Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterías de una biblioteca, hasta que Google ha decidido
escanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en línea libros de todo el mundo.
Ha sobrevivido tantos años como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio público. El que un libro sea de
dominio público significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el período legal de estos derechos ya ha expirado. Es
posible que una misma obra sea de dominio público en unos países y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio público son nuestras
puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histórico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difícil de descubrir.
Todas las anotaciones, marcas y otras señales en los márgenes que estén presentes en el volumen original aparecerán también en este archivo como
testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted.
Normas de uso
Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio público a fin de hacerlos accesibles
a todo el mundo. Los libros de dominio público son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un
trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros
con fines comerciales, y hemos incluido restricciones técnicas sobre las solicitudes automatizadas.
Asimismo, le pedimos que:
+ Haga un uso exclusivamente no comercial de estos archivos Hemos diseñado la Búsqueda de libros de Google para el uso de particulares;
como tal, le pedimos que utilice estos archivos con fines personales, y no comerciales.
+ No envíe solicitudes automatizadas Por favor, no envíe solicitudes automatizadas de ningún tipo al sistema de Google. Si está llevando a
cabo una investigación sobre traducción automática, reconocimiento óptico de caracteres u otros campos para los que resulte útil disfrutar
de acceso a una gran cantidad de texto, por favor, envíenos un mensaje. Fomentamos el uso de materiales de dominio público con estos
propósitos y seguro que podremos ayudarle.
+ Conserve la atribución La filigrana de Google que verá en todos los archivos es fundamental para informar a los usuarios sobre este proyecto
y ayudarles a encontrar materiales adicionales en la Búsqueda de libros de Google. Por favor, no la elimine.
+ Manténgase siempre dentro de la legalidad Sea cual sea el uso que haga de estos materiales, recuerde que es responsable de asegurarse de
que todo lo que hace es legal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considere de dominio público para los usuarios de
los Estados Unidos, lo será también para los usuarios de otros países. La legislación sobre derechos de autor varía de un país a otro, y no
podemos facilitar información sobre si está permitido un uso específico de algún libro. Por favor, no suponga que la aparición de un libro en
nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo. La responsabilidad ante la infracción de los derechos de
autor puede ser muy grave.
El objetivo de Google consiste en organizar información procedente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal. El programa de
Búsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas
audiencias. Podrá realizar búsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la página http://books.google.com
-19
41-9
INVESTIGACIONES
Fisiológicas
SOBRE LA VIDA
Y LA MUERTE.
ti
be 1650947 %
Alphav
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
il
5316079307
19. 195.550
DE 612
INVESTIGACIONES ·
Bic
віс
FISIOLÓGICAS
SOBRE
LA VIDA Y LA MUERTE.
POR
F. Magendie .
7
TOMO I.
CON LICENCIA.
MADRID : IMPRENTA QUE FUE DE GARCIA. 1827 .
O OITETTYri
ON
CUT . AI
va
CICLOP
< ,,", tako
la
ta
Lusin !
1
400ri vingers : Kroon. ''
' : ܝܢr ; . , : 1,9711
i 1 " ۲ تا ۰ و از huis
4
ایران را:
. را ما
PROLOGO DE LOS TRADUCTORES .
:: 1 . ) To s...
-15.4.195 is on
-
i
Cza !
)
0.00 org
NOTICIA HISTÓRICA
de Bichat.
Franc is
rancisco Xavier Maria Bichat , nació en Thoireette,
departamento del Jura , el 14 de noviembre de 1771 de
Juan Bautista Bichat, doctor en Medicina , y de Maria
Rosa Bichat.
L --- En sus estudios primeros, asi como en los de Medi
cina, anunció temprano las mas felices disposiciones que
hicieron pronosticar grandes sucesos. Los progresos que
hizo en Medicina fueron tanto mas rapidos, cuanto que
siendo hijo de médico se acostumbró á ver hacer aplica
cion de los preceptos antes de conocerlos ; tuvo en fin
esta educacion de egemplo que hace recoger sin esfuerzos
por sola la fuerza de las cosas , conocimientos de hechos
y de palabras , cuya adquisicion indispensable consume
despues un tiempo precioso.
Comenzó en Leon sus estudios en la Medicina , y se
entregó con grande ardor á los trabajos anatómicos ; su
zelo y su gran facilidad en aprender , le hicieron vencer
desde luego todos los obstáculos que presenta esta cien
cia , y le grangearon el aprecio particular de M. A. Pe
tit , cirujano en gefe del hospital general de Leon , que
le asoció á la enseñanza , aunque apenas tenia entonces
veinte años.
Tomo I.
2
En esta época todos se inclinaban al estudio de las
ciencias de hechos ; la anatomía y la cirujia se profesa
ban por hombres distinguidos ; el inmortal Desault sobre
salia en esta última parte ; su talento quirúrgico arrastraba
todos los espíritus , y " una multitud de sus discípulos es
tendian en Francia su doctrina. Las convulsiones políti
eas hicieron suspender á Bichat la marcha de sus estudios,
y despues del sitio de Leon se trasladó á París en 1793 ,
donde siguió en el hospital general las lecciones de De
sault , y volvió entonces á tomar el curso de sus trabajos.
Ya instruido en anatomía, se concibe que bajo la direc
cion de un maestro tal , debió hacer rápidos progresos.
Una costumbre establecida en la escuela de Desault,
sujetaba á un cierto número de discípulos á recoger cada
uno en su turno la leccion pública , y redactarla á ma→
nera de estracto , el que se leía al tercer dia despues de la
leccion. Este método tenia la ventaja de presentar segunda
vez los preceptos quirúrgicos de que debia penetrarse el
discípulo.
Un dia que Desault habia hablado estensamente so
bre la fractura de la clavícula , enfermedad que recuerda
uno de sus mas bellos triunfos en Cirujia , el discípulo
encargado del resúmen estaba ausente ; el cirujano ayu
dante invitó á los númerosos oyentes para substituirle,
se presenta Bichat , y por la exactitud de su estracto , órt
den , solidez de sus razones , y finura de sus conceptos,
que presentados con modestia se dirijian á perfeccionar
el proceder, empleado para la postura de la fractura de
la clavícula , probó su superioridad , y dió á conocer to
do lo que se podia esperar de su talento.
Desault instruido de lo que habia pasado , manifestó
bien pronto deseo de conocer á Bichat ; algunos mo
mentos de conversacion le confirmaron en la idea fa
vorable que habia formado de él. Desde entonces dividió
con él sus trabajos teóricos y prácticos , y le admitió en
3
su casa como un hijo suyo y un ainigo. En esta situaciou
dotado Bichat de una gran facilidad , y ayudado de los
conocimientos que habia ya adquirido , calculó sin duda
sus fuerzas, y supo apreciar la benevolencia que le pro
fesaba Desault, No faltaba nada para inflamar su imagi
nacion , y dar á su talento un nuevo vuelo , que debia ha
cerle superar todas las dificultades. Asi, sin conocerlo ,
hacia mas que lo que Desault parecia exigir de él ; su ac
tividad suplia siempre. á las nuevas ocupaciones que daba
á su maestro su grande reputacion. Para dar una idea
de su ardor por. el trabajo , citaré el siguiente pasage de
Buisson . " La variedad de sus ocupaciones, era el único
descanso que se permitia. Ademas del servicio de cirujano
esterno que desempeñaba en el hospital, estaba encar
gado de visitar todos los dias en la poblacion una parte
de los enfermos de Desault, de acompañarle a todas par
tes para ayudarle en las operaciones, y responder por es
crito á un gran número de consultas. que reinitian de los
departamentos, y cuando habia gastado el dia en traba
jos de esta especie , pasaba aun una parte de la noche ayu-.
dando á Desault en sus investigaciones sobre diversos
puntos de Cirujia." Este ilustre práctico habia emprendido
en los últimos períodos de su vida , un tratado muy es
tenso de enfermedades de los huesos. Antes de cada lec
cion debia presentar por escrito la esposicion metódica
de la doctrina de diferentes autores desde Hipócrates has
ta nuestros dias , sobre el punto de que se iba á tratar .
Bichat fué encargado tårnbien de hacer este trabajo , aña
diéndosele á tantos otros ; y lo desempeñó con una exac
titud tan completa como si hubiese consagrado á él todo
su tiempo. Su prodigiosa facilidad le proporcionaba mo
mentos libres enmedio de tantas ocupaciones , y estos
momentos tan cortos los empleaba ya en perfeccionar
por la diseccion sus conocimientos anatómicos , ya en
ejercitarse en las operaciones, ya en discutir con sus ami
*
4
gos algun punto de Cirajia ó filosofía. Tales eran las nu
merosas ocupaciones que consumian todos los momentos
de Bichat , cuando en 1795 una muerte inesperada ar
rebató á Desault. i¡ Qué pérdida para Bichat , y cuán
sensible le fué !, porque perdia a la vez su protector y su
mejor amigo. Movido por sentimientos nobles y genero
sos , se hizo en seguida el apoyo de la viuda , y del hijo
de su bienhechor , y despues de haber pagado el justo tri у
buto del reconocimiento y de la amistad , dió á luz el ta
A
que hacia hoinenaje á la memoria , á las virtudes , y á
los talentos del autor. En 1797 queriendo ordenar los
principios de la doctrina de su maestro , reunió los dife lp
rentes puntos dispersos acá y allá en los escritos periódi la
cos de entonces, para formar una obra de dos volúmenes
en octavo con este título. Obras quirúrgicas de Desault,
ó Esposicion de su doctrina y de su práctica en el trata
miento de las enfermedades esternas.
Si en esta recopilacion Bichat no habia espuesto aun C
FISIOLÓGICAS
SOBRE
la Vida y la Muerte.
PARTE PRIMERA .
1 ARTICULO I.
원
SI.
Division de la vida en animal y
orgánica. ( 1 ) , (2).
La vida considerada en su totalidad , y examinada
mas circunstanciadamente nos presentà dos modificacio
S III. 3
ARTICULO III.
SI.
De la armonia de accion en la vida
animal.
S II.
ARTICULO IV.
nas
Diferencias generales de las dos vidas con
respecto á la duracion de su accion.
Acabo
cabo de indicar uno de los grandes caractéres que
distinguen los fenómenos de la vida animal de los de la
orgánica. No es á mi parecer menos importante el que
voy a examinar ahora ; y consiste en la intermitencia
periódica de las funciones esternas , y en la continua 1
cion no interrumpida de lasinterna's. si !
SI.
Continuidad de accion en la vida orgánica.
La causa que suspende la respiracion y la circula
cion , suspende y aun destruye la vida por poco que se
prolongue. Todas las secreciones se ejecutan sin interrup
cion , y si algunos periodos de reinision se observan en
ellas , como en la bilis fuera del tiempo de la digestion ,
y en la saliva fuera del de la masticacion , &c.; estos
periodos no influyen mas que sobre la intensidad , y no
sobre el completo ejercicio de las funciones. La eshala .
cion y la absorcion se suceden sin cesar , y nunca la nu
tricion está en inaccion ; el doble movimiento de asimi
49
lacion y desasimilacion que produce , no conoce mas tér
mino que el de la vida.
En este encadenamiento contínuo de fenómenos or
gánicos , cada funcion tiene una dependencia inmediatal
de las que la preceden. La circulacion que es el centro,
de todas está siempre unida proximamente á su ejercicio;:
si se turba las otras se debilitan , y cesan cuando la san
gre queda inmóvil. Lo mismo se observa en los movi
mientos sucesivos de las numerosas ruedas , de un relox
los que cesan , cuando se para la péndola que las pone "
á todas en movimiento . La accion general de la vida or
gánica no depende solamente de la accion particular del
corazon , sino que tambien cada funcion se encadena por
sí á todas las otras : sin secrecion no hay digestion , sin)
exhalacion no hay absorcion , y sin digestion tampoco
hay nutricion.
Podemos á mi parecer , indicar como carácter gene-,
ral de las funciones orgánicas su continuidad , y la mú
tua dependencia que tienen las unas de las otras.
S II.
1
Intermitencia de accion en la vida animal.
S III.
Soul .
ARTICULO V.
S II.
El hábito embota el sentimiento.
He dicho ya que el hábito tiene la propiedad de em
botar el sentimiento , y reducir siempre el placer ó el do
lor á la indiferencia que es su término medio . Pero antes
de probar esta asercion notable , será bueno fijar su sen
tido. El dolor y el placer son absolutos ó relativos ( 1 ).
El instrumento que despedaza nuestras partes , y la intia.
macion que las ataca , causan un dolor absoluto ; y el coito
es un placer de la misma naturaleza. La vista de una
hermosa campiña nos embelesa , pero este placer es rela
tivo al estado actual en que se halla el alma : porque pa
ra los que habitan por mucho tiempo aquella campiña su
S IV . 1
ARTICULO VI.
.
Diferencias generales de lasdos vidas con
relacion áά lo moral.
Tomo I.
1
66
SII .
(1) Bichat en este párrafo parece que dice, que las percepciones
que producen en nosotros las pasiones , pasan directamente y sin
el intermedio del cerebro , desde los sentidos á los órganos que él
supone afectados por ellas. No se puede creer que sea este su pen
samiento. El párrafo que sigue debe ayudarnos à comprenderle , y
vamos á intentar desarrollarle por medio de un ejemplo.
Sobreviene un suceso : un hombre se instruye de él por medio
de sus sentidos ; examina el hecho en sí mismo , y en sus relacio
nes con los hechos antecedentes y futuros ; su juicio pesa las di
versas consecuencias , y se las presenta muy desventajosas. He
aqui , como dice Bichat , una série de fenómenos intelectuales , des- :
provistos de todo interés, que puede verificarse en este individuo
cualquiera que sea el hombre , afectado por un acontecimiento so
bre el que dirije su atencion. Se ve que este hombre abandonado
es el mismo ; entonces solo porque tiene consciencia el corazon
en él está afectado simpáticamente ; sus movimientos se hacen mas
rápidos y mas fuertes , envian al cerebro una mayor cantidad de
68
término nî su orígen en los diversos órganos ; y que por
el contrario las partes que sirven para las funciones in
ternas , sean constantemente afectadas por ellas , y aun
las estimulen segun el estadò en que se hallan. Esto es
lo que nos manifiesta la rigorosa observacion .
Digo desde luego que el efecto de toda especie de
pasion constantemente estraño á la vida animal , es pro
ducir un cambio , una alteracion cualquiera en la vida
orgánica. La cólera acelera los movimientos de la circu
lacion y multiplica en una proporcion por lo comun in
calculable el esfuerzo del corazon , egerciendo su influen
cia sobre la fuerza y rápidez del círculo de la sangre. Sin
modificar tanto la circulacion , la alegría la cámbia sin
embargo ; desarrolla sus fenómenos con mas plenitnd , la
acelera ligeramente, y la determina ácia el órgano cutá
neo. El temor obra en sentido inverso , es caracterizado
por una debilidad en todo el sistema vascular ; debilidad
que impidiendo á la sangre llegar á los capilares, produ→
ce aquella palidez general que se observa entonces en el
esterior del cuerpo , y en particular en la cara. El efecto
de la tristeza y del pesar es igual con corta diferencia.
