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UNIVERSIDAD PANAMERICANA

FACULTAD DE DERECHO
CON RECONOCIMIENTO DE VALIDEZ OFICIAL DE ESTUDIOS ANTE LA S.E.P
CON NUMERO DE ACUERDO 944893 DE FECHA 24-III-94

“ANÁLISIS CRÍTICO DE LA VALORACIÓN ADUANERA


EN MÉXICO A LA LUZ DEL ACUERDO RELATIVO A LA
APLICACIÓN DEL ARTÍCULO VII DEL GATT”

TESIS PROFESIONAL
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADO EN DERECHO

PRESENTA

PABLO SÁENZ BALTAZAR

DIRECTOR DE TESIS: DR. AGUSTÍN LÓPEZ PADILLA

CIUDAD DE MEXICO 2017


ÍNDICE

ÍNDICE 1
RECONOCIMIENTOS 2
INTRODUCCIÓN 3
I. VALORACIÓN ADUANERA 6
1.1 Base Gravable de los Impuestos al Comercio Exterior 6
1.2 Concepto de la Valoración Aduanera 14
II. HISTORIA DE LA VALORACIÓN ADUANERA 21
2.1 Desarrollo Histórico Mundial de la Valoración Aduanera 21
2.2 Regulación Histórica de la Valoración Aduanera en México 30
III. ORDENAMIENTOS JURÍDICOS QUE REGULAN LA 43
VALORACIÓN ADUANERA EN MÉXICO
3.1 Introducción 43
3.2 Código de Valoración Aduanera 43
3.3 Ley Aduanera y Reglamento de la Ley Aduanera 55
3.4 Jerarquía Normativa entre los Ordenamientos Jurídicos que 57
Regulan la Valoración Aduanera
IV. MÉTODOS DE VALORACIÓN ADUANERA 65
4.1 Método Principal: Valor de Transacción 65
4.2 Métodos Secundarios 101
4.3 Método del Valor de Transacción de Mercancías Idénticas 103
4.4 Método del Valor de Transacción de Mercancías Similares 109
4.5 Método del Valor de Precio Unitario de Venta o Valor 116
Deductivo
4.6 Método del Valor Reconstructivo 126
4.7 Método del Valor de la Última Instancia 131
V. PROBLEMAS EN LA INTERPRETACIÓN DE LAS NORMAS 136
DE VALORACIÓN ADUANERA
5.1 Interpretación de las Normas de Valoración Aduanera 136
5.2 Comité Técnico de Valoración Aduanera 141
5.3 Problema y Solución a la Interpretación de las Normas de 153
Valoración Aduanera en México
CONCLUSIONES 163
BIBLIOGRAFÍA 181

“El sistema de referencia utilizado para el presente trabajo es aquel de los


Criterios Editoriales del Instituto de Investigaciones Jurídicas y de la Enciclopedia
Jurídica Mexicana establecidos por la Universidad Nacional Autónoma de México.”

1
RECONOCIMIENTOS

Me gustaría aprovechar este apartado para expresar mi más profundo agradecimiento a todas
aquellas personas que me han apoyado, motivado y confiado en mí para finalizar este trabajo de
investigación.

Para empezar, me gustaría agradecer al Dr. Agustín López Padilla, director del presente trabajo,
por aceptar amablemente sus funciones y cargo en la dirección de esta tesis, así como por su
dedicado seguimiento y supervisión para la finalización de la misma.

También quisiera ofrecer mis agradecimientos a mi maestro y amigo, René Cacheaux Aguilar,
quien dedicó parte importante de su tiempo para revisar y comentar de manera comprometida el
presente trabajo de investigación.

Quisiera también agradecer a mi maestra y amiga, Miriam Name Almanza, ya que sin sus sabios
consejos y extraordinario apoyo, hubiera sido imposible la realización del presente trabajo.

De la misma manera, me gustaría extender mi gratitud a mi maestro y amigo, Ramón Concha Hein,
por toda la orientación, confianza y apoyo incondicional que me ha brindado para impulsarme
desinteresadamente en mi desarrollo profesional.

Un agradecimiento muy especial a mis papás, Pablo Sáenz y Gabriela Baltazar, a quiénes debo mi
vida, todo lo que tengo y todo lo que soy, además de que siempre me han mostrado
incondicionalmente su cariño, apoyo y confianza; a mi hermana, María Gabriela, que siempre ha
estado conmigo en todo momento y me ha aconsejado para mi crecimiento como persona y como
ser humano; y a mi novia, Jimena, que me ha apoyado de manera extraordinaria para crecer tanto
a nivel personal como profesional, además de siempre mostrarme su ánimo, paciencia y confianza.

En especial reconocimiento me gustaría agradecer infinitamente a mi padrino y maestro de vida,


Miguel Soberón Mainero, en virtud de que parte importante de mi crecimiento profesional y como
persona se lo debo a él. Adicionalmente, me gustaría agradecer de la misma manera a mi madrina
y consejera de vida, María de la Paz Sáenz Sáenz, por todos los consejos y apoyo que me ha
brindado desde que tengo uso de razón. De igual manera, me gustaría agradecer a todos mis
familiares y amigos que me han apoyado a lo largo de mi vida.

Finalmente, me gustaría agradecer a Dios por darme la salud, el tiempo y los recursos necesarios
para llevar a cabo mis proyectos de vida.

2
INTRODUCCIÓN

Una de las actividades que siempre ha existido en la historia de la humanidad es


el intercambio de mercancías y productos, por lo tanto de manera paralela ha
existido una regulación y normatividad que busca que dicha actividad se realice de
manera justa y correcta por todos sus participantes.
En términos generales, el comercio se entiende como aquella actividad
humana de carácter lucrativo consistente en el intercambio directo o indirecto de
bienes y servicios con la finalidad de facilitar y promover la circulación de las
riquezas, así como su relacionada finalidad de atender la demanda de individuos
en función de la satisfacción de alguna necesidad.1
En relación a la definición anterior, es lógica la afirmación del primer párrafo
respecto a que el comercio es una actividad humana que ha existido a lo largo de
la historia de la humanidad.2 Sin embargo, antes estas relaciones eran
principalmente locales, ya que hace no mucho tiempo, era muy difícil transportar
mercancías y personas de un lugar a otro, pues no existían las comunicaciones,
los transportes y hasta el ambiente político para poder comercializar en todas
partes del mundo.
En la actualidad, el comercio ha crecido de manera importante a nivel
internacional a medida que el mundo ha sido sujeto de un proceso de
globalización, gracias a diversos factores tales como aquellos de carácter
tecnológico, de comunicaciones, así como la existencia de una paz general
internacional, entre otros. Como consecuencia de lo anterior, actualmente
podemos encontrar mayores operaciones y transacciones comerciales a nivel
internacional, mismas que son celebradas entre partes que se encuentran en dos
o más lugares distintos del mundo.
En contraste a lo anterior, a lo largo de la historia se ha visto como los
países se han preocupado mucho por su industria interna, volviéndose países

1
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto y Acosta Romero, Miguel, “Comercio”, Diccionario Jurídico
Mexicano, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1983, t. II C-Ch, p. 139
2
Cfr., Quintana Adriano, Elvia Celia, El comercio exterior de México. Marco Jurídico, estructura y
política, México, Porrúa, 1989, p. 135

3
cerrados al comercio internacional. Por lo tanto, históricamente ha sido complicado
y costoso comercializar en ciertos lugares o países, sobre todo en los casos en los
que alguna persona quisiera vender sus productos en territorios ajenos a su propio
país. Peor aún, el ambiente político no permitía que los comerciantes pudieran
realizar operaciones libremente con cualquier persona, pues muchas veces las
rutas o los controles aduaneros y/o de gobierno estaban cerrados al comercio
internacional.
Conforme avanzaron las relaciones políticas y económicas entre los países,
paralelamente fueron evolucionando las tecnologías, los medios de comunicación
y los medios de transporte. Además, los países se empezaron a dar cuenta que
abrirse al comercio internacional conlleva beneficios económicos, sobre todo si un
país se dedica principalmente a exportar mercancías, pues de esta manera crecen
las producciones locales y se genera una mayor entrada de capital.
Como consecuencia de estos factores, empezaron a celebrarse actos
comerciales de intercambio de mercancías y productos entre partes residentes en
dos o más mercados nacionales y/o de distintos países, por lo que dichas
relaciones comenzaron a ser reguladas a nivel nacional e internacional. A esta
regulación jurídica-económica del intercambio internacional de mercancías se le
conoce como comercio exterior, mismo que además define la política comercial
internacional de cada país respecto al resto del mundo.3
Adicionalmente, en los años recientes el comercio exterior ha entrado en un
proceso de unificación global, por medio de diversos instrumentos y organismos
internacionales, los cuales contribuyen a que exista una mayor eficacia y fluidez
en las operaciones internacionales. Es decir, en la actualidad vivimos en un
mundo que tiende hacia una economía mundial que se encuentra más integrada e
interdependiente.4
Esta globalización que se ha ido conformando en los más recientes años,
es un proceso que se ha nutrido del liberalismo económico, la libre competencia y

3
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, “Comercio exterior”, Diccionario Jurídico Mexicano, México,
UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1983, t. II C-Ch, p. 142
4
Cfr., Hill, Charles W.L., Negocios internacionales. Competencia en el mercado global, México,
McGraw-Hill, 2007, p. 110-111

4
la tecnología cibernética. Todos estos factores, contribuyen a que actualmente sea
un hecho que casi mundialmente exista un intercambio y flujo libre de mercancías,
productos, servicios y capitales, entre personas físicas o morales de diferentes
países o estados.5
En relación a lo anterior, las empresas nacionales han empezado a adquirir
intereses de expansión, pues ahora buscan ampliar sus ganancias e ingresos en
un plano transnacional o internacional. El interés anterior ha producido que el
comercio internacional aumente de manera importante y por tanto se han bajado
las barreras nacionales que limitaban este tipo de transacciones6 Sin embargo, de
manera paralela ha nacido un interés por parte de las autoridades internacionales
de establecer principios y reglas uniformes que regulen las relaciones
internacionales entre las partes de distintos países.
Una de las regulaciones más importantes que se ha dado a nivel
internacional sobre aquellas negociaciones que se practican en dicho ámbito, es
todo aquello relacionado con la valoración aduanera para la determinación de la
base gravable de los impuestos a la importación por la introducción de mercancías
a determinado país, lo cual es el objeto de estudio del presente trabajo.

5
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Derecho del Comercio Exterior, México, Instituto de
Investigaciones Jurídicas, UNAM, 2011, p. 5
6
Idem

5
CAPÍTULO 1. VALORACIÓN ADUANERA.

1.1 Base Gravable de los Impuestos al Comercio Exterior.

Derivado del comercio exterior, las mercancías son transportadas de un país a


otro, sin embargo, existe una preocupación global de que estas transacciones se
lleven correctamente, por lo que las mismas son reguladas y vigiladas por las
autoridades aduaneras de los países involucrados en estas operaciones. De
hecho, hay autores que afirman que las funciones de las autoridades aduaneras,
nacen como consecuencia del comercio internacional.7
Una de las consecuencias principales de dicha regulación y vigilancia de las
referidas operaciones comerciales internacionales, es la generación de la
tributación aduanera por concepto de la importación y exportación de mercancías
entre distintos países, misma que es impuesta por las autoridades aduaneras. En
otras palabras, derivado del comercio internacional se generan tributos de carácter
aduanero, mismos que son impuestos que se encargan de gravar las operaciones
comerciales de mercancías en el ámbito internacional.8
En específico, las dos actividades de comercio exterior que gravan los
tributos de carácter aduanero son las importaciones y las exportaciones. De
hecho, en el artículo 51 de la Ley Aduanera, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 15 de diciembre de 1995, se puede encontrar el fundamento legal
de lo anterior:
“Artículo 51. Se causarán los siguientes impuestos al comercio exterior:
I. General de importación, conforme a la tarifa de la ley respectiva.
II. General de exportación, conforme a la tarifa de la ley respectiva.”
Como se puede observar, la propia legislación aduanera establece que los
impuestos al comercio exterior son aquellos que se causan tanto como por la
importación como por la exportación. Por lo tanto, es importante entender el
alcance de estas dos actividades gravadas:

7
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, Derecho Aduanero, 15a. ed., México, Porrúa, 2009, p. 50
8
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera de las mercancías,
México, Mcgraw-Hill, UNAM, 1998, p. 1

6
Por un lado, el concepto de importar proviene del vocablo latino importare,
que significa “traer de fuerza, introducir o traer”.9 En términos jurídicos, la
importación se define como la introducción de mercancías y servicios a territorio
nacional, destinados a su consumo interno.10
En contraste, la palabra exportar tiene su origen de la palabra latina
exportare, misma que significa “llevar fuera o sacar”.11 Es decir, en contraposición
a la definición jurídica de importación, la exportación se define como la extracción
de mercancías y servicios del territorio nacional para su consumo exterior.12
Es importante aclarar que tanto el término de importación, como el de
exportación no son definidos por la legislación mexicana vigente. Sin embargo, en
la Ley del Impuesto al Valor Agregado se prevén listados mediante los cuales
dicha legislación establece cuándo considera que se realiza alguna de estas
actividades de comercio exterior en México.
Respecto a la importación, el artículo 24 de la Ley del Impuesto al Valor
Agregado, considera que hay importación de bienes o servicios en los siguientes
casos: 1) en la introducción de bienes al país; 2) en la adquisición de bienes
intangibles por parte de residentes en el país y enajenados personas no
residentes al mismo; 3) en el uso o goce temporal de bienes intangibles en
territorio nacional que son proporcionados por personas no residentes al país; 4)
en el uso o goce temporal de bienes tangibles en territorio nacional, en caso de
que su entrega material se hubiese efectuado en territorio extranjero, y 5) en el
aprovechamiento se servicios en territorio nacional prestados por personas no
residentes del país.13
En cuanto a la exportación de bienes y servicios, la Ley del Impuesto al
Valor Agregado considera que se realiza cuando: 1) se lleva a cabo la extracción
de mercancías del territorio nacional; 2) se enajenan bienes de carácter intangible

9
Diccionario de la Real Academia Española, Edición del Tricentenario,
http://dle.rae.es/?id=L5Z4xUK
10
Cfr., Ramírez Gutiérrez, José Othón, “Importaciones y Exportaciones”, Diccionario Jurídico
Mexicano, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1983, t. III D, p. 24
11
Diccionario de la Real Academia Española, Edición del Tricentenario,
http://dle.rae.es/?id=HKkTPcg
12
Cfr., Ramírez Gutiérrez, José Othón, op. cit., p. 26
13
Ley del Impuesto al Valor Agregado, art. 24

7
por alguna persona del país a otra que sea residente en un país extranjero; 3) se
usa o goza temporalmente en el extranjero bienes intangibles que sean
proporcionados por personas residentes del país; 4) se aprovecha en el extranjero
de servicios que sean prestados por residentes nacionales; 5) se lleve a cabo la
transportación internacional de bienes por residentes del país, así como todos
aquellos servicios relacionados con lo mismo, y 6) se transporte por vía aérea,
personas y bienes fuera de territorio nacional por parte de residentes del país. 14
Estos listados de la legislación especial sobre el Impuesto al Valor
Agregado, ayudan a entender lo que en México se considera como importación y
exportación; sin embargo, no se ofrece una definición exacta de dichos conceptos,
independientemente de que dichos listados son aplicables para efectos de dicho
impuesto en específico y no para efectos de los impuestos al comercio exterior.
En consideración de que en la legislación vigente no se encuentra una
definición exacta de dichos conceptos, doctrinalmente se puede afirmar que la
importación es aquella actividad mediante la cual se realiza la introducción legal
de cualquier tipo de mercancía o servicio a cierto territorio aduanero; mientras que
la exportación es la actividad por medio de la cual se realiza la extracción legal de
cualquier tipo de mercancía o servicio desde cierto territorio aduanero hacía el
exterior del mismo.15
En resumen a lo anterior, las actividades de comercio exterior son gravadas
por la legislación mexicana, pero como se analizará a lo largo de este trabajo, no
es tarea sencilla determinar la cantidad exacta a pagar por la tributación de estas
actividades. Es decir, para la correcta determinación de los impuestos generales
de importación y de exportación, es importante atender a uno de los elementos
más importantes en materia impositiva, la base gravable.16
A este elemento conocido como base gravable, se le define como aquella
cantidad o monto respecto al cual se aplicará la tasa correspondiente a
determinada contribución, con la finalidad de poder establecer de forma líquida y

14
Ley del Impuesto al Valor Agregado, art- 29
15
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, Análisis jurídico de la base gravable en derecho
aduanero, México, Porrúa, 2005, p. 32
16
Cfr., Reyes Real, Óscar Bernardo, Manual de derecho aduanero, México, Oxford University
Press, 2015, p. 174

8
concreta la cantidad que se debe por concepto de crédito fiscal. 17 Es decir, para
poder establecer de manera concreta cuál es la cantidad que se debe pagar por
cierto impuesto, se debe aplicar la tasa, cuota o tarifa a la base gravable y de esta
manera determinar la cantidad a pagar por el impuesto generado.
El mencionado elemento es de suma importancia por dos razones
principales. En primer lugar, dicho elemento lo utiliza la autoridad aduanera como
fuente para pretender medir la capacidad de pago de los contribuyentes
atendiendo al principio constitucional de proporcionalidad del pago de impuestos.18
Dicho principio se encuentra regulado en la fracción IV del artículo 31 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tal y como se muestra a
continuación:
“Artículo 31. Son obligaciones de los mexicanos:
[…]
IV. Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación, como del
Distrito Federal o del Estado y Municipio en que residan, de la manera
proporcional y equitativa que dispongan las leyes.”
En consecuencia, para garantizar que el pago de los impuestos al comercio
exterior sea proporcional a la capacidad económica de los contribuyentes, se
utiliza la base gravable como una manera objetiva para determinar el pago de los
impuestos aduaneros de acuerdo a la exigencia constitucional de la materia.
Además, la base gravable es de suma importancia en materia aduanera, ya
que sobre la misma se va a determinar la cantidad exacta a pagar por concepto de
los impuestos al comercio exterior.19 En otras palabras, es estrictamente relevante
saber exactamente cuál es la base gravable de cada mercancía importada y/o
exportada, pues en caso de aplicar la tasa, tarifa o cuota a una base gravable
errónea, todo el cálculo de los impuestos aduaneros a pagar va a ser incorrecta y
esta situación puede traer problemas de carácter aduanero, fiscal y/o problemas
de carácter económico.

17
Cfr., Reyes Real, Óscar Bernardo, op. cit., p. 174
18
Idem
19
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op cit., p. 387

9
En relación a los problemas aduaneros y/o fiscales, la propia Ley Aduanera
establece en la fracción I de su artículo 176, que aquella persona que omita el
pago total o parcial de los impuestos, comete una infracción:
“Artículo 176. Comete las infracciones relacionadas con la importación o
exportación, quien introduzca al país o extraiga de él mercancías, en
cualquiera de los siguientes casos:
I. Omitiendo el pago total o parcial de los impuestos al comercio exterior y,
en su caso, de las cuotas compensatorias, que deban cubrirse.
[…]”
Es decir, en caso de que se calcule la base gravable de las mercancías de
manera inferior a la correcta, entonces puede caerse en el supuesto normativo de
realizar o querer realizar un pago parcial del impuesto al comercio exterior
aplicable; lo anterior, debido a que se estaría aplicando la tasa, cuota o tarifa a
una cantidad menor a la que se le debería aplicar.
Por otro lado, en caso de se calcule una base gravable superior a la que
efectivamente debería de ser, entonces se pagaría una cantidad de impuestos al
comercio exterior mayor a la debida; esto es, ya que se estaría aplicando
erróneamente la tasa, cuota o tarifa correspondiente a una base gravable mayor a
la verdaderamente aplicable.
La determinación precisa de la base de gravable es complicada de calcular,
en virtud de que dicho elemento impositivo se regula de manera distinta en cada
impuesto estatal, nacional e internacional, por lo que no existe una regla general
para calcular dicho elemento de los impuestos. De hecho, en el caso de materia
aduanera, la base gravable se calcula de manera diferente para las actividades de
importación y exportación.
En consideración de lo anterior, de manera específica dentro del derecho
aduanero, la base gravable es aquella cantidad respecto de la cual se
determinarán los impuestos al comercio exterior.20 Sin embargo, como se comentó

20
Cfr., Carrasco Iriarte, Hugo, Glosario de términos fiscales, aduaneros y presupuestarios, México,
Iure Editores, 2004, p. 26

10
en el párrafo anterior, dicha base gravable se calcula de manera diferente en las
actividades de importación y exportación.
Respecto a las exportaciones, la base gravable es el valor comercial de las
mercancías en el lugar de venta de las mismas, cuyo valor deberá estar
consignado en una factura o en cualquier otro documento comercial (sin incluir los
fletes y seguros).
Adicionalmente, en caso de que las autoridades aduaneras determinen que
hay elementos suficientes para rechazar el valor comercial que viene establecido
en la factura u otro documento, entonces podrán ejercer facultades de
comprobación para que en caso de que confirmen su suposición, impongan las
sanciones correspondientes al establecer un valor comercial falso sobre las
mercancías.
Los dos párrafos anteriores se encuentran regulados expresamente en el
derecho positivo mexicano, en específico podemos encontrar dichas disposiciones
en el artículo 79 de la Ley Aduanera:
“Artículo 79. La base gravable del impuesto general de exportación es el
valor comercial de las mercancías en el lugar de venta, y deberá
consignarse en la factura o en cualquier otro documento comercial, sin
inclusión de fletes y seguros.
Cuando las autoridades aduaneras cuenten con elementos para suponer
que los valores consignados en las facturas o documentos, incluidos los
electrónicos o digitales a que se refieren los artículos 36-A, fracciones I,
inciso a) y II, inciso a) y 59-A de esta Ley, no constituyen los valores
comerciales de las mercancías, harán la comprobación conducente para la
imposición de las sanciones que procedan.”
No obstante lo anterior, es importante señalar que generalmente las
exportaciones están exentas de tributos y restricciones, pues los países tratan de
impulsar a sus comerciantes nacionales para producir más y exportar productos
para beneficio del crecimiento nacional. Por eso se puede pensar que, en materia

11
de exportaciones, la forma de determinar la base gravable es más sencilla que en
las importaciones.21
Como consecuencia, a nivel internacional no existe una preocupación para
buscar unificar los métodos de determinación de la base gravable de las
mercancías para su exportación.
En contraste a lo anterior, los impuestos por conceptos de importación
juegan un papel muy importante y estratégico en la política exterior de los países,
pues ayudan a regular los cambios de mercancías extranjeras como protección a
la industria nacional y además constituyen ingresos públicos presupuestarios de
suma importancia para el Estado.22
Por lo tanto, a lo largo de la historia se ha vuelto de suma importancia la
necesidad de contar con un método que permita valorar de manera correcta,
satisfactoria y justa, la base gravable de todas aquellas mercancías que son
materia de importación a cierto territorio aduanero.23
Originalmente, cada país contaba con sus principios y reglas para
determinar la base gravable aplicable a sus impuestos de comercio exterior, lo
cual derivaba en controversias entre comerciantes de dos o más países, pues este
hecho les dificultaba conocer exactamente la base gravable efectivamente
correcta.24 Es decir, no existía seguridad jurídica para los comerciantes
internacionales, pues no existían reglas uniformes e internacionales que regularan
la manera correcta y justa de determinar la base gravable de los impuestos al
comercio exterior.
Actualmente, gracias al esfuerzo por la unificación global del comercio
exterior, la postura que se mantiene vigente y que rige a nivel global, es la
referente a que la base gravable equivale al valor de transacción de las
mercancías sujetas a la comercialización internacional.25
Como prueba de lo anterior, en la legislación mexicana vigente podemos
encontrar expresamente en la Ley Aduanera, que como regla general, la base

21
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración... cit., p. 1
22
Idem
23
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op. cit., p. 302
24
Ibidem, p. 303
25
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración... cit., p. 5

12
gravable de las mercancías es el valor en aduana de las mercancías, el cual
equivale al valor de transacción de las mismas. Lo anterior se encuentra dispuesto
en los primeros dos párrafos del artículo 64 de dicho ordenamiento legal, tal y
como se agrega a continuación:
“Artículo 64. La base gravable del impuesto general de importación es el
valor en aduana de las mercancías, salvo los casos en que la ley de la
materia establezca otra base gravable.
El valor en aduana de las mercancías será el valor de transacción de las
mismas, salvo lo dispuesto en el artículo 71 de esta Ley.
[…]”
Sin embargo, la determinación de la base gravable conforme al valor de
transacción es limitada, pues la propia legislación prevé en el artículo 71 de la Ley
Aduanera, casos de excepción en los que permite la utilización de otras formas
secundarias para poder determinar la base gravable del impuesto general de
importación. Dichos métodos secundarios son: 1) el valor de transacción de
mercancías idénticas; 2) el valor de transacción de mercancías similares; 3) el
precio unitario de venta de las mercancías; 4) el valor reconstruido de las
mercancías, y 5) el método del último recurso.
A todos estos métodos principales y secundarios que tienen como finalidad
la determinación de la base gravable de los impuestos al comercio exterior, se les
conoce como métodos de valoración aduanera.26 Es decir, para poder conocer
exactamente la base gravable de las mercancías, existen ciertos métodos que se
han fijado principalmente a nivel internacional para determinar de manera correcta,
justa y uniforme dicha base gravable.
Por lo tanto, como conclusión a este apartado es relevante recalcar que es
de suma importancia conocer la manera correcta para determinar la base gravable
de los impuestos generados por actividades de comercio exterior. Lo anterior se
logra por medio de diversos métodos fijados a nivel internacional, a los cuales se
les conoce como métodos de valoración aduanera.

26
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana,
Sitio oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm

13
1.2 Concepto de la Valoración Aduanera.

Como ya se advertía, a nivel internacional se ha generado un debate sobre cómo


se debe obtener la base gravable en materia de actividades al comercio exterior.
Por lo tanto, en respuesta a la diversidad de principios y reglas nacionales, se creó
un procedimiento a nivel internacional que tiene la finalidad de determinar la base
gravable de los impuestos al comercio exterior (sobre todo en actividades de
importación), el cual se le conoce como valoración aduanera.27
En virtud de lo anterior, es relevante analizar el concepto y la evolución de
la figura jurídica de la valoración aduanera.
La valoración aduanera no es una figura jurídica que se encuentre definida
en la legislación mexicana vigente, por lo que es pertinente acudir a la doctrina
para comprender el alcance de la misma.
Para el autor Andrés Rohde Ponce, la valoración aduanera de las
mercancías es “…la operación que consiste en determinar el valor a declarar en la
aduana por dichas mercancías cuando la reglamentación aduanal exige tal
declaración…”28
Por su parte, José Othón Ramírez Gutiérrez, establece que la valoración
aduanera es aquella determinación del valor normal de los productos y
mercancías, que tiene la función de ser base gravable para la aplicación de la
cuota correspondiente del impuesto por concepto de importación.29
A nivel internacional, la Organización Mundial del Comercio (OMC), define
la valoración aduanera como “…el procedimiento aduanero aplicado para
determinar el valor en aduana de las mercancías importadas…”30
En consideración de las definiciones anteriores, la valoración aduanera es
aquel procedimiento de carácter aduanero que tiene como finalidad la
determinación del valor de la base gravable de los impuestos al comercio exterior.

27
Cfr., Reyes Real, Oscar Bernardo, op cit., p. 177
28
Rohde Ponce, Andrés, Derecho aduanero mexicano, México, Ediciones Fiscales ISEF, 2004,
tomo 2, p. 327
29
Cfr., Ramírez Gutiérrez, José Othón, “Valor en Aduana”, Diccionario Jurídico Mexicano, México,
UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1983, t. VIII Rep-Z, p. 389
30
Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana, Sitio
oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm

14
Sin embargo, como ya se había advertido, existen diferentes métodos
mediante los cuales se lleva a cabo este procedimiento aduanero. Por lo tanto, es
pertinente analizar aquellos métodos de valoración aduanera que se han
desarrollado históricamente.
La valoración aduanera se ha desarrollado principalmente en un plano
internacional, ya que derivado del crecimiento del comercio internacional, desde
hace tiempo se reconoció la necesidad de adoptar un método objetivo y uniforme
de carácter internacional que permita evaluar, en condiciones satisfactorias y
justas, todas las mercancías gravadas por concepto de importación de las mismas
a un territorio aduanero.31
Como se puede observar, el interés internacional se ha concentrado en la
actividad de la importación de las mercancías, ya que generalmente los países no
gravan las actividades de exportación de mercancías y es más común que las
reglas aplicables a esta actividad en específico se regulen a nivel más local y no
tanto global.
En contraste, la importación es una actividad que es gravada a nivel
mundial, por lo que esta situación respalda la necesidad de contar con métodos
uniformes y claros para la determinación de la base gravable de los impuestos
relacionados con la actividad de importación. Es decir, el hecho de cada país
tenga sus propios métodos de valoración, puede causar controversias e
inseguridades jurídicas, lo cual resulta en que a los comerciantes se les dificulte
conocer exactamente la base gravable que les es aplicable al momento de realizar
actos de comercio exterior.32
Por lo tanto, a nivel internacional se han desarrollado históricamente
algunas teorías que tienen como finalidad establecer el método de valoración
aduanera más justo y objetivo, mediante el cual se pueda determinar de manera
uniforme la base gravable de los impuestos al comercio exterior.
Sin embargo, antes de entrar al análisis evolutivo que ha tenido la
valoración aduanera en la historia, es importante señalar que el desarrollo

31
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op. cit., p. 302
32
Ibidem, p. 303

15
histórico de la valoración aduanera ha partido de ciertas premisas que limitan su
ámbito de estudio.
En primer lugar, se ha partido de la idea de que las mercancías son
importadas o exportadas como consecuencia de contratos de compraventa bajo
condiciones de libre competencia entre partes independientes.33 Lo anterior es
criticable, en virtud de que existen diversos contratos por medio de los cuales se
puede derivar una importación o exportación, tal es el caso de los arrendamientos,
comodatos, consignaciones, entre otros. Es decir, no únicamente existen
importaciones y exportaciones como consecuencia de contratos de compraventa,
sin embargo, el análisis, estudio y desarrollo de la valoración aduanera se ha
concentrado en esta clase de contratos.
En relación a lo anterior, más adelante se analizará como en un principio la
valoración aduanera partía de esta idea. Sin embargo, esto ha cambiado poco a
poco y en los métodos de valoración aduanera vigentes ya se pueden encontrar
reglas secundarias para todos aquellos casos en los que no se cumpla la premisa
de que las actividades de comercio exterior se realizaron por medio de una
compraventa bajo condiciones de libre competencia entre partes independientes.
Claro, el método principal de valoración aduanera parte de esta premisa, pero por
lo menos ya se prevén otros métodos para los casos en los que no se cumplan
con estas condiciones.
Por otro lado, la valoración aduanera se ha centrado para aquellos
impuestos aduaneros ad valorem, por lo que quedan excluidos los impuestos
aduaneros específicos.34 Por lo tanto, es relevante saber distinguir entre estos
tipos de impuestos.
Los impuestos aduaneros específicos, son aquellos que gravan a las
mercancías con base a su peso, cuenta o medida: por ejemplo, por cada unidad
que se importe, se deberá pagar cierta cantidad de dinero.35

33
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op cit., p. 327
34
Idem
35
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Derecho Tributario Aduanero, 2a ed. México, UNAM,
Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1999, p. 145

16
En contraste a lo anterior, los impuestos aduaneros ad valorem, se
encargan de gravar las mercancías dependiendo del valor o precio de la
mercancía, al cual se le aplicará cierto porcentaje (una tasa, cuota o tarifa)
establecido en la legislación, para determinar la cantidad líquida por pagarse en
relación a dichos impuestos causados.36
Adicionalmente, es importante señalar que hay casos en los que existen
mercancías sujetas tanto a un impuesto específico, como a un impuesto ad
valorem.37 A esta clase de tributación se le conoce como impuesto aduanero
mixto, los cuales son más complicados de calcular, pues se debe tomar en cuenta
el valor de las mercancías, más la unidad de medida establecida para el valor
específico.
De hecho, en la Ley de Comercio Exterior, publicada en el Diario Oficial de
la Federación el 27 de julio de 1993, se pueden encontrar en su artículo 12, las
tres clases de impuestos comentados en los párrafos anteriores:
“Artículo 12. Para efectos de esta Ley, los aranceles son las cuotas de las
tarifas de los impuestos generales de exportación e importación, los cuales
podrán ser:
I. Ad-valorem, cuando se expresen en términos porcentuales del valor en
aduana de la mercancía.
II. Específicos, cuando se expresen en términos monetarios por unidad de
medida, y
III. Mixtos, cuando se trate de la combinación de los dos anteriores.”
En este orden de ideas, la valoración aduanera únicamente tiene relevancia
para aquellos impuestos ad valorem, pues justo tiene la finalidad de determinar el
valor en aduana de las mercancías, es decir el valor de las mercancías para
efectos aduanales.
Para reforzar la idea anterior, es importante señalar que en el Acuerdo
Relativo a la Aplicación del Artículo VII del Acuerdo General sobre Aranceles
Aduanero y Comercio, conocido como el Código de Valoración Aduanera de la

36
Idem
37
Idem

17
Organización Mundial del Comercio,38 se establece en su artículo 15 que el valor
de aduana es sobre contribuciones ad valorem:
“Artículo 15
1. En el presente Acuerdo:
a) por "valor en aduana de las mercancías importadas" se
entenderá el valor de las mercancías a los efectos de percepción de
derechos de aduana ad valorem sobre las mercancías importadas;
[…]”
Es importante agregar que la valoración aduanera también se debe utilizar
para aquellos casos en los que existen impuestos mixtos, pero en específico en la
parte ad valorem de dicho impuesto.
En resumen a lo anterior, para entrar al estudio de la valoración aduanera,
es importante señalar que el desarrollo de esta figura jurídica se ha concentrado
en dos cuestiones principalmente: i) se parte de la idea de que las mercancías
objeto del comercio exterior derivan de un contrato de compraventa entre partes
independientes en un plano de libre competencia, y ii) también se parte de la idea
de que la valoración aduanera sólo aplica a los impuestos aduaneros ad valorem y
a los impuestos mixtos en su parte ad valorem.
Por otro lado, el hecho de que exista una preocupación internacional para
fijar reglas uniformes y claras para determinar el valor en aduana de las
mercancías y la base gravable de las mismas, nos muestra como las autoridades
aduaneras a nivel mundial no han aceptado la idea de que el precio de las
mercancías sea fijado por el mercado; por lo cual, a través de estas reglas y
principios internacionales, las autoridades aduaneras aseguran que las
mercancías se valúen de cierta manera para efectos de aduana. Lo anterior
representa para algunos autores, como Andrés Rohde Ponce, que esta
determinación contrarreste la libertad de contratación y la fijación de los precios
por el propio mercado.39

38
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración... cit., p. 19
39
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op cit., p. 327

18
En todo caso, la valoración aduanera se encuentra justificada por diversas
razones, lo cual ayuda a lograr que la determinación de la base gravable sea justa
y uniforme para todos los comerciantes a nivel mundial, por lo que más que
afectar la libertad contractual, ayuda a que exista una mayor seguridad jurídica y
justicia para todas aquellas partes de la contratación sin tomar en consideración el
país al que pertenezcan.
Una de las justificaciones de la existencia de la valoración aduanera, es
justamente contar con un método preciso y aplicable a todos los comerciantes, lo
cual contribuye a que todos aquellos que caigan en el supuesto normativo de
pagar impuestos al comercio exterior, apliquen uniformemente la manera de
determinar la base gravable de sus mercancías. Es decir, la valoración aduanera
contribuye a que exista un método preciso y uniforme que todos deben aplicar, lo
cual evita todo tipo de reglas imprecisas, dudables y hasta ambiguas. 40
Como consecuencia de lo anterior, toda persona que actualicé la hipótesis
normativa causante de un impuesto al comercio exterior, sin importar su poder
económico, sus influencias o sus relaciones, deberá determinar su base gravable
conforme a los métodos de valoración aduanera que existen a nivel internacional y
que son uniformes y vigentes en gran parte del mundo.
Otro argumento a favor de la valoración aduanera, consiste en que se
establecen reglas internacionales que definen conceptos relacionados con las
actividades de comercio exterior, pero que sobre todo establecen qué conceptos
se deben tomar en cuenta y qué conceptos no se deben agregar para efectos de
la determinación del valor en aduana y base gravable de las mercancías. 41 Por lo
tanto, todos los comerciantes de aquellos países que tengan vigentes las reglas
internacionales de valoración aduanera, que deban pagar impuestos por
actividades de comercio exterior, deberán tomar en cuenta los mismos conceptos
y reglas para determinar su base gravable, lo cual es justo y les da seguridad
jurídica al celebrar operaciones comerciales con partes de otros territorios
aduaneros.

40
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op cit., p. 302
41
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op cit., p. 329-331

19
En conclusión, la valoración aduanera que se ha fijado a nivel internacional
es de suma importancia para lograr que las relaciones que se derivan del
comercio internacional entre partes de dos o más países, se lleven a cabo de una
manera uniforme, correcta y justa para todos. Lo anterior, contribuye a que las
partes de estas negociaciones cuenten con una mayor seguridad jurídica al
momento de importar y exportar sus mercancías, lo cual seguramente les dará
confianza para celebrar más operaciones de este tipo y que el comercio global se
vea beneficiado de esta manera.

20
CAPÍTULO 2. HISTORIA DE LA VALORACIÓN ADUANERA.

2.1 Desarrollo Histórico Mundial de la Valoración Aduanera.

Históricamente a nivel mundial han existido tres métodos principales de valoración


aduanera, el método del valor real de las mercancías, el método del valor normal
de las mercancías y método del valor de transacción de las mercancías.
El primer método, es decir el método del valor real de las mercancías, se
reguló por primera vez en el artículo VII del Acuerdo General sobre Aranceles y
Comercio (conocido como GATT por sus siglas en inglés), mismo que fue
celebrado en la ciudad de Ginebra el 30 de octubre de 1947.
Sin embargo, previo a la celebración del GATT de 1947, en el año de 1944
se celebró la Conferencia de Bretton Woods, por medio de la cual surgieron
organismos internacionales muy importantes como el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial. Además, se sentaron las bases para la creación
de un organismo internacional que se enfocaría en temas de comercio
internacional y de intercambio de bienes y productos, mismo que se denominaría
“Organización Internacional del Comercio”.42
Para el año de 1946, el Consejo Económico y Social de la las Naciones
Unidas convocó a la Conferencia Internacional sobre Comercio y Empleo, misma
que fue celebrada en 1947 en La Habana, Cuba. Una de sus finalidades
principales era la intención de establecer formalmente a la Organización
Internacional del Comercio, por medio de la Carta de la Organización Internacional
del Comercio o Carta de la Habana.43
En virtud de que la convocatoria y celebración de la Conferencia
Internacional sobre Comercio y Empleo se tardó dos años en consumar, ciertos
países se reunieron de manera paralela para celebrar negociaciones dirigidas a
unificar y establecer reglas en diversos temas aduaneros. Como consecuencia a lo
anterior, estos países (23 en total, sin incluir a México) finalmente firmaron el

42
Cfr., Hernández, Luna y Witker Velásquez, Jorge Alberto, Régimen jurídico del comercio exterior
de México, 3a. Ed., México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2008, p. 48
43
Idem

21
GATT y fijaron su entrada en vigor provisional en el año de 1948. Por otro lado,
estos países también formaban parte del grupo que negociaría la Carta de la
Habana, por lo que empezaban a abrir la posibilidad de que no se creara la
Organización Internacional del Comercio.44
Aun cuando se empezaba a prever la posibilidad de que no se creara la
Organización Internacional del Comercio, en marzo de 1948 se firmó la Carta de la
Habana. Sin embargo, dicho instrumento internacional fue frenado al no ser
ratificado por las legislaturas nacionales y cuando en 1950 el Congreso de
Estados Unidos de América rechazó la ratificación de este instrumento,
prácticamente se derivó la muerte prematura de la Organización Internacional del
Comercio.45
Como consecuencia del fracaso de la Carta de la Habana y de la creación
de la Organización Internacional del Comercio, el GATT se quedó como el único
instrumento internacional de regulación en materia aduanera y comercio
internacional.46 Por lo tanto, el GATT de 1947 se encargó de regular
“provisionalmente” los temas aduaneros internacionales, dentro de los cuales se
encuentra la valoración aduanera.
El GATT de 1947 es de suma importancia pues durante varios años se
encargó de regular temas comerciales internacionales y aduaneros que sirvieron
como base para que se fueran unificando estas materias, con la finalidad de
otorgarle una mayor seguridad jurídica a los particulares.
Como ya se ha mencionado, dicho documento regulaba diversos asuntos
en materia aduanera, pero en específico en su artículo VII se encargó de regular
de manera concreta a la valoración aduanera. Más aun, el mencionado artículo VII
del GATT estableció los principios generales aplicables en materia de valoración
aduanera en un ámbito internacional.
Inicialmente, por medio de este precepto, se establecía que para determinar
la base gravable de los impuestos al comercio exterior, se tenía que obtener el

44
Cfr., Organización Mundial del Comercio, El GATT: “provisional” durante casi medio siglo, Sitio
oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/thewto_s/whatis_s/tif_s/fact4_s.htm
45
Idem
46
Cfr., Hernández, Luna y Witker Velásquez, Jorge Alberto, op cit., p. 49

22
valor verdadero de las mercancías importadas. Es decir, la valoración aduanera se
basaba en obtener el “valor real” de las mercancías o de mercancías similares,
más no en obtener el valor de las mismas en un aspecto nacional, ni en valores de
carácter ficticios o arbitrarios.47 Lo anterior se encontraba regulado en los incisos a
y b del numeral 2 del artículo VII del GATT de 1947, donde justamente se podía
encontrar la definición del valor real:
“Artículo VII.
Valoración Aduanera
[…]
2. a) El valor en aduana de las mercancías importadas debería basarse en
el valor real de la mercancía importada a la que se aplique el derecho o de
una mercancía similar y no en el valor de una mercancía de origen nacional,
ni en valores arbitrarios o ficticios.
b) El "valor real" debería ser el precio al que, en tiempo y lugar
determinados por la legislación del país importador, las mercancías
importadas u otras similares son vendidas u ofrecidas para la venta en el
curso de operaciones comerciales normales efectuadas en condiciones de
libre competencia. En la medida en que el precio de dichas mercancías o
mercancías similares dependa de la cantidad comprendida en una
transacción dada, el precio que haya de tenerse en cuenta debería referirse
uniformemente a: i) cantidades comparables, o ii) cantidades no menos
favorables para importadores que aquellas en que se vendido el mayor
volumen haya de estas mercancías en el comercio entre el país de
exportación y el de importación.
[…]”
Es importante señalar que la regulación inicial de este método tiene su
connotación positiva, pues el mismo estableció por primera vez a nivel
internacional las bases y principios generales a los que se deben atender al
momento de determinar el valor de las mercancías.48

47
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre… cit., Breve Reseña
Histórica
48
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op. cit., p. 302

23
Sin embargo, se critica que el método de valoración con base en el valor
real era subjetivo y permitía a los países prácticamente utilizar métodos distintos
para llegar al valor real de las mercancías al momento de determinar la base
gravable de las mismas dentro del ámbito nacional.49
Como respuesta a las críticas del método de valoración aduanera del “valor
real” y con base en el esquema liberal del GATT, surgió un segundo método de
valoración aduanera que favorecía más a las mercancías y que estuvo vigente
desde 1953 hasta 1979 a nivel global, incluyendo a México. 50 Este segundo
método es el del valor normal de las mercancías, mismo que forma parte de la
Definición del Valor de Bruselas (DVB), que se regula en la Convención sobre el
Valor Aduanero de las Mercancías del Consejo de Cooperación Aduanera. 51 Dicha
convención fue firmada justamente en Bruselas el 15 de diciembre de 1950, pero
puesta en vigor hasta el 28 de julio de 1953.52
El instrumento anterior fue creado paralelamente al GATT, por parte de un
Subcomité del Valor que era parte integrante del Comité Aduanero, mismo que a
su vez fue creado por el Grupo de Estudio para la Unión Aduanera Europea. 53
Cabe aclarar que aunque la creación de la DVB fue creado por un organismo
regional, dicho acuerdo fue trasladado al derecho internacional y tuvo como
consecuencia que el valor normal estuviera vigente en México durante cierto
tiempo.54
Este método se basa en la idea de que las mercancías tienen un nivel
natural o usual de precios, por lo que el valor de las mismas se determina
aplicando una formula única o aplicando ciertos patrones que dan como resultado

49
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre… cit., Breve Reseña
Histórica
50
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Derecho Tributario... cit., p. 147
51
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit., p. 328
52
Cfr., Máximo Carvajal Contreras, op. cit., p. 328
53
Cfr., Ferro, Carlos y DiFiorio, José Luis, Legislación aduanera y régimen procesal, Argentina,
Bibliográfica Omeba, 1966, Tomo II, p. 277
54
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit., p. 328

24
un precio probable por cada mercancía en específico, el cual equivale al valor
normal de las mercancías.55
Derivado de lo anterior, cuando el precio pagado o por pagar de las
mercancías no es coincidente con el precio usual de la competencia, el valor en
aduana se debe ajustar hasta que los precios de las dos situaciones anteriores
sean iguales.56
Lo anterior tenía como objetivo la protección del principio de la no
discriminación entre los distintos importadores y como consecuencia lograr evitar
que el total del impuesto de importación, se viera afectado por condiciones
desiguales en operaciones y transacciones similares y/o comparables.57
Sin embargo, este método de valoración fue criticado, puesto que parece
que tiene la intención de establecer un precio internacional de las mercancías, lo
cual va en contra de la libertad contractual, con la probable consecuencia final de
que dicho impuesto se convierta en específico y no ad valorem, pues toda
mercancía llegaría a tener un valor sobre el cual se le aplicaría la cuota, tasa o
tarifa del impuesto a pagar.58
Además, los listados de los precios de las mercancías nunca estaban
completos en virtud de que siempre se están creando mercancías nuevas o
modificando las mercancías ya creadas, por lo que las mismas no tienen un precio
determinado.59 Lo anterior, deja en estado de incertidumbre a los importadores de
mercancías nuevas o modificadas, pues no sabrían cómo calcular el impuesto
correspondiente.
Es decir, al final del día los críticos argumentan que más que proteger el
principio de no discriminación, este método estaba afectando la libre competencia
y la libertad contractual.

