Está en la página 1de 443

Acerca de este libro

Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterías de una biblioteca, hasta que Google ha decidido
escanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en línea libros de todo el mundo.
Ha sobrevivido tantos años como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio público. El que un libro sea de
dominio público significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el período legal de estos derechos ya ha expirado. Es
posible que una misma obra sea de dominio público en unos países y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio público son nuestras
puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histórico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difícil de descubrir.
Todas las anotaciones, marcas y otras señales en los márgenes que estén presentes en el volumen original aparecerán también en este archivo como
testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted.

Normas de uso

Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio público a fin de hacerlos accesibles
a todo el mundo. Los libros de dominio público son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un
trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros
con fines comerciales, y hemos incluido restricciones técnicas sobre las solicitudes automatizadas.
Asimismo, le pedimos que:

+ Haga un uso exclusivamente no comercial de estos archivos Hemos diseñado la Búsqueda de libros de Google para el uso de particulares;
como tal, le pedimos que utilice estos archivos con fines personales, y no comerciales.
+ No envíe solicitudes automatizadas Por favor, no envíe solicitudes automatizadas de ningún tipo al sistema de Google. Si está llevando a
cabo una investigación sobre traducción automática, reconocimiento óptico de caracteres u otros campos para los que resulte útil disfrutar
de acceso a una gran cantidad de texto, por favor, envíenos un mensaje. Fomentamos el uso de materiales de dominio público con estos
propósitos y seguro que podremos ayudarle.
+ Conserve la atribución La filigrana de Google que verá en todos los archivos es fundamental para informar a los usuarios sobre este proyecto
y ayudarles a encontrar materiales adicionales en la Búsqueda de libros de Google. Por favor, no la elimine.
+ Manténgase siempre dentro de la legalidad Sea cual sea el uso que haga de estos materiales, recuerde que es responsable de asegurarse de
que todo lo que hace es legal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considere de dominio público para los usuarios de
los Estados Unidos, lo será también para los usuarios de otros países. La legislación sobre derechos de autor varía de un país a otro, y no
podemos facilitar información sobre si está permitido un uso específico de algún libro. Por favor, no suponga que la aparición de un libro en
nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo. La responsabilidad ante la infracción de los derechos de
autor puede ser muy grave.

Acerca de la Búsqueda de libros de Google

El objetivo de Google consiste en organizar información procedente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal. El programa de
Búsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas
audiencias. Podrá realizar búsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la página http://books.google.com
-19
41-9
INVESTIGACIONES
Fisiológicas
SOBRE LA VIDA
Y LA MUERTE.
ti

be 1650947 %
Alphav

UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
il

5316079307
19. 195.550
DE 612

INVESTIGACIONES ·
Bic
віс

FISIOLÓGICAS

SOBRE

LA VIDA Y LA MUERTE.

POR

FRANCISCO XAVIER MARIA BICHAT,

Médico delhospitalgeneralde Paris, profesor de


2
miern
Anatomia, de Fisiologia y de Medicina, y
bro de michas sociedades sabias, &
.

CUARTA EDICION AUMENTADA CON NOTAS


POR

F. Magendie .
7

Miembro del Instituto , y de la Academia Real


de Medicina.
Traducidas del francés al castellano y enriquecidas con adicciones muy intere
santes sacadas de las investigaciones de Fisiologia y de Química Patológicas de
P. H. Nysten , y de la edicion de esta misma obra por M. Maingault , y dada á
luz esta segunda edicion por don Juan Manuel Gonzalez y don Agustin Recio,
Profesores de Medicina en esta Corte.

TOMO I.

CON LICENCIA.
MADRID : IMPRENTA QUE FUE DE GARCIA. 1827 .
O OITETTYri

ON
CUT . AI

Esta obra es propiedad de los traductores, y los


le
egemplaresque no tengan estas dos rúbricas, serán de to

nunciados ante la ley,


bi

va

CICLOP
< ,,", tako
la
ta

Lusin !
1
400ri vingers : Kroon. ''
' : ‫ ܝܢ‬r ; . , : 1,9711
i 1 " ۲ ‫تا‬ ۰ ‫و از‬ huis
4
‫ ایران را‬:

. ‫را‬ ‫ما‬
PROLOGO DE LOS TRADUCTORES .

No podemos menos, al dar á luz esta segunda edicion


de las Investigaciones de Bichat , de hacer algunas ad
vertencias á nuestros lectores que nos parecen absolu
tamente indispensables.
No se puede negar que el sistema de Bichat, tan sa
bio como.1luminoso, ha abierto un dilatado campo á las
verdades que hay descubiertas en fisiologia , aunque
ya otros autores célebres , como Haller y el ilustre Ca
banis habian , por decirlo asi , echado los cimientos de
esta interesante parte de la Medicina. Con el auxilio de
la anatomía patológica , á la que Bichat se entregó con
tanta aplicacion , con tan favorables disposiciones , y
con tanto provecho de la ciencia y de la humanidad,
hubiera dado á luz, sin duda alguna, el Tratado de fisio
logia , fundado en la doctrina que habia vertido en sus
Investigaciones que tenia concebido hacia ya mucho
tiempo , y que estaba próximo á ejecutar si la muerte
no lo hubiera robado á la Medicina y á sus amigos tan
prematura é inesperadamente. Esto mismo le impidió
corregir algunas teorías que son precisamente las que
han ilustrado y rectificado con sus conocimientos el sa
bio fisiólogo Magendie , el comentador Maingault , y el
ilustre Nysten .
Este último en sus Investigaciones de fisiologia y
de química patológicas , solo ha tenido por objeto rec
tificar mas y mas las de Bichat , especialmente en la se
VI
gunda parte (sobre la muerte ) que toda es sin duda al
guna esperimental ; y que la ha rectificado en efecto
con el gran número de esperimentos que ha hecho pa
ra demostrar las consecuencias producidas en la econo
mía animal , asi por la presencia de los gases inyectados

en el sistema sanguíneo , como por la introduccion del


aire atmosférico en el sistema venoso y arterial , espla
nando los fenómenos químicos de la respiracion en las
enfermedades .
Si Bichat no hubiera muerto tan pronto , habria sin
duda repetido estos y otros millares de esperimentos,
con los que hubiera conducido quizá la ciencia al pun

to de ilustracion y claridad á que aun no ha llegado .


Estos tres sabios médicos franceses están muy dis
tantes de refutar la doctrina de Bichat. Solo se han ocu

pado de ilustrarla y rectificarla con las adicciones que


la acompañan , deseando únicamente contribuir con
ellas á que se perfeccione cada dia mas y mas un siste
ma , cuyas ventajas son tan generalmente conocidas y
apreciadas en la ciencia.
Al fin de cada nota se hallará el nombre del que la
ha puesto , y las que tienen una estrella son de los tra
ductores .
VII

ADVERTENCIA DEL EDITOR FRANCÉS.

Una de las obras que demuestran mas la superiori


dad del talento de Bichat es la que reimprimimos; si
espíritu observador, su genio esperimental, y el modo
claro de presentar los hechos se distinguen en ella in
mediatamente. Esta obra tendrá aun por largo tiempo
un grande influjo sobre el espíritu de los fisiólogos y
de los médicos.
Las Investigaciones fisiológicas sobre la vida у la
múerte han tenido mas de una especie de admirado
res. Los talentos severos y amigos de los progresos de
las ciencias han alabado en ella el gran número de ob
servaciones exactas , la direccion ingeniosa de los es
perimentos, y la exactitud de las deducciones ; pero
han sentido que el autor oponga sin cesar la vida á
las leyes fisicas, como si los seres vivientes no tuviesen
2

cuerpos antes de ser vegetales ó animales. Han visto


con disgusto que se entregaba á esplicaciones ilusorias
de fenómenos inesplicables.
Estos motivos de una critica legitima, parecen ha
ber sido la causa del entusiasmo de otra clase de lec
tores, para quienes un cierto vacío parecia tener mu
cho atractivo . Poniendo poco interés en los hechos nue
vos que contienen las Investigaciones fisiológicas , los
lectores de quienes hablo , han adoptado sin exámen
las hipótesis engañosas, y les han dado una importan
cia que el autor mismo está lejos de haberles dado ; y
VIIL
han creido que ellas les descubrian el mecanismo de
los actos vitales mas oscuros, y hasta la verdadera teo
ría de la Medicina. ĆEs necesario lamentarse de esta
ilusion ? sin duda que no , pues que ha contribuido po
derosamente á la grande aceptacion de la obra de Bi
chat , y porque , á favor de algunos errores , se han die
fundido un gran número de verdades.
| Hoy que las obras de Bichat se han hecho clásicas,
Ý que su reputacion no puede crecer mas , es tiempo de
precaver á los jóvenes estudiantes de los escollos á que
la imaginacion del autor los ha arrastrado , y que son
tanto mas terribles, cuanto que Bichat para persuadir,
ha empleado todos los prestigios de su estilo animado.
La memoria de Bichat no puede sino ganar en ese
to ; las numerosas verdades que ha descubierto lucirán
con un resplandor mas vivo desembarazadas de las li
geras sombras que las cercaban .
Tal es el objeto de las notas puestas á esta edi-,
cion , con el fin de elevar la obra á la altura en que ,
debe hallarse , y reclaman los conocimientos actuales
de la Medicina.

، ‫کر اور فارن‬

:: 1 . ) To s...
-15.4.195 is on
-
i

Cza !
)
0.00 org

NOTICIA HISTÓRICA

de Bichat.

Franc is
rancisco Xavier Maria Bichat , nació en Thoireette,
departamento del Jura , el 14 de noviembre de 1771 de
Juan Bautista Bichat, doctor en Medicina , y de Maria
Rosa Bichat.
L --- En sus estudios primeros, asi como en los de Medi
cina, anunció temprano las mas felices disposiciones que
hicieron pronosticar grandes sucesos. Los progresos que
hizo en Medicina fueron tanto mas rapidos, cuanto que
siendo hijo de médico se acostumbró á ver hacer aplica
cion de los preceptos antes de conocerlos ; tuvo en fin
esta educacion de egemplo que hace recoger sin esfuerzos
por sola la fuerza de las cosas , conocimientos de hechos
y de palabras , cuya adquisicion indispensable consume
despues un tiempo precioso.
Comenzó en Leon sus estudios en la Medicina , y se
entregó con grande ardor á los trabajos anatómicos ; su
zelo y su gran facilidad en aprender , le hicieron vencer
desde luego todos los obstáculos que presenta esta cien
cia , y le grangearon el aprecio particular de M. A. Pe
tit , cirujano en gefe del hospital general de Leon , que
le asoció á la enseñanza , aunque apenas tenia entonces
veinte años.
Tomo I.
2
En esta época todos se inclinaban al estudio de las
ciencias de hechos ; la anatomía y la cirujia se profesa
ban por hombres distinguidos ; el inmortal Desault sobre
salia en esta última parte ; su talento quirúrgico arrastraba
todos los espíritus , y " una multitud de sus discípulos es
tendian en Francia su doctrina. Las convulsiones políti
eas hicieron suspender á Bichat la marcha de sus estudios,
y despues del sitio de Leon se trasladó á París en 1793 ,
donde siguió en el hospital general las lecciones de De
sault , y volvió entonces á tomar el curso de sus trabajos.
Ya instruido en anatomía, se concibe que bajo la direc
cion de un maestro tal , debió hacer rápidos progresos.
Una costumbre establecida en la escuela de Desault,
sujetaba á un cierto número de discípulos á recoger cada
uno en su turno la leccion pública , y redactarla á ma→
nera de estracto , el que se leía al tercer dia despues de la
leccion. Este método tenia la ventaja de presentar segunda
vez los preceptos quirúrgicos de que debia penetrarse el
discípulo.
Un dia que Desault habia hablado estensamente so
bre la fractura de la clavícula , enfermedad que recuerda
uno de sus mas bellos triunfos en Cirujia , el discípulo
encargado del resúmen estaba ausente ; el cirujano ayu
dante invitó á los númerosos oyentes para substituirle,
se presenta Bichat , y por la exactitud de su estracto , órt
den , solidez de sus razones , y finura de sus conceptos,
que presentados con modestia se dirijian á perfeccionar
el proceder, empleado para la postura de la fractura de
la clavícula , probó su superioridad , y dió á conocer to
do lo que se podia esperar de su talento.
Desault instruido de lo que habia pasado , manifestó
bien pronto deseo de conocer á Bichat ; algunos mo
mentos de conversacion le confirmaron en la idea fa
vorable que habia formado de él. Desde entonces dividió
con él sus trabajos teóricos y prácticos , y le admitió en
3
su casa como un hijo suyo y un ainigo. En esta situaciou
dotado Bichat de una gran facilidad , y ayudado de los
conocimientos que habia ya adquirido , calculó sin duda
sus fuerzas, y supo apreciar la benevolencia que le pro
fesaba Desault, No faltaba nada para inflamar su imagi
nacion , y dar á su talento un nuevo vuelo , que debia ha
cerle superar todas las dificultades. Asi, sin conocerlo ,
hacia mas que lo que Desault parecia exigir de él ; su ac
tividad suplia siempre. á las nuevas ocupaciones que daba
á su maestro su grande reputacion. Para dar una idea
de su ardor por. el trabajo , citaré el siguiente pasage de
Buisson . " La variedad de sus ocupaciones, era el único
descanso que se permitia. Ademas del servicio de cirujano
esterno que desempeñaba en el hospital, estaba encar
gado de visitar todos los dias en la poblacion una parte
de los enfermos de Desault, de acompañarle a todas par
tes para ayudarle en las operaciones, y responder por es
crito á un gran número de consultas. que reinitian de los
departamentos, y cuando habia gastado el dia en traba
jos de esta especie , pasaba aun una parte de la noche ayu-.
dando á Desault en sus investigaciones sobre diversos
puntos de Cirujia." Este ilustre práctico habia emprendido
en los últimos períodos de su vida , un tratado muy es
tenso de enfermedades de los huesos. Antes de cada lec
cion debia presentar por escrito la esposicion metódica
de la doctrina de diferentes autores desde Hipócrates has
ta nuestros dias , sobre el punto de que se iba á tratar .
Bichat fué encargado tårnbien de hacer este trabajo , aña
diéndosele á tantos otros ; y lo desempeñó con una exac
titud tan completa como si hubiese consagrado á él todo
su tiempo. Su prodigiosa facilidad le proporcionaba mo
mentos libres enmedio de tantas ocupaciones , y estos
momentos tan cortos los empleaba ya en perfeccionar
por la diseccion sus conocimientos anatómicos , ya en
ejercitarse en las operaciones, ya en discutir con sus ami
*
4
gos algun punto de Cirajia ó filosofía. Tales eran las nu
merosas ocupaciones que consumian todos los momentos
de Bichat , cuando en 1795 una muerte inesperada ar
rebató á Desault. i¡ Qué pérdida para Bichat , y cuán
sensible le fué !, porque perdia a la vez su protector y su
mejor amigo. Movido por sentimientos nobles y genero
sos , se hizo en seguida el apoyo de la viuda , y del hijo
de su bienhechor , y despues de haber pagado el justo tri у
buto del reconocimiento y de la amistad , dió á luz el ta

cuarto volúmen del diario de Cirujia de Desault, en el fi

A
que hacia hoinenaje á la memoria , á las virtudes , y á
los talentos del autor. En 1797 queriendo ordenar los
principios de la doctrina de su maestro , reunió los dife lp
rentes puntos dispersos acá y allá en los escritos periódi la
cos de entonces, para formar una obra de dos volúmenes
en octavo con este título. Obras quirúrgicas de Desault,
ó Esposicion de su doctrina y de su práctica en el trata
miento de las enfermedades esternas.
Si en esta recopilacion Bichat no habia espuesto aun C

sus ideas propias, se percibe al menos , que era un hom T


bre ilustrado el que desenvolvia las de otros. Abandonado
á sí inismo hizo nuevos esfuerzos que justificaron la elec
cion del ilustre Desault. Entregándose Bichat á la ense
ñanza , tuvo todavia tiempo para continuar la publicacion
de los principios de Desault , y en 1799 dió á luz las
NuevasConsideraciones sobre las enfermedades de las vías
urinarias , reducidas á un volumen , como continuacion á
la obra que habia ya publicado. No se limitó á profesar
la anatomía y la fisiología , sino que emprendió tambien
un curso de Medicina operatoria. “ Queria probar , á pe
sar de lo que dicen , que un joven podia dar á un curso
de operaciones toda la exactitud necesaria. ” En esta em :
presa como en todas las demas sorprendió por su admi
rable facilidad ; pero enmedio de esta multitud de ocupa
ciones se alteró su salud , y una hemoptisis considerable
5
le obligó al descanso , y se vió en la precision de suspen .
der sus trabajos ; apenas se restableció volvió á empren
derlos con nueva actividad , sin reflexionar en los peligros
que habia corrido. La anatomía , la Cirujía, y la fisiolo
gía fijaron de nuevo su atencion ; considerando estas cien
cias de un modo mas filosófico que lo habian hecho hasta
entonces , estableció las relaciones que existen entre ellas
y la Medicina ; relaciones de que supo sacar un partido
tan ventajoso , y que manifiestan su grande influjo en la
fisiología. Esta última parte de la Medicina llegó á ser
el objeto especial de sus investigaciones , y de sus leccio
nes públicas. Perdieron su influjo las teorías erróneas, y
la doctrina de Hipócratęs tomó un nuevo vuelo : todas
las investigaciones fisiológicas se habian reducido á un
principio único que preside á la existencia de todos los
cuerpos vivos organizados , y que Bichạt tomó por base
de su filosofía médica.
: ! Bichat que en sus estudios habia siempre caminado
de lo simple á lo compuesto , conocia perfectamente que
para llegar á un conocimiento perfecto de las funciones,
era necesario fijar las ideas sobre la estructura de los ór
ganos , y volver en seguida á el estudio de estas mismas
funciones , examinando las diversas causas que pueden
turbarlas.
Con este espíritu analítico que gobernaba ya en la
enseñanza de la Medicina y de las demas ciencias , fué
con el que Bichat concibió la idea de clasificar todos los
conocimientos que habia adquirido, y deducir de ellos los
principios generales que se han espuesto con un espíritu
verdaderamente filosófico en algunas de sus obras ; por
que si debió mucho á su talento y á sus trabajos const
tantes, ha debido tambien mucho á su siglo ; y sin las
reflexiones de Mr. Pinel en su Nosografia filosófica, no
hubiera quizá tenido Bichat -la feliz idea de reunir en
un cuerpo de doctrina las bellas consideraciones que en
4
gos algun punto de Cirajla ó filosofía. Tales eran las nu
merosas ocupaciones que consumian todos los momentos
de Bichat , cuando en 1795 una muerte inesperada ar
rebató á Desault. ¡ Qué pérdida para Bichat , y cuán
sensible le fué !, porque perdia á la vez su protector y su
mejor amigo. Movido por sentimientos nobles y genero
sos , se hizo en seguida el apoyo de la viuda , y del hijo
de su bienhechor , y despues de haber pagado el justo tri
buto del reconocimiento y de la amistad , dió á luz el
cuarto volúmen del diario de Cirujia de Desault , en el
que hacia homenaje á la memoria , á las virtudes , y á
los talentos del autor. En 1797 queriendo ordenar los
principios de la doctrina de su maestro , reunió los dife
rentes puntos dispersos acá y allá en los escritos periódi
cos de entonces , para formar una obra de dos volúmenes
en octavo con este título. Obras quirúrgicas de Desault,
ó Esposicion de su doctrina y de su práctica en el trata→
miento de las enfermedades esternas.
Si en esta recopilacion Bichat no habia espuesto aun
sus ideas propias , se percibe al menos , que era un hom
bre ilustrado el que desenvolvia las de otros. Abandonado
á sí mismo hizo nuevos esfuerzos que justificaron la elec
cion del ilustre Desault. Entregándose Bichat á la ense
ñanza , tuvo todavia tiempo para continuar la publicacion
de los principios de Desault , y en 1799 dió á luz las
Nuevas Consideraciones sobre las enfermedades de las vías
urinarias , reducidas á un volúmen , como continuacioná
la obra que habia ya publicado. No se limitó á profesar
la anatomía y la fisiología , sino que emprendió tambien
un curso de Medicina operatoria. "Queria probar , á pe
sar de lo que dicen , que un jóven podia dar á un curso
de operaciones toda la exactitud necesaria. " En esta em
presa como en todas las demas sorprendió por su admi
rable facilidad ; pero enmedio de esta multitud de ocupa
ciones se alteró su salud , y una hemoptisis considerable
5
le obligó al descanso, y se vió en la precision de suspen
der sus trabajos ; apenas se restableció volvió á empren
derlos con nueva actividad , sin reflexionar en los peligros
que habia corrido. La anatomía , la Cirujía, y la fisiolo
gía fijaron de nuevo su atencion ; considerando estas cien
cias de un modo mas filosófico que lo habian hecho hasta
entonces , estableció las relaciones que existen entre ellas
y la Medicina ; relaciones de que supo sacar un partido
tan ventajoso , y que manifiestan su grande influjo en la
fisiología. Esta última parte de la Medicina llegó á ser
el objeto especial de sus investigaciones , y de sus leccio
nes públicas. Perdieron su influjo las teorías erróneas , y
la doctrina de Hipócrates tomó un nuevo vuelo : todas
las investigaciones fisiológicas se habian reducido á un
principio único que preside á la existencia de todos los
cuerpos vivos organizados , y que Bichat tomó por base
de su filosofía médica. 餐 16)
Bichat que en sus estudios había siempre caminado
de lo simple á lo compuesto , conocia perfectamente que
para llegar á un conocimiento perfecto de las funciones,
era necesario fijar las ideas sobre la estructura de los ór
ganos , y volver en seguida á el estudio de estas mismas
funciones , examinando las diversas causas , que pueden
turbarlas.
Con este espíritu analítico que gobernaba ya en la
enseñanza de la Medicina y de las demas ciencias , fué
con el que Bichat, concibió la idea de clasificar todos los
conocimientos que habia adquirido , y deducir de ellos los
principios generales que se han espuesto con un espíritu
verdaderamente filosófico en algunas de sus obras ; por+
que si debió mucho á su talento y á sus trabajos cons +
tantes , ha debido tambien mucho á su siglo ; y sin las
reflexiones de Mr. Pinel en su Nosografía filosófica , no
hubiera quizá tenido Bichat la feliz idea de reunir en
un cuerpo de doctrina las bellas consideraciones que en
6
cierra su anatomía general. Es necesario tambien confesar
que tuvo la gran ventaja de ceñirse siempre a la obser
vacion , y de no consultar los libros sino cuando ya te
nia un conocimiento exacto de los hechos. Poco tiempo
antes de su muerte decia : Si he caminado tan aprisa , es
porque he leido poco; los libros no deben ser sino un memo
rial de los hechos ; ¿ pero qué necesidad hay de ellos en una
ciencia en que los materiales estan siempre tan cerca de nos
otros , y en la que tenemos libros vivientes en cierto modo
en los muertos y enfermos ?
- Este pensamiento es una gran verdad , y por este
método es por el que el médico puede ser práctico antes
de la edad necesaria. Separándose de los principios falsos ,
{
siguió con prudencia la marcha de la naturaleza , y no
aventuró mas que lo que la estricta observacion le per
mitió; esta es la causa porque en general los hombres que
empiezan tarde el estudio de la Medicina , rara vez son
buenos prácticos ; adheridos solamente á la teoría de la
ciencia no conocen esta última sino imperfectamente , no
entreveen que bajo la relacion mas seductora , pero con
frecuencia la mas engañosa , los sumerge en la incerti
dumbre , porque no encuentran en la naturaleza esta mar→
cha regular , á la que se sujetan los autores en la esposi
cion de los hechos. Bichat habia seguido el camino mas
seguro para llegar á tener conocimientos positivos en
Medicina. En sus cursos se entregaba á ideas nuevas
que él queria dar á conocer , y en el de fisiologia fué so
bre todo donde sentó las proposiciones fundamentales de
su doctrina. Las tres memorias que leyó sucesivamente en
la sociedad médica de emulacion , no dejarán duda algu
na sobre el plan que se habia formado , y que siguió mas
por menor en los diferentes tratados que presentó des
pues al público .
La primera de estas memorias sobre las membranas
sinoviales contiene la descripcion del órgano que produce
7
la sinovia , y una nueva teoría sobre la formacion de este
licor que baña todas las superficies de las articulaciones.
La segunda encierra la historia de las diferentes mem
branas que entran en la composicion de nuestros órganos.
Finalmente en la tercera memoria , espone esta gran
de y bella division de las dos vidas, fundada sobre la si
metría , la regularidad ó irregularidad de los órganos.
Pasando al exámen de las funciones de las dos , admite
la distincion de funciones orgánicas , y funciones animales.
La publicacion en el año de 1800 del Tratado de mem
branas, y de las Investigaciones fisiológicas sobre la vida уy la
muerte , llamó de repente la atencion de los sabios de la
Europa. La primera es el desarrollo de los preceptos que
no habia hecho sino indicar de alguna manera en la me
moria sobre las membranas en general, y la segunda está
dividida en dos partes ; la primera abraza la distincion
de la vida , y los caractéres de cada una de las funciones
que pertenecen ya a la vida orgánica , ya á la animal.
La segunda parte se compone de investigaciones que se
dirijen á probar que en el hombre tres órganos centrales
son absolutamente necesarios á la vida , y que no puede
existir ésta , sinó en tanto que ellos ejecuten libremente
sus funciones . Por numerosos esperimentos tan ingeniosos
como finos ha llegado Bichat á dar una idea exacta de
las relaciones que hay entre estos tres órganos , y el in
Aujo de cada uno de ellos sobre la econoınía..
Estas dos partes de la obra , aunque muy diferentes,
están de tal manera unidas entre sí , que la primera fa
cilita la inteligencia de la segunda, que se funda sobre
hechos mucho mas concluyentes ; y esta es una de las ra
zones porque esta última es preferida. Tambien Bichat
poco antes de morir habia proyectado hacer algunas va
riaciones en la primera parte. Segun los datos fisiológi
cos consignados en esta última obra , sorprende que Bi
chat no haya dado á luz un tratado de fisiologia que le
8
pedian sus numerosos oyentes. Esta produccion hubiera
tenido muy buena acogida , y tanto mas favorable , cuanto
se estaba de antemano en la inteligencia que seria una de
las mas perfectas en su clase. Pero como lo ha observa→
do muy bien Buisson ( hablando de Bichat ) : " era cono
cer mal el espíritu que le dirijia en sus trabajos. Sabia
que el honor de hacer un libro clásico pertenece raras
veces á la juventud ; que una obra anunciada de esta suer
te decide comunmente para siempre en bien ó en mal de la
reputacion de su autor , y que no debe jamas apresurarse
á emprenderla , sino quiere arrepentirse un dia de haberlo
hecho. Sin duda con un buen talento y una instruccion
suficiente , se puede en cualquiera edad reunir bajo un pun
to de vista los conocimientos adquiridos en el tiempo en
que se vive , y presentándolos con claridad y método , ha
cerse útil de este modo á sus contemporáneos ; pero no
se merece por este trabajo fácil seguir al grande Haller
en el camino de la inmortalidad ; es necesario haber en
riquecido como él la ciencia con una multitud inmensa
de hechos nuevos , comprobados por una esperiencia larga
y continuada , ó al menos haber presentado sobre ella
aquellas miras generales y sólidas que el talento solo des
cubre, y que el razonamiento acaba de demostrar. " Bi
chat reunia en gran parte estas ventajas ; se encuentran
la novedad y certeza de los hechos en su Tratado de
membranas , y particularmente en su Anatomia general , en
que ha seguido un camino enteramente nuevo , y conti
núa el exámen de los órganos que componen nuestra eco
nomía. Para conocerlos en todas sus relaciones , los ha
descompuesto en algun modo , á fin de estudiar separada
mente los tejidos generales que ha dividido en primi
tivos y secundarios : ha reconocido en cada uno las pro
piedades vitales , que compara con las propiedades físicas
de los cuerpos inertes ; señalando las diferencias que exis
ten entre los unos y los otros. Pasa en seguida al cono
9
cimiento de un nuevo órden de propiedades indepen
dientes de la vida , que señala con los nombres de pro
piedades del tejido; propias á los animales y á los vejeta.
les , pero estrañas á los minerales. De esta inanera es
como recorre la figura , el desarrollo , y las propiedades de
cada sistema que hace llegar hasta veinte y uno ; su reu
nion mayor ó menor constituye nuestros diversos órga
nos , cuya estructura es mas o menos complicada en ra
zon de la cantidad de tejidos elementales que concurren
á su organizacion. Bichat examina estos tejidos no sola
mente en el estado sano ,, sino tambien en el patológico,
y por una feliz aplicacion de la anatomia general á la fi
siologia y á la Medicina , se hace uno de los mas gran
>

des fisiologos de su siglo. Su Anatomia general es una


obra maestra , ' y una de las mas bellas concepciones del
talento humano ; sin embargo no me parece esta obra
completa , es decir , que si Bichat hubiese vivido mas
tiempo , hubiera añadido nuevos hechos y nuevas consiç
deraciones .
Si todos los médicos, y particulamente los de los hos
pitales , dotados de conocimientos fisiológicos , y bien pe
netrados de la doctrina de Bichat hubiesen querido se
guir el plan que nos ha trazado en su Anatomnia gene
ral , no dudo que llegasen á dar un tratado completo de
esta especie de la mayor importancia , y que pudiera co
locarse al lado de los de Morgagni y de Bichat. La Ana .
tomía general de éste es el resultado del conocimiento in
stimo que poseia de todas las partes de la Medicina , de
los nunerosos hechos patológicos que recogió , y de la
multitud de cadáveres que abrió ( 1).
Las diferentes alteraciones , la descomposicion misma
de nuestros órganos fueron analizadas por él , con una

( 1 ) Bichat abrió en el hospital general en menos de seis meses


mas de seiscientos cadáveres.
Tomo I. 2
10
claridad y una exactitud que sorprenden algunas veces,
Bichat adivinó en alguna manera la naturaleza , las cau
sas , el grado de la enfermedad , y el sitio de los tejidos
orgánicos que habia sido afectado primeramente. Que
grande no seria su talento si Bichat no hubiese sido mas
que médico ; me esplicaré , si no hubiera conocido sino
la historia de las enfermedades internas , no ocurriéndole
jamas la idea , y siéndole hasta imposible crear su Ana
tomia general. Estas son las ventajas unidas al estudio
profundo de todos los ramos fundamentales de la Medi
cina ; nos dan ( principalmente la anatomia y la fisiolo
gia ) unos principios generales á los que se refieren una
multitud inmensa de hechos ; esta es la causa porque en
su Anatomia general el discípulo encuentra todos los ma
teriales de un curso de fisiologia ; el médico saca de alli
preceptos que le son de una gran ventaja en su práctica;
meditando sobre esto he concebido la idea de formar un
tratado fisiológica patológico, que seguirá á la Anatomia
general , y para esto he recojido ya muchos hechos. Pero
cualquiera que sea el número de enfermos que visito dia
riamente , no me pueden suministrar los materiales sufi
cientes para completar este tratado ; faltaria aun como
Bichat ilustrar estas dudas , ó confirmarlas por la inspec
cion anatómica de los cadáveres. Nadie sino un médico
agregado á un hospital podria concluir un trabajo de es
ta naturaleza ; sin embargo , como soy joven no debo
perder enteramente la esperanza de llenar la tarea que
me he propuesto .
El vasto talento de Bichat le permitió emprender, no
solamente todos los trabajos que acabamos de analizar
con rapidez , sino tambien empezar un tratado comple
>

to de Anatomía descriptiva , que concluyeron dos de sus


mas distinguidos discípulos MM. Buisson y Roux. Siem
pre infatigable queria tambien segun un método confor
me á sus principios, dar a la materia Médica la exacti
11
tud que la falta ; se propuso estudiar aisladamente el influjo
de los medicamentos sobre las propiedades vitales; en se
guida administrarlos dos á dos, tres á tres , advirtiendo
los efectos de sus combinaciones. Le ayudaban en esta.
empresa cuarenta jóvenes, que fue el objeto de un curso
que no pudo concluir.
Las cualidades morales de Bichar añadian â sus ta
lentos un nuevo brillo ; siempre dispuesto á recibir las
objeciones que le hacian , se sujetaba á ellas sin dificul
tad cuando le parecian razonables; su bondad natural,
y la uniformidad de su caracter le permitian escucharlas
todas sin impacientarse. Los discípulos que por falta de
medios no podian tomar en otra parte la instruccion ne
cesaria , hallaban con él un facil acceso ; sabia hacer
eleccion de aquellos a quienes dispensaba su confianza, y
animaba con toda su fuerza á los jóvenes que tenian
disposicion para estudiar la Medicina. Todos aquellos de
quienes estaba cercado , y que le han sobrevivido se han
hecho dignos de la confianza que les dispensó, y figuran
al lado de nuestros mas grandes maestros. La espresion
de su fisonomía demostraba franqueza ; aquellos á quie
nes mostraba afecto podian contar con su adhesion sin
cera , y tenia con las personas que no conocia aquella
reserva que por lo general agrada.
Pero en el momento en que iba á triunfar de todos
los obstáculos , y en que se proponia enseñar al mismo
tiempo las cinco partes fundamentales del arte de curar,
dió una caida en la escalera del hospital general , la que
fué causa escitante de una calentura atáxica , cuyo ger
men habia tomado de antemano en los anfiteatros don
de observaba continuamente aún en el estío , las piezas
de Anatomia patológica sujetas a la maceracion.
A pesar de los continuos cuidados de MM . Corvisart,
y Lepreux, primer médico del hospital general , sucum
bió a la gravedad de su mal , y murió
*
el 22 de julio de
12
1802 , dia catorce de su enfermedad. Sería dificil pintar
el dolor profundo que esperimentaron todos aquellos que
habian conocido á Bichat ; su muerte dejó los mas vivos
sentimientos y recuerdos ; su pérdida fue vivamente sen
tida por la Escuela de Medicina y por todos los sá→
bios. El Gobierno en reconocimiento á los servicios que
Desault y Bichat habian hecho á la humanidad , y para
consagrar la amistad que unia á estos dos grandes hom
bres , mandó que se erigiese en el hospital general un
doble monumento á su memoria. Bichat (escribia el Doc
tor Corvisart , haciendo la súplica al primer Consul , )
Bichat acaba de morir sobre un campo de batalla , que
cuenta tambien mas de una víctima ; nadie en tan poco
tiempo ha hecho tantas cosas , ni tan bien.
INVESTIGACIONES

FISIOLÓGICAS
SOBRE

la Vida y la Muerte.
PARTE PRIMERA .
1 ARTICULO I.

Division general de la vida " ( 1 ).


Se busca la definicion de la vida en ciertas considera
ciones abstractas; y á mi parecer solo se encontrará en
(1) El sistema adoptado por Bichat para la formacion de esta
obra, ha sido vivamente vituperado por unos , y alabado por otros
con esceso . El vituperio y los elogios me parecen en estas circuns
tancias casi igualmente impertinentes. Ha trabajado para presentar
los diferentes fenómenos de la vida , y el órden es casi indiferente .
Si Bichat ha escogido con preferencia esta forma, es porque le pa
recia la mas propia á la naturaleza de su genio , y la ha llenado sin
duda de un modo muy feliz. La division que ha adoptado no es se
guramente nueva , y se encuentra con algunas ligeras, modificaciones
en los escritores de distintas épocas, y hasta en Aristóteles. Por lo
demas no es necesario en las ciencias dar á las clasificaciones una
importancia exagerada ; todas estas divisiones artificiales solo se han
inventado para aliviar la memoria ; y las funciones de los cuerpos
vivos no son tan poco numerosas que no tengan necesldad de apo
yarse para su estudio sobre divisiones sistemáticas. (Magendie)
14
este principio general: la vida es el conjunto de funciones
que resisten á la muerte ( 1 ) , (2).
( 1) Esta definicion sumamente vaga no puede dar una idea bien
exacta de los fenómenos que constituyen la vida.
Richerand en su tratado de Fisológia la define: Un conjunto de
fenómenos que se suceden durante un tiempo determinado en los
cuerpos organizados.
Si vida se compone de fenómenos que se suceden , tambien
es cierto que están sujetos á la ley de intermitencia : esta es la ra
zon porque he añadido á esta definicion que he admitido, y des
crito en mis cursos de fisiológia la palabra se reproducen que me ha
parecido hacerla mas exacta. En efecto hay una serie de fenómenos
que se reproducen continuamente durante la vida : į su intermitencia
no
es por ventura el efecto de la vida animal ó de relacion ? ¿ no
ofrece alternativas de actividad y de reposo ? ¿ están nuestros senti
dos en una actividad continua &c. (Véase en el párrafo 2. Intermi
tencia de accion de la vida animal).
No pretendo por estàs observaciones constituirme en ser censor
de dos fisiólogos igualmente recomendables ; sobre todo me conven
dria tanto menos con respecto á uno de ellos , pues estas reflexiones
nacen de los primeros principios que he tomado en sus lecciones de
fisiológia, por cuya razon me guardaré bien de criticarle. (Maingault).
(2) La palabra vida ha sido empleada por los fisiólogos en dos
sentidos diferentes. Segun los unos designa un ente de razon , pria
cipio único de todas las funciones que presentan los cuerpos vivos ;
segun los otros denota solamente el conjunto de las funciones, y
'en este último sentido es en el que Bichat la ha usado , y eso mis
mo ha querido espresar por esta definicion "La vida es el conjunto
de funciones que resisten á la muerte.” En lo que solamente ha errado
ha sido en hacer entrar en esta definicion la idea de la muerte , por
que esta idea supone necesariamente la de la vida , y así es que
hay realmente en ella un círculo vicioso ; pero dejando á un lado
lo que hay de defectuoso en el lenguage , se ve que Bichat conside
ra la vida como un resultado , no como una causa.
Se han dado antes y despues de Bichat , un gran número de de
>

finiciones a la vida que todas son falsas é incompletas. No se puede


exigir de una definicion que de todas las propiedades de la cosa que
quiere hacer conocer , pues seria entonces una descripcion ; pero
hay derecho á esperar que señale á esta cosa ciertos caractéres que
no convienen mas que á ella sola , separándola asi de todas las
otras .
Examinemos segun este principio la definicion adoptada en una
obra moderna. " La vida es , dicen , el conjunto de fenómenos que se
"
suceden durante un tiempo limitado en un ser organizado." Esta
15
(*) El modo de existir de los cuerpos vivos es efec
tivamente de una manera tal , que todo lo que los cerca
procura destruirlos. Los cuerpos inorgánicos obran sin
cesar sobre ellos , y ellos mismos tienen una accion con
tinua los unos sobre los otros , a la que sucumbirian muy
pronto , si no tuviesen en sí un principio permanente de
reaccion. Este principio es el de la vida , del que no co
nociéndose la naturaleza no puede distinguirse si no por
sus fenómenos: el mas general de estos es la alternativa
habitual de accion de parte de los cuerpos esteriores , y
de reaccion de parte del cuerpo vivo , alternativa cuyas
proporciones varían segun la edad. Hay esceso de vida
en el niño , porque la reacción sobrepuja á la accion , se
establece el equilibrio de ellas en el adulto , y por la mis
ma razon desaparece esta superabundancia vital. La reac
cion del principio interno disminuye en el viejo , perma
esplicacion conviene bien sin duda alguna á la vida ; pero si puede
aplicarse tambien á otro estado , cesa de ser una definicion. Perece
un animal, sus órganos quedan desde entonces sujetos a la sola ac
cion de las afinidades químicas , se efectua la descomposición , se des
prenden gases , se derraman los líquidos, se forman nuevos agrega
dos sólidos , y despues de un tiempo mas o menos dilatado , cesa
?

todo este movimiento molecular. No queda mas que un cierto nú


mero de combinaciones binarias , ternarias, &c. He aqui un conjunto
de fenómenos que se producen durante un tiempo limitado en un
cuerpo organizado, y no obstante no hay alli vida. (Magendie)
( *) Iguales observaciones pueden hacerse con respecto a la vida
vegetal ; en efecto un vegetal muere , es decir cesan en él las fun
ciones de nutricion , absorcion , &c. , y sin embargo continúa por un
tiempo mas o menos dilatado aquel conjunto de fenómenos que su
cesivamente producen la fermentacion , la putrefaccion , y el paso
al estado gaseoso de los principios esencialmente constitutivos del
vegetal , y demas fenómenos que precisamente caracterizan la muer
te . Por las reflexiones que acaban de hacerse nos ha parecido que
una definicion que comprendiese todas las circunstancias necesaria
mente características de la vida , é inaplicables al estado de muerte
seria la mas exacta , y abundando en esta opinion aventuramos ' la
siguiente que encomendamos á la meditacion de las personas ins
truidas. " La vida en los seres orgánicos animales es el conjunto de
fenómenos que les produce el sentimiento de la propia existencia.
16
neciendo la misma la accion de los cuerpos esteriores ; la
vida entonces se debilita y camina insensiblemente á sú
término natural , que sobreviene cuando cesa toda pro
porcion.
La medida de la vida es pues en general la dife
rencia que existe entre el esfuerzo de las potencias es
teriores , y el de la resistencia interior. El esceso de unas
anuncia su debilidad ; el predominio de la otra indica su
fuerza .


SI.
Division de la vida en animal y
orgánica. ( 1 ) , (2).
La vida considerada en su totalidad , y examinada
mas circunstanciadamente nos presentà dos modificacio

( 1) Esta division fue reprobada por aquellos que echan en cara


á Bichat el confundir el hombre con los animales. EI Profesor Ri.
cherand que admite igualmente dos modificaciones de la vida espli
cadas con distintas palabras, merecerá pues tambien las tachas que
han puesto á Bichat.
¿ Pero donde se ha de encontrar la línea de demarcacion entre
el hombre y los animales ? Sé bien que segun algunos caracteres , se
pueden hacer dos clases distintas ; sin embargo temo no verme obli
gado á conservar aun largo tiempo , y quizá siempre las divisiones
>

de que acabamos de hablar ; á menos que no se admita una tercera


modificacion de la vida que se calificará entonces de vida intelec
tual ó intelectiva : tendrá por atributos todos los fenómenos del en
tendimiento , separará hasta un cierto punto al hombre de los ani
males , y hará mas perfectas las distinciones anteriores . Entonces
aquellos que quieren hacer del hombre una clase separada dirán,
cuando la razon supera las pasiones es la vida intelectual no la
animal la que recupera su imperio ; la meditacion , la reflexion , el
juicio , en una palabra todo lo que está unido al raciocinio es del
dominio de la vida intelectual ; por ella es por la que el hombre es
tan grande , tan superior á todos los seres que le rodean ; por ella
es apto para las ciencias ,7 las artes , &c.; la industria , el comercio,
17
nes dignas de observarse , la una es comun al vegetal y
al animal , y la otra propia de éste último. Dirijamos
una mirada sobre dos individuos de cada uno de estos
dos reinos vivientes , y veremos que uno no existe sino
dentro de sí , ni tiene con lo que le rodea otras relacio
nes que las de nacer , nutrirse y perecer fijo en el suelo
que recibió su gérmen ; el otro unir á esta vida interior

todo lo que es bueno , todo lo que engrandece el círculo estrecho


en que están los animales , es de la pertenencia de la vida intelec
>

tual y no de la animal. ¿ Pero sobre qué bases se apoyará esta ter


cera modificacion de la vida ? Sea cual fuere la distincion estableci
da entre el hombre y los animales , el fisiólogo no debe ver en ellos
mas que seres cuya organizacion general tiene mucha analogia ; mas
perfecta en el hombre presenta fenómenos que son efectos de esta
organizacion que nos determinan á comparar los unos con los otros;
de aqui proviene que segun esta comparacion se ha creido necesa
rio suponer en el hombre una causa oculta de su inteligencia , so
7

bre la que los fisiólogos y los metafisicos no han estado siempre


acordes , y que pueden considerar de un modo diferente.
En un tratado elemental de fisiologia muy conciso, el autor sienta
un principio del que no debemos jamas separarnos si queremos lle
gar á tener datos positivos sobre las funciones cerebrales.
El cerebro segun mi opinion , y la de muchos fisióiogos forma
un todo compuesto de diferentes partes que cada una tiene un uso
determinado., y están de tal suerte unidas entre sí que no puede es
tar la una dañada sin que las otras esperimenten un desórden que
produce un trastorno mas ó menos general en las operaciones del
entendimiento .
No ignoro sin embargo que un crecido número de hechos pato
lógicos prueban que se han perdido solo algunas facultades intelec
tuales por la lesion ó daño de una porcion del cerebro , ó del ór
gano en que parecia tenian su asiento , sin que por esto hayan sido
atacadas las partes inmediatas, y las operaciones del entendimiento
que dependian de ella.
El doctor Gall cita muchos hechos que apoyan esta teoría , y
que hablan fuertemente en favor de la doctrina que el profesa , doc
trina que para decirlo de una vez es fecunda en ideas nuevas. En
las diferentes lesiones del cerebro la naturaleza obra diferentemente
que nosotros lo hacemos en nuestras esperiencias , para obtener los
mismos resultados. Lo que ella hace , lo hace lentamente. Por ejem
plo se desarrolla un tubérculo en la masa del cerebro , lo mas fre

cuente es que se vaya formando gradualmente ; las partes que le


Tomo I. 3
18
de que goza en alto grado , otra.. esterior que establece
infinitas relaciones entre él y los objetos que le rodean;
enlaza su existencia a las de los otros seres , alejandole
de ellos ó aproximándole segun sus temores ó sus nece
sidades , y de esta suerte parece que apropiándose para
sí todo lo que hay en la naturaleza lo refiere a su exis
tencia aisladą ( 1 ). )

rodean van cediendo poco á poco , se acostumbran á la presion , y


no se llega á percibir el abatimiento de algunas de las facultades
del entendimiento , sino cuando la enfermedad ha hecho ya grandes
progresos ; habiendo llegado á un grado tal , el tumor tiene un vo
lumen tan grande que si un cuerpo estraño de la misma magnitud
se introdujese casi de repente en la masa del cerebro , ó entre este
y el cráneo , produciria los accidentes mas graves y aun la misma
muerte , como he tenido ocasion de observar dos veces en mi prác
tica. Estos dos hechos interesantes apoyan esta teoria. (Manigault).
(2 ) Esta distincion de las dos vidas es peligrosa , en cuanto se
dirige a aislar los fenómenos que tienen la mas estrecha union en
tre sí , que se refieren á un objeto comun , y que son frecuente
mente producidos por medios casi en todo semejantes. ¿ Por qué he
de colocar yo entre los órganos de la vida animal el aparato musu
culoso que hace pasar el bolo alimenticio desde la boca al esófago,
y entre los de la otra vida el que la hace caminar desde el cárdias
hasta el ano ? ¿ La accion del primer aparato no está en relacion
con la nutricion , tanto como la accion del segundo , y el apa→
rato musculoso del esófago no obra sobre un cuerpo que nos es es
traño , de la misma manera que el de la lengua y de la faringe?
Los movimientos de la masticacion se diferencian por su objeto de
los que acabamos de designar ; ¿y en cuanto a los medios de ejecu
cion , la accion muscular no desempeña el principal papel ?
Del mismo modo podemos relacionar entre sí los movimientos
por medio de los cuales tomamos los alimentos. La mismasaccion
de los sentidos que dirige estos movimientos está con la nutricion
en una relacion mas distante , pero no menos necesaria , y vemos
en las diversas clases de animales modificarse su aparato digestivo
segun los diferentes géneros de alimento de que usan. Si la distin
cion de las dos vidas está falta de exactitud en cuanto al objeto de
las funciones que separa , veremos bien pronto que los caractéres
que estân unidos â los órganos de la una y de la otra , no estable
cen esta division de un modo mejor marcado. (Magendie). :
(1) Seria necesario que esta division entre los vegetales y los
animales fuese tan marcada como se la supone aqui ; estas dos cla
Off.1
19
con Se dirá que él vegetal es el bosquejo del animal , y
que para formar este último no ha sido necesario mast
que dar á este bosquejo un aparato de órganos esterio
C..
res proporcionados para establecer estas relaciones.
Resulta de esto que las funciones del animal forman
dos clases muy distintas ; las unas se componen de una
sucesion habitual de asimilacion y de escrecion , por las
que transforma ó convierte sin interrupcion en su propia
sustancia las moléculas de los cuerpos que le rodean , y
las espele en seguida cuando le son heterogeneas. No vi
ve sino en sí mismo por esta clase de funciones , y por
la otra existe fuera de sí ; es habitante del mundo , lo que
no sucede al vegetal que lo es solo del terreno en que
nació. Siente y percibe lo que le rodea , refleja sus sen
saciones , muda de lugar voluntariamente , segun la in
fluencia de ellas , y lo que es mas puede comunicar con
frecuencia por la voz sus deseos , y sus temores , sus pla
,,,
ceres ó sus penas .
I
Doy el nombre de vida orgánica al conjunto de las
funciones de la primera clase , porque todos los seres or
ganizados vegetales ó animales gozan de ella en un gra

ses de seres tan diferentes cuando se consideran en los individuos


dotados de una organizacion muy complicada , se acercan singular
mente luego que se desciende à las especies cuya estructura es mas
simple ; es tambien notable que el carácter mas constante que dis
tingue los unos de los otros , está tomado no de las órganos de la
vida animal , sino de los de la vida vegetativa ú orgánica. Los sen
tidos se ven desaparecer sucesivamente , porque en un individuo
en quien no se percibe sistema nervioso , no hay ninguna razon pa
ra suponer en él que el tacto sea una sensacion ; sin embargo de
reconocerla en la sensitiva , en la dionea muscipula , y otras plan
tas semejantes , pues en ellas no nos es permitido ver otra cosa
que accion y reaccion. Los movimientos de los brazos de ciertos
polipos no supoñen mas voluntad en ellos que el movimiento de la
raiz que sigue la esponja mojada , ó de las ramas que se dirigen
hacia la luz ; el único carácter distintivo es la ausencia ó presencia
de una cavidad digestiva. Es pues una suposicion mas brillante
que sólida el presentar al animal como un vejetal revestido de un
aparato esterior de órganos de relacion. Buisson en la division` que'
*
22
sé egerce
mer órden está suspenso, cesa el segundo , ó no se
sino por sacudidas irregulares. El ciego que no vive sino
á medias para los seres que le rodean, egecuta sus movi
mientos con una lentitud que perderia bien pronto , si se
aumentasen sus comunicaciones esteriores. Se egerce tam
bien en la vida orgánica un doble movimiento, uno que
hace sin cesar la composicion del animal , y el otro que
sin cesar le descompone. La observacion que han hecho
los antiguos , y á imitacion de ellos muchos modernos,
es que su modo de existir segun era ' en una época , deja
de serlo en otra ; su organizacion permanece siempre la
misma ; pero sus elementos varian cá cada instante. Las
moléculas nutritivas absorvidas y espelidas succesivamen
te , pasan del animal á la planta , de ésta al cuerpo inor
gánico , vuelven al animal y salen en seguida de él. La
vida orgánica está proporcionada para esta circulación
continua de la materia. Un órden de funciones asimila
al animal las sustancias que le deben nutrir, otro le pri
va de estas sustancias que se han hecho heterogeneas á su
organizacion , despues de haber sido por algun tiempo
parte del mismo animal. DISP

El primer órden que es el de la asimilacion , resulta


de la digestion , de la circulacion , respiracion y nutri
cion , toda molécula estraña al cuerpo , recibe antes de
convertirse en elemento suyo la accion de estas cuatro
funciones. 5 Cuando ha contribuido por algun tiempo á
formar parte de nuestros órganos , la absorcion la arre
bata, la transmite al torrente circulatorio donde adquie
re nuevas cualidades , y de alli sale por la exhalacion
pulmonal ó cutanea , y por las diversas secreciones cuyos
fluidos se arrojani fuera del cuerpo.
La absorcion , la circulacion , la exhalacion y la se
crecion forman pues el segundo órden de funciones de la
cha
vida orgánica , ó el órden de desasimilacion .
Se sigue de aqui que el sistema sanguineo es un sis
tema medio , centro de la vida orgánica , como el ce
23
rebro lo es de la vida animal en donde circulan mezcla
das las moléculas que deben ser asimiladas , y aquellas
que habiendo ya servido á la asimilacion están destina
das á ser espelidas5 ; de suerte que la sangre es compuesta
de dos partes , la una recrementicia que viene sobre to
do de los alimentos , y en donde la nutricion saca estos
materiales ; la otra excrementicia , que es como el resto
ó el residuo de todos los orgános , que suministra ma
teria á las secreciones y exhalaciones esteriores . Sin em
bargo , estas últimas funciones sirven tambien algunas
veces para arrojar hacia el esterior los productos diges
tivos , sin que éstos productos hayan servido para nu
trir las partes. Esto es lo que se observa en la orina y
en el sudor despues de las bebidas abundantes. La piel
y los riñones son entonces órganos excretorios , no de
la nutricion , sino mas bien de la digestion . Esto es lo
que se observa aún en la produccion de la leche , fluido
que proviene patentemente de aquella porcion de sangre
que no ha podido aún ser asimilada por el trabajo de
la nutricion . ( 1 )
No hay entre los dos órdenes de funciones de la vi .
da orgánica la misma relacion que entre los de la vida
animal; la debilidad del priinero no acarrea la del seg
gundo; de aqui el enflaquecimiento y el marasmo, en es
tos dos estados cesa en parte la asimilacion , egerciéndo
1

se la desasimilacion en el mismo grado. 1.03.12

( 1 ) Bichat parece adoptar aqui la opinion generalmente recibida


que el quilo es el que suministra à la glándula mammaria los mag
teriales de que se compone la leche. No se sabe de donde puede
venir esta creencia , sino es quizà de la semejanza grosera que pre
sentan a veces el quilo y la leche . Esta semejanza ha sido llevada
muy alla ; pero seria ésta una razon muy débil para admitir na
hecho tan singular sin las pruebas anatómicas; mas esta semejanza
está muy distante de ser perfecta. En efecto el quilo no presenta
la apariencia láctea , y el color blanco , sino cuando el animal de
quien se ha tomado ha hecho uso de alimentos grasientos ; en to
dos los demas casos es opaco , casi transparente , y su olor , su sa
bor , y todas sus cualidades se diferencian absolutamente de las de
24
Estas grandes diferencias establecidas entre las dos
vidas del animal , estos límites no menos marcados que
separan los dos órdenes de fenómenos , de cuyo conjun
to se forma cada uno de ellos , me parece presentan al
fisiólogo la única division verdadera que se puede esta
>
blecer entre las funciones.
2. Abandonemos á otras ciencias los métodos artificia
les , sigamos el encadenamiento de los fenómenos para
>
enlazar las ideas que nos hemos formado , y $ veremos
entonces que la mayor parte de las divisiones fisiológi
cas no presentan si no bases inciertas al que quiera le
vantar en ellas el edificio de la ciencia .
No repetiré aqui estas divisiones ; el mejor modo de
demostrar el vacio ó la falsedad de ellas , es á mi pa
recer el de probar la solidez del que adopto. Recorra
mos por menor las grandes diferencias que dejan aislado
al animal que tiene una vida esterior del que la tiene
interior , y que se va consumiendo en una alternativa
de asimilacion y de excrecion .

la leche ; si se abandonan estos dos líquidos por algun tiempo a si)


mismos , se ve que la leche permanece largo tiempo sin coagularse ,
y el quilo se convierte al instante en una masa , que se separa des
pues en tres partes. La porcion sólida de la masa presenta bien
pronto células, y un viso ó semejanza de organizacion ; el coagulo
>
de la leche no presenta nada que se parezca a aquello ; simple
contacto del aire el suero de la leche se queda descolorido , y el
del quilo toma una tinta rosada , a veces muy viva. Si se examina
finalmente la composicion de estos dos líquidos , se encuentran en
ellos diferencias aun mas marcadas . Véanse mas detalles de esto en
mi Tratado elemental de Fisiológia. Tómo 2.° (Magendie ).

( ‫خانه‬ 2.2 Conceira


25
ARTICULO II.

Diferencias generales de las dos vidas con


relacion á las formas esteriores de sus
órganos respectivos.
La mas esencial de las diferencias que distinguen los
órganos de la vida animal de los de la vida orgánica,
es la simetría de los unos, y la irregularidad de los otros .
Algunos animales presentan escepciones de este caracter,
particularmente con respecto a la vida animal ; tales son
entre los pescados los lenguados , los rodaballos , & c. y .
varias especies entre los animales que no tienen vérte
bras, & c.; pero está exactamente trazado en el hombre,
ași como en los géneros que se le acercan por su perfece
cion. Aqui es donde voy á examinarle, y para compren
derlo basta la inspeccion sola .
SI .
Simetría de las formas esteriores en la
vida animal. ( 1)
Dos globos perfectamente semejantes reciben la iin
(1) Parece que primitivamente la simetría dependió de las for
mas esteriores, bien que en algun modo esto es accidental , porque
la naturaleza de sus funciones exigia en general que estuviesen co
locadas al esterior ; y por esta causa los órganosde relacion se en
cuentran modificados en virtud de dicha ley. En el ejemplo citado
los ojos de los pescados sin vejiga , para no perder nada de su utili
dad debian presentar una disposicion nueva , y hallarse sobre la
cara que es sola la que está en relacion con la luz ; sin embargo
aun en este caso la simetria de las formas esteriores ha sido mu
dada mas bien que destruida , y en el primer examen aparece com
Tomo I. 4
26
presion de la luz. El sonido y los olores tienen tambien
un órgano doble análogo. Una membrana sola es la que
se afecta por los sabores ; pero se descubre en ella la li
nea media , cada segmento indicado por ella es semejan
te al del lado opuesto. La piel no nos presenta siempre
señales visibles de esta linea ; pero está supuesta en toda
ella. La naturaleza habiendo olvidado , por decirlo asi,
señalarla , colocó de trecho en trecho puntos salientes
que indican su direccion. Las ranuras de la estremidad
de la nariz , de la barba , de la mitad de los labios , del
ombligo , del rafe del perineo , la prominencia de las
apofises espinosas , y el undimiento medio de la parte
posterior del cuello forman principalmente estos puntos
que la indican.
Los nervios que transmiten la impresion recibida
por los sentidos como el óptico , el acústico , el lingual,
y el del olfato , evidentemente estan juntos formando pa
res simétricos.
El cerebro , órgano en que se recibe la impresion,
es digno de atencion por su forma regular ; sus partes
pares se semejan en sus dos lados , como el tálamo de
los nervios ópticos , los cuerpos acanalados , los hypo
campos , los cuerpos frangeados , &c. Las partes impa
res estan todas divididas simétricamente por la linea me
dia , y presentan muchas señales visibles , como el cuer
po calloso , la bóveda de tres pilares , la protuberancia
anular , &c.

pleta. Cuando los órganos de relacion se hallan colocados en el in


terior , presentan frecuentemente alguna irregularidad , y para tomar
un ejemplo de un animal conocido , el órgauo de la voz en el anade
macho , nos presenta uno muy notable ; en el hombre mismo el con
ducto por donde entra el aire deja de ser simetrico luego que llega
a la primera division de los brénquios. Al contrario entre los órga
nos de la otra vida los que estân colocados en el esterior presentan
constantemente el carácter de simetrla , como la glândula tiroides,
las glándulas mammarias, &c. (Magendie).
27
Los nervios que transmiten á los agentes de la lo
comocion y de la voz , las voliciones del cerebro, los ór
ganos locomotores, formados de una gran parte del sis
tema muscular , del huesoso , y de sus dependencias, la
laringe y sus accessorios dobles agentes de la egecucion
de estas voliciones tienen una regularidad , y una simetría
que no falta jamas.
Tan cierto es el caracter que indico , que los múscu
los y los nervios cesan de ser regulares cuando ya no
pertenecen a la vida animal. El corazon , las fibras mus
culares de los intestinos, & c ., son una prueba con res
pecto á los músculos , en cuanto a los nervios el gran
simpático , destinado todo él para la vida interior pre
senta en la mayor parte de sus ramos una distribucion
irregular; los plexos solar , mésentérico , hipogástrico,
9

esplénico , estomático , &c. son una prueba de ello.


Podemos pues concluír , á mi parecer, segun la ins
peccion mas evidente, que la simetría es el caracter
esencial de los órganos de la vida animal del hoinbre.
S II.

Irregularidad de las formas esteriores


en la vida orgánica.
Si pasamos ahora lá examinar las vísceras de la vida
orgánica , veremos que les es aplicable un caracter exac
tamente opuesto. En el sistema digestivo el estómago,
los intestinos, el . bazo , hígado , & c. están todos dispues
tos con irregularidad.
En el sistema circulatorio el corazon , los grandes
vasos , como el cayado de la aorta , las venas cavas , la
acygos , la vena porta , y la arteria innominada no pre
sentan ningun caracter de simetría . En los vasos de los
*
28
miembros se observan continuas variedades , y lo que
hay mas digno de observarse es , que en estas varieda
des la disposicion de un lado no lleva tras sí la del
opuesto .
El sistema respiratorio parece á primera vista exac
tamente regular, sin embargo se observa que el bronquio
derecho es diferente del izquierdo por su longitud , su
diámetro .y direccion ; que tres lóbulos componen uno de
los pulmones , y que dos solamente forman el otro ; que
hay entre estos órganos una desigualdad manifiesta de
yolumen ; que las dos divisiones de la arteria pulmonal
no se parecen ni por su direccion ni por su diámetro ;
que el mediastino sobre el que cae la linea media , se >

desvia sensiblemente a la izquierda >, veremos que la si


metría no es aqui sino aparente , y que la ley comun
no padece escepcion...

Los órganos de la exhalacion , de la absorcion , las


membranas serosas , el canal torácico , el gran vaso lin
fático derecho , y los absorventes secundarios de todas
partes , tienen una distribucion en su totalidad desigual
é irregular.
En el sistema glanduloso vemos las criptas ó folícu
los mucosos diseminados en toda su estension sin órden
bajo sus respectivas membranas. El pancreas, el híga
do , y tambien las glándulas salivales aunque mas simée
tricas al primer golpe de vista , no están exactamente
sujetas á la linea media .
Los riñones se diferencian el uno del otro por su
situacion , por el número de sus lóbulos en el niño, por
1
la longitud y grueso de su arteria y de su vena , y so
bre todo por sus frecuentes variedades. ( 1 )
(1) Si se niega la simetria a los riñones porque en los ni
Los no se componen constantemente de un mismo número de ló
bulos 9, serà tambien necesario negarla al cerebro cuyos dos hemis
ferios no presentan jamas una colocacion igual en sus circunvolu
ciones ; si se la niega a las glándulas salivales porque la una 'es mas
29
Estas numerosas consideraciones nos llevan eviden
temente á un resultado opuesto al anterior ; á saber,
que el atributo especial de los órganos de la vida inte
rior es la irregularidad de sus formas esteriores.

S III. 3

Consecuencias que resultan de las diferen


cias de las formas esteriores en los órganos
de las dos vidas.

Resulta de las consideraciones que acabo de pre


sentar , que la vida animal es , por decirlo asi , doble,
que sus fenómenos ejecutados á un mismo tiempo en
sus dos lados , forman en cada uno de ellos un sistema
independiente del opuesto ; que tiene , si me es permi
tido hablar ąsi , una vida derecha y otra izquierda, que
la una puede existir aunque la otra cese de obrar , y
que están tambien destinadas á suplirse recíprocamente.
Esto es lo que sucede en las afecciones morbosas tan
comunes, en que la sensibilidad y la movilidad animal
debilitadas, o enterainente aniquiladas en una de las mi
tades simétricas del cuerpo , no se prestan á ninguna
relacion con aquellas cosas que nos rodean ; en que el
hombre por un lado no es mas que lo que un vegetal,
mientras que por el otro conserva todos sus derechos á
la animalidad, por la sensacion y movimiento que le
quedan
Ciertamente estas paralisis parciales en las que la linea
voluminosa que su compañera , és necesario desconocerla en los miem
bros , porque el derecho está comunmente mas desenvuelto que el
izquierdo. Por otra parte á falta de estos ejemplos , tendria otros
muchos que citar ; tales como las cápsulas atrabiliarias . la vejiga,
los diferentes órganos de la generacion y de la lactacion , y la co
30
media es el término donde concluye , y el origen don
de principia la facultad de sentir y moverse , no deben
observarse con tanta regularidad en los animales , que
como la ostra tienen un esterior irregular.
La vida orgánica al contrario forma un sistema
único donde todo se une y se coordina ,> donde las fun
ciones de un lado no pueden interrumpirse sin que por
un efecto necesario se estingan ó debiliten las del otro.
El hígado enfermo en su parte izquierda, influye en la
derecha sobre el estado del estómago ; si el colon de un
lado cesa de obrar , del opuesto á aquel no puede con
tinuar su accion ; el mismo golpe que suspende la cir
culacion en los gruesos troncos venosos , y en la porcion
derecha del corazon , la aniquila tambien en la porcion
izquierda , y en los gruesos troncos arteriales , especials
mente los que están situados en este lado , & c.; de don
de se sigue que suponiendo que todos los órganos de la
vida interna de un lado cesen en sus funciones , los del
lado opuesto permanecen necesariamente en la inaccion ,
y entonces sobreviene la muerte.
Por lo demas esta asercion es general , y no se ver
sa sino en el conjunto de la vida orgánica , y no sobre
todos sus fenómenos aislados , algunos en efecto son do
9

bles y pueden suplirse , como nos dan un egemplo de es


to los riñones y el pulmon.
No buscaré la causa de esta diferencia reparable, que
en el hombre y en los animales que se le parecen distin
gue los órganos de las dos vidas ; haré solamente la ob
servacion que entra esencialmente en el orden de sus fe
nómenos , y que la perfeccion de las funciones animales
debe estar enlazada á la simetría generalmente obser
locacion muy regular de los folículos mucosos situados en ciertas
partes sobre la linea media , &c. En cuanto a las anomalias que se
observan en la distribucion de los vasos sanguíneos , se ven tam
bien con mucha frecuencia , aunque de un modo menos marcado, en
>

la distribucion de las ramificacionos nerviosas. (Magendie ).


31
vada en sus órganos respectivos ; de suerte que todo lo
que turbe esta simetría , alterará mas o menos sus
funciones.
De aqui es sin duda de donde nace esta otra dife
rencia entre los órganos de las dos vidas ; á saber , que
la naturaleza se entrega con mas rareza á estos vicios
de conformacion en la vida animal que en la orgánica.
Grimaud se ha servido de esta observacion , sin indicar
el principio de que depende el hecho que nos presenta.
No se puede escapar al que ha hecho muchas disec
ciones anatómicas la observacion de las frecuentes va→
riaciones que presentan en cuanto á su figura , magni
tud , situacion y direccion de los órganos internos , el
bazo , el hígado , el estómago, los riñones y los órganos
salivales , &c. Son tan marcadas estas variedades en el
sistema vascular , que apenas se presenta la misma dis
posicion en dos individuos sujetos á la autopsia cadavé
rica. ¿Quién ignora que los órganos de la absorcion , y
particularmente las glándulas linfáticas se encuentran
rara vez sujetas en dos individuos á las mismas propor
eiones de número, volúmen , &c. ? Las glándulas muco
sas ¿presentan acaso jamas una situacion fija y analoga?
No solo cada sistema examinado aisladamente está
sujeto á frecuentes aberraciones , sino que tambien el
conjunto de los órganos de la vida interna se encuentra
algunas veces en un órden inverso á aquel que le es na
tural Trajeron el año pasado á mi anfiteatro un niño
que habia vivido muchos años con un trastorno general
de las vísceras digestivas , circulatorias , respiratorias y
secretorias. Se encontraban en el lado derecho el estó
mago , el bazo , la S del colon , la punta del corazon,
la aorta , el pulmon izquierdo ; y en el lado izquierdo el
hígado , el intestino ciego , la base del corazon , las ve
nas cavas , la acigos y el pulmon derecho.
Presentaban tambien un órden inverso todos los
órganos situados bajo la linea media , tales como el me
32
diastino , el mesenterio , el duodeno, el pancreas y la
division de los bronquios. Muchos autores han hablado
de los trastornos de las vísceras , pero no he .conocido
sin embargo un egemplo tan completo .
Echemos ahora una ojeada sobre los órganos de la
vida animal , sabre los sentidos , los nervios, el cerebro,
los músculos voluntarios , la laringe, todo alli es exacto ,
fijo y rigorosamente deterininado en su figura , magni
tud y situacion. No se ven en ellos casi nunca variedades
de conformacion ; si existen , las funciones están turbadas,
aniquiladas, mientras que permanecen las mismas en la
vida orgánica , enmedio de las alteraciones diversas de
las partes.
6.Esta diferencia entre los órganos de las dos vidas
depende evidentemente de la simetría de los unos , que
ha podido ser turbada por el menor,cambio de confor
macion , y de la irregularidad de los otros con la que
se avienen bien estos cambios diversos.
La accion de cada órgano está ininediatamente uni
da en la vida animal, á la semejanza que hay .con el
lado opuesto si es doble , ó á la uniformidad de conform
macion de sus dos mitades simétricas si es simple. Segun
esto se concibe la influencia de los cambios orgánicos
sobre el trastorno de las funciones,
Pero se hará esto mas perceptible cuando haya in ,
dicado las relaciones que existen entre la simetría ó la
irregularidad de los : órganos , y la armonía ó discor
dancia de las funciones,
33
$

ARTICULO III.

Diferencia general de las dos vidas con


relacion al modo de accion de sus orgános
respectivos.
La armonía es en las funciones de los órganos,, lo que
la simetría en su conformación ; supone una igualdad per
fecta de fuerza y de accion , asi como la simetría indica
una analogia exacta en las formas esteriores y en la
estructura interna : tambien es una consecuencia de la
simetría , porque dos partes esencialmente semejantes
por su estructura , no pueden ser diferențes en su modo
de obrar. Este simple raciocinio nos debe conducir á este
dato general ; á saber, que la armonía es el caracter de
las funciones esteriores , que la discordancia es al con
trario el atributo de las funciones orgánicas , pero es ne
cesario examinar este punto con mas estension,
1

SI.
De la armonia de accion en la vida
animal.

Hemos visto que la vida esterior resultaba de las ac


ciones succesivas de los sentidos , de los nervios, del ce
rebro , de los órganos locomotores, y de los de la voz.
Consideremos la armonía de accion en cada una de es
tas graudes divisiones.
La precision de nuestras sensaciones parece ser tan
Tomo I. 5
34
to mas perfecta , cuanto existe una semejanza mas exacta
entre las dos impresiones que resultan de cada una de
ellas. Vemos mal cuando uno de los ojos mejor constitui
do , mas fuerte que el otro , está afectado con mas viveza,
y transmite al cerebro una imagen mas fuerte. Por evi
tar esta confusion es por lo que se cierra un ojo cuando
la accion del otro está aumentada artificialmente por una
lente convexá : esta lente interrumpe la armonía de estos
dos órganos , y usamos de uno solo para que no discre
pen. Lo que produce un anteojo artificialmente , el estra
bismo nos lo presenta en el estado natural. Miramos viz
cos , dice Bufon , porque apartamos el ojo mas débil del
objeto en que hemos fijado el mas fuerte , para evitar la
confusion que nacería en la percepcion de dos imagenes
desiguales.
Sé que contribuyen otras muchas causas á producir
esta afeccion , pero no puede ponerse en duda la realidad
de ésta. Sé tambien que cada ojo puede obrar aislada
mente en diversos animales ; que se transiniten á un mis
mo tiempo dos imágenes distintas por los dos ojos de
ciertas especies , pero esto no impide que cuando estos
órganos reunen su accion sobre el mismo objeto , las dos
impresiones que transmiten al cerebro sean análogas. Un
juicio solo es efectivamente el resultado ¿ pero cómo este
juicio podrá ser exacto , si el mismo cuerpo se presenta
al mismo tiempo con colores vivos , ó ya apagados se
gun se pinta en una ú otra retina ?
Lo que decimos del ojo se aplica exactamente al oi
do. Si en las dos sensaciones que componen el oido , la
una es recibida por un órgano mas fuerte y mejor desen
vuelto , dejará allí una impresion mas clara y mas dis
tinta ; el cerebro diferentemente afectado por cada una ,
no será sino el foco de una percepcion imperfecta; esto
es lo que constituye el falso oido. ¿ Por qué un hombre
recibe una disonancia que el otro no ? Sucede esto por
que confundiéndose en una sola las dos percepciones del
35
mismo sonido , la que resulta es precisa , exacta , y dis
tingue el menor defecto del canto , mientras que en el
otro ofreciéndole los dos oidos sensaciones diversas , la
percepción es habitualmente confusa , y no puede apre
ciar la falta de armonía de los sonidos ( 1 ) . Por la mis
ma razon vemos que uno coordina siempre el compás del
baile con la sucesión de los compases de la música , y
otro por el contrario une constantemente la falta de sus
ni s te AD
compases á la armonía de la orquesta.
Bufon ha limitado a la vista y al oido sus conside
" •
raciones sobre la armonía de la accion ; continuemosla
en el exámen de * la vida animal.
Es necesario en el olfato como en los otros sentidos
distinguir dos impresiones , una primitiva que pertenece
al órgano , y la otra consecutiva que afecta al sensorio;
"2
ésta puede variar , la primera permanece la misma . Al
gunos olores hacen huir â ciertas personas de un sitio y
atraen á otras; no indica esto que la afeccion de la mem
brana pituitaria sea diferente , sino porque el alma une
sentimientos diversos à una impresion idéntica , de suer
2 ‫نا‬
te que aquí la variedad de resultados no supone varia
ción en sus principios?
- Pero algunas veces la impresion formada sobre la
pituitaria difiere realmente de lo que debe ser para la
perfeccion de la sensacion. Dos perros persiguen una mis
ma pieza ; el uno no pierde jamas el rastro , hace los mis
a pero o 201 sb młoqgoroq elania se stea
(1) Esta suposicion es ingeniosa , sin duda alguna , pero falta
de verdad. Si en efecto la falta de exactitud del oido està unida à
la desigualdad de fuerza de los dos órganos , se remediaria necesa
riamente esta falta sirviéndose de uno solo ; pero la esperiencia da
un resultado que no conviene con lo espuesto. No examinaremos
con relacion al mismo principio de desigualdad en los órganos , la
esplicacion del estrábismo ; pero al menos en todo lo que pertenece
á la justa valuacion de los colorés , no tiene este principio una
aplicacion mas estensa que la que se le da en la exacta valuacion
de los sonidos. Conozco un hombre que no ha podido jamas llegar
à distinguir el color azulado del cielo , del verde del mar , y aun
cerrando un ojo tampoco conseguia mas. (Magendie).
36
mos giros , da los mismos rodeos ; el otro la sigue tam
bien , pero muchas veces se detiene , pierde la huella, como
se dice , duda , y busca para volverla á hallar , corre , y
se para otra vez. El primero de estos dos perros recibe
una fuerte impresion de las emanaciones olorosas , las
que no afectan sino confusamente el órgano del segundo.
¿Pero esta confusion no depende de la desigualdad de ac
cion de las dos narices , de la mayor perfeccion de la or
ganizacion de la una , y de la debilidad de la otra ? Las,
observaciones siguientes parecen comprobar esto.
En la coriza que no afecta sino una nariz , es con
fuso el olfato , si las dos permanecen abiertas ; ciérrese
la del lado enfermo , y el olfato será distinto. Un poli
po desenvuelto en un lado , debilita la accion de la mem
brana pituitaria correspondiente , y la del otro permanece
la misma , de aqui como en el caso precedente resulta la
falta de armonía entre los dos órganos , y por lo". mismo,
la confusion en la percepcion de los olores. La mayor.
parte de las afecciones de una sola ventana de la nariz,i
tienen resultados análogos , y que pueden corregirse mo
mentáneamente por el medio que acabo de indicar : ¿ y
por qué ? porque dejando en inaccion una de las pituita
rias , se hace cesar la discordancia de accion que tiene
con la otra. DD SMK T 20% 3*
Concluyamos de aqui , que puesto que toda causa ac
cidental que interrumpe la armonía de las funciones de
los órganos hace confusa la percepcion de los olores , es
probable que cuando esta percepcion es naturalmente in
exacta , haya en las narices una desigualdad natural de
conformacion , y por lo mismo de fuerza.
Decimos del gusto lo que hemos dicho del olfato.
، A
veces un solo lado de la lengua está afectado de paralí
sis , y de espasmo. La línea media separa algunas veces una
porcion insensible de la otra que conserva aun toda su
sensibilidad. ¿ Por qué lo que sucede en mas, no puede su
ceder en menos ? ¿ por qué uno de los lados conservando
}
37
la facultad de percibir los sabores , no podrá gozar de
ella en un grado menor que la otra ? En este caso es fá
eil concebir que el gusto seria irregular y confuso ; por
que una percepcion exacta no puede suceder á dos sen
saciones desiguales , y que tienen un mismo objeto. ¿ Quién
ignora que en ciertos cuerpos en que algunos no encuen
tran sino sabores confusos , hallan otros mil causas suti
les de sensaciones desagradables ó agradables ?
La perfeccion del tacto como la de los otros senti
dos está esencialmente unida á la uniformidad de accion
de las dos mitades simétricas del cuerpo , y en particu
lar de las dos manos . Supongamos un ciego que naciese
con una mano regularmente organizada , mientras que
la otra privada de los movimientos de oposicion del pul
gar , y de flexion de los dedos formase una superficie re
donda é inmóvil , este ciego no adquiriria sino dificil
mente las nociones de magnitud , figura y direccion,
porque no podria nacer de la aplicacion sucesiva de las
dos manos sobre un mismo cuerpo una misma sensacion.
Por ejemplo , si toca con lambas mános una esfera pe
queña, la una abrazándola * exactamente por la estremi
dad de todos sus diámetros , producirá la idea de la re
dondez ; y la otra que no estará en contacto con ella
sino en algunos puntos , producirá una sensacion entera
mente distinta. Incierto el ciego entre estas dos bases de
su juicio , no podrá formarle sino con dificultad ; y po
drá hacer corresponder á esta doble sensacion un jui
cio doble sobre la forma esterior del mismo cuerpo.
1
Sus ideas serian mas exactas , si condenase una de sus
manos á la inaccion , asi como el que mira vizco aparta
del objeto el ojo mas débil , para evitar la confusion,
efecto inevitable de la diversidad de las dos sensaciones.
Las manos se suplen recíprocamente , la una confirma
las nociones que la otra nos da ; y de aqui la uniformi
dad necesaria de su conformacion.
Las manos no son los agentes únicos del tacto , los
38

pliegues del antebrazo , de las áxilas , de la ingle , la
concavidad del pie , &c.; pueden abrazando los cuerpos
suministrarnos tambien bases verdaderas , aunque menos
perfectas de nuestros juicios sobre las formas esteriores.
Supongamos pues , una de las mitades del cuerpo dife
rentemente dispuesta que la otra , será el resultado la
misma incertidumbre en la percepcion. De cuanto aca
bamos de esponer podemos concluir , que es una condi
cion esencial para la perfeccion de las sensaciones que
se verifican en todo el aparato del sistema sensitivo es
terior , la armonía de accion de los dos órganos simétri
cos , ó de las dos mitades semejantes del mismo órgano.
Los sentidos esternos son los escitantes naturales del
cerebro , cuyas funciones en la vida animal suceden cons
tantemente á las de aquellos , y caerían en una innac
cion perpétua , sino se hallase en ellos el principio de su
actividad. De las sensaciones se derivan inmediatamente
la percepcion , la memoria , la imaginacion y aun el jui
cio : es pues fácil probar que estas diversas funciones co
munmente designadas con el nombre de sentidos inter
nos (1 ) , siguen en su egercicio la misma ley que los sen
tidos esternos , y que como estos , están ellas tanto mas
inmediatas á la perfeccion , cuanto hay mas armonía
entre las dos porciones simétricas del órgano donde re
siden. "
Supongamos } en efecto una organizacion mas fuerte
en uno de los dos hemisferios del cerebro , mas desarro
llada en todos sus puntos , y susceptible por esta razon
de ser afectada con mas viveza ; entonces la percepcion
4

(1 ) No se puede sin confundir todas las ideas que nos hemos


formado de los sentidos , dar este nombre a la memoria , à la ima→
ginacion y al juicio ; todo lo mas que se podrá hacer serâ llamar
sentido interno á ciertas sensaciones que nos instruyen del estado
particular de algun órgano interior , de la misma manera que los
sentidos esternos nos hacen conocer las propiedades y el estado de
los cuerpos esternos. (Magendie).
39
será confusa , porque el cerebro es con respecto al alma,
1 燙
lo que los sentidos con respecto al cerebro ; transmite
al alma el sacudimiento recibido de los sentidos , asi co
1
mo estos le transmiten las impresiones que hacen sobre
ellos los cuerpos que los cercan. Pero si la falta de armo
nía en el sistema sensitivo esterior turba la percepcion
del cerebro , ¿ por qué el alma no percibirá confusamente
cuando los dos hemisferios desiguales en fuerza , confun
den en una sola la doble impresion que reciben ?
En la memoria , facultad de acordarse de sensaciones
antiguas , en la imaginacion facultad de crear otras nue
vas , cada hemisferio parece que reproduce ó crea una
-nueva sensacion. Si las dos no son perfectamente seme
jantes , la percepcion del alma que debe reunirlas será
inexacta é irregular ; habrá pues , desigualdad en las dos
sensaciones , si la hay en los dos hemisferios donde tie
nen su asiento. La percepcion , la memoria y la imagi
nacion son las bases ordinarias del juicio. Si las unas son
confusas ¿ cómo podrá ser este distinto ?
Acabamos de suponer la desigualdad de accion de los
hemisferios , y de probar que debe ser el resultado de es
to la falta de exactitud en las funciones intelectuales;
pero en muchos casos se convierte en realidad lo que no
era si no suposicion. ¿ Qué cosa mas comun que ver coin
cidir con la compresion de un lado del cerebro , por un
derramamiento de sangre ó de pus , por la depresion de
un hueso , ó por un exostose desenvuelto en la cara in
terna del craneo , &c. numerosas alteraciones en la
memoria , en la percepcion , en la imaginacion y en el
juicio?
Aun cuando haya desaparecido toda señal de com
presion presente , no continuan acaso estas alteraciones ,
si uno de los lados del cerebro permanece mas débil por
el influjo de la presion que ha esperimentado ? ¿ y no son
consecuencias funestas de esto diversas enagenaciones ? Si
los dos lados del cerebro permanecen igualmente afectos,
40
el juicio será mas débil , pero sea mas exacto ( 1 ) ¿ Y no
es por este medio por el que pueden esplicarse muchas
observaciones citadas con frecuencia , en que un golpe
recibido sobre una de las regiones laterales de la cabe
a , ha restablecido las funciones intelectuales turbadas
hacía mucho tiempo de resultas de otro golpe recibido en
la region opuesta ?
He sentado por base , segun creo , que suponiendo la
desigualdad de accion de los hemisferios , deben pertur
barse las funciones intelectuales. En seguida he indicado
diversos casos morbosos, en que esta turbacion es el re
sultado evidente de esta desigualdad. Vemos aqui el efec
to y la causa ; pero cuando el primero ( es decir el efec
to) se manifiesta į la analogía no nos indica la segunda ?
Cuando habitualmente el juicio es inexacto , y todas las
>

ideas carecen de precision , ¿ no nos inclinamos á creer


que hay una falta de armonía entre los dos lados del
cerebro ? Padecemos estrabisino si la naturaleza no ha
guardado armonía en la fuerza de los dos ojos. Percibi
mos y juzgamos con poca exactitud , si los hemisferios
están naturalmente discordes ; el talento mas despejado
y el juicio mas sano , suponen en ellos la armonía mas
completa. ¡Que diferencias se presentan en las operacio
nes del entendimiento ! ¿ y estas graduaciones no corres
ponden a otras tantas variedades que están en relacion
con las fuerzas de las dos mitades del cerebro ? Si pudié
ramos mirar vizco con este órgano como con los ojos, es
decir no recibir sino con un solo hemisferio las impre
(1) No se concibe como el juicio puede ser débil ó fuerte, sino
se entiende por esto que es habitualmente falso ó exacto. Tiene el
juicio exacto aquel que percibe comunmente las relaciones verdade
ras que hay entre las cosas ; y esto es independiente del número,
y de la variedad de ideas sobre las que tiene que determinar. El
hombre à cuyo entendimiento no se presenta sino un pequeño nú
mero de relaciones , tiene poca imaginacion ; pero si estas relacio
nes son verdaderas no se puede decir que tiene un juicio débil. (Ma
gendie).
41
siones esternas, y no emplear mas que un solo lado del
cerebro para tomar ciertas determinaciones, ó para juz
gar , seriamos dueños entonces de la exactitud de nues
tras operaciones intelectuales ; pero no existe una facul
tad semejante.
Prosigamos el examen de la armonía de accion en
el sistema de la vida animal. A las funciones del cerebro
suceden la locomoccion y la voz : la primera parece á pri
mera vista formar una escepcion á la ley general de la
armonía de accion. Considérense en efecto las dos mi
tades verticales del cuerpo , y se verá que la una es cons
tantemente superior a la otra , por la estension , número
у facilidad de los movimientos que ejecuta ; y se sabe que
la parte derecha se aventaja por lo comun á la iz
quierda.
Para comprender la razon de esta diferencia , distin
gainos en toda especie de movimiento la fuerza y la agi
lidad. La fuerza trae su origen de la perfeccion de or
ganizacion , de la energia de la nutricion , y de la pleni
tud de vida de cada músculo ; y la agilidad es el resul
tado del hábito , y del continuo ejercicio ( 1 ).
(1 ) Bichat para conservar å los órganos de la vida vejetativa el
carácter de irregularidad en las formas que habia establecido , se ha
visto obligado à recurrir a la desigualdad de volúmen de los órga
nos congeneres ; no debia tardar en arrepentirse de haber estable
cido un principio semejante , y en este caso por ejemplo se en
cuentra cerca de ser condenado por la sentencia que el mismo ha
pronunciado. En efecto el sistema locomotor a quien nadie habia
antes negado la simetria , cesa de tenerla segun el principio es
tablecido , puesto que presenta en sus dos mitades desigualdad de
volúmen y de accion. Para librarse de esta consecuencia ។, ha debido
sostener Bichat que la desigualdad de volúmen traia su origen de
la desigualdad de accion , y que esta era el resultado , no de una
disposicion nativa , sino solamente de nuestros hábitos sociales. Para
probar esta asercion , se ha visto obligado a acumular sofisma som
bre sofisma; pero no por esto se le ha de sospechar da mala fé ;
estaba convencido de la verdad del principio , y sabemos que para
>

probar lo que creemos verdadero , nos parecen siempre suficientes


las mas débiles razones. Pero estos inismos errores deben conyer
Tomo I. 6
42
Observemos sin embargo que la discordancia de los
órganos locomotores influye no sobre la fuerza , sino so
bre la agilidad de los movimientos . Todo es igual en el
volúmen ; el número de fibras , los nervios de ambos la
dos en los dos miembros superiores ó inferiores , y la
diferencia de su sistema vascular es casi nula. De aqui
se sigue que no hay esta discordancia casi nunca en la
naturaleza ; y es el resultado manifiesto de nuestros há
bitos sociales , que multiplicando los movimientos de un
lado , aumentan su destreza, sin acrecentar demasiado
su fuerza.
En efecto son de tal naturaleza las necesidades de
la sociedad , que es indispensable un cierto número de
movimientos generales que deben ejecutarse por todos de
tirse en provecho nuestro , deniostrándonos cuán peligrosa es la ten
dencia à generalizarlo todo , puesto que ha podido estraviar un ta
lento tan juicioso como el de Bichat.
No nos detendremos en refutar por menor todas las razones que
trae para sostener su opinion ; sin embargo no podemos dispensar
nos de decir alguna cosa : es constante que existe la diferencia de
volúmen , y es evidente que no depende de un ejercicio mayor,
puesto que el infante la presenta desde su nacimiento , y que la
artéria destinada para nutrir el brazo derecho es mas voluminosa
que la del izquierdo. ¿ Si este miembro no gozase realmente de mas
fuerza que el otro, qué razon tendriamos para emplearle siempre
con preferencia ? Si nos servimos de la mano derecha para escribir,
¿ se deberá decir con Bichat , que es únicamente porque está mejor
dispuesta pare moverse de izquierda a derecha , en el orden en que
se suceden los caracteres de nuestra escritura ? ¿ no diriamos con
mas apariencia de razon que nuestros caractéres se suceden de iz
quierda á derecha >, porque en este sentido los traza la mano mas
fácilmente ? Por otra parte todo esto es puramente relativo a la for
ma de nuestros caractéres , pues que en todas las lenguas orientales
se escribe de derecha â izquierda; y sin embargo usan siempre de
la mano derecha . Es necesario aun decir que la necesidad de reu
nirse en los combates ha producido, el emplear generalmente la mano
derecha para manejar las armas, como si los Hurones ó los Algon
kinos combatiesen en fila cerrada como nuestros granaderos. Si este
uso del mismo brazo , ó de la misma pierna era puramente conven
cional , ¿ por qué en ciertos pueblos el costado izquierdo no deberia
ser preferido ? (Magendie )
43
la misma manera para poder entenderse , y se ha con
venido que se hagan estos de izquierda á derecha. Las
letras que componen la escritura de la mayor parte de
los pueblos guardan este órden. Esta circunstancia trae
consigo la necesidad de emplear para formar estas letras
la mano derecha , que es mas proporcionada que la iz
quierda á este modo de escribir ; asi como la izquierda
convendria mas al modo opuesto , de lo que es fácil con
vencerse por un pequeño ensayo.
La direccion de las letras de izquierda á derecha nos
obliga á recorrerlas con la vista de la misma manera. De
la costumbre de leer asi , nace la de examinar la mayor
parte de los objetos siguiendo la misma direccion.
La necesidad de ir unidos en los combates , ha pro
ducido el emplear generalmente la mano derecha para
manejar las armas ; la armonía que dirige la danza en
los pueblos mas salvages , exige en las piernas un com
pás que conservan , haciendo siempre con el lado dere
cho sus principales movimientos. Podria añadir á estos
diversos ejemplos una multitud de otros análogos.
Estos movimientos generales , en que todos se han
convenido en el órdeu sócial , interrumpirian la armonía
de una multitnd de acciones , sino los ejecutase todo el
mundo en la misma direccion : nos obligan inevitable
mente por la influencia del hábito , á emplear para nues
tros movimientos particulares los miembros que ponen
en accion ; pero estando estos situados á la derecha , re
sulta que los miembros de este lado están siempre en ac
tividad , ya para las necesidades relativas à los movi
mientos que practicamos con los de los demas individuos,
ya para las que nos son propias.
Se concibe la causa de la mayor agilidad de los miem
bros del lado derecho sobre los del izquierdo , sabiendo
que el hábito de obrar perfecciona la accion. Este esce
so de accion no es primitivo , sino que lo produce el uso
de un modo insensible. Esta notable diferencia en las
*
44
dos mitades simétricas del cuerpo , no es en la natura
leza una escepcion de la ley general de la armonía de
accion de las funciones esternas. Esto es tan cierto que
el conjunto de movimientos ejecutados con todos nues
tros miembros , es tanto mas exacto cuanta menos dife
rencia haya en la agilidad de los músculos del lado iz
quierdo y del derecho. ¿ Por qué ciertos animales saltan
con tanta destreza las rocas , en que la deviacion los pre
cipitaria en el abismo , y corren con una igualdad ad
mirable por sendas que apenas son tan anchas como la
estremidad de sus mieinbros ? ¿ Por qué los mas pesados
nunca tropiezan al andar como le sucede al hornbre ? Su
cede esto , porque siendo en ellos casi nula la diferencia
entre los órganos locomotores de uno y otro lado , estos
órganos están en una armonía constante de accion.
El hombre mas diestro en sus movimientos de tota
lidad , lo es menos en los movimientos aislados del miem .
bro. derecho ; porque como probaré en otro lugar , la
perfeccion de una parte no se adquiere nunca sino á es
pensas de la de todas las demas. A un niño á quien se
le enseñase á hacer un uso igual de todos sus miembros,
tendria en sus movimientos generales una precision que
adquiriria dificilmente por los movimientos particulares
de la mano derecha , como los que exigen la escritura,
la esgrima , &c.
Estoy bien persuadido que algunas circunstancias
naturales han influido en la eleccion de direccion de
los movimientos generales que exigen los hábitos so
ciales ; de esta naturaleza son el ligero esceso de diáme
tro de la subclavia derecha; la sensacion de laxitud que
acompaña la digestion , y que siendo mas sensible al la
do izquierdo á causa del estómago , nos determina á
obrar durante el tiempo de ella hacia el lado opuesto;
tambien lo es el instinto natural que en las afecciones
vivas nos hace poner la mano sobre el corazon , lo que
efectuamos con mas facilidad con la derecha que con la
45
izquierda. Pero estás causas son casi nulas comparadas
con la desproporcion de los movimientos de las dos mi
tades simétricas del cuerpo ; y bajo este aspecto puede
decirse siempre con verdad que su discordancia es un
efecto social , y que la naturaleza las ha destinado pri
>

mitivamente á la armonía de accion. 1

La voz es juntamente con la locomocion el último


acto de la vida animal en el encadenamiento natural de
sus funciones. La mayor parte de los fisiólogos , y par
ticularmente Haller , han indicado como causa de su fal
ta de armonia , la discordancia de las dos mitades simé .
tricas de la laringe, la desigualdad de fuerza en los mús
culos que mueven las arytenoides, la de accion en los ner
vios que van de cada lado á este órgano , de reflexion de
los sonidos en una y otra nariz ; y en los senos derechos
é izquierdos. Sin duda la voz falsa (ó falsete) depende á
veces del oido >, cuando cantamos de la misma inanera ó
en el mismo tono ; . pero cuando la exactitud del oido
coincide con el defecto de precision de los sonidos , la
causa está sin duda alguna en la laringe.
La voz mas armoniosa es la que las dos partes de
la laringe producen en un grado igual , cuando las vi
braciones de un lado exactamente seinejantes por su nú
mero , fuerza y duracion á las del lado opuesto se con
funden con ellas para producir el mismo sonido ( 1 ) , de
manera que el canto mas perfecto seria el que produje
sen dos voces exactamente idénticas por su estension ,
tono é inflexiones.
De las numerosas consideraciones que acabo de esa
poner se infiere , en mi concepto , el siguiente' resultado
general : que uno de los principios esenciales de la vida
(1) La teoria de los instrumentos que tienen lenguera no esta
aun bastante bien conocida para poder decir que especie de influjo
ejerza sobre el sonido la desigualdad de las láminas vibrantes. Voyez
ál article Voix , Précis èlèmentaire de Physiologie. Tome II. (Ma
gendie ).
46
animal , es la armonía de accion de dos partes aná
logas , ó de los dos lados de la parte simple , que
concurren á un mismo objeto. Facilmente se ve , sin
que yo lo indique , la relacion que existe entre esta ar
monía de accion , que es el caracter de las funciones , y
la simetría de su figura , atributo que es propio á los
órganos de la vida " animal.
Por lo demas advierto al concluir este párrafo , que
indicando los diversos desórdenes que resultan en la vi
da animal del defecto de armonía de los órganos , no ha
sido mi ánimo señalar sino una causa aislada de estos
desórdenes , pues sé que otras mil circunstancias que la
discordancia de los dos hemisferios del cerebro pueden
alterar el juicio , la memoria , &c.

S II.

Discordancia de accion en la vida orgánica ,

Colocando al lado de los fenómenos de la vida


esterna los de la vida orgánica, veremos que la armo
nía no tiene sobre ellos influjo alguno. ¿ Acaso , qué in
teresa que siendo un riñon mas fuerte que el otro sepa
re mayor cantidad de orina ; que un pulmon mejor des
arrollado admita en un tiempo determinado mas canti
dad de sangre venosa y vuelva mas arterial ; que las
glándulas salivales izquierdas tengan menos fuerza orgá–
nica que las derechas ? no se egerce por esto con menos
regularidad la funcion única á que contribuye cada par
de órganos .
Aunque una obstruccion ligera afecte uno de los la
dos del hígado , bazo ó pancreas , la porcion sana suple,
y la funcion no se turba. La circulacion permanece la
misma enmedio de las variedades frecuentes del sistema
vascular de los dos lados del cuerpo , ya existan éstas
47
naturalmente ,, ya traigan su origen de algunas oblitera
ciones artificiales de los grandes vasos como en el aneu
risma .
De aqui las numerosas irregularidades de extructura,
los vicios de conforınacion , que como he dicho se obser
van en la vida orgánica , sin que por esto haya discor
dancia en las funciones.
De aqui nace tambien la succesion casi continua de
modificaciones , que ensanchando y estrechando alterna
tivamente el círculo de estas funciones, no las deja casi
bunca en un estado fijo.
Las fuerzas vitales y los escitantes que las ponen en
accion variando sin cesar en el estómago, los riñones, el
hígado , los pulmones y el corazon , & c. producen alli
una instabilidad constante en los fenómenos. Infinitas cau
sas hay que pueden á cada inomento duplicar ó triplicar
la actividad de la circulacion y de la respiracion , au
mentar o disminuir la cantidad de bilis , orina y saliva
secretadas; suspender o acelerar la nutricion de una par
te ; el hainbre , los alimentos , el sueño , el movimiento ,
la quietud , las pasiones , & c.; dan á estas funciones una
movilidad tal quedepasan cada dia por cien grados diver
sos de fuerza é debilidad.
Al contrario todo.es constante , uniforme y regular en
la vida animal, Las fuerzas vitales de los sentidos no pue
den asi como las interiores esperimentar estas alternativas
de modificaciones al inenos en un grado tan grande. Efec
tivamente una relacion habitual las une á las fuerzas fi
sicas que gobiernan los cuerpos esteriores ; pero perma
neciendo las mismas en sus variaciones , cada una de es
tas destruiria la relacion , y cesarian las funciones.
Por otra parte si esta movilidad que caracteriza la
vida orgánica fuese tambien el atributo de las sensacio
nes , lo seria del mismo modo de la percepcion , de la
memoria , de la imaginacion , del juicio y por consiguiente
de la voluntad. ¿ Qué seria entonces el hombre ? arras
48
trado por mil movimientos opuestos , juguete continuo
de godo lo que le rodease , veria, su existencia unas veces
muy próxima á la de los cuerpos brutos , otras superior
á la que realmente goza, unir á lo que la inteligencia
nos demuestra mas grande, con lo mas vil que nos pre
senta la materia. -

ARTICULO IV.
nas
Diferencias generales de las dos vidas con
respecto á la duracion de su accion.
Acabo
cabo de indicar uno de los grandes caractéres que
distinguen los fenómenos de la vida animal de los de la
orgánica. No es á mi parecer menos importante el que
voy a examinar ahora ; y consiste en la intermitencia
periódica de las funciones esternas , y en la continua 1
cion no interrumpida de lasinterna's. si !

SI.
Continuidad de accion en la vida orgánica.
La causa que suspende la respiracion y la circula
cion , suspende y aun destruye la vida por poco que se
prolongue. Todas las secreciones se ejecutan sin interrup
cion , y si algunos periodos de reinision se observan en
ellas , como en la bilis fuera del tiempo de la digestion ,
y en la saliva fuera del de la masticacion , &c.; estos
periodos no influyen mas que sobre la intensidad , y no
sobre el completo ejercicio de las funciones. La eshala .
cion y la absorcion se suceden sin cesar , y nunca la nu
tricion está en inaccion ; el doble movimiento de asimi
49
lacion y desasimilacion que produce , no conoce mas tér
mino que el de la vida.
En este encadenamiento contínuo de fenómenos or
gánicos , cada funcion tiene una dependencia inmediatal
de las que la preceden. La circulacion que es el centro,
de todas está siempre unida proximamente á su ejercicio;:
si se turba las otras se debilitan , y cesan cuando la san
gre queda inmóvil. Lo mismo se observa en los movi
mientos sucesivos de las numerosas ruedas , de un relox
los que cesan , cuando se para la péndola que las pone "
á todas en movimiento . La accion general de la vida or
gánica no depende solamente de la accion particular del
corazon , sino que tambien cada funcion se encadena por
sí á todas las otras : sin secrecion no hay digestion , sin)
exhalacion no hay absorcion , y sin digestion tampoco
hay nutricion.
Podemos á mi parecer , indicar como carácter gene-,
ral de las funciones orgánicas su continuidad , y la mú
tua dependencia que tienen las unas de las otras.

S II.

1
Intermitencia de accion en la vida animal.

Por el contrario consideremos cada órgano de la vi


da animal en el egercicio de sus funciones , y se obser
varán constantemente en ellos alternativas de accion y
de descanso , intermitencias completas , y no remitencias
como las que se observan en algunos fenómenos orgá
nicos. "T 50
Cada sentido fatigado por la continuacion de las sen
saciones , se imposibilita momentáneamente para recibir
otras nuevas. El oido no se escita con los sonidos , el ojo
se cierra á la luz , los sabores no escitan la lengua , los
olores hallan insensible la pituitaria , y el tacto se hace
Tomo I. 7
50%
obtuso solo porque las funciones respectivas de estos ór
ganos diversos se han egercido por algun tiempo. Fatigado
el cerebro por el egercicio contínuo de la percepcion , de
la imaginacion , de la memoria , ó de la meditacion , ne
cesita por una cesacion de accion proporcionada á la du
racion de actividad que ha precedido , recobrar fuerzas
sin las cuales no pudiera recobrar su actividad. Todo
músculo que se ha contraido fuertemente , no se presta á
nuevas contracciones , sino despues que ha permanecido
cierto tiempo en estado de relajacion : de aqui las inter
mitencias necesarias de la locomocion y de la voz
Es pues tal el carácter propio de cada órgano de la
vida animal , que cesa de obrar por lo mismo que se ha
egercitado , porque entonces se fatiga , y necesitan recu
perarse sus fuerzas abatidas. La intermitencia de la vida
animal es unas veces parcial , y otras general ; A es par
cial cuando un órgano aislado ha estado largo tiempo
en accion , quedando los otros en inaccion . Entonces este
órgano se relaja , y duerme mientras los otros velan. He
aqui sin duda la razon por qué cada funcion animal no
está en una dependencia inmediata de las otras , como lo
hemos observado en la vida orgánica. Puede subsistir la
accion del cerebro , aun cuando los sentidos no se pres
ten á las sensaciones , y continúan muchas veces la me
moria , la imaginacion y la reflesion . La locomocion y
la voz pueden tambien subsistir entonces ; pero aun in
terrumpidas éstas , los sentidos reciben igualmente las im
presiones esternas. 10
El animal es árbitro de fatigar separadamente tal ó
cual parte , y por consiguiente cada una de ellas puede
relajarse , y por este medio reparar asi sus fuerzas de un
modo aislado ; este es el sueño parcial de los órganos.
*
stiu.
51

S III.

