Cimientos después de 5 años
de implementar un programa de becas dirigido a chicos con un alto
compromiso hacia el estudio, pero cuya situación socioeconómica
los pone en riesgo de deserción escolar, muestra que se pueden lograr
mejoras significativas en ambos aspectos.
El programa, que este año incluye a 1.000 beneficiarios de
diversas localidades de la Capital Federal, Buenos Aires y varias
provincias, consiste en la transferencia de ingresos a las familias
mediante la modalidad de una beca de estudio mensual, y en acciones
de acompañamiento y apoyo que favorecen el aprovechamiento de
las actividades escolares.
91
Los resultados de esta experiencia demuestran que los chicos
que participan del programa tienen un índice de deserción inferior
al 5% y, además, mejoran su rendimiento y conducta, combatiendo
así también los problemas de rezago y repitencia, posibles causantes
de futuras deserciones.
Para lograr una sociedad más equitativa es necesario
garantizar el derecho a la educación de todos los chicos. El desafío
es grande. Lograr la permanencia de los niños y adolescentes de
bajos recursos en el sistema educativo y asegurarles una educación
de calidad requiere del esfuerzo conjunto del Gobierno, haciendo
una utilización más eficiente de sus recursos escasos; de las
empresas, construyendo relaciones sociales intensas; de las
organizaciones del tercer sector, adoptando modelos eficaces de
gestión; y de los ciudadanos, continuando y consolidando sus
esfuerzos solidarios.”
Analizar el texto:
92
Los géneros académicos
Por Lucía Natale
Aspectos a evaluar:
-La respuesta debe atenerse a lo solicitado, desarrollarse en forma
completa y debe poder ser comprendida de manera independiente de
la consigna.
-La información seleccionada debe ser pertinente y debe estar
correctamente organizada.
-Se debe observar un manejo de los recursos de escritura necesarios
para el desarrollo de la respuesta.
93
todo cuanto han aprendido y, además, que manejen el tema de modo
tal que puedan explicarlo con claridad.
Por otra parte, sucede que los alumnos agregan en sus
exámenes información no pertinente, es decir, que no se vincula
estrechamente con lo pedido o que es irrelevante. Esto ocurre debido
a la creencia generalizada de que la nota es proporcional a la cantidad
de datos que se incluyen y que puede ser mayor si se escriben muchas
líneas. Por el contrario, para los docentes esto revela una falta de
habilidad para seleccionar la información, lo cual deriva muchas veces
en una calificación menor a la esperada.
94
Los verbos performativos son aquellos que realizan la acción que
significan, como por ejemplo: jurar, prometer, bautizar, felicitar.
95
tomen conciencia de la estructura fónica de la palabra y puedan aislar
los sonidos que la componen para luego convertir esos sonidos en
símbolos escritos. Por el contrario, en la lengua oral la forma fónica
de la palabra se pronuncia “automáticamente”, sin necesidad alguna
de separar los sonidos que la forman. Para hablar, no es necesario
tomar conciencia de los elementos que componen la forma sonora
del habla.
Por otro lado, también la sintaxis y la estructuración
semántica del enunciado requieren de una actividad más voluntaria
en el momento de escribir. Estos niveles deben desplegarse por
completo en la escritura, ya que se trata de un tipo de comunicación
diferida y se deben tomar los recaudos necesarios para que el
destinatario del mensaje pueda comprenderlo. Cuando se está
hablando, en cambio, las frases pueden aparecer inacabadas en su
aspecto sintáctico, ya que se complementan con los gestos y con la
entonación. Lo mismo ocurre con la estructura semántica. En la
conversación, por ejemplo, la organización de la información es
menos rigurosa. Se encuentran digresiones y cambios de tema, por
ejemplo. Esto es posible porque la presencia del interlocutor permite
que se realicen las aclaraciones necesarias cuando se registran huecos
o lagunas en la información que se está intercambiando.
96
autor de la frase que se desea justificar, la fuente en que la expresa, la
aseveración y los argumentos que la sostienen, debidamente presentados
mediante organizadores discursivos, es decir, palabras o frases destinadas
a organizar el desarrollo del escrito, como para empezar, en primer lugar,
por otro lado, en síntesis, para finalizar, etc.
Actividad 1
-Rastreen en los textos leídos como bibliografía para la materia los temas
a los que se les ha dado una mayor importancia en el desarrollo de las
clases. A partir de esa lectura, escriban preguntas o consignas que pueden
llegar a ser formuladas por el profesor en el momento del parcial y
respóndanlas.