55
Cfr., Alfaro, Víctor, “El Consejo de Cooperación Aduanera en las relaciones económicas
internacionales”, Revista Bancomext, Comercio Exterior, México, vol. 33, núm. 3, marzo de 1983,
p. 262
56
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Derecho Tributario... cit., p. 150
57
Cfr., Banco Interamericano de Desarrollo, Introducción al estudio del valor aduanero, México,
1973, p. 3
58
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit., p. 328
59
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre… cit., Definición del Valor de
Bruselas

25
Por si fuera poco, Estados Unidos de América nunca adoptó este método y
en realidad utilizaba un método interno con características proteccionistas y
arbitrarias, que además sólo conocían ellos.60 Dicha situación era evidentemente
contrario de todo aquello que representa el GATT y su búsqueda de una
uniformidad internacional, sin embargo la utilización de este método localista era
más que nada una presión para que se dejara de utilizar el método del valor
normal de las mercancías que era utilizado por muchas naciones.
Como consecuencia de las limitantes y críticas que se tenían sobre el
método anterior, surgió la necesidad de crear un nuevo método de valoración
aduanero más flexible, equitativo, neutro y uniforme. Adicionalmente, en virtud de
que la determinación del valor de las mercancías para efectos aduaneros es un
tema controvertido, la creación de nuevo método de aceptación global era cada
vez más necesario.61
Antes de entrar al análisis de este nuevo método, es importante recordar
que el método del valor normal de las mercancías fue creado paralelamente al
GATT y a su método del valor real de las mercancías, mismo que seguía vigente
desde 1947. No obstante, el GATT era susceptible de ser modificado y reformado,
por lo que a través de los años el GATT de 1947 fue sufriendo modificaciones
gracias a negociaciones multilaterales que se les conoce como rondas.62
Por lo tanto, como respuesta a la necesidad de un nuevo método de
valoración que fuera aceptado a nivel mundial, se aprovechó una de las rondas del
GATT para implementar un nuevo método. En específico la ronda relativa en la
que se discutió este asunto fue aquella que se conoce como la Ronda Tokio,
misma que fue celebrada en dicho lugar durante los años de 1973 a 1979.63
Por medio de la referida Ronda de Tokio, se emitieron diversos acuerdos
internacionales sobre diferentes temas como antidumping, balanza de pagos,
valoración aduanera, entre otros. A estos acuerdos se les denominaron “códigos”

60
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Derecho Tributario... cit., p. 147
61
Cfr., Reyes Real, Bernardo, op. cit., p. 177-178
62
Cfr., Patiño Manffer, Ruperto, “Creación de la Organización Multilateral de Comercio (OMC)”,
Boletín Mexicano de Derecho Comparado, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, México,
núm. 81, septiembre-diciembre 1994, p. 733-735,
https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-comparado/article/view/3275/3754
63
Cfr., Hernández, Luna y Witker Velásquez, Jorge Alberto, op cit., p. 57

26
y uno de estos es el instrumento internacional más importante en la actualidad en
materia de valoración aduanera.64
En relación a lo anterior, justo en uno de estos códigos surgió el tercer
método de valoración aduanera conocido como el método del valor de
transacción. De manera específica, dicho método se regula en el código
denominado “Acuerdo relativo a la Aplicación del Artículo VII del Acuerdo General
sobre Aranceles Aduaneros y Comercio”, al cual se le conoce también como el
“Código de Valoración Aduanera” o simplemente “Código de Valoración”, mismo
que tiene como fuente el artículo VII del GATT.65
El mencionado Código de Valoración Aduanera, pasó a formar parte
integrante del GATT de 1947, mismo que ya no era el mismo en términos de su
contenido, pues había sido modificado y actualizado con base en las diferentes
rondas celebradas, contando la Ronda de Tokio, pero que en esencia seguía
cumpliendo la mismo función de unificación internacional de la materia aduanera.
Finalmente, entre los años de 1986 y 1994, se celebró la última ronda en la
existencia del GATT, misma que se conoce como la Ronda de Uruguay. Lo más
relevante de esta ronda final, fue el hecho de que el GATT quedó substituido por
la creación de un nuevo organismo internacional llamado la “Organización Mundial
del Comercio” (OMC).66
La Ronda de Uruguay concluyó formalmente con la firma del “Acuerdo por
el que se Establece la Organización Mundial de Comercio”, mismo que fue
adoptado en Marruecos el 15 de abril de 1994, el cual también conocido como el
“Acta de Marrakech”. Sin embargo, el tema de la valoración aduanera casi no
sufrió ninguna consecuencia o cambio de contenido, pues el Código de Valoración
Aduanero pasó a ser parte integrante del “Acuerdo por el que se Establece la
Organización Mundial de Comercio”.67

64
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Textos jurídicos anteriores al establecimiento de la
OMC, Códigos de la Ronda de Tokio, Sitio oficial la OMC en español,
https://www.wto.org/spanish/docs_s/legal_s/prewto_legal_s.htm
65
Idem
66
Cfr., Hernández, Luna y Witker Velásquez, Jorge Alberto, op cit., p. 59
67
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Explicaciones del GATT 1994, Sitio oficial la OMC en
español, https://www.wto.org/spanish/docs_s/legal_s/legal_s.htm

27
De hecho, el Código de Valoración Aduanera es formalmente parte del Acta
de Marrakech, pues el mismo forma parte de su “Anexo 1A: Acuerdos
Multilaterales sobre el Comercio de Mercancías”, el cual se ha mantenido vigente
hasta la actualidad.68
Si bien es cierto que el Código de Valoración Aduanera no sufrió
modificaciones importantes dentro de su contenido, resulta relevante mencionar
que por medio de la propia Ronda de Uruguay, se pronunciaron ciertas decisiones
y declaraciones ministeriales, mismas que forman parte integrante de dicha ronda,
dentro de las cuales se destaca aquella denomina “Decisión Relativa a los Casos
en las Administraciones de Aduanas Tengan Motivos para Dudar de la Veracidad
o Exactitud del Valor Declarado”.69
La decisión mencionada en el párrafo anterior resulta relevante, en virtud de
que la misma se pronuncia sobre un tema regulado en el Código de Valoración
Aduanera, en específico el tema del rechazo al valor declarado. Dicho tema es
importante de mencionar, ya que su regulación por medio de esta decisión y por
medio propio Código de Valoración, difiere a la regulación nacional de dicha
materia, situación que será analizado más adelante.
Por lo tanto, el mencionado Código de Valoración, mismo que fue adoptado
exactamente el 12 de abril de 1979, y que derivó de la Ronda Tokio que convocó
el GATT (ahora OMC), se encuentra vigente hoy en día y es el instrumento
internacional que se ha encargado de regular el método de valoración que es
utilizado mayormente en la actualidad (incluyendo a México), el cual establece que
para determinar la base gravable de las mercancías se debe utilizar como regla
general el valor de transacción de las mismas.70
El propio Código de Valoración define lo que se entiende como el valor de
transacción de las mercancías, específicamente en el primer párrafo de su artículo
primero, tal y como se muestra a continuación:
“Artículo 1.
68
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Textos Jurídicos de la OMC, “Los acuerdos de la
Ronda de Uruguay”, Sitio oficial la OMC en español,
https://www.wto.org/spanish/docs_s/legal_s/legal_s.htm
69
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración... cit., p. 15
70
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Derecho del comercio… cit., p. 61

28
1. El valor en aduana de las mercancías importadas será el valor de
transacción, es decir, el precio realmente pagado o por pagar por las
mercancías cuando éstas se venden para su exportación al país de
importación, ajustado de conformidad con lo dispuesto en el artículo 8,
siempre que concurran las siguientes circunstancias:
[…]”
Por lo tanto, el método del valor de transacción se encarga de determinar el
precio realmente pagado o por pagar por las mercancías, lo cual obedece a
cuestiones libre competencia y de oferta y demanda de un producto cierto y
determinado, lo cual contrasta con lo que se establecía en el método del valor
normal de las mercancías al querer establecer precios sin tomar en cuenta la
competencia.71
Por otro lado, podemos advertir que dicho valor se basa a su vez en el valor
real originalmente establecido por el GATT, pues dicho instrumento internacional
también pasó a ser parte integrante de la OMC y en su texto actual aún habla del
valor real de las mercancías, el cual asentó las bases y principios del método del
valor de transacción de las mercancías.72
No obstante lo anterior, hay que recordar que el método del valor real fue
criticado, por lo que por medio del valor de transacción se establecieron reglas
uniformes para determinar dicho el valor real, en virtud de que el método del valor
real dejaba su determinación más al arbitrio de las partes, al no contar con reglas
que regularan específicamente dicho método de valoración aduanera. Es decir, el
Código de Valoración se basó en determinar el valor real, pero a diferencia del
método del valor real, dicho instrumento internacional desarrolló, reguló y mejoró,
por medio del método nuevo del valor de transacción de las mercancías, la
determinación del valor real, al establecer reglas uniformes para la determinación
del mismo.
Sin embargo, el método del valor de transacción tampoco es perfecto, pues
dicho método no es suficiente para poder determinar siempre el valor de aduana

71
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit., p. 328
72
Cfr., Organización Mundial del Comercio, La Ronda de Uruguay, ¿Qué ocurrió con el GATT, Sitio
oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/thewto_s/whatis_s/tif_s/fact5_s.htm

29
de las mercancías, pues el Código de Valoración establece otros métodos
secundarios para los casos en que no se pueda determinar el valor de transacción
de las mercancías conforme al método del valor de transacción.
Es importante señalar que el método del valor de transacción, es el
prevaleciente y más usado a nivel internacional, pues hasta Estados Unidos de
América ha adoptado dicho método de valoración aduanera, situación que se ha
traducido en que la mayor parte del comercio mundial utilice el método de valor de
transacción de las mercancías, y a que el método del valor normal empiece a
desaparecer de la comunidad internacional.
El análisis del método del valor de transacción, así como aquellos métodos
secundarios que se regulan en el Código de Valoración Aduanera, serán
analizados en otro capítulo del presente trabajo, sin embargo era importante
entender su surgimiento para efectos del análisis histórico de la valoración
aduanera.
Por otro lado, el desarrollo histórico mundial no siempre coincide con el
desarrollo histórico nacional, por lo que resulta pertinente analizar cómo es que se
ha regulado el tema de la valoración aduanera en México a través de los años y
hasta la actualidad.

2.2 Regulación Histórica de la Valoración Aduanera en México.

Como ya se había advertido, la regulación de la valoración aduanera se empezó a


gestar a nivel internacional a partir del año de 1947, gracias al GATT de 1947, al
establecer su método del valor real de las mercancías. Por otro lado, en 1950 se
estableció el nuevo método del valor normal de las mercancías en la DVB.73
La existencia dual de estos dos métodos iniciales, dejaba la puerta abierta
para que México eligiera cuál de estos internalizaría a su derecho positivo. Sin
embargo, en un principio parecía que México no quería entrar tan rápido a la
tendencia internacional, pues prefirió utilizar un método interno no apegado a lo
que se manejaba en el ámbito internacional.

73
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit., p. 334-336

30
La afirmación anterior se encuentra sustentada con base en lo establecido
en Código Aduanero de los Estados Unidos Mexicanos, mismo que fue publicado
en el Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre de 1951 y que entró en
vigor el 1 de abril de 1952.74
Dicho Código Aduanero establecía que la manera en que se tenía que
determinar el valor de las mercancías, al cual se le aplicaría la cuota
correspondiente, era utilizando el valor de dichas mercancías establecido en la
factura comercial de las mismas. Sin embargo, la utilización de dicho valor sólo se
podía tomar en cuenta en caso de que el mismo fuera superior al precio oficial de
las mercancías.75 Lo anterior nos muestra como este método de valoración
aduanera era muy localista, pues atendía a precios oficiales mexicanos, sin tomar
en cuenta los precios que pudieran existir en otras partes del mundo.
Este método localista o nacionalista no era un tema nuevo, pues en las dos
disposiciones aduaneras anteriores al referido Código Aduanero, se preveía el
mismo método de valoración de las mercancías. En específico estas disposiciones
eran la a Ley Aduanal del 30 de diciembre de 1929 y la Ley Aduanal del 31 de
agosto de 1935.76
Si bien es cierto que dicho método era en cierto modo localista, también lo
es el hecho de que el mismo daba la posibilidad de poner el valor en factura de las
mercancías y para esto el Código Aduanero se preocupaba que el valor
establecido en dicho documento fuera el exacto y real.
Para esto, el artículo 201 de dicho ordenamiento legal, imponía la
obligación de establecer en la factura el precio exacto de las mercancías. Aunque
para saber cuál era el precio exacto, se tenía que tomar en cuenta el valor en el
mercado del lugar de compra (es decir, se debían tomar en cuenta valores locales,
sin que se estableciera la manera concreta con la cual se podía conocer
exactamente cuáles eran esos valores), tomando en cuenta todos los gastos y

74
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Poder Ejecutivo, Sección Tercera, 31 de
diciembre de 1951, p.105, http://www.dof.gob.mx/index.php?year=1951&month=12&day=31
75
Artículos 201-208 del Código Aduanero de los Estados Unidos Mexicanos de 1952
76
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Poder Ejecutivo, Sección Segunda, 31 de
agosto de 1935, p.105, http://www.dof.gob.mx/index.php?year=1951&month=12&day=31

31
cargos correspondientes a la importación de las mercancías en cuestión, a
excepción de los gastos y costos por concepto de fletes y seguros.77
Este método de valoración aduanera vigente en nuestro país a principios
del siglo XX, llevaba a que la base gravable de las mercancías para efectos de
impuestos al comercio exterior, fuera aquel valor que resultara más alto entre el
precio oficial y el valor de la factura, con el efecto negativo de que en varias
ocasiones el primero era superior y como consecuencia se tenían que pagar
impuestos por valores superiores a los que costaron los bienes.78
Sin embargo, los métodos de valoración aduanera existentes en el ámbito
internacional, empezaron a tener una adopción cada vez mayor a nivel mundial.
Ante esta situación, México se estaba quedando atrás en relación a muchos
países que habían adoptado alguno de los métodos internacionales y se empezó a
presionar para que México entrara a esta tendencia internacional.
En consideración de lo anterior, México se tardó en adoptar alguno de los
métodos de valoración aduanera vigentes en el plano internacional, pero
finalmente el 27 de diciembre de 1978, se publicó en el Diario Oficial de la
Federación la Ley de Valoración Aduanera de las Mercancías de Importación,
misma que constaba de 15 artículos y de dos artículos transitorios, misma que
entró en vigor el 1 de julio de 1979.79
Lo anterior fue un poco desafortunado, pues cuando México por fin decidió
utilizar uno de los métodos de valoración establecidos a nivel internacional,
justamente el método que estaba siendo más utilizado en esos tiempos era el del
valor normal de la DVB. Lo anterior fue desafortunado, ya que justo al año
siguiente a la publicación de la Ley de Valoración Aduanera de las Mercancías de
Importación, se emitió el Código de Valoración Aduanera y con éste la tendencia
mundial paso a utilizar el valor de transacción regulado por dicho instrumento
internacional.

77
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Poder Ejecutivo, Sección Tercera, 31 de
diciembre de 1951, p.29, http://www.dof.gob.mx/index.php?year=1951&month=12&day=31
77
Artículos 201-208 del Código Aduanero de los Estados Unidos Mexicanos de 1952
78
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit., p. 336
79
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, 27 de diciembre de 1978, p. 2-4
http://www.dof.gob.mx/index.php?year=1978&month=12&day=27

32
Por otro lado, también es cierto que la adaptación del método del valor de
transacción se fue dando poco a poco, y de hecho aún hay ciertos países que
utilizan el método del valor normal de la DVB.80
En todo caso, el artículo 1 de Ley de Valoración Aduanera de las
Mercancías de Importación, establecía que la base gravable del impuesto general
de importación, era el valor normal de las mercancías. Es decir, como ya se había
comentado, se adoptaron las ideas de la DVB y no del GATT.
Además, dicha disposición legal establecía que el valor normal de las
mercancías, era aquel que correspondía a la fecha de llegada de las mismas a
territorio nacional como consecuencia de una operación de compraventa en
condiciones de libre competencia entre partes independientes, lo cual era
coincidente a las disposiciones internacionales de la DVB.
Por su parte, la fracción II del artículo 2, establecía que los gastos
relacionados por la venta y entrega (a excepción de los fletes y seguros) de los
productos o mercancías hasta el lugar de introducción de las mismas, eran por
cuenta del vendedor y por lo mismo se debían incluir al valor normal de las
mercancías.
Para poder determinar el valor normal de las mercancías, dicho
ordenamiento establecía en su artículo 3, cierto orden sucesivo y por exclusión de
formas de determinación, los cuales eras: i) el precio pagado o por pagar de la
factura; ii) el precio usual de competencia; iii) el precio probable de venta en
territorio nacional; iv) el precio efectivo de venta en territorio nacional, y v) el precio
que respondiera a la suma de alquileres. Dichas maneras de determinación
estaban definidas en el artículo 4, sin embargo eran definiciones ambiguas y
dejaban mucho campo de interpretación.
Otro artículo relevante, es el artículo 5 que establecía los casos en los que
se entendía que existía una compraventa en condiciones de libre competencia,
para lo cual establecía los siguientes requisitos: i) que el pago del precio sea la
única obligación del comprador; ii) que el precio no esté influido por vínculos de

80
Cfr., Contreras Carvajal, Máximo, op. cit., p. 323

33
cualquier índole, y iii) que no esté pactada la reversión de las mercancías al
vendedor.
Adicionalmente, la ley cuenta con otros artículos que establecían reglas de
carácter procedimental y de cuestiones particulares para esta clase de valoración,
mismas que han sido superadas por los métodos de valoración vigentes.
Por último, la Ley de Valoración Aduanera de las Mercancías de
Importación, contaba con dos artículos transitorios de importancia relevante, pues
regulaban el ámbito de aplicación de dicho ordenamiento legal.
El primero de los artículos transitorios establecía que la entrada en vigor de
dicho ordenamiento era el 1 de julio de 1979.81 Por lo tanto, en virtud de que entre
la publicación de la ley en cuestión y la entrada en vigor de la misma pasaron
alrededor de seis meses, la misma tuvo un periodo de vacatio legis. Esto es, que
la propia ley estableció un plazo entre su publicación y entrada en vigor, para que
los destinatarios de la misma tuvieran tiempo de conocer y estudiar su contenido,
y en consecuencia cuando entrara en vigor, la misma fuera cumplida y
obedecida.82 Terminado este plazo o vacatio legis, la ley en cuestión entró en vigor
y se volvió obligatoria para todos aquellos que se encontraran en la hipótesis
normativa.
Por otro lado, es importante señalar que la Ley de Valoración Aduanera de
las Mercancías de Importación convivió con la vigencia del Código Aduanero de
1952. Sin embargo, el segundo artículo transitorio de la ley en estudio, derogó los
artículos del Código Aduanero que se opusieran a la misma. Sin embargo, no
derogó la facultad de la entonces Secretaría de Comercio para fijar y modificar los
precios oficiales de las mercancías.83
Como consecuencia de lo anterior, durante cierto tiempo existió un periodo
de adaptación del método internacional del valor normal de las mercancías, en el

81
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, 27 de diciembre de 1978, p. 4
http://www.dof.gob.mx/index.php?year=1978&month=12&day=27
82
Cfr., Madrazo, Jorge, “Iniciación de vigencia de la ley”, Diccionario Jurídico Mexicano, México,
UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1983, t. V I-J, p. 115
83
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, 27 de diciembre de 1978, p. 4
http://www.dof.gob.mx/index.php?year=1978&month=12&day=27

34
cual éste coexistió con el método localista regulado en el Código Aduanero. 84 Es
decir, el valor normal de las mercancías era utilizado en casos de que el mismo
fuera superior al precio oficial de las mercancías que era establecido por la
entonces Secretaría de Comercio.
Un par de años después, se presentó una iniciativa de una nueva ley en
materia aduanera, misma que pretendía modernizar y adecuar el sistema
aduanero mexicano con el internacional. El problema fue que para esta ley,
llegaron a existir hasta tres diferentes proyectos desarrollados por la Dirección
General de Aduanas, otro por la Subsecretaría de Inspección Fiscal y el último por
la Procuraduría Fiscal de la Federación.85
Como consecuencia lógica de lo anterior, el proyecto final quedó como un
híbrido que contenía disposiciones y regulaciones acordes al sistema aduanero
internacional, otras que quedaron iguales al Código Aduanero de 1952, y además
quedaron disposiciones e intereses de los tres grupos que prepararon proyectos
para esta nueva legislación aduanera.
En todo caso, el resultado de lo anterior se materializó en una nueva Ley
Aduanera que fue publicada el 30 de diciembre en el Diario Oficial de la
Federación y que entró en vigor el 1 de julio de 1982,86 situación que claramente
nos muestra que la misma contó con una vacatio legis para que fuera conocida y
estudiada por los destinatarios de la misma.
La exposición de motivos de la Ley Aduanera de 1982, estableció que la
misma buscaba tres principales finalidades: i) dar a los particulares un tratamiento
equitativo, con la correlativa obligación de que las autoridades aduaneras actuaran
con eficiencia; ii) impulsar la agilización de los trámites aduaneros en beneficio de
los particulares y del comercio exterior, así como iii) armonizar las figuras jurídicas
e instituciones aduaneras nacionales con las del ámbito internacional. 87

84
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit., p. 338
85
Cfr., Ramírez Gutiérrez, José Othón, “Breve estudio de la Ley Aduanera”, Anuario Jurídico XI-
1984,, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1984, p. 181
86
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Primera Sección, Poder Ejecutivo, 30 de
diciembre de 1981, p. 31 http://dof.gob.mx/index.php?year=1981&month=12&day=30
87
Cfr., Ramírez Gutiérrez, José Othon, op. cit., p. 182

35
Una de las formas más efectivas para lograr sus finalidades, fue la
derogación de las legislaciones aduaneras anteriores a la misma, por lo que por
medio de su artículo tercero transitorio, derogó al Código Aduanero de 1952 y a la
Ley de Valoración Aduanera de las Mercancías.88
En relación a la valoración aduanera, la Ley Aduanera de 1982 continuó
con la misma tendencia del valor normal de las mercancías que estaba prevista en
la Ley de Valoración Aduanera de las Mercancías, pues de hecho casi reprodujo
textualmente las disposiciones de esta última legislación en sus artículos 48 al
55.89
Lo anterior tiene sentido, pues si bien es cierto que ya se había emitido el
Código de Valoración Aduanera, el mismo aún no era utilizado de manera
importante a nivel mundial. Adicionalmente, hay que recordar que el valor normal
de las mercancías era regulado a nivel internacional en la DVB, que a su vez se
regulada en la Convención sobre el Valor Aduanero de las Mercancías del
Consejo de Cooperación Aduanera.
Lo comentado anteriormente tiene relevancia, pues como se había
mencionado, en la exposición de motivos de la Ley Aduanera de 1982, se
estableció que se buscaba armonizar el sistema nacional aduanero con el
internacional. Para esto, la propia exposición de motivos puso como ejemplo el
sistema regulado por el Convenio para la Simplificación y Armonización de los
Regímenes Aduaneros o “Convenio de Kyoto”, adoptado en 1973 y que
principalmente fue firmado justo por países miembros del Consejo de Cooperación
Aduanera.90 Es decir, se podía observar claramente como México tenía la
tendencia de seguir el ejemplo del Consejo de Cooperación Aduanera para la
regulación aduanera interna.
Adicionalmente, el 18 de junio de 1982 se publicó en el Diario Oficial de la
Federación el Reglamento de la Ley Aduanera de 1982, mismo que entró en vigor

88
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Primera Sección, Poder Ejecutivo, 30 de
diciembre de 1981, p. 31, http://dof.gob.mx/index.php?year=1981&month=12&day=30
89
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit., p. 339
90
Cfr., Ramírez Gutiérrez, José Othon, op. cit., p. 182

36
también el 1 de julio de 1982.91 Dicho ordenamiento se encargó de regular de
manera más detallada todas las reglas relacionadas con el valor normal de las
mercancías, específicamente por medio de sus artículos 117 al 132.
Sin embargo, a pesar de que se quería armonizar con la tendencia
internacional y que el método del valor normal de las mercancías se encontraba
desarrollado de manera más importante, durante estos tiempos continuaba la
dualidad con el sistema nacionalista de tener precios oficiales para las
mercancías.
En relación a lo anterior, el último párrafo del artículo 48 de la Ley Aduanera
de 1982, establecía que los precios oficiales constituían la base mínima para
determinar la base gravable del impuesto general a la importación. Además esta
situación siguió varios años y para 1985, casi el 8.5% del valor total de las
importaciones eran gravadas de acuerdo al valor de los precios oficiales de las
mismas.92
Consecuentemente, a pesar de que se había emitido una nueva Ley
Aduanera más acorde al sistema internacional aduanero, la misma reconocía la
situación de que la base gravable de las mercancías se valuaba conforme a los
precios oficiales de las mismas, y sólo en caso de que el precio de las mismas
fuera mayor, ya se podía utilizar el método del valor normal de las mercancías. Es
decir, en México seguía existiendo una dualidad en cuanto a los métodos de
valoración aduanera.
Por otro lado, es importante señalar que el hecho de que México siguiera el
modelo de valoración de la DVB y no del GATT, se debía a que los intereses por
los cuales se creó el GATT no coincidían necesariamente con la situación
económica mexicana.
La razón principal de lo anterior, es que el GATT buscaba la liberalización
de los obstáculos aduaneros, lo cual era muy favorable para países desarrollados
que producen mucho y pueden exportar con mayor facilidad; mientras que México,

91
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Única Sección, Poder Ejecutivo, 18 de junio de
1982, p. 34, http://dof.gob.mx/index.php?year=1982&month=06&day=18
92
Informe del grupo de trabajo de adhesión al GATT, Documento 1/6010, Punto 24: Valoración en
Aduana, México, 1986, p. 9

37
siendo un país en desarrollo que si bien es cierto ha crecido de manera importante
con el pasar de los años, en esos tiempos no podía competir de manera tan pareja
con los países desarrollados con mayor capacidad para exportar.93
En contraste a lo anterior, se puede contra argumentar que el GATT tiene la
ventaja de ampliar la posibilidad de ventas de los países en desarrollo, a países
que también forman parte del GATT y que cuentan con la capacidad financiera de
comprar los productos y mercancías de países en desarrollo. Sin embargo, el
comercio exterior por parte de países en desarrollo es muy reducido en
comparación de los países desarrollados y con mayor capacidad de exportación.94
Lo cierto es que los países en desarrollo se han encontrado al margen de
los acuerdos de liberación comercial y hasta el Fondo Monetario Internacional ha
reconocido que si bien el GATT (ahora OMC) se ha reunido y ha tratado de
establecer un ambiente más equitativo en el ámbito comercial internacional,
también es cierto que la liberalización se ha dado más en mercancías
manufacturadas que producen los países industrializados y desarrollados y no
tanto se han liberalizado en otros sectores que producen mayormente los países
en desarrollo.95
De cualquier manera, el 25 de julio de 1986, México firmó el entonces
GATT de 1947 , mismo que fue aprobado por el Senado de la República con fecha
11 de septiembre de 1986, para que finalmente se publicará su aprobación en el
Diario Oficial de la Federación el 29 de octubre de 1986 y que entrara en vigor en
México a partir del 24 de agosto de 1986.96 Es decir, México pasó a formar parte
del GATT en 1986 y las consecuencias en materia aduanera vendrían de manera
casi inmediata por esta nueva vinculación.

93
Cfr., Álvarez Soberanis, Jaime, “El ingreso de México al GATT: la problemática de nuestra
adhesión”, Boletín Mexicano de Derecho Comparado, UNAM, Instituto de Investigaciones
Jurídicas, México, núm. 36, septiembre-diciembre 1979, p. 694,
https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-comparado/article/view/3275/3754
94
Ibidem, p. 707
95
Cfr., Banco Nacional de Comercio Exterior, “Rebajas arancelarias a la medida de los ricos”,
Revista Comercio Exterior, vol. 29, núm. 2, México, 2 de febrero de 1979, p. 143-148
96
Secretaria de Relaciones Exteriores, Tratados internacionales, “Acuerdo General sobre
Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT)”, Trámite Constitucional,
https://aplicaciones.sre.gob.mx/tratados/muestratratado_nva.sre?id_tratado=138&depositario=

38
Una de las razones por las que México firmó el GATT, fue para pasar de
una política aduanera proteccionista con precios oficiales de las mercancías, a una
política liberalizadora acorde a la política internacional que cada vez
implementaban más países a nivel global.97
Derivado de lo anterior, México asumió la obligación de eliminar el método
proteccionista de establecer precios oficiales de mercancías y que los mismos
fueran utilizados para determinar la base gravable.98 Por lo tanto, el primer paso
dirigido para cambiar la valoración aduanera en México, fue eliminar el método
proteccionista nacional de precios oficiales.
La obligación anterior fue cumplida mediante la emisión del “Acuerdo que
Deroga los Precios Oficiales que Constituyeron la Base Gravable Mínima para la
Aplicación del Impuesto General de Importación”, mismo que fue publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 11 de enero de 1988.99 Es decir, México se tardó
varios meses en cumplir la obligación asumida ante el entonces GATT, sin
embargo sí la cumplió eventualmente.
El mencionado acuerdo se conformó de un solo artículo, mismo que
establecía que se derogaban todos los precios oficiales que constituían la base
gravable mínima del impuesto general de importación. Además, contaba con un
artículo transitorio que dispuso retroactivamente la entrada en vigor del acuerdo al
1 de enero de 1988. Por lo tanto, el único método de valoración que quedó
regulado dentro de la legislación aduanera mexicana era el método del valor
normal de las mercancías.
Por otro lado, otra de las obligaciones asumidas por México al entrar a
formar parte del GATT, era la relativa a notificar la intención de adherirse a los
códigos resultantes de la Ronda de Tokio, dentro de los cuales figura el Código de
Valoración Aduanera.100

97
Cfr., Álvarez Soberanis, Jaime, op. cit., p. 712
98
Informe del grupo de trabajo de adhesión al GATT, Documento 1/6010, Punto 24: Valoración en
Aduana, México, 1986, p. 9
99
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Única Sección, Poder Ejecutivo, 11 de enero de
1988, p. 3, http://dof.gob.mx/index.php?year=1988&month=01&day=11
100
Cfr., Organización Mundial de Comercio, GATT 1947/GATT 1994, Compilación, AAADAM,
México, p. 698

39
En cumplimiento de dicha obligación, el 24 de julio de 1987, México firmó el
Código de Valoración Aduanera y su Protocolo, mismos que fueron aprobados por
el Senado de la República el 1 de diciembre de 1987; posteriormente, dicha
aprobación fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 21 de diciembre
del mismo año, estableciendo su entrada en vigor para el 10 de marzo de 1988. 101
De acuerdo a lo establecido en el artículo 21 del Código de Valoración
Aduanera, los países en desarrollo podrán retrasar la aplicación del mismo hasta
por cinco años a partir de su entrada en vigor en dichos países en desarrollo.
Respecto a lo anterior, el día 25 de abril de 1988 se publicó en el Diario Oficial de
la Federación el “Decreto de promulgación del acuerdo relativo a la aplicación del
artículo VII del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio,
adoptado en la ciudad de Ginebra, Suiza, el 12 de abril de 1979”.102
En relación a lo anterior, México declaró que aplicaría lo relativo al artículo
21 del Código de Valoración Aduanera, reconociendo el carácter de país en
desarrollo.103 Por lo tanto, se tenía hasta marzo de 1993 para aplicar de manera
efectiva y positiva el Código de Valoración Aduanera.
México cumplió de manera oportuna y anticipada su declaración de aplicar
el Código de Valoración Aduanera dentro del derecho positivo mexicano en el
plazo de cinco años, lo cual lo realizó por medio de la Ley que Armoniza Diversas
Disposiciones con el Acuerdo General de Aranceles y Comercio, los Tratados para
Evitar la Doble Tributación y para Simplificación Fiscal, misma que fue publicada
en el Diario Oficial de la Federación el 20 de julio de 1992 y que entró en vigor en
lo relativo a la valoración aduanera a partir del 1 de septiembre de 1992.104
El artículo quinto de la referida ley, reformó totalmente lo referente a la
valoración aduanera que se regulaba en la Ley Aduanera de 1992. Dicha reforma
derogó totalmente lo relativo al valor normal de las mercancías y con esto el
101
Secretaria de Relaciones Exteriores, Tratados internacionales, “Acuerdo relativo a la Aplicación
del Artículo VII del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio”, Trámite
Constitucional,
https://aplicaciones.sre.gob.mx/tratados/muestratratado_nva.sre?id_tratado=373&depositario=0
102
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Única Sección, Poder Ejecutivo, 25 de abril de
1988, p. 3, http://dof.gob.mx/index.php?year=1988&month=04&day=25
103
Ibidem, p. 4
104
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Única Sección, Poder Ejecutivo, 20 de julio de
1992, p. 28-43, http://dof.gob.mx/index.php?year=1992&month=07&day=20

40
método regulado por la DVB. A cambio de lo anterior, agregó el método del valor
de transacción de las mercancías del GATT, mismo que se reguló en los artículo
48 al 55-E de la propia Ley Aduanera, por lo que de esta manera también quedó
derogado tácitamente lo relativo al valor normal de las mercancías regulado en el
Reglamento de la Ley Aduanera.105
Por fin, en México se tenía vigente tanto en el derecho nacional como en el
derecho internacional, el método de valoración aduanera del valor de transacción
de las mercancías, el cual se ha mantenido vigente hasta la actualidad. Además,
las disposiciones internacionales de la materia se copiaron casi íntegramente en el
derecho nacional aduanero.
Posteriormente, hay que recordar que el 15 de abril de 1994 se firmó el
Acta de Marrakech, por lo que la OMC pasó a substituir al GATT. Además, el
Código de Valoración Aduanera pasó a formar parte integrante de dicha acta por
medio del Anexo 1A de la misma, el cual se mantuvo casi idéntico a su antecesor
de 1979, por lo que el contenido de dicho código no sufrió cambios importantes.106
En todo caso, por medio del “Decreto de promulgación del Acta Final de la
Ronda Uruguay de Negociaciones Comerciales Multilaterales y, por lo tanto, el
Acuerdo por el que se establece la Organización Mundial del Comercio”, publicado
en el Diario Oficial de la Federación el 30 de diciembre de 1994, mismo que entró
en vigor el 1 de enero de 1995,107 comenzó la vigencia del Código de Valoración
Aduanera de 1994 en México, el cual se ha mantenido vigente hasta la actualidad.
No obstante lo anterior, resulta importante mencionar que como resultado
de la publicación del decreto mencionado en el párrafo inmediato anterior, también
comenzó la vigencia de la “Decisión Relativa a los Casos en las Administraciones
de Aduanas Tengan Motivos para Dudar de la Veracidad o Exactitud del Valor
Declarado”.108 Como ya se había advertido, dicha decisión resulta relevante, en
virtud de que la misma se encarga de regular el tema del rechazo al valor
declarado, mismo que resulta ser uno de los pocos temas en los que existen
105
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit., p. 343
106
Idem
107
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Segunda Sección, Poder Ejecutivo, 30 de
diciembre de 1994, p. 61-128, http://www.dof.gob.mx/index.php?year=1994&month=12&day=30
108
Idem

41
discrepancias entre la regulación nacional e internacional de la valoración
aduanera, situación que se analizará más adelante.
Finalmente, el 15 de diciembre de 1995, se publicó en el Diario Oficial de la
Federación una nueva Ley Aduanera, misma que fue emitida por medio del
artículo segundo del “Decreto por el que se expiden nuevas leyes fiscales y se
modifican otras” y que entró en vigor el 1 de abril de 1996, derogando totalmente
la Ley Aduanera de 1982.109 La mencionada Ley Aduanera se ha encargado de
regular la materia de la valoración aduanera de acuerdo a lo establecido en el
Código de Valoración Aduanera, en específico por medio de sus artículo 64 a 78-
C.
Paralelamente a la publicación de la nueva ley Aduanera, el 6 de junio de
1996 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el nuevo Reglamento de la
Ley Aduanera,110 mismo que también se adecuó al Código de Valoración
Aduanera al reglamentar este tema por medio de sus artículo 98 a 116.
No obstante lo anterior, dicho reglamento fue derogado por un nuevo
Reglamento de la Ley Aduanera, el cual fue publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 20 de abril del 2015 y que entró en vigor el 20 de julio del mismo
año.111 Dicho nuevo reglamento, regula actualmente de manera muy parecida la
materia de la valoración aduanera y en concordancia con la regulación
internacional de la misma, en específico por medio de sus artículos 110 a 133.
En conclusión a lo anterior, la Ley Aduanera de 1995 y el Reglamento de la
Ley Aduanera de 2015, se han encargado de regular dentro del derecho positivo
mexicano a la valoración aduanera de acuerdo a la metodología de valoración
aduanera regulada por medio del Código de Valoración Aduanera. Además, los
cambios que han sufrido dichos ordenamientos son casi nulos, por lo que se ha
mantenido la tendencia de regular la materia de valoración aduanera de acuerdo a
los estándares internacionales vigentes.

109
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Segunda Sección, Poder Ejecutivo, 15 de
diciembre de 1995, p. 9-97, http://www.dof.gob.mx/index.php?year=1995&month=12&day=15
110
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Primera Sección, Poder Ejecutivo, 6 de junio
de 1996, p. 49-80, http://dof.gob.mx/index.php?year=1996&month=06&day=06
111
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Primera Sección, Poder Ejecutivo, 20 de abril
de 2015, p. 38-87, http://dof.gob.mx/index.php?year=1996&month=06&day=06

42
Por lo tanto, resulta pertinente realizar un análisis más profundo de la
metodología de valoración aduanera regulada tanto en el Código de Valoración
Aduanera, como en la Ley Aduanera y su reglamento, pues es la que se encuentre
vigente dentro del derecho positivo mexicano, así como en varios países a nivel
mundial, para determinar el valor en aduana de las mercancías que se importen a
los mismos.

43
CAPÍTULO 3. ORDENAMIENTOS JURÍDICOS QUE REGULAN LA VALORACIÓN
ADUANERA EN MÉXICO.

3.1 Introducción.

Como ya se había advertido anteriormente, en México la valoración aduanera se


encuentra regulada tanto por medio de un instrumento jurídico internacional, como
por medio de la legislación nacional. A nivel internacional se cuenta con el Código
de Valoración Aduanera, mientras que a nivel nacional se encuentra la Ley
Aduanera que regula la valoración aduanera desde su artículo 68 al 78-C y el
Reglamento de la Ley Aduanera que regula dicha materia en sus artículos 110 a
133.
En virtud de lo anterior, existen tres diferentes ordenamientos jurídicos
vigentes, que tienen la finalidad de regular la materia de la valoración aduanera en
México. Por lo tanto, resulta pertinente analizar la naturaleza de cada uno de
estos, pues si bien es cierto que estos tres cuerpos legales regulan la valoración
aduanera, los mimos son de diferente naturaleza jurídica.
En principio, estos tres ordenamientos jurídicos regulan la valoración
aduanera de una manera armónica y sin contradecirse, sin embargo es importante
establecer cuál es la jerarquía entre estos cuerpos normativos, sobre todo para en
caso de que exista una futura o posible contradicción entre los mismos.
En virtud de lo anterior, antes de poder entrar al estudio específico de los
métodos de valoración aduanera que regulan los referidos ordenamientos
jurídicos, resulta necesario determinar la naturaleza y jerarquía entre estos tres.

3.2 Código de Valoración Aduanera.

Para empezar, es importante analizar la naturaleza jurídica del Código de


Valoración Aduanera, el cual parece tener la naturaleza de tratado internacional,
por lo que es pertinente definir esta figura jurídica.

44
Dentro del derecho positivo mexicano, existe una definición de tratado
internacional, sin embargo, se trata de una definición localista, pues sólo se utiliza
para efectos de la ley que la regula. Es decir, esta definición es para efectos
mexicanos y no se debe comparar con la definición internacional de este concepto
(misma que se analizará más adelante), ya que esta última busca una unificación
global de esta figura jurídica. La definición local de tratado se encuentra en la
fracción I del artículo 2 de la Ley sobre la Celebración de Tratados.
“Artículo 2. Para los efectos de la presente Ley se entenderá por:
I. “Tratado”: el convenio regido por el derecho internacional público,
celebrado por escrito entre el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos y
uno o varios sujetos de Derecho Internacional Público, ya sea que para su
aplicación requiera o no la celebración de acuerdos en materias
específicas, cualquiera que sea su denominación, mediante el cual los
Estados Unidos Mexicanos asumen compromisos.
De conformidad con la fracción I del artículo 76 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, los tratados deberán ser aprobados por
el Senado y serán Ley Suprema de toda la Unión cuando estén de acuerdo
con la misma, en los términos del artículo 133 de la propia Constitución.
[…]”
En cuanto a la definición internacional, en la Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados, misma que fue firmada por México el 23 de mayo de
1969, aprobada por el Senado de la República el 29 de diciembre de 1972 y que
entró en vigor a nivel nacional el 27 de enero de 1980, se establece la definición
de tratado internacional.112
De acuerdo al inciso a), párrafo 1 del artículo 2 de la Convención de Viena
sobre el Derecho de los Tratados (Convención de Viena), un tratado internacional
es “un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el
derecho internacional, ya conste en un instrumento único o en dos o más
instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación particular”.