Es tal el influjo que egercen las pasiones sobre los
· 72
za y el odio, entonces se dirige sobre la region del com
razon , del estómago, y de los intestinos,
El actor que cometiese una equivocacion de esta na
turaleza , y que hablando de pesares refiriese los gestos
á la cabeza , ó los concentrase sobre el corazon para de
mostrar un esfuerzo de sú talento , haria una ridiculez tan
fácil de percibir , como dificil de comprender. <
El lenguage vulgar distinguia los atributos respecti
vos de las dos vidas, en tiempo en que todos los sabios
referian al cerebro como asiento del alma todas nuestras
afecciones. Siempre se ha dicho una cabeza fuerte, una
cabeza bien organizada, para indicar la perfeccion del en
tendimiento ; un buen corazon , un corazon sensible , para
indicar la del sentimiento. Estas espresiones , el furor
circula por las venas ; la bilis se exalta ; la alegría conmueve
las entrañas ; los celos derraman su veneno en el cora
zon , & c. &c. no son metáforas empleadas por los poetas ,
sino la espresion de lo que existe realmente en la natu
raleza. Asi todas estas espresiones tomadas de las fun
ciones internas entran especialmente en nuestros cantos,
que son por consiguiente el lenguage de las pasiones de
la vida orgánica , como el habla comun es el del enten
dimiento, y de la vida animal.La declamacion ocupa el
medio , pues anima el lenguage frio del cerebro por el
idioma espresivo de los órganos internos del corazon ,
del higado y del estómago , & c.
La cólera y el amor inoculan , para esplicarme asi,
en los humores , y con particularidad en la saliva un vi
cio radical que hace peligrosa la mordedura de los ani
inales agitados por estas pasiones, las que derraman ver
daderamente en los fuidos un funesto veneno como lo
indica el dicho comun . Las pasiones violentas de la no
driza dan á su leche un carácter nocivo , de donde re
sultan frecuentemente diversas enfermedades al niño. De
aqui proviene que por las modificaciones que la sangre de
la madre recibe de las emociones vivas que esperimenta ,
73
es por donde se debe esplicar cómo éstas influyen so
brc la nutricion , la conformacion , y aun en la vida misa
ma del feto , al cual llega la sangre por el intermedio de
la placenta .
No solo las pasiones obran esencialmente sobre las,
funciones orgánicas , afectando sus vísceras , de un modo
especial, sino que el estado de estas vísceras, sus lesiones,
y las variaciones de sus fuerzas, concurren de un modo
bien demarcado á la produccion de las pasiones. Las re
laciones que las unen con los temperamentos , las eda
des , &c. prueban incontestablemente este hecho.
¿ Quién ignora que el individuo cuyo aparato pul
monal es inuy desenvuelto , cuyo sistema circulatorio go
za de mucha energia , que es como se dice comunmente
muy sanguíneo , tiene en sus afecciones una impetuosi
dad que le dispone particularmente al enojo , á la ira
y al valor ? ¿ Que en los que predomina el sisteina bilioso
se manifiestan mas ciertas pasiones , como la envidia , el
ódio , & c. y que los temperamentos en quienes goza de
una gran energía el sistema linfático , dan á las afeccio
nes una lentitud opuesta á la impetuosidad de los de
temperamento sanguíneo ?
Generalmente hablando lo que caracteriza tal ó tal
temperamento es siempre ésta ú aquella modificacion que
depende en parte de las pasiones , y en parte del estado
de las visceras de la vida orgánica , y el predominio de
una ú otra de sus funciones. La vida aniinal es casi
constantemente independiente de los atributos de los tem
peramentos,
Lo misino decimos de las edades. En el niño la de
bilidad de su organizacion coincide con la tiinidez y la
irresolucion : en el jóven el valor y la audacia se desple
gan á proporcion que los sistemas pulmonar yy vascular
se hacen superiores á los otros ; la edad viril en que el
higado y el aparato gástrico estan mas desenvueltos es
la edad de la ambicion , de la envidia , de la intriga, & c.
Tomo I. 109
74
La misma relacion se observará entre las pasiones y
los órganos de las funciones internas , si se consideran
aquellas en los diversos climas y en las diversas estacio
nes ; pero habiendo ya bastantes médicos indicado estas
analogias , escusaremos repetirlas.
Si del hombre en estado de salud dirigimos nuestras
miradas al hombre enfermo, veremos que las lesiones del
higado , del estómago , del bazo , de los intestinos , del co
razon , &c. producen en nuestras afecciones una multitud
de variedades y de alteraciones , que cesan en el instante
en que la causa que las producia "deja de existir.
Los antiguos que creían que las afecciones tristes se
evacuaban por medio de los purgantes con los malos hu
mores , conocian mejor que nuestros modernos mecánicos
las leyes de la economia animal. ' Desembarazando las pri
meras vias hacian desaparecer la causa de estas afecciones,
y en efecto se observa que la saburra gástrica da á nues
tro semblante un aspecto melancolico.
Los errores de los primeros médicos sobre la atrabilis,
prueban la exactitud de sus observaciones , sobre las rela
ciones que unen á estos órganos con el estado del alına.
Todo pues se dirige á probar que la vida orgánica es
el término donde concluyen , y el centro de donde par
ten las pasiones. Se nos preguntará sin duda ¿ cómo los
vegetales que viven orgánicamente no nos presentan nin
guna señal de ellas ? es porque ademas de faltarles el es
citante natural de las pasiones , a saber , el aparato sen
sitivo esterior , estan desprovistos de órganos internos que
concurran mas especialmente á su produccion , tales como
el sistema digestivo , el de la circulacion general, y el
de las grandes secreciones que observamos en los anima
les ; aquellos respiran por tráqueas , y no por un foco con
centrado , & c.
He aqui la causa porque las pasiones son tan oscuras,
y casi nulas en el género de los zoofitos y de los gusa
nos , & c.; porque a medida que en la série de los anima
>
75
les la vida orgánica se simplifica mas , perdiendo todos
sus órganos importantes, las pasiones decrecen propor
cionalmente.
S III.
Como las pasiones modifican los actos de
la vida animal, aunque tengan su asiento
en la vida orgánica.
Aunque las pasiones sean el atributo especial de la
vida orgánica, tienen sin embargo sobre los moviinien
tos de la vida animal un influjo que es necesario exami
nąr , ya son puestos en accion por ellas , ya exaltan sus
movimientos ,> y ya parece que obran sobre estos de un
modo sedativo.
Veamos á un hombre á quien agitan la cólera y elfu
ror ; sus fuerzas musculares se duplican y triplican , y se
egercitan con una energia que él mismo no puede conte
ner , ¿ dónde pues buscaremos el origen de este aumento ?
.
2 S IV.
Del centro epigástrico : no existe en el
sentido que los autores han entendido.
Los autores jamas han variado de opinion sobre el
foco cerebral: todos los movimientos voluntarios han si
do siempre mirados por ellos como un efecto de sus irra
epigástrica , pero sienten que sus piernas 'no los pueden soste
ner : ¿ se dirá por esto que el sitio donde obra el miedo en estos
individuos es en los músculos estensores de las piernas ? Si la in
troduccion de una bebida caliente en el estómago produce un au
mento en la exhalacion cutánea į se deberá concluir por analogia
que el miedo obrando primitivamente sobre este órgano hace na
81
diaciones ; pero no estan igualmente acordes sobre el
foco epigastrico , los unos le colocan en el diafragma;
otros en el piloro , y algunos en el plexo solar del gran
simpático ( 1 ). Me parece que todos se equivocan sobre
este punto , porque teniendo por iguales el primero y se
gundo foco creen que las pasiones se refieren constante
mente asi como las sensaciones á un centro único é in
variable. Lo que les ha conducido á esta opinion , es la
sensacion de opresion que se esperimenta en las inmc
cer en él el sudor frio que le acompañia algunas veces ? (Magendie).
• (1 ) Este enlazamiento nervioso que trae su origen principal
mente del ganglio semilunar , pertenece á casi todo el sistema vas
cular abdominal cuyas diversas ramificaciones sigue. Es segun se
demuestra diariamente por la diseccion , una de las divisioees del
gran simpático ; pero me parece que las ideas de los anatómi
cos sobre este nervio importante , son muy poco conformes á la
naturaleza.
Todos le consideran como un cordon medular , estendido desde
la cabeza hasta el sacro , que reparte en este tráusito diversas rami
ficaciones al cuello , al pecho y al bajo vientre , siguiendo en su dis
tribucion una direccion análoga a la de los nervios de la espina;
y tomando su origen de' estos nervios segun unos , y segun otros
de los del cerebro. Sea el que quiera el nombre con que se le de
signe ; simpático , intercostal, trisplachnico , &c.; el modo de re
presentarsele es siempre el mismo.
Creo que este modo es enteramente falso, que no existe real
mente ningun nervio análogo al que se designa por estas palabras,
y que lo que se toma por un nervio , no es otra cosa que una série
de comunicaciones entre diversos centros nerviosos , situados á di
ferentes distancias unos de otros .
Estos centros nerviosos són los ganglios. Diseminados en las
diferentes regiones, tienen todos una accion independiente y ais
lada. Cada uno es un foco particular que distribuye en varias di
recciones una multitud de ramificaciones , las que conducen a sus
órganos respectivos las irradiaciones de este foco , de donde toman
>
6. ARTICULO VII.
!!!
S I.
Diferencia de las fuerzas vitales con las
leyes fisicas.
Lo primero que nos presentan las leyes vitales con
sideradas bajo este aspecto , es la notable diferencia que
las distingue devias leyes físicas. Las unas continuamente
variables en su intensidad , energía y desarrollo , pasan
muchas veces con rápidez desde el último grado de aba
timiento , al mas alto punto de exaltacion , se acumulan
y se debilitan alternativamente en los órganos , y bajo
el influjo de las causas más pequeñas toman mil modifi
caciones diversas. El sueño , la vigilia , el egercicio , el
descanso , la digestion , el hambre , las pasiones y la ac
cion de los cuerpos que rodean al animal , &c. todo les
esponeá cada instante á numerosas revoluciones. Al con
trario , las otras fijas, invariables, y constantemente las
mismas en todos tiempos son el principio de una série
de fenómenos siempre uniformes. Comparemos la facul
tad vital de sentir , con la facultad física de atraer , y
veremos que la atraccion está siempre en razon de la
masa del cuerpo bruto en que se observa, mientras que
la sensibilidad cambia sin cesar de proporcion en la mis
ma parte orgánica , y en la misma masa de materia.
La invariabilidad de las leyes que presiden á los fe
nómenos fisicos , permite sujetar al cálculo todas las cien
cias que forman su objeto ; mientras que aplicadas las
matemáticas á los actos de la vida no pueden presentar
jamas fórınulas generales. Se caleula la vuelta de un co
meta , la resistencia de un fluido que corre por un canal
inerte ,'la celeridad de un proyectil, &c.; pero calcular
con Borelli la fuerza de un músculo ; con Keil la veloci
Tomo I. 12
90%
dad de la sangre ; con Jurine , Lavoisier , &c. la canti
dad de aire que entra en el pulmon ; es levantar sobre
arena movediza un edificio sólido por sí mismo ; pero que
cae inmediatamente por faltarle un cimiento seguro.
Esta instabilidad de las fuerzas vitales , y esta faci
lidad que tienen en variar mas o menos á cada instante,
dan á todos los fenómenos vitales un carácter de irregu
laridad que los distingue de los fenómenos fisicos repara
2
bles por su uniformidad : sirvannos de egemplò los flui
dos vivos y los inertes ; estos , siempre las mismos , son
conocidos cuando se han analizado una vez con exacti
tud ; ¿ pero quién podrá decir que conoce aquellos despues
de una sola ó muchas análisis hechas en las mismas cir
cunstancias ? se analiza la orina , la saliva , la bilis , &c.
tomadas indiferentemente de tal ó cual sugeto , y de ઘૂ su
exámen resulta la química animal ; pero no es ésta la
química fisiológica : es , si me es permitido hablar asi , la
anatomia cadavérica de los fluidos. Su fisiologia se com
pone del conocimiento de las innumerables variaciones
que esperimentan los fluidos , segun el estado de los ór
ganos respectivos. No es la misma la orina que se depo
ne despues de la comida , que la que se arroja despues
del sueño ; contiene en el invierno principios de que ca
rece en el estío , en que las secreciones principales se ha
cen por la piel ; el simple tránsito del calor al frio puede
suprimiendo el sudor , y debilitando la exhalacion pul
monal hacer variar su composicion. Lo mismo sucede
con los otros fluidos , cambia á cada instante el estado
de las fuerzas vitales en los órganos que los producen.
Estos órganos deben pues esperimentar cambios contí
nuos en su modo de obrar , y por consiguiente hacer va
riar las sustancias que separan de la sangre.
¿ Quién se atreverá á creer que conoce la naturaleza
de un fluido de la economía viviente , sino lo ha anali
zado en el niño , en el adulto, y en el viejo , en la mu
ger y en el hombre , en las diversas estaciones , durante
91
la tranquilidad del alma, y la borrasca de las pasiones,
que como lo hemos visto , tiene una influencia tan ma
nifiesta en la naturaleza, en la época de las evacuaciones
menstruales , & c. ? ¿ Y qué seria si fuese necesario conocer
tambien las diversas alteraciones de que son susceptibles
los fluidos en las enfermedades ?
La instabilidad de las fuerzas vitales ha sido el eso
collo en que han venido á estrellarse todos los cálculos
de los fisicos-médicos del siglo pasado. Las variaciones
habituales de los fluidos vivos que traen su origen de es
ta instabilidad pudieran ser bien un obstáculo no menos
efectivo para las análisis de los químicos-médicos de es
tos tieinpos.
Es fácil conocer , segun esto , que la ciencia de los
cuerpos organizados debe tratarse de una manera ente
ramente distinta de aquellas que tienen por objeto los
cuerpos inorgánicos.