Ejemplos:
* Defina y caracterice la noción de signo lingüístico.
* Según P. Bourdieu, existe la necesidad de sustituir la noción de
Competencia lingüística por la de Capital lingüístico. Fundamente la
idea.
97
a la juventud con las drogas, prostitución, armas, etc. Es el Estado quien
debería ocuparse de esta situación.
Según Margulis y Urresti, la juventud utiliza la moda para destacarse
de la sociedad también como modo de expresión. Dicen que les llama la
atención lo nuevo o moderno, cuando algo se impone deja de ser llamativo.
Hoy algo es moda pero mañana no lo sabemos. Cada joven puede encontrar
varios mercados donde puede identificarse, aunque hay lugares de
exclusividad, de distinción y precio.
Margulis da como características de juventud, que poseen códigos que
excluyen a los demás. Una persona que no pertenece a este grupo, por más
que quiera no es aceptado y no podrá adaptarse del todo a los códigos que
ellos poseen.
* Mario Margulis en el texto “La juventud es más que una palabra” señala
que la juventud no sólo es un signo, esta presenta diferentes modalidades
como la edad, la generación, la clase social, etc.
El autor señala que el ser joven es un abanico de modalidades
culturales; la juventud es una condición que se articula social y en función
de la edad como crédito energético y moratoria vital (es un plus de energía)
o distancia frente a la muerte.
98
La exposición de un texto leído
Una de las tareas más frecuentes que los alumnos universitarios deben
llevar a cabo es la exposición de un texto leído, lo que puede realizarse
oralmente o por escrito. Pero cabe advertir que en las situaciones de
comunicación oral también es necesario recurrir a la escritura, con el
objetivo de organizar la información que se va a transmitir de la manera
más precisa y completa.
La exposición de una fuente bibliográfica requiere, de parte del
alumno, el desarrollo de dos habilidades que se traducen en el texto
resultante de manera conjunta: el resumen y la reformulación o
paráfrasis.
99
al lector la comprensión de las distintas ideas desarrolladas en el texto
fuente y su interrelación.
A modo de ejemplo, se incluye a continuación la exposición
de un texto.
100
expresar sus malestares puede verse tentado a manifestar sus
sentimientos por medio de la violencia.
El informe de lectura
Organización textual
101
informe, el nombre de la materia, del profesor y del alumno. También
debe consignarse el año y el cuatrimestre del curso.
La introducción
Actividad 2
A continuación, se presenta la introducción de un informe escrito
por un alumno, titulado “La lectura: ¿un poder, una libertad o un
derecho?”. Léanla en forma completa y anoten en el margen a qué
función corresponde cada uno de los segmentos destacados en
negrita.
El desarrollo
102
Luego, las ideas de cada autor se exponen en distintos párrafos.
Para ello, se debe utilizar el discurso referido (directo o indirecto) y
dejar bien en claro a qué autor corresponde cada opinión. Debe tenerse
en cuenta que el informe tiene que ser comprensible aun para una
persona que no conozca los textos-fuente, por lo cual es necesario
explicarlos con claridad a través de reformulaciones, explicaciones
causales u otros recursos.
Actividad 3
Seguidamente, se transcribe el desarrollo de uno de los ejes del informe
escrito por una alumna, sobre “La lectura como un medio para la
transformación”. Léanlo atentamente y observen:
-la función del primer párrafo,
-la relación entre el subtítulo y el contenido del apartado,
-la claridad en la explicación de las ideas de los autores,
-la delegación de la autoridad y uso del discurso referido,
-la selección e inserción de las citas,
-el uso de conectores y ordenadores del discurso
-la separación en párrafos.
103
para imponer una autoridad. Sostiene que “el lenguaje escrito permite
dominar a distancia, mediante la imposición de modelos ampliamente
difundidos, ya sea que se trate de la figura edificante de un santo o
de la del niño descubriendo el amor por la patria” (3). En su texto,
muestra mediante distintos ejemplos de cómo se ha impuesto “una
identidad colectiva” a través de la difusión masiva de determinados
textos puestos al servicio de una ideología dominante.
