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FORO PARA LA DIFUSIÓN DE LOS DERECHOS POLÍTICO-ELECTORALES DE

LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD DESDE LA JUSTICIA ELECTORAL.

Dr. Armando Hernández Cruz.

Haré una breve exposición en dos segmentos: primero un marco teórico conceptual que se agrega a lo
que ya se ha explicado de manera anterior; muy profunda, muy amplia, y muy detallada. Y la segunda
parte, que es, el análisis de sentencias, bajo algo que yo llamo: “Comportamiento Judicial Estratégico de
la Sala Superior del Poder Judicial del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en la
protección de los derechos político-electorales de las Personas con Discapacidad.”

Entonces, sobre el primer tema en realidad podría decir; ¿ya para qué hacemos un marco teórico
conceptual? Si ya se han explicado muchos de estos temas con detalles, pero, hay algo que sí es
importante para mí y que me gustaría explicar: el paradigma de la igualdad con el que se trabajan los
temas relacionados con la discapacidad o las discapacidades, ya que es un paradigma que me parece
que en un momento dado va a tener que ser superado.

Para comenzar, me gustaría comentar que el discurso de los Derechos Humanos nace muy vinculado al
discurso de la igualdad en aquellas épocas de la Revolución Francesa.

Escuché a muchos de los participantes, a muchos de los ponentes, hablar de la idea de igualdad; de
igualdad de derechos, de igualdad de oportunidades, de igualdad de trato y también escuché decir que;
“las personas con discapacidad tienen los mismos derechos que las demás personas”, lo cual, son ideas
que yo no comparto, como decía, son ideas que vienen del paradigma de la igualdad del discurso de la
Revolución Francesa.
Y a veces me parece que no es lo adecuado para abordar el fenómeno de la discapacidad y la
protección de los derechos de las personas con discapacidad, y sé que es un poco disruptiva mi idea,
pero, creo que en realidad, si bien se pasó del discurso histórico de la igualdad en el inicio del desarrollo
del campo de los derechos humanos, y luego al de la equidad, y luego al de la inclusión y también ahora
el derecho a la diferencia; es decir, el discurso ha ido evolucionando y hay que adaptarse.

El tema de inclusión es el paradigma con el que se ha construido la mayor parte de los estudios
modernos sobre el tema del enfoque de discapacidad pero incluso; yo creo que hay que hablarlo más
desde la perspectiva de la exclusión y no de la inclusión porque ya se dijo aquí la importancia de
visibilizar y sensibilizar, pero no se logra hacer eso si no se ha vivido la exclusión desde la perspectiva de
una persona con discapacidad que se enfrenta todos los días a barreras, barreras impuestas por la
sociedad, barreras de un mundo creado bajo una perspectiva capacitista, estas barreras son las que
generan la exclusión y es lo que hace necesario hablar de la protección reforzada de los derechos de las
personas con discapacidad.

Además, con esa visión capacitista que tenemos de las discapacidades, y lo digo con todo respeto,
escuchando a los ponentes anteriores; decían: “todos tenemos un poquito de discapacidad”, y yo,
respetuosamente, creo que decir eso es como minimizar la existencia de las barreras sociales que
vivimos las personas con discapacidad todos los días. Por ejemplo: “Ah no pues no te preocupes, todos
tenemos un poquito de discapacidad, entonces no pasa nada, ¿no?, no hay problema, las barreras a las
que tú te enfrentas todos los días no parecen ser algo excepcional porque pues todos tenemos un
poquito de discapacidad”, yo no comparto, de manera muy respetuosa, esa perspectiva, esa visión.
También me parece que tenemos que superar esa visión capacitista y dejar de ver la discapacidad como
algo malo. Creo que tenemos que reconocer que la discapacidad forma parte de la diversidad social, y
no hay nada más democrático que la diversidad; reconocer el derecho a la diferencia, eso es lo que
alimenta a la democracia.

Creo también que el concepto de discapacidad está muy estigmatizado; he oído a algunas personas
comentar: “decir que tengo una discapacidad atenta contra mí”. Bajo la perspectiva capacitista,
seguramente así es, pero no podemos alcanzar los ajustes razonables y las acciones afirmativas, si no
se agregan este tipo de condiciones a; 1) la figura del fenómeno de la discapacidad y, 2) la aplicación del
marco normativo vigente en términos como: acciones afirmativas, ajustes razonables, protección
reforzada de los derechos de las personas con discapacidad e interseccionalidad.
O también he escuchado: “Oye que valiente eres tú para estar diciendo que tienes discapacidad si nadie
se da cuenta”. Y pues, ¿por qué valiente? Yo nunca he entendido, por qué me dicen eso, ya que no es
valentía, es un asunto de identidad; las neurodivergencias (como lo es la condición del espectro autista,
condición que yo tengo y que he venido estudiando desde el año 2016, año en que fui diagnosticado),
forman parte de la identidad de las personas y nos hacen sufrir barreras sociales todos los días, porque
el mundo está pensado para otro tipo de personas neurotípicas y por lo mismo; el contexto social no está
pensado para personas que tenemos maneras distintas de percibir la realidad, como son las
neurodivergencias.

