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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

FACULTAD DE CIENCIAS INGENIERÍA ELECTRÓNICA Y ELECTRICA


E.P. DE INGENIERÍA DE TELECOMUNICACIONES

I. Desarrolle el siguiente caso:


CASO: “LOS EFECTOS DE LA LEY DE PROHIBICIÓN DE LAS BEBIDAS ALCOHOLICAS1”

El 17 de enero de 1920 se promulgó la Decimoctava Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, al decreto


prohibió la “fabricación, venta o transporte de bebidas alcohólicas embriagantes dentro y fuera del país,
o la importación o exportación de las mismas…con fines de consumo”. Por lo tanto, la prohibición fue un
intento legal para eliminar la oferta de bebidas alcohólicas.
No obstante, como se sabe hay dos caras de la moneda: ninguna ley es efectiva sin coerción, y de lo anterior
estaba consciente el Congreso. En 1919, en tanto que tal enmienda era ratificada por los diversos estados, se
aprobó la Ley de Prohibición Nacional, o Ley Volstead, para hacerla cumplir.
El instrumento legal, de 73 secciones, trataba de evitar el comercio de los licores prescribiendo como ilegal “la
fabricación, venta, trueque, transporte, importación, exportación, entrega, suministro o posesión de cualquier
bebida embriagante”. De ahí que la legislación también sancionara el aspecto de la demanda de las bebidas
alcohólicas, estipulando su posesión como un acto ilegal.

DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA OFERTA

Antes de la promulgación de la Decimoctava enmienda, los empresarios se dedicaban al negocio de los licores
si creían que era muy redituable la destilación, importación, exportación, venta al mayoreo o al menudo de
bebidas alcohólicas, en comparación con otros productos de tipo comercial. Consideremos, por ejemplo, el
costo de destilar y vender al mayoreo el whisky. Una destilería de este licor generalmente consistía en
instalaciones de destilación mezcla y envasado; cada planta disponía de un equipo altamente especializado
como tanques de acero inoxidable (donde se calentaba la malta para convertir la fécula en azúcares), tanques
de fermentación de madera de ciprés, grandes alambiques de columna y abrirles de roble blanco para el
añejamiento de whisky2. El propietario tenía que pagar todo este equipo al igual empleados, los cuales debían
ganar cuando menos lo mismo que si trabajaran para otra empresa.
Cuando el fabricante de whisky acudía a vender el producto a los Mayoristas, o incluso, a los minoristas, si
deseaba eliminar al intermediario, las botellas de whisky debían presentar etiquetas conocidas que permitieran
al consumidor identificar esa marca particular de bebida alcohólica. El fabricante debía empacar en cajas de
cartón las botellas de whisky etiquetadas, de manera que pudieran surtirse al comprador.
Para dar a conocer a los mayoristas, minoristas y al público tal producto, el fabricante también tenía que gastar
algún dinero en cierto tipo de publicidad, cuando los mayoristas y minoristas demandaban el producto, el
fabricante tenía que alquilar, o comprar, camiones para la entrega de la mercancía. Además, tenía que pagar
los salarios de sus conductores. Para protegerse de las pérdidas debidas a robos o a accidente, el fabricante
necesitaba adquirir además algún tipo de seguro.
Durante la prohibición, una manera de reducir al mínimo el riesgo de ser atrapado consistía en sobornar a la
policía y a los funcionarios responsables de combatir la fabricación y venta ilegal de alcohol. En diciembre del
1921, solo un año después del inicio de la prohibición, cerca de 100 agentes federales de Nueva York fueron
despedidos por “uso indebido de permisos para utilizar bebidas embriagantes”.
Un propietario de una taberna clandestina neoyorkina estimaba que casi el 30% de sus costos de operación
correspondía a pagos por “protección” a los agentes del orden. Desde luego, ya no era posible adquirir el
seguro normal contra pérdidas por robo y accidentes. Era claro que el único seguro contra robo era pagar una
cuota al “crimen organizado”. De hecho, se rumoraba que la “cuota” obtenida de cualquier empresario que se
dedicaba al negocio de las bebidas alcohólicas era sustanciosa.
En resumen, cuando la fabricación y la distribución de bebidas alcohólicas se volvieron ilegales, aumentó el
costo de realizar negocios con ellas. La cantidad de alcohol que los fabricantes estaban dispuestos a
ofrecer a cualquier precio tenía, por tanto, que disminuir.

DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA DEMANDA.

Aunque la adquisición y consumo de bebidas alcohólicas se volvió ilegal después de la promulgación de la Ley
Volstead, no desapareció la demanda de bebidas embriagantes. Antes de la prohibición, la demanda de alcohol
era establecida, al menos en parte, por las preferencias de la gente, sus ingresos y los precios que debían
pagar por lo que deseaban beber. Consideremos primero la cuestión del precio.
Todos sabemos que el precio de cualquier producto o servicio representa aquello de lo que debemos
abstenernos a fin de comprarlo. ¿Abstenerse de qué? Podría preguntarse. Alguien que deseaba comprar una

1
Roger Le Roy Miller-Reproducido y actualizado, con fines didácticos por el profesor Migue Cruz Labrin para discusión con
los alumnos del curso Economía
2
Los fabricantes ilegales de licor aseguraban que se puede producir esto con mucho menos equipo; una marmita de cobre
y un serpentín, un trozo de manguera de jardín, y algunos frascos vacíos de conserva como mínimo. También sugieren tener
a la mano un rifle.
aforilla de whisky en 1918 tendría que prescindir de US$2 en su poder de compra de otros bienes y servicios
disponibles. Por el precio de una sola anforilla de whisky, quizá dicho consumidor podría haber comprado 12
botellas de cerveza, o 2 órdenes de carne asada, o 5 boletos para el cine, 6 corbatas nuevas. Cuanto mayor
sea el precio, tanto más se tendrá que prescindir de las demás cosas. Antes del periodo de la prohibición,
cuanto más fuera el precio del alcohol, tanto menor cantidad se vendía del mismo. Durante la prohibición, se
mantuvo la misma relación.
Cuando se estableció que la compra de alcohol era ilegal, se modificaron en forma espectacular algunos de los
determinantes de la demanda de los licores. Costos desconocidos antes de la prohibición, se presentaron
repentinamente al consumidor potencial.
Cuando el consumo de whisky era ilegal, los fabricantes anunciaban abiertamente las diversas cualidades que
podían encontrarse en cada producto. Los precios de las diversas marcas eran bien conocidos y mu
anunciados. Los tribunales hacían respetar las leyes comerciales de modo que los consumidores estuvieran
seguros de que cierta marca que compraban la producía determinado fabricante. Si el producto era de cierta
calidad la última vez que se compró, la próxima vez sería de la misma calidad. Los fabricantes que pretendía
vender alcohol de baja calidad no podrían tener éxito a menos que redujeran su precio para inducir a los
consumidores a comprar su producto de calidad “inferior”.
Cuando empezó la prohibición, se acabó la publicidad. Las marcas ya no eran tan numerosas como antes., y
la posibilidad de uso fraudulento de una marca creció considerablemente. Un fabricante no podía acudir ante
las autoridades a quejarse de otro que utilizara la misma marca. En pocas palabras, el costo de la información
acerca de los precios y la calidad aumentó de manera considerable después de que se volvió ilegal la
producción y consumo alcohol. Así, aunque el precio del whisky hubiera permanecido igual, el costo real que
los consumidores debían pagar se había elevado, pues no podían estar seguros de lo que compraban, de
hecho, se arriesgaban a quedar ciegos o morir por ingerir licor adulterado.
Dado que era muy difícil y costo obtener información, los adulteradores podían lograr producir una cierta
cantidad de whisky letal y continuar en el negocio, algo que hubiera sido imposible antes de la prohibición.
Los competidores se habrían asegurado de que los consumidores se enteraran del problema, aun cuando los
bebedores no se preocuparan por informarse.
Otro costo para los consumidores era el riesgo de verse involucrado en una “redada” en antros clandestinos.
Después de todo, la adquisición de bebidas embriagantes era ilegal.
Aunque la policía no detuvo a todos los bebedores de whisky durante el período de Prohibición, en sus primeros
10 años la aplicación de la Ley de Prohibición Nacional originó casi medio millón de arrestos. Uno podría
preguntarse qué personas eran las que tenían más posibilidades de ser detenidos en una redada, quienes eran
las personas menos capaces de localizar la mejor bebida, o bien, que personas eran las que con mayor
probabilidad pagarían intermediarios para ir a Canadá a comprar licor canadiense de primera calidad.
Obviamente no nos sorprendería saber que los bebedores de whisky más adinerados sólo ingerían licor de alta
calidad, y no se arriesgaban a quedar ciegos, morir o ser encarcelados por consumirlo. Como se destaca en
numerosas, cuando se eleva el costo de la información, la gente más afectada es la que está en peores
condiciones económicas. Los pobres son los que más padecen las consecuencias de los intentos por legislar
la moralidad.
EL RESULTADO FINAL.
¿Qué predecirán los economistas como resultado final? ¿Aumentará el precio del licor? ¿Se reduciría la
cantidad demandada? ¿Saldría mejor librada la sociedad? En materia de economía, es poco lo que puede
afirmarse con certeza. No obstante, es posible realizar aseveraciones analíticas y predictivas con un alto grado
de confiabilidad si se cumplen los requisitos. Se sabe que el costo de suministrar alcohol aumentó durante la
época de la Prohibición debido al riesgo de encarcelamiento o multa, el precio de comprar protección de la
policía o del crimen organizado, y la dificultad de diferenciar los productos en el mercado en el cual estaba
vetada la publicidad abierta. De ahí que, si todo lo demás hubiese permanecido igual, podría afirmarse que los
elevados costos de producción y distribución hubieran ocasionado precios mayores de las bebidas alcohólicas,
y se habrían demandado menores cantidades que antes.
No obstante, todo lo demás no permaneció igual. En lo que respecta a la demanda, el costo implícito de comprar
alcohol aumentó debido a los mayores costos de información y a la posibilidad de ser encarcelado, multado,
de quedar ciego o de morir. En este caso, si todo lo demás hubiera quedado invariable, la demanda de bebidas
embriagantes habría sido menor. Por el momento, se supone que el ingreso y las preferencias se conservaron
intactos. Por tanto, se aprecia que puedo haberse predicho una menor cantidad de equilibrio de alcohol después
de la promulgación de la Decimoctava Enmienda.