Desde otro punto de vista, Beatriz Sarlo se inclina por pensar
la lectura como un bien indispensable en el futuro de un país como
la Argentina. Cree que hay que desarrollar desde el Estado una
política de fomento de la lectura para que desde la escuela se pueda
reconstruir un público lector que años atrás tenía nuestro país. Dice
que “los países que desarrollan con probabilidades de éxito esas
políticas (que son legislativas y de inversión económica) garantizan,
en primer lugar, las bases culturales de la existencia de un público”.
Es decir que para poder recuperar el mercado del libro, primero es
necesario instalar el ejercicio de la lectura desde la educación.
La conclusión
Conclusión
104
a la transformación individual, el semiólogo italiano señala que gracias
a la lectura podemos vivir experiencias ajenas a través de las de los
personajes literarios, lo que nos ayuda a reflexionar acerca de nuestra
propia vida. En lo que se refiere a lo social, observa que los libros
permiten la difusión del conocimiento y la recuperación del pasado,
para no repetir errores.
En síntesis, a partir de lo dicho hasta aquí, podemos concluir que la
lectura cumple un importante rol en la transformación del sujeto y de
las sociedades. Pero, para que esto ocurra, es necesario que ejerzamos
de modo activo la ciudadanía –lo que también nos fue enseñado a través
de los libros– y reclamemos que el Estado realice campañas de lectura,
provea de libros a las escuelas y recupere las bibliotecas populares. De
este modo, se dará un primer paso hacia el desarrollo social, económico,
político y cultural.
La bibliografía
Actividad 3
A continuación, se propone un ejercicio de revisión de un informe sobre
el tema de la lectura a partir de una guía. En primer lugar, lean el texto
en forma completa. Luego, reléanlo y marquen en el margen los errores
cometidos por el autor. Para esto, tengan en cuenta las preguntas que se
formulan en la guía que sigue.
La introducción
¿Plantea claramente el tema, el objetivo y las fuentes?
¿Tienen relación el título y el tema?
¿Se puede cumplir el objetivo con las fuentes mencionadas y mediante
este tipo de género?
Desarrollo
¿Se exponen adecuadamente los textos?
¿Se selecciona información pertinente en función de los objetivos?
¿Se usa correctamente el discurso referido?
¿Se organiza la información en distintos apartados?
¿Se utilizan subtítulos?¿Son adecuados?
¿Se vinculan las fuentes?
Conclusión
105
¿Se sintetizan las distintas posturas?
¿Se vinculan entre sí?
¿Se cumple el objetivo presentado en la introducción?
¿Aparece la conclusión a la que se ha arribado en forma explícita?
Bibliografía
¿Responden las referencias bibliográficas a la convención?
¿Están ordenadas alfabéticamente?
Introducción:
106
prefiere ser la “jefa” entre sus amigos, prepara trabajos y obliga a
aprenderlos de memoria estableciéndose como la autoridad del grupo.
Conclusión:
107
Las notas de opinión en medios universitarios
Actividad 4
La revista se define a sí misma con una metáfora: “vidriera de la vida
institucional”. Expliquen cuál es el efecto de sentido buscado con ella.
Actividad 5
-Lean a continuación el texto “Universidades públicas: ¿la promesa
del pasado?”, de Sandra Carli y releven los elementos del paratexto
(títulos, subtítulos, volanta, copete, frase destacada, ilustraciones,
etcétera).
108
Los desafíos de la Universidad pública
109
profesores universitarios participaran tanto en lugares de conducción
política como en la elaboración de legislaciones sociales, científicas y
educativas, son apenas algunos ejemplos del mapa social y cultural de
la Argentina de entonces, aun admitiendo los problemas endémicos
de la economía nacional y la propia inestabilidad política del país.
La dictadura barrió con aquella promesa, pero barrió también
con ella la transformación económica que ha convertido a aquel
“lejano” país caracterizado por la fuerte presencia de los sectores
medios, la temprana alfabetización y una importante incorporación al
espacio universitario en un punto más de una red financiera. Inmersa
en este marco, ese “plus” cultural de la Argentina devino en resto, en
esa lógica aplanadora de las políticas neoliberales que instaló la idea
de educación básica como paradigma cultural, construyendo
equivalencias entre países como el nuestro y países africanos y
pretendiendo eliminar con ello las marcas de una historia educativa y
cultural particular. Estos procesos no tienen poco impacto sobre la
Universidad pública. Su pasado, mitificado sin duda, ha devenido en
tradiciones intelectuales y culturas políticas que conviven
conflictivamente en un escenario en el que la pérdida de sentido no
es un dato menor. Sin sentido ni revuelta, la cuestión se agudiza y
genera posiciones que oscilan entre las miradas nostálgicas, distintas
formas de vaciamiento y desvinculación institucional y la
invisibilidad de aquellos fenómenos sociales y culturales que se
expresan dentro y fuera del espacio universitario.