112
Secretaria de Relaciones Exteriores, Tratados internacionales, “Acuerdo General sobre
Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT)”, Trámite Constitucional,
https://aplicaciones.sre.gob.mx/tratados/muestratratado_nva.sre?id_tratado=274&depositario=0

45
Tomando en cuenta las dos definiciones, existen razones suficientes para
concluir que el Código de Valoración Aduanera es efectivamente un tratado
internacional vigente dentro del derecho positivo internacional y mexicano.
En primer lugar, hay que recordar que el Código de Valoración Aduanera
fue inicialmente celebrado entre Estados, el cual se plasmó de manera escrita por
113
medio de la Ronda de Tokio del GATT. Posteriormente, terminando la Ronda
de Uruguay, el Código de Valoración Aduanera paso a formar parte integrante de
la OMC, organismo internacional que cuenta con facultades para regir y modificar,
entre otros, al referido código. 114 Es decir, el Código de Valoración Aduanera es
un acuerdo internacional celebrado por Estados de manera escrita y regido por el
derecho internacional.
En cuanto a su denominación, es relevante mencionar que existen
diferentes maneras en las que se le puede denominar a los tratados
internacionales, tales como acuerdos, pactos, cartas, convenios, protocolos,
tratados, entre otros. La realidad es que su denominación es irrelevante mientras
cumpla con los demás requisitos para ser un tratado internacional, pues estos
instrumentos serán obligatorios y considerados como tratados,
independientemente de su denominación particular.115 Dicha conclusión se deriva
de lo establecido expresamente por medio del artículo 2, inciso a) de la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados:
“2. Términos empleados. 1. Para los efectos de la presente Convención:
a) se entiende por "tratado" un acuerdo internacional celebrado por
escrito entre Estados y regido por el derecho internacional, ya conste en un
instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cualquiera que
sea su denominación particular;
[…]”
En virtud de lo anterior, para calificar si un instrumento internacional es
efectivamente un tratado internacional, se debe analizar su celebración y

113
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Derecho del comercio exterior... cit., p. 61
114
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Explicaciones del GATT 1994, Sitio oficial la OMC en
español, https://www.wto.org/spanish/docs_s/legal_s/legal_s.htm
115
Cfr., Méndez Silva, Ricardo, “Tratados internacionales”, Diccionario Jurídico Mexicano, México,
UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1983, t. VIII Rep-Z, p. 332

46
contenido, más no su denominación en específico.116 Por lo que cualquiera que
sea la denominación de un tratado internacional, éste es obligatorio y fuente
formal de derecho, mientras el mismo cumpla con los demás elementos
establecidos en la definición de la Convención de Viena para que efectivamente
sea un tratado internacional.
Tomando en cuenta lo anterior y en consideración de que el Código de
Valoración Aduanera es un acuerdo internacional celebrado por distintos Estados,
celebrado por escrito en la Ronda de Tokio, regido por el derecho internacional al
celebrarse justamente en el plano internacional y al ser administrado por la OMC,
dicho instrumento internacional es efectivamente un tratado internacional en
términos de la Convención de Viena.
Adicionalmente, es importante hacer notar que los instrumentos conexos a
los tratados internacionales, son parte integrante de los mismos en términos de la
definición de tratado internacional prevista en el Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados. Lo anterior es relevante, en virtud de que el Código de
Valoración Aduanera cuenta con tres anexos muy importantes para el
entendimiento e interpretación del mismo, los cuales, al formar parte integrante del
mismo, también son de observancia obligatoria.117
En todo caso, el Código de Valoración Aduanera, cuyo nombra formal es
Acuerdo relativo a la Aplicación del Artículo VII del Acuerdo General sobre
Aranceles Aduaneros y Comercio, tiene la naturaleza de ser un tratado
internacional.
Considerando que el Código de Valoración Aduanera es un tratado
internacional, ahora resulta pertinente analizar si dicho ordenamiento jurídico es
un tratado internacional dentro del derecho positivo mexicano.
En relación a lo anterior, el Código de Valoración Aduanera tuvo que ser
internalizado para poder pasar a ser parte integrante del derecho positivo
mexicano vigente, lo cual se logra mediante la participación de dos poderes

116
Cfr., Becerra Ramírez, Manuel, Derecho internacional público, UNAM, Instituto de
Investigaciones Jurídicas, México, 1991, p. 36
117
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, El sistema aduanero en México, práctica de importaciones y
exportaciones, México, Tax Editores Unidos, 2008, p. 269

47
federales: i) el poder ejecutivo, quien participa en la celebración del mismo en el
ámbito internacional, y ii) el poder legislativo por medio del Senado de la
República, quien aprueba el actuar del poder ejecutivo, por lo que su función se
ejerce internamente como un control constitucional del tratado que se pretende
celebrar.118
En otras palabras, para que un tratado internacional sea vigente y aplicable
en México, el mismo debe internalizado para poder pasar a ser parte integrante
del derecho positivo mexicano vigente, lo cual se logra primeramente mediante la
firma del tratado internacional en cuestión, por parte del Ejecutivo Federal de
acuerdo la fracción X del artículo 89 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos (“Constitución”):
“Artículo 89. Las facultades y obligaciones del Presidente, son las
siguientes:
[…]
X. Dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales, así como
terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas y
formular declaraciones interpretativas sobre los mismos, sometiéndolos a la
aprobación del Senado…
[…]”
Sin embargo, en cuanto a la celebración del Código de Valoración
Aduanera, es importante señalar que la misma se llevó a cabo en dos momentos.
En primer término, México firmó ad referéndum dicho instrumento internacional.
Mediante esta clase de firma, se hace constar el consentimiento de obligarse a un
tratado internacional, con la condición de que el mismo será definitivo para el país
que lo firma en dichos términos, hasta la posterior ratificación por parte del Estado
en cuestión. Dicha figura jurídica se encuentra regulada tanto a nivel local como
internacional.
Respecto a la regulación local, dicha figura jurídica se encuentra prevista en
la fracción III del artículo 2 de la Ley sobre la Celebración de Tratados,
fundamento que se agrega a continuación:

118
Cfr., Arellano García, Carlos, Derecho internacional público, Porrúa, México, 1983, p. 682

48
“Artículo 2. Para los efectos de la presente Ley se entenderá por:
[…]
III. “Firma ad referéndum”: el acto mediante el cual los Estados Unidos
Mexicanos hacen constar que su consentimiento en obligarse por un tratado
requiere, para ser considerado como definitivo, de su posterior ratificación.
[…]”
En cuanto a su regulación internacional, la misma se encuentra prevista
expresamente en la Convención de Viena, en específico por medio del inciso b)
del segundo párrafo del artículo 12 de dicho instrumento internacional:
“12. Consentimiento en obligarse por un tratado manifestado mediante
la firma. El consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado se
manifestara mediante la firma de su representante:
[…]
2. Para los efectos del párrafo 1:
[…]
b) la firma "ad referéndum" de un tratado por un representante equivaldrá a
la firma definitiva del tratado si su Estado la confirma.”
Es decir, la firma ad referéndum resulta un paso previo a la celebración
definitiva del tratado internacional en cuestión, pues para su celebración definitiva
se requiere que el mismo sea ratificado, aceptado o aprobado.119 En este caso, el
Código de Valoración Aduanera fue firmado ad referéndum por el Ejecutivo
Federal, el día 24 de julio de 1987.120
Por otro lado, antes de que el Código de Valoración Aduanera fuera
celebrado de manera definitiva, el mismo tuvo que ser aprobado internamente por
el Senado de la República.
En relación a lo anterior, resulta pertinente mencionar que el Senado de la
República, cuenta con la facultad de poder aprobar un tratado internacional, en
caso de que el mismo no contravenga disposiciones de derecho interno (para lo

119
Cfr., Herdegen, Matthias, Derecho internacional público, UNAM, México, 2005, p. 121
120
Secretaria de Relaciones Exteriores, Tratados internacionales, “Acuerdo relativo a la Aplicación
del Artículo VII del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio”, Trámite
Constitucional,
https://aplicaciones.sre.gob.mx/tratados/muestratratado_nva.sre?id_tratado=373&depositario=0

49
cual deberá estudiar el contenido del tratado en cuestión), pues no hay que olvidar
que el poder legislativo es independiente al ejecutivo, por lo que queda a su
discreción la aprobación o no del mismo, teniendo en cuenta las presiones
políticas de otros países para que México participe en el tratado internacional
relevante.121 La referida facultad se encuentra prevista expresamente en la
fracción I del artículo 76 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos:
“Artículo 76. Son facultades exclusivas del Senado:
I. Analizar la política exterior desarrollada por el Ejecutivo Federal con base
en los informes anuales que el Presidente de la República y el Secretario
del Despacho correspondiente rindan al Congreso.
Además, aprobar los tratados internacionales y convenciones diplomáticas
que el Ejecutivo Federal suscriba, así como su decisión de terminar,
denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas y formular
declaraciones interpretativas sobre los mismos;
[…]”
Adicionalmente, es importante señalar que el concepto de la aprobación de
un tratado internacional para efectos mexicanos, se encuentra definido en la
fracción IV del artículo 2 de la Ley sobre la Celebración de Tratados:
“Artículo 2. Para los efectos de la presente Ley se entenderá por:
[…]
IV. “Aprobación”: el acto por el cual el Senado aprueba los tratados que
celebra el Presidente de la República.
[…]”
Para determinar si se aprueba o no un tratado internacional, el instrumento
internacional en cuestión debe observar alguno de los siguientes objetivos
generales: i) que contribuya a mejorar la calidad de vida y bienestar de la
población; ii) que propicie el aprovechamiento de recursos naturales; iii) que
promueva el acceso de mercancías mexicanas al mercado internacional; iv) que
contribuya a la diversificación del mercado; v) que fomente la integración de la

121
Cfr., Arellano García, Carlos, op.cit., p. 682

50
economía mexicana con la internacional, y vi) que promueva la transparencia en
las relaciones comerciales internacionales. Lo anterior se encuentra previsto de
manera expresa en el artículo 3 de la Ley sobre la Aprobación de Tratados
Internacionales en Materia Económica.
En consideración correcta y acorde a derecho de los objetivos expuestos en
la la Ley sobre la Aprobación de Tratados Internacionales en Materia Económica,
el Senado de la República aprobó el Código de Valoración Aduanera. Dicha
aprobación se decretó el 1 de diciembre de 1987 y fue publicada en el Diario
Oficial de la Federación, con fecha del 21 de diciembre del mismo año por medio
del “Decreto por el que se aprueba el acuerdo relativo a la aplicación del artículo
VII del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio en Ginebra,
Suiza, el 12 de abril de 1979”.122
Consecuentemente, México pasó a la ratificación del Código de Valoración
Aduanera, acto por medio del cual dicho instrumento internacional se volvió
obligatorio de manera definitiva para México. La figura de la ratificación se
encuentra definida a nivel internacional por medio del inciso b) del primer párrafo
del artículo 2 de la Convención de Viena, mismo que se agrega a continuación:
“Artículo 2. Términos Empleados:
1. Para los efectos de la presente Convención.
[…]
a) se entiende por "ratificación", "aceptación", "aprobación" y
adhesión", según el caso, el acto internacional así denominado por el cuál
un Estado hace constar en el ámbito internacional su consentimiento en
obligarse por un tratado.
[…]”
Por otro lado, dentro del derecho positivo mexicano también se puede
encontrar la definición de dicha figura jurídica, pues la misma se encuentra
expresamente regulada en la fracción V del artículo 2 de Ley sobre la Celebración
de Tratados:

122
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Poder Ejecutivo, Sección Única, 21 de
diciembre de 1987, p.3, http://www.dof.gob.mx/index.php?year=1987&month=12&day=21

51
“Artículo 2. Para los efectos de la presente Ley se entenderá por:
[…]
V. “Ratificación”, “adhesión” o “aceptación”: el acto por el cual los
Estados Unidos Mexicanos hacen constar en el ámbito internacional su
consentimiento en obligarse por un tratado.
[…]”
De manera concreta, el Código de Valoración Aduanera fue ratificado el 4
de febrero de 1988 por el entonces presidente, Miguel de la Madrid, pero fue
depositado ante el Director General de las Partes Contratantes del Acuerdo
General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio hasta el 9 de febrero de 1988,
por lo que a partir de esta segunda fecha, México quedo vinculado al cumplimiento
de dicho instrumento internacional.123
Finalmente, el Código de Valoración Aduanera tenía que hacerse del
conocimiento de todos los habitantes del país, lo cual se realizó por medio de la
promulgación y publicación del “Decreto de promulgación del acuerdo relativo a la
aplicación del artículo VII del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y
Comercio, adoptado en la ciudad de Ginebra, Suiza, el 12 de abril de 1979.”124
Respecto a dicho decreto, es importante distinguir entre dos fechas. En
primer lugar, su fecha de promulgación, misma que fue el 2 de marzo de 1988. 125
En sí, la promulgación es aquel acto administrativo por medio del cual, el poder
ejecutivo autentifica la existencia y regularidad de un ordenamiento jurídico,
ordena su publicación y manda a que sus agentes cumplan con el mismo; sin
embargo, el ordenamiento en cuestión no es obligatorio sino hasta que su
existencia es notificada.126
En un segundo término, el referido decreto por medio del cual se promulgó
el Código de Valoración Aduanera, se publicó en el Diario Oficial de la Federación

123
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Poder Ejecutivo, Sección Única, 25 de abril de
1988, p.3, http://www.dof.gob.mx/index.php?year=1988&month=04&day=25
124
Idem
125
Idem
126
Cfr., Madrazo, Jorge, “Publicación de la ley”, Diccionario Jurídico Mexicano, México, UNAM,
Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1983, t. VII P-Reo, p. 307

52
hasta el 25 de abril de 1988,127 por lo que a partir de este momento, su
publicación, se dio a conocer a nivel nacional, adquirió fuerza obligatoria e inicio
su vigencia para efectos del derecho positivo mexicano.128 Es decir, a a partir de
este momento se volvió obligatorio para los particulares dentro del país.
Se puede confirmar que hasta la publicación de un tratado internacional, el
mismo se vuelve obligatorio, con base en lo establecido en el último párrafo del
artículo 4 de la Ley sobre la Celebración de Tratados, tal y como se muestra a
continuación:
“Artículo 4. […]
Los tratados, para ser obligatorios en el territorio nacional deberán haber
sido publicados previamente en el Diario Oficial de la Federación.”
Es decir, la publicación del decreto de promulgación en el Diario Oficial de
la Federación es de suma relevancia, en virtud de que de esta manera los
particulares se hicieron del conocimiento del Código de Valoración Aduanera;
además a partir de este momento se volvió obligatorio a nivel nacional dicho
instrumento internacional. En otras palabras, el Código de Valoración Aduanera
quedó debidamente internalizado dentro del derecho positivo mexicano, por lo que
el mismo es un tratado internacional dentro del ámbito nacional e internacional.
En cuanto a la clasificación del Código de Valoración Aduanera, resulta
importante mencionar que existen diversas maneras de clasificación de tratados
internacionales, por lo que a continuación se comentaran las tres principales
clasificaciones que se usan para dividir de manera más sencilla estos
ordenamientos jurídicos internacionales
De acuerdo al número de firmantes de un tratado internacional, existen dos
clases de tratados internacionales. En primer lugar, están los tratados bilaterales
que se refieren a aquellos tratados que son celebrados únicamente entre dos
Estados. En contraste a lo anterior, la segunda clase de tratados son aquellos
conocidos como multilaterales, que son aquellos que se celebran entre tres o más

127
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Poder Ejecutivo, Sección Única, 25 de abril de
1988, p.3, http://www.dof.gob.mx/index.php?year=1988&month=04&day=25
128
Cfr., Madrazo, Jorge, op. cit., p. 307

53
Estados.129 Es decir, el Código de Valoración Aduanera es un tratado internacional
multilateral.
Por otro lado, los tratados internacionales también se regulan respecto a su
ámbito territorial de aplicación. Por lo tanto, existen tratados generales que son
aquellos que su ámbito territorial de aplicación no se encuentra limitado y por lo
tanto, es aplicable en todo el mundo. En contraste a lo anterior, existen tratados
regionales que son aplicables a cierto ámbito territorial limitado, por ejemplo el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que únicamente aplica al
territorio de América del Norte.130 En consideración de lo anterior, el Código de
Valoración Aduanera es un tratado general al ser aplicable alrededor del mundo y
no sólo en cierta región territorial.
Además, Los tratados internacionales también se han clasificado en cuanto
a su contenido, por lo que los mismos pueden ser tratados internacionales
comerciales, administrativos, de derechos humanos, de derecho humanitario,
militares, de defensa, de alianzas, políticos, económicos, entre otros. En este
sentido, el Código de Valoración Aduanera se considera como un tratado
internacional en materia aduanera y en materia de comercio internacional.131
En conclusión a lo anterior, el Código de Valoración Aduanera es un tratado
internacional multilateral y general en materia aduanera y comercio internacional.
Además, es importante señalar que los tratados internacionales multilaterales y
generales que se han celebrado en materia aduanera, han influido en las
legislaciones aduaneras a nivel local, tal como es el caso de la materia de la
valoración aduanera.132
Finalmente, resulta relevante recordar que el Código de Valoración
Aduanera paso a formar parte integrante de la OMC, como anexo del Acta Final
de la Ronda Uruguay de Negociaciones Comerciales Multilaterales y, por lo tanto,
el Acuerdo por el que se establece la Organización Mundial del Comercio.

129
Cfr., Herdegen, Matthias, op.cit., p. 119
130
Cfr., Becerra Ramírez, Manuel, op. cit., p. 36
131
Secretaria de Relaciones Exteriores, Tratados internacionales, “Acuerdo relativo a la Aplicación
del Artículo VII del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio”, Tema,
https://aplicaciones.sre.gob.mx/tratados/muestratratado_nva.sre?id_tratado=373&depositario=0
132
Cfr., Ramírez Gutiérrez, José Othón, “Derecho Aduanero”, Diccionario Jurídico Mexicano,
México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1983, t. III D, p. 119

54
Dicho instrumento internacional también fue debidamente internalizado, al
seguir de manera legal y correcta los pasos legalmente exigidos: i) fue firmado por
México el 15 de abril de 1994, por medio del entonces presidente Ernesto Zedillo;
ii) luego fue aprobado el 13 de julio del mismo año por el Senado, situación que se
publicó en el Diario Oficial de la Federación el 4 de agosto de ese mismo año; iii)
la ratificación del mismo se depositó el 31 de agosto de 1994 ante el Director
General del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio; iv) ese
mismo año se promulgó el 27 de diciembre, por medio del “Decreto de
promulgación del Acta Final de la Ronda Uruguay de Negociaciones Comerciales
Multilaterales y, por lo tanto, el Acuerdo por el que se establece la Organización
Mundial del Comercio”, y v) finalmente, se publicó el decreto de publicación en el
Diario Oficial de la Federación ese mismo año, a los 30 días del mes de
diciembre.133
No obstante lo anterior, la entrada en vigor de dicho instrumento
internacional se dio hasta el 1 de enero de 1995, tal y como se estipuló en el
artículo 3 de dicho instrumento internacional.
En todo caso, el Código de Valoración Aduanera es un tratado internacional
debidamente internalizado en el derecho positivo mexicano. Además, el mismo es
un tratado internacional que se encuentra vigente tanto a nivel local, como a nivel
internacional.

3.3 Ley Aduanera y Reglamento de la Ley Aduanera.

Respecto a la Ley Aduanera, la misma tiene la naturaleza de ser una ley federal
mexicana expedida por el Congreso de la Unión. Si bien es cierto que el Congreso
no cuenta expresamente con la facultad de expedir leyes federales en materia
aduanera, dicha facultad se extrae de manera implícita al interpretar

133
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Poder Ejecutivo, Segunda Sección, 30 de
diciembre de 1994, p.2, http://www.dof.gob.mx/index.php?year=1994&month=12&day=30

55
armónicamente ciertas disposiciones contenidas en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.
En relación a lo anterior, las disposiciones que facultan al Congreso de la
Unión en materia aduanera, se encuentran previstas en el artículo 73, en
específico en sus fracciones VII, X, XXIX, párrafo 1 y XXX.
La fracción VII, establece que el Congreso puede imponer las
contribuciones necesarias para cubrir el presupuesto del país. La materialización
de dicha facultad se ejerce por medio de la promulgación anual de la Ley de
Ingresos de la Federación, en donde se listan todos los ingresos que percibirá la
Federación cada ejercicio fiscal; dentro del listado de dichos ingresos se puede
encontrar los impuestos al comercio exterior.134
Adicionalmente, el párrafo 1 de la fracción XXIX establece expresamente
que el Congreso de la Unión es el único poder facultado para establecer
contribuciones en materia de comercio exterior, es decir impuestos generales de
importación y de exportación.135
Respecto a la fracción X, la misma faculta al Congreso para regular en
materia de comercio, sin distinguir entre comercio interno y comercio exterior, por
lo que también esta fracción faculta a dicho órgano para expedir la Ley Aduanera
Por último, la fracción XXX es muy importante, pues faculta al Congreso de
la Unión para expedir leyes que sean necesarias para hacer efectivas el resto de
sus funciones. En virtud de lo anterior, dicha fracción es el fundamento
constitucional para la creación de diversas materias por parte del Congreso,
dentro de las cuales podemos englobar al derecho aduanero, pues la Ley
Aduanera ayuda a hacer efectivas las facultades del legislativo federal, en
específico las de las fracciones VII y XXIX, párrafo 1 del artículo 73 constitucional.
Derivado de esta fracción, se han emitido diversas leyes como la Ley Aduanera, la
Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación, ley de Comercio
Exterior y demás ordenamientos legales que son el marco jurídico legal del

134
Cfr., Reyes Real, Bernardo, op. cit., p. 12
135
Cfr., Bello Gallardo, Nohemí, “Aspectos constitucionales de la Ley Aduanera vigente”, Letras
Jurídicas, Revista Multidisciplinar del CEDEGS, México, Vol. 14, julio-diciembre de 2006, p. 3,
http://letrasjuridicas.com.mx/Volumenes/14/bello14.pdf

56
derecho aduanero en México y que son facultades exclusivas de la Federación y
no de los estados.136 A continuación se agregan dichos preceptos
constitucionales:
“Artículo 73. El Congreso tiene facultad:
[…]
VII. Para imponer las contribuciones necesarias a cubrir el Presupuesto.
[…]
X. Para legislar en toda la República sobre hidrocarburos, minería,
sustancias químicas, explosivos, pirotecnia, industria cinematográfica,
comercio, juegos con apuestas y sorteos, intermediación y servicios
financieros, energía eléctrica y nuclear y para expedir las leyes del trabajo
reglamentarias del artículo 123.
[…]
XXIX. Para establecer contribuciones:
1º. Sobre el Comercio Exterior;
[…]
XXX. Para expedir todas las leyes que sean necesarias, a objeto de hacer
efectivas las facultades anteriores, y todas las otras concedidas por esta
Constitución a los Poderes de la Unión.”
Finalmente, derivado de la facultad formalmente ejecutiva o administrativa,
pero materialmente legislativa, que cuenta el Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos para proveer en la esfera administrativa la exacta observancia de las
leyes, se expidió el Reglamento de la Ley Aduanera.137 Dicha facultad se
encuentra regulada en la fracción I del artículo 89 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos:
“Artículo 89. Las facultades y obligaciones del Presidente, son las
siguientes:
I. Promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso de la Unión,
proveyendo en la esfera administrativa a su exacta observancia.

136
Cfr., Reyes Real, Bernardo, op. cit., p. 13
137
Cfr., Bello Gallardo, Nohemí, op. cit., p. 9

57
[…]”

3.4 Jerarquía Normativa entre los Ordenamientos Jurídicos que Regulan la


Valoración Aduanera.

Como ya se había advertido, la regulación de la valoración aduanera en México se


encuentra distribuida en tres ordenamientos jurídicos: un tratado internacional, una
ley federal y un reglamento. Al ser tres ordenamientos distintos, creados por
órganos diferentes, es posible que existan contradicciones entre los mismos y por
eso es importante determinar la jerarquía entre los mismos.
En primer lugar, resulta necesario mencionar que un reglamento tiene la
finalidad de aplicar y detallar una ley previa, en virtud de que el mismo se deriva
directamente de dicha ley previa; por lo tanto, un reglamento no puede
contravenir, ni ir más allá de lo regulado por la ley de la que emana. 138 Po lo tanto,
la ley federal se encuentra jerárquicamente superior al reglamento.
Por otro lado, al parecer los tratados internacionales y las leyes federales
tienen la misma jerarquía, por lo que el tratado internacional también es
jerárquicamente superior al reglamento. Lo anterior se afirma, ya que las leyes
federales, los tratados internacionales y la propia Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, son la Ley Suprema de la Nación. Dicha conclusión se
puede encontrar en el artículo 133 constitucional, mismo que se encarga de
establecer el orden de jerarquía legal dentro del ordenamiento jurídico mexicano:
“Artículo 133. Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que
emanen de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma,
celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con
aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces
de cada entidad federativa se arreglarán a dicha Constitución, leyes y
tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las
Constituciones o leyes de las entidades federativas.”

138
Cfr., González Oropeza, Manuel, “Reglamento”, Diccionario Jurídico Mexicano, México, UNAM,
Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1983, t. VII P-Reo, p. 399-400

58
Claramente, los tratados internacionales celebrados conforme a la
Constitución y las leyes federales son parte de la Ley Suprema de la Nación. Sin
embargo, lo anterior no explica cuál de estos ordenamientos jurídicos prevalece en
caso de que existan contradicciones entre los mismos. Es decir, no establece cuál
de los dos es superior jerárquicamente en caso de un conflicto normativo.
La respuesta al cuestionamiento anterior no se encuentra en la legislación,
sino que se encuentra en las decisiones judiciales que ha emitido el Poder Judicial
de la Federación.
Originalmente, el Poder Judicial establecía que los tratados internacionales
y las leyes federales se encontraban en el mismo nivel jerárquico. Sin embargo,
por medio de la tesis jurisprudencial denominada “Tratados internacionales. se
ubican jerárquicamente por encima de las leyes federales y en un segundo plano
respecto de la Constitución Federal”, abandonó el criterio anterior y adoptó el
relativo a que los tratados internacionales se encuentran por encima de las leyes
federales.139 A continuación se agrega dicha tesis jurisprudencial:
“TRATADOS INTERNACIONALES. SE UBICAN JERÁRQUICAMENTE
POR ENCIMA DE LAS LEYES FEDERALES Y EN UN SEGUNDO PLANO
RESPECTO DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.
Persistentemente en la doctrina se ha formulado la interrogante respecto a
la jerarquía de normas en nuestro derecho. Existe unanimidad respecto de que la
Constitución Federal es la norma fundamental y que aunque en principio la
expresión "... serán la Ley Suprema de toda la Unión ..." parece indicar que no
sólo la Carta Magna es la suprema, la objeción es superada por el hecho de que
las leyes deben emanar de la Constitución y ser aprobadas por un órgano
constituido, como lo es el Congreso de la Unión y de que los tratados deben estar
de acuerdo con la Ley Fundamental, lo que claramente indica que sólo la
Constitución es la Ley Suprema. El problema respecto a la jerarquía de las demás
normas del sistema, ha encontrado en la jurisprudencia y en la doctrina distintas

139
Cfr., Becerra Ramírez, Manuel, “Tratados internacionales. Se ubican jerárquicamente por
encima de las leyes y en un segundo plano respecto de la Constitución Federal (amparo en
revisión 1475/98)”, Boletín Mexicano de Derecho Comparado, UNAM, Instituto de Investigaciones
Jurídicas, México, núm. 3, julio-diciembre 2000, p. 171,
https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/cuestiones-constitucionales/issue/view/216

59
soluciones, entre las que destacan: supremacía del derecho federal frente al local
y misma jerarquía de los dos, en sus variantes lisa y llana, y con la existencia de
"leyes constitucionales", y la de que será ley suprema la que sea calificada de
constitucional. No obstante, esta Suprema Corte de Justicia considera que los
tratados internacionales se encuentran en un segundo plano inmediatamente
debajo de la Ley Fundamental y por encima del derecho federal y el local. Esta
interpretación del artículo 133 constitucional, deriva de que estos compromisos
internacionales son asumidos por el Estado mexicano en su conjunto y
comprometen a todas sus autoridades frente a la comunidad internacional; por ello
se explica que el Constituyente haya facultado al presidente de la República a
suscribir los tratados internacionales en su calidad de jefe de Estado y, de la
misma manera, el Senado interviene como representante de la voluntad de las
entidades federativas y, por medio de su ratificación, obliga a sus autoridades.
Otro aspecto importante para considerar esta jerarquía de los tratados, es la
relativa a que en esta materia no existe limitación competencial entre la
Federación y las entidades federativas, esto es, no se toma en cuenta la
competencia federal o local del contenido del tratado, sino que por mandato
expreso del propio artículo 133 el presidente de la República y el Senado pueden
obligar al Estado mexicano en cualquier materia, independientemente de que para
otros efectos ésta sea competencia de las entidades federativas. Como
consecuencia de lo anterior, la interpretación del artículo 133 lleva a considerar en
un tercer lugar al derecho federal y al local en una misma jerarquía en virtud de lo
dispuesto en el artículo 124 de la Ley Fundamental, el cual ordena que "Las
facultades que no están expresamente concedidas por esta Constitución a los
funcionarios federales, se entienden reservadas a los Estados.". No se pierde de
vista que en su anterior conformación, este Máximo Tribunal había adoptado una
posición diversa en la tesis P. C/92, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial
de la Federación, Número 60, correspondiente a diciembre de 1992, página 27, de
rubro: "LEYES FEDERALES Y TRATADOS INTERNACIONALES. TIENEN LA
MISMA JERARQUÍA NORMATIVA."; sin embargo, este Tribunal Pleno considera

60
oportuno abandonar tal criterio y asumir el que considera la jerarquía superior de
los tratados incluso frente al derecho federal.”
Las razones principales por las que modificó su criterio, fueron por un
cambio en condiciones internas y externas al país. La externa se debió a las
presiones de agentes, Estados y autoridades internacionales con interés directo
en que México cumpla sus obligaciones internacionales. En cuanto a la interna, los
tratados internacionales celebrados de manera más reciente, empezaron a tener
un mayor impacto en el derecho nacional al regular materias más relevantes, tales
como la materia fiscal, derechos humanos, medio ambiente, y claro, las materias
de derecho aduanero y comercio exterior.140
En el año 2007, se confirmó este criterio por medio de la tesis aislada
denominada “Tratados internacionales. son parte integrante de la Ley Suprema de
la Unión y se ubican jerárquicamente por encima de las leyes generales, federales
y locales. Interpretación del artículo 133 constitucional”. A continuación se agrega
la mencionada tesis:
“TRATADOS INTERNACIONALES. SON PARTE INTEGRANTE DE LA
LEY SUPREMA DE LA UNIÓN Y SE UBICAN JERÁRQUICAMENTE POR
ENCIMA DE LAS LEYES GENERALES, FEDERALES Y LOCALES.
INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 133 CONSTITUCIONAL.
La interpretación sistemática del artículo 133 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos permite identificar la existencia de un orden jurídico
superior, de carácter nacional, integrado por la Constitución Federal, los tratados
internacionales y las leyes generales. Asimismo, a partir de dicha interpretación,
armonizada con los principios de derecho internacional dispersos en el texto
constitucional, así como con las normas y premisas fundamentales de esa rama
del derecho, se concluye que los tratados internacionales se ubican
jerárquicamente abajo de la Constitución Federal y por encima de las leyes
generales, federales y locales, en la medida en que el Estado Mexicano al

140
Cfr., López-Ayllón, Sergio, “La jerarquía de los tratados internacionales (amparo en revisión
1475/98, Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo)”, Boletín Mexicano de Derecho
Comparado, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, núm. 3, julio-diciembre 2000, p.
197, https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/cuestiones-constitucionales/issue/view/216

61
suscribirlos, de conformidad con lo dispuesto en la Convención de Viena Sobre el
Derecho de los Tratados entre los Estados y Organizaciones Internacionales o
entre Organizaciones Internacionales y, además, atendiendo al principio
fundamental de derecho internacional consuetudinario "pacta sunt servanda",
contrae libremente obligaciones frente a la comunidad internacional que no
pueden ser desconocidas invocando normas de derecho interno y cuyo
incumplimiento supone, por lo demás, una responsabilidad de carácter
internacional.”
Es decir, existen diversos criterios jurisprudenciales que han determinado la
supremacía de los tratados internacionales sobre las leyes federales. Dichos
criterios se encuentran vigentes en la actualidad, por lo que se puede concluir la
supremacía de los tratados internacionales frente a las leyes federales y sus
respectivos reglamentos.
Lo anterior tiene sentido, pues de acuerdo al compromiso internacional
asumido por México en la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados,
los tratados internacionales se deben cumplir y no se pueden invocar
disposiciones de derecho interno para justificar su incumplimiento.141 Es decir, un
país no puede argumentar su incumplimiento o no observancia de un tratado con
base en una de sus leyes nacionales. Claro que México no acepta completamente
esta afirmación, en virtud de que dentro del ordenamiento jurídico mexicano la
Constitución está por encima de cualquier otro tipo de ordenamiento legal tanto
nacional como internacional.
Adicionalmente, las normas y obligaciones internacionales que deriven de
tratados internacionales, deben ser cumplidas de buena fe, a lo cual se le conoce
como pacta sunt servanda, situación que se encuentra prevista tanto en el
preámbulo, como en el artículo 26 de la Convención de Viena sobre el Derecho de
los Tratados.142 Además de que el artículo 27 de dicho instrumento internacional
señala que no se pueden invocar disposiciones de derecho interno para la

141
Preámbulo y artículo 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados
142
Cfr., Becerra Ramírez, Manuel, “Tratados internacionales… cit., p. 172

62
inaplicación de un tratado internacional. A continuación se agregan dichas
importantes disposiciones legales:
“Artículo 26. Pacta sunt servanda.
Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por ellas de
buena fe.”
“Artículo 27. El derecho interno y la observancia de los tratados.
Una parte no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno como
justificación del incumplimiento de un tratado. […]”
Más aún, el gobierno mexicano asume un compromiso frente a gobiernos
de otros países y autoridades internacionales, es decir frente a la comunidad
internacional.143 Por lo que en términos políticos y de relaciones con otros países,
se ve incorrecto y mal a nivel internacional, que se le de preferencia a una ley local
que a un tratado internacional.
Por otro lado, resulta pertinente mencionar que jerárquicamente los tratados
internacionales en materia aduanera, como es el caso del Código de Valoración
Aduanera, son superiores a la propia Ley Aduanera, situación que se encuentra
expresamente prevista en dicho ordenamiento jurídico, pues establece que las
disposiciones en materia aduanera, se deben aplicar sin perjuicio de los tratados
internacionales de los que México sea parte; más aún, las autoridades aduaneras
se encuentran obligadas a realizar sus actuaciones de acuerdo a lo establecido en
los tratados internacionales vigentes. Lo anterior se fundamenta
correspondientemente en el último párrafo del artículo 1 de la Ley Aduanera y en
el tercer párrafo del artículo 3 de dicho ordenamiento legal:
“Artículo 1. […]
Las disposiciones de las leyes señaladas en el párrafo primero se aplicarán
sin perjuicio de lo dispuesto por los tratados de que México sea Parte y
estén en vigor.”
“Artículo 3. […]

143
Cfr., Corzo Sosa, Edgar, “Comentario al amparo en revisión 1475/98 resuelto por la Suprema
Corte de Justicia”, Boletín Mexicano de Derecho Comparado, UNAM, Instituto de Investigaciones
Jurídicas, México, núm. 3, julio-diciembre 2000, p. 190,
https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/cuestiones-constitucionales/issue/view/216

63
Las autoridades aduaneras ejercerán sus atribuciones en forma coordinada
y en colaboración con las autoridades de la Administración Pública Federal,
de las entidades federativas y municipios, así como con las autoridades
fiscales y aduaneras de otros países con arreglo a lo dispuesto por los
tratados internacionales de que México sea Parte y estén en vigor; en su
caso, intercambiando información a través de los centros o sistemas
electrónicos que se dispongan, a fin de que las autoridades ejerzan las
atribuciones que les correspondan, quienes deberán mantener reserva de la
información de conformidad con las disposiciones jurídicas aplicables.
[…]”
Lo anterior es importante, pues existe una cantidad importante de tratados
internacionales que se han celebrado en la materia aduanera, mismos han tenido
influencia en las legislaciones aduaneras a nivel local. 144 Uno de estos es el
Código de Valoración Aduanera, mismo que fue celebrado de acuerdo a la
Constitución y que ha influido completamente la manera en que se regula dicha
materia en la Ley Aduanera y su reglamento.
En virtud de todo lo anterior, se puede concluir que el Código de Valoración
Aduanera se encuentra jerárquicamente superior a la Ley Aduanera y al
Reglamento de la misma. Además, la Ley Aduanera se encuentra jerárquicamente
superior que su reglamento, pues el mismo no puede ir más allá que la propia Ley
Aduanera.
Por lo tanto, al momento de analizar los métodos de valoración aduanera
que se encuentran vigentes en el derecho positivo mexicano, hay que tener en
cuenta que los mismos se regulan en tres ordenamientos jurídicos y cuyo orden
jerárquico es el siguiente: i) Código de Valoración Aduanera, ii) Ley Aduanera y iii)
Reglamento de la Ley Aduanera.