Seria necesario , para esplicarme asi , emplear un len
guage diferente , porque la mayor parte de las palabras
que trasladamos de las ciencias fisicas á la de la econo
mía animal ó vegetal , nos recuerdan sin cesar ideas que
no tienen conexion alguna con los ' fenómenos de esta
ciencia ,
Si la Fisiologia hubiese sido cultivada por los how
bres antes que la fisica , como la han cultivado despues,
estoy persuadido que hubieran hecho numerosas aplica
ciones de la primera á la segunda; que hubieran visto
correr los rios por la accion tónica de sus riveras , unién
dose los cristales por la escitacion que egercen sobre su
sensibilidad recíproca, y moviéndose los planetas porque
se irritan mútuainente á grandes distancias , &c. Pare
ceria todo esto bien distante de la razon á los que no
vemos en estos fenóınenos sino la gravedad ; ¿ y por qué
no estaremos tan próximos al ridículo , cuando entramos
con esta misma gravedad , á hablar de las afinidades y
composiciones químicas, con un lenguage apoyado todo
*
92
sobre estos datos fundamentales, en una ciencia en que
tienen un influjo muy oscuro ? La fisiologia hubiera he
cho mas progresos , sino hubiera cada uno introducido
en ella ideas prestadas de las ciencias que se llaman acce
sorias; pero que son esencialmente diferentes. ( 1 )
La fisica, la química , & c. tienen conexion , porque
las mismas leyes presiden á sus fenómenos ; pero un in
menso intervalo las separa de la ciencia de los cuerpos
organizados , porque hay una diferencia muy considera
ble entre estas leyes y las de la vida. Decir que la fisio
logia es la fisica de los animales, es dar de ella una idea
sumamente inexacta ; y seria para mi-lo mismo que des
cir que la astronomía es la fisiologia de los astros .
Pero me detengo ya demasiado en una simple digre
sion ; volvamos á las fuerzas vitales consideradas bajo la
relacion de las dos vidas del animal.
S II.
Diferencias entre las propiedades vitales y
las del tegido.
Si se examinan las propiedades vitales de todo ór
(1) Bichat se queja frecuentemente en sus obras del perjuicio
que han hecho á las ciencias fisiológicas, queriendo ilustrarlas en
su estudio con las luces de la fisica. Bichat no era un juez compe
tente para decidir esta cuestion , pues no tenia datos suficientes so
bre estas ciencias , cuyo uso reprueba ; asi todo lo mas que se le
puede permitir , es afirmar que hasta alli se habia hecho de ellas
una mala aplicacion . Aun esta tacha era demasiado general para ser
justa. Se hubiera sin duda sumergido en los errores queriendo apo
yarse sobre las bases poco sólidas de una ciencia que estaba aun en
su infancia ; pero tambien no se puede pasar en silencio, que en
tieinpo de Bichat se debia á los adelantamientos de estas mismas
ciencias la esplicacion de muchos fenómenos muy importantes ; que
se las debia el conocimiento de lo que sucede en la accion de la res
piracion , y el saber por qué medios un cuerpo vivo se mantiene
siempre entre ciertos límites de temperatura , &c. (Magendie)
93
gano viviente , se pueden dividir en dos especies : las
unas sostienen inmediatamente la vida , principian , y
concluyen con ella , ó mas bien forman el principio , y
esencia ; las otras no están unidas á ella sino indirecta
mente, y parecen depender mas bien de la organizacion
y de la testura de las partes.
La facultad de sentir , y la de contraerse espontá
neamente , son propiedades vitales. La estensibilidad у la
contractilidad (facultad de contraerse cuando cesa la es
tension) son las propiedades del tegido; éstas ciertamente
reciben de la vida un aumento de energía ; pero quedan
en los órganos despues que los ha abandonado , y la des
composicion de estos órganos es el único fin de su exis
tencia. Voy desde luego a examinar las propiedades vis
tales.
SIII.
y orgánica.
Es fácil conocer que las propiedades vitales se redu
cen á las del sentido , y movimiento ; pero cada una de
ellas lleva en las dos vidas , un carácter distinto. En la
vida orgánica, la sensibilidad es la facultad de recibir una
impresion ; en la vida animal hay la facultad de recibir
una impresion , y á unas de llevarla á un centro co
mun ( 1). El estómago se hace sensible á la presencia de
los alimentos , el corazon á la llegada de la sangre , el
7
94
conducto escretorio al contacto del fluido que le es pecu
liar ; pero esta sensibilidad termina en el órgano mismo,
y no pasa mas allá. La piel , los ojos , las orejas , las
membranas de la nariz , de la boca , todas las superficies
mucosas en su orígen , los nervios , &c. , sienten la im
presion de los cuerpos que les afectan , y la transmiten
despues al cerebro que es el centro general de la sensi
bilidad de estos diversos órganos.
Asi pues hay una sensibilidad orgânica , y una sen
sibilidad animal : sobre la una giran todos los fenóme
nos de la digestion , de la circulacion , de la secrecion ,
de la exhalacion , de la absorcion , de la nutricion , &c.;
es comun á la planta y al animal ; y el zoofito goza de
ella como el cuadrúpedo mas bien organizado : de la otra
dimanan las sensaciones y la percepcion , del mismo mo
do que el placer y el dolor que las modifican. La per
feccion de los animales está , si me es permitido hablar
de este modo , en razon de la cantidad de esta sensibi
lidad que les ha tocado. Esta especie no pertenece de
ningun modo al vegetal.
La diferencia de estas dos especies de fuerzas sensi
tivas se marca perfectamente por el modo que tienen de
terminar en las muertes violentas , atacando al animal
repentinamente. En efecto , entonces la sensibilidad ani
mal se aniquila de pronto. No queda señal de esta facul
tad en el momento que sobreviene á una fuerte conmo
cion , á una hemorragia considerable , ó á la asfixia;
pero la sensibilidad orgánica permanece por mas ó me
nos tiempo. Los vasos linfáticos absorven todavia ; el
músculo siente igualmente el estímulo que le escita ; las
*
( 1 ) Es una idea que seduce á la imaginacion la de dotar á cada
tegido de un modo particular de sensibilad relativo á sus usos. El
ligamento está destinado â oponerse à la desunion de los huesos;
mas deberá éste permanecer insensible á toda especie de escitacion
que no tienda â desunir estas partes, y el dolor no nacerá por con
siguiente sino de la distension ó torsion. Desgraciadamente esta
suposicion no es fundada , y se apoya sobre hechos mal observados.
Es muy cierto que torciendo estos ligamentos se hace casi siempre
gritar al animal ; pero esto sucede cuando se estiran al mismo tiem
po algunas partes próximas dotadas de sensibilidad. Cuando no està
advertido, y que se hace el esperimento con las precauciones con
venientes , se puede torcer , estender y desgarrar el ligamento sin
que el animal parezca que lo siente. (Magendie) .
97
sus gritos manifiesta que siente la impresion ( 1 ).
Hemos visto que es propio de la costumbre obrar em
botando la viveza de la sensacion , y transformar en sen .
saciones indiferentes todas las de placer ó de dolor; v. g. ,
los cuerpos estraños producen sobre las membranas mu
cosas, una impresion molesta en los primeros dias de su
contacto , y desarrollan alli la sensiblidad animal ; pero
poco aá poco esta se gasta , y queda solo la orgánica . Asi
pues la uretra siente la sonda mientras que permanece
en ella , cuya permanencia va constantemente acompa
ñada de un aumento de accion en las glándulas muco
sas , de donde se origina una especie de catarro ; pero el
sugeto , solo en los primeros momentos siente la impre
sion dolorosa de su contacto .
... Continuamente la inflamacion , exaltando en una par
te la sensibilidad orgánica , la transforma en sensibilidad
animal. Asi pues , los cartilagos , las membranas sero
sas , &c. que en el estado ordinario no gozan sino aquel
oscuro sentimiento necesario para su nutricion , adquie
ren entonces una sensibilidad por lo regular mas viva
que la de los órganos á quienes es natural. है¿ .Y por qué?
porque la inflamacion tiene la propiedad de acumular las
fuerzas en una parte , y esta acumulacion basta para
cambiar el modode ser de la sensibilidad orgánica que
no se diferencia de la animal , sino por su menor propor
cion. Con arreglo a todas estas consideraciones , es evi
dente que la distincion establecida arriba en la facultad
de sentir , se funda , no sobre su naturaleza , pues siem
pre es la misma , sino sobre las diversas inodificaciones
i
gendie )
Tomo I. 13
98
de que es susceptible. Esta facultad es comun á todos los
órganos ; todos gozan de ella , y ninguno es insensible;
forma su verdadero carácter vital ; pero mas o menos
abundantemente repartida en cada uno , les da un modo
diferente de existencia : ninguno goza de ella en una mis
ma proporcion , y tiene mil grados diversos.
En estas variedades hay una medida , cuyo término
mas alto es el cerebro , y el mas bajo el órgano escita
do que recibe y percibe la sensacion sin transmitirla á
aquele
Si para llevar adelante mi idea pudiese usar de una
éspresion vulgar , diria que distribuida en tal- dósis en
un órgano , la sensibilidad era animal , y que en otra
inferior era orgánica ( 1 ) ; pero lo que varía la dosis de
sensibilidad es unas veces el orden natural en el que la
piel y los nervios gozan de mas sensibilidad que los ten
dones, cartílagos, & c.; y otras las enfermedades , pues
aumentando estas la dosis de sensibilidad de los segun
dos , como en el caso de la inflamacion , los iguala y los
hace superiores á los primeros. Como son infinitas las
causas que pueden á cada instante aumentar o disminuir
esta fuerza en una parte , puede á cada momento ser ani
mal ú orgánica. Hé aqui por qué los autores que la han
hecho objeto de sus esperimentos han obtenido resulta
dos tan distintos; pues que los unos hallan insensible la
dura madre , el periostio , & c. en donde otros observan
una suma sensibilidad .
S IV.
no absorven, los otros tres tienen por objeto hacer ver que los lin
fáticos absorven .
En el primer esperimento inyectaba agua tibia en una asa de
103
La ciencia del médico en la aplicacion de los resolu
tivos , consiste en hallar un término medio , y resta
intestino , sin que la sangre que volvia por la vena apareciese por
esto ni mas diluida ni mas ligera que antes. No es posible , ó por 10
menos facil juzgar por la simple vista , si la sangre contiene ó no
una cierta cantidad de agua absorvida , y que debe ser proporcio
nalmente bastante pequeña si se considera toda la sangre que atra
viesa las venas mesentericas en el tiempo necesario para la absor
cion del líquido. Hunter ligó en el mismo esperimento la arteria
que se hallaba en la asa intestinal , y examinó el estado de la vena .
No se hinchó , y su sangre no se volvió mas aquosa. ¿ Pero despues
de esta ligadura continuó verificándose en esta asa de intestino,
que aun tenia sin duda vasos linfáticos ? Esto es lo que no nos dice
el autor. ܶ¿ ܐCómo pudo por otra parte creer que la vena continuaría
su accion estando ligada la arteria ?
En el segundo esperimento inyectó Hunter leche eu una asa
intestinal, y no pudo hallar 'este líquido en la sangre de las venas
mesentericas ; pero en la época en que se hizo este esperimento
estuvo bien lejos de poder hallar en la sangre una cantidad muy pe
queña de leche ; y aun en el dia con todos los socorros de la quí
mica se hallará con dificultad una pequeña cantidad que se haya
mezclado directamente. Estos dos esperimentos no prueban pues
nada contra la absorcion de las venas ; en cuanto a los que cita en
favor de la absorcion 'verificada por los linfáticos no son mas con
vincentes. Me contentaré con referir uno solo . ' ;
Introdujo en una parte de intestino vacío una cierta cantidad
de leche caliente 7, y la contuvo por ligaduras. Las venas que se es.
parcian en esta asa fueron desocupadas de su sangre por muchas pi
caduras hechas en su tronco . Las arterias correspondientes fueron
ligadas. Volvió a poner en seguida las partes en el vientre , y des
pues de media hora las sacó. Habiéndolas examinado con atencion
halló que las venas estaban casi vacías, y que no contenian ningun
។
fluido blanco , al paso que los vasos lacteos estaban llenos. ¿ Pero
este fluido blanco que los llenaba no podia ser el quilo mas bien
que la leche ? ¿ No podía estar contenido antes de la inyeccion de
este líquido ? Supuesto que el trató de determinar lo que pasa du
rante la absorción en los vasos linfáticos , era menester principiar
por examinar el estado de estos vasos antes del esperimento. Esto
es pues lo que no ha hecho Hunter , y lo que ha hecho su esperi
mento enteramente insignificante. Por lo demas no es muy admira
ble que el haya 'tomado el quilo por la leche , puesto que se ha te
nido por mucho tiempo ésta por quilo. Flandrin , profesor de la
escuela de Veterinaria de Alfort , ha repetido muchas veces este
esperimento de Hunter ; pero desde luego ha tenido cuidado de
104
blecer la accion de estos vasos , ya aumentándoles nuevas
fuerzas , ya disminuyendo en parte las que tienen, segun
nueva ligadura. Cubierta el asa con un lienzo fino fue vuelta á colo
car en el abdomen ; seis minutos despues los efectos del veneno se
manifestaron con su intensidad acostumbrada. /
SV .
1
114
cuerpos vivos , nos presenta como la sensibilidad , dos
grandes modificaciones muy diferentes entre sí , segun
la examinamos en los fenómenos de una u otra vida. Hay
una contractilidad animal , y una contractilidad organica.
La una esencialmente sujeta al influjo de la voluntad,
tiene su orígen en el cerebro , recibe de él las irradiacio
nes que la ponen en accion , deja de existir cuando los
órganos en donde se observa , no se comunican con él
por los nervios , participa constantemente de todos los
estados en que se halla , tiene esclusivamente su asiento
.
en los músculos que se llaman voluntarios , y preside á la
locomocion , á la voz , á los movimientos generales de la
cabeza , del toraz , del abdomen , &c. La otra no depen
diendo de un centro coman , tiene su principio en el ór
gano misinò que se mueve , está fuera de los límites de
los actos voluntarios , y dá origen á los fenómenos diges◄
tivos , circulatorios , secretorios , absorventes , nutriti
vos, &c.
Una y otra , asi como las dos especies de sensibilidad
son esencialmente distintas en las muertes violentas , que
destruyen repentinamente la contractilidad animal , per
mitiendo aun á la orgánica que se egerza por mas ó me
nos tiempo ; lo son tambien en las asfixias , imágenes tan
semejantes á la muerte , y en que la primera está ente
ramente suspensa , permaneciendo la segunda en activi
dad ; lo son en fin en las parálisis que se producen arti
ficialmente , ó que la enfermedad ocasiona en un miembro,
y en las cuales todo movimiento voluntario cesa quedan
do ilesos los movimientos orgánicos.
Ambas especies de contractilidad, se unen á la espe
cie correspondiente de sensibilidad , de quien son por de
cirlo asi , un efecto. Las sensaciones de los objetos este
riores , ponen en accion la contractilidad animal. Antes.
que la contractilidad orgánica del corazon se egerza , su
sensibilidad ha sido anteriormente escitada por el aflujo
de la sangre.