La salida meritocrática, que instala renovadas formas de
“ilustración”, se potencia en contextos como el actual en el que la
selección del “más apto”, “más hábil”, “mejor conectado” y “más
rápido”, sea alumno o profesor, otorga ventajas comparativas para
moverse en un mercado laboral salvaje y excluyente. Pero si la
argumentación eugenésica en las primeras décadas del siglo XX, afín
tanto al socialismo como al nacionalismo, era un pensamiento ligado a
la búsqueda de una sociedad de masas que se aspiraba fuera productiva
y viviera en mejores condiciones, hoy asume rasgos filicidas.
Frente a este diagnóstico, cierta escisión parece producirse en
la escena educativa de un aula universitaria en la que un profesor trae
el relato de un pasado reciente –de un autor y su experiencia
histórica, la referencia a su obra escrita, el recuerdo de los muertos
contemporáneos a él, imaginando cierta continuidad histórica entre
ese autor representativo de otro ciclo histórico y el presente-, y un
grupo de alumnos se debate entre otorgarle algún sentido a lo que
escucha, que estima como algo un tanto ajeno y lejano en el tiempo, y
los conflictos de un presente histórico en el que la desocupación o
subocupación será parte de su horizonte futuro, destruyendo toda
ilusión sobre el valor de sus estudios.
Frente a esta escena, como metáfora del pasado pero también
de los tiempos por venir, que tensiona los vínculos entre las
generaciones, se resignifica la necesidad de instalar en el corazón de la
discusión académica la fractura social, de la cual nadie está “exento”,
que desteje imperceptiblemente una cultura universitaria sedimentada.
Quizás esto no pueda lograrse desde una voluntad política que, atada a
los ideales, míticamente iba a transformar en su conjunto los problemas,
sino desde una reflexión más local y puntual sobre los avatares del
presente y del futuro próximos. No seguramente -o no solamente-, desde
la coyuntura compleja en la que los representantes universitarios dirimen
el día a día de instituciones públicas de un país quebrado, pero sí, desde
un debate ético- político que opere como forma de reconocimiento de
los sujetos involucrados y que reinstale las preguntas básicas sobre el
sentido de la educación pública en los tiempos que corren.
110
Pero estos artículos se distinguen de los publicados en los diarios
porque abordan temas que se vinculan estrechamente con la actividad
que se desarrolla en la universidad o con lo que allí se investiga, también
porque a veces presentan una extensión apenas mayor y una elaboración
más cuidada.
Dado que las revistas son de aparición más espaciada que los
diarios, el tratamiento de los temas también resulta frecuentemente más
abarcativo y general, aunque no por ello los aspectos elegidos dejan de
tener cierta vigencia.
Actividad 6
Relean el texto de S. Carli y determinen:
-el tema,
-la tesis del autor,
-los argumentos que la sostienen.
Actividad 7
111
En este género, como en otras clases de textos que presentan una
secuencia argumentativa, el enunciador tiene como objetivo
persuadir a sus destinatarios con respecto a una determinada
cuestión. El auditorio al que se dirige suele tener una opinión
contraria, pero también puede ocurrir que adhiera a su posición y,
entonces, la argumentación tiene como propósito reforzar una idea
que puede estar dejada de lado.
112
La polifonía en los textos académicos
Por Ruth Alazraki
113
de reflexión sobre lo que comúnmente se incluye bajo el rubro de
literatura para entrever que no va por ahí la cosa. Entre las obras
reconocidas en la tradición de diversas literaturas nacionales se hallan
casos célebres de literatura no ficcional; y, por otra parte, es obvio
que la ficción no se reduce a su realización literaria”. 1
114
vinculados con la situación comunicativa del enunciador que cita.
Además, la correlación de los tiempos verbales del discurso referido
dependerá del tiempo del verbo introductor del discurso.
115
frecuentes en los textos académicos: las citas bibliográficas (discurso
directo) y las paráfrasis (por medio de diversas formas del estilo
indirecto y de reformulaciones).
La cita bibliográfica
“La cita supone que se comparte la idea del autor citado, a menos que el
fragmento vaya precedido o seguido de expresiones críticas.”