EPILOGO
La ley Volstead fue apoyada por activistas anti-alcohol. El día que la ley entró en vigor, el diputado Volstead
declaró: “Esta noche, un minuto después de las doce, nacerá una nueva nación. El demonio de la bebida
hace testamento. Se inicia una era de ideas claras y limpios modales. Los barrios bajos serán pronto
cosa del pasado. Las cárceles y correccionales quedarán vacíos; los transformaremos en graneros y
fábricas. Todos los hombres volverán a caminar erguidos, sonreirán todas las mujeres y reirán todos
los niños. Se cerraron para siempre las puertas del infierno”
Lamentable, la ley seca no terminó con el crimen como tanto lo pregonaba Volstead, su efecto fue aún mayor,
ya que durante su vigencia murieron 30 mil personas a causa de envenenamiento por adulteración del alcohol,
hubo 100 mil víctimas de ceguera y parálisis, 45 mil detenidos por traficar y ser parte de organizaciones
criminales. En 1933, después de casi una década de prohibición, la ley fue derogada y con ella la violencia
bajó. Ahora, toca reflexionar acerca de la actual lucha contra las drogas y su sangriento saldo.
PREGUNTAS DEL CASO:
1.- Realice un gráfico del mercado de bebidas alcohólicas antes de la Implementación de la Ley Volstead,
identifique el nivel de equilibrio inicial de mercado. En el mismo gráfico realizar los desplazamientos de la oferta
y demanda, después de implementarse la Ley Volstead, identifique en nuevo nivel de equilibrio, ¿qué sucede
con los precios y las cantidades?

2.-Explique cuáles son los determinantes de la demanda de bebidas alcohólicas?

3.-En relación con el epílogo comente la pertinencia de la implementación de dicha ley, desde el punto de vista
de objetivos y resultados.

con respecto a la ley de volstead que se declaró en EEUU

3 María Magdalena Gutiérrez Franco “– Historias del Siglo XX –2009-Suite 101

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