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UNIVERSIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA DE MÉXICO

LICENCIATURA EN NUTRICIÓN APLICADA

DESARROLLO HUMANO

UNIDAD 1: DESARROLLO HUMANO Y LIBERTAD

AUTOREFLEXIONES

ALUMNA: HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ JULIANA


Introducción
Ya son varios años los que llevo trabajando con adultos mayores, las
experiencias han sido tan diversas como satisfactorias. Pero siempre existe la
posibilidad de que uno deba trabajar con la señora “S”.
No tenía mucho de haberme mudado a la ciudad y no tenía mucho dinero. Tenía
diversos empleos para poder mantenerme, vendía lo que podía e iba de un lugar
a otro tratando de encontrar un empleo en el tiempo que me quedaba libre.
Conocí a un hombre mientras trabajaba en como ayudante en una tienda y por
el trato frecuente me pregunto que qué era lo que quería hacer en realidad. Le
dije que había tomado varios cursos y que en realidad me satisfacía mucho la
idea de ayudar y trabajar con personas mayores. Ya había trabajado antes con
varios ancianos y era algo que me gustaba.
Me habló de sus padres y me dijo que él no podía atenderlos en realidad y que
si quería podía trabajar en su casa cuidando de ellos. Tendría un techo, comida,
un salario fijo e incluso atención médica en caso de necesitarlo, prácticamente
iba a adoptarme a cambio de cuidar a sus padres. Él casi nunca estaba en casa,
trabajaba demasiadas horas al día y en realidad no convivíamos mucho.

Desarrollo
Al inicio todo era muy sencillo, el señor “S” (el papá de mi patrón) era una
persona muy enferma, ya no podía hablar, no era autosuficiente en ningún
sentido en realidad; la señora caminaba un poco, hablaba y sólo necesitaba
ayuda para vestirse y servirle de comer, nos hacíamos compañía y en realidad
sólo debía mantener la casa limpia, estar atenta a que los dos tomaran sus
medicamentos y poner un poco de atención extra a las necesidades fisiológicas
del señor.
Después de un par de meses la señora cambio mucho. Era mi día de descanso
y pretendía salir de paseo; la señora me grito y me dijo que no saldría porque su
hijo no me pagaba para eso, que me habían contratado de chacha y que era mi
obligación hacer lo que fuera que ella quisiera. Al final he tenido que quedarme
para que no siguiera gritando.
Entiendo que de inicio pueda parecer una historia de Cenicienta pero no era la
idea. La señora entonces empezó a ponerme apodos, a gritar e insultarme en
todo momento.
Empezaba a hacer efecto su actitud en mi persona, empezaba a sentirme mal
conmigo misma, los continuos actos de degradación, escupirme la comida en la
cara porque estaba caliente o porque estaba fría, orinar en el piso recién
trapeado sólo por el hecho de molestarme. Al final tuve que hablar con su hijo,
decirle lo que hacía su mamá, no me dejaba salir a nada. No podía ir a la tienda
o al mercado si no era con ella. No tenía ningún tipo de libertad, me escondía mi
celular porque decía que sólo perdía el tiempo, aunque en realidad sólo lo usaba
para comunicarme con mi familia.
Lo interesante fue la actitud de mi jefe cuando “acuse” a su mamá. No parecía
sorprendido, tampoco parecía creer que yo estuviera mintiendo. En realidad,
parecía que tenía tiempo esperando a que yo le diera alguna queja de su mamá.
Sólo me dijo que la señora estaba ya muy grande y enferma, que no le hiciera
caso y que para que no me preocupara, me pagaría el doble a partir de ese
momento.
Debo decir que aunque no era mi ideal, acepte el aumento y me quede a
trabajar con ellos. A momentos me daban ganas de no hacer las cosas. Como
venganza, mi jefe sabía que su mamá disfrutaba de molestar a los ayudantes
que le contrataban, así que si veía algo tirado o sucio, no se quejaba, sólo
quería que hubiera alguien en su casa al pendiente de sus papás en caso de
que algo grave pasara pero no estar ahí. Estaba dispuesto a pagar lo que fuese
con tal de no tener que ser él quien los atendiera.
Entrando en una zona de confort empecé a hacer las cosas a medias, empecé a
perder la ilusión que tenía de ayudarles a esos señores abandonados por su hijo
y a no hacer realmente el trabajo por el cual me pagaban. Me la pasaba
encerrada porque la señora no quería que saliera pero al mismo tiempo cobraba
por estar encerrada sin hacer nada, y doble en mi día de descanso.
Al hacer una retrospectiva del año que llevaba trabajando en esas condiciones
(así es, ya llevaba año y medio en esa casa), entendí que TODO estaba mal. No
estaba trabajando lo que estaba cobrando, no estaba peleando por la libertad de
ser un individuo, no supe pelear por ello de manera respetuosa para ellos ni para
mí.

Conclusión
Es muy fácil culpar a los demás, pero no hay ética en ello. Es muy fácil entrar y
permanecer en la zona de confort, pero no significa que sea válido. A lo largo de
está unidad he podido entender como la ética es un factor individual y es lo que
uno aporta a la sociedad para generar como comunidad una moral. Pero si el
individuo no tiene ética para consigo mismo, entonces ¿qué aporta a la moral de
la sociedad? Tuve que volver a empezar. Regrese a hacer trabajos por aquí y
por allá que me permitieran rentar un cuarto y sostenerme en lo que conseguía
otro trabajo. No fue fácil, pero después de un par de años logré entrar a un asilo
como ayudante. No gano mucho pero me gusta lo que hago, la diferencia que
marco en sus vidas y ellos en la mía. Con respeto mutuo y con ética en mi
trabajo, dando todo lo que tengo porque me gusta y porque me pagan para ello.
La ética es del individuo, pero debe empezar hacia el individuo. Entonces todos
tendremos algo valioso que aportar.

Referencias
 https://unadmexico.blackboard.com/bbcswebdav/institution/DCSBA/Bloque
%201/NA/01/DHU/U1/Unidad1.Desarrollohumanoylibertad.pdf

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