“Cuando una cita no supera las dos o tres líneas, la misma se puede insertar
dentro del párrafo entre comillas dobles; cuando, por el contrario, la cita es
más larga, es mejor ubicarla con un margen mayor, a un espacio interlineal
y con una separación del texto original. En este último caso no son necesarias
las comillas, ya que debe quedar claro que todos los fragmentos con mayor
116
margen son citas (es decir que no se puede usar el mismo sistema más que para
las citas).”
“Las citas deben ser fieles, por lo que es necesario marcar toda omisión así
como toda inserción. Las omisiones se suelen señalar con puntos suspensivos
encerrados en paréntesis o en corchetes: (...) [...]. Las interpolaciones
generalmente se indican colocando el texto agregado entre corchetes: [texto
agregado]. Por otra parte, si el autor citado incurre en un error grosero de
estilo o información, se debe respetar su error pero señalárselo al lector, al
menos con unos corchetes de este tipo: [sic].
“Además, se agrega que, en caso de destacar una palabra o frase de una cita
mediante el uso de bastardilla o negrita, se debe indicar que el destacado no
corresponde al original (en una nota al pie o en una interpolación, como se
puede observar en el ejemplo anterior).”
117
-El sistema autor-fecha
Libros
118
Ejemplo: Ducrot, Oswald y Tzvetan, Todorov, Diccionario
enciclopédico de las ciencias del lenguaje, México, Siglo XXI, 1997.
Artículos en libros
-AAVV,
-Título-subtítulo de la recopilación,
-Colección y número del volumen en esa colección,
-Compilado por (nombre y apellido del compilador: en el caso de no
haber compilador o editor a cargo, no se ubica este dato),
-Lugar de edición,
-Editorial,
119
-Año de edición.
Algunas observaciones
No siempre se utilizan comas para separar los datos que conforman la
referencia bibliográfica. Algunos autores prefieren usar dos puntos o
punto y coma luego del nombre del autor. Cualquiera sea el criterio
elegido, debe conservarse a lo largo de todo el escrito.
Cuando se vuelve a citar el mismo texto según el sistema cita-nota,
no es necesario repetir todos los datos en la nota al pie o final. Será
suficiente escribir el apellido y nombre del autor, op. cit., poner coma,
y el número de páginas citadas.
En el caso de citar la misma página del mismo texto citado en la nota
inmediatamente anterior, se coloca Ibíd. luego del apellido y nombre
del autor.
El documento electrónico
Las notas
120
aunque se detallen todas las referencias bibliográficas mediante notas,
todo trabajo universitario debe llevar además la sección “Bibliografía”.
Algunas de las fórmulas más usuales para las observaciones en las notas
son:
Cfr.
Veá(n)se (también / En el mismo sentido/ En este sentido)
Sobre / acerca de / para [...] veánse
Puede(n) considerarse
Como lo señala / destaca / indica
Por su parte, Giménez... / Para González / De modo similar, Fernández
De opinión contraria, Rodríguez / Por el contrario, Rodríguez y López
La sección “Bibliografía”
121
En el primer caso, sigue el mismo orden descrito para las citas
bibliográficas de ese sistema. En cambio, en el sistema autor-fecha se
construye mencionando el apellido del autor y la fecha de publicación
de la primera edición del libro o artículo entre paréntesis.
Bibliografía
Bibliografía
Austin, J.L. (1982), Cómo hacer cosas con palabras, Barcelona, Paidós.
Bajtín, M. (1982), Estética de la creación verbal, México, S.XXI.
Benveniste, Emile (([1966] 1976), Problemas de lingüística general 2,
México, S. XXI.
Eco, U. ([1968] 1975), La estructura ausente. Introducción a la
semiótica, Barcelona, Lumen.
([1973] 1976), “La vida social como un sistema de signos” en
Introducción al estructuralismo, Madrid, Alianza.
Greimas, A.. J. y Courtes J. (1979), Sémiotique. Dictionnaire raisonné
de la théorie du langage, París, Hachette-Université.