115
Sin embargo la relacion no es la misma en las dos
especies de facultades. La sensibilidad animal puede eger
cerse por sí sola , sin que la contractilidad análoga entre
precisamente por esto en egercicio ; hay una relacion ge
neral entre la sensacion y la locomocion ; pero ésta rela
cion no es directa y actual ; por el contrario la contrac
tilidad orgánica nunca se separa de la sensibilidad de la
misma especie. La reaccion de los conductos escretorios
está inmediatamente unida á la accion que egercen sobre
ellos los fluidos segregados : la contraccion del corazon
sobreviene indispensablemente á la presencia de la san
gre: asi es , que ningun autor ha aislado estas dos cosas
en sus consideraciones , ni aun en su lenguage. La irri
tabilidad designa al mismo tiempo la sensacion escitada
en un órgano por el contacto de un cuerpo , y la contrac
cion del órgano rehaciéndose sobre este cuerpo .
La razon de esta diferencia en la relacion de las dos
especies de sensibilidad y contractilidad , es bien sencilla:
no hay en la vida orgánica ningun intermedio en el eger
cicio de las dos facultades ; el órgano mismo es el térmi
no en donde concluye la sensacion , y el principio de don
de parte la contraccion. En la vida animal , por el con
trario , hay entre estos dos actos funciones intermedias,
las de los nervios y del cerebro , funciones que pueden
interrumpiéndose , interrumpir la relacion.
A la misma causa debe reducirse la siguiente obser
vacion , á saber : que existe siempre en la vida orgánica
una rigorosa proporcion , entre la sensacion y la contrac
cion , mientras que en la vida animal la una puede estar
exaltada o disminuida , sin que la otra se resienta.
116
S VI,
líquido.
He hecho evidente el mismo fenómeno de otro modo : he intro
ducido en la arteria crural la estremidad de una geringa llena de agua
á treinta grados ; empujé lentamente el embolo y bien pronto la san
gre salió por la abertura de la vena , al principio sola , y despues
mezclada con el agua , y formando un chorro tanto mas considera
ble , cuanto mayor fué la compresion del embolo.
>
int
,
adq
de
a
menti ,
te
ens
min
uie
rn
ren
ندادیں۔
1
142
--73 si Onr 3 ) 972s 15155 " Iraj :
ed Solo ' -.
Solo : ' ,
S VIIL.
01 201 v
9 Resúmen deo:las...propiedades
:6
de los
tilfi's: 'You oto's
S
1. ( i )
Contractilidad. IAnimal.
22
12
Sensible .
Orgánica. 22
1. Insensible.
22 Estensibilidad .
Del tegido. 20
Contractilidad. (1)
aparato particular.imp
col sita un cons
2016 , Sin ciencia de las re
Division
ksiones
Sensibilidad .. ; 6.sensibilidad general
y comnn á todo ser viviente : no
tiene un órgano especial, y sa
las
por
.:
3.a Caloricidad ..
1
146
servo únicamente que si estas divisiones hubieseń sidó
claras y exactas ; si las palabras sensibilidad , irritabili
dad , tonicidad , & c. hubiesen ofrecido á todos el mismo
sentido , no hallariamos en los escritos de Haller , de
Lecat , de Wyth , de Haen', de todos los médicos de
Montpeller , & c. una multitud de disputas estériles para
la ciencia , y molestas para los que la estudian .
ARTICULO VIII, 10 %
961
en ? vi
147
• !' ! , !? omnes 7 ° 57 met
S 1.
si
S II.
La locomocion existe en el feto, pero
pertenece en él a la vida orgánica.
12
Al ver en los animales la estrecha conexion que hay
entre estas dos divisiones, es decir, entre las sensaciones
y todas las funciones que dependen de ellas por una par
te , y la locomocion y la voz por otra , se inclinará cual
quiera á creer que las uñas están constantemente en re
lacion directa con las otras , y que el movimiento volun
tario crece ó se disminuye siempre á proporcion que el
--sentimiento de lo que rodea al animal crece ó disininuye
en él; porque el sentimiento proporcionando los mate
riales de la voluntad en donde aquel no existe , tampoco
existe ésta , ni los movimientos que dependen de ella. De
inducciones en inducciones llegaremos á probar que los
-músculos voluntarios deben carecer de accion en el feto,
y que por consiguiente toda especie de movimiento en el
tronco ó en los miembros , no puede existir en él. "
Sin embargo se mueve , y aun á menudo fuertes sa
cudidas son el resultado de sus movimientos ; sino produ
ce sonidos no es porque los músculos de la laringe estén
pasivos , sino porque le falta el medio necesario á esta
funcion . ટ¿ Cómo pues combinar la inercia de la primera
parte de la vida animal , con la actividad de la segunda?
Vedlo aqui.
Hemos visto hablando de las pasiones, que los múscu
los locomotores , es decir , los de los miembros del tron
co , aquellos en una palabra distintos del corazon , del
estómago , &c. son puestos en accion de dos modos;
primero, por la voluntad ; segundo,, por las simpatias.
Tomo I. 20 .
154
Este último modo de accion se verifica cuando con mo
tivo de la afeccion de un órgano interior , se afecta tam
bien el cerebro , y determina movimientos entonces in
voluntarios en los músculos locomotores ; asi cuando una
pasion lleva su influjo sobre el hígado , el cerebro escita
do simpáticamente , escita los músculos voluntarios ; en
tonces es cuando existe verdaderamente en el hígado , el
principio de sus movimientos , los cuales en este caso son
de la clase de los de la vida órgánica ; de modo que es
tos músculos , aunque puestos siempre en accion por el
cerebro , pueden sin embargo pertenecer alternativamente
en sus funciones , á una y otra vida,
Despues de lo dicho es fácil concebir la locomocion
del feto ; que no es en él como lo será en el adulto una
porcion de la vida animal ; su egercicio no supone vo
luntad preexistente que la dirija y regle sus actos ; la lo
comocion es pues un efecto puramente simpático que tie
ne su orígen en la vida orgánica.
Todos los fenómenos de esta vida se suceden enton
ces, como vamos á ver, con una rápidez estrema ; mil mo
vimientos diversos se encadenan sin cesar , en los órga
nos de la circulacion y nutricion ; todo está en ellos en
una accion muy enérgica ; pero esta actividad de la vida
orgánica supone frecuentes influjos egercidos por los ór
ganos interiores sobre el cerebro , y por consiguiente nu
merosas reacciones producidas por este mismo sobre los
músculos que se mueven entonces simpáticamente.
El cerebro es tanto mas susceptible de afectarse por
esta especie de influjos , cuanto está entonces mas desar
rollado á proporcion de los demas órganos , y que está
pasivo respecto á las sensaciones.
Se concebirá pues ahora lo que son los movimientos
del feto Pertenecen á la misma clase que muchos de los
del adulto , que aun no se distinguen lo bastante : son
los mismos que los producidos por las pasiones sobre los
455
músculos voluntarios ; se parecen á los de uno que duer
" me , y que sin que ningun sueño agite el cerebro , se
mueve con mas o menos fuerza. Por egemplo nada mas
"
comun que observar violentos movimientos en el sueño
que sucede á una digestion trabajosa ; esto sucede porque
estando el estómago en una accion viva , obra sobre el
cerebro , el cual poné en actividad los músculos locomo
tores.
En atencion á esto, distinguiremos bien dos especies
de locomociones en el sueño ; una por decirlo asi , volun
taria , producida por los ensueños , es una dependencia de
la vida animal ; y la otra efecto del influjo de los órga
1 nos internos tiene su principio en la vida orgánica , á
8 quien pertenece , y esta es precisamente la del feto.
S III.
Desarrollo de la vida animal, y educacion
de sus órganos.
Un nuevo modo de existencia principia para el niño
cuando ha salido del cláustro materno . Diversas funcio
nes se agregan á la vida orgánica , cuyo conjunto se
hace mas complicado y cuyos resultados se multiplican.
SIV.
SV.
Leyes de la educacion de los órganos de
la vida animal.
SAVI.
011
de la vida animal.
1 7"
La educacion de los órganos de la vida animal se
prolonga durante cierto tiempo sobre el cual influyen
muchas circunstancias para poderle determinar ; pero lo
que hay de notable en esta educacion es que cada edad
parece estar consagrada á perfeccionar ciertos órganos
mas particularmente. conge C "I 122
En la infancia los sentidos están especialmente edu
cados ; todo parece referirse al desarrollo de sus funcio
mes : rodeado el niño de cuerpos nuevos para él , procura
conocerlos todos ; tiene , si me es permitido espresarme de
este modo , en una continua ereccion los órganos que es
tablecen las relaciones entre él y lo que le rodea : asi es
que se halla en él, muy pronunciado todo lo que tiene re
lacion con la sensibilidad. El sistema nervioso comparado
con el muscular , es proporcionalmente mas considerable
que en todas las edades siguientes, al paso que despues
*
la mayor parte de los demas sistemas predominan sobre
éste. Se sabe que para ver bien los nervios , se escogen
siempre los cadáveres de los niños. T
A la educacion de los sentidos se une necesariamente
()+)
171
la perfección de las funciones del cerebro que tienen re
lacion con la percepcion. }
" A proporcion que la suma de las sensaciones se au
menta , la memoria y la imaginacion principian á entrar
eh actividad. La edad que sigue á la infancia es la de la
educacion de las partes del cerebro que tienen relacion
con ellas : entonces existen por un lado bastantes sensa
ciones antecedentes , para que fa una pueda egercitarse
en representarnoslas ; y la otra encuentre alli el typo de
las sensaciones ilusorias que nos presentas Por otra parte,
la poca actividad del juicio en esta época favorece la
energía de accion de estas dos facultades ; entónces así
como en la revolucion que ocasiona la pubertad, los nue→
vos gustos que produce , y los deseos que crea estienden
la esfera de la segunda. aohhi meg 20 ngà
9 Cuando la percepcion la memoria y la imaginacion
1
se han perfeccionado de modo que su educacion ha com>
cluido , principia la del juicio , ó mas bien se hace mas
activa , porque desde que hay materiales ya se egerce.
En esta época las funciones de los sentidos y una parte
de las del cerebro no tienen nada que adquirir: todas las
fuerzas se concentran para la perfeccion de éste.
Segun estas consideraciones es evidente que la prime
ra porcion de la vida animal , ó aquella por la cual los
cuerpos esteriores obran sobre nosotros , les por la que
reflejamos esta accion , tiene en cada edad una division
que se forma y aumenta ; que la primeranedad es la de
'la educacion de los sentidos ; que la segunda preside á
la perfeccion de la imaginacion y de la memoria , y que
la tercera tiene relacion con el desarrollo del juicio. *
*
No hagamos pues jamas coincidir con la edad en que
los sentidos están en su vigor , el estudio de las ciencias
que exigen el egercicio del juicio : sigamos en nuestra
educacion artificial las mismas leyes que rigen la educa
cion natural de los órganos esteriores. Dediquemos al niño
172
al dibujo , á la música , &c. al adolescente á las ciencias
de nomenclatura , y á las bellas artes que la imaginacion
tiene bajo su imperio ; al adulto á las ciencias exactas,
á aquellas B en que el raciocinio encadena los hechos, El
estudio de la lógica y de las matemáticas terminaban la
antigua educacion ; y esta era una ventaja entre sus im
perfecciones.
En cuanto á1 la segunda porcion de la vida animal,
ó aquella por la que el animal:
animal se rehace sobre los cuer
pos esteriores , está caracterizada la infancia , por el nú
mero , frecuencia y debilidad de los movimientos ; la edad
adulta por su vigor , y la " adolescencia por una disposi
cion mixta. La voz no sigue estas proporciones , pues
está sujetą sá las influencias que nacen sobre todo de los
órganos genitales. abrurg J.
༔ No me détengo en las diversas modificaciones que
ocasionan á la vida animal los climas , las estaciones , el
sexo , &c. porque han 4 tratado de esto tantos autores,
que dificilmente podria añadir nada á lo que han dicho.
Al hablar de las leyes de la educacion en los órganos
de la vida esterior , he supuesto estos órganos en un es
tado completo de integridad , teniendo todo lo que es ne
cesario para perfeccionarse , y gozando de toda la fuerza
del tegido que les es necesaria ; pero si su testura origi
naria es débil , delicada é irregular; si se observan en
ellos ? algunos vicios desconformacion , entonces estas le
yes no puedenshallar sino una aplicacion imperfecta.
Asi es que el hábito de juzgar no rectifica nada el
juicio , si el cerebro mal constituido presenta en sus dos
hemisferios una desigualdad de fuerza y conformacion ;
asi es tambien como el egercicio frecuente de la laringe,
de los músculos locomotores , & c. no puede suplir jamas
á la irregularidad de acción que produce en ellos una ir
regularidad de organizacion , &c. &c.
173
ARTICULO IX.
orgánica.
SI.
11
12
21,
177
33
1
S II.
3
Desarrollo de la vida orgánica despues
-
del nacimiento.
El feto fuera ya del seno materno esperimenta en
-
su vida orgánica un acrecentamiento notable , esta vida
se complica cada vez mas , y su estension casi se dupli
ca ; muchas funciones que antes no existian se le agre
gan entonces >, y las que ya existian se aumentan . Asi
pues; en esta revolucion notable se observa una ley en
teramente opuesta a la que rige al desarrollo de la vida
2
animal.
.
Los órganos interiores que entran entonces en eger
cicio , ó que aunentan mucho su accion no necesitan edu
cacion alguna , y adquieren de repente una perfeccion á
>
181
ARTICULO X.
Del fin natural de las dos vidas.
. 1,32
Hemos
emos visto principiar las dos vidas del animal en
épocas bastantes distantes una de otra , y desarrollarse
siguiendo leyes enteramente inversas. Voy ahora á des
mostrar su, terminacion que se efectúa tambien de un
modo diferente ; cesando sus funciones en tiempos muy
distintos, presentando cuando concluyén, caracteres tan
diversos como en toda la duracion de su actividad . No
hablaré aqui sino de la muerte natural ; todas aquellas
que sean debidas á causas accidentales formarán el objeto
de la segunda parte de esta obra. poo viie' . ,, 319
m . risiv 1998. 01.in
333
S I. i 212
och
La vida animal es la primera que cesa
en la muerte natural.
La muerte natural es notable porque termina casi
del todo la vida animal, mucho tiempo antes que la or
ganica concluya., -1.in
Considérese al hombre que...
llega" al fin de una dila
tada vejez , muere por partes ; sus funciones esterio
res terminan unas despues de otras ; todos sus sen
tidos se van cerrando succesivamente , las causas ordina
rias de las sensaciones , pasan sobre ellos sin afectarles.