144
Cfr., Ramírez Gutiérrez, José Othón, “Derecho Aduanero”, Diccionario Jurídico Mexicano,
México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1983, t. III D p. 119

64
CAPÍTULO 4. MÉTODOS DE VALORACIÓN ADUANERA.

4.1 Método Principal: Valor de Transacción.

Como ya se había advertido, todos los ordenamientos jurídicos vigentes en México


que regulan la materia de la valoración aduanera, utilizan el método del valor de
transacción de las mercancías como el método principal para determinar de
manera correcta el valor en aduana de las mercancías para efectos del impuesto
que se pagará por la importación de las mismas.
Lo anterior se encuentra establecido tanto en el primer párrafo de la
introducción general del Código de Valoración Aduanera, como en el primer
artículo de dicho instrumento internacional.
En cuanto a la legislación nacional, dicha afirmación se encuentra
sustentada en los primeros dos párrafos del artículo 64 de la Ley Aduanera, al
establecer que la base gravable del impuesto general a la importación equivale al
valor en aduana de las mercancías, el cual a su vez es, como regla general, el
valor de transacción de las mismas.145
A diferencia de muchas figuras jurídicas, la definición de valor de
transacción se encuentra regulada en la propia legislación y en este caso, tanto a
nivel nacional como a nivel internacional. Sin embargo, dichas definiciones no se
entienden por sí solas, pues al definir dicho concepto, ambos ordenamientos te
remiten a otros artículos para comprender completamente la definición.
Respecto a la legislación internacional, se deben interpretar de manera
sistemática los artículos 1 y 8 del Código de Valoración Aduanera, para poder
desentrañar la definición del valor de transacción. Lo anterior tiene sentido de
acuerdo a lo establecido en el propio artículo 1 del Código de Valoración
Aduanera, mismo que te remite al artículo 8 del mismo ordenamiento jurídico:
Artículo 1.
1. El valor en aduana de las mercancías importadas ser el valor de
transacción, es decir, el precio realmente pagado o por pagar por las

145
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit. P. 345

65
mercancías cuando éstas se venden para su exportación al país de
importación, ajustado de conformidad con lo dispuesto en el artículo 8,
siempre que concurran las siguientes circunstancias:
[…]”
Por su parte, la legislación mexicana, en concordancia con el Código de
Valoración Aduanera, da una definición similar pero adecuada al derecho
mexicano, por medio de los últimos dos párrafos del artículo 64 de la Ley
Aduanera, al establecer lo siguiente:
“Artículo 64. […]
Se entiende por valor de transacción de las mercancías a importar, el precio
pagado por las mismas, siempre que concurran todas las circunstancias a
que se refiere el artículo 67 de esta Ley, y que éstas se vendan para ser
exportadas a territorio nacional por compra efectuada por el importador,
precio que se ajustará, en su caso, en los términos de lo dispuesto en el
artículo 65 de esta Ley.
Se entiende por precio pagado el pago total que por las mercancías
importadas haya efectuado o vaya a efectuar el importador de manera
directa o indirecta al vendedor o en beneficio de éste.”
En virtud lo anterior, doctrinalmente se ha definido que el valor de
transacción, es el precio realmente pagado o por pagar por los productos o las
mercancías que son objeto de la valoración, siempre y cuando la venta de las
mismas satisfaga ciertas condiciones, sin importar el momento en que se realizó la
compraventa y la fecha de su presentación frente a la aduana. .146
También se ha definido como aquel valor establecido de manera libre entre
una parte compradora-importadora y la otra parte vendedora-exportadora por
determinada mercancía, y que podrá estar pagado o no al momento de la
aceptación del valor por parte de la aduana de importación.147
Por su parte, la OMC define al valor de transacción como “el precio
realmente pagado o por pagar (es decir el valor de transacción), es el pago total

146
Cfr., Ugarte Romano, Luis, Valoración de mercancías en aduana y su relación con los
impuestos interiores, Espejo de Obsidiana, México, 1997, p. 24
147
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 20

66
que por las mercancías importadas haya hecho o vaya a hacer el comprador al
vendedor o en beneficio de éste e incluye todos los pagos hechos como condición
de la venta de las mercancías importadas por el comprador al vendedor, o por el
comprador a una tercera parte para cumplir una obligación del vendedor.”148
En todo caso, es común que en las definiciones anteriores se establece que
para poder utilizar el método del valor de transacción, se deben de satisfacer
ciertos requisitos o condiciones. En caso contrario a lo anterior, este método no se
podrá utilizar para determinar el valor en aduana de las mercancías. Dichos
requisitos y condiciones son los siguientes:
1. Compraventa Internacional. El requisito más esencial y del cual
dependen los demás, es aquel que establece que la operación comercial se
ejecute por medio de un contrato de compraventa que destine a las mercancías a
su exportación a un país de importación. De tal manera, que se trata de una
compraventa internacional, por lo que se excluyen otro tipo de figuras jurídicas, al
igual que se excluyen a las compraventas locales.149
La primera conclusión que se puede derivar de lo anterior, es que, para
utilizar el método del valor de transacción, las mercancías importadas deben
derivarse forzosamente de un contrato de compraventa.150 Es decir, se excluye
que las mismas sean importadas por medio de otro tipo de contratos, tales como
el arrendamiento, consignación y hasta el arrendamiento financiero con opción a
compra.151
Lo anterior se puede confirmar principalmente mediante el Código de
Valoración Aduanera en virtud de dos razones. La primera tiene que ver con el
hecho de que tanto el artículo 1 y como la nota interpretativa al artículo 1, refieren
en todo momento a las partes como comprador y vendedor, mismas que
únicamente pueden existir si se está refiriendo a un contrato de compraventa. Más
aún, hay que recordar que el artículo 1 establece que el valor de transacción de

148
Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana, Sitio
oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm
149
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 22
150
Cfr., Contreras Carvajal, Máximo, op. cit., p. 335
151
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 22

67
las mercancías es el precio realmente pagado o por pagar cuando éstas se
venden para su exportación.
Por otro lado, para poder utilizar el valor de transacción, debe existir alguna
prueba que haga constar que se realizó la venta de carácter internacional. Algunos
ejemplos de pruebas aceptadas por la OMC son las facturas, los pedidos, los
mismos contratos de compraventa, etc.152
La nota interpretativa al artículo 1, misma que forma parte del Anexo 1 del
Código de Valoración Aduanera y que por lo tanto es parte integrante del mismo,
establece que el pago puedo realizarse de forma directa o indirecta.153 Una forma
indirecta sería la cancelación por parte del comprador de una deuda a cargo del
vendedor, por lo que dicha cancelación también podría ser prueba del pago de las
mercancías.
Adicionalmente, la primera conclusión se refuerza por medio de la
legislación interna, en específico a través de lo establecido en artículo 111 del
Reglamento de la Ley Aduanera, al establecer que no se entiende que hay venta
en caso de la celebración de otra clase contrato, como el arrendamiento financiero
con opción a compra.154 Es decir, sólo refuerza la idea de que únicamente se
puede utilizar el valor de transacción cuando derive de una compraventa.
En cuanto al requisito que sea una compraventa internacional, el mismo se
encuentra englobado en la propia definición de valoración del artículo 1, al
establecer que las mercancías deben ser vendidas para su exportación a un país
de importación. Además, por lo menos en cuanto al caso de México, las
mercancías derivadas de un contrato local no deben pasar por la aduana, por lo
que no se necesitaría determinar el valor en aduana de las mismas.
Para reforzar esta última idea, es importante traer a colación el artículo 117
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que prohíbe a los

152
Cfr., Reyes Real, Óscar Bernardo, op. cit., p. 178
153
La notas interpretativas del Anexo I del Código de Valoración Aduanera son integrante del
mismo, de acuerdo a lo establecido en el artículo 14 de dicho instrumento internacional.
154
Artículo 111 del Reglamento de la Ley Aduanera

68
Estados gravar por medio de aduanas locales la circulación de efectos como las
mercancías.155
2. Inexistencia de Restricciones para Cesión o Utilización. Un segundo
requisito, es aquel que establece que derivado de la compraventa no deben existir
restricciones impuestas por el vendedor, relacionadas con la cesión o la utilización
de los productos o las mercancías por parte del comprador, a menos que se
encuentre en alguno de los siguientes casos de excepción:156
a) Que legalmente se imponga o exija dicha restricción de acuerdo al
derecho positivo vigente del país de importación de las mercancías;
b) Que dicha restricción imponga un límite de territorio geográfico en el cual
el comprador pueda revender las mercancías, y
c) Que las restricciones que se quieran imponer, no afecten de manera
substancial al valor de las mercancías objeto de la compraventa
internacional.157
Es decir, la regla general establece que, derivado del contrato de
compraventa, el vendedor debe entregar la propiedad absoluta y sin restricciones
de las mercancías al comprador.158
Lo anterior se regula de manera casi idéntica tanto en el inciso a), párrafo 1
del artículo 1 del Código de Valoración Aduanera, como en la fracción I del artículo
67 de la Ley Aduanera.
3. Inexistencia de Sujeción a Condiciones Adicionales. Otro requisito para
poder utilizar el valor de transacción, es aquel relativo a la exigencia de que el
precio o la venta de las mercancías objeto de la valoración aduanera, no
dependan de alguna condición, contraprestación o consideración de tal manera
que su valor no sea posible determinarse con relación a dichas mercancías a
valorar.159

155
Artículo 117 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
156
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana,
Sitio oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm
157
Cfr., Reyes Real, Óscar Bernardo, op. cit., p. 178
158
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 22
159
Cfr., Reyes Real, Óscar Bernardo, op. cit., p. 179

69
Un ejemplo, es el caso en que el vendedor establece el precio de los
productos o de las mercancías sujetas a la importación, a condiciones o limitantes
relacionadas con que el comprador adquiera adicionalmente cierta cantidad de
otras mercancías. Otro ejemplo, sería que el precio de las mercancías importadas
dependa del precio de otras mercancías que el comprador original le venda al
vendedor original. Dichos ejemplos, así como algunos otros ejemplos, se pueden
encontrar en la nota al párrafo 1 inciso b) del artículo 1 del Código de Valoración
Aduanera, mismo que forma parte del Anexo 1 de dicho instrumento
internacional.160
El requisito anterior también tiene su fundamento legal tanto a nivel
internacional, como a nivel local. En cuanto al fundamento internacional, es el
inciso b), párrafo 1 del artículo 1 del Código de Valoración Aduanera; mientras
que, a nivel nacional, es la fracción II del artículo 67 de la Ley Aduanera.
Sin embargo, si se establecen condiciones y contraprestaciones, de las
cuales se conoce su valor y las mismas están relacionadas con la producción o
comercialización de las mercancías, entonces dichas condiciones y
contraprestaciones son válidas y su establecimiento no sería causal para
descartar el valor de transacción de las mercancías.161
De hecho, si el valor de estas condiciones o contraprestaciones son
conocidas y se encuentran relacionadas con las mercancías, las mismas deberán
de formar parte integrante del precio realmente pagado o por pagar. 162 Lo anterior,
no se encuentra regulado expresamente en el Código de Valoración Aduanera,
pero lo anterior es lógico y en México sí se regula expresamente por medio del
artículo 123 del Reglamento de la Ley Aduanera.
4. Precio Absoluto. En virtud de este requisito, el vendedor está
imposibilitado de revertir de manera directa o indirecta parte alguna del producto

160
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana,
Sitio oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm
161
Últimos dos párrafos de la nota al párrafo 1, inciso b) del artículo 1 del Código de Valoración
Aduanera.
162
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit. P. 347

70
derivado de la reventa o cualquier otro tipo de cesión o utilización ulterior de las
mercancías objeto de la compraventa internacional.163
Lo que trata de proteger este requisito, es que no se lleve a cabo lo que en
la doctrina se conoce como transacción con reparto de beneficios. Mediante este
tipo de transacciones, las partes del contrato de compraventa internacional
acuerdan repartirse, de acuerdo a la proporción que negocien, los beneficios que
se obtengan por la venta de las mercancías en el país de importación, las cuales
se venden por arriba del valor que se declara en aduana. Por lo tanto, el vendedor
original recibe un beneficio mayor del que declara que recibió en aduana por las
mercancías y por esta razón el precio declarado en aduana no puede tomarse en
cuenta como el valor de transacción.164
La prohibición de declarar un precio inferior al precio absoluto, derivado de
una transacción con reparto de beneficios, se encuentra prevista en el inciso c),
párrafo 1 del artículo 1 del Código de Valoración Aduanera y a nivel nacional en la
fracción III del artículo 67 de la Ley Aduanera.
Sin embargo, esta prohibición se ve superada en caso de que el producto
de la reventa, cesión o utilización posterior de las mercancías que reciba el
vendedor original, se ajuste al monto del precio de las mercancías para efectos del
valor de transacción de las mercancías.165 Por lo tanto, si en el valor de
transacción se encuentran incluidos los productos que recibe el vendedor original
por concepto de la reventa, cesión o utilización ulterior de las mercancías,
entonces dicho valor será válido en términos del Código de Valoración Aduanera y
de la Ley Aduanera.
La situación anterior, se encuentra reconocida en el Código de Valoración
Aduanera al interpretar conjuntamente el inciso c), párrafo 1 del artículo 1 y el
inciso d), párrafo 1 del artículo 8 de dicho ordenamiento. En cuanto a la Ley
Aduanera, lo mismo se encuentra regulado al interpretar conjuntamente la fracción
III del artículo 67 y la fracción IV del artículo 65 de dicho instrumento jurídico.

163
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana,
Sitio oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm
164
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 28
165
Cfr., Contreras Carvajal, Máximo, op. cit., p. 336

71
5. Ausencia de Vinculación entre las Partes. Otro de los requisitos
esenciales para poder utilizar el valor de transacción, es que no exista vinculación
alguna entre el comprador y el vendedor, y en caso de que sí exista, la misma no
influya en el valor de transacción de las mercancías.166
En relación a lo anterior, existen ocho situaciones en las que tanto la
legislación internacional como nacional entienden que existe una vinculación entre
las partes del contrato de compraventa internacional. Dichas situaciones se
establecen de manera limitativa, por lo que son los únicos casos en los que se
entiende que existe una vinculación entre las partes.167 Dichos casos son los que
se enuncian a continuación:
a) Si una de las partes tiene algún cargo de dirección o de responsabilidad
en una empresa de la otra parte;
b) Si las partes se encuentran jurídicamente reconocidas como asociados
en negocios;
c) Si las partes tienen una relación de obrero-patrón;
d) Si una tercera parte tiene de manera directa o indirecta la propiedad,
control o posesión del 5% o más de las acciones, partes sociales,
aportaciones o títulos en circulación y con derechos de voto en ambas
partes;
e) Si una de las partes controla de manera directa o indirecta a ambas
partes;
f) Si ambas partes se encuentran controladas directa o indirectamente por
una misma tercera persona;
g) Si ambas partes de manera conjunta controlan de manera directa o
indirecta a una misma tercera persona, y
h) Si las partes son integrantes de la misma familia.
Como se puede observar, en términos generales se entiende que existe
una vinculación entre las partes, cuando una de las partes, ya se persona física o
moral, tiene la capacidad de imponer limitaciones u ordenar directivas a la otra

166
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana,
Sitio oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm
167
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit. P. 346

72
parte del contrato de compraventa internacional.168 Además, lo anterior tiene su
fundamento legal en la nota al párrafo 4 inciso e) del artículo 15 del Código de
Valoración Aduanera.
Los mencionados casos de vinculación entre las partes se encuentran
regulados en el párrafo 4 del artículo 15 del Código de Valoración Aduanera y en
el artículo 68 de la Ley Aduanera.
Para reforzar la idea de que la lista de los casos de vinculación entre las
partes es taxativa, es relevante mencionar que aquellas partes que se encuentren
asociadas en negocios, en razón de que una de ellas tiene la calidad de agente,
distribuidor o concesionario exclusivo de la otra parte, cualquiera que sea la
denominación o designación utilizada, únicamente se considerarán vinculadas si
las mismas caen dentro de alguno de los casos de dicha lista taxativa. 169
Lo anterior también tiene su fundamento legal tanto a nivel internacional
como a nivel nacional, pues se encuentra previsto tanto en el párrafo 5 del artículo
15 del Código de Valoración Aduanera, como en el artículo 124 del Reglamento de
la Ley Aduanera.
Por otro lado, el Código de Valoración Aduanera deja muy abierto el término
familia, lo cual tiene sentido, pues este concepto se puede entender de diferentes
maneras alrededor del mundo. Por lo tanto, el alcance de dicho concepto lo deja
abierto a que las legislaciones locales lo definan.170
En el caso de México, se considera que existe vinculación entre las partes
de la compraventa internacional en virtud de ser familiares, si existe parentesco
civil, por consanguinidad sin límite de grado en línea recta, en la colateral o
transversal hasta dentro del cuarto grado, por afinidad en línea recta o transversal
hasta dentro del segundo grado y finalmente a los cónyuges, con la crítica de que
deja fuera a los concubinos.171
La crítica final del párrafo anterior, tiene razón de ser, en virtud de que el
concubinato es una figura que ha crecido en importancia dentro de nuestro país,

168
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 28
169
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit. P. 346
170
Cfr., Contreras Carvajal, Máximo, op. cit., p. 337
171
Artículo 125 del Reglamento de la Ley Aduanera

73
pues las personas que conviven bajo dicha figura jurídica forman una familia. Por
lo tanto, al constituir una familia, las personas unidas conforme al concubinato se
deberían de considerar como partes vinculadas. Para sustentar lo anterior, a
continuación se agrega una tesis aislada del Poder Judicial de la Federación en la
que reconoce al concubinato como familia:
“CONCUBINATO. SU RECONOCIMIENTO EN EL DERECHO MEXICANO
SE DERIVA DEL MANDATO DE PROTECCIÓN A LA FAMILIA
ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 4o. DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL,
PUES LO QUE SE PRETENDE ES RECONOCER Y PROTEGER A
AQUELLAS FAMILIAS QUE NO SE CONFORMAN EN UN CONTEXTO
MATRIMONIAL.
Esta Primera Sala advierte que el legislador mexicano ha optado por regular
a las parejas de hecho, es decir, aquellas parejas que mantienen una
relación estable y continuada pero que han preferido no sujetarse a un
régimen matrimonial, bajo la figura del concubinato. Por tanto, es claro que
la legislación civil y familiar de nuestro país se ha decantado por reconocer
efectos jurídicos concretos a una relación en la que no existe una
declaración expresa y formal de voluntad para formar una vida en común -
como la que existe en el matrimonio-, pero que en la realidad constituye una
unión fáctica de dos personas que en última instancia conforma una familia
en el sentido más amplio de la palabra. Ahora bien, es importante destacar
que el hecho de que el legislador haya reconocido efectos jurídicos a este
tipo de uniones de hecho, caracterizadas principalmente por un grado de
estabilidad relevante, se deriva de un mandato constitucional establecido en
el artículo 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
consistente en la protección de la organización y desarrollo de la familia,
pues lo que se busca evitar son situaciones de injusticia o desprotección
sobre aquellas personas que si bien conforman una familia, no lo hacen en
un esquema matrimonial. Así, es claro que el concepto constitucional de
familia no puede ser interpretado desde un punto de vista restrictivo y
centrado exclusivamente en familias formadas en un contexto matrimonial,

74
sino que dicho concepto debe ser entendido desde una perspectiva más
amplia, debiéndose incluir en él las situaciones de convivencia ajenas al
matrimonio que desarrollan los mismos fines que éste y que, por lo tanto,
deben recibir los mismos niveles de protección.”
Si bien es cierto que es una tesis aislada, también existe una jurisprudencia
del Poder Judicial de la Federación que establece que la obligación de dar
alimentos surge de un vínculo familiar, el cual es formado, entre otros, por el
concubinato. A continuación se agrega dicha jurisprudencia:
“ALIMENTOS. EL CONTENIDO, REGULACIÓN Y ALCANCES DE LA
OBLIGACIÓN DE OTORGARLOS DEPENDERÁ DEL TIPO DE RELACIÓN
FAMILIAR DE QUE SE TRATE.
Esta Primera Sala ya ha establecido que la obligación de dar alimentos
surge de la necesidad de un sujeto con el que se tiene un vínculo familiar;
sin embargo, es importante precisar que el contenido, regulación y alcances
de dicha obligación variará dependiendo de las circunstancias particulares
de cada caso concreto, pero particularmente del tipo de relación familiar en
cuestión. En este sentido, la legislación civil o familiar en nuestro país
reconoce una serie de relaciones familiares de las que puede surgir la
obligación de dar alimentos, entre las que destacan: las relaciones paterno-
filiales, el parentesco, el matrimonio, el concubinato y la pensión
compensatoria en casos de divorcio.”
Como ya se había advertido, el hecho de que exista una vinculación entre
las partes, no es razón suficiente para convertirse en un impedimento para valorar
las mercancías conforme al método del valor de transacción. Para que el valor de
transacción se rechace por una vinculación entre las partes, la misma tuvo que
haber influido el precio convenido por las mercancías.172
Para esto, las autoridades aduaneras deben analizar previamente las
circunstancias de la negociación y la venta, por lo que se aceptará el precio de la
transacción, si después de dicho análisis se determina que la vinculación no
hubiese influido en el precio de la transacción. Lo anterior tiene su fundamento

172
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit., p. 113

75
legal en el inciso a) del segundo párrafo del artículo 1 del Código de Valoración
Aduanera y dentro del derecho nacional en el primer párrafo del artículo 69 de la
Ley Aduanera.
Por otro lado, si las autoridades aduaneras tienen dudas razonables para
creer que la vinculación ha influido en el precio, se lo deberá comunicar al
importador para que señale lo que a su derecho le convenga.173 Es decir, no todos
los casos de vinculación serán analizados a profundidad, sino que sólo aquellos
en los que las autoridades aduaneras tengan dudas sobre la aceptabilidad del
precio; por lo tanto, si las autoridades aduaneras no tienen dudas sobre la
aceptabilidad del precio, deberán aceptarlo sin exigir información adicional. 174 Lo
anterior se encuentra regulado tanto en el inciso a) del segundo párrafo del
artículo 1 del Código de Valoración Aduanera, como en párrafo segundo de la nota
interpretativa al segundo párrafo del artículo 1 de dicho ordenamiento legal.
Para que las autoridades aduaneras no tengan dudas sobre la aceptabilidad
del precio y se acepté el mismo sin la necesidad de pedir más información, el
importador deberá demostrar que la vinculación no influyó en el precio. 175 Lo
anterior lo podrá lograr si demuestra que el valor establecido en la operación, se
aproxima mucho a alguno de los precios o valores señalados a continuación,
siempre que los mismos se encuentren vigentes en el mismo momento de la
operación o en un momento aproximado:
a) El valor de transacción de ventas de mercancías que sean idénticas o
similares entre el vendedor y otro comprador que no esté vinculado con
el mismo, para su importación a territorio nacional;
b) El valor en aduana de mercancías idénticas o similares, determinado
según el método deductivo o de precio unitario, mismo que será
analizado más adelante, y

173
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana,
Sitio oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm
174
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, , op. cit, p. 111
175
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit. P. 346

76
c) El valor en aduana de mercancías idénticas o similares, determinado
según el método del valor reconstruido, mismo que también será
analizado más adelante.
d) El valor de transacción de ventas de mercancías que sean idénticas
entre el vendedor y otro comprador que no esté vinculado con el mismo,
para su importación a territorio nacional, pero cuyo país de producción
sea diferente.
Dichos valores que puede utilizar el importador para que las autoridades
aduaneras no realicen un examen más detallado sobre la aceptabilidad del precio,
se conocen en la doctrina como los valores criterios.176 Los mismos se encuentran
regulados en el inciso b) del segundo párrafo del artículo 1 del Código de
Valoración Aduanera y, a excepción del valor criterio mencionada en el incido d)
anterior, en el artículo 70 de la Ley Aduanera.
Es importante mencionar que utilizar los valores criterios no es obligatorio y
más bien el particular los puede utilizar por iniciativa propia y únicamente con fines
de comparación. Lo anterior tiene su fundamento legal en el inciso c) del segundo
párrafo del artículo 1 del Código de Valoración Aduanera.
En virtud de que se trata de una comparación, se deben tener en cuenta las
diferencias comerciales y de cantidad entre las operaciones comparadas. Además,
se debe tener en cuenta los ajustes del precio, así como los costos adicionales
que debe soportar el vendedor con partes no relacionadas y que no tiene que
erogar con partes relacionadas.177 Lo anterior se encuentra previsto tanto en el
último párrafo del inciso b) del segundo párrafo del artículo del Código de
Valoración Aduanera, como en el penúltimo párrafo del artículo 70 de la Ley
Aduanera.
Derivado de lo anterior, surgen ciertas dudas respecto a los valores
criterios, mismas que serán analizadas en los siguientes párrafos. Para empezar,
surge la duda sobre en qué casos se debería entender que el precio se aproxima
mucho a los valores criterios.

176
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 31
177
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, op. cit. P. 113

77
En relación a lo anterior, el Código de Valoración Aduanera, por medio de la
nota interpretativa al inciso b) del segundo párrafo del artículo de dicho
ordenamiento legal, establece que no se puede establecer un criterio uniforme
derivado de la diversidad de las circunstancias de cada caso.
No obstante lo anterior, en esa misma disposición se establecen los
diferentes factores que se pueden utilizar para determinar si el precio se aproxima
mucho o no. Dichos factores son la naturaleza de las mercancías importadas, la
naturaleza de la rama de producción, la temporada en la que se importan las
mercancías y, si desde el punto de vista comercial, la diferencia del valor es
significativa.
Es decir, para probar que el precio de las mercancías se aproxima mucho a
los valores criterio, el importador debe probar en términos generales por medio de
alguno de estos factores, que la venta operó como si no hubiera vinculación, que
el precio se estableció conforme a prácticas comerciales normales y que los
beneficios de esa compra son normales.178
En la legislación mexicana se prevé en el último párrafo del artículo 70, que
la Secretaria de Hacienda y Crédito Público establecerá mediante reglas
generales, los criterios para determinar si un valor se aproxima mucho a los
valores criterios. Si bien es cierto que no ha emitido de manera general dichas
reglas, sí lo ha hecho de manera específica como por ejemplo mediante la
“Resolución que establece las reglas de carácter general relativas a la aplicación
de las disposiciones en materia aduanera del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte”, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 30 de
diciembre de 1993.179
En la mencionada resolución, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público
establece en su numeral 9 del artículo 3 del anexo III, los mismos factores que el
Código de Valoración Aduanera para determinar si un valor se aproxima a los
valores criterios.

178
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 29
179
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Segunda Sección, Poder Ejecutivo, 30 de
diciembre de 1993, http://dof.gob.mx/index.php?year=1993&month=12&day=30

78
Adicionalmente, dicha situación se regula de la misma manera en numeral 9
del artículo 3 del anexo III del “Acuerdo por el que se da a conocer la entrada en
vigor del Tratado de Libre Comercio entre la República de Chile y los Estados
Unidos Mexicanos”, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 30 de julio de
1999.180
Es decir, México ha seguido de manera correcta el criterio que estableció el
Código de Valoración Aduanera respecto a lo que significa aproximar mucho a los
valores criterios, situación que se debe analizar caso por caso.
Otro cuestionamiento importante, es el relativo a lo que se entiende por un
momento aproximado a la operación en cuestión. Lo anterior no se encuentra
regulado expresamente en el Código de Valoración Aduanera, sin embargo, la
legislación mexicana resuelve este asunto al establecer que un “momento
aproximado”, comprende un periodo no mayor a noventa días anteriores o
posteriores a la importación de las mercancías en cuestión. Lo anterior se
encuentra regulado expresamente en el artículo 76 de la Ley Aduanera.
Este periodo de noventa días es lógico, pues como se analizará más
adelante, el Código utiliza este mismo período en relación a uno de los métodos
secundarios de valoración aduanera, conocido como el valor deductivo.
Además, otro cuestionamiento importante es aquel relativo a lo que se
entiende por mercancías idénticas o similares, situación que se analizará más
adelante en la explicación de los métodos secundarios de valoración aduanera.
En todo caso, como se puede desprender del cuarto párrafo de la nota
interpretativa del inciso b) del segundo párrafo del artículo 1 del Código de
Valoración Aduanera y del primer párrafo del artículo 70 de la Ley Aduanera,
cuando se satisface demostrar uno de los criterios valores, las autoridades
aduaneras ya no procederán a estudiar de manera más detallada el precio de la
transacción.181
Adicionalmente, aún y cuando no se utilicen los valores criterio, en caso de
que las autoridades aduaneras no dispongan de información suficiente para

180
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Primera Sección, Poder Ejecutivo, 30 de julio
de 1999, http://www.dof.gob.mx/index.php?year=1999&month=07&day=30
181
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, op. cit. P. 112

79
considerar que el particular se encuentra en uno de los casos de los valores
criterios, no habrá razón para que le pidan al importador que demuestre que se
encuentra en cierto valor criterio.182
En relación a lo anterior, tanto el tercer párrafo de la nota interpretativa del
inciso b) del segundo párrafo del artículo 1 del Código de Valoración Aduanera,
como el artículo 69 de la Ley Aduanera, dan ejemplos de casos en los que se
presume que aún y cuando hay vinculación, el precio de las mercancías no ha
sido influido por dicha relación. Dichos casos son los siguientes:183
a) Que el precio de las mercancías se ajuste conforme a las prácticas
normales de fijación de precios utilizadas en la rama de producción en
cuestión, o que dicho precio se ajuste en la manera en que el vendedor
lo ajusta en relación a partes no vinculadas.
b) Que el precio sea suficiente para recuperar todos los costos y además
logre un beneficio que sea congruente con los beneficios globales
obtenidos por el vendedor en un periodo representativo (por ejemplo,
que se calcule conforme a una base anual), por las ventas de
mercancías que sean de misma especie o clase.
c) Otros casos son aquellos en los que las autoridades aduaneras ya han
examinado anteriormente la vinculación o que cuentan con la
información detallada necesaria, por lo que pueden estimar que
conforme a lo anterior, la vinculación no ha influido en el precio de las
mercancías.
Finalmente, como ya se había advertido, en caso de que las autoridades
aduaneras consideren razonablemente que el precio ha sido influido, le deberán
comunicar sus razones por escrito al particular y el mismo, por medio de su
derecho de audiencia, manifestará lo que a su derecho convenga para convencer
a la autoridad que el precio no ha sido influido y que el valor de transacción debe
de tomarse en cuenta.184

182
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 30
183
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit. P. 113
184
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 29

80
En todo caso, el importador deberá de probar que el precio declarado se
aproxima mucho a un valor criterio conocido en ese momento o en un momento
aproximado al mismo, lo cual logrará al demostrar que la venta operó como si no
hubiera existido vinculación, que el mismo se estableció y declaró conforme a
prácticas comerciales normales y que los beneficios de dicha operación son
normales.185
Uno de los documentos que se puede presentar ante las autoridades
aduaneras para probar la situación explicada anteriormente, es un dictamen
contable y sus anexos correspondientes, que se emitan de conformidad con las
normas de información financiera vigentes en el país de producción de las
mercancías en cuestión. Lo anterior se encuentra previsto de manera expresa en
el segundo punto del párrafo cuarto de la nota general de las notas interpretativas
del Código de Valoración Aduanera y en el artículo 126 del Reglamento de la Ley
Aduanera.
No obstante lo anterior, es importante recordar que dependiendo de las
circunstancias de cada caso, las autoridades aduaneras examinarán más
detalladamente la aceptabilidad del precio sólo cuando tengan dudas del mismo.
En caso de no tener dudas, no solicitarán más información al importador y
deberán aceptar el precio declarado. Lo anterior tiene su fundamento legal en
términos del segundo párrafo de la nota interpretativa al segundo párrafo del
artículo 1 del Código de Valoración Aduanera.
6. Realizar los Ajustes Correspondientes al Precio. A diferencia de los
demás requisitos negativos analizados en los párrafos anteriores, el presente es
un requisito positivo de realizar los ajustes correspondientes al precio pagado o
por pagar, para que el mismo sea aceptado conforme al valor de transacción de
las mercancías.186
En relación a lo anterior, es relevante recordar que tanto el artículo 1 del
Código de Valoración Aduanera, como el artículo 64 de la Ley Aduanera, disponen
que el precio del valor de transacción se deberá ajustar de acuerdo a lo

185
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, op. cit. P. 112
186
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 29

81
establecido en dichos ordenamientos, para que el valor en aduana se pueda
determinar conforme al método del valor de transacción de las mercancías.
Por lo tanto, de conformidad con el artículo 8 del Código de Valoración
Aduanera y el artículo 65 de la Ley Aduanera, a continuación, se enumeran
taxativamente los ajustes que se deben realizar al precio realmente pagado o por
pagar:
a) Para empezar, los siguientes elementos, siempre y cuando se hubiera
pactado que los mismos sean a cargo del importador y no estén ya
incluidos en el precio pagado o por pagar. A continuación, se enuncian
dichos elementos:
i. Las comisiones y gastos relacionados con el corretaje, a
excepción de las comisiones de compra.
ii. El costo por concepto de los envases o embalajes, mismos que
para efectos aduaneros forman un todo con las mercancías en
cuestión.
iii. Los gastos de embalaje, ya sea por mano de obra como de
materiales.
iv. Los gastos por el transporte y sus servicios conexos, que son la
carga, descarga y manipulación de las mercancías hasta su
llegada a puerto, aeropuerto o su entrada por vía de un país
litoral, por medio de alguna frontera o por aire al territorio
nacional. En relación a estos gastos, el Código de Valoración
Aduanera, faculta a cada país la exigencia o no de los mismos,
sin embargo, México sí decidió que los mismos se agreguen al
precio de las mercancías en términos del artículo 65 de la Ley
Aduanera.
v. El costo del seguro hasta su llegada a puerto, aeropuerto o su
entrada por vía de un país litoral, por medio de alguna frontera o
por aire al territorio nacional. Este costo también es facultativo en
cuanto a la exigencia de su inclusión al precio, pero México
igualmente lo agregó en el artículo 65 de la Ley Aduanera.

82
b) Además, el valor, de los siguientes bienes y servicios, siempre que el
importador los haya suministrado de manera gratuita o a precio
reducido, para su utilización para la producción y venta para la
exportación de las mercancías que fueron importadas y que no estén
previamente incluidos en el precio pagado o por pagar. Dichos bienes y
servicios son los que se señalan a continuación:
i. Los materiales, piezas y elementos, partes y artículos análogos
que se encuentren incorporadas a las mercancías importadas.
ii. Las herramientas, moldes y elementos análogos que se hayan
utilizado para la producción de las mercancías sujetas a la
importación.
iii. Los materiales que se hayan consumido para la producción de las
mercancías en cuestión.
iv. Por último y a diferencia de los elementos anteriores que son
bienes, también se deben agregar los siguientes servicios: los
trabajos de ingeniería, creación y perfeccionamiento, los trabajos
artísticos, diseños, planos y croquis realizados fuera del territorio
nacional y necesarios para la producción de las mercancías
objeto de valoración.
c) Por otro lado, las regalías o cánones y los derechos de licencia
relacionados con las mercancías importadas y que el comprador tenga
que pagar de manera directa o indirecta como condición de venta de las
mismas y que dicho valor no se encuentre ya incluido en el precio
pagado o por pagar.
d) Por último, como ya se había advertido, en caso de las mercancías
estén sujetas a una reventa, cesión o utilización posterior y cuyo
producto lo reciba de manera directa o indirecta el vendedor-exportador
original, es indispensable que dicho producto se tiene que agregar al
precio de transacción para que el mismo pueda ser tomado legalmente
como el valor en aduana de las mercancías.

83
Es importante señalar que los ajustes positivos que se enunciaron en los
párrafos anteriores, únicamente se tendrán que incrementar al valor de
transacción si se cumplen las tres condiciones siguientes:187
a) Que los ajustes enunciados no se encuentren previamente incluidos en
el precio declarado, pues sería injusto tener que volver a agregar los
mismos si ya se encuentran incluidos en el precio;
b) Que dichos ajustes sean a cargo o los tenga que pagar el importador, y
c) Que los referidos ajustes sean determinados sobre la base de datos que
sean objetivos y cuantificables, es decir, mediante documentación o
información que se pueda medir o contar.
Lo anterior se encuentra sustentando tanto a nivel internacional como local,
pues se encuentra regulado a nivel internacional en el primer y tercer párrafo del
artículo 8 del Código de Valoración Aduanera, además a nivel nacional se
encuentra previsto a lo largo del artículo 65 de la Ley Aduanera.
Respecto a la condición establecida en el inciso c) anterior, es relevante
mencionar que si no hay datos objetivos y cuantificables respecto de los ajustes
positivos que se deben realizar al valor de transacción, entonces no podrá
utilizarse el método principal para determinar el valor en aduana de las
mercancías, sino que se deberán utilizar otros métodos. La situación anterior se
encuentra sustentada en la nota interpretativa al tercer párrafo del artículo 8 del
Código de Valoración Aduanera y en el artículo 113 del Reglamento de la Ley
Aduanera.
Antes de entrar al análisis particular de cada uno de los ajustes positivos, es
importante recalcar que la lista de los mismos es taxativa, por lo que las
autoridades aduaneras no podrán exigir que el precio en aduana de las
mercancías se ajuste conforme a elementos no establecidos en la legislación. Esto
se encuentra sustentado con dos fundamentos legales, pues se encuentra previsto
tanto en el cuarto párrafo del artículo 8 del Código de Valoración Aduanera, como
en el último párrafo del artículo 65 de la Ley Aduanera.

187
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit. P. 112

84
A continuación, se analizarán cuestiones particulares de los elementos
previstos para el ajuste positivo del precio de las mercancías para determinar
correctamente el valor en aduana de las mercancías.
Para empezar, el primer ajuste positivo es aquel referente a las comisiones
y gastos relacionados con el corretaje. Por lo anterior, resulta pertinente analizar
que es una comisión y un corretaje.
La comisión es aquel mandato que es aplicado para actos concretos de
comercio de acuerdo a lo previsto en el artículo 273 del Código de Comercio. En
virtud de que dicho ordenamiento no define lo que es un mandato, nos tenemos
que remitir al Código Civil Federal que establece en su artículo 2546 que “el
mandato es un contrato por el que el mandatario se obliga a ejecutar por cuenta
del mandante los actos jurídicos que éste le encarga.”
En consecuencia, de acuerdo a lo establecido en ambas disposiciones
legales, una comisión es aquel contrato mercantil por medio del cual una persona
denominada comisionista se obliga a ejercer por cuenta del comitente, quién es la
persona que confiere dicha comisión, y en nombre propio o del mismo comitente,
los actos concretos mercantiles que este último le encargue.188
En cuanto al corretaje, se refiere a todos aquellos servicios prestados por
un intermediario en relación a la operación de compraventa de las mercancías en
cuestión.189 El Código de Valoración Aduanera no define el corretaje, pues en
cada país funciona de manera distinta esta figura jurídica. En cuanto a México,
dichos servicios los pueden prestar los corredores públicos en términos del
artículo 6 de la Ley Federal de Correduría Pública.
En consideración de lo anterior y con fundamente en el artículo 114 de
Reglamento de la Ley Aduanera, las retribuciones pagadas directa o
indirectamente a un comisionista por sus servicios prestados en la operación de
venta de las mercancías (es decir, las comisiones), y las retribuciones pagadas a
un tercero, como el corredor, por sus servicios prestados como intermediario en

188
Cfr., Abascal Zamora, José María, “Comisión Mercantil”, Diccionario Jurídico Mexicano, México,
UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1983, t. II C-CH, p. 399-400
189
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, op. cit. P. 114

85
dicha operación de ventas (es decir, los gastos de corretaje), se deberán ajustar al
precio de las mercancías al menos que las mismas ya se encuentren incluidas.
Sin embargo, hay que distinguir entre los diferentes tipos de comisionistas,
pues no siempre se deben de agregar las comisiones de los mismos. En general
hay dos tipos de comisionistas, los de venta y los de compra. Los de venta son
designados por el vendedor y se encargan de la consecución de ventas de
mercancías a una pluralidad de compradores.190 Las comisiones que se les paga a
los comisionistas de venta, se les conoce justamente como comisiones de venta.
Por otro lado, el comisionista de compra es aquel designado por el
comprador-importador y se encarga de buscar vendedores exteriores de
mercancías extranjeras que le interesa adquirir a su comitente.191 Por lo tanto en
términos de la fracción III del artículo 114 del Reglamento de la Ley Aduanera, las
retribuciones pagadas por el importador de manera directa o indirecta a un
comisionista de compra por los servicios prestados en el extranjero para la compra
de las mercancías objeto de valoración, se entienden como comisiones de
compra.
La distinción anterior es de suma relevancia, pues únicamente en los casos
en los que el importador tenga la obligación de pagar las comisiones de ventas,
las mismas se van a ajustar al precio de las mercancías. En consecuencia, las
comisiones de compra nunca se van a agregar al precio de dichas mercancías, en
términos de la fracción i del inciso a) del primer párrafo del artículo 8 del Código de
Valoración Aduanera y del inciso a) de la fracción I del artículo 65 de la Ley
Aduanera.
Respecto al costo por concepto de los envases o embalajes, también es
importante aclarar que significan estos conceptos. Los envases son aquellos
elementos de presentación de las mercancías destinados a los consumidores
finales y los embalajes son aquellos elementos de protección que sirven para
evitar el posible deterioro de las mercancías en su traslado hasta su destino
final.192

190
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 34
191
Idem
192
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, op. cit. P. 115

86
Es relevante recordar que los envases y embalajes forman parte del todo de
las mercancías, en caso de que los mismos se importen y clasifiquen con las
mismas y que por lo tanto no sean susceptibles de utilizarse dos o más veces. Lo
anterior se encuentra previsto en la fracción ii del inciso a) del primer párrafo del
artículo 8 del Código de Valoración Aduanera y en el artículo 115 del Reglamento
de la Ley Aduanera.
Adicionalmente, resulta pertinente señalar que el costo por concepto de los
embalajes, incluye tanto los materiales o materia prima utilizado en los mismos,
como la mano de obra prestada en su producción.193
En relación a los diversos gastos de transporte, carga, descarga y
manipulación de las mercancías, así como el costo del seguro que cubre a las
mismas hasta su llegada a puerto, aeropuerto o su entrada por vía de un país
litoral, por medio de alguna frontera o por aire al territorio nacional, lo primero que
resulta pertinente señalar es que dichos gastos y costos son facultativos para que
cada país los exija como ajustes positivos obligatorios o no. Lo anterior se
encuentra prevista expresamente en el segundo párrafo del artículo 8 del Código
de Valoración Aduanera.
Como ya se había advertido, en México dichos gastos y costos se deben de
agregar al precio pagado o por pagar de las mercancías en caso de que los
mismos sean a cargo del vendedor.
La manera más sencilla y comúnmente utilizada para determinar quién de
las partes del contrato de compraventa internacional es responsable por los gastos
de transporte, carga, descarga y manipulación de las mercancías, así como del
costo del seguro, es por medio de los Incoterms.
Los Incoterms son literalmente en inglés international commerce terms, que
en español se traduce como los términos de comercio internacional. Los cuales
son emitidos por la Cámara de Comercio Internacional.194
Dichos Incoterms son reglas internacionales que se pueden pactar entre las
partes para la interpretación de los términos comerciales utilizados en los

193
Ibidem, p. 116
194
Cfr., Rodríguez, Alfredo, El warrant, una institución que vuelve, Incoterms y Créditos
Comerciales, Argentina, Ediciones Macchi, 1994, p. 86

87
contratos de compraventa de mercancías a nivel local e internacional. 195 Además,
los mismos ayudan a identificar de manera más clara las respectivas obligaciones,
riesgos y responsabilidades que cada una de las partes asume en dicha
contratación, por lo que se evitan muchos problemas y bastantes
196
incertidumbres.
Sin embargo, los Incoterms únicamente van a ser obligatorios en los casos
en los que las partes de la contratación lo establezcan expresamente, pues los
mismos son normas facultativas que sólo se vuelven obligatorias cuando han sido
previamente aceptadas por las partes. En virtud de lo anterior, los Incoterms no
son ley ni normas positivas, sino que son simples reglas que pueden ser
adoptadas por las partes.197 Además, resulta pertinente mencionar que los
Incoterms que se pueden pactar actualmente son aquellos que emitió la Cámara
de Comercio Internacional y que se encuentran vigentes desde el 2010.
Por lo tanto, dependiendo del Incoterm que se pacte entre las partes, las
mismas asumirán las obligaciones relacionadas con el transporte, carga,
descarga, maniobra, seguro, entre otros. En caso de que el importador asuma
dichas obligaciones derivado del Incoterm pactado, el valor de los gastos y costos
por dichas obligaciones deberán agregarse al precio de las mercancías.198
En relación a los gastos y costos anteriores, es importante entrar en mayor
análisis de los costos del seguro, pues los mismos se encuentran regulados más
detalladamente en la legislación mexicana en virtud de que su ajuste positivo es
facultativo para cada país.
Pero antes de entrar a las reglas especiales para los costos relacionados
con el seguro, es relevante entender que es un contrato de seguro. A diferencia de
muchas figuras jurídicas, la definición del contrato de seguro se encuentra prevista
dentro del derecho positivo mexicano. Es específico, la definición de dicha figura
jurídica se encuentra regulada en el artículo de la Ley Sobre el Contrato de
Seguro:

195
Cfr., Riva, Jorge Luis, Manual de derecho del comercio exterior, Argentina, De Palma, 2000, p. 37
196
Cfr., Acosta Roca, Felipe, Incoterms, términos de compra-venta internacional, México, Ediciones
ISEF, 2010, p. 13
197
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op. cit., p. 316
198
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 35

88
“Artículo 1. Por el contrato de seguro, la empresa aseguradora se obliga,
mediante una prima, a resarcir un daño o a pagar una suma de dinero al
verificarse la eventualidad prevista en el contrato.”
De la anterior definición se pueden desprender los siguientes elementos del
contrato: 1) la aseguradora; 2) el contratante; 3) la prima o contraprestación que
debe pagar el contratante por contratar dicho seguro; 4) la obligación de la
aseguradora de resarcir un daño o pagar una suma de dinero, y 5) la generación
de la obligación anterior, al verificarse la eventualidad del contrato.199
Es decir, en relación al seguro a que se refiere la Ley Aduanera, el
contratante-importador asegura las mercancías compradas al exportador, ante
cualquier siniestro que pudieran sufrir las mismas durante el tiempo pactado con la
aseguradora, que se recomienda que cubra desde su salida del recinto del
exportador, hasta su entrega final.
Como ya se había advertido, los costos relacionados con el seguro se
deben agregar al precio de las mercancías importadas en caso de que los mismos
ya se encuentren previamente incluidos. En específico, los cargos por concepto de
la contratación del seguro, se traducen en un porcentaje del precio de las
mercancías y sin importar el momento del pago de la prima, la misma se debe
agregar al precio de las mercancías en términos del artículo 116 del Reglamento
de la Ley Aduanera.
Por otro lado, en México se reconoce la situación en la que los
importadores cuentan con seguros globales de transporte anual de mercancías,
por lo que se permite presentar un valor en aduanas provisional en caso de que
tenga contratado dicho seguro y no pueda determinar las cantidades que por
concepto de dicho seguro se deban agregar al precio de las mercancías.
En dicho caso, posteriormente se tendrán que presentar rectificaciones para
ajustar debidamente el precio de las mercancías por medio de declaraciones
complementarias. Dichas rectificaciones se harán para ajustar el precio de las
mercancías de acuerdo a lo correspondiente por dicho seguro, para lo cual se

199
Cfr., Díaz Bravo, Arturo, “Seguro”, Diccionario Jurídico Mexicano, México, UNAM, Instituto de
Investigaciones Jurídicas, 1983, t. VIII Rep-Z, p. 101

89
deberá dividir el costo del seguro global del año inmediato anterior al que se trate
entre el valor de las importaciones de mercancías aseguradas durante ese mismo
año anterior. Dicha situación se encuentra regulada expresamente en el artículo
117 del Reglamento de la Ley Aduanera.
Pasando al análisis del valor de los bienes y servicios suministrados por el
importador de manera gratuita o a precio reducido, para la producción y venta para
la exportación de las mercancías que fueron importadas, es relevante mencionar
que el valor total por concepto de los mismos, tiene que estar debidamente divido
entre el total de las mercancías.200
Como ya se había mencionado, las primeras tres fracciones del inciso b) del
primer párrafo del artículo 8 del Código de Valoración Aduanera y las primeras tres
fracciones del inciso b) del artículo 65 de la Ley Aduanera, se refieren a los bienes
suministrados por el importador, mientras que la última fracción de dichos
fundamentos legales regula los servicios que puede suministrar el mismo
importador.
En consideración de lo anterior, en general existen tres maneras de repartir
el valor de los bienes entre las mercancías exportadas, las cuales son: a)
incrementar el valor total de dichos bienes en la primera importación; b) repartir
dicho valor entre el número de mercancías ya producidas al momento de la
primera importación, o c) repartir dicho valor entre el total de la producción
prevista, en caso de que existan contratos o compromisos celebrados respecto a
dicha producción.201
Además, es importante señalar que el valor de los bienes va a depender de
la vinculación entre las partes, pues si se trata de partes vinculadas el valor, será
su costo de producción, pero si no están relacionadas podrá ser el valor en sí de
dichos bienes.202 Lo mencionado en este párrafo y en el anterior se encuentra
previsto en el artículo 118 del Reglamento de la Ley Aduanera.
Respecto a los servicios que se deben de ajustar de manera positiva al
precio de las mercancías, se engloban todas aquellas actividades de operaciones

