OPINIÓN Estas fórmulas de inclusión, algunas de las cuales surgieron hace al menos una década, son

recursos de intervención del discurso público (y este carácter de público es un rasgo central) que
persiguen el fin de denunciar y poner en evidencia una injusticia de la sociedad. Es decir, no son
Lenguaje inclusivo, esa piedra en el zapato de tantos fenómenos de orden gramatical sino retórico (y de extraordinaria potencia), puesto que se usan para

Por Santiago Kalinowski * crear un efecto de toma de conciencia sobre un problema social y cultural. Criticarlas con argumentos
puramente gramaticales sería como haberle objetado a Oliverio Girondo que el verbo "enlucielabismar"
o el sustantivo "trasfiebre" —ambas de En la masmédula, de los poemas "Mi lumía" y "Alta noche",
La Academia Argentina de Letras no ha emitido un dictamen acerca del uso de las fórmulas
respectivamente— no figuran en ningún diccionario. El gesto de apropiarse de las posibilidades que
de inclusión (el "todos y todas", la @, la x, la e). Desde su Departamento de Investigaciones
brinda la lengua para perseguir un fin (formal y estético en un caso, social y político en el otro) no es
Lingüísticas y Filológicas, sin embargo, surgió la necesidad de consensuar una postura para dar
una verdadera novedad.
respuestas a la comunidad, dada la creciente visibilidad del fenómeno.
Su funcionamiento es claro. Cada vez que aparece alguno de estos recursos, se inaugura
una segunda capa de sentido que expresa un posicionamiento político del enunciador ante una
La cuestión gramatical y la pregunta sobre el origen realidad social, echa luz sobre ella, la actualiza, la denuncia, la hace presente y anima su
El primer punto es fácil de resumir. En español, el género se estructura de la siguiente reconocimiento por parte del auditorio o del lector.
manera: el femenino solamente designa a un grupo de mujeres; el masculino designa tanto a un grupo
de hombres como a un grupo mixto. A este último caso se lo conoce como masculino "genérico" o "no
Proyección a futuro
marcado". De esa manera está codificado en la mente de los hablantes de español del mundo, sin
Vemos que muchos hablantes están considerando necesario adoptar alguna de estas
excepción, puesto que se aprende naturalmente desde el nacimiento.
fórmulas, en declaraciones que son públicas en algún sentido, como un modo de pronunciarse contra
En contra del uso de las fórmulas de inclusión, se suele argumentar que el origen del
algo que repudian, porque sienten la discriminación en carne propia o se solidarizan con quienes
masculino genérico es puramente convencional. Ante esto, hay que señalar dos cosas:
consideran víctimas de discriminación. Esto provoca que exista una tensión entre la variante
– Primero, el hecho de que algo sea puramente convencional (las lenguas son básicamente
tradicional, más económica pero asociada a la perpetuación de una injusticia social, y las nuevas
códigos convencionales) no impide que pueda tener los efectos denunciados por quienes no se ven
propuestas, con diversos problemas estilísticos, morfológicos o de pronunciación pero sin esa carga. El
incluidos en ese masculino. En estos casos, la discusión debe ser acerca de qué percepciones están
hecho de que esta tensión se resuelva en numerosos casos a favor de las nuevas fórmulas y que su
asociadas a determinado uso lingüístico, más que si ese uso es o no inherentemente discriminatorio o
uso se esté extendiendo visiblemente habilita la hipótesis de que se trata de una necesidad
invisibilizador. Por otra parte, esas percepciones no son caprichosas: están fuertemente atadas al
comunicativa real de muchos hablantes.
contexto social e histórico de nuestras sociedades, en las que la desigualdad entre el hombre y la
Es, por último, frecuente la pregunta, formulada tanto por quienes adoptan las novedades
mujer es un hecho consumado, sostenido a lo largo del tiempo y defendido por sus beneficiarios.
como por quienes las resisten, acerca de si este fenómeno terminará cambiando la gramática de la
– Segundo, el hecho de que esta desigualdad es prácticamente un universal humano no
lengua. La respuesta nunca satisface a ninguno de los dos grupos: nadie puede saber cómo
puede disociarse creíblemente de que haya sido el género masculino el que se codificó como no
evolucionará una lengua en el futuro. El flujo natural de cambio y adaptación de las lenguas es más
marcado, en español y en tantas otras lenguas, con la indudable ventaja cultural o ideológica que eso
impredecible e incontrolable de lo que muchos están dispuestos a admitir en este tipo de debates.
comporta. Es decir, la realidad social e histórica configura la lengua, luego la lengua refuerza esa
Especialmente, cuando se trata de algo tan profundo como la manera en que se estructura el género
configuración.
gramatical. Como siempre, la última palabra la tendrán, con el tiempo, los 500 millones de hablantes
de español del mundo.
Herramienta de la acción social
La lengua es el principal medio que tenemos para interactuar con la realidad. Es, * Lingüista y lexicógrafo. Director del Departamento de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas de la
consecuentemente, la principal herramienta para intentar modificarla. Por lo tanto, en el contexto de las Academia Argentina de Letras.

luchas actuales, nada hay más esperable que la intensa atención prestada al masculino genérico y el
surgimiento de diferentes propuestas para cambiarlo. FUENTE: https://www.infobae.com/opinion/2018/06/18/lenguaje-inclusivo-esa-piedra-en-el-zapato-de-tantos/