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Este documento discute la definición de salud y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo. Originalmente, la salud se definía como la ausencia de enfermedad, pero la Organización Mundial de la Salud adoptó una definición más positiva de salud como un estado completo de bienestar físico, mental y social. Además, los factores psicológicos como la ansiedad y la depresión pueden desempeñar un papel importante en la historia natural de las enfermedades y afectar la salud de una persona.
Este documento discute la definición de salud y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo. Originalmente, la salud se definía como la ausencia de enfermedad, pero la Organización Mundial de la Salud adoptó una definición más positiva de salud como un estado completo de bienestar físico, mental y social. Además, los factores psicológicos como la ansiedad y la depresión pueden desempeñar un papel importante en la historia natural de las enfermedades y afectar la salud de una persona.
Este documento discute la definición de salud y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo. Originalmente, la salud se definía como la ausencia de enfermedad, pero la Organización Mundial de la Salud adoptó una definición más positiva de salud como un estado completo de bienestar físico, mental y social. Además, los factores psicológicos como la ansiedad y la depresión pueden desempeñar un papel importante en la historia natural de las enfermedades y afectar la salud de una persona.
[SUBTÍTULO DEL DOCUMENTO] ISIDORA LASTRA ORTIZ INTRODUCCION
A mediados del siglo XX, la salud se logra definir como la ausencia de
enfermedad. En efecto se entendía la salud como algo que hay que preservar o curar frente a agresiones específicas, como por ejemplo, accidentes e infecciones.
La incorporación de una nueva definición de salud en el ámbito de la Organización
Mundial de la Salud conllevo un giro en la definición de la misma: “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no únicamente la ausencia de dolencias o enfermedad”. Esta definición positiva de la salud nos ha llevado a plantear la misma como un concepto multidimensional, biopsicosocial e interaccionista.
Los factores psicológicos pueden ejercer un papel importante en la historia natural
de las enfermedades. Factores como las conductas relacionadas con la salud, nuestros estados psicológicos o emocionales, características personales y los métodos de afrontamiento han demostrado ser de especial relevancia en este sentido. Esta afirmación es acorde con la evidencia científica actual que sugiere que cualquier perturbación denominada física u orgánica suele involucrar igualmente, y a niveles desiguales, alteraciones psicológicas, y viceversa.
Entre estos factores psicológicos, se localizan la ansiedad y la depresión como
respuestas emocionales y sus diversas formas clínicas, tales como los conocidos trastornos emocionales: el trastorno de ansiedad y el trastorno depresivo. Por ejemplo, en fases de estrés en los que tenemos que reaccionar a una alta petición de nuestro ambiente, desplegamos muchas respuestas emocionales negativas y, cuando nos localizamos bajo influencia de estos estados emocionales negativos, es más factible desarrollar ciertas enfermedades que van directamente de la mano con el sistema inmune, u obtener determinados hábitos poco favorables para la salud, que a medida que pasa el tiempo van desgastando la salud.