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SANTOS VICTORIOSOS

Apocalipsis 14:1-5

A nuestra sociedad le encantan los ganadores. Sea en la política, en los negocios, en el


entretenimiento, en los deportes o en la guerra, admiramos ciegamente a quienes tienen
éxito.

Aunque no respaldando del todo la definición superficial que el mundo tiene del éxito, la
Biblia, no obstante, se refiere a la vida cristiana en términos victoriosos.

Romanos 8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel
que nos amó.
1 Juan 5:4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que
ha vencido al mundo, nuestra fe.
1 Corintios 15:57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de
nuestro Señor Jesucristo.

El capítulo 14 es un brillante contraste con la oscuridad del capítulo 13, que describe a
Satanás (el dragón), al anticristo, al último falso profeta, el engaño, a los no redimidos, la
idolatría y la marca de la bestia.
El capítulo 14 describe al Cordero, a los ángeles, a los santos redimidos, la adoración
genuina y a aquellos sellados por Dios.
En el capítulo 13 hay falsedad, maldad, corrupción y blasfemia; en el capítulo 14 hay
verdad, justicia, pureza y alabanza.

Además de su importancia profética, este pasaje revela importantes principios prácticos


para la vida cristiana victoriosa. Siete de estas características distinguirán a los ciento
cuarenta y cuatro mil: poder, alabanza, pureza, lealtad, propósito, precisión y perfección.

1. Poder.
Apocalipsis 14:1

Lo que atrajo la atención de Juan fue el impresionante espectáculo del Cordero… en pie
sobre el monte de Sion.
El texto también describe a los ciento cuarenta y cuatro mil como que tenían el nombre de
él [del Cordero] y el de su Padre escrito en la frente. Los incrédulos recibirán la marca de
la bestia (13:16-17); los ciento cuarenta y cuatro mil tendrán la marca de Dios puesta en la
frente (7:3) para su protección. Satanás y el mundo incrédulo tratarán desesperadamente de
matar a esos poderosos y audaces predicadores del evangelio. Pero habiéndolos marcado
como posesión suya, Dios no permitirá que sufran daño alguno.

Dios protegerá a los suyos y los llevará en triunfo a través de sus pruebas.

Juan 10:27-29 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida
eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio,
es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
Filipenses 1:6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra,
la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;

2. Alabanza.
Apocalipsis 14:2-3

La alusión a arpistas y a arpas sugiere que la voz expresaba no fragoroso juicio sino gozo.
Las arpas se asociaban a menudo en el Antiguo Testamento con alabanza gozosa.

Una característica de la vida cristiana victoriosa en cualquier época es la constante alabanza


a Dios. Los ciento cuarenta y cuatro mil no dudaron en alabar a Dios durante todo el tiempo
de prueba y persecución. Como ha finalizado su tiempo de prueba difícil y han salido
victoriosos, ellos estallarán en alabanza a Dios por su liberación. El gozo es la respuesta
apropiada de un corazón que confía en el soberano poder de Dios.

3. Pureza.
Apocalipsis 14:4ª.

La adoración del anticristo durante la tribulación será indescriptiblemente vil y perversa.


Como se hacía en los cultos a la fertilidad de los tiempos antiguos, el pecado sexual se
practicará de forma desenfrenada. Incluso en estos días de grosera inmoralidad, no
podemos imaginar siquiera cómo será la desviada perversión sexual de la tribulación. Al
quitarse el impedimento divino (2 Ts. 2:6-7) y hallarse el mundo incrédulo abandonado
mediante juicio por Dios (cp. Ro. 1:24, 26, 28), el pecado se soltará como un torrente,
inundando el mundo.

El que el pecado específico que ellos evitarían implica mujeres, indica que aquí se trata de
pureza sexual, no aislamiento del corrupto sistema del mundo.
La pureza sexual es indispensable para la vida cristiana victoriosa.

4. Lealtad.
Apocalipsis 14:4b.

A los ciento cuarenta y cuatro mil se les describe además como los que siguen al Cordero
por dondequiera que va. Serán los seguidores del Cordero. El seguidor es alguien que
sigue o apoya a alguien en las buenas y en las malas. Los victoriosos ciento cuarenta y
cuatro mil serán leales al Cordero, cueste lo que cueste.

Mateo 16:24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
1 Corintios 11:1 Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.
1 Juan 2:6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
5. Propósito.
Apocalipsis 14:4c.

En el Antiguo Testamento las primicias, la primera parte de un cultivo a cosechar, se


ofrecía a Dios (Dt. 26:1-11) para el uso en su servicio.

El propósito de sus vidas sería servir al Señor al predicar el evangelio al mundo perdido,
que perece rechazando a Cristo.

6. Precisión.
Apocalipsis 14:5a.

Los ciento cuarenta y cuatro mil no propagarán las mentiras de Satanás, sino que dirán la
verdad de Dios.

Sofonias 3:13 El remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira, ni en boca de ellos
se hallará lengua engañosa; porque ellos serán apacentados, y dormirán, y no habrá quien
los atemorice.

Efesios 4:15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la
cabeza, esto es, Cristo.
Efesios 4:25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo;
porque somos miembros los unos de los otros.
2 Timoteo 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no
tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.

7. Perfección.
Apocalipsis 14:5b.

Como confiarán en el poder de Dios y llevarán vidas caracterizadas por alabanza, pureza,
lealtad y unidad de propósito,los ciento cuarenta y cuatro mil serán sin mancha. Esto, por
supuesto, no significa que serán sin pecado, sino que serán santificados. Estarán más allá de
cualquier reprensión, viviendo de manera santa ante todos los que los ven.

Efesios 1:4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos
santos y sin mancha delante de él,
1 Pedro 1:15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en
toda vuestra manera de vivir;

Los ciento cuarenta y cuatro mil merecen un lugar en el “Salón de la Fama” de la fe


cristiana (He. 11). Llevarán vidas santas y ministrarán eficientemente para Dios durante la
hora más oscura de la historia. Su aleccionador esfuerzo encabezará el más grande
despertamiento espiritual que el mundo jamás verá (cp. 6:9-11; 7:9). El inspirado relato de
su vida y ministerio presenta un modelo de vida cristiana victoriosa para que todos los
creyentes lo imiten.

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