200
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, op. cit. P. 115
201
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 38
202
Idem

90
y estudios de naturaleza técnica, económica y jurídica, relacionados con la
investigación, proyección, administración y gestión para la fabricación de las
mercancías. Además, dichos servicios deben ser remunerados y el importador es
quién debe asumir dichos gastos.203
Dichos servicios deben basarse en datos objetivos y cuantificables. Por lo
tanto, para evitar mucha carga a los importadores y a las autoridades aduaneras,
el Código de Valoración Aduanera permite que el valor de los mismos podrá
determinarse de acuerdo a los datos que se encuentren en los libros contables del
propio importador.204
Por otro lado, en caso de que dichos servicios hayan sido comprados o
rentados por el importador, la cantidad que se deberá añadir, es el valor por dicha
compra o alquiler. Lo anterior se encuentra regulado tanto en el segundo párrafo
de la nota interpretativa de la fracción iv) del inciso b) del primer párrafo del
artículo 8 del Código de Valoración Aduanera, como en el artículo 119 del
Reglamento de la Ley Aduanera.
En todo caso, es importante recordar que únicamente se añadirán el valor
de dichos servicios en caso de que los mismos se presten fuera del territorio
nacional y que sea el importador quién los asuma.205
En cuanto a las regalías o cánones y los derechos de licencia relacionados
con las mercancías importadas que deba pagar de manera directa o indirecta el
importador, es de suma importancia que los mismos los pague el importador como
condición de venta. Es decir, si el importador compró las mercancías y como
condición de dicha adquisición tuvo que pagar estos conceptos, los mismos se
tendrán que agregar al precio de las mercancías, pero si no adquirió bajo dichas
condiciones, entonces el valor de estos conceptos no se tendrá que agregar. 206

203
Cfr., Herrera Ydáñez, Rafael y Goizueta Sánchez, Javier, El valor en aduana de las mercancías
según el Código del GATT, España, Ediciones ESIC, 1985, p. 166-167
204
Primer párrafo de la nota interpretativa de la fracción iv) del inciso b) del primer párrafo del
artículo 8 del Código de Valoración Aduanera
205
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 39
206
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, op. cit. P. 120

91
En la legislación mexicana los cánones se conocen como regalías y las
mismas se encuentran definidas en el artículo 15-B del Código Fiscal de la
Federación tal y como se muestra a continuación:
“ARTÍCULO 15-B. Se consideran regalías, entre otros, los pagos de
cualquier clase por el uso o goce temporal de patentes, certificados de
invención o mejora, marcas de fábrica, nombres comerciales, derechos de
autor sobre obras literarias, artísticas o científicas, incluidas las películas
cinematográficas y grabaciones para radio o televisión, así como de dibujos
o modelos, planos, fórmulas, o procedimientos y equipos industriales,
comerciales o científicos, así como las cantidades pagadas por
transferencia de tecnología o informaciones relativas a experiencias
industriales, comerciales o científicas, u otro derecho o propiedad similar.
[…]”
Como se puede desprender de lo anterior, las regalías no incluyen
únicamente los pagos por el uso o goce temporal patentes, marcas y demás, sino
que también incluyen la asistencia técnica de procedimientos protegidos para la
fabricación de las mercancías o como se le conoce en la práctica el know how.207
Por otro lado, los derechos de licencia son aquellos que permiten que el
importador pueda explotar las patentes que son titular del exportador, lo cual se
encuentra permitido en términos del artículo 63 de la Ley de Propiedad Industrial.
En todo caso, no se deberá agregar al precio de las mercancías
importadas, los derechos de reproducción de las mismas en el país de
importación. Lo anterior se encuentra regulado expresamente a nivel internacional
en el primer párrafo de la nota interpretativa al inciso e) del primer párrafo del
artículo 8 del Código de Valoración Aduanera y a nivel nacional en el artículo 120
del Reglamento de la Ley Aduanera.
En consideración de lo anterior, existen tres condiciones para que las
regalías y derechos de licencia se incrementen al precio pagado o por pagar de
las mercancías, mismas que son:

207
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 39

92
a) Que dichos conceptos se encuentren relacionados con las mercancías
que se valoran;
b) Que el pago por dichos conceptos sea condición para la venta de dichas
mercancías, y
c) Que su importe no se encuentre previamente incluido en el precio
pagado o por pagar por las mencionadas mercancías.
Finalmente, es importante recordar que en caso de que las mercancías
estén sujetas a una reventa, cesión o utilización posterior y cuyo producto lo reciba
de manera directa o indirecta el vendedor-exportador original, dicho producto se
debe ajustar de manera positiva al precio pagado o por pagar para que el valor en
aduana de las mercancías se pueda determinar conforme al método de valoración
principal.
En relación a los últimos dos ajustes positivos analizados, la legislación
aduanera permite su declaración provisional en los casos en los que no se puede
determinar el monto exacto del precio de las mercancías al momento de su
importación. En el momento en que se conozcan dichos montos y resulten
diferentes a los declarados, entonces se deberán rectificar y pagar las
contribuciones actualizadas que sean aplicables; pero en caso de que transcurra
un año y aún no se puedan determinar los montos, se tendrá que rectificar el valor
en aduana conforme a uno de los métodos secundarios de valoración aduanera. 208
Lo anterior tiene su sustento legal en el artículo 121 en el Reglamento de la Ley
Aduanera.
En contraste a los ajustes positivos, las legislaciones aduaneras de carácter
internacional y nacional, permiten que se realicen ciertos ajustes negativos que no
se tomarán en cuenta para determinar el precio pagado o por pagar de las
mercancías importadas.209
Dichos ajustes negativos descansan bajo dos principios esenciales: a) que
el valor en aduana de las mercancías nunca va a poder incluir importes que sean
generados posteriormente a la importación, y b) que los ajustes negativos se

208
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit. P. 348-349
209
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit. P. 115

93
deben desglosar y especificar de manera separada al precio pagado o por pagar,
es decir que se deben documentar debidamente los mismos.210
Tanto por medio de la nota al artículo 1 del Código de Valoración Aduanera,
como por medio del artículo 66 de la Ley Aduanera, se puede encontrar un listado
de algunos de los ajustes negativos que pueden realizar los importadores sobre el
precio pagado o por pagar por las mercancías. Dicho listado de ajustes negativos
se agrega a continuación:
a) Todos aquellos gastos y costos que sean por cuenta del importador, aún
y cuando respecto de los mismos se pueda estimar que son pagos
indirectos a favor del exportador o que benefician al mismo, salvo
aquellos que se deban ajustar de manera positiva por mandato legal. Lo
anterior confirma que el listado de los ajustes positivos es taxativo, pues
los que no se encuentren en dicho listado se podrán ajustar
negativamente al precio pagado o por pagar de las mercancías;
b) Cierto tipo de gastos y costos, siempre que se distingan del precio
pagado o por pagar de las mercancías, mismos que son los siguientes:
i. Los gastos relacionados con las actividades de construcción,
instalación, armado, montaje, mantenimiento y/o asistencia
técnica que se realicen a las mercancías posteriormente de su
importación, a menos que los mismos se deban ajustar
positivamente como en el caso de las regalías;
ii. Los gastos por el transporte y sus servicios conexos, que son la
carga, descarga y manipulación, así como los costos del seguro
en relación a las mercancías a partir de su llegada a puerto,
aeropuerto o su entrada por vía de un país litoral, por medio de
alguna frontera o por aire al territorio nacional, y
iii. Las contribuciones y cuotas compensatorias que resulten
aplicables como consecuencia de la importación de las
mercancías a territorio nacional.

210
Idem

94
c) Todos aquellos gastos que tenga que erogar el importador a favor del
exportador por concepto de dividendos y en general cualquier gasto no
relacionado con las mercancías importadas.
Por lo tanto, a diferencia de los ajustes positivos, los ajustes negativos no
son taxativos y mientras cumplan con los dos principios que les rigen, los mismos
se podrán disminuir del precio pagado o por pagar de las mercancías. Un ejemplo
de un ajuste negativo que no viene en la lista anterior son las comisiones de
compras y los cánones o regalías que no son condicionantes para la venta de las
mercancías.211
Como se puede observar, la determinación del valor en aduana de las
mercancías conforme al método de principal de transacción no es una tarea
sencilla, por lo que es conveniente contar con toda la documentación necesaria
para respaldar la determinación de dicho valor. Lo anterior tiene razón de ser, para
que en todo momento se pueda comprobar la debida determinación del valor en
aduana y que el mismo sea aceptado sin problemas por las autoridades
aduaneras.
Si bien es cierto que cada operación es diferente, algunos de los
documentos más importantes y que sirven como elementos de carácter probatorio
de la debida determinación del valor en aduana conforme al método principal son
los siguientes:212
a) La factura del exportador en la que se encuentre establecido el precio, la
cantidad y designación o tipo de cada mercancía importada, con sus
desgloses correspondientes en cado de ajustes negativos;
b) Documentos que comprueben los gastos de transporte y seguro;
c) Documentos que comprueben los ajustes positivos;
d) Documentos que prueben que el importador lleva de manera correcta su
contabilidad, entre otros.
Lo importante es que se cuente con toda aquella documentación que pueda
sustentar que el valor en aduana de las mercancías se determinó de manera

211
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 45
212
Idem

95
correcta y en cumplimiento de todos los requisitos de acuerdo al método de
transacción de las mercancías.
Dicha documentación resulta de suma importancia, pues el Código de
Valoración Aduanera reconoce la situación consistente en que el método del valor
de transacción depende de manera importante de los documentos que son
presentados por el importador a las autoridades aduaneras, pues las mismas
tienen la facultad de comprobar la veracidad y/o la exactitud de toda la
documentación, información y declaraciones.213 Lo anterior se confirma de
acuerdo a lo establecido en el artículo 17 del propio Código de Valoración
Aduanera:
“Artículo 17.
Ninguna de las disposiciones del presente Acuerdo podrá interpretarse en
un sentido que restrinja o ponga en duda el derecho de las
Administraciones de Aduanas de comprobar la veracidad o la exactitud de
toda información, documento o declaración presentados a efectos de
valoración en aduana.”
Además, en México la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, cuenta
con la facultad de comprobar la importación, los datos contenidos en los
documentos que respaldan la misma, así como el pago correcto de las
restricciones arancelarias y no arancelarias. Es decir, puedan comprobar que tus
documentos aduaneros concuerden con las actividades de importación realizadas.
Lo anterior tienen sustento en la fracción II del artículo 144 de la Ley Aduanera.
En resumen a lo anterior, de manera gráfica el método del valor de
transacción de las mercancías se explica de la siguiente manera:
“VT = PPCI + AP – AN (+ R)”214
Donde:
VT = Valor de transacción
PP = Precio pagado o por pagar derivado de una compraventa internacional
AP = Ajustes positivos

213
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana,
Sitio oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm
214
Trejo Vargas, Pedro, op. cit., p. 177

96
AN= Ajustes negativos
R = Cumplimiento de todos los requisitos exigidos
Es decir, el valor de transacción equivale al precio pagado o por pagar en
adición a los ajustes positivos y disminución de los ajustes negativos, pero
siempre en cumplimiento de los requisitos exigidos para la utilización de dicho
método.
Un tema relevante en relación con el método principal de valoración, es
aquel referente al rechazo del valor de transacción declarado, pues su regulación
nacional difiere con la regulación internacional de la materia. Por lo tanto, resulta
pertinente señalar cuáles son las diferencias entre las regulaciones.
Como ya se había adelantado, la materia del rechazo al valor declarado se
encuentra regulado internacionalmente en la Decisión Relativa a los Casos en las
Administraciones de Aduanas Tengan Motivos para Dudar de la Veracidad o
Exactitud del Valor Declarado, misma que como ya se explicó, fue debidamente
internalizada por medio del Decreto de promulgación del Acta Final de la Ronda
Uruguay de Negociaciones Comerciales Multilaterales y, por lo tanto, el Acuerdo
por el que se establece la Organización Mundial del Comercio. Prácticamente,
dicha decisión establece que el rechazo al valor declarado se debe llevar a cabo
de la siguiente manera:215
a) En los casos en los que las autoridades aduaneras tengan motivos para
dudar sobre la veracidad o exactitud de la documentación o información
presentada para probar el valor en aduana declarado de las mercancías
en cuestión, podrán pedir al importador que proporcione una explicación
complementaria al respecto, así como de documentos u otras pruebas
que sustenten su determinación del valor declarado;
b) En caso de que la información o documentación complementaria no sea
suficiente o que la misma sea nula, y como consecuencia las
autoridades aduaneras aún tengan dudas razonables sobre la veracidad
o exactitud del valor declarado, dichas autoridades podrán decidir si el

215
Artículo 1 de la Decisión Relativa a los Casos en las Administraciones de Aduanas Tengan
Motivos para Dudar de la Veracidad o Exactitud del Valor Declarado”

97
valor en aduana no se puede determinar conforme al método principal
de valoración y por lo tanto rechazar dicho valor.
c) Por último, en los casos en los que las autoridades aduaneras emitan su
decisión definitiva sobre el rechazo al valor antes de la emisión de la
misma, comunicarán al importador sus motivos para dudar de la
veracidad y exactitud de la documentación e información presentada,
además le darán a dicho importador una oportunidad razonable de
responder a dicha comunicación.
En cuanto a la regulación nacional, dicha materia se encuentra regulada
tanto en los artículos 78 y 78-A de la Ley Aduanera, como en el artículo 110 del
Reglamento de la Ley Aduanera. Dicha regulación parece ser incovencional, pues
parece que la regulación nacional va en contra de lo establecido por el Código de
Valoración Aduanera y por la Decisión Relativa a los Casos en las
Administraciones de Aduanas Tengan Motivos para Dudar de la Veracidad o
Exactitud del Valor Declarado, pues como se verá en los siguientes párrafos, la
legislación nacional parece otorgarle a las autoridades aduaneras facultades
adicionales a las que se les otorga por medio de la legislación internacional,
mismas que pueden utilizarse en perjuicio de los particulares.
De manera específica, el segundo párrafo del artículo 78 señala que en los
casos en que la documentación comprobatoria del valor sea falsa o alterada, así
como los casos en las que las mercancías sean usadas, la autoridad aduanera
podrá rechazar el valor y además determinar dicho valor con base en una
cotización y avalúo que practique dicha autoridad.216
Dicha hipótesis normativa es atacable por su incovencionalidad, pues va en
contra del propio Código de Valoración Aduanera y la decisión relativa que se
pronunció sobre el mismo sobre la materia del rechazo al valor declarado, ya que
le otorga a las autoridades aduaneras nacionales una facultad de determinación
del valor en aduana de las mercancías, misma que no se les otorga en los
instrumentos internacionales en la materia y que además les permite determinar
dicho valor con base en valores arbitrarios, pues les permite determinar con base

216
Artículo 78 de la Ley Aduanera.

98
en sus propias cotizaciones y avalúos, sin establecerse reglas o límites a dichas
formas de determinación.
Es decir, además de que se faculta a las autoridades a realizar una
determinación del valor, lo cual no se permite en la legislación internacional que ha
sido internalizada, dicha determinación que podrá basarse en cotizaciones y
avalúos de las autoridades, se traduce en permitir la determinación del valor de las
mercancías de manera arbitraria, situación que va en contra del cuarto párrafo del
Preámbulo del Código de Valoración Aduanera, mismo que establece lo siguiente:
“Reconociendo la necesidad de un sistema equitativo, uniforme y neutro de
valoración en aduana de las mercancías que excluya la utilización de valores
arbitrarios o ficticios;”
Por su parte, los artículos 78-A de la Ley Aduanera y 110 del Reglamento
de la Ley Aduanera establecen en términos generales que derivado de las
facultades de comprobación, las autoridades aduaneras pueden rechazar el valor
en aduana declarado. Dichos artículos señalan que el rechazo se puede derivar de
ciertas situaciones, mismas que se resumen en las siguientes:
a) Oponerse a las facultades de comprobación;
b) No llevar la contabilidad conforme a los preceptos legales aplicables o
no poner la misma a disposición de las autoridades;
c) Omitir o alterar los registros de las operaciones de comercio exterior;
d) Omitir la presentación de cualquier contribución;
e) No cumplir con los requerimientos de las autoridades aduaneras para
presentar la documentación e información adicional requerida;
f) Presentar documentación e información falsa o contenga datos falsos o
inexactos.
La primera conclusión de lo anterior, es que las autoridades aduaneras
pueden rechazar el valor en aduana no sólo en los casos en que duden de la
veracidad y exactitud del valor declarado, sino que se les permite rechazar el valor
por situaciones ajenas a la determinación del valor, como lo relativo al registro de
las operaciones de comercio exterior. Es decir, no sólo se les permite a las
autoridades nacionales rechazar el valor por muchas más situaciones que las que

99
les permite la legislación internacional debidamente internalizada, sino que le
permite rechazar el valor con base en situaciones ajenas a la determinación del
valor en aduana declarado.
Adicionalmente, en este caso también se les otorga a las autoridades
aduaneras la facultad de determinar el valor rechazado con base en el resto de los
métodos de valoración. Si bien es cierto que dicha determinación no sería
arbitraria, también lo es el hecho de que dicha facultad les fue otorgada
internamente sin tener en cuenta lo establecido en el Código de Valoración
Aduanera y en la Decisión Relativa a los Casos en las Administraciones de
Aduanas Tengan Motivos para Dudar de la Veracidad o Exactitud del Valor
Declarado, pues les otorga más facultades a lo establecido en estos instrumentos
internacionales, situación que puede traducirse en una afectación al particular.
Por último, la legislación nacional no hace mención expresa sobre el
derecho que cuentan los particulares de que se les otorgue una oportunidad
razonable de responder a la resolución definitiva de las autoridades aduaneras. Es
decir, no sólo se les otorgan facultades adicionales a las autoridades aduaneras
que pueden utilizarse en perjuicio de los particulares, sino que también parece que
la legislación nacional omite ciertos derechos que cuentan los particulares con
base en los instrumentos internacionales en la materia.
En todo caso, existe una contradicción entre la legislación nacional e
internacional en este materia en específico, por lo que con base en la jerarquía
normativa mencionada anteriormente, debe de prevalecer lo estipulado en la
legislación internacional, argumento que pueden utilizar todos los particulares que
se vean afectados por esta situación.
Por otro lado, para comprender de mejor manera el método principal de
valoración aduanera, resulta necesario exponer algunos ejemplos prácticos con la
finalidad de explicar ilustrativamente el método en cuestión.217 A continuación se
agregan los mencionados ejemplos:
Una sociedad mexicana “X” recibe en préstamo de una empresa italiana
“W” una máquina para fabricar zapatos, por un importe por concepto de renta de

217
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 47

100
40,000 dólares. Además, “X” deber pagar 1000 dólares por concepto del flete y
300 por un seguro marítimo para cubrir la transportación de la máquina. Al tratarse
de un contrato de arrendamiento, el valor en aduana por la importación de la
máquina no se puede valorar conforme al método principal, ya que el mismo sólo
aplica para contratos de compraventa.
Un importador “A” celebra un contrato de compraventa con un exportador
“B” de Canadá, por medio del cual “A” le compra a “B” 5 toneladas de acero para
la fabricación de camiones. Sin embargo, “B” impone como condición de la
contratación que “A” le entregue 35 camiones al terminar su fabricación. Conforme
a lo anterior, el acero no se podría valorar conforme al método principal de
valoración, en virtud de que la venta se encuentra condicionada, por lo que no se
cumplirían todos los requisitos exigidos por ley para utilizar dicho método.
Una empresa de nacionalidad mexicana “D” celebra un contrato de
compraventa de duraznos con la empresa de nacionalidad estadounidense “E”
que es accionista mayoritario en “D”. Dicha compraventa no está sujeta a ninguna
condición, sin embargo, los duraznos los está adquiriendo “D” a un precio de 2.5
dólares por caja. Sin embargo, en los 50 días anteriores, otros cinco vendedores
diferentes han vendido a un precio promedio de 7 dólares por caja de duraznos a
partes independientes a los mismos. Conforme a lo anterior, el método principal de
valoración tampoco se podría utilizar en virtud de que la relación entre “D” y “E”
está afectando el valor que en realidad se debería pagar por los duraznos.
La sociedad mexicana “F” celebra un contrato de compraventa internacional
de uvas con la sociedad francesa “G”, mismas que son partes independientes.
Dicha venta no se encuentra condicionada para la cesión o utilización de las uvas
por parte de “F”. Además, el precio por caja de uvas es de 8 dólares, precio que
no se encuentra condicionado a ninguna otra variante.
Por otro lado, en el precio final por todas las uvas se encuentran incluidas
todas las comisiones, costos por embalaje y gastos relacionados con su
transportación. Dicho precio se encuentra establecido en una factura comercial,
misma que hace las veces de prueba de que el precio en cuestión es el verdadero
precio de transacción de las mercancías. En este último caso, sí se puede utilizar

101
el valor de transacción de las mercancías para determinar el valor en aduana de
las mismas, al cumplir con todos los requisitos para su utilización.
Por último, es pertinente reconocer que el método de valoración del valor de
transacción tiene sus limitantes, por lo que existen otros métodos secundarios que
nos permitirán conocer el valor de las mercancías y así determinar la base
gravable para todos aquellos casos en los que no se pueden valuar las mismas
conforme al método principal.218 En relación a lo anterior, a continuación se pasará
al análisis de dichos métodos secundarios de valoración aduanera.

4.2 Métodos Secundarios.

Como se había comentado antes de entrar al análisis histórico de la valoración


aduanera, anteriormente se partía de la premisa consistente en que las
mercancías se importaban y exportaban como consecuencia de la celebración de
contratos de compraventa bajo condiciones de libre competencia entre partes
independientes.219
La anterior premisa no logró ser sostenida completamente conforme se fue
desarrollando la valoración aduanera a nivel mundial, pues existen operaciones de
comercio exterior que no se derivan necesariamente de una compraventa o que la
misma no se celebró en condiciones de libre competencia.
Por lo tanto, en reconocimiento a esta situación, tanto el Código de
Valoración Aduanera, como la Ley Aduanera prevén cinco métodos secundarios
que serán utilizados, como regla general en orden progresivo y por exclusión, en
todos los casos en los que no sea posible aplicar el método principal. 220
Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que estos métodos son de
naturaleza secundaria y que únicamente se podrán utilizar en los casos en los que
no se pueda determinar la base gravable conforme al método de valor de
transacción de las mercancías. Lo anterior se encuentre reconocido tanto a nivel
internacional como nacional.

218
Cfr., Reyes Real, Óscar Bernardo, op. cit., p. 177
219
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op cit., p. 327
220
Cfr., Pedro Trejo Vargas, op. cit., p. 111

102
Respecto al nivel internacional, dicha situación se encuentra establecida
tanto en la introducción general del Código de Valoración Aduanera, como en la
nota general de las notas interpretativas de dicho ordenamiento legal, las cuales
hay que recordar que son parte integrante del Anexo I del propio Código de
Valoración Aduanera. En cuanto a la legislación nacional, la misma situación se
encuentra prevista en el segundo párrafo del artículo 64, en el último párrafo del
artículo 67 y en el artículo 71 de la Ley Aduanera.
En general, existen ciertas hipótesis mediante las cuales se entiende que
no se puede utilizar el método principal de valoración aduanera y que por lo tanto
el valor en aduana de las mercancías se debe determinar utilizando alguno de los
métodos secundarios.221 Dichas hipótesis se enuncian a continuación:
a) En los casos en los que las mercancías importadas no derivan de un
contrato de compraventa y que el mismo sea de naturaleza
internacional;
b) Cuando se impongan restricciones al importador para la cesión o
utilización de las mercancías, salvo de aquellos casos de excepción
explicados en su momento;
c) En la situación en la que el precio o la venta de las mercancías, se
encuentre sometida a condiciones, contraprestaciones o
consideraciones de tal manera que su valor no pueda determinarse con
relación a dichas mercancías a valorar;
d) En caso de que parte del producto por concepto de la reventa, cesión o
utilización de las mercancías sea revertida de manera directa o indirecta
al exportador, en los casos de que no se lleve a cabo el ajuste positivo
de dicho producto al precio pagado o por pagar de las mercancías;
e) Si existe una vinculación entre las partes y se demuestra que la misma
ha influido en el precio pagado o pagar de las mercancías objeto de la
valoración, y

221
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 61

103
f) Cuando no se realiza un ajuste positivo necesario al precio de las
mercancías o que el mismo no se pueda realizar sobre la base de datos
que sean objetivos y cuantificables.
Respecto a la explicación gráfica, cuando en la fórmula VT = PPCI + AP –
AN (+ R), alguno de los factores es invertido, no será posible utilizar el método
principal de valoración aduanera, es decir cuando VT ≠ PPCI + AP – AN (+ R).
Ante estas situaciones, tanto el Código de Valoración Aduanera, como la
Ley Aduanera, prevén expresamente los referidos métodos secundarios de
valoración, por lo que resulta pertinente entrar al análisis de dichos métodos,
mismos que hay que analizar siempre bajo la idea de que, como regla general, se
deben de aplicar en orden progresivo y por exclusión.

4.3 Método del Valor de Transacción de Mercancías Idénticas.

El primer método secundario para determinar la base gravable de las mercancías


objeto de importación, es aquel conocido como el método del valor de transacción
de mercancías idénticas.222
Pero antes de entrar al estudio de este método, es relevante analizar lo que
se entiende como mercancías idénticas de acuerdo a los multicitados Código de
Valoración Aduanera y Ley Aduanera.
De manera coincidente, tanto en el inciso a) del segundo párrafo del artículo
15 del Código de Valoración Aduanera, como en el quinto párrafo del artículo 72
de la Ley Aduanera, se establece lo que se entiende por mercancías idénticas,
mismas que son aquellas que son iguales en todo, incluyendo sus características
físicas, de calidad y prestigio comercial; sin embargo, las pequeñas diferencias
que deriven por su aspecto no impedirán que las mismas sean consideradas como
idénticas.
De acuerdo a la definición anterior, podemos concluir que para que exista
identidad entre dos mercancías, se deben de reunir tres requisitos:223

222
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana,
Sitio oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm
223
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, op. cit., p. 123

104
a) Que tengan las mismas características físicas y sólo se permiten
mínimas diferencias de aspecto.
b) Que sean de la misma calidad.
c) Que compartan el mismo prestigio comercial.
Por otro lado, hay situaciones en las que aunque parezcan idénticas, las
mercancías no se considerarán como tal, en los casos en que las mercancías
lleven incorporadas o contengan, dependiendo del caso en específico, alguno de
los elementos de trabajos de ingeniería, creación y perfeccionamiento, así como
los trabajos artísticos, diseños, planos y croquis que no fueron ajustados de
manera positiva por haber sido realizados dentro del territorio nacional.224
Lo anterior tiene sentido, pues el hecho de que las mercancías cuenten con
alguno de estos elementos, las diferencia de otras mercancías que parece
idénticas, pues las primeras han sido producidas o mejoradas con conocimientos
únicos y especiales que les da un prestigio mayor a nivel comercial que aquellas
que han sido producidas sin dichos conocimientos.
Una vez analizado el concepto de mercancías idénticas, es pertinente
recordar que el método de valor de transacción de mercancías idénticas
únicamente se deberá utilizar en los casos en los que no se pueda determinar el
valor en aduana de las mercancías conforme al método principal. Dicha situación
se encuentra regulada en el inciso a) del primer párrafo del artículo 2 del Código
de Valoración Aduanera y en el primer párrafo del artículo 72 de la Ley Aduanera.
Este segundo método consiste en determinar el valor en aduana de las
mercancías conforme al valor de transacción de mercancías idénticas a las que
son objeto de valoración. Sin embargo, para que se pueda utilizar este método
secundario se deben cumplir con los siguientes requisitos:225
a) Que efectivamente sean idénticas, es decir que tengan las mismas
características físicas, de calidad y que compartan el mismo prestigio
comercial;

224
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit., p. 116
225
Cfr., Reyes Real, Óscar Bernardo, op. cit., p. 180

105
b) Que las mercancías idénticas hayan sido previamente vendidas para su
exportación con destino al territorio nacional al igual que las mercancías
objeto de la valoración. Dicha situación se encuentra sustentada en el
inciso a) del primer párrafo del artículo 2 del Código de Valoración
Aduanera y en el primer párrafo del artículo 72 de la Ley Aduanera;
c) Que las mercancías idénticas previamente vendidas, se debieron haber
importado en el mismo momento o en un momento aproximado a las
mercancías objeto de valoración. El sustento de lo anterior también se
encuentra previsto en el inciso a) del primer párrafo del artículo 2 del
Código de Valoración Aduanera y en el primer párrafo del artículo 72 de
la Ley Aduanera.
En relación a el presente inciso, es relevante recordar que el Código de
Valoración Aduanera no establece lo que entiende por un momento aproximado,
por lo que dicho concepto se define a nivel local. Por lo tanto, el artículo 76 de la
Ley Aduanera se encarga de establecer lo que se entiende como momento
aproximado en relación a este método, el cual comprende un periodo no mayor a
los noventa días anteriores y posteriores a la importación de las mercancías que
son objeto de la valoración;
d) Que las mercancías idénticas previamente vendidas y las mercancías
importadas objetos de valoración, sean vendidas al mismo nivel
comercial y sustancialmente en las mismas cantidades. El fundamento
legal de lo anterior es el inciso b) del primer párrafo del artículo 2 del
Código de Valoración Aduanera y el primer párrafo del artículo 72 de la
Ley Aduanera.
Sin embargo, en los casos en los que no exista una venta conforme a este
inciso, se podrá utilizar este método sobre mercancías idénticas que se vendan a
un nivel comercial distinto y/o en cantidades diferentes; pero el valor en aduana se
deberá ajustar para incluir las diferencias atribuibles por el nivel comercial distinto
o cantidad distinta, siempre que dichos ajustes puedan realizarse con base de
datos que demuestren su razonabilidad y exactitud, tanto si aumentan como si

106
disminuyen dicho valor.226 El sustento legal de lo anterior se encuentra en el inciso
b) del primer párrafo del artículo 2 del Código de Valoración Aduanera y en el
segundo párrafo del artículo 72 de la Ley Aduanera
En general, existen tres casos en las que se puede dar la situación anterior:
i) en caso de que exista una venta al mismo nivel comercial, pero en cantidades
diferentes, en cuyo caso se ajustarán únicamente los factores relacionados con la
cantidad; ii) en caso de que exista una venta a diferente nivel comercial, pero
substancialmente en las mismas cantidades, en cuyo caso se ajustarán
únicamente los factores relacionados con el nivel comercial, y iii) en caso de que
exista una venta a diferente nivel comercial y en cantidades, en cuyo caso, se
ajustarán tanto los factores del nivel comercial como de la cantidad. 227 Dichos
casos se encuentran previstas en los tres primero párrafos de la nota interpretativa
del artículo 2 del Código de Valoración Aduanera, así como en primer párrafo del
artículo 129 del Reglamento de la Ley Aduanera.
No obstante lo anterior, es relevante recordar que los ajustes por las
diferencias en los factores de nivel comercial y cantidad, deben estar basados en
datos que demuestren la razonabilidad y exactitud de dichos ajustes. En caso de
no contar con los datos referidos, entonces el valor en aduana de las mercancías
no podrá ser determinado conforme a este método secundario. Lo comentado en
este párrafo se encuentra regulado tanto en el quinto párrafo de la nota del artículo
2 del Código de Valoración Aduanera, como en el último párrafo del artículo 129
del Reglamento de la Ley Aduanera.
e) Que al aplicar el valor en aduana de las mercancías idénticas a las
mercancías importadas, se deberá efectuar un ajuste al valor de las
últimas, para tener en cuenta las diferencias apreciables que resulten de
las diferencias de distancias y formas de transporte en relación a los
gastos por concepto de transporte, carga, descarga y manipulación de
las mercancías, así como el costo del seguro que cubre a las mismas
hasta su llegada a puerto, aeropuerto o su entrada por vía de un país

226
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit., p. 116
227
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 62

107
litoral, por medio de alguna frontera o por aire al territorio nacional. 228
Dicho requisito cuenta con su fundamento legal en el segundo párrafo
del artículo 2 del Código de Valoración Aduanera y del cuarto párrafo del
artículo 72 de la Ley Aduanera.
f) Que las mercancías idénticas previamente vendidas, se hubiesen
producido por la misma persona que produjo las mercancías objeto de la
valoración. Sin embargo, se podrá aceptar que las mismas se hubiesen
producido por distintas personas, pero que en todo caso la producción
se hubiese realizado en el mismo país que las mercancías objeto de la
valoración.229 Dichas situaciones cuentan con su fundamento legal en
los incisos d) y e) del segundo párrafo del artículo 15 del Código de
Valoración Aduanera y en el artículo 130 del Reglamento de la Ley
Aduanera.
En consideración de lo anterior, hay ciertos casos en los que se permite que se
calculen las mercancías conforme a este método, aunque no se reúnan algunos
de los requisitos analizados, por lo que se les conoce como casos de excepción y
son los siguientes:230
a) Cuando no exista una venta, se podrá utilizar el valor de transacción de
mercancías idénticas, pero vendidas a nivel comercial diferente y/o
vendidas en cantidades diferentes, pero de manera ajustada para tomar en
cuenta las diferencias derivadas del nivel comercial y/o cantidad.
b) En caso de que existan pequeñas y/o mínimas diferencias de aspecto entre
las mercancías comparadas, no impedirán que las mismas sean
consideradas idénticas si se ajustan al resto de los requisitos analizados.
Para explicar de manera más gráfica el primer método secundario de
valoración aduanera, resulta necesario exponer algunos ejemplos en los que se
debe utilizar el método de valoración en cuestión.

228
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit., p. 117
229
Idem
230
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana,
Sitio oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm

108
Una empresa de nacionalidad mexicana “K” celebra un contrato de
compraventa de elotes con la empresa de nacionalidad estadounidense “L”,
misma que resulta ser accionista mayoritario en “D”. El precio por el cual “K” está
adquiriendo los elotes por parte de “L”, es de 3.5 dólares por caja. Por otro lado,
en los 70 días anteriores a esta operación, “L” ha vendido, a diferentes
compradores mexicanos no relacionadas a la misma, elotes a un precio de 6.5
dólares por caja.
Conforme a lo anterior, no se puede utilizar el método principal de valoración
para determinar el valor en aduana de las mercancías, pues claramente la relación
entre “K” y “L” está afectando el valor que en realidad se debería pagar por los
elotes. Sin embargo, los elotes en cuestión se podrán valorar conforme al método
del valor de transacción de mercancías idénticas, que en este caso será aquel
establecido en las operaciones celebradas por “L” con partes no relacionadas. Es
decir, el valor en aduana de los elotes en cuestión será de 6.5 dólares por caja
(cantidad que deberá ser convertida a pesos mexicanos) y no de 3.5 dólares por
caja de conformidad con el método de valoración del valor de transacción de
mercancías idénticas.
Una sociedad mexicana “M” celebra un contrato de suministro gratuito de
10,000 cajas de papas con de una empresa española “N” para vender las mismas
en México. Adicionalmente, “N” ha vendido en el mes anterior, papas a partes
independientes mexicanas a un precio de 120 pesos la caja de papas. Al tratarse
de un contrato de suministro gratuito, el valor en aduana por la importación de las
papas no se puede valorar conforme al método principal, ya que el mismo sólo
aplica para contratos de compraventa.
En virtud de lo anterior, es aplicable el método del valor de transacción de
mercancías idénticas. Conforme a este método para determinar el valor en aduana
de las mercancías de las mercancías en cuestión, resulta aplicable el precio
utilizado en las otras transacciones celebradas por “N”.
Finalmente, es importante mencionar que en caso de que se disponga de más
de un valor de transacción de mercancías idénticas, para determinar el valor de
las mercancías objeto de este método, se utilizará el valor de transacción de las

109
mercancías idénticas que sea más bajo.231 Dicha situación se encuentra permitida
en términos del tercer párrafo del artículo 2 del Código de Valoración Aduanera y
del tercer párrafo del artículo 72 de la Ley Aduanera.

4.4 Método del Valor de Transacción de Mercancías Similares.

El segundo método secundario de valoración aduanera previsto tanto en el Código


de Valoración Aduanera, como en la Ley Aduanera, es el método del valor de
transacción de mercancías similares. Dicho método se utiliza en caso de que una
mercancía no se pueda determinar conforme a los dos métodos anteriores. Pero
antes de entrar a su análisis, hay que analizar lo que se entiende por mercancías
similares.232
En relación a lo anterior, la definición de mercancías similares se puede
encontrar de manera casi idéntica tanto a nivel internacional en el inciso b) del
segundo párrafo del artículo 15 del Código de Valoración Aduanera, como a nivel
nacional en el quinto párrafo del artículo 73 de la Ley Aduanera. Dichos preceptos
legales, establecen que se entiende como mercancías similares aquellas que aun
cuando no sean iguales en todo, cuentan con características y composición que
sean semejantes, lo cual se traduce en que las mismas cumplan las mismas
funciones y que sean comercialmente intercambiables entre sí. Además, algunos
de los factores que se pueden considerar para determinar si las mercancías son
similares, son su calidad, su prestigio comercial y la existencia de una marca de
carácter comercial.
Derivado de la definición legal expuesta en el párrafo anterior, se desprende
que las características esenciales para que dos mercancías puedan considerarse
como similares, son las siguientes:233
a) Que tengan características o composición semejantes;
b) Que cumplan las mismas funciones; y

231
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, op. cit., p. 123
232
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana,
Sitio oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm
233
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 64

110
c) Que sean comercialmente intercambiables entre sí.
Adicionalmente, es relevante recalcar que existen ciertos factores que
ayudan a determinar si las mercancías son similares de acuerdo a las
características esenciales; algunos de estos factores son aquellos relacionados
con su calidad, prestigio comercial, así como la existencia de una marca
comercial. No obstante lo anterior, tanto el Código de Valoración Aduanera, como
la Ley Aduanera establecen que se pueden tomar en cuenta otros factores, por lo
que los factores que establecen dichos ordenamientos únicamente son ejemplos
de los factores que se pueden tomar en cuenta para determinar si dos mercancías
son idénticas.234
Por otro lado, al igual que con las mercancías idénticas, hay ciertos casos
que aunque parece que dos mercancías son similares, las mismas no se
considerarán como tal, en la situación en la que las mercancías lleven
incorporadas o contengan, dependiendo del caso en cuestión, alguno de los
elementos de trabajos de ingeniería, creación y perfeccionamiento, así como los
trabajos artísticos, diseños, planos y croquis, mismos que no fueron ajustados de
manera positiva al haber sido realizados dentro del territorio nacional. 235
Teniendo en consideración el concepto de mercancías similares, resulta
relevante recordar que el método transacción de mercancías similares solamente
se deberá utilizar para determinar el valor de las mercancías importadas en
cuestión, en los casos en los que no se pueda determinar el mismo conforme al
método principal y al método del valor de transacción de mercancías similares. Lo
anterior cuenta con su fundamento legal en el inciso a) del primer párrafo del
artículo 3 del Código de Valoración Aduanera y en el primer párrafo del artículo 73
de la Ley Aduanera.
Este tercer método de valoración permite determinar el valor en aduana de
las mercancías conforme al valor de transacción de mercancías similares a las
mercancías sujetas a la valoración aduanera en cuestión. No obstante lo anterior,

234
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op. cit., p. 339
235
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit., p. 117

111
para que se pueda utilizar este método secundario, también se deben cumplir con
los ciertos requisitos, mismos que se enuncian a continuación:236
a) Que las mercancías efectivamente compartan características y
composición que sean semejantes, es decir, que cumplan con las
mismas funciones y sean comercialmente intercambiables.
b) Que las mercancías similares hubieran sido previamente vendidas para
su exportación con destino al territorio nacional, de manera coincidente
con las mercancías sujetas a la valoración. Lo anterior se encuentra
sustentado en el inciso a) del primer párrafo del artículo 3 del Código de
Valoración Aduanera y en el primer párrafo del artículo 73 de la Ley
Aduanera;
c) Que las mercancías similares que hayan sido previamente vendidas, se
importen en el mismo momento o en un momento aproximado a la
importación de las mercancías objeto de valoración aduanera. El
fundamento legal de dicho requisito se encuentra también previsto en el
inciso a) del primer párrafo del artículo 3 del Código de Valoración
Aduanera y en el primer párrafo del artículo 73 de la Ley Aduanera.
De acuerdo a este inciso, también resulta pertinente recordar que el Código
de Valoración Aduanera no establece de manera expresa lo que entiende por
momento aproximado, sin embargo la legislación local sí establece qué se
entiende por dicho concepto. En relación a lo anterior, el artículo 76 de la Ley
Aduanera establece que dicho momento aproximado comprende un periodo no
mayor a los noventa días anteriores y posteriores a la importación de las
mercancías que se encuentran sujetas a la valoración aduanera;
d) Que las mercancías similares que se hubieran vendido previamente y
las mercancías importadas sujetas a la valoración aduanera, sean
vendidas al mismo nivel comercial y sensiblemente en las mismas
cantidades. Dicha situación se fundamenta en el inciso b) del primer
párrafo del artículo 3 del Código de Valoración Aduanera y en el primer
párrafo del artículo 73 de la Ley Aduanera.