Las paráfrasis
Realizar una paráfrasis implica expresar con otras palabras ideas que
pertenecen a otro texto, conservando o reproduciendo el sentido
del texto original. Al ser reformulado, el texto fuente suele ser
sintetizado. Para ilustrar este concepto, reproducimos un fragmento
122
de un texto de Mijaíl Bajtín, “El problema de los géneros discursivos”,
y un ejemplo de paráfrasis de él:
Ejemplo de paráfrasis:
123
Por último, cabe recordar que los escritores expertos son los
que mejor adecuan la transmisión de información en función de la
situación de comunicación, la finalidad y el género del texto. En otros
términos, saber escribir implica necesariamente saber parafrasear
conceptos.
Actividades
1-Elaboren un listado bibliográfico, la llamada “Bibliografía” de los
textos académicos, con el que detallen los artículos van a usar para el
informe de lectura.
1
La Asociación Psicoanalítica Argentina se había creado un poco antes pero
en 1942 recibió aprobación de la I.P.A. (International Psychoanalisis
Association) y fueron sus fundadores, entre otros, Angel Grama, Enrique
Pichon Rivière, Celes Carcamo y Arnaldo Rascovsky. La Revista de
psicoanálisis fue fundada en 1943 y en ella intervinieron los mencionados,
Marie Langer y otros.
2
Pichon Rivière, Enrique, “Lo siniestro en la vida y la obra del Conde de
Lautréamont”, Revista de Psiconálisis Nº. 4, Buenos Aires, 1947; Aberasturi
de Pichon Rivière, Arminda, “Balzac, un carácter oral”, ídem.
3
Cfr. Melhman, Jeffrey, “Entre psychanalyse et psychocritique”, Poétique
Nº.2, París, 1970.
4
Ostrov, León, Verdad y caricatura del psicoanálisis, Buenos Aires, Abaco,
s/d.
5
Rosa, Nicolás, Los fulgores del simulacro, Santa Fe, UNL, 1987, El arte del
olvido, Buenos Aires, Puntosur, 1991 y especialmente “La lengua del ausente”
en La lengua del ausente, Buenos Aires, Biblos, 1997. Sobre Los libros véase
en este volumen Tarcus, Horacio, “El cuerpo marxista en la Argentina de
los sesenta”.
6
Véase en este volumen Steimberg, Oscar, “La irrupción interdisciplinaria”.
124
7
Masotta, Oscar, “Roberto Arlt, yo mismo” en Conciencia y estructura, Buenos
Aires, Corregidor, 1968. Este autor declara: “Lo que ocurría era que mi fe en la
literatura se iba deteriorando. Quiero decir: lo que se deterioraba era la
aceptación de esa mala fe necesaria para creer en la palabra escrita, o para
escribir ficción”.
8
Lamborghini, Leonidas, Odiseo confinado, Buenos Aires, Ediciones Van Riel,
1992, pág.10.
9
Lamborghini, Leónidas, op. cit., pág.16.
10
Lamborghini, Leonidas, Ibíd.
11
Lacan, Jacques, Le Séminaire de Jacques Lacan. Livre XX, Encore, 1972-1973,
Editions du Seuil, París, 1975. Primera edición argentina: El Seminario 20.
Aun, Buenos Aires, Paidós, 1989.
125
En síntesis
-Discurso directo
*Procedimientos :
*Referencias deícticas:
-Discurso indirecto
*Procedimientos :
*Referencias deícticas:
-Citas mixtas
*Procedimientos :
126
al D.D. (comillas).También se usan “verbos de decir” y grupos preposicionales.
*Referencias deícticas:
127
Revisar y corregir
Por Irene Klein
Seguramente colocar el punto final del texto les produzca una gran
satisfacción porque implica haber llegado al final. Sin embargo, en
tanto el proceso de escritura no se ha iniciado con la escritura del
título ni de la primera frase del texto, tampoco finaliza con ese punto
final. La planificación como la revisión son operaciones fundamentales,
tal vez las más importantes de ese proceso.
Ahora bien, ¿qué se hace cuando se ha terminado de escribir?
Fundamentalmente, es necesario sentarse otra vez frente a la hoja de
papel –que ya no está en blanco– o a la pantalla de la PC.