Como decía, desafortunadamente estamos acostumbrados a ver la discapacidad como igual a


disfunción, como una falta de funcionamiento como si fuera un problema de la persona y no un problema
del entorno, yo tengo esta concepción de sentirme como un globo en un mundo de alfileres; el mundo y
el entorno no están hechos para las condiciones de un cerebro autista y la manera en que procesamos
sensorial e intelectualmente las cosas.
El cerebro autista funciona de una manera distinta al cerebro neurotípico y no por eso debe ser
considerado como una condición de desventaja o de discapacidad, sin embargo, el entorno nos pone
barreras; eso es cierto, las condiciones del entorno no están hechas y no están pensadas para personas
con cerebros neurodivergentes o con condiciones físicas o sensoriales de otra naturaleza.
Ha sido una lucha histórica el tratar de visibilizar ciertas condiciones y hoy en día; por ejemplo, hay una
discusión en la comunidad autista sobre si debe o no considerarse a las psicosociales y otras
neurodivergencias como discapacidades.

Y bueno, creo que el problema de la discapacidad; que, si lo pensamos, incluso el nombre puede afectar
un poco la dignidad de las personas, ¿no?, discapacidad es como tener menos capacidad o no tener
capacidad; el término, como fue construido, como fue acuñado es muy riesgoso y peligroso.
El término trastorno, por su parte, también refleja una perspectiva capacitista del fenómeno del autismo.
Las personas de la comunidad autista preferimos llamarle “condición del espectro autista”.

Y otro de los conflictos recurrentes cuando hablamos de discapacidad es que: lo decimos en general
como si fuera una sola cosa uniforme, pero, también es importante hablar más bien de discapacidades,
porque no es lo mismo las necesidades de ajustes razonables que tienen las personas con discapacidad
física, motriz o sensorial; que son las discapacidades visibles o; las necesidades de ajustes razonables
que tenemos las personas con discapacidad intelectual, mental o psicosocial, que es mi caso por
ejemplo, en la condición del espectro autista, la discapacidad psicosocial, el autismo no se ve, no es
visible y entonces las personas dicen: “ah no pues tú no tienes nada, tú no tienes ninguna discapacidad.
Si tú te ves bien normal.”
Y al respecto creo que hay mucho que hacer para la visibilización y la sensibilización, se comentó
también previamente que; éstas discapacidades son invisibles no se notan, como dije anteriormente, a
mí frecuentemente me comentan: “no, tú no tienes nada”, “¿cómo te ostentas como una persona con
discapacidad?”, “te ves muy normal”, pero en realidad, todas las barreras que la sociedad impone día
con día, son difíciles de explicar, difíciles de procesar y finalmente; constituyen una dificultad para el
normal ejercicio no sólo de los derechos sino de una vida adecuada, en un nivel de vida, digamos digno.

Entonces volviendo al tema previo, en realidad; ¿las personas con discapacidad tienen los mismos
derechos que todas las otras personas? Yo digo que no, las personas con discapacidad tenemos
derechos específicos que están en la convención sobre los derechos de las personas con discapacidad.
A mí me extraña mucho cuando alguien dice que: “las personas con discapacidad tienen los mismos
derechos que las demás personas”, ya que me parece una obviedad, algo que no deberíamos decir, pero
la parte que falta es reconocer que las personas con discapacidad tenemos derechos que no tiene el
resto de la sociedad; esos son los Derechos Sociales, es una manera también de abordar los aspectos
de derechos humanos desde la perspectiva de los Derechos Específicos atribuibles a ciertos grupos de
atención prioritaria, el tema de los ajustes razonables es un derecho humano de las personas con
discapacidad; del cual carece el resto de la población, sólo las personas con discapacidad tenemos
acceso a ese derecho específico que se llama: ajustes razonables.