236
Cfr., Reyes Real, Óscar Bernardo, op. cit., p. 182

112
En contraste a dicha situación, cuando no exista una venta de acuerdo al
requisito enumerado en este inciso, aun así se podrá utilizar este método sobre
mercancías similares que sean vendidas a un nivel comercial distinto y/o en
cantidades diferentes; pero con el requisito de que el valor en aduana de las
mercancías objeto de valoración, se ajuste para incluir las diferencias que se
deriven como consecuencia del nivel comercial distinto o cantidad distinta, siempre
que dicho ajuste se realice con base en datos que demuestren que el mismo sea
razonable y exacto, tanto si aumenta como si disminuye dicho valor. 237 El sustento
legal de lo anterior se encuentra en el inciso b) del primer párrafo del artículo 3 del
Código de Valoración Aduanera y en el segundo párrafo del artículo 73 de la Ley
Aduanera.
Al igual que en el método anterior, existen tres situaciones en las que se
permite realizar el ajuste anterior para poder utilizar este método secundario de
valoración, los cuales son: i) cuando exista una venta al mismo nivel comercial,
pero en cantidades diferentes, lo cual se ajustará sólo conforme a los factores
relacionados con la cantidad; ii) cuando exista una venta a diferente nivel
comercial, pero sensiblemente en las mismas cantidades, lo cual se ajustará sólo
conforme a factores relacionados con el nivel comercial, y iii) cuando exista una
venta a diferente nivel comercial y en cantidades, lo cual se ajustará conforme a
factores tanto del nivel comercial, como de la cantidad.238 Dichas situaciones
tienen su fundamento legal en los tres primeros párrafos de la nota interpretativa
del artículo 3 del Código de Valoración Aduanera, como en primer párrafo del
artículo 129 del Reglamento de la Ley Aduanera.
Por otro lado, resulta pertinente recordar que el ajuste por concepto de las
diferencias en los factores de nivel comercial y cantidad, deberá estar basado en
datos que demuestren que dicho ajuste es razonable y exacto. Por lo que, en caso
de no contar con los mencionados datos, entonces el valor en aduana de las
mercancías objeto de la valoración, no podrá ser determinado conforme a este
método secundario. Dicha situación se fundamenta tanto en el quinto párrafo de la

237
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit., p. 117
238
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 62

113
nota del artículo 3 del Código de Valoración Aduanera, como en el último párrafo
del artículo 129 del Reglamento de la Ley Aduanera.
e) Que en caso de determinar el valor en aduana de las mercancías
importadas con base en mercancías similares, se deberá efectuar un
ajuste al valor de las primeras, con la finalidad de tener en cuenta las
diferencias apreciables que deriven de las diferencias de distancias y
modos de transporte en relación a los diversos gastos por concepto de
transporte, carga, descarga y manipulación de las mercancías, al igual
que el costo del seguro que cubre a las mismas hasta su llegada a
puerto, aeropuerto o su entrada por vía de un país litoral, por medio de
alguna frontera o por aire al territorio nacional.239 Lo anterior se
fundamenta con base en el segundo párrafo del artículo 3 del Código de
Valoración Aduanera y con base en el cuarto párrafo del artículo 73 de
la Ley Aduanera.
f) Que las mercancías similares que se hayan vendido previamente, se
hubiesen producido por la misma persona que se encargó de la
producción de las mercancías sujetas a la valoración. No obstante lo
anterior, se podrá aceptar que dichas mercancías se produjeran por
distintas personas, pero con la condición de que la producción se haya
realizado en el mismo país que las mercancías sujetas a la
valoración.240 Lo comentado en este párrafo tiene su fundamento legal
con base en los incisos d) y e) del segundo párrafo del artículo 15 del
Código de Valoración Aduanera y en el artículo 130 del Reglamento de
la Ley Aduanera.
Adicionalmente, resulta pertinente mencionar que al igual que en el método
anterior, en caso de que se disponga de más de un valor de transacción de
mercancías similares, para determinar el valor de mercancías objeto de este
método, se utilizará el valor de transacción que sea más bajo de entre los
disponibles. Lo anterior se fundamenta con base en tercer párrafo del artículo 3

239
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit., p. 117
240
Idem

114
del Código de Valoración Aduanera y con base en el tercer párrafo del artículo 73
de la Ley Aduanera
A continuación, se expondrán un par de ejemplos con la finalidad de ayudar
a comprender de manera gráfica cómo es que funciona este método secundario
de valoración en la práctica:
Una sociedad mexicana “O” celebra un contrato de compraventa de azúcar
light con la empresa de nacionalidad canadiense “P”, misma que resulta ser parte
relacionada de “O”, pues las mismas son controladas directamente por otra
empresa canadiense “Q”. El precio por el cual “O” está adquiriendo el azúcar light
por parte de “P”, es de 200 pesos por costal, lo cual es muy bajo y muestra cómo
la vinculación entre “O” y “P” afecta la relación.
Adicionalmente, en los 90 días anteriores y posteriores a esta operación, no se
tiene referencia de venta de este tipo de azúcar. Por otro lado, en los 40 días
anteriores, “P” ha vendido sucralosa a otros compradores a un precio de 1000
pesos el costal.
Conforme a lo anterior, no se puede utilizar el método principal de valoración
para determinar el valor en aduana de las mercancías, por la vinculación entre “O”
y “P” al afectar el precio del azúcar light. Además, tampoco se puede utilizar el
primer método secundario de valoración al no existir importaciones de mercancías
idénticas en el mismo momento o en uno aproximado.
No obstante lo anterior, el azúcar light en cuestión se podrá valorar conforme al
método del valor de transacción de mercancías similares, que en este caso será
aquel establecido para la sucralosa. Es decir, el valor en aduana del azúcar light
en cuestión será aproximadamente de 1000 pesos por costal y no de 200 pesos
por costal, de conformidad con el método de valoración del valor de transacción de
mercancías similares.
Un importador mexicano “T” celebra un contrato de arrendamiento financiero
con opción a compra de 100 impresoras de papel con de exportador italiano “R”
para su utilización en México. Adicionalmente, al mismo momento y en un
aproximado a la importación de las impresoras, no se han importadas otras

115
impresoras de este estilo. Sin embargo, “R” ha importado impresoras que no sólo
imprimen en papel, sino también en textiles.
Conforme a lo anterior, el método principal no es aplicable al tratarse de un
contrato de arrendamiento financiero. Además, no hay mercancías idénticas a las
impresoras de papel que se hayan importada para poder utilizar el método del
valor de transacción de mercancías idénticas.
Por lo tanto, parecería que el método aplicable sería el del valor de transacción
de mercancías similares. Sin embargo, hay que recordar que para que dos
mercancías sean similares, deben cumplir las mismas funciones. En este caso, las
impresoras de papel y textiles tienen una función más amplia que las de sólo
papel, por lo que dichas mercancías no son intercambiables y por lo tanto se
deberá utilizar uno de los siguientes métodos de valoración al no poder utilizar el
presente.
Finalmente, es importante señalar que para los casos en los que no se
pueda determinar el valor en aduana de las mercancías con base en el método
principal, existe la posibilidad de la celebración de consultas entre las autoridades
aduaneras y el importador con la finalidad de determinar el valor en aduana de las
mercancías con base en los dos métodos secundarios analizados hasta el
momento.
En relación a lo anterior, es probable que las autoridades aduaneras
cuenten con información del valor en aduana de mercancías idénticas o similares
y que el importador no cuente con esta información, o viceversa. Es por eso que
dichas consultas resultan importantes, pues a reserva de las limitantes
relacionadas con los secretos comerciales y confidencialidad, dichos valores
podrán servir para determinar el valor en aduana de las mercancías importadas.
Estas consultas cuentan con su fundamento legal con base en el segundo
párrafo de la introducción general del Código de Valoración Aduanera. Además,
estas consultas también se encuentran previstas a nivel nacional y adecuadas al
derecho interno, con base en el artículo 78-B de la Ley Aduanera.

116
4.5 Método del Valor de Precio Unitario de Venta o Valor Deductivo.

El tercer método secundario de valoración aduanera que se encuentra regulado


tanto a nivel internacional en el Código de Valoración Aduanera, como a nivel
nacional en la Ley Aduanera, es el método del valor de precio unitario de venta o
método del valor deductivo.
Este método se podrá utilizar en los casos en los que el valor en aduana de
las mercancías no se pueda determinar conforme a los tres métodos anteriores.
Sin embargo, en principio, a elección del importador, este método se podrá utilizar
de manera posterior al siguiente método secundario conocido como el método de
valor reconstruido (mismo que se analizará más adelante). Todo lo comentado en
este párrafo cuenta con su fundamento legal en el artículo 4 del Código de
Valoración Aduanera.
No obstante lo anterior, parecería que en México se quería romper en
primer momento con el principio establecido en el párrafo anterior, pues México
utilizó una reserva en esta cuestión y la misma fue aceptada por el resto de los
países parte del Código de Valoración Aduanera.241
Dicha reserva consiste en que México, al celebrar el Código de Valoración
Aduanera, conservó el derecho de establecer que la inversión del tercer y cuarto
métodos secundarios no sea facultativo del importador, sino que sólo se podría
hacer con base en la aceptación de esta elección por parte de las autoridades
aduaneras. Lo anterior se confirma, pues dicha reserva se publicó con base en el
decreto por medio del cual se promulgó el Código de Valoración Aduanera, el cual
se denomina “Decreto de promulgación del acuerdo relativo a la aplicación del
artículo VII del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio,
adoptado en la ciudad de Ginebra, Suiza, el 12 de abril de 1979”, mismo que fue
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 25 de abril de 1988.242
Sin embargo, si bien es cierto que México se conservó el derecho de
establecer de limitar este derecho de opción de los particulares, no se decidió

241
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op. cit., p. 334
242
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Única Sección, Poder Ejecutivo, 25 de abril de
1988, http://dof.gob.mx/index.php?year=1993&month=12&day=30

117
ejercer dicho derecho. Lo anterior se fundamenta con base en el último párrafo del
artículo 71 de la Ley Aduanera, mismo que permite invertir los tercer y cuarto
métodos secundarios a la libre elección de importador.
Dicha situación es benéfica para los particulares, pues a continuación, se
analizarán estos dos métodos en cuestión y se verá como los mismos representan
dificultades, por lo que de esta manera el importador está facultado para elegir el
orden de aplicación entre los mencionados métodos. Lo anterior está
expresamente reconocido en tercer párrafo de la introducción general del Código
de Valoración Aduanera.
En todo caso, es notable señalar que a este método se le conoce de dos
maneras. En primer lugar se le conoce como el método del valor de precio unitario
de venta, pues así lo denominado la fracción III del artículo 71 de la Ley Aduanera.
Por otro lado, la OMC ha denominado dicho método como el método de valor
deductivo.243
Independientemente de la denominación, este método tiene la función de
determinar el valor en aduana de las mercancías importadas con base en el precio
unitario a que se venda la mayor cantidad total de las mismas o de otras
mercancías importadas que sean idénticas o similares a ellas en el momento de la
importación de las mercancías sujetas a la valoración, o en un momento
aproximado, a personas que no se consideren vinculadas con los compradores de
dichas mercancías. Lo anterior se fundamenta en lo establecido en el inciso a) del
primer párrafo del artículo 5 del Código de Valoración Aduanera y en la fracción I
del artículo 74 de la Ley Aduanera.
Pero antes de entrar al análisis detallado de este método, es importante
señalar que existen ciertas condiciones preliminares para que se pueda utilizar el
mismo ante la imposibilidad de poder utilizar los métodos anteriores:244
a) Que no exista una compraventa internacional que significaría tener que
utilizar el método principal de valoración;

243
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana,
Sitio oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm
244
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 65

118
b) Que no existan compraventas internacionales de mercancías idénticas o
similares, pues se traduciría en utilizar uno de los métodos secundarios
anteriores, y
c) Que las mercancías importadas o mercancías idénticas o similares, se
vendan por parte de un vendedor a un comprador que no sean su parte
relacionada, en el país de importación (es decir, por medio de un
contrato de compraventa nacional) y al momento de la importación de
las mismas o en un momento aproximado.
En relación a el último párrafo, resulta pertinente mencionar que sólo se
consideran mercancías idénticas o similares aquellas producidas en el mismo país
que las mercancías sujetas a la valoración aduanera. Es decir, en caso de utilizar
este método sobre el precio unitario de venta de mercancías idénticas o similares
a las importadas, todas estas deben provenir del mismo país de exportación. Lo
anterior se fundamenta en el inciso d) del artículo 15 del Código de Valoración
Aduanera.
Por otro lado, es importante determinar lo que se entiende por precio
unitario a que se vendan a mayor cantidad total las mercancías importadas o las
mercancías idénticas o similares a aquellas, lo cual se entiende como el precio a
que se venda la mayor cantidad de unidades de las mercancías a personas no
vinculadas con aquellas que importen las mismas, al primer nivel comercial,
posteriormente de la importación a que se efectúen las mercancías en cuestión. El
fundamento legal de esta definición se encuentra en el primer párrafo de la nota
interpretativa al artículo 5 del Código de Valoración Aduanera y en el segundo
párrafo del artículo 74 de la Ley Aduanera.
Para entender de manera más gráfica la manera en que este método
determina el valor en aduana de las mercancías, a continuación se agregan un par
de ejemplos, mismos que se puede encontrar respectivamente y de manera
similar en el segundo y cuarto párrafo de la nota interpretativa al artículo 5 del
Código de Valoración Aduanera:
Una empresa alemana “V” le suministra gratuitamente a una empresa
mexicana “W”, una cantidad de 310 chips de celular para su venta posterior en

119
México. Es el primer antecedente de que esta clase de chips con esa función se
importen en México. En todo caso, posteriormente a la importación, dentro de los
50 días siguientes los chips se venden de la siguiente manera:
Cantidad Vendida de Chips Precio Unitario en Pesos
A. Ventas
60 Unidades $90
25 Unidades $100
70 Unidades $90
45 Unidades $95
25 Unidades $100
35 Unidades $95
50 Unidades $90
B. Totales
180 Unidades $90
80 Unidades $95
50 Unidades $100

En relación a este ejemplo, el precio unitario para efectos del valor en


aduana de los chips sería de $90, pues este es el precio del mayor número de
unidades vendidas.
Otro ejemplo consiste lo siguiente: un importador mexicano “S” actúa como
agente para un fabricante estadounidense “U”, por lo que derivado de dicha
relación “S” importa 200 drones circulares para su venta en México. Por otro lado,
dicho agente había importado 75 días antes a la importación de los drones en
cuestión, 400 drones ovalados, mismos que vendió de la siguiente manera:
Cantidad Vendida de Precio Unitario en Número de Ventas
Drones Pesos
De 1 a 10 unidades $11,000 8 ventas de 10 unidades
De 11 a 25 unidades $10,000 6 ventas de 20 unidades
Más de 25 unidades $9,5000 2 ventas de 100 unidades

120
Derivado de lo anterior, resulta pertinente señalar que el método de
valoración en cuestión es aplicable, en virtud de que no se puede utilizar el primer
método de valoración al no existir una venta. Además, no hay importaciones de
mercancías idénticas en el mismo momento o en un aproximado. Más aún, no hay
importaciones derivadas de ventas de mercancías similares, pues los drones
ovalados fueron también importados derivado de la relación de agente y proveedor
entre “S” y “U”.
Por lo tanto, utilizando el método secundario en análisis, se puede concluir
que el valor de aduana de los drones de cuatro hélices importados, equivale a
$9,500, pues es el precio unitario al que mayor se vendieron los drones ovalados
que resultan ser similares a los de circulares, al tener las mismas finalidades,
calidad y prestigio comercial, cambiando únicamente el diseño, por lo que son
comercialmente intercambiables.
Es decir, la manera en que se debe determinar la mayor cantidad total de
mercancías vendidas, es agregando todas las ventas efectuadas a cierto precio y
comparar la suma de dichas ventas a ese precio con la suma de las mismas
mercancías vendidas a cualquier otro precio. Derivado de dicha comparación, el
mayor número total de mercancías vendidas a cierto precio representa la mayor
cantidad total que se deberá utilizar para determinar el valor en aduana de dichas
mercancías.245
Por otro lado, este método se puede utilizar en dos circunstancias
generales que rodean a las mercancías importadas o mercancías idénticas o
similares, las cuales son: a) que dichas mercancías se vendan en el país de
importación en el mismo estado mediante el cual fueron importadas, o b) que la
referida venta se efectúe posteriormente a que las mercancías hayan sufrido
alguna transformación.246
De cualquier manera, existen ciertos requisitos comunes a los que están
sujetas estas circunstancias, para que se actualice el supuesto en el que las

245
Cfr., Reyes Real, Bernardo, op. cit., p. 184
246
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, op. cit., p. 126

121
mercancías puedan ser valoradas conforme a este método de valoración
aduanera, mismas que se enuncian a continuación:247
a) Que el valor de precio unitario de venta sea sobre mercancías
importadas u otras idénticas o similares que sean vendidas dentro del
territorio nacional, lo cual excluye a las ventas internacionales. Esto se
fundamenta con base en lo establecido en el inciso a) del primer párrafo
y en el segundo párrafo del artículo 5 del Código de Valoración
Aduanera y en las fracciones I y II del artículo 74 de la Ley Aduanera;
b) Que dichas compraventas nacionales sean celebradas entre personas
que no se encuentren vinculadas. Este requisito igualmente se
fundamenta tanto en el inciso a) del primer párrafo y en el segundo
párrafo del artículo 5 del primer párrafo del Código de Valoración
Aduanera, como en las fracciones I y II del artículo 74 de la Ley
Aduanera;
c) Que la venta se realice en el momento de la importación o en un
momento aproximado. Esto se traduce en que la venta debe realizarse
en la fecha más próxima después de la importación de las mercancías
sujetas a la valoración pero antes de que trascurran noventa días desde
dicha importación. Lo anterior se encuentra previsto en el inciso b) del
primer párrafo y segundo párrafo del artículo 5 del Código de Valoración
Aduanera y en las fracciones I y II del artículo 74 y en el artículo 76 de la
Ley Aduanera.
Lo anterior deja la duda sobre qué pasa en los casos en los que se
importen las mercancías y las mismas no se vendan inmediatamente, sino que se
vendan posteriormente pero antes de los 90 días, pues en este caso los
ordenamientos legales no permiten realizar una valoración provisional.
En relación a lo anterior, es importante señalar que el artículo 13 del Código
de Valoración Aduanera permite demorar la determinación del valor en aduana de
las mercancías y aun así introducir las mercancías, siempre y cuando se preste

247
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 65

122
garantía suficiente que cubra el pago de los derechos de aduana que pudieran
estar sujetas de manera definitiva las mercancías.
Lo anterior cuenta con su fundamento legal en el derecho nacional, en el
artículo 141 y fracción IV del artículo 142 del Código Fiscal de la Federación,
donde en el artículo 141 se establecen las formas que puede presentar dicha
garantía en las que se incluye los depósitos en dinero, las fianzas, prendas,
hipotecas, títulos valor, etc.248
d) Que se realicen las deducciones establecidas expresamente en el inciso
a) del primer párrafo del artículo 5 del primer párrafo del Código de
Valoración y artículo 75 de la Ley Aduanera. Dichas deducciones son las
siguientes:
i. Las comisiones pagadas o convenidas usualmente; así como
ii. La como la suma de los suplementos por beneficios y gastos
generales cargados habitualmente en caso de que la operación
no esté sujeta a una comisión, en relación a ventas en territorio
nacional de mercancías importadas de la misma especie o clase.
En relación a esta fracción, resulta pertinente mencionar que el término de
gastos generales comprende tanto los gastos directos como los indirectos por la
comercialización de las mercancías. Esta precisión se encuentra regulada a nivel
internacional en el séptimo párrafo de la nota interpretativa al artículo 5 del Código
de Valoración Aduanera y a nivel nacional en el primer párrafo del artículo 132 del
Reglamento de la Ley Aduanera.
Además, dichos beneficios y gastos generales se deben de considerar
como un todo. Por lo que para determinar la cifra de estas deducciones, se deberá
calcular con base en información proporcionada a las autoridades aduaneras por
el importador acerca de ventas en el país de mercancías importadas de la misma
calidad o especie. Si dicha cifra no concuerda para poder ser utilizada para las
mercancías sujetas a la valoración, la deducción en cuestión se podrá realizar con
base en información proporcionada por persona distinta al importador. Todo este
párrafo se sustenta en el sexto párrafo de la nota interpretativa al artículo 5 del

248
Ibidem, p. 70

123
Código de Valoración Aduanera y en el artículo 132 del Reglamento de la Ley
Aduanera.
Por otro lado, se introduce un nuevo concepto relativo a las mercancías de
la misma especie o clase, lo cual se entiende como aquellas mercancías que
pertenecen a un mismo grupo o gama y que son producidas por una rama o sector
de producción determinados, lo cual comprende a las mercancías idénticas y
similares. La definición anterior se encuentra establecida en el tercer párrafo del
artículo 15 del Código de Valoración Aduanera.
Adicionalmente, la determinación sobre qué especie o clase pertenecen las
mercancías, se tendrá que realizar sobre el grupo o gama más restringido, por lo
que se analizará caso por caso de acuerdo a las circunstancias en específico para
realizar dicha determinación. Además, las mercancías de la misma especie o
clase podrán ser importadas del mismo país o de países distintos. Lo establecido
en este párrafo se fundamenta legalmente en el noveno párrafo de la nota
interpretativa al artículo 5 del Código de Valoración Aduanera.
iii. Los gastos y costos que sean habituales por concepto de
transporte y seguros, así como los gastos conexos a estos, tales
como los relativos a la carga, descarga y manipulación de las
mercancías hasta su llegada a puerto, aeropuerto o su entrada
por vía de un país litoral, por medio de alguna frontera o por aire
al territorio nacional, en los que incurra el importador de las
mercancías sujetas a la valoración y que no se incluyan en los
gatos generales de la fracción anterior, y
iv. Las contribuciones y cuotas compensatorias que se pagaderos en
territorio nacional por la importación y venta de las mercancías.
Además, si las contribuciones pagaderas por la venta de las
mercancías no se deducen conforme a esta fracción, se deberán
deducir con base en lo analizado en la primera fracción anterior,
en cumplimiento a lo establecido en el octavo párrafo de la nota
interpretativa al artículo 5 del Código de Valoración Aduanera.

124
e) Que el precio tomado en cuenta sea aquel relativo al utilizado en la
mayor cantidad total de ventas de las mercancías importadas u otras
idénticas o similares. El fundamento legal de lo anterior se encuentra en
lo establecido en el inciso a) del primer párrafo y segundo párrafo del
artículo 5 del Código de Valoración Aduanera y en las fracciones I y II
del artículo 74 de la Ley Aduanera.
Sin embargo, es pertinente mencionar que no se deberá tomar en cuenta
para determinar el valor en aduana de las mercancías conforme a este método,
ninguna venta a una persona que suministre de manera directa o indirecta, a título
gratuito o reducido, alguno de los bienes o servicios enumerados en el inciso b)
del primer párrafo del artículo 8 del Código de Valoración Aduanera y en la
fracción II del artículo 65 de la Ley Aduanera (mismos que fueron analizados en su
momento oportuno), para la producción de las mercancías importadas o con la
venta de estas para su exportación. Esta limitación se fundamenta en el quinto
párrafo de la nota interpretativa al artículo 5 del Código de Valoración Aduanera y
en el último párrafo del artículo 74 de la Ley Aduanera.249
En contraste a las similitudes encontradas entre ambos casos en los que se
puede utilizar este método secundario de valoración aduanera, existen ciertos
requisitos especiales para el caso en que las mercancías importadas sufran una
transformación antes de su venta en territorio nacional. Dichos requisitos se
enlistan a continuación:
a) Para utilizar el valor del precio unitario de mercancías importadas
transformadas, se deberá ajustar dicho valor con base en lo añadido por
dicha transformación. Este requisito se fundamenta en el segundo
párrafo del artículo 5 del Código de Valoración Aduanera y fracción II del
artículo 74 de la Ley Aduanera;
b) Por otro lado, este caso sólo aplica sobre mercancías importadas, más
no en mercancías idénticas y similares como en el caso en el que no se
realicen transformaciones. Lo anterior se desprende de la lectura del

249
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit., p. 118

125
segundo párrafo del artículo 5 del Código de Valoración Aduanera y de
la fracción II del artículo 74 de la Ley Aduanera;
c) Además, el valor añadido derivado de las transformaciones, se deberá
basar en datos objetivos y cuantificables que reflejen el costo por dicha
operación de transformación. Dicho requisito cuenta con
fundamentación legal, pues se encuentra establecido en el décimo
primer párrafo a la nota interpretativa al artículo 5 del Código de
Valoración Aduanera y en el artículo 131 de Reglamento de la Ley
Aduanera, y
d) Este método no se podrá utilizar en caso de que las mercancías pierdan
su identidad como consecuencia de la transformación, a menos que el
valor añadido se pueda determinar con precisión y sin mayores
dificultades, lo cual se tendrá que analizar caso por caso. Esto se
fundamenta con base en el décimo segundo párrafo a la nota
interpretativa al artículo 5 del Código de Valoración Aduanera.
Adicionalmente, es importante señalar que en los casos en los que las
mercancías sufran modificaciones tan mínimas que no justifiquen el empleo de
este segundo caso del método del valor deductivo, la valoración se podrá realizar
con base al primer caso, es decir, como si no se hubieran realizado
modificaciones. Esto también se fundamenta en el décimo segundo párrafo a la
nota interpretativa al artículo 5 del Código de Valoración Aduanera.
Finalmente, es importante señalar que determinar el valor del precio unitario
de venta conforme al caso en que las mercancías son transformadas, es
potestativo de los particulares, pues los mismos pueden elegir si determinar las
mercancías conforme si dichas mercancías fueron importadas o si conforme a las
mismas, pero ya transformadas.250 Esto se basa en el segundo párrafo del artículo
5 del Código de Valoración Aduanera, pues establece que el precio unitario de las
mercancías importadas se podrá valuar en consideración de las transformaciones
que hayan sufrido.

250
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op. cit., p. 339

126
En relación a este derecho facultativo, México realizó una reserva en esta
cuestión al suscribirse al Código de Valoración Aduanera y la misma fue aceptada
por el resto de los países parte del Código de Valoración Aduanera.251
La mencionada reserva establece que México se reserva el derecho de
establecer que el precio unitario de las mercancías importadas transformadas, se
aplique, lo solicite o no el importador. Dicha reserva se publicó en el Diario Oficial
de la Federación el 25 de abril de 1988, a través del decreto por medio del cual se
promulgó el Código de Valoración Aduanera, el cual se denomina “Decreto de
promulgación del acuerdo relativo a la aplicación del artículo VII del Acuerdo
General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, adoptado en la ciudad de
Ginebra, Suiza, el 12 de abril de 1979”.252
Sin embargo, México decidió no ejercer el derecho que se reservó, puede
que derivado de una mala práctica legislativa o no.253 Sea cual fuera el caso del no
ejercicio de este derecho, la fracción II del artículo 74 de la Ley Aduanera vigente
se encuentra redacta en los mismos términos que el Código de Valoración
Aduanera y le otorga el derecho facultativo a los particulares para determinar a su
elección el valor del precio unitario de las mercancías importadas o el valor del
precio unitario de las mismas pero transformadas.
En todo caso, en virtud de que actualmente el comercio internacional ha
crecido de manera importante, cada vez es menos común que se tengan que
utilizar estos métodos de valoración aduanera, pues generalmente hay
mercancías idénticas o similares que se han importado al momento o a un
momento aproximado al que se importan mercancías. Por esta razón, la mayoría
de las veces en que se no se puede utilizar el método principal de valoración, se
utilizan los primeros dos métodos secundarios de valoración aduanera.

4.6 Método del Valor Reconstructivo.

251
Ibidem. p. 334
252
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Única Sección, Poder Ejecutivo, 25 de abril de
1988, http://dof.gob.mx/index.php?year=1993&month=12&day=30
253
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op. cit., p. 339

127
Antes de entrar al análisis del cuarto método secundario de valoración aduanera,
es importante recordar que este método se puede utilizar antes que el método
secundario anterior. Lo anterior se encuentra previsto en el último párrafo del
artículo 71 de la Ley Aduanera, pues permite invertir la utilización del tercer y
cuarto método a elección del importador. Además, utilizar este método debe
resultar por la imposibilidad de utilizar cualquiera de los primeros tres métodos de
valoración previstos por el Código de Valoración Aduanera y la Ley Aduanera.
Sin embargo, este es el método más difícil de utilizarse y por lo mismo es el
menos aplicado por los importadores al momento de determinar el valor en
aduana de sus mercancías, por lo que es poco común que alguien quiera utilizar
este método antes que el anterior.254
Conforme a este método, el valor en aduana de las mercancías sujetas a la
valoración aduanera, se determinará con base al costo de producción de dichas
mercancías, más otra cantidad por concepto de beneficios y gastos generales que
equivalga a la reflejada de manera habitual en la venta del país de exportación al
de importación de mercancías de la misma especie o clase.255
Es decir, la complicidad de este método resulta por la compleja suma de
diferentes elementos que se deben de tomar en cuenta para determinar el valor en
aduana de las mercancías importadas conforme a este método, pues
prácticamente se traduce en reconstruir de manera objetiva el valor de las
mismas. Dichos elementos son los siguientes:256
a) El costo o valor de los materiales y fabricación, así como de cualquier
otra operación relacionada con la producción de las mercancías
importadas. El fundamento legal de lo anterior se encuentra regulado en
inciso a) del primer párrafo del artículo 6 del Código de Valoración
Aduanera y en el primer párrafo de la fracción I del artículo 77 de la Ley
Aduanera.

254
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana,
Sitio oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm
255
Cfr., Reyes Real, Bernardo, op. cit., p. 185
256
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 66

128
Sin embargo, es importante señalar que este costo o valor se deberá
determinar con base en la contabilidad comercial del productor de las mercancías
importadas, siempre que la misma se mantenga de conformidad con los principios
de contabilidad normalmente aceptados que resulten aplicables en el país de
producción de dichas mercancías.257 Lo anterior se encuentra previsto a nivel
internacional en el segundo párrafo de la nota interpretativa al artículo 6 del
Código de Valoración Aduanera y a nivel nacional en el primer párrafo de la
fracción I del artículo 77 de la Ley Aduanera.
En virtud de lo anterior, este método resulta complicado de utilizarse, pues
las autoridades aduaneras nacionales no tendrán jurisdicción de exigir a
productores de otros países para que les proporcionen información tan importante
como su contabilidad; por lo tanto, generalmente se podrá usar este método en
casos en los que se disponga fácilmente de dicha información, lo cual se da en
casos en los que las partes sean vinculadas entre sí y de esta manera el productor
quiera proporcionar su contabilidad a una autoridad a la que no está sujeta por
razón de las limitantes territoriales de la jurisdicción. Si bien es cierto que lo
analizado en este párrafo tiene lógica, lo mismo se encuentra reconocido tanto en
el segundo párrafo de artículo 6 del Código de Valoración Aduanera, como en el
primer párrafo de la nota interpretativa de dicho artículo.
A su vez, el costo o valor de los materiales, fabricación y conexos para la
producción de las mercancías, de conformidad con lo previsto en el tercer párrafo
de la nota interpretativa al artículo 6 del Código de Valoración Aduanera y fracción
I del artículo 77 de la Ley Aduanera, incluye lo siguiente:
i. Los costos de los envases y los gastos de embalaje tanto por
mano de obra, como de materiales, de acuerdo a lo previsto en
las fracciones ii y iii del inciso a) del primer párrafo del artículo 8
del Código de Valoración Aduanera y lo previsto en los incisos b)
y c) de la fracción I del artículo 65 de la Ley Aduanera;
ii. El valor debidamente repartido de los siguientes bienes y
servicios, siempre y cuando el importador los haya suministrado

257
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, op. cit., p. 126

129
directa o indirectamente para su utilización en la producción de
las mercancías importadas: a) los materiales, piezas y elementos,
así como partes y artículos análogos que sean incorporados a las
mercancías importadas; b) las herramientas, matrices, moldes y
elementos análogos que sean utilizados para la producción de
dichas mercancías, y c) los materiales consumidos para la
producción de las mismas mercancías, y
iii. El valor debidamente repartido de los trabajos de ingeniería,
creación y perfeccionamiento, los trabajos artísticos, diseños,
planos y croquis, realizados fuera de territorio nacional para la
producción de las mercancías importadas y en la medida en que
los mismos corran a cargo del productor.
b) La cantidad global por concepto de beneficios y gastos generales,
equivalente a la que suele añadirse en relación a ventas de mercancías
de la misma calidad y especie que las mercancías sujetas a la
valoración, efectuada por productores del país exportador en
operaciones de exportación al país importador.
Dicha cantidad por concepto de beneficios y gastos generales, se
determinará con base en información proporcionada por el productor, a excepción
de que sus cifras no concuerden con las cifras usuales en ventas de mercancías
de la misma especie o clase que las mercancías sujetas a la valoración, que sean
efectuadas por productores del país exportador en transacciones al país
importador, en cuyo caso podrá basarse en otras informaciones pertinentes que
no sean las propiamente proporcionadas por el productor de las mercancías
importadas. Dichas situaciones se prevén en los párrafos quinto y sexto de la nota
interpretativa del artículo 6 del Código de Valoración Aduanera.
Por otro lado, los gastos generales a que se refiere este inciso, deberán
comprender todos aquellos costos directos e indirectos que se deriven de la
producción y venta internacional de las mercancías objeto de valoración, distintos
al costo o valor de los materiales, fabricación y conexos para la producción de las

130
mercancías.258 Lo anterior se fundamenta en lo establecido en el séptimo párrafo
de la nota interpretativa del artículo 6 del Código de Valoración Aduanera y en el
segundo párrafo de la fracción II del artículo 77 de la Ley Aduanera.
Adicionalmente, para efectos únicamente de este método secundario de
valoración aduanera, se entiende por mercancías del grupo o gama más
restringidos de mercancías que incluya a las mercancías sujetas a la valoración
aduanera, y además deben de ser del mismo país tanto aquellas como las
mercancías importadas. El sustento legal de lo anterior se encuentra en el octavo
párrafo de la nota interpretativa del artículo 6 del Código de Valoración Aduanera y
en el último párrafo del artículo 77 de la Ley Aduanera.
c) Los gastos por el transporte y sus servicios conexos, mismos que ya se
ha dicho que son los servicios de carga, descarga y manipulación de las
mercancías hasta su llegada a puerto, aeropuerto o su entrada por vía
de un país litoral, por medio de alguna frontera o por aire al territorio
nacional. El fundamento legal de agregar este elemento al valor
reconstruido se encuentra previsto en el inciso c) del primer párrafo del
artículo 6 del Código de Valoración Aduanera y de la fracción III del
artículo 77 de la Ley Aduanera.
Con la suma de los tres elementos enlistados en los incisos anteriores, se
podrá llegar al valor reconstruido de las mercancías, el cual equivaldrá al valor en
aduana de las mercancías objeto de la valoración aduanera.
Si bien es cierto que este método no es muy utilizado, resulta pertinente
comprender exponer un ejemplo para comprender de manera más práctica este
método secundario de valoración:
El importador mexicano “A”, celebra un contrato de arrendamiento
financiero con un exportador canadiense “B”, sobre una máquina procesadora de
papel bond. Dentro de los 90 días anteriores y posteriores a la importación en
cuestión no se han importado máquinas idénticas o similares a la máquina en
cuestión. “A” decide no utilizar el método del valor deductivo, por lo que resulta
aplicable el método del valor reconstruido.

258
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 67

131
El costo de producción de la máquina en cuestión es de 8,000,000 de
pesos, el valor de los costos y gastos totales para su fabricación es de 500,000
pesos, el valor del transporte desde Canadá hasta México por la vía terrestre de
40,000 pesos, y el resto de los gastos por su transportación (incluyendo carga,
descarga, maniobras y seguro) de 32,000 pesos. Por lo tanto, la sumatoria de
todos estos conceptos sería de 8,572,000 pesos, lo cual sería el valor en aduana
de la máquina importada.
En conclusión a este método de valoración, el mismo es más complicado
que se utilice por las cuestiones mencionadas en los párrafos anteriores, sin
embargo es importante comprender cómo funciona el mismo para el caso remoto
en que se deba utilizar el mismo. Por ejemplo, que el exportador quiera entregar
su contabilidad para que se compruebe la correcta determinación del valor en
aduana de las mercancías en cuestión.

4.7 Método del Valor de la Última Instancia.

El último de los métodos secundarios de valoración aduanera, se debe utilizar en


los casos en los que no se pueda determinar el valor en aduana de las mercancías
conforme al resto de los métodos de valoración. El fundamento legal de esta
situación se puede encontrar tanto en el cuarto párrafo de la introducción general
del Código de Valoración Aduanera, como en el primer párrafo del artículo 78 de la
Ley Aduanera.
Es decir, tal y como lo dice su nombre, este método secundario de
valoración es el último de los métodos utilizados para determinar el valor en
aduana de las mercancías importadas. Sin embargo, este método es la
confirmación de que toda mercancía importada debe ser valorada para efectos
tributarios y aduaneros, sin poder poner como excusa el hecho de que no exista
un método aplicable a la mercancía.259
Este método consiste básicamente en la revisión de los otros métodos de
valoración aduanera en su orden sucesivo y por exclusión, para aplicarlos de una

259
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, op. cit., p. 128

132
manera más flexible, de conformidad a criterios razonables y compatibles con los
principios y disposiciones legales generales, sobre la base de datos disponibles en
territorio nacional.260
En otras palabras, más que un método en sí, lo que se permite es volver a
valorar las mercancías conforme a los métodos anteriores conforme al mismo
orden y por exclusión, pero de una manera menos rígida y que de esta manera las
mercancías no se queden sin su respectiva valoración.
En virtud de lo anterior, al momento de aplicar este método de valoración
aduanara, es importante tener en cuenta los principios sobre los cuales descansa
la materia de valoración aduanera a nivel global, mismos que se pueden encontrar
de manera general en el preámbulo del Código de Valoración Aduanera y que
principalmente son:
a) Lograr el mayor beneficio para el comercio internacional de los países
en desarrollo. Es decir, revisar y utilizar los métodos de tal manera que
no afecten el comercio internacional de México;
b) Que las normas de valoración aduanera se utilicen de manera uniforme
y conforme a la certidumbre. En otras palabras, no revisar los métodos
de una manera tan abierta que su aplicación deje de ser uniforme y
cierta;
c) Buscar que el sistema de valoración aduanera sea equitativo y neutro,
por lo que no se podrán utilizar valores que sean arbitrarios o ficticios.
No se podrá utilizar este último método para determinar el valor en
aduana con base en valores alejados al derecho;
d) Que el valor en aduana de las mercancías sea en la mayor medida de lo
posible el valor de transacción de las mercancías. Por lo tanto, en
relación a este último método, al momento de revisar el valor de
transacción se tendrá que buscar que se aplique el mismo, pero en
consideración del resto de los principios;
e) Determinar el valor en aduana con base en criterios sencillos y que sean
equitativos conforme a los usos comerciales, sin distinción de su fuente

260
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit., p. 120

133
de suministro. Es decir, al momento de revisar los métodos anteriores,
se deberá hacer de una manera laxa y no tan restrictiva, para poder
determinar el valor en aduana de forma sencilla y legal, y
f) Aplicar los métodos de valoración aduanera sin la intención de combatir
el dumping. Dicho concepto se refiere a la exportación de mercancías a
un precio inferior a su valor normal, es decir, que las mismas se
exporten a un precio inferior al que se vendan en el mercado interno del
país de exportación o en terceros países, o que se vendan a un costo
inferior que el de su producción.261
Por otro lado, si bien es cierto que legalmente no se define lo que se
entiende por criterios razonables y compatibles con los principios anteriores, sí se
establece en el artículo 7 del Código de Valoración Aduanera, una lista de
situaciones que no se deben considerar para determinar el valor en aduana de las
mercancías conforme a este último método. Dicha disposición legal, establece las
situaciones que no son razonables y compatibles con los principios de valoración
aduanera, tal y como se establece en el segundo párrafo de la nota interpretativa
al artículo 7 del Código de Valoración Aduanera, por lo que el valor en aduana no
se podrá basar en las mismas. Dichas situaciones se enlistan a continuación: 262
a) Que el valor en aduana se determine conforme al precio de venta de las
mercancías fabricadas en el país de importación;
b) Que dicho valor se determine de acuerdo al valor más alto de dos
posibles valores, puesto que siempre se deberá utilizar el valor que
resulte más bajo;
c) Determinar el valor en aduana de las mercancías conforme al precio de
las mismas en el mercado nacional del país de exportación, pues esto
iría en contra del principio de no aplicar los métodos de valoración para
combatir el dumping. Por otro lado, sería valorar las mercancías sin
tener en cuenta todos los ajustes aplicables a dicho valor;

261
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Glosario de Términos, “Dumping”, Sitio oficial la OMC
en español, https://www.wto.org/spanish/thewto_s/glossary_s/dumping_s.htm
262
Cfr., Reyes Real, Bernardo, op. cit., p. 120

134
d) Realizar la determinación de las mercancías conforme a un costo de
producción distinto de los valores reconstruidos determinados para
mercancías idénticas o similares, pues hay que recordar que dicha
valoración se debe realizar sobre la base de datos disponibles en el país
de importación;
e) Que el valor en aduana de las mercancías importadas sea de acuerdo al
precio de mercancías vendidas para su exportación a un país distinto a
México, en virtud de que dos mercados de exportación deben ser
tratados de manera separada;
f) Determinar el valor en aduana conforme a valores mínimos establecidos
para las mercancías, pues va en contra de la libre competencia, y
g) Realizar la determinación con base en valores arbitrarios o ficticios, los
cuales estén alejados de la realidad del mercado.
En contraste a lo anterior, en el tercer párrafo de la nota interpretativa al
artículo 7 del Código de Valoración Aduanera, se establecen algunos ejemplos de
criterios que son razonables y compatibles con los principios aplicables a la
valoración aduanera. Algunos de estos son, aplicar este método a mercancías
idénticas o similares sin que las mismas hayan sido importadas necesariamente
en un momento aproximado de noventa días exactos, o sin que las mismas
hubiesen sido vendidas al mismo nivel comercial, o sin que hayan sido producidas
en el mismo país de exportación, etc.263
En relación a lo anterior, este último método secundario garantiza que el
valor en aduana de las mercancías sea determinado de una manera u otra. Por lo
que este método sirve para completar la manera en que se regula la valoración
aduanera en gran parte del mundo incluyendo a México.
La realidad es que la utilización de este método de valoración es bastante
remota, pues casi todas las mercancías importadas se valoran conforme a alguno
de los primeros tres métodos. Sin embargo, a continuación se agrega un ejemplo
práctico de cómo operaría este método en caso de que se vea necesaria su
utilización:

263
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit., p. 120

135
Una empresa mexicana “X” celebra un contrato de arrendamiento financiero
con opción a compra sobre una caldera eléctrica de vapor con una empresa
portuguesa “Y”. Sin embargo, no se han importado mercancías idénticas o
similares a México y la empresa portuguesa no pretende proveer su contabilidad
para reconstruir el precio de dicha caldera.
Al parecer ninguno de los métodos de valoración resulta aplicable para
determinar el valor en aduana de la caldera. No obstante lo anterior, al aplicar el
último método secundario y revisar de manera flexible los métodos anteriores, se
podrá utilizar el método principal.
Es decir, el valor en aduana de la caldera se podrá determinar conforme al
método de valoración principal al utilizarlo de manera más flexible, el cuál
equivaldrá al precio que costaría la caldera si se ejerciera la opción de compra por
dicha mercancía.
En todo caso, el método en cuestión se tendrá que analizar de caso en
caso, para poder determinar de qué manera se podrán aplicar los métodos de
valoración aduanera de manera más flexible y al mismo tiempo tener cuidado en
no violar alguno de los principios o disposiciones fundamentales previstas para la
materia de valoración aduanera en el ámbito nacional e internacional.
Por último, es importante señalar que si bien es cierto que el principio
referente a que el valor en aduana de las mercancías se determina principalmente
conforme al valor de transacción se cumple, en virtud de que menos del 10% se
determina conforme a los métodos secundarios,264 también es cierto que siempre
es importante conocer el funcionamiento de los métodos secundarios para estar
preparados en los casos en los que las mercancías se deban importar conforme a
los mismos.

264
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 70

136
CAPÍTULO 5. PROBLEMAS EN LA INTERPRETACIÓN DE LAS NORMAS DE
VALORACIÓN ADUANERA.

5.1 Interpretación de las Normas de Valoración Aduanera.

La determinación del valor en aduana de las mercancías conforme a los métodos


de valoración aduanera no es una tarea sencilla y mucho menos en los casos en
los que se tiene que determinar conforme a los métodos secundarios de
valoración. De hecho, hay autores que opinan que estos métodos resultan más
complicados que el método del valor normal de las mercancías.265
Como se analizará más adelante, el problema es que, a lo largo de la
regulación nacional e internacional de valoración aduanera, se encuentran ciertas
situaciones y ciertos conceptos que no se encuentren bien regulados y/o
explicados, lo que da lugar a ciertas lagunas de interpretación respecto a las
disposiciones en materia de valoración aduanera.
Dicha situación representa un grave problema para los importadores, pues
se pueden encontrar ante la situación de no saber cómo aplicar la normativa
aduanera que les es aplicable en materia de valoración, pues puede que no estén
seguros si están interpretando correctamente dichas disposiciones legales
aplicables.
Por otra parte, desafortunadamente en México no se han publicado, como
se hace en otros países, las resoluciones locales mediante las cuales se han
interpretado las normas de valoración aduanera con base en casos concretos. Es
decir, no existe jurisprudencia local que se encargue de interpretar la materia de la
valoración aduanera en México.
Es decir, existe un problema de interpretación de las normas de valoración
aduanera a nivel nacional e internacional, pues los particulares se encuentran en
la situación de querer interpretar de manera satisfactoria para las autoridades
aduaneras y no verse afectados por una posible errónea interpretación y posterior
aplicación de las normas en cuestión.