Aplicacion de la ley de intermitencia de

accion á la teoría del sueño. (


}
1. El sueño general es el conjunto de los sueños particula
res : trae su origen de aquella ley de la vida animal que une
constantemente en sus funciones los tiempos de intermi
tencia con los periodos de accion , ley que la distingue de
un modo particular de la vida orgánica como lo hemos
observado ; del mismo modo que el sueño nunca tiene
sobre ella sino una influencia indirecta , mientras que la
tiene total en la primera.
Se observan numerosas variedades en este estado pe
riódico al que están sujetos todos los animales. El sueño
mas completo es aquel en que se suspenden toda la vida
esterna, las sensaciones , la percepcion , la imaginacion,
la memoria , el juicio , la locomociou y la voz ; y el ne
me
nos completo es el que no afecta mas que un órgano ais
lado , de este es del que vamos inmediatamente á hablar.
Entre estos dos estremos se hallan otros innumera
bles intermedios : unas veces se suspenden solo las sensa
ciones , la percepcion , la locomocion y la voz , perma
neciendo en accion la imaginacion , la memoria y el jul
cio; otras se agrega al egercicio de estas facultades que
subsiste , el de la locomocion y de la voz. Este es el sueño
que agitan los ensueños , los que no son otra cosa que
'una porcion de la vida animal , libre del entorpecimiento
en que está sumergida la otra porcion.
11
(1) Esta aplicacion de la ley de intermitencia de acción á la
teoría del sueño , es una de las ideas felices que Bichat ha desarro
llado con tanta sencillez como erudicion ; esta teoría merece sin du
da fijar la atencion del lector, (Maingault. Recherches &c. pág. 27).
*
52
Algunas veces tambien tres ó cuatro sentidos sola
mente dejan de tener comunicacion con los objetos es
ternos , y esta es aquella especie de somnanbulisino en
que permaneciendo la accion del cerebro , de los múscu
los y de la laringe , se une a veces á ella la del oido y
la del tacto , muy distintamente. ( 1 )
.J
No consideremos pues el sueño como un estado cons
tante é invariable en sus fenómenos. Apenas dormi
mos dos veces seguidas de la misma manera , un sin
número de causas le modifican aplicando á una porcion
mas ó menos grande de la vida animal , la ley general

de intermitencia de accion . Sus grados deben señalarse
por las diversas funciones que esta intermitencia demarca.
S El principio es comunmente el mismo desde la sim
ple relajacion que sucede en un músculo voluntario , hasta
la entera suspension de la vida animal. Generalmente el
-sueño trae su origen de esta ley general de intermiten
C *** *I
J (1) Es necesario que en el somnanbulismo se conserve bien la
accion del cerebro. El hilo de las ideas por el contrario está com
pletamente interrumpido , y éste es por lo mismo el carácter mas
demarcado que distingue de la vigilia toda especie de sueño. El al
ma entonces no puede reflexionar sobre las sensaciones que recibe,
se entrega sucesivamente y sin ninguna resistencia à todas las que
se la presentan , sin examinar la union que pueden tener entre sí . En
el sueño ordinario los sentidos se la presentan , sin examinar la 、 u
nion' cast enteramente embotados , el alma no recibe otras sensacio
nes que las que han sido confiadas à la memoria , pero se presentan
confusamente sin órden , y de modo que forman frecuentemente ima
jenes las mas estravagantes é inconexas. En el somnanbulismo se
conserva la accion de muchos sentidos , y en particular el del oido;
Cel juicio del somnánbúlo puede obrar entonces no solo sobre su pen
‹ samiento , sino aun sobre las impresiones que ha recibido de afuera.
El sonido de una campana , el ruido4.3de un tambor que sobrevienen
enmedio de la historia que el sueña , la modifican repentinamente.
Por el mismo medio un interlocutor podrá apoderarse de él , y co
mo el sounánbulo goza del uso de la voz , verá por sus respuestas
que dirige á su arbitrio sus ideas , y que en tales circunstancias las
- lleva á donde quiere ; porque las impresiones que él recibe de fuera,
- están mas vivas que las que traen orígen de su memorià , y á las
primeras és á las que obedece casi siempre. (Magendie).
53
cia , carácter esclusivo de esta vida ; pero su aplicacion
á las diferentes funciones esternas varia sobre manera.
Is Distan) mucho sin duda estas ideas que hay sobre el
sueño de todos aquellos sistemas reducidos en que colo
cada su causa esclusivamente en el cerebro , corazon,
grandes vasos y en el estómago , &c. , presenta un fenó
-meno aislado , las mas veces ilusorio , como base de una
de * las grandes modificaciones de la 3 vida. ¿ Por qué la luz
syplas tinieblas leit eli órden natural se anivelan regular
smentelá la actividad y á la intermitencia de las funcio
nes esternas ? Sucede esto porque durante el dia el aniınal
está escitado de mil maneras , mil causas agotan las fuer
zas de sus órganos sensitivos y locomotores , producen la
laxitud , y preparan un descanso que la noche favorece
por la 8 falta de todo género de estimulantes. Asi en nues
tras costumbres presentes én que este orden se halla tras
tornado en parte , reunimos al rededor de nosotros du
rante las tinieblas varios escitantes que prolongan la vi
gilia , y hacen que coincida con las primeras horas de la
rlúz la intermitencia de la vida: animal , lo que favorece
!
inos por otra parte alejando del sitio donde reposamos
cualquier medio capaz de producir sensaciones.
Podemos durante un cierto tiempo sustraer los órga
nos de la vida animal á la ley de interinitencia , aumen
tando al rededor de ellos las causas de escitacion , pero
al fin ceden á aquella ley , y no hay nada que pueda sus
pender su influencia en una época determinada. Aniqui
lados por una dilatada vigilia , el soldado se duerme al
lado del cañon , el esclavo bajo el azote que le hiëre , y
-el reo enmedio de los tormentos , &c. : Cuma sizə
Debemos por 1 esto distinguir bien el sueño natural,
consecuencia de la laxitud de los órganos , del que es efec
--to de una afeccion del cerebro , de la apoplegía , ó de la
conmocion por ejemplo. En este caso los sentidos velan,
reciben las impresiones , y son afectados como siempre;
pero no pudiendo percibirse estas impresiones por el ce
54
rebro enfermo, no podemos teñer conocimiento de ellas.
Por el contrario en el estado regular la intermitencia de
accion obra sobre los sentidos tanto ó mas que sobre el
cerebro .
et De cuanto hemos dicho en este artículo se deduce que
- la vida orgánica dura por su naturaleza mucho mas que
la vida animal ; en efecto la suma de los periodos de in
termitencia de ésta , se halla en la proporcion de casi la
- mitad con la de sus tieinpos de actividad ; de suerte que
-bajo este aspecto viviinos interiormente casi al doble de
lo que existimos en lo esterior.

Soul .
ARTICULO V.

Diferencias generales de las dos vidas,


con relacion al hábito .

Uno de los grandes caractéres que distinguen tambien


las dos vidas del aniinal, es la independencia que una
tiene del hábito , comparada con el influjo que la otra
recibe de él.
SI.
Det hábito en la vida animal.
Todo se modifica por el hábito en la vida animal,
cada funcion exaltada o debilitada por él , parece que to
ma caractéres diferentes enteramente , segun las diversas
épocas en que se egerce ; para apreciar bien su influencia
es necesario distinguir dos cosas en el efecto de las sen
saciones, el sentimiento y el juicio . Una cancion hiere
nuestro oido , su primera impresion en nosotros es , sin
que sepamos por qué molesta ó agradable ; he aquí en
55
que consiste la sensacion. Si continúa procuramos cono
cer ya los diversos sonidos que la forman , y distinguir
su armonía ; he aquí en lo que consiste el juicio , pero el
hábito obra de un modo inverso en estas dos cosas. La
sensacion está constantemente embotada por él ; el juicio
al contrario , le debe su perfeccion . Cuanto mas vemos
un objeto , nos mostramos menos sensibles á lo que tiene
de molesto ó agradable , y juzgamos mejor de todos sus
atributos.

S II.
El hábito embota el sentimiento.
He dicho ya que el hábito tiene la propiedad de em
botar el sentimiento , y reducir siempre el placer ó el do
lor á la indiferencia que es su término medio . Pero antes
de probar esta asercion notable , será bueno fijar su sen
tido. El dolor y el placer son absolutos ó relativos ( 1 ).
El instrumento que despedaza nuestras partes , y la intia.
macion que las ataca , causan un dolor absoluto ; y el coito
es un placer de la misma naturaleza. La vista de una
hermosa campiña nos embelesa , pero este placer es rela
tivo al estado actual en que se halla el alma : porque pa
ra los que habitan por mucho tiempo aquella campiña su

(1) El placer y el dolor son siempre sensaciones absolutas, pero


7

pueden depender de circunstancias relativas : por ejemplo un frio


igual no incomoda al habitante de Spitzberg , y causa un dolor muy
agudo al de los climas templados. Para concebir cómo el hábito
produce estos efectos , es necesario traer a la memoria que la repe
ticion de las mismas ' sensaciones en una misma parte consume al
cabo de tiempo la sensibilidad . Se concibe segun esto como el con
tacto de un cuerpo sobre una superficie viva puede dejar de ser dom
loroso' mientras que toda seccion , toda solucion de continuidad en
uno de nuestros órganos lo será siempre mas ó menos , porque los
nervios que se cortan en ella sop nuevos á esta sensacion , y gozan
56
vista es indiferente. Es muy molesto para el enfermo
cuando se le ha introducido la sonda por primera vez en
la uretra , pero pasados ocho dias ya no la siente ; hé
aqui un dolor de comparacion. Todo lo que obra sobre
nuestros órganos destruyendo su tegido , es siempre causa
de una sensacion absoluta ; el simple contacto de un cuer
po con el nuestro , no produce jamas sino sensaciones re
lativas .
Es evidente , segun esto , que el dominio del placer
ó del dolor absoluto , es mucho mas limitado que el del
dolor ó el del placer relativo ; que las palabras agradable
y molesto suponen casi siempre una comparacion entre la
у
impresion que reciben los sentidos , y el estado del alma
que percibe esta impresion. Pero está demostrado que el
placer y el dolor , relativos son los únicos que estan su
jetos al imperio del hábito , y de estos salos vaiños á
hablar. I

i. Tenemos una multitud de pruebas para demostrar:

que toda especie de placer ó dolor relativos se reduce à


cada instante á la indiferencia por el influjo del hábito .
Todo cuerpo estraño puesto en contacto por la vez pri
mera con una membrana mucosa , produce len ella una
sensacion molesta y aun dolorosa , que va disminuyen
dose de dia en dia , y que termina por biacerse insensi
ble . Presentan constantemente este fenómeno los pesarios
en la vagina , las torundas en el recto , el instrumento
aun de toda su sensibilidad . El sentido de la vista nos suministra un
ejemplo patente de la sensibilidad agotada por la continuacion de la
sensacion ; si se mira largo tiempo con un mismo ojo una superficie
blanca eomedio de la cual se halla una mancha roja , y en seguida
se lleva la vista sobre una parte enteramente blanca , se percibirá
alli -una mancha verdosa , porque la parte de la retina que ha pér
manecido largo tiempo en contacto con los rayos rojos , ha perdido
la sensibilidad propia á transmitir en su integridad esta sensacion ;
y a pesar de todos los rayos colorados que componen los blancos
que llegan hasta ella , no transmite aquellos áa que no está acostum
brada; de donde resulta la sensacion del color verde. (Magendie ).
57
destinado á ligar un polipo en la matriz , ó en la nariz,
las sondas en la uretra , en el esofago , ó en la traquear,
tería , los estiletes y los sedales en las vias lagrimales.
1)

Las impresiones que se reciben por el órgano cutaneo ,


estan todas sujetas a la misma ley. El tránsito repentino
del frio al calor , ó del calor al frio , trae siempre consi
go una suspension incómoda que debilita , y cesa final ,
.

mente si la temperatura de la atmósfera se mantiene en


un grado constante. De aqui nacen las sensaciones varia,
das que escita en nosotros la mudanza de las estaciones,
de clima, & c, Otros fenómenos análogos son el resulta
do de la percepcion succesiva de las cualidades humedas
ó secas, blandas ó duras de los cuerpos que estan en
contacto con el nuestro. En general toda sensacion muy
diferente de la que ha precedido, produce una impresion
que el hábito destruye bien pronto.
gani.Decimos del placer lo mismo que acabamos de decir
del dolor. El perfumista rodeado siempre de una atmósa
fera olorosa , el cocinero cuyo paladar está afectado siem
pre de sabores deliciosos, no hallan en sus, profesiones
los placeres vivos que proporcionan á los deinas, porque
en ellos el hábito de sentir ha embotado las sensaciones.
Lo mismo sucede con las impresiones agradables de los
demas sentidos. Todo lo que fija deliciosamente la vista ,
ó hiere agradablemente el oido , no nos proporciona sino
placeres cuya vivacidad desaparece muy pronto . El es
pectáculo inas bello , y los sonidos mas armoniosos soq
sucesivamente el origen del placer, de la indiferencia, de
>

la saciedad , del disgusto, y aun del aborrecimiento por


.
sola su continuacion . Todo el mundo ha hecho esta ob
servacion , que los poetas y filósofos se han apropiado
cada uno á su modo. 1 - 50j 5
¿ De dónde nace la facilidad que tienen nuestras sen
saciones de esperimentar tantas modificaciones diversas,
y muchas veces opuestas ? Para entender esto observemos
primeramente que el centro de estas revoluciones depla
Tomo I. 8
38
cer , de dolor, y de indiferencia no está en los órganos
que reciben la sensacion e la transmiten , sino en el alma
que la percibe : la afeccion del ojo , de la lengua , y del
oido es siempre la misma ; pero unimos á esta afeccion
única sensaciones variadas.
Observemos en seguida que la accion del alma en
cada sentimiento de dolor ó de placer , nacida de una
sensacion , consiste en una comparacion entre esta sen
sacion у las que la han precedido ; comparacion que no
es el resultado de la reflexion , si no efecto voluntario de
la priinera impresion de los objetos. Cuanta mas diferen
cia haya entre la impresion actual y las pasadas , mas
viva será la sensacion . La sensacion que nos impresiona
mas , es aquella que jamas hemos esperimentado.
De aqui se sigue que a medida que las sensaciones se
repiten con inas frecuencia , deben causarnos menor im
presion , porque se hace menos sensible la comparacion
entre el estado actual y el pasado. Cada vez que vemos
un objeto , oimnos un sonido , ó gustamos un manjar, &c. ,
hallamos menos diferencia entre lo que percibimos, y lo
que hemos ya esperimentado.
Es pues natural en el placer y el dolor el destruirse
por sí mismos,> y dejar de ser por haber existido. El ar
te de prolongar la duracion de nuestros placeres consiste
en variar sus causas .
Ši solo atendiese á las leyes de nuestra organizacion
material , casi diria que la constancia es un sueño feliz
de los poetas , que la felicidad solo consiste en la incons
tancia , y que ese sexo encantador que nos cautiva ten
drid muy débiles derechos a nuestros homenages , si sus
atractivos fuesen deinasiado uniformes , y que si la cara
de todas las mugeres estuviese vaciada en ،un molde , ésa
te molde seria el sepulcro del amor.
Pero guardémonos de emplear los principios de la fi
sica para echar por tierra los de la moral ; los unos y
los otros son igualmente sólidos , aunque a veces estan.
‫ا ل‬ ‫ا‬
59
en oposicion. Observemos únicamente que muchas veces
los primeros nos dirigen casi solos : entonces el amor que
el hábito intenta encadenar huye con el placer y nos deja
el fastidio : entonces la memoria pone siempre un térmi
no inmediato á la constancia , presentando con un as
pecto uniforme lo que sentimos y lo que hemos sentido;
porque la esencia de la felicidad física parece tal que la
que ha pasado embota el atractivo á la que gozamos de
presente. Volvamos la vista al amante que hoy se halla
devorado de la T displicencia , al lado de aquella en 野 cuya
compañía se le pasaban en otro tiempo las horas como
un relámpago , él seria feliz si ya no lo hubiese sido , ú
si pudiera olvidar que lo fué en otro tiempo.
Dicen que la memoria es el único bien de los aman
tes desgraciados , sea asi en hora buena ; pero confesemos
tambien que es el único mal de los amantes felices, L
Reconozcamos pues que el placer físico, no es mas
que un sentimiento de comparacion que cesa de existir,
luego que sobreviene la uniformidad entre las sensaciones
presentes y las impresiones pasadas ; y por esta unifor
midad es por la que el hábito procura sin cesar hacerlo
indiferente : hé aqui todo el secreto del inmenso influjo
que egerce sobre nuestros placeres. De la misma mane
ra obra sobre nuestros pesares : el tiempo vuela , dicen,
llevándose el dolor , para el que es el mas seguro lenitivo,
¿Y por qué? porque cuantas mas sensaciones reune á la
que nos ha sido desagradable , mas debilita el sentimiento
"
de comparacion que se hace entre lo que somos al pre→
sente, y lo que eramos entonces. Finalmente llega una
época en que este sentimiento se estingue ; asi es que no
hay dolores eternos , todos ceden al irresistible ascendien
te del hábito . bol 2 eq . *92 * Bi ^
112 ン C Touch B ... 1614 11
ro 201 : o'rm 51
013. p stened
€5 ciá wak media 1
60
ri
S III. 3
51
El hábito perfecciona el juicio.usc.
Acabo de probar que todo lo que depende del senti
miento en nuestras relaciones con lo que nos cerca, 'se de
bilita , embota , y se hace nulo por el hábito. Es fácil
ahora demostrar que perfecciona y engrandece todo lo
que tiene relacion con el juicio deducido segun estas re
laciones, s . i ',
Cuando por la primera vez se estiende la vista sobre
una dilatada campiña , ó el oido está afectado por una
armonía , y elgusto ó el olfato de un sabor ó de un olor
muy complicado , 'nacen de estas sensaciones ideas: con
fusás é inexactas ; nos representamos el conjunto , pero
se nos ocultan las circunstancias . Mas cuando estas sen
saciones se repiten renovadas con frecuencia por el hábi
to ; entonces nuestro juicio se hace exacto , rigoroso , to
do lo abraza , y el conocimiento del objeto que nos ha
afectado, de irregular que era se hace perfecto.
Sirva de egemplo un honbre que va á ver la opera,
sin haber visto ningun espectáculo, solo saca de ella no
ciones vagas. El baile , ' la inúsica, las decoraciones , la
representacion y lo brillante del concurso , todo está para
él confundido en una especie de caos que le encanta . Si
2

asiste sucesivamente á muchas' representaciones, todo lo


que en este bello conjunto pertenece a cada arte , empie
za ya á separarse en su imaginacion , se impone bien
pronto en los pormenores , y puede entonces juzgar con
tanta mas seguridad , por cuanto el hábito de ver le su
ministra para ello ocasiones mas frecuentes.
Este egemplo nos ofrece en compendio el retrato del
hombre que principia á gozar del espectáculo de la na
turaleza. El niño recien nacido, y para quien todo es
61
nuevo , no sabe aún percibir en lo que afectă sus sentidos
sino las impresiones generales. Embotándose poco á poco
estas impresiones que retienen desde luego toda la aten
cion del niño, el hábito le permite comprender los atri
butos particulares de los cuerpos ; - le hace aprender asi
insensiblemente á ver , a entender , á sentir , á gustar y
tocar , haciéndole sucesivamente descender en cada sen
sacion desde el conjunto de las nociones confusas, á las
ideas precisas de sus partes. Uno de los grandes caracté
res de la vida animal, es efectivamente de una natura
Jeza tal que necesita , como veremos, de una verdadera
educacion.. !
Embotando el hábito el sentimiento , como lo hemos
visto , perfecciona constantemente el juicio , y este se
>

gundo efecto está unido inevitablemente al primero. Un


egemplo hará 'esto mas palpable ; si paseo una pradera
esmaltada de flores , percibo desde luego un olor general,
que es un conjunto confuso de todos los que produces
separadamente las flores : distraida el alma por esta sen
şácion no puede percibir otra cosa ; pero el hábito debió
tita esta primera sensacion , y muy presto la estingue;
entonces se distingue el olor particular de cada planta,
y puedo formar un jưicio que me era imposible al prin
cipio.
Estos dos modos opuestos de influencia que el hábito
egërce sobre el sentimiento y el juicio , se dirigen , como
vemos , á un objeto comun , que es la perfeccion de cada
actó de la vida animal.
LES

S IV . 1

Del hábito en la vida orgánica. ! -1

Comparemos con estos fenómenos los de la vida or


gánica , y los veremos constantemente libres del imperio
62
del hábito. La circulacion , la respiracion , la exhalacion,
la absorcion , la nutricion , y las secreciones , no son nun-
ca modificadas por él. Mil causas amenazarían todos los
dias nuestra existencia , si estas funciones esenciales pu
diesen recibir su influencia. 5 1 5 8 1007. ...d

Puede sin embargo á veces suspenderse , acelerarse y


repetirse , segun las leyes que él ha producido , la escrecion
de las orinas y de las materias fecales ; parece está sub
ordinada á él la accion del estómago en el hambre , y
en el contacto de diversas especies de alimentos ; pero
observemos que estos diversos fenómenos guardan un me
dio entre los de las dos vidas ; se hallan colocados en los
límites de la una y de la otra , y participan casi tanto
de la animal como de la orgánica. Efectivamente todos
se presentan_sobre las membranas mucosas , especies de
órganos , que estando siempre en relacion con los cuer
pos que son estraños á nuestra propia sustancia , son el
sitio de un tacto interno , análogo en un todo alस tacto
esterior de la piel con los cuerpos que nos rodean. Debe
este tacto estar sujeto á las mismas modificaciones : ¿ y
segun esto deberemos admirarnos del influjo que el há÷
bito egerce sobre él ? 9.1 lo : 9man' -ib ** ¿
Observemos por otra parte , que el mayor número
de estos fenómenos relativos á la primera ó ultima man
sion de los alimentos en las partes que deben nutrir , fe
nómenos que principian para decirlo asi , y terminan la
vida orgánica , arrastran tras si diversos movimientos
esencialmente voluntarios , y que por consiguiente son del
dominio de la vida animal.
No hablo aquí de una multitud de otras modificacio
nes en las fuerzas , los gustos , los deseos , &c.; modifi
caciones que tienen su origen en el hábito : " me refiero á
las numerosas obras que han considerado su influjo bajo
diversos puntos de vista del que acabo de presentar.
63

ARTICULO VI.
.
Diferencias generales de lasdos vidas con
relacion áά lo moral.

Es necesario considerar bajo dos respectos los - actos


que estando poco unidos a la organizacion material de
los animales , se derivan de aquel principio tan poco co
i

nocido en su naturaleza >, pero tan notable por sus efec


tos , centro de todos sus movimientos voluntarios , y so
bre el que se hubiera disputado menos, si sin querer su
bir hasta su origen , 'se hubieran contentado con analizar
sus operaciones. Estos actos que consideramos sobre todo
en el hombre , en el que se hallan en su mas alto grado
de perfeccion , son ó puramente intelectuales y relativos
solamente al entendimịento , ő bien el producto inme
diato de las pasiones. Examinados bajo el primer punto
de vista , son eli atributo esclusivo de la vida animal:
considerados bajo el segundo, pertenecen esencialmente a
la vida orgánica .
! .. 'il
) ) ' ,! B
= "? 7 SI
Todo lo que es relativo al entendimiento
pertenece a la vida animal.
Es inútil , á mi entender , detenernos largo tiempo
en probar que la meditacion , la reflexion , el juicio , y
en una palabra todo lo que depende de la union de las
ideas , es del dominio de la vida animal. Juzgamos de las
impresiones recibidas en otros tiempos, por las que reci
64
bimos actualmente , ó segun las que nos creamos nosotros
mismos. La memoria , la percepcion y la imaginacion son
las bases principales sobre las que estriban todas las ope
raciones del entendimiento ; pero estas bases se apoyan
sobre la accion de los sentidos. 12 anonorejie
Supongamos un hombre que nace desprovisto de todo
aquel aparato esterior que establece nuestras relaciones
con los objetos que nos rodean : este hombre no será por
esto enteramente la estátua de Condillac ( *) , porque co
mo veremos , hay otras causas mas que las sensaciones
que pueden producir en nosotros , el egercicio de los mot
vimientos de la vida animal ; pero al menos siéndole es
traño todo lo que le rodea , no podrá, juzgar , porque le
faltarán los materiales del juicio : toda especie de funcion
intelectual, será nula en él , y no Spodrá haber voluntad
que es el resultado de estas funciones : por consiguiente
no será participante de esta clase de movimientos tan
estensa cuyo asiento inmediato está en el cerebro , y que
es una série de las impresiones , que éste ha recibido de
los objetos esternos . roxa enlist o
Por esta razon , es decir por la vida 'animal, es el
hombre tan grande y * superior J. á todos los seres que de
ostigne 2017 al

(*) En efecto aun privado el hombre de todo el aparato esterior


de los sentidos , no seria por eso la estátua de Condillac ; porque
estando demostrado que el juego , desarrollo y accion recíproca de
los órganos interiores , producen sensaciones en el animal que los
determinan por si solas á upa variedad de actos , á una série de
J
acciones de las mas importantes de la vida , es evidente que no
siempre los órganos esteriores , ni la accion que sobre ellos eger
cen los objetos de fuera , son las solas causas + de la accion de la
voluntad , que Bichat hace depender esclusivamente de la vida ani
mal. ¿ Podrá negarse acaso que las determinaciones del instinto
no supongan en el mayor número de casos actos los mas positivos
de la voluntad ? Será si se quiere de una voluntad menos reflejada,
mas confusa , pero siempre resultado necesario de ella. Convenga
mos en que la línea de separacion absoluta que Bichat , y otros fi
siólogos han querido establecer sobre lo que llaman las dos vidas,
no es tan exacta como era de desear, die i zunoletyn
65
rodean : por éstapertenece a las ciencias , á las artes , y
á todo lo que le aleja de los atributos groseros con que
nos representamos la materia , para aproximarle a las
imágenes sublimes que nos formamos de la espiritualidad ,
La industria , el comercio , todo lo que es bello y que
ensancha el círculo estrecho en que están los animales , es
propiedad de la vida esterior.
La sociedad actual no es otra cosa que un desarro
llo mas regular, una perfeccion mas demarcada en el ejer
cicio de las diversas funciones de esta vida , las que es
tablecen nuestras relaciones con los seres que nos rodeau:
porque como lo probaré circunstanciadamente es uno de
sus mayores caractéres el poderse estender , y perfeccio
cionar; al paso que en la vida orgánica cada parte no
abandona jainas los límites que la ha señalado la natu
raleza. Nuestra vida orgánica es de una manera tan per
fecta , y regular en la primera edad como en la adulta;
pero es muy diferente la vida aniinal del recien nacido,
comparada con la del hombre de treinta años. Segun lo
que acabamos de decir se puede considerar el cerebro,
órgano central de la vida animal , como centro de todo
lo que tiene relacion con la inteligencia y el entendi
miento. Podria hablar aqui de la proporcion de su mag
nitud en el hombre y en los animales, en quienes parece
que disininuye la industria , á proporcion ó medida que se
hace mas agudo el ángulo facial, y que se estrecha la
cavidad del cerebro : tambien podria decir algo de las
diversas alteraciones de que es el asiento , y que todas
están marcadas por trastornos notables del entendimiento.
Pero todas estas relaciones son bastante conocidas , y
basta indicarlas. Pasemos á otra série de fenómenos, que
siendo como los precedentes independientes de las ideas
1 que nos formamos de los fenómenos materiales , ocupan
sin embargo un lugar esencialmente diverso.

Tomo I.

1
66

SII .

Todo lo que es relativo á las pasiones.


pertenece a la vida orgánica ( 1).
No es mi objeto considerar aqui las pasiones bajo el
aspecto metafísico. Importa poco que todas ellas sean >

modificaciones diversas de una sola pasion , ó que cada


una dependa de un principio aislado : observemos ' , sola
mente que muchos médicos al tratar de su influencia so
bre los fenómenos orgánicos, nos las han distinguido bas
tante bien de las sensaciones. Estas son , la ocasion que
las produce ; pero se diferencian esencialmente de aquellas..
La ira , la tristeza y la alegría no agitarian efecti
( 1) Seria fácil convencerse por una infinidad de hechos que las
pasiones no pertenecen a la vida orgánica , sino que por el con ,
trario traen su origen del cerebro : ¿ porque qué serian las pasiones
si este órgano estuviese pasivo en la percepcion de las impresiones
que le transmiten nuestros sentidos ? ‫ ¿܃‬1Por qué nuestras pasiones
son tanto mas vivas cuanto la organizacion del cerebro es mas de
licada , y las funciones del entendimiento están mas cultivadas ?
¿ Cómo hemos de concebir que las lesiones mentales son con tan
ta frecuencia una consecuencia funesta de nuestras pasiones ? ܵ¿‫ ܐ‬A qué
se han de atribuir las ilusiones de nuestros sentidos cuando nos agit
tan las pasiones ? ¿ No puede en este caso el sistema muscular de la
vida animal presentar una multitud de alteraciones vitales , y no
presenta acaso muchas veces espasmos y convulsiones ? ¿ Los órga
nos de la voz no se ponen algunas veces paralíticos momentânea
mente ? En aclarando todas estas cuestiones , y muchas mas que aun
hay que desarrollar , se llegará á probar sin dificultad , que las pa
siones no obran sino secundariamente sobre la vida orgánica. Pero
no puedo yo ventilar aqui cada una de estas cuestiones ; y poniendo
esta nota solo he querido hacer conocer a los alumnos, que Bichat
estaba equivocado en cuanto al verdadero asiento de las pasiones;
y finalmente he querido demostrarles llamándoles la atencion sobre
este objeto , cuán poco adelantados estamos en el estudio de las
pasioues. (Maingault. Anat. generale, pág. 38).
67
vamente nuestra alma, sino hallásemos en nuestras re
laciones con los objetos esteriores las causas que las pro
ducen. Es verdad, tambien que los sentidos son los agen-.
tes de éstas relaciones ; que ellos comunican la causa de
las pasiones , pero no participan de ninguna manera de .
su efecto ; simples conductores en este caso , no tienen
que ver nada con las afecciones que producen . Tan
cierto es esto..como lo es que 4 toda especie de sensacion
tiene su asiento en el cerebro , porque toda sensacion
supone la impresion y la "percepcion ; los sentidos son los
que reciben la impresion , y el cérebro quien la percibe;
de suerte que en el sitio donde la accion de este órgano
está suspensa, cesa toda sensacion . Al contrario jamas se
afecta en las pasiones , y el sitio esclusivo de ellas son:
los órganos de la vida interna. ( 1) ▼
Es sin duda admirable que las pasiones que entran
esencialmente en nuestras relaciones con los seres que
nos rodean , que las modifican á cada instante , sin las
que la vida animal no seria otra cosa que una série ina
nimada de fenómenos intelectuales , que vivifican ,' engran
decen y exaltan sin cesar todos los fenómenos de esta vida:
repito es admirable , que las pasiones no tengan jamas su

(1) Bichat en este párrafo parece que dice, que las percepciones
que producen en nosotros las pasiones , pasan directamente y sin
el intermedio del cerebro , desde los sentidos á los órganos que él
supone afectados por ellas. No se puede creer que sea este su pen
samiento. El párrafo que sigue debe ayudarnos à comprenderle , y
vamos á intentar desarrollarle por medio de un ejemplo.
Sobreviene un suceso : un hombre se instruye de él por medio
de sus sentidos ; examina el hecho en sí mismo , y en sus relacio
nes con los hechos antecedentes y futuros ; su juicio pesa las di
versas consecuencias , y se las presenta muy desventajosas. He
aqui , como dice Bichat , una série de fenómenos intelectuales , des- :
provistos de todo interés, que puede verificarse en este individuo
cualquiera que sea el hombre , afectado por un acontecimiento so
bre el que dirije su atencion. Se ve que este hombre abandonado
es el mismo ; entonces solo porque tiene consciencia el corazon
en él está afectado simpáticamente ; sus movimientos se hacen mas
rápidos y mas fuertes , envian al cerebro una mayor cantidad de
68
término nî su orígen en los diversos órganos ; y que por
el contrario las partes que sirven para las funciones in
ternas , sean constantemente afectadas por ellas , y aun
las estimulen segun el estadò en que se hallan. Esto es
lo que nos manifiesta la rigorosa observacion .
Digo desde luego que el efecto de toda especie de
pasion constantemente estraño á la vida animal , es pro
ducir un cambio , una alteracion cualquiera en la vida
orgánica. La cólera acelera los movimientos de la circu
lacion y multiplica en una proporcion por lo comun in
calculable el esfuerzo del corazon , egerciendo su influen
cia sobre la fuerza y rápidez del círculo de la sangre. Sin
modificar tanto la circulacion , la alegría la cámbia sin
embargo ; desarrolla sus fenómenos con mas plenitnd , la
acelera ligeramente, y la determina ácia el órgano cutá
neo. El temor obra en sentido inverso , es caracterizado
por una debilidad en todo el sistema vascular ; debilidad
que impidiendo á la sangre llegar á los capilares, produ→
ce aquella palidez general que se observa entonces en el
esterior del cuerpo , y en particular en la cara. El efecto
de la tristeza y del pesar es igual con corta diferencia.
Es tal el influjo que egercen las pasiones sobre los

sangre , y este aumento de escitacion habitual en el órgano del


pensamiento , produce una especie de enagenacion mental , que está
en relacion con el acontecimiento que la ha producido. 1
Asi , sin la parte que el corazon ha tomado en ella , este hom
bre ha visto con la mayor indiferencia el acontecimiento mas funes
to para él; porque sin suponer tambien que la ira, ó el menor senti
miento de tristeza sean una pasion , no se puede creer que si se han
afectado en él el hígado , el estómago , ó el bazo no hayan estado
en aquel momento en una disposicion particular. Pero por el con
trario no nos inclina todo á creer que la cólera existe antes de la
agitacion del corazón, y que es el efecto y no la causa ? Sin duda.
esta agitacion del corazon enviando al cerebro una cantidad de
sangre mayor que la acostumbrada , contribuye á su vuelta á desar
rollar y sostener la especie de estravío que acompaña á la cólera;
pero es necesario que la pasion exista de antemano , pues que un
suceso favorable haciendo nacer movimientos tan ràpidos en el co
razon , no producirá nada que se le parezca. (Magendie) .
69
órganos circulatorios , que llegan cuando la afeccion es
muy viva hasta suspender la accion de estos órganos : de
aqui los síncopes cuyo sitio principal es siempre el cora
zon como lo probaré bien pronto , y no el cerebro que
no deja de obrar , sino porque no recibe el escitante ne
cesario á su accion. De aqui tambien la muerte efecto
algunas veces repentino de emociones violentas ; ya sea
que esalten de tal modo las fuerzas circulatorias , que aba
tidas repentinamente no puedan restablecerse , como en
la muerte producida por un acceso de cólera; ó ya como
en la ocasionada por un dolor violento , en que las fuer
zas atacadas de repente de una debilidad escesiva , no
pueden volver á su antiguo estado.
Si la cesacion total ó instantánea de la circulacion
no es producida por esta 'debilidad , conservando frecuen
temente las partes una impreson duradera , llegan á ser
consecutivamente el sitio de diversas lesiones orgánicas.
Desault ha observado que las enfermedades del cora
zon , y los aneurismas de la aorta se multiplicaron du
rante la revolucion , á proporcion de los males que ella
produjo.
La respiracion no tiene una dependencia menos in
mediata de las pasiones , aquellas sofocaciones , aquella
opresion , efecto súbito de un dolor profundo ¿ no suponen
en el pulmon un cambio notable , y una alteracion re
pentina ? En esta larga série de enfermedades crónicas,
ó de afecciones agudas , triste atributo del sistema pulmo→
nal , ¿ no nos vemos obligados con frecuencia á llegar has
ta averiguar las pasiones del enfermo para encontrar el
principio de su mal ?
La impresion viva que se siente en el píloro en las
fuertes conmociones , la señal indeleble que se conserva
algunas veces, y de donde, nacen los escirros de que es
el asiento , la sensacion de opresion que se esperimenta
en toda la region del estómago , y particularmente en el
cárdias; y en otros casos los vómitos espasmódicos que
70%
suceden algunas veces de repente á la pérdida de un ob
jeto querido , por la noticia de un acontecimiento funes
to, y por toda especie de trastorno ocasionado por las
pasiones: la interrupcion repentina de los fenómenos di -s
gestivos por una noticia agradable ó triste , las afeccio
nes de las vísceras , las lesiones orgánicas de los intesti- >
nos y del bazo , observadas en la melancolía y en la hi
pocondría ; enfermedades que disponen y que acompañan
casi siempre á las afecciones tristes del ánimo , ¿ no in
dica acaso todo esto , la conexion íntima que existe entre
el estado de las pasiones , y el de las vísceras de la di
gestion ? 249 .
Los órganos secretorios no tienen menos conexion
con las afecciones del alma. Un terror repentino : suspen
de el curso de la bilis , y produce la tericia ; un rapto
de cólera es una causa predisponente y aun escitante
de la calentura biliosa ; las lágrimas corren con abun->
dancia en la tristeza , en la alegría, y algunas veces en
la adıniracion ; el páncreas está frecuentemente afecto en.
la hipocondría. oi * 7
La exhalacion , la absorcion y la nutricion parece
que no reciben una influencia tan directa de las pasiones
como la circulacion , la digestion , la respiracion y las se
creciones ; pero esto depende sin duda de que estas fun
ciones no tienen como las otras focos principales , ni vís
ceras esenciales con las que podamos comparar su estado,
con aquel en que se halla el alma. Sus fenómenos gene
ralmente diseminados en todos los órganos , no pertene
ciendo esclusivamente á alguno , no pueden afectarnos
tan vivamente , como aquellos cuyo efecto está concen
trado á un espacio mas estrecho.
Lv Sin embargo las alteraciones que entonces esperimen
tan no son menos verdaderas , y aun al cabo de cierto
tiempo se hacen manifiestas. Comparemos un hombre
que está continuamente afligido , con otro cuyos dias se
pasan en la paz del corazon , y en la tranquilidad del
71
alma, y se verá qué diferencia hay en la nutricion del
uno con la del otro.
Traigamos á la memoria el tiempo en que todas las
pasiones sombrías , el temor , la tristeza y el deseo de la
-venganza parecian agoviar á la Francia , con aquel en
que la seguridad y la abundancia despertaban las pasio
nes alegres tan naturales á los franceses; compárense los
hábitos esteriores de los cuerpos en estas dos épocas , y
se decidirá si la nutricion recibe ó no el influjo de las
pasiones. Estas espresiones secarse de envidia , estar roido
de remordimientos, y consumido por la tristeza , doc. .
¿ no anuncian acaso cuánto modifican las pasiones el
trabajo de la nutricion ?
¿ Por qué la absorcion , y la exhalacion no han de
estar tambien sujetas á su dominio , aunque parece que
lo están menos ? Las colecciones acuosas , las hidrope
sías , las infiltraciones del órgano celular , vicios esencia
les de estas dos funciones, ¿ no pueden depender mu
chas veces de nuestras afecciones morales ?
Enmedio de estos trastornos , de estas revoluciones
parciales ó generales, producidas por las pasiones en los
fenómenos orgánicos, consideremos los actos de la vida
animal: estos permanecen constantemente en el mismo
grado , ó bien si esperimentan algunos trastornos, su
origen primitivo , como lo demostraré despues , está cons
tantemente en las funciones internas.
i Coneluyamos pues de estas diversas consideraciones,
que las pasiones tienen siempre su influjo sobre la vida
orgánica , y no sobre la animal : tambien todo lo que nos
sirve para pintarlas se refiere á la primera, y no a la se
gunda. El gesto , espresion muda del sentimiento y del
entendimiento , es una prueba convincente de esto ; si in
9

dicamos algunos fenómenos intelectuales relativos á la


memoria , a la imaginacion , álla percepcion , al jui
cio , & c. llevamos la mano involuntariamente sobre la
1

cabeza ; queremos espresar el amor , la alegría , la triste


.

· 72
za y el odio, entonces se dirige sobre la region del com
razon , del estómago, y de los intestinos,
El actor que cometiese una equivocacion de esta na
turaleza , y que hablando de pesares refiriese los gestos
á la cabeza , ó los concentrase sobre el corazon para de
mostrar un esfuerzo de sú talento , haria una ridiculez tan
fácil de percibir , como dificil de comprender. <
El lenguage vulgar distinguia los atributos respecti
vos de las dos vidas, en tiempo en que todos los sabios
referian al cerebro como asiento del alma todas nuestras
afecciones. Siempre se ha dicho una cabeza fuerte, una
cabeza bien organizada, para indicar la perfeccion del en
tendimiento ; un buen corazon , un corazon sensible , para
indicar la del sentimiento. Estas espresiones , el furor
circula por las venas ; la bilis se exalta ; la alegría conmueve
las entrañas ; los celos derraman su veneno en el cora
zon , & c. &c. no son metáforas empleadas por los poetas ,
sino la espresion de lo que existe realmente en la natu
raleza. Asi todas estas espresiones tomadas de las fun
ciones internas entran especialmente en nuestros cantos,
que son por consiguiente el lenguage de las pasiones de
la vida orgánica , como el habla comun es el del enten
dimiento, y de la vida animal.La declamacion ocupa el
medio , pues anima el lenguage frio del cerebro por el
idioma espresivo de los órganos internos del corazon ,
del higado y del estómago , & c.
La cólera y el amor inoculan , para esplicarme asi,
en los humores , y con particularidad en la saliva un vi
cio radical que hace peligrosa la mordedura de los ani
inales agitados por estas pasiones, las que derraman ver
daderamente en los fuidos un funesto veneno como lo
indica el dicho comun . Las pasiones violentas de la no
driza dan á su leche un carácter nocivo , de donde re
sultan frecuentemente diversas enfermedades al niño. De
aqui proviene que por las modificaciones que la sangre de
la madre recibe de las emociones vivas que esperimenta ,
73
es por donde se debe esplicar cómo éstas influyen so
brc la nutricion , la conformacion , y aun en la vida misa
ma del feto , al cual llega la sangre por el intermedio de
la placenta .
No solo las pasiones obran esencialmente sobre las,
funciones orgánicas , afectando sus vísceras , de un modo
especial, sino que el estado de estas vísceras, sus lesiones,
y las variaciones de sus fuerzas, concurren de un modo
bien demarcado á la produccion de las pasiones. Las re
laciones que las unen con los temperamentos , las eda
des , &c. prueban incontestablemente este hecho.
¿ Quién ignora que el individuo cuyo aparato pul
monal es inuy desenvuelto , cuyo sistema circulatorio go
za de mucha energia , que es como se dice comunmente
muy sanguíneo , tiene en sus afecciones una impetuosi
dad que le dispone particularmente al enojo , á la ira
y al valor ? ¿ Que en los que predomina el sisteina bilioso
se manifiestan mas ciertas pasiones , como la envidia , el
ódio , & c. y que los temperamentos en quienes goza de
una gran energía el sistema linfático , dan á las afeccio
nes una lentitud opuesta á la impetuosidad de los de
temperamento sanguíneo ?
Generalmente hablando lo que caracteriza tal ó tal
temperamento es siempre ésta ú aquella modificacion que
depende en parte de las pasiones , y en parte del estado
de las visceras de la vida orgánica , y el predominio de
una ú otra de sus funciones. La vida aniinal es casi
constantemente independiente de los atributos de los tem
peramentos,
Lo misino decimos de las edades. En el niño la de
bilidad de su organizacion coincide con la tiinidez y la
irresolucion : en el jóven el valor y la audacia se desple
gan á proporcion que los sistemas pulmonar yy vascular
se hacen superiores á los otros ; la edad viril en que el
higado y el aparato gástrico estan mas desenvueltos es
la edad de la ambicion , de la envidia , de la intriga, & c.
Tomo I. 109
74
La misma relacion se observará entre las pasiones y
los órganos de las funciones internas , si se consideran
aquellas en los diversos climas y en las diversas estacio
nes ; pero habiendo ya bastantes médicos indicado estas
analogias , escusaremos repetirlas.
Si del hombre en estado de salud dirigimos nuestras
miradas al hombre enfermo, veremos que las lesiones del
higado , del estómago , del bazo , de los intestinos , del co
razon , &c. producen en nuestras afecciones una multitud
de variedades y de alteraciones , que cesan en el instante
en que la causa que las producia "deja de existir.
Los antiguos que creían que las afecciones tristes se
evacuaban por medio de los purgantes con los malos hu
mores , conocian mejor que nuestros modernos mecánicos
las leyes de la economia animal. ' Desembarazando las pri
meras vias hacian desaparecer la causa de estas afecciones,
y en efecto se observa que la saburra gástrica da á nues
tro semblante un aspecto melancolico.
Los errores de los primeros médicos sobre la atrabilis,
prueban la exactitud de sus observaciones , sobre las rela
ciones que unen á estos órganos con el estado del alına.
Todo pues se dirige á probar que la vida orgánica es
el término donde concluyen , y el centro de donde par
ten las pasiones. Se nos preguntará sin duda ¿ cómo los
vegetales que viven orgánicamente no nos presentan nin
guna señal de ellas ? es porque ademas de faltarles el es
citante natural de las pasiones , a saber , el aparato sen
sitivo esterior , estan desprovistos de órganos internos que
concurran mas especialmente á su produccion , tales como
el sistema digestivo , el de la circulacion general, y el
de las grandes secreciones que observamos en los anima
les ; aquellos respiran por tráqueas , y no por un foco con
centrado , & c.
He aqui la causa porque las pasiones son tan oscuras,
y casi nulas en el género de los zoofitos y de los gusa
nos , & c.; porque a medida que en la série de los anima
>
75
les la vida orgánica se simplifica mas , perdiendo todos
sus órganos importantes, las pasiones decrecen propor
cionalmente.
S III.
Como las pasiones modifican los actos de
la vida animal, aunque tengan su asiento
en la vida orgánica.
Aunque las pasiones sean el atributo especial de la
vida orgánica, tienen sin embargo sobre los moviinien
tos de la vida animal un influjo que es necesario exami
nąr , ya son puestos en accion por ellas , ya exaltan sus
movimientos ,> y ya parece que obran sobre estos de un
modo sedativo.
Veamos á un hombre á quien agitan la cólera y elfu
ror ; sus fuerzas musculares se duplican y triplican , y se
egercitan con una energia que él mismo no puede conte
ner , ¿ dónde pues buscaremos el origen de este aumento ?
.

Es indudable que está en el corazon .


Este órgano es el escitante natural del cerebro por
la sangre que le envia , como lo probaré con estension
en el discurso de esta obra ; de suerte que segun la esci
tacion es mas o menos viva , la energia cerebral es ma
yor ó menor , y hemos visto que el efecto de la cólera
es iinprimir en la circulacion una viveza estremada , y
arrojar hacia el cerebro una gran cantidad de sangre en
un tiempo determinado. Resulta de aqui un efecto aná
logo al que sobreviene siempre que se desenvuelve la misma
causa como en los accesos de calentura ardiente , y en el
uso del vino en cierto grado.
Estimulado entonces fuerteinente el cerebro , escita
con fuerza los inúsculos que están sujetos á su influjo;
sus movimientos se hacen , para esplicarme asi , involun
*
76
tarios : de esta manera la voluntad no produce estos espas
mos musculares que son determinados por una causa que
irrita el órgano medular , como una esquirla , la sangre , el
pus en las heridas de cabeza , el mango del escalpel, ú otro
cualquier instrumento empleado en nuestros esperimentos.
La analogía es exacta ; llegando la sangre en mayor
cantidad que lo regular, produce sobre el cerebro el efecto
de estos diversos escitantes. Es pues , por decirlo asi, pe
sivo en sus varios movimientos. Es verdad que salen de
él como en el estado ordinario las irradiaciones necesa
rias ; pero estas irradiaciones nacen en él á pesar suyo,
y no somos dueños de suspenderlas.
Obsérvese tambien que en la cólera existe una rela
cion constante entre las contracciones del corazon , y las
de los órganos locomotores ; cuando las unas se aumen
tan crecen las otras , y si el equilibrio se restablece de
un lado , bien pronto le observaremos restablecido en el
>

otro. Por el contrario >, en cualquiera otro caso no se ma


nifiesta apariencia alguna de esta relacion ,> la accion del
corazon permanece la misma enmedio de las numerosas
variaciones del sistema muscular locomotor. En las con
vulsiones ó en las paralisis que tienen su asiento en este
sistema , la circulacion no se acelera , ni se retarda jamas.
>

Hemos visto en la cólera el modo con que influye la


vida orgánica sobre la animal. En el temor en que por
1
una parte las fuerzas del corazon debilitadas arrojan al
cerebro menor cantidad de sangre , y por la misma di
rigen alli una causa menor de escitacion , y en que por
la otra se observa un decaimiento de accion en los inús
culos esteriores , comprendemos del misino modo el enlace
de la causa con el efecto. Esta pasion presenta en el pri
mer grado el fenómeno que presentan en el último las
vivas einociones , que suspendiendo de repente el esfuerzo
del corazon , producen una cesacion repentina de la vida
animal , y por la misma razon el síncope.
¿ Pero coino, esplicaremos las modificaciones mil ve
77
ces variadas , que presentan á cada instante las demas pa
siones en los movimientos que pertenecen á esta vida ?
¿Cómo espresaremos la causa de estas mutaciones tan in
finitas , que se suceden con tanta frecuencia , y con una
rapidez dificil de concebir en el movible cuadro de la
cara ? ¿ Cómo esplicar por qué sin que la voluntad tenga
parte la frente se arruga ó se dilata , las cejas se fruncen
ó se estienden , los ojos se inflaman , se amortiguan , bri
llan , ó se entristecen , y la boca se abre ó se cierra, & c . ?
Todos los músculos agentes de estos movimientos re
ciben sus nervios del cerebro , y son comunmente volun
tarios. ¿Por qué en las pasiones cesan de serlo ? ¿Por qué
se consideran en la clase de los movimientos de la vida
orgánica , que todos se hacen sin que los dirijamos, y aun
sin tener conocimiento de ello ? He aqui , á mi parecer, la
esplicacion mas probable de este fenómeno.
Una multitud de relaciones simpáticas unen todas
las vísceras internas con el cerebro , ó con sus diferentes
partes ; cada paso que damos en la práctica nos presenta
egemplos de afecciones de este órgano , nacidas simpáti
camente de las del estómago, del hígado , de los intes
3
tinos , del bazo , &c. Esto supuesto asi como el efecto
de toda especie de pasion es producir una afeccion , un
cambio de fuerza en una de estas vísceras , será tambien
el de escitar simpáticamente al cerebro en su totalidad,
ó solamente á alguna de sus partes , cuya reaccion sobre
los músculos que reeiben nervios de ellas , escita en estos
los movimientos que se observan entonces. En la produce
cion de estos movimientos el órgano cerebral es , diga
moslo asi , pasivo , mientras que es activo cuando la vo
luntad preside á sus esfuerzos.
Lo que sucede en las pasiones es semejante á lo que
observamos en las enfermedades de los órganos inter
nos , que producen simpáticamente espasmos , debilidad,
y aun la paralisis de los músculos locomotores.
Quizá los órganos interuos no obran sobre los mús
78
culos voluntarios por la escitacion intermedia del cerebro,
sino por comunicaciones nerviosas directas ; pero importa
poco saber cómo , puesto que no se trata aqui de la
cuestion tan agitada sobre el modo con que se hacen las
coipunicaciones simpáticas.
1 Lo que es esencial es el hecho mismo ; pero véase lo
que hay en el de evidente : por una parte se ve la afec
cion de un órgano interior por las pasiones ; por la otra
un movimiento determinado con motivo de esta afeccion
en los músculos , sobre los cuales este órgano no tiene nin
guna influencia en la série comun de los fenómenos de las
dos vidas. Esto es seguramente una simpatia , porque la
diferencia que hay entre ella , y las que nos presentan
las convulsiones , los espasmos de la cara ocasionados
por. Ia lesion del centro - frenico , por una herida en el
estómago , & c. , no existe sino en la causa que afecta el
órgano interno.
La irritacion de la campanilla y de la faringe , pro >

duce convulsiones en el diafragma, la accion muy repe


tida de licores fermentados sobre el estómago es causa
de temblores : ¿por qué lo que sucede en el modo de ser
afectadas en ciertos casos las vísceras gástricas , no su
cederá en otro ? ¿ Qué importa que el estómago , el hí
gado , &c. sean irritados por una pasion ó por una causa
material ? la simpatia nace de la afeccion misma , y no de
la causa que la produce.
He aqui pues como generalmente hablando las pasiones
arrancan al imperio de la voluntad ciertos movimientos
naturalmente voluntarios , y como se apropian , si me es lis
cito hablar asi ; los fenómenos de la vida animal , aunque
tengan estos esencialmente su asiento en la vida orgánica.
Cuando son muy fuertes , la afeccion vivísima de los
órganos internos produce tan impetuosamente los mo
vimientos simpáticos de los músculos , que la accion
comun del cerebro es absolutamente nula sobre ellos,
Pero habiendo pasado la primera impresion , vuelve á
79
recobrarse el modo acostumbrado de locomocion .
Un hombre sabe por una carta recibida en una con
currencia , una noticia que tiene interés en ocultar , y en
el instante su frente se arruga , y el semblante se le po
ne pálido ó aniinado segun la pasion que está en accion.
He aqui unos fenómenos simpáticos nacidos de haberse
afectado repentinamente por esta pasion algunas vísce
ras abdominales , y que por consiguiente pertenecen á la
vida orgánica. Bien pronto este hombre se reprime, su
frente se dilata , recobra su color encarnado , se compo
ne su rostro aunque el sentimiento interior subsista ; esto
sucede asi porque el movimiento voluntario ha dominado
al simpático ; porque la accion del cerebro ha sobrepu
jado á ta del estómago , del hígado , & c.; y porque la
vida animal-ha recobrado su imperio. -' al.10 :
Hay en casi todas las pasiones una mezcla ó suce
sion de los movimientos de la vida animal con los de la
orgánica ; de tal modo que en casi todos la accion mus
cular es dirigida en parte por el cerebro segun el órden
natural , y en parte tiene su asiento en las vísceras or
gánicas como el corazon , el hígado , el estómago , &c.
Estos dos focos dominados alternativamente uno por
otro , ó perimaneciendo en equilibrio , forman por su mo
do de influir todas las numerosas variedades que nos pre
sentan nuestras afecciones morales.
Las vísceras afectadas por las pasiones , egercen su
influjo simpático no solamente sobre el cerebro , sino
tambien sobre todas las demas' partes: el miedo afecta
primitivamente al estómago , como lo prueba la opresion
que se esperimenta entonces en esta region ( 1 ) : asi afec

( 1 ) Nada hay que pruebe que la sensacion de opresion que se


esperimenta en la region epigastrica pertenezca al estómago ; y aun
cuando esto estuviese demostrado , no se seguiria que este órgano
haya sido el que se ha afectado primitivamente en el terror. La
misma pasion obra algunas veces diferentemente segun los indivi
duos ; hay quienes no esperimentan esta constriccion en la region
80
tado el órgano se rehace sobre la piel con la que tiene
tan grande relacion , y ésta se hace entonces el sitio de un
sudor frio y repentino , tan frecuente en esta afeccion
del alına. Este sudor es de la naturaleza de aquellos que
se producen por la accion de una sustancia que como el
té obra inmediatamente en el estómago , formando en
seguida una reaccion simpática sobre el órgano cutáneo,
Asi un vaso de agua fria , un aire inuy fresco suprimen
iesta escrecion por la relacion que hay entre este órgano
y las superficies, mucosas del estómago , ó de los bron
quios. Es necesario distinguir bien los sudores simpáticos
de aquellos, cuya causa obra directamente sobre la piel,
como el calor , el aire , & c .
Aun cuando elcerebro no sea , segun lo espuesto , el
punto único de reaccion de las vísceras internas afecta
das por las pasiones, es sin embargo el principal; y ba
jo este aspecto se le puede siempre considerar como un
foco que está constantemnente en oposicion con el que re
presentan los órganos internos.

2 S IV.
Del centro epigástrico : no existe en el
sentido que los autores han entendido.
Los autores jamas han variado de opinion sobre el
foco cerebral: todos los movimientos voluntarios han si
do siempre mirados por ellos como un efecto de sus irra
epigástrica , pero sienten que sus piernas 'no los pueden soste
ner : ¿ se dirá por esto que el sitio donde obra el miedo en estos
individuos es en los músculos estensores de las piernas ? Si la in
troduccion de una bebida caliente en el estómago produce un au
mento en la exhalacion cutánea į se deberá concluir por analogia
que el miedo obrando primitivamente sobre este órgano hace na
81
diaciones ; pero no estan igualmente acordes sobre el
foco epigastrico , los unos le colocan en el diafragma;
otros en el piloro , y algunos en el plexo solar del gran
simpático ( 1 ). Me parece que todos se equivocan sobre
este punto , porque teniendo por iguales el primero y se
gundo foco creen que las pasiones se refieren constante
mente asi como las sensaciones á un centro único é in
variable. Lo que les ha conducido á esta opinion , es la
sensacion de opresion que se esperimenta en las inmc
cer en él el sudor frio que le acompañia algunas veces ? (Magendie).
• (1 ) Este enlazamiento nervioso que trae su origen principal
mente del ganglio semilunar , pertenece á casi todo el sistema vas
cular abdominal cuyas diversas ramificaciones sigue. Es segun se
demuestra diariamente por la diseccion , una de las divisioees del
gran simpático ; pero me parece que las ideas de los anatómi
cos sobre este nervio importante , son muy poco conformes á la
naturaleza.
Todos le consideran como un cordon medular , estendido desde
la cabeza hasta el sacro , que reparte en este tráusito diversas rami
ficaciones al cuello , al pecho y al bajo vientre , siguiendo en su dis
tribucion una direccion análoga a la de los nervios de la espina;
y tomando su origen de' estos nervios segun unos , y segun otros
de los del cerebro. Sea el que quiera el nombre con que se le de
signe ; simpático , intercostal, trisplachnico , &c.; el modo de re
presentarsele es siempre el mismo.
Creo que este modo es enteramente falso, que no existe real
mente ningun nervio análogo al que se designa por estas palabras,
y que lo que se toma por un nervio , no es otra cosa que una série
de comunicaciones entre diversos centros nerviosos , situados á di
ferentes distancias unos de otros .
Estos centros nerviosos són los ganglios. Diseminados en las
diferentes regiones, tienen todos una accion independiente y ais
lada. Cada uno es un foco particular que distribuye en varias di
recciones una multitud de ramificaciones , las que conducen a sus
órganos respectivos las irradiaciones de este foco , de donde toman
>

su origen . Entre estas ramificaciones algunas van de un ganglio al


otro ; y como, estas ramas que los unen forman por sú semejanza
una especie de cordon continuo , se ha considerado este cordon co
mo un nervio aislado ; pero estas ramificaciones no son inas que co
municaciones de simples anastomosis , y no un nervio analogo á los
otros ,
Es esto tan verdadero que muchas veces se hallan interrumpi
Tomo I. 11
82
diaciones del cardias en las afecciones tristes. Pero ob
servemos que en los órganos internos la sensacion naci
da de la afeccion de una parte es siempre un indicio in
fiel del sitio y de la estension de esta afeccion ; v. g., el
hambre egerce su influjo sobre todo el estómago , y sin
embargo el cardias solo parece que es el que nos trans
mite la sensacion. Una inflamacion de bastante esten
sion en la pleura ó en el pulmon , no produce las mas ve
ces mas que un dolor concentrado en un punto. ¿ Cuántas

das estas comunicaciones. Hay sugetos por ejemplo en quienes se


encuentra un intérvalo muy demarcado entre las porciones pecto
ral y lumbar , del que se llama el gran simpático , que parece cor
tado en este sitio. He visto tambien desaparecer este pretendido
nervio , y renacer despues ya en los lomos , ya en la region del
sacro. ¿ quién ignora que ya un solo ramo , ya muchos , pasan de
un ganglio al otro , principalmente entre el último cervical , y el
primer dorsal ? ¿ qué el volúmen de estos ramos varia singularmente,
y' que despues de haber dado una multitud de divisiones , el sim
pático es mas grueso que antes de haberlas dado ?
Estas diversas consideraciones prueban evidentemente que las
ramificaciones que se comunican' de los ganglios no suponen un ner
vio contínuo , como tampoco lo suponen los ramillos que pasan de
cada uno de los pares cervicales , lumbares ó sacros , á los dos pa
res que le son superiores ó inferiores. Efectivamente á pesar de es
tas comunicaciones , se considera cada par de una manera separa
da , y de su reunion no se forma un nérvio. Es necesario por esta
razon considerar aisladamente cada glânglio , y describir las rami
ficaciones que nacen de el. 4
Segun esto dividiré de aqui en adelante en mis descripcio
nes , en las que he seguido hasta aqui la senda acostumbrada , los
nervios en dos grandes sistemas , el uno nacido del cerebro , y el
otro de los ganglios ; el primero tiene un centro único , y el se
gundo muchos.
Examinaré primeramente las divisiones del sistema cerebral , tra
taré en seguida del sistema de los ganglios que pueden subdividirse
en los de la cabeza , del cuello , del pecho , del abdómen , y de la
pélvis . Se encuentran en la cabeza el lenticular , el de Mekel , y el
de la glândula sublingual , & c.
Aunque no haya comunicacion alguna que enlace estos diversos
centros ya entre si , ya con el pretendido gran simpâtico , su des
cripcion pertenece sin embargo á la de los nervios con quien se
junta , porque las comunicaciones no son sino disposiciones acce
Ir
83
vecès un dolor fijo en la cabeza , en el abdomen , &c. ,
que ocupa un pequeño espacio no coincide con una afec
cion que se estiende notablemente , y tiene tambien un
sitio enteramente distinto del que nos presumitnos ? No
se puede pues considerar jamas el sitio donde tenemos el
sentimiento como un indicio seguro del lugar que ocupa
la afeccion ; sino solamente como una señal de que existe
alli ó en las inmediaciones .
De aqui se sigue que para juzgar con qué órgano está

sorias á este sistema de nervios.


En el cuello se hallan los tres ganglios cervicales , y veces
otro mas sobre el lado de la traque-artéria : en el pecho los doce
torácicos ; en el abdómen el semilunar , los lumbares , &c.; en la
pélvis los sacros : he aqui los diversos centros , cuyas ramificacio
nes es necesario examinar separadamente como se considera la del
centro cerebral.
Describiré primeramente por ejemplo el gánglio semi- lunar co
mo se practica con el cerebro ; examinaré despues sus ramifica
ciones , entre las cuales se coloca el que comunica con los ganglios
torácicos , es decir , el gran esplanchnico; porque es espresion muy
impropia la que designa este nervio como dando nacimiento al gân
glio. Describiré igualmente en el cuello y la cabeza primeramente
cada ganglio , trataré despues de sus ramos , entre los cuales se ha
llan los de comunicacion. Siendo con corta diferencia igual la dis
tribucion que hay en los ganglios del pecho , de la pélvis y de los
lomos , podrà ser la descripcion casi general para cada region.
Este modo de considerar los nervios poniendo una demarcacion
sensible entre los dos grandes sistemas , presenta â estos últimos ta
les como son realmente en la naturaleza .
En efecto ¿ qué anatómico no ha observado las diferencias que
se hallan entre los nervios de uno ó de otro ? Los nervios del ce
rebro son mas gruesos , menos numerosos , mas blancos , mas den
sos en su tejido , y están muy poco sujetos a frecuentes alteracio1
nes. Por el contrario una delicadeza suma , su escesivo número ,
principalmente hácia el plexo , el color gris , y la suma blandura de
su tejido son las variedades comunes que caracterizan los nervios que
salen de los ganglios , esceptuando los que tienen comunicacion con
los nervios del cerebro , y algunos de los que unen entre si estos
pequeños centros nerviosos. Por otra parte esta division del sistema
general de los nervios en otros dos secundarios , se combina muy
bien con la de la vida . Se sabe en efecto que las funciones ester
mas , las sensaciones , la locomocion y la voz están bajo la depen
*
84
en relacion talo cual pasion , debemos recurrir no á la
sensacion , sino al efecto producido en las funciones del
órgano por el influjo de la pasion. Partiendo de este prin
cipio es fácil ver , que unas veces los órganos digestivos,
otras el sistema circulatorio , y algunas las vísceras des
tinadas á las secreciones esperimentan un cambio, de que
hacen participar á nuestras afecciones morales.
No insistiré en repetir las pruebas que confirman esta
verdad ; pero apoyándome en ella como demostrada , diré
dencia del sistema nervioso cerebral ; al contrario la mayor parte.
de los órganos destinados a las funciones internas reciben sus ner
vios de los ganglios , y con ellos el principio de su accion. Se sabe
que la sensibilidad y la contractilidad animales nacen de los pri
meros , y que solo hay sensibilidad y contractilidad orgánicas don
de se hallan solos los segundos...
He dicho en otra parte que el térınino de esta especie de sensi
bilidad , y el origen de la contractilidad correspondiente , se hallan
en el mismo órgano en que se las observa ; pero quizá este térmi
Do , y este origen están mas distantes >, y existen en el ganglio de
que recibe el órgano sus nervios , asi como el término de la sensi
bilidad animal , y el origen de la contractilidad de la misma espe
>

cie se hallan siempre en el cerebro. Si esto es de esta manera , co


mo los ganglios se multiplican estraordinariamente se concibe , pora
que las fuerzas de la vida orgánica no se refieren como las de la
vida animal á un centro comun .
Segun estas consideraciones es claro , que no existe un nervio
gran simpático , y que el que se designa por esta palabra , no es
otra cosa que una reunion de pequeños sistemas nerviosos , cuyas
funciones están aisladas ; pero que tienen ramos de comunicacion.
Asi pues , se concibe lo que debe pensarse de las disputas de
los anatómicos sobre el origen de éste pretendido nervio , que le
han fijado en el sesto par , en el quinto 2, en los del cuello , de
las espaldas , &c. Muchos fisiólogos han tenido ya sobre los gán
glios ideas análogas á las que acabo de presentar ; considerando es
tos cuerpos como pequeños cerebros , pero es muy esencial el reali
zar estas observaciones en la descripcion , que, segun la presentan
dá una idea muy inexacta de estos centros nerviosos , y de los.
neryios que salen de ellos.
La espresion ramos nerviosos que dan nacimiento : á tal ó tal
ganglio , es como si dijesemos que el cerebro nacia de los nervios,
cuando él es el origen de ellos. (Bichat)
85
que no hay para las pasiones un centro fijo y constante,
como lo hay para las sensaciones ; que él higado , el pul
mon , el bazo , el estómago , el corazon , &c , afectados
sucesivamente forman tambien alternativamente ese foco
epigástrico tan célebre en nuestras obras modernas ; si
referimos en general á esta region la impresion sensible
de todas nuestras afecciones, es porque se hallan concen
tradas en ella 'todas las vísceras mas importantes de la
vida orgánica'; si la naturaleza hubiese separado estas
vísceras por dos grandes intervalos, colocando por egem
plo el higado en la pélvis , el estómago en el cuello, de
jando en su sitio el corazon y el bazo , desapareceria en
tonces el foco epigástrico , y el sentimiento local de nues
tras pasiones variaria segun el órgano sobre que dirigie
sen su influjo.
- Camper determinando el ángulo facial nos ha sumi
nistrado consideraciones muy duminosas sobre la inteli
gencia respectiva de los animales. Parece que no sola
mente las funciones del cerebro , sino generalmente todas
las de la vida animal que tienen alli su centro comun ,
tienen con corta diferencia este ángulo por medida de su
perfeccions S !0 So

Seria muy curioso indicar tambien una medida que


tomada en las partes que sirven a la vida orgánica , pu
diera fijar el orden de cada especie bajo la relacion de
las pasiones. ¿ Por qué el sentimiento llega á tan alto
punto en el perro ? ¿ Por qué la agitan con tanta fa1

cilidad el reconocimiento , la tristeza , la alegría , el odio


y la amistad ? Por esta parte és superior a los otros ani
males ; ¿tiene acaso mayor perfeccion en su vida orgá
nica ? El mono nos admira por su industria , por su dis
posicion á imitar , y por su inteligencia ; ¿ no es acaso
1

la superioridad de su vida animal, la que le dá ventajas


sobre las especies mas bien organizadas ? Otros animales
como el elefante nos interesan por su cariño , sus afec
ciones y sus pasiones, y nos encanta por su destreza,
86
por lo estenso de su perfeccion y de su inteligencia. En
ellos el centro cerebral y las funciones interiores ú or
gánicas tienen un mismo grado de perfeccion ; y la na→
turaleza parece haber dilatado igualmente los límites de
sus dos vidas. J 8 0.1' .
7 Una rápida ojeada sobre la série de los animales nos
mostrará igualmente , ya ‫ فر‬los fenómenos relativosás las
sensaciones predominando á los que nacen de las pasio
nes , ya aventajándose estos á los primeros , y algunas
veces equilibrándose entre sí , y segun estas diversas cir
cunstancias la vida orgánica y animal son superiores , in¬
feriores , ó iguales, la una á la otra. ob
Lo que observamos en la dilatada série de seres ani
mados , lo notamos tambien en la especie humana con
siderada aisladamente. En uno, las pasiones que dominan
son el principio de un mayor número de movimientos;
superado á cada instante el influjo de la vida animal por
**********

el de la orgánica , produce sin cesar actos en que la vo


luntad no tiene casi parte alguna , y que con mucha fre
cuencia traen tras sí los amargos arrepentimientos que
se esperimentan cuando la vida animal vuelvená tomar
su imperio. En otro , esta vida es superior á la primera;
entonces , todos los fenómenos relativos á las sensaciones,
á la percepcion , y á la inteligencia , parece que se au
mentan á espensas de las pasiones , que permanecen en
un silencio á que las condena la organizacion del indivi
duo. La voluntad entonces todo lo preside; los musculos
locomotores estan en una continua dependencia del ce
rebro , mientras que en el caso precedente los órganos
gástricos y pectorales son los que los ponen en accion
principalmente.
El hombre cuya constitucion es la mas aventajada , y
al mismo tiempo mas estraordinaria , es el que tiene sus
dos vidas en una especie de equilibrio , y cuyos centros
cerebral y epigástrico egercen uno sobre otro una accion
igual ; en quien las pasiones se animan, se avivan y exal
87
tan los fenómenos intelectuales , sin invadir su dominio,
y que halla en su juicio un obstáculo que es dueño siem
pre de oponer á su impetuosa influencia,.
Este influjo de las pasiones sobre los actos de la vida
animal, es el que forma lo que se llamna carácter ; el cual
asi como el temperamento pertenece manifiestamente á
la vida orgánica ; tiene tambien sus diversos atributos , y
todo lo que emana de él es , para esplicarme asi , inyo
luntario.
Nuestros actos esteriores forman un cuadro , cuyo
fondo y diseño pertenecen a la vida animal ; pero sobre
el cual la vida orgánica esparce los matices y colorido
de las pasiones , y estos son los que forman su carácter.
* Çasi todos los filósofos han observado este predomi
nio alternativo de las dos vidas ; Platon , Marco Aurelio ,
San Agustin , Bacon , Leibnitz, San Pablo , Vanhelmont,
Bufon , &c. han reconocido en nosotros dos especies de
principios; por el uno somos dueños de todos nuestros ac.
tos morales , y el otro parece producirlos involuntaria
mente . ¿ Qué necesidad hay de querer, como los más de
ellos , investigar la naturaleza de estos principios ? Ob
servemos los fenómenos , analicemos las relaciones que
unen los unos á los otros , sin subir á sus causas primeras.

6. ARTICULO VII.

Diferencias generales de las dos vidas, con


relacion á las fuerzas vitales.
La mayor parte de los médicos que han escrito sobre
las propiedades,vitales , han principiado por indagar su
orígen ; han querido descender del estudio de su natura
leza al de sus fenómenos, en vez de subir de lo que la
observacion indica , á lo que sugiere la teoría. El alma
88

de Stahl , el arqueo da Vanhelmont, el principio vital de


>

Barthez , y la fuerza vital de algunos , & c. considerados


alternativamente como centro único de todos los actos
que llevan el carácter de la vitalidad , han sido unos des
pues de otros la base coinun en que se han fundado en
último resultado todas las esplicaciones fisiológicas. Cada
una de estas bases se ha destruido sucesivamente , y en
medio de sus fuiñas han quedado solos los hechos que sur
ministra la rigorosa esperiencia sobre la sensibilidad y
movilidad. ΑΣ , ... " *
En efecto , son tan reducidos los límites del entendi
miento liumano, que le está prohibido casi siempre el co
nocimiento de las primeras causas . El yelo espeso que las
oculta, envuelve en sus innuinerables dobleces á cualquiera
que intenta rasgarlo. ! 1 ;
En el estudio de la naturaleza los principios son, co
2

mo lo ha observado un filósofo, ciertos resultados gene


rales de las causas primeras , de donde nacen innumera
bles resultados secundarios ; el arte de encontrar elenca:
denamiento de los primeros con los segundos, es el de todo
i ..
espíritu juicioso.
Buscar la conexion de las causas primeras con sus
efectos generales , es ir á ciegas por un camino, en que
mil senderos conducen al error.
¿ Por otra parte , que nos importa el conocimiento de
estas causas ? įhay ' necesidad acaso de saber lo que es la
luz , el oxígeno y el calórico para estudiar sus fenome
Dos ? ¿ no podemos del inismo modo sin conocer el prin
cipio de la vida analizar las propiedades de los órganos
que ánima ? Hagamos en la ciencia de los animales lo
que los metáfisicos modernos en la del entendimiento ;
supongamos las causas , y no nos atengamos sino á sus
grandes resultados.
C
.. lib . ، ‫دن‬
Ouvuuko
89

!!!
S I.
Diferencia de las fuerzas vitales con las
leyes fisicas.
Lo primero que nos presentan las leyes vitales con
sideradas bajo este aspecto , es la notable diferencia que
las distingue devias leyes físicas. Las unas continuamente
variables en su intensidad , energía y desarrollo , pasan
muchas veces con rápidez desde el último grado de aba
timiento , al mas alto punto de exaltacion , se acumulan
y se debilitan alternativamente en los órganos , y bajo
el influjo de las causas más pequeñas toman mil modifi
caciones diversas. El sueño , la vigilia , el egercicio , el
descanso , la digestion , el hambre , las pasiones y la ac
cion de los cuerpos que rodean al animal , &c. todo les
esponeá cada instante á numerosas revoluciones. Al con
trario , las otras fijas, invariables, y constantemente las
mismas en todos tiempos son el principio de una série
de fenómenos siempre uniformes. Comparemos la facul
tad vital de sentir , con la facultad física de atraer , y
veremos que la atraccion está siempre en razon de la
masa del cuerpo bruto en que se observa, mientras que
la sensibilidad cambia sin cesar de proporcion en la mis
ma parte orgánica , y en la misma masa de materia.
La invariabilidad de las leyes que presiden á los fe
nómenos fisicos , permite sujetar al cálculo todas las cien
cias que forman su objeto ; mientras que aplicadas las
matemáticas á los actos de la vida no pueden presentar
jamas fórınulas generales. Se caleula la vuelta de un co
meta , la resistencia de un fluido que corre por un canal
inerte ,'la celeridad de un proyectil, &c.; pero calcular
con Borelli la fuerza de un músculo ; con Keil la veloci
Tomo I. 12
90%
dad de la sangre ; con Jurine , Lavoisier , &c. la canti
dad de aire que entra en el pulmon ; es levantar sobre
arena movediza un edificio sólido por sí mismo ; pero que
cae inmediatamente por faltarle un cimiento seguro.
Esta instabilidad de las fuerzas vitales , y esta faci
lidad que tienen en variar mas o menos á cada instante,
dan á todos los fenómenos vitales un carácter de irregu
laridad que los distingue de los fenómenos fisicos repara
2
bles por su uniformidad : sirvannos de egemplò los flui
dos vivos y los inertes ; estos , siempre las mismos , son
conocidos cuando se han analizado una vez con exacti
tud ; ¿ pero quién podrá decir que conoce aquellos despues
de una sola ó muchas análisis hechas en las mismas cir
cunstancias ? se analiza la orina , la saliva , la bilis , &c.
tomadas indiferentemente de tal ó cual sugeto , y de ઘૂ su
exámen resulta la química animal ; pero no es ésta la
química fisiológica : es , si me es permitido hablar asi , la
anatomia cadavérica de los fluidos. Su fisiologia se com
pone del conocimiento de las innumerables variaciones
que esperimentan los fluidos , segun el estado de los ór
ganos respectivos. No es la misma la orina que se depo
ne despues de la comida , que la que se arroja despues
del sueño ; contiene en el invierno principios de que ca
rece en el estío , en que las secreciones principales se ha
cen por la piel ; el simple tránsito del calor al frio puede
suprimiendo el sudor , y debilitando la exhalacion pul
monal hacer variar su composicion. Lo mismo sucede
con los otros fluidos , cambia á cada instante el estado
de las fuerzas vitales en los órganos que los producen.
Estos órganos deben pues esperimentar cambios contí
nuos en su modo de obrar , y por consiguiente hacer va
riar las sustancias que separan de la sangre.
¿ Quién se atreverá á creer que conoce la naturaleza
de un fluido de la economía viviente , sino lo ha anali
zado en el niño , en el adulto, y en el viejo , en la mu
ger y en el hombre , en las diversas estaciones , durante
91
la tranquilidad del alma, y la borrasca de las pasiones,
que como lo hemos visto , tiene una influencia tan ma
nifiesta en la naturaleza, en la época de las evacuaciones
menstruales , & c. ? ¿ Y qué seria si fuese necesario conocer
tambien las diversas alteraciones de que son susceptibles
los fluidos en las enfermedades ?
La instabilidad de las fuerzas vitales ha sido el eso
collo en que han venido á estrellarse todos los cálculos
de los fisicos-médicos del siglo pasado. Las variaciones
habituales de los fluidos vivos que traen su origen de es
ta instabilidad pudieran ser bien un obstáculo no menos
efectivo para las análisis de los químicos-médicos de es
tos tieinpos.
Es fácil conocer , segun esto , que la ciencia de los
cuerpos organizados debe tratarse de una manera ente
ramente distinta de aquellas que tienen por objeto los
cuerpos inorgánicos.
Seria necesario , para esplicarme asi , emplear un len
guage diferente , porque la mayor parte de las palabras
que trasladamos de las ciencias fisicas á la de la econo
mía animal ó vegetal , nos recuerdan sin cesar ideas que
no tienen conexion alguna con los ' fenómenos de esta
ciencia ,
Si la Fisiologia hubiese sido cultivada por los how
bres antes que la fisica , como la han cultivado despues,
estoy persuadido que hubieran hecho numerosas aplica
ciones de la primera á la segunda; que hubieran visto
correr los rios por la accion tónica de sus riveras , unién
dose los cristales por la escitacion que egercen sobre su
sensibilidad recíproca, y moviéndose los planetas porque
se irritan mútuainente á grandes distancias , &c. Pare
ceria todo esto bien distante de la razon á los que no
vemos en estos fenóınenos sino la gravedad ; ¿ y por qué
no estaremos tan próximos al ridículo , cuando entramos
con esta misma gravedad , á hablar de las afinidades y
composiciones químicas, con un lenguage apoyado todo
*
92
sobre estos datos fundamentales, en una ciencia en que
tienen un influjo muy oscuro ? La fisiologia hubiera he
cho mas progresos , sino hubiera cada uno introducido
en ella ideas prestadas de las ciencias que se llaman acce
sorias; pero que son esencialmente diferentes. ( 1 )
La fisica, la química , & c. tienen conexion , porque
las mismas leyes presiden á sus fenómenos ; pero un in
menso intervalo las separa de la ciencia de los cuerpos
organizados , porque hay una diferencia muy considera
ble entre estas leyes y las de la vida. Decir que la fisio
logia es la fisica de los animales, es dar de ella una idea
sumamente inexacta ; y seria para mi-lo mismo que des
cir que la astronomía es la fisiologia de los astros .
Pero me detengo ya demasiado en una simple digre
sion ; volvamos á las fuerzas vitales consideradas bajo la
relacion de las dos vidas del animal.

S II.
Diferencias entre las propiedades vitales y
las del tegido.
Si se examinan las propiedades vitales de todo ór
(1) Bichat se queja frecuentemente en sus obras del perjuicio
que han hecho á las ciencias fisiológicas, queriendo ilustrarlas en
su estudio con las luces de la fisica. Bichat no era un juez compe
tente para decidir esta cuestion , pues no tenia datos suficientes so
bre estas ciencias , cuyo uso reprueba ; asi todo lo mas que se le
puede permitir , es afirmar que hasta alli se habia hecho de ellas
una mala aplicacion . Aun esta tacha era demasiado general para ser
justa. Se hubiera sin duda sumergido en los errores queriendo apo
yarse sobre las bases poco sólidas de una ciencia que estaba aun en
su infancia ; pero tambien no se puede pasar en silencio, que en
tieinpo de Bichat se debia á los adelantamientos de estas mismas
ciencias la esplicacion de muchos fenómenos muy importantes ; que
se las debia el conocimiento de lo que sucede en la accion de la res
piracion , y el saber por qué medios un cuerpo vivo se mantiene
siempre entre ciertos límites de temperatura , &c. (Magendie)
93
gano viviente , se pueden dividir en dos especies : las
unas sostienen inmediatamente la vida , principian , y
concluyen con ella , ó mas bien forman el principio , y
esencia ; las otras no están unidas á ella sino indirecta
mente, y parecen depender mas bien de la organizacion
y de la testura de las partes.
La facultad de sentir , y la de contraerse espontá
neamente , son propiedades vitales. La estensibilidad у la
contractilidad (facultad de contraerse cuando cesa la es
tension) son las propiedades del tegido; éstas ciertamente
reciben de la vida un aumento de energía ; pero quedan
en los órganos despues que los ha abandonado , y la des
composicion de estos órganos es el único fin de su exis
tencia. Voy desde luego a examinar las propiedades vis
tales.

SIII.

De las dos especies de sensibilidad, animað 1

y orgánica.
Es fácil conocer que las propiedades vitales se redu
cen á las del sentido , y movimiento ; pero cada una de
ellas lleva en las dos vidas , un carácter distinto. En la
vida orgánica, la sensibilidad es la facultad de recibir una
impresion ; en la vida animal hay la facultad de recibir
una impresion , y á unas de llevarla á un centro co
mun ( 1). El estómago se hace sensible á la presencia de
los alimentos , el corazon á la llegada de la sangre , el

( 1 ) Es menester tener presente que la existencia de una sensi


bilidad semejante es puramente congefural. No transmitiéndose al
centro comun no podemos reconocerla sino por los efectos. Mas
para esplicar estos efectos no es menester de ningun modo admitir
una facultad semejante. Por otra parte , si se quisiese admitir esta;
sensibilidad se véria faltar á cada paso . El estómago , v.g. , deja

7
94
conducto escretorio al contacto del fluido que le es pecu
liar ; pero esta sensibilidad termina en el órgano mismo,
y no pasa mas allá. La piel , los ojos , las orejas , las
membranas de la nariz , de la boca , todas las superficies
mucosas en su orígen , los nervios , &c. , sienten la im
presion de los cuerpos que les afectan , y la transmiten
despues al cerebro que es el centro general de la sensi
bilidad de estos diversos órganos.
Asi pues hay una sensibilidad orgânica , y una sen
sibilidad animal : sobre la una giran todos los fenóme
nos de la digestion , de la circulacion , de la secrecion ,
de la exhalacion , de la absorcion , de la nutricion , &c.;
es comun á la planta y al animal ; y el zoofito goza de
ella como el cuadrúpedo mas bien organizado : de la otra
dimanan las sensaciones y la percepcion , del mismo mo
do que el placer y el dolor que las modifican. La per
feccion de los animales está , si me es permitido hablar
de este modo , en razon de la cantidad de esta sensibi
lidad que les ha tocado. Esta especie no pertenece de
ningun modo al vegetal.
La diferencia de estas dos especies de fuerzas sensi
tivas se marca perfectamente por el modo que tienen de
terminar en las muertes violentas , atacando al animal
repentinamente. En efecto , entonces la sensibilidad ani
mal se aniquila de pronto. No queda señal de esta facul
tad en el momento que sobreviene á una fuerte conmo
cion , á una hemorragia considerable , ó á la asfixia;
pero la sensibilidad orgánica permanece por mas ó me
nos tiempo. Los vasos linfáticos absorven todavia ; el
músculo siente igualmente el estímulo que le escita ; las

salir de su cavidad una sustancia que jamas podrá servir de alimen


to , si esta sustancia presenta un grado de fluidez parecido al del
quimo. Los absorventes chupan los fluidos mas dañosos , aun aque
llos cuya accion es bastante enérgica para desorganizar sus paredes;
el corazon se contrae sin la presencia de la sangre, &c. (Magendie).
95
uñas y los pelos pueden tambien nutrirse aun , y por con
siguiente hacerse sensibles á los fluidos que se depositan
en la piel, & c. ( 1 ). No sucede sino al cabo de un cierto
tiempo por lo regular bastante largo , que todas las im
presiones de esta sensibilidad se borren al paso que la
pérdida de la otra ha sido repentina é instantánea.
Aunque al primer golpe de vista estas dos sensibili
dades, animal y orgánica , presentan una notable diferen
cia , sin embargo su naturaleza parece ser esencialmente
la misma: probablemente la una no es sino el máximo
de la otra . Esta es siempre la misma fuerza , que con ma
yor ó menor intensidad se presenta bajo diversos carac
téres , como lo prueban las observaciones siguientes.
Hay diversas partes en la economía , en que estas

( 1) Esto es enteramente inexacto : una uña cuando crece no se


nutre , lo mismo que en las fosas nasales no se cria el moco , ó la
orina en la vegiga. La uña , el pelo, el cabello ,> en una palabra , to
das las producciones epidermoicas , son el resultado de verdaderas
secreciones que no se diferencian de las secreciones de que hemos
hablado sino porque el producto en lugar de quedar líquido como
la orina , ó viscoso como el moco , se endurece cuando sale del ór
gano secretorio como sucede al hilo del gusano de seda , ó al de la
araña. Por lo comun un cierto número de estos órganos están dis
puestos de modo que la materia segregada por cada uno de ellos se
halle todavia líquida cuando está en contacto con la de los órganos
vecinos, con la cual se reune endureciépdose ; de este modo la for
ma del producto depende de la disposicion que toman entre sí las
criptas secretorias. Dispuestas en coronas concéntricas al rededor
de un pequeño cono , dan origen á un cilindro hueco , estendidas en
líneas paralelas sobre una superficie ancha, forman una lámina aplas.
tada . Tal es el modo como se forman la uña y el cabello. Se ve
ademas de esto que las producciones epidermoicas crecen , pero no se
putren. El cabello manifiesta bien que tiene ciertamente una cavi,
dad interior llena de un líquido tinturado , cuya presencia parece
necesaria para su conservacion ; pero se concibe muy bien como un
liquido oleoso puede servir para conservarle, dándole blandura é im
pidiéndole de este modo romperse. Este líquido es derramado en el
canal por donde corre , y no es el cabello quien le saca , del mismo
7

modo que un tuvo capilar no saca el líquido en el cual se mete su


estremidad . ( Magendie ).
96
dos facultades se encadenan , y suceden de un modo in

sensible: tenemos un egemplo en el origen de todas las
J
membranas mucosas. Percibimos la sensacion del paso de
los alimentos en la boca y en el paladar ; esta sensacion
se debilita en el principio del esofago , se hace casi nula
en su parte media , y desaparece en su fin y sobre el es
tómago , en donde solo queda la sensibilidad orgánica ;
el mismo fenómeno se observa en la uretra , en las par
tes genitales , & c. Cerca de la piel existe la sensibilidad
animal que disminuye poco a poco , y se hace orgánica
en lo interior de las partes.
- Estímulos diferentes aplicados á un mismo órgano,
pueden alternativamente determinar el uno ú otro modo
de sensibilidad. Irritados los ligamentos por los ácidos ó
alkalis muy concentrados , ó por un instrumento cortan
te, no transmiten al cerebro la fuerte impresion que re
ciben. Pero cuando se tuercen , distienden ó desgarran
una viva sensacion de dolor es el resultado ( 1 ). He com
probado este hecho , publicado en mi Tratado de mem
branas , por mydiversos esperimentos , y bé aqui otro del
mismo género que he observado despues. Las paredes de
las arterias sensibles , como es sabido , á la sangre que
corre por ellas , son el término de su sensibilidad , la cual
no se propaga de ninguna manera al cerebro ; pero si se
inyecta en este sistema un fluido estraño , el animal con

*
( 1 ) Es una idea que seduce á la imaginacion la de dotar á cada
tegido de un modo particular de sensibilad relativo á sus usos. El
ligamento está destinado â oponerse à la desunion de los huesos;
mas deberá éste permanecer insensible á toda especie de escitacion
que no tienda â desunir estas partes, y el dolor no nacerá por con
siguiente sino de la distension ó torsion. Desgraciadamente esta
suposicion no es fundada , y se apoya sobre hechos mal observados.
Es muy cierto que torciendo estos ligamentos se hace casi siempre
gritar al animal ; pero esto sucede cuando se estiran al mismo tiem
po algunas partes próximas dotadas de sensibilidad. Cuando no està
advertido, y que se hace el esperimento con las precauciones con
venientes , se puede torcer , estender y desgarrar el ligamento sin
que el animal parezca que lo siente. (Magendie) .
97
sus gritos manifiesta que siente la impresion ( 1 ).
Hemos visto que es propio de la costumbre obrar em
botando la viveza de la sensacion , y transformar en sen .
saciones indiferentes todas las de placer ó de dolor; v. g. ,
los cuerpos estraños producen sobre las membranas mu
cosas, una impresion molesta en los primeros dias de su
contacto , y desarrollan alli la sensiblidad animal ; pero
poco aá poco esta se gasta , y queda solo la orgánica . Asi
pues la uretra siente la sonda mientras que permanece
en ella , cuya permanencia va constantemente acompa
ñada de un aumento de accion en las glándulas muco
sas , de donde se origina una especie de catarro ; pero el
sugeto , solo en los primeros momentos siente la impre
sion dolorosa de su contacto .
... Continuamente la inflamacion , exaltando en una par
te la sensibilidad orgánica , la transforma en sensibilidad
animal. Asi pues , los cartilagos , las membranas sero
sas , &c. que en el estado ordinario no gozan sino aquel
oscuro sentimiento necesario para su nutricion , adquie
ren entonces una sensibilidad por lo regular mas viva
que la de los órganos á quienes es natural. है¿ .Y por qué?
porque la inflamacion tiene la propiedad de acumular las
fuerzas en una parte , y esta acumulacion basta para
cambiar el modode ser de la sensibilidad orgánica que
no se diferencia de la animal , sino por su menor propor
cion. Con arreglo a todas estas consideraciones , es evi
dente que la distincion establecida arriba en la facultad
de sentir , se funda , no sobre su naturaleza , pues siem
pre es la misma , sino sobre las diversas inodificaciones
i

( 1 ) En tanto que el líquido inyectado no salga de la arteria ,


lo que se obtiene facilmente por medio de algunas ligaduras , no
hay ningun dolor manifiesto ; pero si la sustancia irritante es'lle
vada por los vasos al corazon ó a otra parte sensible ; se concibe
muy bien que el animal deberá esperimentar el dolor , porque el
estimulo produce siempre su efecto , ya aplicado directamente so
bre la parte , ó ya que llegue por medio de la circulacion . (Ma
4

gendie )
Tomo I. 13
98
de que es susceptible. Esta facultad es comun á todos los
órganos ; todos gozan de ella , y ninguno es insensible;
forma su verdadero carácter vital ; pero mas o menos
abundantemente repartida en cada uno , les da un modo
diferente de existencia : ninguno goza de ella en una mis
ma proporcion , y tiene mil grados diversos.
En estas variedades hay una medida , cuyo término
mas alto es el cerebro , y el mas bajo el órgano escita
do que recibe y percibe la sensacion sin transmitirla á
aquele
Si para llevar adelante mi idea pudiese usar de una
éspresion vulgar , diria que distribuida en tal- dósis en
un órgano , la sensibilidad era animal , y que en otra
inferior era orgánica ( 1 ) ; pero lo que varía la dosis de
sensibilidad es unas veces el orden natural en el que la
piel y los nervios gozan de mas sensibilidad que los ten
dones, cartílagos, & c.; y otras las enfermedades , pues
aumentando estas la dosis de sensibilidad de los segun
dos , como en el caso de la inflamacion , los iguala y los
hace superiores á los primeros. Como son infinitas las
causas que pueden á cada instante aumentar o disminuir
esta fuerza en una parte , puede á cada momento ser ani
mal ú orgánica. Hé aqui por qué los autores que la han
hecho objeto de sus esperimentos han obtenido resulta
dos tan distintos; pues que los unos hallan insensible la
dura madre , el periostio , & c. en donde otros observan
una suma sensibilidad .

( 1 ) Estas palabras dosis , suma, cantidad de sensibilidad son


>

inexactas , porque presentan esta facultad vital bajo el mismo pun


to de vista que las fuerzas físicas , como la atraccion V. g ., y por
que nos la manifiesta como susceptible de ser calculada , & c . Pero
>

la falta de palabras propias á una ciencia hace indispensable to


marlas de otra , para poderse espresar bien. Lo mismo sucede con
estas espresiones que con las palabras soldar , encolar , desencolar,
&c. , que se emplean en defecto de otras para el sistema hue
soso , y que presentarian realmente ideas muy inexactas si el
entendimiento no corrigiese el sentido. ( Bichat)
99

S IV.

De la relacion que existe entre la sensi


bilidad de cada órgano , y los cuerpos que
le son estraños.