La vista se obscurece , se turba y cesa por último
de transmitir la imagen de los objetos, y ésta es la ce
182
guera senil. Los sonidos afectan desde luego confusamen
te el oido , y bien pronto éste se hace del todo insensi
ble ; la piel contraida , endurecida y privada en parte
de vasos que se han obliterado , no goza ya sino de un
tacto obscuro y poco manifiesto. Por otra parte la cos
tumbre de sentir ha embotado el sentimiento. Todos los
órganos que proceden de la piel se debilitan y mueren;
los cabellos y la barba encanecen . Un gran número de
cabellos cae por la falta de jugos nutritivos. Los olores
1
no producen sobre la nariz sino una debil impresion.
El gusto se mantiene un poco , porque unido á la
vida orgánica tanto como á la animal, es necesario este
34
sentido para las funciones interiores ; y asi cuando to
das las sensaciones agradables abandonan al viejo, cuan
do su falta ha roto ya en parte los vínculos que le unen
con los cuerpos que le rodean , éste permanece aun , y
es el último hilo de que depende la dicha de existir.
Aislado asi el viejo enmedio de la naturaleza , pri
vado ya en parte de las funciones de los órganos sen
sitivos , vé estinguirse bien pronto tambien las del cere
bro. Cesa en él casi del todo la percepcion , por lo mismo
-
que no hay nada que determine el egercicio de sus sen
tidos ; la imaginacion se embota y bien pronto desaparece.
Se destruye la memoria de lo presente ; el viejo ol
vida al momento lo que acaban de decirle , porque de
bilitados sus sentidos esternos , y ya muertos por decir
lo asi , no le confirman lo que su espíritu le enseña. Las
ideas desaparecen cuando las imágenes trazadas por los
sentidos no retienen la impresion. Por el contrario el
recuerdo de lo pasado permanece aun en esta última
edad , pues lo que el viejo sabe de otras veces es lo que
sus sentidos le han enseñado , ó por lo menos lo que le
han confirmado. ( 1)
mayor exactitud los sucesos que hace mucho tiempo han pasado,
do es porque sus sentidos le han transmitido mas fielmente los pri
meros , sino porque estosacontecimientos han producido entonces
en él una impresion mąsviva. Es tan cierto esto , que, la debilidad
de la memoria se observa algunas veces en los viejos que han con-.
servado toda la integridad de sus sentidos. Por otro lado sensacio.
nes muy imperfectas pueden producir una impresion muy viva. Un
inteligente en pinturas, aun cuando su vistas esté muy deteriorada,
esperimenta al ver una bella pintura cien veces mas placer que un
indiferente que la mira con muy buena vista , y conserva ademas
la imagen , cuando el otro hace largo tiempo que la ha olvidado .
No nos acordamos de las cosas sino mientras que en ellas-hay al
guna circunstancia que hace en nosotros una impresion un poco vi.
va ; pero en un mismo suceso esta circunstancia no será igual
para todos los individuos, y es algunas veces la menos interesane
te de todas , por la que un hombre vuelve a recordar un hecho.
(Magendie) , و نیز
184
mente notables por su incertidumbre , como se espresa
con mucha verdad cuando se dice que los viejos son co
mo los niños ; estos dos periodos de la vida son pareci,
dos por la irregularidad del juicio , y no se diferencian
sino por el principio de estairregularidad.
Asi como la interrupción de las funciones del cerebre
en el viejo , es el resultado del abatimiento casi total de
las del sistema sensitivo esterno , tambien la debilidad
1
دن
Si fuese posible formar un hombre parte con los ór
>
ganos de los sentidos y el cerebro de un viejo , y por
otra con los músculos de un jóven , los inovimientos vo
luntarios apenas estarian en el desembueltos porque no
es suficiente que un músculo pueda contraerse , (sino que
185
es menester que su potencia se ponga en accion ; į pero,
cuál será la causa que determine aqui esta accion ?
Es fácil conocer, por lo que acabamos de decir, que
las funciones esteriores se estinguen poco a poco en el
viejo , que la vida animal ha cesado ya casi del todo
cuando la orgánica aun está en actividad. Bajo este res
pecto el estado del animal que la muerte natural va á
aniquilar , se asemeja á aquel en que se hallaba en el
seno de su madre , y aun al del vegetal que no vive sino
interiormente , y para el que toda la naturaleza está en
silencio .
Si recordamos ahora que el sueño disminuye mas de
una tercera parte de su duracion a la vida animal , y si
añadimos este intérvalo de accion á su falta total en los
nueve primeros meses , y á la inaccion casi absoluta á
.
S II.
DE LO CONTENIDO
gault. • pág. 1.
PARTE PRIMERA.
ARTICULO I.
.63
ARTICULO IV .
TOIVOTTA
Will ARTICULO V.
Coimisija 2.2.1
Diferencias generales de las dos vidas con
relacion al hábito. .1.1 . 54.
§ 1. Del hábito en la vida animal. ......idem ..
.
دور از ژن i ja
ARTICULO VI.
SL
. Todo lo que es relativo al entendimien
ARTICULO VII. 13
ARTÍCULO VIII.
"
nica. 173.
§ I. Del' modo de la vida orgánica en el
feto. .idem .
is 。
1
ICACIONES
{
INVESTIGACIONES
Fisiológicas
SOBRE LA VIDA
Y LA MUERTE.
L TY VAEBLE
RODZE T / ADV
IMAERLIGVCKMER
INVESTIGACIONES
FISIOLÓGICAS
SOBRE
LA VIDA Y LA MUERTE.
POR
F. Magendie.
TOMO II.
CON LICENCIA.
MADRID : IMPRENTA QUE FUE DE GARCIA. 1827.
1
i
n
>00€
ARTICULO PRIMERO.
muerte (*)
ARTICULO II.
S I.
Determinar cómo la cesacion de las : funcio
nes del corazon de sangre roja interrumpe
las del cerebro.
(1) Si hay siempre una relacion entre la energia vital del cere
br ) y sus movimiertos alternativos , es porque hay una conexion
constante entre estos movimientos y la llegada de la sangre al ór
gano. Así pues , en vez de considerar este sacudimiento como la
causa escitante del cerebro , i no es mas natural' no ver en el sino
un efecto puramente accidental de la llegada de la sangre arterial,
que todo muestra ser el escitante verdadero ? (Magendie).
14
mente fuera de la situacion ' proporcionada pará ser esci
tado por el corazon ( 1 ). i ܘde mobili relique
Job No + cito observaciones sobre estas especies de casos,
porque todos los autores que han tratado de las heridas
de cabeza nos presentan una multitud de ellas. Me con
tento con advertir que se puede producir artificialmente
el mismo efecto en los esperimentos que se hacen con los
animales. Comprimido y libre alternativamente el cere
bro, está tambien alternativamente en estado de escita
cion ó aplanamiento, según que la sangre le eleva , y le
agita con mayor o menor facilidad o *.nos in
20 Hay diertas especies de reptiles en quienes el co
razon no determina ningun movimiento en la masa ce
rebral: He hecho muchas + veces esta observacion en la
rana; levantando la porcion superior del craneo , y des
cubriendo exactamente el cerebro, no he percibido la me
nor elevación. Se puede en dicha especie , así como en la
de las salamandras , privar ál este órganos enteramente
del aflujo de sangre , sin que por ello cesen en seguida
las funciones , como sucede en todas las especies de san
gre roja y caliente. *
15
dos medios de interrumpir la circulacion general, y ha
resultado siempre de ellos el mismo efecto con relacion
al cerebro . " . W moi ces 119 SIERON !
p . 30. Se observa en general,como lo ha advertido un
médico , que los animalesde cuello largo , en quienes és
tando por lo mismo el corazon mas distante del cerebro
y pudiendo agitar con menos fuerza á este órgano, ties
nen la inteligencia mas limitada , y por consiguiente las
funciones cerebrales mas reducidas; que por el contrario
los que le tienen mas corto , y que están mas inmediatos
el corazon y el cerebro tienen unaenergía mayor en est
te último. Presentan á veces el mismo fenómeno los hom.
bres cuya cabeza está muy distante de los hombros com
parados con los que la tienensmuy cerca de ellos .' ef's
Segun todos estos hechos se puede sin temor de errar
establecer la proposicion " siguiente: á saber , que uno de
los medios por los cuales el corazon de sangre roja man
tiene bajo su dependencia los fenómenos del cerebro,
consiste en el movimienro habituat que impitime á ešte
órgano. HOT ! Si soos ee .999
5 Este movimiento es esencialment diferente de aquel
que nace dela misma causa en las demas vísceras , como
el hígado , el bazo, &c. ;.estas le tienen poco manifiesto
en efecto, y poo et contrariol es muy perceptible en aquel.
Depende esto de que todos los grandes troncos arteriosos
situados en la base del cerebro , hallándose entre él y las
paredes huesosas del craneo , esperimentan enielomomen
to en que se ponen turgentes una resistencia que rechaza
todo el movimiento sobre la masa encefálica ;esta secelea
va por aquella turgencia , como sucede en las diversas es
pęcies de tumores,cuando pasa una arteria considerable
entre ellos, y un plano muy sólidos 24
.) para 12o ;
S II. ܂ ܝ ܀
Determinar cómo la cesacion de las fun--
ciones del corazon de sangre ' negra inter
rumpen las del cerebro.
bus
ARTICULO : III.
I
Del influjo quela muerte delcorazon egerce
sobre la delpulmon.
1
{ )هزار و
El pulsion es. el:asiento de dos especies muy diferentes
de fenómenos. Los primeros enteramente mecánicos son
relativos á los , inovimientos de elevacion y de depresion
*
SI.
Determinar como cesando de obrar el co
razon de sangre negra se interrumpe la
accion del pulmon .
El corazon de sangre negra no tiene visiblemente
ningun influjo sobre los fenómenos mecánicos del pul
mon ; pero contribuye esencialmente á producir los qui
micos,' enviando á este órgano el fuido que ha de reci
bir del aire nuevos principios, y comunicarle los que tie .
ne sobrantes.
S II.
Divividiré
idiré este artículo como los precedentes en dossec
ciones, en una examinaré cómo cesando de obrar el cos
razon de sangre roja interrumpen su accion todos los
órganos ; en la otra investigaré cómo influye la muerte
del corazon de sangre negra en la de todas las partes.
? .LT ܬ، ، ; ' ܐ ' ܐ: f ini
cicio
SI.
Determinar como la cesacion de las fun
ciones del corazon de sangre roja interrum
pe la de todos los órganos.
رو را le
ARTICULO V.
ARTICULO VI .
52
Examinemos en los dos géneros de muerte del pul
mon , como sucede la del corazon.
S I.
Determinar cómo el corazon cesa de obrar
por la interrupcion de los fenómenos me
cánicos del pulmon.
La interrupcion de la accion del corazon no puede
seguirse á la de los fenómenos mecánicos del pulmon
sino de dos modos : 1. , directamente porque la sangre
encuentra entonces en este órgano un obstáculo mecáni.
co efectivo para su circulacion : 2. , indirectamente , por
que el pulmon cesando de obrar mecánicamente , no reci
be ya el alimento necesario para sus fenómenos quími
cos , cuyo fin produce el de la contraccion del corazon.
Todos los fisiólogos han admitido el primer modo de
interrupcion en la circulacion pulinonal; replegados so
bre sí mismos los vasillos no les han parecido propios
para transportar la sangre á causa de los muchos frota
mientos que esperimenta en ellos. Por esta esplicacion to
mada de los fenómenos hydráulicos , es por la que ellos
nos han dado. razon de la muerte que se sigue á una
espiracion muy prolongada.
Goodwyn ha probado que permaneciendo enton
ces el aire en las vesículas aereas en bastante cantidad,
podia dilatarlas suficienteinente para permitir mecanica
mente el paso de este Auido , y que la permanencia pre
ternatural de la espiracion no obra del modo que se cree
comunmente. Este es un paso dado hacia la verdad , pe
ro podemos acercarnos más á ella, y aun tocarla, asegu
rando que esto no sucede solamente porque todo el ai
re no ha sido arrojado del pulmon por la espiracion , y
53
que la sangre circula aun alli con facilidad, sino mas
bien porque los pliegues producidos en los vasillos por el
aplanamiento de las células , no pueden ser un obstáculo
efectivo á su circulacion. Las observaciones y esperimen
tos siguientes confirman á mi parecer sin contradiccion
este hecho.
10 He probado en otra parte que el estado de ple
nitud ó de vacuidad del estómago y de todos los órga
nos cóncavos en general , no produce en su circulacion
ningun cambio aparente ; que por consiguiente la sangre
atraviesa con tanta facilidad los vasos replegados sobre
sí mismos , como estendidos en todas direcciones. ¿ Por
qué ha de resultar un efecto enteramente diferente en el
pulinon de la misma disposicion de las partes ?
2. Hay diferentes vasos en la economía que pueden
alternativamente al arbitrio de nuestra voluntad plegarse
sobre sí mismos , ó dilatarse en todas direcciones , tales son
los del mesenterio cuando se les ha descubierto por una
herida hecha en el abdomen de un animal. Pero en este
esperimento hecho ya para probar el influjo de la direc
cion tortuosa de las arterias sobre el mecanismo de su
pulsacion , si se abre una de las mesentéricas plegándola
y desplegándola alternativamente, saltará la sangre en
uno y otro caso con la misma facilidad , y en dos espa
cios de tiempo iguales derramará la arteria una cantidad
igual de este fluido. He repetido muchas veces y compa
rado estos dos esperimentos sobre la misma arteria , y
siempre he obtenido de ellos el resultado que acabo de
indicar. ¿¡ Pero este resultado no debe ser uniforme en el
pulmon ( 1 ) ? La analogía lo indica , y el esperimento si
guiente lo comprueba.
putado. (Bichat ). --
.59
llos de sus paredes de un modo tan manifiesto ( 1 ) que
tendremos entonces datos suficientes para concluir con
toda certeza que la disposicion tortuosa de los vasos no
puede jamas ser en ellos un obstáculo al paso de la san
gre , y que por consiguiente la interrupcion de los fenó
menos mecánicos de la respiracion , no hace cesar direc
tamente la accion del corazon , sino que la suspende in
directamente, porque los fenómenos químicos ya no pueden
egercerse por falta del alimento que los sostiene.