265
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op. cit., p. 334

137
Ante esta situación, es relevante mencionar que ningún texto jurídico tiene
sentido si no se revela y determina su verdadero contenido, lo cual se logra por
medio de la labor de la interpretación de dicho texto, es decir desentrañar el
sentido del mismo. Una vez interpretado dicho texto, independientemente si dicha
labor fue sencilla o difícil, se tendrá que aplicar de acuerdo a la interpretación del
mismo, según corresponda a la interpretación de la autoridad o el particular, que
pueden coincidir o no. En pocas palabras, los textos normativos se deben
interpretar previamente a la aplicación de los mismos.266
Dicha afirmación tiene una relevancia muy importante en materia aduanera,
pues de acuerdo al artículo 1 de la Ley Aduanera, el Código Fiscal de la
Federación es de aplicabilidad supletoria a la misma y en el artículo 5 del mismo,
se estable lo siguiente:
“Artículo 5. Las disposiciones fiscales que establezcan cargas a los
particulares y las que señalan excepciones a las mismas, así como las que
fijan las infracciones y sanciones, son de aplicación estricta. Se considera
que establecen cargas a los particulares las normas que se refieren al
sujeto, objeto, base, tasa o tarifa.
Las otras disposiciones fiscales se interpretarán aplicando cualquier método
de interpretación jurídica. A falta de norma fiscal expresa, se aplicarán
supletoriamente las disposiciones del derecho federal común cuando su
aplicación no sea contraria a la naturaleza propia del derecho fiscal.”
En virtud de lo anterior, dicha situación tiene mayor relevancia en la materia
en cuestión, pues hay que recordar que la valoración aduanera tiene la finalidad
de determinar la base gravable del impuesto general a la importación. Por lo tanto,
las normas jurídicas que regulan la valoración aduanera, una vez interpretadas, se
deberán de aplicar de manera estricta.267
La redacción de dicho artículo no es muy afortunada, pues no regula la
forma en que se pueden interpretar las normas que se deben de aplicar de

266
Cfr., Guastini, Ricardo, Estudios sobre la interpretación jurídica, 5a. ed., trad. Marina Gascón y
Miguel Carbonell, México, Porrúa-UNAM, 2003, p. 5.
267
Cfr., González García, Eusebio, La interpretación de las normas tributarias, España, Aranzadi,
1997, p. 20

138
manera estricta y hay quienes piensas que la interpretación de dichas normas
también debe ser estricta. No obstante lo anterior, existen argumentos para
defender la postura de que dichas normas jurídicas se pueden interpretar
conforme a los diversos métodos de interpretación jurídica existentes y que lo
único que es estricto es aplicar dicha interpretación de manera tajante.
El primero de los argumentos se encuentra en la propia exposición de
motivos del original artículo 5 del Código Fiscal de la Federación de 1967, la cual
estableció que, para interpretar las normas tributarias, el intérprete puede utilizar
diversos métodos de interpretación, atendiendo incluso a la naturaleza económica
de las situaciones reguladas por las mismas.268
Por otro lado, la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
reconocido expresamente por medio de jurisprudencias y tesis, que se pueden
utilizar diversos métodos de interpretación para posteriormente aplicar las normas
tributarias. A manera de ejemplo, a continuación se agrega parte de algunas de
dichas jurisprudencias y tesis:
“LEYES TRIBUTARIAS. SU INTERPRETACIÓN AL TENOR DE LO
DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 5o. DEL CÓDIGO FISCAL DE LA
FEDERACIÓN.
Conforme a lo establecido en el citado numeral, para desentrañar el alcance
de lo dispuesto en las normas que establecen el sujeto, objeto, base, tasa o
tarifa de una contribución y las excepciones a ésta, las respectivas
disposiciones deben aplicarse en forma estricta, mientras que la
interpretación del resto de las disposiciones tributarias podrá realizarse
aplicando cualquier otro método de interpretación jurídica. Ante tal
disposición, la Suprema Corte de Justicia considera que la circunstancia de
que sean de aplicación estricta determinadas disposiciones de carácter
tributario, no impide al intérprete acudir a los diversos métodos que
permiten conocer la verdadera intención del creador de las normas, cuando
de su análisis literal en virtud de las palabras utilizadas, sean técnicas o de

268
Cfr., Hallivis Pelayo, Manuel Luciano, Interpretación en materia tributaria, México, UNAM, 2008,
p. 90, https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/6/2724/6.pdf

139
uso común, se genere incertidumbre sobre su significado, ya que el efecto
de la disposición en comento es constreñir a aquél a realizar la aplicación
de la respectiva hipótesis jurídica única y exclusivamente a las situaciones
de hecho que coincidan con lo previsto en ella, una vez desentrañado su
alcance.”
“CONTRIBUCIONES. LAS DISPOSICIONES REFERENTES A SUS
ELEMENTOS ESENCIALES, AUNQUE SON DE APLICACIÓN
ESTRICTA, ADMITEN DIVERSOS MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN
PARA DESENTRAÑAR SU SENTIDO.
El hecho de que el legislador haya establecido que las disposiciones
fiscales que prevén elementos esenciales, como son sujeto, objeto, base,
tasa o tarifa de una contribución y las excepciones a ésta, son de aplicación
estricta, no significa que el intérprete no pueda acudir a los diversos
métodos que permiten conocer la verdadera intención del creador de
aquellas disposiciones, cuando de su análisis literal en virtud de las
palabras utilizadas, sean técnicas o de uso común, se genere incertidumbre
sobre su significado, ya que el efecto de lo ordenado por el legislador es
obligar a aquél a que realice la aplicación estricta de la respectiva hipótesis
jurídica única y exclusivamente a las situaciones de hecho que coincidan
con lo previsto en ella, una vez desentrañado su alcance.”
Tesis de jurisprudencia 133/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este
Alto Tribunal, en sesión privada del quince de noviembre de dos mil dos.”
En relación a lo anterior, el autor coincide en que las normas tributarias se
pueden interpretar conforme a diversos métodos de interpretación jurídica, y que
la aplicación de dicha interpretación es de carácter estricto.
Sin embargo, como ya se había advertido, no siempre la interpretación que
le den los particulares a las normas jurídicas coincide con la de las autoridades,
por lo que al momento de aplicar sus interpretaciones a las mismas se pueden
encontrar con problemas con las autoridades, como sería el caso del rechazo del
valor en aduana de las mercancías por parte de las autoridades aduaneras.

140
Para evitar estas situaciones, los particulares cuentan con dos principales
formas de asegurar que, en los casos de duda, estén aplicando las normas de
valoración aduanera de acuerdo a una interpretación aceptada por las autoridades
aduaneras; una de éstas formas es de carácter nacional, mientras que la otra es
de naturaleza internacional.
Respecto a la forma nacional, el artículo 78-B de la Ley Aduanera le otorga
el derecho a los importadores para que, previo a la importación de las mercancías,
formulen consulta ante las autoridades aduaneras sobre el método de valoración o
alguno de los elementos del mismo, para determinar el valor en aduana de dichas
mercancías.269
Dichas consultas deben comprender los antecedentes y circunstancias
necesarias para que las autoridades aduaneras se pronuncien al respecto, las
cuales no se podrán modificar una vez presentada la consulta en términos del
artículo 34 del Código Fiscal de la Federación. Además, deberán contener toda la
información y documentación que permita a las autoridades aduaneras resolver
dicha consulta.270
El problema, es que dicha consulta podrá ser resuelta dentro de un plazo de
cuatro meses y que, si transcurre dicho plazo sin que hubieran contestado las
autoridades aduanera, el interesado considerará que la autoridad resolvió de
manera negativa su consulta.
Es decir, en caso de que un importador le consulte a las autoridades
aduaneras si realizó correctamente su determinación del valor en aduana de las
mercancías y no le responden, procederá la negativa ficta, lo que se traduce en
que se pueda presumir que el particular seguramente interpretó erróneamente las
normas aplicables y en consecuencia las aplicó mal.
Si bien es cierto que existen medios de defensa para ir en contra de dicha
negativa en términos del referido artículo 78-B de la Ley Aduanera, también es
cierto que el periodo de cuatro meses es muy largo en materia aduanera y
obstaculiza la fluidez con la que opera el comercio internacional.271

269
Cfr., Granados Valerio, Claudia Minerva, op. cit. p. 130
270
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Derecho tributario... cit., p. 209
271
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op. cit. p. 341

141
Por lo tanto, en caso de tener dudas sobre cómo interpretar las normas de
valoración aduanera, realizar una consulta a las autoridades es una opción no muy
atractiva y tardada, por lo que es muy probable que los importadores prefieran otra
forma de asegurarse que su interpretación la están realizando de manera correcta
y que por lo tanto determinen el valor en aduana de sus mercancías de manera
correcta, situación que les brinda una seguridad jurídica al momento de realizar
este tipo de transacciones.
Afortunadamente, en beneficio de los importadores y sobre todo en
beneficio de la uniformidad de la aplicación de las normas de valoración aduanera
a nivel internacional, se creó el Comité Técnico de Valoración Aduanera, que tiene
la principal tarea de interpretar las normas de valoración aduanera. Dichas
interpretaciones son la forma internacional que les brinda seguridad jurídica a los
particulares para aplicar correctamente y de manera estricta las interpretaciones a
las normas de valoración aduanera. En virtud de lo anterior, resulta relevante
entender qué es y cuáles son las funciones de este órgano internacional.

5.2 Comité Técnico de Valoración Aduanera.

El artículo 18 del Código de Valoración Aduanera, por medio de su segundo


párrafo, estableció al Comité Técnico de Valoración en Aduana (“Comité
Técnico”), el cuál se encarga de desempeñar las funciones que le fueron
otorgadas por medio del Anexo II de dicho ordenamiento internacional.
Sin embargo, antes de entrar al análisis de las funciones que desempeña
dicho órgano internacional, también es importante resaltar que dicho Comité
Técnico se encuentra bajo los auspicios del Consejo de Cooperación Aduanera, 272
por lo que resulta pertinente analizar con mayor profundidad dicho organismo
internacional.
Como se había advertido anteriormente, el Consejo de Cooperación
Aduanera comenzó como un organismo regional europeo, cuando trece países
europeos representados por medio del Comité para la Cooperación Económica

272
Segundo párrafo del artículo 18 del Código de Valoración Aduanera

142
Europea, establecieron un Grupo de Estudio, que a su vez estableció un Comité
de Asuntos Aduaneros con la finalidad de lograr una mayor cooperación en la
materia aduanera.273
Dicho Comité de Asuntos Aduaneros se convirtió formalmente en el
Consejo de Cooperación Aduanera, por medio del Convenio Constitutivo del
Consejo de Cooperación Aduanera, firmado en Bruselas el 15 de diciembre de
1950 y entrando en vigor a nivel internacional el 4 de noviembre de 1952.274
Sin embargo, dicho organismo regional, con sede en Bruselas, empezó a
crecer y tener tanta importancia, al grado que se convirtió en un organismo
internacional de carácter intergubernamental. De hecho, México se adhirió al
convenio constitutivo de dicho organismo internacional el 10 de diciembre de
1987, publicándose en el Diario Oficial de la Federación el 2 de mayo de 1987 por
medio del “Decreto de promulgación del Convenio Constitutivo del Consejo de
Cooperación Aduanera, adoptado en la ciudad de Bruselas, Bélgica, el 15 de
diciembre de 1950”.275
La importancia que tiene dicho organismo internacional es tan grande, que
actualmente cuenta con más de 160 países miembros, los cuales son
responsables sobre las políticas que gobiernan procedimientos aduaneros, que
equivalen a más del 90% del comercio internacional.276
Adicionalmente, es el organismo internacional que mayormente estudia y se
enfoca en resolver problemas de carácter aduanero desde un punto de vista
técnico.277 Es decir, es el máximo organismo internacional que se encarga de
cuestiones técnicas de naturaleza aduanera.
Por otro lado, el inciso h del artículo III del Convenio Constitutivo del
Consejo de Cooperación Aduanera, le permite cooperar con otros organismos
intergubernamentales, en relación a los asuntos de su competencia, dentro los
cuales se encuentra el desarrollar estándares mundiales para asegurar la

273
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit. p. 247
274
Idem
275
Diario Oficial de la Federación, Edición Matutina, Poder Ejecutivo, Única Sección, 2 de mayo de
1987, p.3, http://www.dof.gob.mx/index.php?year=1988&month=05&day=02
276
Cfr., Pérez Azcárraga, Augusto Azael, La Organización Mundial de Aduanas, México, Aduana
México, Gaceta de la Administración General de Aduanas, Año I, No. 2, 2002, p. 23
277
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op. cit. p. 218

143
interpretación y aplicación uniforme de la valoración de las mercancías para fines
aduanales.278
Por lo tanto, resulta lógico que el Comité Técnico se encuentre bajo los
auspicios del Consejo de Cooperación Aduanera. Además la OMC reconoce esta
situación, por lo que han mantenido una relación de cooperación muy abierta con
el Consejo de Cooperación Aduanera, pues colaboran en diversas materias
aduaneras tales como la clasificación arancelaria, las normas de origen y por su
puesto la valoración aduanera, entre otros.279
Finalmente, resulta relevante mencionar respecto de a este organismo
internacional, que mediante la 31ª Sesión de la Comisión de Política de dicho
Consejo de Cooperación Aduanera, se acordó establecer el nombre informal de
Organización Mundial de Aduanas (OMA), situación que remarcó aún más su
importancia como un organismo internacional en materia técnica aduanera. 280 Por
lo tanto, a dicho organismo se le conoce tanto como Consejo de Cooperación
Aduanera, como por su nombre informal de OMA.
En todo caso, el Comité Técnico es el órgano internacional en específico
que se encarga asegurar, a nivel técnico, la uniformidad de la interpretación y
aplicación del Código de Valoración Aduanera y por ende de las normas de
valoración aduanera a nivel internacional.281
Este Comité Técnico se encuentra compuesto por representantes de las
administraciones de aduanas de todos los países miembros del Código de
Valoración Aduanera, pero también pueden participar observadores, así como
organizaciones de carácter gubernamental y comercial.282 Lo anterior se encuentra
previsto en los párrafos sexto y séptimo del Código de Valoración Aduanera.

278
Inciso d del artículo III del Convenio Constitutivo del Consejo de Cooperación Aduanera
279
Cfr., Organización Mundial del Comercio, La OMC y la Organización Mundial de Aduanas
(OMA), Sitio oficial la OMC en español,
https://www.wto.org/spanish/thewto_s/coher_s/wto_wco_s.htm
280
Cfr., Trejo Vargas, Pedro, op. cit. p. 247
281
Cfr., Organización Mundial del Comercio, Información técnica sobre la valoración en aduana,
Sitio oficial la OMC en español, https://www.wto.org/spanish/tratop_s/cusval_s/cusval_info_s.htm
282
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op. cit. p. 333

144
Las atribuciones que tiene el Comité Técnico, se encuentran enumeradas
de manera general por medio del segundo párrafo del Anexo II del Código de
Valoración Aduanera, por lo que a continuación se agrega dicha disposición legal:
“2. Ser n funciones del Comité Técnico:
a) examinar los problemas técnicos concretos que surjan en la
administración cotidiana de los sistemas de valoración en aduana de las
Partes283 y emitir opiniones consultivas acerca de las soluciones pertinentes
sobre la base de los hechos expuestos;
b estudiar, si así se le solicita, las leyes, procedimientos y prácticas en
materia de valoración en la medida en que guarden relación con el presente
Acuerdo284, y preparar informes sobre los resultados de dichos estudios;
c) elaborar y distribuir informes anuales sobre los aspectos técnicos del
funcionamiento y status del presente Acuerdo;
d) suministrar la información y asesoramiento sobre toda cuestión relativa a
la valoración en aduana de mercancías importadas que solicite cualquier
Parte o el Comité. Dicha información y asesoramiento podr revestir la
forma de opiniones consultivas, comentarios o notas explicativas;
e facilitar, si así se le solicita, asistencia técnica a las Partes con el fin de
promover la aceptación internacional del presente Acuerdo; y
f desempeñar las dem s funciones que le asigne el Comité.”
En relación a las fracciones d) y e), el comité al que se refieren es el Comité
de Valoración en Aduana, mismo que cuenta con representación de todos los
países miembros del Código de Valoración Aduanera y que se encarga de dar la
oportunidad a los países parte de dicho instrumento internacional, para consultarle
sobre cuestiones relativas con la administración del sistema de valoración en
aduana, de acuerdo a lo establecido en el primer párrafo del artículo 18 del propio
Código de Valoración Aduanera.
Derivado de dichas funciones, el Comité Técnico ha emitido diversos
documentos que contienen interpretaciones de las normas de valoración

283
Es decir, los países que son partes del Código de Valoración Aduanera
284
Es decir, el Código de Valoración Aduanera

145
aduanera, por lo que dichas interpretaciones son de suma importancia en virtud de
que son el órgano encargado de interpretar las mismas. Por lo tanto, para tener la
mayor seguridad jurídica de que se están aplicando correctamente las normas de
valoración aduanera, es conveniente interpretar las mismas de conformidad con lo
que ha establecido este Comité Técnico de Valoración.
Adicionalmente, es relevante mencionar que el Comité Técnico se reúne
como mínimo dos veces al año, en términos del noveno párrafo del Anexo II del
Código de Valoración Aduanera. Como consecuencia de dichas reuniones, se han
emitido diversos documentos que, contienen las interpretaciones a las normas de
valoración aduanera. Además, muchas de las actas de dichas reuniones se
pueden encontrar en los sitios web oficiales de la OMC285 y de la OMA.286
Por otro lado, resulta pertinente hacer notar que uno de los idiomas oficiales
del Comité Técnico es el español, por lo que sus documentos se pueden encontrar
redactados en nuestro idioma. Lo anterior se fundamenta con base en el vigésimo
segundo párrafo del Anexo II del Código de Valoración Aduanera.
De manera específica, los documentos que ha emitido y que puede seguir
emitiendo el Comité Técnico, pueden adquirir las siguientes formas: a) opiniones
consultivas, b) comentarios, c) notas explicativas, d) estudios de casos y e)
estudios. Por lo tanto, resulta relevante entender cuáles son las diferencias
conceptuales de dichos documentos, sin embargo, lo importante es que todos
cuentan con interpretaciones a las normas internacionales de valoración
aduanera.
En virtud de que el Código de Valoración Aduanera no distingue, ni explica
las diferencias entre estos diversos documentos, hay que acudir a otro instrumento
internacional para comprender sus diferencias. En específico, se trata de los
Textos Preliminares a los Textos del Comité de Técnico de Valoración en Aduana
(“Textos Preliminares”), mismos que además contienen todos los documentos
emitidos por dicho órgano internacional y que se pueden encontrar en el

285
Organización Mundial del Comercio, Textos jurídicos, Valoración en aduana, Sitio oficial la OMC
en español, https://docs.wto.org/dol2fe/Pages/FE_Browse/FE_B_009.aspx?TopLevel=2621#/
286
Organización Mundial de Aduanas, Textos históricos del Comité Técnico de Valoración en
Aduana, Sitio oficial la OMA, http://www.wcoomd.org/es-es/topics/valuation/resources/tccv.aspx

146
Compendio de Valoración Aduanera de la OMA, el cual se puede encontrar en
idioma español en el sitio web oficial de la propia OMA.287
De acuerdo a dichos Textos Preliminares, derivado de la segunda reunión
del Comité Técnico, celebrada el 8 de octubre de 1981, así como se su cuarta
sesión, celebrada el 24 de septiembre de 1982, dicho órgano internacional adoptó
textos de estudio, que entre otros asuntos, estableció una serie de directrices
sobre la denominación y utilización de los diversos documentos que emite el
propio Comité Técnico.
A partir del décimo cuarto párrafo y hasta el vigésimo párrafo de los Textos
Preliminares a los Textos del Comité de Técnico de Valoración en Aduana, se
pueden encontrar las diferencias conceptuales entre los diferentes documentos
emitidos por el propio Comité Técnico.
Para empezar, de acuerdo al décimo sexto párrafo de los Textos
Preliminares, una opinión consultiva es una respuesta a una interrogante que se le
plantea al Comité Técnico, sobre problemas técnicos concretos de aplicación del
Código de Valoración Aduanera en la administración cotidiana de los sistemas
locales de valoración de los países miembros. Por lo tanto, el Comité Técnico
emite dichas opiniones consultivas sobre las soluciones relativas a los hechos
reales o teóricos en cuestión.
Un ejemplo muy importante de una opinión consultiva es la 12.2, que
confirma que al aplicar el último método secundario de valoración, se debe
respetar el orden de prioridad del resto de los métodos de valoración:
“OPINIÓN CONSULTIVA 12.2. ORDEN DE PRIORIDAD AL APLICAR EL
ARTICULO 7 DEL ACUERDO
1. Al aplicar el artículo 7 ¿es necesario respetar el orden de prioridad de los
métodos de valoración de los artículos 1 a 6?
2. El Comité Técnico de Valoración en Aduana expresó la siguiente opinión:
El Acuerdo no contiene disposición alguna que exija expresamente que al
aplicar el artículo 7 haya que respetar el orden de prioridad prescrito en los

287
Organización Mundial de Aduanas, Valoración, Instrumentos y herramientas, Compendio de la
valoración aduanera, Sitio oficial la OMA, http://www.wcoomd.org/es-
es/topics/valuation/instruments-and-tools/val_customs_compendium.aspx

147
artículos 1 a 6. Sin embargo el artículo 7 exige que se recurra a criterios
razonables, compatibles con los principios y las disposiciones generales del
Acuerdo, lo que indica que cuando sea razonablemente posible deberá
respetarse el orden de prioridad. Así pues, cuando sea posible utilizar
varios métodos aceptables para determinar el valor en aduana según el
artículo 7, debería respetarse el orden de prioridad prescrito.”
En virtud de lo anterior, cuando los importadores se encuentren en
situaciones de hecho idénticas o similares a los hechos reales o hipotéticos
resueltos por medio de alguna opinión consultiva, podrán utilizar las mismas como
soporte de su interpretación de las normas de valoración aduanera aplicables y
por ende aplicar las mismas con base en dicha interpretación.
Por otro lado, de acuerdo al décimo séptimo párrafo de los Textos
Preliminares, un comentario del Comité Técnico consiste en una exposición de
observaciones sobre ciertas disposiciones del Código de Valoración Aduanera,
con la finalidad de aclarar una situación del texto del mismo con indicaciones
suplementarias. Además, dichos comentarios pueden venir acompañados de
ejemplos.
A continuación, se agrega un ejemplo de un comentario del Comité Técnico,
el cual es de relevancia, pues interpreta con mayor detalle aquellas situaciones
que se entienden como excepciones a poder determinar el valor en aduana de las
mercancías conforme al método principal de valoración y que al mismo tiempo se
puedan imponer restricciones a la cesión o utilización de dichas mercancías al
importador:
“COMENTARIO 12.1. SIGNIFICADO DEL TÉRMINO "RESTRICCIONES "
EN EL ARTÍCULO 1,1, A), III).
1. Con arreglo a lo dispuesto en el artículo 1 del Acuerdo, el valor en
aduana de las mercancías importadas será el valor de transacción, siempre
que no existan, entre otras cosas, restricciones a la cesión o utilización de
las mercancías por el comprador, con excepción de las que:
i) Impongan o exijan la ley o las autoridades del país de importación.

148
ii) Limiten el territorio geográfico donde pueden revenderse las mercancías;
o
iii) No afecten sensiblemente al valor de las mercancías.
2. Por su propia naturaleza, identificar las dos primeras excepciones arriba
citadas no planteará, normalmente, problemas. Ahora bien, en el caso de la
tercera excepción es posible que hayan de tomarse en consideración
ciertos factores para determinar si la restricción ha afectado sensiblemente
al valor de las mercancías o no. Entre ellos, pueden mencionarse la
naturaleza de la restricción, la naturaleza de las mercancías importadas, la
rama de producción y sus prácticas comerciales, así como la importancia
comercial de su influencia en el valor. Ya que estos factores pueden diferir
de un caso a otro, no sería conveniente aplicar criterios fijos. Por ejemplo,
una influencia mínima en el valor de cierta clase de mercancías puede
considerarse como sensible, mientras que una influencia mucho mayor en
el valor de otra no podrá considerarse como tal.
3. En la nota interpretativa al artículo 1 se cita un ejemplo de restricciones a
la cesión o utilización de las mercancías que no afectan sensiblemente al
valor de estas: Se trata del caso de un vendedor de automóviles que exige
al comprador que no los venda ni exponga antes de cierta fecha, que marca
el comienzo del año para el modelo. También podría citarse como ejemplo
el caso de un fabricante de cosméticos que impone por contrato a los
importadores vender su producto a los consumidores exclusivamente por
representantes comerciales que hacen la venta de casa en casa, puesto
que su sistema de distribución y de publicidad está centrado en esta
dirección.
4. En cambio, una restricción que podría afectar sensiblemente al valor de
las mercancías importadas sería una que no fuera usual en la rama del
comercio dada. Sería éste el caso cuando un aparato se vendiera a un
precio simbólico, con la condición de que el comprador sólo lo utilizase con
fines benéficos.”

149
En todo caso, los comentarios han resultado importantes al ser más
ilustrativos, por lo que sirven como directrices de cómo interpretar ciertas
disposiciones y aplicar las mismas en dicho sentido.
A diferencia de los dos documentos analizados previamente, el párrafo
décimo octavo de los Textos Preliminares, dispone que una nota explicativa aclara
los puntos de vista (es decir, expone las interpretaciones) del Comité Técnico
sobre una cuestión general planteada en relación a una o más disposiciones del
Código de Valoración Aduanera. Además, por medio de la nota explicativa, se
pueden analizar las prácticas comerciales relacionadas con el planteamiento y
expresar las conclusiones al respecto.
Un ejemplo de una nota explicativa, es aquella que interpreta los alcances
que tiene la palabra de “entretenimiento”, como uno de los gastos generados
después de la importación de las mercancías, que no comprenderá el valor en
aduana de las mercancías al determinar el mismo conforme al método principal de
valoración:
“NOTA EXPLICATIVA 6.1. DISTINCIÓN ENTRE EL TÉRMINO
"ENTRETENIMIENTO" EN LA NOTA AL ARTICULO 1 Y EL TÉRMINO
"GARANTÍA".
1. La Nota al Artículo 1, en sus párrafos relativos al "precio realmente
pagado o por pagar", dispone, entre otras cosas, que el valor en aduana no
comprenderá los gastos de entretenimiento realizado después de la
importación, en relación con mercancías importadas tales como una
instalación, maquinaria o equipo industrial, siempre que se distingan del
precio realmente pagado o por pagar por las mercancías importadas.
2. Puesto que el Acuerdo no define específicamente el concepto de
"entretenimiento", es preciso entenderlo en su acepción corriente.
3. Las obras consultadas dan las siguientes definiciones del término
"entretenimiento":
- "El cuidado o la conservación de un bien en buen estado, incluido el coste
de reparaciones normales que son necesarias y apropiadas, de vez en
cuando, a tal efecto" (Black´s Law Dictionary, 6ª Edición, 1990, 953); o

150
- Con relación a bienes, se entienden por "entretenimiento" "los gastos en
los que se incurre para conservar el potencial de uso del bien durante su
vida prevista originalmente; estos gastos se consideran como gastos
periódicos o costes del producto." (Black's, 954); o
- la "acción de conservar algo en buen estado, de proporcionar todo lo
necesario a tal efecto"; el "servicio en una empresa encargado de mantener
los equipos y materiales"; (Petit Larousse Illustré, 1987); o
4. Se ha planteado la cuestión de saber si el término "entretenimiento"
utilizado en la Nota al Artículo 1, abarcaba la garantía. En los siguientes
párrafos se examina esta cuestión.
5. La diferencia entre "garantía" y "entretenimiento" es la siguiente :
- El entretenimiento es una forma de cuidado preventivo de bienes tales
como instalaciones y equipos industriales por el que éstos se mantienen
conformes a una norma, permitiéndoles que cumplan las funciones para las
que han sido adquiridos.
- La garantía que se aplica a mercancías tales como vehículos de motor o
aparatos eléctricos cubre los gastos de reparación de defectos (piezas y
mano de obra) o de sustitución, y está supeditada a ciertas condiciones que
el titular de la garantía ha de satisfacer. Si no se cumplen esas condiciones
la garantía puede anularse. La garantía cubre los vicios ocultos de los
bienes, es decir, los defectos que no deberían existir y que impiden el
empleo de aquéllos o disminuyen su utilidad.
- E1 entretenimiento se deberá realizar siempre, mientras que la garantía
sólo entra en juego en caso de avería o insuficiencia de funcionamiento de
los bienes.
6. Por tanto, la diferencia entre las dos nociones es básica, y el término
"entretenimiento" utilizado en la Nota al Artículo 1 no puede aplicarse a
garantías.”
Resulta interesante observar como el Comité Técnico se apoya de otros
expertos para emitir sus documentos. En todo caso, una nota explicativa facilita a
comprender como interpretar y aplicar una o varias disposiciones del Código de

151
Valoración Aduanera a situaciones comerciales relacionadas con aquella o
aquellas disposiciones.
En relación a los estudios de casos, el párrafo décimo noveno de los Textos
Preliminares, establece que los mismos presentan un conjunto de elementos de
hechos reales basado en transacciones comerciales, los cuales señalan la manera
en que se interpretan y aplican una o varias disposiciones del Código de
Valoración Aduanera.
Un ejemplo muy claro de un estudio de caso, se dio en la empresa
automotriz, por medio del cual se señala que los servicios de blindaje de los
automóviles prestados gratuitamente por el importador al exportador, se deben de
agregar al precio pagado o por pagar de dichos automóviles en términos del inciso
b) del primer párrafo del artículo 8 del Código de Valoración Aduanera:
“ESTUDIO DE UN CASO 5.1. APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 8.1, B).
Elementos de hecho de la transacción:
1. El importador I en el país de importación Y presenta para su despacho 10
vehículos blindados que han sido objeto de una operación de blindaje,
realizada por la Empresa A en el país de exportación X. Los vehículos de
base fueron comprados por I al fabricante M, también del país X, a un
precio total de 17.400.000 u.m. y suministrado gratuitamente a A sin
haberlos utilizado después de su compra.
2. En el momento de la importación I presenta una factura extendida por A
por la operación del blindaje por un importe de 43.142.000 u.m. y otra
factura de 17.400.000 u.m. que el fabricante M le ha extendido por los
vehículos de base.
Determinación del valor en Aduana:
3. En este caso, los vehículos blindados deberían valorarse mediante la
aplicación conjunta de los artículos 1 y 8. El coste de los vehículos de base
deberá añadirse como un ajuste, de conformidad con el artículo 8.1, b), i), al
precio realmente pagado o por pagar por la operación de blindaje. Ya que A
suministra un trabajo de blindaje y no vende los vehículos blindados, la
noción de "venta", al aplicarse a la transacción entre I y A, se interpretará

152
en su sentido más amplio como una venta de mercancías, de acuerdo con
el párrafo b) de la Opinión Consultiva 1.1. En consecuencia y, haciendo
caso omiso a los efectos del ejemplo de la cuestión de transporte y gastos
conexos, el valor de transacción de los vehículos blindados seria
60.542.000 u.m.”
Es decir, en lugar de que un importador de automóviles consulte con las
autoridades aduaneras sobre si los servicios de blindaje prestados gratuitamente
se deben de agregar positivamente al precio pagado o por pagar, simplemente
podrían tomar como base este estudio de caso y aplicar la interpretación del
mismo a su operación en concreto.
Finalmente, el vigésimo párrafo de los Textos Preliminares, expone que los
estudios son aquellos documentos del Comité que contienen conclusiones a un
examen detallado que realiza el Comité Técnico sobre alguna cuestión aún no
analizada conforme al resto de los documentos y relacionada con el Código de
Valoración Aduanera, de acuerdo a lo establecido en el inciso b) del segundo
párrafo del Anexo II de dicho instrumento internacional.
Por otro lado, también se encarga de analizar las leyes, procedimientos y
prácticas locales en materia de valoración aduanera, y posteriormente preparar
informes sobre el resultado de los estudios a las mismas en relación a las normas
de valoración aduanera a nivel internacional.
Actualmente sólo se han emitido dos estudios los cuáles son: el “Estudio
1.1. Trata Aplicable a los Vehículos de Motor Usados” y el “Estudio 2.1: Trato
Aplicable a las Mercancías Alquiladas u Objeto de Leasing”. De lo anterior se
puede observar como los estudios tratan temas más específicos y que además
son muy pocos, pues la mayoría de las interpretaciones del Comité Técnico se
encuentran en el resto de los documentos anteriores.
Finalmente, resulta pertinente mencionar que no siempre es claro qué
documento debe emitir el Comité Técnico en cada ocasión, pues hay situaciones
en las que parecería que se puede nombrar al documento en cuestión de dos o

153
más maneras distintas.288 En todo caso, independientemente del nombre, todos
los documentos del Comité Técnico contienen interpretaciones a las normas de
valoración aduanera a nivel internacional.

5.3 Problema y Solución a la Interpretación de las Normas de Valoración


Aduanera en México.

Como se puede desprender de los párrafos anteriores, existen diversos


documentos del Comité Técnico que tienen la finalidad de facilitar y unificar la
interpretación de las normas de valoración aduanera a nivel internacional y que
por lo tanto las normas de dicha materia se apliquen de manera conforme, al
momento de importar mercancías en distintas partes del mundo.
El problema de todas estas interpretaciones del Comité Técnico, contenidas
en todos estos documentos anteriores, no tienen ninguna fuerza legal el México,
en virtud de que no existe ninguna disposición legal que faculte a los particulares
aplicar estas interpretaciones y que al mismo tiempo obligue a las autoridades
aduaneras a aceptar el uso de las mismas, así como para aplicarlas ellas mismas.
Si bien es cierto que los particulares pueden sustentar la aplicación de las
normas de valoración aduanera conforme a dichas interpretaciones, no cuentan
con la seguridad jurídica suficiente para poder utilizar las mismas y que sean
respetadas por las autoridades aduaneras mexicanas.
Adicionalmente, es pertinente mencionar que el Comité Técnico, en
términos del primer párrafo del Anexo II del Código de Valoración Aduanera, se
encarga de conseguir la interpretación uniforme del Código de Valoración
Aduanera que se encuentra jerárquicamente superior a la Ley Aduanera. Por lo
tanto, para evitar una eventual interpretación y subsecuente aplicación de las
normas de valoración aduanera por parte de las autoridades mexicanas, que sea
contraria a lo interpretado por el Comité Técnico, quién se encarga
específicamente a interpretar dichas normas a nivel internacional, resulta

288
Segundo párrafo de los Textos Preliminares a los Textos del Comité de Técnico de Valoración
en Aduana

154
necesario que las interpretaciones de dicho órgano internacional cuenten con una
mayor fuerza legal en nuestro país.
Sin embargo, antes de entrar al planteamiento de la solución ante esta
problemática, se expondrán dos ejemplos de situaciones mediante las cuales los
importadores en México podrían utilizar las interpretaciones del Comité Técnico
para aplicar las normas de valoración aduanera en sus operaciones, sin la
necesidad de tener que consultar su correcta aplicación a las autoridades
aduaneras, pues simplemente se tendrían que utilizar las mencionadas
interpretaciones.
El primer ejemplo consiste lo siguiente: Un exportador importa un lote de
150 persianas a su agente en México para que este último las venda dentro del
país. Las persianas se venden en México a un precio total de $5,000 cada una. En
virtud de lo anterior, el agente deberá transferir al exportador por concepto del
pago de las mercancías dicha cantidad de $5,000 por persiana vendida, menos
aquellos gastos en los que hubiera incurrido el agente en relación a la venta de
dicha persiana y la remuneración que le corresponde por lograr la transacción en
cuestión.
Ante esta situación, el agente importador podría tener la duda de cómo
determinar en valor en aduana de las persianas. En lugar de consultar con las
autoridades aduaneras y tener que esperar un tiempo largo para saber su
respuesta, podría tomar en consideración la “Opinión Consultiva 1.1: La “Noción
de Venta en el Acuerdo”, que ha interpretado que este tipo de operaciones no se
consideran venta internacional para efectos del Código de Valoración Aduanera y
por lo tanto no se podrá determinar el valor en aduana de las mercancías
conforme al método principal de valoración, por lo que en automática pasará a
valorar sus mercancías conforme a los siguientes métodos.
De hecho, la opinión consultiva en cuestión es de suma importancia, pues
da una lista de los casos en los que no se considera que hay una venta
internacional, lo cual es requisito esencial para determinar el valor en aduana de
las mercancías conforme al método de valoración principal.289

289
Cfr., Witker Velásquez, Jorge Alberto, Introducción a la valoración aduanera…cit., p. 22

155
Por otro lado, un ejemplo muy importante se relacionada con aquella
interpretación del Comité Técnico establecida por medio del “Estudio 2.1: Trato
aplicable a las mercancías alquiladas u objeto de leasing”.
Pero antes de exponer este ejemplo, es relevante definir que es un leasing
o arrendamiento financiero, el cual es un contrato en el que una persona
denominada arrendadora financiera se obliga a adquirir ciertos bienes y a
conceder su uso o goce temporal, a un plazo forzoso, a una persona denominada
arrendataria, quien podrá ser persona física o moral, la cual se obliga a pagar
como contraprestación, mediante pagos parciales, una cantidad en dinero que sea
determinada o determinable, para cubrir el valor por concepto de la adquisición de
los bienes en cuestión, así como las cargas financieras y demás accesorios.
Además, la arrendataria deberá adoptar una de las siguientes opciones cuando las
partes acuerden el vencimiento anticipado del contrato o cuando termine el plazo
forzoso del mismo: a) la compra de los bienes a un precio inferior, mismo que
deberá quedar fijado en el contrato; b) prorrogar el plazo del arrendamiento
financiero, pagando una renta inferior, o c) participar en la venta de los bienes con
la arrendadora, en las proporciones estipuladas en el contrato.290 Lo anterior
cuenta con su sustento legal en los artículos 408 y 410 de la Ley General de
Títulos y Operaciones de Crédito.
Dicho estudio reconoce que las mercancías sujetas a un arrendamiento
financiero con opción a compra no se pueden valorar conforme al método del valor
de transacción de las mercancías. Sin embargo, si dichas mercancías no se
pueden valorar conforme al resto de los métodos de valoración aduanera, las
mismas se tendrán que valorar conforme al método del último recurso consistente
en aplicar en orden y con una flexibilidad razonable el resto de los métodos de
valoración aduanera.
En relación a lo anterior, el estudio en cuestión establece que los
arrendamientos financieros que cuentan con la opción de compra, se podrán
valorar conforme al primer método, al aplicar el mismo con flexibilidad, derivado de

290
Cfr., Vázquez Pando, Fernando Alejandro, “Arrendamiento Financiero”, Diccionario Jurídico
Mexicano, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1983, t. I A-B, p. 195-196

156
la aplicación del método del último recurso. Por lo tanto, el valor de transacción de
las mercancías será el precio de la opción de compra si la misma se ejercita al
inicio del contrato; si dicha opción se ejercita durante el transcurso o al término del
contrato, el valor en aduana será la suma de los pagos realizados por concepto de
la renta más el importe residual del precio al ejercer la opción de compra de las
mercancías.
El ejemplo relacionado con el estudio en cuestión es el siguiente: Un
importador mexicano “C” celebra un contrato de arrendamiento con opción a
compra con un exportador canadiense “D” sobre una máquina para hacer panes.
Es la primera ocasión en que se importa una de estas máquinas desde el 2010,
además no hay posibilidad de utilizar cualquier de los métodos secundarios de
valoración.
Al inicio del contrato, “C” ejerce la opción a compra por la máquina de
panes. Sin embargo, no sabe de qué manera determinar el valor en aduana por la
misma, pues al parecer no puede utilizar los métodos de valoración aduanera.
No obstante lo anterior, “C” podría valorar la máquina de panes conforme al
método del valor de transacción por medio de la utilización método del último
recurso, sin tener que acudir a una consulta para saber que método aplicar, pues
el “Estudio 2.1: Trato aplicable a las mercancías alquiladas u objeto de leasing”
interpretar que lo anterior se puede realizar de la manera expuesta en este
párrafo. Es decir, al utilizar dicha interpretación establecida en el estudio del
Comité Técnico, el importador podría valorar sus mercancías de acuerdo a lo
anterior de una manera más rápida y eficiente.
En fin, los importadores en México podrían utilizar las interpretaciones del
Comité Técnico como base de la aplicación de las normas de valoración
aduanera. Por lo tanto, debería existir un sustento legal que les reconozca y
permita utilizar las interpretaciones de dicho órgano internacional y que obligue a
las autoridades aduaneras respetar el uso de dichas interpretaciones.
En virtud de lo anterior, se propone reformar el artículo 64 de la Ley
Aduanera, para agregar un nuevo último párrafo en los términos que se exponen a
continuación:

157
“Para la interpretación de lo dispuesto en esta Sección, serán aplicables las
Opiniones Consultivas, Comentarios, Notas Explicativas, Estudios de Casos
y Estudios, emitidos por el Comité Técnico de Valoración en Aduana, en la
medida en que los mismos no contravengan las disposiciones establecidas
en esta Ley y en los tratados internacionales celebrados por México.”
Es decir, por un lado reconocer la utilización de las interpretaciones del
Comité Técnico como base de la aplicación de las normas de valoración
aduanera. Por otro lado, proteger el ordenamiento jurídico mexicano ante
cualquier interpretación que pudiera ir en contra del mismo.
En todo caso, esta no sería la primera vez en que sucede una situación de
esta naturaleza en México. Por lo tanto, a continuación se agregan dos ejemplos
de leyes mexicanas que permiten la interpretación o la aplicación de las mismas
conforme a documentos de organismos internacionales que propiamente no son
tratados internacionales celebrados por México.
El primer ejemplo se puede encontrar en la Ley de Aviación Civil vigente,
misma que establece en su artículo 11, que los certificados expedidos por centros
de capacitación y talleres aeronáuticos extranjeros para prestar servicios de
transporte en la materia, podrán ser convalidados en México por la Secretaria de
Comunicaciones y Transportes, si su expedición cumple con los estándares
recomendados por cierta organización internacional. A continuación se agrega
dicho precepto legal:
“Artículo 11. […]
Los certificados, o documentación equivalente, expedidos por centros de
capacitación y talleres aeronáuticos extranjeros, serán convalidados por la
Secretaría, siempre y cuando esos talleres y centros estén acreditados por
la autoridad aeronáutica de su país, y ese país cumpla con los estándares y
métodos recomendados por la Organización de Aviación Civil Internacional
y/o Administración Federal de Aviación.
[…]”
Es decir, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes podrá convalidar
dichos certificados, en caso de que la expedición de los mismos cumpla con las

158
recomendaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional. Sin embargo,
en este caso las autoridades aeronáuticas podrán o no convalidar los certificados.
Por otro lado, resulta pertinente mencionar que en este caso se trata de
recomendaciones de un organismo internacional, más no de interpretaciones. En
todo caso, es relevante observar como las autoridades mexicanas están
facultadas de basar sus decisiones con base en documentos emitidos por
organismos internacionales en la materia.
Un ejemplo más claro y mucho más parecido a la materia en cuestión, es el
caso de la Ley del Impuesto sobre la Renta, pues en el Capítulo II: De las
Empresas Multinacionales, el cual se encuentra dentro del Título VI: De los
Regímenes Fiscales Preferentes y de las Empresas Multinacionales, se establece
que para la interpretación de dicho capítulo, serán aplicables ciertas guías
aprobadas por el Consejo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico, mismas que contienen interpretaciones de dicho órgano internacional.
Lo anterior se encuentra previsto en el último párrafo del artículo 179 de dicho
ordenamiento legal:
“Artículo 179. […]
Para la interpretación de lo dispuesto en este Capítulo, serán aplicables las
Guías sobre Precios de Transferencia para las Empresas Multinacionales y
las Administraciones Fiscales, aprobadas por el Consejo de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico en 1995, o aquéllas que las
sustituyan, en la medida en que las mismas sean congruentes con las
disposiciones de esta Ley y de los tratados celebrados por México.”
En relación a lo anterior, se puede observar como las interpretaciones de un
organismo internacional resultan aplicables para la propia interpretación de
normas mexicanas relacionadas con las interpretaciones en cuestión.
Por lo tanto, resulta relevante mencionar que la reforma que se plantea no
sería el primer caso dentro del ordenamiento jurídico mexicano en el que para la
interpretación de ciertas normas, se utilicen interpretaciones de organismos u
órganos internacionales en la materia en cuestión.