Aunque la sensibilidad esté espuesta en cada órgano


á continuas variaciones , sin embargo parece que cada
uno tiene una cantidad primitivamente determinada , á
la cual vuelve siempre despues de estas alternativas de
aumento y diminucion ; al modo como en sus varias os
cilaciones el péndulo vuelve a tomar constantemente el
lugar á donde lo arrastra su gravedad.
Esta suma de sensibilidad determinada para cada ora
gano , es la que compone especialmente su propia vida,
y esta es la que fija la naturaleza de sus relaciones con
los cuerpos que le son estraños ; pero que se hallan en
contacto con él. Asi la suma regular de sensibilidad de
la uretra , la pone en relacion con la orina ; pero si esta
suma aumenta como en la ereccion llevada a un alto gra
do , la relacion cesa , el canal se opone a la salida de este
fluido , y no permite dar paso mas que al semen , que no
está a su vez en relacion con la sensibilidad de la uretra
cuando no hay erecciou ( 1 ).
Hé aqui como la suma determinada de sensibilidad

( 1 ) Si la orina durante una completa ereccion no sale de la ve


giga , es porque lo impide la contraccion de los músculos del pes
rineo , y en particular la del elevador del ano. Si estos músculos se
relajan permaneciendo la misma la turgencia de los cuerpos caverno
sos y de la uretra , la orina sále sin mas obstáculo que el que re
sulta de la contraccion del canal , debida a la hinchazon de sus pa
redes. ( Magendie )
100
de los conductos de Stenón , de Warthon , coledoco , pan
creático , en una palabra , de todos los escretorios , exac
1
tamente análoga a la naturaleza de los fluidos que cor
ren por ellos ; pero desproporcionada a la de otros , no
permite á estos que los penetren , y hace que cuando pa
san por ellos ocasionen el espasmo, y la constriccion,
cuando algunas de sus moléculas se interponen alli. ( 1 )
Asi la laringe se opone á cualquier cuerpo que no sea el
aire cuando se introduce accidentalınente.
Por lo mismo los conductos escretorios, aunque en
contacto sobre las superficies mucosas , con una multitud
de fluidos diversos que pasan , ó se detienen sobre estas
( 1 ) Estos diferentes conductos en los mamíferos no presentan
ninguna contractilidad. No hay estímulo que pueda producirla en
ellos , en vano los he ensayado. En los pájaros por el contrario,
los ureteres , los canales biliarios y pancreático con contractiles , y
sus movimientos que vuelven por intervalos , son muy marcados
para poder ser desconocidos. Parece que la contractilidad de los
canales esteriores situados en el abdomen está unida en estos ani
males à la falta del diafragma. Se sabe en efecto que este músculo
en los mamíferos, favorece..por la presion que egerce el curso de
los líquidos segregados , y hace inutil la existencia de un movimien
to propio en los canales que los contienen. Si se intenta sin embar
go que este movimiento existe alli , pero que es insensible, es me
nester convenir entonces que no puede llenar el uso que se le atri
buye , cual es el de obliterar una abertura capaz frecuentemente de
admitir un cañon de pluma. Es cierto que si se estimula por mucho
tiempo el orificio de uno de estos conductos se produce algunas ven'
ces una hinchazon de la membrana que le cubre , y entonces la
abertura disminuye en realidad . Pero en este caso no hay motivo
para engañarse ; se ve que está hinchazon es producida en este punto
por el aflujo de líquidos, como sucederá en otra cualquier parte suje
ta a una escitacion semejante. Por lo demas es menester observar
que la obliquidad de insercion de los conductos escretorios puede
esplicar solo , como las sustancias que pasan por delante del orifi
cio no se introducen alli. En efecto, estas sustancias al momento
de su paso por la presion que egercen ,, tienden à obliterar la aber
tura del canal , aplastando sus paredes una contra otra ; asi es que
la presion de la orina sobre la estremidad inferior de los ureteres
impide que este líquido vuelva a subir hacia los riñones. El cerra
miento de la abertura no es sino una cosa accidental , y muy fre
cuentemente aun no es completa. ( Magendie ) .
101
superficies, no los penetran (1 ). He aqui ademas por qué
las boquillas de los vasos lacteos abiertas en los intesti
nós , no chupan mas que el quilo , y no absorven los de
mas fluidos que están mezclados con él , y con los que su
sensibilidad no está en relacion .
Estas relaciones , no solo existen entre las sumas di
versas de sensibilidad de los órganos, y los diferentes
fluidos del cuerpo , sino que pueden egercerse ademas en
tre los cuerpos esteriores y nuestras diferentes partes. La
suma determinada de sensibilidad de la vegiga , de los
riñones , de las glándulas salivales , & c. , tiene una par
ticular analogía con las cantáridas, el mercurio , & c.
>

Es creible que en cada órgano la sensibilidad adquie


re una modificacion, una naturaleza particular , y que
es esta la diversidad de naturaleza que constituye la di
ferencia de las relaciones de los órganos con los cuerpos
estraños que los tocan. Pero una multitud de considera
ciones prueba, que la diferencia procede no de la natus
raleza , sino de la suina , dósis , cantidad de sensibilidad,
si se pueden aplicar estas palabras á una propiedad vital;
veamos estas consideraciones. 3

Los orificios absorventes de las superficies serosas


nadan algunas veces meses enteros en el fuido delas hi
dropesias sin absorver nada. Pero si la accion de los tó
nicos y el esfuerzo de la naturaleza exaltan la sensibili
dad ; ésta se pone, si me es permitido hablar de este
inodo , en equilibrio con el fluido , y entonces se verifica
la absorcion . La resolucion de los tumores presenta igual
4

fenómeno, mientras que las fuerzas de la parte están de


bilitadas , los vasos linfáticos no admiten las sustancias
estravasadas en estos tumores. Cuando la suma de estas
fuerzas se duplica ó triplica por medio de los resolutivos,

( 1 ) No es admirable que un canal lleno habitualmente por un


fluido escretado , reuse admitir otro que circula en sentido contra
rio. (Magendie )
102
desaparece bién pronto el tumor por la accion de los va
sos linfaticos.
En este principio se funda la esplicacion de todos los
fenoinenos de reabsorciones de pus , sangre y otros flui
dos que los vasos linfáticos absorven con una especie de
codicia , y que con la misma se oponen a recibirlos otras
veces , segun que la suma de su sensibilidad , está ó no
en relacion con ellos ( 1 ).
( 1 ). Todo lo que se dice aqui de la sensibilidad de los vasos
linfáticos,
s
que su accion ya admite, ya rechaza los fluidos derrama
dos , ie tanto mas hipotética , que nada hasta ahora prueba que
estos vasos sean los agentes de la absorción. Es menester ob
servar que los líquidos que se suponen absorvidos por ellos , se
diferencian esencialmente en cuanto á la composicion química del
líquido que se halla continuamente en su cavidad. Este líquido
por otra parte no varía 'sinó muy poco en su composicion , aun
que el aspecto esterior que presenta no sea siempre el mismo;
pues si es el resultado de la absorcion de fluidos muy diferentes en
tre sí , su composicion deberá variar tambien como varía la del
quilo segun la naturaleza de los alimentos.
Antes que se conociesen los vasos linfáticos se habian obser
vado los principales fenómenos de la absorcion ; naturalmente se
atribuían á la accion de las venas. Esta opinion subsistió aún bas
tante tiempo despues del descubrimiento de los linfáticos. En fin ,
hácia mediados del último siglo G. Hunter se ocupó tanto de estos
vasos , que sus trabajos han contribuido mucho a hacerlos conocer
pensando que se debian ver en ellos los agentes de la absorcion , y
esta opinion fué luego generalmente admitida . Si indagamos por al
gunos medios llegaremos á destruir la antigua teoría ; nos admirare
mos de ver que esto sucede por medio de cinco experimentos únia
camente . No sucede esto con la facilidad que Harveo ha hecho cor
nocer la circulacion de la sangre , y no existe acaso un segundo
egemplo de una opinion establecida mucho tiempo, y abandonada tan
facilmente. Pero es menester observar que aun se estaba admirando
el descubrimiento de un sistema de vasos tan esparcidos , descono
cidos sin embargo mucho tiempo ; se ansiaba conocer algun uso en
él : las venas tenian ya el destino de volver al corazon la sangre enę
viada por las arterias , se creyó no empobrecerlas mucho despoján
dolas de la facultad de absorver para enriquecer á los linfáticos. De
cinco esperimentos hechos por Hunter , dos prueban que las venas
7

no absorven, los otros tres tienen por objeto hacer ver que los lin
fáticos absorven .
En el primer esperimento inyectaba agua tibia en una asa de
103
La ciencia del médico en la aplicacion de los resolu
tivos , consiste en hallar un término medio , y resta

intestino , sin que la sangre que volvia por la vena apareciese por
esto ni mas diluida ni mas ligera que antes. No es posible , ó por 10
menos facil juzgar por la simple vista , si la sangre contiene ó no
una cierta cantidad de agua absorvida , y que debe ser proporcio
nalmente bastante pequeña si se considera toda la sangre que atra
viesa las venas mesentericas en el tiempo necesario para la absor
cion del líquido. Hunter ligó en el mismo esperimento la arteria
que se hallaba en la asa intestinal , y examinó el estado de la vena .
No se hinchó , y su sangre no se volvió mas aquosa. ¿ Pero despues
de esta ligadura continuó verificándose en esta asa de intestino,
que aun tenia sin duda vasos linfáticos ? Esto es lo que no nos dice
el autor. ܶ¿‫ ܐ‬Cómo pudo por otra parte creer que la vena continuaría
su accion estando ligada la arteria ?
En el segundo esperimento inyectó Hunter leche eu una asa
intestinal, y no pudo hallar 'este líquido en la sangre de las venas
mesentericas ; pero en la época en que se hizo este esperimento
estuvo bien lejos de poder hallar en la sangre una cantidad muy pe
queña de leche ; y aun en el dia con todos los socorros de la quí
mica se hallará con dificultad una pequeña cantidad que se haya
mezclado directamente. Estos dos esperimentos no prueban pues
nada contra la absorcion de las venas ; en cuanto a los que cita en
favor de la absorcion 'verificada por los linfáticos no son mas con
vincentes. Me contentaré con referir uno solo . ' ;
Introdujo en una parte de intestino vacío una cierta cantidad
de leche caliente 7, y la contuvo por ligaduras. Las venas que se es.
parcian en esta asa fueron desocupadas de su sangre por muchas pi
caduras hechas en su tronco . Las arterias correspondientes fueron
ligadas. Volvió a poner en seguida las partes en el vientre , y des
pues de media hora las sacó. Habiéndolas examinado con atencion
halló que las venas estaban casi vacías, y que no contenian ningun

fluido blanco , al paso que los vasos lacteos estaban llenos. ¿ Pero
este fluido blanco que los llenaba no podia ser el quilo mas bien
que la leche ? ¿ No podía estar contenido antes de la inyeccion de
este líquido ? Supuesto que el trató de determinar lo que pasa du
rante la absorción en los vasos linfáticos , era menester principiar
por examinar el estado de estos vasos antes del esperimento. Esto
es pues lo que no ha hecho Hunter , y lo que ha hecho su esperi
mento enteramente insignificante. Por lo demas no es muy admira
ble que el haya 'tomado el quilo por la leche , puesto que se ha te
nido por mucho tiempo ésta por quilo. Flandrin , profesor de la
escuela de Veterinaria de Alfort , ha repetido muchas veces este
esperimento de Hunter ; pero desde luego ha tenido cuidado de
104
blecer la accion de estos vasos , ya aumentándoles nuevas
fuerzas , ya disminuyendo en parte las que tienen, segun

asegurarse que antes de la inyeccion de la leche no contenian los


linfáticos ningun fluido blanco : jamás halló nada en su cavidad des
pues del esperimento. Yo mismo he hecho muchas veces este es
perimento tomando las mismas precauciones , y los resultados
que he obtenido han sido constantemente los mismos que los de
Flandrin . 1 .
Sería muy largo examinar todas las razones que se han traido
en favor ó en contra de la absorción de los linfáticos. Me limitaré
á referir ciertos sesperimentos que he hecho con este objeto ; pero
antes debo advertir que la absorcion se verifica indudablemente en
ciertas partes como el ojo , el cerebro , la placenta , en donde la
anatomía mas fina no ha podido descubrir el menor vaso linfático,
Esperimento 1.° Se hizo tomar à un perro cuatro onzas del
cocimiento de ruibarbo ; I despues de media hora se le mató , y se
halló que mas de la mitad del líquido habia desaparecido : la orina
contenia sensiblemente el ruibarbo ; pero . la liufa 9 contenida en el
canal torácico no ofrecia ninguna señal. #bel 112
Esperimento 2.º Un perro tragó algunas onzas de alcohol di
luido en agua ; al cabo de un cuarto de hora la sangre del animal
daba un olor a alcohol muy marcado , la linfa no lo presentó.
Flandrin hizo un esperimento muy semejante en un caballo , al
cual hizo tomar media libra de asafétida disuelta en igual cantidad
2
de miel. Diez y seis horas despues fue muerto el animal. Elcolor
de la asafétida era muy sensible en las venas del estómago , de los
intestinos delgados,
O y del ciego , y no pudo hallarle en la linfa.
Esperimento 3. Se hizo tragar á un perro una disolucion de
prusiato de potasa en agua. Un cuarto de hora despues contenia la
orina de un modo muy manifiesto el prusiato ; y la estraida
~ linfa ch
del canal torácico no presentó nada.
Esperimento 4.° Hice beber á un perro , á quien habia ligado
el canal torácico , dos onzas de una decoccion de nuez vómica . Los
efectos de la absorcion fueron tan rápidos como si el canal hubiese
estado ligado. Despues de muerto el animal me aseguré que este
canal estaba bien ligado , y que no habia otro camino por el que la
linfa hubiese podido llegar aún á la vena subclavia como sucede al
gunas veces. 64, 913 ire T
He variado este esperimento de muchos modos , colocando ya
en el recto , ya en el saco de la pleura ó del peritóneo , el líquido
venenoso. Los resultados han sido constantemente los mismos .
Esperimento. 5. ° En un perro que habia comido abundante
mente algunas horas antes, con el objeto de que los linfáticos qui
líferos se percibiesen mas facilmente , hicimos Mr. Delille y yo
105
que su suma de sensibilidad es superior ó inferior al gra
do que les pone en relacion con los fluidos que han de

una incision en las paredes abdominales , y sacamos hacia fuera


una asa del intestino delgado sobre el cual aplicamos dos ligaduras
á tres pulgadas una de otra. Los linfáticos que se repartian en este
parte de intestinos estaban llenos de quilo y muy perceptibles. Se
ligaron todos y se cortaron . Los vasos sanguineos fueron tam
· bien ligados y cortados excepto una vena y una arteria ; là asa
intestinal fue del mismo modo cortada fuera de las ligaduras ; y asi
no se comunicaba con el resto del animal , sino por medio de la
vena y arteria qne se habian conservado. Estos dos vasos fueron
disecados con el mayor cuidado , y aun despojados de su túnica
celular por temor de que los linfáticos no estuviesen alli escondi
dos ; inyectamos entonces en la cavidad de la asa intestinal un co
cimiento de nuez vómica , y le mantuvimos alli por medio de una
>

nueva ligadura. Cubierta el asa con un lienzo fino fue vuelta á colo
car en el abdomen ; seis minutos despues los efectos del veneno se
manifestaron con su intensidad acostumbrada. /

Esperimento 6.9 Mr. Delille y yo separamos del cuerpo de un


perro el muslo , dejando únicamente intactas la arteria y vena cru
ral que conservaban la comunicacion entre las dos partes. Estos
dos vasos fueron disecados con cuidado , aislados en la estension
de dos o tres pulgadas ., y aun despojados de su túnica celular, por
temor de que esta túnica encubriese algun pequeño vaso linf &
tico. Dos granos de un veneno muy activo ( P upas tieute ) fueron
introducidos entonces en la pata , y los efectos fueron tan pron
.

tos é intensos como si el muslo no hubiese estado -separado del


cuerpo.
Como se podia objetar, que a pesar de todas las precauciones
tomadas las paredes de la arreria ó de la vena podian contener aun
algun linfático , variamos nuestro esperimento en térniinos de no
dejar duda sobre este punto . Se cortó la arteria enteramente, des
pues se restableció la comunicacion entre los dos estremos por me
dio de un cañon de pluma introducido en su cavidad, y sujero por
ligaduras convenientes. Lo mismo se hizo con la vena. De este mo
do no habia mas comunicacion entre el muslo y el resto del cuerpo
sino por la sangre arterial que llegaba al muslo , y por la venosa
que volvia al cronco; el veneno introducido despues en la masa, pro
>

dujo sus efectos en el tiempo regular , es decir >, al cabo de cerca


de cuatro minutos.
De estos diversos esperimentos debemos deducir que las estre
midades de las venas tienen la facultad absorvente ; que la egercen
en la superficie de las membranas mucosas , serosas , y en lo inte
rior de los órganos ; que los esperimentos que se han citado en
Tomo 1. 14
106
.
absorver. Asi es , que los resolutivos pueden igual
mente tomarse segun las circuntancias en la clase de

favor de la absorcion de los linfáticos son inexactos 6 mal inter


pretados , y en fin , que nada prueba que estos vasos absorvan otra
cosa mas que el quilo.
Entre tanto į deberemos referir á las raicillas venosas esta sen
sibilidad que se atribuía á las últimas ramificaciones de los linfà
ticos? mas esta sensibilidad como ya hemos dicho se encuentra
por lo comun deficiente: el vaso absorvente no elige tal fluido de
preferencia al otro , todos indistintamente son absorvidos , aun
los mas irritantes , y aun aquellos cuya accion es bastante acti
va para destruir las paredes vasculares. Por otra parte el fenóme
no
se verifica aun en aquellos casos en que no es posible supo
ner la existencia de esta sensibilidad. En efecto , despues de la
muerte las estremidades venosas absorven aun , como lo hacian
durante la vida ; si se las coloca en circunstancias análogas ; y
por esto es claro que es menester establecer un círculo interior
que semeje al círculo de la sangre. Voy á referir un esperimen
-to que hice con este objeto , y que le he elegido entre otros mu
chos porque me ha parecido muy concluyente.
Tomé el corazon de un perro, muerto desde el dia anterior,
introduje en una de las arterias coronarias agua á 30 grados,
esta agua volvió facilmente por la vena coronaria hasta la auri
cula derecha , desde donde pasó á un vaso. Hice verter en el pe
ricardio media onza de agua ligeramente ácida. Al principio el
agua introducida no dió ninguna señal de acidez ; pero bastaron
cinco ó seis minutos para que presentase caracteres no equivo
COS.

La absorción puede pues verificarse sin el auxilio de esta


sensibilidad 2, como de esta movilidad orgánica insensible que se
suponia á las últimas estremidades vasculares, y å las bocas ab
sorventes , como se les llamaba. ¿ Pero existen realmente estas bo
quillas ? ;¿ Las últimas ramificaciones capilares termlnan de pronto
por una abertura grande en la superficie de las membranas , ó
en el tegido de los órganos ? ‫ ¿܃‬Los fluidos absorvidos no pueden
atravesar las paredes como el oxigeno del aire las atraviesa en
el pulmon para llegar hasta la sangre a quien modifica ? No po
demos hacer esperimentos sobre estos pequeños vasos que se es
capan de nuestros sentidos ; hagámoslos en los grandes , y si se
dejan atravesar por los fluidos en los que se les sumergirá , con na
yor razon deberemos suponer a los capilares , cuyas paredes son mu
cho mas delgadas , y por consiguiente mas fáciles de penetrar . Asi
Veremos confirmado con esperimentos lo que nos sospechabamos : los
priineros ensayos fueron hechos en vasos muertos .
107
2
los remedios fortificantes , y en la de los debilitantes.
Toda la teoría de las inflamaciones tiene tambien

Tomé la estremidad de la vena yugular esterna de un perro , la


despojé del tegido celular que la rodeaba ; adapté à cada una de sus
estremidades un tubo de vidrio por medio del cual establecí una cor
riente de agua tibia en su interior , y sumergí entonces la vena en
un líquido ligeramente ácido. : 1
E Se ve por la disposicion del aparato que no podia haber ninguna
comunicacion entre la corriente interior del agua tibia y el líquido
ácido esterior.
En los primeros minutos el líquido recogido no habia cambiado
de naturaleza ; pero despues de cinco ó seis minutos se hizo el agua
ligeramente ácida , y la absorcion tuvo efecto.
El mismo esperimento se repitió con venas tomadas de cada
veres humanos : el efecto fué el mismo; y lo mismo sucedió con las
artérias , pero un poco mas lentamente en razón del mayor espesor
de sus paredes.
8 Falta saber si en un animal vivo se verificarà del mismo modo
la absorcion al través de las paredes de los grandes vasos. Sè que
los tegidos permeables despues de la muerte lo son tambien durante
la vida , aunque generalmente se piensa lo contrario. Si se inyecta
en la pleura de un animal vivo una cierta cantidad de tinta , al cabo
de una hora y frecuentemente mas pronto , se halla la pleura , .el
pericardio , los músculos intercostales y la superficie misma del co
razon sensiblemente teñidos de negro. Es cierto que las señales de
esta esudacion no son siempre aparentes. Del mismo modo despues
de la muerte la trasudacion de la vegiga de la hiel , se hace sensi !
ble por la tinturacion de las partes inmediatas. Lo contrario sucede`
durante la vida ; a proporcion que las moléculas colorantes son de
puestas , son absorvidas por la membrana serosa que reviste las par
tes próximas , y llevadas por el corriente de la sangre que se dis
tribuye en la membrana , y en los órganos que están debajo.
De lo dicho debe deducirse que la absorcion se verificará al tra→
vés de las paredes del vaso , tanto en la vida como despues de la
muerte. Hice el siguiente esperimento para mi seguridad!”
Tomé un perrillo de cerca de seis semanas . En esta edad las pa
redes vasculares son delgadas , y por consiguiente mas á propósito
para el buen éxito del esperimento. Descubri una de las venas yu
gulares , la aislé perfectamente en toda su longitud , la despojé con
cuidado de todo lo que la cubria , y sobre todo del tegido celular,
y de algunos pequeños vasos que se ramificaban alli : la coloqué sỏ-
bre un náipe á fin de que no tuviese ningun contacto con las partes
que la rodeaban ; entonces dejé caer sobre su superficie , y' ' enmé
dio del naipe una disolucion acuosa espesa del estracto alcohólico
*
108
conexion con las ideas que presentamos aqui. Se sabe que
el sistema de los vasos por donde circula la sangre , dá

de la nuez vómica , sustancia cuya accion es muy fuerte en los per


ros ; tuve cuidado de que ninguna particula del veneno pudiese tot
car otra cosa que la vena y el naipe , y que el curso de la sangre,
fuese libre en lo interior.del vasą . Antes de cuatro minutos los efec
tos que aguardaba se desarrollaron al pronto débilmente ; pero en
2
seguida con bastante actividad , para que no me quedase duda que
la muerte del animal era efecto de la insuflacion pulmonal. Repetí
este esperimento en un animal adulto mucho mas grueso que el an
terior : se manifestaron los mismos efectos; pero con mas lentitud,
á causa del mayor grueso de las paredes, y no empezaron en efecto,
å desarrollarse sino al cabo de diez minutos.
Despues de estar seguro de este resultado por las venas , he de
bido ensayar si las artérias presentaban iguales propiedades. Estos
vasos gozan de condiciones menos favorables; su tegido es menos es-,
ponjoso que el de las venas , y á diámetro igual sus paredes son mu- ,
cho mas gruesas. Es fácil pues preveer que si se manifiesta el fenó
meno de la absorcion , se desenvolverá con mas lentitud que en las
venas , esto lo confirmó el esperimento hecho , en dos gruesos cone-,
jos , áa quienes despojé con el mayor cuidado de una de las artérias
carótidas. Fué menester que pasase mas de un cuarto de hora para
que la disolucion de la nuez vómica atravesase las paredes de la ar- ,
téria . Inmediatamente que ví manifestarse los síntomas de envene
pamiento dejé de mojar el vaso ; sin embargo murió uno de los co
nejos. Entonces para asegurarme de que el veneno habia atravesado
realmente las paredes arteriales , y que de ningun modo habia sido
absorvido por pequeñas venas que pudieran haberse escapado de mi
diseccion , desaté con cuidado el vaso que habia servido para el esas
perimento , le dividi en toda su longitud , é hice gustar á las perso
nas que estaban presentes un poco de sangre que quedó adherida a
la superficie interior ; todos y yo mismo reconocimos el sumo amare:
gor del estracto de la nuez vomica . j :
- A estos esperimentos se puede oponer una observacion , y es que
la absorcion no es siempre la misma en todos los casos ; su activi
dad aumenta o disniiuuye segun el estado de algunas otras funcio
nes. Asi durante un fuerte acceso. de fiebre , un medicamiento que
en el estado regular hubiese obrado de una manera muy marcada, .
dado en doble ó triple dósis no produce con frecuencia ningun efec
to apreciable .Asi pues į și la absorcion fuese un fenómeno puramen-,
te mecánico esperimentaria modificaciones que tuviesen relacion con
las de las funciones vitales ? Si , sin duda ; porque estas modificacio
nes de las funciones pueden introducir nuevas circunstancias fisicas
fayorables o nocivas a la produccion de un fenómeno mecânico. Ași
109
origen á una multitud de otros pequeños vasos que no ad
miten sino la parte serosa de este fluido , como la exha

en el caso en cuestion acelerando el estado febril la circulacion,'


llena de una mayor cantidad de sangre las artérias y las venas. Es
necesario que el líquido destinado a ser absorvido pase del esterior
á lo interior de estos vasos, Asi se concibe que la cantidad de san
gre que contienen debe tener sobre la producción del fenómeno un
grande influjo por el estado de tension mayor o menor en que se
encuentran las paredes. Esto se halla por otra parte perfectamente ***
.
confirmado por la esperiencia.
++
Se puede , sin producir la mayor alteracion en las funciones , au
mentar á discrecion la cantidad del líquido que corre por los vasos
sanguíneos , inyectando con precaucion en las venas agua cuya tem
peratura se acerque à la de la sangre . Asi se produce una plétora
artificial seguida de fenómenos muy curiosos de observar , y de que
hablaré despues. Un dia haciendo este esperimento , se me ocurrió
observar qué influjo egerceria en el fenómeno de la absórcion la plé
tora producida de este modo.
Por consiguente despues de haber inyectado en las venas de un
perro de mediano tamaño cerca de un fitro (*) de agua , puse en la
pléura una ligera cantidad de una sustancia , cuyos efectos me eran
bien conocidos. Estos efectos no se manifestaron sino muchos mi
nutos despues de la época en que se manifiestan comunmente: re
petí luego el esperimento en otro animal , y obtuve un resultado
esarial " If 164 P
igual.
En otros muchos ensayos Tos efectos se manifestarón en la épo
ca en que debian aparecer ; pero fueron notablemente mas débiles
que lo que correspondia á la dosis de la sustancia sujeta á la absor
4
cion , y se prolongaron mucho mas allá de su término regular.
J
Por último en otro esperimento en donde habia introducido
tanta agua como el animal podia sobrellevar sin dejar de existir , los
efectos no se manifestaron ; y espéré casi una media hora an
tes que se manifestasen efectos , que comunmente se desarrollan en
el espacio de dos ó tres minutos . Presumiendo entonces que la dis
tension de los vasosi era la causa que se oponia á la absorcion , tra
té de asegurarme , viendo si despues que la distension cesase , se
efectuaba la absorcion . Por consiguiente hice al animal sujeto al es
perimento una dilatada sangria en la yugular , y vi con la mayor
satisfaccion manifestarse los efectos à proporcion que la sangre .
salia. 1 13 10 .
Era conveniente hacer el esperimento contrario , es decir , dismi
F LAJJ ‫وفي‬
(*) : Litro : medida de Francia que equivale á cerca de mediu
azumbre , ú ochenta pulgadas cúbicas de Castilla.
110
lacion lo manifiesta sin réplica. ¿ Por qué los glóbulos ro
jos, no pasan á ellos de ninguna manera aunque hay

nuir la cantidad de sangre para ver si la absorcion seria mas pronta.


Asi sucedió en efecto como me lo habia presumido : sangré un ani
mal y privado asi de cerca de una media libra de sangre , los efec
tos que no debieron verificarse, sino despues de dos minutos se ma
nifestaron a los treinta segundos. 2015 : Stad
53 Sin embargo se podia aun sospechar que no tanto la distension
de los vasos sanguíneos , como el câmbio de naturaleza de la sangre
era lo que se habia opuesto â la absorcion . Para quitar esta dificul
tad hice el siguiente esperimento : se hizo á un perro una grande y
dilatada sangría ; se reemplazó la sangre perdida con agua à cuarenta
grados centigrados , y se introdujo en su pleura una cierta cantidad
de la disolucion de la nuez vómica, Los resultados fueron tan râpi
dos 3 é intensos que no habiendo sido de ningun modo alterada la
naturaleza de la sangre , era menester atribuir à la distension de los
vasos el defecto ó la disminucion de la absorcion.
Las consecuencias que se pueden deducir de los esperimentos re
feridos , adquirirán nueva fuerza , si se agregan à estos resultados una
multitud de hechos patológicos que diariamente hay ocasion de ob
servar: la curacion de las hidropesias, de los infartos y de las inflama
ciones por la sangría ; esta falta de accion manifiesta de los medi
camentos en el momento de una fiebre violenta en que el sistema
vascular esta fuertemente dilatado , la prâctica de algunos médicos
que purgan y sangran sus enfermos antes de darles medicamentos
activos ; el uso de la quina en el momento de la remision para cu
rar las calenturas intermitentes ; los edemas generales ó parciales
en las lesiones orgánicas del corazon y de los pulmones ; la ligadura
aplicada sobre los miembros despues de la picadura ó mordedura de
los animales ponzoñosos , para oponerse a los efectos deletéreos que
son su consecuencia.
En resumen , pienso que se puede concluir de los esperimentos
que anteceden ; que la atraccion capilar de los pequeños vasos es una
de las principales causas de la absorcion llamada venosa. Si los lin
fáticos no parecen gozar del mismo modo de la facultad absorvente,
esto se debe probablemente no á la naturaleza de sus paredes , cu
yas. propiedades fisicas son casi las mismas que las de las venas,
sino à la falta de una contínua comunicacion en lo interior.
He comparado en esta nota la absorcion de los gases â la de los
líquidos. Esta comparacion no tiene lugar sino relativamente á la
permeabilidad de los tegidos por estos dos órdenes de cuerpos. En
cuanto á la causa à que se debe esta absorcion no puede ser la mis
ma, puesto que los gases no están sujetos á una atraccion capilar.
(Magendie)
111
continuidad ? No sucede esto por la desproporcion del
diámetro , como Boerhaave ha creido ; pues aunque la
latitud de los vasos blancos fuese doble ó triple que la
de los vasos rojos , los glóbulos de este color no los atra
vesarian , sino existiese una relacion entre la suma de
sensibilidad de estos vasos , y los glóbulos rojos , como
sucede al quimo que no puede pasar por el conducto co
lidoco , aunque su diámetro sea mayor que el de las mo
léculas atenuadas de los alimentos. Asi en el estado na
tural , siendo la sensibilidad de los vasos blancos , inferior
á la de los rojos, es evidente que la relacion necesaria
para la admision de la parte roja , no puede existir. Pero
cuando una causa cualquiera aumenta las fuerzas de los
primeros vasos , entonces su sensibilidad sübe á igual ni
>

vel que la de los segundos ; la relacion se establece, y el


paso de los fluidos arrojados hasta alli , se hace con fa
eilidad.
Hé aqui comolas superficies mas espuestas á los agen
tes que exaltan la sensibilidad , lo están tambien mas á
las inflainaciones locales, como se ve en la conjuntiva,
en el pulmon , & c. Tal es entonces por lo regular, cómo
he dicho, el aumento de sensibilidad , que de orgánica
que era se hace aniinal , y transmite entonces al cerebro
la impresion de los cuerpos esteriores. ;; , 1 1

La inflamacion dura mientras subsiste el esceso de


11 1

sensibilidad ; poco áa poco se disminuye y vuelve a su es


tado natural, igualmente entonces los glóbulos rojos , no
pasan a los vasos blancos , y se verifica la resolucion ,
Vemos segun esto que la teoría de la inflamacion , no
es sino una consecuencia natural de las leyes que presi
den al paso de los fluidos en sus diversos canales ; se ve
tambien cuán vanas son todas las hipótesis sacadas de la
hidraúlica , la cual casi nunca ofrece una verdadera apli
cacion á la economía animal , porque no hay ninguna ,
analogía entre un encadenamiento de tubos inertes, y
una série de conductos vivos en que cada uno tiene una
112
suma de sensibilidad peculiar, que le pone en ' relacion
con tal ó cual fluido , y rechaza los demas ; y que puede
cambiarysy., relacion aumentándose óó disminuyéndose por
la menor causa ; admitir el fluido que rechazaban , y res
chazar, el que adınitian ( 1)... !
No concluiria si quisiera multiplicar las consecuen
cias que se deducen de estos principios en los fenómenos
del hombre vivo;, sano o, enfermo. Mis lectores suplirán
aqui fácilmente , y podrán dilatar el campo de estas con +
2

secuencias , cuya reunion forma casi todos los grandes


datos de la fisiologia , y los puntos esenciales de la teo
ría de las enfermedades. ‫ ;ܝ‬,
Se preguntará indudablemente , ¿ por qué en la dis
tribucion de las diversas sumas de sensibilidad , la natu
ralezano ha dotado de esta propiedadsino en grados in
feriores los órganos internos ó de la vida interior, mien
tras que los esteriores están tan abundantemente provis
tos de ella ? de consiguiente ¿ por qué cada órgano di
gestivo , circulatorio , respiratorio, nutritivo , absorven
1 . 97 6. Chris ‫در‬ .

( 1). Son sin iduda muy incompletas estas teorías tomadas de la


hidráulica y probablemente lo serán aun por largo tiempo , pero es
to es debido principalmente á que la ciencia sobre la cual se funda
la hidrodinâmica está aun poco adelantada. Se habrá dado sin duda
un gran paso en la fisiologia cuandose hayallegado a conocerbien
el curso de un líquidoen un sistema de canales que presenten las
mismas condiciones,fisicas que elsistema de vasos arteriales y vea
nosos. Pero antes que la ciencia haya Hegado hasta este punto se
pasará macho tiempo acaso. है Deberemos privarnos por estacausa en
la esplicacion de la circulación de la sangre de los pocos hechos co
nocidos sobre el curso de los líquidos ? '¿ Será necesario abandonarse
enteramente a las hipotesis, y suponer en los pequeños vasos, una
sensibilidad y una contractilidad queevidente mente no existen en
los grandes ? No puedo creerlo , y aun pienso que củarido esta hi
7

potesis fuese verdadera , y aun cuando se pudiera llegar a demos


trar en los vasos capilares las propiedades que se les ha atribuido ,
y que deben influir en el curso de la sangre, no se conocerà mas
que una de las condiciones de este problema tan complicado , y es
to no escusarà de ningun modo conocer todas las condiciones meck
nicas. (Magendie) . ‫ در هر‬.
113
te , no transmite al cerebro las impresiones que recibe,
cuando todos los actos de la vida animal suponen esta
transmision ? La razon es bien sencilla ; porque todos los
fenómenos que nos ponen en relacion con los seres que
nos rodean , deben estar, y lo están en efecto bajo el in
Aujo de la voluntad , mientras que todos aquellos que no
sirven sino para la asimilacion , no dependen , ni deben
en efecto depender de este influjo. Asi para que un fenó
meno dependa de la voluntad , es menester indudable
mente que tengamos consciencia de él , asi como para que
esté fuera de su dominio, es necesario que no exista esta
consciencia .

SV .

De las dos especies de contractilidad


animal y orgánica.
3

La contraccion es el modo,mas comun de verificarse


los movimientos de los órganos animales: algunas partes
se mueven sin embargo dilatándose , tales son el iris, los
cuerpos cavernosos , el pezon , &c. , de modo que las dos
facultades generales , de donde se deriva la movilidad es
pontánea , son la contractilidad y la estensibilidad activa
que es necesario distinguir bien de la estensibilidad pasi
va , de que hablaremos bien pronto : la una depende de
la vida , y la otra de solo el tegido de los órganos. Pero
hay muy pocos datos aun acerca de la naturaleza , y mo
do del movimiento que resulta de la primera ; un muy
corto número de órganos nos, la presenta para que ha
gamos aprecio de ella en estas consideraciones generales.
La contractilidad sola nos va púes á ocupar ; y en cuan
to á la estensibilidad me refiero a lo que han escrito los
médicos de Montpeller.
La movilidad espontánea, facultad inherente a los
Tomo I. 15

1
114
cuerpos vivos , nos presenta como la sensibilidad , dos
grandes modificaciones muy diferentes entre sí , segun
la examinamos en los fenómenos de una u otra vida. Hay
una contractilidad animal , y una contractilidad organica.
La una esencialmente sujeta al influjo de la voluntad,
tiene su orígen en el cerebro , recibe de él las irradiacio
nes que la ponen en accion , deja de existir cuando los
órganos en donde se observa , no se comunican con él
por los nervios , participa constantemente de todos los
estados en que se halla , tiene esclusivamente su asiento
.
en los músculos que se llaman voluntarios , y preside á la
locomocion , á la voz , á los movimientos generales de la
cabeza , del toraz , del abdomen , &c. La otra no depen
diendo de un centro coman , tiene su principio en el ór
gano misinò que se mueve , está fuera de los límites de
los actos voluntarios , y dá origen á los fenómenos diges◄
tivos , circulatorios , secretorios , absorventes , nutriti
vos, &c.
Una y otra , asi como las dos especies de sensibilidad
son esencialmente distintas en las muertes violentas , que
destruyen repentinamente la contractilidad animal , per
mitiendo aun á la orgánica que se egerza por mas ó me
nos tiempo ; lo son tambien en las asfixias , imágenes tan
semejantes á la muerte , y en que la primera está ente
ramente suspensa , permaneciendo la segunda en activi
dad ; lo son en fin en las parálisis que se producen arti
ficialmente , ó que la enfermedad ocasiona en un miembro,
y en las cuales todo movimiento voluntario cesa quedan
do ilesos los movimientos orgánicos.
Ambas especies de contractilidad, se unen á la espe
cie correspondiente de sensibilidad , de quien son por de
cirlo asi , un efecto. Las sensaciones de los objetos este
riores , ponen en accion la contractilidad animal. Antes.
que la contractilidad orgánica del corazon se egerza , su
sensibilidad ha sido anteriormente escitada por el aflujo
de la sangre.
115
Sin embargo la relacion no es la misma en las dos
especies de facultades. La sensibilidad animal puede eger
cerse por sí sola , sin que la contractilidad análoga entre
precisamente por esto en egercicio ; hay una relacion ge
neral entre la sensacion y la locomocion ; pero ésta rela
cion no es directa y actual ; por el contrario la contrac
tilidad orgánica nunca se separa de la sensibilidad de la
misma especie. La reaccion de los conductos escretorios
está inmediatamente unida á la accion que egercen sobre
ellos los fluidos segregados : la contraccion del corazon
sobreviene indispensablemente á la presencia de la san
gre: asi es , que ningun autor ha aislado estas dos cosas
en sus consideraciones , ni aun en su lenguage. La irri
tabilidad designa al mismo tiempo la sensacion escitada
en un órgano por el contacto de un cuerpo , y la contrac
cion del órgano rehaciéndose sobre este cuerpo .
La razon de esta diferencia en la relacion de las dos
especies de sensibilidad y contractilidad , es bien sencilla:
no hay en la vida orgánica ningun intermedio en el eger
cicio de las dos facultades ; el órgano mismo es el térmi
no en donde concluye la sensacion , y el principio de don
de parte la contraccion. En la vida animal , por el con
trario , hay entre estos dos actos funciones intermedias,
las de los nervios y del cerebro , funciones que pueden
interrumpiéndose , interrumpir la relacion.
A la misma causa debe reducirse la siguiente obser
vacion , á saber : que existe siempre en la vida orgánica
una rigorosa proporcion , entre la sensacion y la contrac
cion , mientras que en la vida animal la una puede estar
exaltada o disminuida , sin que la otra se resienta.
116

S VI,

Subdivision de la contractilidad orgánica


en dos variedades. ( 1 )
La contractilidad animal es siempre poco mas o me
nos la misina cualquiera que sea la parte en que se ma
nifieste; pero hay en la contractilidad orgánica dos mo
dificaciones esenciales que parecen indicar alli una dife
rencia de naturaleza , aunque no hay sino diversidad en
la apariencia esterior : en efecto se presenta ya de un
modo manifiesto, y ya otras veces aunque de un modo
real , es absolutamente imposible apreciarla por la ios
peccion.
La contractilidad orgánica sensible , se observa en el
corazon , en el estómago , intestinos, vegiga , & c. (2),
ਕਜੋਲਾਕਾ
.4

(1 ) Aun discarriendo en la hipotesis de Bichat, y admitiendo la


>

existencia de esta sensibilidad orgánica , será siempre inexacto decir


que la contraccion es constantemente proporcionada a la sensacion,
Cómo lo sabremos en efecto ? Puesto que esta sensibilidad no se
transmite á un centro comun , podia muy bien ser escitada sin que
nosotros fuesemos advertidos por ningun efecto aparente. Algunas
veces tambien una contracccion muy marcada podria corresponder á
la mas ligera escitacion . (Magendie)
( 2) La contractilidad en los diferentes órganos en que la po
demos observar no presenta caracteres tan decididos como los que
señala aqui Bichat , y los movimientos que él coloca en una misma
clase presentan entre si diferencias las mas grandes. Para conven
cernos de la poca exactitud de esta division nos bastara seguir la
marcha de los alimentos en todo su trayecto en lo interior del ca
nal digestivo. El primer acto que se presenta á nuestra observacion
es enteramente voluntario , este es la masticacion : el acto que la
sigue no lo es tan completamente. La deglucion en efecto puede ve
rificarse á veces aun contra nuestra voluntad , si un cuerpo de una
consistencia conveniente se halla colocado a la entrada de la farin
ge. No egercemos sino un dominioimperfecto sobre los músculos de
117
y se egerce sobre masas considerables de fluidos animales.
La contractilidad orgánica insensible , es aquella en
virtud de la cual los conductos escretorios se rehacen so
bre los fluidos respectivos , los órganos secretorios sobre

la epiglotis y del velo del paladar , si queremos mover aisladamente


estas partes ; tenemos quizá menos poder aun en la contraccion de
los musculos de la faringe , bien que no parecen diferenciarse en nada
de los músculos locomotores ya por su simetría , ya por la disposi
cion y el color de sus fibras por los nervios que reciben , ya en fin
por la contraccion pronta é instantanea , y en todo diferente de la
contraccion lenta del movimiento vermicular del estómago y de los
intestinos.
Despues de haber pasado la faringe el bolo alimenticio , llega
al esófago. Aqui los movimientos están aun bajo el influjo de los
nervios ; pero no están de ningun modo bajo el de la volun
tad. La túnica muscular que los produce no tiene ya el aspecto y
el color rojo de los músculos voluntarios ; pero conserva aun algo
del movimiento pronto de su contraccion. Se observa ademas de
esto que los movimientos del esófago no pueden ser colocados ni
entre los movimientos de la vida orgánica , puesto que cesan por
la seccion de los nervios , ni entre los de la vida animal puesto que
están fuera del influjo de la voluntad . Es notable tambien que Bi
chat anunciando en este párrafo y en el siguiente los caractéres de
las varias especies de contractilidad , no hable nada del esófago al
paso que pone por egemplo los movimientos de la vegiga , del co
razon , del estómago y de los intestinos.
Cuando Bichat escribia esta obra no se conocian casi los movi
mientos del esófago , sino por lo que habia escrito Haller , el que se
contentó con hacer sobre este punto cuatro solos esperimentos. Yo
he querido observarlos por mi misino , y he descubierto muchos he
chos que juzgo interesantes : voi á referirlos aqui tales como los he
descrito en una memoria leida en el instituto en 1813. Antes de in
dagar qué parte toma el esófago en el tránsito de los alimentos
convenia examinar su estado en el momento en que se le podia su
poner en reposo. Desde los primeros esperimentos reconocí un fe
nómeno importante , y que hasta entonces se habia escapado á la
observacion de los fisiologos , á saber : que el esófago en su tercio
inferior , está continuamente agitado por un movimiento alternativo
de contraccion y relajacion que parece independiente de toda irri
tacion esterior. Este movimiento parece limitado á la porcion del
conducto que está rodeado por el plexo nervioso del octavo par,
es decir à poco mas de sn tercio inferior ; no existiendo ninguna se
ñal de este movimiento ni en el cuello ni en la parte superior del
pecho. La contraccion se manifiesta al modo que el movimiento pe
118
la sangre que llega á ellos , las partes en que se verifica
la nutricion sobre los jugos nutritivos , los vasos linfáti
cos , sobre las sustancias que escitan sus boquillas abier
tas , &c. Por donde quiera que los fluidos se hallan dise

ristáltico , principia en la union de los dos tercios superiores del


esófago.con su tercio inferior , y se prolonga hasta la insercion de
este conducto en el estómago . Una vez producida la contraccion
continúa por un tiempo mas o menos considerable ; por lo regular
es menos de media hora. Contraido el esófago de este modo en su
tercio inferior , se pone duro como una cuerda muy tirante. Algunas
personas â quienes se le ha hecho tocar en este estado lo han com
parado à una baqueta. Cuando la contraccion ha durado el tiempo
que acabo de indicar , la relajacion sobreviene de repente y simul
táneamente en cada una de las fibras contraidas ; en ciertos casos
sin embargo parece verificarse la relajacion desde las fibras supe
riores hácia las inferiores. Examinado el esófago durante el estado
de relajacion presenta una flexibilidad notable , y que hace un con
traste singular con el estado de contraccion.
Este movimiento alternativo depende de los nervios del octavo
par. Cuando se cortan estos nervios en un animal , el movimiento
cesa del todo: el esófago no vuelve á contraerse ; pero no queda
en el estado de relajacion , sus fibras fuera del influjo de los ner
vios , se acortan : y esto es lo que produce relativamente al tacto
un estado intermedio entre la contraccion y la relajacion .
Cuando el estómago está vacio , ó medio lleno de alimentos , la
contraccion del esófago se repite en épocas mucho mas distantes;
pero si el estómago está fuertemente dilatado por una causa cual
quiera , la contraccion del esófago es ordinariamente mas enérgica ,
y se prolonga por mucho mas tiempo . He visto en casos de esta
especie continuar mas de diez minutos ; en iguales circunstancias , es
decir , cuando el estómago se ha llenado con esceso la relajacion es
>
siempre mucho mas corta.
Si durante el tiempo de la contraccion se quiere por una presion
mecánica verificada sobre el estómago , hacer pasar una parte de los
alimentos que están contenidos en él al esófago , es menester para
conseguirlo , emplear una fuerza muy considerable , y aun con fre
cuencia no se logra. Parece aun , que la presion aumenta la inten
sidad de la contraccion y prolonga su duracion. Si por el contrario,
se comprime el estómago en el momento de la relajacion , es muy
fácil hacer pasar entonces los materiales que contiene á la cavidad
del esófago. Si es un líquido , la presion mas ligera , y aun algunas
veces su solo peso , ó la tendencia que tiene el estómago à rehacerse
sobre si , puede producir este resultado. Cuando el estómago se ha
lla desocupado , y se le dilata con esceso , el líquido no entra por lo
119
minados en pequeñas masas ,, ó donde están muy dividi
dos , alli se desarrolla esta segunda especie de contracti
lidad .
Se puede dar de estas dos una idea bastante exacta
comun en el esofago porque como hemos dicho la distension del es
tómago es una causa que hace prolongar la contraccion del esofago.
El paso de un líquido por el esofago , es ordinariamente seguido
2

de su vuelta al estómago. Algunas veces sin embargo es arrojado.


Cuaudo llega al estómago , el esofago se contrae con corta diferen
cia como en la deglucion algunas veces casi inmediatamente des
pues que ha entrado ; otras el esofago se deja estender considera
blemente antes de rechazarle al estómago.
En el momento de la deglucion es cuando Haller observó los
movimientos del esofago y la descripcion que dá es muy exacta con
respecto a los dos tercios superiores del canal; pero la accion del
tercio inferior es esencialmente diferente, y esta distincion parece no
haberla notado. Haller dice que la relajacion de cada fibra circular,
sigue inmediatamente a la contraccion , y esto es cierto en cuanto
á la porcion del conducto colocada en el cuello , y en la parte sua
perior del pecho ; pero no es igualmente exacto en órden à la por
cion inferior en la que se percibe que la contraccion de todas las
fibras circulares , se prolonga mucho tiempo despues de la entrada

de los alimentos ó de las bebidas en el estómago. En este momento


la membrana mucosa de la estremidad cardiaca del esofago empu
jada por la contraccion de las fibras circulares , forma un reborde
bastante considerable en la cavidad del estómago. Ordinariamente
la contraccion coincide con el movimiento de la inspiracion en que
el estómago es mas fuertemente comprimido ; la relajacion sobre
viene con frecuencia en el instante de la espiracion. Una vez que
los alimentos han penetrado en el estómago la contraccion de la
parte inferior del esofago es la que se opone á que vuelvan á salir.
La resistencia que opone á esta salida el otro orificio del estómago
no es de la misma especie. En los animales vivos , esté lleno ó va
cio el estómago , el píloro está habitualmente cerrado por el enco
gimiento de su anillo fibroso , y la contraccion de sus fibras circu
lares. Se vé con frecuencia en el estómago otro estrechamiento á
una ó dos pulgadas de distancia , que parece destinado á impedir
que los alimentos lleguen hasta el piloro. Se perciben tambien con
tracciones irregulares que principian en el duodeno y llegan á la por
cion pilórica del estómago , cuyo efecto es arrojar los alimentos há
cia la parte esplénica.
Los alimentos permanecen en el estómago por bastante tiempo
sin padecer otras modificaciones, que las que resultan de sus mez
clascon los fluidos perspiratorios y mucosos que se hallan y renue
120
comparando la una á la atraccion que se verifica en los
grandes agregados de materia , y la otra á la afinidad
química , cuyos fenómenos se presentan en moléculas de
diversas sustancias. Barthez , para hacer conocer la dife
van alli continuamente. Durante este tiempo el estómago queda uni
formemente dilatado ; mas en seguida la porcion pilorica se con
trae en toda su estension ,7 sobre todo en el punto mas próximo á la
porcion esplénica en donde se hallan rechazados los alimentos . Des
de entonces no se encuentra mas en la porcion pilórica que el quilo
mezclado con algunas porciones de alimentos no alterados. Cuando
se ha reunido en esta parte una cantidad , que nunca es considera
ble , se vé despues de un momeuto de quietud contraerse la estre
midad del duodeno ; el piloro y la porcion pilórica toman bien pronto
parte en este movimiento , y el quilo es rechazado a la porcion es
7

plénica ; pero en seguida el movimiento hace en sentido inverso.


La porcion pilorica que habia sido distendida se contrae de izquier :
da á derecha , y dirige hacia el duodeno el quilo , que atraviesa de
pronto el piloro y penetra en el intestino. El mismo fenómeno se
repite un cierto número de veces ; despues se detiene para aparecer
de nuevo pasado algun tiempo. Este movimiento cuando el estómago
contiene muchos alimentos, está limitado á la parte del órgano mas
próxima al píloro ; pero á proporcion que se desocupa , el movi
miento se estiende mas adelante , y se manifiesta aun en la porcion
esplénica , cuando el estómago está casi del todo vacio. En general
se hace mas pronunciado hacia el fin de la quilificacion .
El movimiento que produce la progresion del quilo en el intes
tino delgado presenta mucha analogia con el del píloro ; es irre
gular se verifica en épocas distintas , se hace ya en un sentido , ya
en otro , se manifiesta algunas veces en muchas partes à un mismo
tiempo ; es siempre mas o menos lento ; produce cambios de rela
ciones entre las circunvoluciones de los intestinos , y está entera
mente fuera del influjo de la voluntad.
Se formaria una idea muy falsa de los movimientos del intesti
no delgado durante la digestion,7 si se juzgase por los que presenta
este intestino en un animal recien muerto. En este caso no son úni
camente las fibras anulares las que entran en accion de modo que
presenten por sus contracciones sucesivas un movimiento vermicu
lar. Las fibras longitudinales obran tambien de un modo muy mar
cado , y hacen girar entre ellas las circunvoluciones de los intess
tidos cuyas relaciones hacen cambiar á cada momento . No se ob
servan nunca tan pronunciados estos movimientos sino cuando se
saca de un animal vivo toda la masa intestinal.
Los movimientos que presentan los intestinos gruesos , ofrecen
con corta diferencia los mismos caracteres que los de los intestinos
121
rencia que las separa hace la comparacion con un relox,
cuya aguja de segundos corre de una manera bien sensi
ble la circunferencia , al paso que la mano de la hora se
mueve tambien , aunque no se percibe su movimiento.

delgados , asi como en estos últimos no se manifiestan dichos mo


vimientos siempre en el mismo sentido , pues arrojan los materiales
que contienen en su cavidad unas veces hacia el ileon y otras hácia
el ano. Pero por un efecto de este movimiento , estos materiales que
han adquirido ya el caracter fecal no pueden jamas volver á entrar
en los intestinos delgados. La causa que se opone á su vuelta , es
diferente de la que impide el regreso al estómago de los materiales
contenidos en el duodeno. En este caso el obstáculo hemos dicho
que es producido por el cerramiento de los anillos contractiles que
se hallan en el límite de estas dos cavidades ; en el otro es produ
cido por una causa puramente mecánica , y por la disposicion de la
vâlbula ileo-cecal. Resulta de aqui que si el modo de contraerse de
las diferentes partes del canal intestinal se halla alterado por una
causa cualquiera , podrá suceder que este cerramiento hacia el pilo
ro no tenga lugar sino cuando el duodeno se agite por su movi
miento antiperistáltico , y entonces los materiales alli contenidos,
arrojados por la contraccion de las fibras anulares vuelven á entrar
en el estómago. En el ciego sucede lo contrario ; como el obstáculo
es puramente mecánico , mientras que la válbula ileo-cecal no se
haya roto , opondrá un obstáculo insuperable á la vuelta de las he
ces en los intestinos delgados.
Los movimientos de los intestinos gruesos , suficientes para ha
cer caminar los excrementos hasta el recto , no lo serian en el es
tado de salud bastante enérgicos para espelerlos del todo , sobrepu
jando la resistencia que presenta habitualmente el esfinter ; la con
traccion de los intestinos en la espulsion de las heces ventrales es
ayudada por la presion que resulta del descenso del diaframa , y de
la contraccion de los músculos oblicuos y transversos del abdomen.
Hemos hecho conocer los movimientos que presiden al paso del
bolo alimenticio en el canal intestinal , y se ha podido ver que tie
nen entre sí muy poca semejanza. El único caracter que les es co
mun es el de estar fuera del influjo de la voluntad . Esto ofrece aun
una escepcion en ciertos individuos que gozan la facultad de ru
miar. Se ha visto la voluntad egerciendo su imperio sobre la pro
duccion de otros movimientos orgánicos sensibles. Bayle detenia á
su voluntad los latidos de su corazon. Si examinamos los movimien
tos del tubo digestivo cuando no tiene alimentos , veremos su di
ferencia de un modo no menos marcado. El esófago presenta estos
movimientos alternativos que hemos descrito , advirtiéndose una
contraccion muy enérgica en su tercio inferior , y despues repenti
Tomo I. 16
122
La contractilidad orgánica sensible corresponde con
corta diferencia á lo que se llama irritabilidad ; y la con
tractilidad orgánica insensible á lo que se llama tonicidad.
Pero estas dos palabras parece que suponen en las pro

namente una relajacion completa. En el estómago vemos únicamen->


te algunas ondulaciones que pasan irregularmente del uno al otro
orificio. En los intestinos estos movimientos ofrecen poco mas ó
menos el mismo compás ; pero el surco formado por la contraccion
de las fibras anulares es mas profundo , y el movimrento ondulato
rio es menos lento. Si se introduce en lo interior del estómago un
medicamento escitaute , estas contracciones se hacen mas marcadas,
los movimientos son mas rápidos , pero conservan siempre el mis→
mo caracter. El cerramiento se hace progresivamente, y nunca del
modo pronto con que lo ejecuta un músculo locomotor. De todas
las sustancias de que nos podemos servir para determinar estos mo
vimientos , no hay ninguna cuya accion sea mas enérgica que el elé
boro blanco , nuevo alcali vegetalestraido de la cebadilla , ve
ratrum sabadilla. Si se escita la pared esterior del tubo digestivo
por un estímulo cualquiera , por la percusion del dedo , por una pica
dura , por una descarga galvánica , se observa en el esófago una con
traccion repentina de las fibras longitudinales y circulares que an
gosta y acorta este orgáno á la vez ; la relajacion tiene origen ins
tantáneamente y de un modo igualmente marcado. En el estómago
no se percibe ningun movimiento en sentido longitudinal ; no se
observa sino un cerramiento anular que se desarrolla lentamente en
el punto escitado , y que ordinariamente no se transmite à las par
tes inmediatas. En los intestinos la escitacion produce una contrac
cion mas marcada , y con bastante frecuencia en las partes inme
diatas una especie de movimiento peristáltico ; pero este movi
miento es siempre muy lento , y no se parece en nada á la con
traccion pronta del esófago. }
La diferencia entre los movimientos del esófago , y los de otras
partes del canal intestinal , es sobre todo bien marcada en los pá
jaros . En ellos el esófago tiene un aspecto puramente membranoso,
y sin embargo se contrae como un músculo locomotor , mien
tras que el estómago que presenta músculos gruesos y rojos , muy
parecidos á los locomotores ofrece movimientos lentos , graduados,
vermiculares, como lo restante del canal intestinal que está debajo.
Hay por último entre los movimientos del canal intestinal una
diferencia relativa al modo con que se producen . Los de los in
testinos poco sensibles mientras la vida , adquieren en el momen
to de la muerte una muy grande intensidad , al paso que los del
esófago antes tan marcados cesan de repente y de un modo el mas
completo. ( Magendie )
123
piedades que indican una naturaleza distinta , siendo asi
que no existe sino en la apariencia esterior. Prefiero em
plear por tanto para las dos la palabra comun contracti
lidad orgánica , que designa su carácter general de perte
necer á la vida interior , de no depender de la voluntad ,
y de unir á este término comun un adjetivo que espresa
el atributo particular de cada una .
Se tendrán en efecto ideas bien inexactas de estos
dos modos de movimientos si se les consideran como que
pertenecen á principios diversos. El uno no es mas que
la suma del otro ; y los dos se encadenan por gradacio
nes insensibles. Entre la contractilidad obscura , pero
efectiva , necesaria á la nutricion de las uñas , de los pe
los , &c. , y la que nos presentan los movimientos de los
intestinos , del estómago , &c . hay grados infinitos que
sirven de transicion , cuales son los movimientos del dar
tos ( 1 ) , y de las arterias de ciertas partes del órgano
cutáneo , & c.
La circulacion es muy á propósito para darnos una
idea de este encadenamiento gradual de las dos especies
de contractilidad orgánica ; es en efecto mas sensible la
que reside en el corazon y en los grandes vasos ( 2) ; se

( 1 ) No es el dartos el que se contrae en los movimientos del


escroto, sino la misma piel es la que dá origen al movimiento ver
micular que se observa. Este movimiento puede ser producido por
escitantes de especies muy diferentes ; por la impresion del frio,
por la picadura de la piel , ó por la sensacion de un vivo espanto.
He visto estos movimientos pronunciados de tal modo en un hom
bre á quien me preparaba á hacer la puncion para el hidrocele, que
me vi obligado à esperar por bastante tiempo , temiendo no he
rir el testículo que subia y bajaba precipitadamente por causa de
estos movimientos. (Magendie)
(2 ) Podria creerse segun esta frase que Bichat suponia que
las grandes arterias influían en el curso de la sangre por una con
traccion activa análoga á la contraccion muscnlar ; pero esta opi
nion no es la suya . Ha querido decir solamente que la sangre con
tinuaba moviéndose en las grandes arterias únicamente bajo el in
flujo del corazon, Esta contraccion de los grandes troncos arte
*
124
hace poco á
a poco menos aparente ó manifiesta , á pro
porcion que el diámetro del sistema vascular disminuye;
y por último se hace insensible en los capilares en donde
únicamente se observa la tonicidad. J
Considerar con la mayor parte de los autores , la
irritabilidad como una propiedad esclusivamente inheren
te á los músculos , siendo como uno de los caractéres que
los distinguen de los demas órganos , y espresar esta pro
piedad por una palabra que indique este sitio esclusivo,
es , segun creo , no considerarla tal como la naturaleza
la ha distribuido en nuestras partes.
Los músculos ocupan sin duda bajo este respecto,
el primer grado en la escala de los sólidos animados ;
gozan el maximum de contractilidad orgánica ; pero to
do órgano que vive se rehace como ellos , aunque de un
modo menos manifiesto sobre los escitantes que se apli
can artificialmente , ó sobre el fluido que les llega en el
estado natural , para llevarles la materia de las secrecio
nes , de la nutricion , de la exhalacion , ó de la absorcion.
Nada mas incierto por consiguiente que la regla co
munmente adoptada para decidir acerca de la naturaleza
muscular ó no muscular de una parte ; regla que consiste

riales ha sido por lo demas sostenida por muchos anatómicos,


y aun todavia lo es ahora por algunos otros . Existen pues al pre
sente tres teorías principales relativas à la circulacion.
En la primera se sostiene que todas las partes del sistema arte
rial son irritables , y que se contraen al modo de los tegidos
musculares ; muchos añaden aun que se pueden dilatar esponta
neamente , como sucede á cada instante al corazon. En este su
puesto podrian las arterias por sí solas ser suficientes en caso ne
cesario para mantener el curso de la sangre .
En la segunda opinion que es la de Harveo , y que aun es en
el dia mas particularmente adoptada por los fisiólogos ingleses , se
afirma al contrario , que las arterias no son contractiles en ningun
punto , que si se contraen en algunos casos es efecto de esta pro
piedad comun á todos los sólidos por la que se rehacen cuando la
causa que los ha estendido cesa de obrar. Los partidarios de esta
opinion concluyen que las arterias no tienen ni pueden tener nin
125
en examinar si se contrae bajo la accion de los irritantes
naturales ó artificiales.
Hé aqui porque se admite una túnica carnosa en las
arterias , aunque todo en su organizacion sea distinto de
la de los músculos ; y por qué •dicen tambien que la ma
triz es carnosa , aunque una multitud de diferencias la
distinguen de esta especie de sustancias; y por qué final

gun influjo sobre el movimiento de la sangre que corre por ellas,


y que el corazon es el principal , y por decirlo asi , el único agente
de la circulacion.
La tercera opinion en fin , que es la que hoy reina mas general
mente en Francia , consiste en la reunion de las dos precedentes:
consideran en esta à los troncos y principales ramos arteriales co
mo incapaces de obrar sobre la sangre ; pero se atribuye esta pro
· piedad á las pequeñas arterias , y se piensa que está muy desarro
Ilada en las últimas divisiones de estos vasos. Asi en esta opinion
mista , la sangre es llevada por el único influjo del corazon á to,
das las arterias de un calibre un poco considerable ; se mueve en
parte por la influencia del corazon , y en parte por la de las pare
des, en las arterias mas pequeñas ; y por último es movida por la
sola accion de las paredes en las últimas divisiones arteriales. Esta
accion de los vasos pequeños , es mirada tambien como la causa
principal del curso de la sangre en las venas.
f1 En una cuestion de esta naturaleza los esperimentos solos pue
den fijar nuestra opinion. En esta misma hay muchos puntos que
-aclarar. "
" El primero y mas fácil de decidir es determinar si las arterias
son ó no irritables. El problema estaba en algun modo resuelto res
pecto á las grandes arterias por los esperimentos de Haller y de sus
discípulos , de Bichat mismo , y por los que M. Nysten ha hecho en
el hombre. A fin de tener un convencimiento aun mas seguro , he tra
tado por todos los medios conocidos de desenvolver la irritabilidad
de todas las paredes arteriales , y las he sujetado sucesivamente á
la accion de instrumentos punzantes , de los cáusticos , y del gal
vanismo , y no he percibido jamas nada que se parezca á un fenó
meno de irritabilidad , y como los que sostienen la irritabilidad de
las arterias , pretenden que sino se perciben las contracciones es
porque se opera en animales muy pequeños , y en los que los efec
tos son poco aparentes , por razon del pequeño diámetro de estos
canales , he repetido el esperimento en animales grandes como ca
ballos y asnos , y jamas he observado otros movimientos que los
comunicados. No presentando las grandes arterias contraccion al
guna , se debe creer que las pequeñas no la habrán presentado jamas;
126
mente se ha admitido una testura musculosa en el dartos,
iris , &c. aunque nada semejante se observa en estas
> 1
partes.
: # La facultad de contraerse por la accion de los irri
tantes , asi como la de sentir, están desigualmente dis
tribuidas en los órganos que gozan de ella en grados di
ferentes , y es no conocerla el considerarla como esclusi

pero como entre los fisiólogos que no admiten la irritabilidad de los


troncos arteriales , los unos como Haller no hablan nada de ramos,
y los otros les conceden la contractilidad : era menester sujetar esta
cuestion á lá ésperiencia ; pero asi estos pequeños vasos como los
mayores han permanecido perfectamente inmóviles á la accion del
escalpel , de los cáusticos y del fluido galvánico.
La irritabilidad no existe pues ni en las grandes , ni en las pe
queñas arterias. En cuanto a las últimas divisiones arteriales como
los vasos que las forman son tan pequeños que no se hacen per
ceptibles â los sentidos, al menos en el estado de salud , no hay
nadie que pueda asegurar , ni negar que sean irritables . Sin em →
bargo si nos referimos á la analogía , se debe creer que no tienen
ningun movimiento sensible. En los animales de sangre fria , es fá -
cil efectivamente ver circular la sangre en estos vasos , y aun pasar
a las venas ; pero estos mismos vasos parecen de hecho inmobles.
¿ De que las arterias no puedan obrar sobre la sangre contrayen
dose al modo que los músculos , deberá concluirse que no tienen
ninguna accion sobre este líquido , y que se conducen con corta di
ferencia bajo este respecto como los vasos inflexibles ? Estoy muy
lejos de creerlo. Si efectivamenre las arterias no tuviesen ningun
influjo sobre la sangre , este líquido movido por solo el impulso del
corazon , deberia en virtud de su incompresibilidad estar alternati
vamente en movimiento y descanso. Esto es efectivamente lo que
pensó Bichat , y lo que añadió en otras obras ; esto es lo que ha
sostenido despues del modo mas positivo M. el doctor Johnson
de Londres. Es sin embargo muy fácil de probar que no es asi co
mo la sangre se mueve en estos vasos . Abrase una arteria gruesa
en un animal vivo , y la sangre saldrá formando un chorro contínuo;
pero á borbotones. Repítase igual operacion en una pequeña , y la
sangre saldrá formando un chorro contínuo pero uniforme. Los mis
mos fenómenos se observan en el hombre cuando las arterias son
abiertas , ya accidentalmente , ya en las operaciones quirúrgicas.
No pudiendo producir el corazon un derrame contínuo puesto que su
accion es intermitente , es menester pues que las arterias obren so
bre la sangre : esta accion no es debida sino á la disposicion que tie
nen á apretarse , y hasta á obliterarse enteramente. Bichat piensa que
127
vamente propia de algunos de ellos. No tiene pues su único
asiento en la fibrina de los músculos , como algunos han
creido. Vivir es la única condicion que es necesaria á
las fibras para gozar de ella. Su tegido particular no in
fluye sino en la cantidad que reciben ; parece que á tal
testura orgánica le es propia , si, me es permitido hablar

esta tendencia à contraersè no es bastante marcada en las arterias


para espeler la sangre contenida en su cavidad . Añade que el vaso
no vuelve en sí sino cuando la sangre ha dejado de estenderle . Si
esto fuese asi , las arterias equivaldrian á canales inflexibles , y el
curso de la sangre arterial no seria contínuo ; pero se puede demos
trar fácilmente que la fuerza por la que se contraen las arterias es
mas que suficiente para arrojar la sangre que contienen,
Cuando se aplican dos ligaduras á un mismo tiempo y á algu◄
nos centímetros (*) de distancia sobre dos puntos de una arteria que
no forme brazos , se observa una parte de arteria en que la sangre no
está sujeta mas que al solo influjo de las paredes. Si se hace en es
ta parte de vaso una pequeña abertura , casi toda la sangre que
contiene , es luego arrojada afuera , y la arteria se encoge mucho.
Este esperimento ha sido conocido mucho tiempo ha , y se ha lo
grado constantemente. Veamos otro mio propio y que puede , me
parece , poner el fenómeno en toda su claridad. He descubierto la
arteria y vena crurales de un perro en una cierta estension ; he pa
sado por debajo de estos vasos , junto al tronco , una ligadura,
que despues apreté fuertemente en la parte posterior del muslo,
de modo que toda la sangre arterial , llegaba al miembro por la ar
teria crural , y toda la sangre venosa volvia al tronco por la vena
del mismo nombre ; ligué entonces la arteria , y en algunos ins
tantes este vaso se vació completamente en la parte inferior á la
ligadura.
Está pues bien probado que la fuerza con la que las arterias,
se rehacen , es suficiente para espeler la sangre que contienen.
¿ Pero de qué naturaleza es esta contraccion ? Hemos probado
que no puede atribuirse á la irritabilidad . Todo inclina á creer
que se debe referir á la grande elasticidad , que gozan las pare
des arteriosas , elasticidad que està puesta en accion , desde que
el corazon vierte una cierta cantidad de sangre en la cavidad de
estos vasos. Esta propiedad de las arterias , siendo conocida , es
fácil concebir como siendo alternativo el agente principal del mo
vimiento arterial , el curso del líquido es sin embargo contínuo.
La elasticidad de las paredes arteriales , se parece a la del receptá
잭스
(*) El centímetro equivale al ancho de medio dedo.
128
asi , tal dósis de contractilidad , á tal otrà testura , tal
otra dósis , &c. , de modo que para emplear las espresio
nes que he usado al tratar de la sensibilidad , espresiones
impropias, es verdad ; pero las solas capaces de esplicar
mi idea ; las diferencias en la contractilidad orgánica de
nuestras diversas partes, no estriban sino en la canti
culo del aire en ciertas bombas en accion alternativa , y que sin
embargo dan continuamente líquido.
No basta conocer la especie de influjo 'que tiene el estrecha
miento de las arterias sobre el movimiento de la sangre arterial;
es menester saber tambien si esta constriccion no influye de un
modo sensible en el curso de la sangre en las venas. Esto 10
aclara el siguiente esperimento. Déjese descubierta como en el an
terior esperimento la arteria y vena crural de un perro , liguese
fuertemente el miembro teniendo cuidado de no incluir estos va
sos : líguese en seguida la vena crural, y hágase debajo de la li
>

gadura una pequeña abertura de una línea ó dos de longitud ; la


sangre correrà formando un chorro contínuo. Si se comprime la
arteria de modo que se intercepte alli el curso de la sangre , el
chorro continúa por algunos momentos , pero se le ve disminuir
sensiblemente áa proporcion que la arteria se vacia. Cesa por último
enteramente cuando la arteria está del todo vacia , y aunque la vena
permanece dilatada por la sangre en toda su longitud , no sale mas
líquido por la pequeña herida. Si se deja entonces de comprimir
la arteria , la sangre se precipita alli con fuerza , y casi al mismo
instante principia à salir por la abertura de la vena , y el chorro se
restablece como antes. Si se comprime el curso de la sangre en la
arteria no se obtiene sino un chorro débil por la vena ; lo mismo
sucede si se intercepta , y permite alternativamente el paso á este
>

líquido.
He hecho evidente el mismo fenómeno de otro modo : he intro
ducido en la arteria crural la estremidad de una geringa llena de agua
á treinta grados ; empujé lentamente el embolo y bien pronto la san
gre salió por la abertura de la vena , al principio sola , y despues
mezclada con el agua , y formando un chorro tanto mas considera
ble , cuanto mayor fué la compresion del embolo.
>

Probar como lo hemos hecho , que el corazon conserva un in


flujo manifiesto sobre el curso de la sangre en los vasos capilares,
no es adelantar que estos vasos no tienen ninguna accion sobre el
movimiento de este fluido. Una multitud de fenómenos fisioló
gicos afirman por el contrario , que los capilares pueden pres
tarse con .ds ó menos facilidad al paso de la sangre , y por con
siguiente influir insensiblemente en su curso. (Magendie )
129
đad , y ño en la naturaleza de esta propiedad; hé aqui
én lo que consisten únicamente las numerosas yariedades
de esta propiedad , segun se la considera en los músculos,
ligamentos, nervios, huesos, & c.
<
2

Si se ha de espresar por una palabra particular un


modo especial de contraccion muscular no será por la de
contractilidad orgánica , que convendrá mejor á la de los
músculos voluntarios , puesto que ellos son los únicos en
tre todas nuestras partes , que se mueven por el influjo
del cerebro. Pero esta propiedad es estraña á su 'tegido,
y no le viene - sino de este órgano , porque en el punto
en donde cesan de comunicarse directamente con él por
los nervios , cesan tambien los ' inovimientos voluntarios .
Esto nos conduce a examinar los línites,que hay en,
tre ambas especies de contractilidad. Hemos visto que
los que distinguen las dos especies de sensibilidad , no pa
recen depender sino de la proporcion inayor ó inenor de
esta fuerza ; de modo que en tal dósis esta propiedad es,
si mé es permitido hablar asi , animal , y en otra mas
corta , orgánica , y que con frecuencia por el simple au
al
dis

int

,
adq
de
a

menti ,
te
ens
min

uie

rn

tiva , y recíprocainente sus caractéres respecrivos. Un


ida
uci

ren

fenómeno casi análogo hemos visto en las dos subdivisio .


d
ón

nes de la contractilidad orgánica. No sucede asi en las


dos grandes divisiones de la contractilidad considerada en
general. La orgánica no puede transformarse jamas en
aniinal; cualquiera que seą su exaltacion ó su aumento
de energía , permanece constantemente de la misina na
turaleza. El estómago y los intestinos , adquieren con fre
cuencia una susceptibilidad de contraccion , tal , que el
menor contacto los exalta ( 1 ) , y produce en ellos fuertes
(1 ) En ninguna circunstancia se levanta el estómago como dia
ce Bichat. Hemos hecho conocer en la nota anterior cuáles son los
movimientos ordinarios de esta entraña en el estado vacio , durante
la digestion y bajo el influjo de un estímulo interno ó esterno . Nin-!
guno de estos movimientos es suficiente para reproducir esta espul
Tomo I. 17
130
movimientos ; pero estos conservan siempre su tipo y
carácter primitivas ; mas el cerebro nunca arregla sus
sion repentina y enérgica que caracteriza el vómito . La opinion de
que el estómago se levinta en el vomito , ha tenido origen en un
tiempo de ignirancia y debe uno admirarse que haya hallado para
tidarios hasta nuestros dias ; sin embargo no ha sido constantemente
seguida. Bayle y P. Chirac , la habian combatido con esperimentos :
Senac , VVan- swieten y Duverney se declararon contra ella ; pero
adoptándola Haller cambió de repente la opinion , y fijó las dudas
de este gran número de fisiólogos, que no tomándose el trabajo de
hacer ellos mismos los esperimentos, gustan descansar sobre la fé
de un nombre famoso . Ciertamente las opiniones de Haller en Fi
siologia son por lo general de un gran peso ; pero tambien lo es que
antes de anunciarlas como proposicion general este sabio observa
dor , acostumbraba hacer los esperimentos repetidas veces , sobre
que se fundaba ; pero en este caso no ha dudado bastante del uso
del estómago en el vómito.
Hizo cuatro esperimentos solamente , menos para asegurarse que
el fenómeno existia, que para verle tal como le suponia. És muy di
ficil aun para el talento mas despejado , despojarse observando de
las ideas recibidas anteriormente sin exámen. Se puede creer pues
que en estas circunstancias Haller observó ligeramente. Estas con
sideraciones me han determinado hace algunos años , á asegurárme
por mi mismo de lo que pasa en el vómito , y de la parte que en
él toma el estómago. Referiré brevemente los esperimentos que he
hecho al intento. El primero le hice en un perro de mediana esta
tura , a quien hice tragar seis granos de tártaro emético. Cuando
este medicamento hubo escitado las náuseas corté la línea blanca al
nivel del estómago , é introduge un dedo en el abdomen . En cada
náusea le sentia comprimido bastante fuertemente en lo alto por el
hígado , que hacia bajar al diafragma , y en la parte inferior por los
intestinos que comprimian los músculos abdominales. El estómago
me parecia tambien comprimido ; pero en lugar de sentir su con
traccion , me parecia al contrario que aumentaba de vclúmen. Las
náuseas sin embargo se repetian mas , y mas , y los esfuerzos mas
marcados que preceden al vómito se manifestaron . El vómito en
fin apareció , y entonces sentí mi dedo comprimido con una fuerzare

verdaderamente estraordinaria . El estómago se desocupó de una


parte de los alimentos que contenía ; pero no distingui ninguna con
traccion sensible. Habiendo cesado ya las náuseas por algunos mo
mentos dilaté la abertura de la línea blanca con el objeto de obser
var el estómago. Luego que se dilató la incision , se abocó el estó
mago , é hizo un esfuerzo para salir del abdomen ; pero me opuse
comprimiéndole con la mano. Volvieron a principiar las náuseas al
131
conmociones irregulares , asi como en el aumento de sen
sibilidad orgánica , percibe las impresiones que antes no
llegaban á él.

cabo de algunos minutos , y no me sorprendió poco ver llenarse el


estómago de aire à medida que éstas se repetian. En muy poco
tiempo el estómago triplicó de volúmen ; el vómito siguió bien pron
to à esta dilatacion , y se hizo patente á todos que el estómago ha
bia sido comprimido sin haber esperimentado la menor contraccion
en sus fibras. Este órgano se vació de aire , y de una porcion de
alimentos ; pero inmediatamente despues de la salida de estos ma
teriales , se quedó flojo , y no fué sino al cabo de algunos momen
tos cuando contrayéndose poco a poco sobre si mismo , volvió á
adquirír poco mas o menos las mismas dimensiones que tenia an
tes del vómito. Se originò un tercer vómito , y vimos reproducirse
la misma série de fenómenos.
Con el objeto de saber de donde venia el aire que durante las
náuseas distendia el estómago , apliqué una ligadura sobre esta en
traña cerca de la boca pilórica , de modo que cerrase la comunica
cion que hay entre este órgano y los intestinos delgados , é hice tra
gar al perro otros seis granos de emético en polvo. Al cabo de me
dia hora apareció el vómito acompañado de los mismos fenómenos.
La hinchazon del estómago por el aire , fue al menos tán marcada
como en el esperimento anterior ; por lo demas no se observó nin
guna señal de contraccion en el estómago , ni aun se distinguia sen
siblemente su movimiento peristáltico . Habiendo sido muerto el ani
mal algunos momentos despues en un esperimento que no tenia
ninguna relacion con el vómito examinamos el abdomen. Vimos
que el estómago tenia dimensiones considerables , su tegido estaba
flojo y nada contraido : la ligadura que se habia puesto en la boca
pilórica no se habia desordenado , y el aire no habia podido pasar
por este conducto .
Habiendo repetido este esperimento , y obtenido constantemente
los mismos resultados , he creido deber concluir con Chirac y Du
verney , que la presion mecánica egercida sobre el estómago por el
diafragma , y los músculos abdominales tienen una parte muy prin
cipal en la produccion del vómito ; pero si es asi en sustrayendo el
estómago á esta presion se puede impedir el vómito : la esperiencia
en efecto confirma esta congetura .
Inyecté en la vena de un perro cuatro granos de emético dîsuel
tos en dos onzas de agua comun (por este medio se obtiene el vó- '
mito de un modo mas pronto y seguro) ; hice en seguida una aber
tura en el abdomen , y cuando principiaron a aparecer los primeros
esfuerzos del vómito , saqué prontamente afuera todo el estómago,
lo que no impidió que continuasen estos esfuerzos. El animal hizo
132
¿ De dónde nace esta diferencia en los fenómnenos de
la sensibilidad y de la contractilidad ? No puedo resolver
esta cuestion de un modo exacto y rigoroso.
absolutamente los mismos esfuerzos que si hubiese vomitado ; pero
no salió ningun material del estómago , y este permaneció comple
tamente inmovil. Quise ver entonces que efecto produciria una pre
sion hecha sobre el estómago , para lo que coloqué la mano derecha
sobre la cara anterior de este órgano , y la izquierda sobre la pos
terior. Apenas se comerizó la compresion cuando ios esfuerzos del
vómito , es decir la contraccion del diafragma y de los músculos del
abdomen principiaron con fuerza. Suspendí la presion , y los mús
culos abdominales , y el diafragma suspendieron bien pronto sus
contracciones . Renové la presion, y las contracciones de los miúscu
los volvieron á principiar ; la suspendí de nuevo y cesaron , y asi
se verificó siete ú ocho veces seguidas. La última vez hice una pre-,
sion fuerte y sostenida , lo que produjo un verdadero vómito. Una
parte de los materiales contenidos en el estómago se evacuo. Repe
tí este esperimento en otro perro , y observé los mismos hechos;
únicameute noté ademas que las contracciones del diafragma y de
los músculos abdominales podian ser producidas por una simple con
traccion verificada en el esofago..
En el esperimento que hemos referido , la sustancia vomitiva
habia sido introducida en las venas , y hemos manifestado que los
efectos eran mas prontos y seguros que si la misma sustancia hu
biera sido introducida en el estómago. Esto debe inclinarnos á sos
pechar , que el vómito no era debido como se creia generalmente á
la impresion del emético en la membrana mucosa del estómago,
porque en este caso hubiera debido ser mas pronta su accion cuando
estaba puesto directamente en contacto con esta membrana, que cuando
llegaba con la sangre despues de haber atravesado los pulmones , y
las cuatro cavidades del corazon . A fin de aclarar esta cuestion , y
ver si las contracciones de los musculos eran el resultado de la im
presion producida sobre el estóniago , ó si eran escitadas mas direc
tamente por la sustancia vomitiva arrastrada al torrente de la cir 7
culacion , hice el esperimento siguierte.
Abri el abdomen de un perro , y habiendo sacado por la aber
tura el estómago , ligué con cuidado los vasos que se esparcian por
esta entraña , y le estirpé totalmente (habia averiguado en los es
perimentos anteriores que un perro podia vivir asi cuarenta y ochoº
horas despues de haberle quitado el estómago ), cosí las paredes del
abdomen ; habiendo puesto despues al descubierto la vena crural , in
yecté en su cavidad una disolucion de dos granos de tártaro emé
tico en Onza y media de agua. Apenas habia concluido de hacer la
inyeccion cuando el perro comenzó á tener náuseas , y muy luego
133
Ss129 ) vel.' :lini si
OK , 1.3: SVII. ' .. hip is
*

Estensibilidad y contractilidad del tegido.


3
C10 .
Despues de haber hecho algunas reflexiones generales
acerca de las fuerzas que dependen de la vida de una
bizo todos los esfuerzos que acostumbraba cuando vomitaba . Estos
mismos esfuerzos me parecieron mucho mas violentos y prolonga
dos que en el vómito regular. El perro quedó tranquilo cerca de
un cuarto de hora ; renoyé entonces la inyeccion , y sieinpreiotro ,
duge en la vena crural otros dos granos de emético , lo que fué
seguido de los mismos, esfuerzos al vómito. Repetí muchas veces el
esperimento , y siempre con igual resultado ; pero esto mismo me
sugirió otro que ejecuté del modo siguiente. Tomé un perro de un
tamaño bastante grande à quien, eştir pé el estómago como en el es
perimento anterior ; introduge en el abdomen una vegiga de mar
Lang , en cuyo cuello habia atado con hilos una canula de goma
elástica ; introduge el estremo de esta canula en la estremidad del
esofago, y le até tambien con hilos , de modo que la vegiga seme
jaba bastante bien al estómago , y estaba como él en comunicacion
con el esofago. Hice pasar.,a la vegiga cerca de media libra de agua
comun , 1a que la distendió ; pero no la llenó enteramente. Cosi la
herida del abdomen , e inyecté cuatro granos de emético en la ve
na yugular. Al instante se presentaron las náuseas , y fueron se - i
guidas de verdaderos, esfuerzos al vómito; por último , despues de
algunos instantes el animal vomitó en abundancia el agua de la:
vegiga .
Resulta evidentemente de los esperimentos anteriores , que los
músculos abdominales , y el diafragma concurren á la produccion del
vómito ; pero falta determinar qué parté tiene el diafragma en la
produccion de este fenomeno , y cuál los músculos del abdomen.
.

Si el diafragma no tuviera mas que los nervios diafragmáticos


seria fácil oponerse á la contraccion de este músculo cortándolos;,
pero recibe tambien filamentos de los pares dorsales , y estos basa
tan para mantener estas contracciones. Sin embargo la esperiencia
nos ha demostrado que cortados los nervios diatragmáticos la con
tracción del diafragma disminuye muy sensiblenierite de energía , y
se puede decir sin equivocarse mucho , que este musculo pierde por
esta seccion las tres cuartas partes de su fuerza contráctil . Es pues .
útil ver qué influencia tendrá en la produccion de este fenómeno la
seccion de estos nervios. Hemos practicado esta seccion en el cue
134
manera inmediata , voy a examinar las propiedades que
no dependen sino del tegido y de la disposicion orgánica
de las fibras de nuestras partes; estas son la estensibili
dad y contractilidad del tegido.
Estas dos propiedades 'se suceden y encadenan recí
procamente , y están en una mutua dependencia como
en los fenómenos vitales lo están la sensibilidad y con
tractilidad orgánica ó animal.
llo en un perro de tres años , y hemos despues inyectado en la
vena yugular tres granos de émético ; no tuvo sinó un vómito muy
corto ; se hizo otrà inyeccion de emético un cuarto de hora desa
pues, y no escitó el vómito ; abrimos el abdômen , y tratamos de
producir el vômito comprimiendo el estómago. La presion aunque
muy fuerte , y continuada por largo tiempo no produjo ningun es
fuerzo de vómito , ni aun náuseas. Creimos que esta circunstancia
podria ser debida a una disposicion individual del animal; pero ha
biendo repetido muchas veces despues este esperimento , no hemos
obtenido otros resultados. '
3
Para apreciar bien la parte que toman en el vómito los músculos
abdominales por sus contracciones , debemos observar lo que sucede
rá cuando estos músculos no puedan obrar. No hay mas que un solo
medio de conseguirlo , y es separar estos músculos de sus ataduras
>

á las costillas y a la línea blanca ; esto es lo que hemos ejecutado


en muchos animales ; hemos separado sucesivamente el grande obli
cuo , el recto y el transverso , no dejando en toda la 'estension de
la cara anterior del abdomen sino el peritoneo. Quitados asi estos
músculos se ve muy distintamente al través del peritoneo , todo lo
>

que pasa en esta cavidad ; se distingue perfectamente v. gr. el mo


vimiento peristáltico del estómago , y de los intestinos , y será fá
cil asegurarse si el estómago se contrae. Separados los músculos ab
dominales inyectamos tres granos de emético en la vena yugular', y
casi al mismo tiempo se presentaron las náuseas , y los vómicos
por solo la contraccion del diafragma. Era curioso ver en la con
traccion convulsiva de este músculo , toda la masa intestinal em
pujada hácia bajo , y comprimir fuertemente el peritoneo que se
rompia en algunos puntos. En este caso , la línea blanca formada en
toda su longitud por un tegido fibroso muy fuerte , es la única par
te que resiste á la presion de las vísceras ; es pues enteramente in
dispensable para que el vómito pueda suceder , y acaso tendrá un
uso semejante en el estado natural . Este esperimento prueba que el
vómito puede ser producido por los solos esfuerzos del diafragma,
lo que se confirma por el esperimento siguiente.
Hemos como arriba separado los músculos , del abdoinen , уy des
135
La estensibilidad del tegido , ó la facultad de alar
garse ó estenderse mas allá del estado ordinario por un
impulso esterior ( lo que la distingue de la estensibilidad
del iris ( 1 ) , de los cuerpos cavernosos , &c. ) , pertenece
de un modo sensible á un gran número de órganos. Los
músculos estensores adquieren una longitud notable en las
fuertes tensiones de los miembros ; la piel cede para con
tener los tumores que la levantan ; las aponeuroses se di
Angige a - Q9okan is . ... i- a

cubierto el peritóneo ; en seguida cortamos los nervios diafragmâ


ticos ,hé inyectado emético C en las venas , el animal no tuvo mas
que algunas náuseas. Aunque repetimos muchas veces la inyeccion
del emético , jamas hemos podido producir ningun esfuerzo sensi
ble de vómito.
De los diferentes esperimentos que hemos referido , y de los
hechos que hemos dado à conocer en la nota anterior , relativos
á los movimientos del esófago , puede concluirse sin aventurar
nada.
1. Que el vómito puede verificarse sin que el estómago de
indicio alguno de contraccion.
2. Que la presion egercida inmediatamente sobre el estómago
por el diafragma y los músculos abdominales , parece ser suficiente
para la produccion del vómito , cuando el cerramiento de 7 la parte
inferior del esófago no se opone á ello.
3 ° . Que la contraccion convulsiva del diafragma y de los mús
culos del abdomen en el vómito por el tártaro emetico , y las sus
tancias eméticas propiamente dichas , es el resultado de una accion
directa de estas sustancias , sobre el sistema nervioso , é indepen
diente de la impresion producida en el estómago. (Magendie)
( 1 ) Los movimientos del iris no se pueden atribuir á la dilata
cion activa de un tegido erectil ; son debidos a las contracciones de
Jos dos planos musculares , de los cuales el longitudinal dilata la
pupila, y el orbicular la contraé.
Los movimientos del iris , como todos los que reconocen por
causa una contraccion muscular , pueden ser escitados por mucho
tiempo aun despues de la muerte por un choque galvánico. Durante
la vida los movientos de la pupila son producidos en el hombre por
la impresion mas o menos viva de la luz sobre la retina ; pero es
tán fuera del influjo de la voluntad ; en los pájaros al contrario pa
rece que están sujetos enteramente à ella. En estos animales se
puede aun despues de la muerte , y en un ojo enteramente separado
hacer que renazcan los movimientos del iris punzando el nervio op
tico. (Magendie). 3.9
} 186
latan cuando un fluido se acumula debajo de ellas, como
se observa en la hidropesia ascitis , en el embarazo , &c.
Las membranas mucosas de los intestinos , de la vegiga,
de da vexícula , &c. las membranas serosas de la inayor
parte de las cavidades , presentan un fenómeno semejante
! en la plenitud de sus cavidades respectivas las membra
nas fibrosas y los huesos mismos son igualmente suscep
tibles de ella, asi cen el hidrocéfalo la dura mater , el
pericráneo , y los huesos del cráneo en la espina ventosa,
y el pedarthrocace , el periostio , ‫ ܕ‬las estremidades , • ó la
parte media de los huesos largos , esperimentan una dis
tension semejante. Los riñones , el cerebro , el higado en
los abscesos que se desarrollan en su interior , el bazo y
el pulmon , cuando unaC gran cantidad de1 sangre penetra
el tegido , los ligamentos en las hidropesias articulares,
""
en una palabra , todos los órganos en mil circunstancias t
diversas nos } ofrecen pruebas innumerables de esta pro
piedad , que es inherente á su tegido , y no precisamente
á su vida , porque mientras este tegido permanece intac
to , la estensibilidad subsiste , aun mucho tiempo despues
que la vida les ha abandonado. La descomposicion , la
putrefaccion , y todo lo que altera el tegido orgánico , es
el único término del egercicio de esta propiedad , en la
que los órganos están siempre pasivos y sujetos á una
influencia mecánica de parte de los diferentes cuerpos que
obran sobre ellos. Jeff is 1. Fun !

Hay para los diversos órganos una escala de estensi


bilidad: en los grados superiores se colocan los que go
zan de mas blandura en la disposicion de sus fibras , co
mo los músculos , la piel , el tegido celular , &c. , y en
los inferiores se hallan aquellos a quienes caracteriza una
grande densidad , como los huesos , cartílagos , tendones,
1
uñas , & c. 氟 1

Guardémonos sin embargo de no dejarnos engañar


por ciertas apariencias sobre la estensibilidad de nuestras
partes. Asi las membranas serosas sujetas á (primera vista
137
á enorines distensiones se ensanchan sin embargo mucho
menos por sí , que por el desarrollo de sus arrugas , como,
lo he probado muy estensamente en otra parte. Asi la
séparacion de la piel que abandona las partes vecinas ,
para cubrir ciertos tumores , podrá hacer creer que tiene
una estensibilidad mas grande que aquella de que es sus-,
ceptible , &c. 2300
A la estensibilidad del tegido corresponde un modo
particular de contractilidad , cuyo carácter se puede de
signar por la misma palabra ó por esta espresion , con
tractilidad por defecto de estension : efectivamente para que
entre en egercicio en un órgano , basta que la estensibi
lidad deje de estar en accion en él.
En el estado ordinario la mayor parte de nuestros
órganos se mantienen en un cierto grado de tension por
diferentes causas ; los músculos locomotores por sus anta
gonistas ; los músculos huecos por las diversas sustancias
que contienen , los vasos , por los fluidos que circulan por.
ellos ; la piel de una parte por la de las otras inmedia
tas , las fosas alveolares , por los dientes que encier
ran , &c. Pero si estas causas cesan , sobrevienel a contrac
cion ; cortese pues un músculo largo , ‫ ܝ‬el antagonista se
contraerá ; desocupese un músculo hueco , y se comprimi
rá; impidase el tránsito de la sangre por una arteria , y
se convertirá en ligamento ; haganse incisiones en la piel,
y los bordes de la incision se separan por la retraccion
de las partes cutáneas próximas ; arránquese un diente,
y el alveolo se obliterará , & c.
C En este caso la cesacion de la estension natural , es
la que produce la contraccion ; en otros es la cesacion de
una estension preternatural. Asi se ve contraerse el bajó
vientre despues del parto , ó de la puncion ; el seno ma
xilar despues de la estirpacion de un polipo ; el tegido ce
lular despues de la abertura de un absceso ; la túnica va
ginal despues de la operacion del hidrócele; la piel del
escroto despues de la amputacion de un testículo volumi
Tomo I. 18
138
noso que la dilataba; y los sacos aneurismáticos despues
de la evacuacion del Auido &c.
Este inodo de contractilidad es enteramente indepen
diente de la vida ; no depende como la estensibilidad, si
no del tegido , y de la colocacion orgánica de las par
tes ( 1 ) , si bien recibe de las fuerzas vitales un aumento
de energía : asi la contraccion de un músculo cortado des
pues de la muerte , es mucho menor que la de otro divi
dido durante la vida: asi la separacion de la piel , varía
tambien en estas dos circunstancias ; pero aunque menos
pronunciada , siempre subsiste la contractilidad ; no ter
>

mina como la estensibilidad , sino en la desorganizacion


de las partes por la descomposicion , la putrefacion & c.,
y no en el aniquilainiento de sus fuerzas vitales.
La mayor parte de los autores han confundido los
fenómenos de esta contractilidad , con los de la contrac
tilidad orgánica insensible', ó de la tonicidad : tales son
Haller , Blumembach , Barthez, & c. , que atribuyeron al
mismo principio la reaccion de las partes abdominales
distendidas , la separacion de la piel , ó de un músculo
divididos , y la contraccion del dartos por el frio , la crisi
patura de las partes por ciertos venenos , por los astrin
gentes & c. Los primeros de estos fenómenos son debidos
àá la contractilidad por falta de estension , que jamas su
( 1 ) Cuando muere un enfermo despues de haber estado privado
por largo tiempo de alimentos sólidos y líquidos , no es raro hallar
en él el estomago é intestinos considerablemente disminuidos en sus
dos dimensiones , la cavidad interior casi borrada del todo , y su
longitud reducida apenas a la tercera parte de la que tenia antes de
la enfermedad. Se puede decir bien con Bichat , que aqui sucede un
cerramiento por falta de estension. Pero que este modo de contrac
tilidad , sea como dice , del todo independiente de la vida >, y que
sea debido únicamente a la colocacion de las partes', esto es lo que
no se le puede conceder . Si con efecto fuese asi , en vaciando el es
tómago despues de la muerte , se deberia producir una constriccion
semejante a la que se verifica durante la vida , lo que no confirma
la esperiencia . El estómago vacio queda flojo , y no se le ve con
Haerse en un grado apreciable. (Magendie)
139
pone la aplicacion de irritantes á las partes ; los segundos,
á la tonicidad que nunca se verifica sino por su influjo.
No he distinguido lo suficiente estos dos modos de con
tracciones en mi Tratado sobre las membranas ; pero se deben
evidentemente establecer entre ellos límites bien marcados.?
i Una aplicacion hará esto mismo mucho mas mani
fiesto : tomemos para esto un órgano en donde se en
cuentren todas las especies de contractilidades de que he
hablado hasta aqui ; un músculo voluntario v. go; y dise
tingiendo en él estas especies con exactitud, podremos dar
una idea clara y distinta de ellas .
Este músculo entra en accion , primero por el influ
jo de los nervios que recibe del cerebro ; esta es la con
tractilidad animal ; segundo por la escitacion de un agen
te químico ó físico aplicado sobre el estímulo que produce
alli artificialmente un movimiento de totalidad análogo,
al que es propio del corazón y de los demas músculos in
voluntarios ; esta es la contractilidad orgánica sensible ó
la irritabilidad ; tercero , por la llegada de los fluidos, que
penetran todas las partes para llevar la materia de la nu
tricion , y que desarrollan alli un movimiento de oscila→
cion parcial en cada fibra , y en cada molécula movi→
miento necesario á esta funcion , asi como en las glán
dulas es indispensable para da secrecion , en los vasos
linfáticos para la absorcion &c. ( 1 ) ; esta es la contrac→
tilidad orgánica insensible , óla tonicidad ; cuarto , * por
la seccion transversal de su cuerpo , que produce la re→
.
traccion de los estremos divididos hacia el punto de su
insercion ; esta es la contractilidad del tegido , ó la # con,
tractilidad por falta de estension.
35 4507 U

(1) Sabemos que los órganos se nutren , que las glándulas se


gregan , y que ciertos vasos absorven (suceda ó no por los linfati
cos); pero no sabemos si todo esto es producido por un movimiento
parcial de oscilacion en cada fibra , ó en cada molécula. Nadie puede
asegurar la existencia de este movimiento , porque nadie lo ha visto,
(Magendie) # £ '*, *** 1. 11 ! 20 71 7
*
140
Cada una de estas especies puede por sí sola cesar
en un músculo. Si se cortan los nervios que van á distri
buirse en él , cesa la contractilidad animal ; pero los dos
modos de contractilidad orgánica subsistirán . Impregne
se en seguida el músculo de ópio , dejando penetrar bien
los vasos, y dejará de moverse en su totalidad, bajo la
impresion de los irritantes , y perderá por consiguiente
su irritabilidad ; pero los movimientos tónicos susistirán
aun , producidos por la presencia de lasangre. Finalmente
mátese el animal , ó mas bien dejándole vivir líguense
todos los vasos que se van a distribuir en el miembro: el
músculo perderá tambien sus fuerzas tónicas , y quedará
entonces únicamente la contractilidad del tegido , que no
cesará sino cuando la gangrena , consecuencia de la in
terrupcion de la accion vital sobrevenga al miembro . 1
Este egemplo servirá fácilmente para apreciar las di
ferentes especies de contractilidad en los órganos donde
estas están reunidas en menor número que en los múscu
los voluntarios como en el corazon , y los intestinos , en
donde se encuentra contractilidad orgánica sensible, or
gánica insensible y de tegido , siendo menor la animal;
en los órganos blancos como las tendones , aponeuroses,
huesos, &c. donde faltan las contractilidades animal у
orgánica sensible , quedando solamente la orgánica insen
sible , y la de tegido.
En general estas dos últimas son inherentes á toda
especie de órganos, y las dos primeras no pertenecen sino
á algunos en particular. Se debe pues escoger la tonici
dad ó contractilidad orgánica insensible, como carácter
general de todas las partes que viven , y la contractili
dad del tegido , como atributo comun á todas las partes
vivas ó muertas que están orgánicamente tegidas ( 1). Por

(1 ) ¿ Para qué inventar una palabra nueva cuando se tiene la de


elasticidad que espresa en todos los cuerpos en general orgánicos,
é inorgánicos , esta tendencia à recobrar su forına y volúmen acos
lo demas esta última contractilidad , tiene como la es
tensibilidad , &c. á la que es siempre proporcionada , sus
grados diversos , y su escala de intensidad : los músculos,
la piel , el tegido celular , &c. por un lado ; y, los ten
dones, aponeuroses, huesos por otros formanbajo este
aspecto los estremos,
Co
Con arreglo áa tod
n arreglo tóđoo lo
lo de
que se ha dicho eneste arti
culo , es fácil ver que en la contractilidad de todo órga
>

no hay que considerăr dos cosas y saber: la coatracti


lidad a la facultad , y la causa que pone en accion lesta
facultad. La contractilidad esisiempre la misma, depene
de del órgano y le es inherente; perolacausa que pro
duce el egercicio varía singularmente, y de aqui las di
versas especies de contracciones animal, orgánica ) y por
falta de estension ; de manera que estas palabras debe
rian estar unidas“mąs bien á la de contraccion quees
presa la accion , que a la de contraetüidad que indica el
principio.
LIED
i ochip 2012
tumbrados , cuando cesa de obrar la causa que se la ha hecho cam
biar ? (Magendie)
lemah .babilitetit
" ..2
in 10)
‫نهنهده او‬
‫ودر درمانی رہے‬
Cotia
( 1 )Joub 18:00

‫نت‬، ‫ دردمان‬،‫را‬،1 ‫دوره‬،4 ،33 ‫ را با رادر هدیه را درباره‬6 ‫در‬


291 ) 1 ) , c ', $ sion 1 : ‫قال‬
.. 15'T ! I
tied '15 to .

‫ندادیں۔‬
1
142
--73 si Onr 3 ) 972s 15155 " Iraj :
ed Solo ' -.
Solo : ' ,
S VIIL.
01 201 v

9 Resúmen deo:las...propiedades
:6
de los
tilfi's: 'You oto's
S

-Its 91. or ...Cupo! 08:18CO


Its
- ‫بادره‬ ‫ نااز سر را‬، ‫ ي ر‬f10 :
-10 Podemos,segun creo , ofrecer el resúmen de este ar
tículo sobre las propiedades de los cuerpos vivos y en la
siguientestabila , que presentará bajo-igual punto devista
todas estas propiedades, 19:09 . risol [ 000
‫و‬
ADES

...i‫و تین روز لندن را‬sb‫و د‬y ‫ رم‬41 .


، . ، ‫رام و م‬
‫ک‬ ‫پ‬ ‫ورزی‬
904 y Clases. 310 e le Géneros. 351 Especies. Variedades.
--3d95 281d..qetea sup sin.iyos
PROPIED

soup contos shto social profit


Animal.
19 Pibni sup Is Sensibilidadu .. !! Hi sein
2a
12 ws
Orgánica.
Vitales.km (2 9:30 FPN63 ki taulo,aby se do TECPROTE"..
.

1. ( i )
Contractilidad. IAnimal.
22
12
Sensible .
Orgánica. 22
1. Insensible.
22 Estensibilidad .
Del tegido. 20
Contractilidad. (1)

( 1) Estas propiedades han recibido diferentes denominaciones;


cada autor , por decirlo asi , las ha creado nuevas . Cuando se leen
los escritos de los fisiólogos mas modernos , se ve que no están muy
acordes en este punto con los que les han precedido ; sin embargo
sus clasificaciones sencillas y luminosas se acercan mas por la ana
logia que existe entre ellas .
Manifestaré aqui algunas para que se vean de un golpe de vista ,
los diferentes nombres bajo los que se designan actualmente las
143
No he comprendido en esta tabla -la especie de mos
vimiento del iris , de los cuerpos ' cavernosos , & c. movie
propiedades vitales que se citan en las cátedras,fó en tos libros. -5
Cloco inmediatamente aqui la clasificacion del profesor Riche.
rand , después de la de Bichat, porque se diferencian poco una de
otra. Pongo en seguida la división del profesor Chausier; esta úla
tima puede estudiarse mas ampliamente en la preciosa tabla del mis
mo autor sobre la fuerza vital, « ( ،
Con consciencia de las impres
siones , perceptibilidad , nece
propiedades

aparato particular.imp
col sita un cons
2016 , Sin ciencia de las re
Division

ksiones
Sensibilidad .. ; 6.sensibilidad general
y comnn á todo ser viviente : no
tiene un órgano especial, y sa
las
por

con manauuniversalmente repartidaen


de

: lle ! spirodas las partesvivas vegetales


el profesor y animales. . * ,
RICHERAND
ostaliwataka wigo sausa 2.12 . 1
Voluntaria y sensible subor
dinada a la percepribilidad.
is . Involubtarial é insensible que
Contractilidad ....
RISIS T2 corresponde á la sensibilidadge=
peral y, latente. ', 021 ! U
J Inyoluntaria y sensible ..
otti
1.2 Movilidad , 1. Tonicidad .
‫"و‬ : ‫ربنا‬ 1 :1، ‫نوات‬. Myotilidad.
step
( 4 ‫وزاره‬ 71.00 Estaminal 6 fibrilar.
el profesor 2.a Sensibilidad .
CHAUSIER 2.a Sensorial.

.:
3.a Caloricidad ..