Como dije anteriormente; el derecho de acceder a ajustes razonables no es un derecho que tenga
cualquier persona, ese derecho lo tenemos únicamente las personas que tenemos alguna discapacidad
que nos hace requerir o necesitar esos ajustes razonables, entonces; sí está bien y está claro que “todas
las personas tienen los mismos derechos”.
Pero me gustaría diferir, ya que esto no es correcto, en términos generales, por ejemplo: las personas
menores de edad tienen derechos que no tienen las personas con mayoría de edad o, las mujeres tienen
derechos que no tienen los hombres; esta es la dinámica de los Derechos Sociales.
Lo mismo sucede con los derechos de las personas con discapacidad, cuando se habla de inclusión en
términos generales, se habla de todo lo que tiene que ver con la atención de grupos de atención
prioritaria.
Pero el término “inclusión” nace vinculado al fenómeno de la discapacidad, cuando se habla de inclusión
es como hablar de perspectiva de género, cuando se habla de género se habla del fenómeno de la
evolución histórica de la representación política de la mujer y del acceso de las mujeres a ciertos
derechos que antes no tenían. Pero, en el caso de la discapacidad, la palabra inclusión nace con el
concepto de discapacidad, un poco para forzar la idea de entender que debe haber mecanismos a cargo
del Estado para eliminar las barreras sociales, entonces yo digo que no se busca la igualdad de las
personas con discapacidad, digo que se busca en todo caso la inclusión y son cosas distintas.

Entonces, entiendo por qué se ha dicho que: “las personas con discapacidad tienen los mismos derechos
que las demás personas”, porque, los derechos civiles: igualdad libertad, seguridad jurídica, propiedad;
sí, pero eso me parece obvio, me parece evidente, me parece que ni siquiera tendría que ser algo a
discutir.
Decía también, alguno de los expositores; “las personas con discapacidad somos seres humanos”, pues
sí, me parece también evidente. Yo no considero que eso sea materia de discusión, y el tema de que; si
tenemos los mismos derechos o no, eso sí me parece materia de discusión.
Las personas con discapacidad tenemos, por un lado; derechos específicos que podemos exigir y
podemos ejercer, de tal manera que, el estado está obligado a hacer esos ajustes razonables, y por el
otro lado, tenemos las acciones afirmativas (que son una figura en la que participan todos los grupos de
atención prioritaria, no sólo las personas con discapacidad).
“Grupos de atención prioritaria”, es la manera en que hoy se considera adecuado referirse a los que
antes se llamaba “grupos vulnerables” o “grupos en condiciones de vulnerabilidad”, y también, por ahí
alguien podría llegar a pensar: “minorías”, pero, es importante recordar que los grupos de atención
prioritaria no son grupos minoritarios necesariamente, incluso en algún momento histórico; a la mujer se
le consideró como grupo de atención prioritaria, por eso fue necesaria la creación de acciones
afirmativas como las acciones de género.

Existe legislación local en distintas materias para la inclusión, y bueno, la jurisprudencia también ha sido
un instrumento tanto de la Suprema Corte como de las resoluciones del Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación.
Y hablando de acciones de género, hay un caso dentro de las resoluciones que emitió la Sala Superior,
que me llama mucho la atención. Es el caso de una diputación en Zacatecas, por representación
proporcional que pone aparentemente en colisión al principio constitucional de paridad con el principio de
inclusión. Y bueno, ¿cómo colisionan el principio de paridad de género con el principio de inclusión?,
inclusión entendida como: una figura aplicable al segmento de personas con discapacidad.
Entonces, hacer colisionar paridad e inclusión, es algo que no había sucedido. El principio de paridad,
desde sus orígenes en las últimas décadas y hasta el momento, parecía invencible, nada le había
ganado al principio de paridad, porque era una cuestión sumamente importante para la sociedad el
avanzar en la representación política de las mujeres. En el caso Zacatecas, el caso que ya se expuso; yo
tuve la oportunidad de conocer al diputado quien fue beneficiario de esa acción afirmativa y de esa
sentencia. Sentencia que muestra, por primera vez, la posibilidad de darle cierta flexibilidad al principio
de paridad, cosa que no había tenido antes.
Y sólo por decirlo de una manera más cotidiana, como si fueran las peleas de box: el principio de paridad
venía invicto y el único que le ha ganado en algún caso, en una sola pelea, fue el principio de inclusión.
Cosa que es muy rara, no es algo que suceda con mucha frecuencia.
Desde mi punto de vista, fue muy buena la resolución de la Sala Superior porque logró armonizar ambos
principios inestables y la colisión entre ellos.

