MARIA EN LA LITURGIA TEÓLOGICA: FUNDAMENTOS BIBLICOS
TEOLOGICOS DE LA PRESENCIA DE MARIA EN LA LITURGIA.
1.- RAÍCES BÍBLICAS DEL CULTO A MARIA.
La Marialis cultus (1974) defiende el culto a la virgen:
- enraíza profundamente en la palabra revelada.
- Tiene razón última en el designio insondable y libre de Dios,
el cual siendo caridad eterna y divina lleva a cabo todo
según un designio de amor: la amo y obro en ella maravillas.
(1 Jn 4,7-8.16) (Lc 1, 49).
El culto a María posee un carácter de respuesta: no se trata de méritos del
hombre o de la iglesia, sino que obedece plenamente a la voluntad divina
que realizo en ella y con ella grandes eventos salvíficos.
a). - La alabanza de las generaciones a María.
“Por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán
bienaventurada” (Lc 1,48) marca un comienzo abierto hacia el futuro,
santa Isabel lo confirma cuando la llama “bienaventurada” (Lc 1,43- 45)
dando inicio al coro de todas las generaciones que proclamarán a María
bienaventurada ya que Dios la convertido en la Madre del Señor.
En la expresión “me llamaran bienaventurada” constatamos la plenitud del
favor de Dios. (Lc1,28).
Debe por tanto entenderse como un dicho soteriológico que alaba a un
hombre que por su condición de salvado se convierte en bienaventurado
haciendo de él un ejemplo. Así reconocemos a María un singular regocijo
religioso que nace de la participación en la salvación del reino de Dios.
En el culto litúrgico se celebran las maravillas de Dios en la historia de
salvación, comprendida aquella fundamental y definitiva encarnación del
Verbo acaecida en el seno de la Virgen.
Por lo tanto, el culto que se le da a María es una “prokynesis timetike”
postración de honor que se les da a los santos diferenciada de la prokynesis
lautretike postración de adoración reservada a Dios, distinguido
definitivamente por el concilio de Nicea (787).
b). - el acogimiento de María por parte de los discípulos de Jesús.
“Y desde aquel momento el discípulo la acogió en su casa” (Jn
19,17).
Mediante esta afirmación la comunidad jóanica nos da un panorama de que
tuvo una relación con María.
Toda vida cristiana debe ofrecer un espacio a María y no puede negarse a
incluir su presencia.
En concreto, Jesús funda con aquellas palabras el culto mariano en la iglesia,
a la que hace entender, a través de juan, su voluntad de que María reciba de
todo discípulo, del cual ella es constituida como madre por institución del
mismo Cristo, un sincero amor filial.
2.- FUNDAMENTO CRSITOLOGICO DE LA MEMORIA LITURGICA DE
MARIA.
En la revelación neo testamentaria manifiesta que María es la única
persona presente en las diversas fases del misterio del Hijo:
encarnación e infancia (Lc 1-2); vida pública (Jn 2,1; Mc 3,31); Cruz
(Jn 19,25) y pentecostés (Hch 1,14, 2,1-4).LG…
En la Encarnación encontramos una determinación de relación
esencial, vital, providencial entre Madre e hijo donde ya no
podemos pensar en Cristo solamente humano sin pensar en la
mujer que lo ha concebido y engendrado.
La Madre de Jesús ha quedado asociada al misterio pascual porque
ha sufrido en el alma la espada que le atraviesa (Lc 2, 34-35).
3.- FUMDAMENTO ECLECIAL DE LA MEMORIA LITURGICA DE
MARIA.
(imagen) “en María, la iglesia admira y ensalza el fruto más
esplendido de la redención y la contempla gozosamente como una
purísima imagen de lo que ella misma, toda entera, ansia y espera
ser” (SC 103).
C V II dice que: hay una relación tipológica o estructural.
- María es impronta de la iglesia que se descubre en ella el
inicio perfecto de la iglesia en su esencia teologal, es decir
en su condición de virginidad: entendida como integridad de
la fe, esperanza y caridad, y como fidelidad al esposo, y
 maternidad entendida como regeneración de los hijos de
Dios por obra del Espíritu.

(ejemplo) María que precede a la iglesia en la virginidad y

maternidad se convierte en ejemplo admirable de la vida de
fidelidad al señor. Por ellos los fieles levantan los ojos a María que
resplandece como modelo de virtudes para toda la comunidad de
los elegidos. LG 65.

La ejemplaridad de María se muestra de modo particular en el

ejercicio del culto litúrgico, donde aparece como modelo del
comportamiento espiritual con el que la iglesia celebra y vive los
divinos misterios MC16.

(comunión y presencia) juan pablo II: la bienaventurada Virgen

está compenetrada tanto con Cristo como con la iglesia y es
inseparable de ambas. Esta verdaderamente unida a ellos en lo que
constituye la esencia misma de la liturgia: la celebración
sacramental de la salvación para la gloria de Dios y la santificación
del hombre.

María es la imagen escatológica de la iglesia L. Bouyer.

En la liturgia, la iglesia esta llamada sobre todo a experimentar la

presencia de María, lo que ha sido posible gracias al Espíritu que ha
glorificado a Cristo.