Habrémos resuelto dos cuestiones si llegamos á de
terminar cómo permanece en inaccion el corazon cuando
estos últimos fenómenos se han destruido. Muchos auto
res han admitido como causa de la muerte que sigue á
una inspiracion muy prolongada, la distension mecánica
de los vasos pulinonales efectuada por el aire enrarecido,
distension que impide la circulacion. Esta causa no es
mas cierta que la de sus pliegues de resultas de la espi
racion ; en efecto inflese el pulmon con una cantidad de
aire mayor que la que recibe en las inspiraciones mas
fuertes , y mantengase este aire en las vías aereas cer
rándole la salida con una llavecita que se adapte à la
traquearteria ; abrase en seguida la carótida y se verá
correr todavía la sangre bastante tiempo con un impetu
igual al que tiene cuando la respiracion está perfecta
( 1). No se concibe cómo Bichat ha pensado en confirmar su
opinion con el egemplo del hydrotoraz. ¿ Quién ignora en efecto
que cuando se forma un derramamiento en la cavidad de una de
las dos pleuras no puede servir ya para la respiracion sino la
porcion del pulmon que está encima del nivel del líquido ; que
cuando el derramamiento ha llegado a lo alto de la cavidad el
pulmon de este lado que no se puede dilatar ya es nulo para la
respiracion ; y que el otro encargado solo de hacer esperimentar á
la sangre las modificaciones necesarias debe ser atravesado por
la mayor parte de este líquido ? Se sabe finalmente , que en este
caso el enfermo no puede permanecer acostado 'un solo intante
sobre el lado sano , porque impidiendo esta postura la dilatacion
del solo pulmon que sirve para la respiracion está muy próximo
& sofocarse. (Magendie ).
60
mente libre ; su curso se 'vá parando poco a poco mien
tras que debia interrumpirse repentinamente , si esta cau
sa , que obra de repente , fuese en efecto la que detiere
la sangre en sus vasos ( 1).
S II.
Determinar cómo el corazon cesa de obrar
por la interrupción de los fenómenos qui
micos del pulmon.
Segun Goodwyn la única causa de la cesacion de
las contracciones del corazon cuando se interrumpen los
fenómenos químicos, es la falta de escitacion del ven
trículo de sangre roja que no halla en la negra un esti
mulo suficiente ; de suerte que segun el modo con que el él
considera la asfixia , la muerte no se verifica entonces,
sino porque esta cavidad no puede ya transmitir nada á
los diversos órganos. Sobreviene casi como en una heri
da del ventrículo izquierdo , ó mas bien como cuando se
liga la aorta á su salida del pericardio. Su principio . y su
origen están esclusivamente en el corazon . Las demas
partes no mueren sino porque no reciben sangre , como
sucede con corta diferencia en una máquina en quien
deteniendo el resorte principal cesan todos los demas de
obrar , no por sí mismos, sino porque no se les ha puesto
en accion .
Por el contrario , creo que en la interrupcion de los
fenómenos químicos del pulmon , hay una afeccion ge
i
( 1) Véase el artículo del influjo del pulmon sobre todas las par
kes Me veo obrigado aqui a deducir consecuencias de principios
que probaré mas adelante ; en efecto es tal et encadenamiento de
las cuestiones que tienen por obgero la circulacion, que es imposi
7
ARTICULO VII.
Acabaro
cabamos de ver que enviando el pulmon sangre ne
gra á las fibras carnosas del corazon , y obrando quizá
sobre los nervios por el contacto de esta sangre , influye
en la asfixia , y en la cesacion de las pulsaciones de este
órgano. Este hecho parece que nos indica de antemano
otro análogo en el cerebro , y la observacion lo prueba
sin duda alguna.
De cualquier modo que se interrumpa la accion pul
monal , y que los fenómenos químicos ó los mecánicos ce
sen unos antes que los otros, siempre la alteracion de los
primeros produce el trastorno en las funciones cerebra
les ( 1 ). Lo que he dicho sobre este punto , relativamen
(1) Hemos hecho ver en una nota anterior que esta fuerza con
tráctil de las arterias no es otra cosa que la elasticidad de sus pa
redes. Se concibe facilmente como obra en este caso para producir
el efecto observado por Bichat , cada porcion de sangre arrojada
por el ventrículo izquierdo se introduce en un sistema de canales ya
llenos , y no puede hallar sitio sino separando sus paredes ; pero
como el impulso se comunica á toda la masa del líquido , todos los
vasos arteriales toman parte en esta dilatacion . Sus paredes al ins
tante que el impulso ha cesado , tiran à rehacerse sobre sí mismas ,
y á espeler por ambas estremidades el esceso de sangre contenida
en su cavidad ; pero por el lado del corazon , es imposible que vuel
va, á causa de la disposicion de las válvulas sigmoideas, y la sangre
se vé obligada à correr por los vasos pequeños. Si al contrario se
corta una arteria , encontrará la sangre mayor facilidad á volver por
87
Es necesario pues , recurrir á un medio mas activo
para impeler esta especie de sangre al cerebro , y este
medio es muy fácil de encontrar. He abierto en un ani
mal la carótida y la yugular; he recogido en una gerin
ga caliente á la temperatura del cuerpo , el fluido que ver
tia ésta última , y le he inyectado en el cerebro por la
primera que habia ligado del lado del corazon para evi
tar la hemorragia. Casi al instante se agitó el animal,
y su respiracion se aceleró ; parecia tener sofocaciones
análogas á las que se presentan en la asfixia ; bien pron
to ésta presentó todos sus síntomas característicos, la vida
animal se suspendió enteramente , el corazon continuó
aun latiendo , hubo circulacion por espacio de media ho
ra , al cabo de la cual la muerte terminó tambien la vi—
da orgánica.
El perro era de un tamaño mediano , se le inyecta
ron con corta diferencia seis onzas de sangre negra con
suavidad , porque no se atribuyese al choque mecánico lo
que no debia ser sino efecto de la naturaleza y de la com
posicion del fluido. Repetí consecutivamente este esperi
mento en tres perros en un mismo dia , y despues en di
ferentes ocasiones en otros muchos ; el resultado ha sido
invariable no solo en cuanto á la asfixia del animal , si
no tambien en cuanto á los fenómenos que acompañan á
la muerte.
20 Pudiera creerse que habiendo salido la sangre de sus
vasos , y estando espuesta al contacto del aire recibe de
este fluido principios funestos , y le comunica aquellos que
eran necesarios para mantener la vida , y que á esta cau
lar de un perro , una onza de aceite de olivas pensando que esta sus
tancia podría circular sin inconveniente con la sangre; pero no su
cedió así , y el animal murió algunos instantes despues de la
inyeccion .
Examinando los órganos despues de la muerte observé que el
aceite habia tapado las últimas ramîficaciones de la arteria pulmonal,
y que habia hecho tainbien cesar la circulacion y la respiracion , im
pidiendo la llegada de la sangre al lado izquierdo del corazon por
las venas pulmonales. Produjo exactamente los mismos fenómenos
que el aceite , una inyeccion hecha con una disolucion un poco es
pesa de goma tragacanto.
Un polvo inerte que no se puede tocar suspenso en agua , pro
7
に
(1) La piel de estos animales parece hacerse entonces un ver
dadero órgano respiratorio. Se sabe ya por los esperimentos de
Spallanzani , hechos sobre los Batracios (*) , que cuando su piel
está en contacto con el aire hay allí formacion de ácido carbónico;
pero en los esperimentos que este sabio hizo para llegar á este re
sultado , habia una cifcunstancia que podia ser una fuente de erro
res ; estraía los pulmones de los animales sobre los que operaba , y
en este caso la sangre de la herida , estando en contacto con el ai
re , debia necesariamente producir ácido carbónico. Mr. Edwards
en sus interesantes investigaciones sobre la asfixia , en los animales
de sangre fria , ha evitado este inconveniente , oponiéndose á la
entrada del aire por las vías ordinarias de la respiracion , valiéndo
se de un pedazo de vegiga aplicada sobre la cabeza y atada fuer
temente al rededor del cuello. Las ranas en este estado han vivido
hasta cinco dias , mientras que las otras colocadas en el agua priva
da de aire morian en menos de doce horas. Una salamandra con
Cresta (*) vivió once dias así estrangulada. En esta época estaba
aun muy viva , aunque su cabeza estaba gangrenada cuando sirvió
para otros esperimentos.
Estos resultados parecen poco conformes con el esperimento de
Hérissant , que en 1707 encerró en cajas empotradas en yeso , tres
sapos de los que dos se encontraron vivos cuando se abrieron las
cajas despues de diez y ocho meses . Sin embargo como en este es
perimento las cajas contenian aire , se podia suponer que este sold
habia bastado para la conservacion de la vida de estos animales,
cuya circulacion es muy lenta. Mr. Edwards varió el esperimento
metiendo los sapos en el yeso mismo teniendo cuidado de compri
mir bien la superficie con el objeto de no dejar ninguna abertura;
sin embargo se encontraron vivos estos animales á los diez y nueve
dias , mientras que otros colocados en el agua privada del aire no
St.
104
#
Acabo de demostrar cómo la interrupcion de los fenó
menos químicos del pulmon destruye las funciones del
C
corazon y del cerebro ; me resta ahora hacer ver que la
sangre roja egerce su influjo no solamente sobre estos
1
dos órganos , sino que todos los de la economía reciben
de ella una impresion funesta cuando es conducida allí
por las arterias eqpy que por consiguiente la asfixia es,
como he dicho , una enfermedad general de todos los ór
ganos. (4
A No volveré á repetir aquí la division de los fenóme→
nos pulmonales en inecánicos y químicos , pues que, prin
cipie la muerte por los unos , ó que principie por los otros,
"
la interrupcion de estos últimos es siempre la que hace
cesar la vida , como ya he probado ; y de ellos solos voy
á tratar.
Pero antes de analizar los efectos producidos por la
cesacion de estos fenómenos en todos los órganos , y por
consiguiente el modo con que la sangre negra obra so
bre ellos ; me parece no será inútil esponer los fenómenos
de la produccion de esta especie de sangre en el instante
en que se interrumpen las funciones del pulmon. Este
parráfo , que parecerá quizá interesante , podia pertenecer
indiferentemente á los dos artículos precedentes, ó á éste.
105
20 + no obal st
orlog !.
SI
9% Ca 9% 10
(1) No es posible estraer por este medio una grande porcion del
aire contenido en los pulmones , porque siendo flexibles las últimas
ramificaciones de los canales aereos , sus paredes se arriman bien
pronto, la una á la otra , y se oponen de este modo á la salida del
aire contenido en las celulas de los bronquios. (Magendie).
109
He observado que en los diversos esperimentos en
que se asfixia á un animal cerrando la llavecita , y rete
niendo de este modo el aire en su pecho durante el es
perimento ; si agita con fuerza esta cavidad con movi
inientos análogos á los de la inspiracion y espiracion , la
coloracion en negro tarda mas en efectuarse, ó mas bien
la coloracion en rojo desaparece con mas lentitud que
şi el pecho permanece inmovil ; sucede esto porque dan
do al aire ciertos sacudimientos , le hacen probablemente
circular estos movimientos por las celdillas aereas, y por
consiguiente presentan mas puntos de su porcion respi
rable á la sangre que debe unirse á ella , ó comunicarle
sus principios que se han hecho heterogeneos por su na
turaleza. Con lo que diré bien pronto acerca de los ani
males que respiran por vegigas , se hará evidente esta
esplicacion .
Paso ahora á tratar de la coloracion roja de la san
gre ennegrecida con los esperimentos anteriores. Los fe
nómenos de que ellos han sido el objeto se verifican du
rante el tiempo que media desde la asfixia á la muerte,
y estos suceden en el intervalo que hay desde la asfixia
á la vida. ABO
1. Si se abre la Hlavecita que ha estado cerrada
por algunos minutos, el aire penetra inmediatamente los
bronquios, el animal espira con fuerza el que estos con
tienen , absorve otro nuevo aire con ansia , y repite
precipitadamente seis ó siete graudes inspiraciones y*** es
piraciones. Si en este tiempo se examina la arteria abier
ta , se vé casi & de repente suceder un chorro de sangre
muy rojo, al negro que antes vertía, y el intervalo que
media de uno á otro es á lo mas de treinta segundos ,
No se necesita mas que el tiempo preciso para que la
sangre negra contenida desde el pulinon hasta la abertu
ra de la arteria se haya evacuado , y en el instante le
sucede la roja. Este fenómeno es el mismo en sentido
inverso al que he indicado anteriormente con respecto á
110
la asfixia por el vacío hecho estrayendo el aire con la
geringa. No se advierten aqui gradaciones succesivas
del negro al rojo ; el tránsito es repentino , y el brillo
del último color parece mas vivo que en el estado na
tural.
29 Si en vez de abrir de pronto la llavecita se deja
entrar el aire en la traquearteria por una hendidura
muy pequeña , la coloracion es mucho menos viva , pero
se efectúa con igual prontitud.
3 t Si se adapta á la llavecita una geringa carga
da de aire , y se introduce este fluido en el pulmon des
pues de haber abierto la llavecita y se cierra en seguida,
la sangre se vuelve roja ; pero de un modo mucho menos
perceptible que cuando la entrada del aire es determina
da por una respiracion voluntaria. Depende esto proba
blemente de que la porcion de aire inyectada por la ge
ringa impele hacia el fondo de las celulas el que ya
existe en el pulmon , mientras que por el contrario si
se abre simplemente la llave , la espiracion arroja desde
luego el aire inutil para la coloracion , y la inspiracion
le reemplaza despues con otro nuevo. El esperimento si
guiente parece que comprueba esta asercion.
4º Si en vez de introducir aire sobre el que ya está
encerrado en el pulmon, se estrae desde luego éste, y se
inyecta en seguida otro nuevo, la coloracion es mas rá
pida , y sobre todo mas viva que en el caso anterior .
"
Es sin embargo un poco menos que cuando el aire se
renueva por la inspiracion y espiracion naturales.
50 Descubierto el pulmon por ambos lados , median
te la seccion lateral de las costillas, continúa aun la cir
culacion por cierto tiempo. Si entonces por medio de la
-
geringa adaptada á la llave de la traquearteria se dila
tan alternativamente las vexículas pulmonales , y se
estrae el aire que contienen, se observan succesivamen
te los colores rojo y negro , y en un grado casi igual
al del esperimento anterior mientras dura la circula
111
cion , y á pesar de la cesacion de toda funcion me
cánica.
Podemos , á mi parecer , deducir de los hechos que
acabo de esponer las consecuencias siguientes :
12 La rapidez con que la sangre se vuelve roja
cuando se abre la llavecita , apenas deja duda de que el
principio que sirve para esta coloracion pasa directamen
te desde el pulmon á la sangre atravesando las paredes
membranosas de las vexículas , y que no podría ésta
- correr un espacio mas largo, v. g. el del sistema absor
vente. Ademas confirmaré bien pronto esta asercion con
otros hechos. 1.