Podria referir muchas mas clasificaciones; pero me she limitado


a las que están mas generalmence admitidas ; seran suficientes para
los alumnos, a quienes esta obra principalmente se ha destinado. La
confusion les seria perjudicial; -no deben tener sino movimientos po
sitivos del estado actual de la ciencia ; ayudados de estos conoci
mientos les sera mas fácil despues hacer investigaciones con fruto,
y juzgar mejor comparando. (Maingault) . 13 ) Uits ! "I viD.
miento que prevede id- kæ llegada de la sangre, i que no
es producido por él la dilatacion del corazon ( 1 ), y en
una palabra , esta especie de estensibilidad activa у vital
de que ciertas partes parecen susceptibles. Confieso que
al reconocer la realidad de esta modificacion del movia,
miento vital , no tengo aun ideas claras y exactasacerca
de las relaciones que la unen á las demas especies de mo
vilidad , ni sobre las diferencias que la distinguen de
ellas. 9122:10
> De las propiedades que acabo de esponer dimanan
todas las funciones y todos los fenómenos que nos ofrece
la economia animal ; no hay ninguno que no pueda en
el último análisis' reducirse á ellas, asi coino en todos los
!

fenómenos físicos nos hallamos siempre los mismos prin


cipios , ya las mişınas causas, á saber : la atraccion , la
102 1.
elasticidad , & c . arielt sie v
Donde quiera que las propiedades vitales están en ac
tividad hay un desprendimiento, y una pérdida de caló
rico propios delanimal, que le dan una temperatura inde
pendiente de la delmedio en que vive. La palabra calor
ricidad es impropia' para espresar este fenómeno , que és
un efecto general de las dos grandes facultades vitales
puestas en accion , y que no depende de ninguna måne
ra de una facultad especial, distinta de las otras. No se
dice digestibilidad, respirabilidad , secrecionabilidad , exha
labilidad , c. , porque la digestion , respiracion , secred
cion y exhalacion ,son resultados de funciones que deri
mbustibil
Isis
(1) Bichat reunió aqui tres especies de movimientos que no tie
nen entre si relacion alguna. El systole,de las cavidades del cora
zon , que se debe hasta ahora considerar como una dilatacion real
mente activa. El aumento de volúmen de- los cuerpos cavernosos,
que es un efecto puramente pasivo por la acumulacion de sangre en
estas partes ,→ y que se puede reproducir despues de la muerte ace
lerando artificialmente la circulacion ; y por último el movimiento
del iris , movimiento evidentemente producido por una contraccion
muscular ,> escitable por una conmocion galvánica , ó por la pica
dura de un nervio. (Magendie)
145
van de leyes' comunes: otro tanto diremos de la produc
cion del calor.
Tambien bajo este aspecto la fuerza digestiva de
Griļneau presenta una idea inexacta. La asimilacion de
sustancias heterogéneas á nuestros órganos, es uno de los
grandes productos de la sensibilidad y movilidad , y no
de una fuerza propia. Tales son ademas las fuerzas de
formacion de Blumembach , de situacion fija de Barthez,
y los diversos principios admitidos por una multitud de
autores , que han atribuido' áa funciones, y á resultados,
denominaciones que indican leyes , propiedades vitales, & c.
La vida propia de cada órgano se compone de las
modificaciones diversas que esperimentan en cada uno la
sensibilidad y movilidad vitales , modificaciones que la
llevan inevitablemente á la circulacion y á la tempera
tura del órgano. Cada uno de ellos enmedio de la sen
sibilidad , movilidad , temperatura y circulacion gene
.rales , tiene un modo particular de sentir y de moverse ,
un calor independiente del de el cuerpo , una circulacion
.capilar que separada del dominio del corazon , no re
cibe sino el influjo de la accion tónica de la parte. ( 1)
Pero omitamos un punto de Fisiologia , tantas veces dis
cutido , y bastante profundizado por otros autores.
Por lo demas no presento todo lo que he dicho acer
ca de las fuerzas vitales, sino como un cálculo sobre las
modificaciones diversas que esperimentan en las dos vidas,
ó como unas ideas sueltas que bien pronto formarán la
base de un trabajo mas difuso .
Tampoco he indicado las varias divisiones de las
fuerzas de la vida adoptadas por los autores , y que el
lector hallará en sus obras , y apreciará fácilmente la
diferencia que las distingue de la que yo presento. Ob
(1 ) Sin negar el influjo que tienen sobre la circulacion los sis
temas capilares de los diferentes órganos, hemos hecho ver, que has
ta en las venas, la accion del corazon se hacia sentir y modificaba
el curso de la sangre. ( Magendie)
Tomo I. 19

1
146
servo únicamente que si estas divisiones hubieseń sidó
claras y exactas ; si las palabras sensibilidad , irritabili
dad , tonicidad , & c. hubiesen ofrecido á todos el mismo
sentido , no hallariamos en los escritos de Haller , de
Lecat , de Wyth , de Haen', de todos los médicos de
Montpeller , & c. una multitud de disputas estériles para
la ciencia , y molestas para los que la estudian .
ARTICULO VIII, 10 %
961

Del origen y desarrollo de la vida


animal. C
10.10
Si hay alguna circunstancia que establezca una línea
efectiva de demarcacion entre las dos vidas , es sin duda
el modo , y época de su orígen . La una orgánica se po
ne en accion desde los primeros momentos de la exis
tencia ; la otra animal, no entra en egercicio sino des
pues del nacimiento , y cuando los objetos esteriores ofre
cen al individuo que rodean , medios de correspondencia
y relacion ; porque sin escitantes esternos , esta vida
está condenada á “una inaccion necesaria , asi como se
estinguiria la vida 'orgánica sin :los Ruidos de la econo
mia que son sus estíinulos internos ; mas ésto merece un
exámen mas profundo.
Veamos primeramente como la vida animal , primi
tivamente nula , nace despues'y se desarrolla .

en ? vi
147
• !' ! , !? omnes 7 ° 57 met
S 1.
si

El primer orden de funciones: de la vida


in. !2.51‫م‬37‫ ت‬a!n: i!.ma‫در‬l.
,‫ز‬es‫ر‬n‫ا‬ulo en el feto .,:
17

. ' " El momento en que el feto principia á existir , es ca


si el mismo en que es concebido , pero 1 esta existencia
cuya esfera ensancha cada dia , no es la misma que la
que gozará cuando haya visto la luz. His
Se ha comparado a un sueño profundo, el estado en
que se encuentra ; esta comparacion es inexacta, pues en
el sueño la vida animal , no está sino suspensa en parte:
en el feto, está enteramente estinguida', ó mas bien no ha
principiado. Hemos visto efectivamente que ella consiste
en el egercicio simultáneo , o distinto de las funciones
del pulso , de los nervios , del cerebro , de los órganos
locomotores , y de la voz : pues todo está entonces en
inaccion en sus diversas funciones. i

liki . Toda sensacion supone la accion de los cuerpos este


riores sobre el nuestro , y la percepcion de esta accion;
percepcion que se verifica en virtud de la sensibilidad:
la cual es aqui de dos maneras, ó mas bien transmite
dos especies de aceiones, unas generales y otras parti
culares. dy
La facultad de percibir las impresiones generales con
siderada en accion , constituye el tacto , que muy distin
to del palpar, tiene por objeto avisarnos de la presencia
de los cuerpos , de sus cualidades calientes , ó frias ; se
cas , óhúmedas ; duras, ó blandas , & c. y demas atri
butos comunes. Percibir las modificaciones particulares
de los cuerpos: 'es patrimonio de los sentidos,, pues cada
uno se halla en relacion con una especie de estas modi
ficaciones.
¿ Goza el feto de sensaciones generales ? para decidir
*
148
esta cuestion veamos qué impresiones pueden en él eger
citar el tacto. Está sujeto á una temperatura habitual;
nada en un Auido , y choca nadando contra las paredes
de la matriz : he aqui tres principios de sensaciones
generales.
Observemos desde luego que las dos primeras son
casi nulas , que no puede tener el consciencia , ni del
medio por donde se nutre , ni del calor que le penetra.
Toda sensacion supone en efecto una comparacion del
estado presente con el pasado. El frio no nos es sensible
sino por el calor que ha precedido ; si la atmósfera es
tuviese en un grado invariable de temperatura no dis
tinguiriamos esta gradacion : el Lapon se halla bien,
bajo el cielo en que el negro hallaria el dolor y la
muerte , si fuese repentinamente llevado alli. No es en el
tiempo de los solsticios , sino en el de los equinoccios,
cuando las sensaciones de calor y frio son mas vivas;
porque entonces sus infinitas variaciones dan origen á
comparaciones mas frecuentes , entre lo que sentimos y
lo que hemos sentido anteriormente . i

Lo mismo sucede con las aguas del amnios que con


el calor ; el feto no esperimenta su influjo porque le es
desconocido el contacto de otro medio . Antes del baño
el aire no nos es sensible , y saliendo del agua su im
presion nos es molesta ; ¿ Y por qué ? porque entonces nos
afecta únicamente porque ha habido una interrupcion en
su accion sobre el órgano cutáneo...
¿ El choque de las paredes de la matriz es una causa
de escitacion mas real, que las aguas del amnios ó el cao
lor ? A primera vista parece que si , porque no estando
espuesto el feto á este estinulo , sino de tieinpo en tiem
po , la sensacion que se origina debe ser mas viva. Pero
noteinos que la densidad (1) de la matriz , particular
( 1) Bichat se ha servido inoportunamente de la palabra densi
dad, cuya verdadera significacion parece haber ignorado.
La resistencia que la matriz ofrece al feto que choca en ella es
149
mente en el embarazo , no siendo muy superior á la de
las aguas , la impresion debe ser menor. En efecto cuan
to mas se acercan los cuerpos por su consistencia al me
dio en que vivimos , menos poderosa es su accion sobre
nosotros. El agua reducida á vapor en la niebla ordi
naria , no afecta sino ligeramente el tacto ; pero á me
dida que se condensa en la atmósfera, y que espesándose
mas se aleja de la densidad del aire , produce una afec
cion mas viva.
El aire para el animal que respira , es pues verda
deramente el término de comparacion general , al cual
refiere sin vacilar todas las sensaciones del tacto. Sumér→
jase la mano en el gas ácido carbónico , y el tacto no
nos enseñará á distinguirle del aire porque su densidad
es casi la misma. • EVE
La viveza de las sensaciones está en razon directa de
la diferencia de la densidad del aire , con la de los cuer
pos objetos de la sensacion. Igualmente la medida de las
sensaciones del feto , es el esceso de densidad de la ma
triz sobre el de las aguas , y no siendo este esceso muy
黎 considerable , las sensaciones deben ser obtusas. Asi es
que lo que nos parece de una gran densidad , debe afec
tar con menos viveza á los pescados en razon de el me
dio en que viven.
Esta asercion relativa al feto se hará mas general si
añadimos esta otra , á saber : que las membranas muco
sas , asiento del tacto interior , como la piel lo es del
tacto esterior , todavia no han principiado en él sus fun
ciones. Estando en contacto contínuamente despues del
nacimiento con cuerpos estraños al nuestro , hallan en es
tos , causas de irritacion que reproduciéndose sin cesar,
se hacen mas poderosas para los órganos.
f
del todo indepediente de la densidad , y proviene únicamente de la
mayor o menor flexibilidad de sus paredes . El corcho es mucho me
nos denso que el mercurio , y sin embargo hace esperimentar al de
do que le comprime una resistencia mucho mayor. (Magendie) 3
150
Pero en el feto no hay ninguna sucesión en estas
causas: la misma orina , el mismo meconio , y el mismo
moco egercen su accion sobre la vegiga , los intestinos,
la membrana pituitaria, &c.
Concluyamos de todo lo dicho que las sensaciones
generales del feto son débiles, ó casi nulas , aunque esté
rodeado de la mayor parte de causas , que en adelante
-se las deban producir. Las sensaciones particulares no son
en él mas activas ; pero esto se debe verdaderamente á
la falta 爨 de los estimulos.5 **
El ojo que cierra la membrana pupilar , la nariz cu
yo desarrollo apenas es marcado , no serían susceptibles
de recibir impresiones , suponiendo que la luz ó los olo
res pudiesen obrar sobre estos órganos. Aplicada la len
gua al paladar no está en contacto con ningun cuerpo
que pueda ocasionar la sensacion del sabor: hecho esto con
las aguas del amnios el efecto será nulo , porque como
hemos dicho , hay nulidad de sensacion , en donde no
hay variedad de impresion. Nuestra saliva tiene sabor
para otro , y es insípida para nosotros.
El oido , no es escitado por ningun sonido ; todo es
tá en calma , y todo reposa para el feto.
He aquí pues , si me es permitido hablar asi , cua
tro puertas cerradas en él para las sensaciones parti
culares , y que no se abrirán para transmitírselas hasta
despues que haya visto el dia. Pero observemos que la
༥ ཝཱ
Inulidad de accion de estos sentidos lleva casi inevita
-blemente consigo la del tocar. (1)
1.
Este sentido está en efecto especialmente destinado
-á confirmar las nociones adquiridas por los otros , y aun

(1) De estos cuatro orígenes de sensaciones , la primera , aunque


dicha por Bichat existe en el feto mucho antes del nacimiento , y
'las otras tres muchas horas despues de haber visto la luz , no exis
ten aun el ojo es insensible à la luz ; el oido al sonido ; y el
gusto no se egerce realmente sino cuando el primer alimento pro
duce en el órgano una sensacion nueva. (Magendie)
151
á rectificarlas ; porque con frecuencia son los agentes de
la ilusion , al paso que aquel lo es siempre de la ver
dad . (1 )
Asi atribuyéndole este uso , la naturaleza le sujeta di
rectamente á la voluntad , mientras que la luz , los olo
res y los sonidos , vienen frecuentemente contra nuestra
voluntad , á escitar sus órganos. respectivos..
El egercicio de los demas sentidos precede á este
mismo , y aun le determina. Si un hombre naciese pri
vado de la vista, del olfato y del gusto ; ¿ cómo es con
c:bible que el tacto, pudiera tener lugar en él ? '
El feto es parecido á este mismo hombre : tiene
con qué egercer el tacto en sus manos muy desarolladas
ya , y sobre qué egercerle en las paredes de la ma→
triz ? Sin embargo, está en una nulidad constante; delach.
ción, porque no viendo , ni sintiendo , ni gustando , ni
percibiendo nada , no hay cosa que le mueva á tó✈
car. Sus miembros son para él , lo que para el ár
bol la ramas , 1 que no le transmiten la impresion de
Rowing
(1) Los filósofos y los fisiólogos dan al tacto una grande pree
minencia sobre los demas sentidos. La vista , el olfato yeloido
son para nosotros , dicen ellos , el origen de mil ilusiones. El tacto
solo está esceptuado , y aun rectifica los errores que nos vienent de
otra parte ; el tacto es el sentido de la razon. Esta es una bella
prerrogativa sin duda ; pero yeámos si es incontestable Yen
efecto el tacto nunca nos engaña ? Todos los, niños, conocen un es
perimento que prueba lo contrario . Si se cruzan dos dedos de una
misma mano , y se coloca en el espacio angular comprendido entre
´sus dos estremidades , un pequeño cuerpo que toque â los dos, dară
la sensacion de dos cuerpos distintos. Luego es verdad que el tac
to puede llegar á ser una causa de error ; sin duda sirve para rec
tificar los de los otros sentidos ; ; pero estos últimos á su vez no
nos precaven ' frecuentemente contra los suyos! Si la vista 'n o se
egercitase casi constantemente , los errores del tacto : serían mucho
mas numerosos ; se puede juzgar de esto por lo que esperimenta
mos cuando entramos en la obscuridad. Quítese á un hombre el uso
de la vista , á otro el de las manos , y el egercicio del tacto tanto
como sea posible , y se verá cuál se halla mas embarazado , y cuál
forma mayor número de juicios falsos . (Magendie)
152
los cuerpos que les tocan , y á los cuales se entrelazan.
- Observo , aunque de paso , que hay una grande di
ferencia del tacto al palpar , antes confundidos por los
fisiólogos , esto es , que la voluntad dirige siempre las
impresiones del segundo , mientras que las del primero,
que nos dá las sensaciones generales del calor , frialdad,
sequedad , humedad , &c. están constantemente fuera de
su influjo.
-Podemos pues establecer como regla general , que la
porcion de vida animal que constituye las sensaciones es
aun casi nula en el feto.
9. Esta nulidad en la accion de los sentidos , supone la
misma en la de los nervios que se distribuyen alli , y del
cerebro de donde parten; porque transmitir es la funcion
de los unos , y percibir la del otro. Pero sin objetos de
transmision y percepcion no pueden verificarse estos dos
actos.
-De la percepcion dimanan inmediatamente la memo
ria, y la imaginacion ; de una de estas tres facultades el
juicio; y de éste la voluntad.
9 : Toda esta série de facultades , que se suceden y en
cadenan, no ha comenzado aun en el feto por la ra
zon misma de que no ha tenido sensaciones. El cerebro
está en espectativa del acto , y tiene todo lo que le es
necesario para obrar ; no es pues la escitabilidad, sino la
escitacion la que le falta.
I
De aqui resulta , que toda la primera division de la
vida animal , aquella que se refiere á la accion de los
cuerpos esteriores sobre el nuestro , apenas está bosque
jada en el feto : veamos si sucede lo mismo en la segun
da division , ó en aquella que es relativa á la reaccion
de nuestro cuerpo sobre los demas.
153
0:00 ci

S II.
La locomocion existe en el feto, pero
pertenece en él a la vida orgánica.
12
Al ver en los animales la estrecha conexion que hay
entre estas dos divisiones, es decir, entre las sensaciones
y todas las funciones que dependen de ellas por una par
te , y la locomocion y la voz por otra , se inclinará cual
quiera á creer que las uñas están constantemente en re
lacion directa con las otras , y que el movimiento volun
tario crece ó se disminuye siempre á proporcion que el
--sentimiento de lo que rodea al animal crece ó disininuye
en él; porque el sentimiento proporcionando los mate
riales de la voluntad en donde aquel no existe , tampoco
existe ésta , ni los movimientos que dependen de ella. De
inducciones en inducciones llegaremos á probar que los
-músculos voluntarios deben carecer de accion en el feto,
y que por consiguiente toda especie de movimiento en el
tronco ó en los miembros , no puede existir en él. "
Sin embargo se mueve , y aun á menudo fuertes sa
cudidas son el resultado de sus movimientos ; sino produ
ce sonidos no es porque los músculos de la laringe estén
pasivos , sino porque le falta el medio necesario á esta
funcion . ટ¿ Cómo pues combinar la inercia de la primera
parte de la vida animal , con la actividad de la segunda?
Vedlo aqui.
Hemos visto hablando de las pasiones, que los múscu
los locomotores , es decir , los de los miembros del tron
co , aquellos en una palabra distintos del corazon , del
estómago , &c. son puestos en accion de dos modos;
primero, por la voluntad ; segundo,, por las simpatias.
Tomo I. 20 .
154
Este último modo de accion se verifica cuando con mo
tivo de la afeccion de un órgano interior , se afecta tam
bien el cerebro , y determina movimientos entonces in
voluntarios en los músculos locomotores ; asi cuando una
pasion lleva su influjo sobre el hígado , el cerebro escita
do simpáticamente , escita los músculos voluntarios ; en
tonces es cuando existe verdaderamente en el hígado , el
principio de sus movimientos , los cuales en este caso son
de la clase de los de la vida órgánica ; de modo que es
tos músculos , aunque puestos siempre en accion por el
cerebro , pueden sin embargo pertenecer alternativamente
en sus funciones , á una y otra vida,
Despues de lo dicho es fácil concebir la locomocion
del feto ; que no es en él como lo será en el adulto una
porcion de la vida animal ; su egercicio no supone vo
luntad preexistente que la dirija y regle sus actos ; la lo
comocion es pues un efecto puramente simpático que tie
ne su orígen en la vida orgánica.
Todos los fenómenos de esta vida se suceden enton
ces, como vamos á ver, con una rápidez estrema ; mil mo
vimientos diversos se encadenan sin cesar , en los órga
nos de la circulacion y nutricion ; todo está en ellos en
una accion muy enérgica ; pero esta actividad de la vida
orgánica supone frecuentes influjos egercidos por los ór
ganos interiores sobre el cerebro , y por consiguiente nu
merosas reacciones producidas por este mismo sobre los
músculos que se mueven entonces simpáticamente.
El cerebro es tanto mas susceptible de afectarse por
esta especie de influjos , cuanto está entonces mas desar
rollado á proporcion de los demas órganos , y que está
pasivo respecto á las sensaciones.
Se concebirá pues ahora lo que son los movimientos
del feto Pertenecen á la misma clase que muchos de los
del adulto , que aun no se distinguen lo bastante : son
los mismos que los producidos por las pasiones sobre los
455
músculos voluntarios ; se parecen á los de uno que duer
" me , y que sin que ningun sueño agite el cerebro , se
mueve con mas o menos fuerza. Por egemplo nada mas
"
comun que observar violentos movimientos en el sueño
que sucede á una digestion trabajosa ; esto sucede porque
estando el estómago en una accion viva , obra sobre el
cerebro , el cual poné en actividad los músculos locomo
tores.
En atencion á esto, distinguiremos bien dos especies
de locomociones en el sueño ; una por decirlo asi , volun
taria , producida por los ensueños , es una dependencia de
la vida animal ; y la otra efecto del influjo de los órga
1 nos internos tiene su principio en la vida orgánica , á
8 quien pertenece , y esta es precisamente la del feto.

Podria citar otros varios egemplos de movimientos


involuntarios , y por consiguiente orgánicos , ejecutados
en el adulto por los músculos voluntarios , y propios por
lo tanto para dar una idea de los del feto , pero basten
los dichos.
Observemos únicamente que los movimientos orgáni
cos , igualmente que la afeccion simpática del cerebro que
es el orígen , disponen poco á poco este órgano y los
músculos , el uno á la percepcion de las sensaciones , y el
otro á los movimientos de la vida animal que principia
rán inmediatamente despues del nacimiento del feto.
Veanse por último sobre este punto las memorias juicio
sas de Mr. Cavanis. 6 ch
Ademas de todo lo dicho en este artículo , creo que
podemos deducir con seguridad , que en el feto la vida
animal es nula , y que todos los actos propios de esta
edad están dependientes de la orgánica. El feto no ma
nifiesta , por decirlo asi , nada en sus fenómenos de lo
que caracteriza especialmente lo animal ; su existencia es
la misma que la del vegetal ; su destruccion no obra sino
sobre un ser vivo , y no sobre un ser animado. Asi en la
156
cruel alternativa de sacrificarle , ó de esponer la madre
á una muerte casi cierta , la eleccion no debe ser dudosa.
El crímen de destruir á su semejante és mas relativo
á la vida animal , que á la orgánica. Es al ser que sien
te , que reflexiona , que quiere y que ejecuta actos vo
luntarios ; y no al ser que respira, se nutre, digiere , que
es el asiento de la circulacion , de las secreciones, & c. á
quien coinpadecernos, y cuya muerte violenta está ro
deada de las imágenes horribles, bajo las que el hoinici.
dio se pinta a nuestra alına, A proporcion que en la sé
rie de animales las funciones intelectuales disminuyen,
el sentimiento penoso que nos causa la vista de su des
truccion se estingue y debilita poco á poco ,, haciéndose
nulo cuando llegamos hasta el vegetal que solo goza de
la vida orgánica .
Si el golpe que termina por un asesinato , la existen
cia del hombre no destruyese en él mas que esta vida,
y dejando subsistir la otra no alterase en nada las fa
cultades que establecen nuestras relaciones con los seres
que nos rodean , este golpe se miraria con indiferencia,
y no escitaria ni la piedad hacia la víctima, ni el hor
ror contra el que ha sido instrumento.
¿ Por qué una herida considerable por la que se der
rama mucha sangre inspira tal espanto ? No es porque
terinine la circulacion , sino porque el desfallecimiento que
sigue bien pronto, rompe súbitamente los vínculos que
unen nuestra existencia á todo lo que nos rodea , y á
todo lo que está fuera de nosotros. (1 ) : 4" .

( 1) . El sentimiento de terror y de piedad que se esperimenta


al ver correr la sangre , no es la consecuencia de un tazonamiento 1
como Bichat supone. La vista de un ser que padece perdiendo su
sangre por una ancha herida , conmueve áa cualquiera que no està
familiarizado con este espectáculo. El horror de la sangre .es un
verdadero sentimiento instintivo necesario para la conservacion de
la especie , como otros lo son para la del individuo. Es un -senti
157

S III.
Desarrollo de la vida animal, y educacion
de sus órganos.
Un nuevo modo de existencia principia para el niño
cuando ha salido del cláustro materno . Diversas funcio
nes se agregan á la vida orgánica , cuyo conjunto se
hace mas complicado y cuyos resultados se multiplican.

miento que el hombre no supera sino por el influjo de las pasiones


mas violentas , á menos que antes no le haya amortiguado por el
hábito ; un sentimiento en fin que independiente de toda idea mo
ral le hace respetar la vida de su semejante por la repugnancia irre
fexionada que esperimenta en destruirle.
El conocimiento de esta verdad fisiológica es mas importante
de lo que se puede desde luego suponer. La gran masa de los hom
bres se conduce mas bien por sentimientos que por principios. Hay
pocos individuos en las clases inferiores que hayan visto lo justo é
injusto en otra cosa que en lo que la ley permite ó prohibe. Cuan
do un trastorno repentino corta el hilo que dirigía su marcha, no
le queda otra guia quesus inclinaciones. Pero si la vista de la sana
gre ya no les espanta , si han estado acostunibrados á verla derra
mar , y si este sentimiento irreflexivo que les retraía ha sido des
truido por la costumbre , ¿ qué les detendrá cuando crean tener un
interés en verter la sangre de un hombre ?
No son estas vanas especulaciones: la esperiencia de vários sia
glos ha hecho ver la verdad de lo que anunciamos , y en los tiem,
pos mas próximos á nosotros se han visto entre los mas feroces
asesinos un gran número de hombres acostumbrados por oficio a
verter la sangre de los animales . Por otra consecuencia del mismo
principio á proporcion que los homicidios jurídicos se multiplicaron
mas , el populacho se hizo mas ansioso de ellos. Ași pues , fuera
de toda otra consideracion , el espectáculo de las ejecuciones san
grientas es mas perjudicial al pueblo acostumbrándole á'ver correr
la sangre , que util hiriéndole su atencion con el miedo de un casa
tigo semejante. (Magendie)
158
La vida animal entra en egercicio y establece entre el
recien nacido y los cuerpos que le rodean , relaciones
hasta aquel momento desconocidas. Entonces todo ad
quiere en él un modo de ser diferente ; pero en esta
época notable de las dos vidas,, en que la una se au ,
menta casi un doble y la otra principia , las dos adquie
ren un carácter distinto , y el aumento de la primera
no sigue las mismas leyes que el desarrollo de la se
gunda.
Notaremos bien pronto que los órganos de la vida
interna adquieren de repente la perfeccion ; pues desde
el momento en que empiezan á obrar lo hacen con tan
ta precision , como durante el tieinpo que conservan su
actividad. Al contrario , los órganos de la vida esterior
necesitan una especie de educacion , y no adquieren sino
poco a poco aquel grado de perfeccion que en adelante
nos dá su egercicio. Esta importante diferencia inerece
un profundo exámen : principiemos por apreciarla en la
vida animal.
Recorranse las diversas funciones de esta vida que
al nacer sale toda entera de la nada en que ha estado
sumergida , y se observará en su desarrollo una marcha
lenta y graduada ; veremos tambien como insensible
mente y por una verdadera educacion los órganos lle
gan á egercer sus funciones con exactitud.
Las sensaciones confusas al principio , no dan al niño
sino imágenes generales: el ojo , no percibe sino la sen
sacion de la luz; el oido , la del sonido ; el gusto , la del
sabor , y la nariz la del olor ; nada todavia es distinto
en estas afecciones generales de los sentidos. Pero el há
bito embota insensibleinente estas primeras impresiones:
entonces nacen las sensaciones particulares , y se perci
ben las grandes diferencias de colores , sonidos, olores
y sabores; poco a poco se perciben tambien las diferen
cias secundarias, y por último al cabo de cierto tiempo,
159
el niño ha aprendido por el egercicio á ver , oir , gustar,
oler y tocar.
A semejanza de un hombre que sale de una pro
funda obscuridad en la que ha estado largo tiempo su
mergido , y siendo herido inmediatamente por la luz,
no llega sino por grados á distinguir los obgetos que la
reflejan , y tal como ya he dicho , aquel á cuya vista se
desplega por la primera vez el mágico espectáculo de
nuestros bailes, que no percibe al primer golpe de vista
sino un conjunto que le encanta , y no llega sino poco
á poco , á aislar los placeres que le proporcionan á un
tiempo el baile , la música , las decoraciones , &c.
Lo mismo sucede con la educacion del cerebro , que
con la de los sentidos ; todos los actos que dependen de
su accion , no adquieren sino por grados el de exacti
tud á que están destinados : la percepcion , la memoria
y la imaginacion , facultades á quienes las sensaciones
preceden y determinan ; siempre crecen y se estienden á
proporcion que nuevos escitantes concurrcn á determinar
su egercicio : el juicio , de quien son ellas la triple base,
no asocia al principio sino irregularmente nociones por
si mismas irregulares ; pero bien pronto mas claridad
distingue sus actos , hasta que en fin llega á ser rigo
roso y exacto. La voz , y la locomocion presentan el mis
mo fenómeno : los gritos de los animales jóvenes no pre
sentan al principio sino un sonido imperfecto , y que no
tiene ningun carácter : la edad los modifica poco á poco,
y no es sino despues de egercicios frecuentemente repeti
dos cuando afectan las consonancias particulares de cada
especie , y en las cuales jamas se engañan los individuos
de una misma , particularmente en la época de sus amo
res. ( 1 ) No hablo de la palabra pues que es evidente
mente el fruto de la educacion.

(1) Esta asercion no es exacta , y la voz desde la mas tierna


edad afecta sonidos particulares , no solo á la especie sino aun al
160
Véase el animal recien nacido en sus movimientos
multiplicados ; sus músculos están en una contínua ac
cion. Como todo es nuevo para él , todo le escita y po
ne en movimiento , quiere tocarlo todo ; pero el andar , y
aun el estar en pie no pueden verificarse aun en las in
numerables contracciones de los órganos musculares lo
comotores : es menester que el hábito le haya enseñado
el arte de coordinar tal ó cual contraccion , con tal , ό
cual otra para producir este ó el otro movimiento , ό
para tomar tal ó cual actitud. Hasta entonces vacila,
titubea , y cae á cada momento.
No hay duda que la inclinacion de la pélvis en el
feto humano , la disposicion de sus femures , la falta de
curbatura de la columna vertebral , & c . le hacen poco
á propósiro para sostenerse asi que nace ; pero á esta
causa se une ciertamente la falta de egercicio ( 1 ). ¿ Quién
ignora que si se deja por mucho tiempo un miembro in
móvil pierde el hábito de moverse , y que cuando des
pues queremos servirnos de él , es menester que una nueva
especie de educaciou enseñe á los músculos la precision
de los movimientos que no ejecutan al pronto sino irre
gularmente ? El hombre que se condenase al silencio du
rante mucho tiempo , esperimentaria sin duda el mismo

individuo. Acostumbrado el hombre á las diferencias bien manifies→


tas de los sonidos articulados de la palabra , ó de sonidos aprecia
bles de la música , distingue con mas dificultad las diferencias del
grito ; pero los animales , para quienes este es el modo habitual de
espresarse , nunca se engañan ; la oveja enmedio de todo un re
baño distingue la voz de su cordero, y bien pronto éste conoce la
de su madre. (Magendie)
(1) La educacion de los órganos locomotores no tiene necesi
dad de ser larga , como se observa en los animales , en quienes la
organizacion desde el momento de su nacimiento no es un obstáculo
para los movimientos. Al cabo de una hora el cabrito se sostiene
sobre sus piernas, y antes de concluir el dia se le ve frecuentemen
te saltar , y el perdigon echa á correr cuando sale del cascaron.
(Magendie)
161
impedimento ' cuando quisiese romperle, &c.
Concluyamos pues de estas diversas consideraciones
que debemos aprender á vivir fuera de nosotros ; que la
vida esterior se perfecciona cada dia , y que ha menester
una especie de aprendizage , del cual la naturaleza está
encargada por la vida interior.

SIV.

Influjo de la sociedad sobre la educacion de

los órganos de la vida animal.


1
.
615. " { ན ;" CA
La sociedad egerce sobre esta especie de educacion
de los órganos de la vida animal un influjo notable ; au
menta la esfera de accion en unos , disminuye la de
otros , y modifica la de todos.
(
Digo desde luego que la sociedad dá casi constante
mente á ciertos órganos esteriores , una perfeccion que
no les es natural , y que los distingue especialmente de
los deinas. Tal es en efecto , en nuestros usos actuales,.
la naturaleza de nuestras ocupaciones , que aquella á que
nos entregamos habitualmente , egercita casi siempre uno
de nuestros órganos , con preferencia á todos los demas.
El oido en el músico , el paladar en+ el cocinero , el ce
rebro en el filósofo , los músculos en el bailarin , la la
ringe en el cantor , & c. tienen ademas de la educacion
general de la vida esterior , otra particular que el eger
cicio contínuo perfecciona singularmente.
Se podrá aun bajo este respecto dividir en tres clases
las ocupaciones humanas. La primera comprenderá las que
ponen á los sentidos especialmente en accion : tales son,
la pintura, la música, la escultura, las artes de perfumista,
Tome I. 21
162
de cocinero , y todas aquellas en una palabra cuyos re
sultados encantan á la vista , el oido , &c. &c. En la se
gunda se colocarán las ocupaciones en que el cerebro se
egercita con preferencia : tales son , la poesia que per
tenece á la imaginacion ; las ciencias de nomenclatura,
que dependen de la memoria ; las ciencias sublimes , que
pertenecen al juicio de un modo mas especial. Las ocupa
ciones que como el baile , la equitacion y todas las artes
mecánicas , ponen en accion los músculos locomotores
formarán la tercera clase. (1)
Cada ocupacion del hombre pone pues en actividad
permanente casi siempre un órgano particular ; pero el
hábito de obrar perfecciona la accion : el oido del músico
percibe una armonia , la vista del pintor distingue en
un cuadro lo que el vulgo no conoce : frecuentemente
va ademas acompañada esta perfeccion de accion en el
órgano mas egercitado de un esceso de nutricion. Se ob
serva esto en los músculos de los brazos de los panade
ros , en los de las estremidades inferiores en los baila
rines , y en los de la cara en los histriones , &c.
He dicho en segundo lugar , que la sociedad dismi
nuye la esfera de accion de muchos órganos esternos .
En efecto , por la misma razon que en nuestros hábitos
sociales un órgano está siempre mas ocupado , los demas
están en mayor inaccion ; pero el hábito de no obrar los
entorpece como hemos dicho , y parece pierden en apti
tud , lo que gana aquel que se egercita con frecuencia.

(1) Es una idea caprichosa, y esteril en sí misma, la de clasifi


car las ocupaciones humanas segun que ponen en accion los órganos
de los sentidos , del entendimiento ó de la locomocion. Por otra
parte esta division está establecida de un modo enteramente vicio-'
so , pues que en la primera clase es el resultado de las ocupaciones
que ponen en accion los órganos cuale quiera que hayan sido los
medios de ejecucion : en la segunda es la ocupacion misma , cuales
quiera que sean los resultados , y en la tercera es á la vez la eje
cucion y el resultado. (Magendie)
198
: 163
Lo que se observa en la sociedad , confirma á cada mo
mento esta verdad.
Considerese al sabio que en sus abstractas meditacio
nes , egercita sin cesar sus sentidos internos , y que pa
-sando su vida en el silencio del gabinete condena á la
inaccion los esternos , y los órganos locomotores : si se
· entrega por casualidad á un egercicio corporal, causará
risa su torpeza y aire afectado. Sus sublimes conceptos
nos admirarán , mientras que la pesadez de sus inovi
mientos divertirá . Examinese por el contrario al baila
rin , que por su agilidad parece recordar á nuestros ojos
todo lo que en la fábula la risa y las gracias nos ofre
cen de seductor á nuestra imaginacion : se creerá que pro
fundas meditaciones de espíritu han producido esta di
chosa armonia de movimientos ; pues háblese con él , y
se encontrará el honbre mas vulgar bajo estas esterio
ridades que tanto nos han sorprendido.
El talento observador que analiza á los hombres en
sociedad , hace a cada momento semejantes reparos, Casi
nunca se verá que coincida la perfeccion de accion de
los órganos locomotores con la del cerebro ni de los sen
tidos , y reciprocamente es muy raro que estando estos
>

mismos muy aptos en sus funciones respectivas los otros


lo estén para las suyas.

SV.
Leyes de la educacion de los órganos de
la vida animal.

Es pues evidente que la sociedad invierte en parte el


órden natural de la educacion de la vida animal , y que
distribuye irregularmente á sus diversos órganos una per
164
feccion de que gozarian sin ella , en una proporcion mas
uniforme aunque sin embargo siempre desigual.
Una suma determinada de fuerza ha sido repartida
en general á esta vida ; pero esta cantidad debe perma
\necer siempre la misma , sea que su distribucion se ve
&
rifique igualmente , ó que se haga con desigualdad ; por
consiguiente la actividad de un órgano supone necesa
riamente la inaccion de los demas.
Esta verdad nos conduce naturalmente á este princi
pio fundamental de la educacion social , á saber: que no
se debe jamas aplicar el hombre á muchos estudios á un
mismo tiempo , si se quiere que adelante en cada uno.
Los filósofos tienen repetida ya con frecuencia esta má
xima ; pero dudo que las razones morales en que la han
fundado equivalgan á esta bella observacion fisiológica,
que la demuestra hasta la evidencia , á saber : que para
aumentar las fuerzas de un órgano es menester dismi
nuirlas en los demas. Por lo mismo no creo inútil ate
nerme á esta observacion , y apoyarla con un gran nú
mero de hechos.
El oido , y mas particularmente el tacto , adquieren
en el ciego una perfeccion que creeriamos imposible si la
observacion diaria no confirmase la realidad. El sordo
mudo tiene en la vista una exactitud de que carecen
aquellos cuyos sentidos todos se hallan muy desarrolla
dos. El hábito de establecer pocas relaciones entre los
cuerpos esternos y los sentidos debilita estos en los es
tasiados , y dá al cerebro una fuerza de* contemplacion
tal que parece que en ellos todo duerine , escepto esta vís
cera , en la vida animal.
¿ Pero qué necesidad hay de buscar en hechos es
traordinarios , una ley de la que el animal en el estado
sano nos presenta a cada momento la aplicacion ?
1 Considerese en la série de animales la perfeccion re
lativa de cada órgano , y se verá que cuando el uno so
165
brepuja , los demas no son tan perfectos. El ágaila tiene
la vista perspicaz , y su olfato 'es obscuro ; el perro á
quien distingue la finura de este sentido posee el pri
mero en menor grado ; el oido sobresale en el mochuelo ,
en la liebre , &c , el murciélago es notado por la exac
titud de su tacto ; la accion del cerebro predomina en los
monos, el vigor en la locomocion en los carnívoros , & c.
* Cada especie tiene pues una division de su vida ani
mal que es superior a las otras, estando estas mismas á
proporcion menos desenvueltaş : no se hallará ninguno
en que la perfeccion de un órgano , no parezca haberse
adquirido á espensas de la de los demas.
El hombre tiene en general , fuera de toda otra con
sideracion , el oido mas fino que los demas sentidos , y
no deberia en efecto tenerlo en el orden natnral , por
que la palabra que egereita sin cesar el oido , es para
el una causa permanente de actividad , y por consiz
guiente de perfeccion . 1.
No es únicamente en la vida animal en la que se
nota esta ley , pues que la vida orgánica está sujeta á
ella casi constantemente en todos sus fenómenos. La
afeccion de un riñon alimentà la secrecion del otro. A
la depresion de una de las glándulas parótidas en la cu
racion de las fistulas salivales , se sigue en la otra un
aumento de accion que hace que ella sola desempeñe las
funciones de las dos,
Véase lo que sucede despues de la digestion : cada
sistema es entonces sucesivamente el asiento de una exal
tacion de fuerzas vitales, que abandonan á los otros en
la misma proporcion. Inmediatamente despues de la en
trada de los alimentos en el estóinago se aumenta la
accion de todas las vísceras gástricas ; las fuerzas con
centradas en el epigastrio abandonan á los órganos de
la vida esterna. De aqui se siguen , como lo han obser
vado varios A.A., las laxitudes, la debilidad de los sen
{
166
tidos para recibir las iinpresiones esternas, la propension
al sueño , la facilidad de enfriarse los tegumentos , &c.
Concluida ya la digestion gástrica, le sucede la vas
cular; el quilo és introducido en el sistema de la circu
-lacion para sufrir alli la influencia de este sistema y del
de la respiracion : entonces los dos se convierten en un
.foco de accion mas pronunciada , las fuerzas son lleva
das alli , el pulso se eleva , y los movimientos del pecho
se precipitan. ( 1) -
El sistema glandular , y despues el nutritivo son en
seguida los que gozan de una superioridad marcada en
el estado de las fuerzas vitales. Por último cuando son
-sucesivamente desplegadas sobre todos , vuelven a los ór
ganos de la vida animal; los sentidos vuelven á adqui
rir su actividad ; las funciones del cerebro su energía, y
dos músculos su vigor . Cualquiera que haya reflexionado
to que esperimenta despues de una comida un poco abun
dante , se convencerá facilmente de la verdad de esta
observacion .

i (1) Sabemos que en cierta época de la digestion el pulso se ele .


va y la respiracion se acelera , y nosotros lo sabemos , digo ; pero
no conocemos las causas inmediatas del fenómeno . El que un po
co de quilo marche por los vasos lactéos į es en efecto una razon
para que el corazon acelere el curso de la sangre en un sistema de
vasos enteramente distinto de aquellos ? Porque despues este qui
lo
los pulmones į es una razon para que se aceleren los movi
mientos de la respiracion ? No ciertamente. Por otra parte la acele
racion no es succesiva en estas dos funciones como Bichat quie
re dar á entender. La una es la consecuencia necesaria é inmedia,
ța de la otra. ¿ Pero por qué la accion del corazon se aumenta en
este segundo periodo de la digestion ? No podemos decirlo ; lo mis
mo que no sabemos por qué ha disminuido en el primero , porque
creer esplicarlo diciendo que las fuerzas vitales se concentran en
conces en el epigastrio , es formarse una ilusion , y cambiar sola
mente la voz del fenómeno, revistiéndolo de una forma hipotética.
( Magendie )
167
1. El conjunto de funciones representa entonces una es
pecie de círculo , cuya mitad pertenece a la vida orgáni.
ca , y la otra á la vida animal. Las fuerzas vitales pa
rece recorren sucesivamente estas dos mitades ; cuando se
hallan en la una , la otra está poco activa , al modo que
todo aparece alternativamente lánguido y reanimado en
las dos porciones del globo , segun que el sol le concede
ó reusa sus benéficos rayos.
Si se quieren otras pruebas de esta desigualdad de
reparacion de fuerzas, examinese la nutricion ; siempre
es mas activa en un órgano porque vive mas que los
Otros. En el feto , el cerebro y los nervios, las estremi
dades inferiores despues del nacimiento , las partes geni
tales y los pechos en la época de la pubertad , & c. pa
recen crecer á espensas de las demas partes en donde la
nutricion es menos marcada.
Veánse todas las enfermedades , las inflamaciones,
los espasmos , y las hemorragias espontáneas: si una
parte se constituye el sitio de una accion mas enérgica,
la vida y las fuerzas disminuyen en las otras.. ¿ Quién
ignora que la práctica de la Medicina está fundada en
parte sobre el principio que dirige el uso de las vento .
sas , de la moxa , de los vegigatorios , de los rubefacien
tes , & c. & c.
En virtud de esta multitud de consideraciones pode
mos pues establecer como una ley fundamental de la disa!
tribucion de las fuerzas, que cuando se aumentan en una
parte , disminuyen en lo restante de la economía animal;
que la suina no aumenta jamas , que solo van sucesiva
mente de un órgano á otro. Con esta regla general es)
fácil decir por qué el hombre no puede al mismo tiem
po perfeccionar todas las partes de la vida animal, y
sobresalir por consiguiente en todas las ciencias á la
vez .
La universalidad de conocimentos en un mismo in
168
dividuo , es una quimera que repugna á las leyes de la
organizacion ; y si la historia nos ofrece algunos genios
estraordinarios que brillan igualmente en muchas cien
cias' son › otras tantas escepciones de estas leyes. ¿ Quién
es el hombre para atreverse á querer alcanzar la perfec
cion en muchas materias , cuando á menudo no la consi
gue en una sola ? Si fuese permitido unir muchas ocupa
ciones , sucederia esto sin duda con aquellas que tienen
mas analogia por los órganos que ponen en accion , como
las que se refieren á los sentidos , las que egercitan el ce
rebro , las que hacen obrar dos músculos , &c.
Ciñéndonos asi á un círculo mas limitado podriamos
mas fácilmente sobresalir en muchas partes ; pero hasta
ahora el secreto para ser superior en una , está en ser me
diocre en las demas.co > 1

Tomemos por egemplo las ciencias que ponen en ac


cion las funciónes del cerebro . Hemos visto que estas fun
ciones i se refieren esencialmente á la memoria que presi
de a las ciencias de nomenclatura , á la imaginacion que
tiene á la poesía bajo su dominio , á la atencion que se
egercita especialmente en los cálculos , al juicio cuyo do
minio abraza la ciencia del raciocinio ; pero cada una de
estas diversas facultades ó de sus varias operaciones , no
se desarrolla ni se estiende sino á espensas de las demas.
-oh¿Por qué la costumbre de recitar las bellezas de Cor
neille no engrandece nada el alma del actor , y no le dá
una R energía de concepcion mas que la vulgar ? Esto vá
+
unido á las disposiciones naturales sin duda , pero esto
tambien depende de que en él la memoria y la facultad
de imitar se legercitan de preferencia , y que las demas
facultades del cerebro se ( despojan , por decirlo asi , para
enriquecer éstas son
1
Cuando considero que un hombre quiere al mismo
tiempo sobresalir por la destreza de su mano en las ope
raciones quirúrgicas , por la profundidad de su juicio en
169
la práctica de la Medicina, por fo, escenso de su inémo
ria en la botánica , por la fuerza de atencion en las con
templaciones metafísicas , &c. , me parece ver un médico
que para curar una enfermedad , ó para querer espeler,
#
segun el lenguage antiguo , el > humor morboso , querria
á un mismo tiempo aumentar todas las secreciones por
el uso simultáneo de los sialogogos , de los diuréticos , de
los sudoríficos , de los emenágogos , de los escitantes de
la bilis , del jugo pancreático, de los jugos mucosos , &c.
¿ El menor conocimiento de las leyes de la economía
no seria suficiente para decir á este médico que una glán
dula no segrega mayor cantidad de fluido , sino porque
las otras segregan menos; que uno de estos medicamentos
perjudica al otro , y que querer exigir mucho de la na
turaleza es estar seguro de no obtener nada las mas ve
ces ? Digăse otro tanto al hombre que quiere que sus
músculos , su cerebro y sus sentidos adquieran una perq
fección simultánea , que pretende doblar , ó aun triplicar
su vida de relacion cuando la naturaleza ha querido que
solo podamos separar de alguno de sus órganos algunos
grados de fuerzas para agregarlos á otros , pero jamas
aumentar la f suina total de ellas. aoi ordning

¿ Se quiere que un órgano se haga superior á los de


mas? Condenense estos á la inacción . Se castra á los
hombres para cambiar su voz , ¿ cómo la bárbara idea de
cegarlos para hacerlos músicos no se ha ocurrido tam
bien , cuando se sabe que los ciegos no estando de nin
gun modo distraidos por el egercicio de la vista ponen
mas atención en el del oido ? Un niño que se destinase
á la música, y se le apartase de todo lo que pudiera afec
tar su vista , olfato y tacto para que únicamente le hi
riesen los sonidos armoniosos , haria en igualdad de cir- .
cunstanciase mas rápidos ' progresos.
"
Se puede decir con verdad que nuestra superioridad
en tal arte ó ciencia , se mide casi siempre por la infe
Tomo I. 22
170
rioridad en las demas , y que esta máxima general con
sagrada por un antiguo proverbio , que la mayor parte
de los filósofos antiguos , han establecido , pero que mu
chos filósofos modernos han querido destruir , tiene por
fundamento una de las grandes leyes de la economía
animal, y será siempré tan inmutable como la base en
que se apoya.

SAVI.
011

Duracion de la educacion de los órganos

de la vida animal.

1 7"
La educacion de los órganos de la vida animal se
prolonga durante cierto tiempo sobre el cual influyen
muchas circunstancias para poderle determinar ; pero lo
que hay de notable en esta educacion es que cada edad
parece estar consagrada á perfeccionar ciertos órganos
mas particularmente. conge C "I 122
En la infancia los sentidos están especialmente edu
cados ; todo parece referirse al desarrollo de sus funcio
mes : rodeado el niño de cuerpos nuevos para él , procura
conocerlos todos ; tiene , si me es permitido espresarme de
este modo , en una continua ereccion los órganos que es
tablecen las relaciones entre él y lo que le rodea : asi es
que se halla en él, muy pronunciado todo lo que tiene re
lacion con la sensibilidad. El sistema nervioso comparado
con el muscular , es proporcionalmente mas considerable
que en todas las edades siguientes, al paso que despues
*
la mayor parte de los demas sistemas predominan sobre
éste. Se sabe que para ver bien los nervios , se escogen
siempre los cadáveres de los niños. T
A la educacion de los sentidos se une necesariamente
()+)
171
la perfección de las funciones del cerebro que tienen re
lacion con la percepcion. }
" A proporcion que la suma de las sensaciones se au
menta , la memoria y la imaginacion principian á entrar
eh actividad. La edad que sigue á la infancia es la de la
educacion de las partes del cerebro que tienen relacion
con ellas : entonces existen por un lado bastantes sensa
ciones antecedentes , para que fa una pueda egercitarse
en representarnoslas ; y la otra encuentre alli el typo de
las sensaciones ilusorias que nos presentas Por otra parte,
la poca actividad del juicio en esta época favorece la
energía de accion de estas dos facultades ; entónces así
como en la revolucion que ocasiona la pubertad, los nue→
vos gustos que produce , y los deseos que crea estienden
la esfera de la segunda. aohhi meg 20 ngà
9 Cuando la percepcion la memoria y la imaginacion
1
se han perfeccionado de modo que su educacion ha com>
cluido , principia la del juicio , ó mas bien se hace mas
activa , porque desde que hay materiales ya se egerce.
En esta época las funciones de los sentidos y una parte
de las del cerebro no tienen nada que adquirir: todas las
fuerzas se concentran para la perfeccion de éste.
Segun estas consideraciones es evidente que la prime
ra porcion de la vida animal , ó aquella por la cual los
cuerpos esteriores obran sobre nosotros , les por la que
reflejamos esta accion , tiene en cada edad una division
que se forma y aumenta ; que la primeranedad es la de
'la educacion de los sentidos ; que la segunda preside á
la perfeccion de la imaginacion y de la memoria , y que
la tercera tiene relacion con el desarrollo del juicio. *
*
No hagamos pues jamas coincidir con la edad en que
los sentidos están en su vigor , el estudio de las ciencias
que exigen el egercicio del juicio : sigamos en nuestra
educacion artificial las mismas leyes que rigen la educa
cion natural de los órganos esteriores. Dediquemos al niño
172
al dibujo , á la música , &c. al adolescente á las ciencias
de nomenclatura , y á las bellas artes que la imaginacion
tiene bajo su imperio ; al adulto á las ciencias exactas,
á aquellas B en que el raciocinio encadena los hechos, El
estudio de la lógica y de las matemáticas terminaban la
antigua educacion ; y esta era una ventaja entre sus im
perfecciones.
En cuanto á1 la segunda porcion de la vida animal,
ó aquella por la que el animal:
animal se rehace sobre los cuer
pos esteriores , está caracterizada la infancia , por el nú
mero , frecuencia y debilidad de los movimientos ; la edad
adulta por su vigor , y la " adolescencia por una disposi
cion mixta. La voz no sigue estas proporciones , pues
está sujetą sá las influencias que nacen sobre todo de los
órganos genitales. abrurg J.
༔ No me détengo en las diversas modificaciones que
ocasionan á la vida animal los climas , las estaciones , el
sexo , &c. porque han 4 tratado de esto tantos autores,
que dificilmente podria añadir nada á lo que han dicho.
Al hablar de las leyes de la educacion en los órganos
de la vida esterior , he supuesto estos órganos en un es
tado completo de integridad , teniendo todo lo que es ne
cesario para perfeccionarse , y gozando de toda la fuerza
del tegido que les es necesaria ; pero si su testura origi
naria es débil , delicada é irregular; si se observan en
ellos ? algunos vicios desconformacion , entonces estas le
yes no puedenshallar sino una aplicacion imperfecta.
Asi es que el hábito de juzgar no rectifica nada el
juicio , si el cerebro mal constituido presenta en sus dos
hemisferios una desigualdad de fuerza y conformacion ;
asi es tambien como el egercicio frecuente de la laringe,
de los músculos locomotores , & c. no puede suplir jamas
á la irregularidad de acción que produce en ellos una ir
regularidad de organizacion , &c. &c.
173

ARTICULO IX.

Del origen y desarrollo de la vida

orgánica.

Acabamos de ver la vida animal , inactiva en el feto,


no desenvolverse sino despues de nacer , y seguir en su
desarrollo leyes enteramente particulares : la vida orgá¬
nica por el contrario está en accion casi • desde el mo
mento en que el feto se ha concebido ; esta es la que
principia su existencia. Desde que la organizacion es per
ceptible el corazon arroja á todas las partes , la sangre que
contiene en sí los materiales de la nutricion y del acre
centamiento , es el primero que se forma , y que se pone
en accion ; y como todos los fenómenos orgánicos están 3
bajo su dependencia , asi como bajo la del cerebro están
todos los de la vida animal , se concibe como las funcio
nes internas son en seguida puestas en accion.
.11. 0 .

SI.

Del modo de la vida orgánica en el feto.

La vida orgánica del feto no es sin embargo la mis


ma que de la que ha de gozar el adulto. Investiguemos
1.
en qué consiste la diferencia considerada de un modo
general. Hemos dicho que esta vida resulta de dos gran
des órdenes de funciones , pues las unas como la diges
tion , circulacion , respiracion y nutricion asimilan sin
cesar al animal las sustancias que le nutren ; las otras
como la exalacion , secreciones , absorcion , le quitan las
174
sustancias eterogéneas, de manera que esta vida es un
círculo continuo de creacion y destruccion , siendo este
círculo en el feto singularmente pequeño.
Las funciones asimilativas son al principio mucho
menos numerosas. Las moléculas no se hallan sujetas
antes de llegar al órgano que deben reparar á tan gran
núinero de acciones , y penetran en el feto ya elabora
das por la digestion , la circulacion y respiracion de la
madre. En vez de atravesar por el aparato de los órga
nos digestivos , que parecen casi enteramente inactivos
en esta edad , entran sin detenerse en el sistema de la
circulacion , siendo mas corto el camino que tienen que
recorrer . No es necesario que se presenten sucesiva
mente al influjo de la respiracion ; y bajo este aspecto
2

el feto de los mamíferos tiene en su organizacion prelia


minar mas grande analogía con los reptiles adultos , en
los cuales una muy pequeña porcion de sangre pasa al
salir del corazon á los vasos pulmonales. ( 1 ) The
Las moléculas' nutritivas pasan pues casi directamen
te del sistema de la circulacion al de la nutricion. El
trabajo general de la asiinilacion es por consiguiente
mucho mas simple , y tanto menos complicado en esta
edad que en las siguientes. >
Por otra parte las funciones que descomponen habi

(1) Me persuado que la teoría del feto , aun muy obscura , po


dría ilustrarse con la de los animales que tienen una organizacion
algo parecida á la sáya. En la rana v. gr. en donde niuy poca san
gre atraviesa el pulmon , el corazon es un órgano sencillo , tiene
una sola aurícula y ventrículo ; hay comunicacion, ó mas bien coup
tinuidad entre los dos sistemas venoso y arterial , al paso que en
'10s mamíferos los vasos por donde circula la sangre roja no se com
munican con los que llevan sangre negra a no ser por los capilares.
En el feto el agujero de botal y el conducto arteriosó propor
cionan evidentemente la continuacion de las arterias y las venas;
en el corazon es igualmente un organo simple , no formando á pe
sar de sus paredes mas que una cavidad mientras que es doble ésta
175
tualmente nuestros órganos , es decir , las que arrojan a
fuera las sustancias que han llegado á sernos estrañas,
y aun dañosas á su tegido despues de haber formado
parte de él , estan en esta edad en una inaccion casi com
pleta. La exhalacion pulmonal , el sudor y la transpi
racion no han comenzado aun en sus órganos respecti
vos. Todas las secreciones , tal como la de la bilis , de la
orina y la saliva no prestan sino una cantidad de líqui
dos muy pequeña , proporcionalmente á la que deben
dar en lo sucesivo ; de modo que la porcion de sangre,
que ellas asi como las exhalaciones gastarán en la edad
adulta , refluyen casi del todo al sistema de la nutri
cion.
• La vida orgánica del feto es pues notable por una
parte por la suma velocidad en la asimilacion , prontitud
que depende de que las 1 funciones que concurren á este
trabajo general son, en muy pequeño número , y por
otra por una estrema lentitud en la desasimilacion ; len
titud que procede de la poca accion de las diversas fun
ciones , que son los agentes de este gran fenómeno.
Segun las consideraciones precedentes es facil conce
bir la notable rapidez que caracteriza el incremento del
feto , rapidez que está en una manifiesta desproporcion
con la de las otras edades. En efecto , mientras que to
do acelera la progresion de la materia nutritiva hácia

despues del nacimiento. Las dos especies de sangre se mezclan en ésta


edad como en los reptiles , & c. Pero probaré mas abajo que en el
niño que ha respirado , esta mezcla será bien pronto mortal , y que
la sangre negra circulando en las arterias, asfixia con mucha pronti
tud al animal. ¿ De dónde nace pues esta diferencia ? No se puede
estudiarla en el feto , será menester acaso averiguarla en las ranas,
las salamandras y en otros reptiles que pueden por su organizacion
estar mucho tiempo privados de aire sin perecer ; fenómeno que les
asemeja tambien á los mamíferos cuando viven en el seno de sus
madres. Estas investigaciones muy importantes dejarán incompleta
la historia de la respiracion en tanto que nos falten. (Bichat)
176
las partes que debe reparar , todo parece al mismo tiem
po obligar á esta materia que apenas tiene emunctorios
á detenerse en las partes .
Agreguemos á la gran sencillez de la asimilacion en
el feto la grande actividad de los órganos que para ella
concurren , actividad qué depende de la mayor cantidad
2
de fuerzas vitales que entonces gozan . Todas las de la
economía parecen en efecto concentrarse en los dos sis
temas circulatorio y nutritivo ; los de la digestion , res
piracion de las secreciones , de la exhalacion , no estan
do sino en un egercicio obscuro no gozan de ella sino en
un grado debil , y lo que hay de menos en éstas sobra
en los primeros. (1)
Si observainos entre tanto que los órganos de la vi
da animal , condenados à una inaccion necesaria , no
son el asiento sino de una muy pequeña porcion de
fuerzas vitales , cuyo esceso refluye entonces sobre la vi
da orgánica , será facil concebir que casi la totalidad de
fuerzas que se deben desarrollar despues generalmente
sobre todos los sistemas se encuentra entonces concen
tráda sobre aquellos que sirven para nutrir , para com
poner las diversas partes del feto, y que por consiguien
Y
te refiriéndose todo en él á la nutricion y al incremento
deben estas funciones ser marcadas en esta edad por
una energía de que carecen todas las demas.

(1 ) Esta esplicacion es ingeniosa sin duda , pero insuficiente,


pues que las causas que señala Bichat para la rapidez del aumento
del feto cesan enteramente al momento de nacer ; y sin embargo el
incremento subsiste aun por mucho tiempo siendo muy rápido.
(Magendie)

11
12
21,
177
33

1
S II.
3
Desarrollo de la vida orgánica despues
-
del nacimiento.
El feto fuera ya del seno materno esperimenta en
-
su vida orgánica un acrecentamiento notable , esta vida
se complica cada vez mas , y su estension casi se dupli
ca ; muchas funciones que antes no existian se le agre
gan entonces >, y las que ya existian se aumentan . Asi
pues; en esta revolucion notable se observa una ley en
teramente opuesta a la que rige al desarrollo de la vida
2
animal.

.
Los órganos interiores que entran entonces en eger
cicio , ó que aunentan mucho su accion no necesitan edu
cacion alguna , y adquieren de repente una perfeccion á
>

la que los de la vida animal no llegan sino por la cos


tumbre frecuente de obrar. Una rápida ojeada sobre el
desarrollo de esta vida bastará para convencernos.
Despues del nacimiento la digestion , la respiracion,
&c. y una gran parte de exhalaciones yy absorciones prin
cipian de repente áá egercerse ; pero despues de las pri
meras inspiraciones y espiraciones , despues de la elabo
racion en el estóinago de la primera leche mamada por
el niño , y despues que los exhalantes del pulmon y de
la piel han arrojado algunas porciones de sus respectivos
fluidos; los órganos respiratorios, digestivos y exha
lantes , obran con una facilidad igual a la que tendrán
B1, E I
siempre.
Entonces todas las glándulas que dormian , por de
cirlo asi , que no derramaban sino una cantidad inuy
pequeña de líquido , despiertan de 'su adormecimiento
Tomo I. 23
178
por medio de la escitacion llevada por diferentes cuer
pos á la estremidad de sus conductos escretorios . El paso
de la leche á la estremidad de los conductos de Stenon
y VVarthon , del quimo á la estremidad del coledoco y
pancreático , el contacto del aire sobre el orificio de la
uretra , &c. escitan las glándulas salivales , el hígado el
pancreas, los riñones , &c. El aire sobre la superficie in
terna de la traquearteria y las ventanas de la nariz, los
alimentos sobre las de las vias digestivas, &c. estimulan
en estas diferentes partes las glándulas mucosas que en
tran en accion. (1 )
Entonces tambien principian las escreciones que has
ta aquel momento habian estado suspendidas por el po
co fluido separado por las glándulas. Obsérvense pues
estos diversos fenómenos , y se les verá ejecutarse de se
guida con precision , y tambien que los diversos órganos
que para ello concurren no necesitan de ninguna especie
de educacion.
j ¿Por qué esta diferencia en el desarrollo de las dos
!
(1) Cuando se ven sucederse inmediatamente dos fenómenos , es
natural considerar al uno como causa del otro. Post hoc , ergo prop
ter hoc. Es un modo de discurrir de que se abusa con frecuencia.
Un alimento introducido en la boca toca el orificio de los conduc
tos salivales , se derrama el líquido , y de aqui se concluye que la
glandula salival ha sido escitada por la impresion sentida en la es
tremidad de su conducto. En el momento del nacimiento el orificio
de la uretra se halla espuesto al contacto del aire , y bien pronto
los riñones empiezan â secretar ; es pues la impresion del aire so
bre la uretra la que determina su accion . Pero este contacto de ali
mentos en el un caso , y del aire en el otro no son circunstancias
accesorias y puramente accidentales ? ¿ Se creerá acaso que si por
una causa cualquiera la abertura del prepucio estuviese cerrada en
teramente se impediría la secrecion de la orina ? ¿ No se sabe que
si en lugar de llevar á la boca un alimento sabroso nos contentase
mos con acercarle à ella , la saliva no por eso afluye menos , ó co
mo se dice vulgarmente , la boca se hace agua ? Pues sin embargo
no ha habido ningun contacto , ni sobre el orificio de los conductos.
salivales impresion alguna mecánica ó química. (Magendie) 27}
21T )
179
vidas ? No lo investigaré ; pero observaré solamente que
en la época de su desenvolvimiento los órganos de la vida
interna no se perfeccionan por el egercicio y el hábito
que les espera al entrar en actividad , pues tienen desde
luego todo el grado de precision de que gozarán en lo
succesivo, no siendo ninguno de ellos susceptible en ade
lante de adquirir un grado de superioridad sobre los
otros , como lo hemos observado en la vida animal.
Sin embargo , nada mas comun que el predominio
de un sistema de la vida orgánica sobre los otros ; tan
pronto es el aparato vascular , tan pronto el pulmonar;
frecuentemente el conjunto de los órganos gástricos y el
hígado sobre todo los que son superiores á los otros por
su accion , y que imprimen por esto un caracter parti
cular al temperamento del individuo. Mas esto mismo es
debido á otra causa ; es de la organizacion primitiva,
de la estructura de las partes , y de su conformacion , de
donde nace esta superioridad , y no es de ningun modo
el producto del egercicio como en la vida animal. El feto
en el seno de su madre , y el niño despues de nacer , pre
sentan este fenómeno de un modo bastante manifiesto,
4 "
aunque menos perceptible que en las edades siguientes.
Del mismo modo la debilidad de un sistema de las fun
ciones internas es siempre debido ó á la constitucion ori
ginaria , ó á algunos vicios causados accidentalmente por
una afeccion morbosa que gasta los resortes orgánicos de
este sistema , permaneciendo ilėsos los de los deinas.
{; Tal es pues la gran diferencia de las dos vidas del
animal con relacion á la desigualdad de perfeccion de los
diversos sistemas de funciones de qué cada una resulta:
á saber , que en la una el predominio ó inferioridad de
un sistema relativamente á los otros, es debido casi siem
pre á la actividad ó inercia mayores de este sistema , y
á la costumbre de obrar o no obrar; que en la otra por
el contrario este predominio ó inferioridad estan inme
*
180
diatamente unidos á la testura de los órganos , y jamas
á su educacion.
He aqui porque el temperamento fisico y el caracter,
moral no son susceptibles de cambios por la educacion,
que modifica tan prodigiosamente los actos de la vida
animal ; porque como ya hemos visto estos dos perte
necen á la vida orgánica.
El caracter es , por decirlo asi , la fisonomía de las
pasiones , y el temperamento la de las funciones internas;
pero las unas y las otras siendo siempre las mismas , y
teniendo una direccion que el hábito y egercicio no
cambian jamas , a es manifiesto que el temperamento y el
caracter deben estar tambien fuera del imperio de la
educacion. Es verdad que puede moderar el influjo del se
gundo , perfeccionar bastante el juicio y la reflexion para
hacer su imperio superior al otro , y fortificar la vida ani
mal , á fin de que resista á los impulsos de la orgánica. Mas
querer por medio de ella desnaturalizar el caracter, sua
vizar ó exhaltar las pasiones de que es la espresion ha
bitual , y ensanchar ó estrechar su esfera , es una empre
sa análoga á la de un médico que tratase de aumentar
ó disminuir algunos grados , y por toda la vida la fuer
za de contraccion ordinaria del corazon en el estado de
salud , y de precipitar ó disminuir habitualmente el mo
vimiento natural de las arterias que es necesario para su
accion , &c.
Advertiríamos á este médico que la circulacion , ++
la
respiracion , &c. no estan sujetas á la voluntad ; que no
pueden ser modificadas por el hombre sin pasar al esta
do de enfermo , &c. Lo mismo advertiríamos á los que
creen que se cambia el caracter , y por la misma razon
aun las pasiones , puesto que éstas son un producto de
la accion de todos los órganos internos , ó que tienen
Ja
en ellas especialmente su asiento.
1

181

ARTICULO X.
Del fin natural de las dos vidas.
. 1,32
Hemos
emos visto principiar las dos vidas del animal en
épocas bastantes distantes una de otra , y desarrollarse
siguiendo leyes enteramente inversas. Voy ahora á des
mostrar su, terminacion que se efectúa tambien de un
modo diferente ; cesando sus funciones en tiempos muy
distintos, presentando cuando concluyén, caracteres tan
diversos como en toda la duracion de su actividad . No
hablaré aqui sino de la muerte natural ; todas aquellas
que sean debidas á causas accidentales formarán el objeto
de la segunda parte de esta obra. poo viie' . ,, 319
m . risiv 1998. 01.in
333
S I. i 212
och
La vida animal es la primera que cesa
en la muerte natural.
La muerte natural es notable porque termina casi
del todo la vida animal, mucho tiempo antes que la or
ganica concluya., -1.in
Considérese al hombre que...
llega" al fin de una dila
tada vejez , muere por partes ; sus funciones esterio
res terminan unas despues de otras ; todos sus sen
tidos se van cerrando succesivamente , las causas ordina
rias de las sensaciones , pasan sobre ellos sin afectarles.
La vista se obscurece , se turba y cesa por último
de transmitir la imagen de los objetos, y ésta es la ce
182
guera senil. Los sonidos afectan desde luego confusamen
te el oido , y bien pronto éste se hace del todo insensi
ble ; la piel contraida , endurecida y privada en parte
de vasos que se han obliterado , no goza ya sino de un
tacto obscuro y poco manifiesto. Por otra parte la cos
tumbre de sentir ha embotado el sentimiento. Todos los
órganos que proceden de la piel se debilitan y mueren;
los cabellos y la barba encanecen . Un gran número de
cabellos cae por la falta de jugos nutritivos. Los olores
1
no producen sobre la nariz sino una debil impresion.
El gusto se mantiene un poco , porque unido á la
vida orgánica tanto como á la animal, es necesario este
34
sentido para las funciones interiores ; y asi cuando to
das las sensaciones agradables abandonan al viejo, cuan
do su falta ha roto ya en parte los vínculos que le unen
con los cuerpos que le rodean , éste permanece aun , y
es el último hilo de que depende la dicha de existir.
Aislado asi el viejo enmedio de la naturaleza , pri
vado ya en parte de las funciones de los órganos sen
sitivos , vé estinguirse bien pronto tambien las del cere
bro. Cesa en él casi del todo la percepcion , por lo mismo
-
que no hay nada que determine el egercicio de sus sen
tidos ; la imaginacion se embota y bien pronto desaparece.
Se destruye la memoria de lo presente ; el viejo ol
vida al momento lo que acaban de decirle , porque de
bilitados sus sentidos esternos , y ya muertos por decir
lo asi , no le confirman lo que su espíritu le enseña. Las
ideas desaparecen cuando las imágenes trazadas por los
sentidos no retienen la impresion. Por el contrario el
recuerdo de lo pasado permanece aun en esta última
edad , pues lo que el viejo sabe de otras veces es lo que
sus sentidos le han enseñado , ó por lo menos lo que le
han confirmado. ( 1)

( 1 ) Si el viejo conserva con dificultad la memoria de los acon


tecimientos mas próximos , cuando refiere frecuentemente con la
183
Se diferencia del niño , en que éste no juzga sino
segun las sensaciones que esperimenta , y aquel segun las
que ya ha esperimentado.
El resultado de estos dos estados es el mismo , por
<
que el juicio es igualmente incierto , ya que las 'sen
saciones actuales, ya las pasadas le sirvan esclusivamen
te de apoyo ; su exactitud depende esencialmente de su
comparacion . ¿ Quién ignora por egemplo que en los jui
cios fundados sobre la vision , la impresion presente nos
engañaría con frecuencia si la pasada no rectificase el
error ? ¿ Por otra parte no observamos que bien pronto
las sensaciones anteriores se hacen confusas, si sensacio
nes nuevas y análogas no retocan el cuadro que aque
llas dejaron en nosotros:?... "Ribo! 22
Lo presente y lo pasado ,son pues igualmente nece .
sarios en nuestras sensaciones para que el juicio que re
sulte sea perfecto. Si falta uno ú otro cesa toda compa
racion entre ambos , y por consiguiente falta la exactie
tud en el juicio. Evin i won't në totiesel
He aqui como la primera y última edad son igual
: ‫ن‬: ‫ܝ ; ;ز‬ , ،،

mayor exactitud los sucesos que hace mucho tiempo han pasado,
do es porque sus sentidos le han transmitido mas fielmente los pri
meros , sino porque estosacontecimientos han producido entonces
en él una impresion mąsviva. Es tan cierto esto , que, la debilidad
de la memoria se observa algunas veces en los viejos que han con-.
servado toda la integridad de sus sentidos. Por otro lado sensacio.
nes muy imperfectas pueden producir una impresion muy viva. Un
inteligente en pinturas, aun cuando su vistas esté muy deteriorada,
esperimenta al ver una bella pintura cien veces mas placer que un
indiferente que la mira con muy buena vista , y conserva ademas
la imagen , cuando el otro hace largo tiempo que la ha olvidado .
No nos acordamos de las cosas sino mientras que en ellas-hay al
guna circunstancia que hace en nosotros una impresion un poco vi.
va ; pero en un mismo suceso esta circunstancia no será igual
para todos los individuos, y es algunas veces la menos interesane
te de todas , por la que un hombre vuelve a recordar un hecho.
(Magendie) , ‫و نیز‬
184
mente notables por su incertidumbre , como se espresa
con mucha verdad cuando se dice que los viejos son co
mo los niños ; estos dos periodos de la vida son pareci,
dos por la irregularidad del juicio , y no se diferencian
sino por el principio de estairregularidad.
Asi como la interrupción de las funciones del cerebre
en el viejo , es el resultado del abatimiento casi total de
las del sistema sensitivo esterno , tambien la debilidad
1

de la locomocion , y de la voz siguen inevitablemente á


la inaccion del cerebro. En efectó la reaccion de este
órgano sobre los músculos, es proporcionada á la accion
de los sentidos sobre él.
- Los movimientos del viejo son tentos y raros : muda
de situacion con trabajo. Sentado al fuego que le ca
lienta , pasa los dias entregado á si mismo , indiferente
.

á todo lo que le rodea , privado de deseos, de pasiones,


de sensaciones , hablando poco porque nada le estimula
á romper el silencio , dichoso de conocer que existe aun ,
cuando las demas sensaciones casi han desaparecido pa
ra él. : " In this v halis occou
Añádase á esta causa de la inaccion de los viejos la
rigidez de sus músculos , la diminuciun de contracti
lidad en estos órganos, que sin duda influyen especial
mente aun cuando no sea esta la causa principal , pues
4

to que el corazon y las fibras musculares de los intesti


nos , contraen tainbien esta rigidez , y sin embargo pier
den mas tarde que los músculos voluntarios la facultad
de moverse. No es la facultad la que pierden , es la causa
que determina su egercicio , quiero decir , la accion del
cerebro. 79 )

‫دن‬
Si fuese posible formar un hombre parte con los ór
>
ganos de los sentidos y el cerebro de un viejo , y por
otra con los músculos de un jóven , los inovimientos vo
luntarios apenas estarian en el desembueltos porque no
es suficiente que un músculo pueda contraerse , (sino que
185
es menester que su potencia se ponga en accion ; į pero,
cuál será la causa que determine aqui esta accion ?
Es fácil conocer, por lo que acabamos de decir, que
las funciones esteriores se estinguen poco a poco en el
viejo , que la vida animal ha cesado ya casi del todo
cuando la orgánica aun está en actividad. Bajo este res
pecto el estado del animal que la muerte natural va á
aniquilar , se asemeja á aquel en que se hallaba en el
seno de su madre , y aun al del vegetal que no vive sino
interiormente , y para el que toda la naturaleza está en
silencio .
Si recordamos ahora que el sueño disminuye mas de
una tercera parte de su duracion a la vida animal , y si
añadimos este intérvalo de accion á su falta total en los
nueve primeros meses , y á la inaccion casi absoluta á
.

que se halla reducida en los últimos tiempos de la exis


tencia , se conocerá fácilmente cuán grande es la des
proporcion que hay entre su duracion , y la de la vida
orgánica que se egerce de un modo continuo.
Pero ¿por qué cuando hemos cesado de ser en lo es
terior , existimos aun interiormente , puesto que los senti
dos ó la locomocion , &c. están destinados principal
mente á ponernos en relacion con los cuerpos que nos
deben nutrir ? ¿ por qué estas funciones se debilitan en
una desproporcion mayor que las internas ? ¿ por qué no
hay una relacion exacta entre su cesacion ?
No puedo enteramente resolver esta cuestion. Unica
mente observo que la sociedad influye especialmente en
esta diferencia.
El hombre enmedio de sus semejantes , se sirve mu
cho de su vida animal , cuyos resortes se cansan habituals
mente mas que los de la vida orgánica. Todo se gasta
en esta vida por el influjo de la sociedad; la vista con
las luces artificiales ; el oido con los sonidos muy repe
tidos , particularmente con la palabra que falta á los
Tomo I. 24
186
animales , cuyas comunicaciones recíprocas por medio del
oido son mucho menos numerosas ( 1 ) ; el olfato por los
malos olores ; el gusto por los sabores que no son natu
rales ; el palpar y el tacto por los vestidos (2) ; el cere
bro por la reflexion ; &c. todo el sistema nervioso por
mil afecciones que son producidas únicamente por la
sociedad multiplicadas por ella.
Vivinos pues en lo esterior con desarreglo , si me
es permitido hablar asi ; abusamos de la vida animal;
tiene sus límites que le dá la naturaleza , y que heinos
aumentado en gran manera para su duracion , y asi no
es estraño que termine pronto.. Efectivamente, hemos vis
to las fuerzas vitales divididas en dos órdenes , uno perte
neciente á esta vida , y el otro a la orgánica. Estos dos
órdenes se pueden comparar á dos luces que arden á un
mismo tiempo , y que para mantenerse tienen una can
tidad determinada de materias. Si á la una se atiza mas
que á la otra , si la agita mayor cantidad de aire es in
dispensable que se estinga mas pronto.
Este influjo social sobre las dos vidas , es hasta cier
to punto ventajoso para el hombre , porque rompe
poco á poco los vínculos que le unen á lo que le rodea,
y porque hace menos cruel el instante en que van á
romperse estos lazos,

(1) Esta debilidad de los sentidos se manifiesta tanto en los


animales como en el hombre, y se puede observar en aquellos que
envejecen entre nosotros. Se vé frecuentemente á los perros poner
se ciegos y sordos , y estas enfermedades son acaso mas comunes
en ellos que en el hombre; pero como rara vez se les deja llegar
á estos animales à la última vejez , no hay con frecuencia ocasion
de observarlo. (Magendie)
(2) Defendiendo los vestidos la piel de los choques de los cuer
pos esteriores , y preservândola de las variaciones de la temperatu
ra conservan muy ciertamente la sensibilidad de ella , y lejos de
gastar el tacto como asegura Bichat ,? obran como circunstancias
favorables para su conservacion. (Magendie)
187
La idea de nuestra última hora no es dolorosa sino
porque termina nuestra vida animal , y porque hace ce
sar todas las funciones que nos ponen en relacion con
todos los seres que nos rodean . La privacion de estas
funciones es la que cubre de espanto y terror las már
genes de nuestro sepulcro.
No es el dolor lo que tememos : ino hay moribundo
para quien la dicha de existir no sea preciosa aunque
fuese á costa de una série no interrumpida de padeci
mientos ! Considérese al animal que tiene poca vida este
rior , y que no tiene relaciones mas que para satisfacer
sus necesidades materiales , y veremos que nada teme
viendo próximo el momento en que va a dejar de exis
tir. ( 1 )
Si fuese posible suponer un hombre en quien la muerte
no destruyendo mas que todas las funciones internas co
mo la circulacion , la digestion , la secreciones , &c. de
jase susistir el conjunto de la vida animal , este hombre
veria con indiferencia acercarse el fin de su vida orgá
nica , porque conoceria que no le está unido á ella el
bien de la existencia , y que estaria despues de este gé
nero de muerte , en estado de sentir y esperimentar casi
todo lo que antes formaba su dicha.
Si la vida animal viene pues á cesar por grados ; si
cada uno de los lazos que nos encadenan con el placer
de vivir se rompe poco a poco , este placer huirá de no
sotros sin percibirlo , y ya el hombre habrá olvidado su
valor cuando llegue la hora de su muerte.

( 1 ) Sin duda el animal no teme el momento en que vá a dejar


de existir porque este instante no le conoce , solo siente 10 presen
te. Si padece en la proximidad de su muerte , el dolor se manifies
>

ta por las señales acostumbradas; pero esperimenta únicamente


el dolor presente , sin conocer ni ocuparse nada mas allá de su fin
fisico. El niño está enteramente bajo este aspecto en el mismo ca
so que el animal. ( Magendie)
188
Esto es lo que observamos en el viejo que llega por
la pérdida sucesiva y parcial de sus funciones esteriores
á la total de su existencia. Su destruccion se semeja á la
del vegetal que por falta de relaciones , no conociendo
su vida no sabe lo que es la muerte.

S II.

La vida orgánica no termina en la muerte


natural como en la accidental.

La vida orgánica que queda al viejo despues de la


pérdida casi total de la vida animal termina en él de un
modo enteramente distinto del que nos presenta su fin
en las muertes violentas y repentinas. Estas tienen ver
daderamente dos periodos : el primero se distingue por
la cesacion repentina de la respiracion y de la circula
cion , funciones que concluyen casi siempre entonces al
mismo tiempo que la vida animal; el segundo, mas lento
en sus fenómenos, nos demuestra el fin de las demas fun
ciones orgánicas verificándose de un modo lento y gra
duado.
Los jugos digestivos disuelven aun en el estómago
los alimentos que se encuentran en él , y sobre los cua
les pueden tambien obrar sus paredes que conservan por
mucho tiempo su irritabilidad. Los esperimentos de los
médicos ingleses é italianos sobre la absorcion , todos los
cuales he repetido , prueban que esta funcion permanece
con frecuencia en actividad despues de la muerte gene ,
ral , sino tan largo tiempo como algunos aseguran , al
menos por un intervalo muy notable. ¿ Quién ignora que
las escreciones de la 'orina , de las inaterias fecales efecto
de la irritabilidad conservada en la vegiga y en el recto
189
se efectuan muchas horas despues de las muertes repeu
tinas ?
La nutricion es aun manifiesta en los cabellos y las
uñas ; lo seria sin duda en todas las deinas partes como
tainbien las secreciones si pudiésemos observar los mo
vimientos insensibles de que resultan estas dos funciones.
Arrancando el corazon á las ranas , se puede observar
aun la circulacion capilar por el solo influjo de las fuer
zas tónicas. El calor animal se conserva en la mayor
parte de las muertes repentinas, en las afixias particu
larmente mucho despues del término necesario á un cuer
po muerto para perder el que se ha desenvuelto en el
moinento en que cesa la vida general. ( 1 ) 6.64

( 1). Para conocer la causa de las diferencias en el enfriamiento


despues de los diferentes géneros de muerte , es necesario exami
nar que condiciones generales deben influir en el enfriamiento de
un cuerpo abandonado á si mismo. Se pueden distinguir tres prina
cipales.
Enmedio de unas mismas circunstancias esteriores , un cuerpo
se enfriará con tanta mas lentitud . 1.° Si su temperatura al priri
cipio del esperimento está mas elevada con relacion a la de los
cuerpos que le rodean. 2. Si su superficie es inenor con relacion á
su volumen. 3.0 Si sus partes esteriores ofrecen conductores menos
á propósito para la transmision del calor.
Para ver cómo la primera condicion se halla modificada en los
diferentes casos , es menester tener presente cuál es el origen del
calor animal. La sangre se calienta al pasar por los pulmones, efec
to, de los fenómenos químicos de la respiracion ; y como desde el
pulinon es repartida en todo el cuerpo , deja en los diferentes ór
ganos una porcion del calor que ha recibido. Se concibe segun esto
que la temperatura general del cuerpo será y tanto mas elevadar
cuanto mas lo esté la de la sangre, tanto mas cuanto este líquido
se renueve con mas frecuencia en los órganos, y que llegará alli
en cada pulsacion en mayor cantidad.
A Asi pues en las enfermedades crónicas el volumen de la sangre
se disininuye considerablemente , la actividad del corazon se debi
lita , y la respiracion no se ejecuta sino de un modo imperfecto.
Asi el cuerpo de un enfermo que sucumbe en estas circunstancias
tiene menos calor que perder que el de aquel que es muerto en el
190
Podria añadir á estas observaciones otros muchos he
chos que probarian igualmente que la vida orgánica con
cluye en las muertes repentinas de un modo lento y gra
duado ; que éstas destruyen desde luego la armonía de
las funciones internas ; que estingue tambien de repente
la circulacion general y la respiracion ; pero que no tie
nen sobre las demas sino un influjo sucesivo : en estos
géneros de muertes termina primeramente el conjunto y
despues las partes de la vida orgánica.
Por el contrario en la que acarrea la vejez el con
junto de funciones , no cesa sino porque cada una se ha
estinguido sucesivamente. Las fuerzas abandonan poco á
poco á cada órgano ; la digestion se debilita ; las secre

momento en que sus funciones se ejecutan con toda su integridad .


Pasemos sin embargo á la segunda condicion . El enfriamiento
hemos dicho se verifica con tanta mas prontitud , cuanto la super
ficie del cuerpo es mas estensa respecto á su volumen ; pero en la
emanacion que acompaña á casi todas las enfermedades que se pro
longan , el volumen disminuye con mucha mas rapidez que la su
perficie. Asi pues , aun cuando muy próximo á la muerte , la tem
peratura general del cuerpo estuviese tan elevada como en el estado
de salud , el enfriamiento deberia sin embargo verificarse con mu
cha prontitud..
No nos queda ahora sino examinar en qué circunstancias la ter
cera condicion se halla desempeñada del modo mas ventajoso . Cuan
do la muerte ataca á un sugeto sano , el tejido celular subcutaneo
está por lo regular cubierto de mas o menos grasa. Se sabe , pues,
que es uno de los caracteres de todos los cuerpos grasientos ser
muy malos conductores del calórico. He aqui una tercera razon
que debe hacer el enfriamento mas lento despues de las muertes
repentinas. Algunas veces despues de una enfermedad , esta ultima
condicion se desempeña de otro modo. En algunas alteraciones de
la circulacion el tegido celular está infartado de una serosidad
abundante , y como todos los líquidos acuosos son tambien malos
conductores del calórico , aunque la temperatura del cadaver no
esté muy elevada en el momento de la muerte , el calor se conser
va alli sin embargo aun por largo tiempo.
A las diferentes causas que acabamos de anunciar se une algu
nas veces otra que es particular á un género de muerte repentina.
191
ciones y la absorcion terminan ; la circulacion capilar se
entorpece, y privada de las fuerzas tónicas que habi
tualmente la dirigen , cèsa. Por último llega tambien la
muerte á suspender la circulacion general en los grandes
vasos. El corazon es el último que termina sus contrac
ciones ó el ultimum moriens , como se dice vulgarmente.
He aqui pues la grande diferencia que distingue la
muerte senil de la que es efecto de un golpe repentino.
Asi es que en là una principia á estinguirse la vida en
todas las partes , cesando luego en el corazon. Este gé
nero de muerte estiende su dominio desde la circunfe
rencia al centro. En la otra se estingue primero la vida
en el corazon, y despues en todas las partes. Los fenó
menos de este género de muerte continúan desde el centro
á la circunferencia,

Se ha observado que enmedio de las mismas circunstancias este


riores la sangre no se enfria siempre con igual prontitud , y que á
medida que tarda mas en cuajarse , eonserva por mas tiempo su ca
lor. Pero es un hecho conocido de todo el mundo que cuando la
muerte es el resultado de la asfixia se hallan los vasos llenos de
sangre líquida ; ésta es pues ademas una razon que contribuye
á esplicar la lentitud del enfriamiento. Es menester observar que
la asfixia es una de las causas de muerte mas frecuente entre las
muertes repentinas, accidentales 6 voluntarias. (Magendie)

FIN DEL TOMO PRIMERO.


INDICE

DE LO CONTENIDO

EN ESTE PRIMER TOMO.

Prólogo de los traductores.

Advertencia del Editor francés.

Noticia histórica sobre la vida y obras de

Francisco Xavier Bichat por Mr. Main

gault. • pág. 1.

PARTE PRIMERA.

ARTICULO I.
.63

Division general de la vida.. 13.

Definicion de la vida , ó modo general de

existir de los cuerpos vivos. . idem.

§ I. Division de la vida en animal y or


gánica.... • • 16.

§ II. Subdivision de cada una de las dos


193
vidas, animal.y.orgánica .en dos órdene's
de funciones. 21.
VICHA
ARTICULO II.
‫از‬. 2 ... ۲ : ‫ار‬
Diferencļas generales de lasdos vidas con
relacion a las formas esteriores de sus
órganos respectives. . 25

S I. Simetría de las formas esteriores en


la vida, animal... ... idem .
$ II. Irregularidad de las formas esteria- Ni ?
res en la vida ,argánica..! ....me : 27 .
S III. Consecuencias que resultan de las
diferencias de las formas esteriores en .
29
los órganos de las dos vidas..
car shulars
ARTICULO III. in sesius ."
:: ‫اهرم‬ ‫این‬ ‫و‬
Diferencia general de las dos vidas ,icon .
relacion al modo de accion de sus órga- ,
nos respectivos. ... nebo absorb docC . 332
S I. De la armonía de accion en la vida
animal... I COTSA
idem.
II. Discordancia de dcción en la vida
Tomo II. 25
194
orgánica. : .46 .

ARTICULO IV .
TOIVOTTA

Diferencias generales de las dos vidas con


respecto a la duracion de su accion.... 48 .
*

S I. Continuidad de acción en la vida or


ogánica ...-... - r idem .
ſ II. Intermitencia de accion en la vida
animal. 49 .
S III. -Aplicacion de la ley de intermiten
cia de accion a la teoría del sueño... 51.

Will ARTICULO V.
Coimisija 2.2.1
Diferencias generales de las dos vidas con
relacion al hábito. .1.1 . 54.
§ 1. Del hábito en la vida animal. ......idem ..
.

§ II. El hábitosembota el sentimiento..... 55.


III. --El hábito perfecciona el juicio. ... 60.
IV . Del hábito en.la vida.orgánica .... : 61.
9

‫دور از ژن‬ i ja
ARTICULO VI.

Diferencias generales de las dos vidas con


195
relacion á lo moral.. 63.

SL
. Todo lo que es relativo al entendimien

to pertenece á la vida animal..... idem.

§ II. Todo lo que es relativo á las pasiones pa

pertenece á la vida orgánica..... 66.9

SHI. Como las @ pasiones modifican los ac

tos de la vida animal , aunque tengan su

asiento en la vida orgánica.. 75.

§ IV. Del centro epigástrico : no existe en

el sentido que los autores han entendido. 80.

ARTICULO VII. 13

Diferencias generales de las dos vidas con

relacion á las fuerzas vitales..... 87.

SI. Diferencia de las fuerzas vitales con

las leyes físicas. 89.

§ II. Diferencias entre las propiedades

vitales y las del tegido. 92.

§ III. De las dos especies de sensibilidad

animal y orgánica . 93.

SIV. De la relacion • que existe entre la


sensibilidad de cada órgano , y los cuer- XT

pos que le son estraños. 99.


196
AV. De las dos especies de contractilidad
animal y orgánica. . 113.
VI. Subdivision de la contractilidad or
gánica en dos variedades. 116.
.

VII . Estensibilidad y contractilidad del


tegido. 133 ..
S VIII. Résüměni de las propiedades de los "
· cuerpos vivos. 27 142.

ARTÍCULO VIII.

Del origen y desarrollo de la vida animal. 146.


S I. El primer orden de funciones de la vi
da animal, es nulo en el feto...ecoce. 147.
S 11. La locomocion esiste en el feto , pero
pertenece en él a la vida orgánica..in , 153.
S III. Desarrollo de la vida animal, edu
cación de sus órganos. 6 . 157 .
IV . Influjode la sociedad en la educa
.

cion de los órganos de la vida'animal.. 161.


V. Leyes de la educacion de los órganos
de la vida animal. : .... 163.
VI. Duraciónde la educacion de los óra
ganos de la vida animal.. 170.
197
ARTICULO IX.

Del origen y desarrollo de la vida orgá

"
nica. 173.
§ I. Del' modo de la vida orgánica en el
feto. .idem .

§ II. Desarrollo de la vida orgánica des


pues del nacimiento, 177.
@i trener's
Tof
LIOTION IS TOPARTICULO X , ;
.
‫نهنه‬ ‫ نه‬..
Del fin natural de las dos vidas. . 181 .
I. La vida animal es la primera que ce
sa en la muerte natural.... ..idem ..
§ II. La vida orgánica no termina en la
muerte natural, como en la accidental. . 188.
CORRECCIONES DEL TOMO PRIMERO .

Página. Linea. Dice. Debe decir .


16 16 el al
24 11 si no sino
40 : . . 1 . sea . será
89 2 con de
100 16 con son

• 137 24. . sobrevienel a sobreviene la


143 32 movimientos conocimientos
162 33 cuale quiera cualesquiera
174 35 odsen el corazon en él, el corazon
190 5. que estingue que se estingue

is 。
1

ICACIONES
{
INVESTIGACIONES

Fisiológicas

SOBRE LA VIDA

Y LA MUERTE.
L TY VAEBLE
RODZE T / ADV
IMAERLIGVCKMER
INVESTIGACIONES

FISIOLÓGICAS

SOBRE

LA VIDA Y LA MUERTE.

POR

FRANCISCO XAVIER MARIA BICHAT,


2
Médico delhospitalgeneral de Paris, profesor de

Anatomia, de Fisiologia y de Medicina, y miem


bro de muchas sociedades sabias, &.

CUARTA EDICION AUMENTADA CON NOTAS


POR

F. Magendie.

Miembro del Instituto , y de la Academia Real


de Medicina.

Enriquecida con adicciones muy interesantes sacadas de las investigaciones


de Fisiologia y de Química Patológicas de P. H. Nysten , y de la segunda edi
cion de esta misma obra hecha por M. Maingault : traducidas del francés al
castellano por don Juan Manuel Gonzalez y don Agustin Recio , Profesores
de Medicina en esta Corte,

TOMO II.

CON LICENCIA.
MADRID : IMPRENTA QUE FUE DE GARCIA. 1827.
1

Esta obra es propiedad de los traductores , y los


egemplares que no tengan estas dos rúbricas , serán de
nunciados ante la ley.

i
n
>00€

PARTE SEGUNDA. >

ARTICULO PRIMERO.

Consideraciones generales sobre la

muerte (*)

He espuesto en la primera parte de esta obra las dos


grandes divisiones de la vida general ; las diferencias
notables que distinguen al animal que vive esteriormente
para aquello que le rodea , del animal que vive interior
mente por sí mismo ; los caractéres esclusivamente pro
pios á cada una de estas dos vidas secundarias animal yı
orgánica , y las leyes particulares segun las que las dos
principian , se desarrollan y se estinguen en el órden na
tural.
En esta segunda parte voy á examinar cómo con
cluyen accidentalmente , y cómo 霄 la muerte acorta su:

(*) Parece que en esta segunda parte de la obra debia colocarse


la definicion de la muerte , así como se hizo en la primera con la
de la vida ; mas Bichat la ha omitido , y despues de haber hablado
de la muerte senil , vá á tratar ahora de la que sobreviene, repen
tinamente , y la que producen las enfermedades de un modo lento
y graduado. Bajo este aspecto: la muerte nos parece que podria de
finirse , la cesacion absoluta de las funciones vitales , que si sobre
viene á la estincion gradual y lenta en los diversos órganos , y
como una consecuencia de la estructura orgánica se llama natural;
pero siendo un término de las enfermedades puede llamarse preter
natural. La cesacion completa y durable de la vida en los seres or
ganizados , es como la definen otros. La muerte puede ser general
ó parcial.
6
carrera antes del término que la naturaleza ha prescrip
to á su duracion .
Efectivamente , es tal el'influjo que la sociedad eger
ce sobre estas dos vidas , que rara vez llegamos á este
término : casi todos los animates to consiguen , inientras
que la cesacion de nuestra existencia que trae consigo la
vejez sola , ha llegado á ser una especie de fenómeno.
La muerte que sobreviene accidentalmente merece pues
fijar con particularidad nuestra atencion ; mas ella se ve
rifica de dos modos diferentes : unas veces es el resultado
repentino de un gran trastorno escitado en la economía,
y otras la producen las enfermedades de un modo lento
y graduado.
En general es bastante fácil averiguar bajo qué le
yes se terininan las funciones á consecuencia de un golpe
repentino y violento , como por egemplo , en la apoplegia,
las grandes hemorragias, la conmocion , la asfixia , &c.
porque estando todos los órganos entonces perfectamente
intactos, cesan de obrar por causas directamente opues
tas á aquellas que los mantienen ordinariamente en eger
cicio ; pero como estas están en parte descubiertas, su co
nocimiento conduce al de las demas de un modo casi
necesario : podemos por otra parte imitar en los animales
este género de muerte, y por consiguiente analizar en
nuestros esperimentos sus diversos fenómenos.
Al contrario , rara vez está en nuestra mano poder
producir artificialmente en las especies diferentes de la
nuestra, enfermedades semejantes á las que nos afligen ,
y aun cuando tuviesēmos esta facultad , poco ganaria en
ello la ciencia : las leyes vitales de tal suerte se modifi
can , cambian , y aun digamoslo asi , se desnaturalizan
por las afecciones morbificas , que ya no podemos en
>

tónces partir de los fenómenos conocidos del animal vi


vo , á investigar los que se presentan en el moribundo.
Seria necesario para esto saber cuál es el estado inter
medio que hay entre la salud y la muerte , en que to
7
das las funciones esperimentan un cambio tan notable ,
que variado al infinito produce los innumerables gé
neros de enfermedades. ¿ Qué Médico pues segun los
datos actuales de su arte ha podido rasgar el denso velo
que oculta en este caso, las operaciones de la naturaleza?
-¿qué espíritu juicioso se atrevera á traspasar en este pun
to los límites de la rigorosa observacion ? Tendrémos por
tanto mas cuidado en estas investigaciones en el primer
género de muerte que en el segundo , que nos ocupará
solo accesoriamente. Seria necesario por otra parte para
analizar bien sus causas una esperiencia médica impro
+

pia aun de mi edad , y que solo se adquiere con el há


bito de haber visto muchos enfermos.
La primera consideracion que hace nacer la observa
cion de las diversas especies de inuertes repentinas , es
que en todas puede la vida orgánica subsistir hasta cien
$

to punto , aunque se haya estinguido la animal ; y esta


por el contrario está en una dependencia tal de la otra ,
que no dura nunca despues que se ha interruinpido aque
7

Hla . El individuo acometido de una apoplegia , de una


.coninocion , & c. vive aun algunas veces,muchos dias in
teriormente , mientras que deja de existir de repente en
lo esterior. La muerte en este caso principia por la vida
animal. Si por el contrario dirigé su primer influjo sobre
algunas funciones orgánicas esenciales , como sobre la
circulacion en las heridas , ó sobre las roturas aneur+

rismáticas del corazon , sobre la respiracion en las as


fixias , &C..... entonces es verdad que estas funciones
terminan casi repentinamente, pero tambien la vida ani
mal se estingue de igual modo , y aun en este caso sub
siste una parte de la vida orgánica maso menos tiempo,
como lo hemos visto para no estinguirse sino gradual
mente .
No veremos jamas un animal de sangre roja y ca +
liente vivir todavía en lo esterior , cuando ha dejado de
existir interiormente ; de manera que la cesacion de los
8
fenóınenos orgánicos es siempre un seguro indicio de la
muerte general. Tampoco se puede decidir de la realidad
de ésta sino despues de este dato , pues la interrupcion de
los fenómenos esteriores es casi siempre una señal infiel.
¿ De dónde trae origen esta diferencia en el modo
con que se terminan accidentalmente las dos vidas ? de
pende del modo de influjo que egercen una sobre otra,
у de la especie de vínculo que las une; porque aunque
se distinguen por una inultitud de caractéres, sus funcio
nes principales se encadenan sin embargo de un modo
-recíproco.
Este modo de influjo , esta union de las dos vidas,
parece que existe especialmente entre el cerebro por una
parte para lo animal, y el pulmon ó el corazon por otra
para lo orgánico. La accion de uno de estos tres órga
nos es esencialmente necesaria á uno de los otros dos.
Cuando el uno cesa enteramente de obrar , los otros no
pueden continuar en accion , y como son ellos los tres
centros en donde vienen a terminar todos los fenómenos
secundarios de las dos vidas , estos fenómenos se inter
rumpen tambien inevitablemente , y sobreviune la muer
3
te general.
En todo tiempo han conocido los fisiólogos la impor
tancia de este triple foco ; casi todos llamán funciones
vitales á aquellas que tienen allí su asiento , porque la
vida les está inmediatamente unida , mientras que tiene
relaciones mucho mas distantes con aquellas que se lla
man funciones naturales y animales.
Creo que con arreglo aá lo que se ha dicho hasta aquí,
será preferible á esta la division que he adoptado; pero
no merece fijar menos nuestra atencion bajo el punto de
vista que nos ocupa. httie

Toda especie de muerte repentina empieza , en efec


to , por la interrupcion de la circulacion , de la respira
cion , o de la accion del cerebro.
Una de estas tres funciones. cesa primero , y des
.

pues sucesivamente todas las deinas; de modo que para


esponer con precision los fenómenos de estos géneros de
muertes , es necesario considerarlos bajo estas tres rela
ciones esenciales; y este es el misino órden que me pro
pongo seguir.
Voy a hablar primeramente de las muertes repenti
aas que tienen su principio en el corazon , y despues fic
jarémos nuestra atencion en las que principian por el
pulmon y . el cerebro. En cada una diré desde luego como
estando afectado uno de estos tres órganos mueren los
otros dos , y demostraré en seguida por qué mecanisino
la muerte de todas las partes se deriva de la del órgano
afectado. Finalmente , determinaré con arreglo á los prin
cipios espuestos la naturaleza de las diferentes especies
de enfermedades que atacan al corazon , al pulmon y al
cerebro .

ARTICULO II.

Del'influjo que la muerte del corazon


egerce sobre la del cerebro.
Si establezco cómo la accion del corazon mantiene la
del cerebro , habré fijado evidentemente cuál es este mo
do de influencia , porque aquí la causa de la muerte no
es mas que la falta de la de la vida ; pero estando co
nocida ésta , se conocerá la otra por la misma razon. No
puede el corazon obrar sobre el cerebro sino de dos mo
dos : á saber, por los nervios , ó por los vasos , que sir
ven para unirlos. Estos dos órganos no tienen en efecto
otros medios de comunicacion . 2

Es evidente que los nervios no son los agentes de la


relacion que nos ocupa , porque el cerebro obra por su
medio sobre las diversas partes , mientras que las diver
Tomo II. 2
10
sas partes no influyen jamas en el cerebro por su inter
x
medio , sino es en el caso de las simpatías. Líguese un
hacecillo nervioso que vaya á los músculos voluntarios,
yose verá como cesan las funciones de estos, sin que se
alteren en nada las de la masa cerebral ( 1 ).
-Me he asegurado por diversos esperimentos , que los
fenómenos galbánicos que se propagan tan enérgicamen
te desde el cerebro hacia los órganos en que se distribu
yen los nervios , descendiendo á lo largo de estos , si pue
do esplicarme así , no vuelven casi nunca á subir en di
reccion opuesta. Armese un nervio lumbar , y los mús
culos de los miembros superiores , pongánse en seguida
en comunicacion las dos armaduras , no resultarán con
tracciones , ó serán al menos muy poco sensibles , siendo
así que si la armadura del nervio permaneciendo la mis
ma se lleva la otra debajo de los músculos de los miem
bros inferiores , y se establece la comunicacion , se mani
fiestan al instante violentas convulsiones. He observado
tambien que colocando dos planchas metálicas la una de
bajo de los nervios lumbares , y la otra bajo los miem
bros superiores , la comunicacion de estas dos planchas,
por medio de un tercer metal , determina la A accion de
los miembros inferiores desprovistos entonces de armadu
ras , mientras que los superiores ó permanecen en in
naccion, ó se mueven muy debilmente (2).
#ci

0(1 ) No es cierto1 que la ligadura de un nervio produzca sus efec


tos mas que en la parte en que este nervio se distribuye ; el cere
bro está afectado tambien , porque sin esto ¿ cómo esplicar la per
cepcion del dolor , y la escitacion que es â veces bastante fuerte
para producir convulsiones , y en ocasiones tambien la muerte?
(Magendie).
(2 ) Los hechos que reflete aquí Bichat , no son conformes á los
que han observado los físicos y los fisiólogos , que se han ocupado
mas especialmente en este género de esperimentos. Por otra parte,
las consecuencias que saca de ellos no son exactas , y parece que
ignora el camino que ha seguido en este caso el fluido galbánico.
(Magendie). K
Estos esperimentos son principalmente aplicables al
corazon con respecto al cerebro , no solamente la sec
cion , la ligadura , y la compresion de los nervios car
diacos son nulas para las funciones del segundo , sino
que ni aun modifican mas que indirectamente los movi
mientos del primero como veremos.. . . ‫" ر‬ !!
Podemos pues establecer que los vasos son los agen
tes esclusivos de la influencia del corazon sobre la vida ‫ܐܶܢ‬

del cerebro ( * ).: 1


Los vasos, como es sabido , son de dos especies , arī
teriales oó venosos, de sangre roja , o de sangre negras
los primeros corresponden al lado izquierdo, y los se
gundos al derecho del corazon. Siendo tan diferentes sus
funciones, la accion de una de las porciones de este ór
gano sobre el cerebro , no puede ser la misma que la de
la otra porción ; vainos á investigar cómo obran las dos.
No me serviré al hablar de estas dos porciones de la
espresion de derecha y de izquierda para distinguirlas,
sino de la de corazon de sangre roja , y de corazon de
sangre negra. Efectivamente cada una forma un órgano
aislado, distinto de aquel á que está unido, pudiendo tam
.

bien no estarlo en el adulto. Hay verdaderamente dos


corazones, uno arterial y otro venoso . Sin embargo es
tos adgetivos son poco á propósito para designarlos,
( * ). Bichat ha creido que los vasos sanguineos eran los agentes
a
seguramente se ha engañado, pues se vén varios géneros de muer
tes en que no se nota lesion alguna en el sistema sanguineo ya
venoso, ya arterial. Una fuerte conmocion , v. g ., estingue la vida
al instante por la repentina cesacion del fuido neryioso ; no encon
trándose en este caso lesion ó destrozo perceptible en el interior del
craneo de los que han muertodeesta manera , estándo alo mas
unas veces el cerebro algo aplanado , y las mas en su estado natus
ral. Dan, tambien la muerte los tomores, huesosos desarrollados en
el interior del craneo , los fungos, de la dura madre , & c. Despues
de Bichat se conoce mucho mejor las relaciones íntimas que hay
entre el corazon y el cerebro por las investigaciones de Legallois,
de Broussais., y otros sabios.
porque los dos forman un solo sistema con las venas y
con las arterias ; el primero con las venas de todo el
cuerpo y con la arteria del pulmon , y el segundo con
las venas de este órgano y el gran tronco arterioso , cu
yos ramos se distribuyen por todas partes. Ademas, ni
uno ni otro están exactamente á derecha ni á izquierda,
anterior ó posteriormente. Por otra parte , esta denomi
nacion no es aplicable á los animales. La de sangre roja
y de sangre negra me parece mas preferible por estar to
mada de los dos sistemas de sangre , de que cada una es
el centro , y el agente de impulsion.

S I.
Determinar cómo la cesacion de las : funcio
nes del corazon de sangre roja interrumpe
las del cerebro.