Yo una vez pasé por un caso similar, planteé una acción afirmativa de discapacidad frente a una de
género y; la perdí, en la Sala Superior. Es decir, no es común; es un caso excepcional, por eso es un
paradigma importante.
Ya que esa sentencia del caso Zacatecas me parece tan importante de estudiar, me gustaría recordar
que tenemos la opción, además en un formato muy novedoso: en código QR, de acceder a seis
sentencias que ha emitido la Sala Superior, donde se describe el contenido de dichas sentencias y se
explica que ahí hay dos derechos en juego; dos derechos tutelados: los Derechos político-electorales y el
derecho de acceso a la justicia. Para ser más específico todavía, hay dos figuras en juego; la de ajustes
razonables y la de acciones afirmativas, que desde mi punto de vista están vinculadas con los derechos
de la siguiente manera: en lo que se refiere al derecho a votar, el derecho al voto activo, está la figura de
los ajustes razonables: que sí debe haber mascarilla braille, y acceso a urnas y todas estas cuestiones
que; tienen que ver con las adaptaciones y ajustes para el ejercicio del derecho al voto. Mientras que, el
tema de las acciones afirmativas, la otra figura relevante que se ha discutido en estas mesas, está
vinculada con el derecho a ser votado, con el derecho de participación política o de representación
política, entonces tanto ajustes razonables, como acciones afirmativas, son figuras que están
involucradas en la protección de los derechos de las personas con discapacidad desde la justicia
electoral.

Pero continuando con las seis sentencias ya mencionadas, yo creo que cuando se habla de la protección
de los derechos político-electorales de las personas con discapacidad no debemos sólo atender al
contenido de dichas seis sentencias, ya que, a pesar de que son parte del estudio, como investigador si
a mí me pidieran hacer una investigación sobre el tema, tomaría también las sentencias de la sala
superior, en donde no se ha dado o se ha negado la protección de los derechos político-electorales de
las personas con discapacidad, para tener digamos un punto de comparación por un lado, por otro lado,
me gustaría recalcar que la sentencia del caso Zacatecas, me parece muy importante porque, como
decía: “Es la primera vez que David vence a Goliat”, es la primera vez que un principio de menor impacto
social como era el principio de inclusión le gana a un principio histórico que ha tenido tanta relevancia (y
que bueno que la ha tenido), que es el principio de paridad, por eso esa sentencia me parece
paradigmática.

Y aunque las sentencias son pocas, desafortunadamente. Opino que se debe reconocer el avance, por
supuesto, de la Sala Superior, ya que, como todo otro producto del ser humano, va aprendiendo, va
avanzando, va evolucionando, va mejorando sus criterios, es decir, no parte de cero o no inventa por arte
de magia una protección, sino que es parte de una evolución histórica a la cual los magistrados y
magistradas de la Sala Superior han sido sensibles y ya han “aceptado”, por decirlo de algún modo,
estas nuevas modalidades, estos nuevos modelos, estos nuevos paradigmas y nuevas visiones para la
protección de los derechos político-electorales o los derechos de participación política de las personas
con algún tipo de discapacidad.
Y es que así como en un juzgado, en un tribunal o en un órgano jurisdiccional, debe haber rampas de
accesibilidad, sistema braille y señalización (también llamada señalética) para que las personas con
discapacidad motriz, visual o auditiva según sea el caso, puedan tener acceso a las instalaciones físicas
de un órgano jurisdiccional. También debe haber ajustes a los procedimientos y al protocolo de la corte
para juzgar con perspectiva de discapacidad, esto establece una figura de ajustes razonables muy
interesante que, desafortunadamente no aplican muchos órganos jurisdiccionales, que es el
procedimiento adaptado, el procedimiento judicial o jurisdiccional con adaptaciones, o con ajustes
razonables.

Y hablando de; una de las cosas que pueden suceder ahí, son las sentencias con lenguaje ciudadano, es
una de las cosas que se puede hacer, como la sentencia de la suprema corte de justicia en el caso de
Ricardo Adair Coronel, creo que era del amparo en revisión 532/2013, no recuerdo exactamente el
número, pero, en esa sentencia le emiten a una persona con una condición del espectro autista, una
resolución, diciendo que: “el autismo es una discapacidad intelectual” y le emiten una sentencia para una
persona de seis años.
Yo conozco a Ricardo Adair, hemos coincidido en varios eventos, en varios foros de gente con autismo y;
es una persona con un excelente nivel de entendimiento y razonamiento, no es una persona con
discapacidad intelectual.
Y el autismo tampoco es una discapacidad intelectual, es una discapacidad psicosocial, y me parece
terrible el hecho de que la corte no haya estudiado a fondo esa diferencia, lo digo también de manera
muy respetuosa por supuesto. Entonces toda esta problemática refleja la obligación del Estado de
implementar estas figuras, tanto ajustes razonables como acciones afirmativas, creo que la Sala Superior
lo ha hecho bien.
Ni siquiera la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha conseguido llegar a un momento en el que se
pueda considerar ya, está protección reforzada de los derechos, como el derecho de acceso a la justicia.
También creo que vamos poco a poco, hay un avance significativo, hay resoluciones, hay una tesis de
jurisprudencia, se está avanzando, pero sin duda falta mucho por hacer.
También creo que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación va un paso
adelante, va avanzando más que otras instancias, más que otros órganos jurisdiccionales que todavía no
llegan ahí.

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