- 22 Se concibe muy bien el célebre esperimento de
Hook , por el cual se aceleran los movimientos debilita
dos del corazon en los asfixiados , óen los animales á
quienes se les ha abierto el pecho introduciendo aire en
su traquearteria, segun la coloracion observada anterior
mente en el mismo esperimento. Penetrando la J sangre
roja las fibras del corazon desvanece la debilidad en que
las puso el contacto de la sangre negra.. 5:
33 No creo que jamás se haya conseguido reanimar
por este 7 medio los movimientos del corazon una vez
destruidos por el contacto de la sangre negra. En vano
lo he intentado siempre , aunque muchos autores preten
den haberlo logrado. Facilmente se concibe esto: en efec
to, para que la accion del aire vivifique el corazon , es
menester que la sangre á quien dá color penetre este ór
gano ; pero si 1 ha cesado la circulacion ¿ cómo podrá su
ceder esto ? 16
❤
Se deben sin embargo distinguir dos casos en la in
terrupcion de la acción del corazon por la asfixia . Al
gunas veces sobreviene el síncope y " suspende el mo
vimiento de este órgano , antes que el influjo de la
sangre negra haya podido producir este efecto ; intro
duciéndose entonces aire en el pulmon es escitado por es
te fluido y despierta simpáticamente al corazon , como
112
sucede cuando una causa ' irritante se aplica en el sín
cope sobre la pituitaria , la cara , &c. Los nervios son
entonces los medios de comunicacion entre el pulmon y
el corazon. Pero cuando éste último ha cesado de obrar
porque la sangre negra penetra su tegido, entonces ya
no es susceptible de responder á la escitacion simpática
que egerce sobre él el pulmon , pues que contiene en sí
la causa de su inercia , y que para superarla - seria me
nester otra que obrase en sentido contrario , quiero de
cir , el contacto de la sangre roja ; pero este contacto se
ha heclio imposible.
He querido asegurarme cuál era el influjo de los di
ferentes gases respirados sobre la coloracion de la san
gre: he adaptado pues al tubo fijado en la traquearteria
diferentes vegigas de las que unas contenian hidrógeno,
y las otras gas ácido carbónico.
El animal espirando é inspirando hace que se en
sanche ó estreche alternativainente la vegiga. Queda al
pronto bastante sosegado , pero al cabo de tres minutos
se le vé que principia á agitarse , la respiracion se pre
>
( 1)
1 Se han hecho estas observaciones en grandes mammiferos,
y no se ha hallado diferencia apreciable en el color. (Magendie ).
1
120
ra que sea el género de muerte , veremos que el pulmon
se entorpece casi siempre , y concluye sus funciones an
tes que el corazon haya interrumpido las suyas. La san
gre dá todavia muchas veces la vuelta á su doble siste
ma , despues que ha dejado de recibir el influjo del aire:
circula , pues , negra por algun tiempo , y por consiguien
te queda tal en todoslos órganos , aunque sea sin embar
go la circulacion mucho menos marcada que en la asfixia,
y esto es lo que establece las grandes diferencias de este
género de muerte de que hablarémos. Nada mas facil
despues de esto que comprender los fenómenos siguientes:
1. Cuando el ventrículo y la aurícula de sangre ro
ja , el cayado de la aorta , &c. &c. contienen sangre siem
pre ' es negra , como lo saben muy bien los que tienen la
costumbre de inyectar con frecuencia.
Egercitando á los alumnos en la práctica de opera
ciones quirúrgicas sobre el cadáver, he visto siempre que
cuando las arterias abiertas no estan del todo vacías , y
que dejan trasudar un poco de sangre , presenta ésta
constantemente el mismo color. 11
2. Los cuerpos cavernosos estan siempre llenos de
esta especie de fluido , ya se hallen en el estado de laxi
tud habitual , ya esten en ereccion como lo he visto en
dos sugetos que llevaron á ini anfiteatro ; el uno habia
sido ahorcado , y el otro habia esperimentado una fuer
te conmocion , á la que parecia habia sucumbido repen
tinainente .
3. Casi nunca es roja la sangre , que dilata mas ó
menos el bazo de los cadáveres , sin embargo el esterior
de este órgano y su superficie concava presentan algunas
veces manchas de un color encarnado inuy vivo , que no
sé bien á qué atribuirlo.
4. Las membranas mucosas pierden con la muerte
el rojo que las caracterizaba en la vida , y adquieren ca
si sieinpre un color obscuro , &c.
5 . Cuando se examina la sangre derramada en el
121
eerebro de los apoplécticos, se halla casi constantemente
negra.
6. La sangre en lugar de dirigirse hácia dentro , vá
á menudo hacia fuera. Toda la cara , el cuello , y algu
nas veces los hombros se hinchan entonces , y se infiltran
de sangre y es bastante comun ver cadáveres , en que
se halla esta disposicion , y en quienes no he visto que
coincida nunca con un derramamiento interno. Pero si
se examina entonces el color de la piel, se verá que es
violado , ó de un inoreno inuy obscuro , indicio manifies.
to de la especie de sangre que la infarta.
No es el reflujo de la sangre venosa el que por este
color produce , como han dicho algunos, este fenómeno,
sino mas bien la detencion de la sangre negra que circu.
4
Tomo II. 16
122
S III.
P
(1) Quizá la falta de exhalacion cutánea que hay en los últimos
momentos de la vida, contribuye algo á la conservacion del calor
animal' ; pero hemos hecho ver anteriormente que hay para produ
cir este fenómeno otras causas mucho mas eficaces. Esta falta de
exhalacion unida á la inacción de los órganos secretorios , en el muy
corto tiempo en que la sangre negra corre por las arterias , es una
causa enteramente insuficiente para esplicar la plenitud de sangre
que se encuentra en los vasos de los asfixiados. (Magendie).
128
abundancia de su sangre lo impide. Esta abundancia ob
servada por varios autores, puede ser debida tambien á
que debilitados los absorventes no toman despues de la
muerte, producida por la asfixia , nada de la parte sero
sa de la 1 sangre contenida en las arterias , como sucede
en casi todos los cadáveres en que ésta porcion se se
para del coagulo que queda en el vaso ; aquí no hay se
paracion ni absorcion .
Parece tambien que las secreciones no se efectuan ella
tonces por la debilidad que causa en el órgano secretorio
el contacto de la sangre negra , y así se ha observado
con frecuencia la vegiga muy dilatada en los asfixiados,
coino lo advierte Mr. Portal , y esto se debe á la orina
que se encontraba en ella antes del accidente, y que no
habia podido evacuarse aunque la vida habia permaneci
do por algun tiempo. En general, las asfixias producidas
por solo la sangre negra , y sin ningun principio delete
reo , nunca vienen acoinpañadas de aquellas contraccio
nes tan frecuentes en el instante de otras muchas muer
tes , ó algunos instantes despues en el recto , en la vegi
ga >, & c. contracciones que evacuan casi enteramente
estos órganos de sus Auidos, y que deben distinguirse
bien de la simple relajacion de los esfinteres , de donde
resultan efectos análogos ( 1 ). Siempre se manifiestan los
síntomas de una debilidad general en las partes , y nun
ca se vé aquel aumento de vida , aquel desarrollo de
fuerzas que tantas veces inarcan la última hora de los
moribundos.
Hé aquí porque acaso se observa en los cadáveres de
los asfixiados una gran flexibilidad en sus mieinbros. La
rigidez de los músculos parece , en efecto , provenir mu-,
chas veces de que sobreviniendo la muerte en el momen
to de la contraccion quedan muy juntas las fibras, y
ARTICULO IX.
133
siones ( 1 ) , (2) y ( 3 ) por la fractura simultanea de mu
chas costillas, y por la fractura del esternon , & c. &c.
1. Cesan los fenómenos mecánicos : 20 , cesan los
fenómenos químicos por falta de aire que los mantenga:
3º , se suspende la accion cerebral por falta de sangre.
roja que escite el cerebro : 49 , desaparecen la vida ani
mal, la sensacion , la loco -mocion y la voz , por faltar
la escitacion en los órganos de estas funciones por la
accion cerebral, y por la sangre roja : 5. , cesa la cir
culacion general : 6. , se detienen la circulacion capilar,
las secreciones, la absorcion y la exhalacion , no eger
(Bichat ),
(2) Cuando por cualquiera causa no puede contraerse el diafrag.
ma , la dilatacion del pecho se hace únicamente por la elevacion de
las costillas, y como este movimiento es muy marcado entonces,
se puede apreciar mejor que en la respiracion natural el influjo que
deben tener en su produccion los músculos intercostales. Haller,
como es sabido , suponia que la primera costilla estaba casi inmóvil,
។
S I.
iones s
Observac sobre las diferencia que
n
presenta las diversas asfixias.
(a) Aria cattiva , palabra italiana , que quiere decir aire malo
ó mefítico producido por las emanaciones de los pantanos.
(*) Aun no conocemos exactamente el modo de obrar de las di
ferentes sustancias deletereas , pues no hay suficiente número de
esperimentos para sentar una doctrina sobre esta materia. Una mul
titud de sustancias veñenosas de los tres reinos obran sobre el apa
rato de la digestion que irritan , inflaman y corroen; otras á pro
144
de suceder esto sino de dos modos, 1. afectando los ner
vios del pulmon , que egercen despues su reaccion sim
páticamente sobre el corazon , 2º pasando à la sangre
y llevando directamente su influjo á este órgano , y en
general á todos los de la economía animal.
1
Creo ciertamente que la simple accion de una sus
tancia deleterea sobre los nervios del pulmon puede te
ner un efecto muy señalado en la economía , y aun es
capaz de alterar sus funciones de un modo muy sensible,
con corta diferencia como un olor , que hiriendo simple
mente la membrana pituitaria obra simpáticamente so
bre el corazon y produce el síncope ; como la vista de
un objeto espantoso causa el mismo efecto ; como una
lavativa irritante, escita casi momentanea y repentina
mente las fuerzas de la vida ; como el vapor del vina
gre y el zumo de la cebolla puestos sobre la coyuntiva
durante el síncope , bastan á veces para escitar todos los
órganos ; y por último como la introduccion de ciertas
sustancias en el estómago se siente de repente en toda
la economía, antes que éstas hayan tenido tiempo para
pasar al torrente de la circulacion.
Se hallan á cada momento egemplos semejantes , en
que el simple contacto de un cuerpo sobre las superficies
mucosas produce de repente una reaccion simpática so
bre los diversos órganos, y ocasiona fenómenos muy no
tables en todo el cuerpo .
No podemos, pues, desechar este modo de obrar de
las sustancias deletereas que se introducen en el pulmon.
Pero la misma razon que nos inclina á admitirle en
muchos casos, nos obliga tambien á no exagerar su in
flujo ( 1).
31
un modo indudable ,
- 1. No se puede dudar , á mi parecer, que el veneno
de la vívora , el de muchos animales venenosos , y auri
el de la rabia se introducen en el sistema sanguíneo , ya
por las venas, ya por : los vasos linfáticos , y que por su
circulacion con la sangre producen los funestos -efectos
que resultan de ellos. ¿।Por qué no han de resultat del
mismo modo en los asfixiados por los vapores mefiticos
efectos aun mas funestos y sobre todo mas repentinos ?
20 Parece muy cierto que una porcion de aire que
se respira pasa á la sangre , y que convinándose con ella
sirve para su coloracion . Este tránsito se hace al traves
de la misma membrana mucosa , y no por el sistema ab
156
la que hemos dicho producia el contacto de la sangre
negra. Pero todos estos fenómenos son constantemente
mucho mas marcados en la vida animal que en la orgá
nica , en donde se desarrollan cono hemos dicho , y
sin duda sucede esto por el contacto de la sangre negras
Por lo demas , no nos olvidemos nunca de mune
rar entre las causas de estas especies de muerte el influ
jo de esta sangre negra , y el de los agentes deletereos,
aun cuando aquí bayainos prescindido de este influjo. Es
tanto mas marcado cuanto mas tiempo ha continuado la
circulacion despues de la primera invasion de los síntos
mas , porque la sangre negra ha tenido mas tiempo para
penetrar los órganos,
Segun lo que hemos dicho acerca de la introduccion
de los agentes deletereos en la sangre , y de su accion
sobre las diversas partes , puede formarse fácilmente , á
mi parecer , una idea de todas las diferencias indicadas
anteriormente en las asfixias que ellos producen. La na
turaleza infinitamente variada de estos agentes deletereos
debe producir en efecto sintomas muy diferentes por su
intensidad . y rapidez , por los vestigios que dejan tanto 等
1. Si 1
;; , -... ;
s vi i doby , . . 5 T!
01. :.
hors 291.
157
از: ..... !55,
SII
4 . À, 5145357
f
160
1
: 3:5 !
Loio
SI . (' 0
أو. وفي. زلى
i
ARTICULO XI.
SI .
Determinar si el corazon cesa de obrar
înmediatamente por la interrupcion de la
accion cerebral.
( 1) · Los fisiólogos se han ocupado mucho del nervio ' gran sima
pático. Han hecho con respecto á sus usos muchas congeturas y
muy pocos esperimentos , y no tenemos por eso sobre este punto
sino nociones muy poco positivas. La situacion profunda de los
ganglios los hace á casi todos inaccesibles; el cervical superior.es
acaso el único que se puede estraer sin causar un desorden , que
produzca el solo la muerte. Mr. Dupuy , Catedrático de la Escuela
veterinaria de Alfort , ha hallado un procedimiento por medio del
។
mentos hechos con este objeto. Asi pues se puede decir en resumen ,
que los fenómenos que se manifiestan despues de la separacion de
este ganglio , y que de ninguna manera son efectos de la operacion,
son la contracciou de la púpila, el encendimiento de la conjuntiva,
el enmagrecimiento general acompañado de infiltracion en losmúscu
los , y la erupcion de sarna que termina afectando toda la superfi
7
cie cutánea. (Magendie ).
( 1) A cada paso se conocen los inconvenientes que resultan de
confundir bajo una denominacion comun los diferentes aparatos
musculares que no están sujetos al influjo de la voluntad . En este
caso , V. gr. , el corazon se conduce de un modo enteramente dis
*
180
Diré desde luego lo que he observado en los ánimales de
sangre roja y fria.
1. He armado muchas veces en una rana por una
parte su cerebro , y por otra su corazon y los músculos
de los miembros inferiores , con una plancha larga de
zine que tocaba al primero por su estremidad superior,
y á los segundos por la inferior . La comunicacion esta
blecida con la plata entre las armaduras de los músculos
y las del cerebro , ha producido constantemente movi
mientos en los miembros; pero, ninguna aceleracion me
ha parecido sensible en el corazon cuando aun latía , ni
se ha manifestado ningun movimiento cuando ya había
cesado de obrar. Cualquiera músculo voluntario que se
arme al mismo tiempo que el corazon para comparar
los fenómenos que se esperimentan al tiempo de la co
inunicacion metálica , hay siempre una diferencia visible.
20 He armado en otra rana por medio de una va
rilla de metal, por una parte la porcion cervical de la
médula espinal en la region superior del cuello, para es
tar sobre el parage donde nacen los nervios que van al
simpático y de alli al corazon , y por otra á este órga
no y un músculo voluntario cualquiera. Siempre he ob
servado un resultado análogo al del esperimento ante
rior , estableciendo la comunicacion . Se han manifestado
siempre violentas agitaciones en los músculos volunta
rios , juntamente con la falta de mudanza manifiesta en
los movimientos del corazon.