El ventrículo y la aurícula de sangre roja influyen


manifiestamente sobre el cerebro por el fluido que con
ducen á él las carótidas y las vertebrales ; pero este flui
do llegando allí puede escitarle de dos modos : 1. ° , por
el movimiento que le agita : 2 ° , por la naturaleza de
los“ principios que le constituyen y le distinguen de la
sangre negra .
Es facil probar que el inovimiento de la sangre co
municándose al cerebro mantiene su accion y su vida.
Pongase este órgano descubierto en parte en un animal
de modo que se vean sus movimientos ; liguense en se
guida las carótidas, y se verá que algunas veces se de
bilita el movimiento cerebral, y entonces el animal que
da atolondrado , y otras continúa como en el estado na
tural , supliendo exactamente las vertebrales á las arte
13
rias ligadas, y entonces no hay ningun trastorno en las
principales funciones. Siempre hay una conexion entre la
energia vital , y la depresión y elevacion alternativas del
cerebro ( 1 ).
En general nunca es mortal repentinamente la obli
teracion de las carótidas , pues que los animales viven
sin ellas, al menos cierto tiempo , y en este estado he
conservado por muchos dias perros que me han servido
despues para otros esperimentos ; sin embargo dos de ese
tos solo pudieron sobrevivir seis horas. 6
Si continuando los ensayos de que acabo de hablar,
se levanta una porcion de craneo en otro animal, y se
intercepta el curso de la sangre en todos los vasos que
van á la cabeza , se vé cesar al instante el movimiento
encefálico , y estinguirse la vida. ).
El sacudimiento general nacido del aflujo de la san
gre al cerebro , es por consiguiente una condicion esen
cial para sus funciones. Pero, confirmemos está asercion
con nuevas pruebas. ": " Sphe : 6 se ni
1. Hay innumerables compresiones que no pueden
obrar evidentemente sino impidiendo al órgano que obes
dezca á éstos sacudimientos. Muchas veces se vé que una
coleccion purulenta ó sanguineay una esquirla huesosa , & c.
interrumpen todas las funciones relativas a la percepcion ,
á la imaginacion , á la memoria , y aun al movimiento
voluntario ; pero si se quitan estas diversas causas de
compresion , renacen al instante todas las sensaciones ;
luego es evidente que entonces el cerebro no estaba des
organizado , sino solo aplanado , y que se hallaba única

(1) Si hay siempre una relacion entre la energia vital del cere
br ) y sus movimiertos alternativos , es porque hay una conexion
constante entre estos movimientos y la llegada de la sangre al ór
gano. Así pues , en vez de considerar este sacudimiento como la
causa escitante del cerebro , i no es mas natural' no ver en el sino
un efecto puramente accidental de la llegada de la sangre arterial,
que todo muestra ser el escitante verdadero ? (Magendie).
14
mente fuera de la situacion ' proporcionada pará ser esci
tado por el corazon ( 1 ). i ‫ ܘ‬de mobili relique
Job No + cito observaciones sobre estas especies de casos,
porque todos los autores que han tratado de las heridas
de cabeza nos presentan una multitud de ellas. Me con
tento con advertir que se puede producir artificialmente
el mismo efecto en los esperimentos que se hacen con los
animales. Comprimido y libre alternativamente el cere
bro, está tambien alternativamente en estado de escita
cion ó aplanamiento, según que la sangre le eleva , y le
agita con mayor o menor facilidad o *.nos in
20 Hay diertas especies de reptiles en quienes el co
razon no determina ningun movimiento en la masa ce
rebral: He hecho muchas + veces esta observacion en la
rana; levantando la porcion superior del craneo , y des
cubriendo exactamente el cerebro, no he percibido la me
nor elevación. Se puede en dicha especie , así como en la
de las salamandras , privar ál este órganos enteramente
del aflujo de sangre , sin que por ello cesen en seguida
las funciones , como sucede en todas las especies de san
gre roja y caliente. *

az Los músculos voluntarios obran , los ojos tienen vi


da , el tacto subsiste algun tiempo despues de estraido el
corazon , ó que se han ligado los dos ramos que nacen
*
del gran vaso que forma el ventrículo único del corazon
de estos > animales (2). He repetido muchas veces estos
243.120 eni i 01 of.... 117 1
""
(1) Como ignoramos absolutamente el modo con que se produ
cen en el cerebro los fenómenos intelectuales , no podemos decir si
la compresion se opone á su desarrollo haciendo cesar los movi
mientos que agitan habitualmente al órgano , ó impidiendo el aflujo
de la sangre arterial , ó finalmente de otro modo que no sospecha
mos. (Magendie). 34A3
(2) Hay una diferencia muy notable en la organizacion de es
tos animales con la del hombre, para que se pueda concluir nada de
la una á la otra , principalmente en lo que pertenece a las funcio
nes del sistema nervioso. Se sabe por un esperimento de Mr. Du
meril , que una salamandra vivió mucho tiempo despues de haberla
1

15
dos medios de interrumpir la circulacion general, y ha
resultado siempre de ellos el mismo efecto con relacion
al cerebro . " . W moi ces 119 SIERON !
p . 30. Se observa en general,como lo ha advertido un
médico , que los animalesde cuello largo , en quienes és
tando por lo mismo el corazon mas distante del cerebro
y pudiendo agitar con menos fuerza á este órgano, ties
nen la inteligencia mas limitada , y por consiguiente las
funciones cerebrales mas reducidas; que por el contrario
los que le tienen mas corto , y que están mas inmediatos
el corazon y el cerebro tienen unaenergía mayor en est
te último. Presentan á veces el mismo fenómeno los hom.
bres cuya cabeza está muy distante de los hombros com
parados con los que la tienensmuy cerca de ellos .' ef's
Segun todos estos hechos se puede sin temor de errar
establecer la proposicion " siguiente: á saber , que uno de
los medios por los cuales el corazon de sangre roja man
tiene bajo su dependencia los fenómenos del cerebro,
consiste en el movimienro habituat que impitime á ešte
órgano. HOT ! Si soos ee .999
5 Este movimiento es esencialment diferente de aquel
que nace dela misma causa en las demas vísceras , como
el hígado , el bazo, &c. ;.estas le tienen poco manifiesto
en efecto, y poo et contrariol es muy perceptible en aquel.
Depende esto de que todos los grandes troncos arteriosos
situados en la base del cerebro , hallándose entre él y las
paredes huesosas del craneo , esperimentan enielomomen
to en que se ponen turgentes una resistencia que rechaza
todo el movimiento sobre la masa encefálica ;esta secelea
va por aquella turgencia , como sucede en las diversas es
pęcies de tumores,cuando pasa una arteria considerable
entre ellos, y un plano muy sólidos 24
.) para 12o ;

cortado la cabeza , por la formacion de una perfecta cicatriz en el


cuello , que debia: interceptar el paso del aire á los pulmones. (Mat
gendie). ‫در‬ .‫بود‬ c
16
Los tumores situados en elcuello sobre la carótida ein
el parage en que ésta se apoya en la columna vertebral,
y los que se forman en la ingle sobre la crural cuando
atraviesa el arco huesoso del mismo tronco , &c. & c.,
nos presentan con frecuencia egemplos de esta naturale
za , y por lo mismo nos dan motivos para examinar bien
si es un aneurisma. '
2 Los órganos , escepto el cerebro , no descansan por
su base sobre superficies resistentes semejantes a las que
presenta la parte inferior del craneo . Así el movimiento
de las arterias que van allí, perdiéndose en el tegido .ce
lular , y,en las partes blandas que le rodean , es casi nulo
para estos órganos , como se ve en el hígado , en el ri
ñon , & c., como se observa tambien en los tumores del
mesenterio , y en todos los que están situados sobre las
2

arterias que no tienen debajo de sí sino músculos ú ór


ganos de un tegido blando y esponjoso.
La integridad de las funciones del cerebro está to
solamente ligada al movimiento que le comunica la san
2

gre, sino tambien á la suma de este movimiento , que


debe estar siempre en un justo equilibrio ; es igualmente
nocivo si es muy débil ó muy impetuoso , como lo prue
ban los esperimentos siguientes.
1 Inyéetese agua en la carótida de un perro , el
contacto de este fuido no es funesto , y el animal vive
sin incomodidad cuando la inyeccion se hace con cuida
do ; pero si se arroja con impetu, se turba inmediatams
mente la accion del cerebro , y no se restablece á veces
sino con trabajo ( 1 ). Existe siempre una relacion entre
1 1. ) c !

(1) ' ¿ Por qué si se inyecta lentamente agua en la carótida , no


se turban las funciones del cerebro ? porque es tan pequeña la can
tidad de agua que se mezcla con la sangre de la arteria a la vez,
que la accion deeste líquido sobre el cerebro apenas es preceptible.
Pero si se continúa introduciendo agua en la masa de la sangre,
por mas precauciones que se tomen , sus efectos se manifiestan bien
pronto. Hemos introducido muchas veces , haciendo esperimentos,
17
la fuerza del impulso y el estado del cerebro; si solo se
aumenta un poco este impulso, se presenta una agitacion
repentina en todos los músculos de la cara , en los ojos , &c.
Si el impulso se entorpece, vuelve á tranquilizarse , 6ó so
breviene la muerte si llegaral mas alto grado. 1

2. Por otra parte , si se pone el cerebro descubierto


y se abre despues una arteria de modo que se produzca
una hemorragia , se védisminuirse el movimiento del ce
rebro á proporcion que la sangre llega á él con menos
fuerza por la pérdida que hay de ella , y , cesar al fin
->

cuando no hay suficiente cantidad de este fluido. Pero en


este caso la energía cerebral que se conoce por el estado
de los ojos , del tacto , y de los movimientos volunta
1
rios , & c. siempre se debilita -y vá cesando proporcio
nalmente ( 1 ) (*).
* Es fácil conocer, segun esto , por qué la disminucion
del movimiento encefálico acompaña siempre at estado
2

de postracion y de danguidez , & c. efecto constante de


las grandes evacuaciones sanguineas. Se comprenderá tam
bien , á mi parecer , muy fácilnente , por lo que se ha
dicho arriba , porque todo el sistema arterial del cerebro
5

está desde luego concentrado en isu base antes de distri


so 1311ab 10:50 L , 91. 9 i : 115
de agua en las venas de un animal, y aunque
una cantidad grande
ha salido mucha por la transpiracion pulmonal,។ la sangre arterial
se hizo bien pronto muy acuosa . Pero hemos observado siempre
que en este caso los animales eran acometidos de una especie de
entorpecimiento , que indicaba evidentemente, la falta de aceion
del cerebro. (Magendie).
( 1) No es raro ver enfermos que conservan perfectamente in
tactas sus facultades intelectuales, mientras los movimientos del
corazon son tan débiles, que no pueden ciertamente producir en la
masa del cerebro ningun sacudimiento sensible. (Magendie).
( * ) - Esta observacion de Magendie es 'may cierta , y todo prác
>

tico puede convencerse de esta verdad en los tísicos ,> y en todos


los que mueren en un estado de consuncion 6. marasmo , pues no
habiendo casi ya sangre que escite su çerebrò , conservan á pesar
de ésto en toda su integridad hasta los últimos momentos sus fun
ciones intelectuales..
Tomo II. 3
18
buirse entre sus lóbulos , mientras que en la convexidad
de su superficie es donde se observan casi esclusivamente
los grandes troncos venosos. Presentando este órgano en
su parte inferior menos superficie , es mas susceptible de
recibir el influjo del movimiento vascular , que no sobre
su convexidad , donde hallándose este movimiento muy
diseminado , no hubieras tenido en él sino un efecto poco
sensible ; ademas en la parte inferior es donde están las
partes esenciales del } cerebro. Sus lesiones son mortales,
y por consiguiente sus funciones deben ser muy impor¬
tantes en este sitio. Por el contrario en la parte superior
se altera por lo comun muy poco su accion , coctándole,
dilacerandole , &c. " como lo prueban los esperimentos
y la observacion continua de las heridas de cabeza.com
Esta es la razón por qué este órgano presenta por un
lado una cubierta casi impenetrable C a los agentes esterio
res , y por el $ otro la bóveda quello defiendes no oponé á
estos agentes un obstáculo tan sólido. Pero Iera indispen
sable que donde la vida es mas activa y mas necesaria
su energía , recibiese del corazon el primero y mas fuer
te sacudimiento. Tenemos , á mi parecer , derecho á de
ducir segun lo dicho en este párrafo, que la interrup→
cion de la accion del corazon de sangre roja hace cesar
la del cerebro
54 destruyendo su movimiento.
1 Este movimiento no es el único modo de influir del
primer órgano sobre el segundo ; porque si fuese así , se
podria agitar el órgano y reanimar sus funciones debili
tadas inyectando por las carótidas un fluido
12 acuoso por
medio de un tubo vifurcado , con una fuerza análoga á
la que es natural á la sangre. Impelidas con igual fuerza
la sangre negra y la roja no tendrian entonces sobre él
una accion distinta , lo que como veremos se J opone ma
nifiestamente á la esperiencia. $126 pi totavad: okay .
62
Et ventrículo y la aurícula de sangre roja obran por
consiguiente tambien sobre el cerebro por la naturaleza
del fluido que le envian ; pero como el pulmon es el foco
t * Cad.
19
donde se prepara la sangre que no hace mas que atrave
sar el corazon sin esperimentar en él alteraciones , deja
rémos el exámen de su influjo sobre el sistema cefálico
para el artículo en que tratermos de las relaciones de este
sistema con el pulmonal. 1

S II. ‫܂ ܝ ܀‬
Determinar cómo la cesacion de las fun--
ciones del corazon de sangre ' negra inter
rumpen las del cerebro.
bus

63. Es muy raro que la muerte general empiece por el


ventrículo y la aurícula de sangre negra ; pues por el
contrario son casi siempre los últimos que dejan de obrar.
Cuando cesan en sus funciones ya han interrumpido sus
fenómenos elrivind
cerebro , el corazón de sangre roja y cl
pulinon.
Sin embargo , una herida ó una rotura aneurisınáti
ca pueden de repente hacer cesar sus contracciones , ó á
lo menos hacerlas'inútiles para la circulacion , á causa
del derrainamiento de la sangre fuera de las vias de esta,
funcion .
Entonces el cerebro queda inactivo y muere del mis
mo modo que en el caso anterior; porque las cavidades
de sangre roja cesando de recibir esta sangre no pueden
enviarla á la cabeza ; cesa por consiguiente el movimien
to, y bien pronto tambien la vida en la masa encefáli
ca. Hay otro género de muerte del cerebro que depende
de que el ventrículo y la aurícula de sangrel negra 'no
pueden recibir este fluido; tal es el caso en que ligán
dose todas las yugulares, se estanca necesariamente , y
aun sube al sistema venoso cerebral; se infarta entonces
2
este sistema , el cerebro se obstruye y cesa de obrar
*
20
comprimido por la sangre negra que refluye , y por la
roja que afluye á su sustancia. Pero habiendo hecho mu
chos autores estos esperimentos , y presentado sus re
sultados es inútil detenerme mas en esto. #k I
Voy á examinar en este artículo un género de muer
te , cuyo principio colocan muchos en el corazon princi
palmente en el lado de sangre negra ; pero que en mi
concepto egerce su principal y único influjo sobre el ce
rebro , es decir , de la muerte producida por la inyeccion
de aire en las venas. : 3: Gificat
Se sabe hace mucho tiempo que apenas se introduce,
una cantidad cualquiera de este fluido en el sistema vas
cular se precipita el movimiento del corazon , el animal
se agita , dá un grito doloroso, es atacado de movimien
tos convulsivos , y cae privado de la vida animal ; pero
vive aun orgánicamente cierto tiempo , bien que deja
muy luego de existir enteramente. ( 1 ) (2) ¿ Pero que ór

(1) He inyectado muchas veces aire , pero en cantidad modera


da en el sistema venoso de los animales sin producir ningun sínto
ma peligroso , á pesar de la asercion de Bichat y de otros muchos
autores , de donde concluyo que sus esperimentos debian empe
zarse de nuevo ; y que con el fin de autorizarse para deducir con
clusiones rigorosas era necesario hacerlos con mucha precision, mul
tiplicándolos y modificándolos de diversos modos ; finalmente , que
era interesante no limitarse á sola la inyeccion del aire , sino exa
minar tambien comparativamente la accion de los otros gases sobre
la circulacion , cuando se ponen directamente en contacto con la
sangre de los animales vivos. Los resultados de estos esperimentos,
fijando la opinion de los médicos sobre los fenómenos que atribuyen
los autores á la presencia del aire en los vasos sanguineos , debian
ilustrarnos sobre los efectos de la respiracion de ciertos gases , del
modo la
sobre converdadera
que obran en la
causa de asfixia, los que no son respirables , y
C de las
tema sanguineo se encuentra un cuerpo gaseoso . He emprendido este
trabajo , y el cuidado con que lo egecuto me hace esperar que será
acogido de los fisiólogos . (Nysten, Recherches de Physiologie et de
Chimie pathologiques , pag. 11).
(2) Se puede sin causar la muerte de un animal introducir en
sus venas una cantidad de aire muy considerable , con tal que no
se la impela impetuosamente. Se concibe en todos casos que la can
21
gano es tan prontamente atacado por el contacto del
aire ? digo que es el cerebro y no el corazon ; y que la
circulacion no se interrumpe, sino porque la accion cere→
bral se destruye primero. ( 1 ) He aqui las pruebas de
esta asercion. # 199 23

tidad que se puede introducir de este modo es relativa á la mole


del animal. Tengo à la vista en este momento los pormenores de
un esperimento que he hecho en un caballo en Alfort con Mr. Du
pui , y en el que antes de perecer el animal pude en el espacio de
treinta y siete minutos inyectar con celeridad en sus venas cuaren
ta veces el aire contenido en nna geringa , cuya capacidad era de
diez y siete centílitros (*) , y en la arteria carótida tres veces. El
animal murió tres minutos despues de la última inyeccion. Cuando
se hizo la diseccion se encontró aire en la vena ázygos y en el ca
nal torácico , el que contenia mucha linfa , asi como los vasosenor
estaba lin
12
fáticos de la cara interna de los pulmones. El corazon
memente dilatado por aire mezclado con una pequeña cantidad de
sangre. Magendie). 1.2.1
(1 ) El origen de un error semejante, bien justificado por mis es
perimentos, me parece que existe en las observaciones de apoplécti
cos que cita Bichat, segun Morgagni , y cuyos vasos cerebrales con
tenian aire. Pero lo mas admirable aqui es que un autor tan reco
mendable no haya puesto duda alguna sobre la verdad de su propól
sicion , y que para probarla prepare hechos muy especiosos á pri
mera vista, pero faltos de exactitud. Bichat, dice por egemplo: 1.º
que en este género de muerte el animal cae privado de la vida ani
mal , y vive aun orgánicamente por un cierto tiempo : 2.º , que in
yectando aire en el cerebro por una de las carótidas ha producido
la muerte con fenómenos análogos. Como los fenómenos que préce
den á la muerte repentina , ocasionada por inyectar de una vez una
suficiente cantidad de aire en el sistema venoso de un animal , se
suceden muy rápidamente , se concibe que Bichat , adherido á là
opinion que habian producido en él los hechos referidos por Mor
gagni , se ha podido engañar en el órden que presentan entre sí es
tos fenómenos ; porque es bien cierto que si los hubiese examinado
con mas detencion hubiera visto que la muerte empieza constante
mente por la vida orgánica cuando se ha hecho la inyeccion en la
vena yugular ó en la crural, y que se diferencia totalmente de la
que se produce inyectando aire en la carótida , como lo veremos
bien pronto. (Nysten , Recherches de Phisiologie er de Chimie pa
thologiques, pág. 29). ;
1 ic I
(*) La centésima parte del litro , que equivale á 80 pulgadas.
cúbicas de Castilla.
22
! 1.8 Elocorazon pulsa todavía algun tiempo en este
género de muerte despues que la vida animal cesa de
obrar , y por consiguiente el cerebro , que es su cen
tro . (1) si ig Pineda 1.1
20 Inyectando aire en el cerebro por una de las ca
rótidas, he producido la muerte con fenómenos análogos
ésceptuando sin embargo la agitacion del corazon , pro
ducida por el contacto de un cuerpo estraño sobre las
paredes de este órgano , y que por lo mismo las escital
7
con fuerza. (2)
.. 3 Morgagni cita varias observaciones de muertes
repentinas , cuya causa pareció ser evidentemente la re
plecion de los vasos sanguineos del cerebro por el aire
desarrollado espontaneamente, y que habia, dice este ob
servador, comprimido por su rarefaccion el origen de los
nervios. No creo que esta compresion haya podido ser el
resultado de la corta cantidad de aire, que impelido por

(1) Este hecho es inexacto, y al contrario sobreviene la muerte


por la cesacion de los movimientos del corazon . El ventrículo de
recho se llena de aire , y dilatado éste por el calor le distiende de
tal modo que no puede rehacerse sobre sí mismo. (Magendie).
(2) Los desórdenes que se producen en este caso no se parecen
en nada á los que se siguen á la entrada del aire en las venas. Si
se arroja hacia el cerebro por la arteria carótida una cantidad de
aire algo considerable , se ven desarrollarse casi al momento las ser
ñales de una fuerte congestion cerebral , la rigidez espasmódica de
los músculos, la pérdida de la sensibilidad , de la accion de los sen
tidos , y todos los síntomas de una verdadera apoplegía. La respi
racion y la circulacion continúan algun tiempo sin alteracion bien
marcada; pero finalmente estas dos funciones se detienen por sí
mismas , y el animal perece. Todo conduce â creer que la altera
cion en la circulacion del cerebro depende aqui de la presencia del
aire enrarecido en las últimas ramificaciones arteriales. Cuando se
ha producido de este modo la apoplegía , es decir por la inyeccion
del aire, si continúa arrojándose con fuerza por la arteria, se abre este
fluido paso violentamente, desgarra los vasos pequeños y se reparte
en el parenquima del cerebro , que lo pone enfisematoso y que sue→
na al tacto. Vuelve en fin por las venas una porcion de este aire ,
que introduciéndose en las cavidades derechas del corazon contri
buye á parar la circulacion . (Magendie). 1{ ‫ܡ ܘ‬
23
la carótida basta para quitar la vida at animal ; por
tanto dudo que esta compresion haya sido efectiva en la
observacion que cita Morgagni ; pero no por esto estas
observaciones son menos importantes . De cualquier mo
do que el aire produzca la muerte , es mortal siempre
que llega al cerebro , y éste es el punto esencial. ¿ Qué
importa saber cóino la produce ? el hecho solo es el que
nos interesa. (1 ) (2)

(1 ) Este modo de ver de Bichat nace evidentemente de la opi


nion que tenia de que la presencia de una pequeña cantidad de aire
en el sistema sanguineo era mortal. Pero hemos demostrado sufi
cientemente que no produce ningun efecto cuando se inyecta un
poco de aire en la carótida , y que es necesario para producir la
apoplegía inyectar cantidad suficiente para comprimir el cerebro;
y en este caso la compresion es la causa única de la muerte , cuyo
hecho coincide con las observaciones de Morgagni. (Nysten, p.151).
(2) En las dos observaciones referidas por Morgagni, se ve que
despues de una muerte repentina se ha hallado en los vasos del ce
rebro un fluido aeriforme , â cuya presencia á falta de otra causa
material se ha atribuido la muerte del individuo ; pero nada prueba
que este fluido se haya desenvuelto alli despues de la muerte. Va
mos á referir una observacion mas completa de la muerte ocasiona¬
da por la presencia del aire en los vasos sanguineos ; pero no hay
aqui motivo de suscitar dudas, porque se conocen las circunstancias
de la introduccion. f el
"Un cerragero de edad de veinte y tres años tenia hacía cerca
de cinco un tumor voluminoso sobre el hombro y clavícula dere
chos. Los dolores vivos que sentia le obligaron á entrar en un hos
pital para que le hicieran la operacion . Se vieron obligados en ella
á cortar y estraer la parte media de la clavícula. Hasta entonces
habia correspondido perfectamente el suceso." habia corrido poca
sangre , el pulso era bueno y la respiracion facil , cuando de repen
te el enfermo empezó a gritar diciendo : ¡ mi sangre cae t en mi
cuerpo ! ¡ yo muero y en el mismo instante se puso rígido , perdió
el conocimiento , y se cubrió de un sudor frio. Se percibía un ruido
estraño y muy fuerte , que se sentia en lo interior del pecho.: El
cirujano creyó que había abierto la pleura al levantar la porcion de
la clavícula , y dado por esta causa entrada al aire y á la sangre en
la parte derecha del toraz.11Un ayudante aplicó inmediatamente
los dedos sobre el fondo de la herida con intencion de tapar la pre
tendida abertura hecha en la pleura , y el cirujano procuró in
troducir en el toraz la estremidad de una sonda de goma elástica,
24
40 Siempre que un animal muere por la insuflacion
del aire en una de sus venas , me he asegurado que todo
el lado del corazon está lleno de sangre roja , como el
()
Cuando creyó haber conseguido su intento aspiró con su boca el
aire que sospechaba estaba derramado en la pleura. Quiso en segui
da proceder á la curacion , y para esto sustituyó á los dedos del
discípulo que tapaban el fondo de la herida una esponja cubierta
de cerato ; pero en el momento de separar los dedos para colocar
la esponja , el mismo ruido que se habia percibido antes , y que
solo habia cesado por un momento , se renovó con mayor fnerza.
" Sin embargo continuaban el sincope y los sudores frios. El
agua que se echó en la cara del enfermo le hizo dar algunas señales
de vida ; pero murió un cuarto de hora despues que se presentaron
los accidentes que acabo de describir , y á los cuarenta y cinco
minutos de haber empezado la operacion.
"Se hizo la autopsia cadavérica al dia siguiente por la mañana.
Se aguardaba encontrar la pleura derecha abierta , y mucha sangre
y aire derramados en su cavidad , y el pulmon del mismo lado hun
dido y aplanado sobre sí mismo. Pero nada de esto se encontró. La
pleura estaba intacta , y no se observó en ella ningun derrame , el 1
pulmon se hallaba en su estado ordinario ; pero se encontró una
abertura de media pulgada de estension en la vena yugular esterna
en el sitio en que se abre en la subclavia. Las cavidades del cora
zon estaban dilatadas , pero no contenian sangre alguna. Se obser
varon burbujas de aire en los vasos del cerebro ; pero no se exa
minaron los demas vasos." 1. 3
Este hecho me fué comunicado el mismo dia por un discípu→
lo que estuvo presente. Me ha sido imposible el no atribuir la
muerte á otra cosa que á la entrada del aire en los vasos. La aber
tura de la vena " el ruido que se percibió , la celeridad de la muer
te , la falta de sangre en las cavidades del corazon , y la existen
cia del aire en los vasillos del cerebro , todo lo indicaba suficiente
mente. Sospeché que la entrada del aire habia sido favorecida
por el estado de tension de las paredes de la vena ó por su al
teracion patológica , que no la habia permitido apretarse bajo la
presion atmosférica. Discurro que se podría producir a nuestra
voluntad este fenómeno en los animales, colocándolos en las mis
mas circunstancias físicas. He introducido en la vena yugular de
un perro una sonda de goma elástica , y la he dirigido hacia el co
razon ; apenas la introduge cuando percibí entrar el aire en la
vena, y que el animal cayó con un síncope , acompañado de aquel
ruido particular que manifiesta la presencia del aire en el corazon.
Me apresuré á tapar la sonda para evitar la entrada de una nueva
porcion de aire , y el animal volvió poco a poco en sí , porque la
25
de sangre negra de una sangre espumosa mezclada de
burbúgitas de aire: que las carotidas y vasos del cerebro
lo contienen tambien , y que por consiguiente este aire
#bar 20

cantidad de aire introducido no era bastante considerable para ha


cerle morir. Cesé de tapar la sonda , é inmediatamente el aire se
precipitó de nuevo hacia el corazon , siguiéndose â su entrada los
mismos accidentes ; pero fuese que no tapé la sonda con tanta
prontitud , ó ya que hubiese aspirado mayor cantidad de aire , el
animal murió esta vez inopinadamente. Abriéndole encontré todas
las señales de la muerte , producida por la entrada repentina del
aire , y el ventrículo derecho estaba dilatado por el que se había
mezclado con un poco de sangre.
** Algunas veces sin que sufra ninguna alteracion el tegido de la
vena , no se aplastan sus paredes por la presion atmosférlca ; bas+
ța entonces una simple picadura como la de una sangría para que
pueda entrar el aire en los vasos . Lieutaud refiere dos casos en los
que parece que sucedió ésto , y muchos veterinarios me han ase
gurado haber percibido despues de una sangría en la yugular , el
ruido que hace la entrada del aire . Ordinariamente la cantidad in- ·
troducida es muy poco considerable para que de ella resulten efec
tos bien demarcados. Sin embargo se me ha comunicado una ob
servacion recogida por el jóven Mr. Bouley , veterinario en París,
y en la que á la entrada del aire se siguieron accidentes semejan
tes á los que acabamos de referir.
Antiguamente había ya observado Mery que abriendo el vientre
de un perro, y picando la vena cava por encima del nacimiento
de las emulgentes , á proporcion que esta vena se vaciaba de
sangre , se llenaba de aire el que iba á depositarse al ventrí
culo derecho . Haller ha observado tambien que entraba el aire en
las venas de las ranas, y de otros animales de sangre fria de resul
tas de la herida de algun vaso grueso ; y ha hecho ver que dima
naba de esto el que Redi , Caldesi y Morgagni han visto circular
en los vasos de estos animales , pues no se observa nada cuando se
han tomado las precauciones necesarias para oponerse á sú intro
duccion . Nysten ha hecho un gran número de esperimentos sobre la
inyeccion de los fluidos elásticos en las venas , y los resultados que
ha obtenido convienen perfectamente con los que nosotros hemos
observado. No se ha contentado con inyectar aire atmosférico , sino
que ha introducido por el mismo conducto un gran número de otros
gases. Ha observado que entre los gases no deletereos podia intro
ducir sin causar la muerte una cantidad tanto mayor , cuanto que
éstos se disolvian mas facilmente en la sangre.
No podemos seguirle en el pormenor de estos esperimentos;
pero presentaremos solamente un resultado relativo á la coloracion
Tomo II.
26
ha debido obrar sobre este órgano, del mismo modo que
en las dos especies de apoplegías artificial y espontanea
que acabamos de referir (1 ).
50 Si se inyecta aire en una de las divisiones de la
vena porta del lado del higado , no puede pasar sino
dificilmente por el sistema capilar de este órgano ; oscila
en los grandes troncos , no llega sino muy tarde al co
razon , y he observado que el animal no padece enton
ces sino al cabo de bastante tiempo los accidentes que
sobrevienen repentinamente cuando se hace que penetre
este fluido en una de las venas del gran sistema , porque
entonces el corazon la envia inmediatamente al cere
bro (2).
6. Esta rapidez con que en ciertos esperimentos se

de la sangre en el pulmon. Ha observado que inyectando aire en


la vena con lentitud para no producir la muerte del animal , se
hace imperfecta la coloracion de la sangre arterial. Se ha asegurado,
dice , que esto no depende de que haya estorbo en el pulmon. La
inyeccion del óxigenò no altera esta coloracion ; la del gas azoe la
impide completamente , y la del óxido de carbono no produce nin
gun cambio. Doy estos resultados segun su obra , pues no he teni
do ocasion de comprobarlos por mí mismo. (Magendie).
(1) Si el autor no hubiera hallado en el esperimento arriba cita
do aire sino en el ventrículo aórtico " diría que había picado,
como me ha sucedido algunas veces abriendo este ventrículo , el
tabique membranoso que le separa del ventrículo pulmonal ; pero
como Bichat añade que las carótidas y los vasos del cerebro con
tienen tambien aire , presumo necesariamente que el autor se ha
referido à algun otro que á él mismo para este esperimento ; porque
todas las veces que se limitan las inyecciones al sistema venoso, no
pasa jamás una burbuja de aire, á lo menos en estando libre al siste
ma arterial. Estoy autorizado á afirmar esto por el gran número de
esperimentos que he hecho , y la exactitud que he guardado. (Nys
zen, Recherches de Physiologie et de Chimie , &c , pág. 30).
(2) Cuando se introduce aire en la vena porta , no solo no se
observan accidentes en el instante de la inyeccion , sino que ordi
nariamente no resulta de ello al animal ningun efecto aparente. No
sucede lo mismo cuando se inyecta aire en las venas del sistema
general , y que se arroja con bastante precaucion para no producir
la muerte al instante por la dilatacion del corazon. Los efectos no
se manifiestan entonces sino mucho tiempo despues de la inyec
27
sigue el aniquilamiento de la accion cerebral á la insu
flacion del aire en las venas, podria hacernos creer con
otros muchos autores que este fenómeno sucede del mis
mo modo que se inanifiesta en una herida del corazon ,
en el síncope, &c.; es decir porque la accion de este ór
gano suspendida de repente por la presencia del aire que
dilata sus paredes , no puede ya comunicar movimien
to al cerebro ; pero primero , la mas simple inspeccion
basta para distinguir la permanencia del movimiento del
corazon : segundo , como sus moviinientos se aceleran
prodigiosamente por el contacto del fluido estraño , ar
rojanal través del pulmon y del sistema arterial la san
gre espumosa con suina prontitud , y por esto se obser
va esta rapidez en las lesiones del cerebro.
70 Si el cerebro cesára de obrar por la falta de los
moviinientos del corazon sobrevendría la muerte como
en el síncope , en las hemorrágias grandes de la aorta,
de los ventrículos , &c. es decir , sin inovimientos con
vulsivos bien demarcados. Por el contrario en este caso los
movimientos son por lo comun muy violentos un instan
te despues de la inyeccion , y anuncian por lo mismo la

cion ; pero son enteramente distintos los accidentes primitivos


que hemos descrito.
Estos síntomas consecutivos á la entrada del aire en las venas
son , como lo ha observado Nysten , el resultado del infarto de los
pulmones producido por la acumulacion del aire en las últimas ra
mificaciones de la arteria pulmonal. El estorbo de la respiracion se
manifiesta muchas veces al cabo de medio dia, se hace cada vez
mas considerable , los bronquios se llenan de un líquido viscoso , y

el animal muere comunmente al tercero o cuarto dia. Al abrirle no


se encuentra ya aire ni en el corazon ni en los vasos ; pero los
pulmones en vez de estar rosados son grises , salpicados de un
color moreno , y llenos de mucha sangre y de mucosidades es
pumosas .
Boerhaave creía que la muerte que causa la inyeccion del aire
en las venas se debia siempre . como sucede en este caso , á la pre
>

sencia del aire que opone en los vasos pequeños un obsáculo me


cánico al tránsito de la sangre venosa. (Mugendie ).
28
presencia de un irritante sobre el cerebro ; pero este ir
ritante es el aire que llega alli ( 1 ) (2).
201

(1) A pesar de estas pruebas, que segun Bichat parecen irrevo


" cables , tengo algunas razones para creer que esta}teoría exige nue
Ivos esperimentos. (Maingault). 775
(2) Para rebatir esta objecion basta señalar las diferencias que
existen entre los fenómenos de la dilatacion del corazon , de los de
una hemorragia arterial considerable, y los del síncope. En el mo
mento que se dilata el corazon por el aire , todos los órganos se
ponen en egercicio. Esta dilatacion produce dolores muy agudos ,
que son la causa verdadera de las convulsiones que se observan ; la
prueba de esto es , que cuando la distension no es bastante fuerte
para producir la muerte , y que se repiten las inyecciones con una
cantidad moderada de aire hasta que el animal muera , la muerte
viene á veces sin convulsiones , porque entonces la fuerza contrac-`
til del corazon se ha debilitadò progresivamente , y su dilatacion
finaliza sin producir dolores muy vivos.
En una hemorragia considerable la muerte sobreviene por la
pérdida sucesiva de las fuerzas; todos los órganos y por consiguien
te el cerebro, participan al mismo tiempo del abatimiento que pro
duce la evacuacion del principio vivicante ; no hay , para esplicar
me asi , dolores , ni por consiguiente reaccion cerebral que pueda
dar lugar á los movimientos convulsivos.
En cuanto al sincope , cuyo aasiento coloca constantemente
Bichat en el corazon , advertiré que existen dos especies bien dis
tintas de él ; la una que Bichat parece haber especialmente obser
vado empieza por el corazon ; proviene generalmente de una debi
lidad considerable , producida ya por una fatiga escésiva , ya por
una hemorragia ó por otra evacuacion cualquiera. El enfermo en
esta especie de sincope siente debilitarse considerablemente. El
pulso se hace insensible , el rostro se pone pálido , los labios des
coloridos , los movimientos de la respiración tan lentos y débiles,
que parece se van á suspender del todo ; pero la accion del cere
bro no se afecta al principio , y sí solo cuando el síncope dura al
gun tiempo . La otra especie que he observado con atencion mu
chas veces empieza por el cerebro , es producida por alguna afec
cion viva del alma , el enfermo cae de repente sin conocimiento,
y pierde por consiguiente el sentido y movimiento. La accion del
corazon y la de los pulmones no participan de ningun modo de
esta lesion del cerebro , &c. &c. Esta distincion establecida entré
el síncope que tiene su asiento en el corazon , y el que ocupa el
cerebro , nos hace observar que esta última puede estar acompa
ñada de movimientos convulsivos , y que en la otra especie no
existe para producirlos nada que se parezca al estiramiento que
29
i Deduzcamos de todo lo dicho que en la mezcla ac
cidental del aire con la sangre del sisteina venoso , el
cerebro es el primero que muere , y que la muerte del
corazon es el resultado , el efecto y no el principio de la
suya . Por lo demas esplicaré en otra parte como cesando
de obrar el primero de estos órganos , el segundo in
terrumpe su accion.se

ARTICULO : III.
I
Del influjo quela muerte delcorazon egerce
sobre la delpulmon.
1

{ ‫)هزار و‬
El pulsion es. el:asiento de dos especies muy diferentes
de fenómenos. Los primeros enteramente mecánicos son
relativos á los , inovimientos de elevacion y de depresion
*

de las costillas y del diafragma, á la dilatacion ó á la


contraccion de las vesículas aereas', ó á la entrada y
salida del aire efecto de estos movimientos. Los se
gundos puramente químicos se refieren á las alteracio
nés diversas que esperimenta el caire , y'rá los cambios
de composicion en la sangre , &c. caires
Estas dos especies de fenómenos están en una depen
dencia inutua. En el instante en que los unos se inter
rumpen , cesan de desarrollarse los otros. Sin los mecá
nicos no pueden egercerse los químicos por falta de ma
19 12 2 !! VI.19126 Altro ..
ocasiona en las fibras del corazon sa dilatacion por un cuerpo ga
11
seoso . Asi pues se patentiza que en las muertes repentinas produ
cidas por esta dilatacion , los fenómenos de la vida orgánica cesan .
antes que los de la animal. ( Nysten , Ouvrage cité, pág: 31).
30
teriales (*) , y faltando estos últimos la sangre dejando
de ser como veremos un escitante para el cerebro , no
podría este egercer su influjo sobre los músculos inter
cortales y el diafragma; estos quedarian inactivos , y
por la misma razon destruidos los fenómenos mecánicos.
La muerte del corazon no termina del mismo modo
estas dos especies de fenómenos; segun se origina de una
lesion del lado de sangre negra , ó de los gruesos troncos
venosos , de una afeccion del lado de sangre roja ó de
las grandes arterias, pues ataca diferentemente el pulmon.

SI.
Determinar como cesando de obrar el co
razon de sangre negra se interrumpe la
accion del pulmon .
El corazon de sangre negra no tiene visiblemente
ningun influjo sobre los fenómenos mecánicos del pul
mon ; pero contribuye esencialmente á producir los qui
micos,' enviando á este órgano el fuido que ha de reci
bir del aire nuevos principios, y comunicarle los que tie .
ne sobrantes.

(*) Es una equivocacion de mucha consecuencia la que se no


ta en la edicion original del Bichat que tenemos a la vista , y en la
traduccion hecha por el señor García Suelto , y que debe ser sin
duda un yerró de imprenta , pues parece imposible haya caido
el autor en un error tan craso , cuando dice que sin los fenóme
nos químicos no pueden egercerse los mecánicos por falta de mate
riales. Siendo todo al contrario , pues sin los mecánicos no pue
den egercerse los químicos por falta de materiales, segun dice Ma
gendie en su edicion ; la razon de esto es muy obvia, pues sin el
mecanismo de la respiracion no entraria aire en el pulmon, y no
habría lugar para la descomposicion de él , &c. que es uno de los
fenómenos químicos , luego los mecánicos son los que suministran
• materiales para los fenómenos químicos , y no vice - versa.
31
Asi cuando el ventrículo y la aurícula del sistema de
sangre negra , ó algunos de los grandes vasos venosos que
concurren á formar este sistema , interrumpen sus funcio
nes , como sucede por una herida , por una ligadura he
cha en los esperimentos , &c. , entonces los fenómenos
químicos cesan repentinamente ; pero el aire entra aún
en el pulmon por la dilatacion y contraccion del pecho.
Entre tanto nada sucede en el ventrículo de sangre
roja ; si penetra en él un poco de sangre por algunos
instantes es negra , por no haber sufrido alteracion al
guna ( 1 ). Su cantidad no es bastante para producir el
movimiento cerebral que cesa entonces por falta de agen
te que le impulse. Las funciones del cerebro se suspen
den por lo mismo , segun lo que se ha dicho antes , por
consiguiente cesa su accion sobre los intercostales y so
bre el diafragma que permanecen en reposo , y dejan sin
egercicio los fenómenos mecánicos.
He aqui como sucede la muerte del pulmon cuando
el corazon de sangre negra muere , lo que se verifica de
un modo inverso al que se observa en la muerte del co
razon de sangre roja.

( 1 ) Despues de la obliteracion del canal arterial , el ventrículo


izquierdo no recibe mas sangre que la que le llega del pulmon ;
.

pero si los movimientos del toraz continúan es del de sangre ro


ja, á lo menos mientras que la entrada del aire es libre en los caa
nales bronquiales , y que la composicion de este fluido no está
alterada por la mezcla de gases estraños. (Magendie ).
32

S II.

Determinar como cesando de obrar el co

razon de sangre roja se interrumpe la ac

f cion del pulmon .


hosey ! 12.07 11
100X4
Cuando una herida interesa al ventrículo ó á la au
rícula de sangre roja , á la aorta ó á sus grandes divi
siones, cuando se hace una ligadura artificial en éstas, ó
cuando se rompe un aneurisma existente en ellas , &c.
el pulmon cesa en sus funciones segun el órden siguiente.
10 Falta el impulso que recibe del cerebro : 29 cesa
el movimiento de este órgano (1 ) : 39 no egerce su ac
cion sobre los músculos : 4 no se contraen los intercos
tales ni el diafragma : 59 no hay fenómenos mecánicos,
y sin éstos los químicos no pueden verificarse , se inter
rumpen en el caso precedente por falta de sangre , y la
falta del aire es quien los detiene en este caso , porque
estas dos cosas les son igualmente necesarias , la una es
inútil para ellos sin la otra.
Es pues tal la diferencia de la muerte del pulmon
de resultas de las lesiones del corazon , que si el lado de
sangre negra es el acometido cesan primero los fenóme
nos químicos , y luego los mecánicos ; y al contrario si
existe la afeccion en el lado de sangre roja los primeros
terminan la muerte , y los últimos la comienzan. Como
la circulacion es muy rápida hay un intervalo muy cor
to en la interrupcion de unos y otros.

(1) Estas dos modificaciones deben , segun lo que acabamos


de decir, reducirse á una sola, á saber , falta de escitacion del ce
rebro por la sangre arterial. ( Magendie ).
33
ARTICULO IV.

Del influjo que la muerte del corazon egerce


it . sobre la de todos los órganos.
'.

Divividiré
idiré este artículo como los precedentes en dossec
ciones, en una examinaré cómo cesando de obrar el cos
razon de sangre roja interrumpen su accion todos los
órganos ; en la otra investigaré cómo influye la muerte
del corazon de sangre negra en la de todas las partes.
? .LT ‫ ܬ‬، ، ‫; ' ܐ ' ܐ‬: f ini
cicio
SI.
Determinar como la cesacion de las fun
ciones del corazon de sangre roja interrum
pe la de todos los órganos.
‫رو را‬ le

Todas las funciones pertenecen ó á la vida animal , ó


á la orgánica. De aquí nacen dos clases muy distintas
entre sí. ¿ Cómo se interrumpe la primera clase en la le
sion de la aurícula , ó del ventrículo de sangre roja ? de
dos modos , primerainente porque quedando inmóvil el.
cerebro se vuelverinerte , y no puede ni recibir las sensa
ciones , ni egercer su influjo sobre los órganos locomoto
res y vocales.
Todo este órden de funciones se detiene entonces, co
mo cuando la masa encefálica ha esperimentado una vio
lenta conmocion , que ha destruido repentinamente su
1

accion . He aquí como una herida del corazon , ó la rotu


ra de un áneurisma &c. destruyen de repente nuestras
relaciones con los objetos esteriores.
9 No se observa esta union entre el movimiento del con
Tomo II. 5
34
razon , y las funciones de la vida animal en los anima
les en quienes el cerebro no necesita para obrar recibir
de la sangre un sacudimiento habitual. Arranquesę á un
3

reptil el corazon , liguerisé sus grandes vasos, vivirá to


davia mucho tiempo para5 los objeros que le rodean ; la
locomocion , las sensaciones &c. no se estinguirán al mo
mento , como en las especies de sangre roja y caliente .
6. Por lo demas suponiendo que el cerebro no interrum
piese 'su" accion en las lesiones del corazon de sangre roa
ja , es cierto que la vida animal concluiria igualmente en
una época mucho 'inds distànte , pero no por esto dejaria
de suceder , porque la escitacion de sus órganos por la
sangre que llega á ellos está unida al egercicio de las
funciones de esta vida coino causa necesaria; pero es
ta escitacion depende en este caso como en-- otros de
de dos causas 1. del moviiniento . 2 de lanaturaleza de
la sangre. No examinaré aquí sino primer
influjo , el segunda pertenece al pulmon . 09 ! '
No solamente en la vida animal , sino tambien en
la orgánica tienen pecesidad las partes para Abrar de un
movimiento habitual que mantenga su accion , y esta es
7
una condicion esencial a las funciones de los músculos,
de las glándulas, de los vasos , de las membranas , & c.
Pero este moviiniento nacido en parte del corazon , se
diferencia esenciahnente del quelasangreicomunica nala
derebro. i ohnisbsp ogSungai Pobon 205
*** Este último órgano obedece de un modo muy sensi - 5
ble ,, y fácil de percibir al impulso de totalidad que eleva
su mnasa pulposa , permitiendola deprimirse durante su
intermitencia Por el contracío elmóviiniento interior que
agita aisladamente icadas una de sus partes es muy poco !
marcado, lo que depende de que sus vasos divididos ali
infinito, primero en sus anfractuosidades , y despues (sous
bre la pia mater , no penetra su substancia sino por ras"
mificaciones casi capilares. 1.1.6 mping indi
- El movimiento producido en los demassórganos por
i on
35
la llegada de la sangre presenta un fenómeno exactamen ,
te inverso, no se vé en ellos ni depresion , ni elevacion,
ni se agitan por un sacudimiento general , porque como
he dicho , el impulso de las arterias se pierde en las par
tes blandas que las cercan , mientras que en el cerebro
las partes duras circunvecinas lé rechazan contra esta
víscera ; por el contrario introduciéndose los vasos por
troncos considerables en casi todos los órganos , y no dia
vidiéndose sino poco antes de llegar á ellos , su pulsacion
ocasiona en estos una agitacion interior , oscilaciones par .
ciales , y sacudimientos propios á cada uno de los lóbulos,
hojas , ó fibras de que estan compuestos.
Comparemos el modo con que por una parte el cere
bro, y por otra el hígado, el bazo, los riñones, los mús
culos , la piel, &c. reciben la sangre roja que los nutre,
y se comprenderá facilmente esta diferencia.
Era necesario que el cerebro se distinguiese de los
demas órganos por el movimiento de totalidad que le co
munica la llegada de la sangre, porque encerrado en una
caja huesosa , no está espuesto como ellos á otras mil
causas de agitacion general.
Observese en efecto que todos los órganos tienen al
rededor de sí una multitud de agentes destinados á suplir
el impulso que les falta por parte del corazon . En el pe-,
cho , la elevacion y depresion alternativas de los inter
costales , y del diafragma, y la dilatacion y contraccion
4

sucesivas cuyo asiento es el corazon y los pulmones ; en


el abdomen la agitacion no interrumpida producida so
bre las paredes abdominales por la respiracion , el estado
sieinpre variable del estómago , de los intestinos :y de la
vegiga que se dilatan ,> ó concentran sobre sí misinos al
ternativainente ; la mudanza de sitio de las vísceras que
estan sueltas , que a cada momento se efectua por las di
versas posturas que tomamos ; en los miembros su flexion
*

y estension , abduccion , adduccion y elevación y depresion


que á cada instante se verifica ya en su totalidad , ya
*
36
en sus diversas partes, &c. &c. He aquí las causas per
inanentes del movimiento , que equivalen bien para sos
tener la vida de los demas órganos que no son el cere
bro , á las que resultan del aflujo de la sangre á esta
víscera.
Sin embargo no pretendo escluir de un todo esta úl
tima causa de la escitacion necesaria á la vida de los
órganos, pues se une verosimilmente á la que acabo de
esponer; y he aquí sin duda por qué la mayor parte de
las vísceras reciben , así coino el cerebro , la sangre roja
por su superficie cóncava , como se observa en los riño
nes , hígado, bazo, é intestinos, &c. Por esta disposicion
se siente mas facilmente el impulso del corazon , cuanto
está menos diseminado ; pero esto no es sino una condi
cion accesoria para la conservacion de las funciones ( 1).
Segun todo lo que acabamos de decir, podremos aña.
dir una razon á la que arriba se ha espuesto , para esta
blecer como cesando de obrar el corazon de sangre roja,
se interruinpen todas las funciones de la vida animal.
Tambien podemos empezar a esplicar el mismo fenóme
no en la orgánica , la razon es efectivamente comun á
las dos , pero he aquí cuál es esta.
1. El movimiento interior que nace , en cada uno
de los órganos de las dos vidas , del modo con que se distri
buyen las arterias, estando entonces enteramente suspenso ,
falta la escitacion en estos órganos , y bien pronto por la
misma razon se estingue la vida. 2. No existen al rede
1 ,

( 1) No debe perderse de vista , que toda esta discusion versa


sobre la aplicacion de un principio , que de ninguna manera está
probado , à saber , que los diversos órganos para egercer sus funcio
Des necesitan ser agitados por un movimiento general o parcial . Hea
mos ya hecho ver que con respecto al cerebro , este sacudimiento
de toda su masa , al que Bichat dá tanta importancia, parece ser
una circunstancia puramente accidental dependiente del aflujo de la
sangre arterial. Se podria decir otro tanto del movimiento oscilato
rio producido en los demas órganos, por la pulsacion de las últimas
ramificaciones arteriales. ( Magendie ).
37
dor de ellos causas de la agitacion general, porque casi
todas ellas dependen de los inovimientos a que preside el
cerebro ; tales son los de la respiracion , de la locomocion
de los miembros , de los ojos , de los inúsculos sub - cute
neos, de los del bajo vientre, &c. Pero como el cerebro
está en un estado de colapso luego que no recibe sangre
del corazon , todos sus 'movimientos tambien son manis
fiestamente nulos, y por la misina razon se estingue la
escitacion que resultaba de ellos para los órganos vecinos.
De aquí se sigue que el corazon egerce sobre los dio .
versos órganos dos especies de influjo, el uno directo y
sin intermedio , y el otro indirecto y por el intermedio
del cerebro, de modo que la muerte de estos órganos com
mo consecuencia de las lesiones del primero, sucede me
diata é inmediatamente.
( Teneinos algunas veces egemplos de muertes parciales
análogasi á esta muerte general; y así es que cuando la
circulación está de tal modo impedida en un miembro
que la sangre roja no se distribuye ya en las partes que
le componen , estas son atacadas inmediatamente de in
sensibilidad y de paralisis, àá lo que bien pronto sigue la
gangrena. La operacion del aneurisma' nos suministra in
finitos egemplos de este fenómeno , que se produce igual
mente en los esperimentos que se hacen con animales
.vivos. 1. )
Sin duda algunao que en este caso influye especial
mente la falta de accion nacida ordinariamente de los
altade
elementos que componen la sangre roja , y , la distinguen
2

de la negra; pero no es menos efectiva la que proviene


de la falta de movimiento intestino, que esta sangre co
munica a las partes.
En cuanto a la interrupcion de la nutricion no pue
de admitirse como causa de los sintomas que suceden á
la obliteracion de una grande arteria : el modo lento,
graduado , é insensible con que se egecuta esta funcion,
.no se acomoda visiblemente bien con su invasion repen
38
tina é instantánea, sobre todo con relacion á las funció
nes de la vida animal , que se destruyen en el miembro
en el mismo instante en que la sangre, no circula ya
en el , sucediendo lo mismo que cuando por la seccion de
los nervios se halla privado del influjo de ellos (1) . 2
Ademas de las causas precedentes que cuando el co
razon cesa de obrar suspenden en general todas las fun
ciones animales y orgánicas , hay舻 otra relativa al mayor
número de estas últimas : á saber á la nutricion , á la
exhalacion , á 1 la secrecion, y por lo mismo tambien á la
digestion que no se efectua sino por fluidos segregados.
Esta otra causa consiste en que no recibiendo ya estas
diversas funciones materiales, que las entretengan , con
cluyen necesariamente. Su término sin embargo no llega
sino poco á
a poco , porque no toman ellas . estos materia
les de la circulacion general , sino de la capilar ; pero
esta última circulacion, no está sujeta sino al influjo de
los fuerzas contractiles insensibles de la parte en que se
egecuta ; su egercicio es independiente del corazon como
se vé en la mayor parte de los réptiles , en quienes pue
de arrancarse este órgano , ó aun cuando falte , la san
gre oscila todavia mucho tiempo en los vasos pequeños (2).
Es pues evidente que toda la porcion de este fluido que
p.
( 1 ) Cuando se opone un obstáculo á la llegada de la sangre ar
terial en un músculo , se vé desarrollarse, bien pronto un entorpeci
miento mas o menos completo y este efecto es muy rápido para
que se pueda atribuir á falta de nutricion : pero tambien es bien
cierto que no trae su origen del defecto de agitacion por la pulsa
cion de las pequeñas arterias , porque I si dejando libre la arteria se
aplica la ligadura sobre la vena, se aumentan las pulsaciones en vez
de disminuirse , y sin embargo se presenta el entorpecimiento con la
misma prontitud. Cuando un músculo ha estado mucho tiempo sin
recibir sangre , la gangrena se apodera de él ; y este efecto enton
ces puede atribuirse en gran parte á la falta de nutricion. La dimi
nucion de temperatura que se produce nccesariamente en un órgano
en que la sangre ya no se renueva , debe contribuir tambien á esta
desorganizacion. (Magendie).
(2) Se sabe que la sangre arrojada en las arterias dilata las pa
39
se hallaba en el sistema capilar en el momento de inter
rumpirse la circulacion general , debe servir aun algun
tiempo para estas diversas funciones ; las que por consi
guiente: no concluirán kino por grados cal 1 015 an
He aquí pues en general como el abatimiento de todas
las fanciones sucederácia interruption de las del corazon.
En la vida aniinal se efectua esto: porque to
dos estos órganos cesan de ser escitados interiormente
por la sangre y esteriormente por el movimiento de las
partes inmediatas : 20 porqué faltándole igualmente al cel
rebro causas escitantes , no puede tener comunicacion con
ninguno de estos órganos POG "
""
En la vida orgánica la causa de la interrupcion de
sus fenómenos es entonces 11: la falta de escitacion in
terna y esterna de das diferentes vísceras, como sucede en
la animal: 2la falta de materiales necesarios para #3 las
diversas funciónés de esta vida que son todas ellas estra
ñasy del influjo del cerebro.sel ostroz sung - [
Fuerailde esto, hay otras consideraciones à mas de las
espuestas anteriormentesque prueben tanto la realidad de
lasescitacion de los órganos por el movimiento que les
inprime el corazon , óebsistema vascular, como la verdad
de la causa que señalamos para su muerte , cuando cesa
esta escitacion. He aquí algunas de estas consideraciones.
201? Los úrgangs que nos reciben sangreghya los que
solo penetran los fluidos blancos , como los cabellos , las
uñas , los pelos , los cartílagos , los vtendones &e, gozan
de una vitalidad menos demarcada , y de una accion me→
nos enérgica que aquellos en que circula, este fluido ya
por el influjo del corazon, ya por el de las fuerzas con
tractiles insensibles de la misma parteienq est us , Boo al
-23 Cuando la inflamacion determinará la sangre á en
astrehac iéndose
926679qui
cora
que elde nos
zon ha ozusb
c,e snesibh
,en ac cion susiel
oyinib orguse pi crnagosobr 2e
redes estos vasos pero despues
obrar, estas paredes
sí mismas , pueden comunicar por algunos momentos un movimien
to oscilatorio al díquido contenido en su cavidad (Maġendie), rus
40
caminarse accidentalmente á los órganos blancos ,' ' estos
adquieren de repente un aumento de vida , una supera
bundancia de sensibilidad , que con frecuencia los pone
+
con respeto a las fuerzas , al nivel de aquellos que en el
estado ordinario las poseen en el mas alto grado. -
3. En las partes en que la sangre penetra habitual
mente si la inflamacion aumenta la cantidad de este
fluido , si una pulsacion preternatural indica un mayor
impetu en su círculo , se observa siempre una exaltacion
local en los fenómenos de la vida ; es verdad que este
cambio de las fuerzas precede al de la circulacion en los
dos casos anteriores , porque la sensibilidad orgánica se
ha aumentado en la parte á que llega la sangre en ma
yor abundancia;, pero en seguída el aflujo de la sangre
*
es el que mantiene las fuerzas en aquel estado preterna
tural á que han subido, y es su escitante contínuo. En el
estado natural era necesaria una cantidad determinada de
este fluido para sostenerlas en la proporcion fijada por la
naturaleza. Esta se duplica entonces , ý auu triplica , sien
do por esta causa preciso que el escitante sea tambien
dobe, triple, &c. porque siempre en el egercicio de las
fuerzas vitales hay estas " tres cosas ; las facultad que es
inherente al órgano , el escitante que le es estraño , y la
escitacion que resulta de su contacto mutuo.
4Sin duda esta es la razon porque en general los
órganos á que llega la sangre habitualmente por las ar
terias, gozan de la vida en un grado mas considerable,
cuanto es mayor la cantidad de este fluido , como se vé
en los músculos , Jen la " glande , cuerpos cavernosos , y en
el pezon. en el instante de su ereccion, &c en la piel de
la cara , en las pasiones vivas que la dan color , y abul
tan su tejido , en la exaltacion de las funciones cerebra
les , cuando la sangre se dirige ácia dentro con impetu, &c.
252 Así como todo lo que aumenta cada uno de los
fenómenos de la vida en particular , produce siempre un
aumento local de la circulacion , así tambien cuando el
41
conjunto de estos fenómenos se exalta, todo el sistema
circulatorio descubre mas su accion . Al uso de los espíri
tuosos , de los aromáticos , &c. en cierta dosis , se sigue
una energía momentánea generalmente aumentada en las
fuerzas y en la circulacion : los accesos de calentura ar
diente duplican , y aun triplican la intensidad de la
vida, & c.
No atiendo en estas consideraciones sino al movie
miento que la sangre comunica á los órganos; prescindo
de la escitacion que nace en ellos de la naturaleza de es
te fluido , y del contacto de los princípios que le hacen
encarnado ó negro. Haré mas adelante que el lector fije
la atencion sobre este objeto.
Concluyamos aqui estas reflexiones que bastan para
convencerse mas y m' as , de cuán necesaria es la sangre
para la actividad de la accion de los órganos , por sola
su simple llegada á ellos , dejando aparte la materia nu
tritiva que lleva ; y por consiguiente con cuánta pron
titud debe influir en su muerte ila cesacion de las fun
ciones del corazon ,

ARTICULO V.

Del influjo que la muerte del corazon eger


ce sobre la muerte general.
Siempre corazon cesá
que elel corazon
iempre que de obrar se verifica la
muerte general del modo siguiente: se estingue en primer
lugar la accion del cerebro por falta de escitacion , y por
esta misma razon se interrumpen las sensaciones , la lo
comocion y la voz , que dependen ininediatamente del
órgano'encefálico. Por otra parte los órganos de estas
funciones cesarán de obrar por falta de estímulo de par
Tomo II. 6
42
te de la sangre, suponiendo que el cerebro habiendo queda
do intacto , pudiese todavia egercer sobre ellas su influjo or
dinario. Toda la vida animal se estingue pues de repente ,
y el hombre en el instante en que su corazon muere, ce
sa de existir para lo que le rodea.
3

La interrupcion de la vida orgánica que ha empeza


do por la circulacion , se verifica al mismo tiempo por la
respiracion. Los fenómenos mecánicos que se verifican en
el pulmon , cesan en el instante en que el cerebro ha de
jado de obrar , porque el diafragma y los intercostales
están bajo su dependencia. Los fenómenos químicos ter
minan luego que el corazon no puede recibir ni enviar
los materiales necesarios para su desarrollo ; de suerte
que en las lesiones del corazon se interrumpen estos últi
mos fenómenos directamente , y sin intermedio alguno, y
łos primeros por el contrario cesan indirectamente por
medio del corazon que muere antes.
La muerte general continúa después poco á poco de
un modo graduado , por la interrupcion de las secrecio
nes , de las exhalaciones , y de la nutricion . Esta última
concluye en seguida en los órganos que reciben sangre
de continuo , porque la escitacion producida por el aflujo
de este fluido es necesaria para mantenerla en estos ór
ganos , y carece entonces de este medio . Cesa consecuti
vamente en las partes blancas , porque estando menos su
jetas al influjo del corazon , esperiinentan 'mas tarde los
efectos de su muerte ( 1 ).
En esta terminacion sucesiva de los últimos fenó
menos de la vida interna , sus fuerzas continúan aun al
gun tiempo , cuando las funciones han cesado ya ; por es
ta razon la sensibilidad orgánica , y las contractilidades
( 1) Es tan obscura la vida en los tendones , ligamentos & c.
que es imposible señalar el momento en que cesa en estas partes.
¿ Cómo pues ha podido Bichat comparar la prontitud de su muerte
con la de los demas órganos ? ;¿ Sobre qué datos ha podido fundar que
concluia mas lentamente ! (Magendie) ,
43:
orgánicas , sensible é insensible sobrevienen á los fenóme
nos digestivos , secretorios , nutritivos , &c. (1).
¿ Por qué las fuerzas vitales permanecen aun algun
tiempo en la vida interna, mientras que en la esterna las
que les corresponden, como son la especie de sensibilidad
y de contractilidad correspondientes á esta vida , se es
tinguen repentinamente ? sucede esto porque la accion de
sentir , y de moverse orgânicamente no supone la exis
tencia de un centro comun; y por el contrario para mo
verse , y obrar animalmente es necesario el influjo del
cerebro. Pero estinguida la energia del cerebro luego que
el corazon no obra , deben cesar en el mismo instante
todo sentimiento y movimiento esterno.
Se vé , por el órden que acabo de esponer , que se
enlazan los fenómenos de la muerte general que depende
de la rotura de un aneurisma , de una herida en el cora
zon ó en los grandes vasos , de los polípos formados en
sus cavidades, ( 2) de ligaduras hechas en él artificialmen
1
te , de la compresion muy fuerte que ciertos tumores
4
egercen sobre ellos , de los abscesos de sus paredes , &c. &c.
Tambien de este mismo modo sobreviene la muerte en
las vivas afecciones del alma. Muere un hombre al reci
"
( 1 ) La secrecion del moco , el crecimiento de las uñas , de la
barba , y de los cabellos se manifiestan con frecuencia en el cadaver
mucho tiempo despues que han desaparecido los últimos restos de
irritabilidad en los musculos de in locomocion , en las túnicas carno
sas de los intestinos , &c. ( Magendie).
(2) Desde que se pone mas cuidado en examinar las lesiones de
los diferentes órganos en las autopsias cadavéricas no se encuentran
ya aquellos polipós grasos , que se suponian á menudo antiguamente
como causas de la muerte. Es probable que se tuviesen por polipos
aquellas concreciones amarillentas de materia albuminosa que se en
cuentran introducidas por una porcion de su superficie , entre los
pilares de la aurícula , y que parecen por esto implantadas sobre
ella. Se encuentran algunas veces en individuos atacados de mucho
tiempo de afecciones venéreas , vegetaciones cerca de las valvulas ;
pero estas producciones son comunmente muy poco considerables
para oponerse á la salida de la sangre contenida en la cavidad.
(Magendie).
44
bir la noticia de un suceso que le llena de alegria , ó que
le sumerge en una P tristeza horrorosa ; á vista de un ob
jeto que le llerta de terror , de un enemigo cuya presen
cia escita su furor , ó de un ribal cuyos sucesos felices
irritan sus celos , &c. &c.; en todos estos casos el co
razon es el que deja primero de obrar. Su muerte es la
que acarrea sucesivamente la de los demas órganos por
que la pasion ha egercido especialmente su influjo sobre
él , por lo mismo su movimiento se ha suspendido : á lo
que se ha seguido despues inmediatamente la falta de
accion de todas las partes. ANTE
Esto nos conduce á algunas consideraciones sobre el
sincope que presenta en pequeño los mismos fenómenos,
que estas especies de muertes repentinas nos manifiestan
en grande.
Cullen reduce á dos puntos generales las causas de
esta afeccion qne segun él, unas existen en el cerebro, y
las otras en el corazon. Coloca entre las primeras las pasio
nes vivas del alma , las diversas evacuaciones &c. pero es fá
cil probar que el síncope que sigue á las pasiones no afecta
sino secundariamente el cerebro, y que siempre el corazon
siendo el primero que se interrumpe , determina con su
muerte momentánea la falta de accion del cerebro. Las
consideraciones siguientes dejarán á mi parecer pocas
dudas sobre este punto.
12 He probado en el artículo de las pasiones que es
tas jamas producen su primer influjo sobre el cerebro;
que no ponen á este órgano en accion sino secundaria
mente , y que todo lo que tiene relacion con nuestras
afecciones morales pertenece á la vida orgánica , (1).

(1) Se sabe que Bichat ha sostenido que las pasiones no depen


den de la vida animal , y por consiguiente del influjo nervioso y
que tienen esclusivamente su asiento en + las vísceras de la vida
orgánica , como el corazon y el estómago. Es evidente que todas
las pasiones tienen su asiento en el influjo nervioso de quien son
unas modificaciones , y que así todo órgano , cuya funcion se modi
45
2. Los síncopes que producen las vivas emociones
tienen una analogia completa en sus fenómenos con aque
llos síncopes que son producidos por los polipos , por las
hidropesias del pericardio , &c. Pero en estos la afeccion
primera está en el corazon , y debe tambien estarlo en
los otros .
3. En el instante en que el síncope se manifiesta es
perimentamos una constriccion en la region precor
dial y no en la del cerebro. Observemos al actor que en
las tablas representa esta muerte momentánea , y vere
mos que al dejarse caer aplica su mano sobre el corazon
y no sobre la cabeza , para espresar la turbacion que
le agita.
4. No son las enfermedades del cerebro sino mas
bien las afecciones del corazon , las que se manifiestan
de resultas de las pasiones vivas que han producido el
síncope; ninguna cosa mas comun que observar vicios
orgánicos del corazon á consecuencia de varios accesos de
fica segun el estado de las pasiones , está sujeto necesariamente a la
7

accion de este infujo. ¿ Y cómo ha podido desconocerse en estos


últimos tiempos una verdad tan palpable ? La única prueba que ale
ga Bichat en favor de su opinion es el muchísimo influjo que eger
cen las pasiones en estas vísceras. Mas este influjo probará siempre
la intervencion de la potencia nerviosa , mientras no se pueda de
mostrar, como una ojeada , una sola palabra, ó un simple recuerdo
pueden desordenar los movimientos del corazon sin la participacion
del infujo nervioso. Las pasiones suponen esencialmente un ser vi
viente y sensible que es el sugeto , y las vísceras del pecho , y del
bajo vientre no constituyen la vida , y solo son necesarias para su
conservacion. Puede existir un ser viviente , y afectado de diversas
pasiones , aunque ivado de estas vísceras , mientras que estas no
son mas que unas partes muertas , luego que se separan del verda
dero centro de la vida. La opinion de Bichat acerca del sitio de las
pasiones tiene el mismo origen que la de Șoemering acerca de los
nérvios del corazon ; una y otra se refieren á ciertos hechos , y al
gunos esperimentos que parece que indican que el influjo nervio
so no tiene ninguna accion sobre el corazon , porque se verifica con
mucha frecuencia que para esplicar unos hechos de dificil solucion
se suponen otros que son inadmisibles. ( Legallois , descripcion fi
siológica del corazon ),
46
pesadumbres , &c. Las diversas especies de locuras que
se han producido por la misma causa , tienen las mas
veces su foco principal en alguna víscera del epigastrio
profundamente afectada , y el cerebro no cesa ya sino
por el rechazo que hay entre los dos de egercer regular
mente sus funciones (1 ) .
-5 Probaré mas adelante que el sistema cerebral no
tiene influjo ninguno directo sobre el de la circulacion,
y que no hay la menor correspondencia entre estos dos
sistemas ; que las alteraciones del primero no ocasionan
en el segundo alteraciones análogas , mientras que las del
segundo modifican necesariamente la vida del primero.
Rómpanse todas las comunicaciones nerviosas que unen
el corazón con el cerebro , y se verá que continúa la
circulacion, como en el estado regular; pero desde el pun
to en que se interrumpen las comunicaciones vasculares que
mantienen el cerebro bajo el imperio del corazon , no
aparecen ya entonces los fenómenos cerebrales.

(1) La idea caprichosa de colocar en las vísceras del abdomen


el asiento de la locura ha nacido en un tiempo en que cierto número
de ideas místicas , formaban la base de toda la fisiología. Las cuatro
especies de humores hacían en el cuerpo humano microscomo , un
papel tan importante como los cuatro elementos en el macroscomo,
ó el universo entero. La bilis , la sangre , la pituita y la atrabilis
producian cada una por su mayor ó menor predominio diferentes
temperamentos, y eran causa de diversas enfermedades. La atrabi
lis era ( como se sabe ) la causa de la melancolía y de la mania;
pero este humor era ( segun decian ) segregado por las capsulas atra
biliarias y la situacion de estos órganos ha producido el nombre de
hipocondría que se dió à un cierto grado de enagenacion mental.
Las propiedades misteriosas de los números han caido despues
de muchos siglos en un descrédito casi completo. Se habla bien aun
de los cuatro temperamentos , pero no se les dá mas importancia
que á las cuatro edades del hombre , ó á las cuatro partes del dia.
Se reconocen en el cuerpo humano mas de cuatro especies de líqui
dos , y entre todos ellos no se encuentra la atrabilis ; no se puede
pues señalar ya á este humor como causa de la locura , y sin embar
go no nos determinamos á sacar esta enfermedad del sitio en que se
la hace residir hace tanto tiempo. Para encontrar motivos de conser
47
62
6? Si el influjo de las pasiones no ha llegado al pun
to de suspender de repente el movimiento circulatorio ,
y por consiguiente de producir el síncope , nacen con
frecuencia palpitaciones y otros movimientos irregulares;
pero el sitio de estas alteraciones secundarias en las que
es fácil distinguir el órgano afectado es constantemente
el corazon y jamas el cerebro , porque él solo es el que
padece alteracion , sin que por esto cesen los demas órga
nos de obrar entonces como sucede en el síncope ( 1 ). Estos
pequeños efectos de las pasiones sobre el corazon sirven
para aclarar la naturaleza de los influjos mayores que él
recibe en esta afeccion .
Saquenos por consecuencia de estas diversas conside
2

raciones que el asiento primitivo del mal en el síncope


es siempre el corazon ; que este órgano no cesa entonces
de obrar porque el cerebro interrumpe su accion , sino
que éste muere porque no recibe del primero el fluido que
le escita de contínuo , y que la espresion vulgar de

varla en aquel sitio se buscan en las vísceras desórdenes que frecuen


temente no se encuentran aun en los casos mas demarcados de de
mencia , y muchas veces existen estos desórdenes sin que haya la
menor alteracion en las funciones intelectuales. (Magendie).
(1 ) . Estaríamos espuestos á cometer a menudo grandes errores
si juzgasemos siempre segun esta regla. Se podría probar por una
multitud de egemplos que la sensacion es un medio muy infiel para
llegar a conocer el órgano primitivamente afecto ; pero nos conten
taremos con dictar uno solo que tiene relacion con el cerebro. Las
nauseas y los vómitos son frecuentemente , como se sabe, unos de los
primeros síntomas que se presentan en la invasion de las afecciones
cerebrales ¿ y deberémos acaso creer por esto que el sitio del mal
está en el estómago ? sin duda que no , pues en el sincope producido
por una violenta afeccion del alma , no hay mas razon para suponer
que el corazon se ha afectado antes que el cerebro , puesto que la
sensacion de alegria ó de dolor que ha producido el síncope , han
precedido necesariamente a los fenómenos intelectuales. Pero decir
que el cerebro es el que se ha afectado primitivamente , no es decir
que su accion haya cesado antes que la del corazon ; y todo por el
contrario inclinaá creer que la pérdida de los sentidos es una con
secuencia de haberse detenido la circulacion . (Magendie ) : 2
48
mal de corazon indica con exactitud la naturaleza de
esta enfermedad ( 1 ).
Que el síncope dependa de un polipo , de un aneu
risma, &c. ó que sea el resultado de una pasion violen.
ta, la afeccion sucesiva de los órganos es siempre la mis
ma; mueren siempre momentáneamente , así como hemos
dicho que perecian realmente en una herida del corazon,
en la ligadura de la aorta , & c. Del mismo modo se pro
ducen tambien los síncopes que se siguen á evacuaciones
de sangre , de pus , de agua , &c. El corazon afectado
simpáticamente deja de obrar , y en seguida el cerebro in
terrumpe tambien su accion por falta de escitante (2)..
Los síncopes que son producidos por los olores , las
antipatias , &c. , parece que presentan tambien la mis
ma marcha en sus fenómenos , aunque sea mas dificil de
comprender su caracter.
Hay una grande diferencia entre síncope , asfixia , y
apoplegía ; en el primero empieza la muerte general por

· (1 ) En cuanto al sincope cuyo sitio coloca Bichat constantemen


te en el corazon , observaré que existen dos especies bien distintas
de el : la una comienza por el corazon , esta es la que ha observado
Bichat , y es generalmente efecto de una debilidad considerable pro
ducida ya · por un cansancio escesivo , ya por una hemorragia,
ú otra cualquiera evacuacion . La otra (que he observado muchas
veces con atencion) empieza por el cerebro , y es producida por una
afeccion violcnta del alma. El enfermo cae de repente sin conoei
miento , pierde por consecuencia el sentido y movimiento , la accion
18
del corazon y de los pulmones no está interrumpida por esta lesion
cerebral. El rostro se pone encendido , el pulso bate con mas fuer
za que antes , hay un aumento de energía en todo el sistema san
guíneo de la cabeza , y esta es probablemente la causa de la sus
pension de las funciones cerebrales , pudiendo degenerar este esta
do en una verdadera apoplegía , y ser seguido de una muerte pronta.
Así las muertes repentinas producidas por las afecciones vivas del
alma no empiezan , como lo creia Bichat , por el corazon sinó per
el cerebro que es el asiento primitivo de las pasiones. ( Nysten.
Recherches). 1 1
(2) En este caso se produce el síncope , porque se efectua un
cambio repentino en la circulacion del cerebro. Pero este cambio es
49
el corazon , en la segunda por el pulmon, y por el cere
bro en la tercera.
La muerte que sucede á las diversas enfermedades
enlaza ordinariamente estos diversos fenómenos ; prime
ro uno de estos tres órganos con los otros dos , y despues
con las demas partes. La circulacion , la respiracion y la
accion cerebrál cesán; y por una consecuencia necesaria se
interrumpen en seguida las demas funciones. Rara vez su
cede que el corazon sea el primero que concluye su ac
cion en estos géneros de muerte , sin embargo se observa
esto algunas veces. Así se vé que á consecuencia de dolo
res que durán mucho tiempo , en las grandes supuracio
nes , en los flujos, en las hidropesías , en ciertas calentu
ras , en las gangrenas , &c. sobrevienen con frecuencia
síncopes en diferentes intervalos ; se presenta uno mas
fuerte , el enfermo no puede soportarlo , y sucumbe, y
entonces sea la que quiera la parte de la economía que
se halla afectada , cualquiera que sea la víscera ú órgano
enfermo , los fenómenos de la muerte que empieza por el
corazon se siguen y encadenan del modo que hemos es

diferente segun el sitio en que se ha verificado este derramamiento .


Si su asiento es en la cavidad del peritoneo la presion que produce ,
impide la circulacion en todos los órganos contenidos en el abdomen;
la aorta descendente se halla comprimida , y la sangre que ha reflui
do acia las partes superiores , se acumula en1 los senos y, en los vasos
del cerebro. Si el líquido se evacua por la puncion se restablece el
equilibrio en las diversas partes del sistema vascular , la sangre se
precipita en estos vasos , cuya entrada no le está ya interceptada, aban
dona en parte los vasos del cerebro , y este cambio repentino en la
circulacion del órgano, es el que produce el síncope. Si por el con
trario el derramamiento se ha formado entre las dos láminas de la
aracnoydes , y que se puede como en la espina bifida evacuar el
líquido por medio de la puncion , los vasos del cerebro se encuen
tran de repente libres de la presion que sufrian , y la sangre que se
veia antes obligada á refluir hácia las partes inferiores , se precipita
en el con impetuosidad ; el cambio se efectua , como se vé , en
sentido inverso al precedente , pero el resultado es el mismo , y el
sincope se produce en este caso como en el anterior. (Magendie).
Tomo II. 7
50
puesto mas arriba hablando de las muertes repentinas que
traen su origen de este órgano principal.
En los otros casos el corazon termina sus funciones
despues de las demas partes , y es el ultimum moriens.
En general es mucho mas frecuente en las diversas
enfermedades ya crónicas , ya agudas que el pecho se in
farte , y que la muerte empiece por el pulmon y no por
el corazon ó el cerebro.
Cuando un síncope termina las diferentes enferme
dades , se observa constantemente en el cadáver que los
pulmones estan casi enteramente vacíos , y la sangre no
los obstruye , pero si en ellos habia antes algun vicio or
gánico estan aplanados , ocupan solo una parte de la ca
vidad pectoral , y presentan el color que les es propio.
La razon de este hecho anatómico es sencilla , la
circulacion que se ha interrumpido repentinamente, no se
ha debilitado sino por grados , no habiendo tenido tiem
po de llenar los vasillos del pulmon , como sucede cuan
do la muerte general empieza por él , y aun por el ce
rebro como veremos despues. Tengo recogidas un gran
número de observaciones de sugetos en quienes el pulmon
se ha encontrado vacío , y cuya muerte he conocido que
se ha verificado por un síncope.
Por lo comun siempre que la muerte ha empezado
por el corazon ó los grandes vasos, y que ha sido repen
tina, puede considerarse esta vacuidad de los pulmones co
mo un fenómeno casi universal. Se observa en las gran
des hemorragias producidas por heridas , en las roturas
aneurismáticas , en las muertes causadas por pasiones vio
lentas , &c. , y he observado lo mismo en los cadáveres
de los que han muerto en la guillotina. Presentan esta
misma disposicion todos los animales que se matan en
nuestras carnicerias , y el pulmon de ternera que se sirve
en nuestras mesas siempre está aplanado , y jamas infil
trado de sangre.
Se podria haciendo morir lentamente al animal por
51
el pulmon , infartar este órgano y darle un sabor distin
to del que tiene naturalmente , y que se asemejaría al
que percibimos por lo comun cuando comemos bazo. Los
cocineros se han aprovechado con ventaja de la infiltra
cion sanguínea que se encuentra comunmente en esta
última entraña para sazonar diferentes manjares, y en
su defecto podrian á su gusto proporcionarse un pulmon
infartado asfixiando poco á poco al animal.

ARTICULO VI .

Del influjo que la muerte del pulmon egerce


sobre la del corazon.

Hemos dicho mas arriba que las funciones del pulmon


eran de dos especies, mecánicas y quíınicas. Pero la cesa
cion de actividad de este órgano empieza ya por unas,
ya por otras. Las causas que hacen empezar la inuerte
del pulmon por los fenómnenos mecánicos, son una herida
que descubre por uno ú otro lado una porcion conside
rable del pulmon , y que produce en él un aplanamiento
repentino ; la seccion de la médula espinal que para
liza de repente los intercostales , y el diafragma ; una
compresion muy fuerte efectuada á un mismo tiempo so.
bre todo el pecho, y sobre las paredes del abdomen , coin
presion que produce una imposibilidad igual para la di
latacion , segun el diámetro transversal y perpendicular
del pecho ; la inyeccion repentina de una grande canti
dad de fluido en esta cavidad , & c. Las causas que eger
cen su primer influjo sobre los fenómenos químicos son
la asfixia por los diferentes gases, por la estrangulacion,
por la sumersion y por el vacío producido de cualquie
ra modo , & c.
*
1

52
Examinemos en los dos géneros de muerte del pul
mon , como sucede la del corazon.

S I.
Determinar cómo el corazon cesa de obrar
por la interrupcion de los fenómenos me
cánicos del pulmon.
La interrupcion de la accion del corazon no puede
seguirse á la de los fenómenos mecánicos del pulmon
sino de dos modos : 1. , directamente porque la sangre
encuentra entonces en este órgano un obstáculo mecáni.
co efectivo para su circulacion : 2. , indirectamente , por
que el pulmon cesando de obrar mecánicamente , no reci
be ya el alimento necesario para sus fenómenos quími
cos , cuyo fin produce el de la contraccion del corazon.
Todos los fisiólogos han admitido el primer modo de
interrupcion en la circulacion pulinonal; replegados so
bre sí mismos los vasillos no les han parecido propios
para transportar la sangre á causa de los muchos frota
mientos que esperimenta en ellos. Por esta esplicacion to
mada de los fenómenos hydráulicos , es por la que ellos
nos han dado. razon de la muerte que se sigue á una
espiracion muy prolongada.
Goodwyn ha probado que permaneciendo enton
ces el aire en las vesículas aereas en bastante cantidad,
podia dilatarlas suficienteinente para permitir mecanica
mente el paso de este Auido , y que la permanencia pre
ternatural de la espiracion no obra del modo que se cree
comunmente. Este es un paso dado hacia la verdad , pe
ro podemos acercarnos más á ella, y aun tocarla, asegu
rando que esto no sucede solamente porque todo el ai
re no ha sido arrojado del pulmon por la espiracion , y
53
que la sangre circula aun alli con facilidad, sino mas
bien porque los pliegues producidos en los vasillos por el
aplanamiento de las células , no pueden ser un obstáculo
efectivo á su circulacion. Las observaciones y esperimen
tos siguientes confirman á mi parecer sin contradiccion
este hecho.
10 He probado en otra parte que el estado de ple
nitud ó de vacuidad del estómago y de todos los órga
nos cóncavos en general , no produce en su circulacion
ningun cambio aparente ; que por consiguiente la sangre
atraviesa con tanta facilidad los vasos replegados sobre
sí mismos , como estendidos en todas direcciones. ¿ Por
qué ha de resultar un efecto enteramente diferente en el
pulinon de la misma disposicion de las partes ?
2. Hay diferentes vasos en la economía que pueden
alternativamente al arbitrio de nuestra voluntad plegarse
sobre sí mismos , ó dilatarse en todas direcciones , tales son
los del mesenterio cuando se les ha descubierto por una
herida hecha en el abdomen de un animal. Pero en este
esperimento hecho ya para probar el influjo de la direc
cion tortuosa de las arterias sobre el mecanismo de su
pulsacion , si se abre una de las mesentéricas plegándola
y desplegándola alternativamente, saltará la sangre en
uno y otro caso con la misma facilidad , y en dos espa
cios de tiempo iguales derramará la arteria una cantidad
igual de este fluido. He repetido muchas veces y compa
rado estos dos esperimentos sobre la misma arteria , y
siempre he obtenido de ellos el resultado que acabo de
indicar. ¿¡ Pero este resultado no debe ser uniforme en el
pulmon ( 1 ) ? La analogía lo indica , y el esperimento si
guiente lo comprueba.

( 1 ) La sangre esperimenta dificultad en atravesar los vasos del


pulmon , no porque se hayan hecho mas tortuosos , sino porque es
tân comprimidos. Goodwyn hubiera podido escusarse de buscar ra
zones para probar que el aplanamiento de este órgano no opone al
curso de la sangre un obstáculo mecánico . Si hubiera observado con
1.4
30 F Tómese un animal cualquiera , un perro por
égemplo, adaptese á su traquearteria descubierta y corta
da transversalmente el tubo de una geringa de inyeccion,
estraigase repentinamente formando el vacio con ella to

atencion los fenómenos de la respiracion , hubiera visto que este


cerramiento sino interrumpe completamente la circulacion de la
sangre en el pulmon , la modifica al menos de un modo bien nota
ble. Cuando el pulmon se rehace no solo las celulas bronquiales se
aplanan , sino que los vasos pulmonales se comprimen y procuran
espeler la sangre contenida en su cavidad . Este líquido refluye pues
por un lado hacia el ventrículo derecho por la arteria pulmonal , y
por el otro se acumula en las venas pulmonales antes de penetrar
en la aurícula izquierda. Segun esto , se vé que el chorro arrojado
por la arteria carótida debe aumentar mas bien que disminuir en
los primeros instantes . Pero si la compresion continúa , como la
capacidad de las ramificaciones de la arteria pulmonal se ha dismi
nuido , así como la de las venas del mismo nombre , la cantidad de
sangre que atraviesa el pulmon es menor , y el chorro de la caróti
da disminuye necesariamente. El esperimento citado por Bichat,
es pues enteramente contrario á la opinion que establece.
El movimiento alternativo del toraz , no modifica la circulacion
de la sangre influyendo solamente sobre su curso en el sistema de
los vasos pulmonales. Si se descubre en un perro la vena yugular,
se vé que la sangre no se mueve en la cavidad bajo el solo influjo
de la aurícula derecha , sino tambien de un modo mas notable bajo
la influencia de los movimientos de la respiracion.
Cada vez que el pecho se dilata en la inspiracion , la vena se
vacia repentinamente , se aplasta , y sus paredes se arriman algunas
veces exactamente la una contra la otra , y al contrario se hincha
y llena de sangre cuando el pecho se contrae . Se verifica un fenó
meno análogo en las , venas cavas. Para hacerle sensible basta intro
ducir por la vena yugular hasta la vena cava una sónda de goma
elástica ; se vé entonces que la sangre corre por la estremidad de
la sonda solo durante el tiempo de la espiracion . Se observa un
efecto semejante , si se introduce la sonda en la vena crural , diri
giéndola hacia el abdomen .
Haller y Lorry que se han ocupado de este fenómeno , con mo
tivo de observar los movimientos del cerebro , han hecho una es
plicacion de él que parece muy satisfactoria á primera vista , aun
que efectivamente sea incompleta. Cuando el pecho se dilata ascien
de , dicen ellos , la sangre de las venas cavas , y en seguida la de
las venas que terminan en ellas. El mecanismo de esta inspiracion
es, con corta diferencia , parecido á aquel por el que el aire es
5.5%
do el aire contenido en el pulmon abriendo al mismo
tiempo la arteria carótida. Es evidente que en este espe
rimento deberia interrumpirse de repente la circulacion,
porque los vasos pulmonales pasan de un golpe del grado
de estension que tenian de ordinario al mayor encogi
miento posible , y sin embargo la arteria abierta conti
núa aun por algun tiempo en arrojar con fuerza la san
gre , y por consiguiente en circular al traves del pulmon

atraido à la traquearteria. Cuando el pecho se contrae , por el con


trario , la sangre es arrojada á las venas cavas , por la compresion
que esperimentan todos los órganos pectorales , los vasillos , el co
razon , los pulmones , de parte de las potencias que efectuan la es
piracion , y llega en seguida á las venas que terminan allí. De aquí
nace la alternativa de vacuidad y de plenitud que presentan las ve→
nas yugulares.
Si se abre una arteria y se examina con atencion el chorro de
sangre que arroja , se vé que se aumenta en la espiracion , y esto
se hace sobretodo muy manifiesto cuando el animal espira fuertes
mente , ó cuando hace un esfuerzo ; pero como no se pueden ege
cutar siempre los esfuerzos á nuestro arbitrio , ó una grande inspi
racion , se puede en cierto modo remedar el fenómeno , y producir
el cerramiento de los pulmones , comprimiendo con las manos las
partes laterales del pecho ; se vé entonces aumentarse ó disminuirse
el chorro de la sangre arterial , en razon de la presion que se hace
en ellas. Si la respiracion produce este efecto sobre el círculo de la
sangre en las arterias , es natural pensar que puede tambien influir
en el círculo de la sangre venosa , no solo por medio de las venas ,
como lo creian Haller y Lorry , sino aun por medio de las arterias.
Con el objeto de asegurarme de esto mismo , he hecho el esperi
mento siguiente. Ligué la vena yugular de un perro , se vació el
vaso por debajo de la ligadura , y se hinchó mucho por encima co
mo sucede constantemente ; piqué ligeramente con una lanceta lą
porcion dilatada , hasta hacer una pequeña abertura , y obtuve de
este modo un chorro de sangre que los movimientos ordinarios de
la respiracion no modificaban sensiblemente , pero que triplicaba
cuadruplicaba Cen magnitud si el animal hacia algun esfuerzo un po
co fuerte.
Se puede objetar que el efecto de la respiracion no se habia
transmitido por las arterias á la vena abierta , sino por las venas
que habian quedado libres , y que hubieran llevado la sangre de las
venas cavas hacia la vena ligada por medio de las anastomosis. Es
fácil solventar esta dificultad ; en efecto, en el perro la vena yugu
1.6

aplanado sobre sí mismo. Vá cesando en seguida poco á


poco en su accion , pero esto depende de otras causas
que indicarémos despues.
40 Se produce el mismo efecto abriendo por los dos
lados. el pecho de un animal vivo ; entonces el pulmon
se aplana de repente , porque el aire caliente y enrareci
do que contiene este órgano no puede equilibrarse con el
aire fresco que le comprime por fuera ( 1 ). La circulacion

lar interna no es , para esplicarme así , sino como una señal , y la


circulacion de la cabeza y del cuello se hace casi enteramente por
las venas yugulares esternas que son muy gruesas. Ligando à un
mismo tiempo estas dos venas estaba seguro de impedir en grandí
sima parte el reflujo de que acaba de tratarse ; pero muy lejos de
que esta doble ligadura disminuyese el fenómeno de que acabo de
hablar , el chorro de la sangre guardó por el contrario mas unifor
midad en su salida con los movimientos de la respiracion , porque
estaba evidentemente modificado aun por la respiracion ordinaria,
lo que como se ha visto no se habia verificado en el caso de una
ligadura sola. Para hacer el esperimento mas palpable , podia ade
mas operar sobre la vena crural , porque esta vena y todas sus ra
mificaciones están guarnecidas de válvulas que se oponen , por de
cirlo así , â todo reflujo ; si el fenómeno del aumento del chorro se
mostrase durante la espiracion , pudiera asegurarse que el impulso
habia venido del lado de las arterias. Esto es efectivamente lo que
he observado en muchos esperimentos. El caño de sangre que arro
ja la vena crural , cuando se la ha ligado y picado por debajo de la
ligadura , se aumenta sensiblemente en las grandes espiraciones , y
en los esfuerzos y compresiones mecânicas de las paredes del toraz
hechas con las manos.
Por este esperimento y por el precedente se vé que no se pue
de adoptar sin modificaciones la espresion de Haller y de Lorry ,
relativa à la hinchazon de las venas. Esta hinchazon se verifica , no
solo como dicen estos autores , por el reflujo de la sangre desde las
venas cavas â los ramos que se abren allí mediata ó inmediatamen
te , sino aun por la llegada à la vena de una mayor cantidad de
sangre que viene de las arterias. (Magendie).
(1) Como en los cadáveres el aire interior y esterior estân â una
misma temperatura , el pulmon no esperimenta estando lleno de él
ningun aplanamiento cuando se abre la cavidad pectoral. Existe
por lo comun entonces cierto espacio entre sus paredes y el órga
no que contiene ; y no consiste esto en que morimos en la espira
cion, porque á medida que el pulmon se vacia por ella , las costi
57
tambien esperimenta aquí el influjo de este cambió re
pentino ; se sostiene aun algunos minutos en el mismo
estado debilitándose en seguida por grados. Se puede pa
ra mayor exactitud, sacar con una geringa el poco aire
que queda aun en las vexículas , y se observa igualmente
el mismo fenómeno, en este caso.

llas y los músculos intercostales se apoyan sobre este órgano ; si


no en que enfriándose el aire pulmonal ocupa menos espacio , y las
células contrayéndose poco á poco â medida que el aire se enfria,
disminuyen el volúmen total de este órgano. Entonces , pues , se
forma un vacio entre las dos porciones pectorales y pulmonal de la
pleura.dia 22 604 }
Así es , que en ciertas circunstancias aplanándose el cerebro y
disminuyendo de volúmen despues de la muerte , mientras que la
cavidad del craneo permanece la misma , se forma un vacio en
tre estas dos partes que nos presentan entonces una disposicion
estraña á la de los órganos vivos. Si los sacos cerrados que repre
sentan el perítoneo , la túnica vaginal , &c. no se parecen nunca á
los que forman la pleura y la aracnoydes , y si sus diversas super
ficies están siempre contiguas despues de la muerte , es porque las
paredes abdominales ó la piel del escroto , incapaces de resistir al
aire esterior se aplanan con su presion , y se aproximan a los ór
ganos interiores à medida que la diminucion de estos se dirige á
formar el vacio.
" A este vacio que se encuentra en la pleura de los cadáveres de
be referirse el fenómeno siguiente , que se observa siempre cuando
şe abre el abdomen , y cuando se diseca el diafragma. Efectiva
mente mientras no se ha hecho ninguna abertura en este músculo
permanece dilatado y cóncavo no obstante el peso de las vísceras
pectorales que descansan sobre él en la situacion , perpendicular ;
porque el aire esterior que comprime su concavidad le hunde enton
ces en el vacio del pecho que nunca existe durante la vida. Pero si
se dá entrada al aire por una abertura hecha con el escalpel , al mo¬
mento se aplana este tabique musculoso porque se restablece el
equilibrio. Si se estrae con una geringa todo el aire del pulmon se
manifiesta aun mas toda la bóveda diafragmática.
)(
Hay pues , la siguiente diferencia entre la abertura de un ca
dâver , y la de un sugeto vivo , á saber : que en el primero el púl
mon estaba ya aplanado , al mismo tiempo que en el segundo
se aplana en el momento de la abertura. El estrechamiento de
las células cuando el saire enfriado se condensa y ocupa menos
espacio es un efecto de la contractilidad del tegido , ó por falta
Tomo II. 8
58
5. A estas consideraciones añadamos como acceso
rias la permanencia y aun la facilidad de la circulacion
pulmonar en las congestiones acuosa , purulenta ó san
guinea , tanto de la pleura , como del pericardio , con
gestiones de las que unas estrechan tan prodigiosamente
las vexículas aereas, y pliegan por consiguiente los vasi

de estension , la que como hemos dicho permanece en parte to


davía en los órganos despues de la muerte.
Adenias ,> si el pulmon se aplanase en el cadáver al instante
que se abre el pecho , sería por causa de la presion egercida
>

por el aire esterior ; la que espelería al traves de la traquear


teria el aire contenido en este órgano. Pero si para impedir la
salida de este fluido se cierra herméticamente el canal y se adap
ta á él un tubo cuya llave esté cerrada , y se abre en seguida
el pecho , el pulmon está igualmente aplanado ; prueba de que
el aire habia salido ya de él. Hágase por el contrario el mismo
esperimento en un animal vivo , y se impedirá siempre el apla
pamiento de este órgano precaviendo la espulsion del aire.
Bajo este respecto Goodwyn ha partido de un principio falso
para medir en el cadáver la cantidad de aite que queda en el
pulmon despues de cada espiracion. Además , por pocos ca
dáveres que se hayan abierto debemos convencernos de que
4

apenas se encuentran dos , cuyos pulmones tengan la misma dis


posicion. Los modos tan diversos de terminarse la vida , acumu
lándose mas ó menos saugre en este órgano , y reteniendo en
él mas ó menos aire , & c. le dan un volúmen tan variable que
no puede establecerse sobre esto un dato general. Por otra parte,
{ podemos ser quizá mas felices en los esperimentos que hagas
mos en los animales vivos ? Sin duda que no , porque ¿ quién
ignora que la digestion , el egercicio ,7 el descanso , las pasiones,
la tranquilidad de ánimo , el sueño , la vigilia , el tempera
mento , el sexo , & c. hacen variar al infinito las fuerzas del
pulmon , la rapidez de la sangre que le atraviesa , la cantidad
de aire que le penetra ? Todos los cálculos que se han hecho
*

sobre la cantidad de este fluido que entra y sale en cada ins


piracion , ó espiracion me parecen otros tantos errores fisiológi
cos en cuanto asemejan la naturaleza de las fuerzas vitales a las
físicas, y son tan inútiles á la ciencia como los que antigua
mente tenian por objeto la fuerza muscular , la celeridad de la
sangre , &c. Ademas , veáse si sus autores están mas acordes en
tre sí que lo han estado otras veces sobre este punto tan dis
.

putado. (Bichat ). --
.59
llos de sus paredes de un modo tan manifiesto ( 1 ) que
tendremos entonces datos suficientes para concluir con
toda certeza que la disposicion tortuosa de los vasos no
puede jamas ser en ellos un obstáculo al paso de la san
gre , y que por consiguiente la interrupcion de los fenó
menos mecánicos de la respiracion , no hace cesar direc
tamente la accion del corazon , sino que la suspende in
directamente, porque los fenómenos químicos ya no pueden
egercerse por falta del alimento que los sostiene.
Habrémos resuelto dos cuestiones si llegamos á de
terminar cómo permanece en inaccion el corazon cuando
estos últimos fenómenos se han destruido. Muchos auto
res han admitido como causa de la muerte que sigue á
una inspiracion muy prolongada, la distension mecánica
de los vasos pulinonales efectuada por el aire enrarecido,
distension que impide la circulacion. Esta causa no es
mas cierta que la de sus pliegues de resultas de la espi
racion ; en efecto inflese el pulmon con una cantidad de
aire mayor que la que recibe en las inspiraciones mas
fuertes , y mantengase este aire en las vías aereas cer
rándole la salida con una llavecita que se adapte à la
traquearteria ; abrase en seguida la carótida y se verá
correr todavía la sangre bastante tiempo con un impetu
igual al que tiene cuando la respiracion está perfecta
( 1). No se concibe cómo Bichat ha pensado en confirmar su
opinion con el egemplo del hydrotoraz. ¿ Quién ignora en efecto
que cuando se forma un derramamiento en la cavidad de una de
las dos pleuras no puede servir ya para la respiracion sino la
porcion del pulmon que está encima del nivel del líquido ; que
cuando el derramamiento ha llegado a lo alto de la cavidad el
pulmon de este lado que no se puede dilatar ya es nulo para la
respiracion ; y que el otro encargado solo de hacer esperimentar á
la sangre las modificaciones necesarias debe ser atravesado por
la mayor parte de este líquido ? Se sabe finalmente , que en este
caso el enfermo no puede permanecer acostado 'un solo intante
sobre el lado sano , porque impidiendo esta postura la dilatacion
del solo pulmon que sirve para la respiracion está muy próximo
& sofocarse. (Magendie ).
60
mente libre ; su curso se 'vá parando poco a poco mien
tras que debia interrumpirse repentinamente , si esta cau
sa , que obra de repente , fuese en efecto la que detiere
la sangre en sus vasos ( 1).