159
Como apoyo a la reforma propuesta, es recomendable que los Textos
Preliminares del Comité Técnico, así como los futuros documentos que contengan
interpretaciones a las normas aduaneras por dicho órgano internacional, se
publiquen en México por medio del Diario Oficial de la Federación, pues hay otros
países que han publicado dichos documentos, situación que permite a los
particulares conocer las mencionadas interpretaciones.
Otra manera legal por medio de la cual se puede reconocer la utilización de
la interpretación de las interpretaciones del Comité Técnico, es por medio del
poder judicial y en específico por medio de tesis y jurisprudencias del Poder
Judicial de la Federación.
Esta situación tampoco sería ajena en el país, pues existen precedentes
que reconocen interpretaciones de organismos internacionales como fuente de
interpretación para efectos del derecho nacional. A continuación se agrega una de
las referidas interpretaciones:
“RENTA. LOS COMENTARIOS AL MODELO DE CONVENIO FISCAL
SOBRE LA RENTA Y SOBRE EL PATRIMONIO, EMITIDOS POR LA
ORGANIZACIÓN PARA LA COOPERACIÓN Y EL DESARROLLO
ECONÓMICOS, SON UNA FUENTE DE INTERPRETACIÓN DE LAS
DISPOSICIONES DE LOS TRATADOS BILATERALES QUE SE CELEBREN CON
BASE EN AQUÉL, EN MATERIA DEL IMPUESTO RELATIVO.
Los comentarios al indicado Modelo de Convenio pueden ubicarse entre las
fuentes que doctrinalmente se denominan "ley suave" ("soft law", en inglés),
entendido dicho concepto como referencia a instrumentos cuasi legales que, o
bien no tienen fuerza vinculante, o la que lleguen a tener es de algún modo más
"débil" que la legislación tradicional. Así, en el contexto del derecho internacional,
el término "ley suave" generalmente se refiere a acuerdos entre Estados que no
llegan a calificar como derecho internacional en sentido estricto, entre los que se
cuentan las "directivas", "comunicaciones" y "recomendaciones", entre otras, que
son elaborados por algunas organizaciones internacionales con el objeto de
establecer o codificar parámetros uniformes a nivel internacional. En relación con
lo anterior, los comentarios al Convenio Modelo, aprobados en el Comité de

160
Asuntos Fiscales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos, pueden considerarse como una explicación de sus artículos y como
una fuente de interpretación de éstos, tomando en cuenta que el Consejo de la
mencionada Organización recomendó a los gobiernos de los países miembros que
sus administraciones tributarias sigan los comentarios al Modelo de Convenio
cuando apliquen e interpreten las disposiciones de sus convenios fiscales
bilaterales, pero sin soslayar el hecho de que los comentarios no son un tratado
internacional ni son una fuente formal de derecho fiscal. En tal virtud, si bien no
son la única ni la principal forma de acercarse al contenido de las disposiciones de
los tratados que concretamente celebre México, los mencionados comentarios no
pueden desatenderse como una fuente de interpretación, motivo por el cual la
argumentación que se haga contra su contenido, cuando menos, debe presentar
razones suficientes para superar la forma de interpretación que el autor del
Convenio Modelo le otorga al mismo, como documento base para la celebración
de los tratados bilaterales que lleguen a celebrarse, para lo cual, adicionalmente,
deberá valorarse en cada caso si existen observaciones o reservas a los artículos
de que se trate.”
Es decir, existen medios legales, tanto legislativos como judiciales, por
medio de los cuales se puede reconocer la validez y utilización de las
interpretaciones de las normas de valoración aduanera por parte del Comité
Técnico. Cualquiera de estas medidas le otorgaría seguridad jurídica de aplicar
correctamente las normas de valoración aduanera, a todos aquellos particulares
que decidan aplicar las mismas con base en las interpretaciones del referido
Comité Técnico, situación que no sucede actualmente en virtud de que no exista
disposición legal alguna que reconozca o permita su aplicación en el ámbito
nacional.
No obstante lo anterior, también es importante reconocer que las consultas
de los importadores con las autoridades aduaneras, se han mostrado como un
mecanismo a nivel internacional que ha resultado ser eficiente para dar seguridad
jurídica del debido cumplimiento de las normas de valoración.291

291
Cfr., Rohde Ponce, Andrés, op. cit., p. 353

161
Además, hay que recordar que el sistema de valoración aduanera conforme
al método del valor de transacción y sus métodos secundarios, no es un sistema
muy sencillo292 y que aún hay cuestiones que no se han analizado por el Comité
Técnico y que por lo tanto no hay interpretaciones del mismo al respecto. Por
ejemplo, aún no se ha establecido qué se entiende por prestigio comercial para
entender exactamente cuándo existen dos mercancías idénticas o similares.
Derivado de lo anterior, también se plantea la posibilidad de que se reforme
el cuarto párrafo del artículo 78-B de la Ley Aduanera, para disminuir por lo menos
a un mes el plazo de resolución de las consultas a las autoridades aduaneras
mexicanas; lo cual, sería muy útil sobre todo para aquellas situaciones que no han
sido interpretadas por el Comité Técnico y en las que los importadores no estén
seguros de cómo interpretar las normas de valoración aduanera en cuestión para
su aplicación correcta.
Como conclusión a este capítulo, es importante reconocer que existen
mecanismos tanto nacionales como internacionales para interpretar de manera
correcta las normas de valoración aduanera. No obstante lo anterior, el método
nacional se puede mejorar y perfeccionar para que sea más rápido y efectivo para
los particulares.
Por otro lado, el mecanismo internacional no brinda completa seguridad
jurídica en México, pues los particulares no tienen la certeza de que las
interpretaciones del Comité Técnico vayan a ser respetadas por las autoridades
aduaneras mexicanas.
Para resolver las dos cuestiones anteriores, se propone una reforma a la
Ley Aduanera que por un lado, disminuya considerablemente el tiempo de espera
en las consultas con las autoridades aduaneras, mientras que por otro lado, cree
un vínculo jurídico entre el ordenamiento jurídico mexicano y las interpretaciones
de las normas de valoración aduanera por parte del Comité Técnico, para que las
mismas utilizadas por los particulares como base de aplicación de las normas en
dicha materia y que las autoridades respeten las aplicaciones realizadas con base
en las referidas interpretaciones.

292
Cfr., Carvajal Contreras, Máximo, op. cit., p. 334

162
De esta manera, el comercio internacional en México se verá beneficiado
en México, en virtud de que los importadores contarán con mecanismos más
seguros y eficaces para interpretar las normas de valoración aduanera y
consecuentemente aplicar dicha interpretaciones de manera estricta, tal y como lo
dictan las normas mexicanas.

163
CONCLUSIONES

A medida que ha avanzado la historia de la humanidad, el intercambio de bienes,


mercancías y servicios entre partes de diferentes países ha crecido
exponencialmente, lo cual se ha apoyado principalmente gracias a ciertos factores
políticos y comerciales, tales como la apertura de los países al comercio
internacional, la libre competencia, las mejores relaciones políticas y comerciales
entre distintos países, el liberalismo económico, así como los avances
tecnológicos y de comunicaciones.
Derivado del referido crecimiento del comercio a nivel internacional en los
años recientes, paralelamente se ha creado una regulación jurídica-económica
tanto a nivel nacional como a nivel internacional sobre dichas actividades de
intercambio comercial internacional, la cual forma parte de la materia del comercio
exterior.
Una de las materias más relevantes en materia de comercio exterior, es lo
relativo a la valoración de las mercancías para efectos aduaneros, lo cual tiene
como finalidad establecer reglas claras y uniformes para la correcta determinación
de la base gravable de los impuestos que se deben pagar como consecuencia de
las actividades al comercio exterior, la importación y la exportación.
Es decir, las autoridades aduaneras a nivel global se han preocupado de
que la determinación de los impuestos al comercio exterior, se encuentre regulada
tanto a nivel nacional como internacional, para que todas las personas que
realicen estas operaciones se encuentren sujetos a reglas uniformes y
obligatorias.
En general, existen dos impuestos que se generan por actividades
comerciales internacionales: el impuesto general a la importación y el impuesto
general a la exportación. El primero grava las actividades de introducción de
bienes y servicios a cierto territorio nacional, mientras que el segundo grava la
extracción de bienes y servicios de cierto territorio nacional.
En relación a estos impuestos, las autoridades aduaneras se han
preocupado de emitir reglas claras y precisas con la finalidad de determinar la

164
cantidad exacta a la que se le aplicará la tasa, cuota o tarifa correspondiente a
dichos impuestos para poder conocer la cantidad precisa que se debe pagar por
concepto de los mismos; en pocas palabras, para determinar la base gravable de
los referidos impuestos.
Sin embargo, lo anterior se complica, ya que la determinación de la base
gravable de estos impuestos puede variar de país a país. Además, la
determinación de los impuestos a la importación y la determinación de los
impuestos a la exportación, también son distintos entre sí.
En México, respecto al impuesto general a la exportación, la base gravable
es equivalente al valor comercial de las mercancías del lugar de su venta. No
obstante lo anterior, dicho impuesto es muy raro y casi inexistente, pues en
realidad los países tratan de impulsar su crecimiento económico y comercial, por
lo que evitan imponer esta clase de impuestos.
En contraste a lo anterior, el impuesto general a la importación es de suma
importancia, pues regula y controla las mercancías provenientes del extranjero y
además contribuye de manera importante a los ingresos públicos del país
importador. Por lo tanto, las autoridades aduaneras no sólo imponen este tipo de
impuesto, sino que se preocupan por establecer reglas claras y precisas para que
todos estén sujetos a la determinación correcta del impuesto en cuestión.
La regulación de esta materia era originalmente nacional, lo cual
perjudicaba a los particulares al tener que estudiar cada legislación del país al que
importaba sus mercancías. Como respuesta a lo anterior se ha ido creando una
legislación internacional que poco a poco ha logrado cierta uniformidad derivado
de la adaptación de las regulaciones nacionales a la regulación internacional
prevaleciente.
En relación a lo anterior, es relevante señalar que la regulación
internacional del comercio exterior adquiere cada día mayor importancia y
recepción entre distintos países a nivel global, pues dicha regulación está
sufriendo un proceso de unificación global por medio de diversos instrumentos y
organismos de carácter internacional.

165
Si bien es cierto que aún no existe un consenso global cien por ciento
unificado para determinar el valor en aduana de las mercancías, una de las teorías
más importantes y relevantes, misma que es seguida por México y muchos otros
países, es aquella que establece que el valor en aduana de las mercancías
equivale al valor de transacción de las mismas.
En todo caso, el procedimiento aduanero que tiene como finalidad la
determinación de valor de la base gravable de los impuestos al comercio exterior,
se le conoce como valoración aduanera. Para lograr dicha determinación se
requiere de algún método de valoración aduanera, mismo que se ha discutido y
desarrollado históricamente a nivel mundial.
Por lo tanto, lo que se ha buscado a nivel internacional, es un método de
valoración aduanera uniforme, justo y objetivo a nivel global, con la finalidad de
facilitar el comercio exterior y otorgarles a los particulares mayor seguridad jurídica
al momento de exportar sus mercancías para su importación a otros países.
Los principales métodos de valoración prevalecientes y más importantes
históricamente a nivel global han partido de ciertas premisas. En primer lugar, que
las mercancías son exportadas y posteriormente importadas como consecuencia
de contratos de compraventa internacionales bajo condiciones de libre
competencia entre partes independientes. Además, los métodos de valoración se
centran sobre aquellos impuestos ad valorem, los cuales gravan mercancías
dependiendo del valor o precio de las mismas.
Por otro lado, recientemente se ha desarrollado un reconocimiento
internacional de cómo no todas las mercancías son importadas como
consecuencia de contratos de compraventa internacional en condiciones de libre
competencia, por lo que se han creado métodos secundarios de valoración para
todas aquellas operaciones que no cumplan con las premisas mencionadas en el
párrafo anterior.
Los tres métodos principales de valoración aduanera que han existido en la
historia de la valoración aduanera son: el método del valor real de las mercancías,
el método del valor normal de las mercancías y el método del valor de transacción
de las mercancías.

166
El primer método se reguló por primera vez en el GATT de 1947, unos de
los primeros instrumentos internacionales en tratar temas de comercio exterior y
derecho aduanero internacional. Dentro de este instrumento internacional, el
artículo VII se encargó de regular específicamente el método del valor real de las
mercancías.
Este método de valoración establece que, para establecer el valor en
aduana de las mercancías para determinar la base gravable para el pago del
impuesto correspondiente por su importación, se tenía que obtener el valor
verdadero de dichas mercancías importadas. Lo anterior se traducía en que las
mercancías no se podían valorar conforme al valor nacional de las mismas, ni
conforme a valores ficticios o arbitrarios.
Dicho método de valoración aduanera tiene una connotación tanto positiva
como negativa. Respecto a su lado negativo, era un método que no se desarrolló
completamente, por lo que prácticamente se dejaba abierta la posibilidad de que
los países regularan sus propios métodos de valoración con tal de que los mismos
llegaran a un valor real de las mercancías en cuestión.
En contraste a lo anterior, dicho método sentó las bases y principios sobre
los cuales se basarían los siguientes métodos de valoración aduanera. Además,
fue el primer método de valoración aduanera a nivel internacional, lo que
contribuyó a que se empezara a buscar una uniformidad internacional en la
materia.
El segundo método de relevancia internacional es el método del valor
normal de las mercancías, creado paralelamente al método anterior y el cual se
regula por medio de la Convención sobre el Valor Aduanero de las Mercancías.
Dicho método establece que las mercancías cuentan con un nivel usual o natural
de precios, por lo que para llegar a dichos precios, se debe aplicar una fórmula
única o ciertos patrones que dan como resultado los precios que se deben tomar
en cuenta para determinar el valor en aduana de las mercancías.
Si bien es cierto que dicho método tenía la finalidad de proteger la no
discriminación de precios entre los distintos comerciantes, en realidad se convirtió
en un método que atentaba contra la libertad contractual y la libre competencia al

167
establecer listas de precios de las mercancías. Lo anterior fue tan criticado que el
siguiente método de valoración, el valor de transacción de las mercancías, ha
establecido como uno de sus principios que dicho método no se puede utilizar
para combatir cuestiones como el dumping.
Por si fuera poco, Estados Unidos de América, una de las grandes
potencias comerciales y económicas a nivel mundial, nunca aceptó utilizar este
método de orígenes europeos.
Ante las críticas y limitantes de los métodos anteriores y el crecimiento del
comercio internacional, cada vez era más necesario el establecimiento de un
método de valoración aduanera uniforme, flexible y equitativo para que fuera
aceptado mundialmente.
Como respuesta a lo anterior, se creó el método de valoración aduanera del
valor de transacción de las mercancías, el cual se encuentra previsto en el Código
de Valoración Aduanera, mismo que fue discutido y emitido por medio de la Ronda
de Tokio del GATT.
Posteriormente, por medio del Acta de Marrakesh, la Organización Mundial
del Comercio substituyó al GATT, sin embargo, el Código de Valoración Aduanera
no se vio afectado substancialmente, pues el mismo pasó a formar parte
integrante de la propia Acta de Marrakesh.
En todo caso, el instrumento internacional vigente que se encarga de
regular al método de valoración del valor de transacción de las mercancías es el
Código de Valoración Aduanera. Al formar parte de los documentos de la OMC, en
principio los miembros de dicho organismo internacional deberían estar sujetos al
mismo, lo cual se traduce en que el método en cuestión sea el más utilizado a
nivel global, logrando una uniformidad nunca antes vista en la materia.
El método de valoración del valor de transacción de las mercancías
establece que para determinar el valor en aduana de las mercancías, se debe
atender al precio realmente pagado o por pagar por las mercancías importadas,
haciendo énfasis en la libertad contractual y la libre competencia. La base de lo
anterior se encuentra en el valor real de las mercancías, pero a diferencia de éste,

168
el método del valor de transacción sí se regula de manera más detallada y
profunda.
Más aún, el Código de Valuación Aduanera fue el instrumento internacional
que reconoció que no todas las mercancías se comercializan derivado de
contratos internacionales de compraventa entre partes independientes, por lo que
también estableció métodos secundarios de valoración aduanera para aquellos
casos en los que las mercancías se importan bajo circunstancias diferentes.
En la historia de México se han utilizado diferentes métodos de valoración
aduanera, tanto locales como internacionales. Inicialmente se utilizaba un método
localista que establecía que el valor en aduana de las mercancías equivalía al
precio establecido en la factura comercial de las mercancías, siempre y cuando
fuera superior al precio oficial de las mercancías. Lo anterior era criticable, pues
sólo atendía a precios locales sin tomar en cuenta lo de otros países y además
tentaba contra la libre competencia al establecer lista de precios.
Sin embargo, conforme a que los métodos de valoración aduanera a nivel
internacional empezaron a tener mayor adaptación y a medida en que empezaron
a llegar presiones internacionales para que México entrara en esta tendencia,
finalmente, en 1978 se aceptó adoptar uno de estos métodos internacionales,
desafortunadamente fue el método del valor normal de las mercancías, lo cual
tenía cierto sentido pues dicho método tenía sus similitudes con el método
localista al establecer listas de precios de las mercancías.
Sin embargo, inicialmente, este cambio no fue absoluto en virtud de que
aún y cuando ya se preveía este método, la entonces Secretaria de Comercio se
quedó con la facultad para fijar y modificar precios oficiales de las mercancías. En
consecuencia, prácticamente el valor normal de las mercancías era utilizado en
casos en los que el mismo fuera superior al precio oficial de las mercancías
establecido por dicho órgano de gobierno.
La situación anterior cambió completamente con la entrada de México al
entonces GATT, pues se tenía que adoptar la legislación nacional a las
disipaciones generales del propio GATT. Por lo tanto, se pasó de una política

169
comercial proteccionista a una liberalizadora, por lo que se eliminó el método de
valoración conforme a precios oficiales.
Por otro lado, México asumió la obligación de adherirse a los códigos
aduaneros resultantes de la Ronda de Tokio, dentro de los cuales se encuentra el
Código de valoración Aduanera, lo cual se cumplió entre los años de 1987 y 1988,
con la posibilidad de atrasar su aplicación por cinco años.
Consecuentemente, en el año de 1992, se derogó totalmente de la Ley
Aduanera el método del valor normal de las mercancías, quedando substituido
totalmente por el método del valor de transacción de las mercancías, así como los
métodos secundarios. Dicha situación se ha mantenido vigente, por lo que dichos
métodos son los que se encuentran vigentes en México tanto en las fuentes de
derecho internas como en las internacionales, mismas que han sido debidamente
internalizadas al derecho nacional. Es decir, coexisten diversas disposiciones
jurídicas que regulan la valoración aduanera en México.
En específico, la regulación de valoración aduanera en México se encuentra
prevista principalmente en tres disposiciones legales, dos nacionales y una de
carácter internacional. Respecto a las disposiciones nacionales, son la Ley
Aduanera y el Reglamento de la Ley Aduanera, mientras que el instrumento
internacional es el Código de Valoración Aduanera.
La naturaleza jurídica del Código de Valoración Aduanera es la de un
tratado internacional de acuerdo a la Convención de Viena sobre el Derecho de
los Tratados, ya que justamente se trata de un acuerdo internacional celebrado
por escrito entre distintos países y que es regido por el derecho internacional, el
cual se encuentra internalizado al derecho nacional, en virtud de que fue
debidamente firmado y ratificado por México.
En cuanto a la Ley Aduanera, la misma es una ley federal mexicana
expedida debidamente por el Congreso de la Unión mediante el uso de sus
facultades otorgadas en el artículo 73 constitucional. Mientras que el Reglamento
de la Ley Aduanera tiene justo la naturaleza jurídica de un reglamento expedido
por el poder ejecutivo federal en el uso de su facultad constitucional de proveer en

170
la esfera administrativa la exacta observancia de las leyes, la cual le es otorgada
por medio del artículo 89 constitucional.
Al existir tres ordenamientos jurídicos distintos, creados por organismos
diferentes, es probable que existan contradicciones entre estos cuerpos legales.
En este caso la legislación nacional se ha adecuado a la internacional por la que
son casi nulas las contradicciones entre estas disposiciones legales. Sin embargo,
resulta pertinente señalar cuál es la jerarquía entre estos cuerpos normativos para
el caso en que se encuentre alguna contradicción entre los mismos.
En relación a lo anterior, primero es necesario señalar que el reglamento se
encuentra jerárquicamente inferior a la ley que reglamenta, pues la finalidad del
reglamento es detallar y aplicar una ley de la cual se deriva, por lo que no puede ir
más allá de dicha ley ni contradecirla. Es decir, la Ley Aduanera es
jerárquicamente superior su reglamento.
Por lo tanto, falta señalar cuál es superior jerárquicamente entre la Ley
Aduanera y el Código de Valoración Aduanera. Para empezar,
constitucionalmente parecen estar al mismo nivel, al ser Ley Suprema de la
Nación, de acuerdo al artículo 133 constitucional.
Sin embargo, el poder judicial federal ha emitido tesis jurisprudenciales en
las que ha señalado que los tratados internacionales se encuentran
jerárquicamente debajo de la Constitución, pero arriba de las leyes federales. Lo
anterior se debe a que justamente comenzaron a entrar presiones internacionales
para que se cumplan los tratados internacionales. Además, dichas tesis están
encaminadas a que las autoridades mexicanas se vean obligadas a respetar los
principios internacionales de pacta sunt servanda (que los tratados se cumplan de
buena fe) y de observancia de los tratados (no invocar derecho interno para
inaplicar un tratado internacional).
En virtud de lo anterior, la jerarquía normativa de las disposiciones legales
que regulan la valoración aduanera en México es la siguiente: i) Código de
Valoración Aduanera, ii) Ley Aduanera y iii) Reglamento de la Ley Aduanera.
De manera coincidente, los tres ordenamientos jurídicos en cuestión
regulan el método de valoración aduanera del valor de transacción de mercancías

171
como el método principal de valoración, así como los métodos secundarios de
valoración para aquellos casos en los que no se puede utilizar el método principal.
Como se había comentado, el método del valor de transacción de las
mercancías busca que, para determinar el valor en aduana de las mercancías, se
debe atender al precio realmente pagado o por pagar por las mercancías
importadas. Para lograr lo anterior, se establecen ciertos requisitos y condiciones
que se deben cumplir para determinar la base gravable conforme a este método
de valoración.
En primer lugar, la importación debe derivarse de un contrato de
compraventa internacional. De lo anterior se deriva que la importación no puede
derivar de otro tipo de contrato que no sea específicamente una compraventa.
Además, se deduce que únicamente se puede utilizar el método principal en
compraventas internacionales en las que las mercancías se exporten de un país
para su importación a otro país, lo cual excluye a las compraventas locales.
Por otro lado, generalmente la compraventa internacional no puede estar
sujeta a restricciones impuestas por el vendedor al comprador sobre la cesión o
utilización de las mercancías. Además, el precio de la transacción no podrá estar
sujeto a condiciones adicionales de tal manera que dicho precio no sea posible de
determinarse.
Otro requisito consiste en que el vendedor estará imposibilitado de revertir
de manera directa o indirecta parte alguna del producto derivado de la reventa o
cesión o utilización ulterior que realice sobre las mercancías el comprador-
importador. Adicionalmente, las partes del contrato en cuestión no podrán estar
vinculadas, pero en caso de que se encuentran vinculadas y dicha relación no
afecte el valor de las mercancías, sí se podrá utilizar el método principal.
Por último, también es importante realizar ciertos ajustes positivos al precio,
para que los mismos se puedan tomar en cuenta para determinar el valor en
aduana de las mercancías. En general, los ajustes en cuestión son aquellos
costos y gastos a cargo del comprador relacionados con el corretaje, embalajes,
transporte, seguros y producción de las mercancías. Dichos ajustes se deben

172
realizar cuando los mismos no estén previamente incluidos en el precio pagado o
por pagar.
Si se cumple con todos los requisitos anteriores, se podrá determinar la
base gravable del impuesto por la importación de las mercancías conforme al
método principal de valoración aduanera. Sin embargo, la legislación internacional
y nacional reconocen que no siempre se puede cumplir con todos estos requisitos.
Por lo tanto, para no dejar en incertidumbre a los particulares y con la finalidad de
que todas las mercancías importadas sean gravadas, se prevén métodos
secundarios de valoración para determinar el valor en aduana de las mercancías
que no se pueden valorar conforme al principal método de valoración.
Es importante mencionar que los métodos secundarios de valoración
aduanera, se deberán utilizar en orden progresivo y por exclusión de la siguiente
manera: i) método del valor de transacción de mercancías idénticas; ii) método del
valor de transacción de mercancías similares; iii) método del valor de precio
unitario de venta o valor deductivo; iv) método del valor reconstruido y el v)
método del valor de la última instancia
Respecto al primer método secundario, es relevante mencionar que dos
mercancías se consideran idénticas al contar con las mismas características
físicas, que comprendan la misma calidad y que tengan el mismo prestigio
comercial, lo cual se debe analizar caso por caso.
En relación a lo anterior, este primer método secundario consiste en
determinar el valor en aduana de las mercancías importadas conforme al valor de
transacción de mercancías idénticas importadas en el mismo momento o en uno
aproximado, lo cual comprende un periodo no mayor a los noventa días anteriores
y posteriores a la importación de las mercancías objeto de valoración.
En conexión con el segundo método secundario, resulta pertinente
mencionar que dos mercancías se consideran similares al contar con
características o composición semejante, cumplan con las mismas funciones y
sean intercambiables entre sí.
Por lo tanto, cuando no se pueda utilizar el método principal y no existan
mercancías idénticas importadas al mismo momento o uno aproximado, se deberá

173
utilizar este método consistente en determinar la base gravable del impuesto
general a la importación utilizando el valor de transacción de mercancías similares
a las mercancías sujetas a la valoración, siempre que hayan sido importadas en el
mismo momento o en uno aproximado.
En cuanto al método del valor de precio unitario de venta o valor deductivo,
sólo se deberá utilizar cuando no se puedan utilizar los métodos anteriores.
Aunque cabe la posibilidad de poder escoger entre utilizar este método o el
siguiente, pues así se permite en la legislación aplicable.
El método en cuestión tiene la finalidad de determinar el valor en aduana de
las mercancías importadas con base en el precio unitario al que se venda la mayor
cantidad total de las mercancías en cuestión en el país de importación, o de la
venta total de mercancías importadas que sean idénticas o similares, en el mismo
momento o en uno aproximado, a personas no vinculadas con el vendedor.
El método que resulta electivo respeto al anterior es aquel conocido como el
método del valor reconstruido, el cual consiste a determinar el valor en aduana de
las mercancías con base al costo de producción de las mismas, adicionando otra
cantidad por concepto de beneficios y gastos generales equivalentes a los
recibidos y erogados de manera habitual en la venta del país de exportación al de
importación por mercancías de la misma especie o clase. Es decir, se debe
reconstruir el precio de las mercancías, el cual será utilizado como base gravable
del impuesto a pagar por la importación de las mercancías.
Su utilización es muy escasa, pues para reconstruir el precio conforme a lo
anterior, se debe de basar en la contabilidad comercial del exportador y va a ser
complicado que la misma sea otorgada a la contraparte o a la autoridad aduanera
mexicana, pues la misma no cuenta con la jurisdicción para exigirla. Además, los
ordenamientos jurídicos aplicables no definen que se entiende por mercancías de
la misma especie o clase, lo cual se deja al análisis específico de cada operación.
Finalmente, existe un método final conocido como el método del valor de la
última instancia, el cual no es propiamente un método en sí, sino que establece
que en los casos en que las mercancías no se pueden valorar conforme a los
métodos anteriores, se deberán revisar dichos otros métodos de manera sucesiva

174
y excluyente para aplicarlos de manera más flexible. Sin embargo, dicha revisión y
aplicación debe estar sujeta a los principios y disposiciones fundamentales de la
valoración aduanera, que se traduce en no buscar defraudar a las autoridades
aduaneras al dar un valor inferior al que debería de ser efectivamente.
Es decir, el último método confirma la idea de que todas las mercancías
importadas se deben valorar para determinar la base gravable del impuesto por la
importación de las mismas. Por lo tanto, al importar mercancías, las mismas
siempre se deberán valorar conforme a los métodos de valoración previstos por
los ordenamientos jurídicos aplicables, ya sea que los mismos se apliquen
conforme a lo estipulado o que se haga de una manera más flexible, pero con el
inminente resultado de valorar todas las mercancías conforme alguno de estos
métodos.
La determinación de la base gravable del impuesto general a la importación
no es tarea sencilla, pues los métodos no son fáciles de interpretar y por
consiguiente aplicar. Además, aún existen ciertas lagunas y adaptaciones a nivel
global sobre el método principal de valoración y los métodos secundarios, pues su
regulación es más reciente y se sigue perfeccionando conforme se van utilizando
en la práctica los métodos en cuestión.
En virtud de lo anterior, existen ciertas situaciones y conceptos que no se
encuentran completamente regulados en los ordenamientos jurídicos que regulan
los métodos de valoración aduanera, lo cual pudiera afectar a los particulares. Por
lo tanto, la interpretación de las normas jurídicas de valoración aduanera se
complica y en consecuencia su aplicación se puede ver afectado por una
incorrecta interpretación que derive en liquidaciones fiscales y sanciones.
Ante esto, es relevante mencionar que las normas de valoración aduanera
son normas tributarias al tratarse de la base gravable de las mercancías
importadas, por lo que al interpretar las mismas, dicha interpretación se debe
aplicar de manera estricta. Lo anterior se fundamenta en el artículo 5 del Código
Fiscal de la Federación, mismo que es supletorio de la Ley Aduanera.
Es decir, el tema de la interpretación de las normas de valoración aduanera
sobra suma importancia, pues la aplicación de la misma se debe realizar de

175
manera estricta. Por lo tanto, el importador corre peligro de interpretar y
consiguientemente aplicar de manera errónea una norma de valoración aduanera,
lo cual derivaría en posibles sanciones y liquidaciones fiscales.
Ante esta situación, los particulares importadores cuentan con dos maneras
para interpretar las normas de valoración aduanera en las que se pueden basar
para la aplicación de la mismas, con la seguridad jurídica de que su aplicación es
la correcta.
En primer lugar, los importadores pueden acudir con las autoridades y
realizar una consulta sobre temas relacionados con la valoración aduanera, por
ejemplo, consultar si la determinación de la base gravable de una importación
realizada se calculó de manera correcta. Las autoridades aduaneras consultadas
se pronunciarán al respecto y los particulares podrán basar la aplicación de las
normas de valoración aduanera con base en lo pronunciado por las autoridades.
El problema es que, aunque este sistema ha funcionado en diversos países,
en México dichas consultas resultan tardadas, pues la misma podrá ser resuelta
hasta dentro de un plazo de cuatro meses, lo cual es demasiado tiempo de espera
y va en contra de la fluidez del comercio internacional. Sin perjuicio de que
además, de no resolverse en dicho plazo, se tenga una negativa ficta en perjuicio
de particular.
Afortunadamente, a nivel internacional se reconoce que el Código de
Valoración Aduanera es un instrumento internacional imperfecto, por lo que se ha
establecido al Comité Técnico para realizar interpretaciones técnicas del mismo.
Además, dichas interpretaciones aseguran que el Código de Valoración Aduanera
sea interpretado y posteriormente aplicado de la manera más uniforme posible a
nivel global.
Sin embargo, ni la legislación mexicana, ni las tesis emitidas por los
tribunales federales a la fecha, reconocen expresamente las interpretaciones de
dicho Comité Técnico como fuente de interpretación válida. En virtud de lo
anterior, a la fecha no existe la seguridad jurídica plena de que dichas
interpretaciones serán respetadas por las autoridades aduaneras mexicanas. Por
lo tanto, se propone cambie esta situación para dar seguridad y certeza a los

176
importadores al momento de aplicar las normas de valoración aduanera conforme
a dichas interpretaciones.
En consideración de lo anterior, el hecho de que las interpretaciones en
cuestión pudieran ser aplicables dentro del ordenamiento jurídico mexicano,
permitiría a las autoridades aduaneras utilizar las mismas y las obligaría a aceptar
las aplicaciones de las mismas por parte de los particulares, lo cual contribuiría de
manera importante para que México interprete y aplique las normas de valoración
aduanera conforme a los estándares interpretados a nivel internacional, lo cual se
vería con buenos ojos por parte de la comunidad internacional.
Para lograr lo anterior, se propone reformar la Ley Aduanera para que se
reconozcan expresamente las interpretaciones del Comité Técnico de Valoración y
que en consecuencia se puedan utilizar la mismas para aplicar las normas de
valoración aduanera correspondientes a las mismas, siempre y cuando dichas
interpretaciones no vayan en contra de lo establecido por el ordenamiento jurídico
mexicano.
Es decir, una reforma a la Ley Aduanera que reconozca que las
interpretaciones del Comité Técnico se puedan utilizar como base para la
aplicación de las normas de valoración aduanera, otorgaría a los importadores una
mayor seguridad jurídica y a las autoridades aduaneras una mayor cercanía con
los estándares internacionales uniformes que se han establecido en la materia.
Además, esta situación contribuiría a completar el vínculo jurídico entre el
ordenamiento mexicano en la materia de valoración aduanera con el ordenamiento
internacional en dicha materia, en virtud de que las interpretaciones del Comité
Técnico de Valoración justamente interpretan las normas internacionales de
valoración aduanera, con la finalidad de que las mismas sean aplicadas de
manera uniforme a nivel global.
Por otro lado, las consultas con las autoridades aduaneras son un
mecanismo eficiente a nivel global, sin embargo, en México no se logra dicha
eficiencia mientras los plazos de respuesta sigan siendo tan amplios, como lo es el
de hasta por cuatro meses, situación que es contraria a la fluidez del comercio
internacional y que además resulta en una negativa ficta al no resolverse en dicho

177
plazo. Por lo tanto, la consulta no constituye una manera atractiva para conocer si
los importadores están determinado correctamente el valor en aduana de las
mercancías.
En virtud de lo anterior, se propone que el plazo de respuesta de las
consultas sea disminuido considerablemente, pues dicha situación ayudaría de
manera importante para que los importadores utilicen dicho mecanismo, sobre
todo cuando no existen interpretaciones del Comité Técnico al respecto, lo cual
que se traduciría en que los particulares cumplan de mejor manera las normas de
valoración aduanera aplicables.
Adicionalmente, resulta necesaria una mayor eficacia con respecto a la
relación particular-autoridad, a fin de que las consultas en materia de
interpretación de las normas de valoración aduanera, sean resueltas dentro de un
plazo razonable, en virtud de la rapidez y fluidez de las operaciones aduaneras y
comerciales.
En conclusión, resulta necesario que se lleve a cabo la reforma la Ley
Aduanera propuesta en este trabajo, para que los particulares cuenten con
mecanismos más eficientes y seguros para interpretar correctamente las normas
de valoración aduanera y por consiguiente aplicar en ese sentido las mismas.
Finalmente, en consideración de todo lo mencionado a lo largo de este
trabajo, a continuación se encuentran de manera enumerada las conclusiones
principales del mismo:
Primera. Una de las materias más relevantes dentro del derecho aduanero
nacional e internacional, es aquella relativa a la determinación del valor en aduana
de las mercancías para efectos de los impuestos que gravan el comercio exterior,
sobre todo para aquellos impuestos que gravan la importación de dichas
mercancías.
Segunda. Derivado de la importancia de este materia, las autoridades
aduaneras se han preocupado de emitir reglas claras y precisas, con la finalidad
de regular de manera uniforme y justa la valoración aduanera.
Tercera. En virtud de que la valoración aduanera comenzó a regularse de
manera interna en cada país, poco a poco se desarrolló una preocupación

178
internacional para regular dicha materia de manera uniforme a nivel global. Como
consecuencia de lo anterior, se han creado instrumentos y organismos
internacionales con el objetivo de lograr la unificación en la regulación y aplicación
de la valoración aduanera a nivel global.
Cuarta. Una de las teorías más importantes y más seguidas que se ha
desarrollado internacionalmente sobre la valoración aduanera, es aquella que
establece que el valor en aduana de las mercancías equivale al valor de
transacción de las mismas, teoría que es seguida por México.
Quinta. La teoría del valor de transacción de las mercancías se utilizó como
base para crear un método principal de valoración aduanera, así como de cinco
métodos secundarios, mismos que se encuentran expresamente regulados por
medio del Código de Valoración Aduanera de la OMC (antes GATT).
Sexta. El Código de Valoración Aduanera es un tratado internacional que
forma parte integrante del derecho positivo mexicano, pues el mismo fue firmado y
celebrado debidamente y conforme al derecho interno. Por su parte, la Ley
Aduanera y su Reglamento fueron reformados para adecuar su regulación de la
valoración aduanera en concordancia con la regulación internacional. Por lo tanto,
a excepción de ciertas disposiciones, como aquellas relativas al rechazo al valor
declarado, la regulación de la valoración aduanera nacional e internacional es casi
idéntica.
Séptima. La jerarquía normativa entre los ordenamientos jurídicos que
regulan la valoración aduanera en México es la siguiente: en primera lugar
jerárquico se encuentra el Código de Valoración Aduanera, luego la Ley Aduanera
y finalmente el Reglamento de la Ley Aduanera.
Octava. La determinación del valor en aduana de las mercancías no es
tarea sencilla, pues los métodos de valoración no son fáciles de interpretar y por
consiguiente de aplicar. Además, la regulación vigente de esta materia es reciente,
por lo que es lógico que se encuentren distintas lagunas normativas en la misma.
Es decir, hay ciertas situaciones y conceptos que no se encuentren claramente
regulados en las normas de valoración aduanera, lo cual podría dejar a un

179
particular en un estado de inseguridad jurídica al no saber cómo interpretar dichas
normas sin verse afectado.
Novena. En conexión con la conclusión anterior, resulta importante
mencionar que las normas de valoración aduanera son normas tributarias al
formar parte de la determinación de la base gravable de las mercancías sujetas al
comercio exterior, por lo que al interpretar dichas normas, su interpretación se
debe aplicar de manera estricta.
Décima. El particular se puede encontrar ante la situación de no saber
cómo interpretar correctamente las normas de valoración aduanera, lo cual se
traduce en una inseguridad jurídica, pues la incorrecta interpretación de las
normas y su subsecuente aplicación, podría derivarse en liquidaciones fiscales y
sanciones en perjuicio del propio particular.
Décimo Primera. Ante la inseguridad jurídica de cómo interpretar las
normas de valoración aduanera en México, el particular cuenta con dos maneras
de saber si su interpretación y aplicación es la correcta, mismas que son: 1) la
posibilidad de acudir ante las autoridades aduaneras internas y realizar una
consulta sobre si su determinación es correcta o no, o 2) interpretar las normas de
valoración aduanera de acuerdo a como las ha interpretado el Comité Técnico de
Valoración en Aduana.
Décimo Segunda. El sistema de la consulta a las autoridades aduaneras
locales ha funcionado en otros países del mundo, lo cual no sucede en México,
pues el problema es que el tiempo de respuesta es hasta de cuatro meses,
situación que claramente va en contra de la fluidez de la materia comercial.
Además, es probable que en dicho tiempo no se responda y el particular se vea
perjudicado con una negativa ficta al respecto.
Décimo Tercera. La interpretación de las normas de valoración aduanera
fundamentada conforme a las interpretaciones del Comité Técnico de Valoración
en Aduana, resulta un excelente mecanismo en virtud de que dichas
interpretaciones son realizados por el órgano internacional creado
específicamente para interpretar uno de los máximos ordenamientos de valoración
aduanera a nivel global, es decir el Código de Valoración Aduanera. Por lo tanto,

180
la importancia de dichas interpretaciones es muy relevante, pues las mismas
tienen la finalidad de desentrañar el sentido uniforme de las propias normas
internacionales de la materia.
Décimo Cuarta. El problema es que ni la legislación mexicana, ni las tesis
emitidas por los tribunales federales a la fecha, reconocen expresamente las
interpretaciones del Comité Técnico de Valoración en Aduana. Dicha situación se
traduce en que actualmente el particular no cuenta con la seguridad jurídica de
que si interpreta y aplica las normas de valoración aduanera conforme a las
interpretaciones de dicho órgano internacional, dicha interpretación y aplicación
sea respectada por las autoridades locales.
Décimo Quinta. En caso de que la legislación nacional reconociera las
interpretaciones del Comité Técnico de Valoración en Aduana, se derivarían varios
efectos positivos. En primer lugar, los particulares podrían interpretar y aplicar las
normas de valoración aduanera conforme a dichas interpretaciones
internacionales con la seguridad jurídica de que lo están realizando de manera
correcta y conforme a derecho. Además, las autoridades aduaneras nacionales se
verían obligadas a utilizar y respetar dichas interpretaciones, lo cual contribuiría a
que en México se interpreten y apliquen las normas de valoración aduanera
conforme a la tendencia internacional en la materia, situación que se vería bien
ante la comunidad internacional.
Décimo Sexta. En consideración de todo lo anterior, se propone que se
realice una reforma a la Ley Aduanera, con las finalidad de que se reconozcan
expresamente las interpretaciones del Comité Técnico de Valoración en Aduana,
para que las mismas se puedan utilizar, con base legal y seguridad jurídica, para
interpretar y subsecuentemente aplicar las normas de valoración aduanera,
siempre y cuando dichas interpretaciones internacionales no sean contrarias a lo
establecido por el ordenamiento jurídico mexicano. Adicionalmente, se propone
reducir considerablemente el plazo de respuesta de las consultas a las
autoridades aduaneras, lo cual podría contribuir a que dicho mecanismo sea más
eficiente y acorde a la fluidez del comercio.

181
Décimo Séptima. Finalmente, resulta pertinente reconocer que México ha
cumplido correctamente con sus obligaciones internacionales asumidas en materia
de valoración aduanera y que las normas de dicha materia en el ámbito local se
encuentran mayormente estipuladas de conformidad con las normas
internacionales de la valoración aduanera establecidas en el Código de Valoración
Aduanera. En relación con este reconocimiento, considero que la reforma
propuesta contribuiría de manera importante para que México continúe esta
tendencia en la materia de la valoración aduanera.
.

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Secretaria de Relaciones Exteriores, Tratados internacionales, “Acuerdo General


sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT)”, Trámite Constitucional,
https://aplicaciones.sre.gob.mx/tratados/muestratratado_nva.sre?id_tratado=138&
depositario=

Secretaria de Relaciones Exteriores, Tratados internacionales, “Acuerdo relativo a


la Aplicación del Artículo VII del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y
Comercio”, Trámite Constitucional,
https://aplicaciones.sre.gob.mx/tratados/muestratratado_nva.sre?id_tratado=373&
depositario=0

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