Antes de entregar el texto para su publicación académica, todo
autor suele someterlo a la lectura crítica de sus pares (en algunos libros
incluso aparece el nombre del lector crítico junto al del autor). Aún
así es imprescindible que todo autor, una vez que haya terminado de
escribir, se convierta en un su propio lector crítico y se enfrente a su
texto como si fuera un texto ajeno. Lo que distingue al buen escritor
es, entre otras cosas, su capacidad de “escribir como lector”, esto es,
de escribir, releer y revisar su texto como si fuera el lector a quien se
dirige. Preguntas tales como: ¿deberé ser más preciso?; ¿será necesario
incluir otro ejemplo?; ¿se entiende lo que quiero decir? implican que
el escritor tiene en cuenta al enunciatario, sin el cual el texto carecerá
de sentido. La presencia “virtual” del lector rige todas las decisiones
del escritor, tal como la selección de la información, la organización
textual, la elección léxica, incluso el uso de la puntuación y también
el proceso de revisión y corrección.
Es conveniente recordar que la revisión no es un proceso que
se inicia cuando concluye el proceso de escritura: la acompaña en
todo su recorrido. Una oración, un párrafo nuevo exige que el escritor
se detenga, relea lo que ya ha escrito, evalúe si responde a los objetivos
que se ha formulado (por ejemplo, el de construirse como un
enunciador objetivo, distanciado del tema que expone, etc.), corrija y
rescriba.
Es probable que, mientras escriban, centren su atención en
algunos aspectos solamente; muchos escritores prefieren atender a la
coherencia global del texto mientras escriben y dejar los problemas
de superficie (ortografía, tildación, puntuación) para el final, de modo
tal de evitar la sobrecarga cognitiva que implica el proceso de escritura.
Puede ser conveniente entonces –sobre todo cuando uno recién se
inicia en la práctica de la lectura crítica– revisar el texto por etapas y
focalizar en cada una diferentes aspectos del texto (en la adecuación a
la organización y estructura textual de un género académico, por
ejemplo, tal como aparece en Los géneros académicos, o en la escritura
en sus distintos niveles, atendiendo, por ejemplo, a los problemas de
la cohesión, tal como se los expone en La cohesión.
Sea como fuere, la manera más eficaz de actuar como lector
crítico es formularse preguntas al modo de las propuestas en Los
géneros académicos y responderlas en función de una lectura atenta
y rigurosa del texto propio. Esas preguntas actuarán como una suerte
128
de guía no sólo para los textos que produzcan en Taller sino para toda la
práctica posterior de escritor académico (estudiante o profesional).
¿El texto responde a una organización textual? ¿Es una mera sucesión
de datos o una exposición de una información jerarquizada?
129
que escriban, dado que provienen de alguien que tiene la competencia
necesaria, gracias a su profesión y a su experiencia, de reconocer y
nombrar las dificultades de escritura que aparecen en su texto.
Por lo tanto, después de leerlas con atención, es conveniente
buscar en este libro la información correspondiente que permita
comprenderlas. De ese modo, si se señalan, por ejemplo, “problemas
de coherencia”, es conveniente releer La coherencia o si se reconocen
“problemas de citación de fuentes”, remitirse a La polifonía en los
textos académicos, puesto que en dichos capítulos se expone el tema
y se describen las dificultades que suelen presentar los textos. Una
vez realizada esa operación, siempre es conveniente rescribir el texto
intentando resolver el problema.
130
Bibliografía general
Bas, A.; Lotito, L.; Klein, I. y Vernino, T. (1999), Escribir: apuntes para
una práctica, Buenos Aires, Eudeba.
Calsamiglia Blancaflort, H. y Tusón Valls, A.., (1997), Las cosas del decir,
Barcelona, Ariel.
131
Duschatzky, Silvia y Corea, Cristina (2002), Chicos en banda, Buenos
Aires, Paidós.
Flower, L.; Stein, V.; Ackerman, J.; Kantz, M.; McCormick y Peck,
W. (1990), Reading to write: Exploring a cognitive and social process,
Oxford, Oxford University Press.
132
Reading, writing, and language learning. Cambridge, Cambridge
University Press, pp. 176-240.
133
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
La opinión de ustedes nos interesa. Por favor, respondan las siguientes preguntas en una
hoja con la numeración correspondiente y entréguensela a su docente de Taller.
Evalúe su capacidad actual para producir y comprender textos a partir del trabajo
realizado en el Taller de Semiología:
-¿Cuáles de los problemas de los señalados en el punto anterior (u otros) considera que
no ha podido resolver y quisiera hacerlo?
-¿Cómo evalúa el trabajo de reescritura de los textos? ¿Le parece que ha logrado
desarrollar una capacidad crítica sobre sus propios textos?
-¿Qué sugerencias podría realizar? ¿Qué le parece que falta, qué modificaría, etcétera?
Muchas gracias