S II.
Determinar cómo el corazon cesa de obrar
por la interrupción de los fenómenos qui
micos del pulmon.
Segun Goodwyn la única causa de la cesacion de
las contracciones del corazon cuando se interrumpen los
fenómenos químicos, es la falta de escitacion del ven
trículo de sangre roja que no halla en la negra un esti
mulo suficiente ; de suerte que segun el modo con que el él
considera la asfixia , la muerte no se verifica entonces,
sino porque esta cavidad no puede ya transmitir nada á
los diversos órganos. Sobreviene casi como en una heri
da del ventrículo izquierdo , ó mas bien como cuando se
liga la aorta á su salida del pericardio. Su principio . y su
origen están esclusivamente en el corazon . Las demas
partes no mueren sino porque no reciben sangre , como
sucede con corta diferencia en una máquina en quien
deteniendo el resorte principal cesan todos los demas de
obrar , no por sí mismos, sino porque no se les ha puesto
en accion .
Por el contrario , creo que en la interrupcion de los
fenómenos químicos del pulmon , hay una afeccion ge
i

$ (2) La observacion de Bichat es muy justa , y yo mismo he


observado muchas veces en casos de apoplegia , que los movi
mientos del corazon continúan , muchas horas despues que las ar
terias no contienen mas que sangre negra. (Magendie).
61
neral de todas las partes ; que entonces la sangre Regra
arrojada en todas direcciones , lleva á cada órgano á
donde se dirige la debilidad y la muerte ; que cada uno
de estos cesa de obrar, no porque no reciba sangre , si
no por no recibirla roja ; que , en una palabra , todos se
hallan entonces penetrados de la causa material de su
muerte, que és la sangre negra; de suerte que como diré
despues , se puede asfixiar unas parte aisladalmente , diri
giendo á ella esta especie de fluido por una abertura he
cha en la arteria, mientras que todas las demas reciben
la sangre roja del ventrículo.s y endsto lo supr
Dėjo para los artículos siguientes probar el efecto
del contacto de la sangre negra sobre todas las demas
partes , y me límito en éste á investigar con exactitud
los fenómenos de este contacto sobre las paredes del co
razon.shua no cal ti C23 CRKT ' Minno and os nos
5
El movimiento del corazon puede disminuirse y ce
sar por el influjo de la sangre negra de dos modos ; 10 ,
porque como lo ha dicho , Goodwyn el ventriculo izquier→
do no está escitado por ella en su superficie interna. 2º,
porqué llevada, la sangre á su tegido por las arterias co
ronarias , este fluido impide la accion de sus fibras , y
obra sobre ellas como sobre todas las demas partes de la
economía , debilitando su fuerza y su actividad. Pero es
toy persuadido que la sangre } negra puede como la roja
t
producir en la superficie interna del ventrículo aórtico
una escitacion que le obligue a contraerse. Me parece
que las observaciones siguientes confirman esta asercion.
1
12 Si la asfixia tuviese sobre las funciones del cora
zon un influjo semejante , es evidente que sus fenómenos
deberian siempre empezar por la cesacion de la accion de
este órgano, y que el abatimiento de las funciones del
cerebro no deberia ser sino secundario, como sucede en
el síncope , en que el pulso se suspende de repente , y en
que por lo mismo se halla interrumpida la accion cere->
bral. 202.5
62
** Sin embargo asfixiese up animal cerrando
su tra
quearteria , y colocándole en el vacío abrásele su pecho,
poniéndole en una atmósfera de gas ácido carbónico, &c.
"
y observarémos constantemente que la vida animal se
interrumpe desde luego que las sensaciones , la percep→
cion , la locomocion voluntaria y 1 la voz se suspenden , y
que el animal está muerto esteriormente mientras que en
lo interior el corazon bate aun algun tiempo , y el pulso
se sostiene , &c¥¥ € $ !!.
A
Entonces pues sucede no lo que se observa en el sín
cope, en que el cerebro y el corazon suspenden su accion
á un mismo tiempo , sino lo que se nota en las violentas
conmociones en que el segundo f sobrevive aun algunos
instantes al primero. De aquí se sigue que los diferentes
órganos no cesan de obrar en la asfixia , porque el coral
zon no les envie sangre , sino porque les envia una áo que
no están acostumbrados, roumos lab cur 14 da 12
C 20 Si se cierra la traquea de un animal estando abier
ta una arteria cualquiera, se vé , como lo manifestaré des
pues , que la sangre que sale de ella se vá obscureciendo
poco áa poco , poniéndose al fin tan negra como la ve→
nosa. Pero ás pesar de este fenómeno , que es muy pal
pable , el fluido continúa laun algun tiempo saliendo con
"
una fuerza igual á la de la sangre roja. Hay perros que
en este esperimento vierten por la arteria abierta una
cantidad de sangre negra mas que suficiente para hacer

los perecer de hemorragia sino estuvieran tan próximos


á la muerte por el estado de asfixia en que se hallan.
-:39 Se podria creer que algunas porciones de caire res
pirable que han quedado en las celdillas aereas , mientras
que la sangre negra continúa saliendo, le comunican aun
algunos principios de escitacion . Para asegurarse que la
sangre venosa pasa al ventrículo de sangre roja , tal co
mo estaba exactamente en el de sangre negra , absórvase
con una geringa todo el aire de la traquearteria habién
dola antes descubierto y cortado transversalmente para
63
adaptar á ella la llavecita ; ábrase en seguida una arte
ria cualquiera , por egemplo , la carótida despues que la
sangre roja contenida en esta arteria se haya derramado,
la sangre negra de sucederá casi de repente , y sin pasar
como en el acaso anterior por diferentes grados. Entonces
tambien el chorro de ella permanece aun muy fuerte du
rante algun tiempo , y no se debilita sino poco a poco;
mientras que si la sangre negra no fuese un escitante del
corazon su interrupción deberia ser repentina: en este
caso es en el que la sangre no puede esperimentar ningu
na especie de alteracion en el pulmon , y es en la aorta
10 que era en las venas cavas.
4. Hé aquí otra prueba del mismo género. Descú➡
brase un solo lado del pecho cortando exactamente las
costillas por delante y por detras; inmediatamente el pul
mon de este lado se aplana quedando el otro en activi
dad . Ábrase una de las venas pulmonales , llénese una ge
ringa que se haya calentado á la temperatura del cuerpo,
de sangre negra tomada en una vena del mismó animal,
ó en la de otro ; diríjase este fluido á la aurícula
if y ven
trículo de sangre roja , es evidente que su contacto de
beria , segun la opinion comun que hay sobre la asfixia,
no destruir el movimiento de estas cavidades , puesto que
reciben al mismo tiempo sangre roja del otro pulmon,
pero á lo menos disminuirle de un modo sensible ; sin
embargo no he observado este fenómeno en cuatro espe
rimentos que he hecho sucesivamente , y el uno me ha
presentado un aumento de pulsacion en el momento en
que empujaba el embolo de la geringa.
50 Si la sangre negra no es- un escitante del corazonཎྷཏྟཱ
1A
cuando la roja determina sus contracciones , parece que
esto no puede depender mas que de estar mas carboni
zada y mas hidrogenada que él , puesto que en esto con
siste su principal diferencia ( 1 ). Pero si el corazon ha

(1) En la época en que escribia Bichat , no era posible saber


64
cesado de batir en un animal muerto esprèsamente por
una lesion del cerebro ó del pulmon , se puede mientras
conserve aun su irritabilidad , restablecer el egercicio de
esta propiedad soplando por la 8 aorta , só por una de las
venas pulmonales , ya gas hidrogeno , ya gas ácido car
bónico en el ventrículo y aurícula de sangre 齋 roja. Así
pues , ni el carbono , ni el hidrogeno obran sobre el co
razon como sedantes (1). 4. sup a
5 } Los esperimentos que he hecho y publicado el año
pasado sobre los enfisemas producidos en diferentes ani
males con estos dos gases , confirman igualmente esta
verdad con respecto á los demas músculos , pues que sus
movimientos no cesan en estos esperimentos , y aun des
pues de la muerte,se conserva la irritabilidad como en el
estado natural. Finalmente , me ha7 sucedido restablecer
las contracciones del corazon destruidas en diversas muer
1.

cuál de las dos sangres venosa ó arterial contiene mas hydrógeno y


carbono. Aun hoy mismo en que los medios de la análisis se han
perfeccionado mucho mas , y que la química animal ha hecho ade
lantamientos no estamos aun mejor informados . (Magendie).
(1) Pueden inyectarse en el sistema venoso de animales vivos
sin producir lesiones de consideracion , pequeñas cantidades de gas
hydrógeno , de hydrógeno carbonado , y de hydrógeno fosforado;
pero si se inyectan en cantidad suficiente para producir la"T dilata
cion del corazon , ocasionan la muerte de un modo puramente me
cánico , como los demas gases no deletéreos de que hemos hablado
hasta aquí. Pero parece que es necesaria menor cantidad de gas
hydrógeno fosforado que de los otros dos gases para producir pron
tamente la muerte , de modo que esto nos debe inclinar á creer
que este gas tiene una cualidad particular que contribuye junta
mente con el estado de estension que ocasiona mecânicamente en
el corazon , á detener la acción de este órgano. Debo hacer obser
var que cuando se inyecta una cantidad suficiente de gas hydro
geno fosforado en el corazon pulmonal para producir una muerte'
pronta , parte de su fósforo se disuelve en la sangre y lo que se
manifiesta porque abriendo el corazon inmediatamente despues de
la muerte , no se inflama el aire , à pesar de que se ha elevado
su temperatura , mientras que se inflama al contacto del aire que
se ha introducido en la pleura , cuando se ha inyectado el gas en
esta membrana. (Nysten Recherches de physiologie, &c, pág. 105).
65
tes violentas por el contacto de la sangre negra inyecta
da en el ventrículo y aurícula de sangre roja con una
geringa adaptada á una de las venas pulmonales. El co
razon de sangre roja puede tambien arrojar la sangre.
negra á todas las partes , y hé aquí como se verifica en
la asfixia la coloracion de las diferentes superficies ; co
loracion de que hablaré en uno de los artículos siguientes.
El simple contacto de sangre negra no obra en la
superficie interna de las arterias de un modo mas sedan
te ( 1 ). En efecto , si mientras la llave adaptada á la
traquearteria está cerrada se deja correr la sangre de
uno de los vasos mas distantes del corazon , por egem
plo , de uno de los del pie , salta aun algun tiempo con
una fuerza igual á la que tenia euando estaba abierta la
[ 1.6
llave , y por consiguiente era roja.
La accion egercida en todo su tránsito desde el co
razon sobre las paredes arteriales, no disminuye la ener
gía de éstas ; pero cuando esta energía se debilita, pro
viene al menos en gran parte de causas diferentes.
De los esperimentos , cuyos resultados acabo de es
poner , y de las consideraciones diversas que los acom
pañan , podemos concluir que llegando en masa la san
gre negra al ventrículo de sangre roja y al sistema ar
terial , puede por su solo contacto determinar su accion ,
irritarlos , como dicen , en su superficie interna , y ser
un escitante de ellos , que si otra causa no detuviera sus
funciones continuaría la circulacion , sino quizá con tan
ta fuerza , á lo menos de un modo muy perceptible.
¿ Cuáles son pues las causas que interrumpen la cir
culacion en el corazon de sangre roja y en las arterias :
cuando el pulmon envia alli sangre negra ? ( Porque

(1) Parece que cuando Bichat escribia este tratado no habia


aun fijado su juicio sobre la parte que toman las arterias en la
circulacion ; á lo menos en este párrafo parece concederles una fa
cultad contractil que en las de nas obras no atribuye sino á las úl
timas ramificaciones . (Magendie).
Tomo II. 9
66
cuando ésta ha continuando saliendo por algun tiempo
se debilita su chorro poco á poco , y cesa en fin casi
del todo ; y si se abre entonces la llave adaptada á la
traquearteria , se restablece al instante con fuerza).
Creo que la sangre negra obra sobre el corazon , asi
como sobre todas las demas partes , del mismo modo
que veremos influye en el cerebro , en los músculos vo
luntarios , en las membranas , &c.; en una palabra, so
bre todos los órganos donde se reparte , es decir , pene
trando su tegido y debilitando cada fibra en particular,
de suerte que estoy muy persuadido de que si fuese po
sible inyectar por la arteria coronaria sangre negra,
mientras que la roja pasa como en el estado natural
por la aurícula y ventrículo aórticos , se interrumpiría
la circulacion con tanta prontitud como en los casos
precedentes , en que la sangre negra no penetra el te
gido del corazon por las arterias coronarias , sino des
pues de haber atravesado las dos cavidades de sangre
roja.
La sangre negra obra por su contacto con las fibras
carnosas en la estremidad del sistema arterial , y no por
su contacto con la superficie interna del corazon : asi es
que poco a poco , y cuando cada fibra se ha penetrado
bien de ella , es cuando su fuerza se disminuye y cesa
en fin , mientras que la diminucion y la cesacion de
berian , como lo he observado , ser casi repentinas en
el caso contrario.
¿ Cómo la sangre negra obra de este modo en la es
tremidad de las arterias sobre las fibras de los diferen
tes órganos ? ¿ Dirige su influjo sobre estas mismas fi
bras , ó bien sobre los nervios que se distribuyen en
ellas. ? Estoy muy inclinado á admitir la última opi
nion y á considerar la muerte causada por la asfixia co
mo un efecto generalmente producido por la sangre ne
gra sobre los nervios que acompañan en todas partes â
las arterias , donde circula entonces esta especie de flui
67
do..- Porque segun lo que diremos despues la debilidad
que esperimenta en este caso el corazon no es sino un
síntoma particular de esta enfermedad, en la que todos
los demas órganos son el asiento de una debilidad igual.
Podrá tambien preguntarse cómo la sangre negra
obra sobre los nervios ó sobre las fibras. ¿ Es porque
los principios que contiene en abundancia debilitan di
rectamente su accion , ó bien se interrumpe solamente
por la falta de los que entran en la composicion de la
sangre roja , &c. &c ? A esto podrian reducirse las cues
tiones de saber si el oxígeno es el principio de la irri
tabilidad , y si el carbono ó el hidrógeno obran de un
modo inverso , & c. &c.
Detengámonos cuando lleguemos á los límites de la
rigorosa observacion , y no iòtentemos penetrar donde
no puede ilustrarnos la esperiencia ; pero es mi parecer
que podriamos establecer una asercion muy conforme á
estos principios , los solos segun creo que deben dirigir
todo espíritu juicioso hablando en general, y sin deter
minar cómo es que el corazon cesa de obrar , cuando
Jos fenómenos químicos del pulmon se han interrumpido,
porque la sangre negra que penetra sus fibras carnosas,
no es á propósito para mantener su accion,
Segun este modo de considerar los fenómenos de la
asfixia relativamente al corazon , es claro que deben
igualınente dirigir ' su influjo sobre ambos ventrículos,
pues que entonces la sangre negra se distribuye en igual
proporcion en las paredes carnosas de estas cavidades
por el sistema de las arterias coronarias. Sin embargo se
observa constantemente que el lado de sangre roja cesa
el primero en su accion, y que el de sangre negra se
contrae aun algun tiempo despues , siendo como dicen el
ultimum moriens.
¿ Supone acaso este fenómeno una debilidad mas efec
tiva , una muerte mas pronta en una de las cavidades
del corazon que en la otra ? No , porque como lo obą
*
68
serva Haller, es comun á todos los géneros de muerte
de los animales de sangre caliente, y nada tiene de par
ticular en la asfixia . Si por otra parte el ventrículo de
sangre roja muriese el primero , como lo supone la teo
ría de Goodwyn, deberia entonces observarse en la aber
tura de los cadáveres asfixiados. 1° Dilatacion de este
ventrículo y de la aurícula correspondiente por la san
gre negra que no hubieran podido arrojar á la aorta. 20
Una plénitud igual de las venas pulmonales , y aun de
los pulmones. 39 Un infarto consecutivo de la arteria
pulmonal y de las cavidades de sangre negra. En una
palabra la congestion de sangre deberia empezar en uno
de aquellos receptáculos cuya accion cese primero , y
propagarse despues sin intervalos á los demas. Por el
contrario cualquiera que haya abierto cadáveres de as
fixiados se habrá convencido. 1 ° Que las cavidades de
sangre roja y las venas pulmonales no contienen enton
ces sino una cantidad muy pequeña de sangre negra,
en comparacion de la cantidad del mismo fluido que di
lata las cavidades . opuestas. 2. Que el término en que
la sangre se para, está principalmente en el pulmon , y
P
que desde alli es necesario partir para observar su es
tancacion en todo el sistema venoso. 3. Que las arte
rías contienen á proporcion tanta como el ventrículo que
les corresponde , y que por consiguiente la muerte no
4
ha empezado en el ventrículo , sino mas bien en otra
parte. Je
¿ Por qué pues esta porcion del corazon cesa de pul
sar antes que la otra ? Haller lo ha dicho: porque es
ta es escitada por mas tiempo, y contiene mayor can
tidad de sangre la que viene de las venas y refluye en
el pulmon. Bien conocido es el famoso esperimento , por
el que vaciando las cavidades de sangre negra , y li
gando la aorta para retener este fluido en dos senos
de sangre roja , ha prolongado la pulsacion 4 de las se
gundas mucho mas que la de las primeras. Pero en es
69
te esperimento es claro que es sangre negra la que se
acumula en la aurícula y ventrículo aorticos , puesto
que para hacerle es necesario abrir antes el pecho , y
estando descubiertos los pulmones sin penetrarlos el
aire, no puede tomar color este fluido en su tránsito al
través del tegido de estos órganos. 80
C Si se quiere aun hacer una prueba mas directa ciér
rese la traquearteria con una llavecita inmediatamente
antes de hacer el esperimento que igualmente saldrá
bien , y sin embargo entonces la sangre llegará nece
sariamente negra á las cavidades de sangre roja. Se
puede por otra parte asegurar cualquiera del color de la
sangre abriendo estas cavidades despues de haber hecho
este. esperimento ó el anterior ; he probado muchas ve
ces este hecho digno de observacion.
Concluyamos de aqui que la sangre negra escita ca
si tanto como la roja la superficie interna de las cavi
dades que contienen ordinariamente esta última , y que
si éstas cesan en su accion antes que las del lado opues
to no es porque estén, en contacto con ella, sino al con
trario porque no la reciben 我 en cantidad suficiente , óό
aun algunas veces porque están casi enteramente pri
vadas de ella , mientras que las cavidades de sangre, ne+
gra se hallan llenas, muud es 0.70
A pesar de lo que acabo de decir no pretendo des
preciar enteramente la falta de escitacion de la super
ficie interna del ventrículo de sangre roja por la negra;
es posible, que t ésta sea menos capaz que la otra para
mantener esta escitacion , principalmente si es cierto que
obra sobre los nervios que sabemos se distribuyen en la
superficie interna y en el tegido del corazon ; pero creo
que las consideraciones que anteceden reducen á bien po
co esta diferencia de escitacion. He aqui sin embargo un
esperimento en que parece muy manifiesta. Si se adap
ta una llave á la traquearteria cortada y descubierta y
se llega á cerrar , la sangre se ennegrece y sale negra
70
por algun tiempo con la fuerza regular ; pero finalmen
te se debilita el chorro poco a poco , y su salida se au
menta tambien muy visiblemente.
Este aumento repentino parece desde luego no depen
der mas que del simple contacto de este fluido sobre la
superficie interna del ventrículo aúrtico , puesto que no
ha tenido tiempo de penetrar su tegido ; pero por poco
que se examinen las cosas con atencion, se observa bien
pronto que aqui ésta impetuosidad en su salida depende
R
principalmente de que el aire entrando de pronto en el
pecho obliga al animal á hacer grandes movimientos de
inspiracion y espiracion , los que se hacen mas manifies
tos en el instante en que se abre la llave ; pero esci
tado esteriormente el corazon , y quizá comprimido un
poco por estos movimientos, espele entonces la sangre
con una fuerza que no acostumbra en sus contracciones
habituales.
Esta proposicion que siento es tan cierta, que cuan
do la inspiracion y espiracion recobran su grado regu
lar se disminuye manifiestamente el chorro de la sangre
aun cuando tambien sea roja , ni escede tampoco al que
tenia la sangre negra al principio de su salida , y an
tes que el tegido del corazon se penetrase de este fluido.
Por otra parte es muy manifiesto , sin necesidad de
tocar á la tráquearteria , el influjo de las grandes espi
raciones sobre la fuerza de proyeccion de la sangre por
el corazon. Abrase la carótida , acelérese la respiracion
haciendo padecer mucho al animal ( porque he observa
do constantemente que todo dolor repentino produce al
momento esta mudanza en la accion del diafragma ó
de los intercostales ) acelérese , repito , la respiracion , y
veremos entonces aumentarse palpablemente el impulso
del chorro de la sangre , y aun podríamos muchas veces
producir artificialmente este aumento, comprimiendo con
fuerza y de repente las paredes pectorales. Estos esperi
mentos tienen buen éxito , principalmente en los ani
71
males ya debilitados por la pérdida de cierta cantidad de
sangre , y son menos visibles en los que no tienen esta
circunstancia..
¿ Por qué en el estado natural las grandes espiracio
nes hechas voluntariamente no ponen el pulso mas fuer
te , supuesto que en los esperimentos aumentan con fre
cuencia el ímpetu del chorro de la sangre ? Ignoro la ra
zon de esto. De lo que acabamos de decir se sigue , que
el esperimento en que la sangre se enrogece y salta re
pentinamente bastante lejos en el instante en que se
abre la llave , no es tan concluyente como me habia pa
recido al principio , porque este resultado me ha tenido
por muchos dias confuso , viendo que no concordaba con
la mayor parte de los que observaba : confeseinos, pues,
aun una vez que si la irritacion producida por la sangre
roja en la superficie interna del corazon es algo mas
considerable que la que se ha producido por la negra,
el esceso es poco sensible ó casi nulo, y la interrupcion
de los fenómenos químicos obra principalmente del mo
do que he indicado.
En los animales de sangre roja y fria , especialmen
te en los reptiles , la accion del pulmon no tiene una re
lacion tan inmediata con la del corazon como en los de
sangre roja y caliente.
He ligado los pulmones de dos ranas en su raiz , y
despues de descubrirlos con dos incisiones hechas lateral
mente en el pecho , la circulacion ha continuado como
en el estado natural bastante tiempo , he visto tambien
algunas veces abriendo el pecho precipitarse el movimien
to del corazon á consecuencia de este esperimento , lo
que sin duda dependia del contacto del aire.
Terminaré este artículo por el examen de una cues
tion importante que es , saber coino cuando los fenóme
nos químicos del corazon se interrupen , la arteria pul
monal , el ventrículo y la aurícula de sangre negra , y
en una palabra todo el sistema venoso , se hallan infar
72
tados de sangre', mientras que se encuentra mucha
menos en el sistema vascular de sangre roja , sin em
bargo de que se advierte en el mas cantidad de este
fluido que en la mayor parte de las demas muertes. El
pulinon en efecto parece que es entonces el término á
donde vá á concluir la circulacion , que se va despues
suspendiendo succesivamente en las demas partes.
5 Este fenómeno debió sin duda sorprender a todos
los que han abierto cadáveres de asfixiados. Hallery
otres,le esplican por los pliegues de los vasos pulmona
les ; pero he dicho ya lo que se debe pensar de esta
opinion ( 1 ).
Antes de indicar una causa mas efectiva observemos,
que el pulmon donde se detiene la sangre porque presen
ta el priiner obstáculo á este fluido , aparece en un esta
do que varía estraordinariainente segun el inodo con que
se ha terminado la vida. Cuando la muerte ha sido
pronta é instantanea no se halla entonces infartado este
órgano , no están muy dilatadas la aurícula y ventrículo
de sangre negra , la arteria pulinonal yy las venas ca
vas , & c.
:: He observado este hecho. 1.. En los cadáveres de
dos personas que se ahorcaron, y que trajeron á mi anfin
teatro. 2. En tres sugetos que cayeron en el fuego, se
sofocaron de repente, y quedaron asfixiados. 3. En per
ros que ahogué de pronto , ó que se les había intercep
(1 ) Es cierto , por mas que diga Bichat , que muchos dobleces
angulares en el tránsito de un vaso sanguineo multiplicando el roce,
deben detener el curso del líquido que corre por su cavidad. Se
puede creer tambien que, en el aplanamiento del pulmon ésta es
una de las causas que estorban la circulacion ; esta causa egerce
principalmente su accion sobre las últimas ramificaciones de la ar
teria pulmonal , que por su enlace forman las celdillas de los bron
quios. Otra causa ann mas eficaz que obra igualmente sobre las di
visiones de las venas y de la arteria es 7, como lo hemos ya dicho,
la presion hecha sobre el pulmon por el aplanamiento del toraz, y
la cleracion del diafragma. (Magendie).
73
tado el aire de la respiracion por medio de una llavecita
que se adaptó de pronto a la traquearteria. 4. De algu
nos conejos de Indias que hacía morir en el vacío en
diferentes gases, especialmente en el carbónico , ó bien
ligándoles la aorta á su salida del corazon , ó finalmente
abriéndoles simplemente el pecho para interrumpir los
fenómenos mecánicos de la respiracion ; porque en esta
última circunstancia , como lo he observado, el corazon
no obra ya porque cesan los fenómenos químicos. En to
dos estos casos el pulmon sáo. estaba apenas infartado
de sangre . ... ch I!

Al contrario si se interrumpen en un animal


: los fe
nómenos químicos de las respiracion de un modo lento y
graduado ; si se le ahoga sumergiéndole en el agua y sa
cándole alternativamente , o si se le reduce á un estado
>

de asfixia , colocándole en un gas y dejando entrar por


pocos instantes un poco de aire comun / para soste
nerle ó no cerrando del todo una llavecita o adap
tada á su traquearteria ; en una palabra haciendo dus
rar todo lo posible este estado de tormento y angus
tia que media en la igterrupcion de las funciones del pul
mon entre la vida y la muerte , se observará siempre
este órgano sumanente infartado por la sangre , tenien
do un volumen doble y aun triple del que presenta en el
caso anterior. é chache ho 9 : 69 ) L. ut 7."
- } . Hay infinitos grados entre el infarto escesivo y la
vacuidad casi completa de los vasos pulmonales; pero
somos dueños de determinar estos grados , como lo he
observado muchas veces, segun el modo con que hacemos
perecer al animal. Asi es como debe esplicarse el es
tado de infarto del pulmon , de todos aquellos indi
viduos cuya vida han terminado una larga agonía, ó una
enferinedad lenta en sus progresos ; la mayor parte de
los cadáveres traidos á nuestros anfiteatros presentan ' es
ta disposicion.
Pero sea el que quiera el estado del pulmon en los
Tomo II. 10
74
asfixiados, ya se halle infartado ó vacío de sangre , y
por consiguiente haya sido la muerte larga ó repentina,
siempre el sistema vascular de sangre negra está enton
ces lleno de este fluido , principalmente en las inmedia
ciones del corazon ; hay ' siempre bajo este respecto una
grande diferencia entre él y el sistema vascular de san
gre roja , y por consiguiente siempre es en el pulinon
donde la circulacion encuentra su principal obstáculo. :
¿ Si cómo hemos visto los pliegues del órgano no
presentan este obstáculo á la sangre , cuál será pues la
causa que lo produzca ? Estas causas son relativas, 19 á
la sangre , 2o al pulmon , 3. al corazon,
La causa principal relativa á : la sangre es la grande
cantidad de este fluido que pasa entonces de las arterias
á las venas. En efecto, veremos bien pronto que la san
gre negra circulando por las arterias no es capaz de su
ministrar á las secreciones , a las exhalaciones, ni á la
nutricion los diversos materiales necesarios para estas
funciones , óo que si los lleva no puede escitar los órga
nos y los deja en inaccion ( 1 ).
Se sigue de aqui que toda la porcion de este fluido
que se saca regularmente del sistema arterial por estas
diversas funciones , refluye al sistema venoso con la por
cion que debe pasar naturalmente por él , y que es el
residuo del que se ha empleado ; de aqui resulta una
cántidad de sangre mucho 'mayor que en el estado na
tural ; y por consiguiente muchas dificultades para que
este fluido atraviese el pulmon.
Todos los prácticos que han abierto cadáveres de as
‫ یر‬.J ) ' ., cl ... . ...‫ دزا‬، . ‫دن را‬

( 1) Véase el artículo del influjo del pulmon sobre todas las par
kes Me veo obrigado aqui a deducir consecuencias de principios
que probaré mas adelante ; en efecto es tal et encadenamiento de
las cuestiones que tienen por obgero la circulacion, que es imposi
7

ble que la solucion de una, traiga como consecuencia necesaria la


de todas las demas. Es up círculo en que siempre és necesario su
poner algana cosa , difiriendo el probarla para despues. ( Bichat).
75
fixiados se han admirado al ver la abundancia de sangre
que se halla en ellos. Mr. Portal ha hecho esta obser
vacion , y la he comprobado siempre en mis esperi
mentos ( 1 ).
Las causas relativas al pulmon' que en los asfixiados
detienen en este órgano la sangre que atraviesa por él,
es la falta de estímulo para la sangre roja. En efecto,
las arterias bronquiales que llevan ordinariamente á él
esta especie de fluido, no conducen entonces sino sangre
negra. De aqui nace el color moreno obscuro que toma
este órgano cuando se impide de cualquier modo respirar
al animal . Sobre todo se vé inuy bien este color , y aun
se distinguen sus graduaciones succesivas cuando estando
abierto el pecho no puede penetrar el aire en las celulas
aereas aplanadas para enrojecer la sangre que aun cir
cula por ellas..
Contribuye. tambien á esto la negrura de la sangre
de las venas pulinonales , y aun mas eficazmente aten
>

diendo á su gran cantidad a esta coloracion, que es ne


cesario distinguir bien de las manchas azuladas que tie-.
ne naturalmente el pulmon de ciertos animales .
. Circulando la sangre negra por los vasos bronquia
les produce en el pulmon el misino efecto que en el co
1

razon , nacido del contacto que se verifica cuando pene


tra á este órgano por las coronarias ; debilita sus diver
sas partes, impide su accion y la circulacion capilar que
se verifica en él por el influjo de sus fuerzas tónicas.
La segunda causa que en la interrupcion de los fe
nómenos quimicos del pulmon impide la circulacion de
la sangre por este órgano, es la falta de su escitacion

( 1 ) Mr. Dupuytren ha encontrado en los cadáveres de dos as


Axiados , cuya historia formó , la membrana mucosa de los conduc
>

tos aereos en un estado inflamatorio ; pero esto no podia depender


mas que de la accion del gas amoniaco que existia en muy grande
cantidad en la cavidad donde sobrevino la inflamacio 1. (Nysten ,
Recherches de Phisiologie, & c ).
*
76
por el aire vital. El primer efecto de este aire, tocando
las superficies mucosas de las celulas aereas es escitarlas,
estimularlas y mantener por consiguiente al pulmon en
una especie de eretisino continuo ( 1 ). De este modo los
alimentos al Hegar al estómago escitán sus fuerzas, y
del misino todos los receptáculos se estimulan por la lle
gada de los fluidos que le son habituales, bo
Esta escitacion de las membranas mucosas por las
sustancias estrañas puestas en contacto con ellas, sostie
ne sus fuerzas tónicas que decaen en parte , y dejan por
consiguiente la circulacion capilar menos activa cuando
este contacto se hace nulo . wie uc
Los diferentes fluidos aeriformes que reemplazan al
aire atmosférico en las diversas asfixias , parece que
obran en grados muy variados sobre las fuerzas tónicas,
ó sobre la contractidad orgánica insensible . Los unos en
efecto las abaten casi repentinamente , y detienen de pron
to la circulacion que otros dejan durar aun por unas •
menos tiempo. Compárese la asfixia producida por el gas
nitroso , el hidrógeno sulfurado , & c . con la causada por
el hidrógeno puro, el gas ácido carbónico, & c. y se ve
rá'una diferencia notable , la que asi como los varios
efectos que resultan de las diversas asfixias , traen su
origen tambien de otras causas corno vereinos ; pero es
ta es la que influye mas visiblemente en ellos ; -en fin la
' causa relativa al corazon que hace en :los asfixiados se
estanque la sangre en el sistema vascular venoso , es la
debilidad del ventrículo y de la aurícula de este sistema,
los que penetrados en todas sus fibras por la sangre
negra no son : ya capaces de arrojar con energía es
te fuido hacia el pulmon , ni superar por consiguiente
( 1 ) No concibo: lo que ha podido inclinar á Bichat á admitir
este eretismo del pulmon , del que no se descubre ninguna utilidad.
Es muy bastante suponer en los órganos la existencia de estas pro
piedades ocultas , cuando hay necesidad de ellas para esplicar sus
funciones. (Magendie ).
77
la resistencia que halla alli ; se dejan dilatar por el у
no pueden tampoco resistir á la que vierten en él las
venas cavas . Estas se hinchan tambien como todo el sis
tema venoso , porque dejando de ser escitadas sus pare
des por la sangre roja , por estar todas penetradas por
la negra , pierden poco aá poco la elasticidad necesaria
para sus funciones ( 1 ).
Es facil concebir , segun lo dicho , como todo el sis
tema vascular de sangre negra se encuentra infartado
de este fluido en la asfixia (2) , y se comprenderá tam
6

bien por las consideraciones siguientes como el sistema


de sangre roja contiene menor cantidad de ella.
1 . Coino el obstáculo principia en el pulmon este
1.
sistema recibe evidentemente de él inucha men canti
dad de sangre que la regular , y de aqui trae origen co
mo hemos visto , la cesacion mas pronta de las contrac
ciones del ventrículo izquierdo. pismy 3

2. La fuerza natural de las arterias aunque debilita


da por la presencia de sangre negra en las fibras de sus

(1) Las venas no tienen otrafuerza contractil que su elastici:


dad , y esta propiedad mucho menos marcada en su tegido que en
el de las arterias no se estingue en el momento de la muerte , -pero
cesa de estar en accion. (Magendie).
(2) Cómo la sangre circula en las venas por un movimiento
continuo , la dilatacion de estos vasos no tiene lugar en el mo
vimiento directo de la sangre, y si en el retrogado. Cada vez
que la aurícula derecha se contrae, una porcion de sangre en vez
de pasar al ventrículo del inismo lado ' , refluye en las venas cavås
superior é inferior >, y en los principales troncos venosos que van á
parar ali. Estas venas se encuentran dilatadas por este reflujo
de la sangre , y presentan una pulsacion que es facil distinguir en
2

Ja yugular en las personas muy delgadas. Se ha dado á esta pul


sacion el nombre de pulso venoso. Cuando es muy marcada pue
de indicar un obstáculo al paso de la sangre desde la auricula
al ventrículo derecho.
Otro reflujo de la sangre en estas venas corresponde al mo
mento de la espiracion, y se hace sentir aun mas distante. Tendre
mos bien pronto ocasion de hablar de los movimientos del cerebro.
( Magendie).
78
paredes , es sin einbargo muy superior a la del sistema
venoso sujeto por otra parte a la misma causa de debili
dad ( 1 ) ; por consiguiente estos vasos y el ventrículo aor
tico pueden con inayor facilidad superar la resistencia
de los capilares de todo el cuerpo, que las venas y el ven
trículo venoso vencer la de los capilares del pulmon.
3. No hay en la circulacion capilar general sino una
causa de entorpecimiento , á saber el contacto de la san
gre negra en todos los órganos, inientras que á está causa
se une en el pulinon la falta de escitacion habitual produ
cida en él por el aire atmosférico. Así pues en el pulmon
por una parte hay mas resistencia a la sangre que lle-.
van á él las venas , y menos fuerza por otra para supe
rar esta resistencia ; mientras que en todas las partes se
observa por el contrario en la terminacion de las arterias
y al tiempo .: del paso de su sangre á las venas , débiles
obstáculos por una parte , y por otra fuerzas inayores pa
ra vencerlos, as
* 4. En el sistema capilar general que es el término
del de las arterias, si la circulacion se impide desde lue
go en un órgano particular , puede tambien suceder lo
mismo en losotros , y entonces la sangre refluye por allí
á las venas . Por el contrario como todo el sistema capi
lar en que termina el de las venas se halla reconcentrado
en el pulinon , si esta víscera pierde sus fuerzas, su sen
sibilidad y contractilidad orgánicas insensibles , entonces
es necesario que toda la circulacion venosa se suspenda .
(1) La fuerza natural de las arterias no depende de la vida, y
por consiguiente no puede debilitarse por el aflujo de la sangre ne
gra. Esta fuerza no es otra cosa que la elasticidad que cesa verda
deramente de estar en accion ciando viene la muerte , pero que no
deja de existir sino cuando el tegido mismo se destruye , y se desor
ganiza. Como esta propiedad es muy patente en las arterias, es
suficiente para arrojar de su cavidad la sangre al inomento de morir
mientras que en las venas es muy débil para espeler enteramente es
te líquido . Tambien es solamente en las venas donde se encucntra la
sangre despues de la muerte. (Magendie).
79
Las consideraciones precedentes dan , á mími parecer,
la esplicacion de la desigualdad en la plenitud de los dos
sistemas vasculares , desigualdad que no presentan solo
los cadáveres de los que han muerto de asfixia , sino que
tainbien es mas o menos patente despues de casi todas
las enfermedades.
Aunque el sistema capilar general presenta en la as
fixia menos resistencia á las arterias que el sistema ca
pilar pulinonal ofrece en este caso á las venas; sin em
bargo esta resistencia producida generalmente por la lle
gada de la sangre negra á todos los órganos cuyas fuer
zas le es imposible sostener ; es muy manifiesta en ellos,
y produce dos fenómenos bastante notables.
El primero es la estancacion en las arterias de una
cantidad de sangre negra mucho mas considerable que en
el estado natural, aunque sin embargo mucho imenov
que en las venas. De aquí la gran dificultad que se
encuentra para inyectar los cadáveres de los asfixiados,
Ý queri en general se hace tanto mejor esta operacion,
cuanto mas vacías estan las arterias. La sangrel que se
encuentra entonces allís es fluida ; rara vez está coa
gulada porque es venosa, y mientras conserva este ca.
-

racter es mas dificil de coagular como lo prueban 19


Los esperimentos de los químicos modernos. 2. La com
paracion de la sangre contenida en las svarices jicon
la que hay en los aneurisinas. 3. La inspeccion de la que
se estanca regularmente despues de la muerte en las yet
nas inmediatas al corazon &c. El segundo fenómeno pro
ducido en la asfixia por la resistencia que oponę lás , las
11

arterias: el sistemacapilari general debilitado , es el{color


amoratado que presentan la mayor parte de las superfie
cies, y los infartosde las diversaspartes comosdela ca
2

ra , de la lengua , de los lábios & c. Estos dos fenómenos


indican una estancacion de la sangre negra en las estre
midades arteriales,, que no puede atravesar, así como de
notan el inisino efecto en los vasos pulmonales ,. en que
80
el infarto es mucho mas manifiesto , porque como he
dicho , el sistema capilar está concentrado allí en un es
pacio muy pequeño, mientras que está muy esparcido en
las estremidades arteriosas. "
Kis Todos los autores atribuyen el color cárdeno de los
asfixiados al reflujo de la sangre de las venas hacia las
estremidades ; pero esta causa no es muy evidente. En
efecto este reflujo que es muy sensible en los troncos , vá
siempre disminuyendose hacia las ramificaciones, en don
de las válvulas le hacen nulo , y aun casi imposible.
He aquí por otra parte un esperimento que prueba
manifiestamente que este color debe atribuirse al impul
so de la sangre negra transmitida por el ventrículo aor,
tico a todas las arterias .
*** 1. Adaptése un tubo con llave á la traquearteria
descubierta y cortada transversalınente por arriba. 2:
Abrase el abdomen de modo que se distingan los intes
tinos , el epiploon &c. 3. Ciérrese, despues la llave , al
cabo de dos o tres minutos el color rojo que anima el
fondo blanco del peritoneo , y que esta membrana toma
de los vasos que van por debajo de ella , se cambiará
en un pardo obscuro , que se hace aparecer y desapare
cer abriendo y cerrando la llave.
.. No se puede sospecbar aquí , como si se hiciese el
esperimentoven otras partes i un reflujo que se propague
del ventrículo: derechb háciar las estremidades venosas,
puesto que las venasmesentericas forman con los otros
ramos de la vena porta un sistema separado,independien :
1

te del gran sistema de sangre negra , y sin comunicacion


9

con las cavidades del corazon que corresponden áreste


sistema. si yo 01154 "10715! f. $310.919. gspositions
- Hablaré mas adelante de la coloracion de las partes
por la sangre negra; este esperimento basta para probar
que es un efecto manifiesto del impulso arterial, el que
obra sobre este fluido estraño á las arterias en el estado
natural , éwidoczna osiv bol 119 choulo orien !!
81
Es fácil segun lo que hemos dicho , esplicar cómo el
pulmon está mas o menos lleno de sangre , mas ó menos
obscuro , y cómo las manchas cárdenas esparcidas sobre
las diversas partes del cuerpo están mas o menos señala
das, segun quel la asfixia ha sido de mayor ó menor
duracion . i vi sisisme, ‫دو‬ ***

Es evidente que si antes de la muerte la sangre' ne


gra ha circulado diez ó doce veces por los dos sistemas,
infartará mucho mas sus estremidades , que si solamente
las há recorrido dos ó tres veces , porque en cada una
queda en estas estremidades una cantidad mayor ó me
nor de ella por la falta de accion de los vasos capilares.
Al eoncluir este artículo hago observar , que el bazo
es el único órgano de la economia susceptible, así como el
pulmon de toinar diferentes magnitudes , y así apenas se
halla dos veces en el mismo estado ; se manifiesta en di
versos sugetos , bajo formas muy distintas ya muy lleno
de sangre , ya casi vacío.
Han creido falsamente algunos que habia una rela
cion entre la plenitud y vacuidad del estómago, y las des
igualdades del bazo. Los esperimentos me han demos
trado lo contrario , como lo he dicho ya en otra parte;
y estas desigualdades que no son propias de la vida , pa
rece que solo sobrevienen en el instante de la muerte.
Creo que dependen especialmente del estado del hí
gado , cuyos vasos capilares son el término de todos los
troncos de la vena porta , como los capilares del pulmon
lo son del gran sistema venoso ; de suerte que cuando los
capilares hepáticos están debilitados por cualquiera causa,
debe necesariamente obstruirse el bazo , y llenarse de la
sangre que no puede atravesar el hígado ( 1 ). Sobreviene
(1 ) El estado del bazo en el cadáver puede llegar a ser en algun
modo un indicio del estado de la circulacion , en los últimos instan
tes de la vida. Su hinchazon anuncia casi siempre el estorbo en la cir
culacion , y no solamente en un sistema aislado, tal como el de la ve
na porta , como Bichat lo pretende , sino en todo el pulmonal.
Tomo II. 11
82
entonces , si me puedo esplicar así , una asfixia aislada
en el aparato vascular del abdomen.
En este caso el hígado es con respecto al bazo , lo
que el pulmon á las cavidades de sangre negra en la as
fixia comun ; en el primer órgano está la resistencia , y
en el segundo se efectúa la estancacion de la sangre.
Pero esto podrá patentizarse mas, por esperimentos hechos
en animales muertos de diferentes modos. Me propongo
por este medio fijar rigorosamente la analogía que hay
entre la detencion de la sangre en los diversos ramos de
la vena porta , y la que se observa en el sistema venoso
general á consecuencia de diversos géneros de muerte.
No he observado ninguna cosa particular en el bazo , ni
en su sistema venoso en la asfixia comun. Por lo demas
es inútil observar que se debe distinguir el infarto de es
ta víscera por la sangre que la infiltra en el instante de
la muerte , infarto que han observado todos los que han
visto cadáveres ; del que resulta en este órgano aunque

Cuando cualquiera causa pone obstáculos à la circulacion en los


capilares del pulmon , produce necesariamente una estancacion de la
sangre en las divisiones de la arteria pulmonal , y seguidamente el
estorbo se hace sentir hasta en las venas cavas , pero sobre todo en
la inferior , en que el líquido sube contra su propio peso. La sangre
se acumula en sus principales ramas , y las venas del hígado , y
de los riñones se hinchan mas o menos ; en cuanto á estos mismos
órganos , la firmeza de su tegido no les permite dejarse dilatar ; tam
poco anmentan sensiblemente de volúmen , ó si se verifica este au
mento , no se efectúa sino lentamente. No sucede la mismo en el
bazo , los vacíos flojos de su parenquíma pueden admitir una gran
cantidad de líquido , y su volúmen puede de este modo doblarse ó
triplicarse en muy poco tiempo. Se hace pues una especie de depó
sito donde se acumula la sangre que no ha podido atravesar el pulmon.
Se puede objetar á lo que acabamos de decir , que frecuentemen
te en la tisis la porcion mayor del pulmon se imposibilita para el
paso de la sangre , y que sin embargo despues de la muerte se en
cuentra el bazo en su estado natural. Pero es necesario acordarse que
los tísicos en los últimos periodos de su enfermedad no tienen , pa
ra esplicarme así , nada de sangre , de suerte que cada porcion que
envia el ventrículo derecho encuentra siempre en el pulmon muchos
caminos abiertos. (Magendie).
83
raras veces , producido por diversas enfermedades. La
inspeccion sola basta para no confundirlos .

ARTICULO VII.

Del influjo que la muerte del pulmon eger


ce sobre la del cerebro.

Acabaro
cabamos de ver que enviando el pulmon sangre ne
gra á las fibras carnosas del corazon , y obrando quizá
sobre los nervios por el contacto de esta sangre , influye
en la asfixia , y en la cesacion de las pulsaciones de este
órgano. Este hecho parece que nos indica de antemano
otro análogo en el cerebro , y la observacion lo prueba
sin duda alguna.
De cualquier modo que se interrumpa la accion pul
monal , y que los fenómenos químicos ó los mecánicos ce
sen unos antes que los otros, siempre la alteracion de los
primeros produce el trastorno en las funciones cerebra
les ( 1 ). Lo que he dicho sobre este punto , relativamen

(1) En un artículo anterior dice Bichat que el aflujo de la sangre


arterial contribuye á mantener la accion del cerebro , principalmen
te por el sacudimiento que comunica à este órgano. Segun esto debe
admirarnos que atribuya la suspension de las funciones del cerebro,
á la interrupcion de los fenómenos químicos de la respiracion , mas
bien que á la de los mecánicos.
No podia sin embargo ignorar que el mas marcado de los dos
movimientos que agitan habitualmente debe referirse á los últimos.
Se ha observado hace mucho tiempo que estos movimientos del ce
rebro estan en relacion con los de la respiracion. Schitling los hà
descrito en una memoria que se halla inserta en el primer volúmen
de los sabios estrangeros. Ha demostrado que el cerebro se eleva
en la espiración y se aplana en la inspiracion. Haller , Lamure , y
Lorry se han ocupado despues en examinar este movimiento , y han
dado una esplicacion de él que no peca sino en que han desconocido
*
84**
te al corazon se puede aplicar exactamente al cerebro por
lo que no volveré á repetirlo.
Se trata pues de demostrar por la esperiencia y por
la observácion de las enfermedades , que en la interrup-`
cion de las funciones químicas del pulmon, la sangre ne
gra interrumpe la accion del cerebro , y sin duda la de
todo el sistema nervioso. Examinemos desde luego los es
perimentos relativos á este objeto.
He principiado por transfundir al cerebro de un ani.
mal la sangre arterial de otro, con el objeto de que este
ensayo me sirviese de término de comparacion para los
siguientes. Abierta una " de las ; carótidas en un perro
adapté á ella un tubo del lado del corazon y ligué la
porcion correspondiente al cerebro ; corté despues la mis

el influjo de la respiracion sobre la celeridad del curso de la sangre


en las arterias por el intermedio de los vasos capilares.
En el momento de una fuerte espiracion, ó de un esfuerzo todos
los órganos pectorales y abdominales se comprimen, y la sangre arte
rial es arrojada con mas particularidad á los ramos de la aorta as
cendente.
Esta sangre llega pues en mayor cantidad á la cabeza , y procu
ra pasar con mas prontitud á las venas que deben llevarla hácia el co
razon ; lo que sucederia al momento si las venas estuviesen libres,
pero la presion egercida sobre los órganos pectorales hace tambien
refluir la sangre venosa a los vasos que la contienen; pero encontrán
dose esta sangre bien pronto con la que viene por las arterias dila
ta el vaso , y la circulacion del líquido se suspende en las venas;
por tanto es muy fâcil ver que el cerebro se hincha y se eleva , pe
ro inmediatamente que la inspiracion ha cesado , la dilatacion que se
efectua en el pecho , aspira en cierto modo la sangre de la vena ca
va superior ; las venas que terminan en ella se vácian inmediata
mente y el cerebro se aplana.
Reflexionando en el mecanismo por el que se efectua este movi
miento del cerebro bajo el influjo de la respiracion , no se concibe
por qué el fenómeno se limitaria al órgano contenido en el crâneo,
y principalmente por qué la médula espinal no, lo presentaria igual
mente. La continuidad de este órgano con el cerebro y el cerebelo, su
situacion en medio de una cavidad que no llena enteramente , las
numerosas arterias que recibe de las intercostales y vertebrales , la
multitud y grosor de sus venas desprovistas de válvulas , son otras
tantas circunstancias que deben favorecer la acumulacion de sangre
85
ma arteria en otro perro, é hice una ligadura por encima
de la abertura á la cual se sujetó la otra estremidad del
tubo . Entonces un ayudante que comprimia con los dedos
la carótida del primer perro , dejó de comprimirla y la
sangre fué arrojada con fuerza por el I corazon de este
animal hacia el cerebro del otro , inmediatamente las
pulsaciones de la arteria que habian cesado en éste por
encima del tubo, se renovaron indicando el tránsito del
fluido. h
Esta operacion incomóda poco al animal que recibe
la sangre, principalmente si se tiene cuidado de abrirle una
vena para evitar la escesiva plenitud de los vasos , des
pues continúa viviendo muy bien. Podemos pues concluir

en el momento de la espiracion , y por consiguiente producir su


congeturas eran fun
aumento de volumen . Con el fin de ver 1 si mis
dadas he debido hacer algunos esperimentos : descubrí en un gazapo
la médula espinal: ácia la octava ó novena vértebra dorsal , y la ví
perfectamente intacta y embuelta en sus tegumentos . Desde luego
no percibí ningun movimiento , pero bien pronto el animal muy in
cómodo en la postura en que yo le tenia , hizo una inspiracion pro
funda y entonces ví claramente aplanarse la médula y presentarse
un pequeño vacío entre la dura madre y las paredes huesosas del
canal raquidiano ó vertebral. A la espiracion siguiente , la médula
recobrósu primera dimension ; no pude ver nada mas en este animal,
pero era lo bastante para empeñarme en continuar los esperimentos .
Descubrí en un perro de mediano tamaño la médula espinal un
poco mas arriba de la region lumbar , no pude entonces desconocer
allí un movimiento muy marcado que estaba en relacion con la res
piración ; aplanamiento 13 durante la inspiracion , é hinchazon en la
espiracion . El fenómeno era tan marcado que el aire se introducia con
ruido en el canal vertebral , cuando el animal, inspiraba y era arro
jado en la espiracion, no
Con el objeto de asegurarme si este movimiento se verificaba en
la médula , y no en la dura madre, hendí esta membrana á lo largo
de la abertura hecha en el canal raquidiano , y pude convencerme
facilmente de que el movimiento se verificaba por la hinchazon de la
medula. Sin embargo no quisiera asegurar que existe una ligera ele
vacion del órgano por la dilatacion de las gruesas venas que se es
parcen en la parte anterior del conducto vertebral ; pero esta di
latacion no puede ser muy considerable en razon de la lámina fi
brosa que cubre la cara posterior de estas venas. (Magendie).
86
de este esperimento frecuentemente repetido , que el con
tacto de una sangre roja estraña no es capaz de ningun
modo de alterar las funciones del cerebro.
He aplicado despues de este esperimento á la caróti
da abierta en un perro , á una vena de otro por medio
de un tubo recto , y á la yugular del mismo con un tubo
encorbado , de modo que la sangre negra llegase al ce
rebro por el sistema de la sangre roja. El animal que al
parecer recibió el fluido no dió muestras de ninguna al
teracion en muchos esperimentos , lo que me sorprendia
tanto mas cuanto que sus resultados no concordaban con
el de los ensayos hechos en los demás órganos. Al fin
comprendí la razon de esto, y es que la sangre negra no
llega entonces al cerebro. El movimiento escitado en la
parte superior de la arteria abierta, y que impele la san
gre roja en direccion opuesta á aquella en que circula
ordinariamente , es igual y aun superior al impulso ve
noso que supera , y cuyos efectos impide , como se puede
ver abriendo la porcion de arteria situada por encima
del tubo destinado á conducir á ella sangre negra. Este
movimiento parece que depende de las fuerzas contractiles
orgánicas de la arteria ( 1 ), y del impulso del corazon que
hace refluir la sangre por los anastomoses en direccion
contraria á la que le es natural. :

(1) Hemos hecho ver en una nota anterior que esta fuerza con
tráctil de las arterias no es otra cosa que la elasticidad de sus pa
redes. Se concibe facilmente como obra en este caso para producir
el efecto observado por Bichat , cada porcion de sangre arrojada
por el ventrículo izquierdo se introduce en un sistema de canales ya
llenos , y no puede hallar sitio sino separando sus paredes ; pero
como el impulso se comunica á toda la masa del líquido , todos los
vasos arteriales toman parte en esta dilatacion . Sus paredes al ins
tante que el impulso ha cesado , tiran à rehacerse sobre sí mismas ,
y á espeler por ambas estremidades el esceso de sangre contenida
en su cavidad ; pero por el lado del corazon , es imposible que vuel
va, á causa de la disposicion de las válvulas sigmoideas, y la sangre
se vé obligada à correr por los vasos pequeños. Si al contrario se
corta una arteria , encontrará la sangre mayor facilidad á volver por
87
Es necesario pues , recurrir á un medio mas activo
para impeler esta especie de sangre al cerebro , y este
medio es muy fácil de encontrar. He abierto en un ani
mal la carótida y la yugular; he recogido en una gerin
ga caliente á la temperatura del cuerpo , el fluido que ver
tia ésta última , y le he inyectado en el cerebro por la
primera que habia ligado del lado del corazon para evi
tar la hemorragia. Casi al instante se agitó el animal,
y su respiracion se aceleró ; parecia tener sofocaciones
análogas á las que se presentan en la asfixia ; bien pron
to ésta presentó todos sus síntomas característicos, la vida
animal se suspendió enteramente , el corazon continuó
aun latiendo , hubo circulacion por espacio de media ho
ra , al cabo de la cual la muerte terminó tambien la vi—
da orgánica.
El perro era de un tamaño mediano , se le inyecta
ron con corta diferencia seis onzas de sangre negra con
suavidad , porque no se atribuyese al choque mecánico lo
que no debia ser sino efecto de la naturaleza y de la com
posicion del fluido. Repetí consecutivamente este esperi
mento en tres perros en un mismo dia , y despues en di
ferentes ocasiones en otros muchos ; el resultado ha sido
invariable no solo en cuanto á la asfixia del animal , si
no tambien en cuanto á los fenómenos que acompañan á
la muerte.
20 Pudiera creerse que habiendo salido la sangre de sus
vasos , y estando espuesta al contacto del aire recibe de
este fluido principios funestos , y le comunica aquellos que
eran necesarios para mantener la vida , y que á esta cau

el lado del corazon que á atravesar estos pequeños vasos en don


de esperimenta por el frotamiento una resistencia tanto mayor, cuan◄
to su superficie se hace cada vez mas considerable con respecto á
su volúmen. Por la misma razon la sangre llevada por los anasto
moses , volverá hacia la abertura de la arteria , y se opondrá â la
entrada de la sangre venosa que corre por el influjo de un impulso
mucho menos fuerte. ( Magendie ).
88
sa se debe la muerte repen'tina que sobreviene cuando se ,
introduce sangre en el cerebro. Para aclarar esta sospe
chia he hecho en la yugular de un perro una pequeña
abertura a la que adapté el tubo de una geringa caliente,
cuyo embolo retiré en seguida , de modo que pudiese ab
sorver la sangre de la vena sin que el aire. ' tocase este
fluido; la he introducido en seguida por una abertura
hecha en la carótida, inmediatamente se manifestaron
los síntomas como en los casos anteriores ; es verdad que
sobrevino la muerte mas lentamente y con menos agita
cion . Es pues posible que cuando el aire está en contacto
con la sangre viva que ha salido de sus vasos , la altere
algo , y la haga menos susceptible de mantener la vida
de los sólidos ; pero la causa esencial de la muerte está
siempre , segun el esperimento anterior , en la negrura de
este fluido
Parece segun lo
- dicho , que la sangre negra ó no es
un escitante capaz de sostener la accion del cerebro , ó
tambien que obra de un modo delétereo sobre el órgano
encefálico . Introduciendo por la carótida diversas sustan
cias estrañas, se producen efectos análogos.
है
He'muerto animales inyectándoles tinta , aceite , vi
no y agua , tinturada con azul comun , & c. La mayor
parte de los fluidos escrementicios como la orina , bilis,
los fluidos mucosos recogidos en las afecciones catarra
les tienen tambien sobre el cerebro un influjo mortal por
su simple contacto.
La serosidad de la sangre que se separa del coagum
lo en una sangria produce tambien la muerte , cuando se
la introduce artificialmente en el cerebro , pero sus efectos
son inas, lentos, y con frecuencia el animal sobrevive
muchas horas al esperimento .
Por lo demas es bien cierto que estas diversas sustan
cias son dañosas obrando sobre el cerebro y no sobre la
superficie interna de las arterias. Las he inyectado todas
comparativamente por la crural. De este modo ninguna
89
produce la muerte , y solamente he observado que un en
torpeciiniento y aun una paralisis suceden casi siempre
á la inyeccion (1 ) .

(1 ) Las sustancias activas introducidas en las venas pueden obrar


sobre los órganos de muchos modos á un tiempo. Tienen desde lue 1

go su accion propia que es casi constante cualquiera que sea el mo


do de administrarlas, pero producen ademas Otros efectos que resul
tan de sus propiedades físicas, y estas últimas pueden variar segun
que las sustancias se introducen bajo tal ó cual forma.
Las sustancias introducidas en la circulacion tienen por necesi
dad que atravesar un sistema doble de vasos capilares , y debeo por
consiguiente acomodarse á una division muy grande. Segun esto se
vé que no todo líquido viscoso podrá penetrar eu los vasos mas pe
queños, y que deteniendose en los que han podido admitirle, impedirá
el paso de la sangre , y producirá una congestion ya en el pulmon,
ya en otro cualquiera organo , segun se haya inyectado en una ve
na ó en una arteria. Una sustancia tal como el mercurio , que sin
ser viscosa presente entre sus moléculas mucha cohesion , producirá
exactamente los mismos efectos. Los glóbulos no se dividirán nunca
sino hasta cierto punto. El ayre mismo agitado en un líquido tal
conio la sangre formará burbujas que se dividirán con tanta mayor
dificultad cuanto mas pequeñas sean , y que finalmente podrán de
tenerse en la entrada de los capilares , de modo que se opongan al
tránsito libre de la sangre en una parte de estos vasos. Boerhaave
creia que de este modo et'ayre inyectado en las venas , oponiendo
un obstáculo mecánico á la circulacion capilar de los pulmones , pro
ducía siempre la muerte del animal.
En un esperimento en que me propuse cambiar la naturaleza de la
sangre por medio de un líquido estraño , inyecte en la vena yugu
>

lar de un perro , una onza de aceite de olivas pensando que esta sus
tancia podría circular sin inconveniente con la sangre; pero no su
cedió así , y el animal murió algunos instantes despues de la
inyeccion .
Examinando los órganos despues de la muerte observé que el
aceite habia tapado las últimas ramîficaciones de la arteria pulmonal,
y que habia hecho tainbien cesar la circulacion y la respiracion , im
pidiendo la llegada de la sangre al lado izquierdo del corazon por
las venas pulmonales. Produjo exactamente los mismos fenómenos
que el aceite , una inyeccion hecha con una disolucion un poco es
pesa de goma tragacanto.
Un polvo inerte que no se puede tocar suspenso en agua , pro
7

duce tambien inmediatamente la muerte si se inyecta por la vena


yugular , porque tapa las últimas divisiones de la arteria pulmonal.
Tomo II. 12
90
La sangre negra es sin duda alguna funesta al cere
rebro al que reduce á un estado de atonía por su contac
to , del mismo modo que los diferentes fluidos de que aca

Si las sustancias inyectadas no se dividen desde luego en la


sangre , de modo que se repartan uniformemente en los diversos
ramillos , la muerte no sobreviene con tanta prontitud porque una
parte de los canales sanguíneos queda libre para la circulacion. Es
to es lo que se observa cuando se inyecta mercurio ó aire en una
cantidad muy pequeña para no producir al instante la muerte. La
congestion en el último caso , basta con frecuencia sola para produ
cirla despues de cierto tiempo ; en el otro caso se une al impedi
mento una pulmonía verdadera causada por la presencia del mercu
rio en los vasos obliterados. Vamos á referir tres esperimentos de
Mr. Gaspard , que demostrarán los efectos de la estancacion de es
te líquido en diferentes órganos. C
Esperimento 1. He introducido en la vena yugular de un per
rillo de cuatro dias , treinta y seis granos de mercurio purificado
por medio de una gainuza ; poco despues reusó mamar , perdió su
vivacidad, su movilidad y su calor, esperimentó dispnea , calentura,
y murió al cabo de veinte y cuatro horas , habiendo estado siempre.
mucho mas frío que los demas perrillos entre quienes estaba meti
do. Se encontraron al abrirle el pecho y los pulmones muy inflamados,
casi todos hepatizados , pesados , llenos de bultos y de mercurio.
Esperimento 2.° Inyecté en la arteria carótida izquierda de un
carnero , muy inmediato al cerebro , una media onza de mercu
rio con agua , y despues ligué dos veces el vaso abierto. El animal
manifestó inmediatamente tener dolor , se puso al instante inmoble,
en pie , la cabeza inclinada con estupor , atontamiento , los ojos sal
tones y estraordinariamente abiertos ; en seguida se le doblaron los
miembros anteriores , torció la cabeza y el cuello sobre la escápu
la derecha con una especie de rigidez , ó elasticidad convulsiva , la
que fué siempre constante hasta la muerte , y se renovaba como
por efecto de un resorte cuando le enderezaba el cuello . Dos ho
ras despues no podia tenerse , se echaba , se presentaron un es
tado de adormecimiento ó de embriaguez , algunos movimientos
convulsivos de los miembros , y el ojo izquierdo hinchado , rojo , é
inflamado. Al dia siguiente el mismo estado , abatimiento casi com
pleto de la vida animal ó esterior , escrecion abundante de mucosi
dades por la nariz izquierda , y el ejó siempre muy grueso é infla
mado. Al tercer dia el mismo estado , murió á las cincuenta ho
-ras despues de la inyeccion. El examen del cadáver manifestó el ojo
izquierdo todo supurado , y contenia mercurio, las arterias tiroideas,
faringeas , auriculares , linguales , labiales , nasalesy cerebrales de
91
bo de hablar. Cual sea este modo , no lo investigaré, por
que principiarian entonces las congeturas , y ellas son el
término en que me detengo.
Estamos ya , á mi parecer , autorizados para pensar
que en la asfixia la circulacion que continúa algun tiem

todo el lado izquierdo , estaban muy inyectadas de este metal que


corria por debajo del instrumento ; pero sus terminaciones capilares
no contenian_nada , y se veía hasta qué ramificacion , hasta qué ca
libre habia penetrado , y el término en que se habia detenido no
habiendo podido pasar mas adelante ; las fosas nasales izquierdas
presentaban un aspecto agradable reticular , brillante y plateado . Por
lo demas todos los órganos de este lado estaban rojos , hinchados , y
muy inflamados por la presencia de un cuerpo estraño , y era muy
curioso ver la mitad de la tiroides , de la lengua , de la mejilla , y
de los labios tan roja é inflamada hasta la línea media , y nada en
las terminaciones de las arterias , mientras que la otra mitad estaba
sana , y pálida ; el cerebro izquierdo estaba tambien un poco infla
mado , y sobre todo el plexo coroides. Por lo demas no he podido
descubrir ningun glóbulo de mercurio en los demas órganos.
Q
Esperimento 3. Inyecté con una geringa de estaño , sin amal
gama visible , en la arteria crural de un perro grande , dracma y
media de mercurio lavado en agua comun ; el animal inmediata
mente que se le hizo una ligadura doble , no sintió ningun dolor , y
caminó apoyándose menos sobre su pierna , que se enfrió muy
sensiblemente aunque no se puso paralítica. Pero cerca de una hora
despues , reusć tomar alimentos , manifestó por gritos penetrantes
esperimentar dolores agudos , agitacion contínua , y mudaba á cada
instante de sitio , indicando lo que padecia ; bien pronto la
pierna se calentó , y se puso como quemante al tacto , con pulso
obscuro y temblon bajo el tendon de Aquiles. Este estado de calen
tura y de dolor continuó todo el dia y la noche. Al siguiente la
pierna se hinchó y presentó un edema flegmonoso que conservaba la
impresion hecha por el dedo , y continuó dando ahullidos lamenta
tables. Al tercer dia su estado éra mas molesto , tenía sed ardiente,
edema muy aumentado , los mismos ahullidos , imposibilidad de le
vantarse , desmayos frecuentes , y entonces le maté compadecido,
sesenta horas despues de haberle hecho la inyeccion . Observé cui
dadosamente la materia de las escreciones sin haber visto en ellas
un átomo de mercurio . En la autopsia ó inspeccion cadavérica tam
poco encontré nada en ningun órgano escepto en el miembro sujeto
al esperimento , que estaba todo hinchado , fleginonoso y edemato
so en todos sus tejidos , observé tambien en él abcesos de diversos
tamaños que contenian mercurio , pus , sanies y mucho gas , efecto
*
92
po después que han cesado las funciones químicas del
pulmon , interrumpe las del cerebro , llevando allí sangre
negra por las arterias ; prueba esto mismo otra conside
racion , y es que entonces los movimientos de este órga
no continúan como en el estado ordinario.

de la gangrena que principiaba á atacar sus partes. El metal ocupa


ba ordinariamente el centro de estos abcesos , y los glóbulos `mer
curiales corrian bajo el escapel que cortaba la piel , el tegido celu→
lar , los músculos , y sobre todo las pequeñas arterias que estaban
muy inyectadas ; exudaciones: gelatinosas ocupaban los intersticios
de los músculos.
Esperimento 4.0 Inyecté por medio de un tubo de vidrio adel
gazado al soplete , una dracma de mercurio pasado al traves de
una gamuza , en la vena mesentérica de un perro mediano ; el ani
mal esperimentó diversos síntomas graves que no refiero porque
probablemente dependian de la abertura del abdomen , y de la in
flamacion que resultó de ella ; viendo que aquellos síntomas se iban
á hacer mortales le hice morir por otro esperimento cincuenta y
dós horas despues. A la abertura del cadáver encontré todo el mer
curio en el hígado sin haber podido pasar mas adelante al sistema
capilar ; cada glóbulo era el centro de un pequeño foco purulento
que habia promovido ; pero por lo demas el hígado estaba poco en
fermo , poco inflamado y solamente mas negro y mas engurgitado
de sangre que en el estado ordinario. El estómago contenia una can
tidad no acostumbrada de bilis, muy verde , y los demas órganos no
contenian ningun mercurio, **
Segun estos diferentes hechos se concibe cuán importante es
que todo lo que penetra en la circulacion llegue à ella por canales
muy delgados ; y despues de haber sido , para esplicarme así , ta
: mizado por los agentes de la absorcion ; este es un uso de los órga
nos absorventes que á mi parecer , no se ha podido aun demarcar
bien. Estos hechos nos ilustran tambien sobre las propiedades de
las sustancias inyectadas en las venas de los animales despues de ha
ber sido disueltas en aceite. Es creible que cuando estas disolucio
nes aceitosas han sido llevadas al canal intestinal , no son absorvi
das sino despues de haber sido transformadas poco á poco en una
especie de emulsion , y se sabe que bajo esta forma pueden ser in
troducidas en la circulacion las sustancias grasientas. En efecto se
puede inyectar en las venas una gran cantidad de leche , sin que
da porcion de manteca que contiene produzca los efectos que resul
tarian necesariamente si se inyectase esta sustancia pura y solamen
te liquidada por el calor. (Magendie),
93
Si se descubre la superficie del cerebro en un animal, 1
y se le reduce de cualquier modo á un estado de asfixia ,
introduciendo por egemplo en su traquearteria diferentes
gases por inedio de una llavecita que se adapte allí , ó
bien cerrándola solamente , se vé que ya toda la vida
animal está casi aniquilada , que las funciones del cerebro
por consiguiente han cesado, y que sin embargo este ór
gano está aun agitado de movimientos alternativos de ele
vacion y de depresion que dependen del impulso que les
dá la sangre negra. Como esta causa de vida subsiste
aun en el cerebro , es necesario que su muerte se atribu
ya a la naturaleza del Auido que le penetra .
Sin embargo , si una afeccion cerebral coincide con
la asfixia , la muerte que ésta produce es mas pronta que
en los casos ordinarios. He causado una conmocion á un
animal , y le he privado en seguida del aire, su vida que
no estaba sino perturbada , se estinguió repentinamente.
Produciendo una asfixia en otro animal que estaba ya
aletargado por una compresion hecha artificialmente so
bre el cerebro , me ha parecido que cesaban todas las
funciones con mayor brevedad que cuando el cerebro es
tá intacto durante la operacion . Pero ilustremos con
nuevos esperiinentos las consecuencias deducidas de los
que se han presentado hasta ahora...
Si en la asfixia la sangre negra suspendepor su con .
tacto la accion del cerebro , es claro que abriendo una
arteria en un animal asfixiado , por egemplo la caróti
11

da , tomando de allí este fluido é inyectándole suavemen-,


te en el cerebro de otro animal , debe éste morir igual
mente asfixiado al cabo de poco tiempo, y esto es lo que
constantemente sucede.
.. (1.Córtese en un perro la traquearteria , y cierresele en
seguida herméticamente. Al cabo de dos minutos la sans
gre que corre en el sistema de la roja es negra ; si se
abre en seguida, la carótida.,. y se toma con una geringa,
94
la sangre que sale por la incision , para introducirla en
el cerebro de otro animal , éste cae repentinamente con
la respiracion entrecortada , algunas veces con ahullidos
lastimosos , y no tarda en morir.
He hecho un esperimento semejante á éste , y que
sin embargo presenta un resultado un poco distinto ; se
necesitan para hacerle dos perros , y consiste , 1º en
adaptar una llavecita á la traquearteria del primero y la
estremidad de un tubo de plata á su carótida ; 2º , en fi
jar la otra estremidad de este tubo á la carótida del se
gundo por el lado que corresponde al cerebro ; 39 , en li
gar cada arteria por el lado opuesto á aquel en que está
situado el tubo para contener la hemorragia ; 40 , en de
jar por un instante que el corazon de uno de los perros
envie sangre roja al cerebro del otro ; 50 , en cerrar la
llavecita y hacer de este modo que suceda sangre negra
á la que antes circulaba.

Al cabo de algun tiempo el perro que recibe este flui


do se atolondra , se agita , baja la cabeza , pierde el uso
de sus sentidos esternos , &c. Pero estos fenómenos tar
dan mas en ' declararse que cuando se inyecta sangre ne
gra tomada en el sistema venoso ó arterial. Si se suspen
de la transfusion el animal puede reanimarse y vivir aun
despues que los síntomas de la asfixia se han disipado ,
mientras que la muerte es constante cuando se usa de la
geringa para arrojar el mismo fluido cualquiera que sea
el grado de fuerza que se emplee. ¿ Será quizá el aire el
que comunica á la sangre algun principio aun mas fu
nesto que el que le dan los elementos que la hacen negra?

Observo que para hacer este esperimento es menes


ter que el perro cuya carótida suministra la sangre , sea
robusto y aun mas grande que el otro , porque se dismi
nuye el impulso á medida que el corazon se penetra de
sangre negra , y por otra parte el tubo entorpece el mo
vimiento aun cuando éste sea sensible , y que una pul
95
sacion muy manifiesta indique por encima del tubo el in
flujo del corazon del uno sobre la arteria del otro ( 1).
He querido ensayar en hacer la sangre venosa propia
para sostener la accion del cerebro enrogeciéndola arti
ficialmente. Con este objeto he abierto la yugular y la
carótida de un perro ; la una me dió cierta cantidad de
sangre negra que recogida en una redoma llena de oxí
geno se volvió de repente de un color brillante de púr
pura ; la he inyectado por la arteria , y el animal murió
repentinamente y con una prontitud que hasta entonces
no habia observado. Se concibe cuán distante estaria yó
de un resultado igual ; pero mi sorpresa cesó bien pronto
por la observacion siguiente. Se hallaba mezclada una
gran cantidad de aire con el fluido que llegó al cerebro
muy espumoso y lleno de pómpitas , y hemos visto que
un pequeño número de burbugitas aereas es suficiente
para matar los animales cuando se introduce en el siste
ma vascular , tanto del lado del cerebro como del co
razon.
Esto me ha hecho repetir mis esperimentos sobre la
inyeccion de la sangre negra para ver si se mezclaban
con ella algunas burbugitas y no ocasionaban la muerte,
y he observado constantemente que no. Otra dificultad
se me presentó , y es , que es posible que el poco aire
contenido en la estremidad del tubo de la geringa , y el
que ha podido introducirse por la arteria abierta arro
014

(1) Las pulsaciones percibidas por Bichat en la parte superior


de la arteria no prueban que la sangre del otro perro llegaba libre
mente á este vaso ; estas pulsaciones en efecto se observan en la
parte superior de una arteria ligada , y son el resultado de los
anastomoses.
En todos estos esperimentos de transfusion es muy fácil enga
ñarse sobre la causa de los síntomas que se observan, y se atribuyen
frecuentemente á una causa imaginaria accidentes que deben referir
se á un principio de coagulacion en la sangre que se introduce. Es
muy importante tener presente esta circunstancia para fundar su
juicio sobre los esperimentos que refiere Bichat. (Magendie).
96
jados por la inyeccion hácia el cerebro , bastan para des
truir su accion ; pero una simple reflexion desvaneció esta
duda. Si esta causa fuese real deberia producir el mismo
efecto inyectando otro fluido cualquiera , por egemplo
agua , pero no se observa con ella semejante cosa.
Podemos pues asegurar , en mi concepto , que real
mente la sangre negra por la naturaleza de los princi
pios que contiene , ó es incapaz de escitar la accion ce
rebral , ú obra sobre ella de un modo deletereo , pero no
puedo asegurar si su influjo obra negativa ó positiva
mente; todo lo que me atrevo á decir es que suspende
las funciones del cerebro.
Segun este dato , parece que se deberia reanimar la
vida de los ; asfixiados introduciendo en el cerebro sangre
roja , que es su escitante natural. Acerca de esto distin
gamos dos períodos en la asfixia: 1. , aquel en que están
suspensas solas las funciones del cerebro : 20 , aquel en
que la circulacion se ha parado ya , así como el movi
miento del pecho , porque esta enfermedad está siempre
caracterizada por la pérdida repentina de toda la vida
animal , y despues por la de la orgánica que la sigue con
".
secutivamente. Pero mientras que la asfixia está en el
primer período en un animal , he observado que trans
fundiendo hacia el cerebro sangre roja por medio de un
tubo aplicado á la carótida de otro animal y á la suya,
el movimiento se reanima poco á poco ; las funciones del
cerebro recobran en parte su egercicio , y aun con fre
cuencia las agitaciones repentinas en la cabeza , los
ojos , &c. anuncian la primera llegada de la sangre; pe
ro bien pronto desaparece la mejoria , y el animal recae
si la causa que produce la asfixia continúa , como por
egemplo , quedando cerrada la llavecita que se ha apli
cado á la traquearteria .
Por otro lado , si se abre la llave en este primer pe
ríodo , casi siempre el contacto de un aire nuevo sobre
el pulmon reanima poco á a poco este órgano. La sangre
97
roja toma color , es arrojada al cerebro , y la vidà se res->
tablece sin la transfusion precedente que es siempre nula
para el animal , cuya asfixia está en su segundo período;
es decir , cuyos movimientos orgánicos especialmente los
del corazon se han suspendido ; de suerte que este espe-:
rimento no nos ofrece sino una prueba de lo que ya co
nociamos : á saber , la diferencia de influjo de la sangre
negra y la roja sobre el cerebro , y no un remedio con
tra las asfixias. "
Observo ademas , 'que no sale bien el esperimento cuan
do se ha inyectado sangre venosa por medio de una ge
ringa; entonces aunque la causa que produce la asfixia ha
ya cesado despues de la inyeccion , aunque se introduzca
sangre arterial por la misma abertura ya transfundién
dola de la arteria de otro animal , ó inyectándola des
pues de haberla tomado en otra arteria abierta , y lle
nando de ella un sifon , el animal no dá sino señales muy
débiles de escitacion que las mas veces apenas son sensi
bles , y la muerte es siempre inevitable.
En general la asfixia producida por la sangre , to
mada en el mismo sistema venoso , y arrojada al cere
bro es mas pronta , mas cierta , y se diferencia bien ma
nifiestamente de la que produce en el mismo pulmón el
cambio graduado de sangre roja en negra , mediante la
interrupcion del aire y la introduccion de los gases en la
traquea , &c. 1126

Despues de haber comprobado por diversos esperi


mentos el funesto influjo que tiene la sangre negra sobre
el cerebro que la recibe de las arterias en la interrupcion
de los fenómenos químicos del pulmon , no será inútil , á
mi parecer , demostrar que los fenómenos de las asfixias,
observados en el hombre concuerdan muy bien con estos
esperimentos que en mi concepto sirven para esplicarlos.
10 Todos saben que cualquier especie de asfixia eger
ce su primer influjo sobre el cerebro ; que las funciones
Tomo II. 13
98
de este órgano se aniquilan desde luego ; que la vida ani
mal cesa sobre todo con respecto á las sensaciones ; que
se suspende de repente toda relacion con aquello que nos
rodea ; y que las funciones internas no se interrumpen
sino consecutivamente. Cualquiera que sea el modo como
se manifiesta la asfixia , por la sumersion , por la estran
gulacion , por el vacio , por los diversos gases , &c. el
síntoma es siempre el mismo.
20 Es curioso ver cómo en los esperimentos en que
se asfixia á un animal teniendo abierta una arteria , y
que á medida que la sangre se obscurece y se pone negra ,
la accion del cerebro se altera , y se halla ya casi en
teramente destruida cuando la del corazon continúa aun
con energía.
30 Sabemos que la mayor parte de los asfixiados que
se libertan de la sofocacion no han esperimentado sino
un entorpecimiento general , y un adormecimiento cuyo
sitio manifiesto está en el cerebro ; que todos aquellos en
quieres ya no se perciben ni el pulso ni los movimientos
del corazon , la muerte es casi cierta. En un gran núme
ro de esperimentos , jamas he visto que la asfixia se cure
en este período. 7

4 Casi todos los enfermos que han sobrevivido á


este accidente , sobre todo cuando ha sido producido por
el tufo del carbon , dicen haber sentido desde luego un
dolor mas o menos violento en la cabeza , lo que proba
blemente era efecto del primer contacto de sangre negra
en el cerebro. Han notado este hecho la mayor parte de
los autores que han tratado de esta materia. 2
59 Estas espresiones vulgares , el carbon trastorna la
cabeza , sube á la cabeza , c. no prueban que el primer
efecto de la asfixia producida por el tufo de esta sustan

cial se dirige al cerebro y no al corazon ? Frecuentemen
te el vulgo que vé los hechos sin el prestigio de los siste
mas observa mejor que nosotros que no vemos algunas
C 141
99
veces sino lo que queremos percibir segun la opinion que
nos hemos formado anteriormente (1 ).
: 6. Hay diversos egemplos de enfermos , que habiendo
vuelto del estado de asfixia al que los habia reducido el
tufo del carbon , conservan por mas o menos tiempo di
versas alteraciones en las funciones intelectuales y en los
movimientos voluntarios , alteraciones que tienen eviden
temente su asiento en el cerebro. Muchos dias despues
del accidente , si ha llegado á un cierto grado , los enfer
mos vacilan sin poderse tener de pie , y sus ideas son
confusas , lo que presenta una apoplegia en pequeño . Al
gunas veces se manifiestan movimientos convulsivos casi
de repente , de resultas de la impresion de los vapores
mefíticos ; con frecuencia ha quedado un dolor de cabe
za por muchos dias despues que han desaparecido los de
mas síntomas . Se pueden ver en los observadores , y parti
cularmente en las obras de Mr. Portal , estas pruebas re
petidas del influjo funesto , y muchas veces prolongado de
la sangre negra sobre el cerebro á donde la envian las
arterias .
Este influjo aunque real sobre los animales de sangre
fria, en particular sobre los reptiles , es sin embargo mucho
menos manifiesto. He hecho dos incisiones en los lados
1
del pecho de una rana , y el pulmon ha salido por uno
y otro lado ; he hecho una ligadura en el parage en que
la penetraron los vasos , y el animal ha vivido sin embar
go muy largo tiempo á pesar de estar interrumpida toda
comunicacion entre el cerebro y el pulmon. Si en vez

(1) ¿ Es verdad que el pueblo observa sin prevenciones ? ¿No su


cede lo contrario en un gran número de fenómenos fisiológicos y
patológicos en que tiene preocupaciones muy profundamente arrai
gadas ? Es una idea por lo menos bastante singular querer juzgar
por el nombre que él dá á una afección el órgano que está primiti
vamente atacado. Si raciocinamos siempre de esta suerte , el nom
bre de levantarse el estómago , que él dá à la nausea , señalaria al
vómito una naturaleza enteramente distinta de aquella con que le
reconocemos. (Magendie).
100
de hacer en este órgano una ligadura se practica su es
traccion , se observa el mismo fenómeno (1).
En los pescados , cuya organizacion de agallas los
hace diferenciar esencialmente de los reptiles , me ha pa


(1) La piel de estos animales parece hacerse entonces un ver
dadero órgano respiratorio. Se sabe ya por los esperimentos de
Spallanzani , hechos sobre los Batracios (*) , que cuando su piel
está en contacto con el aire hay allí formacion de ácido carbónico;
pero en los esperimentos que este sabio hizo para llegar á este re
sultado , habia una cifcunstancia que podia ser una fuente de erro
res ; estraía los pulmones de los animales sobre los que operaba , y
en este caso la sangre de la herida , estando en contacto con el ai
re , debia necesariamente producir ácido carbónico. Mr. Edwards
en sus interesantes investigaciones sobre la asfixia , en los animales
de sangre fria , ha evitado este inconveniente , oponiéndose á la
entrada del aire por las vías ordinarias de la respiracion , valiéndo
se de un pedazo de vegiga aplicada sobre la cabeza y atada fuer
temente al rededor del cuello. Las ranas en este estado han vivido
hasta cinco dias , mientras que las otras colocadas en el agua priva
da de aire morian en menos de doce horas. Una salamandra con
Cresta (*) vivió once dias así estrangulada. En esta época estaba
aun muy viva , aunque su cabeza estaba gangrenada cuando sirvió
para otros esperimentos.
Estos resultados parecen poco conformes con el esperimento de
Hérissant , que en 1707 encerró en cajas empotradas en yeso , tres
sapos de los que dos se encontraron vivos cuando se abrieron las
cajas despues de diez y ocho meses . Sin embargo como en este es
perimento las cajas contenian aire , se podia suponer que este sold
habia bastado para la conservacion de la vida de estos animales,
cuya circulacion es muy lenta. Mr. Edwards varió el esperimento
metiendo los sapos en el yeso mismo teniendo cuidado de compri
mir bien la superficie con el objeto de no dejar ninguna abertura;
sin embargo se encontraron vivos estos animales á los diez y nueve
dias , mientras que otros colocados en el agua privada del aire no

(*) Orden de reptiles cuadrúpedos , ovíparos , de piel desnuda,


dedos separados y sin uñas , que comprende los géneros escuerzo ó
Sapo , rana , rubeta , y salamandra.
(*) Ó crestada , género de batraçio , cuyos caractéres son lamo
variado de negro y de verde obscuro , vientre anaranjado , salpica
do de manchas negruzcas , aleta, tambien negruzca sobre el lomo,
solamente en los machos , cola muy comprimida , casi nunca sale del
agua.
401
recido que hay una relacion mas inmediata entre su
f
pulmon y cerebro, aunque sin embargo la conceptuo mu
cho menor que en las especies de sangre roja y caliente.
He arrancado á una carpa la lámina cartilaginosa que
cubre sus agallas ; las he descubierto, y observé que se
apartaban y acercaban alternativamente aliege del cuer
<
po. La respiracion me pareció que se hacia como en el 1
estado natural , y el animal vivió muy largo tiempo sin
trastorno manifiesto de sus funciones.

Até despues con un hilo de plomo todas las agallas


y los anillos cartilaginosos que la sostienen; y de tal mo
do comprimí el hilo que se impidió todo movimiento en
el aparato pulmonal. Bien pronto la carpa quedó lángui
da y dejó de estender sus aletas ; el movimiento muscu
lar se debilitó poco á
a poco , cesó enteramente, y el ani
mal murió al cabo de un cuarto de hora.en! ( 64
Los mismos fenómenos se manifestaron , con corta
diferencia en otra carpa , á quien arranqué las 2 agallas;
solamente observé que se presentaron movimientos irre
gulares en el instante inmediato al esperimento , despues
de los cuales el animal se levantó en el agua , y se man
tuvo en ella como en el estado natural ; perdió mucha
sangre, y murió, al cabo de veinte minutos. Por lo de
mas, el género particular de relaciones que unen elico
deca ..
vivieron sino ocho horas. Mr Edwards se inclinó á creer que el
yeso no oponia sino un obstáculo muy débil á la entrada del aire,
Para asegurarse de esto tapó con yeso amasado en la estension de
una pulgada la estremidad de un tubo de cinco pulgadas de largo,
cuando el yeso se secó, llenó el tubo de mercurio y lo introdujo en
un barreño lleno del mismo , líquido . El aire no tardó en penetrar
'allí y hacer bajar el mercurio. Era , segun esto , fácil de preveer lo
que sucederia si se colocasen bajo el mercurio las cajas en las que
estaban metidos los sapos en medio del yeso , la esperiencia lo
comprueba en efecto , y estos animales no vivieron mas tiempo que
en el agua privada de aire. Es probable tambien que la pequeña di
ferencia que se observa, sea debida á un poco de aire que el yesó
encerraba en el momento en que se les sumergia bajo el mercurio.
(Magendie).
102
razon, el cerebro , y el pulmon en los animales de san
gre roja y fria , merece a mi parecer , fijar de un modo
especial la atencion de los fisiólogos. Estos animales no
deben estar sujetos como los de sangre roja y caliente á
desfallecimientos , á la apoplegia , y á otras enfermeda
des en que la muerte que sobreviene es repentina por
la interrupcion de estas relaciones , ó á lo menos sus en
fermedades ( aunque sean análogas á éstas , deben tener
otros caractéres : su asfixia debe tardar mucho en com
pletarse ; pero volvamos á las especies mas inmediatas al
hombre. Segun el influjo que tiene la sangre negra sobre
el corazon , sobre el cerebro , y sobre todos los órganos,
habia yo pensado que las personas afectadas de aneuris
mas varicosos debian morir en una asfixia mas tarde que
los demas C si se encontrasen privados del aire , porque
pasando á las venas la sangre roja atraviesa el pulmon
sin necesidad de esperimentar ninguna alteracion , y de
be por consiguiente mantener la accion cerebral b
Para asegurarme si esta sospecha era fundada , hice
comunicar en un perrò la arteria carótida con la vena
yugular por medio de un tubo encorvado que llevaba la
sangre de la primera á la segunda , y le comunicaba un
movimiento de pulsacion muy sensible. Cerré en seguida
la llave adaptada anteriormente á la traquearteria del
animal , que pareció en efecto continuar un poco mas
tiempo sin esperimentar los fenómenos de la asfixia ; pero
la diferencia no fue muy notable , y fué absolutamente
nula en otro animal , en quien repetí el mismo esperi
mento. D.DETZ

Podemos , á mi parecer , concluir con certeza de los


esperimentos y de las diversas reflexiones espuestas en es
te parráfo. 1 , que en la interrupcion de los fenómenos
químicos del pulmon la sangre negra obra sobre el cere
bro como sobre el corazon , esto es , penetrando el tegido
de este órgano , y privándole por esto de la escitacion
necesaria á su egercicio . 2 , que su influjo es mucho mas
103
pronto sobre el primero que sobre el segundo de estos ór
ganos. 3 , que la desigualdad de este influjo es la que
produce la diferencia de cesacion de las dos vidas en la
asfixia ; en que la animal se destruye siempre antes que
la orgánica.
Podemos tambien comprender , segun lo que se ha
dicho en este artículo y en el anterior , euán poco fun
dada es la opinion de aquellos que han creido que en los
que han sido guillotinados podia el cerebro vivir aun al
gun tiempo , y tambien afectarles las sensaciones de plá
cer y de dolor. La accion de este órgano está inmedia
mente unida á su doble escitacion : 19 , por el movimien
to : 20 , por da naturaleza de la sangre que recibe. Pero
haciéndose entonces repentinamente nula, esta escitacion,
debe tambien ser repentina la interrupcion de toda es
pecie de sensaciones. Aunque en la cesacion de los fenó
menos químicos del pulmon , el trastorno de las funcio
nes del cerebro influye mucho sobre la muerte de los demas
órganos , sin embargo , no está el principio de ella sino
en la vida animal , á que se unen tambien otras causas
como vamos ahora á ver. La vida orgánica cesa por so
lo el contacto de la sangre negra sobre los diversos ór
ganos ; la muerte del cerebro no es sino un fenómeno
aislado y parcial de la asfixia , la que no reside esclusi
*
vamente en ninguno órgano , pero los afecta á todos
igualmente por el aflujo de la sangre que les envia. Esto
vá á esplicarse en el artículo siguiente.. 11

St.
104

ARTICULO VIII. '

Del influjo que la muerte del pulmon egerce

.1 sobre la de todos los órganos.

#
Acabo de demostrar cómo la interrupcion de los fenó
menos químicos del pulmon destruye las funciones del
C
corazon y del cerebro ; me resta ahora hacer ver que la
sangre roja egerce su influjo no solamente sobre estos
1
dos órganos , sino que todos los de la economía reciben
de ella una impresion funesta cuando es conducida allí
por las arterias eqpy que por consiguiente la asfixia es,
como he dicho , una enfermedad general de todos los ór
ganos. (4
A No volveré á repetir aquí la division de los fenóme→
nos pulmonales en inecánicos y químicos , pues que, prin
cipie la muerte por los unos , ó que principie por los otros,
"
la interrupcion de estos últimos es siempre la que hace
cesar la vida , como ya he probado ; y de ellos solos voy
á tratar.
Pero antes de analizar los efectos producidos por la
cesacion de estos fenómenos en todos los órganos , y por
consiguiente el modo con que la sangre negra obra so
bre ellos ; me parece no será inútil esponer los fenómenos
de la produccion de esta especie de sangre en el instante
en que se interrumpen las funciones del pulmon. Este
parráfo , que parecerá quizá interesante , podia pertenecer
indiferentemente á los dos artículos precedentes, ó á éste.
105
20 + no obal st
orlog !.
SI

Esponer los fenómenos de la produccion

de la sangre negra en la interrupcion de

las funciones quimicas del pulmon.

9% Ca 9% 10

! En general se sabe que la sangre toma color al atra


vesar el 2 pulmon , y que de negra que era se convierte
en roja; pero hasta el dia esta materia interesante no ha
sido el objeto de ningun esperimento exacto y rigoroso.
El pulmon de las ranas que se compone de vexículas an
chas y de membranas delgadas y transparentes , sería él
masca propósito para observar esta coloracion , si por un
lado la lentitud de la respiracion en estos animales § la!
diferencia de su mecanismo del de la respiracion de los
de sangre caliente , y la cantidad muy pequeña de san
gre que atraviesa sus pulmones , no impidiesen establecer
analogías completas entre ellos, y las especies inmediatas
al hombre ó el hombre mismo ; y por otrogos la tenui
dad de sus vasos pulmonales , la imposibilidad de compa- ^
rar los cambios en la celeridad 1 de la circulacion con los
del color de la sangre, no dejasen incompletos todos los
esperimentos hechos en estos pequeños anfibios bebom
Es necesario pues , indagar los fenómenos de la res
f
piracion humana , y de todas las funciones que dependen
de ella len los animales de ventrículo doble que tienen
una completa circulacion pulmonal , que se hallan á una
temperatura superior á la de la atmósfera , y que poseen
F
dos sistemas para la sangre negra y la roja que no se
திய 2
comunican. ¿ Qué inducciones exactas podrán sacarse de
espertinentos hechos en fas especies en que se encuentran
disposiciones opuestas ?
Tomo II. 14
106
Por otro lado en todos los mamíferos cuya organi
zacion pulmonal coloca á la par del hombre el espesor
de los vasos y de las cavidades del corazon , impide, sino
distinguir enteramente el color de la sangre , á lo me
nos percibir las graduaciónes de su color con exactitud.
Los esperimentos hechos sin ver este fluido descubierto,
no pueden pues presentar sino aproximaciones , y nunca
nociones exactas .
Estas razones me han determinado á investigar de
un modo exacto lo que no se habia hasta ahora he
cho sino vagamente. Uno de los mejores métodos para
distinguir bien el color de la sangre, es á mi patecer, el
que yo he empleado. Consiste , como he repetido varias
veces , en adaptar á la traquearteria descubierta y cor
tada transversalmente , una llavecita que se abra y se
cierre á nuestra voluntad , y por medio de la cual se
dege entrar en el pulmon la cantidad de aire necesaria
para los esperimentos , introducir alli diferentes gases,
retenerlos , estraer todo el aire que encierra el órgano,
dilatándolo por este fluido mas de lo regular, &c. El ani
mal respira muy bien por esta llave cuando está, abierta,
y viviría mucho tiempo con ella sin un trastorno notable
en sus funcionesto nog poler 1
Se abre despues una arteria cualquiera , la * carótida,
la crural , & c. con el fin de observar las diversas altera
ciones del color de la sangre que sale de ella , segun la
cantidad y la naturaleza del aire que ८ penetra sus celulas.
aereas con mo.. eol v nebula ciubebonai
1! En general no se dében escoger arterias pequeñas por
menor
el me
que la sangre se detiene alli demasiado pronto ; el
espasmo , la mas leve tension puede suspender alli su
cursos, mientras que continúa la circulacion general. Por
otra parte las arterias 1 gruesas arrojan 7 en poco tiempo
una cantidad tan grande de este fluido, que la hemorra
gia podria bien pronto matar al animal. Pero se reme
dia este inconveniente adaptando, á estos vasos un tubo,
107
de un diámetro muy pequeño , ó mas bien acomodando
al tubo aplicado á la traquearteria una llavecita , que
abriéndola á nuestro arbitrio no dé sino un chorro de
sangre del tamaño que se desea. Preparando asi todo en
un animal cualquiera de un tamaño algo grande , en un
perro por egemplo , veámos la serie de fenómenos que
nos presenta la coloracion de la sangre. Al indicar en
estos fenómenos el tiempo necesario para qué se verifi
+
que la coloracion , no diré sino lo que he visto , sin pre
tender que en el hombre sea uniformne la duracion de es
tos fenómenos , ni tampoco que esta duración sea cons
tante en los animales cuando se les observa en las di
versas épocas del sueño , de la digestion , del egercicio,
del descanso, y de las pasiones , si fuese posible repetir
los esperimentos en estos diversos tiempos. En general,
como ya lo he dicho, es conocér poco las funciones ani
males el sujetarlas ál menor cálculo , porque su incons
tancia es estrema. Los fenómenos permanecen siempre.
los mismos , y esto es lo que nos importa ; pero sus va
riaciones en mas ó en menos son innumerables. Volva
mos á nuestro objeto , y empecemos por los fenómenos
relativos al cambio de la sangre roja en negra , ó inas
bien al no cambio de la negra en roja.
19 Si se cierra la llave inmediatamente despues de
una inspiracion , la sangre empieza al cabo de treinta
segundos á obscurecerse , cuyo color se aumenta despues
de un minuto , y pasado minuto y medio ó dos, es per
fectamente igual á la sangre venosa.
2º La coloracion en negro es mas rápida con dife
rencia de muchos segundos ; se cierra la llavecita en el
momento en que el animal acaba de espirar , sobre todo
si habiendo sido fuerte la espiracion arrojó mucho aire;
pero la diferencia es muy poca cuando ha hecho una es
piracion regular.
30 Si se adapta á la llavecita el tubo de una gerin
ga de inyeccion , y retirando el embolo se saca todo el
108
aire contenido en el pulmon en una ó dos veces (1 ), se
gun la capacidad de la geringa y de las vesículas ae
reas, la sangre se convierte de repente de roja en negra,
y bastan para esto de veinte á treinta segundos . Parece
que no se necesita entonces sino el tiempo preciso para
evacuar la sangre roja contenida desde el pulmon hasta
la arteria abierta , y que en seguida le sucede la san
gre negra ; aqui no hay gradacion de color , los matices
no se hacen succesivamante mas obscuros durante la co
loracion , sino que ésta es repentina , y la sangre sale
por las arterias #1del mismo modo que estaba en las venas.
4º Si en vez de formar el vacío en el pulmon se in
troduce en él una cantidad de aire algo mayor que la
que el animal consume en la mayor inspiracion , y se
retiene alli cerrando la llavecita , la sangre tarda mucho
mas tiempo en tomar color, no se obscurece sino despues
de un minuto , y no sale negra completamente sino al
cabo de tres ; sin embargo esto varía segun el estado y
la cantidad de aire que se ha introducido ; en general
cuanta mayor cantidad de fluido hay en el pulmon , tar
da mas en verificarse el cambio de color. 悬 1
Resulta de todos estos esperimentos que el tiempo
que tarda en efectuarse la coloracion de la sangre roja
en negra, por lo comun está en razon directa de la can
tidad de aire contenida en el pulmon ; que en tanto que
hay aire respirable en las últimas celulas aereas la san
gre conserva mas o menos su color rojo arterial, que és
te se apaga á medida que se disminuye la porcion de
aire respirable ; y que queda igual en las venas cuando
se ha consumido todo el aire vital en la estremidad de
los bronquios. mg }

(1) No es posible estraer por este medio una grande porcion del
aire contenido en los pulmones , porque siendo flexibles las últimas
ramificaciones de los canales aereos , sus paredes se arriman bien
pronto, la una á la otra , y se oponen de este modo á la salida del
aire contenido en las celulas de los bronquios. (Magendie).
109
He observado que en los diversos esperimentos en
que se asfixia á un animal cerrando la llavecita , y rete
niendo de este modo el aire en su pecho durante el es
perimento ; si agita con fuerza esta cavidad con movi
inientos análogos á los de la inspiracion y espiracion , la
coloracion en negro tarda mas en efectuarse, ó mas bien
la coloracion en rojo desaparece con mas lentitud que
şi el pecho permanece inmovil ; sucede esto porque dan
do al aire ciertos sacudimientos , le hacen probablemente
circular estos movimientos por las celdillas aereas, y por
consiguiente presentan mas puntos de su porcion respi
rable á la sangre que debe unirse á ella , ó comunicarle
sus principios que se han hecho heterogeneos por su na
turaleza. Con lo que diré bien pronto acerca de los ani
males que respiran por vegigas , se hará evidente esta
esplicacion .
Paso ahora á tratar de la coloracion roja de la san
gre ennegrecida con los esperimentos anteriores. Los fe
nómenos de que ellos han sido el objeto se verifican du
rante el tiempo que media desde la asfixia á la muerte,
y estos suceden en el intervalo que hay desde la asfixia
á la vida. ABO
1. Si se abre la Hlavecita que ha estado cerrada
por algunos minutos, el aire penetra inmediatamente los
bronquios, el animal espira con fuerza el que estos con
tienen , absorve otro nuevo aire con ansia , y repite
precipitadamente seis ó siete graudes inspiraciones y*** es
piraciones. Si en este tiempo se examina la arteria abier
ta , se vé casi & de repente suceder un chorro de sangre
muy rojo, al negro que antes vertía, y el intervalo que
media de uno á otro es á lo mas de treinta segundos ,
No se necesita mas que el tiempo preciso para que la
sangre negra contenida desde el pulinon hasta la abertu
ra de la arteria se haya evacuado , y en el instante le
sucede la roja. Este fenómeno es el mismo en sentido
inverso al que he indicado anteriormente con respecto á
110
la asfixia por el vacío hecho estrayendo el aire con la
geringa. No se advierten aqui gradaciones succesivas
del negro al rojo ; el tránsito es repentino , y el brillo
del último color parece mas vivo que en el estado na
tural.
29 Si en vez de abrir de pronto la llavecita se deja
entrar el aire en la traquearteria por una hendidura
muy pequeña , la coloracion es mucho menos viva , pero
se efectúa con igual prontitud.
3 t Si se adapta á la llavecita una geringa carga
da de aire , y se introduce este fluido en el pulmon des
pues de haber abierto la llavecita y se cierra en seguida,
la sangre se vuelve roja ; pero de un modo mucho menos
perceptible que cuando la entrada del aire es determina
da por una respiracion voluntaria. Depende esto proba
blemente de que la porcion de aire inyectada por la ge
ringa impele hacia el fondo de las celulas el que ya
existe en el pulmon , mientras que por el contrario si
se abre simplemente la llave , la espiracion arroja desde
luego el aire inutil para la coloracion , y la inspiracion
le reemplaza despues con otro nuevo. El esperimento si
guiente parece que comprueba esta asercion.
4º Si en vez de introducir aire sobre el que ya está
encerrado en el pulmon, se estrae desde luego éste, y se
inyecta en seguida otro nuevo, la coloracion es mas rá
pida , y sobre todo mas viva que en el caso anterior .
"
Es sin embargo un poco menos que cuando el aire se
renueva por la inspiracion y espiracion naturales.
50 Descubierto el pulmon por ambos lados , median
te la seccion lateral de las costillas, continúa aun la cir
culacion por cierto tiempo. Si entonces por medio de la
-
geringa adaptada á la llave de la traquearteria se dila
tan alternativamente las vexículas pulmonales , y se
estrae el aire que contienen, se observan succesivamen
te los colores rojo y negro , y en un grado casi igual
al del esperimento anterior mientras dura la circula
111
cion , y á pesar de la cesacion de toda funcion me
cánica.
Podemos , á mi parecer , deducir de los hechos que
acabo de esponer las consecuencias siguientes :
12 La rapidez con que la sangre se vuelve roja
cuando se abre la llavecita , apenas deja duda de que el
principio que sirve para esta coloracion pasa directamen
te desde el pulmon á la sangre atravesando las paredes
membranosas de las vexículas , y que no podría ésta
- correr un espacio mas largo, v. g. el del sistema absor
vente. Ademas confirmaré bien pronto esta asercion con
otros hechos. 1.
- 22 Se concibe muy bien el célebre esperimento de
Hook , por el cual se aceleran los movimientos debilita
dos del corazon en los asfixiados , óen los animales á
quienes se les ha abierto el pecho introduciendo aire en
su traquearteria, segun la coloracion observada anterior
mente en el mismo esperimento. Penetrando la J sangre
roja las fibras del corazon desvanece la debilidad en que
las puso el contacto de la sangre negra.. 5:
33 No creo que jamás se haya conseguido reanimar
por este 7 medio los movimientos del corazon una vez
destruidos por el contacto de la sangre negra. En vano
lo he intentado siempre , aunque muchos autores preten
den haberlo logrado. Facilmente se concibe esto: en efec
to, para que la accion del aire vivifique el corazon , es
menester que la sangre á quien dá color penetre este ór
gano ; pero si 1 ha cesado la circulacion ¿ cómo podrá su
ceder esto ? 16

Se deben sin embargo distinguir dos casos en la in
terrupcion de la acción del corazon por la asfixia . Al
gunas veces sobreviene el síncope y " suspende el mo
vimiento de este órgano , antes que el influjo de la
sangre negra haya podido producir este efecto ; intro
duciéndose entonces aire en el pulmon es escitado por es
te fluido y despierta simpáticamente al corazon , como
112
sucede cuando una causa ' irritante se aplica en el sín
cope sobre la pituitaria , la cara , &c. Los nervios son
entonces los medios de comunicacion entre el pulmon y
el corazon. Pero cuando éste último ha cesado de obrar
porque la sangre negra penetra su tegido, entonces ya
no es susceptible de responder á la escitacion simpática
que egerce sobre él el pulmon , pues que contiene en sí
la causa de su inercia , y que para superarla - seria me
nester otra que obrase en sentido contrario , quiero de
cir , el contacto de la sangre roja ; pero este contacto se
ha heclio imposible.
He querido asegurarme cuál era el influjo de los di
ferentes gases respirados sobre la coloracion de la san
gre: he adaptado pues al tubo fijado en la traquearteria
diferentes vegigas de las que unas contenian hidrógeno,
y las otras gas ácido carbónico.
El animal espirando é inspirando hace que se en
sanche ó estreche alternativainente la vegiga. Queda al
pronto bastante sosegado , pero al cabo de tres minutos
se le vé que principia á agitarse , la respiracion se pre
>

cipita , se entorpece , y entonces la sangre que sale de


una de las carótidas abierta se obscurece y se vuelve por
último negra alcabo de cuatro ó cinco minutos.
La diferencia en la duracion é intensidad de la co
loración me ha parecido siempre muy poco marcada con
cualquiera de los dos gases, de que me serví para el esperi
mento. Esta observacion inerece compararse con los es
perimentos de los comisionados del Instituto , que han
visto que no sobrevenia la asfixia completa sino despues
de diez minutos en el hidrógeno puro , y que se mani
festaba al cabo de dos en el gas ácido carbónico. La san
gre negra circula pues por mas tiempo en el sistema
arterial en el caso de la primera asfixia que en la se
gunda' sin matar , y por consiguiente sin destruir la ac
.

cion de los órganos. Esto confirma algunas - reflexiones


que presentaré acerca de la diferencia de las asfixias. vi
113
¿ Por qué la coloracion se verifica mas tarde cuando se
adaptan las vegigas á la llavecita , que cuando se cierra
simplemente . ésta sin hacer respirar ningun gas ? Esto
depende de que el aire contenido en la traquearteria .y
sus divisiones , siendo al tiempo del esperimento repeti
das veces introducido en la vegiga y rechazado de ella
al pulmon , toda la porcion respirable que contiene se
presenta succesivamente en los orificios capilares que la
transmiten á la sangre.
Por el contrario , contentándose con cerrar la lla
vecita el aire no puede ser agitado sino con dificultad
por semejante moviiniento , de modo que desde que la
porcion respirable del que contienen las células bronquia
les se agota , la sangre cesa de teñirse de rojo , aunque
en la traquea y sus grandes divisiones quede una can
tidad bastante grande de este fluido, que no ha podido
despojarse de su principio vivificante , coino es facil con
vencerse de ello despues de la asfixia completa del ani
mal cortando la traquea por debajo de la llavecita , é
introduciendo despues en ella una vela encendida.
Parece generalmente que la coloracion no se verifi
ca sino en las estremidades bronquiales , y que la su
perficie interna de los grandes vasos aereos no parti
cipa de este fenómeno.
Podemos por otra parte convencernos de la reali
dad de la esplicacion que he hecho , sacando de ante
mano el aire del pulmon , y adaptando despues a la llaveci
ta una vegiga llena de uno de los dos gases que el animal
inspira y espira solo, y sin mezcla alguna. La coloracion
es entonces casi repentina. Pero tanto en este esperimen
to como en el anterior hay muy poca diferencia en la in
tensidad y rapidez de esta coloracion , cualquiera de los
dos gases que se haya empleado. He elegido estos dos
porque entran en los fenómenos de la inspiracion natural.
Cuando se adapta á la traquearteria una vegiga lle
na de oxigeno , que el animal respira entonces casi
Tomo II. 15
114
puro , la sangre tarda mucho tiempo en tinturarse de
negro , pero no toma desde luego un color mas rojo
que el que le es natural , como ya lo habia yo sos
pechado.
-” ,
S II.