3 He procurado descubrir los nervios que van al
corazon en las ranas , y he armado de un metal mien
tras que el corazon descansaba sobre otro metal , mu
chos filamentos de color ceniciento , casi imperceptibles,
tinto que los intestinos , supuesto que los diversos modos de esci
tacion galvánica no producen sino rara y dificilmente contracciones
en el primero , mientras que determinan siempre en la túnica mus
cular del canal intestinal , movimientos muy marcados (Magendie).
181
de cuya naturaleza no he podido á la verdad cerciorar
me positivamente. Establecida la comunicacion por otro
tercero , no ha resultado ningun efecto sensible.
Me parece que estos ensayos que ya habian hecho algu
nos antes que yo, son muy convenientes para determinar
positivamente si el cerebro infuye directamente sobre el
corazon , con particularidad cuando se tiene cuidado de
repetirlos, como lo he hecho , armando succesiva y alter
nativamente la superficie interna ,, la esterna , y la misma
sustancia de este último órgano. En efecto , en todos estos
ensayos se ha conservado la disposicion natural entre las
diversas partes que sirven para unirle al cerebro .
Hay otros distintos esperimentos que consisten, 1. en
separar el corazon del pecho , 2. ponerlo en contacto
con dos metales distintos por dos puntos de su superfi
cie , ó con porciones de carne armadas de metales , 3 .
en hacer coinunicar las armaduras por un tercer metal;
en este caso ha visto Humboldt manifestarse movimien
tos. Confieso que he repetido muchas veces , y con la
exactitud que viene indicada estos esperimentos , y no
he percibido semejante cosa ; otras veces sin embargo un
pequeño movimiento muy distinto de aquel que animaba
entonces al corazon se manifestó , y pareció ser debido
al influjo galvánico. Yo hubiera tenido este inovimiento
por efecto de la irritacion mecánica de las armaduras,
sino mediase la autoridad respetable de este autor , y de
otros muchos físicos muy apreciables , que han reconoci
do en sus ensayos el influjo del galvanismo sobre el co
razon cuando se ha aplicado á él de este modo. Estoy
muy lejos de presumir ver mas en mis esperimentos, que
los que se han dedicado al mismo, objeto ; únicamente
refiero lo que he observado.
Por lo demas los esperimentos en que las armaduras
no se apoyan por una parte sobre una porcion del siste
ma nervioso , y por otra .sobre las fibras carnosas del
corazon , no me parecen muy concluyentes para decidir
182
si el influjo que el cerebro egerce sobre este órgano es
directo. ¿ Qué indicacion exacta se puede deducir de los
movimientos producidos por medio de la armadura de
dos porciones carnosas ?
Paso ahora á los esperimentos hechos en los anima
les de sangre roja y caliente , que son tanto mas nece
sarios cuanto el modo de manifestarse la contractilidad
en los animales de sangre roja y fria , es esencialmente
diversa de la de aquellos , como todos saben.
10 En el invierno del año siete tuve permiso para
hacer diferentes ensayos en los cadáveres de los guilloti
nados , que estaban á mi disposicion á los treinta ó cua
renta minutos despues de sufrir el suplicio. En algunos
estaba ya estinguida toda especie de movilidad , y en
otros se reanimaba esta propiedad con mas o menos fa
cilidad de todos los músculos , por los agentes comunes.
Se egecutaba particularmente por el galvanismo en los
músculos de la vida animal ( 1 ). Pero siempre me fué
chete de metal que comunicaba con uno de los polos de la pila , los
troncos gruesos de los vasos que salen de la base de este órgano
privado del pericardio ; establecí despues una comunicacion por
medio de un escitador entre el otro polo y la punta del corazon , ó
una de sus aurículas , segun la parte qué quería hacer contraer. Se
concibe que el corchete. metálico comunicaba por lo menos me
diatamente con un gran número de filamentos nerviosos de los ple
xos cardiacos ; condicion que no parece por otra parte necesaria ,
pues que el corazon se contrae aún cuando se hayan separado to
dos los filamentos visibles de estos plexos . Sin embargo como la
vida orgánica se estingue con tanta menos prontitud despues de la
muerte , cuanto que las partes en que reside aún , conservan su
relacion respectiva , he mantenido esta relacion cuanto me ha
sido posible en la diseccion de los órganos que he querido sujetar
á mis investigaciones , escepto cuando he tenido por objeto exami
nar el influjo aislado del órgano sobre sus propiedades vitales.
( Nysten , Recherches de Fisiologie. &c . pag. 300.) 12+
*
188
no dejarán de conocer todos que en la escitacion galbá
nica hay una diferencia enorme entre los músculos de la
vida animal y de la orgánica. Nada mas apropósito para
hacer conocer esta diferencia en los esperimentos hechos
en el corazon y en los intestinos , que armar siempre
con el mismo metal que sirve para la armadura de estos
músculos uno de los de la vida animal, y establecer de
4
S II.
Determinar si en las lesiones del cerebro
la muerte de un órgano intermedio causa
la del corazon .
Supuesto que la cesacion de las funciones del cora
zon no es directa en las grandes lesiones del cerebro , y
que sin embargo esta cesacion sobreviene entonces re
pentioamente , es menester que haya un órgano inter
medio , cuya interrupcion de accion sea su causa próxi
189
ma (1) , pues este órgano es el pulmon. Por tanto , voy
á demostrar ahora el órden sucesivo de los fenómenos en
la muerte del corazon determinada por la del cerebro.
1. Interrupcion de la accion cerebral : 20 , destruc
cion de la accion de todos los músculos de la vida ani
mal , de los intercostales , y por consiguiente del dia◄
fragma: 39 , cesacion consecutiva de los fenómenos me
eánicos de la respiracion : 49 , suspension de los fenómenos
químicos , y por consiguiente , de la coloracion de la san
gre : 5º , penetracion de la sangre negra en las fibras
del corazon ; y 6?, abatimiento y cesacion de accion de
estas fibras. 111
La muerte que sigue á las lesiones graves del cerebro
tiene mucha analogía con la de las diferentes asfixias , y
.
(1) Resulta de los admirables esperimentos de Legallois , que
el corazon toma el principio de sus fuerzas en la médula espinal ,
y en toda ella : supuesto que la destrucción de una de sus tres por
ciones puede detener completamente la circulacion. La destruccion
de la médula espinal no destruye enteramente los movimientos del
corazon ; pero los debilita lo suficiente para impedir la circulacion ,
y ésta debilidad es tanto mas pronunciada cuanto mayor es la
porcion de médula destruida. Se puede presumir , segun esto , que
á pesar de la debilidad que resulta de la estraccion de una parte de
esta médula , la circulacion podria aun continuar si se disminuyera
la suma de las fuerzas que el corazon debe gastar para mantenerla.
Basta para esto disminuir por medio de ligaduras hechas en las ar
terias la estension del círculo en que el corazon distribuye la san¹
gre. La esperiencia ha confirmado esta congetura. Se ha visto,
v. g. , que la destruccion de la médula que es repentinamente mor al
tal en los conejos adultos , deja de serlo si antes de practicarla , se
principia per ligar la aorta ventral entre las arterias celiacas y las
mesentericas superiores. La aplicacion del mismo principio á otras.
partes del cuerpo , induce á un resultado mucho mas estraño aun,
y es , que para poder mantener la vida en los conejos de cierta
edad despues de haberles destruido la médula cervical , es menester
principiar por cortarles la cabeza. Mueren sin remedió si sẽ déstru
truye desde luego esta médula sin decapitarlos. Esto es debido á
que cortando la cabeza se separa toda esta parte del dominio de la
circulacion , y que teniendo por esto el corazon necesidad de menos
fuerza para continuar su funcion , se puede debilitar por la destruc
cion de la médula cervical sin que deje de llenarla. (Magendie).
190
solamente es mas pronta por las razones que indicaré.
Los esperimentos siguientes prueban con evidencia que
los fenómends de esta muerte se suceden del modo que
he espuesto .
-10° He hallado constantemente sangre negra en el sis
tema de sangre roja de todos los animales inuertos por
medio de la commocion , óó compresion cerebrales , &c. su
corazon estaba amoratado , y todas las superficies colo
cadas casi como en la asfixia .
2. He abierto en un perro la arteria carótida , in
mediatamente salió sangre roja : ligué en seguida la ar
teria , y maté al animal dándole un golpe violento en el
occipital ( 1 ). Al instante quedó destruida la vida aniinal,
cesó todo movimiento voluntario y las funciones mecáni
cas , y por una consecuencia necesaria las químicas del
pulmon se suspendieron. Desatada entonces la arteria,
arrojó sangre negra por un chorro mas débil que lo re
gular. Este chorro fué despues interrumpido saliendo la
sangre goteando, y por último el movimiento del cora
zon terminó al cabo de algunos minutos.
3. Sieinpre he obtenido un resultado semejante abrien .
do una arteria en diferentes animales que maté despues,
ya cortándoles la médula entre la primera vértebra y el
occipital, ya por una fuerte compresión hecha en el ce
rebro previainente descubierto , ya por la destruccion de
4
ARTICULO XII.
Del influjo que la muerte del cerebro eger
ce sobre la de todos los órganos.
S recordamos aquí la division de los órganos en dos
grandes clases , á saber : en los de la vida animal, y en
los de la orgánica se verá desde luego , que las funciones
de la primera clase deben interrumpirse en el momento
mismo en que muere el cerebro. En efecto , todas estas
funciones tienen su asiento en este órgano directa o in
directamente. Las que no le pertenecen sino de un modo
indirecto son las sensaciones , la locomocion y la voz ,
funciones que es cierto egecutan otros órganos , pero que
teniendo su centro en la masă cefálica no pueden conti
nuar luego que ésta cesa de obrar. Por otra parte , todo
lo que en la vida animal depende inmediatamente del
S I.
Determinar si la interrupcion de las fun
ciones orgánicas es un efecto directo de la
cesacion de la accion cerebral.
La observacion y la esperiencia van á servirnos aquí,
como en el artículo anterior , para probar que todas las
funciones internas están fuera del dominio inmediato deb
cerebro , lo mismo que la accion del corazon , y por con
siguiente , que sú interrupcion no podria dimanar inme
diatamente de la muertede este órgano. Principio por la
observacion,
1. Hay una multitud de enfermedades del cerebro
que elevadas al último grado, determinan una suspension
casi general de la vida aniinal, que no dejan ni sensa
ciones ni movimientos voluntarios , á escepcion de ciertos
sacudimientos débiles en los músculos intercostales y el dia
fragma , que son los únicos que sostienen entonces la
vida general ; pero en este estado en que el hombre ha
perdido la mitad de su existencia , la otra mitad que
componen las funciones orgánicas continúa todavía mu
chas veces por largo tiempo con la misma energía. Las
secreciones , las exhalaciones, la nutricion , &c. se ege
cutan casi como en el estado natural. Todos los dias ve
mos esta especie de fenómenos en la apoplegia , en la
conmocion , en los derrames, en la inflamacion del ce
rebro , & c. & c.
*
196
20 En el sueño se egecutan ciertamente las secrecio
nes , aunque Bordeu se funda en la opinion contraria
para probar el influjo de los nervios sobre las glándulas.
La digestion se hace tambien entonces perfectamente;
todas las exhalaciones , y particularmente el sudor , se
aumentan por lo comun mas de lo regular , la nutricion
continúa como en el estadó natural , y aun hay muchas
pruebas muy sólidas en favor de la opinion de aquellos
que sostienen que se aumenta mientras están durmiendo
los animales. Es bien sabido , y resulta especialmente de
lo que hemos dicho en la primera parte de esta obra, que
el sueño sobreviene porque el cerebro debilitado por el
continuo egercicio de sus funciones se vé obligado á sus
penderlas por algun tiempo. Por consiguiente , la relaja
cion de estos órganos internos, no es efecto de la del ce
rebro , ni el influjo que egerce sobre ellos es directo ; pues
cuando él muere no interrumpen ellos sus funciones in
mediatamente. U
3. El sueño de los animales que duermen mucho,
presenta mas bien que el sueño regular el contraste en
tre la interrupcion de la vida animal , y por consiguien
te de las funciones del cerebro con la permanencia de la
vida orgánica (1).
40 En las diversas paralisis, v. g. , en aquellas que
(1) Los nervios ciliares esternos son únicamente los que provie
nen de un ganglio. Los ciliares internos que presentan exactamente
la misma distribucion, y sirven del mismo modo probablemente
9
1
(1) La escitacion galvánica produce ordinariamente efectos muy
visibles en la contraccion del tubo intestinal ;, estos movimientos
son menos patentes en el estómago que en los demas puntos del
canal ; pero la misma diferencia se observă siempre cualquiera que
sea el escitante que se emplee. (Magendie ).
205
diversos órganos; pero no me ha parecido que regularmente
resulta de aquí ninguna contraccion , algunas veces se per
cibia una pequeña constriccion pero muy débil comparada
con aquellas violentas contracciones que se observan en
los músculos de la vida animal. No cesaré de encargar en
esta parte que se distingan bien los efectos que resul
tan del contacto mecánico de los metales, de los que de
penden puramente del galvanismo.
70 Estos esperimentos son dificiles en los intestinos
por la delicadeza de sus nervios ;; pero como estos forman
un plexo muy sensible al rededor de la arteria mesenté
rica que vá con ellos á distribuirse en el tegido de estos
órganos , se puede descubriendo esta arteria, y rodean
dola con un metal mientras se coloca otro en un punto
cualquiera del canal intestinal , galvanizar igualmente
>
S II.
del cerebro.
ARTICULO XIII.
في
icons
190
اد 27700
W of zi ! 90 : 1125
Ô
us
Juo 1970
( و ما فيه
45.0
INDICE
sono DE LO CONTENIDO
ok . 14 Cinisin is 13
col b Oinult
-EN ESTE SEGUNDO TOMO !
9 , 70
ARTICULO II.
ARTICULO III .
29
ce sobre la del pulmon. . .
,
§ I. Determinar cómo cesando de obrar el
corazon de sangre negra se interrumpe
la accion del pulmon. 30 .
§ II. Determinar cómo cesando de obrar
el corazon de sangre roja se interrum
pe la accion del pulmon . . 32.
ARTICULO IV .
ARTICULO VI.
ARTICULO VII.
ARTICULO VIII.
ARTICULO IX.
ARTICULO X.
ARTICULO XI.
ARTICULO XII.
ARTICULO XIII .
/
CORRECCIONES DEL TOMO SEGUNDO.
1
Página. Linea. TA
Dice. Debe decir.
11 5 36 conoce conocen
19 9 interrumpen interrumpe
59 35 intante instante
60 . 27 (2 ) . . 5 ( 1)
71 34 interrupen interrumpen
137 21 Mogagni Morgagni
146 29, ves nes
|
1
|