La sangre que por la interrupcion de los


fenómenos quimicos del pulmon ha quedado
negra, penetra todos los órganos, y circula
en ellos algun tiempo en el sistema vascular
de sangre roja.
Acabamos de establecer los fenómenos de la colora
cion de la sangre en la interrupcion de los fenómenos
químicos del pulinon. Antes de considerar el influjo de
esta coloracion sobre la muerte de los órganos, probemos
que todos son penetrados por la sangre que ha que
dado negra.
He demostrado que la fuerza del corazon subsistía
aun algun tiempo en igual grado al que le es natural,,
4

aun cuando la sangre negra llegue hasta ella ; que esta


sangre sale con un chorro parecido al de la roja , y
que se debilita este chorro gradual y consecutivamente.
Podria ya inferir. de aqui , 1. que la circulacion arte
rial continúa todavia durante cierto tiempo , aunque las
arterias contengan un Auido diferente del que contienen
habitualmente, 2. que el efecto necesario de esta circu
lacion prolongada es penetrar de sangre negra todos los
órganos que no estaban acostumbrados sino al contacto
de la roja; pero deduzcamos esta conclusion de esperi
mentos exactos y rigorosos.
i
Para apreciar bien este hecho importante basta des
115
cubrir sucesivamente los diversos órganos, mientras que
el tubo adaptado á la traquea está cerrado , y por con
siguiente que el animal se asfixia. Asi he examinado al
ternativamente los músculos , los nervios , las membra ,
nas , las vísceras , & c. He aqui el resultado de mis ob
servaciones.
1. La materia colorante de los músculos se halla en
dos estados diferentes, libre ó convinada : libre en los
vasos en que circula con la sangre á que pertenecen, y
convinada con las fibras: entonces está fuera de las vias
de la circulacion ; esta última parte es la que forma es
pecialmente el color del músculo. Asi pues no esperimen
ta ninguna alteracion en la asfixia , y queda constante
mente la misma; por el contrario la otra se ennegrece
sensiblemente. Cortado al través el órgano vierte una in
finidad de gotillas negruzcas que son indicios de los va
sos divididos , y que sobresalen al rojo natural de los
músculos : esta es la sangre que circula en el sistema ar
terial de estos órganos , a los que dá el color amoratado
que entonces presentan , y que es muy visible sobre el
corazon donde se reunen muchas ramificaciones , á pro
porcion de las de los demas músculos.
2. Los nervios están habitualmente penetrados por
una multitud de pequeñas arterias que serpean en su te
gido , y que llevan alli la escitacion y la vida En la as
fixia la sangre negra que los atraviesa se manifiesta por
un color moreno obscuro, que se ve suceder al blanco
de rosa propio de estos órganos .
3. Hay pocas partes en que el contacto de la san
gre negra sea 'mas visible que en la piel , las inanchas
lívidas tan frecuentes en la asfixia no son como hemos
dicho sino el efecto del obstáculo que esperimenta al
pasar el sistema capilar general , cuya contractilidad
>

orgánica insensible no és suficientemente escitada por


ella. A esta causa se atribuyen tambien la obstruccion y
*
116
tumefaccion de ciertas partes como las megillas , los la
"
bios , la cara en general , el cutis del craneo , algunas
veces el del cuello , &c. Este fenómeno es igual al que
presenta el ► pulmon , á quien no pudiendo atravesar`la
sangre en los últimos instantes , es el sitio de una obs
truccion que afecta sobre todo el sistema capilar. Por lo
demas este fenómeno es alli siempre mucho mas visible
que en el sistema capilar general por las razones espues
tas anteriormente.
4 Las membranas mucosas nos presentan tambien
un fenómeno parecido cuando se interrumpen las fun
ciones químicas del pulmon. La hinchazon tan frecuente
en la lengua en los ahogados , en los ahorcados y en los
asfixiados por el tufo del carbon , &c.; la lividez de la
membrana de la boca , de los bronquios , de los intesti
nos , &c. que han observado la mayor parte de los auto
res , no nacen de otros principios . He aqui la prueba.
Sáquese á un animal una porcion de intestinos , di
vídasela de modo que su superficie interior quede descu
bierta , ciérrese la llavecita anteriormente adaptada á la
traquearteria , y al cabo de cuatro ó cinco minutos , y
algunas veces mas tarde , se verá que un € color moreno
obscuro sucede al rojo que tenia en el estado natural.
50 He hecho la misma observacion en los mamelo
nes carnosos de una herida hecha en un animal para ob
servar allí este color dado por la sangre negra. Observemos
sin embargo que en los dos esperimentos anteriores este
fenómeno se produce con mas lentitud que en otras mu
chas circunstancias. 07

12. 6. La coloracion de las membranas serosas $ por el


medio que he indicado, es mucho mas pronta , como pue
de cerciorarse cualquiera examinando comparativamente las
superficies internas , y esternas de los intestinos , mientras
que la llavecita está cerrada ; esto es debido á que en estas,
especies de membranas el color lívido que adquieren de
117
pende no de la sangre que las penetra , sino de los vasos
que serpean por debajo de ellas ; tales son las arterias
mesentericas debajo del peritoneo , las del pulmon debajo
de la pleura , &c. Siendo pues tan considerables estos
vasos la circulacion que se verifica allí es mayor , y por
>

consiguiente la sangre negra llega á ellos casi al momen


to en que es producida. En las membranas mucosas por
el contrario , y en las cicatrices ; la coloracion se hace
por el sistema capilar de la misma membrana. Pero este
sistema recibe la sangre negra , y se penetra de ella con
mas lentitud que el primero , y aun algunas veces resul
ta admitirla en ciertos puntos. Así , he visto muchas ve
ces la membrana de las fosas nasales estar muy roja en
los animales asfixiados , mientras que la boca estaba
lívida , & c.
En general la sangre negra obra de tres modos en el
sistema capilar general 10 hay sitios en que absoluta
mente no penetra , y entonces las partes conservan su
color natural, 20 hay otros por donde pasa visiblemente,
pero se detiene, y entonces se observa una simple colo
racion si ha llegado en corta cantidad, pero si ha pene,
trado en mucha, ademas de la coloracion hay tunefaccion
en la parte , 39 por último en otros casos la sangre ne
gra atraviesa sin detenerse el sistema capilar' , y pasa á
las venas como lo hacía la sangre roja.
En los dos primeros casos la circulacion general ha
lla el obstáculo que la detiene en el sistema capilar gene
ral , en el 30 que es mucho mas general, la sangre vá
á suspender su curso á los capilares del pulmon , despues
de haber circulado por las venas.
Estos dos géneros de obstáculos coinciden frecuente
mente el uno con el otro. Así en la asfixia una parte de
sangre negra que circula por las arterias se detiene en
la cara , en las superficies mucosas , en la lengua , en los
labios , & c. y la otra mucho mas considerable que no ha
hallado ningun obstáculo en el sistema capilar general,
118
vá á obstruir el pulmon en donde termina su movimiento.
¿ Por qué ciertas partes del sistema capilar general no
admiten la sangre negra , ó si la reciben no pueden ha
cerla pasar á las venas, mientras que otras que no se debi
litan tan fácilmente por el infiujo de su contacto, favorecen
su circulacion como en el estadoordinario ? ¿ Por qué elpri
mer fenómeno se observa mas particularmente en la ca
ra ? Esto no puede depender sino de la relacion que hay
entre la sensibilidad de cada parte , y esta especie de
sangre , pero esta relacion nos es desconocida.
He querido servirme de la facilidad que hay de hacer
variar el color de la sangre segun el estado del pulmon
para distinguir el influjo de la circulacion de la madre en
la del feto. Busqué una perra preñada , la asfixié cerran
do un tubo , que adapté á su traquearteria , cuatro mi
nutos despues de haberse interceptado la comunicacion
enteramente entre el aire esterior y sus pulmones la abrí,
la circulacion continuaba , hice una incision en la matriz,
y sus membranas , y descubrí el cordon en dos ó tres
fetos. No adverti ninguna diferencia entre la sangre de
la vena , y la de las arterias umbilicales, pues era igual
mente negra en ainbos géneros de vasos.
No he podido obtener otras perras preñadas de un
tamaño bastante grande para repetir este esperimento
de otro modo. Sería necesario en efecto , 1. descubrir el
cordon y comparar desde luego el color natural de la
sangre de la arteria con el color natural de la vena
umbilical. Su diferencia en muchos fetos de conejillos
de Indias me ha parecido infinitamente menor que la
que existe en el adulto en los dos sistemas vasculares , y
aun no se halla ninguna en muchas circunstancias. Las
dos sangres presentaban una negrura igual , a pesar de
que la respiracion de la madre se hizo igualınente bien,
permaneciendo su vientre abierto ; 2. si se cerrase la
llavecita de la traquea , se observaria , si los cambios en
la coloracion de la sangre de la arteria umbilical del fe
119
to ( suponiendo que su sangre sea diferente de la de la
vena ) corresponderían á los que se operasen inevitable
mente entonces en el sistema arterial de la madre , ó si
los unos no influirían sobre los otros. Los esperimentos
hechos con este objeto , y en animales grandes podrán
aclarar mucho el modo de comunicacion de vida de la
madre al feto. Tambien se desean observaciones sobre el
color de la sangre en el feto humano , sobre la causa
del tránsito de su color lívido á un rojo muy marca
do , algun tiempo despues de haber salido del seno de
su madre , & c . &c. ( 1 ).
Podria añadir varios egemplos á los que acabo de re
ferir sobre la coloracion por la sangre negra de los dife
rentes órganos. Así el riñon de un perro abierto mien
tras está asfixiado , presenta una lividez mucho mas no
table que cuando vivia, en la sustancia cortical en don
de se distribuyen particularmente las arterias, como es
sabido. Por esta razon el bazo , ó el hígado cortados
transversalmente no dejan escapar ya mas que sangre ne
gra, en lugar de aquella mezcla de chorros negros y ro

jos que se observan cuando se cortan estos órganos en
3
un animal vivo , cuya respiracion está libre , & c.
Pero creo tenemos bastantes hechos para establecer
con certeza que la sangre que queda negra despues de la
interrupcion de los fenómenos químicos del pulmon , cir.
cula aun algun tiempo, penetra todos los órganos, y rem
plaza en ellos á la sangre roja que regaba su tegido.
Esta consecuencia nos lleva a la esplicacion de un fe
nómeno , que admira sin duda á todos los que han abier
to cadáveres , á saber, que nunca se encuentra en ellos
sino sangre negra, aun en los vasos destinados para la
sangre roja.
En los últimos momentos de la existencia , cualquie

( 1)
1 Se han hecho estas observaciones en grandes mammiferos,
y no se ha hallado diferencia apreciable en el color. (Magendie ).
1
120
ra que sea el género de muerte , veremos que el pulmon
se entorpece casi siempre , y concluye sus funciones an
tes que el corazon haya interrumpido las suyas. La san
gre dá todavia muchas veces la vuelta á su doble siste
ma , despues que ha dejado de recibir el influjo del aire:
circula , pues , negra por algun tiempo , y por consiguien
te queda tal en todoslos órganos , aunque sea sin embar
go la circulacion mucho menos marcada que en la asfixia,
y esto es lo que establece las grandes diferencias de este
género de muerte de que hablarémos. Nada mas facil
despues de esto que comprender los fenómenos siguientes:
1. Cuando el ventrículo y la aurícula de sangre ro
ja , el cayado de la aorta , &c. &c. contienen sangre siem
pre ' es negra , como lo saben muy bien los que tienen la
costumbre de inyectar con frecuencia.
Egercitando á los alumnos en la práctica de opera
ciones quirúrgicas sobre el cadáver, he visto siempre que
cuando las arterias abiertas no estan del todo vacías , y
que dejan trasudar un poco de sangre , presenta ésta
constantemente el mismo color. 11
2. Los cuerpos cavernosos estan siempre llenos de
esta especie de fluido , ya se hallen en el estado de laxi
tud habitual , ya esten en ereccion como lo he visto en
dos sugetos que llevaron á ini anfiteatro ; el uno habia
sido ahorcado , y el otro habia esperimentado una fuer
te conmocion , á la que parecia habia sucumbido repen
tinainente .
3. Casi nunca es roja la sangre , que dilata mas ó
menos el bazo de los cadáveres , sin embargo el esterior
de este órgano y su superficie concava presentan algunas
veces manchas de un color encarnado inuy vivo , que no
sé bien á qué atribuirlo.
4. Las membranas mucosas pierden con la muerte
el rojo que las caracterizaba en la vida , y adquieren ca
si sieinpre un color obscuro , &c.
5 . Cuando se examina la sangre derramada en el
121
eerebro de los apoplécticos, se halla casi constantemente
negra.
6. La sangre en lugar de dirigirse hácia dentro , vá
á menudo hacia fuera. Toda la cara , el cuello , y algu
nas veces los hombros se hinchan entonces , y se infiltran
de sangre y es bastante comun ver cadáveres , en que
se halla esta disposicion , y en quienes no he visto que
coincida nunca con un derramamiento interno. Pero si
se examina entonces el color de la piel, se verá que es
violado , ó de un inoreno inuy obscuro , indicio manifies.
to de la especie de sangre que la infarta.
No es el reflujo de la sangre venosa el que por este
color produce , como han dicho algunos, este fenómeno,
sino mas bien la detencion de la sangre negra que circu.
4

la en el instante de la muerte en el sistema capilar este


rior, en donde halla un obstáculo, y que le hincha en
lugar de romperle, de dividir sus paredes , y de derra
marse , como sucede en el cerebro. Presuino que esta di
ferencia depende de la mayor ' resistencia , y del tegido
was apartado de los vasos esternos que de los internos.
No es necesario aumentar mas las numerosas conse
cuencias del principio establecido arriba , á saber , de la
circulacion de la sangre negra en el sisteina arterial du
rante los últimos moinentos de la vida ; solo observo que
cuando comienza la muerte por la circulación como en
una herida del corazon , &c. no se observan los fenóme
nos precedentes , ó, por lo menos son muy poco sensibles.
Pasémos al examen del influjo , que la sangre negra
egerce sobre los órganos , cuyo tegido penetra.

Tomo II. 16
122
S III.

La sangre negra no és propiapara mante


ner la actividad , y la vida de los órganos
Quepenetra, luego que han cesado las fun
ciones químicas del pulmon.
:: ‫؟‬ ‫ وفي‬،

¿ Cuál es el influjo de la sangre negra llegando a los


órganos por las arterias ? Para deterıníuarlo observemos
que el primer résultado del contacto de la sangre roja es
escitar estos órganos , estimularlos , y inantener su vida
como lo prueban las siguientes observaciones. ? !
a
1. Comparense,los tunores inflamatorios , la erisi
pela , el flemon , &c. á cuya formacion concurre la san
grę roja, esencialmente , con las manchas escorbuticas , las
petequias, & c. producidas particularmente por la sangre
negra, y se verá que la exaltacion caracteriza á las unas,
y la postracion local de las fuerzas de la vida a las otras.
23 Examinense dos hombres , de los que el uno te
niendo el rostro rojo , el pecho ancho , y su superficie
cutánea que al menor egercicio se pone fuertemente son
çosada , & c. anuncia la plenitud del desarrollo de las
funciones , que cambiau la sangre negra en roja ; y el
otro de color pálido , y lívido , y el pecho comprimido,
&c. indica en su esterior que estas funciones estan lan
guidas en él , y se verá cual es la diferencia en la ener
gia de sus fuerzas respectivas.
3 ? La mayor parte de las gangrenas seniles princi
pian por una lividez en la parte , lividez que es el indi
cio evidente de la falta , ó diminucion de la sangre roja.
42 La rubicundez de las agallas es en los peces la
señal por donde se reconoce su vigor.
5? Cuanto mas rubicundos son los mamelones car
123

nosos mejor es su naturaleza , y cuanto mas pálidos ú


obscuros son , hay menos tendencia á formarse la cicatriz.
6 El color vivo de toda la cabeza , de la cara , prin
cipalmente el encendimiento de los ojos , &c coinciden
siempre con la suma energía que adquiere en ciertos ac
cesos febriles la accion del cerebro...
7 Cuanto mas desarrollado tienen los animales su
sistema pulmonal, tanto mas activa es en ellos la colora
cion de la sangre, y por consiguiente mas perfecta y desar
rollada la vida general de sus diversos órganos.
8 J La juventud que es la edad del vigor, es en la que
la sangre roja predomina en la economía , ¿ quién ignora
que los viejos tienen a proporcion sus arterias mas an
gostas, y sus venas mas anchas que en los primeros años?
¿ Quién no sabe que los dos sistemas vasculares están en
razon inversa en las dos edades estremas de la vida?
(1
Ignoro cómo la sangre roja escita y mantiene por su
naturaleza la vida de todas las partes. Tal vez será por
la convinacion de los principios que la coloran con los
diversos órganos á donde llega. En efecto he aquí la di
7 *
ferencia de • los fenómenos que ofrecen los dos sistemas
capilares , general y pulmonal.
En el primero la sangre cambiando de color deja en
las partes los principios que la vuelven roja , en lugar
que en el segundo los elementos á los que debe su negru
ra son arrojados por la " espiracion , y por la exalacion
que la acompaña, pero esta uuion de los princípios que
coloran la sangre arterial con los órganos, no tienen mu
cha parte en la escitacion habitual en que se mantienen,
y que es necesaria á su accion ? Si es así , se concibe co
mo la sangre negra , no pudiendo ofrecer los materiales.
de esta Cunion , seria incapaz de obrar como escitante de
nuestras diversas partes Co 4.4.1.

Por lo demas propongo esta idea sin adherirme á ella


de ningun modo , y se la puede colocar al lado de la ac
cion sedativa que he dicho egercía acaso la sangre negra
*
124
sobre los nervios, Por mas probable que parezca una opi
nion, siempre que la rigorosa esperiencia no pueda pro
barla , ningun espíritu juicioso debe darla importancia
alguna.
Indagémos pues , prescindiendo de todo sistema , có
mo el contacto de la sangre negra en las partes deter
mina su muerte.
"? Podemos dividir aquí las partes del mismo modo que
lo hemos hecho hablando de la muerte del corazon en
las pertenecientes á la vida animal, y las que contribu
yen á los fenómenos orgánicos ; veamos cómo 置 unas y
otras cesan de obrar entónces. 1
Todos los órganos de la vida animal dependen def
cerebro , y si esta entraña interrumpe sus fenómenos,
çesan entonces necesariamente los de aquellos. Ya hemos
visto que el contacto de la sangre negra produce la ato
nia en las fuerzas del cerebro casi repentinamente . Bajo
este primer aspecto los órganos loco- motores , vocales , y
sensitivos, deben quedar inertes en los asfixiados , y aun
esta es la única causa , que suspende su egercicio en los
diversos esperimentos, en que se introduce sangre negra
en el cerebro, no recibiéndola las demas partes ; pero cuan
do el fluido circula por todo el sistema , cuando todos los
órganos estan como él sujetos á su influjo, se juntan á
esta causa otras dos. 1
12 Los nervios , que se hallan penetrados de él , no
son por esto mismo mas susceptibles de establecer comu
nicaciones entre el cerebro y los sentidos por una parte,
y por la otra entre esta misma entraña y los órganos
loco-motores ó vocales.
2ª El contacto de la sangre negra sobre estos mis

mos órganos abate en ellos su accion. En efecto , inyec
tese en la arteria crural de un animal esta especie de
sangre tomada en una de sus venas , y se verá debilitar
se bien pronto sus movimientos de un modo sensible , y
aun algunas veces sobrevenir una paralisis momentánea.
125
Advierto que en este esperimento debe inyectarse el flui
do en la parte mas superior de la arteria , y en bastante
abundancia. Si se abriera el vaso en la parte media, los
músculos del muslo recibiendo casi todos sangre roja con
tinuarian sus diversos movimientos sin ninguna altera
cion , y así me ha sucedido en dos ó tres ocasiones.
Sé bien que podrán 星 decirme que la ligadura de la
arteria necesaria en este esperimento basta por sí sola
para paralizar el miembro. En efecto , me ha sucedido
dos veces sino destruir enteramente , al menos debilitar
los movimientos por este solo medio ; pero tambien he
observado muchas veces que su influjo era casi nulo , sin
duda porque los capilares suplian entonces lo que no po
dia suceder en el esperimento que todos saben de Stenon,
en que la ligadura se aplica á la aorta, y en que el mo
vimiento se intercepta siempre inmediatamente. Sin em
bargo el resultado de la inyeccion de la sangre negra , es
casi constantemente el mismo que el que he indicado,
digo casi , porque : 10 , le he visto faltar una vez a pesar
de haber tomado las precauciones necesarias : 20 , la de
bilidad de los movimientos varía segun los animales , tan
to en su duracion , como en el grado en que se observa
Hay tambien en este esperimento una suspension ma
nifiesta del sentimiento , la cual sucede á veces mas tarde
que la del movimiento ; pero que es siempre real espe
cialmente si se procura . repetir tres ó cuatro veces , y á
ligeros intervalos la inyeccion de la sangre negra.
Se produce un efecto análogo , aunque mas lento y
difieil , adaptando á la eanula colocada en la crural un
tubo sujeto ya , en la carótida de otro animal , cuya tra
quearteria se cierra despues de modo que su corazon en
vie sangre negra al muslo del primero ( 1).g
Liste * A*

(1) La diferencia , que se observa en los resultados de este es


perimento , comparada con aquella en la que se introduce la sangre
venosa por medio de una geringa , nace probablemente de que en el
126
Los órganos de la vida interna independientes de la
accion cerebral, no cesan como los de la vida esterna
por la suspension de esta accion , cuando la sangre negra
circular en el sistema arterial, pues solo el contacto de esta
sangre es la causa que suspende las funciones. La muer
te de estos órganos tiene pues un principio menos que la
de los órganos loco-motores , vocales , & c.
He deinostrado ya este influjo de la sangre negra so
bre los órganos de la circulacion , y ya heinos visto como
el corazon cesa de obrar desde que ésta le penetra ; de
pende tambien en parte de que este fluido se esparce en
las paredes arteriales y venosas , y por los pequeños va
sos que concurren á la estructura de estas paredes el de
bilitarse y cesar sus funciones.
Será sin duda sieinpre dificil probar con exactitud que
las secreciones , la exhalacion y la nutricion no pueden
tomar de la sangre negra los materiales propios para con
servarlas; porque esta especie de sangre no circula bas
tante tiempo por las arterias para poder haceresperiinen
tos en estas funciones.
He querido, sin embargo, intentar algunos ensayos,
y así: 10 , he descubierto la superficie interna de la ve
giga de un animal vivo despues de haber cortado el sín
fisis уabierto el bajo vientre ; he examinado despues la
trasudacion de la orina por el orificio de los uretéres,
mientras que asfixiaba al animal cerrando la llavecita
adaptada a la traquearteria : 2° , corté el conducto defe
rente , ya de antemano descubierto, para ver si durante
la asfixia fluía el semen , &c. & c.
En general he observado siempre, que durante la cir
culacion de la sangre negra en las arterias , no salia al
>

parecer ningun Auido de los diversos órganos secretorios;


pero confieso que en todos estos esperimentos , y en otros

primero la sangre derramada en la arteria ha esperimentado ya un


principio de coagulacion . (Magendie).
127
semejantes que he intentado tambien , padece el animal
una alteracion muy considerable por la asfixia , y por las
grandes incisiones que se le hacen ; el tiempo que dura
el esperimento es demasiado corto para poder deducir de
él consecuencias propias para que un talento metódico
las = admita sin desconfianza. Así pues, principalmente por
la analogía de lo que sucede en los demas órganos , ase
guro que los de las secreciones , de la exhalacion , y de
la nutricion , terminan sus funciones cuando la sangre
négra llega á ellos.
Esto conviene muy bien , por otra parte , con va
rios fenómenos de las asfixias : 10 , así el defecto de ex
halacion cutánea durante el largo tiempo en que circula
la sangre negra por las arterias antes de la muerte , es
tal vez una de las causas de la permanencia del calor
animal en los sugetos atacados de este accidente ( 1):
20, así he observado constantemente en diferentes per
f
ros , cuya muerte ha sido lenta por un estado de asfixia
durante la digestion , privándolos poco a poco del aire
por medio de la llavecita , que los conductos hepático,
colídoco , y el duodeno contienen mucha menos bilis que
presentan regularmente cuando en esta época se descu
bren estos órganos en un animal vivo : 39 , así la san
gre, como ya he dicho , no perdiendo nada por las di
versas funciones indicadas arriba , se acumula engran
cantidad en sus vasos. Hé aquí tambien , porque es muy
dificil disecar los cadáveres de los ahorcados , de los as .
fixiados por el tufo del carbon , &c. pues la fluidez y

P
(1) Quizá la falta de exhalacion cutánea que hay en los últimos
momentos de la vida, contribuye algo á la conservacion del calor
animal' ; pero hemos hecho ver anteriormente que hay para produ
cir este fenómeno otras causas mucho mas eficaces. Esta falta de
exhalacion unida á la inacción de los órganos secretorios , en el muy
corto tiempo en que la sangre negra corre por las arterias , es una
causa enteramente insuficiente para esplicar la plenitud de sangre
que se encuentra en los vasos de los asfixiados. (Magendie).
128
abundancia de su sangre lo impide. Esta abundancia ob
servada por varios autores, puede ser debida tambien á
que debilitados los absorventes no toman despues de la
muerte, producida por la asfixia , nada de la parte sero
sa de la 1 sangre contenida en las arterias , como sucede
en casi todos los cadáveres en que ésta porcion se se
para del coagulo que queda en el vaso ; aquí no hay se
paracion ni absorcion .
Parece tambien que las secreciones no se efectuan ella
tonces por la debilidad que causa en el órgano secretorio
el contacto de la sangre negra , y así se ha observado
con frecuencia la vegiga muy dilatada en los asfixiados,
coino lo advierte Mr. Portal , y esto se debe á la orina
que se encontraba en ella antes del accidente, y que no
habia podido evacuarse aunque la vida habia permaneci
do por algun tiempo. En general, las asfixias producidas
por solo la sangre negra , y sin ningun principio delete
reo , nunca vienen acoinpañadas de aquellas contraccio
nes tan frecuentes en el instante de otras muchas muer
tes , ó algunos instantes despues en el recto , en la vegi
ga >, & c. contracciones que evacuan casi enteramente
estos órganos de sus Auidos, y que deben distinguirse
bien de la simple relajacion de los esfinteres , de donde
resultan efectos análogos ( 1 ). Siempre se manifiestan los
síntomas de una debilidad general en las partes , y nun
ca se vé aquel aumento de vida , aquel desarrollo de
fuerzas que tantas veces inarcan la última hora de los
moribundos.
Hé aquí porque acaso se observa en los cadáveres de
los asfixiados una gran flexibilidad en sus mieinbros. La
rigidez de los músculos parece , en efecto , provenir mu-,
chas veces de que sobreviniendo la muerte en el momen
to de la contraccion quedan muy juntas las fibras, y

( 1) Este no es un hecho constanta , y aun es muy comun ha


7

llar en los ahorcados la vegiga enteramente vacía. (Magendie ).


129
y muy coherentes entre sí ( 1). Aquí por el contrario , un
relajainiento general, un defecto de accion universal, es
citado en las partes, cuando la vida las abandona,, que
dan en este estado, y ceden a los impulsos que se les co
munica .
Confieso sin embargo , que esta esplicacion presenta
una dificultad que no puedo resolver; y es , que los asfi–
xiados por los vapores mefíticos mueren con corta dife
rencia del mismo modo que los ahogados , ó por lo me
nos si es distinta la causa de su muerte , la sangre negra
circula igualmente por un cierto espacio de tiempo , bas
tante largo por las arterias. Esto se puede ver abriendo
la carótida en dos perros , al mismo tiempo que al uno
se le introducen por un tubo adaptado á su traquearteria
vapores de carbon en el pulmon , y al otro se le intro
duzca en este órgano cierta cantidad de agua que se
mantiene allí cerrando la llave , y que se halla en breve
reducida á espuma como en los ahogados.
Á pesar de esta analogía de los últimos fenómenos de
la vida, los miembros permanecen flexibles y calientes en
el primero por un cierto tiempo , y se ponen rigidos y
helados en el segundo , sobre todo , si se sumerge su cuer
po en el agua durante el esperimento , porque he obser >

vado que es menos pronta la pérdida del calórico aho


gando al animal en el agua inyectada, y que intercepta
su respiracion , que sumergiéndole todo en un fuido ( 2);
pero volvamos a nuestro objeto.
Creo podemos deducir con bastante seguridad de . to'1

(1) En el momento en que la respiracion se suspende, y por


consiguiente se agota el manantial del calor, no es de admirar que
un cuerpo animal se enfrie mas pronto en el agua que en un fluido
mucho menos denso , como el aire por egemplo. Es menester ade
mas notar , que el agua por la evaporacion que se verifica en su su
perficie, se mantiene casi siempre a una temperatura mas baja que
>

el aire atmosférico. (Magendie).


( 2 ) Esta es una suposicion que no se funda en otro hecho , sino
Tomo II. 17
130
dos los hechos y reflexiones contenidas en este artículo:
19, que cuando las funciones químicas del pulmon se in
terrumpen , cesan simultaneamente las de todos los órga
nos por el efecto del contacto de la sangre negra , de
cualquiera modo que ésta obre , lo cual no me detengo
á examinar : 2º , que su muerté coincide con la del cere
bro y del corazon ; pero que no se deriva inmediatamente
de ellos : 39 , que si fuese posible que estos dos órganos
recibiesen sangre roja , mientras que la negra penetraba
los demas , estos terminarian sus funciones mientras que
aquellos continuarian las suyas : 49 , que en una palabra,
la asfixia es un fenómeno general que se desarrolla á un
mismo tiempo en todos los órganos , y que no se mani
fiesta con particularidad en ninguno .
Segun el modo de considerar el influjo de la sangre
negra en las partes , parece que por poco que continúe
su tránsito por las arterias , se sigue à él inmediatamen
te la muerte. Sin embargo , ciertos vicios orgánicos han
prolongado á veces despues del nacimiento la mezcla de
las dos especies de sangre ; mezcla que como es sabido se
verifica en el feto. Tal era el vicio de conformacion de
la aorta que nacia por un ramo en cada uno de los ven
trículos en un niño de que habla Sandifort , y tal pare
ce ser tambien á primera vista la abertura del agugero
oval en el adulto.
Notemos sin embargo , que la existencia de este agu
gero no siempre supone el tránsito de la sangre negra á
la aurícula de sangre roja como creen todos. En efecto,

en el de atribuir la rigidez cadavérica al estado de contraccion en


que se hallarian los músculos en el momento de la muerte. Es bas
tante raro que los enfermos mueran en el momento de una contrac
cion , y aun cuando ésta sobrevenga , el primer efecto que se pro
duce es la relajación de los músculos. Es menester notar por otra
parte , que la rigidez cadavérica no se manifiesta inmediatamente
despues de la muerte , como deberia suceder , si proviniera de la
causa que espone Bichat. (Magendie).
131
las dos valvulas semilunares entre las cuales está situado
cuando se le encuentra despues del nacimiento , se arri
man necesariamente la una á la otra por la presion que
egerce en ellas la sangre contenida en las aurículas en el
tiempo de la contraccion simultanea de estas cavidades,
Entonces el agugero se halla cerrado necesariamente , y
su obliteracion es mucho mas exacta que la de la aber
tura de los ventrículos , por las valvulas mitral y tricus
pide , ó que la de la aorta y pulmonal por las sigmoi
deas.
Faker Por lo demas , es muy comun hallar este agugero
abierto en los cadáveres , lo que he visto muchas veces.
Cuando no existe es muy fácil destruir la adherencia que
por lo comun es muy débil , contraida por las dos val
vulas que le cierran pasando por entre ellas el mango de
un escalpel. Si se examina la abertura que resulta de es
te procedimiento , se vé que no ha producido las mas
veces ninguna solucion de continuidad , y que únicamen
te hay una simple separacion.
El agugero oval , hecho de este modo por el arte,
tiene la misina forma que la que presenta naturalmente
en ciertos cadáveres ; pero si se examina esta disposicion ,
se verá que cuando las aurículas se contraen , la sangre
se forma forzosamente á sí misma un obstáculo , y no
puede pasar de una á otra. Es fácil aun asegurarse de la
realidad del mecanismo de que hablo por medio de dos
inyecciones de color diferente hechas á un mismo tiem
po por ambos lados del corazon , por las venas cavas , y
por las pulmonales.
Segun todo lo que hemos dicho acerca del influjo que
egerce la sangre sobre los diversos órganos , ya por el
movimiento que la agita , ya por los diversos principios
que la constituyen , y de la muerte que se verifica en los
órganos despues de la estincion de estas dos especies de
influjo , es evidente que los órganos blancos , en donde la
sangre no penetra en el estado natural, y que el cora
*
132
zon no tiene por consiguiente directamente bajo su de
pendencia , deben dejar de existir de distinto modo que
aquellos que le están inmediatamente sujetos. La asfixia
no puede atacarlos de pronto , ni ellos pueden como los
demas cesar casi repentinamente sus funciones en las he
ridas del corazon , los síncopes, &c. En una palabra,
siendo su vida distinta , su muerte no debe ser la misma.
No puedo , pues , determinar cómo ésta se verifica , por
que no conozco bastante la vida que la precede; tampo
co me parece que aun no hay nada que demuestre con
exactitud el modo de hacerse la circulacion en estos ór
ganos sobre los fluidos que los penetran , sobre sus rela
ciones en cuanto a la nutricion con los que reciben san
gre , & c. & c.

ARTICULO IX.

Del influjo que la muerte delpulmon egerce


sobre la muerte general,
Resumiendo todo cuanto se ha dicho en los artículos
anteriores del influjo que egerce el pulmon sobre el cora
zon , sobre el cerebro , y sobre todos los órganos, es fá 1
cil formarse una idea de la terminacion sucesiva de to
das las funciones cuando los fenómenos respiratorios se
han interrumpido tanto en su porcion mecánica , como
en la química.
10 Veamos cómo se verifica la muerte si cesan los fenó
menos mecánicos del pulmon , ya por las diversas causas
espuestas en el artículo quinto, ya por otras análogas,
como por la rotura del diafragma , resultado de una cai
>

da sobre el vientre , cuyas vísceras han sido rechazadas


á la parte superior , como lo he observado en dos oca
,

133
siones ( 1 ) , (2) y ( 3 ) por la fractura simultanea de mu
chas costillas, y por la fractura del esternon , & c. &c.
1. Cesan los fenómenos mecánicos : 20 , cesan los
fenómenos químicos por falta de aire que los mantenga:
3º , se suspende la accion cerebral por falta de sangre.
roja que escite el cerebro : 49 , desaparecen la vida ani
mal, la sensacion , la loco -mocion y la voz , por faltar
la escitacion en los órganos de estas funciones por la
accion cerebral, y por la sangre roja : 5. , cesa la cir
culacion general : 6. , se detienen la circulacion capilar,
las secreciones, la absorcion y la exhalacion , no eger

(1) Cuando se rompe el diafragma no siempre se sigue á este


accidente la cesacion repentina de las funciones. Hay diferentes ob
servaciones en que se han visto sobrevivir los enfermos muchos dias
despues de la caida , y solamente la inspeccion del cadáver ha po
dido hacer conocer la causa de la muerte .
Los músculos intercostales , son en este caso los únicos agentes
de la respiracion , que viene á ser casi análoga a la de las aves, y
à la, de los animales de sangre roja y fria que están privados del
tabique intermedio entre el pecho y el abdomen.
Lieutaud cita varias roturas del diafragma , producidas por otras
distintas causas que las secciones esternas. Diemerbroek vió a un
nifio á quien faltaba este músculo , y, vivió sin embargo siete años.
>

(Bichat ),
(2) Cuando por cualquiera causa no puede contraerse el diafrag.
ma , la dilatacion del pecho se hace únicamente por la elevacion de
las costillas, y como este movimiento es muy marcado entonces,
se puede apreciar mejor que en la respiracion natural el influjo que
deben tener en su produccion los músculos intercostales. Haller,
como es sabido , suponia que la primera costilla estaba casi inmóvil,

y que llenando los músculos el primer espacio intercostal tomaban


en ella su punto fijo para levantar la segunda. Esta segunda costilla
servia de punto fijo para elevar la tercera , y así sucesivamente has
ta la última. Pero si se observan los fenómenos mecánicos de la res
piracion cuando el diafragma no se contrae , como se observa en la
pleuresia diafragmática , se vé que la primera costilla dista mucho
2

de estar inmóvil. Así pues no se concibe como los músculos inter:


costales que se atan á su parte inferior , podrian contrayéndose,
contribuir á levantarle. Además , para levantar las costillas es me
nester superar una resistencia bastante grande , y los músculos in
tercostales son demasiado delgados para que se les pueda suponer
134
ciendo la sangre roja acción alguna sobre los órganos de
estas funciones : 7 , se suspende la digestion por falta
de secrecion y de escitacion de los órganos • digesti
vos , & c. & c. 1.34"
Los fenómenos de la muerte se encadenan de distin
to modo cuando las funciones químicas del pulmon se in
terrumpen , lo que sucede , 1º en la máquina del vacío,
20 al tiempo de la obliteracion de la traquearteria por
una llavecita adaptada artificialmente á este canal , por
un cuerpo estraño introducido en ella , por otro que so→
bresalga en la parte anterior del esófago por la estran

capaces de ello. Los principales agentes de este movimiento son


pues , los escalenos anteriores y posteriores que se les percibe muy
bien contraerse en las grandes inspiraciones , los supracostales , y
los músculos del cuello que se atan al esternon. Se debe unir á es
tos ademas un músculo , al cual no se ha atribuido hasta ahora
este uso , quiero decir , el diafragma. En efecto , este músculo en
su contraccion propende á hacerse plano de cóncavo que es en la
inspiracion. Así pues , comprimiendo las vísceras del abdomen su
parte media , esperimenta una cierta resistencia , y adquiere , por
decirlo así , sobre ellas un punto fijo , por medio del cual levanta la
base del torax , á cuya circunferencia se ata. (Magendie).
(3) En confirmacion de estos hechos podria citar esperimentos
que practiqué , y segun los cuales es fácil convencerse de que la res
piracion puede egecutarse sin la accion del diafragma.
Habiendo hecho investigaciones sobre el mecanismo del vómito,
y queriendo probar que los músculos abdominales y el diafragma no
eran sino sus potencias auxiliares , pude juzgar de la importancia
de este último músculo en la respiracion.
He destruido la accion del diafragma , unas veces cortando sus
nervios , otras cortándole en casi toda su circunferencia , de modo
que se pudiesen introducir las manos en las dos cavidades pectora
les , como lo he hecho en presencia del profesor Richerand y del
doctor Beclard. Aproximando prontamente las paredes abdominales
divididas para este esperimento , continúa viviendo el animal por
mas o menos tiempo. Yo mismo he conservado algunos perros por
muchos dias en este estado , y hubieran sobrevivido sino los hubie
se empleado para otros esperimentos.
Vease la memoria que he publicado sobre el vómito en 1813.
(Maingault).
135
gulacion , por un polipo , por materiales mucosos acumu
lados en los conductos aereos , &c. , 3 ° en las diferentes
enfermedades inflamatorias , escirrosas y otras de la bo
ca , fauces , laringe , &c. , 40 en la sumersion , 5 por
habitar en la cumbre de las montañas mas elevadas , 6!
en la introduccion accidental de los diferentes gases no
respirables , tales como el gas ácido carbónico , azoe, hi
drógeno , muriático oxigenado , amoniaco , &c. , 7 por
una respiracion muy prolongada en el aire comun, en el
oxígeno , &c. En todos estos casos sobreviene la muerte
del modo siguiente.
1 Interrupcion de los fenómenos químicos , 20 sus
pension de la accion cerebral , la cual se sigue indispen
sablemente , 3 cesacion de las sensaciones , de la loco
mocion voluntaria , y por la misma razon de la voz , y
de los fenómenos mecánicos de la respiracion , fenóme
nos cuyos movimientos son los mismos que los de la lo
comocion voluntaria , 4º destruccion de la accion del
corazon y de la circulacion general, 50 terminacion de
la circulacion capilar , de las secreciones , de la exhala
cion , de la absorcion , y consecutivamente de la diges
tion , 60 cesacion del calor animal , que es el resultado de
todas las funciones , y que no abandona al cuerpo sino
cuando todo ha cesado de obrar en él. Cualquiera que
sea la funcion por donde principia la muerte siempre se
acaba por ésta.

S I.

iones s
Observac sobre las diferencia que
n
presenta las diversas asfixias.

Annque en los dos géneros de muerte , cuyo encade


namiento succesivo acabo de esponer , la sangre negra
influye siempre especialmente por su contacto , en la de
136
bilidad é interrupcion de la accion de los órganos, no
se debe creer sin embargo que ésta sea constantemente
la única causa. Si esto fuera , todas las asfixias se pare
cerian por sus fenómenos , como lo prueban las conside.
raciones siguientes.
Por una parte, hay en todas estas afecciones una in
interrupcion en la coloracion de la sangre negra , y por
consiguiente se verifica la circulacion de esta especie de
sangre en el sistema arterial ; por otra , la sangre no pre
senta ninguna gradacion particular en cada asfixia : en
todas es la misma, es decir que pasa al aparato vascular
de sangre roja , tal como estaba en el aparato opuesto.
He tenido muchas ocasiones para convencermé de este
hecho. De cualquier modo que haya intentado suspender
las funciones químicas del pulmon en mis esperimentos,
siempre me ha parecido casi uniforme el color negro.
Sin embargo de esta uniformidad relativa á los fenó
menos de la coloracion de la sangre en las asfixias, na
da hay que varie mas que sus síntomas, y la marcha de
los accidentes que ocasionan . Sus diferencias son relati
vas , ya al tiempo que tarda en verificarse la muerte,
ya á los fenómenos que se desarrollan en los últimos
momentos , ya al estado de los órganos y á la suma de
fuerzas que conservan despues que la vida les ha aban
donado , & c.
1. La asfixia varía respecto á su duracion. Es pron
ta en el gas hidrógeno sulfurado , nitroso , en ciertos
vapores que se elevan de las letrinas , & c. Es mas tarda
en los gases ácido carbónico , azoe , en el aire descom
puesto por la respiracion , en el hidrógeno puro , en el
agua , en el vacío , & c.
2. Varía por los fenómenos que la acompañan : unas
veces el animal se agita con violencia, es atacado de re
petidas convulsiones, y muere con una suma inquietud;
otras parece que ve tranquilamente faltarle las fuerzas,
y pasar primero desde la vida al sueño, y luego desde
137
el sueño á la muerte. Cuando se..comparan, los 2 innume→
rables efectos del tufo de las letrinas , de los vapores
del carbon , de los diferentes gases , de la summersion
&c. en la economía animal se vé que cada una de estas
causas influye en ella de un modo muy distinto y mu
chas veces opuesto.. arp Aluplans , 61
30En fin los fenómenos que siguen á la asfixia son
tambien muy variables. Compárese el cadaver siempre
frio de un ahogado con el de un hombre sofocado por
los vapores del carbon , que permanece caliente por mu
cho tiempo. Léase el resultado de dos diversos esperimen
tos espuestos en el informe de los comisionados del Ins
tituto sobre el influjo que recibe el galvanismo de las di
versas asfixias : recórrase la esposicion de los síntomas
que acompañan al mefitismo de las letrinas , y ** que se
hallan esplicados en la obra de Mr. Hallé , que tambien
ha cooperado especialinente al informe de que acabo der
hablar : cotéjense las numerosas 3 observaciones conteni
das en las obras de otros diferentes, médicos, de Mr. Por
tal , de Luis, de Haller , de Troja , de Pechlin , de Bar
tolin , de Mogagni , &c.: háganse los esperimentos mas
comunes y mas fáciles de repetir sobre la suminersion,
la estrangulacion , la sofocacion por los diversos gases,
y siempre se advertirán diferencias muy notables en to
das estas especies de asfixias , y se observará que un es
tado diferente en los cadáveres 2 de dos animales espues
tos á ellas , casi caracterizará cada una. D
Para investigar la causa de estas diferencias distin
gamos primeramente las asfixias en dos clases, 10 en las
que sobrevienen por la simple falta del aire respirable,
20 en las que á esta primera causa se junta la introduc
cion de un fluido deletereo en el pulmon.
Cuando la simple falta del aire respirable ocasiona
*
la asfixia como sucede en las producidas por el vacío,
por la estrangulacion , por la larga detencion en un ai
re que no puede renovarse , por un cuerpo estraño en la
Tomo II. 18
138
traquearteria , &c. entonces me parece que la causa in
mediata de la muerte es el contacto de la sangre negra
sobre todas las partes , como lo he espuesto muy dete
nidamente en el discurso de esta obra.
El efecto general de este contácto es siempre el mis
1
mo , cualquiera que sea la especie de accidente que le
produzca ; y ási los síntomas concomitantes , y los re
sultados secundarios de todos estos géneros de muerte.
presentan por lo general poca diferencia entre sí. Su du
racion es la misma, y si vacía no depende sino de la in
K
terrupcion mas o menos pronta del aire , que unas veces
se suspende repentinamente como en la estrangulacion,
y que otras es interceptado en parte , como cuando hay
cuerpos estraños que cierran imperfectamente la glotis.
Esta variedad en la duracion é intensidad de la cau
sa de la asfixia puede muy bien producir alguna en cier
tos síntomas ; tales son el color livido y la 7 tumefaccion
mayor ó menor de la cara , el infarto mas o menos con
siderable del pulmon , &c , la alteracion mas o menos
notable en las funciones de la vida animal , la irregu
laridad mas o menos sensible del pulso , &c.; pero todas
estas diferencias no suponen una naturaleza diversa en
la causa que interrumpe los fenómenos químicos jy sola.
mente manifiestan diversas modificaciones de esta misma
causa. He aqui , por egemplo , 19 como un ahorcado no
muere del misino modo que un hombre sofocado por un
tumor inflamatorio , ni como otro ás quien se le ha in
troducido una haba un guisante ( 1 ) &c. , 20 como ma
tando un animal encerrándole en una campana llena de

( 1 ) La asfixia no es siempre en los ahorcados la causa de la


muerte , se une á ésta ademas algunas veces otra mas eficaz que
consiste en la compresion de la médula espinal. Esto se observa
ba antiguamente con mucha frecuencia en los ajusticiados , porque
arrojándose con ellos al aire el verdugo , daba à su cuerpo un movi
miento de rotacion que producía la dislocacion de la primera ver
tebra cervical con la segunda. (Magendie).
139
aire atmosférico, que'tardará muclio inas tieinpo eni asfit
xiarse que si se cierra la traquea con una llavecita , y mu
cho menos si la campana contiene oxigeno ( *), 3. como
los síntomas de la asfixia en una altura de la atmósfera,
en donde el aire muy enrarecido no suministra bastante
pábulo á la vida , y en un calor sofocante que produce
el mismo efecto sobre este fluido, se diferencia mucho en
la apariencia, de la asfixia que resulta de la abertura re
pentina del pecho , de una compresion muy fuerte de es .
ta cavidad , y en una palabra de todas las causas que
hacen principiar la muerte por los fenómenos mecá
nicos (**).
En todos estos casos no hay sino un solo principio
de la muerte , á saber, la falta de la sangre roja en el
sistema arterial ; pero segun que la sangre negra pasa
inmediatamente á este sisteina , tal como estaba en las
venas ,‫ د‬ó segun que recibe todavia v alguna cosa "en el
pulmon ,9 los fenómenos que se manifiestan durante los
instantes últimos y aun despues de la muerte varían es

(*) Cuando se forma el vacro progresivamente, el animal espes


rimenta al principio inquietud y agitacion , se acelera - la respira
cion, tiene convulsiones, deyecciones involuntarias, a veces hemor
ragias, y muere al cabo de mas o menos tiempo, que no puede pasar
de ocho á diez minutos. Algunas veces la muerte no es mas que
'aparente , y se le puede restituir a la vida. No sucede lo mismo
cuando se forma de repente el vacío , pues entonces la muerte es
pronta y completa. !
(**) . El hombre puede hallarse en circunstancias semejantes á
las del animal que se encuentra en la máquina del vacío. En efec
to, nuestra atmósfera se enrarece continuamente segun se vá ele
vando , y es cierto que á una altura muy considerable no tendría
el aire la densidad necesaria para sostener la vida.losLosque
atrevido á subir á lasmontañas muy elevadas, y que
jado en globos aereostáticos han esperimentado una parte de los
efectos que ocasiona el vacío , á lo menos imperfecto. Un calor muy
fuerte puede tambien enrarecer el aire hasta el punto de que
llegue á incomodar ; pero entonces se complican los efectos , y los
que se deben á la elevacion de temperatura predominan sobre los
que dependen de la rarefaccion del aire.
140
·
traordinariamente; digo despues de la muerte porque
he observado constantemente que en todas las asfixias
producidas por la simple falta de aire respirable, cuanto
mas tarda en terminar la vida , ý cuantó mas se pro
longa por consiguiente el estado de angustias y de in
quietud que separa la vida de la muerte por la corta
cantidad de aire que reciben aun los pulmones , tanto
1.
menos enérgicas se manifiestan la irritabilidad y aun la
susceptibilidad galvánica en los esperimentos consecutivos,
1 Pero si en la asfixia la introduccion de un fluido ae
riforme estraño en los C bronquios se une á la falta de
aire respirable , entonces la variedad de los síntomas de
*
pende no de la variedad de las modificaciones de la cau
sa de la asfixia , sino de la diferencia de su naturaleza.
Esta causa es efectivamente doble en el caso presente,
1. la sangre permanece negra por falta de los elementos
que la dan color , y llevada á todos los órganos , atrave→
sando el sistema arterial como en el caso anterior , pro
duce igualmente la debilidad y la muerte de estos órga¬
nos , ó mas bien no puede mantener su accion , 20 unos
principios nocivos introducidos en el pulmon con los ga
ses á que están unidos , obran directamente sobre las
fuerzas de la vida, y las postran y aniquilan. Hay pues
en este caso falta de un escitante á propósito para man
tener la energía vital , y presencia de un agente delete
reo que destruye esta energía. S
Observo sin embargo que todos los gases no obran
de este modo ; parece que muchos no quitan la vida á
los animales sino porque no son respirables , ó que no
contienen los principios que dan color á la sangre. Tal
es por egemplo el hidrógeno puro , en que la asfixia se1
verifica casi del mismo inodo que cuando la traquearte
ria está simplemente obliterada, ó cuando se ha descom
puesto enteramente el aire de la respiracion (* ) &c. , y
{
(*) Segun Mr. Hallé , un Cabiel pequeño metido en una at
141
en que como lo han observado los comisionados del Ins
tituto se verifica aquella con mucha mas lentitud que en
los otros fluidos. aeriforines.
Pero cuando por las exhalaciones que se elevan al
aire libre de una letrina , de una vóbeda , ó de una cloa
ca donde se han acumulado materiales pútridos , cae un
hombre asfixiado en el mismo instante de respirarlos con
movimientos convulsivos , suma agitacion , &c. enton
ces ciertamente hay algo mas que la interrupcion de los
fenómenos químicos, y por consiguiente mas que la falta
de coloracion de la sangre negra en roja..
* En efecto & 10 entra todavía en el pulmon bas
tante aire respirable con los vapores mefíticos, á los * cua
les sirve este aire de vehiculo para mantener la vida y
sus diversas funciones durante cierto tiempo, 20 supo
niendo que la cantidad de los vapores mefíticos fuese
tal que no quedase lugar alguno para el aire respira
ble , no debería verificarse la muerte sino por grados,
sin sacudimientos , violentos y repentinos ; y en una pa
labra debería ser igual á la que es producida por la
simple privacion de este aire: asi pues el modo entera
mente distinto con que ésta sobreviene , indica que hay
aquí ademas del contacto de la sangre negra, la accion
de una sustancia deleterea en la economía animal (1).

mósfera de hidrógeno no se asfixia sino al cabo de diez minu


tos, y segun Dupuytren, perecen allí los pájaros al cabo de tres ó
cuatro. Ultimamente , Nysten dice , que no se verifica la muerte en
el espacio de tres minutos y medio como con el gas azoe: cuando se
+ 3£ F
forma antes el vacío en los pulmones.
(1) Inyectando Nysten en las venas diversos gases no respira
bles llegó á distinguir los efectos que resultan de las propiedades
deletereas de los gases , de los que dependen de la alteracion de la
respiracion por falta de aire atmosférico.
Asi entre los fluidos elásticos que ha ensayado, es menester mi
rar como sumamente deletereos el hidrogeno sulfurado , el deutoxi
do de azoe , el cloro, y el amoniaco, porque introducidos en canti
dad suficiente en la economía animal , causan constantemente la
muerte , siendo asi que otros como el oxigeno , el azoe , el hidró
142
Estas dos causas obran pues simultaneamente en la
asfixia por los diferentes gases. Unas veces predomina la
una , y otras es igual su 7 accion. Si el principio deletereo
les muy violento, mata frecuentemente al animal antes
· que la sangre negra haya podido producir mucho efecto;
sino lo es, la vida se estingue por el influjo de éste últi
mo tanto como por el del primero, si es debil', la sangre
-negra es la que produce principalmente la sofocacion.
Las asfixias por los gases ό por los vapores mefiti
cos se asemejan pues todas entre sí por la debilidad que
esperimentan los órganos por parte de la sangre negra,
-y bajo este respecto son tambien análogas á las que pro
duce la simple privacion del aire respirable. Se diferen
cian por la naturaleza del principio deletereo , la cual
·
varía hasta lo infinito ; parece que se la conoce en al
gunos fluidos aeriformes, pero en los mas nos es toda

geno , el hidrógeno carbonado, el ácido carbónico , el óxido de car


bono , y el protoxido de azoe no la causan cuando se les introduce
en el pulmon , sino porque escluyen por su presencia la única mez
cla que puede mantener la respiracion ; colocados en cualquier otro
punto no producen la muerte, por lo menos de un modo repentino.
Sin embargo si se inyectan repentinamente en los vasos sanguineos
causan la muerte ; pero es mecánicamente y del mismo modo que
lo haría el aire atmosférico. Es menester observar sin embargo que
estos diferentes gases no obran todos del mismo modo cuando se
introducen en el pulmon : el gas óxido de carbono mata á los ani
-males mucho mas pronto que el protoxido de azoe y el azoe.
Mueren tambien con mas prontitud en el gas hidrógeno proto
fosforado , y aun á lo que parece en el gas ácido carbónico. Hay
tambien en la accion de los gases deletereos ciertas anomalías que
hasta ahora no se han esplicado. Nysten inyectó por tres veces en
las venas de un perro mediano treinta centímetros cúbicos de hi
drógeno sulfurado. El animal despues de la primera inyeccion se
agitó, é hizo grandes inspiraciones ; la segunda le produjo movi
mientos convulsivos , y la tercera le ocasionó una muerte aparente;
-pero al dia siguiente se hallaba enteramente restablecido. Asi pues,
una cantidad menor de hidrógeno sulfurado introducida en los ór
ganos de la respiracion , y esparcida en quinientas ó seiscientas ve
ces su volumen de aire hubiera hecho indudablemente perecer al
animal. (Magendie).
143
vía casi enteramente desconocida, y nos es principalmen
te poco conocida en los vapores que se elevan de las
materias fecales detenidas mucho tiempo , de las alcan
tarillas (1) &c.
Segun esto prescindiré de la naturaleza especial de
las diferentes especies de agentes deletereos , yJ de la va
riedad de los síntomas que pueden resultar de la accion
de cada uno en particular , y solamente atenderé á los
efectos que resultan de esta accion considerada de un
modo general. 411
Observo tambien que la variedad de estos efectos pue

de depender en gran parte del estado en que se halla
el individuo , de modo que el mismo agente deletereo
producirá diversos síntomas segun el temperamento , la
edad , la disposición del pulmon , la del cerebro , &c.
&c. Però en general estas variedades influyen mas en
la intensidad y en la fuerza ó flojedad de los síntomas,
que en su naturaleza que es casi constantemente la misma.
¿ Cómo obran en la economía las diferentes sustancias
deletereas que se introducen en el pulmon con los va
pores mefíticos que ellas componen en parte? ( *) No pue

( 1 ) La composicion de estos vapores se conoce algo mejor en


el dia : se sabe que el amoniaco forma en gran parte el vapor cono
cido con el nombre de mofeta de los sepultureros , y el que ellos
Ilaman tufo es formado casi del todo por el hidrógeno sulfurado;
pero todavía hay algunos en los cuales nuestros medios de analisis
no han podido determinar el principio deletereo , asi en la aria cat
tiva (a) , cuyos funestos efectos despueblan los campos próximos â
Roma ; nuestros químicos no han hallado todavía elementos cons
tantes sino aquellos que entran en la composicion del aire atmos
férico. (Magendie).

(a) Aria cattiva , palabra italiana , que quiere decir aire malo
ó mefítico producido por las emanaciones de los pantanos.
(*) Aun no conocemos exactamente el modo de obrar de las di
ferentes sustancias deletereas , pues no hay suficiente número de
esperimentos para sentar una doctrina sobre esta materia. Una mul
titud de sustancias veñenosas de los tres reinos obran sobre el apa
rato de la digestion que irritan , inflaman y corroen; otras á pro
144
de suceder esto sino de dos modos, 1. afectando los ner
vios del pulmon , que egercen despues su reaccion sim
páticamente sobre el corazon , 2º pasando à la sangre
y llevando directamente su influjo á este órgano , y en
general á todos los de la economía animal.
1
Creo ciertamente que la simple accion de una sus
tancia deleterea sobre los nervios del pulmon puede te
ner un efecto muy señalado en la economía , y aun es
capaz de alterar sus funciones de un modo muy sensible,
con corta diferencia como un olor , que hiriendo simple
mente la membrana pituitaria obra simpáticamente so
bre el corazon y produce el síncope ; como la vista de
un objeto espantoso causa el mismo efecto ; como una
lavativa irritante, escita casi momentanea y repentina
mente las fuerzas de la vida ; como el vapor del vina
gre y el zumo de la cebolla puestos sobre la coyuntiva
durante el síncope , bastan á veces para escitar todos los
órganos ; y por último como la introduccion de ciertas
sustancias en el estómago se siente de repente en toda
la economía, antes que éstas hayan tenido tiempo para
pasar al torrente de la circulacion.
Se hallan á cada momento egemplos semejantes , en
que el simple contacto de un cuerpo sobre las superficies
mucosas produce de repente una reaccion simpática so
bre los diversos órganos, y ocasiona fenómenos muy no
tables en todo el cuerpo .
No podemos, pues, desechar este modo de obrar de
las sustancias deletereas que se introducen en el pulmon.
Pero la misma razon que nos inclina á admitirle en
muchos casos, nos obliga tambien á no exagerar su in
flujo ( 1).
31

porcion que producen los mismos efectos sobre estos órganos , es


tienden su accion deleterea á la circulacion , á los músculos , á los
nervios cerebrales y espinales , de donde provienen las perlesías,
apoplegias , convulsiones , Be.
(1) De los esperimentos de Mr. Desormes resulta que el con
143
No tengo efectivamente
ntacto e n
noticia de ejemplo alguno
erpo letéreo
en
bre na
que el e e co d u cu de so u
i c i s a z c a t i n a m e n t e
superf inuco produ repen la muerte ; pụe
de acartroearla al actaobo de cierto tiempo , pero 'nụnca en el
momen inmedi despues de su accion.
: Sin emba r g o en la asfixia de los vapores mefiticos es
á veces tal la rapidez conque sobreviene la muerte , que
apenas la sangre negra ha teenntiedo tiempo de egereer sa
influjo é nifiestam
, y se v ma e sa ncipal
qu la cau pri
de la ecleestaécrieoans de las funciones , es la accion de las sustan
cias.d .
Esta consideracion nos inclina pues á creer , que es
tas sustancias pasan á la sangre atravesando el pulmon,
y que circulando con este fluido van á llevará todos los
órganos, y principalemente al cerebro la causa inmedia
ta desu muerte. Muchos médicos han sospechado y aun
admitido, pero sin datos suficientes, este tránsito á la san
gre de las sustancias deletéreas introducidas por la res
piracion de los vapores mefiticos. He aquí un gran nú
mero de consideraciones que me parece lo confirman de 1

un modo indudable ,
- 1. No se puede dudar , á mi parecer, que el veneno
de la vívora , el de muchos animales venenosos , y auri
el de la rabia se introducen en el sistema sanguíneo , ya
por las venas, ya por : los vasos linfáticos , y que por su
circulacion con la sangre producen los funestos -efectos
que resultan de ellos. ¿।Por qué no han de resultat del
mismo modo en los asfixiados por los vapores mefiticos
efectos aun mas funestos y sobre todo mas repentinos ?
20 Parece muy cierto que una porcion de aire que
se respira pasa á la sangre , y que convinándose con ella
sirve para su coloracion . Este tránsito se hace al traves
de la misma membrana mucosa , y no por el sistema ab

tacto del hidrógeno sulfurado sobre la piel de un animal, mata de


repente. (Magendie).
Tomo II. 19
146
sorvente como lo prueba en mis esperimentos la pronti
tud de esta coloracion ( 1 ). ¿ Pero quién impide que los
vapores mefiticos sigan el mismo camino que la porcion
respirable del aire ? Es sabido que la sensibilidad propia
.
del pulmon puede ponerle en relacion con esta porcion
respirable , y no con estos vapores , y que puede por
consiguiente admitir la una y rechazar las demas. He
aquí aun por qué sin duda en el estado natural los prin
cipios constitutivos del aire atmosférico diversos del que
sirve para la vida, no atraviesan regularmente el pulmon,
y no se mezclan con la sangre ; pero conocemos los lími
tes exactos de las relaciones de la sensibilidad del pulmon
con todas las sustancias ? ¿No podrá dejar pasar las unas
aunque deletéreas , y oponerse á la introduccion de las otras?
3. El respirar un aire cargado de las exalaciones que
se elevan del aceite de trementina, dá á la orina un olor
particular. Así el permanecer en una habitacion recien
barnizada influye en este fluido de una manera tan no
table. En este caso es evidente que el principio odorífero
pasa en la sangre á lo menos en parte por el pulmon , pa
ra dirigirse de allí á los riñones, y en efecto me he con
vencido muchas veces de esto respirando dentro de una re
doma grande , y por medio de un tubo el aire cargado
de este principio , que no pudo obrar entonces sobre la
superficie cutánea ; y el olor de la orina se ha alterado
siempre notablemente. Por consiguiente si el pulmon pue
de dejar penetrar en el diversas sustancias estrañas al aire

(1) Se sabe que las inyecciones finas atraviesan las ramificacio


ues de la arteria pulmonal en las divisiones de los bronquios , é igual
mente que si se introduce agua en la traquea, vuelve una parte por
las venas , y arterias pulmonales.
Cree Bichat que los gases absorvidos en el pulmon deben atra→
yesar una membrana mucosa ; pero esto no puede verificarse sino
cuando se hace la absorcion al momento de su paso á los bron
quios, supuesto que la membrana mucosa que cubre los conductos
aereos, cesa repentinamente á la entrada de cada lóbulo bronquial.
(Magendie ).
147
respirable, ¿por qué no admitirá tambien los vapores mefi.
ticos de las ininas, de los subterráneos , &c.
40. Se conoce el influjo de la respiracion de un aire
húmedo en la produccion de las hidropesías. No pocos
médicos han exagerado este influjo , que no es tan 'co
mun como han dicho , pero que sin embargo siendo'muy
real, prueba el paso de un Huido acuoso de la sangre con
el aire de la respiracion , y por analogía la posibilidad del
paso de cualquiera otra sustancia distinta del aire respi
rable .
5. Si se asfixia á un animal en el gas hidrógeno
sulfurado , y algun tiempo despues de su muerte se co
loca bajo uno de sus órganos v. g. debajo de un inús
culo una plancha de metal, la superficie de ésta que es
tá contigua al órgano queda sensiblemente sulfurada, lue.
go el principio estraño que está unido aquí al hidrógeno
se ha introducido en la circulacion por el pulmon , ha
penetrado con la sangre en todas las partes , que proba
blemente ha concurrido á debilitar , y aun á interrum
pir sus funciones. Los comisionados del Instituto han
observado en sus esperimentos este fenómeno , que prueba
manifiesta y directamente la mezcla inmediata de los va
pores mefíticos con la sangre , igualmente que su accion
sobre los órganos. He hecho una observacion análoga
en la asfixia con el gas nitroso , y son bien conocidos
los fenómenos de la misma naturaleza que acompañan
al uso del mercurio tomado interior , ó esteriormente .
Creo que ya tenemos casi un derecho á concluir , sem
gun los fenómenos que acabo de esponer, y segun las re
flexiones que los acompañan , que las sustancias deletéreas
introducidas con los diferentes gases, pasan á la sangre
atravesando el pulmon , y que llevadas por la circulacion
á los diversos órganos , van por su influjo á ocasionar
les la muerte. Pero continuemos con nuestras investiga
ciones sobre este objeto , y procuremos añadir otras prue
bas á las primeras.
148
- Mehe asegurado por un gran número de esperimen
tos que se puede en un aniinal vivo hacer pasar a la san
gre por el pulinon el aire atmosférico natural , o cualquiera
otro fluido aeriforme..
* Córtese la traquearteria á un perro para adptar á ella
una llavecita , introduzcase por este medio y con una ge
ringa una cantidad de gas mayor que la que el pulmon
contiene en una inspiracion regular , y, deténgase el gas
en los bronquios cerrando la llavecita inmediatamente;
el animal se agita, forcejea, y hace grandes esfuerzos con
los músculos pectorales ; abrase entonces una de las arte
rias , aun de las mąs distantes, al corazon , como en la
pierna y en el pie , la sangre salta inmediatamente es
pumosa , presegtando una gran cantidad de burbujas, de
aire.
Si se emplea el gas hidrógeno, se verá que ha pasado
şin alteracion alguna á la sangre , y, acercando á estas
burbujitas una vela encendida las inflamará. Yo hago por
lo comun el esperimento de este modo.
Cuando la sangre ha salido espumosa durante trein
ta segundos, y aun menos, se interrumpe la vida animal,
cae el perro con todos los síntomas de la muerte que su
cede á la insuflacion del aire en el sistema vascular de
sangre negra , muere en breve aunque se dé entrada al
aire abriendo la llavecita , y restableciendo de este modo
la respiracion.
Por lo general luego que la sangre hą corrido de la
arteria mezclada con burbujitas de aire, ya ha llevado su
funesto influjo al cerebro , y se puede asegurar que cual
quiera medio que se emplee no evita la muerte .
Se vé aquí, que las causas que producen la muerte
son las mismas que las que resultan de la insuflacion del
aire en una vena . Toda la diferencia consiste en que en
el priiner caso el aire pasa desde el pulmon al sistema
arterial, y en el segundo desde el sistema, venoso a las
arterias atravesando el pulmon,
149
En las aberturas de los cadáveres de los animales
muertos despues de estos esperimentos , se halla todo el
aparato vascular de sangre roja, principiando por la au
rícula y el ventrículo aorticos , lleno de burbujitas de
aire mas o menos considerables. En algunos casos pasa
tambien la sangre en este estado por el sistema capilar
general, y todo el aparato vascular de sangre negra está
igualmente lleno de este Auido espumoso. Otras veces los
capilares de todo el cuerpo son el término en que se de
tiene el airé mezclado.con la sangre, y entonces aunque
la circulacion haya continuado, todavia algun tiempo des
pues de interrumpida la vida animal , no presenta la san
gre negra la , mas mínima burbujita aérea , mientras que
la roja abunda de ellas.
Nunca he observado en estos esperimentos , que he
repetido muchas veces, que los bronquios hayan esperi
mentado la menor dilaceracion , sin embargo, confieso que
es difícil alcanzarla á ver en sus últimas ramificaciones,
y únicamente el siguiente fenómeno puede aclarar algun
dia este objeto. Siempre que se introduce aire con de
masiado ímpetu en el pulmon , se produce ademas del
tránsito de este fluido en la sangre, su infiltracion, en- el
tegido celular en donde se propaga sucesivamente , y por
consiguiente ocasiona el enfisema del pecho, del cuello, & c.J
pero si el impulso es moderado , y solamente se ha au
mentado la cantidad del aire mas de la que cabe en una
grande inspiracion , solo se verifica el paso del aire na
tural á la masa de la sangre, y nunca la infiltracion ce
lular ( 1)..

(1) Este hecho.comprobado muchas veces en mis esperimentos


no es siempre el mismo en el hombre. Se ven con frecuencia enfise
mas producidos por esfuerzos . violentos de la 1 respiracion , que han
impelido al órgano celular el aire contenido en el pulmon . Pero sí
el trânsito del aire à la sangre precediese , ó aun acompañase siem
pre su introduccion en las celdillas inmediatas de los bronquios , to
dos estos enfisemas serían necesariamente mortales , y aun de un
150
Los esperimentos que acabo de esponer presentan fe
nómenos , que suceden en un estado diferente de la ins
piracion natural, por consiguiente conozco bien que no
se puede deducir una rigurosa induccion de ellos, para el
paso de las sustancias deletéreas á la masa de la sangre ;
pero sin embargo creo que no confirman mucho su posi
bilidad , que por otra parte queda demostrada por mu
chas de las observaciones anteriores.
Segun todo lo que he dicho , creo que no puede me
nos de admitirse este paso : 1. , en efecto, hemos visto
>

que la transmision de la sangre negra por las arterias no


bastaba sola para dar razon de una multitud de fenóme
nos sumamente variados , que presentan las diversas as
fixias: 2. , que el simple contacto en los nervios pulino
nales de las sustancias deletéreas, que forman ciertos
vapores mefiticos, no podia producir una muerte tan rá
pida , como la que se observa algunas veces en estos ac
modo repentino , supuesto que segun lo arriba dicho , el contacto del
aire sobre cerebro llevado por la circulacion , interrumpe inevita
blemente las funciones de este órgano.
Sin embargo se observa que muchas veces los enfisemas >, ó se cu
ran , ó no ocasionan la muerte sino despues de bastante tiempo ( * ).
En el hospital de Hôtel Dieu observé un tumor aereo que se ma
nifestó repentinamente debajo del sobaco por los esfuerzos violentos
que hizo un enfermo para detener la respiracion mientras que Desault
reducia una dislocacion antigua. Al cabo de algunos dias desapareció
este tumor sin haber causado incomodidad alguna. Se hallan en las
memorias de la academia de cirujía, en los tratados de operaciones,
& c. varios ejemplos de enfisemas producidos por las vivas agitacio
( * ) He visto en una niña de siete á ocho años sobrevenir de
rante los esfuerzos de un acceso de tos un enfisema que se propagó
al pecho , al vientre , y á la parte superior de los muslos : la hinc
chazon dél cuello era tan considerable , que en el momento que fut
llamado amenazaba la sofocacion. Hice en la piel por debajo del
esternon una abertura que produjo una evacuacion bastante pronta.
Aunque la tos convulsiva continuaba siempre , la niña se curó en
>

teramente de esteenfisema , que la habia puesto á punto de morir.


Me pareció que el pulmon no habia participado de ningun modo del
enfisema general. (Magendie).
151
cidentes : 3., que por consiguiente nos hallamos en estado
de sospechar á falta de otras causas, la del paso de estas
sustancias deletéreas á la sangre : 4. , que una multitud de
consideraciones prueba positivamente este paso , que se
halla de este inodo comprobado directa é indirecta
mente.

Establecido una vez ya este principio , veamos que


consecuencias resultan de él. La primera es el modo de
accion que egercen las sustancias deletéreas sobre los di
versus órganos ‫و‬, á donde las leva el torrente de la
circulacion .
Indagar el inecanismo preciso de esta accion sería
apartarnos del camino de la esperiencia para seguir el de
las congeturas. No me ocuparé mas de lo que me he
ocupado en investigar cómo la sangre negra obra preci
samente sobre los órganos cuya accion interrumpe.
Me liinito pues á examinar sobre qué sistema se
nes del torax despues de la introduccion de un cuerpo estraño en la
traquearteria , enfisemas con los que los enfermos han vivido mu
chos dias , y de los que han sanado. Es pues indudable que muchas
veces en el hombre el aire pasa del pulmon al tegido celular sin
penetrar en el sistema arterioso. Los esperimentos que he hecho en
los animales no han sido exactamente análogos á los que se obser
van en la introduccion de un cuerpo estraño, en que todavia entra
y sale una porcion de aire. Es pues probable que de una causa en
teramente semejante pueda tambien resultar el mismo efecto en los
animales . Al contrario el paso del aire á los vasos sanguíneos su
cede algunas veces en el hombre sin qne se verifique la infiltracion
del órgano celular , y entonces la muerte es repentina.'
Un pescador que padecía cólicos flatulentos se sintió acometido
repentinamente de uno de ellos en su barca: se le hinchó el vientre,
le sobrevino dificultad en la respiracion , y murió casi al momento.
Morgagni le abrió al dia siguiente , y halló sus vasos llenos de aire.
Pechlin dice haber visto igualmente morir de repente á un hombre
entre las angustias de una respiracion precipitada , y haber hallado
despues mucho aire en el corazon , y en los grandes vasos.
He tenido ocasion de disecar muchos cadáveres , cuya muerte
habia sido precedida de una congestion sanguínea en el sistema ca
pilar esterior de la cara , del cuello , y aun del pecho. Este sistema
presentaba un infarto , y una lividez notables en todas sus partes; y
152
dirige principalmente el infiujo de las sustancias deleté
reas mezcladas con la sangre en las diversas especies de
asfixias. Así pues todo nos indica: 10 , que en general se
dirige al sistema nervioso , y sobre todo al que está des
tinado á las funciones de la vida animal porque las or
gánicas no se alteran síno consecutivamente : 20, que en
el sistema nervioso animal el cerebro es el que se halla
afectado especialmente : 30 , que bajo este aspecto Mr. Pinel
ha tenido razon para clasificar entre las névroses varias
asfixias , sobre todo aquellas en que ademas del contacto
de la sangre negra , existe un agente deletéreo. He aquí
diferentes consideraciones que me parece dejan muy poco
que dudar sobre este objeto.

19 En todas las asfixias en que no puede dudarse la
existencia de una sustancia deletérea como v. g. en las
que produce el tufo de las letrinas , los síntomas se redu

abriendo las arterias y las venas he hallado en las del cuello , y


especialmente en las de la cabeza una sangre espumosa mezclada
con muchas burbujitas de aire. He sabido que uno de estos sugetos
habia muerto repentinamente de un afecto convulsivo de los mús
culos pectorales , pero no he podido adquirir noticia alguna de los
demas. Ademas todos los que frecuentan los anfiteatros de anatomía
deben haber observado que esta especie de cadaveres se pudren muy
pronto, y con un olor insoportable. Habrán notado tambien que exis
tia aire en los vasos antes de la putrefaccion.
Sospecho que en todos estos casos ha sido producida la muerte
por el tránsito repentino del aire del pulmon à la sangre que des
pues ha ido con ella al cerebro ; casi del mismo modo que he dicho
sobreviene cuando en un animal vivo se impele mucho aire hacia el
pulmon , y se hace pasar así este fluido al sistema vascular.
Comparando estos fenómenos con las consideraciones hechas mas
arriba sobre la muerte , por la inyeccion del aire en las venas , creo
habrá mucho fundamento para admitir mi opinion , que por otra
parte ha sido la de muchos médicos. Se han hecho yá en los
cadáveres varios ensayos relativos á este punto.. Morgagni los ha
descrito circunstanciadamente , pero en el individuo vivo es en
el que se debe observar el paso del aire á la sangre , para de
ducir consecuencias relativas á nuestro objeto. En efecto sabe
mos cuanto influye la muerte en la penetrabilidad de las par
tes. (Bichat).. .6
153
cen casi siempre á dos fenómenos generales y opuestos, á
saber al espasmo , y con particularidad al de los múscu
los del movimiento voluntario , ó á un estupor , ó ador
mecimiento análogos al de las ? afecciones soporosas.
De dos poceros que acababan de salir de una letrina
de la calle de S. Andrés de los Arcos atacados de los va
pores mefiticos , el uno se sentó sobre un guarda-canton,
se durmió y cayó asfixiado ; el otro huyó saltando con
‫کی‬
vulsivamente hacía la calle llamada de Battoir , y cayó
"2
igualmente asfixiado. El Sr. Verville se acercó á un tra
bajador muerto por el tufo de las letrinas , respiró el aire
que salia de su boca , cayó repentinamente sin conocit
iniento, y fué bien pronto atacado de fuertes convulsioned
El tufo del carbon emborracha , como se suele decir von
mucha frecuencia, y he visto morir á los animales asfixia
dos por otros gases con una rigidez de nérvios que indica
el espasmo mas violento ( 1 ). El centro de todos estos
síntomas , y el órgano especialmente afectado de donde

(1 ) Esta rigidez principia siempre en el hombre por el tronco y


el cuello ; pasa en' seguida á los miembros toracicos , y de allí á los
abdominales, de modo que cuando las demas partes estan ya rígidas
estos estan todavia blandos. La misma marcha que ha seguido para
aparecer , sigue para desaparecer , de modo que disminuye y cesa
desde luego en el tronco y cuello ; en seguida en los miembros to
racicos , y por último en los abdominales , y estos suelen frecuen
temente permanecer todavia rígidos muchas horas despues que las
demas partes han recobrado enteramente su flexibilidad . Solo una
vez he visto cesar la rigidez de los miembros abdominales antes que
la de los toracicos.
En el hombre y en los cuadrúpedos mamíferos la prontitud con
que aparece esta rigidez está en razon inversa de su duracion , y
por consecuencia dura tanto mas , cuanto mas tarde ha principiado .
Su energía y duracion estan siempre en razon del grado de conser
vación de los órganos musculares en el momento de la muerte ; así
adquiere tanta mayor fuerza y duracion cuanta menos alteracion es
perimenta la nutricion de los órganos musculares . Esto es lo que
se observa en los hombres y animales que han muerto violentamen
te , v. g. pór la decapitacion , estrangulacion , por la asfixia produ
cida por gases no deletéreos , ó por la sumersion ó la abertura de un
Tomo II. 20
154
dimanan , es sin duda alguna el cerebro. Sucede entonces
lo mismo que cuando se descubre este órgano , y se le
irrita ó comprime por cualquier medio ; la irritacion ó la
compresion producen ya el sopor , ya las convulsiones
segun sus grados , y á veces segun la disposicion del su
geto : en este caso no hay compresion , pero el irri
tante es la sustancia deletérea llevada al cerebro por la
circulacion.
2º La vida animal se interrumpe siempre repentina
mente antes que la orgánica en los casos en que la asfixia
ha sido tal que no puede sospecharse que solo la haya
producido el contacto de la sangre negra. Pero el centro
de esta vida es el cerebro , al cual se refieren las sensa
ciones , y de donde dimanan los actos de la voluntad.
Todo debe pues ser destruido en los fenómenos de nues
tras relaciones con los seres que nos rodean , cuando ha
cesado la accion cerebral. 1.
30 He probado que cuando la sangre negra quita por sí

tronco grueso de arterias , y en diferentes casos ; las variedades


qne presenta la rigidez son proporcionadas al grado de desarro
llo del sistema muscular de los individuos. Es muy fuerte la rigidez
que se observa en las asfixias producidas por los gases deletéreos que
no atacan de ningun modo à la contractilidad , tales como el gas
ácido muriatico oxigenado , el amoniaco, y nitroso, pero me ha pa
recido que sobreviene mas pronto , y dura menos tiempo, despues
de la asfixia por el gas hídrógeno sulfurado.
Como el calor vital y la contractilidad muscular aparente se con
servan tanto mas tiempo despues de la muerte cuanto el cuerpo ha
estado menos espuesto al contacto del aire; se sigue que la rigidez de
be sobrevenir mucho mas tarde en los individuos que al morir han es
tado reservados de las influencias atmosféricas , que en aquellos que
no lo han estado. Por esta razon el calor vital se conserva por mu
cho tiempo en los cadáveres de los asfixiados por la privacion del
aire respirable , y por lo que despues de estos accidentes los miem
bros permanecen por mucho tiempo blandos. Este relajamiento en
vez de indicar una falta de vida producida por la accion de la san
gre negra, como piensa Bichat , es por el contrario el signo de una
actividad vital muy pronunciada. ( Nysten Recherches de Fisio
Logie , &c. 386), 蛋黃
iss
sola la vida al animal, el cerebro se halla desde luego es
pecialmente afectado por su contacto; ¿ por qué las sustan
cias deletéreas, que en las asfixias van como la sangre,
por las arterias cefálicas , no han de obrar del mismo
modo en la pulpa cerebral ?
40: He introducido por la carótida diferentes gases
delet éreos por ejemplo , el hidrógeno sulfurado , y he he
>

cho llegar al cerebro algunas de las sustancias conoci


das. que alteran la naturaleza de estos igases , mezclán
dolas con líquidos , y sieinpre el animal bra muerto asfi
siado , ya con síntomas de espasmo , ya con los de
entorpecimiento indicados arriba . En general la inuerte
producida por las sustancias nocivas de cualquiera natu
raleza introducidas artificialınente en la carótida para
hacerlas llegar al cerebro , es inuy análoga á las asfixias
de los diferentes gases deletéreos. He espuesto en uno de
los artículos anteriores muchos esperimentos relativos a
este objeto.
5. Todos los accidentes que traen tras si estas espe
cies de asfixias, cuando el enfermo vuelve a la vida , su
ponen una lesion y una alteracion en el sistema nervioso,
y principalmente en el que reconoce por centro al cere
bro ; tales son las paralisis , los temblores, los dolores
vagos y ciertas alteraciones en el sisteina sensitivo es
terior, &c . &c .
Deduzcainos de las consideraciones antecedentes que
los principios delerereqs introducidos en el torrente de la
circulacion por las asfixias, dirigen su primero y princi
pal influjo al cerebro , al sistema nervioso cerebral , y
por consiguiente á todos los órganos de la vida animal
que dependen de él , y que de la muerte de estas partes
se deriva especialmente la de las deinas. Los diversos
órganos son sin duda atacados tambien, y debilitados di
rectamente en este caso , y aun pueden morir por el con
tacto inmediato de los principios que van á ellos con la
sangre , y bajo de este respecto su accion es análoga á
*
1

156
la que hemos dicho producia el contacto de la sangre
negra. Pero todos estos fenómenos son constantemente
mucho mas marcados en la vida animal que en la orgá
nica , en donde se desarrollan cono hemos dicho , y
sin duda sucede esto por el contacto de la sangre negras
Por lo demas , no nos olvidemos nunca de mune
rar entre las causas de estas especies de muerte el influ
jo de esta sangre negra , y el de los agentes deletereos,
aun cuando aquí bayainos prescindido de este influjo. Es
tanto mas marcado cuanto mas tiempo ha continuado la
circulacion despues de la primera invasion de los síntos
mas , porque la sangre negra ha tenido mas tiempo para
penetrar los órganos,
Segun lo que hemos dicho acerca de la introduccion
de los agentes deletereos en la sangre , y de su accion
sobre las diversas partes , puede formarse fácilmente , á
mi parecer , una idea de todas las diferencias indicadas
anteriormente en las asfixias que ellos producen. La na
turaleza infinitamente variada de estos agentes deletereos
debe producir en efecto sintomas muy diferentes por su
intensidad . y rapidez , por los vestigios que dejan tanto 等

en la vida de los órganos de los que se salvan de la as


fixia , como en los cadáveres de los que mueren en ella.
Sobre todo, estas diferencias dependen tambien en
gran parte de la disposicion del sugeto. El mismo agen
te deletereo. puede producir , como he dicho , segun esta
disposicion , efectos muy diversos y algunas veces opues
tos en la apariencia. s is bei pasis.Dir en 7. !

1. Si 1

;; , -... ;
s vi i doby , . . 5 T!
01. :.

hors 291.
157
‫ از‬: ..... !55,
SII
4 . À, 5145357

En la inayor parte de las enfermedades la


7
muerte principia por el pulmon.
09:f570 Wisults! : )
3. Acabo de hablar de las muertes repentinas: trataré
ahora brevemente de las que suceden con lentitud en las
diversas enferinedades. Por pocos enfermos que se hayan
observado en la agonía, se babrá visto , segun creo , fá
4

cilmente que elmayornúmero muere por unaafeccion,del


pulmon. Cualquiera que sea el asiento de la enfermedad
principal, ya sea un vicio orgánico., ó una lesion general
de las funciones, v.g., una calentura , & c. casi siempre
en los últimos instantes de la vida el pulmon - se entor
pece , la respiracion se hace)trabajosa , el aire sale y en
tra con dificultad , la coloracion de la sangre es muy di
ficil, y pasa casi siempre negra rá las arterias....
Los órganos ya debilitados.generalmente por la en
fermedad , reciben entonces mucho mas fácilmente el fu
nesto influjo del contacto de esta sangre , que en las as
fixias en que estos órganos están tintactos. La pérdida
de las sensaciones y de las funciones intelectuales's;é ina
mediatamente la de los movimientos voluntarios se si
guen al infarto del pulmon. El hombre no tiene ya rela
ciones con lo que le rodea , $ . y toda su vida animal se
interruinpe, porque el cerebro penetrado por la sangre
negra cesa en sus funciones ,que como es sabido, mantie
nen esta vida.
Poco a poco el corazon y todos los órganos de la vi.
da interior penetrados de esta sangre , terminan tambien
sus movimientos. Así en este caso la sangre negra es la
que suspende, enteramente el movimiento vital , que la
enfermedad ha debilitado ya en estreino. En general es
muy raro que esta debilidad producida por la enferme
758
dad ocasione la muerte inmediatamente , sino que la pre

para y dispone á los órganos de modo que influya en


ellos la menor alteracion de la sangre roja ; pero casi
siempre esta alteracion termina la vida. La causa de la
enfermedad no es entonces sino una causa indirecta de
la muerte general ; aquella determina la del pulmon , la
cual despues produce la de todos los órganos.
Ant Segun esto se concibe muy bien como la poca san
gre contenida en el sistema arterial de los cadáveres es
casi siempre negra, * como 3 ya 1 hemos dicho. I En efecto,
19 elmayor número de muertes principia por el pulmon:
2º, veremos ademas que las que principian por el cere
bro deben presentar tambien este fenómeno. Por consi
guiente solamente en aquellas en que el corazon cesa
de obrar repentinamente , que son bastante raras , pue
de hallarse la sangre roja en la aurícula y ventrículo
aórticos , ó en las arterias. Generalmente apenas se hace
esta observacion , sino en el corazon de los animales que
han muerto repentinamente de una grande hemorragia,
en los guillotinados , &c. y á veces en los cadáveres de
los que han muerto de un síncope , circunstancia en què
sin embargo de esto no siempre se verifica, c'r Wei et ba
En vista de loi frecuentes que son las muertes que
principian por un infarto del pulmon, se concibe tam
bien cómo este órgano se halla casi siempre lleno de san
gre en los cadáveres . Por lo general , es tanto mas grue
so y pesado , cuanto mas larga ha sido la agonía,
Cuando estas dos A cosas , 13 la presencia de la sangre
negra en el sistema vasculare de sangre roja ; y 2 , el
infarto del pulmon por esta sangre negra se hallan reu
nidas , se puede decir que la muerte ha principiado por
el pulmon , cualquiera que 1 haya sido la enfermedad. En
efecto, 靠 los fenómenos inmediatos de la muerte , ( no ha
blo de los fenómenos remotos ) no se suceden sino pa→
sando de uno de los tres órganos pulmonal , cefálico , ó
cardiaco á todos los demas. Pero ya hemos visto por una
159
parte que si principia la muerte en el corazon, se hallan
vacíos casi del todo los vasos del pulmon , y se encuen
tra regularmente sangre roja en el ventrículo aórtico , y
por otra parte veremos , que si la muerte ataca desde lue
go al cerebro , aunque se halle sangre negra en el apa
rato de sangre roja , se encuentra tambien necesariamente
el pulmon vacío , á no ser que esté infartado por alguna
afeccion antecedente y estraña á los fenómenos de la
muerte. Por consiguiente, la señal que aquí indico de
nota que los primeros fenómenos de la muerte se han
manifestado desde luego en el pulmon.: #1 091
12 Aigisuh -1
pombigði tallinn y on ond , 90 XXX
oria
noë op 20. AARTICULO86X,ang là to
-0.47 % 10 k anou si m 5p 201775: K shot
b.
Del influjo que la muerte del cerebro eger

sce sobre la del pulmon.some


1490 19 9ins og V go fill
150 g 014 lady 0 701 Y € ola
pend as mooing sador pay tog do sYLMET
GB An

Lue g o que el cerebro del hombre cesa * de obrar , el
Lueg
pulmon interrumpe repentinamente todas sus funciones,
Este fenómeno observado constantemente en los anima
les de sangre roja y caliente , C no puede suceder sing de
dos modos : 1 , porque la accion del cerebro es necesa
ria directamente para la del pulmon : 2 , porque éste
recibe del primero un influjo indirecto , por los músculos
intercostales y por el diafragma , influjo que cesa cuan
do la masa cefálica está inerte. Determinemos cuál de
estos dos modos es el que ha fijado la naturaleza.neqor
«tuarij.8192 on An obla
stui sup 29721 LI
* $ 72 x1 C 265
* katti tiga 2 Bed
卺 v19 mela la cate
Aru uz
1 % elo, ur gatos de ik

f
160
1

: 3:5 !

Loio
SI . (' 0
‫ أو‬. ‫ وفي‬. ‫زلى‬

Determinar si el pulmon cesa de obrar di


rectamente por la muerte del cerebro.
Si demuestro que el cerebro no egerce ningun infujo
directo sobre el pulmon , creo haber probado que la muer
te del primero no ocasiona directamente la del segundo;
pero nada mas fácil de demostrar por los esperimentos
que éste principio esencial. .
El cerebro no puede influir directamente en el pulmon
sino por el par Vago , ó por el gran siinpático , que son
los únicos nervios que forman la comunicacion entre es
tos dos órganos, segun la opinion comun , porque segun
las leyes de la naturaleza, el gran simpático no es sino
un agente de comunicacion entre los órganos y los gán
glios, y no entre el cerebro y los organos. Pero prime
ramente el par vago no tiene sobre el pulmon un influjo
1
actualmente necesario para las funciones que en él se
egércen , y las consideraciones y esperimentos siguientes
probarán á mi parecer esta asercion.
1. Irritese el par vago de un solo lado, ó de los
dos á un misino tiempo en la región del cuello de un
>

perro ; la respiración se precipita desde luego un poco,


se agita el animal , y parece algo farigado su pulmon.
Al primer aspecto se creeria que estos fenómenos indican
un influjo directo , pero no es así , toda especie de dolor
repentino produce casi constantemente, cualquiera que sea
el sitio y las partes que interesa, un fenómeno semejante,
que por lo demas se disipa , luego que cesa la irritacion.
Una simple herida en el cuello sin lesion del octavo par,
produce el mismo efecto cuando causa mucho dolor al
animal.
Si se corta un solo nervio de estos , la respiracion se
161
entorpece tambien de repente por efecto del dolor;
pero el infarto dura aun algun tiempo despues que ha
cesado su causa : poco a poco se vá desvaneciendo , y al
cabo de quince ó veinte horas vuelven á restablecerse, los
fenómenos de la vida con el órden acostumbrado.
3. Si se cortan á otro perro los dos nervios vagos,
la respiracion se precipita, mucho mas , y no recobra su
accion natural como en el esperimento anterior , sino que
continúa siendo trabajosa por , espacio de cuatro ó cinco
dias , y el animal muere (1 ).... 4 ... /
De estos dos últimos esperimentos resulta que el nervio
del octavo par es ciertamente inuy necesario para las fun
ciones pulmonales , y que el cerebro tiene por consiguien →
te una especie de influjo sobre estas funciones; pero que,
ésté no es efectivo , que sin él el pulmon , continúa toda-,

(1 ) La seccion de los nervios del octavo par cervical , produce


dos especies de efectos que es menester distinguir con cuidado , los
unos son relativos à la laringe , y los otros á los pulmones. La
afonía es entre los primeros una de las señales mas patentes. Se dá
muy bien la razon de este fenómeno sabiendo que el nervio recur→
rente es una division del octavo par ; pero ademas de la ? pérdida
de la voz ocasiona la seccion del octavo par , una aproximacion tal
de los bordes de la glotis , que no puede penetrar el aire en la la- ,
ringe , y la muerte sobreviene al momento.
Lo mas comun es que esta aproximacion no sea tan exacta
que se oponga enteramente á la entrada del aire en el pecho ; pero
como la glotis ha perdido sus, movimientos con relacion á los de,
la respiracion , se egecuta siempre esta funcion de un modo mas ó
menos incompleto. Da S I 11
Cuando se han hecho estas 1 observaciones por la prime
ra vez , apenas se podia dar una esplicacion exacta de ellas ; pero
despues que he dado á conocer el modo con que los nervios recur
rentes y laringeos se distribuyen en los músculos de la laringe , ya
no cabe ninguna dificultad. Cortando el octavo par, por la parte in
ferior del cuello , se paralizan los músculos dilatadores de la glotis;
esta abertura no se ensancha ya en el momento de la inspiracion,
mientras que los constrictores que reciben sus nervios de los larin
geos superiores , conservan toda su accion , y cierran mas o menos
completamente la glotis.
Cuando por la seccion del octavo par no se cierra tan comple
Tomo II. 21
162
vía mucho tiempo su accion , y que por consiguiente no
es su interrupcion la que hace cesar repentinamente la
respiracion en las lesiones del cerebro. ¿ El influjo de los
nervios que recibe el pulmón de los ganglios , está acaso
mas inmediatamente unido á sus funciones ? Los hechos
siguientes resolverán esta cuestion.
19 Si se corta en ambos lados del cuello el filamen
to nervioso que se considera como el tronco del gran
simpático , casi no se trastorna la respiracion consecuti
vamente , y muchas veces no se advierte en ella la me
nor señal de alteracion.
20 Si al mismo tiempo se dividen los dos simpáticos
y los dos nervios vagos , sobreviene la muerte al cabo de
cierto tiempo , y de un modo casi análogo á aquel en que
se destruyen únicamente los nervios vagos.

tamente la glotis para que la muerte sobrevenga al momento , se


desarrolla otro órden de fenómenos.
Desde luego la respiracion se hace dificil , y su igualdad pre
senta con mucha frecuencia una alteracion notable. La inspiracion
es lenta , y la espiración es repentina y corta. El animal esperi
menta una especie de aversion al movimiento , y parece que se
fatiga con mucha facilidad. En los primeros momentos no se impi
de la formacion de la sangre arterial , pero bien pronto se altera
su color rojo , se obscurece , y se acerca mas y mas al de la sangre.
venosa. La temperatura baja , y la respiracion mas entorpecida no
se verifica sino por medio de todas las potencias musculares : el
resfriamiento se hace manifiesto , y el animal no tarda en morir.
A proporcion que estos accidentes se desarrollan , los animales,
como lo han manifestado los esperimentos , consumen menos óxige
no , y forman poco a poco ácido carbónico.
Los bronquios en su abertura se hallan llenos de un líquido es
pumoso , y algunas veces sanguinolento ; el pulmon se infarta , y
las divisiones de la arteria pulmonal se hallan muy dilatadas por
una sangre muy negra..
De todo lo espuesto se debe concluir , que en este último caso
mueren los animales por no poder efectuarse la respiración , estan
do el pulmon de tal modo alterado , que el aire no puede llegar á
las células branquiales. Es menester añadir ademas á esta causa la
dificultad que esperimenta la sangre en pasar desde las arterias á
las venas pulmonales. (Magendie). T
+42 ...
163
30 Cortando en el cuello el simpático, no se priva al
pulmon de los nervios que vienen del primer ganglio to
rácico; pero estos pueden contribuir algun tanto á man
tener la accion 1 de este órgano , á pesar de la seccion de
su tronco , porque , como ya he dicho , cada ganglio es
un centro nervioso que envia sus irradiaciones particula
res independientes de los demas centros con los que co
munica.
No he podido desvanecer con varios esperimentos,
hechos en estos mismos nervios , esta duda muy razona,
ble, porque la posicion del primer ganglio torácico es tal
que no se puede arrancar en los animales sin produeir
lesiones de mucha consideracion , que harian morir al
individuo , ó le producirian una alteracion tal que los fe
nómenos que entonces buscasemos se confundirian con los
producidos por la alteracion general. Pero la analogía
de lo que sucede en los demas órganos internos cuando
se destruyen los ganglios que envian nervios á ellos , no
permite pensar que el pulmon cesaria de obrar en el mo
mento en que se destruyese el primer gánglio torácico.
Por otra parte , el siguiente raciocinio me parece
prueba de un modo indudable el principio establecido. Si
las grandes lesiones del cerebro interrumpen repentina
mente la respiracion , porque este órgano no puede ya
influir en el pulmon por medio de los nervios que vienen
del primer ganglio torácico; es evidente que cortando la
comunicacion del cerebro con este ganglio , debe cesar el
influjo , y por consiguiente interrumpirse la respiracion,
( porque el influjo no puede egercerse sino sucesivamente:
1º , del cerebro á la médula espinal : 20 , de éste á los
últimos pares cervicales y á los primeros dorsales : 3º , de
estos pares á sus ramos que comunican con el ganglio:
4º , del ganglio á los ramos que envia el pulmon : 50 , y
de éstos al mismo pulmon ). Si se corta pues , como hizo
Cruikshank, la médula espinal , á nivel de la última vér
tebra cervical , y por consiguiente por encima del primer
*
164
ganglio torácico , continúan todavíamucho tiempo la vida
y la respiracion , á pesar de la falta de comunicación entré
el cerebro y el pulmon por el primer ganglio torácico.
No he referido las diversas particularidades que acom
pañan á la seccion de los nervios del pulmon, los cua
les van tambien á otros muchos órganos, como es sabido.
Solamente me he ocupado de los fenómnenos relativos á
la respiracion , los demas se hallarán en los autores que
han hecho antes que yo , y bajo diferente aspecto estos
esperimentos curiosos. -
Creo podeinos' concluir de todas las investigaciones
anteriores, que el cerebro no tiene sobre el pulmon nin
gun influjo directo y actual , y que por consiguiente es
menester buscar otras causas de la cesacion repentina é
instantánea de las funciones del segundo, cuando las del
primero se interrumpen.
Hay sin embargo un fenómeno que puede ofrecer
alguna duda sobre esta consecuencia , y que parece estar
en oposicion con el principio que en ella se establece;
quiero hablar de la alteracion repentina , que como he
mos dicho produce todo dolor algo vivo en la respira
cion y la circulacion. ¿ Esta alteracion no indica que el
corazon y el pulmon están bajo la inmediata dependen
cia del cerebro ? Muchos autores lo han creido así , fun
dados en el raciocinio siguiente. Toda sensacion de do
lor ó de placer se refiere ciertamente al cerebro , como
>

al centro que percibe esta sensacion : luego si todo dolor


violento precipita la circulacion y la respiracion , es cla
ro que el cerebro afectado es el que entonces tiene al
guna reaccion sobre el pulmon y sobre el corazon , y al
tera así sus funciones ; pero este raciocinio , como ahora
veremos, es mas especioso que sólido.
Cualquier dolor un poco vivo , tanto en el hombre
como en los animales , vá casi siempre acompañado de
una emocion viva , de una afeccion del principio sensi
tivo , y no del intelectual , unas veces el miedo , Otras
165
el furor es el que agita al animal que padece , y á veces
esperimentamos otros sentimientos que no podemos se
ñalar exactamente ; pero que nos es fácil esplicar, y que
" todos entran en la clase de las pasiones.
Ademas de esto , hay en la mayor parte de dolores:
1. , sensacion : 2. , pasion , emocion y afeccion ( 1 ). Ya
he probado que toda sensacion se refiere a la vida ani
mal, y especialmente al cerebro centro de esta vida , y
que por el contrario toda pasion y toda emocion tiene
relacion con la vida orgánica , con el pulnion , con el co
razon >, &c. Por consiguiente , aunque en todo dolor sea
el cerebro el que percibe la sensacion , y aunque en este
órgano se halle el principio que padece , sin embargo , no
egerce su reaccion sobre las vísceras internas. Luego la
alteracion que entonces esperimentan la respiracion y la
circulacion , no depende de esta reaccion , sino del influjo
inmediato que egercen sobre el corazon y el pulmon , las
pasiones que agitan entonces al animal. Las consecuen
cias siguientes me parece que confirman por otra parte
estas consideraciones de un modo decisivo.
1 . La alteracion de la respiracion y de la cireula
cion precede frecuentemente al dolor ; examinese el pe
cho , y colóquese la mano sobre el corazon de un hom
bre á quien vá á hacerse la operacion , ó de un animal
que vá a sufrir un esperimento despues de haber sufrido
ya otros , y se convencerá cualquiera fácilmente de esta
verdad.
2. Hay á veces una evidente desproporcion entre la
sensacion de dolor que se esperimenta , y la alteracion
producida en la circulación y en la respiracion. Un en

(1) No ignoro que estas palabras pasion , emocion , afeccion , 2c.


constituyen diferencias mny reales en lenguage metafísico; pero
como el efecto general de los sentimientos que es presan es siempre
el mismo en la vida orgánica, y como este efecto general es solo,
el que me interesa , y los fenómenos secundarios me importan poco,
uso indiferentemente de ellas. (Bichat). <
166
fermo murió repentinamente de resultas de haberle cor
tado el prepucio : la operacion de la fístula del ano por
la ligadura , hizo igualmente morir casi de repente á otro,
á quien operó Desault , &c. Pero en estos casos no es se
gurarnente el dolor elque les quita la vida , ( ni creo que
jamas puede quitarla repentinainente), sino que la muerte
sobreviene como la que sucede á la noticia de un acon
tecimiento de terror , ó á un rapto de furor, del modo
que he dicho se manifiesta el síncope. El corazon y el
pulmon se afectan directamente por la pasion, y no por
la reaccion cerebral.
3. Hay algunos enfermos bastante animosos para
sufrir vivos dolores con serenidad de ánimo , sin mani
festarse en ellos pasion ni enocion alguna : ahora bien,
examinese el pecho , y póngase la mano sobre el corazon
de estos enfermos en el momento de su padecer , y no
se observará alteracion alguna en su circulacion ni en su
respiracion ; sin embargo el cerebro percibe el dolor del
mismo modo que el de los demas , y por consecuencia
debia este órgano verificar del mismo modo su reaccion
sobre los órganos internos , y alterar su accion .
4. No se debe juzgar por los gritos ó por el silencio
de los enferinos del estado de su alma en el momento en
que se les hace una operacion. Esta señal es engañosa,
porque la voluntad puede en ellos dominar bastante los
moviinientos para impedirlos ceder al impulso que los dan
los órganos internos ; pero examinese el corazon y el
pulmon , cuyas funciones son , si me es lícito esplicarme
así, el terinómetro de las afecciones del alma. No sin ra
zon el actor que representa un papel de valor toma la
mano de aquel , á quien quiere alentar , y la aplica so
bre su corazon para probarle que el aspecto del peligro, ó
del dolor no le intimida. Por la misma razon no se debe
juzgar del estado interior del alma por los movimientos
esteriores de las pasiones. Estos movimientos pueden ser
igualmente verdaderos, ó fingidos ; verdaderos, si nacen
167
del corazon , y fingidos si nacen del cerebro; porque en
el primer caso son involuntarios , y en el segundo depen
den de la voluntad. Examinese pues siempre en las personas
que manifiesten furor, dolor , ó tristeza , si el estado del
>

pulso ' corresponde á los moviinientos esternos. Cuando


veo Horar å una muger , agitarse y padecer movimientos
convulsivos, con la noticia de la pérdida de un objeto
querido , y veo su pulso en su estado natural , discurro de
este modo : la vida animal es la única que se agita , y
la orgánica está sosegada, pero las pasiones y los movi
mientos dirigen siempre su influjo sobre la última; -lue
go la emocion de esta muger no es viva , y por consi
guiente sus movimientos son fingidos. Por el contrario veo
á otra cuya tristeza concentrada no se manifiesta por nin
guna señal esterior , y sin embargo su corazon late con
fuerza , se ha parado repentinamente, ó en una palabra
ha esperimentado una alteracion cualquiera. Entonces
digo que esta muger aparenta una tranquilidad que no
existe en su alma. Ciertamente nunca nos equivocaríamos
si fuese posible distinguir los movimientos involuntários
producidos en las pasiones por la accion del corazon so
bre el cerebro , y despues por la reaccion de éste sobre
>

los músculos , de los movimientos voluntarios producidos


por la simple accion del cerebro sobre el sistema locomo
tor de la vida animal. Pero siendo imposible hacer esta
distincion es menester siempre comparar los movimien
tos esteriores con el estado de los órganos interiores.
5. Por muy violentos que sean los dolores en que so
breviene la alteracion de la respiracion , y la circulacion
de que hemos hablado , esta alteracion cesa bien pronto
por poco permanentes que sean aquellas. Sin embargo el
cerebro que continúa percibiendo el dolor , debería con
tinuar tambien su reaccion sobre el pulmon , y sobre el
corazon , si ésta fuese una causa efectiva de la alteracion
de sus funciones. ¿ Y á qué es debida esta calma de las
funciones internas , unida á la afeccion dolorosa del ce
168
rebro?; he aquí el origen , segun nuestro modo de pen
sar. Hemos visto que el hábito embota muy presto cual
qniera emocion del alma, y asi cuando el dolor subsiste des .
aparece la emocion , y queda la sensacion ,> entonces cesa
el inAujo directo egercido en los órganos interiores, y so
lo se afecta el cerebro , y entonces tambien hay mas alte-,
racion en las funciones internas. No hablo aquí sino
de los casos en que la calentura producida por el do
lor no ha turbado aun la accion del corazon ó del pul >

mon , pues no trato a hora del modo intermedio de influ


jo que las afecciones del cerebro egercen sobre las de
estos órganos.
Podría añadir á estas reflexiones otras muchas para
probar : 1., que aunque el cerebro sea el sitio á donde se
refiere el dolor , no es sin embargo el principio de donde
dimanan las alteraciones de los órganos interiores pro
ducidas por este dolor : 2., que estas alteraciones depen
den siempre de una emocion , de una afeccion del alma,
de una pasion cuyo efecto y naturaleza son , como he ,
dicho absolutamente distintas de la naturaleza y del efec
to de toda especie de sensacion , ya sea de placer , ya
de dolor.
Este fenómeno en nada destruye la consecuencia de
ducida anteriormente de nuestros esperimentos: á saber,
que el pulmon no cesa de obrar directamente por la
muerte del cerebro.
169
SII.
Determinar si el pulmon cesa de obrar
indirectamente por la muerte del
cerebro.

Supuesto que el pulmon no muere repentinamente en


la interrupcion de la accion del cerebro , y que su muer
te no es entonces sino indirecta , debe haber entre él , y
el cerebro ciertos intermedios que en este caso terminan
desde luego sus funciones, y por consiguiente producen
>

la cesacion de las suyas. Estos intermedios son el dia


fracma y los músculos intercostales. Sujetos por los nér
vios que reciben al influjo inmediato del cerebro, quedan
paralíticos luego que éste ha perdido enteramente su ac
cion. Los esperimentos siguientes lo confirman ( 1 ).
10 Cruikshank cortó la médula espinal á un perro
entre la última vértebra cervical y la primera dorsal.
(1 ) Hemos dicho en una nota anterior que la seccion de los
nervios del octavo par, podia producir la muerte de dos modos, pri
meramente cerrando la glotis , é impidiendo la entrada al aire en
los conductos aereos , y segundo alterando el pulmon , é impidiendo
la produccion de los fenómenos químicos. De estas dos muertes, la
primera es en algun modo accidental , y es un efecto indirecto de
la interrupcion de la accion del cerebro ; pero no sucede así en la
segunda, y no siendo instantánea no es un efeeto menos inmediato
de la seccion. Se podria suponer que destruidos los movimientos de
la glotis , y siendo por consiguiente la entrada del aire mas dificil,
sucede por una consecuencia de este impedimento que se entorpece
la respiracion , y la alteracion del pulmon no es sino un fenómeno
consecutivo. Pero en los esperimentos hechos en Alfort por Mr Du
puy se habia dado al aire libre salida por una abertura hecha en la
traquea. Pero no debe creerse que la pequeña incision necesaria pa
ra establecer esta abertura, contribuya á producir la alteracion de la
respiracion , porque todos los dias se practica una operacion semea
jante en los caballos sin que les resulte el menor inconveniente.
(Magendie ).
Tomo II. 22
170
Inmediatamente los nervios intercostales , por la falta de
coinunicacion con el cerebro cesaron de obrar, los mús
culos delmismo nombre, se paralizaron , y la respiracion
se egecutó únicamente por el diafragma que recibia sus
nervios frénicos de un punto de la médula superior a la
seccion. Es fácil en este esperimento, que he repetido mu
chas veces, juzgar de la fuerte accion del diafragma que
no se conoce, por la de los músculos abdominales que se
distingue muy claramente.
2. Si solo se cortan los nervios frénicos queda inmó.
vil el diafragına, y la espiracion no se efectúa sino siguien
do el eje trasversal, y por medio de los músculos inter
costales, mientras que en el caso anterior no se egecuta
ba sino siguiendo el eje perpendicular.
3. En los dos esperimentos anteriores se conserva la
vida aun por bastante tiempo ; pero si se cortan á ụn
mismo tiempo los nervios frénicos, y la medula espinal
hacia el fin de la region cervical, ó lo que viene á ser
lo mismo , si se corta la médula por encina del origen
de los nervios frénicos , entonces la muerte es repentina
por hallarse interrumpida toda comunicacion entre el ce
rebro y los agentes activos de la respiracion .
4. Habia ya observado muchas veces en mis esperi
mentos que media pulgada de diferencia en la altura en
que se hace la seccion de la médula , produce una dife
>

rencia tal que por la parte superior sobreviene la muer


te al momento , y por la inferior no se verifica muchas
veces siuo al cabo de quince ó veinte horas. Disecando
los cadáveres de los animales muertos de este modo , he
observado constantemente que esta diferencia es debida
únicamente al nervio frénico , cuando la seccton se hace
por encima de él , la respiracion , y por consiguiente la
>

vida cesan al momento porque no pueden obrarni el dia


fragma ni los músculos intercostales ; y si por debajo, la
accion del primero sostiene todavia algun tiempo la vi
da , y los fenómenos de la respiracion .
171
Segun los esperimentos aritecedentes es indudable que
la respiracion cesa repentinamente del modo siguiente
en las lesiones de la porcion del sistema nervioso situado
por encima del origen de los nervios frénicos: 1., inter
rupcion de accion en los nervios voluntarios inferiores á
la lesion , y por consiguiente en los intercostales , y en
los frénicos : 20, paralisis de todos , ó de casi todos los
músculos de la vida animal , de los músculos intercostales,
y principalmente del diafragma: 3., cesacion de los fenó
menos mecánicos de la respiracion por falta de los agentes
necesarios á ellos : 4., destruccion de los fenómenos qui
micos por falta del aire, cuya introduccion en el pulmon
determinan los mecánicos. La interrupcion de todos estos
movimientos es tan rápida como pronto su encadenamien:
to en el orden natural.
De este modo mueren repentinamente los enfermos
que esperimentan una violenta lesion en la porcion de la .
médula espinal , situada entre el cerebro y el origen de
los nervios frénicos, v . g. por una herida , por una com
presion de resultas de una dislocacion de la segunda
vértebra , & c. & c.
Los médicos han hallado obstáculos para fijar con
exactitud el sitio del cuello en que una lesion de la mé
dula deja de ser repentinamente inortal. Pero han cono
cido bien que generalmente la parte superior y la inferior
de esta region presentan en este punto una diferencia
palpable ; pero no se ha determinado nada con exactitud
y precision sobre este particular. Segun lo dicho es fácil
fijar los límites ; estos se encuentran siempre en el origen
de los nervios frénicos ( 1 ).
He aquí como mueren tambien los enferinos que esperi
mentan de repente una conmocion violenta , una fuerte
compresion , un derrame considerable en el cerebro , & c .
( 1) Los esperimentos de Legallois han probado de un modo evi.
dente que este punto está en el origen de los nervios del octava
par. ( Magendie ).
*
172
Es menester observar sin embargo que estas diversas
causas de muerte obran en grados muy diferentes. Si son
débiles , su efecto repentino obra solo en las funciones in
telectuales. Estas son siempre las primeras que se alteran
en las lesiones de cerebro , y las mas susceptibles de ce
der al influjo de un pequeño desórden . En general toda
la porcion de la vida animal por la que recibimos la im
presion de los objetos esteriores , y las funciones depen
dientes de esta porcion , como: la memoria , la imagina
cion , el juicio , &c. empiezan desde luego á alterarse. Si
la lesion es mas fuerte, se manifiestan de pronto sucudi
mientos irregulares en los músculos voluntarios de los
miembros, y sobrevienen las convulsiones, la paralísis. & c.
Por último si la lesion está en el mas" alto grado se pa
ralizan todos los músculos de la vida animal , los inter
costales , y el diafragma , como todos los demas , y en
tonces se produce una muerte repentina.
Podemos facilmente contestar , segun todo lo dicho
hasta aquí, á la cuestion que nos hemos propuesto en es
te párrafo , sentando como princípio, qué la muerte del
cerebro ocasiona la del pulmon indirectainente.
Se sigue tambien de los esperimentos descritos arriba,
que la respiracion es una funcion mista colocada por de
cirlo así, entre las dos vidas , á las que sirve de punto de
contacto perteneciendo a la animal por sus funciones
mecánicas, y á la orgánica por las químicas. He aquí
por qué sin duda la existencia del pulmon tiene tanta re
lacion con la del cerebro , que es centro de la primera ,
como con la del corazon ,, que es como el foco de la
segunda.
Se observa que en la série de animales , á proporcion
que la organizacion cerebral es mas reducida , la respira
çion pierde tambien muchos fenómenos.
Esta funcion está mucho mas desembuelta en los pá
jaros , y en los mammíferos que en los réptiles, y en los
peces, cuya masa cefálica es á proporcion menos volumi
173
nosa que la de los animales de las dos primeras clases.
Se sabe que el sistema nervioso de los animales que
respiran por traqueas , no es tan perfecto, y presenta
sieinpre disposiciones particulares, y que en los que no
tienen sistema nervioso desaparece tambien el de la res
piracion.
En general hay una recíproca relacion entre el cere
bro у el pulmon particularmente en los mammiferos y
las aves. El primero determina la accion del segundo fa
voreciendo la entrada del aire en los bronquios por el
movimiento de los músculos respiratorios , y el segundo
mantiene la actividad del primero por la sangre roja
que le envia.
Sería muy curioso fijar con exactitud la relacion del
sistema nervioso con la respiracion en los insectos , en
los que penetrando el aire por diversos puntos , por tra
queas abiertas esteriormente y no parece tener en ellos
accion mecánica , y por consiguiente que la respiracion
pertenece enteramente á la vida orgánica, y es indepen
diente de la animal ; mientras que en las especies de
pulmon distinto ocupa el medio, como hemos dicho , ya
tenga este órgano la estructura' de 'agallas, ya -- la de
1

vegiguillas. 43's: : ; !! Y si "100 "


1

i
ARTICULO XI.

Del influjo que la muerte del cerebro eger


ce sobre la del corazon .
Acabamos de veren el artículo anterior, cómo cesando
de obrar el cerebro queda el pulmon en inaccion. Igual
fenómeno se observa tambien en el corazon que deja de
latir luego que ha muerto el cerebro. Investiguémos el
modo como esto se verifica .
174
Es indudable que este fenómeno no puede efectuarse
sino de dos modos: 1., porque el corazon está bajo la
dependencia inmediata del cerebro : 2., por que hay en
tre estos dos órganos uno intermedio que interrumpe des
de luego sus funciones , y que por lo misino suspende las
del primero.

SI .
Determinar si el corazon cesa de obrar
înmediatamente por la interrupcion de la
accion cerebral.

La mayor parte de los médicos en general hablan


de un modo muy vago acecca del influjo cerebral sin des
terminar bastantemente la estension , y límites con res
pecto á los diversos órganos.
Es evidente que habremos respondido á la cuestion
propuesta en este párrafo , si determinamos en qué con
siste este influjo con respecto al corazon . Todo pues pa
rece probar que no hay influjo alguno directo del cerebro
sobre este órgano , el cual at contrario tiene como hemos
visto al cerebro bajo su dependencia inmediata por el
movimiento que le comunica.
Esta asercion no es nueva, pues que todos los buenos
fisiólogos la adıniten : pero como en medicina muchas
opiniones se fundan en un principio enteramente opues
to , creo no será inútil detenernos algun tanto en confir.
mar éste , pues le demuestran igualmente la observacion
y los esperimentos. Començémos por el primero.
1. Toda irritacion algo violenta sobre el cerebro
producida ya por una esquirla , por la sangre , ó por otra
cualquiera causa produce casi siempre movinientos con
175
vulsivos parciales ó generales en los músculos de la vida
animal. Examinense entonces los de la vida orgánica,
y particularmente el corazon , y ņo se hallará alteracion
alguna en su accion . ‫از‬ ‫را‬ .

2. Toda compresion de la masa cerebral, ya sea pro


ducida por pus , por agua , ó sangre , ya por huesos frac
turados , obra por lo comun en sentido inverso, es decir,
paraliza los músculos voluntarios, así mientras que la
afeccion no se estiende á los músculos pectorales , no se
disininuye nada la accion del corazon.
3. El opio, y el vino tomados en cierta dosis dismi
nuyen momentáneamente la energía cerebral , y le ha
cen poco apto para las funciones, que tienen relacion con
la vida animal. Pero en esta debilidad momentánea el
corazon continúa obrando como en el estado natural, y
aun á veces se aumenta su accion.
4. En las palpitaciones, y en los diversos movimien
tos irregulares del corazon no se observa que el princi
pio de estos desórdenes exista en el cerebro , que enton
ees está enteramente ileso, y continúa su accion como en
el estado natural. Cullen se ha equivocado en este punto
del mismo modo que en la esplicacion del síncope (* .; )
5. Los fenómenos numerosos de la apoplegia , de la
epilepsia , catalepsis, del narcotisino, de la conmocion , & c.
que tienen su origen principal en el cerebro , me parece
que manifiestan bastantemente la independencia actual
que el corazon tiene de este órgano.
6. Todo órgano sujeto al influjo directo del cerebro, es
por la misma razon voluntario , pero creo , que a pesar
de la observacion de Stahl nadie coloca al corazon entre
estos órganos. ¿ Y qué sería de la vida , si pudiésemos á
nuestro arbitrio suspender el movimiento de la víscera que
(*) Cullen hablando del síncope le divide en idiopático y sinto
mático ; en el primero establece que las causas productoras obran so
bre el mismo corazon ; y en el segundo considera estas mismas cau
sas residiendo en otras partes .
176
la anima? Vendría pues la muerte por una simple vo
licion á suspender su curso .
14. Podemos ya , á mi parecer , sin temor de equivocarnos
deducir de la simple observacion , que el corazon no cesa
de obrar inmediatamente cuando las funciones del cere
bro, se interruinpen ; pero confirmemos con esperimentos
este principio fundamental de fisiologia y patologia.
1. Si se irrita de diferentes modos el cerebro descu .
bierto en un animal con agentes mecánicos , químicos,
específicos, &c. si se le comprime , &c, se producen di
versas alteraciones en los órganos de la vida animal, pe
ro el corazon perinanece constantemente en sus funcio
nes regulares, mientras no llegan á paralizarse los músculos
pectorales.
2. Los diversos esperimentos hechos en la médula es
pinal descubierta en la region del cuello , presentan un
resultado enteramente análogo.
3. Si se irritan los nervios del octavo par , de los
cuales infinitos filamentos se distribuyen en el corazon , no
se acelera el movimiento de este órgano , ni se suspende
si se cortan sus dos troncos. No me cansaré de encargar
á los que repitan estos esperimentos que distingan bien
los efectos que son propios de la emocion, de los diversos
sentimientos de temor , cólera , &c. que So producen en
el animal que sufre el esperimento , de los que son el re
sultado de la irritacion ó de la seccion del nervio.
4. Ademas del octavo par el tronco nervioso llama
do gran simpático , envía al corazon diferentes ramos
que se distribuyen en su substancia , y por los cuales el
cerebro puede influir en él , al menos segun la opinion
general, que coloca el origen de este nervio en uno de
los que provienen de esta masa inedular. Pero ya he di
cho que el sistema nervioso del gran simpático era ab
solutamente independiente de el del cerebro ; que ni aun
había nervio alguno que mereciese este nombre ; y que
loque se había tenido por este nervio era una serie de
177
comunicaciones entre un gran número de pequeños sis =
temas nerviosos independientes todos unos de otros , y
que tienen cada uno un ganglio por centro , como el
gran sistema nervioso de la vida animal tiene por cen
tro al cerebro ( 1). Me parece que esta esplicacion

( 1) · Los fisiólogos se han ocupado mucho del nervio ' gran sima
pático. Han hecho con respecto á sus usos muchas congeturas y
muy pocos esperimentos , y no tenemos por eso sobre este punto
sino nociones muy poco positivas. La situacion profunda de los
ganglios los hace á casi todos inaccesibles; el cervical superior.es
acaso el único que se puede estraer sin causar un desorden , que
produzca el solo la muerte. Mr. Dupuy , Catedrático de la Escuela
veterinaria de Alfort , ha hallado un procedimiento por medio del

cual hizo con bastante facilidad la separacion. Referiré algunas de


sus observaciones .
Esperiménto 1.9 Este fué hecho en un caballo joven y brioso
que se había curado por muernio ; pero al abrirle' reconoció que no
le había padecido , y que era solamente la càries de un diente la
que había hecho creer la existencia de esta enferinedad.
El 24 de junio se le estirpó el ganglio gutural izquierdo. Inme
diatamente despues de la operacion el ojo de este lado se presentó
mas undido en la órbita , los párpados se entumecieron , el párpado
se inclinó hacia la parte anterior del globo del ojos y la pupila se
contrajo. jos
El 28 del mismo, el ganglio linfático sublingual apareció infar
tado , duro , y fijo , y se presentó por la nariz delmismo lado una
>

evacuacion de materia pardusca granugienta y fétida .


El 29 esta úlcera supuró en abundancia.
Despues del 30 hasta el 16 de julio se fué cicatrizando la úlce
ra con rapidez.
Desde el 18 de julio hasta el 15 de agosto, el animal conservó
siempre el mismo estado de salud .
El 15 de agosto se le estirpó el ganglio gutural derecho con
una porcion del nervio : esta operacion fué seguida de los mismos
fenómenos que la anterior con la diferencia que dos dias despues
el animal no pudiendo tragar el agua , la arrojaba por las ventanas
de la nariz. Había en efecto en él , una comunicacion entre la nariz
y la boca , a causa de la caries de la última muela , cuyas raices
corresponden al seno maxilar que tiene una abertura en la nariz , y
perdió la voz.
El 20 de agosto estaba muy estenuado, tenía la piel seca y pe
gada, el pelo deslucido , las megillas y la parte inferior de la man
díbula estaban constantemente mojadas de sudor , lo que se había
Tomo II. 23
178
del gran simpático dá alguna luz sobre la independencia en
que está el corazon del cerebro ; pero continuemos la es
posicion de los esperimentos propios para comprobar
esta independencia.
50 Si en los filamentos cardiacos del gran simpáti

notado cerca de doce ó quince días ; la úlcera del costado derecho


del animal se hizo fistulosa , la piel se cubrió de sarna , el pene y
el escroto , como igualmente los miembros posteriores , se infiltra
ron y el animal murió. La antopsia no presentó nada de notable.
El trisplánico presentó por debajo del agujero suboccipital un bul
tito en forma de nudo en el espacio en donde se hizo la seccion.
Esperimento 2. En un caballo entero de cuatro años y me
dio , robusto y en buen estado , se estirpó en 26 de abril el gan
glio gutural derecho con una porcion del nervio , de treinta y siete
centímetros posteriormente , y de cuatro á cinco anteriormente ; el
ganglio del lado izquierdo se tronchó un poco hacia delante, el ner
vio se separó posteriormente la estension de treinta y tres centí
metros. El animal no manifestó tanto dolor como se había pensado,
porque se agitó poco. La conjuntiva se enrogeció repentinamente,
los párpados volvieron á cubrir en parte el ojo , la respiracion se
hizo anelosa y con ruido , el pulso estaba duro , fuerte y frecuente,
el animal rehusó todo alimento , y bebía con mucha dificultad.
Este estado duró hasta el 10 de mayo siguiente , las dos úlce
ras estaban casi cicatrizadas , el animal comía y bebía bien ; pero
los miembros posteriores y el escroto permanecian siempre tan
entumecídos é infartados, que le impedian andar; la conjuntiva per
maneció constantemente roja , y la púpila contraida , y se percibía
muy bien la carnosidad ó grano de hollin , &c.
Hácia el 13 de mayo la piel se adhirió y cubrió de sarna , y
apenas había transpiracion cutánea.
El 25 del mismo el infarto de los miembros y del escroto se
hizo considerable , á pesar de las fricciones de agua y de esencia tre
mentina que se le daban muchas veces al dia desde el 13 , y con
mucha dificultad se le hizo salir de la caballeriza para registrarle.
El pulso conservó dureza y celeridad despues de la operacion , y
los cagajones eran duros , negros y pequeños.
En el mes de junio los fenómenos eran parecidos á los que he
mos indicado , el infarto de los testículos y de los miembros resis
tió á los medicamentos externos tónicos y estimulantes.
En la abertura que se hizo á últimos de junio se hallaron las
estremidades de los nervios arrancadas , formando un tubérculo ó
elevacion pisiforme como en el primer caballo.
Iguales resultados se han obtenido en todos los demas esperi
179
co , que todos vienen directa o indirectamente de los
ganglios, se repiten los esperimentos hechos anteriormen .
te en el nervio vago , o en sus diversos ramos que nacen
del cerebro , los resultados son enteramente análogos , у
nada se alteran los movimientos del órgano. Estos mo
vimientos ni se auinentan cuando se irritan los nervios,
ni se disminuyen cuando se les corta , como sucede
siempre en los músculos de la vida animal.
No presento circunstanciadamente todos estos espe
rimentos , la mayor parte ya conocidos ; pero he queri
do sin embargo repetirlos exactamente , porque no todos
los autores convienen sobre los fenómenos que resultan
de ellos .
Hay otro género de esperimentos análogos á estos,
que pueden tambien ilustrarnos acerca de las relaciones
del corazon y del cerebro, y éstos son los del galvanis
mo. No olvidaré este medio para probar que el primer
órgano de éstos es siempre actualmente independiente
del segundo.
He hecho estos esperimentos con una atención tanto
mas escrupulosa cuanto que muchos autores muy apre
ciables han sostenido en estos últimos tiempos -una opi
nion contraria , y han querido establecer que el corazon
y los demas músculos de la vida orgánica no se diferen
cian en cuanto á su susceptibilidad para el influjo gal
vánico de los diversos músculos de la vida animal ( 1 ).

mentos hechos con este objeto. Asi pues se puede decir en resumen ,
que los fenómenos que se manifiestan despues de la separacion de
este ganglio , y que de ninguna manera son efectos de la operacion,
son la contracciou de la púpila, el encendimiento de la conjuntiva,
el enmagrecimiento general acompañado de infiltracion en losmúscu
los , y la erupcion de sarna que termina afectando toda la superfi
7
cie cutánea. (Magendie ).
( 1) A cada paso se conocen los inconvenientes que resultan de
confundir bajo una denominacion comun los diferentes aparatos
musculares que no están sujetos al influjo de la voluntad . En este
caso , V. gr. , el corazon se conduce de un modo enteramente dis
*
180
Diré desde luego lo que he observado en los ánimales de
sangre roja y fria.
1. He armado muchas veces en una rana por una
parte su cerebro , y por otra su corazon y los músculos
de los miembros inferiores , con una plancha larga de
zine que tocaba al primero por su estremidad superior,
y á los segundos por la inferior . La comunicacion esta
blecida con la plata entre las armaduras de los músculos
y las del cerebro , ha producido constantemente movi
mientos en los miembros; pero, ninguna aceleracion me
ha parecido sensible en el corazon cuando aun latía , ni
se ha manifestado ningun movimiento cuando ya había
cesado de obrar. Cualquiera músculo voluntario que se
arme al mismo tiempo que el corazon para comparar
los fenómenos que se esperimentan al tiempo de la co
inunicacion metálica , hay siempre una diferencia visible.
20 He armado en otra rana por medio de una va
rilla de metal, por una parte la porcion cervical de la
médula espinal en la region superior del cuello, para es
tar sobre el parage donde nacen los nervios que van al
simpático y de alli al corazon , y por otra á este órga
no y un músculo voluntario cualquiera. Siempre he ob
servado un resultado análogo al del esperimento ante
rior , estableciendo la comunicacion . Se han manifestado
siempre violentas agitaciones en los músculos volunta
rios , juntamente con la falta de mudanza manifiesta en
los movimientos del corazon.
3 He procurado descubrir los nervios que van al
corazon en las ranas , y he armado de un metal mien
tras que el corazon descansaba sobre otro metal , mu
chos filamentos de color ceniciento , casi imperceptibles,

tinto que los intestinos , supuesto que los diversos modos de esci
tacion galvánica no producen sino rara y dificilmente contracciones
en el primero , mientras que determinan siempre en la túnica mus
cular del canal intestinal , movimientos muy marcados (Magendie).
181
de cuya naturaleza no he podido á la verdad cerciorar
me positivamente. Establecida la comunicacion por otro
tercero , no ha resultado ningun efecto sensible.
Me parece que estos ensayos que ya habian hecho algu
nos antes que yo, son muy convenientes para determinar
positivamente si el cerebro infuye directamente sobre el
corazon , con particularidad cuando se tiene cuidado de
repetirlos, como lo he hecho , armando succesiva y alter
nativamente la superficie interna ,, la esterna , y la misma
sustancia de este último órgano. En efecto , en todos estos
ensayos se ha conservado la disposicion natural entre las
diversas partes que sirven para unirle al cerebro .
Hay otros distintos esperimentos que consisten, 1. en
separar el corazon del pecho , 2. ponerlo en contacto
con dos metales distintos por dos puntos de su superfi
cie , ó con porciones de carne armadas de metales , 3 .
en hacer coinunicar las armaduras por un tercer metal;
en este caso ha visto Humboldt manifestarse movimien
tos. Confieso que he repetido muchas veces , y con la
exactitud que viene indicada estos esperimentos , y no
he percibido semejante cosa ; otras veces sin embargo un
pequeño movimiento muy distinto de aquel que animaba
entonces al corazon se manifestó , y pareció ser debido
al influjo galvánico. Yo hubiera tenido este inovimiento
por efecto de la irritacion mecánica de las armaduras,
sino mediase la autoridad respetable de este autor , y de
otros muchos físicos muy apreciables , que han reconoci
do en sus ensayos el influjo del galvanismo sobre el co
razon cuando se ha aplicado á él de este modo. Estoy
muy lejos de presumir ver mas en mis esperimentos, que
los que se han dedicado al mismo, objeto ; únicamente
refiero lo que he observado.
Por lo demas los esperimentos en que las armaduras
no se apoyan por una parte sobre una porcion del siste
ma nervioso , y por otra .sobre las fibras carnosas del
corazon , no me parecen muy concluyentes para decidir
182
si el influjo que el cerebro egerce sobre este órgano es
directo. ¿ Qué indicacion exacta se puede deducir de los
movimientos producidos por medio de la armadura de
dos porciones carnosas ?
Paso ahora á los esperimentos hechos en los anima
les de sangre roja y caliente , que son tanto mas nece
sarios cuanto el modo de manifestarse la contractilidad
en los animales de sangre roja y fria , es esencialmente
diversa de la de aquellos , como todos saben.
10 En el invierno del año siete tuve permiso para
hacer diferentes ensayos en los cadáveres de los guilloti
nados , que estaban á mi disposicion á los treinta ó cua
renta minutos despues de sufrir el suplicio. En algunos
estaba ya estinguida toda especie de movilidad , y en
otros se reanimaba esta propiedad con mas o menos fa
cilidad de todos los músculos , por los agentes comunes.
Se egecutaba particularmente por el galvanismo en los
músculos de la vida animal ( 1 ). Pero siempre me fué

(1) Se ha hecho por diferentes veces el ensayo de las escita


ciones galvánicas en los ajusticiados. Vassali , Julio, y Rossi hicie
ron una multitud de ellos en Turin ; pero las pilas que entonces se
empleaban eran mas débiles en comparacion de las que se usan hoy.
Sin embargo en los esperimentos que se hicieron en Newgate en el
cuerpo de un reo , los miembros se agitaron con violencia , los ojos
se abrian y cerraban , la boca y las mandíbulas se movian en todas
direcciones , y en la cara se observaban espantosas convulsiones.
La última observacion , y la mas perfecta que se conoce , ha sido
hecha en Glascow en el mes de noviembre de 1818 por el Dr. An
drew Ure. Usó para sus esperimentos de una batería compuesta de
270 pares de planchas de cuatro pulgadas, con hilos de comunicacion
y barras metálicas apuntadas y guarnecidas de mangos propios para
aislar , á fin de aplicar la electricidad de un modo mas facil.
El individuo que fué el objeto de estos esperimentos, era de me
diana estatura , de cerca de treinta años de edad , y de constitucion
atlética. Estuvo en la horca cerca de una hora , y no tuvo ningun
movimiento convulsivo despues de ahorcado ; mientras que un la
dron que sufrió igual castigo al mismo tiempo que él , se agitó vio
lentamente por mucho tiempo. Se le condujo al anfiteatro anatómi
co de la universidad , cerca de diez minutos despues de descolgado
183
imposible producir el menor movimiento armando ya la
médula espinal y el corazon , yá este último órgano y
los nervios que recibe de los ganglios por el simpático ó

de la horca. Su cara presentaba un aspecto enteramente natural,


pues no estaba ni lívida ni entumecida , y su cuello no presentaba
dislocacion alguna.
Cerca de cinco minutos antes de que llegasen los ministros de
policía con el cadaver se cargó la batería con el ácido nitro - sulfú .
rico dilatado , el cual la puso prontamente en estado de producir
una accion intensa.
Esperimento 1.0 Se hizo inmediatamente una incision por de
bajo del occipucio ; se le separó en seguida con las tenazas cortan
tes la mitad posterior de la primera vértebra , se descubrió la
médula espinal, y se hizo al mismo tiempo
> una grande incision en
la sustancia del músculo grande gluteo para descubrir el nervio is
quiadico. Se hizo ademas una ligera incision en el talon , y no salió
nada de sangre. La varilla puntiaguda que comunicaba con una de
las estremidades de la batería se puso en contacto con la médula es.
pinal , mientras que la otra varilla estaba aplicada al nervio is
>

quiadico. Todos los músculos del cuerpo se agitaron al momen,


to con movimientos convulsivos que imitaban un escalosfrío vio
lento . El costado izquierdo esperimentó las mas vivas convuls
ciones cada vez que se renovaba el contacto eléctrico , hacien
do mover la segunda varilla de la cadera ał talon estando ante
riormente encogida la rodilla , se estiró la pierna con tanta violen
cia que faltó poco para derribar a uno de los ayudantes, que en
vano intentaba precaver su estension.
Esperimento 2.º Se descubrió en seguida el nervio frénico iz
quierdo hacia el borde esterior del músculo esterno-thyroideo á tres
ó cuatro pulgadas por encima de la clavícula : como este nervio và
al diafragma y comunica con el corazon por el octavo par , se es
peraba que transmitiendo por él la fuerza galvánica re renovaría el
juego de la respiracion. Consiguientemente habiendo hecho una pe
queña incision bajo el cartílago de la séptima costilla , se puso en
contacto con el diafragma la punta de una varilla aislada , mientras
que se aplicó otra en el nervio frénico del cuello. Este músculo,
principal agente de la respiracion , se contrajo inmediatamente, pero
con menos fuerza que se esperaba. Como sabía por numerosos espe
rimentos que se podian producir efectos.mas momentaneos de la
escitacion galbánica , dejando las últimas varillas de comunicacion
perfectamente en contacto con las partes en las que se tenía que
operar , mientras que para completar la cadena ó circuito eléctrico,
pasaba la estremidad de los hilos á lo largo de las planchas en la úl
184
del cerebro por el par vago. Sin embargo los escitantes
mecánicos aplicados directamente sobre las fibras carno
sas ocasionaban la contraccion. Dependía esto del ais

tima cuba de uno de los polos , y que se sumergía en seguida el otro


hilo en la última celdilla del lado opuesto , recurrí â este procedi
miento sin pérdida de tiempo. El resultado fué á la verdad admira
ble , pues al momento principió una laboriosa y fuerte respiracion.
El pecho se elevaba y descendía , el vientre se elevaba y deprimía,
y el diafragma se contraía y dilataba , todos estos movimientos si
guieron sin interrupcion todo el tiempo que continué las conmocio
nes eléctricas.
Segun la opinion de muchos sabíos que presenciaron el caso,
fué este esperimento acaso el mas admirable que jamás se ha hecho
con un aparato eléctrico ; es menester recordar que durante una
media hora antes de este momento , el cadáver había quedado casi
sin sangre, y la médula espinal había sido dislacerada sin reparo.
No se pudo percibir pulsacion ni en el corazon ni en la mu→
ñeca. :
--‹ Esperimento 3.º Se descubrió el nervio superciliar á su sali
da por el agujero suborbitario. Se aplicó una de las varillas con
ductoras al nervio y la otra al talon : se produgeron los gestos mas
estraordinarios siempre que se escitaban las conmociones eléctricas
pasando el alambre a lo largo de los bordes de la última cuba gal
vánica desde la plancha 220 á la 227 ; de este modo se sucedieron
cincuenta choques á cual mayores en dos segundos ; todos los mús
culos se pusieron á un mismo tiempo en accion de un modo espan
toso , la rabia , el horror y la desesperacion , la angustia y una es
pantosa sonrisa dieron una espresion mas horrenda á la cara del
asesino. Muchos espectadores con la vista de este suceso se vieron
obligados á salir de la sala á causa de la incomodidad y espanto
que esperimentaron , y uno de ellos se desmayó.
Esperimento 4. ° El último esperimento galvânico se hizo tras
mitiendo el fluido eléctrico desde la médula espinal al nervio cubi
tal cerca del codo ; se vieron moverse los dedos con la misma agi
lidad que los de un tocador de violin. Uno de los ayudantes que
intentaba tener el puño cerrado , observó que la mano se abría á
pesar de sus esfuerzos. Se aplicó una varilla en una ligera incision
hecha en la estremidad del primer dedo ; antes se había cerrado el
puño , el dedo se estendió al instante , y por la agitacion convulsi
va del brazo parecía que el cadaver enseñaba el dedo á los dife
rentes espectadores , de los que creyeron algunos que había reco
brado la vida. Una hora se pasó en estos diversos esperimentos.
(Magendie).
185
lamiento en que están despues de alguno tiempo fos fila
mentos nerviosos del corazon con el cerebro ? Pero en
tonces ¿ por qué los de } los músculos voluntarios igual
mente aislados se prestaban á los 1 fenómenos galvanicos?
pero los esperimentos siguientes aclararán esta duda. ma
20 He armado con dos metales diferentes en perros
y en conejillos de Indias , primeramente el corazon y el
cerebro , y despues el tronco de la médula espinal , y este
último órgano , y finalmente este mismo " órgano y el
nervio del par vago , del que recibe muchos nervios.
Puestas en comunicacion las dos armaduras no apareció
ningun resultado sensible , ni he visto reanimarse los ino
vimientos cuando ya habian cesado , ni acelerarse si aun
continuaban ( 1 )kulaarse .001 1 .

(1) Es cierto que Bichat habia hecho esperimentos con apara->


tos sencillos ; pero muchos de los fisicos que aseguraban haber ob
tenido contracciones del corazon habian obrado del mismo modo."
Ademas despues de Bichat Mr. Aldani , sobrino de Galbani, su
jetó inútilmente al aparato de Volta el corazon del hombre y deb
muchos animales grandes como caballos , bueyes , &c. á poco de
morir.
En esta contradiccion de resultados se estaba, cuando los señores
Vassalli , Eandi , Julio y Rossi presentaron una memoria á la Aca
demia de Ciencias de Turin , en la que aseguraban haber visto las>
contracciones del corazon por la accion del galvanismo en tres ajus
ticiados ; pero que desapareció la contractilidad 40 minutos despuese
de la muerte , cuando el galvanismo producía aún fuertes contrac
ciones en el aparato muscular locomotor. Igualmente nos debe ha→
cer dudar el resultado de Haller , que ha probado que el corazon
conserva por mucho mas tiempo la contractilidad , que todos los de
mas órganos bajo el influjo de los estimulantes comunes. Es el pri
mero que la pierde cuando se le escita por medio del galvanismo.
Esta opinion principiaba á acreditarse cuando resolví para fijar la
mia, sujetar comparativamente á la accion del galvanismo los diver
sos órganos musculares ó tenidos por tales , 哺 tanto de la vida ani
mal como de la orgánica. Hice mis esperimentos en cuatro clases
de animales grandes de sangre roja , y conocí al momento que el
galvanismo obraba de un modo análogo al de los demas estimulan
tes conocidos : que las partes musculares de la vida orgánica eran
sensibles á su accion como los músculos de la vida animal ; que el
Tomo II. 24
186
-39 Se armaron los nervios cardiácos en dos perros,
tanto en sus filamentos anteriores como en los posterio
res , y se colocó (otra armadura en el corazon, ‹ya en su
superficie interna , ya en da esterna , y algunas veces en
su tegidol Tampoco la comunicacion produjo movimiens
tos muy perceptibles. En todos estos esperimentos no de
be establecerse esta comunicacion , sino algun tiempo
despues de colocada la armadura del corazon con el ob
jeto de t no atribuir al galvanismo , lo que 虚度 no es sino
efecto de la irritacion metálica .
40 Humbolt dice , que cuando se separa } el corazon
prontamente , cuidando de dejar en él algunos nervios
aislados , se pueden escitar contracciones arinando estos
con un metal , y tocando á la armadura con otro: lo he

corazon en vez de ser menos contractil por el galbanismo que por


los agentes comunes , como lo habian anunciado los académicos de
Turin , no perdia bajo el influjo de este nuevo estímulo la con
tractilidad , sino mucho tiempo despues de estinguirse esta propie
dad en los demas órganos. [1
. Aunque las contracciones producidas por medio del galvanismo
sean mucho mas fu que las ocasionadas por un estímulo mecáni
co, es de esperar que éste no producirá efecto alguno sensible antes
de recurrir al galvanismo , particularmente cuando los esperimentos
deben durar mucho tiempo , y esto es lo que yo hacía con mucha
frecuencia , con el fin de que la fuerza del aparato de Volta de que
servía , no fuese agotada antes que la contractilidad . Sin embargo
para hacer esperimentos sobre una propiedad es inutil que la pila
sea muy enérgica. La que hice con este objeto constaba de 38 á 50
pares de discos , de zinc y cobre , ó de zinc y plata del diámetro
de cerca de 33 milímetros. Solo una vez emplee 100 pares de dis
cos , y los animé con una disolucioni sálina , por lo comun de mu
riato de amoniaco . Para someter un órgano contractil , ó presumi
do de tal á la accion de este aparato , he hecho comunicar uno de
los polos , el positivo ó el negativo indiferentemente con la médula
espinal , ó con los nervios del órgano , ó aun con otra cualquiera
parte mas o menos próxima , pero recientemente descubierta , y
por consiguiente humedecida con el objeto de que fuese buen con
ductor , toqué despues el órgano mismo con un escitador que co
municaba con un hilo metálico con el polo opuesto del aparato.
Para sujetar el corazon al galbanismo abrazé por medio de un cor
1 ‫܂‬
187
intentado muchas veces , pero siempre inútilmente ; aun
que sin embargo en una ocasion me pareció surtir algun
efecto.
50 Por el contrario , casi siempre he conseguido pro
ducir contracciones en los animales de sangre roja y ca
liente arrancándoles el corazon , y poniéndole en con
tacto por dos partes diferentes con metales , estableciendo
su comunicacion . Este es el único medio, á mi entender,
de producir en este órgano eficaz y evidentemente los fe
nómenos galbánicos ; pero este medio comprobado ya
muchas veces , y en particular por Mr. Jadelot , no prue
ba de ningun · modo lo que indagamos aquí , á 瞿 saber : si
el cerebro tiene un influjo directo sobre el corazon.
He repetido cada uno de estos esperimentos sobre el
galvanismo muchas veces , y con las precauciones mas
escrupulosas. Sin embargo no pretendo , como he dicho,
hacer dudosa la realidad de los que han presentado re
sultados diferentes á varios físicos recomendables. Se sabe
cuán variables son los efectos de los esperimentos que tie
" •
nen por objeto las fuerzas vitales. Por lo demas , aun
admitiendo los diversos resultados de los mios , creo que
* ... at ... di s ... " , eg ogmitual obrope i

chete de metal que comunicaba con uno de los polos de la pila , los
troncos gruesos de los vasos que salen de la base de este órgano
privado del pericardio ; establecí despues una comunicacion por
medio de un escitador entre el otro polo y la punta del corazon , ó
una de sus aurículas , segun la parte qué quería hacer contraer. Se
concibe que el corchete. metálico comunicaba por lo menos me
diatamente con un gran número de filamentos nerviosos de los ple
xos cardiacos ; condicion que no parece por otra parte necesaria ,
pues que el corazon se contrae aún cuando se hayan separado to
dos los filamentos visibles de estos plexos . Sin embargo como la
vida orgánica se estingue con tanta menos prontitud despues de la
muerte , cuanto que las partes en que reside aún , conservan su
relacion respectiva , he mantenido esta relacion cuanto me ha
sido posible en la diseccion de los órganos que he querido sujetar
á mis investigaciones , escepto cuando he tenido por objeto exami
nar el influjo aislado del órgano sobre sus propiedades vitales.
( Nysten , Recherches de Fisiologie. &c . pag. 300.) 12+
*
188
no dejarán de conocer todos que en la escitacion galbá
nica hay una diferencia enorme entre los músculos de la
vida animal y de la orgánica. Nada mas apropósito para
hacer conocer esta diferencia en los esperimentos hechos
en el corazon y en los intestinos , que armar siempre
con el mismo metal que sirve para la armadura de estos
músculos uno de los de la vida animal, y establecer de
4

este modo un paralelo entre ellos.


Por otra parte , suponiendo que los fenómenos gal
bánicos tuviesen sobre estas dos especies de músculos un
influjo igual, ¿qué probaria este hecho ? nada mas que
estos fenómenos siguen en su succesion las leyes entera
mente opuestas a las de los fenómenos de la irritación
ordinaria de los nervios , y de los músculos á que cor
responden estos nervios.
Meparece haber presentado un número bastante con
siderable de pruebas, sacadas ya de la observacion de las
enfermedades , ya de los esperimentos ; para contestar á
la cuestion propuesta en este párrafo , y asegurar que el
cerebro no egerce sobre el corazon ningun influjo direc
19 , y que por consiguiente cuando el primero cesa de
obrar , el segundo interrumpe sus funciones indirecta
mente.

S II.
Determinar si en las lesiones del cerebro
la muerte de un órgano intermedio causa
la del corazon .
Supuesto que la cesacion de las funciones del cora
zon no es directa en las grandes lesiones del cerebro , y
que sin embargo esta cesacion sobreviene entonces re
pentioamente , es menester que haya un órgano inter
medio , cuya interrupcion de accion sea su causa próxi
189
ma (1) , pues este órgano es el pulmon. Por tanto , voy
á demostrar ahora el órden sucesivo de los fenómenos en
la muerte del corazon determinada por la del cerebro.
1. Interrupcion de la accion cerebral : 20 , destruc
cion de la accion de todos los músculos de la vida ani
mal , de los intercostales , y por consiguiente del dia◄
fragma: 39 , cesacion consecutiva de los fenómenos me
eánicos de la respiracion : 49 , suspension de los fenómenos
químicos , y por consiguiente , de la coloracion de la san
gre : 5º , penetracion de la sangre negra en las fibras
del corazon ; y 6?, abatimiento y cesacion de accion de
estas fibras. 111
La muerte que sigue á las lesiones graves del cerebro
tiene mucha analogía con la de las diferentes asfixias , y

.
(1) Resulta de los admirables esperimentos de Legallois , que
el corazon toma el principio de sus fuerzas en la médula espinal ,
y en toda ella : supuesto que la destrucción de una de sus tres por
ciones puede detener completamente la circulacion. La destruccion
de la médula espinal no destruye enteramente los movimientos del
corazon ; pero los debilita lo suficiente para impedir la circulacion ,
y ésta debilidad es tanto mas pronunciada cuanto mayor es la
porcion de médula destruida. Se puede presumir , segun esto , que
á pesar de la debilidad que resulta de la estraccion de una parte de
esta médula , la circulacion podria aun continuar si se disminuyera
la suma de las fuerzas que el corazon debe gastar para mantenerla.
Basta para esto disminuir por medio de ligaduras hechas en las ar
terias la estension del círculo en que el corazon distribuye la san¹
gre. La esperiencia ha confirmado esta congetura. Se ha visto,
v. g. , que la destruccion de la médula que es repentinamente mor al
tal en los conejos adultos , deja de serlo si antes de practicarla , se
principia per ligar la aorta ventral entre las arterias celiacas y las
mesentericas superiores. La aplicacion del mismo principio á otras.
partes del cuerpo , induce á un resultado mucho mas estraño aun,
y es , que para poder mantener la vida en los conejos de cierta
edad despues de haberles destruido la médula cervical , es menester
principiar por cortarles la cabeza. Mueren sin remedió si sẽ déstru
truye desde luego esta médula sin decapitarlos. Esto es debido á
que cortando la cabeza se separa toda esta parte del dominio de la
circulacion , y que teniendo por esto el corazon necesidad de menos
fuerza para continuar su funcion , se puede debilitar por la destruc
cion de la médula cervical sin que deje de llenarla. (Magendie).
190
solamente es mas pronta por las razones que indicaré.
Los esperimentos siguientes prueban con evidencia que
los fenómends de esta muerte se suceden del modo que
he espuesto .
-10° He hallado constantemente sangre negra en el sis
tema de sangre roja de todos los animales inuertos por
medio de la commocion , óó compresion cerebrales , &c. su
corazon estaba amoratado , y todas las superficies colo
cadas casi como en la asfixia .
2. He abierto en un perro la arteria carótida , in
mediatamente salió sangre roja : ligué en seguida la ar
teria , y maté al animal dándole un golpe violento en el
occipital ( 1 ). Al instante quedó destruida la vida aniinal,
cesó todo movimiento voluntario y las funciones mecáni
cas , y por una consecuencia necesaria las químicas del
pulmon se suspendieron. Desatada entonces la arteria,
arrojó sangre negra por un chorro mas débil que lo re
gular. Este chorro fué despues interrumpido saliendo la
sangre goteando, y por último el movimiento del cora
zon terminó al cabo de algunos minutos.
3. Sieinpre he obtenido un resultado semejante abrien .
do una arteria en diferentes animales que maté despues,
ya cortándoles la médula entre la primera vértebra y el
occipital, ya por una fuerte compresión hecha en el ce
rebro previainente descubierto , ya por la destruccion de
4

esta víscera , &c. Del misino modo mueren los animales


introduciendo por la carótida al cerebro sustancias dele
téreas.
4. Los esperimentos anteriores esplican el color ne
gro de la sangre que sale de la arteria abierta en los

( 1) Cuando se acogota de este modo un animal , no es seguro


que la conmoción haya estendido sus esfectos sobre una parte
mas o menos grande de la médula espinal, y se ignora por consi
guiente , si : los movimientos del corazon no cesarian aun cuando
se impidiese la asfixia por medio de una respiracion artificial. (MA
gendie ).
191
animales , que desangran en nuestros mataderos despues
.

de haberlos muerto. Si el golpe dado en la cabeza ha si


do muy violento , sale la sangre casi como estaba en las
venas. Sino ha sido tan fuerte , y solamente se ha debi
litado la accion del diafragına y de los músculos inter
costales , en lugar de haber cesado repentinamente , solo
se obscurece el color rojo de la sangre , &c. En general
hay una analogía constante entre los diversos grados de
este color , y la fuerza del golpe.
En nuestras mesas se sirve la sangre de los animales;
siendo sin duda distinta la negra de la roja , sería pre
ferible una de ellas en ciertos casos. Así pues >, se podria
proporcionar á nuestro arbitrio ụna'ú otra sangrando á
los animales antes ó despues de matarlos , porque en el
segundo caso cesa la respiracion antes que la liemorra
gia , y en el primero continúa mientras esta corre:
En general el estado de la respiracion que se altera
por innumerables causas en las grandes hemorragias ,
hace variar singularmente el color de la sangre que sale
de las arterias; hé aquí porque en las grandes operacio
nes , en las amputaciones , en el cáncer , en el sarcoce .
le , &c. se hallan tantas variaciones de colores en la san
gre arterial. Es sabido que sale algunas veces muy roja
al principio de la operacion , y muy obscura al fin Exas
mínése el pecho cuandose manifiestan estas variedades,
y se verá siempre que la respiracion se hace exactainente
cuando sale encarnada , y por el contrario con dificultad
cuando su color se obscurece.
Siendo ayudante de Desault en sus operaciones, tuve
ocasion de observar muchas veces estas variedades, y 'su
analogía con la respiracion. Ésta analogia me habia lla
mado la atencion , aun antes de conocer el fundamento
de ella. Despues la he comprobado con un gran número
de esperiinentos en los animales. La he verificado y de
mostrado en la estirpacion de un tumor canceroso de los
labios que hice el año pasado... "
192
En general rara vez la sangre arterial sale tan ne
gra como la de las venas en las operaciones , y solamen
te su color es mas o menos obscuro .
Jamas he hallado en mis esperimentos relacion algu
na entre el pardo obscuro de esta especie de sangre , y la
compresion hecha por encima de la arteria, como algunos
han asegurado. Existe ciertamente alguna entre el color
y el impetu con que sale , el cual se debilita en general
cuando este color lia permanecido obscuro por algunos
momentos. Pero el principio de esta relacion está en la
respiracion , y se esplicará fácilınente por lo que he dicho
en distintos lugares de esta obra ( 1 ). Volyamos al punto
de doctrina que nos ocupa , y del que nos habiamos se
parado.
Me parece que , segun todas las consideraciones y es.
perimentos contenidos en este artículo , el modo con que
el corazon cesa de obrar por la interrupcion de las fun
ciones cerebrales , es ya absolutamente indudable ; y que
podemos resolver positivamente la cuestion propuesta an.
tes', afirmando que en esta circunstancia el pulmon es el
órgano intermedio , cuya muerte produce la del corazon,
la cual no puede entonces sobrevenir directamente.
i Hay pues, esta diferencia entre la muerte del cora
zon por la del cerebro , y la de éste por la de aquel , á
saber : que en el primer caso la muerte del uno no es
mas que una causa indirecta de la del otro ; y en el se
(1 ) Para apreciar bien los resultados de un esperimento , es ne
cesario tener presente todas las circunstancias que ofrece. En este
es menesterobseryar desde el principio que si la arteria abierta es
de un calibre algo considerable, el derramaniento de sangre que se
verifica en muy poco tiempo por la abertura, basta solo para espli
car la diminucion del chorro . Es menester notar despues que la al
teracion de la respiracion no es sola la que modifica la circulacion,
debilitando la fuerza del corazon por la interrupcion de los fenóme
nos químicos , sino que ademas influye directamente en la circula
cion de la sangre por los fenómenos mecánicos , como lo hemos
probado anteriormente con muchos esperimentos (Magendie).
193
gundo por el contrario , esta causa obra directamente,
como heinos dicho mas arriba. Si ha habido algunos hom
bres que han podido suspender voluntariainente los lati
dos de su corazon , esto no prueba como dicen los discí
pulos de Sthal , el influjo del alma sobre los movimientos
de la vida orgánica , sino solamente sobre los fenómenos
mecánicos de la respiracion , que en este caso deben hat
bersé suspendido anteriormente del mismo modo que los
fenómenos químicos.
En los animales de sangre roja y fria , y particular
mente en los reptiles , no se sigue la muerte del corazon
á la del cerebro con tanta prontitud coino en los de san
gre roja y caliente. La circulacion continúa aun por
mucho tiempo en las ranas , en las salamandras , & c. des
pues de haberles arrancado la masa cerebral ( 1 ). Me he
convencido de esto por repetidos esperimentos.
Este fenómeno se comprenderá fácilmente si nos acor
damos de que la respiracion puede suspenderse por mu
cho tiempo en estos animales , sin que por esto el cora
zon suspenda sus movimientos, como podemos igualmente
(1) No parece , dice Legallois , que se haya reparado en que to
da decapitacion produce el mismo efecto, y que la duracion de la
vida en
puesde haberme asegurado que en estos animalesdependelavida
tambien de la médula espinal, del nismo modo que en los de san
>

gre caliente , me ha parecido indudable aplicando las consecuencias


de mis esperimentos á los conejos , que no pueden vivir mucho
tiempo despues de la decapitacion , sino mientras conservan la fa
cultad de respirar , de donde concluyo suponiendo que en ellos tu
viese esta facultad tambien su principio en un sitio circunscripto de
la médula oblongada , que era una condicion necesaria para hacer
los vivir así , conservar este sitio cuando se les decapitase ; y que
și se separaba con la cabeza , no sobrevivirian más que el tiempo en
que pudiesen sobrellevar la asfixia. He buscado particularmente en
las salamandras la comprobacion de estas consecuencias, muchas
han sobrevivido tres ó cuatro meses a esta operacion , y murieron
solamente de inanicion , si se ha de juzgar de ello por su escesiva
estenuacion en el momento de morir. He notado constantemente
que en éstas, la decapitacion hecha sobre el craneo estaba en la par
Tomo II. 25
194
asegurarnos de esto haciéndolas permanecer debajo del
agua mas tiempo de lo acostumbrado .
En efecto , como segun lo espuesto el corazon no ter
mina su accion cuando se interrumpe la del cerebro , si
no porque entonces muere anteriormente el pulmon , es
claro que debe existir entre la muerte violenta del cere
bro, y la del corazon un intervalo casi igual al tiempo
que en el estado natural puede durar la suspension de la
respiracion.

ARTICULO XII.
Del influjo que la muerte del cerebro eger
ce sobre la de todos los órganos.
S recordamos aquí la division de los órganos en dos
grandes clases , á saber : en los de la vida animal, y en
los de la orgánica se verá desde luego , que las funciones
de la primera clase deben interrumpirse en el momento
mismo en que muere el cerebro. En efecto , todas estas
funciones tienen su asiento en este órgano directa o in
directamente. Las que no le pertenecen sino de un modo
indirecto son las sensaciones , la locomocion y la voz ,
funciones que es cierto egecutan otros órganos , pero que
teniendo su centro en la masă cefálica no pueden conti
nuar luego que ésta cesa de obrar. Por otra parte , todo
lo que en la vida animal depende inmediatamente del

te anterior del agujero occipital; por el contrario , todas aquellas


que habian sido decapitadas en parte mas distante , y sobre las
primeras vertebras vivieron mucho menos tiempo. Debo decir , sin
embargo , que el tiempo que han vivido , casi siempre ha sido ma
yor que aquel en que pueden soportar una total privacion del aire;
pero esto es debido á que respiran por la piel , como lo probaré
en otra ocasion. (Magendie).
195
cerebro , como la imaginacion , la memoria , el juicio , & c .
es evidente que no puede egercerse sino cuando este óra
gano está en accion. La grande dificultad estriba pues,
en las funciones de la vida orgánica. Investiguemos có .
mo terminan éstas en el caso presente.

S I.
Determinar si la interrupcion de las fun
ciones orgánicas es un efecto directo de la
cesacion de la accion cerebral.
La observacion y la esperiencia van á servirnos aquí,
como en el artículo anterior , para probar que todas las
funciones internas están fuera del dominio inmediato deb
cerebro , lo mismo que la accion del corazon , y por con
siguiente , que sú interrupcion no podria dimanar inme
diatamente de la muertede este órgano. Principio por la
observacion,
1. Hay una multitud de enfermedades del cerebro
que elevadas al último grado, determinan una suspension
casi general de la vida aniinal, que no dejan ni sensa
ciones ni movimientos voluntarios , á escepcion de ciertos
sacudimientos débiles en los músculos intercostales y el dia
fragma , que son los únicos que sostienen entonces la
vida general ; pero en este estado en que el hombre ha
perdido la mitad de su existencia , la otra mitad que
componen las funciones orgánicas continúa todavía mu
chas veces por largo tiempo con la misma energía. Las
secreciones , las exhalaciones, la nutricion , &c. se ege
cutan casi como en el estado natural. Todos los dias ve
mos esta especie de fenómenos en la apoplegia , en la
conmocion , en los derrames, en la inflamacion del ce
rebro , & c. & c.
*
196
20 En el sueño se egecutan ciertamente las secrecio
nes , aunque Bordeu se funda en la opinion contraria
para probar el influjo de los nervios sobre las glándulas.
La digestion se hace tambien entonces perfectamente;
todas las exhalaciones , y particularmente el sudor , se
aumentan por lo comun mas de lo regular , la nutricion
continúa como en el estadó natural , y aun hay muchas
pruebas muy sólidas en favor de la opinion de aquellos
que sostienen que se aumenta mientras están durmiendo
los animales. Es bien sabido , y resulta especialmente de
lo que hemos dicho en la primera parte de esta obra, que
el sueño sobreviene porque el cerebro debilitado por el
continuo egercicio de sus funciones se vé obligado á sus
penderlas por algun tiempo. Por consiguiente , la relaja
cion de estos órganos internos, no es efecto de la del ce
rebro , ni el influjo que egerce sobre ellos es directo ; pues
cuando él muere no interrumpen ellos sus funciones in
mediatamente. U
3. El sueño de los animales que duermen mucho,
presenta mas bien que el sueño regular el contraste en
tre la interrupcion de la vida animal , y por consiguien
te de las funciones del cerebro con la permanencia de la
vida orgánica (1).
40 En las diversas paralisis, v. g. , en aquellas que

(1) Cuando se señalan por un mismo nombre dos estados que no


son perfectamente semejantes , es muy dificil por mas precaucion
que se tome despues para distinguirlos , dejar de aplicar al uno al
guna cosa que conviene esclusivamente al otro. Esta es acaso una
de las causas mas frecuentes de nuestros errores. En este caso,
V. g. , no parece que hay grande inconveniente en señalar por la
palabra sueño , aquel estado de entorpecimiento en que se hallan
ciertos animales en cierto tiempo del año. Es bien sabido que qu se
entiende por esto otra cosa muy diferente del sueño , que en las
otras estaciones mas calientes se apodera de ellos periódicamente
cada dia. Sin embargo , por medio de la identidad del nombre hay
fundamento para admitir la identidad del carácter , y deducir del
uno el otro. (Magendie).
197
atacan los miembros inferiores y las entrañas de la pél
vis de resultas de una commocion , ó de una compresion
de la parte inferior de la médula espinal , la comunica
cion de las partes paralizadas con el cerebro se halla en
teramente cortada , ó por lo menos muy debilitada. Se
interrumpe cuando ha cesado toda especie de sensacion
y movimiento, ó solamente se debilita cuando permanece
todavía una ú otra propiedad ; pero en estos dos casos
continúan la circulacion general y la capilar; la exhala
cion se efectúa como en el estado natural , en el tegido
celular , y en la superficie cutanea ; sigue en su egercicio
igualmente la absorcion , pues sin ella sobrevéndria la
• hidropesia puede tambien verificarse la secrecion ; nada
mas frecuente en efecto , en las paralisis completas de la
vegiga, que sobrevenir una secrecion abundante de hu
mor mucoso en la superficie interna de este órgano. En
cuanto à la nutricion , es evidente que si las diversas es
pecies de paralisis la disminuyen algo , nunca llegan á
detenerla del todo. 312

-50 Los espasmos y las convulsiones que son efecto de


una energía preternatural en la accion del cerebro , y que
influyen visiblemente en las funciones esternas , modifican
muy poco y regularmente nada las exhalaciones , las se
creciones , la circulacion y la nutricion de las partes ent
que se desarrollan. En estos diversos fenómenos morbo
sos hay una cosa bien digna de notar , y es la quietud
en que se halla la vida orgánica, comparada con la alté
racion ó desórden que agitan la vida ánimal en el miem
bro , ó en la parte afecta.
60 Los fetos ácéfalos tienen en el vientre de su ma
dre una vida orgánica tan activa como los bien confor
mados , y aun á veces nacen con proporciones superiores
al incremento natural. He tenido ocasion de convencer
me de este hecho en dos fetos de esta especie , traidos el
año pasado á mi anfiteatro anatómico ; no solamente es
taba mas desarrollada su cara , como sucede siempre , por
198
cerebral se aumenta
que siendo nulo el sistema vascular
" á proporcion el de la cara ; sino que tambien todas las
partes especialmente las de la generacion , que regular-.
mente antes del nacimiento apenas aparecen , estaban
proporcionalmente desarrolladas. Luego la nutricion , la
circulacion , &c. son entonces tan activas como en el es
tado natural , aunque falta absolutamente á estas funcio
nes el influjo del cerebro.:
79¿Quién ignora que en los animales sin cerebro , y
aun en aquellos que no tienen sistema nervioso aparen
te, como en los polipos , la circulacion capilar , la absor
cion , la nutricion , &c. se verifican
1 igualmente bien (1)?
¿quién no sabe que la mayor parte de las funciones or
gánicas son comunes al animal y al vegetal ? ¿ Que éste
en realidad vive orgánicamente, aunque sus funciones no
reciban el influjo ni de un cerebro ni de un sistema ner
vioso ? """ * 41 Tattpad }
8 Si se meditan un poco las diversas pruebas que
Bordeu dá acerca del influjo nervioso sobre las secre-.
ciones , se verá que ninguna de ellas confirma positiva
mente la accion actual del cerebro sobre estas funciones.
Solo una podria ser decisiva , y es la interrupcion repen
tina de los fluidos secretorios por la seccion de los ner
vios de las diversas glándulas ; pero yo no sé quien haya
podido jamas hacer exactamente esta seccion. Se habla
mucho de un esperimento de esta naturaleza practicado
en las parótidas . La disposicion de los nervios de esta,
glándula hace este ensayo tan visiblemente imposible,
que ni aun he intentado repetirlo , y apenas es practi
cable sino en el testículo . He aislado pues , en un perro

? (1) ¿ Qué es la circulacion de un animal que no presenta señal


alguna de vasos ? ¿ qué inducciones se pueden sacar en cuanto al
hombre del modo de nutrirse un polipo ? ¿ Qué relacion se puede
establecer entre la funcion tan complexa que preside al mammife
ro para el mantenimiento de sus órganos, y la especie de nutricion,
por la que se desarrolla ó se conserva el zoofito ? (Magendie).
199
el cordon de los vasos esparmáticos , y corté los nervios
sin tocar á los vasos . No he podido formar juicio de los
efectos de este esperimento con respecto á la secrecion
del semen , porque sobrevino la inflamacion del testículo,
y se formó en seguida un depósito. Pero esta misma in
La
flamacion , igualmente que la supuracion formadas sin el
influjo nervioso del cerebro , ¹¿no suponen la posibilidad
de la secrecion independientemente de este influjo ? En
este esperimento no se puede aislar la arteria espermática
del plexo que ella recibe del gran simpático , tan compli
cado es el enlace de estos nervios. Pero por lo demas su
seccion importa muy poco , atendiendo á que vienen de los
ganglios , y lo esencial' es cortar toda comunicacion con
el cerebro , destruyendo todos los filamentos lumbares.
Podria añadir otras muchas consideraciones á éstas,
de las que la mayor parte han sido ya indicadas por
otros autores para probar , que las funciones orgánicas
no están de ningun modo bajo la dependencia actual del
cerebro y que por consiguiente cuando éste muere , no
cesan aquellas de estar directamente en actividad.
En esta parte sobre todo, merece examinarse , á mi
parecer , con la mayor atencion la distinción de la sen
sibilidad y contractilidad en animal y órgánica. En
efecto , la idea de la sensibilidad recuerda casi siempre
la de los nervios en nuestro modo comun de pensar , y
la idea de los nervios recuerda la del cerebro , de modo
+
que apenas se separan estas tres cosas ; sin embargo , no
deben unirse realmente sino en la vida animal , y en la
orgánica no pueden asociarse , á lo menos directamente.
No quiero decir con esto , que los nervios del cere
bro no tengan sobre la sensibilidad orgánica algun in
flujo ; pero sostengo segun la observacion y la esperiencia,
que este influjo no es directo ni de igual naturaleza, que
el que se observa en la sensibilidad animal.
Muchos autores han 1 conocido ya muy bien que la
opinion que coloca en los nervios el sitio esclusivo é in
200 .
mediato del sentimiento, está espuesta á muchas dificul
tades ; y aun han buscado otros medios de esplicar los
fenómenos de esta grande propiedad de los cuerpos vi
vos. Pero con respecto á la cuestion de los agentes, su
cede lo mismo que con la de la naturaleza de la sensi
bilidad , que nos estraviamos siempre en ella , mientras
que nos guia el hilo de la rigorosa esperiencia ; así esta
cuestion no me parece apenas capaz de prestarse á este
medio de certidumbre.
Contentemonos pues con analizar los hechos, re
dactarlos bien , compararlos entre sí, y observar sus re
laciones generales. La reunion de estas investigaciones
formą la verdadera teoría de las fuerzas vitales ; todo lo
deinas no és unas que congetura.
Ademas de las consideraciones que acabo de presen
tar , hay otra que me parece prueba manifiestamente que
las funciones orgánicas no están bajo el influjo inmedia
to del cerebro; y es , que la mayor parte de las vísceras
destinadas a estas funciones, no reciben nervios del cere
bro , ó los reciben en corto número , sino muchos fila
mentos que provienen de los ganglios.
Este hecho anatómico se observa en el hígado , los
riñones , el pancreas , el bazo , los intestinos, & c. & c. En
los órganos misinosde la vida animal hay muchas veces
nervios que sirven para las funciones esternas , y otros
para las internas. Entonces los unos vienen directamente
del cerebro , y los otros de los ganglios.
Así los nervios ciliares naciendo del ganglio optálmi
co , sirven para la nutricion y las secreciones del ojo,
mientras que el óptico que nace del cerebro , sirve direc
tamente para la vision ( 1 ).

(1) Los nervios ciliares esternos son únicamente los que provie
nen de un ganglio. Los ciliares internos que presentan exactamente
la misma distribucion, y sirven del mismo modo probablemente
9

para los mismos usos , vienen de un nervio cerebral , que es el ramo


7

nasal del optalmico. (Magendie).


201
Del mismo modo , el olfatorio es en la pituitaria el
agente de la percepcion de los olores , mientras que los
filamentos del ganglio de Mekel no tienen relacion sino
con los fenómenos orgánicos de esta membrana , &c.
Pero los nervios de los ganglios no pueden transmi,
tir la accion cerebral , porque hemos visto que el sistema
nervioso que nace de estos cuerpos , debe considerarse
como enteramente independiente del sistema nervioso ce,
rebral ; que el gran simpático no trae su origen del ce

rebro , de la médula espinal , ó de los nervios de la vida


animal ; que este orígen está esclusivamente en los gán
glios , y que este nervio ni aun existe , hablando con toda
propiedad , sino que es un conjunto de otros tantos pe
queños sistemas nerviosos cuantos gánglios hay , los cua
les son centros particulares de la vida orgánica , análogos
al grande y único centro nervioso de la vida animal que
es el cerebro. ARM
Podria añadir otras muchas pruebas á las que he in
dicado anteriormente para establecer que el gran simpá

tico no existe en realidad ; y que las comunicaciones ner


viosas que se han tenido por él , no son sino cosas acce
sorias á los sistemas de los ganglios. Hé aquí algunas de
estas pruebas: 19 , estas comunicaciones nerviosas no se
hallan en el cuello de las aves , en las que, como observa
Mr. Cuvier , no se halla entre el ganglio cervical supe
rior , y el primer torácico ningun vestigio del gran sim
pático, El ganglio cervical superior es , pues , en las aves
lo que en el hombre son el optálmico , el ganglio de Me

kel , &c. es decir , independiente y aislado de los demas
pequeños sistemas nerviosos de que cada uno de los sis
temas inferiores forma un centro ; sin embargo , á pesar
de la falta de comunicacion las funciones se egercen igual
mente bien. Esta disposicion natural de las aves conviene
muy bien con la que no es comun en el hombre , y que
algunas veces he observado entre el primer ganglio lum-
Tomo II. 26
202
bar , y el último torácico ; entre los mismos ganglios lum
bares y entre los sacros. Las mas veces no hay ganglio
en el parage en que comunica el pretendido nervio sim
pático con la médula espinal. Esto es manifiesto en el
cuello del hombre , en el abdomen de los peces , &c. &c.
¿ Esta disposicion prueba acaso que el origen del simpá
tico está en la médula espinal ? no : indica solamente una
comunicacion menos directa que en las demas partes , en
tre los ganglios y el sistema nervioso de la vida animal.
Hé aquí como efectivamente debe considerarse esta dis
posicion : el ganglio cervical inferior produce un grueso
ramo que sube al superior para establecer entre ellos una
comunicacion directa ; pero al subir distribuye varios ra
mos en cada par cervical que forman una comunicacion
secundaria. Esta disposicion no varía por consiguiente
nada en nuestro modo de pensar,
Comparemos ahora estas consideraciones con las espues
tas en la página 81 del tomo 10 , y nos convenceremos mas
y mas : 10 , de que el gran simpático no es mas que la reu
nion de pequeños sistemas nerviosos ; que cada uno tiene
un ganglio por centro siendo todos los demas indepen
dientes unos de otros , aunque regularmente comunican
entre sí , y con la médula espinal : 20 , que los¹nervios
pertenecientes á estos pequeños sistemas no pueden con
siderarse como dependientes del gran sistema nervioso de
la vida animal : 30 , y que por consiguiente los órganos
provistos esclusivamente de estos nervios , no están bajo
la inmediata dependencia del cerebro.
Sin embargo, no debemos creer que todos los órga
nos que sirven para las funciones internas , reciban es
clusivamente sus nervios de los ganglios. En muchos vie
nen del cerebro , y sin embargo los esperimentos prueban
igualmente en estos órganos , que sus funciones no están
bajo el influjo inmediato de la accion del cerebrò.
Hasta ahora el raciocinio y la observacion son los
203
únicos fundamentos del principio importante que nos
ocupa , á saber : que las funciones internas ú orgánicas
no cesan directamente por la muerte del cerebro. Pero
los esperimentos hechos en animales vivos lo demuestran
de un modo evidente.
10 Siempre he observado que, produciendo artificial
mente paralisis ó convulsiones en los nervios cerebrales
de diversas partes, no se alteran sensible y repentinamen
te las exhalaciones , ni la absorcion , ni la nutricion de
estas partes . eacts et!
2º Se sabe , hace ya mucho tiempo , que irritando los
nervios de los ganglios que van al estómago , á los intes
tinos , á la vegiga , &c. no se determina ningun espasmo
en las fibras carnosas de estos órganos , como sucede en
los músculos de la vida animal por la irritacion de los
nervios cerebrales que van á distribuirse á estos mús
culos.
30 La seccion de los nervios de los ganglios no pa
raliza 84 repentinamente los órganos huecos , cuyo movit
miento vermicular ó de contraccion continúa aun mas
ómenos tiempo despues del esperimento.
** 4. He repetido con respecto al estómago , á los in
testinos , á la vegiga , á la matriz , &c. los esperimen
tos galvánicos , cuyos resultados quedan espuestos con
respecto al corazon. He armado primeramente con dos
metales diferentes el cerebro, y cada una de estas vísce→
ras en particular , y no se ha percibido contraccion al
guna en el instante de comunicarse las dos armaduras.
Cada una de estas entrañas la armé despues al mismo
tiempo que la porcion de médula espinal situada por en
cima de ellas. En fin , he armado simultaneamente los
nervios que algunas reciben de esta prolongacion médu
lar , y estos mismos órganos. Así el estómago y los ner
vios del par vago , la vegiga y los nervios que recibe de
los lumbares , fueron armados todos juntos. En casi todos
204
estos casos la comunicación de las armaduras no ha pro
ducido ningun efecto bien manifiesto ; solamente en el
últiino he advertido dos veces una pequeña contraccion
en el estómago y la vegiga ( 1). En estos diversos espe
rimentos producia sin embargo violentas agitaciones en
los músculos de la vida animal, armándolos siempre con
el mismo metal que empleaba para los músculos de la
vida orgánica >, con el fin de tener un término de com
paracion
5. En todos los casos precedentes se han armado las
diversas porciones del sistema nervioso cerebral al mismo
tiempo que los músculos orgánicos. He querido galvanizar
tainbien los nervios de los ganglios con los mismos múscu
los. Abriendo el pecho á un perro se halla debajo de la
pleura el gran sinpático , que es facil de armar de un
metal. Como -segun la opinion coinun este nervio se dis
tribuye en todo el bajo vientre , armando con otro me
tal cada una de las entrañas que se hallan contenidas en
e , y estableciendo comunicaciones debia esperar obtener
contracciones, con corta diferencia como se verifica ar
mando el hacecillo de los nervios lumbares , y los dife
rentes músculos del muslo. Sin embargo no se ha adver
tido ningun efecto sensible.
6. Segun nuestro modo de considerar el nervio sim
pático , se concibe esta falta de resultado. Efectivamente
los ganglios intermedios a los órganos gástricos , y al
tronco nervioso del pecho, han podido detener las fenó
menos galvánicos. He descubierto los nervios que nacen
de los ganglios para ir directamente al estómago , al rec
to , á la vegiga , y por este medio be galvanizado estos
2

1
(1) La escitacion galvánica produce ordinariamente efectos muy
visibles en la contraccion del tubo intestinal ;, estos movimientos
son menos patentes en el estómago que en los demas puntos del
canal ; pero la misma diferencia se observă siempre cualquiera que
sea el escitante que se emplee. (Magendie ).
205
diversos órganos; pero no me ha parecido que regularmente
resulta de aquí ninguna contraccion , algunas veces se per
cibia una pequeña constriccion pero muy débil comparada
con aquellas violentas contracciones que se observan en
los músculos de la vida animal. No cesaré de encargar en
esta parte que se distingan bien los efectos que resul
tan del contacto mecánico de los metales, de los que de
penden puramente del galvanismo.
70 Estos esperimentos son dificiles en los intestinos
por la delicadeza de sus nervios ;; pero como estos forman
un plexo muy sensible al rededor de la arteria mesenté
rica que vá con ellos á distribuirse en el tegido de estos
órganos , se puede descubriendo esta arteria, y rodean
dola con un metal mientras se coloca otro en un punto
cualquiera del canal intestinal , galvanizar igualmente
>

este canal. En este esperimento no he obtenido ningun


resultado inanifiesto .
8. Todos los ensayos anteriores se han hecho en
animales de sangre roja y caliente ; he intentado hacer
tainbien otros análogos en animales de sangre roja y fria !
He armado con dos diferentes metales al mismo tiempo
el cerebro y las entrañas musculosas del abdomen de una
rana , las inismas entrañas y la porcion cervical de la
inédula espinal. Nada sensible percibí en el moinento de
su comunicacion , y sin embargo los músculos de la vida
animal se contrajeron regularmente entonces, aun sin es
tar armados , por solo el contacto de un metal sobre
la armadura del sistema nervioso . No han fallado los' re
sultados por falta de multiplicar los puntos de contacto
sobre las vísceras gástricas , porque cuidaba siempre de
pasar un hilo de plomo en casi todo el canal intestinal
para que le sirviese de armadura.
9. En cuanto a los nervios que van directamente a las
fibras carnosas de los órganos gástricos, son tan ténues
en las ranas, que es inuy dificil armarlos. Mr. Jadelot ha
206
obtenido sin embargo en un esperimento una contraccion
lenta de las paredes del estómago , obrando directamente
sobre los nervios de esta entraña. Pero ciertamente esta
constriccion, análoga sin duda, á la que he observado mu
chas veces en otros esperimentos, no puede compararse
con los efectos asombrosos que se obtienen en los mús
culos voluntarios ; y siempre se podrá decir con verdad
que con relacien á los fenómenos galvánicos, asi como
con todos los demas, hay una enorme diferencia entre los
músculos de la vida animal , y los de la organica.
Me parece que ya tenemos un número de pruebas mas
que suficiente para resolver con certeza la cuestion pro
puesta en este párrafo , estableciendo como principio fun
damental: 19 , que el cerebro no influye de un modo di
recto en los órganos ni en las funciones de la vida in
terior: 20, que por consiguiente la interrupcion de estas
funciones en las grandes lesiones del cerebro , no es un
efecto inmediato de estas lesiones.
Sin embargo estoy muy lejos de considerar la accion ce
rebral como enteramente estraña á la vida orgánica; pero
creo tener fundamento para establecer, que esta vida no
recibe de aquella sino auxilios secundarios indirectos, que
conocemos aun muy poco.
Si me he detenido un poco sobre este objeto, ha sido
sin duda porque nada hay mas vago en medicina, que el
sentido que se dá á estas palabras , accion nerviosa , ac
cion cerebral , &c. sin distinguir nunca bastantemente lo
que pertenece a las fuerzas de una vida , de lo que es
atributo de las de la otra, Podemos reconvenir , con espe
cialidad á Cullen, por haber exagerado demasiado el influjo
del cerebro. 112
207

S II.

Determinar si la interrupcion de las

funciones de la vida orgánica es un efec


to indirecto de la cesacion de la accion

del cerebro.

Supuesto que la vida orgánica no termina inmediata


mente porque cese la accion cerebral, debe haber agentes
intermedios que determinen por su muerte esta cesacion;
pero estos agentes, son principalmente como en la muer
te del corazon por la ཎྞ del cerebro, los órganos mecánicos
de la respiracion ; He aquí la série de fenómenos que so
brevienen entonces .
10 Interrupcion de las funciones cerebrales : 2º , ce
sacion de las funciones mecánicas del pulmon : 3º , des
truccion de sus funciones químicas : 49 , circulacion de la
sangre negra en todas las partes: 50 , debilidad del mo
vimiento del corazon , y de la accion de todos los órga
nos : 6 , suspension de este movimiento y de su accion.
Todos los órganos internos mueren pues con corta
diferencia como en la asfixia , es decir: 19 , porque les
hiere el contacto de la sangre negra : 20 , porque la cir
culacion cesa de comunicarles el movimiento general ne
cesario á su accion, cuyo efecto es independiente del
que produce la sangre por los princípios que contiene:
Sin embargo, hay muchas diferencias entre la * muerte
producida por asfixia, y la que resulta de las grandes le
siones del cerebro : 19 , la vida animal se interrumpe con
bastante frecuencia en la segunda, en el instante mismo
del golpe , lo que no sucede en la primera , sino á medi
208
da que la sangre negra penetra el cerebro : 20 , la circu
lacion tarda algun tiempo en cesar en la mayor parte
de los asfixiados , ya porque la coloracion de la sangre
en negra se verifica por grados , ya porque la agitacion
de los miembros , y de todos los órganos de los movi
mientos voluntarios la mantienen , mientras que el cere
bro puede aun determinar estos movimientos. Por el con
trario en las lesiones del cerebro , siendo por una parte
repentina la interrupcion de la respiración no se en
negrece la sangre por grados ; y por otra suspendiéndose
repentinamente la vida animal , quedan en el momento
inmobles todos los órganos , y no pueden ya favorecer el
movimiento de la sangre. Esta observacion es sobre todo
aplicable al pecho , cuyas paredes favorecen singularmen
te la circulacion pulmonal , y aun los movimientos del
corazon por la elevacion y depresion alternativas de que
son el asiento. Este es verdaderamente el influjo mecáni
co que la circulacion recibe en la respiracion. El que pro
viene de la dilatacion , ó contracion del pulmon es abso
lutamente ilusorio , como ya hemos visto.
Por lo demas los dos géneros de muerte , de los cua
les uno principia en el pulmon , y el otro en el cerebro,
pueden alejarse é acercarse segun el modo con que suce
den, y falta mucho para que las diferencias que acabo
de indicar sean generales. Asi, cuando la asfixia es repen
tina como v. g. , cuando se produce de repente el vacío en
la traquearteria, absorviendo el aire que contiene con una
geringa , no hay manchas cárdenas ni infarto en el pul
mon ; la circulacion cesa muy pronto , y esta muerte se
parece á aquella en que la vida del cerebro se . destruye
repentinamente.
Por el contrario , si el golpe que hiere á este último
órgano, no hace más que alterar profundamente sus fun
ciones , y permite aun á los músculos que sirven para la
inspiracion continuar debilmente su egercicio , por cierto
209
tiempojoel sistema del pulmon: puede infartarse , y el ca+
pilar general puede tambien penetrarse de sangre ens di→
versas partes. La circulación cesa entonces con dentitud,
y esta muerte es análoga á la de muchas asfixias.or
Se concibe por lo dicho , que la muerte , cuyo princí→
pio está en el cerebro , y la que principia en el pulmoni
se aproximan ó se alejan una denotra , segun que la cau
sa "gque ataca á uno de estos órganos , obra con mas ó
menos celeridad ó lentitud. El encadenamiento de los fe
nómenos es casi siempre el mismo especialmente cuando
se afecta el primero ; la causa de esta sucesion no varía,
pero los fenómenos presentan numerosas variedades. ?
zo Se ha preguntado muchas ?veces , cómo mueren los
ahorcados. Unos han creido que padecian dislocacion en las
vértebras cervicales , compresion de la médula espinal , y
por consiguiente muerte muy análoga á la que es efecto
de la conmocion ó del hundimiento de las piezas hueso→
sas del cráneo , &c. Otros han dicho que la sola falta de
respiracion les hacia morir (1 ). He tenido ocasion de di
secar á un ahorcado en el que no hallé luxacion , pero si
fractura de la tercera vértebra cervical ; á la verdad sos
pechó que esta solucion de continuidad no habia sobreve
nido en el momento del accidente. La persona misma se
habia dado la muerte ; luego la agitacion del cuello no
podia haber sido muy considerable. Sin duda era un efec
to producido en el mismo cadáver , en una caida , en una
aol no equus't m de Bo
(1) La muerte no sobreviene siempre del mismo modo . Se ha
bia notado v. g. que los ahorcados en Leon morian mas pronto
que los de Paris. Buscando la causa de esta diferencia , se halló
que en los primeros habia casi siempre luxacion de la primera so
bre la segunda vértebra , lo que resultaba de un movimiento de ro
tacion que el verdugo daba al reo al tiempo del arrojarse de la es
calera, La muerte era pronta, porque era producida por la compresion,
6 por la dislaceracion de la médula espinal , y se hacia mas lenta en
el otro caso , en que era únicamente resultado de la asfixia. ( Ma·
gendie )... not sh ** $ 69
Tomo II. 27
210
mala postura , & c. lo que no me acuerdo haber observan
do en otros cadáveres. Sobre todo ya mueran los ahor
cados por la compresion de la médula , lo que es bien
cierto que no siempre sucede, ó ya les cause la muerte
solo la falta de la respiracion , .se vé que la succesion de
los fenómenos no es muy diferente en ambos casos, Cuan,
do hay luxacion hay siempre tambien asfixia simultánea ,
y entonces esta afeccion se produce por una parte direc
tamente , porque la compresion de los cordeles intercep
ta el paso del aire , y por otra indirectamente porque
paralizados los intercostales y el diafragma no pueden
ya dilatar el pecho para admitir este Auido.
En general hay mas relacion entre los dos modos
t

por los cuales la muerte del cerebro ó la del pulmon pro


duce la de los órganos , que entre uno de estos dos pri
meros modos , y aquel por el cual muriendo el corazon,
mueren tambien todas las partes.
Se podrá hacer facilmente , a mi parecer, segun lo di
cho , la comparacion de estos tres géneros de muerte,
comparacion que creo importante, y de la cual he aquí
algunos rasgos.
1. Siempre hay sangre negra en el sistema de la ro
ja, cuando principia la muerte por el cerebro o por el pul
mon ; y por el contrario con frecuencia este sistema con
tiene sangre roja , cuando el corazon cesà en sus fun
ciones repentinamente.
2. La circulacion dura todavia algun tiempo en los
dos primeros casos , y se destruye repentinamente en el
tercero.

3. La sangre por la falta de su movimiento general


cesa de mantener la vida de los órganos cuando su muer
te depende de la del corazon ; en parte sucede de este
modo, pero sobreviene'mas principalmente por la natura
leza de los eleinentos que componen la sangre , que este
fuido no puede ya animar la accion de los mismos ór
211
ganos, cuando su muerte se origina de la del pulmon, ó
del cerebro , & c. gude
01 Indico solamente el paralelo de los diversos fenóme
nos de este género de muerte ; el lector podrá concluirle
sin mucha dificultad.matt
En los animales de sangre roja y fria , la muerte de
todos los órganos se sigue á la del cerebro con mucha mas
lentitud que en los de sangre roja y caliente. Es bastan
te dificil dar la razon de este hecho, porque todavia no
conocemos bien en estos animales , ni la diferencia entre
su sangre arterial y venosa , ni la relacion que tiene el
contacto de cada una de estas dos sangres con la vida
de los órganos .
Cuando los réptiles, v. g. la rana, permanecen mucho
tiempo bajo del agua , la sangre arterial se pone negra,
por la falta de respiracion ; y mueren entónces estos ani
males porque en ellos es menos funesto el contacto de
esta sangre para sus órganos, que en los animales de san
gre caliente ? ( 1) ¿ ó bien la sangre venosa continúa en
tonces enrogeciéndose por largo tiempo , porque el aire
contenido como en depósito en los pulmones de grandes
vexículas de estos animales , no puede consumirse sino
lentamente , atendiendo á que en ellos pasa muy poca

T } (1 ) Resulta de los exactos esperimentos de Mr. Edwards. que


los bátracios no pueden vivir sino muy poco tiempo sumergidos en
el agua que ha sido privada del aire por la ebulicion , Sumergidos en
un pequeño volúmen de agua mezclada con aire , perecen pronto, sin
duda, despues que han agotado el aire contenido en disolucion en esta
agua. Por el contrario , pueden vivir un tiempo ilimitado en este
estado de inmersion , si se tiene cuidado de renovar á menudo el
agua. El mismo resultado se obtiene , y aun con mas seguridad si
se les sumerge enmedio del agua corriente. La rana se apodera
del aire que está mezclado en el agua en que ella está sumergida,
no haciendo pasar el agua por sus pulmones , como lo hace el pez
al traves de las agallas , sino que en este caso la piel es el único
órgano respiratorio, Mr. Edwards se cercioré de que este modo
212
sangre á la arteria pulmonal, que no es mas que un
ramo de la aorta ? El esperimento por el que hemos vis
to que la coloracion 'roja se prolonga inyectando mucho
aire en la traquearteria de los perros, y otros animales
de sangre caliente , parece confirmar esta última opinion ;
pero esto necesita , a pesar de los ensayos de Goodwyn ,
de muchos esperimentos ulteriores, como en general todo
lo que tiene relacion con las tres grandes funciones de
los animales de sangre fria. :
id

ARTICULO XIII.

Del influjo que la muerte delcerebroegerce iad


sobre la muerte general. $

‫في‬

Recopilando todo lo dicho en los attículos anteriores,


vada hay mas fácil, segun ereb, que formarse una idea
exacta del modo con que se enlazan los fenómenos de la
.

muerte general que principia en el cerebro. He aquí es


te enlace . .
Libidos

de respirar no podia ser suficiente para mantener la vida; que en


čiertos límites de temperatura una rana sumergida en un volúmen
de agua que no se renueva, seconserva viva por tanto mastiempo
cuanto la temperatura de esteliquido se acerca masá 09. En este
grado no se hallan las ranas entorpecidas, como pudiera creerse, y
>

únicamente sus movimientos se hacen con más lentitud.


Mientras que el animal sumergido en el agua permanece vivo,
10 que se conoce por la agilidad de susmovimientos; se puede ase
gurar que los fenómenos continuan egerciendose en él ; en efecto sė
perciben en las membranas que hay entré sus dedos los vasos llenos
de sangre roja. Cuando el color negro se principia a manifestar allí,
el animal queda bien pronto inmóvil é insensible. (Magendie).
213
P10 destruccion de la accion del cerebro: 20, cesacion
repentina de las sensaciónes , y de la locomocion volun
taria: 3 paralisis simultánea del diafragma y de los
intercostales : 40 , interrupcion de los fenómenos mecáni→
30
cos de la respiracion , y por consiguiente de la voz: 50,
aniquilamiento de los fenómenos químicos ; 69, paso de
la sangre negra al sistema de la roja: 7 , entorpecimien
to de la circulacion por el contacto de esta sangre sobre
el corazon y las arterias , y por la inmovilidad absoluta en
que se hallan todas las partes, y particularmente el pecho1 8.0,
muerte del corazon y cesacion de la circulacion general: 99%
interrupcion simultánea de la vida orgánica , principal
mente en las partes en que penetra habitualmente la san
C
gre roja: 10º, Abolicion del calor animal , que es el prob
ducto de todas las funciones 3119,0terminacion konsecu
tiva de la accion de los órganos blancos que tardan mas
?
en morir que todas las déias partes , porque los jugos
que los nutren estan mas independientes de la ‫ اری‬gran
circulacion. 527-I 1025 p Y -b9es to „ bnno eul 10q
Aunque en este género de muerte como en los dos
anteriores, se destruyen las funciones repentinandente, sin
embargo quedan todavía muchas propiedades vitales en
las partes por cierto tiempo ; la sensibilidad y contrac
tilidad orgánicas , son por egemplo muy manifiestas en
los músculos de las dos vidas ; y ela susceptibilidad igale
Vánica queda muy marcada en los de la vida animal 205
Esta permanencia de las propiedades orgánicas es ca→
si la misma en todos casos. La única causa que produce
alguna diferencia, es el modo mas o menos lento con que
ha muerto el animal. Cuanto mas rápida ha sido la muer
te, tanto más enérgica se manifiesta la contractilidad , y
más tarda en desaparecer. Y por el contrario, cuanto mas
lentamente han terminado los órganos sus funciones , me
-• nos susceptible es esta propiedad de ponerse en movi“
miento.
214
5 Siendo todo igual en la duracion de los fenómenos
que preceden a la inuerte general por la del cerebro , los
esperimeatos sobre la contractilidad presentan siempre con
corta diferencia el mising resultado; porque el encade
pamiento de estos fenómenos; y la causa inmediata ' que
los produce , permanecen siempre poco mas o menos los
mistnos. La apoplegia , la conmocion , la inflamacion , la
compresion violenta del cerebro , la seccion de la médu
la espinal debajo del occipital , la compresion por una
dislocacion de las vértebras ,etc. son causás remotas muy
diferentes , pero que todas determinan, una causa inme
diata siempre uniforme.. ::
-11: No sucede lo mišino en la asfixia producida por los
diferentes gases , enfermedad cuyos efectos , hacen variar
mucho el estado de contractilidad , aunque las mas veces
haya sido análoga la duracion de los fenómenos de la
muerte. Esto depende, como hemos visto , de la diversa
naturaleza de las sustancias deletéreas que se introducen
por los conductos aéreos , y que son llevadas por la cir.
culacidná los diversos órganos á quienes atacan de una
debilidad mas o menos directa. ! cich
3. El estado del pulmon varia mucho en los cadáveres
de las personas cuya muerte ha principiado en el cerebro.
Unas veces infartado , otras vacío de sangre indica en
general segun estos dos estados, si ba sucedido por gra
dos la cesación de las funciones; si por consiguiente et
golpe no ha destruido repentinamente la accion del cere
>

bro ; o bien si ha sido repentina la muerte general. En


los cadáveres traidos á mi anfiteatro anatómico con he
ridas de cabeza , derrames sanguíneos en el cerebro efec.
tos de la apoplegia , & c. apenas she hallado en dos el
pulmon en el mismo estado. El de infarto y lividez de las
$
superficies esteriores de la piel de la cabeza , del cue
llo , & c . varia igualiñente.
La muerte que sucede á las diversas enfermedades prin:
215
cipia muchas menos veces por el cerebro ,que por el pul
mon. Sin embargo en ciertos paroxismos de calenturas
agudas , llevada la sangre violentamente al cerebro, des
truye á veces su vida. El enfermo se sincopiza , como
intero llega al último grado
estesíncope
dicen vulgarmente. Silaeste
es mortal , y entonces el encadenamiento de los fenóme.
nos es el mismo, qué del que acabamos de hablar res
pecto de las muertes repentinas.
Hay otros muchos casos, á mas de el de calenturas
agudas, en que la muerte puede empezar por el cerebro,
aunque este órgano no sea el acometido por la enfermedad.
En estos casos es en los que principalmente varía
mucho el estado de plenitud , ó de vacuidad del pulmon .
En general este estado no nos dá ninguna nocion acer
ca de la enfermedad de que ha muerto el sugeto , y solo
indica el inodo con que han terminado las funciones en
los últimos instantes de la existencia.

* FIN DEL TOMO SEGUNDO.

icons
190

‫اد‬ 27700
W of zi ! 90 : 1125
Ô
us
Juo 1970
( ‫و ما فيه‬
45.0
INDICE
sono DE LO CONTENIDO
ok . 14 Cinisin is 13
col b Oinult
-EN ESTE SEGUNDO TOMO !
9 , 70

riisi, 1901 13997 "" }


annula vlogo 110° !: ?! ? !? On O 9911
inne
3
3 : 51sabiq 9 ! "
. PARTE SEGUNDA.
civile e ?
Le soulsi ini dikin suupio oroligfui
ARTICULO 1.nadai locul

Consideraciones generales sobre la muer


te . pág. 5
.
5.

ARTICULO II.

Del influjo que la muerte del corazon eger


ce sobre la del cerebro....... 9.
I. Determinar cómo la cesacion de las
funciones del corazon de sangre roja in
terrumpe las del cerebro.. 12.
II. Determinar cómo la cesacion de las
1

funciones del corazon de sangre negra 217


interrumpe las del cerebro.. 19.

ARTICULO III .

Del influjo que la muerte del corazon eger

29
ce sobre la del pulmon. . .

,
§ I. Determinar cómo cesando de obrar el
corazon de sangre negra se interrumpe
la accion del pulmon. 30 .
§ II. Determinar cómo cesando de obrar
el corazon de sangre roja se interrum
pe la accion del pulmon . . 32.

ARTICULO IV .

Del influjo que la muerte del corazon eger


ce sobre la de todos los órganos. .
33.
I. Determinar cómo la cesacion de las
funciones del corazon de sangre roja in
terrumpe la de todos los órganos. .....idem .
ARTICULO V.

Del influjo que la muerte del corazon eger


Tomo II.
28
218
ce sobre la muerte general... i 41 .

ARTICULO VI.

Del influjo que la muerte del pulmon egera


ce sobre la del corazon. 51 .

I. Determinar cómo el corazon cesa de :


obrar por la interrupcion de los fenómem .
52.
nos mecánicos del pulmon . ...

§ II. Determinar cómo el corazon cesa de


obrar por la interrupcion de los fenóme
60 .
nos químicos del pulmon.

ARTICULO VII.

Del influjo que la muerte del pulmon eger


ce sobre la del cerebro.. 83.

ARTICULO VIII.

Del influjo que la muerte del pulmon eger


ce sobre la de todos los órganos. 104 .
§ I. Esponer los fenómenos de la produc
cion de la sangre negra en la inter
219
rupcion de las funciones químicas del
pulmon. . 105:
S II. La sangre que por la interrupcion de
los fenómenos químicos del pulmon ha
quedado negra , penetra todos los órga .
nos , y circula en ellos algun tiempo en
el sistema vascular de sangre roja . ... 114..
S III. La sangre negra no es propia para
mantener la actividad , y la vida de los
órganos que penetra, luego que han ce
sado las funciones químicas del pulmon . 122.

ARTICULO IX.

Del influjo que la muerte del pulmon eger


132.
ce sobre la muerte general.
S 1. Observaciones sobre las diferencias
que presentan las diversas asfixias ... 135
§ II. En la mayor parte de las enferme
dades la muerte principia por el pul
mon. .
157

ARTICULO X.

Del influjo que la muerte del cerebro eger


220
ce sobre la del pulmon.. 159.

§ I. Determinar si el pulmon cesa de obrar

directamente por la muerte del cere


bro... 160.

§ II. Determinar si el pulmon cesa de obrar

indirectamente por la muerte del cere


bro... 169.

ARTICULO XI.

Del influjo que la muerte del cerebro eger


ce sobre la del corazon. ·· 173.

§ I. Determinar si el corazon cesa de obrar


inmediatamente por la interrupcion de

la accion cerebral.... 174.

§ II. Determinar si en las lesiones del ce


rebro la muerte de un órgano interme

dio causa la del corazon. . . • 188.

ARTICULO XII.

Del influjo que la muerte del cerebro eger

ce sobre la de todos los órganos. ... 194.

§ I. Determinar si la interrupcion de las


B
221
funciones orgánicas, es un efecto direc
to de la cesacion de la accion cere
bral. 195.
§ II. Determinar si la interrupcion de las
funciones de la vida orgánica , es un
efecto indirecto de la cesacion de la ac
cion del cerebro.. 207.

ARTICULO XIII .

Del influjo que la muerte del cerebro eger


ce sobre la general... 212.

/
CORRECCIONES DEL TOMO SEGUNDO.
1

Página. Linea. TA
Dice. Debe decir.
11 5 36 conoce conocen
19 9 interrumpen interrumpe
59 35 intante instante
60 . 27 (2 ) . . 5 ( 1)
71 34 interrupen interrumpen
137 21 Mogagni Morgagni
146 29, ves nes
|
1
|

También podría gustarte